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Autor:<br />
Héctor Pérez-Rincón, profesor de psicopatología en el curso de posgrado en<br />
psiquiatría, Facultad de Medicina, UNAM. Miembro titular de la Academia Nacional<br />
de Medicina. Director-editor de la revista Salud Mental. Jefe del Departamento de<br />
Publicaciones del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz<br />
ABSTRACT<br />
Algolagnia<br />
Cuando el dolor es un placer:<br />
la paradoja de la algolagnia<br />
The pain is not only one of the central topics of the medicine<br />
and the neurophysiology about which the biological<br />
mechanisms are better known every day and for which<br />
relief even more active and more selective compounds<br />
are obtained. It has also been a fundamental matter of the<br />
philosophical reflection of the Antiquity and a component<br />
of some behaviors that have been approached by the<br />
psychiatry and the sexology. Epicurean and stoic, cynic<br />
and cyrenaics meditated on the pleasure and the pain,<br />
about the possibility of reaching an emotional distancing<br />
(ataraxia) and a domain of the passion that should not be<br />
extraneous to the modern algology. From there the author<br />
develop the algolagnia clinic concept and evoke an aristotelian<br />
description.<br />
Triste plaisir et douloureuse joye<br />
Aspre doulceur, desconfort ennuieux<br />
Alan Chartier (1390-1430)<br />
l dolor no es sólo uno de los temas centrales de<br />
la medicina y de la neurofisiología sobre el que<br />
se conocen cada día mejor los mecanismos biológicos<br />
y para cuyo alivio se obtienen cada vez compuestos<br />
más activos y selectivos. También ha sido un asunto<br />
fundamental de la reflexión filosófica de la Antigüedad y<br />
un componente de algunas conductas que han sido abordadas<br />
por la psiquiatría y la sexología. Epicúreos y estoicos,<br />
cínicos y cirenaicos reflexionaron sobre el placer y el<br />
dolor, sobre la posibilidad de alcanzar un distanciamiento<br />
emocional (ataraxia) y un dominio de la pasión, que<br />
no debe serle ajena a la moderna algología. 1<br />
La mirada médica, por su lado, intentó comprender<br />
casos particulares en los que la repercusión emocional<br />
del dolor no se ajustaba siempre a los parámetros del<br />
sufrimiento físico que ha establecido la patología. Así<br />
tenemos, por un lado, la asimbolia al dolor, 2, 3 raro síndrome<br />
neurológico que sigue siendo, hasta el día de hoy,<br />
un enigma fisiológico, y por el otro, como su reverso, a<br />
una no menos paradójica condición en la que el dolor<br />
físico se asocia al placer, por definición su antítesis: la<br />
algolagnia. El neologismo fue introducido en la primera<br />
década del siglo XX por un médico alemán adicto a<br />
la parapsicología, el barón Albert von Schrenk-Notzing<br />
(1862-1929); proviene del griego algos: dolor y lagneia:<br />
placer y se emplea para calificar a la erotización del<br />
dolor. 4 Su descripción ocurrió dentro de un proceso de<br />
reestructuración de la nosografía y de creación de la sexología,<br />
que llevaba a cabo la psiquiatría germánica desde<br />
los años ochenta del siglo XIX y que habría de coronar<br />
la Psychopathia sexualis (1886), del barón Richard von<br />
Krafft-Ebing (1840-1902). 5 E<br />
Fue gracias a la fama de esta<br />
obra que se relacionó muy pronto a la algolagnia con<br />
22 INFLAMACIÓN/LOXONIN INFLAMACIÓN/LOXONIN INFLAMACIÓN/LOXONIN
dos conductas patológicas descritas ahí: el sadismo (que<br />
sería una algolagnia activa) y el masoquismo (ergo, una<br />
algolagnia pasiva). Pero si el deslizamiento semántico<br />
era previsible, la conducta descrita por el barón Albert<br />
no corresponde strictu sensu a las dos, mucho más<br />
graves, establecidas por el barón Richard. En ambas<br />
otrora perversiones, hoy parafilias, existe un elemento<br />
psicológico muy elaborado y rígido, teatral (para ser<br />
satisfecha, la conducta requiere de toda una complicada<br />
mise-en-scène), compulsivo, irresistible, delictivo, del que<br />
carece el investimento libidinal del dolor que se elabora<br />
en la algolagnia. La confusión entre ambas categorías es<br />
evidente en las tres únicas referencias sobre el tema que<br />
se encuentran en MEDLINE y PsycINFO: una inglesa y una<br />
japonesa, ambas de 1938, 6, 7 y una alemana de 1951. 8 “La<br />
