BARRICADAS EN BARCELONA - Edicionesespartaco.com
BARRICADAS EN BARCELONA - Edicionesespartaco.com
BARRICADAS EN BARCELONA - Edicionesespartaco.com
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>BARRICADAS</strong><br />
<strong>EN</strong> <strong>BARCELONA</strong><br />
La CNT de la victoria de Julio de 1936<br />
a la necesaria derrota de Mayo de 1937.<br />
Agustín Guillamón<br />
EDICIONES ESPARTACO INTERNACIONAL
Barricadas en Barcelona<br />
La CNT de la victoria de Julio de 1936 a<br />
la necesaria derrota de Mayo de 1937.<br />
Agustín Guillamón<br />
EDICIONES ESPARTACO INTERNACIONAL<br />
En portada: La Brecha de San Pablo. Barricada levantada<br />
el 19 de julio de 1936 por el sindicato de la madera y el<br />
<strong>com</strong>ité de defensa de Pueblo Seco frente a El Molino, en<br />
el Paralelo. Foto del Fons Brangulí del ANC.<br />
1
Primera edición: Enero de 2007<br />
Editor: Emilio Madrid Expósito<br />
Ediciones Espartaco Internacional<br />
I.S.B.N.: 978-84-611-5747-1<br />
Depósito legal:<br />
Impresión: Publidisa<br />
El presente título y los demás de esta colección se encuentran<br />
en<br />
http://es.geocities.<strong>com</strong>/espartacointernacional<br />
Correspondencia: espartacointernacional@yahoo.es<br />
2
Dedicatoria<br />
A Pascual Guillamón, herido y mutilado en los <strong>com</strong>bates<br />
del 19 de Julio en Barcelona; fusilado por los fascistas<br />
cuando ocuparon Tarrasa.<br />
A mi abuelo Eliseo, y a sus numerosos hermanos: emigrantes,<br />
cenetistas, anónimos luchadores y exiliados;<br />
siempre proletarios conscientes de serlo.<br />
A mi padre, que a los doce años perdió una guerra.<br />
In memoriam<br />
3
ÍNDICE<br />
Página<br />
Introducción .....…………………………………………7<br />
1.- La insurrección victoriosa de Julio de 1936 ...........11<br />
2.- La CNT-FAI en el Comité Central de<br />
Milicias Antifascistas............................................70<br />
3.- Muerte y entierro de Durruti.................................127<br />
4.- Los Amigos de Durruti en mayo de 1937,<br />
y su programa .....................................................139<br />
5.- Epílogo .................................................................... 204<br />
6.- Bibliografía..............................................................218<br />
7.- Anexos documentales............................................. 220<br />
A. BANDO: Confederación Regional del<br />
Trabajo de Cataluña: “Hoy, domingo, 26,<br />
ha tenido lugar un Pleno Regional de<br />
Locales y Comarcales de Sindicatos…”.<br />
Barcelona a 26 de Julio de 1936 ................. 221<br />
B. DURRUTI, Buenaventura: "Al Consejo<br />
de la Generalidad de Cataluña".<br />
Frente de Osera, 1 de noviembre de 1936... 226<br />
5
6<br />
C. Notas manuscritas de Companys a<br />
Tarradellas (mayo de 1937)........................ 228<br />
D. Notas y teletipos de Lluís Companys<br />
en mayo de 1937........................................... 233<br />
E. Crónicas de Presidencia (de la<br />
Generalidad de Cataluña) del 1 al 10<br />
de mayo de 1937........................................... 254<br />
F. Teletipo de José del Barrio<br />
(para bombardear Barcelona).................... 296
INTRODUCCIÓN<br />
Este libro trata de las barricadas levantadas por los<br />
obreros barceloneses en julio de 1936 y mayo de 1937,<br />
erigidas con sólo diez meses de diferencia. Estudia las<br />
causas de su aparición, así <strong>com</strong>o sus similitudes y diferencias.<br />
Intenta explicar el carácter “ofensivo” de la insurrección<br />
obrera de Julio, y el “defensivo” de Mayo. ¿Por qué<br />
los obreros, prácticamente desarmados, consiguieron en<br />
Julio vencer al ejército sublevado y a los fascistas? ¿Por<br />
qué, al contrario, en Mayo, un proletariado armado hasta<br />
los dientes fue derrotado políticamente, tras demostrar en<br />
la calle su superioridad militar? ¿Por qué las barricadas de<br />
Julio seguían aún en pie, y activas, en octubre de 1936;<br />
mientras en Mayo se retiraron inmediatamente?<br />
No alimenta en vano el mito de las barricadas, que<br />
en Barcelona se levantaron en numerosas ocasiones durante<br />
el siglo XIX, en la huelga general de 1902, durante la<br />
Semana Trágica de 1909 y en la huelga general de 1917.<br />
Las barricadas, <strong>com</strong>o nos enseña la historia, son un parapeto<br />
para mantenerse a la defensiva, y anuncian casi siempre<br />
la derrota obrera ante el ejército o la policía. En julio<br />
de 1936 la primera victoria del proletariado sobre el ejército<br />
se produjo en la Brecha de San Pablo, contra unos soldados<br />
atrincherados tras las barricadas. Este libro considera<br />
las barricadas <strong>com</strong>o un instrumento, entre otros, de la<br />
decisión irrevocable del proletariado a enfrentarse con el<br />
7
enemigo de clase; no <strong>com</strong>o mito que lo encadena al pasado.<br />
Contempla las barricadas <strong>com</strong>o frontera de clase, que<br />
sitúa en un lado al proletariado, y en el otro a su enemigo.<br />
Fronteras de clase serían, hoy, negar la existencia del proletariado,<br />
confundir las dictaduras estalinistas con el <strong>com</strong>unismo,<br />
proyectar la conquista del Estado en lugar de su<br />
destrucción, o defender que el capitalismo es eterno.<br />
En el epílogo se enmarcan los <strong>com</strong>ités, que surgieron<br />
con la situación revolucionaria española de 1936, en la<br />
experiencia internacional de los soviets rusos y los raters<br />
alemanes, para reconocerlos <strong>com</strong>o la forma organizativa<br />
revolucionaria de la clase obrera.<br />
Julio de 1936 fue una insurrección victoriosa, pero<br />
la insurrección de mayo de 1937 ¿fue una victoria o una<br />
derrota? Este libro aspira a <strong>com</strong>prender por qué, y sobre<br />
todo cómo, algunos de los líderes revolucionarios de Julio<br />
de 1936 se convirtieron en los contrarrevolucionarios más<br />
nefastos e influyentes de Mayo de 1937. O lo que es lo<br />
mismo, pretende explicar la historia del movimiento obrero<br />
y desechar los ridículos cómics de supermanes y traidores;<br />
y las arbitrarias interpretaciones tendenciosas, burguesas<br />
o estalinistas, características del academicismo universitario.<br />
El libro intenta además responder a las preguntas<br />
que planteó el poeta surrealista francés Benjamin Péret,<br />
que estuvo en Barcelona desde agosto de 1936 hasta abril<br />
de 1937: “¿Cuál es la naturaleza de la revolución del 19<br />
de Julio de 1936?: ¿burguesa, antifascista, proletaria?<br />
¿Existía una dualidad de poderes el 20 de Julio de<br />
1936? ¿En beneficio de quién evolucionó? ¿Qué fuerzas<br />
presidieron su liquidación? ¿Los trabajadores<br />
habían tomado el aparato de producción? ¿La nacionalización<br />
de la producción ha consagrado una situa-<br />
8
ción de hecho o ha creado las bases materiales de un<br />
capitalismo de Estado? ¿Las organizaciones obreras<br />
(partidos, sindicatos, etcétera) intentaron organizar un<br />
poder obrero? ¿Dónde y en qué condiciones? ¿Por qué<br />
no ha llegado a la liquidación del poder burgués? ¿Por<br />
qué la revolución española acabó en desastre?”<br />
Tarea del poeta es hacer las preguntas, oficio del<br />
historiador intentar responderlas y privilegio del lector<br />
juzgar si las respuestas dadas son acertadas y le convencen.<br />
Agustín Guillamón.<br />
Barcelona, diciembre 2006.<br />
9
1<br />
La insurrección victoriosa de Julio de<br />
1936<br />
Vivere militare est. (Vivir es luchar).<br />
Séneca. Epístolas<br />
¡ARMAS! ¡ARMAS!<br />
El diecisiete a las diecisiete el ejército se había<br />
sublevado en Melilla. El presidente del Gobierno, Casares<br />
Quiroga, a la pregunta de unos periodistas sobre qué pensaba<br />
hacer ante el levantamiento respondió con un chiste:<br />
“¿Se han levantado? Bueno. Yo me voy a dormir”. El 18<br />
de julio de 1936 la rebelión militar se había extendido a<br />
todo Marruecos, Canarias y Sevilla.<br />
La guarnición militar de Barcelona contaba con<br />
unos seis mil hombres, frente a los casi dos mil de la guardia<br />
de asalto y los doscientos “mossos d´esquadra”. La<br />
guardia civil, que nadie sabía con certeza por el lado que<br />
se decantaría, contaba con unos tres mil. La CNT-FAI disponía<br />
de unos veinte mil militantes, organizados en <strong>com</strong>ités<br />
de defensa de barriada, dispuestos a empuñar las armas.<br />
Se <strong>com</strong>prometía, en la <strong>com</strong>isión de enlace de la CNT<br />
11
con la Generalidad y los militares leales, a parar a los golpistas<br />
con sólo mil militantes armados. Pero las negociaciones<br />
de la CNT con Escofet, <strong>com</strong>isario de orden público,<br />
y con España, consejero de Gobernación, fueron infructuosas.<br />
La noche del 17 de julio el cenetista Juan Yagüe,<br />
secretario del sindicato del transporte marítimo, organizó<br />
el asalto a los pañoles de los buques atracados en el puerto,<br />
consiguiendo unos 150 fusiles; a los que el 18 se sumó<br />
lo conseguido de armerías, serenos y vigilantes de la ciudad.<br />
Este pequeño arsenal, guardado en el sindicato del<br />
transporte, en las Ramblas, provocó un enfrentamiento con<br />
la <strong>com</strong>isaría de orden público, que lo reclamaba. Se corría<br />
el peligro de un enfrentamiento armado con la guardia de<br />
asalto, y los propios militantes cenetistas llegaron a amenazar<br />
a los, en su opinión, demasiado conciliadores Durruti<br />
y García Oliver. El incidente se zanjó con la entrega a<br />
Guarner, mano derecha de Escofet, de algunos viejos fusiles<br />
inservibles, que evitaron una ruptura entre republicanos<br />
y anarquistas en vísperas del golpe militar.<br />
Desde las tres de la madrugada del 19 de julio una<br />
creciente multitud reclamaba armas en la Consejería de<br />
Gobernación, en Plaza Palacio. No había armas para el<br />
pueblo, porque el gobierno de la Generalidad temía<br />
más una revolución obrera que el alzamiento militar<br />
contra la República. Juan García Oliver, desde el balcón<br />
de Gobernación, requirió a los militantes cenetistas a que<br />
se pusieran en contacto con los <strong>com</strong>ités de defensa de sus<br />
respectivas barriadas, o marcharan a los cuarteles de San<br />
Andrés en espera de la oportunidad de apoderarse del armamento<br />
allí depositado. Algo más tarde, ante el anuncio<br />
del inicio de la sublevación en Barcelona, allí mismo se<br />
empezó a confraternizar con los guardias de asalto cuando<br />
éstos, dotados con arma larga y corta, entregaron su pisto-<br />
12
la al voluntario civil que la reclamaba. Al mismo tiempo el<br />
teniente de aviación Servando Meana 1 , simpatizante de la<br />
CNT, que hacía de enlace de información entre la Aviación<br />
del Prat y José María España, entregó las armas depositadas<br />
en el Palacio de Gobernación a los anarcosindicalistas<br />
2 por su cuenta y riesgo, sin conocimiento de sus<br />
superiores. Los cenetistas del sindicato de química iniciaron<br />
la fabricación de bombas de mano.<br />
LAS SIR<strong>EN</strong>AS DE LAS FÁBRICAS DE PUEBLO<br />
NUEVO LLAMAN AL COMBATE<br />
A las cuatro y cuarto de la madrugada del 19 de<br />
Julio de 1936 las tropas del cuartel del Bruc, en Pedralbes,<br />
habían salido a la calle, dirigiéndose por la Avenida<br />
14 de abril (hoy, Diagonal) hacia el centro de la ciudad.<br />
Los obreros, apostados en las inmediaciones de los<br />
cuarteles, tenían órdenes de dar el aviso y de no hostigar a<br />
los soldados hasta que no estuviesen ya muy alejados de<br />
los mismos. La táctica del Comité de Defensa Confederal<br />
había acordado que sería más fácil batir a la tropa en la calle<br />
que si permanecía atrincherada en los cuarteles.<br />
El campo de fútbol del Júpiter de la calle Lope<br />
de Vega fue utilizado <strong>com</strong>o punto de encuentro desde el<br />
que iniciar la insurrección obrera contra el alzamiento militar,<br />
por la cercanía del domicilio de la mayoría de anarquistas<br />
del grupo "Nosotros" y la enorme militancia cenetista<br />
existente en el barrio. El Comité de Defensa de Pueblo<br />
Nuevo había requisado dos camiones de una cercana<br />
fábrica textil, que fueron aparcados junto al campo del Jú-<br />
1<br />
Datos extraídos de la “Declaración manuscrita de Servando Meana Miranda, capitán<br />
del arma de Aviación”.<br />
2<br />
Abad de Santillán llevó un centenar de pistolas al Sindicato de la Construcción. Véase:<br />
ABAD DE SANTILLÁN, Diego: Por qué perdimos la guerra. Plaza Janés, Esplugues<br />
del Llobregat, 1977, p. 76.<br />
13
piter, que los anarquistas probablemente utilizaban también<br />
<strong>com</strong>o arsenal clandestino. Gregorio Jover vivía en el<br />
número 276 de la calle de Pujades. Ese piso, durante toda<br />
la noche del 18 al 19 de julio, se había convertido en el lugar<br />
de encuentro de los miembros del grupo "Nosotros",<br />
en espera del aviso de la salida a la calle de los facciosos.<br />
A<strong>com</strong>pañaban a Jover, Juan García Oliver, que vivía muy<br />
cerca, en el número 72 de la calle Espronceda, casi esquina<br />
a Llull; Buenaventura Durruti, que vivía a un kilómetro<br />
escaso, en la barriada del Clot; Antonio Ortiz, nacido en el<br />
barrio de La Plata de Pueblo Nuevo, en el chaflán de las<br />
calles Independencia/Wad Ras (ahora Badajoz/Doctor<br />
Trueta); Francisco Ascaso, que vivía también muy cerca<br />
en la calle San Juan de Malta; Ricardo Sanz, también vecino<br />
de Pueblo Nuevo; Aurelio Fernández y José Pérez<br />
Ibáñez "el Valencia". Desde el piso de Jover alcanzaba a<br />
verse la valla del campo del Júpiter, junto a la que estaban<br />
aparcados los dos camiones. A las cinco de la mañana llegó<br />
un enlace <strong>com</strong>unicando que las tropas habían empezado<br />
a salir de los cuarteles. Las calles Lope de Vega, Espronceda,<br />
LLull y Pujades, que rodeaban el campo del Júpiter,<br />
estaban repletas de militantes cenetistas armados.<br />
Una veintena de los más curtidos, probados en mil luchas<br />
callejeras, subieron a los camiones. Antonio Ortiz y Ricardo<br />
Sanz montaron una ametralladora en la parte trasera de<br />
la plataforma del camión que abría la marcha. Las sirenas<br />
de las fábricas textiles de Pueblo Nuevo <strong>com</strong>enzaron a<br />
ulular, llamando a la huelga general y la insurrección revolucionaria,<br />
extendiéndose a otros barrios y a los barcos<br />
surtos en el puerto. Era la señal acordada para el inicio de<br />
la lucha. Y esta vez la alarma de las sirenas cobraba su<br />
significado literal de tomar las armas para defenderse del<br />
enemigo: "al arma". Los dos camiones, bandera rojinegra<br />
14
LOS MILITARES FACCIOSOS OCUPAN LAS<br />
PLAZAS DE ESPAÑA Y UNIVERSIDAD<br />
Hacia las cuatro y cuarto de la madrugada empezaron<br />
a salir tres escuadrones, a pie, del regimiento de Caballería<br />
de Montesa, en el cuartel de la calle Tarragona. El<br />
primer escuadrón, tras un inicial tiroteo de unos veinte<br />
minutos con los guardias de asalto, ocupó la plaza de España,<br />
con una sección de ametralladoras, confraternizando<br />
a continuación con esos guardias de asalto del cuartel sito<br />
en el chaflán Gran Vía-Paralelo, junto al Hotel Olímpico<br />
(hoy Catalonia Plaza Hotel). Los guardias de asalto y el<br />
escuadrón de caballería acordaron un curioso pacto de no<br />
agresión, y en el transcurso de la mañana salieron del<br />
cuartel de los de asalto refuerzos hacia el Cinco de Oros y<br />
la Barceloneta, que no fueron molestados, al tiempo que<br />
éstos permitían el dominio de la plaza de España por los<br />
sublevados, y posteriormente el paso de una <strong>com</strong>pañía de<br />
zapadores desde el cuartel de ingenieros de Lepanto, que<br />
por el Paralelo llegó hasta Atarazanas y las Dependencias<br />
Militares.<br />
En la calle de Cruz Cubierta, a la altura de la alcaldía<br />
de Hostafrancs, el <strong>com</strong>ité de defensa había levantado<br />
una barricada que cerraba la calle. Las tropas<br />
sublevadas disponían de dos piezas de artillería, emplazadas<br />
junto a la fuente del centro de la plaza de España, que<br />
habían llegado en camionetas desde el cuartel de los<br />
Docks. Los militares dispararon un obús contra la barricada<br />
de Hostafrancs, con una trayectoria demasiado elevada,<br />
que impactó en un pequeño parapeto levantado en la bocacalle<br />
de Riego, produciendo ocho muertos y once heridos.<br />
Era un escenario dantesco, con brazos, piernas y trozos de<br />
