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Potro sin freno se lanzó mi instinto,<br />
mi juventud montó potro sin freno,<br />
iba embriagada y con puñal al cinto,<br />
si no cayó, fue porque Dios es bueno.<br />
Rubén Darío
Roberto Attias
Los niños de otoño<br />
Para Claudia<br />
Génesis<br />
Regreso nocturno<br />
Haití en las penurias<br />
Soberana y ávida<br />
Tiempo de dudas<br />
Irene<br />
Ayer<br />
Epitafio a un pescador solitario<br />
A mi muerte<br />
Nostalgia<br />
Melancolía de Juan<br />
Ocaso de un sembrador<br />
Elegía a la muerte<br />
Alma<br />
Ciudad desnuda<br />
Desencuentro<br />
Amanecer<br />
A la memoria de Juan Pablo II<br />
Esperanza<br />
Te nombro luz de primavera<br />
Hacia el silencioso olvido<br />
Desamor en abril<br />
Celos
LOS NIÑOS DE OTOÑO<br />
Te traeré todos los otoños<br />
Bandejas repletas de hojas amarillas,<br />
una sonrisa empapada de vientos,<br />
una amapola blanca,<br />
una canción de cuna<br />
y un pájaro herido de lluvias nocturnas.<br />
Traeré todos los otoños<br />
cálidas campanas hechas en verano,<br />
un gran árbol maduro con sus hojas tristes,<br />
una docena de peces,<br />
una canasta de panes<br />
y una acuarela de vinos.<br />
Tú reirás todos los otoños<br />
y todos los otoños vendrán nuevos niños,<br />
todas las primaveras correrán mariposas<br />
y todas las estaciones las dirán con sonrisas.
Te traeré flores los otoños<br />
y tú arreglaras los cuartos pequeñitos,<br />
con una leve melodía de Strauss en las ventanas,<br />
en una casa pequeña con ventanas al río.<br />
Con lo que reiremos los meses de otoños<br />
calaras los inviernos como flechas de fuego<br />
y traeré nuevas rosas de pétalos tristes<br />
y tristemente los niños esperaran golondrinas.<br />
Te traeré todo los otoños<br />
un manto de estrellas con nubes y soles<br />
tu me regalaras un cometa de besos<br />
y en una nave de ensueños pasaremos la noche.<br />
Te amare todos los otoños.<br />
Espérame,<br />
hoy te llevare flores,<br />
este es un otoño tan nuestro<br />
tan lleno de hojas amarillas<br />
tan lleno de soledad y de silencios.<br />
Bailaran en la noche con sones de armónicas<br />
sonrisas y lagrimas,<br />
porque ya es otoño y faltaran los niños.-
Este poema lo escribí en 1978 para María Elsa, mi<br />
esposa.
Para Claudia<br />
En todo tiempo especial<br />
ella se cobija<br />
con el sublime néctar<br />
que flota en la mañana,<br />
sublime de esencias<br />
y de ternura viva,<br />
como copas rebosantes<br />
de lirios y esmeraldas,<br />
libre de enconos,<br />
hecha de luces<br />
y ráfagas de fuego,<br />
el espíritu de mi amiga, ama.<br />
Desdeña en todo tiempo<br />
la venal traición furtiva de la<br />
sangre,<br />
los recuerdos confusos<br />
desde la inasible<br />
anatema de su cuna triste;<br />
aquellos presurosos murmullos complacientes,<br />
manos ajenas y promesas relegadas.
Su ternura deja huellas en sus afectos,<br />
su garbo desaira las charlas falaces,<br />
atesora la vida y la música mundana.<br />
En noches lóbregas,<br />
muda al destino,<br />
el silencio liba en su camino<br />
el sollozo de penas doradas,<br />
cuando <strong>año</strong>ra su hombre<br />
ahíto de distancias.<br />
Anhela en la penumbra<br />
los besos de su amado<br />
ángeles sutiles,<br />
suspiros melosos<br />
y palabras diáfanas.
