Área actual del mantenimiento de las consonantes oclusivas sordas ...

Área actual del mantenimiento de las
consonantes oclusivas sordas en el
dominio lingüístico aragonés,
según los datos del ALEANR
PROPÓSITO
POR PILAR CARRASCO CANTOS
0. El objetivo que me he propuesto en este trabajo no es otro
que el de comprobar el grado de vitalidad que presenta el fenómeno
de la conservación de las consonantes oclusivas sordas intervocálicas
-P-, -T-, -K-, en el dominio aragonés, a través del Atlas Lingüístico
y Etnográfico de Aragón, Navarra y Rioja (ALEANR) 1
, por presentar
éste la recogida de datos más reciente llevada a cabo y responder al
estado actual del dialecto.
Los resultados de esta indagación serán comparados con los
que en su día obtuvo Elcock 2
, quien a su vez ya contaba con la
investigación elaborada por Saroïhandy en los Valles de Tena y del
Cinca 3
. Esta confrontación permitirá conocer el grado de retroceso
o la permanencia, fosilizada o sistemática, de uno de los rasgos más
característicos de las hablas pirenaicas de la zona francoespañola,
como certeramente lo clasificara García de Diego, desestimando con
ello la idea de que éste sea un fenómeno del dialecto aragonés común:
1. M. Alvar, con la colaboración de A. Llorente, T. Buesa y E. Alvar, Madrid, Departamento
de Geografía Lingüística del C.S.I.C. - Institución «Fernando el Católico» de la Excma. Diputación
Provincial de Zaragoza, 12 ts., 1979-1983.
2. W. D. Elcock, De quelques affinités phonétiques entre l'aragonais et le béarnais (I. La conservation
des occlusives sourdes entre voyelles), Paris, 1938. Las encuestas fueron realizadas por él
mismo entre 1932 y 1934 en la vertiente aragonesa, y en 1935 en la vertiente bearnesa. Vid. las
localidades exploradas en el mapa núm. 2 de esa obra, reproducido aquí con el núm. II.
3. J. Saroïhandy, «Vestiges de phonétique ibérienne en territoire roman», RIEV, VII (1913), pp.
475-497. Traducido al español por A. Llorente en AFA, VIII-IX (1956-57), pp. 181-199. Cito por la
traducción. Vid. mapa en la p. 183; reproducido posteriormente por Elcock, op. cit., mapa núm. 3;
por M. Alvar, El dialecto aragonés, Madrid, 1953, p. 172, y en este trabajo con el núm. I.
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«Las voces con sorda del aragonés general no tienen la consonante
sorda por esta supuesta ley, sino por razones particulares» 4
, coincidiendo,
creo, esta afirmación con las conclusiones obtenidas por
Elcock: «Nous croyons done voir dans le fait que ce phénomène est
commun aux deux versants un témoignage certain de l’interdépendance
montagnarde. On peut nous faire l’objection que quelquesuns
de nos exemples dépassent les limites de cette ‘fédération pyrénéenne’.
Cela est vrai. Mais il est probable que nous devons attribuer
plusieurs de ces cas, qui représentent des mots propres à l’ethnographie
de la montagne, à l’influence des parlers montagnard sur
ceux de la plaine» 5
.
M. Alvar, por su parte, tras señalar en su Manual que la zona
de mayor vitalidad coincidía en la fecha de elaboración de su libro,
publicado en 1953, con la establecida por Saroïhandy, esto es, «una
región encerrada entre Biescas, Broto, Boltaña, Plan y la frontera
francesa», considera que las investigaciones más recientes y la toponimia
permiten documentar este rasgo más al sur: en La Litera (sapia,
mielca, cuculla), Zaragoza, Bajo Aragón (suco, melico, rete, espelletar,
limaco, etc.) 6
.
4. V. García de Diego, Manual de dialectología española, Madrid, 3. a
ed., 1978 [1946], p. 234.
Esta misma idea la expresó unos años después en «Notas sobre el pirenaico», Actas de la 1. a
Reunión
de Toponimia Pirenaica [Jaca, 1948], Zaragoza, 1949, pp. 145-147, en donde considera que el rasgo
de la conservación de las consonantes sordas es el «más saliente del pirenaico occidental y central,
frente a los dialectos de las tierras más bajas» (p. 146); si bien puntualiza que el hablar de fonética
pirenaica no implica aceptar la existencia de «una lengua pirenaica común, que nunca ha existido,
sino de un grupo de hablas pirenaicas que tuvieron puntos importantes de relación y de semejanza,
aunque algunos fenómenos estén hoy desplazados por el influjo de otras hablas vecinas» (p. 146). Cf.
los intentos de numerosos lingüistas por caracterizar el aragonés pirenaico: Alwin Kuhn, «El aragonés,
idioma pirenaico», Primer Congreso Internacional de Pireneístas del Instituto de Estudios Pirenaicos
[San Sebastián, septiembre de 1950], Zaragoza, 1950 (cito por la separata); René Lafon, «Remarques
et projets de recherches sur le vocabulaire «pirénéen», ibíd.; A. Tovar, «Los Pirineos y las lenguas
prelatinas de España», ibíd., Zaragoza, 1952; G. Rohlfs, «La importancia del gascón en los estudios
de los idiomas hispánicos», ibíd., Zaragoza, 1952.
5. Elcock, op. cit., p. 127.
6. M. Alvar, El dialecto aragonés, p. 175. Vid. el mapa de la p. 174, donde delimita dos zonas
de diferente intensidad del fenómeno. La de máxima intensidad coincide con la establecida por Saroïhandy;
la otra, más amplia, donde se encuentran restos abundantes, comprende Ansó, Echo, por el
oeste; Agüero, Ayerbe, Bolea, Morcat, por el sur; por el este no rebasa el límite de la zona anterior.
Ya Alwin Kuhn propuso ensanchar el área inicial delimitada por Saroïhandy, pues pudo constatar
bastantes ejemplos de este rasgo en Ansó, Echo, Embún, Bolea y Loarre. Por otra parte, dentro del
área originaria, las poblaciones de Panticosa y Torla eran, a su juicio, las que presentaban la máxima
vitalidad (Alwin Kuhn, Der hocharagonesische Dialekt, Leipzig, 1936, pp. 72-76). Vid. también
G. Rohlfs, «Dialectos del Pirineo aragonés (semejanzas y diferencias)», AFA, XXXIV-XXXV (1984),
215-227, especialmente pp. 216-217 y n. 5, p. 217.
A mi modo de ver, hay diferencias cualitativas y cuantitativas en el origen y vitalidad de los
términos de ambas zonas (vid. mapas núms. XXV y XXVI).
Por lo que respecta a la mayor extensión del fenómeno en época antigua, Menéndez Pidal supone
un área más extensa, cuyos límites sobrepasarían las regiones de Jaca y Boltaña e incluso podría
abarcar Navarra, aunque con menor intensidad que en Aragón y Bearne (R. Menéndez Pidal, Orígenes
del español. Estado lingüístico de la Península Ibérica hasta el siglo XI, Madrid, 9. a
ed., 1980, pp.
251-252).
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ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
De acuerdo con estas diferentes verificaciones, uno de los problemas
que habrá que resolver será el de decidir qué formas ofrecen
originariamente este rasgo, ya que puede ocurrir que la acción analógica
de un sufijo, la castellanización de formas aragonesas acabadas
en consonante, la penetración de términos catalanes, entre otros
factores, originen casos verdaderamente aparentes de conservación
de oclusivas sordas 7
.
No es mi intención entrar aquí en la discusión de las diferentes
explicaciones de las causas que pudieron originar este fenómeno, o
de exponer mi adhesión a una de las diversas hipótesis (sustratísticas,
estructurales, etc.) emitidas a tal efecto 8
; bien entendido que, como
se pone de manifiesto desde el título de este trabajo, me inclino a
considerar que las consonantes oclusivas sordas intervocálicas del
aragonés son las mismas sordas latinas que no han sido afectadas
por el proceso de lenición romance occidental, antes que sonoras
romances que han sufrido una regresión a su estado sordo originario.
Por lo que se refiere a los materiales que manejo para este
estudio, hemos de tener presentes las limitaciones que ofrecen los
7. En opinión de García de Diego, «el caso de abete, parete, rete, es una extensión del aragonés
abet, paret, ret [...]. La comparación con el catalán aclara algunos casos del aragonés común: lupo,
llopo en Yuçuf, 31, catalán llop, umbilicu melico, cat. melich...» (G. Diego, Manual, p. 234).
También Elcock dudaba sobre si parete no sería más bien castellanización del antiguo aragonés paret,
o sobre si la gran extensión de las formas melico o caxico sería debida a la analogía con los términos
compuestos con el sufijo -ico (Elcock, op. cit., pp. 55 y 101).
8. Una síntesis de las hipótesis expuestas sobre la no lenición aragonesa puede encontrarse en el
conocido trabajo de F. H. Jungemann, La teoría del sustrato y los dialectos hispano-romances y
gascones, Madrid, 1955, cap. X, pp. 227-243; y, más recientemente, en el artículo de G. Salvador,
«Hipótesis fonológica sobre oclusivas sordas y sonoras divergentes en altoaragonés», AFA, XXXVI-
XXXVII (1985), pp. 255-273. La explicación de este autor se incluye en la hipótesis estructuralista
que pone el punto de arranque de la cadena de fenómenos de lenición en la fricación de las oclusivas
sonoras; defiende, por lo tanto, frente a Martinet, una cadena de tracción antes que de empuje.
Esta tesis de G. Salvador basada en el predominio de los rasgos interrupto/continuo, sobre los
de sordo/sonoro, ya la formuló en su estudio «Neutralización G-/K- en español», Actas del XI Congreso
Internacional de Lingüística y Filología Románicas [Madrid, 1965], Madrid, 1969, IV, pp. 1.739-1.752.
Otros autores han puesto también de manifiesto la escasa funcionalidad del rasgo de sonoridad;
por ejemplo, A. Veiga, quien, al contrario que G. Salvador, partiendo del proceso de empuje en la
explicación de la lenición, defiende la relevancia de los rasgos tenso/flojo sobre los de sordo/sonoro
(A. Veiga, «Consideraciones relativas a la actuación y límites de las oposiciones fonológicas interrupto/continuo
y tenso/flojo en español», Verba, 12 (1985), pp. 253-285; «El rasgo fónico tensión y los
procesos protohispánicos de lenición consonántica», Actas del I Congreso Internacional de Historia
de la Lengua Española [Cáceres, 1987], I, Madrid, 1988, pp. 193-206.
Las dificultades que presentan las explicaciones basadas en la acción de las lenguas de sustrato
como causa de los cambios lingüísticos, han sido indicadas por J. A. Pascual al referirse a algunas
evoluciones concretas de la lengua catalana que han recibido dicha justificación. Sin rechazar totalmente
las teorías sustratísticas, ve la necesidad de ampliar el concepto de sustrato, entendido «no sólo como
resultado del influjo que las lenguas prerromanas ejercieron sobre el latín, sino también como producto
de toda la historia posterior» (J. A. Pascual, «Las explicaciones de sustrato aplicadas al catalán»,
Actes del setè Col·loqui Internacional de Llengua y Literatura Catalanes, Publicacions de l’Abadia de
Monserrat, 1986, pp. 363-382, p. 381).
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atlas lingüísticos al recoger normalmente el habla de una o de dos
personas en cada punto, a veces de ambos sexos, como representantes
desde el punto de vista lingüístico del habla de la localidad, con lo
que la investigación basada en estos datos sólo podrá reflejar un
nivel sociocultural 9
—según T. Buesa, el ALEANR ha recogido sobre
todo el habla tradicional, rural y artesanal 10
— y de una edad determinada,
amén del carácter formal que adquiere el habla recogida a
través de la encuesta directa por el autocontrol del informante.
A través de los hablantes así encuestados —de cuyas características
se nos da poca información en los atlas, por más que hayan
sido elegidos de acuerdo con unos parámetros sociales, culturales y
de edad previamente establecidos—, se obtiene un estado de lengua
bastante caduco, mediante el cual es difícil deducir, la vitalidad de
los rasgos locales, ya que, por lo general, se desatiende el habla de
las generaciones más jóvenes y el grado de penetración de la lengua
estándar, causa fundamental de la diversidad lingüística, cuyos elementos
funcionan en la zona dialectal con el mismo valor que los
elementos dialectales, aunque ambos difieran desde el punto de vista
histórico.
Podemos suponer, en relación con el fenómeno que nos ocupa
de la zona dialectal aragonesa, cuyos hablantes son o eran bilingües
al usar el español regional de Aragón plagado de dialectalismos,
originado a lo largo del siglo XVI, y las variedades locales altoaragonesas,
cada vez más erosionadas por el incesante proceso de nivelación
(bilingüismo practicado en situación de diglosia por cuanto
una de las variedades es la utilizada en los estilos más formales de
habla 11
), la existencia de un diasistema, entendido, siguiendo a Vár­
varo, como el conjunto de relaciones que el hablante establece y usa
funcionalmente entre sistemas diversos. Estos sistemas pueden relacionarse
al tener elementos comunes y elementos distintos pero alternativos,
que serán los que se connoten mediante valores de tipo
sociocultural.
9. «La variedad ‘horizontal’ que comprueba la geografía lingüística no es toda la variedad del
lenguaje: existe también una variedad ‘vertical’ entre estratos sociales y culturales, y en el hablar del
mismo individuo, según las distintas situaciones y los distintos momentos expresivos» (E. Coseriu,
«La geografía lingüística», en El hombre y su lenguaje, Madrid, 1977, pp. 103-158, p. 156. Vid.
también las pp. 154-158, donde se precisan los alcances y los límites del método geolingüístico).
10. T. Buesa Oliver, «Estado actual de los estudios sobre el dialecto aragonés», en II Jornadas
sobre el estado actual de los Estudios sobre Aragón, celebradas en Huesca del 19 al 21 de diciembre
de 1979, Zaragoza, 1980, pp. 357-400, p. 395; vid. también «Noticia sobre el Atlas Lingüístico y
Etnográfico de Aragón», AL, IV (1964), pp. 57-69.
11. Empleo el término con un significado más amplio que el dado inicialmente por su creador,
Ch. A. Ferguson, «Diglossia», Word, 15 (1959), pp. 325-340.
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Si el subsistema de las oclusivas en latín era /pp 1~tt 2~kk 3~
p 4 ~ t 5 ~ k 6 ~ b 7 ~ d 8 ~ g 9/, la distinta evolución experimentada en castellano
(A) y aragonés (B) dará, como resultado en el hablante
bilingüe, el siguiente diasistema, donde los fonemas parecen aparentemente
ser los mismos en ambos sistemas, pero sus índices numéricos
nos indican su diverso origen y, por lo tanto, su distinta distribución:
A, B // A p 1 ~ t 2 ~ k 3 ~ b 4, 7 ~ d 5, 8 ~ g 6, 9 //
// B p 1,4 ~ t 2,5 ~ k 3, 6 ~ b 7 ~ d 8 ~ g 9 //
El uso del sistema B, connotado cultural, geográfica y estilísticamente,
dependerá de factores de tipo sociológico, tales como el
grado de instrucción de las personas que intervengan en el acto
comunicativo, la situación de la comunicación, etc. Según Várvaro,
«il mancato ricorso alia lenizione è in covariazione con fattori come
la distanza geográfica dai centri culturali piú evoluti, la difficoltà
delle vie di communicazione, lo scarzo livello cultúrale ed educativo,
il ligamen con l’economia pastorale della montagna pirenaica piuttosto
che con quelle agrícola e commerciale della valle dell’Ebro.
Tutte le covarianti sono dunque recessive ed integrano un quadro di
arcaicità» 12
.
No obstante, la propia dinámica del diasistema llevará, generalmente,
a la simplificación de las variantes alternativas diasistemáticas
y a la constitución de una lengua estándar única, basada en
las variantes de mayor prestigio. Tan sólo el campo del léxico es el
que más se resiste a perder este sistema dialectal, principalmente el
perteneciente a un dominio muy determinado, generalmente de ámbito
rural y de escaso uso. Se trata, por lo común, de términos que
no tienen correlato sonoro en la lengua estándar, o si lo tienen, son
en la estándar de uso muy restringido, dado el carácter rústico de
las realidades designadas por los mismos. De ahí, las frecuentes alusiones
a la lexicalización por parte de los dialectólogos al dar cuenta
del estado actual de los dialectos: «los dialectos están desapareciendo
12. A. Várvaro, «Storia della língua: passato e prospettive di una categoria controversa», RPh,
XXVI, 1 (1972), pp. 16-51; XXVI, 3 (1973), pp. 509-531, p. 527.
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por la incesante e imparable nivelación, sin dejar otra cosa que algunas
reliquias aisladas, en su mayoría léxicas», dice M. Alvar 13
.
En este estado lexicalizado o fosilizado encontraremos el fenómeno
que nos ocupa, pues su vitalidad dependerá de los términos
en que se manifieste y estará relacionada con las variables sociolinguísticas
de edad, cultura y estratos socioeconómicos inferiores. El
hecho de que el rasgo del ensordecimiento no haya desaparecido en
bloque, sino progresivamente, según han dado cuenta los investigadores
que se han ocupado de su estudio, demuestra que no es un
fenómeno sistemático, que la desaparición no es o no ha sido un
proceso fonético global, sino que existe en forma lexicalizada, es
decir, en algunas palabras concretas. El resto del vocabulario local
con -p-, -t-, -k-, ha sido sustituido por el vocabulario estándar con
-b-, -d-, -g-.
En el análisis que voy a realizar, las formas seleccionadas se
agruparán según su origen o naturaleza en:
I. Formas de origen latino.
II. Formas de origen prerromano o incierto.
Se hará también distinción entre las voces recogidas en un solo
punto de encuesta y las que presentan un área mayor de difusión.
Por último, haré rápida referencia a unas cuestiones previas de tipo
técnico: he suprimido la transcripción fonética, pues si bien trato de
un fenómeno de esa naturaleza, éste puede apreciarse sin confusión
posible mediante la grafía, por lo que, siempre que ha sido posible,
he acomodado las formas a la ortografía del español.
Junto a cada uno de los términos indico el mapa (m.) o la
lámina (lám.) de donde procede y el título del mapa entrecomillado.
El nombre de las localidades va acompañado del código establecido
en el ALEANR.
13. M. Alvar, «Lengua, dialecto y otras cuestiones conexas», LEA, I, 1 (1979), pp. 5-29, p. 25.
Con respecto a las hablas actuales de Zamora y Salamanca, nos dice A. Llorente: «hoy, si prescindimos
de algún caso muy concreto [...], sólo podemos hablar de fenómenos lexicalizados, de la existencia de
restos en algunas palabras concretas, restos que, como era de esperar [...], serán tanto más abundantes
cuanto más vayamos hacia el noroeste y hacia el oeste, y en algunos casos concretos, por lo que atañe
a la provincia de Salamanca, hacia la orla montañosa meridional» (A. Llorente, «Las hablas vivas de
Zamora y Salamanca en la actualidad» en M. Alvar (coordinador), Lenguas peninsulares y proyección
hispánica, Madrid, 1986, pp. 107-131, p. 110. Vid. también, J. Borrego, Norma y dialecto en el
sayagués actual, Salamanca, 1983.
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ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
I. FORMAS DE ORIGEN LATINO
1. Recogidas en un solo punto
a) Bielsa (Hu 200):
1.1. ixata ‘azadón de peto’ (m. 15); ‘azada’ (m. 19) 14
.
Elcock recogió esta forma también en Sercué, además de en
Bielsa, y la variante xata en Panticosa, Torla, Buesa y Fanlo 15
. La
red de puntos establecida por Elcock es más estrecha que la del
ALEANR, de ahí que no podamos constatar la existencia de varias
formas mencionadas por Elcock en algunos puntos; es el caso de
Sercué y Panticosa. Por lo que respecta a Torla y Buesa, pertenecientes
al Valle de Broto, nos pueden servir de referencia las respuestas
del punto (Hu 106) del ALEANR, Broto, donde los encuestadores
han recogido jada de gallón ‘azadón de peto’ y jada ‘azada’;
los mismos significantes se recogen ahora también en Fanlo (Hu
203); podemos, por lo tanto, comprobar la desaparición en estos
dos puntos. Con relación a Panticosa, localidad del Valle de Tena,
el ALEANR no nos ofrece datos para comprobar la conservación de
este rasgo que, según constató Elcock, presentaba bastante vitalidad:
aproximadamente un cuarto del número de habitantes mantenía la
-t- en los participios de pasado 16
. En la actualidad, según se desprende
del más reciente estudio realizado sobre este punto, se sigue
manteniendo la consonante sorda en la desinencia -ato, -ito con
más intensidad que en el resto del léxico general 17
. El pueblo más
14. Otras referencias para este mismo punto en A. Badia Margarit, El habla del Valle de Bielsa,
Barcelona, 1950 (Bielsa), s.v., y Contribución al vocabulario aragonés moderno, Zaragoza, 1948 (VAM),
s.v. aixata; G. Rohlfs, Le gascón. Etude de philologie pyrénéenne, Tübingen, 3. a
ed., 1977 (Gascón),
p. 134, y Diccionario dialectal del Pirineo aragonés, Zaragoza, 1985 (DDPA), s.v. ixata.
15. Elcock, op. cit., p. 42. El DDPA, s.v. xata, también la localiza en Torla y Fanlo y axata en
Fanlo (DDPA, s.v. axada). Lástima que Rohlfs no haga referencia en esta obra a la época de recolección
de sus materiales de primera mano, obtenidos, según él mismo nos dice, entre 1926 y 1982 (DDPA, p.
XV, n. 1). Cf. A. Bailarín Cornei, Vocabulario de Benasque, Zaragoza, 1971 (VB), s.v. ixada ‘azada
trapezoidal’.
16. Elcock, op. cit., p. 35. También para Alwin Kuhn, éste era uno de los puntos de máxima
vitalidad, junto a Torla (vid. supra n. 6).
17. Sito, estato, metito, caíto, creíto, leíto, dato, torzito, parezito, traíto, mobito, muyito, muíto,
dormito, querito, podito, benito (F. Nagore Laín, El aragonés de Panticosa. Gramática, Huesca, 1986
(Panticosa), pp. 167-194). Los datos que nos suministra este trabajo, centrado en el aspecto morfológico
del dialecto, no permiten, creo, ser analizados junto con los recogidos en el ALEANR, porque además
de que no se han obtenido con los mismos métodos, no responden, o no todos responden, a la misma
sincronía, pues no se ha intentado captar la variedad dialectal en su estado actual, sino buscar lo
peculiar del habla local, mantenida en un estado casi latente, aunque ahora haya intentos de hacerla
resurgir por parte de aquellos interesados en la creación del aragonés literario; de ahí que encontremos
entre los informantes a un vecino que no ha hablado nunca esta variedad, pero «conserva muy vivo el
recuerdo de la manera de hablar de hace años, incluso antes de la guerra» (p. 27).
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cercano a Panticosa, encuestado en el ALEANR, es Sallent de Gállego
(Hu 100), pero debido a estar enclavado en una importante vía de
comunicación, apenas si ofrecía en tiempos de Elcock ejemplos de
este hecho; en el ALEANR registra un índice elevado de restos léxicos,
según se verá más adelante.
1.2. ixato ‘azadón’ (m. 101); ‘legón’ (m. 1243) 18
.
1.3. latre ‘arado de madera’ (m. 132). La respuesta corresponde
al segundo informante de Bielsa, el cual también emplea como sinónimo
la forma de más reciente introducción, aladro, que es la más
general en el dominio aragonés.
Bielsa es el único punto que mantiene esta forma autóctona, si
bien la antigua vitalidad de la misma ha quedado reflejada en la
toponimia menor: Latrero en Morcat y Bergua; Los Latres en Linás;
As Latreras en Sobás; Latre, cerca de Lasieso 19
.
1.4. latrero ‘aladrero’, ‘carpintero basto que hace arados, trillos,
etc.’ (m. 1249), igual que el término anterior, base de éste, procede
de la respuesta del segundo informante; el primero respondió aladrero
que, a pesar de ser la forma más extendida aparece anotada con el
signo (*) de palabra o uso arcaicos, lo que no sucede con latrero,
¿quizá porque el oficio esté más ligado al término castizo que al
general?
1.5. prato ‘prado’ (m. 503). Se recogió como segunda respuesta;
en la primera ocasión empleó el significante prao, bastante general
en el dominio lingüístico aragonés 20
.
Hoy, Panticosa, no se incluye en el área de máxima vitalidad del fenómeno; así se deduce, al
menos, del mapa confeccionado por Rohlfs (DDPA, p. XXIV); razón por la cual, Nagore propone su
modificación (Panticosa, p. 215 n. 5). Asimismo, este autor califica de inexacto el mapa núm. 15 de El
dialecto aragonés de M. Alvar, por incluir en la zona de ensordecimiento la localidad de Plan. No
obstante, el mapa que Nagore presenta en la p. 145 parece ser realizado de acuerdo con los estudios
antiguos y no con los datos contemporáneos de su investigación.
García de Diego cita ixato, ixata como formas del pirenaico (V. García de Diego, Diccionario
etimológico español e hispánico, Madrid, 2. a
ed., 1985 (DEEH), s.v. *a s c i a t a. Prescindiré de citar los
diccionarios aragoneses que desatiendan la localización de los términos.
18. DDPA, s.v. ixato; VAM, s.v. aixato. Cf. VB, s.v. ixadón; DDPA, s.v. axáu (Ansó, Echo).
19. Elcock, op. cit., pp. 53-54; Alvar, El dialecto aragonés, pp. 154 y 175; Gascón, p. 131;
Bielsa, s.v. alafre y aladro (señala que la primera forma es la más frecuente); VAM, s.v. alatre (Bielsa);
DDPA, s.v. aladro (alatre en Bielsa); J. M. de Casacuberta i J. Corominas, «Materials per a l’estudi
dels parlars aragonesos. Vocabulari», BDC, 24 (1936) (BDC, 24), pp. 158-183, s.v. aladro:alatre en
Bielsa; García de Diego, Manual, p. 230; DEEH, S.V. aratrum. Cf. VB, s.v. aladro; M. Alvar, El
habla del Campo de Jaca, Salamanca, 1948 (Jaca), s.v, aladro, en Bergosa ‘mancera’; DDPA, s.v.
aladro.
20. DDPA, s.v. prato (Bielsa); VAM, s.v. prato (Bielsa); VB, s.v. prau.
32 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
1.6. baranato ‘redil’ (m. 591) 21
. Elcock encontró esta voz, además
de en Bielsa, en Bestué y Tella, puntos muy cercanos a Bielsa,
pero no encuestados en el ALEANR.
Considero en este grupo la voz baranato, porque si bien su
origen es incierto 22
, el sufijo -ato es de procedencia latina.
1.7. entrata ‘portal, zaguán’ (m. 775).
1.8. pocilca ‘pocilga’ (m. 779). No se ha documentado ahora
este resultado ni en Echo (Hu 102) ni en Broto (Hu 106) en contra
de lo que indica Corominas siguiendo a Kuhn y Saroïhandy 23
, sino
pocilga en Broto y zarracucho, zaracucho o el término más reciente
zuelle, en Echo 24
.
Para García de Diego, pocilca no es un ejemplo muy claro de
mantenimiento de la consonante sorda, ya que el ensordecimiento
podría ser explicado por la pérdida anterior de la vocal postónica 25
,
pero, ¿cómo se ha producido el resultado castellano pocilga y gascón
poursinglo, poussinglo, poursiougue 26
? A juicio de Corominas, el
latín *porcicu1a 27
conservaría la vocal postónica debido al frecuente
uso que de la voz hicieron los notarios del bajo latín.
Es evidente que si se admite esta etimología para pocilga, hay
que pensar en una evolución no demasiado popular, pues la pérdida
de la vocal postónica en el grupo -cŭl- se produjo en época latina,
aunque quizá posteriormente a la sonorización: -cŭl-> -gŭl->
g’l > yl > yl > /l/ > /ž/ > /š/ > /x/, con lo que hubiéramos
obtenido porcija: porcicŭla> *porcigla > *porciylla > *porcilla
> *porcija.
21. Bielsa, s.v. barannáto; VAM, s.v. barannato; Elcock, op. cit., p. 41. Vid. más adelante cleta.
22. J. Corominas-J. A. Pascual, Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Madrid,
I-V, 1980-1984 (DCECH), s.v. baranda.
23. DCECH, s.v. puerco. Registran también la voz en Bielsa, Badía (Bielsa, s.v.) y Rohlfs (Gascón,
§ 278, p. 84, y DDPA, s.v.).
24. Zuelle es la forma navarra para designar la ‘pocilga’ (J. M. Iribarren, Vocabulario navarro,
Pamplona, 2. a
ed., 1984, s.v. ‘pocilga de los cerdos’ [V. de Roncal]). Para esta misma zona de la
Navarra nordoriental: Valles de Roncal, Salazar y Almiradío de Navascués, vid., M. Alvar, «Breve
vocabulario de la Navarra nordoriental», AFA, XXII-XXIII (1978), pp. 251-298, p. 297: zolle, y «El
léxico de la casa en el Nordeste de Navarra (encuestas de 1950)», AFA, XX-XXI (1977), pp. 9-55, p.
27: azolle. Según Alvar, es voz geográficamente aragonesa.
El origen es el latín sŭ11e, de donde procede el ant. fr. souil; cat. soll; arag. zolle, azolle, zolla;
nav. zuelle; cast. zulla ‘excremento’; vasco txola (DEEH, s.v. sŭ11e). Vid. también, BDC, 24, s.v. zolle
(Echo) ‘cort de porcs’, y s.v. zarracuche (Echo), sinónimo de zolle. En Alquézar: zolle ‘pocilga’ (P.
Arnal Cavero, Vocabulario del Alto-aragonés, Madrid, 1944 (VAA), s.v.).
25. G. Diego, Manual, p. 234.
26. Simin Palay, Dictionnaire du Béarnais et du Gascon modernes, Paris, 3. a
ed., 1980 (Palay),
s.v. poursinglo, poursiugue, poursugue; Gascón, § 278, p. 84.
27. Cruce de porcile con corticŭla: *porcigla>porcilga>*polcilga>pocilga (DCECH,
s.v. puerco). García de Diego propone la base porcīl ca>*polcilga, cast. pocilga (DEEH, s.v.
porcīl ca).
AFA-XLI 33