carne humana colgando de árboles, farolas y cables del<br />
tranvía. La cabeza de una mujer decapitada fue lanzada a<br />
17
setenta metros del lugar. Los facciosos controlaron la plaza<br />
de España hasta las tres de la tarde.<br />
El segundo escuadrón, con una sección de ametralladoras,<br />
al que se sumó un grupo de derechistas, fueron<br />
hostilizados en la calle Valencia, pero consiguieron su objetivo,<br />
que era el de dominar la plaza de la Universidad y<br />
ocupar el edificio universitario, en cuyas torres emplazaron<br />
ametralladoras. Pedían la documentación de los transeúntes,<br />
deteniendo a los afiliados a la CNT o partidos de<br />
izquierda, Ángel Pestaña entre otros. En la Ronda Universidad<br />
tuvieron un tiroteo con un grupo armado del POUM.<br />
Durante el transcurso de la mañana los sublevados fueron<br />
obligados a replegarse al edificio universitario, acosados<br />
por un grupo de guardias de asalto a los que habían tiroteado,<br />
y gente del POUM que habían ocupado el Seminario,<br />
desde el que disparaban sobre los jardines universitarios.<br />
Completamente rodeados, y tras una deserción masiva,<br />
los facciosos se rindieron a las dos y media de la tarde<br />
a un destacamento de la guardia civil, saliendo a la calle<br />
parapetados tras los prisioneros civiles que habían retenido.<br />
ÉXITO DE LOS FACCIOSOS: LOS ING<strong>EN</strong>IEROS<br />
CERCAN A LOS GUARDIAS DE ASALTO.<br />
Del cuartel de ingenieros Lepanto, sito en la<br />
Gran Vía, en las afueras de Barcelona, en Hospitalet de<br />
Llobregat (en la actual plaza Cerdá, en el solar donde se<br />
está construyendo la “ciudad judicial”), había salido a las<br />
cuatro y media una <strong>com</strong>pañía de zapadores que marchó<br />
hasta la plaza de España, donde confraternizó con el escuadrón<br />
de caballería, que dominaba el lugar con ametralladoras<br />
y media batería, y con los guardias de asalto allí<br />
instalados, que incluso habían fijado en la puerta de su<br />
18
cuartel el bando de declaración del estado de guerra. Dada<br />
la calma del lugar, se les ordenó marchar a Dependencias<br />
Militares (el actual Gobierno Militar, frente al monumento<br />
a Colón). Descendieron por el Paralelo, y la calle de Vilá<br />
y Vilá, hasta el muelle de Baleares, donde se enfrentaron<br />
a una <strong>com</strong>pañía de guardias de asalto procedentes de la<br />
Barceloneta, que fue derrotada 4 al quedar entre dos fuegos,<br />
entre Atarazanas y ellos. Tras dejar un pequeño grupo en<br />
Atarazanas la mayoría se instaló en Dependencias Militares<br />
para defender el edificio. Los facciosos habían obtenido<br />
su primera victoria y Escofet había perdido el control<br />
del Paralelo. Los facciosos habían consolidado su dominio<br />
de los astilleros medievales, la Aduana y la fábrica de<br />
electricidad de las tres chimeneas, y controlaban pues el<br />
paseo de Colón y la parte baja del Paralelo. Para romper<br />
este control y aislar a los facciosos de Plaza de España de<br />
los de Atarazanas, los obreros del Sindicato de la Madera<br />
y el Comité de Defensa de Pueblo Seco levantaron rápidamente<br />
una gran barricada en la Brecha de San Pablo, entre<br />
El Molino y el bar Chicago.<br />
<strong>EN</strong> EL PARALELO EL PUEBLO DERROTA AL<br />
EJÉRCITO<br />
El tercer escuadrón, que había salido del cuartel<br />
de caballería de la calle Tarragona, tenía por misión consolidar<br />
el dominio del Paralelo por los facciosos, con el<br />
objetivo de enlazar su cuartel con Capitanía. Pero ahora, al<br />
llegar a la altura de la Brecha de San Pablo, no pudieron<br />
4 A las seis de la mañana una <strong>com</strong>pañía de guardias de asalto de la Barceloneta había<br />
recibido órdenes de desplazarse al Paralelo, pero tras enfrentarse inesperadamente frente<br />
Atarazanas con una <strong>com</strong>pañía de zapadores tuvo numerosas bajas, entre ellas el capitán<br />
Francisco Arrando, oficial al mando (hermano del Alberto Arrando, jefe de las fuerzas<br />
de Seguridad y Asalto). La <strong>com</strong>pañía permaneció treinta horas sitiada e inactiva en<br />
los tinglados del muelle de Baleares, hasta que se rindió el cuartel de Atarazanas.<br />
19
superar una monumental barricada de adoquines y sacos<br />
terreros, que dibujaba un doble rectángulo en mitad de la<br />
avenida, porque un intenso tiroteo les cerraba el paso. Los<br />
militares sólo consiguieron ocupar el sindicato de la Madera<br />
de la CNT en la calle del Rosal y la barricada, abandonada<br />
por los militantes cenetistas, cuando siguiendo el<br />
Plan Mola 5 , avanzaron escudándose tras mujeres y niños<br />
del barrio. Luego los soldados instalaron tres ametralladoras,<br />
una frente al bar La Tranquilidad (Paralelo 69,<br />
junto al teatro Victoria), otra en la azotea del edificio colindante<br />
con El Molino, y la tercera en la barricada de la<br />
Brecha de San Pablo, que fueron empleadas a fondo. Eran<br />
las ocho de la mañana. El tercer escuadrón había necesitado<br />
dos horas para tomar la barricada, defendida por el <strong>com</strong>ité<br />
de defensa de Pueblo Seco y militantes del sindicato<br />
de la madera. Pero los obreros seguían hostilizando a la<br />
tropa desde el otro lado de la Brecha, desde las terrazas de<br />
los edificios cercanos y desde todas las bocacalles. A las<br />
once de la mañana el tercer escuadrón había conseguido<br />
dominar todo el espacio de la Brecha, tras cinco horas de<br />
<strong>com</strong>bate. Sin embargo, el intento realizado por las tropas<br />
situadas en plaza de España de reforzar a sus <strong>com</strong>pañeros<br />
de la Brecha había sido detenido a la altura del cine Avenida<br />
(en Paralelo 182), por el tiroteo y acoso a que fueron<br />
sometidos desde las tapias del recinto ferial que daban al<br />
Paralelo, y desde Tamarit. Los cenetistas decidieron contraatacar<br />
en la Brecha, indirectamente desde Conde del<br />
Asalto (hoy Nou de la Rambla) y otros puntos, infructuo-<br />
5 El Plan del General Mola, director del alzamiento militar contra el gobierno republicano,<br />
ordenaba el uso del terror por los facciosos <strong>com</strong>o único método eficaz frente a una<br />
resistencia popular masiva. Contemplaba expresamente las amenazas contra niños y<br />
mujeres de los resistentes, así <strong>com</strong>o los fusilamientos en masa. La minoría de militares<br />
y fascistas sublevados necesitaba, desde el primer momento, imponerse con el terror a<br />
un enemigo mucho más numeroso, mediante una guerra de exterminio que ya habían<br />
practicado en la guerra colonial de Marruecos.<br />
20
samente. Los vecinos levantaron barricadas en las bocacalles<br />
del Paralelo con Poeta Cabanyes y Tapioles. Una decena<br />
de guardias de asalto, que habían sido requeridos en<br />
el lugar por el oficial de Asalto que <strong>com</strong>batía con los militares<br />
sublevados, decidieron sumarse a las fuerzas populares.<br />
Poco después, los refuerzos cenetistas procedentes de<br />
plaza del Teatro, tras asaltar el Hotel Falcón, desde donde<br />
habían sido tiroteados, se desplazaron desde las Ramblas<br />
por la calle de San Pablo, y después de pactar con el cuartel<br />
de carabineros su neutralidad y vaciar la prisión de<br />
mujeres de Santa Amalia, llegaron por la calle de las<br />
Flores hasta la Ronda de San Pablo, batida por el fuego de<br />
la tropa facciosa. Ortiz con un pequeño grupo, que llevaba<br />
las ametralladoras tomadas en Atarazanas, logró cruzar al<br />
otro lado de la Ronda, construyendo rápidamente una pequeña<br />
barricada que les ponía al abrigo de los disparos de<br />
las tres ametralladoras enemigas instaladas en la Brecha.<br />
Los anarquistas subieron al terrado, y emplazaron sus<br />
ametralladoras en la azotea del bar Chicago (el mismo<br />
edificio es hoy oficina de la Caixa de Catalunya), que protegieron<br />
con sus ráfagas el asalto en tromba y directamente<br />
sobre la Brecha, coordinada simultáneamente desde la<br />
calle de las Flores, desde ambos extremos de la calle Aldana,<br />
desde la calle de las Tapias y desde el café Pay-<br />
Pay de la calle San Pablo, situado frente a la iglesia románica<br />
de Sant Pau del Camp, en el que habían entrado<br />
por la puerta trasera 6 . El capitán que mandaba la tropa junto<br />
a la ametralladora, situada en mitad de la Brecha, fue<br />
abatido por los disparos de Francisco Ascaso, el más adelantado<br />
y mejor situado de los atacantes, que avanzaban<br />
corriendo a la descubierta. Un teniente intentó relevar en<br />
6 Porque toda la callle de San Pablo estaba batida por las ametralladoras situadas en el<br />
centro del Paralelo y en la azotea del edificio colindante con El Molino.<br />
21
el mando al capitán caído, para seguir resistiendo, pero fue<br />
abatido por un cabo de la propia tropa. Era el principio del<br />
fin del <strong>com</strong>bate. Entre las once y las doce del mediodía el<br />
tercer escuadrón había sido derrotado, y la Brecha de San<br />
Pablo recuperada por los obreros. Mientras Francisco Ascaso<br />
saltaba de alegría blandiendo el fusil por encima de<br />
su cabeza, García Oliver no dejaba de gritar “¡sí que se<br />
puede con el ejército!” En este punto crucial de la ciudad<br />
los anarquistas, entre los que se encontraban Francisco<br />
Ascaso, Juan García Oliver, Antonio Ortiz, Gregorio Jover<br />
y Ricardo Sanz 7 , habían derrotado al ejército después de<br />
más de seis horas de lucha. Un reducido número de soldados<br />
siguieron resistiendo, refugiados en el interior de El<br />
Molino, donde tras agotar la cartuchería se rindieron definitivamente<br />
hacia las dos de la tarde.<br />
LA INFANTERÍA LLEGA A PLAZA UNIVERSI-<br />
DAD Y LOS ESCOLAPIOS DE SAN ANTONIO<br />
El regimiento de infantería de Badajoz (del cuartel<br />
de Pedralbes) había sido requerido en Capitanía por el general<br />
Llano de la En<strong>com</strong>ienda, y allí se dirigió, aunque con<br />
el propósito de ponerse a las órdenes del general Goded,<br />
que desde Palma de Mallorca volaba ya a Barcelona para<br />
liderar la sublevación militar. Al llegar a la Gran Vía, la<br />
<strong>com</strong>pañía del capitán López Belda siguió descendiendo<br />
por la calle Urgell hasta el Paralelo, donde fueron tiroteados,<br />
y desde allí llegaron a Atarazanas, monumento a Colón<br />
y Capitanía, donde reforzaron la tropa existente. López<br />
Belda y los zapadores fueron las únicas tropas fac-<br />
7 Y muchos militantes cenetistas anónimos entre los que se encontraba Quico Sabaté,<br />
militante del sindicato de la Madera, que también estuvo el día 20 en el asalto de Atarazanas,<br />
y que durante el franquismo fue un célebre maquis.<br />
22
ciosas que alcanzaron con éxito el objetivo propuesto,<br />
que en su caso era reforzar Atarazanas y Capitanía.<br />
El resto de la columna, mandada por el <strong>com</strong>andante López<br />
Amor, se dirigió por la Gran Vía hacia la plaza de Cataluña,<br />
manteniendo un tiroteo con el escuadrón del regimiento<br />
de Montesa, que ya había ocupado la plaza Universidad.<br />
Deshecho el error, una <strong>com</strong>pañía bajó por la Ronda de San<br />
Antonio, en dirección a Capitanía, pero llegados a la altura<br />
del Mercado de San Antonio, fue hostilizada por los <strong>com</strong>ités<br />
de defensa, que no podían permitir que reforzaran a las<br />
tropas que luchaban en la Brecha, teniendo que refugiarse<br />
en Los Escolapios, donde se rindieron una hora después,<br />
tras una dura resistencia.<br />
LA LUCHA <strong>EN</strong> LA PLAZA CATALUÑA<br />
Tras dejar un retén en la Universidad, el resto de la<br />
tropa, a las órdenes de López Amor entró desde Pelayo y<br />
Ronda Universidad en la plaza de Cataluña, dando vivas<br />
a la república, rodeados por una multitud curiosa y expectante<br />
que desconocía si eran tropas adictas o sublevadas.<br />
Tras un tiroteo entre la tropa facciosa y los guardias de<br />
asalto aparecieron pañuelos blancos, cesó el fuego, y<br />
guardias y soldados se abrazaron y confraternizaron. La<br />
multitud de civiles armados llegó a desarticular la formación<br />
de la tropa mezclándose con los soldados. El equívoco,<br />
la táctica taimada de unos y otros, la indecisión de los<br />
guardias, el recelo de los obreros y la excesiva proximidad<br />
física crearon un desorden increíble y peligroso. La plaza<br />
estaba ocupada por retenes de los Guardias de Asalto y<br />
por numerosos militantes obreros armados en la parte de<br />
las Ramblas, Telefónica y Puerta del Ángel. El <strong>com</strong>andante<br />
López Amor dio la orden de pedir la documentación a<br />
los civiles, en su mayoría cenetistas, pero ante la imposibi-<br />
23
lidad de detenerlos a todos decidió expulsarlos del lugar, y<br />
situar ametralladoras en cuatro puntos opuestos de la plaza:<br />
en la azotea de la Maison Dorée (en la esquina con Rivadeneira,<br />
en parte del solar ahora ocupado por Sfera), en<br />
el terrado del Cine Cataluña (aproximadamente donde<br />
ahora está Habitat), en el Hotel Colón (ahora Banesto) y<br />
en el Casino Militar (hoy engullido por El Corte Inglés), y<br />
las dos pequeñas piezas del 7,5 en el centro de la plaza Cataluña.<br />
López Amor se dirigió a la Telefónica, con la intención<br />
de ocuparla y controlar las <strong>com</strong>unicaciones. La<br />
inicial colaboración de los de Asalto, propiciada por la<br />
traición del oficial al mando, teniente Llop, se transformó,<br />
pasado un período de desconcierto de unos diez minutos,<br />
en manifiesta oposición. López Amor ordenó que las dos<br />
piezas situadas en mitad de la plaza dispararan sobre la<br />
Telefónica. Fueron tres cañonazos que estuvieron a punto<br />
de cortar las <strong>com</strong>unicaciones. Se generalizó el tiroteo,<br />
dentro y fuera del edificio. En estos momentos de confusión<br />
un grupo de guardias de asalto capturó a López Amor<br />
frente al Casino Militar. Las <strong>com</strong>pañías de los guardias de<br />
asalto, junto a los obreros en armas, se hicieron fuertes en<br />
Fontanella, pisos superiores de la Telefónica, Puerta del<br />
Ángel y Las Ramblas. Las calles de Pelayo, Vergara y<br />
Ronda Universidad ya habían sido tomadas por militantes<br />
obreros, consiguiendo aislar a los militares, que finalmente<br />
no tuvieron más remedio que refugiarse en el Hotel Colón,<br />
la Maison Dorée, el Casino Militar y los bajos y primer<br />
piso de la Telefónica, desde donde resistían el ataque<br />
popular y de los guardias de asalto. El centro de la plaza<br />
era tierra de nadie. Se había evitado que esas tropas pudieran<br />
bajar por las Ramblas hasta Atarazanas y Capitanía, o<br />
por Fontanella y Portal del Ángel hasta la Comisaría de<br />
Vía Layetana o el Palacio de la Generalidad. También se<br />
24
había impedido que Telefónica y las cercanas emisoras de<br />
radio cayeran en poder de los facciosos. Los obreros de<br />
Telefónica cortaron las <strong>com</strong>unicaciones de Capitanía con<br />
los cuarteles sublevados. Las fuerzas populares tomaron<br />
muy pronto el Casino Militar y la Maison Dorée, gracias a<br />
la intervención <strong>com</strong>binada de guardias de asalto y obreros,<br />
que habían afianzado sus posiciones utilizando los túneles<br />
del metro. La resistencia de los sublevados, que ya sólo<br />
controlaban el cañoneado Hotel Colón y los bajos de la<br />
Telefónica, finalizó a las cuatro de la tarde, cuando se rindieron<br />
al ataque, tardío pero decisivo, de la guardia civil,<br />
secundado por los de asalto y el entusiasmo popular, que<br />
recelaba de los tricornios. Una ingente multitud llenaba<br />
esquinas, bocas de metro y calles próximas. Aparecieron<br />
banderas blancas en el Hotel Colón y entonces la furia popular<br />
lo desbordó todo. Tronó de nuevo el cañón que Lecha<br />
había arrastrado desde Claris. Durruti y Obregón (que<br />
murió en el ataque) en un masivo asalto desde las Ramblas<br />
de los militantes anarquistas, a pecho descubierto, recuperaron<br />
los bajos de la Telefónica. Al mismo tiempo guardias<br />
civiles y obreros, Josep Rovira del POUM en primer<br />
lugar, entraban en el Hotel Colón y hacían prisioneros a<br />
los oficiales. La plaza estaba sembrada de cadáveres.<br />
También aquí el ejército había sido vencido.<br />
LOS FACCIOSOS SE REFUGIAN <strong>EN</strong> EL CONV<strong>EN</strong>-<br />
TO DE LOS CARMELITAS<br />
Desde el cuartel de Gerona, o de caballería de<br />
Santiago, en el cruce Lepanto/Travesera de Gracia, cerca<br />