GENESIS<br />
Sinuosos caminos de hojas vacías<br />
atraen inagotables creaciones,<br />
vivaces, enérgicas, audaces<br />
que emergen, me abrazan o me esquivan.<br />
¿Sabrá de signos la mano que conduce la pluma,<br />
o el papel, donde se ocultan las palabras.<br />
O son las notas que ruedan por mis labios,<br />
que al compás de las letras,<br />
que atentas, alertas, discretas,<br />
vigilan mis rimas y sacuden mi alma?<br />
Las figuras,<br />
como aves multicolores anidan en mi mente,<br />
audaces, lúgubres, doradas, todas amenas.<br />
Difícil el camino, bosques y fuego,<br />
en mi la lucidez y la memoria,<br />
desde mi soledad y mas cruda tristeza<br />
donde nacen amores, odios y esperanzas,<br />
emergen la luz, los paisajes , los besos.<br />
Tu como yo somos el todo y la nada,<br />
soy el horno donde se cuecen los manjares misteriosos,
que formaran nuevos poemas, nuevas historias<br />
plasmadas con las delgadez de la tinta,<br />
y tu eres mi musa inspiradora<br />
de letras unidas en jóvenes versos y prosas.
REGRESO NOCTUNO<br />
El albor como girones de viento oscuro<br />
huye de las luces voraces de blancura ígnea,<br />
entre la agreste geografía<br />
y las hierbas dormidas<br />
se agazapan en este tiempo húmedo de recuerdos.<br />
Caminos inquebrantables,<br />
arañados por la luz perversa de los faroles<br />
y el zumbido mortal de los neumáticos<br />
como bestias perversas<br />
que devoran el silencio inocente..<br />
El susurro del motor quiebra<br />
el sueño impetuoso de los senderos.<br />
Allá voy ensamblado entre hierros moldeados,<br />
cómodo ente sobrios cojines y ruedas veloces<br />
hacia delante con el ímpetu de la voluntad inagotable,<br />
indómito , bestial,<br />
en pos del hogar en el norte lejano.<br />
Mis emociones de anhelos y lejanías me confunden,<br />
deseo llegar a destino y no llegar nunca.<br />
Detener este momento en el tiempo, en la memoria,
ecordar y olvidar.<br />
Solo en mis cavilaciones,<br />
mientras observo tras el vidrio<br />
la inasible luz que busca el destino<br />
a tientas en la noche lóbrega y profunda.-
HAITÍ EN LAS PREMURAS<br />
Tú más que yo,<br />
habitas zonas anegadizas y deprimentes<br />
en los límites lúgubres de la indigencia.<br />
Distante estoy, de tu tierra pedregosa<br />
de acantilados rugientes<br />
rodeada de mar y de la América verde.<br />
Ambos tuvimos nuestros orígenes<br />
más allá de las grandes aguas profundas,<br />
ellos arribaron por la fuerza de alguna fuerza,<br />
algunos prisioneros de los hombres,<br />
otros del hambre,<br />
todos del miedo.<br />
Por eso admito similitud en los anhelos,<br />
los mendrugos en tu mesa saben como en la mía<br />
a veces sabrosos y otros con penas.<br />
Pero me extasía<br />
el empeño con el que resistes las penurias,<br />
no del coraje respaldado por las armas,<br />
solo del sano orgullo que proteges a tus hijos
aun cuando carezcas de pan para sus ansias.<br />
Por eso hijo de Haití en la isla de ensueños,<br />
Mi dolor es el tuyo, pero más suave,<br />
tu angustia es la mía, pero más cruenta.-
SOBERANA Y AVIDA<br />
En esta tierra fastuosa y hambrienta<br />
con planicies henchidas<br />
de simientes y harapos<br />
desde la triste soledad<br />
y la indigencia<br />
transita sin esperanzas<br />
hacia el ocaso.<br />
Por pasajes escabrosos<br />
y arboladas en fuego,<br />
provista esta de la dispensable existencia<br />
que otrora sembraron<br />
de negación y silencios,<br />
inclina su esperanza a la pobreza<br />
y se cobija de tempestades y de sueños.<br />
En esta sociedad omnímoda y ausente<br />
que arrebata los mendrugos<br />
de los desesperados,<br />
quienes proclama su tesón<br />
y su prez sin displicencia<br />
en postes, en remeras
y en viejas paredes<br />
con gloriosas leyendas<br />
n pancartas entintadas.<br />
Por dos siglo de luchas,<br />
de delitos flagrantes y miserias,<br />
recorre un abismo<br />
de violencias y olvidos<br />
que nos conduce con andar seguro,<br />
hacia el fin perentorio<br />
que todo lo empareja.