PILAR CARRASCO CANTOS
En la base propuesta por García de Diego, porcīl ca, no
vemos, sin embargo, la razón por la cual la pérdida de la vocal
postónica sería un resultado previo a la sonorización, pues, por lo
general, la pérdida de dicha vocal es un fenómeno producido en
época románica.
Por lo tanto, teniendo en cuenta las formas peninsulares y gasconas,
me parece que no hay razones para pensar en la no sonorización
por caída previa de la vocal postónica.
1.9. pallata ‘techumbre de paja’ (m. 920). Se registró este término
en nota al punto Hu 200, Bielsa 28
, indicándose su arcaísmo.
1.10. bocata ‘bocanada’ (m. 961), respuesta debida al segundo
informante, en tanto que el primero respondió bocada.
1.11. crapetas ‘las pléyades’ (m. 1316) 29
. Cf. cabretas, crabetas,
clabetas, del resto del dominio: crabetas en Hu 102, 106, 108, 109,
110, 111, 201, 202, 203, 205, 207, 400, 401, etc.; cabretas en Hu 104,
105, 107, 204; clabetas en Hu 302; crabitetas en Hu 101 30
.
1.12. ixucase ‘secarse’ (m. 1330); ‘secarse (las manos)’ (m. 1537).
Según Rohlfs, enxucar también se recoge en Fanlo (Hu 203) 31
, pero
en el ALEANR aparecen para este punto los resultados sonoros: enxugarse
(ant.) y enjugarse; vid. también ixugase de Benasque 32
(Hu
201) y Gistaín (Hu 202); enjugase de Laspuña (Hu 204) y Pozán de
Vero (Hu 405); enjugarse de Aínsa (Hu 206) y Campo (Hu 207);
enxugase de Santa Liestra (Hu 400); eixugase de Azanuy (Hu 406).
1.13. vuixica ‘vejiga del cerdo’ (m. 1554) 33
. Rohlfs anotó vixica
en Fanlo, en donde hoy aparece vuxiga (Hu 203), en tanto que no
menciona la forma con sorda de Bielsa 34
. Elcock la registró
28. Bielsa, s.v. palláta; VAM, s.v. pallata; R. Andolz, Diccionario aragonés, Zaragoza, 1977
(DA), s.v. pallata y pallada, ambos términos localizados en Bielsa. Recogido también, según Kuhn, en
Torla (DDPA, s.v. pallata). Cf. VB, s.v. pallada ‘paja, o hierba mojada y revuelta con salvado o harina,
que se da al ganado’.
29. Bielsa, s.v. crapétas; DA, s.v. crapetas (Bielsa) ‘nombre de una constelación’. Rohlfs registra
el término capra en Panticosa, Torla, Fanlo y Bielsa (DDPA, s.v. crapa); ahora, sin embargo, el
derivado se encuentra, salvo en Bielsa, con consonante sonora. En el Valle de Aspe, crapo (Gascón,
p. 131).
30. M. Alvar, «Repertorio ansotano. Encuestas de 1950», AFA, XXII-XXIII (1978), pp. 21-48:
crabitetas ‘constelación de siete cabrillas’, p. 32.
31. DDPA, s.v. enxucar; Gascón, p. 132.
32. VB, s.v. ixugá; DDPA, s.v. ixugá.
33. DA, s.v. buisica, buixica (ambos términos localizados en Bielsa); Bielsa, s.v. buixíca; vasco
bixica, bearnés bexico (G. Diego, Manual, p. 233; Palay, s.v. bechigue, -que; bechica en el Valle de
Aspe (Gascón, p. 134). Vid. la rica documentación que aporta el DEEH, s.v. věssīca. Cf. buixiga en
Benasque (VB, s.v.; DDPA, s.v.); bexiga en Ansó (DDPA, s.v.); veixiga en Ansó y Echo (DDPA, s.v.).
34. Gascón, p. 134; DDPA, s.v. bixica.
34 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
en las mismas seis localidades ya mencionadas para el término ixata:
vexica en Panticosa, Torla, Buesa, y vuxica en Fanlo, Sercué y Bielsa
35
. Como hice allí, he contrastado estos resultados con los obtenidos
en los puntos Hu 106 (Broto) y Hu 203 (Fanlo) y los datos
permiten afirmar que en estas dos localidades ya no se conserva la
consonante sorda antigua de esta palabra, al documentarse vejiga
en Broto y vuxiga en Fanlo. La pérdida del resultado fonético autóctono
en Broto quizá sea más reciente, por el hecho de aparecer la
forma castellana.
La conservación de la consonante sorda en esta palabra podría
estar apoyada en la influencia que pudiera haber ejercido el sufijo
-ccu; así conjeturó Elcock y recogió García de Diego 36
. De aceptar
este influjo habría que admitir también su escaso poder de difusión.
1.14. cerrato ‘cerrado’ (m. 1504). El segundo informante de
Bielsa respondió en esta ocasión, cercao.
1.15. precieco ‘melocotón (Persica vulgaris)’ (m. 363), recogido
con la anotación de arcaísmo. El término más reciente, melocotón,
corresponde a la respuesta del segundo sujeto encuestado.
En algunos pueblos de la frontera catalanoaragonesa está presente,
como era de esperar, la voz catalana préssec, préssic 37
: présic
en Noales (Hu 205), préssec en Arén (Hu 402) y Tolva (Hu 404);
préssic en Albelda (Hu 408) (con las grafías s y ss he reproducido la
s sonora y sorda, respectivamente, de la fonética de estos lugares) 38
.
1.16. preciequer ‘melocotonero (Amygdalus persica)’ (m. 364),
obtenido en el mismo punto que el término base, Bielsa, pero esta
vez procede de la respuesta del segundo informador, mientras que
el primero respondió melocotonero. Cf. prissiguer de Gistaín (Hu
202), lugar situado en el mismo valle que Bielsa, el del río Cinca;
presseguera de Santa Liestra (Hu 400). El término catalán es presseguer
(DCVB, s.v.; DECLLC, s.v. préssec).
35. Elcock, op. cit., pp. 92-93.
36. Ibíd., p. 121; G. Diego, Manual, p. 235.
37. A. M. Alcover, F. de B. Moll, M. Sanchis Guarner, A. Moll Marques, Diccionari catalàvalencià-balear,
Palma de Mallorca, I, 2. a
ed., 1968, II, 2. a
ed., 1964, III-VI, 1968, VII-X, 1969 (DCVB),
s.v.; J. Corominas, Diccionari etimologic i complementari de la llengua catalana, Barcelona, I-VI,
1980-1986 (DECLLC), s.v. préssec.
38. En estos puntos el dialecto ribagorzano aparece muy entremezclado con el catalán; vid. G.
Haensch, «Las hablas de la Alta Ribagorza (Pirineo aragonés)», AFA, X-XI (1958-59), pp. 57-193,
AFA, XII-XIII (1961-62), pp. 117-250, y «Las hablas del Valle de Isábena (Pirineo aragonés)», RDTrP,
XXX (1974), pp. 295-314. En Alquézar, presiego (VAA, s.v.). Más documentación en DCECH, s.v.
prisco. La historia de esta palabra, tanto desde el punto de vista onomasiológico como semasiológico
aparece en el interesante estudio de B. Hasselrot, «L’abricot. Essai de monographie onomasiologique
et semantique», Studia Neophilologica, XII (1940-41), pp. 45-79 y 226-252.
AFA-XLI 35

