Ramon de Mesonero Romanos - Obras jocosas y satíricas de El ...

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-¿Y qué me sirven esas cualidades y ese aplauso, y qué le sirven a él tampoco, si van emponzoñados con un tedio invencible, una aversión inexplicable a todo lo que le rodea, bastante a hacerle resistir mis proyectos para su felicidad? -Quizás esos proyectos no estén bien meditados, y acaso para ellos no haya V. consultado el corazón de su hijo. -¿Y qué más puedo hacer para ello? Yo le he querido hacer obtener un buen destino en la Administración; se me ha opuesto a ello bajo el pretexto de no conocer bien las leyes de nuestro país, y por temor de no desempeñarle cumplidamente. -Ha dicho muy bien; y pocos a quienes se ofreciera un empleo contestarían del mismo modo. Conócese bien que no está al corriente de nuestras costumbres. -Le he indicado después la carrera militar; me ha respondido que como las vicisitudes del mundo pudieran acaso algún día obligarte a dirigir sus armas contra el país en que ha recibido su educación, no le permite su honor obligarse bajo el juramento militar.
-En eso manifiesta su virtud y su agradecimiento. -Le he hablado después del comercio, que no tiene ninguno de esos inconvenientes; me ha manifestado otros que dice suele tener entre nosotros esta profesión. -Puede que no esté equivocado. -Las carreras de la Iglesia o del foro no he podido siquiera indicárselas, porque, en efecto, no ha hecho los estudios que a ellas conducen; mas, por último, le he propuesto que viviendo tranquilamente de las rentas de nuestro mayorazgo, imitase a tantos de su clase como pasan la vida sin hacer nada, y ha rechazado con violencia mi proposición, diciéndome que él ha nacido y ha estudiado para hacer algo. -Y tiene mucha razón. -Ahora bien; pasando después al punto de su matrimonio, le he presentado a varias personas dignas de llamar su atención; pues ninguna de ellas ha llenado sus ideas; la una carece a su vista de modales elegantes, y de buena compañía, como él dice; la otra ignora hasta los primeros rudimentos de la Geogra-
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Obras jocosas y satíricas de El Cu
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Las ferias Grandeza y miseria El ca
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Después de la corrida Mi calle El
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- III - - IV - La exposición de pi
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Prólogo para esta edición J'empru
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para mi objeto. -La novela satíric
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al bolsista; desde el médico al ab
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Cartas Españolas sus preciosísimo
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constante del ingenioso y discreto
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posible, con la mente, al punto de
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así como la constancia en el prop
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er jamás la mano indiscreta del mo
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cosas tiende a formar. El escritor
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»Un mérito más tiene, que no que
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tantos en España los que presentan
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tumbres de los pueblos nuevas direc
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Lavapiés una amazona; de este modo
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cha gente, pero ya no se ve. -«Las
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presunción de mi intento; pero por
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él, El retrato «Quien no me creye
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jarle con el original, arquear las
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, Cuando hay amor verdadero? ¡Ah!
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del secretario, que enfurecido tom
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linternas sin cristal, santos sin c
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muerto yo ¿qué vendrá a ser de m
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conocerle, para felicitarle por est
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ioso alazán, sino la compasada gal
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Mi primo es un mozo, ni bien sabio,
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extremeños, que conducían las pic
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-De Jaén -replicó con un ronquido
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acá, una disputa de castañeras; a
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da a su santo patrono. -Póngase en
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La comedia casera «On sera ridicul
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escuchado un rato con admiración,
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que resuelto este problema y el del
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tablado, decoraciones, orquesta, ba
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las filas de bancos. Por fin, atrav
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a y estremeciendo el tablado; sólo
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se revistió tan bien de su papel y
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Entre las varias modificaciones que
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aquí; -a ver, probemos nada, no va
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pelo, remover el brasero y leer El
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y otros, y nos marchamos todos, des
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harían subir legalmente una casill
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que luce a costa del hombre modesto
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propósito de este mundo para sacar
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cobrar más de media parte o un cua
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costumbre), que al pronunciar una d
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ta de paso el lector que se habían
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de la ópera, contaban las intrigas
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dejé con él, mientras que yo me s
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contestó que un excelente actor ve
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En los siguientes días acabé de c
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de las fiestas más antiguas de los
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dias y el Seminario de nobles a la
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los puestos ambulantes de buñuelos
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todo este cuadro varios grupos de m
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con la lista en la mano traía al m
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paupertate omnes». HORAT. -Pues, c
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papel sellado, y corriendo, en fin,
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de los salones, y ofuscado por el b
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lado, de nada sirven, no siendo las
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había tenido a bien regalarme dos
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una en otra calaverada al juego y a
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to por su tolerancia, ilustración
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Pareciome por de pronto conveniente
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adioses, los encargos se cruzaban e
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nuestro asombro, empezó a hablarno
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empezó a dirigirle la palabra; per
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plicar, no se atrevió, y hubo de s
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y llamándome aparte). ¡Desdichado
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animada; la escena nada varía, y s
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antes habían recibido acaso el pri
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V. también, ¿no es así? ¿con su
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«Irás al Prado, Leonor, En cuya g
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dades, por el buen cuidado y dilige
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Pues hay hiel, para quien sean», e