más democrática Wikipedia desface el entuerto”:<br />
“La algolagnia no es un sinónimo de sadismo o masoquismo,<br />
aunque está relacionada con estos conceptos,<br />
ya que hay menos connotaciones psicológicas para la<br />
algolagnia que para las mencionadas parafilias. También<br />
se usa algolalgia, con el mismo significado […] La algolagnia<br />
no es una parafilia, como fue definida en la literatura<br />
médica convencional. Mientras que muchas personas,<br />
especialmente aquellas no familiarizadas con las parafilias<br />
(concretamente, con el masoquismo físico) y algolagnia,<br />
tienden a tomar ambas como equivalentes, y esto es un<br />
error. Las parafilias incluyen, por definición, deseos mentales<br />
en los cuales la actividad debe ser el único medio<br />
de gratificación sexual por un periodo de seis meses,<br />
mientras que en la algolagnia se siguen buscando las<br />
reacciones típicas al placer, y la búsqueda del dolor por<br />
placer puede evitarse, o bien ser una adicción. En el caso<br />
del masoquismo, existe un deseo psicológico de dolor y<br />
humillación que pueden conducir a la excitación sexual.<br />
Por otro lado, la algolagnia es una reacción psicológica<br />
al dolor que no involucra directamente deseos o aspectos<br />
psicológicos. En otras palabras, una persona con algolagnia<br />
disfruta el dolor pero podría desear no hacerlo, y un<br />
masoquista desea el dolor pero podría no ser capaz de<br />
disfrutarlo realmente”. 9<br />
Ahora bien, muchos siglos antes de que ambos<br />
médicos aristócratas teutones crearan tales entidades,<br />
Aristóteles había planteado, en el número 26 del problema<br />
IV, una pregunta sobre una condición conductual<br />
centrada en la repercusión ambigua de un dolor físico<br />
INFLAMACIÓN/LOXONIN INFLAMACIÓN/LOXONIN INFLAMACIÓN/LOXONIN<br />
Dolor, Clínica y Terapia<br />
particular, que es una manifestación de algolagnia:<br />
“¿Cómo ocurre que el pathicus (impuro, lascivo), siendo<br />
un varón destinado por la naturaleza al papel activo,<br />
pueda gozar con el papel pasivo de la hembra, y que en<br />
él este placer se produzca en los órganos que la naturaleza<br />
no ha destinado para este uso?”<br />
El estagirita propuso como causa una malformación<br />
anatómica de las estructuras perineales, que constituye<br />
un primer intento de explicación científica de lo que<br />
los sexólogos del siglo XIX llamaban l’inversion sexuelle.<br />
Según Aristóteles:<br />
“Para cada producto secretado, hay en el organismo un<br />
lugar que la naturaleza destina para recibirlo. Es así que<br />
la orina va a los riñones, el alimento digerido al vientre,<br />
el humor lagrimal a los ojos, la mucosidad en las narinas<br />
y la sangre en las venas. Algo semejante ocurre para el<br />
esperma que va a los testículos y al pene. Pero en algunos<br />
individuos los canales no están conformados normalmente.<br />
O bien los que van al pene están cerrados, como es el caso<br />
de los eunucos y los impotentes, o bien tienen algún otro<br />
defecto de estructura, de manera que el licor seminal, en<br />
lugar de ir al sitio donde debería ir, afluye hacia el asiento<br />
porque encuentra un pasaje por ese lado. La prueba de ello<br />
es que en estos individuos, el eretismo y la satisfacción se<br />
localizan en la región del asiento. En consecuencia, cuando<br />
uno de esos individuos está en estado de excitación<br />
sexual, es hacia allí que se produce el aflujo de esperma;<br />
es también allí que se produce el deseo venéreo […] Todos<br />
aquellos en quienes el esperma se dirige hacia el asiento,<br />
desean desempeñar el rol pasivo. Todos aquellos a quienes<br />
el esperma se divide entre el asiento y las partes sexuales,<br />
desean desempeñar ambos roles, y según que fluya más<br />
o menos de uno o de otro lado, prefieren uno o el otro<br />
papel”.<br />
Y más adelante: “hay individuos constituidos de tal<br />
manera que, sin importar el papel, son capaces de gozar<br />
y de eyacular. Cuando esto les ocurre en uno de ambos<br />
roles, guardan el recuerdo de la voluptuosidad que han<br />
experimentado en este papel y desean realizarlo de nuevo<br />
contrayendo el hábito. Si es antes de la pubertad o hacia<br />
la época de la pubertad cuando gozaron del rol pasivo, el<br />
hábito contraído hace que después deseen este papel como<br />
si su constitución fisiológica los predestinara a ello”. 10<br />