PILAR CARRASCO CANTOS
1.17. En último lugar, mencionaré los participios de pasado
con desinencia -ato, -ito 39
: cansato ‘cansado’ (m. 1688); ahogato ‘se
ha ahogado (un niño)’ (m. 1702); tornato ‘(la mujer) se ha vuelto (a
casa)’ (m. 1703); herniato y rompito ‘herniado’ (m. 974), formas
sinónimas del segundo informador; fendita ‘(oreja) hendida’, ‘oveja
señalada con una raya larga’ (m. 606); florito ‘(pan) enmohecido’
(m. 258); resacata ‘oreja cortada en forma de escuadra’ (m. 608).
El mantenimiento de la consonante sorda en la desinencia de
los participios de pasado en un solo punto de la red del ALEANR,
contrasta, al tiempo que nos muestra el retroceso de este rasgo fónico,
con el área anterior de conservación de la consonante sorda en los
participios de pasado establecida por Elcock y denominada «Área
A» (vid. su reproducción aquí en el mapa núm. III), que abarca
Panticosa, con numerosos ejemplos 40
; Torla y Buesa, empleada sólo
por los más viejos; Fanlo, Sercué y Bielsa, eran los tres puntos de
máxima vitalidad; Bestué y Tella, donde dicha desinencia aparecía
esporádicamente.
Como ya he indicado, la red de puntos confeccionada por Elcock
es más espesa que la establecida en el ALEANR, por ello, de estos
ocho puntos mencionados, los cuales quedan incluidos en la zona
delimitada por Saroïhandy, sólo puedo probar su pervivencia en
Fanlo (Hu 203), Bielsa (Hu 200) y Broto (Hu 106); de éstos, sólo
Bielsa registra la desinencia -ato, -ito en la actualidad. No es sorprendente,
en absoluto, que haya desaparecido de Torla y Buesa
(valle de Broto), pues ya en tiempos de la investigación llevada a
cabo por Elcock estaba en vías de extinción al ser su uso exclusivo
de las personas ancianas; pero sí extraña la desaparición de Fanlo,
ya que este punto registraba entonces la máxima vitalidad 41
. Por
consiguiente, el área A de Elcock, enclavada en los valles de Tena,
Broto, Vio y Bielsa, ha quedado reducida, según los datos del
ALEANR, al punto más oriental de la región de Sobrarbe, Bielsa, y
al punto más occidental, Panticosa, en el valle de Tena, si los datos
aportados por F. Nagore tienen aún hoy vitalidad.
39. Con la única excepción, según Badía, de comido (Bielsa, § 97, p. 125).
40. Vid. supra n. 17.
41. Elcock, op. cit., p. 36.
36 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
b) Aínsa (Hu 206), junto al río Cinca, al sur de Bielsa:
1.18. baqueras ‘madrina’, ‘rienda para dirigir la yunta de mulas’
(m. 128).
El latín tardío baca ‘eslabón (de una cadena)’ dio en aragonés
la forma baga ‘soga con que se atan las cargas que llevan las caba­
llerías’ 42
. Andolz cita bagueta y baguera ‘trozo de soga como la
baga, pero más delgada y con igual fin’, localizados ambos términos
en Benasque. En este punto los encuestadores del ALEANR han recogido
ahora tirandas.
c) Aragüés del Puerto (Hu 104), en el valle del río Aragón
Subordán:
1.19. fornicos ‘gachas’ (m. 868). Cf. formigos de Ansó (Hu
101) y fornigos de Bailo (Hu 108). En español, hormigo ‘gachas,
por lo común de harina de maíz’ 43
.
García de Diego pone a esta forma los mismos reparos que a
vuixica, ya mencionada. En esta ocasión, el supuesto influjo analógico
del sufijo -ico es mucho más importante, pues formicos, fornicos y
formica, fornica, aparecen también en asturiano, donde este sufijo
tiene menos vitalidad que en aragonés 44
.
d) Gistaín (Hu 202). En esta localidad del valle del río Cinca,
a la derecha de Bielsa, se recogen dos derivados de mica: micolas
‘gachas’ (m. 868) y miqueta ‘añadidura’, ‘cantidad que se añade para
que el peso venza’ (m. 1238).
Badía y Andolz también documentan el término micolas en
Bielsa 45
, dato que no podemos contrastar al haberse obtenido ahora
millazo. Otros derivados de mica encontró Elcock: en Sallent, micolla,
y en Panticosa, micalla ‘migaja’ 46
.
42. DCECH, s.v. baga II; VB, s.v. baguéra ‘cuerda del grosor del dedo meñique, aproximadamente’.
Cf. BDC, 24, s.v. baguera ‘tronc mig cremat’, localizado en Echo y Ansó; DA, s.v. baguera (Echo).
43. Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, Madrid, 20. a
s.v. 2.
ed., 1984 (DRAE),
44. García de Diego, Manual, pp. 235 y 157.
45. Bielsa, s.v. micóla; VAM, s.v. micola ‘bolas de harina cocidas’; DA, s.v. ‘croqueta hecha con
harina, leche, ajo, etc.’.
46. Migollo en Ansó y Echo (Elcock, op. cit., p. 105).
AFA-XLI 37

PILAR CARRASCO CANTOS
El segundo término, miqueta, es equivalente del catalán miqueta
‘mica petita’ (DCVB, s.v.; DECLLC, S.V. mica) 47
.
La consonante sorda del significante mica puede deberse, según
el DCECH, bien a la conservación altoaragonesa de la -K- ( cat.
mica ‘partícula’, fr. miche (DCECH, s.v. miga). Sea cual fuere su
origen, el uso de mica parece ser bastante general, en aragonés 48
.
El origen incierto de mica y la mayor vitalidad de que parecen
gozar estos términos, aunque no esté reflejada en el ALEANR, nos
lleva a considerar inadecuadas, para lo que se está exponiendo, las
voces localizadas en Gistaín.
2. Formas de procedencia latina recogidas en un área mayor
2.1. fornica ‘hormiga (Formica)’ (m. 427); ‘hormiga pequeña
y rojiza’ (m. 428); ‘aluda (Formica)’ (m. 429), obtenida en Bielsa
(Hu 200), procedente del segundo informador, y en Fanlo (Hu 203)
junto a la forma sinónima hormiga. En esta localidad se denomina
roya a la ‘hormiga pequeña’ y de alas a la ‘aluda’ 49
.
Elcock recolectó fornica en Panticosa, Torla, Buesa, Fanlo, Sercué
y Bielsa 50
; observamos, sin embargo, que ahora en Broto (Hu
106) sólo se usa la forma hormiga para los tres tipos que se preguntan
en los tres mapas arriba indicados.
Cf. los resultados antietimológicos aláiga de Bolea (Hu 300),
Huesca (Hu 301), Pozán de Vero (Hu 405) y Angüés (Hu 302) por
aladica, alaíca, aláica de otros puntos, en donde además de la pre-
47. Bielsa, s.v. miquéta; VAM, s.v. miqueta (en Bielsa y Benabarre).
48. M. Alvar, Repertorio ansotano, p. 39. Andolz no da su localización, por lo que podemos
suponer que es bastante general (DA, s.v.). En Alquézar, mica ‘nada, miaja, cosa’ (DAA, S.V.); Rohlfs,
como negación, lo documenta en Echo, Torla y Fanlo (DDPA, s.v.).
49. Vid. G. Colón, «Elogio y glosa del diccionario etimológico hispánico», RLiR, 45 (1981), pp.
131-145, p. 140, donde rebate la explicación propuesta en el DCECH (III, p. 394), para el paso -rm- >
-ra-, atribuido a la disimilación de labiales en el contexto f-rm > f-rn, provocada por la f- inicial,
pues el cambio también se origina en palabras en cuyo contexto no hay f-, además de producirse
tanto en el sentido -rm- > -rn-, como a la inversa.
50. Elcock, op. cit., p. 93; VAM, s.v. fornica (Bielsa y Fanlo); DDPA, s.v. forniga: fornica en
Torla, Fanlo, Bielsa; Kuhn lo recogió en Panticosa y Torla (Estudios sobre el léxico del Alto Aragón:
Animales y plantas, Zaragoza, 1971 [traducido al español por J. Mondéjar], p. 15; Der hocharagonesische
Dialekt, p. 75). Ahora en Panticosa se ha obtenido fornigal y forniguero (Panticosa, pp. 198,
204). Cf. Jaca, s.v. forniga; VB, s.v. forníga; VAM, s.v. forniga (Campo, Graus, Benabarre); DDPA, s.v.
forniga (Echo, Bisaurri, Graus); s.v. formiga (Ansó).
38 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
sencia injustificada de una consonante sonora, aparece la tendencia
tan marcada en el aragonés a deshacer los hiatos; en este caso, el
procedimiento empleado ha sido la traslación acentual hacia el elemento
más abierto 51
.
2.2. frato, forato, firato ‘agujero, hoyo’, vid. ‘(sembrar a) golpe’
(m. 41); ‘descalabradura’ (m. 1025); ‘agujero’ (m. 1400); ‘hoyo’ (m.
1435); ‘desagüe para la presa’ (adición al m. 89); ‘taladro’, ‘señal
redonda hecha en la oreja de la res con un sacabocados’ (m. 607);
‘piquera’, ‘agujerillo para que entren y salgan las abejas en la colmena’
(m. 747).
Son seis los puntos en los que se registra esta voz con el mantenimiento
de la consonante sorda, cuya distribución puede verse en
el mapa núm. V: Bielsa (Hu 200), frato ‘(sembrar a) golpe’ (m. 41),
‘hoyo’ (m. 1435) (el segundo informador respondió foyo) y ‘piquera’
(m. 747); frato y forado se han recogido como sinónimos para designar
la ‘descalabradura’ (m. 1025); por último, en esta misma localidad
se emplea firato para ‘agujero’ (m. 1400) 52
. Fanlo (Hu 203),
forato ‘hoyo’ (m. 1435) y ‘desagüe para la presa’ (m. 89). Sallent de
Gállego (Hu 100), forat aparece como forma anticuada frente a la
más usada aujero ‘agujero’ (m. 1400). Laguarta (Hu 111), forato
‘taladro’ (m. 607), es sinónimo del término ya anticuado forau y de
agujero. Lasieso (Hu 110), forato (m. 1400), anticuado; asimismo,
se recoge tollo para designar un ‘agujero más grande’. Agüero (Hu
112), forato ‘agujero en las rocas’ frente a aujero ‘agujero’ (m. 1400).
No he considerado la forma forat de los puntos orientales Arén
(Hu 402) y Tolva (Hu 404), por ser un catalanismo 53
. También desechó
Elcock el ejemplo bearnés huratá ‘horadar’ formado sobre hurat
(< foratu); quizá ésta pudo ser la forma que penetrara en Sallent
54
.
Comparando la zona actual de forato, frato con la establecida
51. Vulgarismo muy extendido por España e Hispanoamérica y de gran difusión en el aragonés
(T. Buesa, «Soluciones antihiáticas en el altoaragonés de Ayerbe», AFA, X-XI (1958-59), 23-55, p. 32).
En Alquézar, alaiga (VAA, s.v.).
52. Bielsa, s.v. forato, frato ‘agujero’, ‘descalabradura’, ‘señal en la oveja’; VAM, s.v. forato
(Bielsa); DDPA, s.v. forato (Torla, Fanlo); frato (Bielsa) ‘agujero’; forato en Panticosa (Panticosa, p.
201). Cf. foráu (Ansó) en DDPA, s.v. forato; VB, s.v. foráu; VAA, s.v. forau; Jaca, s.v. forao ‘agujero’.
53. DCVB, s.v. forat; DECLLC, s.v. forat. Este es también el término recogido en las hablas del
Valle de Isábena (Ribagorza), vocablo considerado por Haensch perteneciente al antiguo fondo del
catalán pirenaico (Las hablas del Valle de Isábena, p. 311).
54. Elcock, op. cit., pp. 42, 63.
AFA-XLI 39