del Hospital de San Pablo, salieron hacia las cinco de la<br />
mañana tres escuadrones de unos cincuenta hombres cada<br />
uno, a pie, con ametralladoras cargadas en autos. Su objetivo<br />
era dominar el Cinco de Oros (hoy plaza Juan Carlos<br />
25
I), en el cruce del Paseo de Gracia con Diagonal, para luego<br />
bajar a plaza Urquinaona y Arco del Triunfo. Fueron<br />
ligeramente hostilizados durante todo su recorrido por las<br />
calles Lepanto, Industria, Paseo de San Juan (entonces<br />
García Hernández) y Córcega. Pero en el Cinco de Oros<br />
les esperaban varias <strong>com</strong>pañías de asalto, con un escuadrón<br />
de caballería y una sección de ametralladoras, a<strong>com</strong>pañados<br />
por una multitud de militantes obreros, apostada<br />
en azoteas, balcones, árboles y portales, armados con automáticas<br />
y bombas de mano. De manera inesperada para<br />
los sublevados, que avanzaban sin la precaución de un pelotón<br />
de exploradores, un nutrido fuego barrió la vanguardia<br />
produciendo gran número de bajas entre la tropa y oficiales.<br />
El coronel Lacasa, que dirigía el regimiento de Santiago,<br />
se refugió con los oficiales supervivientes y algunos<br />
soldados en el Convento de los Carmelitas, sito en<br />
Diagonal esquina a Lauria, donde con la activa ayuda de<br />
los frailes se hicieron inexpugnables gracias a las ametralladoras<br />
instaladas en los bajos y en la azotea 8 . El destacamento<br />
de la guardia civil, enviado para <strong>com</strong>batirles, se<br />
les unió en la resistencia. El coronel situó alrededor del<br />
convento puestos avanzados en los cruces de las calles<br />
Córcega-Santa Tecla, Claris-Diagonal y Menéndez Pelayo<br />
(ahora Torrent de l´Olla)-Lauria, que dadas las numerosas<br />
bajas se vio obligado a retirar a última hora de la tarde. Ya<br />
de noche, los facciosos sitiados en el convento, pactaron<br />
rendirse a la guardia civil al amanecer del día siguiente.<br />
A muy poca distancia, en la confluencia de Balmes<br />
con Diagonal, media hora después del inicio del enfrentamiento<br />
en el Cinco de Oros, cuatro camiones proceden-<br />
8 Al parecer el coronel Lacasa había preparado ya la noche anterior el convento para<br />
convertirlo en hospital-fortaleza, situando también ametralladoras en la azotea de la<br />
Casa de Les Punxes, sita frente al convento.<br />
26
tes del Parque de Artillería de San Andrés, que transportaban<br />
unos cincuenta artilleros con destino plaza de Cataluña,<br />
fueron emboscados, detenidos y aniquilados por las<br />
descargas de fusilería de obreros y guardias de asalto. Armas<br />
y cañones fueron tomados por los obreros.<br />
<strong>EN</strong> LA BARCELONETA: <strong>BARRICADAS</strong> MÓVILES<br />
CONTRA LA ARTILLERÍA<br />
El regimiento de artillería de montaña, en el cuartel<br />
de los Docks de la Avenida Icaria, fue el foco principal<br />
de conspiración del levantamiento militar. Del cuartel<br />
habían conseguido salir dos camionetas, con sendas piezas<br />
de artillería, que llegaron con éxito a su destino en plaza<br />
de España. Una pieza, colocada en el centro del patio,<br />
anunció con su estampido que la artillería había salido a la<br />
calle. A las seis se organizó una columna, al mando del<br />
<strong>com</strong>andante Fernández Unzué, que tenía por objetivo tomar<br />
primero el Palacio de Gobernación y acto seguido el<br />
palacio de la Generalidad. En octubre de 1934, a este<br />
mismo <strong>com</strong>andante, al mando de una sola batería, le había<br />
bastado empezar a disparar contra el Palacio de la Generalidad,<br />
para ver inmediatamente la bandera blanca que ponía<br />
fin a la rebelión catalanista de Companys. Un avión<br />
bombardeó el cuartel antes de la salida, causando algunas<br />
bajas y cierta desmoralización. Pese a todo salieron las tres<br />
baterías a la calle, sin esperar la llegada de las dos <strong>com</strong>pañías<br />
del cercano regimiento de Infantería Alcántara, que<br />
debían cubrirles. Que las baterías debían estar protegidas<br />
por la infantería era cosa de manual, puesto que las piezas<br />
de artillería tenían que avanzar lentamente por el centro de<br />
la calle, al descubierto, arrastradas por animales; pero los<br />
oficiales estaban convencidos de que el “populacho” correría<br />
al oír el trueno del primer cañonazo. Mientras tanto<br />
27
en la Barceloneta la exaltación de vecinos y portuarios se<br />
convirtió en un grito unánime que exigía armas. El <strong>com</strong>andante<br />
Enrique Gómez García, del cuartel de la Barceloneta<br />
de los guardias de Asalto, ante la inminencia del enfrentamiento,<br />
decidió repartir armas a quien dejara, <strong>com</strong>o<br />
garantía de devolución, el carné sindical o político. La<br />
primera batería, dirigida por el capitán López Varela, consiguió<br />
avanzar sin dificultad hasta sobrepasar el puente de<br />
San Carlos (hoy desaparecido), que cruzaba la Avenida<br />
Icaria y las vías ferroviarias, cuando inesperadamente le<br />
dispararon un grupo de fuerzas de Asalto, y obreros armados<br />
por éstos, apostados en las inmediaciones de la plaza<br />
de toros de la Barceloneta (hoy desaparecida), en el propio<br />
puente, en los vagones y tapias del ferrocarril, en los balcones<br />
y azoteas más cercanas. Rápidamente se sumaron a<br />
la lucha un enjambre de militantes obreros de Pueblo<br />
Nuevo, la Barceloneta, y de los sindicatos del Transporte y<br />
Metalúrgico de las Ramblas. Las tres baterías se encontraron<br />
atenazadas entre dos flancos, obstaculizándose unas a<br />
otras el avance. López Varela consiguió emplazar las ametralladoras<br />
y los cuatro cañones de su batería, y empezó a<br />
disparar, sin dejar de avanzar hacia la Barceloneta. Tras<br />
dos horas de luchar a la defensiva las dos baterías de retaguardia,<br />
inmovilizadas y constantemente acosadas por atacantes<br />
bien parapetados, consiguieron regresar al cuartel<br />
con numerosas pérdidas, en una retirada caótica, marcada<br />
por el terror y la desbandada del ganado que transportaba<br />
unas municiones que estallaban al ser alcanzadas por los<br />
disparos. Ya a la entrada del cuartel tuvieron catorce bajas,<br />
causadas por el ametrallamiento de dos aviones, que poco<br />
después bombardearon con menor fortuna el interior del<br />
cuartel. La batería de López Varela, que ya no podía retroceder,<br />
no pudo superar la confluencia de la avenida Icaria<br />
28
con el Paseo Nacional, cerrada por una enorme barricada<br />
de dos metros de altura, que los portuarios habían levantando<br />
con los habituales adoquines y los menos corrientes<br />
sacos de algarrobas, además de las maderas y quinientas<br />
toneladas de bobinas de papel descargadas en media<br />
hora por carretillas eléctricas del buque “Ciudad de Barcelona”,<br />
atracado en el vecino “moll de les garrofes”, punto<br />
habitual de estiba de algarrobas de los veleros que las<br />
transportaban desde poblaciones costeras de Castellón y<br />
Tarragona. La batería era hostigada por los disparos de<br />
mortero que se le hacían desde la azotea de Gobernación,<br />
así <strong>com</strong>o por las nutridas descargas de fusilería y ametralladoras<br />
procedentes de la Escuela Náutica y el Depósito<br />
Franco. Los militares cañoneaban barricadas y multitud,<br />
produciendo en ambas terribles brechas; pero las barricadas<br />
se rehacían y la multitud volvía a intensificar su cerrado<br />
ataque. La posición de los facciosos se hizo insostenible.<br />
A las diez recibieron la orden de retirada, pero ésta se<br />
convirtió en un martirio, porque a medida que los soldados<br />
intentaban retirarse, las bobinas de papel, convertidas en<br />
barricadas móviles, avanzaban empujadas por trabajadores<br />
sin armas, mientras otros bien protegidos tras la bobinas<br />
lanzaban bombas de mano y disparaban sin tregua. Se<br />
produjo el asalto final sobre una treintena de hombres, parapetados<br />
tras sus piezas artilleras y los animales muertos,<br />
llegándose a la lucha cuerpo a cuerpo. López Varela, herido,<br />
fue trasladado a Gobernación, con el resto de oficiales<br />
hechos prisioneros, mientras los soldados confraternizaban<br />
con el pueblo. Se habían conseguido varios cañones y diverso<br />
armamento: aún no eran las diez y media de la mañana.<br />
El cuartel de los Docks estaba sitiado, con una barricada<br />
colocada a cien metros de la puerta principal. La<br />
29
infantería del regimiento de Alcántara fue fácilmente repelida<br />
en dos ocasiones, aunque algunos soldados consiguieron<br />
entrar por sorpresa en el cuartel, sin alterar la desesperada<br />
situación de los sitiados, que hacia las ocho de la tarde<br />
se rindieron a unos oficiales de la guardia de Asalto,<br />
que se hicieron cargo de los prisioneros. Por la noche el<br />
cuartel fue tomado por los <strong>com</strong>ités de defensa de la Barceloneta<br />
y Pueblo Nuevo, sin hallar resistencia.<br />
<strong>EN</strong> PLAZA URQUINAONA: LOS FACCIOSOS NO<br />
CONSIGU<strong>EN</strong> OCUPAR LA RADIO.<br />
Junto al Parque de la Ciudadela había dos cuarteles:<br />
el de Intendencia, fiel a la república, hasta el punto de<br />
confiarles la separación y vigilancia de los dos tercios de<br />
la guardia civil, que al mando del coronel Escobar subieron<br />
por Layetana para tomar la plaza de Cataluña, y el<br />
cuartel del regimiento de infantería Alcántara, con una<br />
oficialidad dividida entre simpatizantes y opuestos al alzamiento,<br />
que mantuvo una curiosa neutralidad y una típica<br />
“precaución soldadesca” que tuvo por resultado que<br />
las tropas salieran muy tarde a la calle, después de las<br />
nueve de la mañana, por orden del general Fernández Burriel.<br />
Una <strong>com</strong>pañía tenía la misión de socorrer al sitiado<br />
cuartel de artillería de los Docks, que fracasó ante la oposición<br />
de una multitud en armas que le hizo regresar pronto<br />
a su cuartel. La segunda <strong>com</strong>pañía tenía por objetivo la<br />
ocupación de los estudios de Radio Barcelona en la calle<br />
de Caspe número 12. Acosada la tropa en plaza Urquinaona,<br />
intentaron desesperadamente subir por la calle de Lauria<br />
hacia Caspe, pero tras una hora de duro <strong>com</strong>bate la<br />
<strong>com</strong>pañía estaba prácticamente deshecha, consiguiendo un<br />
grupo refugiarse en el Hotel Ritz, donde se rindieron tras<br />
ser cañoneados.<br />
30
<strong>EN</strong> LA CALLE DIPUTACIÓN: LOS CAMIONES SE<br />
LANZAN SOBRE LA ARTILLERÍA<br />
El cuartel del regimiento de Artillería ligera nº<br />
7 y el Parque de Artillería eran dos edificios situados en<br />
el extremo de la calle San Andrés del Palomar. Los facciosos<br />
organizaron la defensa conjunta de los dos edificios,<br />
contando con la colaboración de elementos civiles,<br />
en su mayoría monárquicos que habían reaccionado desfavorablemente<br />
a la arenga que el capitán Reinlen les dirigió<br />
con los gritos finales de viva España y viva la república.<br />
En el Parque de Artillería se custodiaban unos treinta mil<br />
fusiles. Tras la primera salida de los cuatro camiones, que<br />
ya hemos visto que fueron aniquilados en el cruce de<br />
Diagonal/Balmes, se organizó la salida de una segunda<br />
agrupación que tenía por misión apoyar a la infantería del<br />
regimiento Badajoz (que se había refugiado ya en varios<br />
edificios de la plaza de Cataluña, sin poder avanzar más).<br />
Esta segunda agrupación estaba formada por una batería<br />
(cuatro cañones). Llegó a la calle Bruc, desde la calle Diputación,<br />
a las siete de la mañana, tras un largo recorrido<br />
de seis kilómetros, sin apenas incidentes desfavorables. En<br />
el cruce de Bruc con Diputación fueron sorprendidos por<br />
un grupo de asalto y obreros armados. El tiroteo puso en<br />
aviso a las cercanas fuerzas de asalto que protegían la<br />
Comisaría de orden Público en Vía Layetana, y a las que<br />
acudían desde el Cinco de Oros a plaza de Cataluña, así<br />
<strong>com</strong>o a las fuerzas populares que asediaban el Hotel Colón<br />
y Telefónica. La batería avanzó por la calle Diputación<br />
hasta la calle Claris, pero al intentar bajar por esta calle y<br />
atravesar la Gran Vía, se produjo un nutrido fuego de fusil<br />
y ametralladoras, que produjo numerosas bajas entre la<br />
tropa y el ganado. Emplazados los cañones y las ametralladoras<br />
en el cuadro formado por las calles Diputación,<br />
31
Claris, Lauria y Gran Vía, dispararon contra la multitud<br />
que no cesaba de reagruparse y contraatacar. Los setenta<br />
soldados que formaban la batería se enfrentaban a un atacante<br />
mucho más numeroso, bien situado en azoteas, portales<br />
y balcones, que sobre todo no cejaba en su empuje,<br />
pese a los disparos de la artillería. Los refuerzos que acudieron<br />
en ayuda de las fuerzas populares estaban formados<br />
por dos <strong>com</strong>pañías de guardias de asalto, ya que una tercera<br />
<strong>com</strong>pañía rehuyó el <strong>com</strong>bate para regresar cómodamente<br />
a su cuartel en la plaza de España, y por centenares de<br />
obreros, que no dejaban de sumarse al <strong>com</strong>bate. La situación<br />
de la batería sublevada era cada vez más difícil. Pero<br />
tras dos horas de <strong>com</strong>bate la mortandad causada por los<br />
cañonazos era espantosa. Los cañones estaban defendidos<br />
por una línea de ametralladoras, que hacía inaccesible<br />
cualquier ataque. Los guardias de asalto desfallecían, considerando<br />
que carecían de medios adecuados para enfrentarse<br />
a la artillería. La original y arriesgada táctica utilizada<br />
por un grupo de militantes cenetistas, para realizar con<br />
éxito el ataque final, consistió en subirse a la plataforma<br />
trasera de tres camiones, y tras lanzarlos a toda velocidad<br />
sobre la línea de ametralladoras, saltar de los vehículos,<br />
arrojando bombas de mano. Con la sorpresa destrozaron y<br />
rebasaron la línea defensiva de las ametralladoras, que acto<br />
seguido fueron utilizadas por los obreros contra los artilleros.<br />
A las once de la mañana el <strong>com</strong>bate había cesado.<br />
Mientras los oficiales facciosos se rendían a la guardia de<br />
asalto, los anarcosindicalistas se apoderaron inmediatamente<br />
de las ametralladoras y de un cañón, que arrastraron<br />
a peso hasta la plaza de Cataluña.<br />
32
CAPITANÍA ES CAÑONEADA Y ASALTADA POR<br />
EL PUEBLO: GODED PRESO<br />
En el edificio de Capitanía, en el Paseo de Colón,<br />
donde estaban los mandos de la División de Cataluña, los<br />
generales y altos oficiales parecían representar una ópera<br />
bufa. Nadie obedecía ya al general Llano de la En<strong>com</strong>ienda,<br />
mando supremo de la División, y leal a la República,<br />
pero nadie se atrevía tampoco a destituirle y tomar el<br />
mando. El general sublevado Fernández Burriel permitió<br />
que Llano, desde su despacho, siguiera dando órdenes, o<br />
recibiendo llamadas telefónicas. Todo eran reproches de<br />
guante blanco, chulerías cuarteleras e invocaciones al<br />
honor. Cuando el general Goded, después de declarar el<br />
estado de guerra en Mallorca y dominar fácilmente la isla,<br />
llegó a Barcelona hacia las doce y media en unos hidroaviones,<br />
para encabezar la sublevación en Cataluña, no podía<br />
entender que Llano de la En<strong>com</strong>ienda siguiera libre, y<br />
el Estado Mayor no hubiera centralizado aún las operaciones<br />
de los facciosos. El trayecto de Goded desde Aeronáutica<br />
Naval hasta Capitanía estuvo jalonado por el ruido<br />
de intensos tiroteos y el lejano trueno de la artillería.<br />
Después de una serie de imprecaciones y mutuas amenazas<br />
de muerte con el general Llano, Goded se enfrentó a la<br />
situación militar existente en aquel momento. Hizo una infructuosa<br />
llamada telefónica al general Aranguren, de la<br />
guardia civil, para que se pusiera a sus órdenes. Aranguren<br />
que estaba en el Palacio de Gobernación, a<strong>com</strong>pañado<br />
y discretamente vigilado por España, Pérez Farrás y Guarner,<br />
rehusó unirse a los sublevados. Ordenó Goded a la infantería<br />
del regimiento de Alcántara que intentara de nuevo<br />
auxiliar a las tropas de artillería de los Docks. No podía<br />
<strong>com</strong>prender que éstas hubieran salido sin protección de la<br />
infantería. Ante la desmoralización que producía entre los<br />
33
facciosos el constante bombardeo y ametrallamiento de la<br />
aviación ordenó, mediante un enlace, que los hidroaviones<br />
