NUMERO 21 - Imprenta Rubiales SL

RECORRIDO POR LA FERIA DE OCAÑA
La Feria de este año ha dado mucho
juego. Parecía que estaba sosa, que había pocos
feriantes, que la Plaza no tenía ambiente, pero lo
cierto ha sido un vuelco de personas en todas los
actos presentados, y no digamos los conciertos
de la Plaza Mayor, que dió el no hay billetes, si
hubieran habido entradas.
Comenzemos recordando el acto de
la Coronación de Reina y Damas, en el que,
como siempre, no cabía un alfiler. Acto de
máxima emoción a juicio de las jóvenes recién
proclamadas. El emocionante Pregón, este año,
serio, adusto, íntegro, propio de quien lo decía,
nuestro admirado don Santos, y en verso, para
mayor dificultad. Tanta que nos consta que
horas antes de su lectura aún se machacaba los
sesos rematando su texto. No quería dejar nada
olvidado, fiestas, actos, damas, Virgen, vaqui-
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llas, etc. Todo entró, pero en rima. Tan solo
hemos de criticar, sin acritud, eso de que el que
quiera que se vaya antes de pronunciar el
Pregón... ¿No sería más sencillo hacer un
pequeño descanso de 5 minutos que utilize el
que quiera para permanecer o salir a estirar las
piernas? El que quiera, vuelve, y el que no, se
queda en la calle, sin tener que salir cuando
casi le fuerzan a ello. Regalos, agradecimeintos,
recuerdos, fotos, todo el glamour en nuestro
escenario.
El día siete, inauguración oficial de
las fiestas, con el chupinazo, que fueron tres,
disparados por la mano de nuestro primer edil
y haciendo de notaria la Reina de las Fiestas
que, un poco temerosa, trataba de mirar su lanzamiento
con un poco de precaución, por si las
moscas.
Todo ello con al público alegre deambulando
por el enchindado suelo y la musica
que nos ofrecía gratis Valentín Peral, que nunca
ascenderá y seguirá siendo el cabo. Y es que
este año casi todo ha sido gratis. Bueno, eso de
la materia que no se destruye, sino que se trans-
forma, es decir, que alguien habrá pagado todos
esos actos, e imagino que hemos sido todos.
Bellos atavíos de trajes regionales,
algunos, francamente elegantes y elaborados, y
grupos preparados para hacer la ofrenda. Entre
ellos hay que destacar, por aquello de que los
ultimos serán los primeros, a los jubilados y
jubiladas, bellamente dispuestos para su entrega
de flores.
Después, numerosos ocañenses, y
finalmente la Reina y damas, que estaban
encantadoras, tanto por su juvenil alegría como
por su deselvuelto interés en ser agradables con
todos sus convecinos.
Largo paseo hacia la Iglesia de San
Juan y numeroso transcurrir de la comitiva que
entregaba sus ramos al grupo de voluntarios
encargados de ir colocandolos a los pies de la
Virgen hasta formar una pirámide cuya cúspide
era la propia imagen de nuestra patrona.
Grupos de peñas, de amigos, de instituciones,
de empresas, todos querían hacer su ofrenda.
La Peña “El Follón”, que cumplía sus 25 años,
quisieron incluso dejar su testimonio para la
posteridad.
Por la noche, que amenazaba volverse
guerrera, climatologicamente hablando, el
desfile de carrozas. Aunque ahora carrozas, lo
que se dice carrozas, pues que quiere que le
diga don Santiago, pues que hay pocas. El
hecho de la desaparición del concurso, de que
las peñas solo quieren pasarselo bien en sus
”sedes” y que el trabajo agota, y que con alquilar
pues asunto resuelto, pues vale, se paga y ya
está, pero nos queda ese saborcillo de boca,
ese recuerdo de cuando se hacían trabajos que
ofrecer a nuestros convecinos, de sacar unas
perras a las empresas colaboradoras. Pero
ahora, don Luis, es que tenemos perras de
sobra. Alquilamos ese grupo, llamamos a ese