PILAR CARRASCO CANTOS
por Elcock (vid. mapa núm. Va), se observa coincidencia entre los
límites oriental y occidental. Respecto de los puntos meridionales,
no se tienen datos para hablar de pérdida o no al recogerse otras
bases léxicas. No obstante, el hecho de que forato sea ya un término
anticuado en Lasieso, puede indicar indirectamente la desaparición
en los puntos más meridionales del mapa confeccionado por El­
cock 55
. También se han documentado otras bases léxicas en Broto
(Hu 106), por lo que la zona intermedia entre Sallent y Fanlo, a
excepción de Panticosa, queda sin poder ser comprobada 56
.
2.2.1. El derivado fratar ‘agujerear’ (m. 1254), sólo se ha recogido
en Bielsa (Hu 200).
2.3. espata ‘telera’, ‘pieza de hierro que sirve para medir la
altura que ha de darse al timón’ (m. 141). Se distribuye por el noroeste
de Huesca, norte de Zaragoza y oriente de Navarra: Ansó
(Hu 101), Echo (Hu 102), Canfranc (Hu 103), Aragüés (Hu 104),
Berdún (Hu 105), Jaca (Hu 107), Bailo (Hu 108), Yebra de Basa
(Hu 109), Lasieso (Hu 110), Sos del Rey Católico (Z 100), Salvatierra
de Esca (Z 200), Javier (Na 403), Lecároz (Na 200) y Egozcue (Na
202). En estos dos últimos lugares de Navarra, la variante fonética
que se recoge es ezpata y en Na 202 aparece junto a espada, término
frecuente en el navarro centro-oriental, con prolongación por el occidente
bajo la forma derivada espadilla (vid. mapa núm. VI): espada
en Roncal (Na 206), Artieda (Na 400), Navascués (Na 401), Monreal
(Na 402) 57
; espadilla en Eulate (Na 301), Zudaire (Na 302), Lazagurría
(Na 309), Berbinzana (Na 308). El área léxica se continúa al
otro lado del Pirineo, en el valle bearnés de Aspe: espato 58
.
Elcock cita espatiella en Aragüés y espatilla en Berdún, pero
con un significado distinto del que ahora nos ocupa, ‘cortadera para
55. Tampoco recoge Elcock el término con consonante sorda en Ayerbe, lugar en el que se
presentaba, según el estudio de F. González Ollé, «El habla de Ayerbe y otros aragonesismos en la
autobiografía de Santiago Ramón y Cajal», AFA, XXXIV-XXXV (1984), pp. 361-393, p. 382.
56. En el DECLLC, s.v. forat, se recogen los topónimos Os fratos de Lomenás en Torla, O
Forato los Moros, O Foratieto de Buesa, que denuncian la existencia antigua de forato en esta zona.
57. El término vasco es también espata, ezpata (R.M. Azkue, Diccionario vasco-español-francés,
Bilbao, 1969, s.v.); en el valle navarro de Aezcoa fue recogido el término por M. Alvar, «Palabras y
cosas en la Aezcoa», Pirineos, III (1947), pp. 5-36 y 263-311, p. 291; también, un poco más al oriente,
en la Navarra nordoriental (valles de Roncal, Salazar y Almiradío de Navascués): espata y principalmente,
espada (M. Alvar, «Breve vocabulario de la Navarra nordoriental», p. 274).
Para el dominio lingüístico aragonés, vid. DDPA, s.v. espata (Ansó, Echo); Jaca, s.v. espada; P.
González Guzmán, El habla viva del Valle de Aragüés, Zaragoza, 1953 (Aragüés), p. 123: espata
‘trozo de madera que gradúa y afirma el ángulo que forma el duecho (timón) y la cama’; DA, s.v.
espata (Aragüés, Campo de Jaca, Salvatierra y Sigüés).
58. Gascón, p. 133; García de Diego, Manual, p. 232.
40 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
el lino’ 59
, acepción que está presente en el latín spatha ‘an instrument
with a flattened blade for stirring mixtures’ 60
.
La parte oriental del dominio aragonés aparece ocupada por el
término catalán tenella o su variante tinella (< tendicu1a; DCVB,
s.v.) y abarca, como su sinónimo espata, un área bastante densa:
tiniella en Bielsa (Hu 200), Gistaín (Hu 202) y Laspuña (Hu 204);
teniella en Aínsa (Hu 206); tenilla en Fanlo (Hu 203) y Laguarta
(Hu 111); tenella en Noales (Hu 205), Santa Liestra (Hu 400), etc.
En gascón también se recoge esta misma base: tenilho (Valle de Lez
y Salat); tanilho (Valle de Aure, Luchón y Garona) 61
.
2.4. (i)xordica, chordica, ordica ‘ortiga’ (m. 278): ixordica en
Bielsa (Hu 200); xordica en Fanlo (Hu 203); chordica y ordica son
sinónimos en Sallent de Gállego (Hu 100) y, por último, ordica en
Aragüés del Puerto 62
, en donde alterna con ordiga y chordiga. Fuera
de estos cuatro puntos, siempre se encuentra el término con la consonante
velar sonorizada, e incluso, en Aragüés hay alternancia de
formas con y sin sonorización, en tanto que todas ellas presentan en
común el fenómeno de la sonorización de t tras líquida.
Ourtico y hourtico constan también en los valles bearneses de
Aspe y Barétous, respectivamente 63
.
Según la isoglosa trazada por Elcock de la forma con consonante
sorda (mapa núm. VIIa), se observa ahora la desaparición de la
misma en Broto y al sur de Fanlo.
2.5. esplico, espícol ‘espliego (Lavandula spica)’ (m. 292): esplico
en Bielsa (Hu 200); espícol en Canfranc (Hu 103) y Jaca (Hu
107), en este punto corresponde al segundo informador, mientras
que el primero respondió con dos sinónimos, ambos con sonora:
espígol y espliego 64
.
59. Elcock, op. cit., p. 54. Registrado también anteriormente por Saroïhandy, op. cit., p. 194, n.
24, ‘instrumento para macerar el lino’; en Jaca, espadeta ‘espada para trabajar las plantas textiles’
(Jaca, s.v.); espandiella en Ayerbe, pero no se conoce su significado (González Ollé, op. cit., p. 378);
en Aragüés, espatiella y espadilla (para lino y cáñamo), Aragüés, p. 138.
60. Oxford Latín Dictionary. Edited by P. G. W. Glare, Oxford at the Clarendon Press, 1982,
s.v. (Oxford); F. Gaffiot, Dictionnaire latin français, Paris, 1934, s.v. (Gaffiot).
61. Gascón, § 367, p. 95. Para Rohlfs, ésta es una forma de origen galorrománico cuya área se
extiende hasta el norte de España; Palay, s.vv. tenélhe, tenílhe.
62. DDPA, s.vv. chordiga, chordica, en Biescas y Fanlo; Aragüés, p. 139: chordica, ortica, chordiga,
ortiga; Bielsa, s.v. ixordica; Gascón, p. 133 (Bielsa y Fanlo con consonante sorda). Cf. chordiga en
Alquézar (VAA, s.v.).
63. Gascón, p. 133; Palay, s.vv. hourtigo, ourtic.
64. Bielsa, s.v. esplico; Jaca, s.v. espícol (Bergosa); M. Alvar, El dialecto aragonés, p. 175.
AFA-XLI 41

PILAR CARRASCO CANTOS
El término catalán espígol se extiende por toda la zona oriental
fronteriza 65
(mapa núm. VIII). No consta ahora en Aragüés la voz
espico, atestiguada por Elcock 66
, sino espliego, como en toda la
zona occidental de Huesca limítrofe con Navarra y Zaragoza.
2.6. chinipro, chinepro ‘enebro (Juniperus)’ (m. 290).
Una extensión mayor que los términos estudiados anteriormente
refleja la forma altoaragonesa del enebro: chinipro en Bielsa
(Hu 200) 67
, Agüero (Hu 112), Sos del Rey Católico (Z 100), Uncastillo
(Z 101); chinepro en Sallent de Gállego (Hu 100), donde
es menos usado que chinarro 68
, Lasieso (Hu 110), en alternancia
con chinebro, y Bolea (Hu 300), junto con sinebro. Chinepro y chinepresa
‘enebro más pequeño’ se registran en Biel (Z 201), pero aquí
también se denomina manzaneta de chinebro la ‘baya del enebro’
(m. 291).
En el resto del dominio, la consonante sorda -P- aparece sonorizada,
si bien se originan diferentes variantes debidas a las diversas
soluciones de la J- en catalán y aragonés.
Jepre es, según Rohlfs, la forma bearnesa del Valle de Ossau 69
.
2.7. abetullo, botullo, abitocha, abetuna ‘abedul’ (lám. 470).
La geografía de estas formas revela una distribución muy occidental
(vid. mapa núm. X). La isoglosa pasa por Sallent de Gállego
(Hu 100): abitocha; Echo (Hu 102) 70
: abetuna; Salvatierra de Esca
(Z 200): abetullo, y Navascués (Na 401): botullo. Estas voces encuentran
sus parientes al otro lado de la frontera, en las hablas
65. DCECH, s.v. espliego; DECLLC, s.v. espiga; BDC, 24, s.v. espliego: esplico en Bielsa; M. Alvar,
«Léxico catalán en tierras aragonesas», AFA, XII-XIII (1961-62), pp. 333-385, s.vv. espigo, espígol, p.
368; G. Haensch, «Las hablas de la Alta Ribagorza» (2. a
), p. 193: espígol en Bisaurri, Espés, Bonansa
y Castanesa. Vid. también las diferentes formas recogidas en el estudio de A. Kuhn, Estudios sobre el
léxico del Alto Aragón, p. 28.
66. Elcock, op. cit., p. 99.
67; Bielsa, s.v. chinipro ‘enebro’; BDC, 24, s.v. chinebro: chinipro en Bielsa; DDPA, s.v. chinebro
(chinipro en Bielsa; chinepro en Torla); Elcock también registró esta forma en Ayerbe (op. cit., p. 82),
punto no encuestado en el ALEANR. Cf. chinebro de Alquézar (VAA, s.v.) y Aragüés (Aragüés, p. 139).
68. A juicio de A. Kuhn, esta forma recibió el influjo de chaparro (A. Kuhn, Estudios sobre el
léxico del Alto Aragón, p. 33). Este mismo autor recogió la forma chinepro en Sallent, Bolea y
Loarre (ibíd., p. 33; Der hocharagonesische
p. 82).
Dialekt, p. 75) y Elcock en Sallent, Torla y Tierz (op. cit.,
69. Gascón, p. 132.
70. Kuhn recoge en Echo abetoch para el ‘chopo’, lo que supone una confusión entre el álamo y
el abedul (A. Kuhn, Estudios sobre el léxico del Alto Aragón,
(DDPA, s.v.).
p. 46), y Rohlfs en Ansó, abetocha
42 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
gasconas: metoutch (Valle de Aspe); betoutch (Valle de Barétous),
betout (Lacanau, habla girondina) 71
.
Mucho más general es la forma coincidente con la castellana,
abedul de Hu 103, 207, 400; Na 101, 201, 204, 401; Te 504. También
se documentan otras bases léxicas: albar (Hu 100), albá (Hu 201) 72
y las de influencia catalana, bedoll (Hu 205), bordol (Hu 401), bedol
(Hu 204) (DECLLC, s.v. bedoll).
2.8. mallata ‘majada’ (m. 589). Voz del dominio iberorrománico,
cuya área se extiende hasta Gascuña (gascón malhado) 73
. Se
atestigua con dental sorda en Sallent de Gállego (Hu 100), aunque
es ya forma arcaica y menos usada que la coincidente con el castellano,
majada. En Lasieso (Hu 110) y Bolea (Hu 300), mallata es
sinónimo de cubilar, cubillar para ‘majada que hay en el monte’ y
de paridera ‘majada en el pueblo’. Más al sur, mallata se recoge en
Angüés (Hu 302) y Robres (Hu 305). Por último, en Fanlo (Hu
203), mallata es sinónimo de majada y pleta; éste es precisamente el
término que se localiza en la parte oriental del dominio aragonés,
desde Bielsa (Hu 200) y Gistaín (Hu 202), pasando por Benasque
(Hu 201), Noales (Hu 205), Puebla de Roda (Hu 401) y Arén
(Hu 402), en los cuales se recoge bajo la forma típica del ribagorzano,
plleta, pllieta, que entronca con el catalán pleta 74
(vid. mapa
núm. XI).
2.9. verruca, vorruca ‘verruga’ (nota al m. 1003 ‘desmedrado’).
Verruca se distribuye por Ansó 75
(Hu 101), Laguarta (Hu 111) y
Agüero (Hu 112); vorruca por Bielsa (Hu 200). Ambas formas aparecen
citadas en el estudio de Rohlfs, junto a las gasconas bourruco
(Valle de Aspe); bourruque (Bayona) 76
. Como en los casos anteriores,
el mapa elaborado por Elcock para esta voz (núm. XIIa), presenta
una extensión mayor de las formas con consonante sorda; no obs­
71. Gascón, p. 131; Palay, s.v. metoùch.
72. Este término también se presenta en gascón, desde donde, según Rohlfs, se introdujo en el
aragonés (Gascón, p. 89); para Griera, forma parte de los elementos prerromanos del léxico catalán
del Pirineo (A. Griera, «El elemento pre-romano en el dominio lingüístico del Pirineo catalán», Primer
Congreso Internacional del Pirineo del Instituto de Estudios Pirenaicos, Zaragoza, 1952, p. 27 (cito
por la separata); albá en las hablas de la Alta Ribagorza (G. Haensch, «Las hablas de la Alta Ribagorza»
(2.ª), p. 186).
73. Gascón, p. 82; Palay, s.v. malhade.
74. DCVB, s.v. pleta; Bielsa, s.v. pléta; BDC, 24, s.v. pleta ‘tancat per al bestiar’ (Bielsa, Gistaín);
DECLLC, s.v. pleta. En Ribagorza, plleta (VB, s.v.; Haensch, art. cit., p. 172). Mallata en Fanlo y Torla
(DDPA, s.v.).
75. M. Alvar, Repertorio ansotano, p. 47.
76. Gascón, p. 133; Palay, s.v. bourruque.
AFA-XLI 43