TIEMPO DE DUDAS<br />
Puedo aseverar<br />
que agonizo por la pasión que en mi provocas<br />
más allá de la comprensión mundana de la palabra,<br />
y por sobre la fría conjugación del verbo.<br />
Repetir tu nombre<br />
es despertar los sueños mas avezados.<br />
ligo tu sonrisa a mis anhelos,<br />
con las que cubro mi alma de dulces lisonjas,<br />
que manipulan mis sentidos<br />
hasta devorar las lóbregas horas.<br />
Encelado intuyo<br />
en los intrincados ajetreo de mi mente<br />
lejos como una dulce quimera,<br />
y me entristece imaginar que la prisa urbana<br />
te aleja de mí,<br />
lloro tu ausencia temblando de pasión<br />
en el sitio exacto<br />
donde se mezclarían nuestros latidos.<br />
Como un velo mortuorio<br />
la dicha me niega tu mirada cálida,
aun cuando camino solo y alienado<br />
en las aceras desiertas recreo tu presencia<br />
en las fragancias de las crisantemos,<br />
lirios y tulipanes,<br />
bañados de luces y colores en el aire tibio.<br />
¿Estas tu cuerpo como el mío<br />
latiendo al ritmo de nuestras miradas?<br />
Todos mis pasos me conducen a ti<br />
y con temor a tu desdén espero,<br />
el beso oportuno, el abrazo tierno<br />
que convertirá mis horas de zozobras<br />
al sublime éxtasis,<br />
de confirmar que moldeas mi voluntad<br />
al ritmo de tus palabras,<br />
y como corolario de todas mis dudas<br />
oír de tus labios que también me amas.
IRENE<br />
Su voz cristalina es un címbalo<br />
que arrulla a los jilgueros<br />
en la ciudad arcaica.<br />
En la bella Culiacán<br />
surcada por las aguas,<br />
la noble estirpe latina<br />
esta intacta en su alma.<br />
Tiene anhelos que habitan<br />
las oquedades del viento,<br />
las fragancias de jazmines,<br />
el tañer de las guitarras.<br />
Quererla es amar la brisa,<br />
el fragor del Orizaba,<br />
las águilas,<br />
los confines,<br />
la inasible luz del fuego,<br />
y el bálsamo meloso<br />
de tu piel mejicana.<br />
En la América ístmica
sus vergeles florecen,<br />
su esencia cobija<br />
aromas de azahares<br />
y <strong>año</strong>ras madrigales<br />
en los atardeceres.<br />
Está dedicada a mi amiga virtual<br />
Gladis Irene López Aispuro<br />
de CULIACAN -SINALOA - MEXICO.
AYER<br />
Por aquel segundo valore la vida<br />
de un tiempo compuesto de candor ufano,<br />
céfiros celestes,<br />
oquedades vacías<br />
y diademas furtivas de veranos.<br />
Con ese breve hastío de lágrimas sutiles,<br />
poblaron los días, los amaneceres<br />
y de la cima a la sima los secretos tenues.<br />
Rielaba la lluvia sobre la maleza<br />
al hallar en la brisa,<br />
entre las hojas y las briznas, mis anhelos.<br />
El parque esta mustio,<br />
<strong>año</strong>ra tu risa de ave y tu pelo suelto.<br />
Desde la memoria tus pasos pequeños<br />
siguen sin descanso el sendero audaz,<br />
las luces brillantes,<br />
las palabras diáfanas,<br />
las sombras de cielo.<br />
Solo la nostalgia al buscar tu aroma
me guió hasta el fuego<br />
y allí entre las ramas de un árbol vetusto,<br />
encontré la marca que dejo tu nombre<br />
en aquel otoño más frío y más triste,<br />
al fugar de un verso.
