Cultura tributaria e importancia de los impuestos Politécnico Santa ...

imposición es la garantía del pueblo y los servicios continuos que este ha de recibir. Son,
pues, los tributos la fuerza motriz de progreso y servicios de calidad.
Ahora, sé que estarás preguntando ¿Representado de
qué? Pago impuestos religiosamente y no me retornan nada; por lo que me responsabilizo
al responderte, ¿y la escuela, los hospitales, otros...?
Una justa distribución de la riqueza comienza por una justa y equitativa distribución de
tributos., aunque sé que te frustra un poco.
Todos los dominicanos de una u otra manera pagamos impuestos, caso del ITBIS (IVA), ya
que este grava productos y servicios, pero al mismo tiempo somos beneficiarios de las
deducciones que el Estado hace en el sostenimiento del aparato del mismo Estado.
Se justifica la alta tasa en el pago impositivo y su justa distribución en el crecimiento del
Estado. Caso en el que podemos citar de nuevo a Roma ya que una causa conocida por la
cual se deslínea su caída fue la eliminación de impuestos y la evasión fiscal. Estudiemos
posteriori el caso México. Entonces diremos con axiológica certeza “quien cumple tiene
todo el derecho a exigir”
Como señalamos anteriormente, y, podemos decir, desde el inicio de la vida social
organizada, el pago impositivo ha sido y seguirá siendo la fuente primordial, cuando no
única, para la supervivencia del Estado.
Los grupos tribales pagaron, los grupos precolombinos pagaron, los pueblos bárbaros,
desorganizados y guerreros pagaron; la sociedad moderna actual debe pagar también ,pero no solo
pagar, sino además exigir la justa y moral distribución de estos bienes financieros puestos en las
manos de nuestros representantes, elegidos por nosotros para administrar el aparato del Estado
Tributar nos permite, en conclusión, la oportunidad a elegir y ser elegidos, a ser representados
legalmente por los ciudadanos que nosotros creemos los más idóneos para dirigir u organizar el
Estado.
Pagar impuesto declara la altura de nuestra ciudadanía, la calidad de
nuestros reclamos, la valoración emotiva del amor patrio y el
conocimiento pleno que tenemos de nuestras responsabilidades de
hacer cada día el Estado más funcional, más humano, más próspero.
No podemos justificar la evasión con el absurdo pretexto de que
nuestros representantes son corruptos y malversan estos fondos, ya