PILAR CARRASCO CANTOS
tante, al no recoger la nota del ALEANR el resultado de todos los
puntos de encuesta, no disponemos de datos para establecer comparación
alguna sobre su posible retroceso.
2.10. ripazo, ripa ‘ribazo’, ‘talud con hierba’ (m. 1351). Ofrece
una distribución bastante irregular; por un lado, aparece en una
pequeña zona al noroeste: ripa en Echo (Hu 102) y ripazo en Jaca
(Hu 107), Bailo (Hu 108), Yebra de Basa (Hu 109) y Lasieso (Hu
110); en este último punto, ripazo designa un talud de tamaño mayor
que el terraplén o el marguin. Por otro, en una zona opuesta a la
anterior, en el este con prolongación hacia el sur: Gistaín (Hu 202),
Puebla de Castro (Hu 403), Pueyo (Hu 407) y Chalamera (Hu 601)
(mapa núm. XIII).
De acuerdo con los datos que nos aporta Rohlfs, podemos destacar
la no aparición de ripa en Ansó y Fanlo, pues se ha recogido
marguinazo y espuenda en el primero, y marquinazo, pendiente, en
el segundo 77
.
2.11. ferrata, forrata ‘vasija en la que se ordeña’ (m. 638). Ferrata
en Broto (Hu 106); forrata en Bielsa (Hu 200) y Fanlo (Hu
203) 78
.
2.12. naricoso ‘gangoso’ (m. 1006), en Bielsa (Hu 200) y Benasque
(Hu 201), pero narigoso en Gistaín (Hu 202).
2.13. Aparecen también algunas otras voces con la consonante
sorda conservada, pero, a diferencia de las anteriores, éstas ocupan
un área bastante extensa en el dominio aragonés. La notable difusión
alcanzada por estas formas creo que ha de llevarnos a considerar
que el mantenimiento de las consonantes sordas en los términos que
citaremos a continuación, no se deberá a la misma tendencia fonética
causante del mismo en las voces anteriores, pues ello supondría admitir
como peculiar de todo el dominio aragonés dicha característica
fonética y parece que no se cuenta con pruebas suficientes para
sostenerlo, sino a otras diversas razones.
2.13.1. cocollo ‘cogollo (de la col, de la lechuga)’ (m. 319), se
extiende por Berdún (Hu 105), Broto (Hu 106), Bailo (Hu 108),
77. Gascón, p. 133; DDPA, s.v. ripa.
78. Bielsa, s.v. forráta ‘cubo de madera, que se usa para ordeñar las ovejas. La forrata es más
pequeña que el pozal...’; DA, s.v. forrata (Bielsa); Saroïhandy también recoge la voz indicando que
designa un cántaro ceñido de hierro o más bien de cobre cuyo uso es muy corriente en toda esta
región; destaca asimismo la variante forrata en Bielsa y las formas bearnesas herrad (herrat ) (Saroïhandy,
op. cit., p. 185 y n. 8); VAM, s.v. forrata (Bielsa); DDPA, s.v. ferrada; etc.
44 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
Lasieso (Hu 110), Agüero (Hu 112), Bielsa (Hu 200), Fanlo (Hu
203), Bolea (Hu 300), Huesca (Hu 301), Pozán de Vero (Hu 405),
Pueyo (Hu 407), Pallarruelo de Monegros (Hu 500), Sos del Rey
Católico (Z 100), Uncastillo (Z 101), Biel (Z 201), Ardisa (Z 202),
Ejea (Z 300), Las Pedrosas (Z 400), Leciñena (Z 401); cucullón en
Aragüés del Puerto (Hu 104) y Echo (Hu 102) frente a cogollo de
Sallent de Gállego (Hu 100) y Ansó (Hu 101).
2.13.2. cocullada, cucullada ‘cogujada’ (m. 453): cocullada abarca
Canfranc (Hu 103), Broto (Hu 106), Agüero (Hu 112), Campo
(Hu 207), Puebla de Castro (Hu 403), Santalecina (Hu 600), Las
Pedrosas (Z 400), Velilla (Z 603); cucullada, Bielsa (Hu 200), Pozán
de Vero (Hu 405), Azanuy (Hu 406), Chalamera (Hu 601), Angüés
(Hu 302), Pallaruelo de Monegros (Hu 500), Uncastillo (Z 101),
Ardisa (Z 202), Osera (Z 600), Muel (Z 602); cucullae, Fraga (Hu
602), etc., frente a cogullada de Noales (Hu 205), Tolva (Hu 404),
Bailo (Hu 108), Zuera (Hu 402), Bujaraloz (Hu 601) y cugullada de
Benasque (Hu 201), Arén (Hu 402).
En ambas formas, cocollo, cocullada, el mantenimiento de la
consonante sorda se puede explicar por asimilación a la sílaba inicial
co-, cu-; así opinó García de Diego, y creo que con bastantes probabilidades
de verosimilitud.
2.13.3. melico ‘ombligo’ (m. 969) ocupa una extensión mayor
que las dos voces anteriores: Bielsa (Hu 200), Sallent (Hu 100), Ansó
(Hu 101), Echo (Hu 102), Canfranc (Hu 103), Aragüés (Hu 104),
Berdún (Hu 105), Broto (Hu 106), Jaca (Hu 107), Bailo (Hu 108),
Yebra de Basa (Hu 109), Lasieso (Hu 110), Laguarta (Hu 111), Bolea
(Hu 300), Huesca (Hu 301), Angüés (Hu 302), Almudévar (Hu 303),
Alberuela de Tubo (Hu 304), Robres (Hu 305), Pallarruelo de Monegros
(Hu 500), Candasnos (Hu 603), Pozán de Vero (Hu 405),
Fanlo (Hu 203), etc., además de hallarse por numerosos puntos de
Zaragoza y Teruel 79
. La forma con sonora se distribuye por el oriente:
Gistaín (Hu 202), Benasque (Hu 201), Laspuña (Hu 204), Aínsa
(Hu 206), Campo (Hu 207), Santa Liestra (Hu 400), Puebla de Roda
(Hu 401), Puebla de Castro (Hu 403), Azanuy (Hu 406), Pueyo
(Hu 407), Santalecina (Hu 600), Chalamera (Hu 601); vid. mapa
núm. XIV.
79. Rohlfs recoge melico en Ansó, Echo y Fanlo (DDPA, s.v.).
AFA-XLI 45

PILAR CARRASCO CANTOS
Idéntica distribución presenta su derivado meliquera, meliquero
‘ombliguera’ (m. 970).
El área de mayor extensión de mantenimiento de las consonantes
sordas en estas voces tan arraigadas en la zona dialectal aragonesa,
es posible que se deba a un proceso de propagación de las mismas
desde la zona originaria del Alto Pirineo, apoyado, quizá, en la
acción analógica que pudo ejercer el sufijo -ico, como en caxico,
fornica, etc.; esta última explicación es la sostenida por Elcock, siguiendo
a García de Diego 80
.
II. FORMAS DE ORIGEN PRERROMANO O DE ETIMOLOGÍA
INCIERTA
3. He considerado conveniente separar las voces de origen prerromano
o de etimología incierta, de las de origen latino, porque las
que no proceden del latín presentan un área más extensa, además
de una mayor vitalidad en la conservación del rasgo que venimos
analizando.
3.1. xarticar ‘rozar’, ‘quitar las zarzas’ (m. 13); ‘roturar’, ‘romper
el terreno por vez primera’ (m. 16); ‘descuajar’, ‘sacar las raíces que
quedan en la tierra’ (m. 17).
Este término, correspondiente al español artigar, no sirve, por
lo general, para denominar los tres conceptos correspondientes a
los mapas 13, 16 y 17 del tomo I del ALEANR, como pudiera deducirse
del encabezamiento, sino que se ha especializado para designar
una de las tres funciones agrícolas arriba indicadas. En español, tal
como aparece definido en el DRAE, parece englobar los tres significados,
‘romper un terreno para cultivarlo, después de quemar el
monte bajo y las ramas de todos los árboles que hay en él’ (DRAE,
s.v. artigar). Veamos las diversas acepciones en cada uno de los
puntos de encuesta:
En Bielsa (Hu 200), Fanlo (Hu 203), Laguarta (Hu 111) y Jaca
(Hu 107), el término se ha especializado para ‘rozar’. En Aragüés
del Puerto (Hu 104), Yebra de Basa (Hu 109), Lasieso (Hu 110),
80. Elcock, op. cit., p. 101.
46 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
Bolea (Hu 300), Ardisa (Z 202), designa ‘roturar’ y en Sallent de
Gállego (Hu 100), Canfranc (Hu 103), Echo (Hu 102), ‘descuajar’.
Por último, en Bailo (Hu 108), los significados de ‘rozar’ y ‘descuajar’
aparecen neutralizados en los significantes exarticar o sacar
artica, y en Agüero (Hu 112), la fusión se ha producido entre
‘rozar’ y ‘roturar’. Vid. la siguiente relación de términos y significados:
‘rozar’ ‘roturar’ ‘descuajar’
Bielsa (Hu 200) isarticar romper cavar
Fanlo (Hu 203) xarticalo roturar rancar venas
Laguarta (Hu 111) xarticar esyermar limpiar
Jaca (Hu 107) charticar, articar labrar arrancar zocas
Aragüés (Hu 104) escardar xarticar escocar
Yebra (Hu 109) quitar, limpiar xarticar rancar
Lasieso (Hu 110) escardar, esmarguinar xarticar rancar zocas
Bolea (Hu 300) esmetiar *xarticar, esyermar limpiar
Ardisa (Z 202) limpiar *xartiquiar, roturar escombrar
Sallent (Hu 100) escardar, desyerbar mover xarticar
Canfranc (Hu 103) limpiar romper xarticar
Echo (Hu 102) esmarguinar roturar charticar
Bailo (Hu 108) exarticar roturar exarticar
Agüero (Hu 112) ixarticar, xartiquiar ixarticar escepar
En total, son catorce los puntos que conservan la consonante
-K- intervocálica, distribuidos, con la excepción de Bielsa, por la
mitad occidental de la provincia de Huesca (vid. mapa núm. XIX) 81
.
81. xarticá ‘roturar’ en Ansó (DDPA, s.v. xarticar); chartiquiar en Alquézar (VAA, s.v.) ‘cortar,
quemar, limpiar de zarzas una acequia, una margen, etc.’; sarticar en Aragüés, Valle de Vio y Castiello
de Jaca (DA, s.v. sarticar); Jaca, s.v. artica ‘tierra roturada’.
Teniendo en cuenta la distribución geográfica de xarticar, Rohlfs establece su relación con el
vasco arteaga ‘roturado de tierras’ y ‘encinar’ (Azkue, s.v.), formado sobre arte, arta ‘encina’, después
‘arbusto espinoso’ y ‘terreno roturado’, más el sufijo auténticamente vasco -aga, que denota ‘lugar en
donde’. No obstante, no desecha la idea, y así lo expone al final de su razonamiento, de la posible
contaminación de los significados ibéricos en la palabra latina *exsarticare (G. Rohlfs, «Baskische
Reliktwörter im Pyrenäengebiet», ZRPh, 47 (1927), pp. 394-408, pp. 396-397), etimología propuesta
por Schuchardt y aceptada por García de Diego y la Academia (DEEH, s.v. exarticare, y DRAE,
s.v. artigar, si bien anteriormente fue arto la base establecida para artiga, DRAE, 15. a
ed., 1925), no así
por Corominas (DCECH, s.v. artiga), quien considera bastante probable la etimología establecida por
Rohlfs, sin desestimar la propuesta por Hubschmid del celta *artika (vid. A. Llorente, «Las ‘Palabras
pirenaicas de origen prerromano’ de J. Hubschmid, y su importancia para la lingüística peninsular»,
AFA, VIII-IX (1956-57), pp. 127-157, p. 131).
AFA-XLI 47