EPITAFIO A UN PESCADOR SOLITARIO<br />
Tú que recogías agallas y escamas<br />
entre compases de espumas<br />
y remansos dormidos,<br />
y en la boca salvaje de los peces<br />
anclaste tu idioma<br />
con magros anzuelos<br />
y carnada rancia.<br />
Tu que bebiste el néctar amargo del roció,<br />
y el sol dejo cobrizo<br />
tus hombros y tus brazos,<br />
y tus ojos ,<br />
de tanto espejar el río,<br />
se volvieron fríos,<br />
escurridizos y dorado.<br />
Fue formando grumos<br />
la playa en la noche<br />
y los fijo en tu rostro
con forma de pájaros.<br />
Una noche calma musito una estrella<br />
con cuentos de hogueras,<br />
de redes,<br />
de playas,<br />
y tu alma cansada<br />
de anclarse en la orilla<br />
buscando un cardume<br />
se quedo mojada.<br />
Tus pálidos dedos de arena y barro,<br />
arañando el agua,<br />
hallaron el alba.-
OLVIDO<br />
(A mi muerte)<br />
Quizás,<br />
cuando no talle tu nombre en las barrancas<br />
una lluvia de palomas<br />
te llevara en contorno<br />
de mi risa en el viento,<br />
pero no emigrare como los pájaros,<br />
aun cuando mis pasos<br />
se embriaguen de silencios,<br />
cuando mi sombra se funda<br />
con la sombra de la tierra,<br />
esa noche en el roció<br />
sabrás que me he convertido<br />
en un lánguido recuerdo.<br />
Desde la luz de tu mirada<br />
estaré observándote,<br />
cuando mi nombre fugue<br />
del martillo a la lapida,<br />
cuando la lluvia y el mármol
lo disuelvan en el aire<br />
y ya no lo recuerden<br />
mis espacios ni tus manos,<br />
es allí cuando habré muerto,<br />
aunque haga mucho tiempo<br />
que no se escuchen mis pasos.<br />
Por última vez posare mis labios en tu piel<br />
simplemente como un pensamiento,<br />
porque ya no estaré allí,<br />
no estaré aquí,<br />
ni estaré.-<br />
-<br />
.
NOSTALGIA<br />
Tú que hallaste veleros en los pájaros,<br />
en reb<strong>año</strong>s de nubes<br />
divisaste estrofas dormidas<br />
y en las lagunas distraídos cometas,<br />
modelaste las estrellas<br />
dando formas de aves,<br />
de sus plumas nacieron hogueras<br />
y bebiste el cansancio<br />
al compás del humo.<br />
Como mil abejas en pesado vuelo<br />
las ciudades bebieron<br />
el néctar de tus labios<br />
en melodías de cuerdas,<br />
esas melodías grises<br />
se enredaron en tu alma,<br />
destrozando memorias,<br />
palideciendo la tierra,<br />
dejándote entre brumas<br />
y hojas amarillas,<br />
flotando entre sueños
de guitarras ausentes.<br />
A ti que te gustaba la luz<br />
y la música<br />
estas solo en la noche<br />
en un mullido silencio,<br />
tu que formabas canciones<br />
de frases olvidadas,<br />
olvidaste de armar una vida<br />
de silencios, tumbas y ausencias.<br />
-
MELANCOLIA DE JUAN<br />
Lo sorprendió la tarde<br />
iluminada y mágica,<br />
entre la brisa y el río<br />
con murmullos de remos<br />
te sorprendieron los <strong>año</strong>s,<br />
las arrugas de tu rostro,<br />
el cansancio,<br />
y el cansancio de las redes.<br />
Se sorprendieron las aves<br />
entre aleteos de seda,<br />