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frescado además con las exhalacion
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mino con grandes faroles, y ataviad
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dad del padre, que entretenido por
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-Chut, mon cher, notre homme peut n
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-Cierto, que eso me hace dudar... (
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entabló entre los cinco, mientras
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en silencio por las primeras línea
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facultades, me convencieron de que
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descanso había dos o tres o más p
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de mapas de las provincias de Valaq
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viudas ocupaban las buhardillas, y
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iado el caserío de la capital, cas
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mi mansión al aire abrasador, que
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leguas de mis sentidos, ello es lo
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día lucir y brillar aun delante de
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so me pretenderá V. negar las vent
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seguros todos de las buenas cualida
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seducir, como es natural, al aspect
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joven criado en el seno de la virtu
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-»A donde V. quiera, con tal que s
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mi heroína), alteraba la paz de aq
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illo a comprar trajes y adornos de
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Echamos pie a tierra en una calle d
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un día, puede servir de molde para
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mismos artículos, de pollo y torti
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«Amados papá y mamá: el estado i
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muchos cuerpos, Y a cautivar muchas
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Todos vuelven a mirarla, Y ella a t
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Y Contemplando con ansia La belleza
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De su situación la Juana, Se despi
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En libertad... pero calla, Que quie
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Se va por la puerta falsa, Agarrado
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lliciosa, que haga trabajar a su im
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mesas y bufetes su argentada preñe
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que un ministro los memoriales, y e
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minado tener unos cuantos convidado
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El amante corto de vista «¡Ay cie
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frente de mis amables lectoras. -¿
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declaración en regla. La niña, en
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la volvía la espalda para ocuparse
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tros) vino a revelarle que hablaba
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más señas con un alfiler. Hecha e
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no vienen esparcidos como espías,
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me ha hecho turbar la tranquilidad
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ando su profusión y la variedad de
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-«No tenemos», le contestó el m
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lo al espejo y nos parecía muy bie
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que había venido a buscar un pedaz
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olsillo del marido. Parecíame ya v
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mamá y una hija muy bien parecida,
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¿Sabe usted, señor público, que
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Mi barbero es un mozo de veinte y d
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el miedo a las terribles expresione
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alguna tienda de vinos que visitar.
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Aquí calló Pedro Correa; y yo, qu
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dra como el guardacantón de la esq
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cunstancias de que puede disponer,
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una multitud de muebles y vestidos
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escopeta cubierta de orín, seis al
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cida por su belleza, y no pude meno
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se hubieran quemado los dedos. ¡Oh
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¡Cuántos muñecos parados y cuán
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Grandeza y miseria «No son todas l
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hacían creer que el estudio no era
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palacio, sus elegantes adornos, su
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interés público. No la interrumpi
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No bien me vio, tiró todas las fic
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mi escarmiento. Mas mi venida a Mad
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modelo de la buena sociedad, y que
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pues, de este centro de corrupción
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que le rodea! ¡cuál busca en su i
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tiempo que mis pies pisaban la aren
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ol que sombree los sepulcros, ni un
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algazara de aquel día, que a implo
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-Sin embargo, no se lleva con gran
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Membra quatit gelidusque coit formi
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enfermedad endémica conocida con e
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designio de continuar personalmente
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midiese los pasos, que desconfiase
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era la primera vez que dicho nombre
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Acabada que fue la lectura de la ca
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pero, no bien lo había hecho, cuan
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hágalos conocer por los medios que
Page 321 and 322: do menos de reconocer y agradecer e
Page 323 and 324: mas de la Crónica o los versos de
Page 325 and 326: fortuna de hacer prosperar su comer
Page 327 and 328: tornaría mi don Gaspar a su tranqu
Page 329 and 330: Luego pasaba a los cafés, y allí,
Page 331 and 332: máquina continuaba después en el
Page 333 and 334: -Pues si ello es así, debo felicit
Page 335 and 336: El erudito Mr. de Jouy consagró un
Page 337 and 338: te todos los presentes que se hacen
Page 339 and 340: señora, cuya influencia le había
Page 341 and 342: Empezaba la del abogado diciendo:
Page 343 and 344: Dios gracias) estamos por el géner
Page 345 and 346: montados en sus pollinos, que se en
Page 347 and 348: «Con estas cosas que digo, V. lo q
Page 349 and 350: se manifiestan con franqueza, sin t
Page 351 and 352: Dorotea, que jugaba con guantes por
Page 353 and 354: su voz al viento con unas seguidill
Page 355 and 356: a cada paso su destreza y generosid
Page 357 and 358: al cual iba prestando episodios seg
Page 359 and 360: nadas, yacían en los rincones, sin
Page 361 and 362: genios, ni las figuras, ni la clase
Page 363 and 364: gusto na, y de «La cántara conser
Page 365 and 366: que le fue redevable de tantas buen
Page 367 and 368: premios adquiridos en los exámenes
Page 369 and 370: delante de personas de gran prosopo
Page 371: e de español incorregible, se sepa
Page 375 and 376: do hacer traición a mis sentimient
Page 377 and 378: -«¡Bravo título! ¡Digno asunto!