PILAR CARRASCO CANTOS
En algunos de estos puntos, el término ya está anticuado (*); así se
ha anotado en Bolea, donde es menos usado que su sinónimo esyermar;
en Ardisa, ha sido sustituido por roturar. Con respecto a los
significados, se observa que el informante segundo de Jaca respondió
rotular, xarticar para el concepto de ‘roturar’, frente al primero,
para quien charticar era ‘rozar’.
3.2. cleta ‘cancilla’, ‘puerta para entrar en una finca cerrada’
(m. 26), se distribuye por la mitad occidental de la provincia de
Huesca, norte de la de Zaragoza y oriente de Navarra (vid. mapa
núm. XXb): cleta en Ansó (Hu 101), Echo (Hu 102), Canfranc (Hu
103), Aragüés (Hu 104), Berdún (Hu 105), Jaca (Hu 107), Bailo
(Hu 108), Yebra de Basa (Hu 109), Lasieso (Hu 110), Laguarta (Hu
111), Bolea (Hu 300), Angüés (Hu 302), Almudévar (Hu 303), Robres
(Hu 305), Pallarruelo de Monegros (Hu 500), Las Pedrosas (Z 400),
Ejea (Z 300), Javier (Na 403); queleta en Sos del Rey Católico
(Z 100), Salvatierra de Esca (Z 200), Biel (Z 201), Roncal (Na 206),
Javier (Na 403), Navascués (Na 401), Monreal (Na 402), Ochagavía
(Na 205); quileta en Agüero (Hu 112), Ardisa (Z 202) y Las Pedrosas
(Z 400); caleta en Artieda (Na 400).
El origen de esta voz está en el céltico cleta 82
, existente en
bearnés cleto y en vasco kereta, guereta, queleta 83
y es término común
a los Pirineos y a los Alpes, según comprobó Hubschmid 84
.
La mitad oriental de la provincia de Huesca aparece ocupada
principalmente por la forma barana: Fanlo (Hu 203), Noales (Hu
205), Santa Liestra (Hu 400), Puebla de Roda (Hu 401), Tolva (Hu
404), Albelda (Hu 408); baranna en Bielsa (Hu 200), baraña en Broto
(Hu 106) 85
. El gascón barano, brano, bròno ‘barrière fermant un
passage’, ‘claire-voie portative du porc’, procede del dominio iberorrománico
86
. Otros términos son: porta del hort en Fraga (Hu 602)
y tancadura en Benasque (Hu 201).
82. DEEH, s.v. cleta; DCECH, s.v. cleda; DECLLC, s.v. cleda. Para Corominas, el español cleda
procede del catalán cleda; A. Griera, «El elemento pre-romano en el dominio lingüístico del Pirineo
catalán», pp. 17-18. Para el navarro, vid. Iribarren, s.vv. caleta, gueleta y queleta; M. Alvar, Breve
vocabulario de la Navarra nordoriental, s.vv. queleta, quileta. Vid. también el comentario cartográfico
elaborado por T. Buesa, «Seis mapas aragoneses» en Cuaderns de Filologia. Miscel·lània Sanchis
Guarner, II, Universitat de Valencia, 1984, pp. 57-67, pp. 61-63.
83. Cleto en el Valle de Aspe (Gascón, p. 131); Azkue, s.v.
84. A. Llorente, «Las ‘Palabras pirenaicas... de J. Hubschmid», p. 134.
85. VAM, s.v. barannato; DDPA, s.v. barana (baraña en Fanlo; baranna en Bielsa; barana en
Bisaurri); VB, s.v. barana; según Haensch, la influencia catalana se introduce hacia el oeste y llega
hasta el Valle de Bielsa (G. Haensch, «Las hablas de la Alta Ribagorza», p. 82).
86. Gascón, p. 75; Elcock, op. cit., pp. 52, 64.
48 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
El mapa confeccionado por Elcock presenta de manera muy
clara la distribución de ambas formas en sendas vertientes pirenaicas
sin solución de continuidad; el del ALEANR, completa la localización
de cleta por el dominio navarro, límite occidental que, según Elcock,
estaba por fijar 87
.
3.3. mielca ‘amelga’ (m. 38), forma recogida en el oeste de
Huesca, con la excepción de Echo (Hu 102), norte y este de Zaragoza
y oriente de Navarra: Hu 101, 103, 104, 105, 107, Z 200, 600, 601,
603, Na 205, 206, 405; melca en Hu 108, Z 100, 303, 400; amelca en
Hu 112; amelquia en Z 101; almerca en Z 300, Hu 303; embelca en
Z 301, 302; marca en Na 303; emberca en Na 502 y 602; por último,
alberca (arcaísmo) en Na 601 88
. Salvo en su parte occidental, la
provincia de Huesca desconoce el término mielca; en su lugar encontramos
puerca en Bielsa (Hu 200) y Gistaín (Hu 202); porca en
Echo (Hu 102), Campo (Hu 207), Chalamera (Hu 601), Albelda
(Hu 408) —pronunciada con la vocal neutra del catalán—, etc.; forca
en Benasque (Hu 201), Noales (Hu 205), Aren (Hu 402) 89
.
3.4. caxico, cajico ‘roble (Quercus robur)’ (m. 392); ‘quejigo
(Quercus lusitanica)’ (m. 393), abarca la mitad occidental de la provincia
de Huesca y cuatro puntos del oriente zaragozano:
Sallent (Hu 100)
Bolea (Hu 300)
Ansó (Hu 101)
Canfranc (Hu 103)
Aragüés (Hu 104)
Berdún (Hu 105)
Jaca (Hu 107)
Echo (Hu 102)
Bailo (Hu 108)
‘roble’
cajico, caxico
cajico, *caxico
caxico, chaparro
cajico, roble
cajico, caxico, roble
cajico, chaparro
cajico, chaparro
caxico
roble
‘quejigo’
cajico, caxico
cajico, *caxico
caxico
cajico, caxico
chaparro
cajico
cajico
chaparro
caxico
87. Vid. Buesa, op. cit., p. 61.
88. Sigo la etimología propuesta en el DCECH, s.v. amelga (probablemente del céltico
*ambe1ica). Vid. las diversas etimologías establecidas en H. Meier, Notas críticas al DECH de
Corominas!Pascual, Verba (Anexo 24), Santiago de Compostela, 1984, s.v. amelga.
89. Lat. porca ‘a ridge of soil between two furrows balk’ (Oxford, s.v. porca 2). En catalán,
pórca (DCECH, s.v. puerco; DECLLC, s.v. porca).
A través de los datos del ALEANR, se puede observar la desaparición de mielca de la zona de La
Litera, cuya antigua existencia apoyaba, a juicio de M. Alvar, la conservación de las consonantes
oclusivas sordas lejos del foco actual (M. Alvar, El dialecto aragonés, p. 175); ahora, en esta zona,
aparece porca (DCECH, s.v. puerco).
AFA-XLI 49

Yebra de Basa (Hu 109)
Huesca (Hu 301)
Angüés (Hu 302)
Almudévar (Hu 303)
Robres (Hu 305)
Ardisa (Z 202)
Las Pedrosas (Z 400)
Leciñena (Z 401)
Zuera (Z 402)
Bielsa (Hu 200)
PILAR CARRASCO CANTOS
‘roble’ ‘quejigo’
roble, robre
roble, chaparro
roble
roble
roble
roble
roble
roble, chaparro
roble, cocojo
roble
cajico
cajico
cajico
cajico
cajico
cajico
cajico
cajico
cajico
caixico
El término con la consonante sonorizada se encuentra en la
mitad oriental, con la excepción de Bielsa, a partir de Broto: cajigo
en Hu 106, 203, 204, 206, 207; caixigo en Hu 207, 400, 403; queixigo
en Hu 201.
También Elcock documentó caxico, cajico por toda la zona
occidental del territorio encuestado, señalando los puntos de Bielsa,
Sercué, Buesa y Fanlo como los pueblos a partir de los cuales se
produce la forma con sonorización. Ahora, a través del ALEANR,
podemos constatar la desaparición de la voz con solución sorda en
Fanlo y Broto.
Este mismo autor defiende el carácter originario de la -K- intervocálica
mantenida, por más que haya influido en su conservación
el sufijo -iccu, según pensaba García de Diego 90
.
Los términos que siguen, presentan un área mucho más limitada
que los estudiados anteriormente:
3.5. aliaca ‘aulaga (Ulex)’ (m. 294), se registra en Bolea (Hu
300), pero usado como sinónimo de aliaga; allaca en Agüero (Hu
112) 91
. En el resto del dominio se recoge la forma con sonora: aliaga
o aliaga (vid. mapa núm. XXIII).
El derivado, aliacar, allacar ‘aulagar’, ‘sitio con muchas aulagas’
(m. 295), se encuentra en los mismos puntos citados anteriormen­
90. Elcock, op. cit., p. 101; DDPA, s.v. caxico (Ansó, Echo, Fanlo, Torla, Bielsa) ‘roble’; cajico
(Gavín, Torla); DDPA, s.v. cajigo; M. Alvar, Repertorio ansotano, p. 31: casico; en Benasque, queixigo
‘árbol’ (VB, s.v.; DDPA, s.v. quejigo); en Aragüés, cachico y cajico ‘roble’ (Aragüés, 139).
91. Con esta misma realización fonética lo recogió Elcock en Panticosa, Linás de Broto, Buesa,
Fanlo, Sercué y Ayerbe (op. cit., p. 106), pero ahora en Fanlo (Hu 203) y en Broto (Hu 106), aliaga.
50 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
te: aliacar junto con aliagar en Bolea (Hu 300); allacar en Agüero
(Hu 112), además de en Sallent de Gállego (Hu 100), en donde el
término base aparece con sonora: allaga.
3.6. gurumaca ‘gatuña’ (m. 279) en Echo (Hu 102). El resto
de la región aragonesa presenta uniformemente la voz con la terminación
-maga junto a un variado radical que da lugar a las formas:
bolomaga, molomaga, golomaga, bromaga, brumaga. Boulimaco es
la forma bearnesa del Valle de Aspe 92
.
3.7. lacarrón ‘pescuño’, ‘cuña del arado’ (m. 142) en Berdún
(Hu 105), Bailo (Hu 108), Agüero (Hu 112) y Ardisa (Z 202); acarrón
en Uncastillo (Z 101). Vid. mapa núm. XXIV.
Según Hubschmid, este término procede del celta *likka
‘piedra’ más el sufijo *-arru, de probable origen ibérico 93
. Cf. el
vasco lacarre y el gascón lacarre, lacarro ‘piedra plana’.
RECAPITULACIÓN
De los veintiún términos recogidos en un solo punto de encuesta
—he considerado como única aparición todos los casos de participio
de pasado, porque evidentemente ahí la conservación de la consonante
sorda es propia de la desinencia, pero, al contrario, he contabilizado
por separado los términos base y sus derivados, ya que a
veces se mantiene la consonante sorda en la base y no en su compuesto
o viceversa—, diecisiete pertenecen a Bielsa (Hu 200): ixata,
ixato, latre, latrero, prato, baranato, entrata, pocilca, pallata, bocata,
crapetas, ixucase, vuixica, cerrato, precieco, preciequer, -ato, -ito,
de los cuales pueden ser dudosos los terminados en -ica (vuixica),
por la posible influencia del sufijo -ccu, según manifestó Elcock; y
el término pocilca si se supone derivado de un étimo latino-vulgar
con pérdida de la vocal postónica.
92. Gascón, p. 63. Este autor registró en Echo grumaca, variante sincopada de la aparecida en
el ALEANR, y en Fanlo bolomaca (DDPA, s.v. bolomaga); en este último punto citado, hoy se ha
recogido el término con la consonante sonora.
Esta voz pertenece al léxico típicamente pirenaico, común a ambas vertientes (Gascón, p. 63). En
Aragüés, molomaga (Aragüés, p. 140); en Jaca, molomaga (Jaca, s.v.); en Benasque, bolomaga (VB,
s.v.). Vid. las diversas formas aragonesas y gasconas en A. Kuhn, Estudios sobre el léxico del Alto
Aragón, p. 30.
93. A. Llorente, «Las ‘Palabras pirenaicas de origen prerromano’ de J. Hubschmid», p. 129;
Gascón, p. 53; M. Alvar, El dialecto aragonés, p. 264; Azkue, s.v. lakar ‘nudos de una rama’, ‘grijo’;
Palay, s.v. lacarre ‘longue latte de bois’.
AFA-XLI 51

PILAR CARRASCO CANTOS
Estas voces, exclusivas hoy de Bielsa, según los materiales del
ALEANR, tuvieron antes una mayor extensión, como hemos venido
comprobando por los estudios realizados; así, de Fanlo (Hu 203)
han desaparecido xata, enxucar, vixica o vuxica y los participios de
pasado que, en tiempos de Elcock, presentaban la máxima vitalidad;
de Buesa y Torla (si el habla de ambas es semejante a la de Broto,
Hu 106) se han perdido xata, capra (a juzgar por el derivado crabetas),
vexica, pocilca, y las formas de los participios de pasado -ato,
-ito, aunque en la época de la investigación de Elcock ya estaban en
vías de extinción. Las voces latre y latrero han quedado fosilizadas
en la toponimia menor hasta cerca de Lasieso (Hu 110), lo que nos
indica su antigua vitalidad.
Los términos recogidos fuera de Bielsa son: micolas y miqueta
de Gistaín (Hu 202), ambos dudosos por no ser muy segura su etimología,
por su parentesco con el catalán y porque su base, mica,
es bastante más general en el dominio aragonés de lo que estos
datos nos pueden mostrar. Otro significante no documentado en
Bielsa es baqueras de Aínsa (Hu 206). Ambos puntos, Gistaín y
Aínsa, están situados, como Bielsa, en el Valle del Cinca, límite
entre la región de Sobrarbe y la Alta Ribagorza.
Por último, a fornicos, de Aragüés del Puerto (Hu 104), se le
pueden poner las mismas objeciones que a vuixica.
En resumen, de las veintiuna formas con mantenimiento de la
consonante sorda, diecisiete pertenecen a Bielsa, dos a Gistaín y
una a Aínsa y Aragüés, respectivamente. De estos puntos, Aínsa
sería el más meridional respecto de la zona de máxima vitalidad del
fenómeno.
Bielsa y su vecina Sercué, ahora no investigada, se revelaron en
los años de la exploración de Elcock como los pueblos más conservadores
de este rasgo. Los datos fueron obtenidos a través de una
encuesta realizada sobre una red de puntos más densa que la establecida
en el ALEANR; ésta, si bien es la adecuada a los objetivos
perseguidos por sus autores, ha resultado, en esta ocasión, un tanto
amplia para estudiar un único fenómeno que ocupa, además, una
zona muy reducida y que se encuentra en vías de extinción. De ello
se deduce que aumentando el número de puntos de la red y el número
de encuestas llevadas a cabo en cada uno de ellos, hubiéramos obtenido
más información y llegado a conclusiones más sólidas. No obs­
52 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
tante, se ha podido constatar el retroceso operado en Fanlo (Hu
203) y muy probablemente en Buesa y Torla.
Ahora bien, el hecho de que Bielsa registre el índice de conservación
de consonantes sordas más elevado, no quiere decir que este
fenómeno tenga allí demasiada vitalidad; no otra cosa se desprende
del hecho de las anotaciones de arcaísmo que acompañan a ciertos
términos, por ejemplo, pallata, precieco, o de que el mismo hablante
use como sinónimos formas con y sin sonorización: latre y aladro;
prato y prao, frato y forado, o de que mezcle términos correspondientes
a dos sistemas lingüísticos, cuando se supone que se está
expresando de acuerdo con su registro dialectal: precieco y melocotonero
en el primer informante; melocotón y preciequer, en el segundo;
bocada, cerrato (primer informador), bocata, cercao (segundo
informador), etc. La mezcla de sistemas lingüísticos, no privativa
por otra parte de Bielsa (en Lasieso (Hu 110) alternan chinepro y
chinebro; en Aragüés del Puerto (Hu 104), chordiga, ordiga con
ordica; en Jaca (Hu 107), espícol en el segundo informante y espliego,
espígol en el primero), parece que es evidente y la victoria del español
de Aragón sobre el belsetano, también parece inevitable.
Los términos cuya isoglosa abarca una zona mayor son fornica,
frato (fratar), espata, xordica, esplico, chinipro, abetullo, mallata,
verruca, ripazo, ferrata y naricoso, en total, doce, de los cuales tan
sólo espata, abetullo y mallata no se recogieron en Bielsa por ser
voces propias del pirenaico occidental de ambas vertientes. En su
lugar, Bielsa registra tres términos de localización oriental: tiniella,
albar y pleta, comunes al catalán o de esa procedencia, ya que Bielsa,
por su situación rayana del ribagorzano, recibe numerosas influencias
de las hablas orientales que se desconocen en las hablas de los valles
aragoneses del occidente (vid. mapas núms. VI, X, XI).
Estos doce términos, junto a los diecinueve ya mencionados
—no voy a considerar micolas y miqueta por las razones ya aducidas—,
forman un total de treinta y uno de origen latino, distribuidos
en los puntos que menciono en la siguiente relación:
punto
Bielsa (Hu 200)
términos
ixato, ixata, latre, latrero, prato, baranato,
entrata, pallata, bocata, crapetas, ixucase, ce-
rrato, -ato, -ito, fornica, frato, ixordica, es-
plico, chinipro, ripazo, vorruca, ferrata, na-
ricoso.
número
AFA-XLI 53
22

