Los caminos de la izquierda y las próximas elecciones

“De la capacidad de movilización, del protagonismo del movimiento obrero y sindical
en la década de los 70 a través del Comité Nacional de Unidad Sindical (CNUS) y el Comité
de Unidad Campesina (CUC), de formaciones como el Frente Democrático Contra
la Represión (FDCR), o de las organizaciones socialdemócratas afines, sólo quedaba
el recuerdo, la amargura por la pérdida de un liderazgo notable.”
fuerzo de transitar de una organización políticomilitar
a un partido político con credenciales
democrático liberales. Pero esta tesis olvida
que la historia tiene una dimensión que no se
agota en las condiciones heredadas del pasado.
La historia también es resultado de las decisiones
y de las visiones de los hombres y mujeres
en posición de poder, en lo que hicieron o
no hicieron quienes condujeron los procesos
en el momento en que éstos se desenvolvieron;
es decir, en cada momento presente.
Hipótesis 2
Una segunda perspectiva reconoce los límites
con los que la izquierda armada inició su proceso
de conversión en una fuerza política, pero
insiste, al mismo tiempo, que el curso y desenlace
de los acontecimientos no hubieran sido
tan negativos si la dirección de la URNG hubiera
tenido la capacidad de cambiar, de renovarse
al ir a fondo en entenderse a sí misma y a
las nuevas condiciones. Es decir, si no se hubiera
mantenido dentro de viejos y anacrónicos
valores, actitudes y formas de actuar de una
organización político-militar en un mundo que
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reclama otras formas de relacionamiento político.
Lo primero que señala esta manera de entender
la debilidad actual de la izquierda, es
que desde el período que comprenden los
años 1983 y 1984 hubo elementos claros para
reconocer que la estrategia de las fuerzas revolucionarias
había sucumbido ante las fuerzas
del ejército y las condiciones reales del
país, y que era necesario replantearlo todo.
Algo así como tener que emprender otro gran
viraje estratégico ante las nuevas realidades,
en particular como una obligada reacción por
la derrota militar. 7 El primero de los pocos dirigentes
revolucionarios que se atrevió a ver
más allá de las ilusiones y de las interpretaciones
triunfalistas, que no fue cegado por la
obstinada y vieja forma de pensar guevarista,
fue Mario Payeras, el disidente del Ejército
Guerrillero de los Pobres (EGP). Éste se vio
7 El primer viraje estratégico se dio a principios de los años 60,
cuando se pasó de la vía pacífica, es decir, política, a la vía
armada, de guerra de guerrillas, tras el modelo de la Revolución
Cubana. Otro viraje fue el realizado después de 1967, después
de la derrota de las primeras guerrillas en el oriente del país y
el desplazamiento al occidente de Guatemala.
H. de León
obligado a abandonar las filas de
la organización que había fundado
debido al rechazo rotundo a
sus planteamientos, al verticalismo,
a la falta de debate y discusión
internas que caracterizaron
a las organizaciones rebeldes de
ese período, y que imposibilitaron
la discusión interna sobre las
nuevas condiciones producidas
tras las ofensivas del ejército y
el éxito en la implantación de las
Patrullas de Autodefensa Civil
(PAC).
Con profundidad histórica y
agudeza teórica, Payeras demostró
que los hechos en su conjunto
indicaban la necesidad de
replantear la estrategia de lucha,
que el escenario de ésta por la
revolución se tenía que mover,
en consecuencia, de la lógica militar
a la lógica política; que concentrar
esfuerzos, recursos y voluntad
en la vía militar guerrillera
era un sinsentido, pues las perspectivas
de un triunfo militar eran
nulas y que, de continuar en esa
dirección, el movimiento revolucionario
se iba a encontrar reducido
a la irrelevancia y a la derrota
política definitiva. 8 Para Payeras,
la estrategia que dio origen
al movimiento revolucionario en
los años 70 había llegado a un callejón sin
salida, y la única forma de salir del atolladero
era reconducir la lucha por la vía de la reconstrucción
de las fuerzas políticas, por la refundación
de las organizaciones sobre bases diferentes,
con una fuerte identidad revolucionaria,
ahora sí marxista leninista.
En una primera etapa, en el horizonte del
pensamiento de Payeras no se disolvía la perspectiva
revolucionaria, lo que se transformaba
era la estrategia para alcanzar el mismo objetivo:
la construcción del socialismo. De la
disidencia de Payeras y de otros militantes del
EGP surgió la organización Octubre Revolucionario,
cuya composición principal fue de intelectuales,
mujeres y hombres jóvenes, que
vislumbraron, sin atinar completa y exactamente,
la naturaleza de los nuevos tiempos que se
estaban gestando en la segunda parte de la década
de los 80. Octubre Revolucionario se mez-
8 Por esos mismos días, el general Alejandro Gramajo, Ministro
de Defensa del gobierno de Vinicio Cerezo, señalaba que la
política era la continuación de la guerra por otros medios, queriendo
decir que ya en ese momento la lucha en Guatemala
se tenía que definir en el terreno político, pues en lo militar la
guerrilla ya no contaba como una amenaza real.