que le habían traído bombardeasen el aeropuerto de El<br />
Prat. Pero cuando el enlace llegó a Aeronáutica con la orden<br />
escrita, los hidros ya habían partido hacia su base en<br />
Mahón, ante la manifiesta hostilidad de la marinería y del<br />
personal de Aeronáutica. Eran las dos y media y la derrota<br />
de los sublevados parecía ya segura. Goded intentó entonces<br />
traer refuerzos desde Mallorca, Zaragoza, Mataró y<br />
Girona. Con Mataró y Girona no pudo hablar telefónicamente,<br />
ni enviar a nadie, porque el coche blindado tenía<br />
los neumáticos agujereados por proyectiles. Zaragoza y<br />
Palma estaban demasiado lejos para que su ayuda fuese<br />
efectiva. Tampoco la infantería del regimiento de Alcántara<br />
alcanzó sus objetivos, ya que fue fácilmente rechazada<br />
en su segundo intento de aproximarse al cuartel de los<br />
Docks, y los soldados que consiguieron entrar por sorpresa<br />
en el cuartel fueron insuficientes para levantar el asedio.<br />
Una multitud heterogénea, formada por militantes<br />
obreros que lucían fusiles, cascos y cartucheras tomadas al<br />
enemigo y guardias de asalto con la casaca desabrochada,<br />
o en camiseta, arrastraron los cañones tomados en Diputación-Claris,<br />
bajando por la vía Layetana con el propósito<br />
de asaltar la División. El obrero portuario Manuel Lecha,<br />
antiguo artillero 9 , emplazó las piezas en la plaza An-<br />
9 La increíble hazaña de “El Artillero” fue recogida en una breve nota, publicada en<br />
Solidaridad Obrera (27 julio 1936), en la que se narraba cómo éste había conquistado<br />
dos cañones en la lucha entablada contra la artillería ligera en Diputación-Lauria, cómo<br />
luego había conseguido rendir a los facciosos refugiados en el cercano Ritz, tras disparar<br />
tres cañonazos; de allí se desplazó a la plaza de Santa Ana (hoy sin placa, al final de<br />
Puerta del Ángel, en el cruce con Cucurella-Arcs) desde donde disparó, con tiro indirecto,<br />
sobre el Hotel Colón hasta su rendición. Se desplazó con sus cañones por vía Layetana<br />
para disparar treinta y ocho cañonazos sobre Capitanía. De allí se desplazó hasta la<br />
Diagonal, para acabar al anochecer en la barriada de Sants, disparando en la calle Galileo<br />
contra una iglesia, hasta obtener su rendición.<br />
34
tonio López para disparar directamente sobre el edificio de<br />
Capitanía, mientras las baterías tomadas en la avenida Icaria<br />
ensayaban el tiro indirecto desde la Barceloneta. Eran<br />
las cinco de la tarde. Goded, al ver los preparativos, telefoneó<br />
a España, consejero de Gobernación, para exigirle<br />
fanfarronamente su rendición, recibiendo <strong>com</strong>o respuesta<br />
un plazo de media hora para rendirse, con la garantía de<br />
conservar la vida, ya que expirado el plazo la artillería<br />
<strong>com</strong>enzaría a disparar. A las cinco y media empezaron los<br />
disparos de artillería. Cuarenta cañonazos y una fusilería<br />
cada vez más cercana no ofrecían dudas sobre la inminencia<br />
del asalto. Apareció una bandera blanca y cesó el fuego<br />
por ambas partes, pero cuando un oficial leal se<br />
aproximó para obtener la rendición, volvieron a tabletear<br />
las ametralladoras de Capitanía. Se reinició la lucha y<br />
cuando las puertas estaban a punto de ceder volvió a aparecer<br />
una bandera blanca, pero ahora los asaltantes no cesaron<br />
el fuego, acabaron de derribar las puertas y entraron<br />
a la fuerza en Capitanía. Eran las seis de la tarde. El <strong>com</strong>andante<br />
Pérez Farrás 10 , con peligro de la propia vida,<br />
consiguió proteger al general Goded de un linchamiento<br />
seguro, en el que perecieron varios oficiales vestidos de<br />
civil, y trasladarlo al Palacio de la Generalidad, donde fue<br />
convencido por Companys para que emitiese por los micrófonos<br />
de radio, allí instalados, un llamamiento para que<br />
cesara el fuego: “La suerte me ha sido adversa y yo he<br />
quedado prisionero. Por lo tanto, si queréis evitar el derramamiento<br />
de sangre, los soldados que me a<strong>com</strong>pañabais<br />
quedáis libres de todo <strong>com</strong>promiso.” Eran las siete de<br />
10 Había sido jefe de los “mossos d´esquadra” en octubre de 1934. Amnistiado de su<br />
condena a muerte pasó a la reserva militar. El 19 de julio, sin ostentar cargo oficial alguno,<br />
intervino eficazmente <strong>com</strong>o organizador de los <strong>com</strong>bates callejeros. Nombrado<br />
por Companys secretario del no nato Comité de Milicias Ciudadanas, se convirtió en<br />
asesor militar de la Columna Durruti.<br />
35
la tarde. El mensaje fue grabado y emitido por las emisoras<br />
de radio cada media hora, con notables efectos propagandísticos<br />
en toda España.<br />
LA FRUTA YA ESTÁ MADURA<br />
El triunfo popular fue tan aplastante que varios edificios<br />
cayeron por sí solos, sin violencia alguna, <strong>com</strong>o cae<br />
la fruta madura. El director de la Prisión Modelo abrió las<br />
puertas a los presos, anticipándose al motín en curso y al<br />
previsible asalto de la cárcel. En la calle Mercaders número<br />
26 tenía su sede el sindicato de la construcción, además<br />
del Comité Regional de la CNT y la Federación Local de<br />
Sindicatos. Justo delante estaba la sede del Fomento del<br />
Trabajo, sito ahora en Vía Layetana número 34. En el edificio<br />
colindante, en el actual número 32, estaba la Casa<br />
Cambó. Ambos edificios fueron ocupados por los cenetistas,<br />
sin lucha alguna, ya que habían sido <strong>com</strong>pletamente<br />
abandonados, con muebles y archivos intactos. El conjunto<br />
de ambos edificios fue conocido <strong>com</strong>o la “Casa CNT-<br />
FAI", que hasta el final de la guerra fue sede de los <strong>com</strong>ités<br />
regionales de la CNT y de la FAI, de Mujeres Libres, y<br />
entre otros muchos, del Comité de Investigación e Información<br />
de la CNT-FAI, dirigido por Manuel Escorza, que<br />
desde el ático de la Casa Cambó, usó a fondo, en los meses<br />
siguientes, la información contenida en los incautados<br />
archivos de Fomento del Trabajo y de la Lliga.<br />
SAN ANDRÉS: EL PROLETARIADO BARCELO-<br />
NÉS TOMA TREINTA MIL FUSILES<br />
Las escasas fuerzas que custodiaban el cuartel y parque de<br />
artillería de San Andrés, en su mayoría paisanos derechistas<br />
y monárquicos, veían cómo iba aumentando la masa<br />
36
que acosaba el cuartel. Hacia mediodía la aviación ametralló<br />
y bombardeó el cuartel y la maestranza, con cuidado de<br />
no hacer estallar el arsenal, causando algunas bajas, tanto<br />
entre los soldados <strong>com</strong>o entre los que lo acechaban. Los<br />
aviones repitieron los bombardeos tres o cuatro veces más,<br />
provocando varios muertos y heridos, y una enorme desmoralización<br />
entre los defensores, a la que se sumaron las<br />
noticias sobre el desastre de la rebelión militar en Barcelona.<br />
Al anochecer los defensores, tanto civiles <strong>com</strong>o militares,<br />
abandonaron poco a poco el cuartel, emprendiendo<br />
la fuga. Ya sin resistencia alguna los <strong>com</strong>ités de defensa<br />
confederales de San Andrés, Horta, Santa Coloma, San<br />
Adrián y Pueblo Nuevo asaltaron el cuartel y la maestranza,<br />
antes del amanecer, apoderándose de todo el arsenal<br />
allí depositado. Eran unos treinta mil fusiles. El proletariado<br />
barcelonés ya había conseguido armarse. Los<br />
guardias de asalto, enviados por Escofet para evitarlo, desistieron<br />
del enfrentamiento armado con los obreros.<br />
Las barricadas levantadas frente a los cuarteles para<br />
impedir la salida de los rebeldes sitiados, evitaban ahora<br />
la entrada de los de asalto. Era ya demasiado tarde para<br />
imponer el orden burgués: la situación era netamente revolucionaria.<br />
Si esos guardias de asalto hubieran disparado<br />
sobre el pueblo se hubieran convertido inmediatamente en<br />
unos facciosos suicidas.<br />
En realidad desde las seis de la tarde, con la toma<br />
definitiva de la plaza de Cataluña y la rendición de<br />
Goded en Capitanía, la sublevación podía darse por<br />
derrotada. Sólo quedaba una labor de limpieza que acabara<br />
con los últimos reductos. Los distintos cuarteles, sin<br />
apenas tropa, totalmente desmoralizados, y pasto de las<br />
crecientes deserciones, se rindieron o fueron asaltados en<br />
el transcurso de la tarde-noche. Así sucedió, por ejemplo,<br />
37
en el cuartel del Bruc, en Pedralbes, custodiado por un pequeño<br />
retén de facciosos. Por la tarde un avión arrojó octavillas,<br />
explicando que los soldados estaban licenciados y<br />
los oficiales sublevados destituidos, que provocaron la deserción<br />
de casi toda la tropa. Los pocos oficiales que quedaban<br />
decidieron la entrega del cuartel a la Guardia civil,<br />
aunque éste poco después fue asaltado por los obreros cenetistas<br />
sin hallar resistencia. Lo bautizaron “Bakunin”.<br />
DÍA 20: ASALTO FINAL A LOS CARMELITAS Y<br />
AL CUARTEL DE ATARAZANAS<br />
El día 20 ya sólo quedaban dos reductos facciosos:<br />
el convento de los carmelitas y el núcleo de Atarazanas y<br />
Dependencias militares.<br />
Ya desde el amanecer una enorme multitud asediaba el<br />
convento de los Carmelitas, desbordando con su impaciencia<br />
el cerco de los guardias de asalto. Los asediados ya<br />
habían anunciado su entrega la noche anterior, aunque sin<br />
dejar de disparar ante cualquier intento de aproximación<br />
de los sitiadores. La activa <strong>com</strong>plicidad de los frailes con<br />
los sublevados, a quienes habían dado refugio, auxilio médico<br />
y <strong>com</strong>ida, se había convertido entre las masas que rodeaban<br />
el convento en la certeza de que los religiosos<br />
también habían disparado las ametralladoras, que tantas<br />
bajas habían causado. Hacia mediodía llegó el coronel Escobar,<br />
al mando de una <strong>com</strong>pañía de la guardia civil, que<br />
parlamentó con los facciosos su inmediata rendición. Se<br />
abrieron las puertas y desde el exterior pudo verse a los<br />
oficiales, mezclados fraternalmente con los odiados frailes.<br />
Una masa furiosa, que desbordó a guardias de asalto y<br />
guardias civiles, invadió el convento matando a golpes,<br />
cuchilladas o disparos a bocajarro a religiosos y militares,<br />
para ensañarse luego con algunos cadáveres. El cuerpo del<br />
38
coronel Lacasa fue decapitado, el del capitán Domingo<br />
fue decapitado, mutilado y despedazado con una sierra y<br />
el del <strong>com</strong>andante Rebolledo capado 11 . Anónimos milicianos<br />
disolvieron un desfile popular que festejaba la victoria<br />
con la cabeza empalada del coronel. Un taxi transportó<br />
al zoo los troceados despojos del capitán Domingo para<br />
arrojarlos a las fieras 12 .<br />
Al final de las Ramblas, ante el monumento a Colón,<br />
a la izquierda, se encontraba el edifico de las Dependencias<br />
Militares, y a la derecha, justo enfrente, el cuartel<br />
de Atarazanas, dividido en dos zonas, separadas por<br />
amplios patios separados por muros y puertas atrancadas:<br />
la Maestranza (edificio hoy desaparecido que daba a la<br />
Rambla de Santa Mónica), que aún resistía, y los antiguos<br />
astilleros medievales, ya tomados. El palacio de Dependencias<br />
(actual Gobierno Militar, donde fue juzgado en<br />
1973 Salvador Puig Antich), albergaba todos los servicios<br />
auxiliares de la División: juzgados, auditoría, fiscalía, centro<br />
de movilización, etcétera. El fuego cruzado entre los<br />
edificios de las Dependencias, monumento a Colón y<br />
Atarazanas, los hacía inexpugnables. Desde el balcón de<br />
Atarazanas, que se abría sobre la Rambla, se batía un amplio<br />
espacio que causaba gran mortandad entre los asaltantes.<br />
El asedio había empezado el día 19. Al amanecer del<br />
día 20, dominada ya la sublevación en toda la ciudad, todas<br />
las fuerzas disponibles se desplegaban en la rambla de<br />
Santa Mónica en espera del asalto final. Una pieza del 7,5,<br />
al mando del sargento Gordo, no cesaba de disparar sobre<br />
el viejo caserón de Atarazanas, al tiempo que el camión<br />
que había salido de Pueblo Nuevo, con la ametralladora<br />
11<br />
Lacruz, p. 50.; Romero p. 525<br />
12<br />
FONTANA, José María: Los catalanes en la guerra de España. Acervo, Barcelona,<br />
1977.<br />
39
instalada en la parte trasera de la plataforma, protegido<br />
con colchones, hacía marcha atrás aproximándose al cuartel<br />
sin dejar de disparar sus ráfagas de ametralladora. La<br />
situación se hizo insostenible para los asediados: unos<br />
ciento cincuenta hombres, ciento diez en Dependencias y<br />
unos cuarenta en Atarazanas. Al asedio se sumaron dos<br />
cañones y dos morteros emplazados en el muelle. La aviación<br />
bombardeaba y ametrallaba asiduamente. Desde las<br />
terrazas próximas se lanzaban bombas de mano. El agotamiento<br />
de la dotación de munición de los asediados decidió<br />
la rendición de los soldados de las Dependencias Militares,<br />
que tras negociar en Gobernación la salida con garantías<br />
de los familiares de la oficialidad, que había en el<br />
edificio, izaron bandera blanca poco después de mediodía,<br />
permitiendo la entrada de los guardias de asalto. Los anarquistas<br />
que asediaban el último reducto de los rebeldes, en<br />
Atarazanas, rechazaron la intervención de la guardia civil<br />
y de los militantes del POUM en el asalto final. El Comité<br />
de Defensa de la CNT, el antiguo grupo “Nosotros” en<br />
pleno, estaba frente a Atarazanas, decidido a tomarlo. Los<br />
asaltantes anarquistas se aproximaron al cuartel, unos cubriéndose<br />
de árbol en árbol, otros “tras las bobinas de papel<br />
de periódico rodando” 13 . En un imprudente avance<br />
Francisco Ascaso fue muerto de un tiro en la cabeza. Poco<br />
después se rindieron los <strong>com</strong>batientes en Atarazanas, que<br />
izaron bandera blanca, a cuya vista los libertarios saltaron<br />
los muros y entraron en tromba disparando sobre los oficiales<br />
y confraternizando con la tropa. Faltaba poco para la<br />
una de la tarde.<br />
13 GARCIA OLIVER, Juan: El eco… p. 189.<br />
40
BALANCE MILITAR: DEL ALZAMI<strong>EN</strong>TO FAS-<br />
CISTA A LA INSURRECCIÓN OBRERA.<br />
Los principales cuarteles estaban en el extrarradio<br />
de la ciudad y su estrategia 14 previsible y confirmada por<br />
papeles de conjurados en el levantamiento, que habían<br />
caído en manos del <strong>com</strong>andante Felipe Díaz Sandino, consistía<br />
en converger en el centro de la ciudad para ocupar<br />
los centros oficiales, especialmente el Palacio de la Generalidad<br />
y el de Gobernación, los centros de <strong>com</strong>unicaciones<br />
<strong>com</strong>o telefónica, correos y telégrafos, las emisoras de<br />
radio y contactar con la División (el edificio de Capitanía).<br />
Las fuerzas adictas al gobierno de la Generalidad,<br />
tenían una dirección bicéfala, repartida entre Comisaría<br />
de Orden Público de Vía Layetana 15 , dirigida por el capitán<br />
Escofet y el <strong>com</strong>andante Alberto Arrando, que detentaba<br />
el mando provisional de los guardias de asalto, y<br />
donde se había refugiado Companys; mientras en el Palacio<br />
de Gobernación dirigía las operaciones el consejero<br />
José María España, que tuvo formados delante de Palacio<br />
a los dos tercios de la guardia civil desde las once de la<br />
mañana del día 19.<br />
El plan del Comité de defensa confederal, diseñado<br />
por García Oliver, consistía en vigilar los movimientos<br />
en las proximidades de los cuarteles y dejar salir a la<br />
tropa sublevada sin hostigarla, porque sería más fácil de-<br />
14 Felipe Díaz Sandino se personó en el aeropuerto de Logroño para investigar la preparación<br />
de un golpe militar promovido por el capitán del Val, procedente de Madrid.<br />
Confirmada la conspiración la puso en conocimiento del general Núñez de Prado y de<br />
Casares Quiroga. Ante la pasividad de sus superiores decidió depurar a los elementos<br />
derechistas bajo su mando y acumular bombas y balas de ametralladora en el aeropuerto<br />
de El Prat, al tiempo que estrechaba contactos con la Generalidad y la CNT.<br />
15 En el patio de <strong>com</strong>isaría habían aparcados dos veloces coches, con el depósito lleno,<br />
preparados para la huida de Companys, Escofet y familiares, con destino a un puerto del<br />
Maresme, donde un barco esperaba para llevarlos a Francia.<br />
41