verte tan triste y callado<br />
mirando el agua sin verla,<br />
igual sintieron los peces<br />
extrañando tu presencia;<br />
toda la costa esta triste,<br />
ya no se oye tu canto<br />
suave murmullo de tu alma<br />
suspirando en la maleza,<br />
y el crujido de las tablas<br />
largo lamento de arena
y de esas canoas muerta.<br />
De que vivirá don Juan a<br />
l que llamaran ‘proeza’,<br />
el tiempo llevo sus <strong>año</strong>s<br />
ya no le quedan fuerzas,<br />
su vida fue un manantial<br />
que se seco entre las piedras,<br />
esta cansado,<br />
esta solo,<br />
su futuro es de nostalgias,<br />
de desazón,<br />
de tristeza,<br />
lo sorprendió la miseria,<br />
mira hacia el cielo implorando<br />
y abraza fuerte esa Biblia,<br />
que nunca supo leerla.-
OCASO DE UN SEMBRADOR<br />
Por tus manos tan cansadas<br />
salpicadas con inviernos,<br />
por los pasos amagados<br />
de esa tarde que no fueron,<br />
y el cansancio de semillas<br />
distraídas por el viento,<br />
por su cuerpo casi heroico,<br />
con su sonrisa celeste,<br />
a muerto de algodones,<br />
de aradas y de secas,<br />
sin nuevos amaneceres ya, y sin tiempo<br />
con ese olor acostumbrado a tierra abierta.<br />
Su corazón seco de brotes<br />
y de nostalgias,<br />
dejo caer en el surco,<br />
el último sueño de la cosecha temprana.-
ELEGIA A LA MUERTE<br />
Te movías tan silenciosamente<br />
que solo sentí crujir<br />
tu silla de pájaros,<br />
y me hirieron tus ojos de neblina<br />
como una lanza de hielo en el alma.<br />
Solos en la noche<br />
tu elevaste las manos<br />
como un racimo de claveles asustados,<br />
y en un magistral golpe de estrellas,<br />
danzaron dos gritos, farolas y charcos.<br />
Los vistes medirse<br />
con miedos las manos<br />
teñidas de celos, licores y barro,<br />
anhelan sus ojos la pelea y la sangre.<br />
La noche esta fría,<br />
cantan los puñales,<br />
melodías de acero, de luz y de muerte.
ALMA.<br />
Herida esta de soledades y abandonos<br />
en la bruma gris de una madrugada fría,<br />
se agazapa, gime y murmura en su letargo<br />
se mece en la hierva y se moja de rocío.<br />
Abandona el triste cuerpo del anciano,<br />
se escurre por arroyos vacíos de pasiones<br />
donde cree que es pez plateado por la luna.<br />
El alma también es paloma y alegría,<br />
que ríe inocente con los niños y las flores,<br />
es un venado alerta en la planicie<br />
y un cometa solitario con la aurora.<br />
El cuerpo duerme en la calidez del lecho,<br />
feliz flota entre sueños de bonanzas,<br />
sus <strong>año</strong>s fugan<br />
por la comisura de sus labios,<br />
olvidando sus anhelos y sus derrotas<br />
prisionero esta de su destino y calla.<br />
El viejo morirá de muerte triste<br />
y su alma joven visitara los pantanos,<br />
simulando atrapar ranas y risas,<br />
jugara con el agua y con los pájaros.
Pero esta presente en este tiempo,<br />
y siente como el cuerpo, su cansancio,<br />
del clamor silencioso de la espera<br />
la zozobra del miedo y la agonía,<br />
es memoria, es esencia y es ocaso.