El intento aristotélico de explicación resulta ahora<br />
muy reduccionista y muy organicista, y el filósofo desco-<br />
23
Revista Mexicana de Algología VOLUMEN 6 NÚMERO VI<br />
nocía por supuesto el nivel de la significación subjetiva<br />
que cada individuo puede otorgar a alguna vivencia,<br />
sea ésta biográfica o cenestésica. No deja de llamar la<br />
atención que nunca se haya intentado una interpretación<br />
neopavloviana de la algolagnia, pues la convergencia en<br />
el tiempo de dos situaciones de diferente signo, el dolor<br />
dentro de una atmósfera erótica, como lo avanzaba el<br />
filósofo, podría conducir a la engramación neural de un<br />
condicionamiento inexplicable fuera de tal convergencia.<br />
La exclusión de la algolagnia del campo de las parafilias<br />
corre paralelamente a la que se dio respecto a la homosexualidad<br />
y su exclusión por consenso del catálogo<br />
de los trastornos mentales de la American Psychiatric<br />
Association y de la Organización Mundial de la Salud.<br />
Tal variedad de la conducta sexual humana pasó así de<br />
las páginas de los tratados de sexología a los de la literatura<br />
(por ejemplo, Jean Genet y Reinaldo Arenas, entre<br />
otros).<br />
El fenómeno de la algolagnia, en cualquiera de sus<br />
variedades (hemos evocado aquí sólo un caso particular<br />
pero paradigmático), debe ser tomado en cuenta para toda<br />
teorización acerca de la corporalidad, ya que es un ejemplo<br />
de su ambivalencia, y, en consecuencia, sobre toda teorización<br />
del dolor que no evada el campo de la subjetividad y<br />
el nivel de lo simbólico. 11 Si para el psiquiatra alemán V. E.<br />
von Gebsattel (¡otro barón médico!), creador de la antropología<br />
médica, el dolor significa “el anonadamiento del Yo<br />
dentro del cuerpo del sufrimiento”, la naturaleza de la algolagnia<br />
demuestra que esto no siempre ocurre así. Como lo<br />
señaló mi maestro André Soulairac: “el aspecto adaptativo<br />
del dolor nos permite comprender de qué manera, al igual<br />
que para los otros patrones fundamentales, entran en juego<br />
los fenómenos de habituación, de aprendizaje e incluso de<br />
condicionamiento”, lo que va en el sentido de la afirmación<br />
de Auersperg: “el dolor puede tomar el carácter de la experiencia<br />
de una manera de ser”, 12 lo que es muy evidente<br />
en el caso de algunos místicos. No es ocioso repetir que<br />
la experiencia mística y la erótica tienen mucho en común<br />
como bien lo dice el novelista portugués José Saramago:<br />
“tanto goza el que sufre como sufre el que goza, por eso<br />
no todos los caminos van a Roma sino al cuerpo (Memorial<br />
del convento)”.<br />
24<br />
Referencias bibliográficas<br />
1. Onfray M. L’Invention du plaisir. Fragments cyrénaïques. Le livre de poche. París, 2002.<br />
2. Hécaen H, Ajuriaguerra J. Méconnaissances et hallucinations corporelles. Intégration et<br />
désintégration de la somatognosie. Masson & Cie. París, 1952.<br />
3. Díaz JL. La conciencia viviente. FCE. México, 2007.<br />
4. Rom JC. La algolagnia: aspectos sexológicos y psiquiátrico-forenses. http://www.aap.<br />
org.ar/publicaciones/forense/forense-4/tema-11.htm.<br />
5. Krafft-Ebing R von. Psychopathia sexualis. Payot, París, 1969.<br />
6. East WN. Responsability in mental disorder, with special reference to algolagnia. Journal<br />
of Mental Science 1938, 84: 203-221.<br />
7. Takeyama T. Algolagnie no seishin byôri. Psychiatria et neurologia japonica 1938, 42:<br />
592-593.<br />
8. Meggendorfer F. Case of algolagnia with remarkable camouflage. Nervenarzt 1951,<br />
22(10): 393-394.<br />
9. Algolagnia. http://es.wikipedia.org/wiki/Algolagnia.<br />
10. Aristóteles. En: Meier MHE. Histoire de l’amour grec dans l’Antiquité. Stendhal et<br />
Compagnie. París, 1930.<br />
11. Pérez-Rincón H. The nosographic complexity of hypochondriasis and the ambiguity<br />
of the body. En: Maj M, Akiskal HS, Mezzich JE, Okasha A. Somatoform Disorders. Vol.<br />
9. WPA Series Evidence and Experience in Psychiatry. John Wiley & Sons, Ltd. 2005, p.<br />
185-186.<br />
12. Autores citados en: Quarti C, Renaud J. Neuropsychologie de la douleur. Hermann,<br />
París, 1972.<br />
Estimado médico, cualquier duda,<br />
comentario o sugerencia sobre<br />
esta publicación, envíela al correo<br />
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