boda real - espana - dr. marcovecchio - cidec
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España. Boda Real.<br />
(Publicado en la “Revista Internacional de Ceremonial”)<br />
PREPARATIVOS DE LA BODA.<br />
Información enviada y publicada con autorización de<br />
la AGENCIA EFE. - Compilada y sistematizada por<br />
el Dr. Héctor A. Marcovecchio. Abogado. Director<br />
General de Audiencias de la Presidencia de la<br />
Nación, ex Director General Adjunto de Ceremonial<br />
de la Presidencia de la Nación.<br />
La Boda Real del Príncipe de Asturias con Doña Leticia Ortiz ha sido, sin lugar a<br />
dudas, el acontecimiento de mayor importancia en muchos años en España.<br />
Las calles céntricas de la capital fueron ornamentadas con más de seis mil banderas<br />
y un millón de flores que trataron de rememorar, según su diseñador, un atardecer de<br />
primavera de Ma<strong>dr</strong>id con sus colores blanco, rosa, plata y amarillo.<br />
La familia Real y en especial Don Felipe y Doña Leticia han colaborado en los detalles<br />
del ajustado Ceremonial y el Protocolo que ordenaron cada uno de los precisos pasos<br />
que se siguieron y se sometieron con paciencia a los ensayos de actos tan<br />
importantes como la ceremonia religiosa y la ofrenda a la Virgen de Atocha.<br />
La comitiva arrancó poco antes de la once de la mañana en la puerta principal del<br />
Palacio Real, para recorrer sobre una alfombra granate de 200 metros el camino recto<br />
que conduce al pórtico de la Cate<strong>dr</strong>al.<br />
El cortejo estuvo compuesto de dos grupos, el primero de ellos era el de la familia<br />
Real, que cerraba el Rey, ofreciendo su brazo a su hermana la Infanta Pilar, la Reina,<br />
del brazo de su hijo, el Principe de Asturias, después, Doña Leticia, del brazo de su<br />
pa<strong>dr</strong>e y pa<strong>dr</strong>ino, Jesús Ortiz. La novia llevó dos damas de honor y estuvo precedida<br />
por los cinco nietos de los Reyes, una de sus sobrinas y una nieta del infante Don<br />
Carlos como pajes.<br />
El recorrido del Patio de la Armería estuvo cubierto por lanceros a pie de la Guardia<br />
Real y el cortejo, escoltado por sus Alabarderos, un Cuerpo creado en 1504 por<br />
Fernando el Católico y que desde entonces, ha acompañado y protegido siempre a los<br />
Reyes de España.<br />
El Palacio Real, uno de los más bellos de Europa, estuvo especialmente hermoso ese<br />
día, por fuera engalanado con los reposteros con los escudos de las 17 Comunidades<br />
Autónomas, y de las 52 provincias y ciudades autónomas, y en su interior con sus<br />
tesoros artísticos luciendo en todo su esplendor.<br />
La Cate<strong>dr</strong>al se vió apoyada en su ornamentación por 18 grandes tapices de los siglos<br />
XVI y XVII presididos por el monumental paño dedicado a “La Fe”, encargado por<br />
Carlos V cuando recibió la dignidad de Emperador.
En el templo neogótico, primero y en el Palacio Real se concentraron los cerca de<br />
1700 invitados a la Boda, entre ellos representantes de una treintena de Casas Reales<br />
y Jefes de Estado y de Gobierno y representantes de 40 países.<br />
A lo largo del recorrido que más tarde hicieron hasta la Basílica de Nuestra Señora de<br />
Atocha, las calles de Ma<strong>dr</strong>id estuvieron repletas de público.<br />
Pero ante tanta alegría España habló también de uno de sus días más tristes: el del<br />
atentado terrorista y cuando la comitiva pasó frente a la estación de Atocha, se vieron<br />
plantados los 192 árboles que rindieron homenaje a cada una de las víctimas mortales<br />
de aquel día.<br />
Estas víctimas también fueron recordadas ante la Virgen de Atocha, en donde tras<br />
depositar Doña Leticia su ramo de novia, rezaron una oración en su memoria.<br />
Los Príncipes de Asturias <strong>real</strong>izaron su recorrido a bordo de un Rolls Royce<br />
descapotable, cubierto su asiento trasero por una capota transparente y blindada. El<br />
coche extra escoltado por batidores y coraceros a caballo de la Guardia Real, y<br />
también por motoristas del mismo cuerpo conduciendo sus vistosas Harley Davidson.<br />
A la celebración popular de la <strong>boda</strong> en las calles sucedió la que los Reyes ofrecieron<br />
a sus invitados en el Palacio Real, que exhibió para la ocasión sus mejores galas,<br />
entre ellas la exclusiva colección de tapices que conserva Patrimonio Nacional, y que<br />
engalanaron el Patio del Príncipe, lugar en el que tuvo lugar el banquete nupcial.<br />
Previamente los Príncipes de Asturias se unieron en el Salón de Alabarderos a sus<br />
familias para <strong>real</strong>izar las fotos que recordaron este señalado día, y lo mismo hicieron a<br />
continuación con los asistentes más destacados en el Salón de Columnas.<br />
Antes aún, los Príncipes de Asturias ofrecieron una estampa para la Historia cuando, a<br />
su vuelta del paseo por la ciudad, se asomaron al balcón central de la fachada de la<br />
plaza de Oriente y desde allí saludaron a los ciudadanos.<br />
VESTIMENTA. ELEGANCIA Y SENCILLEZ.<br />
“Caballeros chaqué. Señoras vestido corto”, fueron las únicas indicaciones que<br />
tuvieron que seguir los invitados a la Boda a la hora de elegir su vestuario, el cual<br />
debía ser elegante y sencillo, reservando la imaginación para sofisticados sombreros y<br />
tocados.<br />
Pocos problemas planteó la elección de la indumentaria en los hombres, al existir<br />
pocas variantes en el chaqué, prenda clásica de etiqueta para utilizar durante el día,<br />
habitualmente en color negro aunque el gris va ganando terreno, al igual que los<br />
chalecos de color. Mucho más complicada es el de las invitadas, pues al margen de<br />
las tendencias o gustos personales existen normas que vienen de antiguas<br />
tradiciones, como el que las invitadas no deben ir vestidas enteramente de blanco,<br />
privilegio que se reserva a la novia, ni de completo negro, más indicado para el luto.<br />
Conviene recordar que el término corto se refiere a un largo hasta la rodilla o un poco<br />
por debajo de ella, evitando los modelos excesivamente cortos y los escotes<br />
pronunciados. Al celebrarse el enlace por la mañana, las invitadas podían optar por<br />
sombreros de ala ancha, aptos de sol a sol.