CIUDAD DESNUDA<br />
Llego el otoño,<br />
la llovizna incesante,<br />
el sabor a pobreza nos acecha,<br />
de angustias se pintan los amaneceres grises.<br />
La ciudad es un promontorio callado,<br />
un páramo triste.<br />
Nuestros temores nos preceden<br />
y la seguridad viaja por senderos dudosos,<br />
días de rezos, miedos y arrebatos.<br />
Los mendigos seguros en sus indigencias<br />
ven pasar la vida en las plazas.<br />
Los ancianos deambulan tristes,<br />
muchos buscan mendrugos en los residuos.<br />
En las calles vacías no se oye el viento,<br />
pero el silencio no es quietud,<br />
son gritos ahogados de angustias<br />
por promesas olvidadas.<br />
Como muchos,<br />
me desplazo sigiloso<br />
por las aceras rotas<br />
y en la penumbra
los comercios se deslucen tras las rejas.<br />
Los móviles policiales patrullan lentamente<br />
y llevan encendidas sus luces giratorias,<br />
no atraparan a nadie,<br />
ni lo desean.<br />
Los violentos están por doquier y<br />
que llevan dolor en sus manos,<br />
y con armas,<br />
alcohol y drogas nos franquean.<br />
La tristeza es para muchos,<br />
la pena para todos,<br />
la urgencia es constante,<br />
la maldad y el robo no duermen.<br />
Hoy la caridad será esquiva,<br />
como la decencia misma.-
DESENCUENTRO<br />
Estas lejos de mi y estoy tan cerca<br />
de la suavidad de tu rostro<br />
al áspero invierno,<br />
en tu crisol de risas<br />
y miradas brillantes<br />
formas sutiles,<br />
aromas melosos,<br />
ligeros atuendos.<br />
He cruzado por sendas escabrosas<br />
recorriendo dos tercios del camino,<br />
espinas y miedos tallaron mis manos,<br />
sin anhelos heroicos ni aventuras<br />
abandono el decoro y la ignominia.<br />
Este olvido silencioso<br />
es mi morada,<br />
mi idilio la tristeza,<br />
el cansancio, la decidía,<br />
tu la luz de la luciérnaga que hirió la noche,<br />
tu la nube viajera,<br />
yo el sendero sombrío.
Quedare taciturno en tu partida,<br />
viajaras rauda por silenciosos pasajes,<br />
y al final cuando regreses<br />
de amarguras llena y de rostro frió,<br />
hallares la casa de tus metas,<br />
vacía ,<br />
melancólica y minúscula,<br />
corroída por el tiempo,<br />
solitaria, húmeda, marchita,<br />
con los muebles rotos, deslucidos,<br />
desde nuestra cama de soledad y de desdichas<br />
mi alma habrá partido.-
Amanecer<br />
Se mece el verano,<br />
mientras agoniza la tarde<br />
con sus últimas lagrimas de fuego,<br />
pues el día como un ciervo herido<br />
se recuesta sobre el horizonte<br />
y se desangra salpicando el cielo.<br />
Colchones de nubes y pájaros tristes<br />
completan este paisaje melancólico.<br />
El murmullo tan íntimo<br />
de las sombras nos cobijan,<br />
En una cálida hoguera,<br />
las miradas danzan sobre las llamas,<br />
y una brisa cargada de distantes recuerdos<br />
se posa en mi mente.<br />
La tierra descansa en su letargo.<br />
Estamos tan solos y tan tristes,<br />
como un navegante<br />
que se extravió en la tormenta.<br />
Estoy bebiéndome
las primeras gotas de roció<br />
y los últimos latidos del viento,<br />
nuestros cuerpos se funden en el ocaso,<br />
solos, acurrucados sobre la cálida hierva<br />
esperan el nuevo día.