otarlos en la calle. La estrecha relación personal existente<br />
entre los dirigentes de la CNT y varios oficiales republicanos,<br />
especialmente de Atarazanas y de la Aviación de El<br />
Prat, fue decisiva por su efectividad el 19 de julio 16 , con la<br />
entrega del importante arsenal existente en el cuartel de<br />
Atarazanas y las armas almacenadas en Gobernación,<br />
amén de los continuos bombardeos de la aviación sobre<br />
los cuarteles dominados por los facciosos. La colaboración<br />
de la CNT con la Aviación ya se había materializado días<br />
antes del alzamiento faccioso, mediante valiosos vuelos de<br />
estudio y reconocimiento sobre Barcelona, realizados por<br />
varios miembros del grupo “Nosotros” en aviones pilotados<br />
por los oficiales Ponce de León y Meana, con el conocimiento<br />
de Díaz Sandino, jefe de Aviación del Prat 17 .<br />
La prepotencia e ineptitud de los ofíciale sublevados,<br />
que estaban convencidos de que “el populacho” iba a<br />
correr de miedo al oír el primer cañonazo, o al verlos desfilar<br />
marcialmente por las calles, tuvo <strong>com</strong>o consecuencia<br />
las emboscadas que sufrieron en el Cinco de Oros, en<br />
Balmes-Diagonal o en la Avenida Icaria, donde fueron<br />
sorprendidos y masacrados por avanzar lentamente por el<br />
centro de la calzada, con mulos que arrastraban las piezas<br />
de artillería, sin la previsión de una avanzadilla, ni la protección<br />
de la infantería. Los facciosos estaban seguros de<br />
que el levantamiento sería un paseo militar, <strong>com</strong>o sucedió<br />
el 6 de octubre de 1934. Pero el 19 de julio los sublevados<br />
no tenían enfrente a cuatro exaltados catalanistas,<br />
dirigidos por un gobernador in<strong>com</strong>petente <strong>com</strong>o el fascista<br />
Dencás, o un <strong>com</strong>isario anticenetista <strong>com</strong>o Badía, enemis-<br />
16<br />
GARCIA OLIVER, Juan: “Ce que fut le 19 de juillet”. Le Libertaire (18-8-1938).<br />
17<br />
SANZ, Ricardo: “Francisco Ascaso Morio”. Texto mecanografiado.<br />
42
tado además con Companys por una cuestión de faldas 18 ,<br />
sino al proletariado industrial barcelonés, organizado en<br />
los <strong>com</strong>ités de defensa de cada barrio obrero y en los grupos<br />
de militantes de los distintos sindicatos únicos de la<br />
CNT. Es decir, por esos <strong>com</strong>batientes proletarios, no profesionales,<br />
que en el transcurso mismo de la lucha, iban a<br />
ser llamados y a llamarse a sí mismos, desde la tarde del<br />
19 de julio, y a medida que se armaban: las milicias obreras,<br />
los milicianos.<br />
A excepción del Cinco de Oros la iniciativa del enfrentamiento<br />
con los facciosos la tuvo siempre el proletariado:<br />
en el Paralelo, en Pueblo Nuevo, en la Barceloneta,<br />
en San Andrés. Los guardias de asalto (1960 hombres en<br />
total) 19 fueron incitados a la lucha y la resistencia por el<br />
arrojo y la valentía de los obreros, que los secundaban<br />
multitudinariamente. En numerosas ocasiones los guardias<br />
de asalto vacilaron, <strong>com</strong>o en la calle Diputación al enfrentarse<br />
contra la artillería, o incluso colaboraron con los sublevados,<br />
<strong>com</strong>o en Plaza de España, o fueron diezmados y<br />
anulados por los facciosos, <strong>com</strong>o le sucedió a una <strong>com</strong>pañía<br />
en el muelle de Baleares. Los mandos de la guardia civil,<br />
el general Aranguren y el coronel Brotons, estaban<br />
“semiprisioneros” en el Palacio de Gobernación, estrechamente<br />
vigilados por José María España, Vicente Guarner<br />
(segundo de Escofet) y Enrique Pérez Farrás. La guardia<br />
civil fue una incógnita durante toda la jornada, hasta el<br />
momento en que el coronel Escobar recibió la orden del<br />
general Aranguren de tomar la Universidad y el Hotel Colón.<br />
Escofet, <strong>com</strong>isario de Orden Público, había ordenado<br />
18<br />
UCELAY-DA CAL, Enric: “El “<strong>com</strong>plot” nacionalista contra Companys. Novembre-Desembre<br />
del 36”. En La Guerra civil a Catalunya (1936-1939). Vol. 3. Edicions<br />
62, Barcelona, 2004, pp. 205-214.<br />
19<br />
Eran un cuerpo policíaco, con escasa preparación militar, en su mayoría de edad<br />
avanzada y padres de familia.<br />
43
telefónicamente a Aranguren, en nombre del Presidente<br />
Companys, la intervención de la guardia civil, intentando<br />
de este modo disminuir el protagonismo proletario y romper<br />
la dudosa y expectante neutralidad de la guardia civil.<br />
Pero la desconfianza, tanto de los obreros <strong>com</strong>o del gobierno<br />
de la Generalidad, hacia los tricornios se mantuvo<br />
en todo momento. Los efectivos de la guardia civil ya<br />
habían recibido órdenes de concentrarse la noche del 18 de<br />
julio sólo en dos cuarteles, los de Ausias March y Consejo<br />
de Ciento, para controlarlos mejor y evitar que algunos se<br />
pasaran al lado de los sublevados, <strong>com</strong>o sucedió con el<br />
destacamento a las órdenes del <strong>com</strong>andante Recas, enviado<br />
al convento de los Carmelitas. Ambos cuarteles fueron<br />
vigilados permanentemente por grupos cenetistas y retenes<br />
de asalto. Y en su lento avance por Layetana, cuando se<br />
dirigían desde el Palacio de Gobernación hacia la plaza de<br />
Cataluña, los dos tercios estaban separados por soldados<br />
leales de Intendencia, y vigilados muy de cerca por grupos<br />
de obreros armados. La intervención de la guardia civil no<br />
fue pues decisiva en Barcelona, y en todo caso fue más<br />
importante su neutralidad inicial, y el evitar que engrosaran<br />
las filas de las tropas facciosas. La polémica sobre si el<br />
alzamiento militar fue derrotado por los cuerpos de la<br />
guardia de asalto y de la guardia civil, “controlados” por el<br />
gobierno de la Generalidad, o por la CNT, está claramente<br />
politizada a posteriori, y es históricamente falsa, porque<br />
ambas fuerzas estaban minadas por el enemigo. El contagioso<br />
y torrencial clima popular y revolucionario, que<br />
se respiraba en Barcelona el 19 de julio, obligó a las<br />
fuerzas de orden público a cumplir con su deber, terminando<br />
después por sumarse fraternalmente al <strong>com</strong>bate<br />
<strong>com</strong>ún contra el fascismo.<br />
44
Fue el proletariado barcelonés, entendiendo <strong>com</strong>o<br />
tal a la población de recientes emigrantes de los barrios<br />
marginales y marginados de “casas baratas” y barracas de<br />
La Torrassa, Collblanc, Can Tunis, Santa Coloma, Somorrostro<br />
o San Andrés, y a los obreros industriales (sobre<br />
todo del textil, pero también metalúrgicos, portuarios,<br />
obreros del gas y la electricidad, de la construcción, del<br />
transporte, industrias químicas y de la madera, etcétera)<br />
mal pagados y peor tratados, con reglamentos humillantes,<br />
condiciones de trabajo draconianas, generalización del<br />
destajo y semanales que no cubrían las necesidades mínimas;<br />
con durísimas condiciones de vida, inseguras y miserables,<br />
de los barrios de Sants, Pueblo Nuevo, Pueblo Seco,<br />
Clot, San Andrés y la Barceloneta, o los numerosos<br />
trabajadores parados 20 de los distintos barrios obreros de<br />
Barcelona, Hospitalet y Badalona, quienes llevaron la iniciativa,<br />
organizados en cada barrio en los <strong>com</strong>ités de defensa<br />
cenetistas 21 . El peso decisivo, que la victoria de la<br />
insurrección en Barcelona tendría sobre toda Cataluña,<br />
había atraído además a la ciudad, ya desde la noche del 18<br />
julio, a un grupo de mineros del Alto Llobregat y a numerosos<br />
militantes de Tarrasa.<br />
20 Los <strong>com</strong>ités de defensa de la CNT en los años treinta habían reclutado en sus filas a<br />
numerosos obreros parados con un doble objetivo: uno solidario, de pagarles un sueldo,<br />
y el otro, táctico de evitar que se convirtieran en rompehuelgas. El reclutamiento fue<br />
siempre paliativo y rotatorio, tanto por razones de solidaridad <strong>com</strong>o para impedir toda<br />
profesionalización y conseguir que pasaran por los <strong>com</strong>ités de defensa el mayor número<br />
posible de militantes, que en caso de urgencia contarían con amplios efectivos preparados<br />
para el <strong>com</strong>bate. Véase EALHAM, Chris: La lucha por Barcelona. Alianza, Madrid,<br />
2005, passim.<br />
21 Los <strong>com</strong>ités de defensa constituían en Barcelona una auténtica estructura militar<br />
clandestina, iniciada ya en 1931 y fuertemente potenciada a principios de 1935. Véase<br />
“Ponencia presentada a la Federación Local de Grupos Anarquistas de Barcelona. Comité<br />
Local de Preparación Revolucionaria”. Barcelona, enero de 1935. Los grupos que<br />
firmaban la ponencia eran Indomables, Nervio, Nosotros, Tierra Libre y Germen.<br />
45
La CNT, en la Barcelona de los años treinta, tejía<br />
un mundo de profundas y necesarias relaciones sociales,<br />
familiares, vecinales y de origen migratorio, que se manifestaban<br />
en un fuerte asociacionismo de barrio, con características<br />
universales, desde las sindicales y culturales a las<br />
solidarias, mutuales o de autodefensa frente a los abusos<br />
de la patronal y la policía. En una ciudad con elevadísimas<br />
tasas migratorias 22 desde 1914, existía un efecto llamada,<br />
en el que el emigrante más añejo facilitaba información<br />
sobre trabajo y vivienda a sus familiares o amigos del<br />
“pueblo”, lo que producía un fenómeno poco estudiado de<br />
concentración en determinados barrios, o incluso calles, de<br />
gente de una misma procedencia 23 . La enorme fuerza de la<br />
CNT en los barrios obreros había arraigado y crecido precisamente<br />
en esa labor callada y paciente de organizar,<br />
sindicalizar, culturizar, “proletarizar” y defender esa masiva<br />
mano de obra migratoria procedente del mundo rural.<br />
Barcelona era una ciudad industrial con grandes desigualdades<br />
sociales y profundamente clasista, con marcadas diferencias<br />
que se manifestaban tanto en el vestido y la <strong>com</strong>ida,<br />
<strong>com</strong>o en la clara delimitación geográfica de las clases<br />
entre los elegantes barrios burgueses (en torno al Paseo<br />
de Gracia y la Derecha del Ensanche), con lujosos edificios<br />
donde florecía el modernismo; y los barrios obreros,<br />
sin infraestructuras ni servicios, insalubres, con deficiencias<br />
urbanísticas sometidas al servicio de las industrias, en<br />
el que las viviendas de los obreros no eran más que el al-<br />
22 Entre 1900 y 1930 Barcelona había duplicado su población, pasando del medio millón<br />
al millón de habitantes. La apertura de Layetana, la construcción del Ensanche, y<br />
las obras del metro y de la Exposición Universal de 1929 demandaban una abundante<br />
mano de obra barata, que en los años treinta engrosó las filas de un paro masivo.<br />
23 Como, por ejemplo, la caudalosa emigración desde “el barranco del hambre” (zona<br />
montañosa de las provincias de Castellón y Teruel) a Pueblo Nuevo entre 1910 y 1930,<br />
y de Murcia a La Torrassa, en los años treinta.<br />
46
macenamiento, próximo a la fábrica, de una mano de obra<br />
barata y abundante, que el creciente paro de los años treinta<br />
arrojó en la miseria y la marginación, densificando la<br />
población del casco antiguo a niveles bengalíes, y difuminando<br />
por doquier las diferencias entre proletarios y lumpen,<br />
que <strong>com</strong>partían una situación idéntica de lucha por la<br />
mera supervivencia. Por otra parte la reciente historia social<br />
de la ciudad, con enfrentamientos <strong>com</strong>o la huelga general<br />
de La Canadiense (1919), y la guerra de clases<br />
abierta de los años del pistolerismo (1917-1923), cerrada a<br />
favor de la patronal por la Dictadura de Primo de Rivera,<br />
demostraba que la sociedad barcelonesa no estaba basada<br />
en un modelo de cohesión social, sino muy al contrario en<br />
un modelo autoritario de sumisión del proletariado al dictado<br />
de la burguesía local, que no dudaba en recurrir al terrorismo<br />
de Estado, o a la brutal represión del ejército, para<br />
mantener su autoridad.<br />
Desde la primera salida de las tropas facciosas a la calle,<br />
hacia las cuatro y cuarto, hasta mediodía del 19 de julio,<br />
fueron esos <strong>com</strong>ités de defensa (en los que se habían integrado<br />
los grupos de afinidad anarquistas y los ateneos libertarios)<br />
y los militantes cenetistas, concentrados en las<br />
sedes de los distintos sindicatos de la CNT, sobre todo el<br />
de la Madera, en la calle del Rosal, los del Transporte y<br />
del Metal, en la Rambla de Santa Mónica, y el de la Construcción,<br />
en el número 26 de la calle Mercaders, cerca de<br />
la Casa Cambó, quienes protagonizaron la lucha armada.<br />
Hacia las nueve de la mañana se inició un imparable contagio<br />
revolucionario, mimético y masivo, curioso y audaz,<br />
que al mediodía se había convertido en un fenómeno de<br />
masas, que arrojó a la calle una inmensa muchedumbre<br />
que quería participar a toda costa en la batalla de Barcelona<br />
contra el fascismo, enfebrecida por el temor a perder-<br />
47
se la ocasión de intervenir de la forma que fuese en la ya<br />
segura victoria popular. La radio no cesaba de fomentar la<br />
lucha con sus alentadoras noticias. Autos requisados, sobre<br />
los que se habían garabateado las siglas CNT-FAI o<br />
UHP, repletos de milicianos armados, aseguraban una eficaz<br />
<strong>com</strong>unicación entre barricadas, lugares de <strong>com</strong>bate y<br />
locales sindicales, corriendo velozmente por calles secundarias,<br />
totalmente controladas por los obreros. Los trabajadores<br />
de Telefónica, que ya habían cortado las <strong>com</strong>unicaciones<br />
de Capitanía con los cuarteles sublevados, instalaron<br />
teléfonos en algunas barricadas estratégicas.<br />
En la Brecha de San Pablo, en la confluencia del<br />
Paralelo con la calle de San Pablo, la Ronda de San Pablo<br />
y la calle del Rosal, junto a El Molino, el proletariado en<br />
armas, sin ayuda de nadie, derrotó al ejército. Pero esa victoria<br />
no hubiera sido posible sin esa inmensa masa popular<br />
que acosaba a los facciosos en cada esquina, desde cada<br />
balcón, en cada portal, desde los terrados, que vigilaba los<br />
movimientos de la tropa, levantaba barricadas, ofrecía<br />
<strong>com</strong>ida y bebida, o auxilio, información y refugio a los<br />
<strong>com</strong>batientes obreros, y que esperaba ansiosa que alguien<br />
cayera herido para cogerle su codiciado fusil o pistola, para<br />
proseguir la lucha.<br />
Hacia las nueve de la mañana un escuadrón, procedente<br />
de la plaza Universidad, descendió por la ronda de<br />
San Antonio 24 hacia la Brecha de San Pablo. Pero ya en la<br />
ronda de San Pablo, frente al Mercado de San Antonio,<br />
acosados los facciosos desde todas partes por una multitud<br />
audaz, tuvieron que refugiarse en el convento de Los Escolapios<br />
de San Antonio, donde tras una hora de sitio, ago-<br />
24<br />
Existe una conocida foto de la barricada levantada en la calle del Tigre, esquina a<br />
Ronda de San Antonio, de Agustí Centelles.<br />
48
tada la cartuchería, no tuvieron más opción que la de rendirse.<br />
A las once de la mañana, las tropas que habían<br />
ocupado la plaza de España intentaron ayudar a los sublevados<br />
que <strong>com</strong>batían en la Brecha de San Pablo, porque<br />
tras cinco horas de <strong>com</strong>bate necesitaban cartuchería y provisiones,<br />
pero no sólo no pudieron avanzar más allá del<br />
cine Avenida, sino que acosados por la multitud tuvieron<br />
que retroceder. Tras varias horas de resistencia se vieron<br />
obligados a abandonar una plaza que ya no podían controlar,<br />
dejando en la precipitación de la retirada al cuartel de<br />
donde habían salido, las dos piezas de artillería que habían<br />
instalado en mitad de la plaza, ya que los crecientes y audaces<br />
ataques de los <strong>com</strong>ités de defensa de Sants, Hostafrancs,<br />
La Torrassa, La Bordeta y Collblanc habían tomado<br />
el recinto ferial y todas las calles que desembocaban<br />
en plaza de España, convirtiéndola en una encerrona sin<br />
defensa posible, si la masa obrera acababa por tomar la<br />
calle Tarragona, única vía aún abierta para regresar a su<br />
cuartel. A las tres de la tarde la plaza de España estaba en<br />
manos del pueblo. Una plaza fantasmal, llena de cadáveres<br />
y de animales despanzurrados.<br />