PILAR CARRASCO CANTOS
punto términos número
Fanlo (Hu 203) forato, forrata, mallata, fornica, mordica.
5
Lasieso (Hu 110) forato, chinepro, mallata, ripazo, espata.
5
Sallent (Hu 100) forat, chinepro,
chordica.
mallata, abitocha, 5
Echo (Hu 102) abetuna, ripa, espata. 3
Jaca (Hu 107) ripazo, espata, espícol. 3
Agüero (Hu 112) chinipro, verruca, forato. 3
Bailo (Hu 108) ripazo, espata. 2
Yebra (Hu 109) ripazo, espata. 2
Bolea (Hu 300) sinepro, mallata. 2
Sos del Rey C. (Z 100) chinepro, espata. 2
Salvatierra (Z 200) abetullo, espata. 2
Benasque (Hu 201) naricoso, chinepro. 2
Ansó (Hu 101) espata, verruca. 2
Laguarta (Hu 111) forato, verruca. 2
Canfranc (Hu 103) espata, espícol. 2
Aragüés (Hu 104) espata, ordica. 2
Broto (Hu 106) ferrata. 1
Berdún (Hu 105) espata. 1
Angüés (Hu 302) mallata. 1
Puebla de C. (Hu 403) ripazo. 1
Uncastillo (Z 101) chinipro. 1
Aínsa (Hu 206) boqueras. 1
Robres (Hu 305) mallata. 1
Lecároz (Na 200) ezpata. 1
Egozcue (Na 202) ezpata. 1
Navascués (Na 401) betullo. 1
Javier (Na 403) espata. 1
La isoglosa pasaría por Bielsa, Benasque, Aínsa, Puebla de Castro,
Angüés, Robres, Agüero, Uncastillo, Sos del Rey Católico, Javier,
Navascués, Echo, Canfranc, Sallent y Broto. En el interior de
esta zona hay que exceptuar Gistaín, Laspuña y Huesca, en las que
no se documenta ningún caso de conservación de consonantes oclusivas
sordas en voces de origen latino. No obstante, la mayor parte
de los puntos mencionados por los que pasa dicha línea imaginaria,
salvo los más septentrionales, Bielsa y Sallent, presenta una o dos
manifestaciones del fenómeno.
54 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
A juzgar por estos datos, la zona de máxima vitalidad de este
rasgo fónico tuvo que ser la comarca de Sobrarbe, situada entre los
ríos Ara (afluente del Cinca) y Cinca; dentro de la cual, Fanlo aún
conserva restos de su antigua vitalidad; mientras que el foco más
activo está hoy representado por Bielsa, en el extremo nordoriental
de la zona. Al oriente de Bielsa, sólo se registran dos casos en Benasque
(Alta Ribagorza). Los resultados conservadores de la consonante
sorda van disminuyendo conforme se avanza hacia el poniente
del dominio aragonés: en el inmediato Valle de Tena, en el curso
del río Gállego, hay restos léxicos en Sallent de Gállego, Lasieso,
Agüero y Yebra de Basa; asimismo en los valles de Canfranc, Jaca,
Echo, Aragüés, Ansó y Berdún. También de forma esporádica se
recoge el fenómeno en diversos puntos al sur de Jaca: Bailo, Bolea,
Angüés, Robres; al norte de Zaragoza: Sos del Rey Católico, Salvatierra
de Esca, Uncastillo, y al oriente de Navarra: Javier y Navascués,
así como en dos puntos aislados al norte de esta misma región:
Egozcue y Lecároz.
Por lo tanto, la máxima vitalidad y la mayor amplitud del fenómeno
aparecen hoy reducidas al punto de Bielsa, siguiéndole a
distancia dos municipios situados en el curso del río Gállego: Sallent,
que debió de recibir bastantes influencias de las hablas vecinas de la
otra vertiente pirenaica, y Lasieso. El resto de los puntos registran
el fenómeno en un estado de total lexicalización y en ellos la permanencia
de la consonante sorda ha de estar apoyada en la mayor
vitalidad de los términos en la vertiente contigua, en el hecho de
pertenecer muchos de ellos al más antiguo fondo pirenaico, o por
estar muy enraizados en el dominio altoaragonés 94
.
Distribución distinta presentan las bases léxicas que he clasificado
de origen prerromano o de etimología incierta y con conservación
de la consonante oclusiva sorda. En este caso, son los valles
más occidentales los que conservan con más intensidad el fenómeno,
en tanto que éste irá decreciendo conforme nos acercamos a la región
de Sobrarbe.
El Aragón Veral y Subordán (Ansó, Echo, Jaca) forman parte
de esta zona en cuyo norte inmediato se encuentran los Valles de
94. La variedad dialectal ha desaparecido ya, a juicio de Enguita, de Canfranc, Jaca y Broto
(J. M. a
Enguita Utrilla, «Geografía lingüística de F- inicial en las hablas altoaragonesas», Argensola,
XXIV (1982), pp. 81-112, p. 101). De acuerdo con los resultados de este trabajo, la conservación de la
f- en aragonés tiene más vitalidad que el rasgo ahora comentado; vid. figura 6, p. 109.
AFA-XLI 55

PILAR CARRASCO CANTOS
Aspe y Barétous, máximos representantes del fenómeno en la zona
bearnesa; por el sur de Huesca, Agüero y Bolea son los que registran
la máxima frecuencia. A partir de esta zona, los casos van disminuyendo
tanto hacia oriente como en dirección contraria; por occidente,
se descubren restos en el norte de Zaragoza y oriente de Navarra:
punto términos número
Agüero (Hu 112) ixarticar, quileta, amelca, lacarrón, allaca,
allacar.
6
Bailo (Hu 108) exarticar, cleta, melca, lacarrón,
xico.ca-
5
Bolea (Hu 300) xarticar, cleta, caxico, aliaca, aliacar. 5
Berdún (Hu 105) cleta, mielca, cajico, lacarrón. 4
Ardisa (Z 202) xartiquiar, quileta, cajico, lacarrón. 4
Echo (Hu 102) charticar, casico, cleta, gurumaca. 4
Jaca (Hu 107) charticar, cleta, mielca, cajico. 4
Aragüés (Hu 104) xarticar, cleta, mielca, cajico. 4
Yebra (Hu 109) xarticar, cleta, cajico. 3
Las Pedrosas (Z 400) cleta, mielca, cajico. 3
Canfranc (Hu 103) xarticar, cleta, mielca. 3
Almudévar (Hu 303) cajico, almerca, cleta. 3
Ansó (Hu 101) cleta, mielca. 2
Angüés (Hu 302) cleta, cajico. 2
Sallent (Hu 100) xarticar, cajico. 2
Laguarta (Hu 111) xarticar, cleta. 2
Bielsa (Hu 200) isarticar, caixico. 2
Lasieso (Hu 110) xarticar, cleta. 2
Biel (Z 201) queleta, amelquia. 2
Salvatierra (Z 200) queleta, mielca. 2
Sos (Z 100) queleta, melca. 2
Ejea (Z 300) cleta, almerca. 2
Uncastillo (Z 101) amerca, acarrón. 2
Robres (Hu 305) cajico, cleta. 2
Fanlo (Hu 302) xarticar. 1
Huesca (Hu 301) cajico. 1
Pallaruelo (Hu 500) cleta. 1
Alagón (Z 303) melca. 1
Osera (Z 600) melca. 1
Bujaraloz (Z 601) mielca. 1
Javier (Na 403) cleta. 1
Roncal (Na 206) queleta. 1
Ochagavía (Na 205)
etc.
mielca. 1
56 AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
El área es mucho más compacta y amplia que la anterior; comprende
la mitad occidental de la provincia de Huesca, desde Bielsa
a Pallaruelo de Monegros, pasando por Fanlo, Yebra, Laguarta y
Angüés; mitad norte de la de Zaragoza, desde Bujaraloz y Osera a
Alagón y Mallén; a partir de aquí, la isoglosa asciende por el límite
administrativo entre Zaragoza y Navarra hasta Sos del Rey Católico,
por donde penetra en cuatro puntos situados en la franja oriental
de Navarra. La mayor parte de estos puntos límite presentan uno o
dos casos de este resultado.
Hasta aquí, el estado actual de un fenómeno antiguo, según los
datos que ofrece la más reciente investigación de conjunto sobre el
terreno, el ALEANR. Complemento histórico-estructural de esta investigación
será el estudio del fenómeno de la sonorización consonantica
tras nasal o líquida, paralelo del que aquí se ha tratado;
rasgo no exclusivo del pirenaico, sino también propio del riojano
como, a través de la toponimia y del vocabulario riojano actual, ha
puesto de manifiesto González Ollé 95
.
95. F. González Ollé, «La sonorización de las consonantes sordas tras sonante en La Rioja. A
propósito del elemento vasco en las Glosas Emilianenses», Cuadernos de Investigación Filológica, IV
(1978), pp. 113-121.
AFA-XLI
57

58
PILAR CARRASCO CANTOS
Lámina n.º 3. A L E A N R Mapa n.º 3.
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
AFA-XLI
I. Áreas e isoglosas establecidas por J. Saroïhandy.
59

60
PILAR CARRASCO CANTOS
II. Zona explorada por W. D. Elcock.
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
III. Conservación de la consonante sorda en los participios de pasado, según
W. D. Elcock.
AFA-XLI .61

62
PILAR CARRASCO CANTOS
IV. HORMIGA (m. 427, 428, 429).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
V. a) Mapa n.º 6 de W. D. Elcock.
AFA-XLI 63

64
PILAR CARRASCO CANTOS
V. b) AGUJERO, HOYO (m. 41, 89, 607, 747, 1025, 1400, 1435).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
AFA-XLI
VI. TELERA (m. 141).
65

66
PILAR CARRASCO CANTOS
VII. a) Mapa n.º 19 de W. D. Elcock.
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
VII. b) ORTIGA (m. 278).
AFA-XLI 67

68
PILAR CARRASCO CANTOS
VIII. ESPLIEGO (m. 292).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
AFA-XLI
IX. ENEBRO (m. 290).
69

70
PILAR CARRASCO CANTOS
X. ABEDUL (lám. 470).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
XI. MAJADA (m. 589).
AFA-XLI 71

72
PILAR CARRASCO CANTOS
XII. a) Mapa n.º 22 de W.D. Elcock.
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
XII. b) VERRUGA (m. 1003)
AFA-XLl 73

74
PILAR CARRASCO CANTOS
XIII. RIBAZO (m. 1351).
AFA-XLl

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
XIV. HERRADA (m. 638).
AFA-XLI 75

76
PILAR CARRASCO CANTOS
XV. GANGOSO (m. 1006).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
XVI. COGOLLO (m. 319).
AFA-XLI 77

78
PILAR CARRASCO CANTOS
XVII. COGUJADA (m. 453).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
AFA-XLI
XVIII. OMBLIGO (m. 969).
79

80
PILAR CARRASCO CANTOS
XIX. ROZAR, ROTURAR, DESCUAJAR (m. 13, 16, 17).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
XX. a) Mapa n.º 10 de W. D. Elcock.
AFA-XLI 81

82
PILAR CARRASCO CANTOS
XX. b) CANCILLA (m. 26).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
XXI. AMELGA (m. 38).
AFA-XLI 83

84
PILAR CARRASCO CANTOS
XXII. ROBLE, QUEJIGO (m. 292, 293).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
AFA-XLI
XXIII. AULAGA, AULAGAR (m. 294, 295).
85

86
PILAR CARRASCO CANTOS
XXIV. PESCUÑO (m. 142).
AFA-XLI

ÁREA ACTUAL DEL MANTENIMIENTO DE LAS CONSONANTES OCLUSIVAS
XXV. CONSERVACIÓN DE OCLUSIVAS SORDAS EN VOCES DE ORI­
GEN LATINO.
AFA-XLI
87

PILAR CARRASCO CANTOS
XXVI. CONSERVACIÓN DE OCLUSIVAS SORDAS EN VOCES DE ORI­
GEN PRERROMANO O INCIERTO.
88
AFA-XLI