Page 379 and 380: alocución romántica, cual si fuer
Page 381 and 382: los extremos se tocan, pasé por un
Page 383 and 384: chachos, y el sofoco de la concurre
Page 385 and 386: la comparsa, todo se volvía condes
Page 387 and 388: Haec facies Trojae cum caperetur, e
Page 389 and 390: Las niñas del día «Las solteras
Page 391 and 392: tero, cuyo inocente licor compongo
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Page 413 and 414: muchacha, que rayaba en los diez y
Page 415 and 416: cebo, y lleno de amor y rendimiento
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Page 419 and 420: añadan a esto para el sentido del
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escudos y doblones de nuestro monar
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portal de enfrente; después subía
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de la tal casa, y manifestando su e
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vano los inquilinos intentaron recl
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aligerar, una nube de polvo, deshac
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Con todas estas bajas, los empeños
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comisiones delicadas habían ocasio
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también los vaivenes que durante t
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vestidos, qué telas, qué peinados
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más les admiraba era la anchura de
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a, corrieron a la puerta temiendo s
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no andarme con aquí te la puse, qu
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les ponía en peligro de tener que
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de armonía; y si bien el nuestro,
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Vaccani, etc., y a ésta fue a quie
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que en el año último puede decirs
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poniendo de manifiesto las intrigui
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tos otros indispensables como forma
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consecuencia de que la guerra de in
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eres la palma del desierto, la fuen
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empedrado, siempre encontraba el me
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amigo; pero se me dijo que no era a
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al mozo con palabras harto duras la
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todo el día, acabaron. de completa
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instante, y me dormí contento con
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Este distinguido funcionario (cuyo
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a, pues, leamos despacio mis notas
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-Pues, señores, ya estoy vestido y
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Saliendo después por la puerta de
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de nuevo a las armas, y me dejaron
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dadoso descuido de su traje matutin
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-No pierda V., por Dios (me dijo a
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por entre una multitud de carruajes
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primer fantasmagórico español, o
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go, fuego!» -Salto precipitado de
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idea de que en vano intentaría yo
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fin de que después haga el uso que
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ien, por su fecha y por su forma, c
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de anotarlas en mi registro para da
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migo dos parejas homogéneas), para
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despreciables) me hicieran proposic
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amigo sincero que a tiempo le hubie
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¿Qué pruebas tenemos de la prospe
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tigüedades con magníficas obras q
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que yo había sido uno de los inter
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-Los ilustrados historiadores y ano
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-Cuando el Gobierno da el ejemplo (
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Este es el único monumento que rec
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de tal manera el celo patriótico d
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al, vice-protector de la Academia,
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mis gestiones, en unión del Excmo.
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años, no pudo menos de transigir c
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del tiempo y de los adelantos de la
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toriadores de ella, no nos atrevere
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Santiago Salanova, que le dirigió
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tranquilamente durante la época de
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doblando de un golpe sus dimensione
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la satisfacción de saber que en el
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ciencia infusa que los bordados lle
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que ofrece dicha agenda sobre corre
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principal al Santísimo Sacramento.
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Santa María la Real de la Almudena
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clarines -seguían los niños Desam
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diantes; principiaba con notable ap
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testamento a la villa de Madrid, qu
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lando de arena, que hace desaparece
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curador, conduciendo del brazo a la
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los papás, torciendo aturdidamente
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todo. Una hora después los toldos
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isueña y magnífica, por los elega
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Esta desfavorable impresión será,
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modifican los usos populares. Escog
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eco lastimero el asturiano por dos
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ápidamente lo más elegante y bull
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deja admirar una contorneada cintur
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-No dices mal». Bien diferente col
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amor. Jamás parte de una victoria
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ayos. Tal es el patio de Correos, y
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caminos, y mejores postas, y emplea
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valenciano, mezclan con sus paisano
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vos corresponsales la noticia de ci
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-¿Qué busca aquel pisaverde con s
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indicarle aquel grato recurso como
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temente que no fue España la menos
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-Hoy se cuentan en aquella capital
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Baignères, Plombières, Aix, Spa,
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puesta, y el cuerpo en ayunas, una
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ien haber trasmigrado a la acera de
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Manzanares una escuela de natación
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an los ojos y tornaban la espalda c
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con la vista la dirección del bast
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-A la mejor casa de baños de Madri
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peseteros, y hoy reducida al privil
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-Ya no me extraño de que V. tuvier
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espetable antigüedad, ¿cómo podr
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llera usaba los mismos lazos que ta
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mantilla ha cedido el terreno, y el
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elegante e instruido, bella figura,
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gracioso sombrerillo de la niña, q
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hija. -Y por cierto no me equivoqu
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gumentándole como buen amigo, en f
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¿Qué espera aquel almibarado peti
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Siente la primera campanada, arroja
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antigua botillería de Canosa o en
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venir a quitarle a V. el suyo, hab
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fisonomías, escena original, ilumi
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y los listos aficionados al ojeo, a
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-Demos que le abre de caridad; demo
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