Gracias a que las tropas sublevadas que <strong>com</strong>batían<br />
en la Brecha quedaron totalmente aisladas, sin poder recibir<br />
ayuda alguna, se produjo entre las once y las doce del<br />
mediodía el asalto final a las ametralladoras instaladas en<br />
el centro de la avenida del Paralelo, que ya hemos descrito.<br />
Del mediodía hasta las dos de la tarde un pequeño grupo<br />
esperó a que los últimos soldados, refugiados en el interior<br />
de El Molino, acabaran su ya escasa munición.<br />
Mientras tanto, la inmensa multitud que se había adueñado<br />
de todo el Paralelo, desde la plaza de España hasta Atarazanas<br />
y desde la Brecha hasta Los Escolapios, se desplazó<br />
49
victoriosa, enardecida, y mejor armada, hacia aquellos lugares<br />
donde aún se <strong>com</strong>batía, ansiosa por no perder la gloria<br />
de intervenir en la victoria final sobre el fascismo, o a<br />
los cuarteles de San Andrés, donde pronto sería posible<br />
conseguir un codiciado fusil.<br />
Esa misma masa, armada o no, pero contagiada por<br />
la fiebre revolucionaria, es la que encontramos en plaza<br />
Cataluña, agobiando a las tropas sublevadas hasta hacerles<br />
romper la formación, obligándoles por fin a refugiarse en<br />
el Hotel Colón, sin poder tomar las cercanas emisoras de<br />
Radio Barcelona, en Caspe 12 o Radio Asociación, en<br />
Rambla de los Estudios 8. Es el mismo gentío, curioso,<br />
exaltado y audaz hasta la temeridad que detiene y paraliza<br />
a las fuerzas de artillería, que han llegado a Diputación en<br />
su cruce con Lauria, a auxiliar a los sublevados aislados y<br />
sitiados en plaza de Cataluña, pese a que están tan cerca<br />
que oyen los disparos de ametralladora del Hotel Colón. El<br />
mismo que ha roto y dispersado a los facciosos en plaza de<br />
Urquinaona. Ese gentío, que no reconoce tendencias ideológicas,<br />
ni partidos, y que confraterniza en el <strong>com</strong>bate callejero<br />
con guardias de asalto y guardia civil, relajando su<br />
disciplina. El mismo que ha asaltado el cuartel de San Andrés,<br />
apoderándose de treinta mil fusiles, y que con su sola<br />
presencia, exultante y festiva, ha paralizado a los guardias<br />
de asalto que debían impedirlo. Esa multitud enfurecida e<br />
impaciente que el día 20 ejecutaba sin piedad a frailes y<br />
oficiales que habían seguido resistiendo, provocando un<br />
inútil derramamiento de sangre popular, y que se ensañaba<br />
luego con algunos de los cadáveres.<br />
50
VICTORIA ARMADA Y CAPITULACIÓN<br />
POLITÍCA<br />
Contabilizados ambos bandos el saldo fue de unos<br />
cuatrocientos cincuenta muertos (en su mayoría cenetistas)<br />
y miles de heridos. En treinta y dos horas el pueblo de<br />
Barcelona había vencido al ejército. Casi todas las iglesias<br />
y conventos, algunas ya desde la mañana del 19, volvieron<br />
a arder controladamente, o vieron <strong>com</strong>o se encendían<br />
fogatas sacrófagas a sus puertas, con las notables excepciones<br />
de la catedral y la Sagrada Familia, custodiada<br />
la primera por los “mossos d´esquadra” y la segunda por<br />
libertarios. El proletariado barcelonés estaba armado con<br />
los treinta mil fusiles de San Andrés. Escofet dimitió a finales<br />
de julio de su cargo de <strong>com</strong>isario de orden público,<br />
porque ya no podía garantizarlo. La guardia de asalto y la<br />
guardia civil eran sin duda, desde un punto de vista militar,<br />
más eficientes y disciplinadas que los <strong>com</strong>ités de defensa,<br />
o los distintos grupos de obreros armados; pero sin<br />
la multitudinaria participación popular en la calle, esas<br />
<strong>com</strong>pañías de guardias civiles o de asalto, políticamente<br />
conservadores o fascistas, se hubieran pasado con armas y<br />
bagajes del lado de las tropas sublevadas: no eran ni los<br />
vencidos ni los vencedores de la jornada. La sublevación<br />
militar y fascista, que contaba con la <strong>com</strong>plicidad de la<br />
Iglesia, fracasó en casi toda España, creando <strong>com</strong>o reacción<br />
una situación revolucionaria. La derrota del ejército<br />
por el proletariado en la “zona roja” había dinamitado el<br />
monopolio estatal de la violencia, brotando de la explosión<br />
una miríada de poderes locales, directamente asociados al<br />
ejercicio local de la violencia. Violencia y poder estuvieron<br />
íntimamente relacionados. Por otra parte, en Barcelona,<br />
las llamadas “fuerzas de orden público”, esos guardias<br />
de asalto y esa guardia civil, que tanto habían dudado<br />
51
sobre el bando a elegir, y que habían acabado confraternizando<br />
con el pueblo en armas, habían sido acuarteladas<br />
por el gobierno de la Generalidad, a la espera del momento<br />
oportuno de apoyar la contrarrevolución. Esa situación<br />
revolucionaria <strong>com</strong>ún fue la que hizo surgir, sin consignas<br />
de organización alguna, ni centros de dirección de ningún<br />
tipo, en todos los lugares de España donde la sublevación<br />
fascista había sido derrotada: <strong>com</strong>ités; armamento del proletariado;<br />
barricadas y patrullas de control; milicias populares;<br />
coches y camiones incautados con siglas pintadas en<br />
las carrocerías, abarrotados de hombres agitando fusiles<br />
por encima de sus cabezas, recorriendo alocada y ruidosamente<br />
las calles; desaparición de sombreros y corbatas;<br />
quema de iglesias; pases emitidos por los <strong>com</strong>ités de defensa;<br />
saqueos de casas de la burguesía; juntas revolucionarias<br />
de ámbito regional o <strong>com</strong>arcal en Málaga, Barcelona,<br />
Aragón, Valencia, Gijón, Madrid, Santander, Sama de<br />
Langreo, Lérida, Castellón, Cartagena, Alicante, Almería,<br />
entre las más destacadas; persecución, encarcelamiento o<br />
asesinatos “in situ” de fascistas, militares sublevados, patrones<br />
y clero; incautación de fábricas, cuarteles y locales<br />
de todo tipo; <strong>com</strong>ités de control obrero y un largo etcétera<br />
en el que el ejercicio de la violencia ERA <strong>EN</strong> SÍ MISMA<br />
la manifestación del nuevo poder obrero. En las semanas<br />
posteriores al 19 de julio en Barcelona se vivió una situación<br />
revolucionaria, nueva y desconocida, festiva y salvaje,<br />
en la que la ejecución del fascista, del amo o del cura<br />
ERA la revolución. Violencia y poder eran lo mismo. Más<br />
que dualidad de poderes lo que existía era una atomización<br />
del poder. El torrente revolucionario lo arrasaba todo<br />
con su éxtasis furioso, redentor e imparable. Aunque las<br />
instituciones estatales seguían en pie, la CNT-FAI decidió<br />
que era necesario aplastar PRIMERO al fascismo allí<br />
52
donde había triunfado, y aceptó crear al margen de la Generalidad,<br />
cuya existencia no era cuestionada, un Comité<br />
Central de Milicias Antifascistas de Cataluña (CCMA) 25 ,<br />
que prolongaba la colaboración del <strong>com</strong>ité de enlace militar<br />
existente durante el <strong>com</strong>bate entre la Generalidad, los<br />
militares leales, el Comité de Defensa confederal y los<br />
otros partidos y organizaciones obreras y republicanas.<br />
El mismo día 20 Companys, <strong>com</strong>o presidente de la<br />
Generalidad, que aún existía, llamó a Palacio a los líderes<br />
de las distintas organizaciones, entre ellos los anarquistas.<br />
Se sometió a discusión de un pleno de militantes, reunido<br />
en la Casa CNT-FAI, si debían acudir a la cita propuesta<br />
por el presidente de la Generalidad, y tras un somero análisis<br />
sobre la situación existente en la calle, se decidió enviar<br />
al Comité de Enlace con la Generalidad a que parlamentara<br />
con Companys. Acudieron al encuentro 26 armados,<br />
sucios por el <strong>com</strong>bate y somnolientos: Buenaventura<br />
Durruti, Juan García Oliver 27 , “Abad de Santillán”, José<br />
25 José del Barrio, en sus memorias mecanografiadas, afirma que fue él, <strong>com</strong>o secretario<br />
de la UGT, quien el día 20 al mediodía dio la idea a García Oliver de constituir el<br />
CCMA, antes de su entrevista con Companys, y que fue por lo tanto García Oliver<br />
quien apropiándose de la idea se la expuso a Companys. Sea <strong>com</strong>o fuere, la idea de<br />
formar un CCMA que resolviera los candentes asuntos de crear unas milicias para enfrentarse<br />
al ejército fascista en Aragón , y unas Patrullas de Control que sustituyeran a<br />
las acuarteladas fuerzas de orden público, eran algo que imponía la situación revolucionaria<br />
existente. No es necesario buscar derechos de autor: sólo con posterioridad se discutió<br />
la oportunidad, o no, de constituir un CCMA tal <strong>com</strong>o se hizo; pero el 20 de julio<br />
aparecía a todos <strong>com</strong>o algo obvio, necesario e inevitable, tal y <strong>com</strong>o se hizo por otra<br />
parte en todos los lugares de España donde el alzamiento militar fue derrotado por la<br />
insurrección obrera.<br />
26 Para una versión verosímil sobre esta famosa entrevista, muy distinta a la demasiado<br />
fantasiosa de García Oliver, véase: COLL, Josep y PANÉ, Josep: Josep Rovira. Una<br />
vida al servei de Catalunya i del socialisme. Ariel, Barcelona, 1978, pp. 85-87.<br />
27 El propio Juan García Oliver, en 1950, también dio una versión distinta, “más <strong>com</strong>pleta<br />
y creíble”, de su conocida narración (publicada en julio de 1937) de la entrevista<br />
con Companys: "Con la precisión que nosotros habíamos señalado se produjo el levantamiento<br />
militar-fascista. Companys [...] se refugió en la Jefatura de Policía de Barcelona,<br />
donde le vi serían las siete de la mañana del día 19 de Julio, estaba aterrado por las<br />
consecuencias de lo que veía venir, pues él suponía que, sublevados todos los regimien-<br />
53
Asens y Aurelio Fernández 28 . Reunidos con los delegados<br />
de las distintas organizaciones políticas y sindicales en el<br />
patio de los naranjos, entre otros, Andreu Nin, Joan Comorera,<br />
Josep Coll, Josep Rovira, <strong>com</strong>entaban entre sí los<br />
acontecimientos vividos, pasando todos animadamente de<br />
un corrillo a otro, hasta que se presentó Companys, a<strong>com</strong>pañado<br />
por Pérez Farrás. Los distintos grupos se fusionaron<br />
en uno solo, <strong>com</strong>pacto y alargado, en respetuoso silencio.<br />
Companys los miró a todos, uno a uno, satisfecho, sereno<br />
y sonriente. Fijando su mirada en la delegación cenetista<br />
les felicitó “Habéis ganado. Hoy sois los dueños de la<br />
ciudad y de Cataluña, porque sólo vosotros habéis vencido<br />
a los militares fascistas, y espero que no os sabrá mal que<br />
tos de soldados de Barcelona, éstos barrerían fácilmente todas las resistencias. Sin embargo,<br />
las fuerzas de la CNT-FAI, casi exclusivamente, hicieron frente durante aquellos<br />
dos días memorables y, después de una lucha épica y encarnizada [...] derrotamos a todos<br />
los regimientos [...] Por todas estas razones, Companys teniendo ante sí a los representantes<br />
de la CNT-FAI, estaba perplejo y asombrado. Perplejo porque, en su conciencia<br />
solamente tenía cabida el peso de la gran responsabilidad que contrajeron con nosotros<br />
y el pueblo español por no haber sabido estimar todas nuestras previsiones [...].<br />
Asombrado, porque pese a que no cumplieron con los <strong>com</strong>promisos contraídos con<br />
nosotros, la CNT-FAI en Barcelona y en Cataluña había vencido a los sublevados [...]<br />
Por eso al llamarnos Companys nos dijo: "Ya sé que tenéis conmigo muchos motivos de<br />
queja y agravio. Yo os he <strong>com</strong>batido mucho y no he sabido apreciaros en lo que valéis.<br />
Sin embargo nunca es tarde una rectificación sincera, y la mía, que ahora os voy a<br />
hacer, tiene el valor de una confesión: si os hubiese apreciado en lo que valéis, posiblemente<br />
otras serían las circunstancias de ahora; pero ya no tiene remedio, vosotros solos<br />
habéis vencido a los militares sublevados y lógicamente vosotros deberíais gobernar. Si<br />
así lo estimáis, con todo gusto os hago entrega de la Presidencia de la Generalidad y, si<br />
creéis que puedo ayudar en algún otro sitio, sólo tenéis que indicarme el puesto que<br />
debo ocupar. PERO SI DEBIDO A QUE TODAVÍA NO SABEMOS <strong>EN</strong> CONCRETO<br />
QUI<strong>EN</strong>ES HAN TRIUNFADO <strong>EN</strong> OTRAS PARTES DE ESPAÑA, CREÉIS QUE<br />
DESDE LA PRESID<strong>EN</strong>CIA DE LA G<strong>EN</strong>ERALIDAD PUEDO TODAVÍA SER ÚTIL<br />
OST<strong>EN</strong>TANDO LA REPRES<strong>EN</strong>TACIÓN LEGAL DE CATALUÑA, DECIDMELO,<br />
QUE DESDE ELLA Y SIEMPRE DE ACUERDO CON VOSOTROS, SEGUIREMOS<br />
LA LUCHA HASTA QUE SE VEA CLARO QUI<strong>EN</strong>ES SON LOS V<strong>EN</strong>CEDORES.<br />
Por nuestra parte, y así lo estimaba la CNT-FAI, entendimos que debía seguir Companys<br />
al frente de la Generalidad, precisamente porque no habíamos salido a la calle a<br />
luchar concretamente por la revolución social, sino a defendernos de la militarada fascista."<br />
[De las respuestas de García Oliver, en 1950, al cuestionario de Bolloten].<br />
28<br />
Aurelio Fernández sustituía a Francisco Ascaso en ese <strong>com</strong>ité de enlace, formado<br />
además por Durruti, Oliver, Santillán y Asens.<br />
54
en este momento os recuerde que no os ha faltado la ayuda<br />
de los guardias de asalto y de los mossos d´esquadra”.<br />
Prosiguió meditativo: “Pero la verdad es que perseguidos<br />
duramente hasta anteayer, hoy habéis vencido a los militares<br />
y fascistas”. Tras reconocer a todos los allí presentes,<br />
en pie, formados en corro junto a él, <strong>com</strong>o los dueños de la<br />
calle, preguntó “¿y ahora qué hemos de hacer?”. Mirando<br />
a los cenetistas les dijo: “¡algo hay que hacer ante la nueva<br />
situación!”. Prosiguió alertándoles que, aunque se había<br />
vencido en Barcelona, la lucha no había finalizado, “no<br />
sabemos cuándo y cómo terminará en el resto de España”,<br />
luego subrayó su posición y el papel que él podía jugar en<br />
su cargo: “por mi parte, yo represento a la Generalidad, un<br />
estado de opinión real pero difuso y un reconocimiento internacional.<br />
Se equivocarían quienes considerasen todo esto<br />
<strong>com</strong>o algo inútil”, para terminar afirmando que si era<br />
necesario formar un nuevo gobierno de la Generalidad<br />
“estoy a vuestra disposición para hablar”. García Oliver<br />
respondió: “Puede continuar siendo Presidente. A nosotros<br />
no nos interesa nada referente a la presidencia ni al gobierno”,<br />
<strong>com</strong>o si hubiera interpretado que Companys renunciaba<br />
a su cargo. Tras este primer contacto 29 , informal<br />
y apresurado, de los diversos delegados, de pie y en torno<br />
a Companys, éste les invitó a entrar en un salón del palacio<br />
para, cómodamente sentados, coordinar la unidad y colaboración<br />
de todas las fuerzas antifascistas, mediante la<br />
formación de un <strong>com</strong>ité de milicias, que controlara el<br />
desorden de la calle y organizara las columnas de milicianos,<br />
que debían partir ya hacia Zaragoza.<br />
El Comité regional ampliado de la CNT, informado<br />
por la delegación cenetista de la entrevista palaciega,<br />
acordó tras una rápida deliberación <strong>com</strong>unicar telefónica-<br />
29 Datos extraídos de la versión dada por COLL y PANÉ, op. cit., pp. 85-87.<br />
55
mente a Companys que se aceptaba en principio la constitución<br />
de un Comité Central de Milicias Antifascistas<br />
(CCMA), en espera de la resolución definitiva que se<br />
adoptara en el Pleno de Locales y Comarcales, que había<br />
de reunirse el día 21. Esa misma noche Companys mandaba<br />
imprimir en el boletín oficial de la Generalidad un decreto<br />
de creación de esas Milicias ciudadanas.<br />
El martes 21 de julio 30 , en la Casa CNT-FAI, se<br />
sometió a la aprobación formal de un Pleno Regional de<br />
Locales y Comarcales de Sindicatos, convocado por el<br />
Comité de la Confederación Regional del Trabajo de Cataluña,<br />
la propuesta de Companys de que la CNT participara<br />
en un CCMA. Tras el informe inaugural de Marianet, José<br />
Xena, en representación de la <strong>com</strong>arcal del Baix Llobregat,<br />
propuso la retirada de los delegados cenetistas del<br />
CCMA y marchar adelante con la revolución para implantar<br />
el <strong>com</strong>unismo libertario. Juan García Oliver planteó acto<br />
seguido el debate y la decisión a tomar <strong>com</strong>o una elección<br />