En una <strong>boda</strong> tan especial lo importante es que el resultado fuera muy elegante y lo<br />
más atractivo posible. Colores, todos, opciones todas, pero sin olvidar que fue una<br />
<strong>boda</strong> de día y eso determinaba mucho la vestimenta de los asistentes. Todo lo que<br />
brille debe usarse a partir de la puesta del sol, sin abusar de estampados, encajes,<br />
bordados o pe<strong>dr</strong>erías, pues es mejor no complicarse la vida.<br />
Otras normas para no equivocarse son el triunfo del minimalismo en la elección de<br />
joyas, y cuando más solemne sea la ceremonia, más pequeño debe ser el bolso, ya<br />
que no se lleva a juego con los zapatos, que pueden ser cerrados o a talón<br />
descubierto.<br />
BANQUETE REAL.<br />
Fue celebrado en el Patio del Príncipe del Palacio Real, en el que se instaló una gran<br />
carpa de 32 metros de altura.<br />
En el patio de 2500 metros cua<strong>dr</strong>ados, se instalaron la mesa principal, en la que se<br />
sientan los Príncipes de Asturias, los Reyes, los pa<strong>dr</strong>es de Doña Leticia y las<br />
personalidades de mayor rango.<br />
El banquete nupcial servido por el restaurante Jockey, arrancó con una tarteleta de<br />
hojal<strong>dr</strong>ada de frutos de mar sobre fondo de verduras, regado con un alberiño<br />
denominado Rias Baixas. A continuación se sirvió un capón de palencia asado al<br />
tornillo con frutos secos, acompañado por una gran reserva de Rioja de 1994. El<br />
banquete terminó con el postre, la tarta nupcial, que se sirvió con moscatel de<br />
Alicante, esta pesa más de 150 kilos y mide cerca de dos metros de altura. Para los<br />
brindis se seleccionó un cava blanco y con el café se ofreció una amplia gama de<br />
destilados españoles.<br />
La larga mesa nupcial estuvo adornada con piezas planas de estuco y mármol, que<br />
hay en el Palacio, sobre ellas se han colocado 14 figuras de bronce dorado, de unos<br />
20 centímetros de altura, que representan virtudes y potencias del alma como la razón,<br />
el conocimiento o el alma, las figuras situadas frente a los Príncipes son la abundancia<br />
y la fortaleza.<br />
El resto de las mesas 122 en total fueron redondas y a cada una de ellas se sentaron<br />
en ocho y diez comensales.<br />
Las mesas estuvieron cubiertas con manteles de color crema y sobre ellos centros de<br />
flores de color blanco y malva, mientras que las sillas fueron de color dorado viejo.<br />
En la mesa principal y las más próximas se utilizó vajilla Santa Clara, con filo azul y el<br />
escudo de la Corona, copas de gala de Bacarat con filos dorados y cubertería de<br />
Alfonso XIII.<br />
Nueve tapices de la serie Vertumno y Pomona, diseñados para Carlos V, se han<br />
situado a espaldas de la mesa principal.<br />
El patio ha completado su ornamentación con otros tapices situados bajo sus portales.
El suelo enlosado de granito se ha cubierto con una tarima forrada con estera y, sobre<br />
ella, se han colocado alfombras de nudo antiguas procedentes de las Colecciones<br />
Reales.<br />
Sobre las cabezas de los comensales a 32 metros de altura, se ha colocado el toldo<br />
que cubre el patio, que pesa 40.000 kilos y está preparado para soportar vientos de<br />
hasta 120 kilómetros por hora.<br />
El Director de Relaciones Públicas y Protocolo del grupo RTVE, Don Fernando<br />
Fernández, aseguró que el nivel de protocolo en España es muy alto, y que el relativo<br />
a la Familia Real es de los mejores del mundo, a pesar de su evolución a una mayor<br />
cercanía, ya que esta responde a una demanda de la sociedad. También agregó que<br />
el Protocolo es una cuestión de sentido común y no debe encorsetar a las personas.