A LA MEMORIA DE JUAN PABLO II<br />
Estoy callado y hay música en mi llanto<br />
como una gama de silencios,<br />
como una acuarela envejecida<br />
por el látigo del tiempo,<br />
y abriendo surcos de alas,<br />
de lluvias y de sueños,<br />
con el grito de las charcas y los caminos,<br />
el caminante a muerto.<br />
Hoy no ha vuelto el caminante,<br />
la tristeza<br />
es una mágica serpiente que devora,<br />
es un lago de cristal,<br />
es una llaga viva<br />
y una huella perdida que se borra.<br />
Se ha enmudecidos los ecos de tus pasos,<br />
llora tu amigo tosco y polvoriento,<br />
se ha guardado tus recuerdos<br />
en su infinita distancia,<br />
tiene un poco de tu alma
escondido en el cuerpo.<br />
Tu que saliste s amar los climas,<br />
un invierno,<br />
un otoño<br />
y la primavera voraz<br />
que abraso el verano<br />
y lo dejo caer marchito,<br />
como lagrimas de pétalos sobre tus manos.<br />
Hoy se perdió tu sombra entre las tumbas,<br />
se resignara la noche tristemente enamorada<br />
y dejara que la lluvia<br />
cuando el ocaso se duerma<br />
sienta tus manos frías y pálidas
ESPERANZA<br />
Más al norte del trópico de cáncer<br />
entre jaguares,<br />
descansan sobre la arena<br />
y bajo la escarcha<br />
los huesos de los ancianos,<br />
diáfanos y magníficos entre las olas verdes,<br />
el frío y las plumas de águilas.<br />
Fue entonces<br />
cuando la bravura ardió en furia<br />
con el aroma del rocío<br />
sobre las legendarias tumbas de piedras,<br />
aquellos cantando y gimiendo,<br />
sobre las rocas desnudas dejaron sus sueños<br />
y su sangre fuerte como ofrendas.<br />
Ahora toda América es ínfima,<br />
Tenue ante tu piel dulce y dorada<br />
entre tus manos toscas y fuertes<br />
amalgamas los <strong>año</strong>s,<br />
y compactas la tierra con tus pies audaces<br />
que de polo a polo persiguieron la vida
y conquistaron la muerte.<br />
Ahora recoge las leyendas hermosas<br />
de mazorcas, sauces y colibríes<br />
que hicieron grande a los hombres<br />
desde ártico<br />
hasta el valle agreste de los onas.<br />
Ven, peregrina conmigo por otras sendas<br />
embebidas de <strong>año</strong>ranzas<br />
y de canciones amenas,<br />
de vergeles y de ausencias.<br />
Desechemos las actitudes<br />
de las intolerancias étnicas,<br />
los grafitis ofensivos y hostiles,<br />
en un pozo insondable de la memoria<br />
prueba de nuestro pacto con la vida;<br />
Huyamos de las acciones hirientes<br />
que desgarran nuestras carnes.<br />
Lejos de todos, la estirpe floreciente<br />
anidara en mis versos opacos o brillantes,<br />
algunos burdos, otros sucios y coloridos,<br />
los últimos cansados,<br />
como los sueños de un jornalero hambriento<br />
o de un ebrio indigente desolado.
Futuro será tu nombre,<br />
tu emblema la flor del lapacho<br />
y tus vástagos<br />
tendrán nuevos rostros de esperanzas.<br />
En los tiempos venideros,<br />
licencioso estará el pasado<br />
lejano, ausente y conveniente.<br />
Sin marcar las horas,<br />
la lluvia furtiva<br />
consagrará tu obra,<br />
tu arrojo y tu arrogancia,<br />
con mágicas gotas diáfanas.<br />
Quedaran marcadas tus intenciones<br />
sobre los senderos comunes,<br />
como símbolo al equilibrio constante<br />
de este nuevo estado de gracia.<br />
Y seremos llamados el pueblo joven-viejo<br />
de los nuevos criterios.-
TE LLAMO LUZ DE PRIMAVERA<br />
Mi razón se conforta, llamo<br />
al hallar en cada tiempo<br />
el fulgor inherente de tus bellos ojos,<br />
tu sonrisa levitando<br />
entre aromas exquisitos<br />
y sabores picantes.<br />
me extasías cuando arrullas el aire<br />
con tus manos<br />
verte es percibir la magia armoniosa<br />
entre gestos y palabras.<br />
¿Quién enjuga tus desazones<br />
en el aliento mas atónito del silencio,<br />
cuando el encanto es roto por la pena<br />
y deja lugar al llanto?<br />
Como orfebre inspirado<br />
asiría tus lágrimas<br />