entre una “absurda” dictadura anarquista o la colaboración<br />
31 con las demás fuerzas antifascistas en el Comité<br />
Central de Milicias para continuar la lucha contra el fascismo.<br />
De este modo García Oliver, conscientemente o<br />
30 “El 21 de julio de 1936, se celebraba en Barcelona, convocado por el Comité Regional<br />
de Cataluña, un Pleno Regional de Federaciones Locales y Comités Comarcales. En<br />
el mismo, se analizaba la situación y determinaba unánimemente no hablar de <strong>com</strong>unismo<br />
libertario mientras no conquistásemos la parte de España que estaba en poder de<br />
los facciosos. El Pleno decidía, por lo tanto, no ir a realizaciones totalitarias […] se decidió<br />
por la colaboración, y acordaba formar, con el voto en contra de una sola <strong>com</strong>arcal,<br />
Bajo Llobregat, junto con todos los Partidos y Organizaciones, el Comité de Milicias<br />
Antifascistas. A él mandó la CNT y la FAI sus representantes por resolución de<br />
dicho Pleno”. En Informe de la delegación de la CNT al Congreso Extraordinario de la<br />
AIT y resoluciones del mismo, p.96<br />
31 Véase GARCIA OLIVER, Juan: “El Comité central de Milicias Antifascistas de Cataluña”,<br />
en De julio a julio. Un año de lucha. Tierra y Libertad. Barcelona, 1937. García<br />
Oliver escribió este artículo un año después de los hechos que narra, muy condicionado<br />
por el contexto político posterior a mayo de 1937.<br />
56
no 32 , hacía inviable ante el pleno la confusa y ambigua opción<br />
de “ir a por el todo”. Frente a lo de una intransigente<br />
“dictadura anarquista” apareció más lógica, equilibrada y<br />
razonable la defensa que hizo Federica Montseny 33 de los<br />
principios ácratas contra toda dictadura, apoyada por los argumentos<br />
de Abad de Santillán de peligro de aislamiento y<br />
de intervención extranjera. Surgió otra posición, defendida<br />
por Manuel Escorza, que propugnaba el uso del gobierno<br />
de la Generalidad <strong>com</strong>o un instrumento para socializar y<br />
colectivizar, a la espera de deshacerse de ella en cuanto<br />
dejara de ser útil a la CNT 34 . El pleno se mostró favorable a<br />
la colaboración de la CNT con el resto de fuerzas antifascistas<br />
en el Comité Central de Milicias, con el voto en contra<br />
de la <strong>com</strong>arcal del Baix Llobregat. La mayoría de asistentes<br />
al Pleno, entre los que se contaban Durruti y Ortiz, permanecieron<br />
callados, porque pensaban <strong>com</strong>o tantos otros que la<br />
revolución debía aplazarse hasta la toma de Zaragoza, y la<br />
derrota del fascismo. Se pasaba, sin más consideraciones ni<br />
filosofías, a consolidar e institucionalizar el Comité de Enlace<br />
entre CNT y Generalidad, anterior al 19 de julio, trans-<br />
32<br />
“En fin, mi anotador afirma que en la asamblea o pleno del 21, García Oliver planteó<br />
la cuestión de la dictadura anarquista o del <strong>com</strong>unismo libertario y que no fue seguido<br />
por la asamblea. Yo afirmo que si lo hizo, fue sin convicción, convencido de que la<br />
dictadura anarquista sólo podía conducir al fracaso. Planteó este dramático dilema para<br />
apoyar mejor su opción colaboracionista […] García Oliver confirma este aire de <strong>com</strong>edia<br />
al escribir arrogantemente: “la CNT y la FAI decidieron la colaboración y la democracia,<br />
renunciando al totalitarismo revolucionario, que habría conducido a la estrangulación<br />
de la revolución por la dictadura confederal o anarquista”.” En PEIRATS, José:<br />
“Mise au point sur de notes”. Noir et Rouge num. 38, juin 1967.<br />
33<br />
Los anteriores testimonios de José del Barrio, el propio Juan García Oliver, en 1950,<br />
y José Peirats, son corroborados por el de Federica Montseny: "No pasó por la imaginación<br />
de nadie, ni aún de García Oliver, el más bolchevique de todos, la idea de tomar el<br />
poder revolucionario. Fue después, cuando se vio la amplitud del movimiento y de las<br />
iniciativas populares cuando empezó a discutirse si se podía o si se debía, o no, ir a por<br />
el todo." (PAZ, Abel: Durruti. El proletariado en armas. Bruguera, Barcelona, 1978, pp.<br />
381-382).<br />
34<br />
Carta de García Oliver a “Abel Paz”. Véase PAZ, Abel: Durruti en la Revolución<br />
española. FAL, Madrid, 1996, pp. 504-505.<br />
57
formado, profundizado y ampliado en ese CCMA que, mediante<br />
la unidad antifascista de todos los partidos y sindicatos,<br />
debía imponer el orden en la retaguardia y organizar y<br />
aprovisionar las milicias que debían enfrentarse en Aragón<br />
con los fascistas<br />
En la primera reunión del Comité Central de Milicias,<br />
celebrada la noche del día 21, los representantes cenetistas<br />
35 hicieron patente a republicanos y catalanistas su<br />
fuerza e indocilidad, editando un bando que daba al Comité<br />
Central muchas más atribuciones y <strong>com</strong>petencias, militares<br />
y de orden público, que las dispuestas inicialmente por el<br />
decreto de la Generalidad. No en vano a la pregunta, surgida<br />
en esta primera sesión del CCMA, de quién había vencido al<br />
ejército, Aurelio Fernández respondió que “los de siempre:<br />
los piojosos”, esto es, los parados, los emigrantes recientes<br />
y la población marginal y miserable de las “casas baratas”<br />
de La Torrassa, Can Tunis, Somorrostro, Santa Coloma y<br />
San Andrés, o el maltratado proletariado industrial que, en<br />
condiciones de vida durísimas, azotados por el paro masivo,<br />
con largas jornadas laborales, jornales de hambre y trabajos<br />
precarios pagados al destajo, se hacinaba en los barrios obreros<br />
de Pueblo Nuevo, Sants, la Barceloneta, el Chino, Hostafrancs<br />
o Pueblo Seco, arrendando o subarrendando cuchitriles,<br />
habitaciones o pisos mínimos con alquileres inasequibles,<br />
que había que <strong>com</strong>partir.<br />
Mientras tanto, Companys había autorizado a Martín<br />
Barrera, consejero de Trabajo, a que diera por radio<br />
noticia de las disposiciones acordadas sobre disminución<br />
de horas laborales, aumento de salarios, disminución de<br />
alquileres y nuevas bases de regulación del trabajo, que<br />
35 Los representantes anarcosindicalistas eran Josep Asens, Buenaventura Durruti y<br />
Juan García Oliver por la CNT, Aurelio Fernández y Diego Abad de Santillán por la<br />
FAI. Durruti fue sustituido por Marcos Alcón.<br />
58
antes deberían pactarse con los representantes de las asociaciones<br />
patronales, <strong>com</strong>o Fomento del Trabajo, Cámaras<br />
de Industria y de la Propiedad, etcétera, a quienes se expuso<br />
la necesidad de encarrilar el ímpetu revolucionario de<br />
las masas, <strong>com</strong>o ya había hecho el director de las minas de<br />
potasa de Suria, que prefería tener pérdidas a volver a ser<br />
retenido por sus mineros. Durante el transcurso de la reunión<br />
varios representantes de la patronal recibieron llamadas<br />
de aviso para que no volvieran a sus casas, porque patrullas<br />
de hombres armados habían ido en su busca. La<br />
reunión acabó con el convencimiento de que los empresarios<br />
allí reunidos ya no representaban a nadie. Pero el<br />
mensaje se radió igual, algunos días después, <strong>com</strong>o medio<br />
para encauzar ánimos y reivindicaciones.<br />
El jueves 23 de julio, en la Casa CNT-FAI, se sometió<br />
a discusión de un Pleno conjunto de la CNT y de la<br />
FAI 36 , es decir, de un pleno de notables 37 , la entrada de los<br />
36 “¿Hasta donde puede sernos conveniente lanzarnos a un ensayo de <strong>com</strong>unismo libertario<br />
en Cataluña, sin haber terminado aún la guerra y con los peligros de intervención<br />
extranjera? Este dilema se planteó a la militancia anarquista y a los representantes de los<br />
sindicatos el 23 de julio, en un pleno de conjunto de las dos organizaciones […] se decidió<br />
mantener el bloque antifascista, dándose la consigna a toda la región: no hay que<br />
proclamar el <strong>com</strong>unismo libertario. Procurad mantener la hegemonía en los <strong>com</strong>ités de<br />
milicias antifascistas y aplazad toda realización totalitaria de nuestras ideas.” En El<br />
anarquismo en España. Informe del Comité Peninsular de la Federación Anarquista Ibérica<br />
al Movimiento Libertario Internacional. Sin lugar, ni fecha [¿1938?], p. 2.<br />
Otro documento que confirma lo anterior: “En un Pleno que se celebró conjuntamente<br />
de la organización específica y confederal se acordó, por las imperativas circunstancias<br />
de aquellos momentos, aceptar la colaboración y tomar participación directa en la administración<br />
política y económica en los órganos del Estado”. En FAI: Informe que este<br />
Comité de Relaciones de Grupos Anarquistas de Cataluña presenta a los camaradas de<br />
la Región. ¿marzo 1937?<br />
37 La urgencia de las decisiones a tomar impuso, desde el 19 de julio, la quiebra del<br />
funcionamiento horizontal y federativo de la CNT y de toda práctica de democracia<br />
directa. La práctica habitual fue la de adoptar las decisiones importantes a tomar en reuniones<br />
de dirigentes, miembros del Comité Regional, de la Federación Local de Barcelona,<br />
del Comité Peninsular de la FAI, y de quienes ejercían cargos en el CCMA, el<br />
Consejo de Economía o el Comité de Investigación, Patrullas de Control, etcétera. Posteriormente<br />
las decisiones ya tomadas por los notables se hacían ratificar en los Plenos,<br />
guardando “formalmente” las apariencias del funcionamiento tradicional de la CNT.<br />
59
anarcosindicalistas en el CCMA y la importante resistencia<br />
que se manifestaba entre la militancia a aceptarlo. Ese<br />
mismo día, al anochecer, los miembros del grupo “Nosotros”<br />
se reunieron en casa de Gregorio Jover, para analizar<br />
la situación 38 , y <strong>com</strong>o despedida 39 , ante la salida al día siguiente<br />
de las Columnas de milicianos dirigidas por Buenaventura<br />
Durruti, que salió por la mañana desde el Cinco de<br />
Oros, y la de Antonio Ortiz, que salió en ferrocarril por la<br />
tarde del mismo día 24 40 .<br />
A las nueve y media de la mañana del día 24, Durruti,<br />
en nombre del CCMA, hizo una alocución radiofónica en<br />
la que advirtió a los cenetistas de la necesidad imperiosa de<br />
mantenerse vigilantes ante intentonas contrarrevolucionarias<br />
y a no abandonar lo conquistado en Barcelona 41 . Durruti parecía<br />
consciente del peligro de una retaguardia insegura, en<br />
la que el enemigo de clase no había sido anulado. Todo quedaba<br />
aplazado hasta después de la toma de Zaragoza.<br />
El domingo 26 de julio, en la Casa CNT-FAI, se<br />
sometió de nuevo a la aprobación formal de un Pleno Regional<br />
de Locales y Comarcales de Sindicatos, convocado<br />
por el Comité de la Confederación Regional del Trabajo<br />
de Cataluña, la colaboración de la CNT en el Comité Central<br />
de Milicias Antifascistas, en el que los representantes<br />
38<br />
García Oliver reiteró su propuesta de tomar el poder aprovechando la concentración<br />
de milicianos que debían partir para el frente.<br />
39<br />
García Oliver, El eco, pp. 190 y 191. Gallardo y Márquez: Ortiz, pp. 109 y 110.<br />
40<br />
ORTIZ, Antonio. “La segunda Columna sale de Barcelona”.<br />
41<br />
“Tenéis un deber en estos momentos. Concentraros en la calzada del Paseo de Gracia<br />
a las diez de la mañana. Una advertencia, trabajadores de Barcelona, todos y en particular<br />
los de la CNT. Los puestos que han sido conquistados en Barcelona que no sean<br />
abandonados. La capital no debe ser abandonada. Tenéis que permanecer en guardia<br />
permanente, ojo avizor, por si tuviésemos que responder a posibles acontecimientos.<br />
Trabajadores de la CNT, todos <strong>com</strong>o un solo hombre debemos ir a ayudar a los camaradas<br />
de Aragón”.<br />
60
cenetistas ya estaban participando 42 . Se trataba de que las<br />
decisiones tomadas por el Comité Regional Ampliado, de<br />
colaborar con el gobierno de la Generalidad y el resto de<br />
partidos, que ya eran una realidad irreversible, fueran ratificadas<br />
de nuevo en otro Pleno Regional de Sindicatos.<br />
Era una política de hechos consumados, en la que el Pleno<br />
del día 26 actuaba <strong>com</strong>o simple altavoz de los acuerdos<br />
ya tomados. El acuerdo final no dejaba lugar a dudas sobre<br />
la dureza de la oposición que había encontrado la aceptación<br />
de la posición colaboracionista de los <strong>com</strong>ités superiores<br />
de la CNT-FAI, aunque desconocemos los debates,<br />
si es que los hubo. El acuerdo sobre el análisis de la situación<br />
revolucionaria existente se cerraba mediante una posición<br />
que había alcanzado la “unanimidad absoluta”.<br />
Curiosamente la posición alcanzada en ese Pleno era definida<br />
<strong>com</strong>o la “misma posición”, esto es, la que ya había<br />
aceptado provisionalmente la delegación cenetista que<br />
había parlamentado con Companys, la ya aprobada por el<br />
Pleno Regional del día 21, la del Pleno conjunto CNT-FAI<br />
del día 23. ¿Qué posición?: “no hay más enemigo para el<br />
pueblo, que el fascismo sublevado”, y por lo tanto ni el<br />
gobierno burgués de la Generalidad ni el republicano eran<br />
un enemigo a batir, sino un aliado. La renuncia revolucionaria<br />
era ya absoluta: “Que nadie vaya más allá. Que nadie<br />
tergiverse la actuación a seguir”. Se apelaba a la obligación<br />
moral de aceptar las decisiones generales 43 y se<br />
42 Véase el BANDO firmado por el Comité de la CRTC, que reproducimos en el<br />
Anexo documental. En Solidaridad Obrera (27 julio 1936) apareció un artículo que<br />
subrayaba que “la posición confederal, con relación a la situación revolucionaria, continuará<br />
siendo la mantenida hasta ahora”, <strong>com</strong>o si hubiera que vencer una importante<br />
resistencia a lo ya aprobado en el Pleno del día 21.<br />
43 La mecánica organizativa cenetista de carácter horizontal y federalista, que quebró<br />
rápidamente, convirtiéndose en una mera ratificación formal de los debates y decisiones<br />
ya adoptadas por los <strong>com</strong>ités superiores, no era apropiada para el surgimiento de “ten-<br />
61
hacía una profesión de fe antifascista: “Hoy por hoy,<br />
contra el fascismo, sólo contra el fascismo que domina<br />
media España”. El <strong>com</strong>unicado final del Pleno Regional<br />
terminaba con una orden tajante e indiscutible de aceptación<br />
y sumisión al CCMA: “hay un COMITÉ DE MILI-<br />
CIAS ANTIFASCISTAS Y UN APÉNDICE SUYO DE-<br />
NOMINADO COMISIÓN DE ABASTOS. Todos tenemos<br />
el deber de acatar sus consignas, forma de regular las<br />
cosas en todos los órdenes.”.<br />
El 28 de julio la Federación Local de Sindicatos<br />
únicos de Barcelona ordenaba el fin de la huelga general.<br />
COMITÉS POR DOQUIER QUE NADIE<br />
COORDINA<br />
Violencia y poder iban juntos. Una vez destruido el<br />
monopolio estatal de la violencia, porque se había derrotado<br />
al ejército en la calle, y armado el proletariado, se abría<br />
una situación revolucionaria que imponía su violencia, su<br />
poder y su orden. El poder de una clase obrera en armas.<br />
Los <strong>com</strong>ités revolucionarios: de defensa, de fábrica, de barrio<br />
o de localidad, de control obrero, de abastos, etcétera,<br />
fueron el embrión de los órganos de poder de la clase obrera.<br />
Iniciaron una metódica expropiación de las propiedades<br />
de la burguesía, pusieron en marcha la colectivización industrial<br />
y campesina, organizaron las milicias populares que<br />
definieron los frentes militares en los primeros días, organizaron<br />
patrullas de control y milicias de retaguardia que impusieron<br />
el “nuevo orden revolucionario” mediante la represión<br />
violenta de la Iglesia, patronos, fascistas y antiguos sindicalistas<br />
y pistoleros del Libre, pues durante una semana el<br />
paqueo (tiroteo de francotiradores) en la ciudad fue constan-<br />
dencias”, capaces de defender minoritariamente sus posiciones en el seno de la organización.<br />
62
te. Pero fueron incapaces de coordinarse entre sí y crear<br />
un poder obrero centralizado. Los <strong>com</strong>ités revolucionarios<br />
desbordaron con sus iniciativas y sus acciones a los dirigentes<br />
de las distintas organizaciones tradicionales del<br />
movimiento obrero, incluida la CNT y la FAI, o un POUM<br />
que aún pedía aumento de salarios y reivindicaciones menores,<br />
ya superadas.<br />
Había una situación revolucionaria en la calle y en<br />
