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Las Actitudes Cristianas - Megapagina Pentecostales del Nombre

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nos enseña que no debemos murmurar y quejarnos, especialmente en contra <strong>del</strong><br />

hombre de Dios. Pablo aprendió “a contentarme, cualquiera que sea mi situación”<br />

(Filipenses 4:11). Si usted siente que está siendo maltratado, el murmurar y el<br />

quejarse no son la solución al problema. La respuesta se haya en orar y en hablar<br />

directamente con la persona que está creando la situación. La venganza pertenece<br />

a Dios. Debemos dejar que Él busque la venganza cuando sea necesaria (Romanos<br />

12:19). Un ejemplo excelente de la actitud correcta se halla en la relación que<br />

David tenía para con Saúl.<br />

Ciertamente Saúl le hizo mal a David, hasta el punto de tratar de matarle. Saúl<br />

había pecado hasta que Dios le rechazó, y Samuel ya había ungido a David para<br />

ser el próximo rey. Pero, en dos ocasiones, David rehusó matar a Saúl cuando él<br />

tuvo la oportunidad de hacerlo. Mientras Saúl era rey, David no quiso hacerle<br />

daño. David esperaba hasta que Dios le sacó a Saúl. ¿Se ve a usted mismo<br />

murmurando o quejándose? Aprenda a contentarse. Aprenda a orar. Aprenda a<br />

discutir las cosas con una actitud correcta, si es que la situación requiera una<br />

discusión. No hable acerca de las cosas con alguien si no va a sacar ningún<br />

provecho, si va a inflamar la situación, o si usted no puede hablar con un espíritu<br />

humilde, apacible y clemente. Quejarse es contagioso. También es una<br />

contradicción de la Palabra <strong>del</strong> Señor.<br />

Los entremetidos. Puesto que hemos hablado acerca de las actitudes hacia<br />

nuestros líderes espirituales, debemos hablar acerca de las actitudes hacia<br />

nuestros prójimos, especialmente nuestros hermanos cristianos. Un entremetido es<br />

alguien que tiene mucho interés en los asuntos personales de otros, uno que se<br />

entremete en los asuntos de otros, una persona que está ocupada con materias<br />

que no les deben interesar. I Pedro 4:15 nos dice que no debemos sufrir “por<br />

entremeterse en lo ajeno.” Pablo también advierte en contra de los entremetidos<br />

(II Tesalonicenses 3:11, I Timoteo 5:13). Según Proverbios 20:3, un entremetido<br />

es un insensato. Algunos pretenden saber un poco acerca de los asuntos de todos

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