para engarzarlas en sueños,<br />
paciones y esmeraldas.<br />
Por eso te llamo amante
de la felicidad plena,<br />
tañer de címbalos de cristales,<br />
dueña de las alas<br />
de las mariposas azules<br />
y del gorgojar<br />
de los pájaros de plata.<br />
Verte melosamente suave<br />
en cada tiempo es mi anhelo<br />
y el fresco manantial que pule<br />
los cristales de mi alma.<br />
Podría llamarte embeleso de amor,<br />
furor de la ilusión dormida<br />
simplemente bella cautiva<br />
de mi pasión innata.<br />
Pero te nombro luz de primavera,<br />
calor del fuego eterno,<br />
grácil dama,<br />
esperanza.-
HACIA EL SILENCIOSO OLVIDO<br />
En pos de una quimera entre nubes<br />
y los verdes prados ocultos,<br />
entre breñas y raigones,<br />
por polvorientos paramos<br />
montado en mis sueños<br />
con la firmeza de mis convicción a las crines,<br />
apretujando con los talones los ijares,<br />
halla voy hacia la muerte cabalgando en el viento.<br />
hacia el silencioso olvido mi cuerpo inerte<br />
como la saeta del cazador avezado,<br />
a la tumba silenciosa, a la fosa lúgubre,<br />
siendo como soy y como muchos<br />
desprovisto de celebre linaje y<br />
de memorias de espadas sangrientas<br />
que me rescaten,<br />
ni me salvaran de la imprevisión estos versos mundanos.<br />
Toda la perfección del mundo<br />
y su ciencia me serán esquivas<br />
mas toda la inmortal visión negada<br />
y me conducirán hasta la tierra húmeda
Ser<br />
con pulcra mortaja, embebido en llantos.<br />
De aquel paso efímero mi alma tomara un rumbo incierto<br />
y seré olvido, solo olvido, e ignorado olvido,<br />
hasta que la mirada indolente<br />
del que observa en su derrotero aburrido<br />
entre las tumbas grises y halle mi epitafio.<br />
Por eso hoy iré en busca de ti<br />
por senderos escabrosos y escondrijo<br />
entre fríos senderos de cetrinas hojas,<br />
de ardiente lodo, de manantiales velados.<br />
Mi anhelo bullicioso clama por ti<br />
evocando la bruma del albor a la vera del monte<br />
y el gorjear de las aves,<br />
donde ahondaré la tierra y el viento,<br />
refugio de los pájaros.<br />
Llegare a través del verde agreste<br />
carente de silencios,<br />
con la fatiga y el aroma del cansancio.
DESAMOR EN ABRIL<br />
Quemare mi más cálida inocencia<br />
evitando que te alejes con premura,<br />
con la cálida brisa y en la levedad de la nada.<br />
Y aunque sombríos y lúgubres momento me rodean,<br />
se que las aves trinaran en la mañana.<br />
Quemare mis sueños en tus sueños<br />
y veré tus labios humeantes como brasa,<br />
como estrellas brillantes en el alba,<br />
son fútiles rubíes de cometas<br />
extrañas lagrimas de plata.<br />
Sobre islas y hojas amarillas<br />
cuales trozos de romances y de alas.<br />
Como el valiente adalid de tus promesas<br />
Domare los vientos por confusos senderos de la playa,<br />
buscando en cada roca tus recuerdos<br />
Y el aroma a jazmines de tu alma.<br />
Seré bruma como tu<br />
y lejanía,<br />
de místicos encuentros,<br />
de légamo y de piedras,<br />
de huracanes,
de espumas y de ladridos<br />
de canciones olvidadas y de cuerdas.<br />
Llego la lluvia con su tul y sus aromas<br />
escurriéndose en la verde enredadera,<br />
sobre flores del aire, nidos vacíos,<br />
parques silencios y hiervas secas.<br />
Al fin todo será olvido en el olvido,<br />
y nuestros sueños fríos en la nada<br />
flotaran juntos con la muerte a la deriva,<br />
no pudiendo ser felices entre palabras.<br />
Agoniza nuestro amor en este encuentro,<br />
ya no habrá recuerdos ni mañanas.-
CELOS<br />
Un rayo se desprende<br />
de la tormenta de amar,<br />
un rayo de celos te desgarra,<br />
la falta de amor no lo produce<br />
pero si la falta de confianza.<br />
Dormita tu mente en el silencio<br />
se apaga la luz de la esperanza<br />
se enciende la antorcha de los celos<br />
y el amor sufre y se desarma.<br />
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