las fábricas, y unos potenciales órganos de poder del proletariado:<br />
los <strong>com</strong>ités, que ninguna organización supo, quiso o<br />
pudo coordinar, potenciar y transformar en auténticos órganos<br />
de poder. La espontaneidad de las masas tenía sus límites;<br />
sus organizaciones políticas y sindicales eran limitadísimas.<br />
Ninguna tenía un programa preparado, preciso y<br />
realista, para aplicar en aquella situación revolucionaria. En<br />
realidad los líderes anarquistas no sabían qué hacer con<br />
el poder, ni entendían lo que era. Frente a la amenaza<br />
fascista, que había triunfado en media España, se impuso<br />
la consigna de unidad antifascista, de unión sagrada con<br />
la burguesía demócrata y republicana. Más que una dualidad<br />
de poderes entre Generalidad y Comité Central, se daba<br />
una duplicidad de poderes. Y además los <strong>com</strong>ités superiores<br />
de la CNT, a mediados de agosto, ya habían decidido<br />
la disolución del CCMA en cuanto las condiciones lo<br />
hicieran posible y la espontaneidad de la calle hubiera remitido<br />
lo suficiente Pero entre tanto, desde el 19 de julio,<br />
los <strong>com</strong>ités surgidos espontáneamente por doquier, imponían<br />
pragmáticamente la nueva realidad política, social y<br />
económica surgida de la victoria insurreccional obrera sobre<br />
el ejército, y en Cataluña esos <strong>com</strong>ités, en la fábrica o<br />
localmente, ejercían todo el poder.<br />
63
CONCLUSIONES Y REFLEXIONES A SET<strong>EN</strong>TA<br />
AÑOS VISTA<br />
El Estado es la organización del monopolio de la<br />
violencia al servicio de la clase social dominante. El Estado<br />
capitalista es uno de los instrumentos más importantes<br />
del dominio de la clase burguesa sobre el proletariado, esto<br />
es, el aparato de represión que asegura las relaciones sociales<br />
de producción capitalistas. La primera tarea de una revolución<br />
proletaria es la destrucción total de ese Estado capitalista,<br />
y la consolidación de un poder obrero. Sin la voluntad<br />
y la acción práctica (por parte de una organización revolucionaria)<br />
de destrucción del Estado capitalista no puede<br />
hablarse de revolución proletaria. Quizás pueda<br />
hablarse de movimiento revolucionario, de una situación revolucionaria,<br />
de “revolución popular", de unidad antifascista,<br />
de guerra contra el fascismo, de una fantasiosa “dictadura<br />
del proletariado sin destrucción del Estado capitalista”,<br />
propia de los “brillantes” análisis del POUM, etcétera,<br />
pero no de revolución proletaria. La ambigüedad ideológica<br />
fue un elemento consustancial al movimiento libertario. Y<br />
esa ambigüedad fue elevada a los altares por los antifascistas<br />
burócratas cenetistas y por los avispados políticos burgueses,<br />
que supieron llevar a su molino las turbias aguas de la<br />
incoherencia anarquista. No se intentó en ningún momento<br />
la destrucción del aparato estatal burgués.<br />
En Barcelona, el CCMA fue fruto de la victoria<br />
obrera y anarquista del 19 de Julio, pero también de la<br />
renuncia de los anarcosindicalistas a destruir el Estado.<br />
El CCMA, pactado entre Companys y los libertarios, y<br />
aceptado también por los ”marxistas” (POUM y estalinistas),<br />
fue un organismo de colaboración de clases, mediante<br />
el cual se aseguraba al Gobierno de la Generalidad el control<br />
de aquellas funciones perdidas porque los anarquistas<br />
64
las habían conquistado en la calle: fundamentalmente de policía,<br />
orden público y militares. El CCMA no fue nunca, ni<br />
nunca lo pretendió, un órgano de poder obrero, y por lo tanto<br />
nunca existió una situación de doble poder que enfrentara<br />
el CCMA al Gobierno de la Generalidad. Es cierto que, entre<br />
los anarquistas, existían diversas concepciones sobre la<br />
situación revolucionaria, surgida en Cataluña tras las jornadas<br />
del 19-20 de julio de 1936: la primera, y hegemónica,<br />
propugnada por Abad de Santillán y Federica Montseny, de<br />
absoluta y confiada colaboración con el resto de fuerzas políticas<br />
(incluidas las burguesas) en una unidad antifascista<br />
que creían indispensable para ganar la guerra; se trataba de<br />
una colaboración “leal” con el gobierno de la Generalidad<br />
<strong>com</strong>o mal menor para conducir al mismo tiempo la “revolución”<br />
y la guerra. La segunda, propugnada por García Oliver,<br />
consistía teóricamente en "ir a por el todo", esto es, en<br />
la implantación de una “dictadura anarquista”, en la que una<br />
vanguardia de iluminados sustituye al proletariado, tomando<br />
el poder en su nombre, y en la práctica en la colaboración<br />
gubernamental, con la ingenua creencia de que el color “rojinegro”<br />
de los ministros podía cambiar la naturaleza del gobierno<br />
en que participaban. La tercera, planteada pragmáticamente<br />
por Manuel Escorza, consistía en usar el gobierno<br />
de la Generalidad para legalizar las “conquistas revolucionarias”,<br />
controlando las consejerías de Defensa y Orden Público,<br />
y apoyándose en el dominio indiscutible de la CNT en la<br />
calle para intentar "congelar la situación revolucionaria",<br />
en espera de que se produjeran unas condiciones más favorables<br />
para el definitivo triunfo revolucionario, al tiempo<br />
que se consolidaba el poder real de una organización libertaria<br />
paralela a la CNT-FAI, autónoma e independiente, fundamentada<br />
en el Comité de Investigación y los <strong>com</strong>ités de<br />
defensa cenetistas, capaz de coordinar y centralizar a todos<br />
65
los cargos anarcosindicalistas en el gobierno de la Generalidad,<br />
que posibilitó en mayo de 1937 la insurrección obrera<br />
contra la provocación de Companys y los estalinistas. Todas<br />
estas posiciones evolucionaron rápidamente hacia la misma<br />
táctica de integración del movimiento obrero en el programa<br />
de unidad antifascista con el POUM, estalinistas y<br />
burguesía, con el objetivo único de ganar la guerra a los<br />
fascistas. Esto propició a su vez la aparición, entre los anarcosindicalistas,<br />
de una división entre "piel rojas" y "pájaros<br />
carpinteros" o colaboracionistas, que no tenía paralelismo<br />
alguno con anteriores divisiones entre faístas y trentistas. La<br />
crítica de los "piel rojas" a los colaboracionistas, puramente<br />
verbal y moralista, evolucionó hacia un pesimismo que llevó<br />
a la mayoría a la pasividad y a una huida hacia adelante, que<br />
les condujo a no hallar más salida que el abandono de toda<br />
militancia o el alistamiento militar para ganar la guerra al<br />
fascismo. Aunque ese ejército fuera, desde el verano de<br />
1937, el Ejército Popular, esto es, el ejército burgués de la<br />
República, puesto que ya se había producido la militarización<br />
de las Milicias. La oposición más coherente al colaboracionismo,<br />
predominante entre los libertarios, fue la que<br />
cristalizó en la Agrupación de Los Amigos de Durruti, que a<br />
partir de enero de 1938 fue prácticamente inoperante, porque<br />
había sucumbido a los ataques <strong>com</strong>binados de la represión<br />
estalinista y el rechazo de los cenetistas "gubernamentales”.<br />
No existió ningún partido, sindicato o vanguardia<br />
que propugnara la destrucción del Estado burgués y la vía<br />
revolucionaria de potenciación, coordinación y centralización<br />
de los órganos de poder surgidos en julio de 1936:<br />
los <strong>com</strong>ités obreros. A partir del 20 de julio el proletariado<br />
en Barcelona ejerció una especie de dictadura “por abajo”<br />
en las calles y en las fábricas, ajena e indiferente a<br />
66
“sus” organizaciones políticas y sindicales, que no sólo<br />
respetaban el aparato estatal de la burguesía, en lugar de<br />
destruirlo, sino que además lo fortalecían. En ausencia de<br />
un partido revolucionario, capaz de plantear el <strong>com</strong>bate por<br />
el programa de la revolución proletaria 44 , la guerra contra el<br />
enemigo fascista impuso la ideología de la unidad antifascista<br />
y el <strong>com</strong>bate por el programa de la burguesía democrática.<br />
La guerra no se planteaba <strong>com</strong>o una guerra de clases,<br />
sino <strong>com</strong>o una guerra antifascista entre el Estado de la<br />
burguesía fascista y el Estado de la burguesía democrática.<br />
Y esa elección entre dos opciones burguesas (la democrática<br />
y la fascista) suponía YA la derrota de la alternativa<br />
revolucionaria. Para el movimiento obrero y revolucionario<br />
el antifascismo fue la peor consecuencia del fascismo.<br />
La ideología de unidad antifascista fue el peor enemigo<br />
de la revolución, y el mejor aliado de la burguesía. Las<br />
necesidades de esta guerra, entre dos opciones burguesas,<br />
ahogaron toda alternativa revolucionaria y los métodos de<br />
lucha de clases que permitieron la victoria de la insurrección<br />
obrera del 19 de Julio. Era necesario renunciar a las conquistas<br />
revolucionarias en aras de ganar la guerra a los fascistas:<br />
"renunciamos a todo menos a la victoria" 45 .<br />
Las alternativas planteadas eran falsas: no se trataba<br />
de ganar primero la guerra y luego la revolución (propuesta<br />
estalinista), o bien de hacer la guerra y la revolución al mismo<br />
tiempo (tesis poumista y libertaria), sino de abandonar, o<br />
no, los métodos y objetivos del proletariado. Las Milicias<br />
Populares del 21-25 de Julio eran auténticas Milicias prole-<br />
44 Esto es: destrucción del Estado capitalista (tanto del fascista <strong>com</strong>o del republicano),<br />
extensión, y centralización de los <strong>com</strong>ités <strong>com</strong>o órganos de poder obrero, socialización<br />
de la economía, dirección proletaria de la guerra y dictadura del proletariado.<br />
45 Frase propagandística de Ilya Ehrenburg, que la “Soli” de Toryho atribuyó falsamente<br />
a Durruti. Véase EHR<strong>EN</strong>BURG, Ilya: Corresponsal en la Guerra civil española. Júcar,<br />
Gijón, 1979, p. 24.<br />
67
tarias; las Milicias, militarizadas o no, de octubre del 36 eran<br />
ya un ejército de obreros en una guerra dirigida por la burguesía<br />
(fuera fascista o republicana) al servicio de la burguesía<br />
(fuera democrática o fascista).<br />
La “revolución social” y la expropiación de las fábricas<br />
iniciada por la base anarcosindicalista chocó con el<br />
frentepopulismo de los líderes anarquistas y poumistas. Incluso<br />
hay quien habla de una “revolución” social sin toma<br />
del poder estatal, y también de un divorcio entre el aspecto<br />
socioeconómico y político de la revolución 46 . En todo caso<br />
el frentepopulismo de los líderes anarquistas, y la ideología<br />
de unidad antifascista, prevaleció sobre cualquier consideración<br />
revolucionaria de destruir el Estado, que siempre fue<br />
rechazada <strong>com</strong>o utópica e irreal, y que no pasó jamás de una<br />
declaración fantasiosa de buenas intenciones de los elementos<br />
verbalmente más radicales, <strong>com</strong>o García Oliver.<br />
El CCMA no fue nunca un órgano de poder obrero.<br />
No existió nunca una situación de DOBLE PODER. En todo<br />
caso se dio una DUPLICIDAD DE PODERES entre el<br />
CCMA y algunas consejerías de la Generalidad, y sobre todo<br />
un trabajo <strong>com</strong>plementario de ambos contra los <strong>com</strong>ités<br />
revolucionarios.<br />
El vacío de poder centralizado o estatal dio lugar a<br />
una inicial fragmentación y atomización del poder que<br />
fue resuelta en septiembre de 1936 con la entrada de las organizaciones<br />
obreras en el gobierno de la Generalidad (y<br />
posteriormente en el de la República). Ni los anarquistas, ni<br />
el CCMA, en el que éstos tenían preponderancia, ni el<br />
POUM, intentaron en ningún momento desplazar a la burguesía<br />
republicana del poder, ni destruir el aparato estatal,<br />
46 JULIÁ, Santos: “De la división orgánica al gobierno de unidad nacional”. En Socialismo<br />
y guerra civil. Anales de historia de la Fundación Pablo Iglesias. vol. 2 (1987),<br />
pp. 227-245.<br />
68
que siempre dejaron en manos de Companys. La definitiva<br />
derrota armada del proletariado, que se produjo en mayo de<br />
1937, era la única salida posible a la renuncia que las organizaciones<br />
obreras habían hecho en julio de 1936 a la toma<br />
absoluta y total de un poder que el proletariado ya ejercía<br />
en calles y fábricas. Mayo del 37 había empezado en Julio<br />
del 36.<br />
69
2<br />
70<br />
La CNT-FAI en el Comité Central de<br />
Milicias Antifascistas de Cataluña 47 .<br />
Toda la historia se convertía así en un palimpsesto, raspado y vuelto a<br />
escribir con toda la frecuencia necesaria. En ningún caso habría sido<br />
posible demostrar la existencia de una falsificación.<br />
George Orwell, 1984.<br />
Obsequium amicos, veritas odium parit. (La <strong>com</strong>placencia engendra<br />
amigos, la verdad odio).<br />
Terencio, Andria.<br />
EL PODER ESTÁ <strong>EN</strong> LA CALLE<br />
El auténtico poder de ejecución y resolución estaba<br />
en la calle, era el poder del proletariado en armas,<br />
y lo ejercían los <strong>com</strong>ités locales, de defensa y de control<br />
obrero, expropiando espontáneamente fábricas, talleres,<br />
edificios y propiedades; organizando, armando y transpor-<br />
47 Sobre el CCMA existen tres tesis muy interesantes, desgraciadamente inéditas:<br />
ADSUAR TORRA, Josep Eduard: Catalunya: Juliol - Octubre 1936. Una dualitat de<br />
poder? (2 vol.). Tesina de Llicenciatura. Departament Història Contemp. Universitat de<br />
Barcelona, 1979.<br />
MOMPO, Enric: El Comité Central de Milicias Antifascistas de Catalunya y la situación<br />
de doble poder en los primeros meses de la guerra civil española. Tesis doctoral<br />
leída el 8 de junio de 1994, Departamento de Hª Contemporánea, Universidad de Barcelona.<br />
POZO GONZALEZ, Josep Antoni: El poder revolucionari a Catalunya durant els mesos<br />
de juliol a octubre de 1936. Crisi i re<strong>com</strong>posició de l´Estat. Tesi doctoral defensada el<br />
21 de juny de 2002. Departament Hª Moderna i Contemporània, Universitat Autónoma<br />
de Barcelona.
tando al frente los grupos de milicianos voluntarios que<br />
previamente habían reclutado; quemando iglesias o convirtiéndolas<br />
en escuelas o almacenes; formando patrullas<br />
para extender la guerra social; guardando las barricadas,<br />
ahora fronteras de clase, que controlaban el paso y<br />
manifestaban el poder de los <strong>com</strong>ités; poniendo en marcha<br />
las fábricas, sin amos ni directivos, o reconvirtiéndolas para<br />
la producción bélica; requisando coches y camiones, o<br />
alimentos para el <strong>com</strong>ité de abastos; “paseando” burgueses,<br />
fascistas y curas; sustituyendo a los caducos ayuntamientos<br />
republicanos, imponiendo en cada localidad su<br />
absoluta autoridad en todos los dominios, sin atender órdenes<br />
de la Generalidad, ni del Comité Central de Milicias<br />
Antifascistas (CCMA).<br />
La noche del 19 no había más poder real que el de<br />
“la federación de barricadas”, sin más objetivo inmediato<br />
que la derrota de los sublevados. El ejército y la policía,<br />
disueltos o acuartelados, desaparecieron de la calle, después<br />
del 20 de julio. Habían sido sustituidos por Milicias<br />
Populares formadas por obreros armados, que confraternizaban<br />
con soldados licenciados y guardias semiuniformados<br />
en un solo bloque victorioso, que les había convertido<br />
en la vanguardia de la insurrección revolucionaria.<br />
En Barcelona, durante la semana siguiente, mientras<br />
el CCMA era aún provisional, aparecieron los <strong>com</strong>ités<br />
de barrio 48 , <strong>com</strong>o expresión del poder obtenido por los<br />
<strong>com</strong>ités de defensa, que se coordinaron en una auténtica<br />
48 El grupo Constancia, en una reunión de grupos anarquistas y <strong>com</strong>ités de defensa propuso<br />
“que nuestros representantes en el gobierno se retirasen y se nombrase entre los<br />
<strong>com</strong>ités de barriada un Comité Central”. Véase: “Segunda sesión del pleno local de<br />
Grupos Anarquistas de Barcelona […] con asistencia de los grupos de Defensa confederal<br />
y Juventudes libertarias”. Barcelona, 24 abril 1937. La propuesta, aunque muy tardía,<br />
evidencia que esos <strong>com</strong>ités de barrio seguían aún activos en abril de 1937.<br />
71
federación urbana que, en las calles y fábricas, ejercía todo<br />
el poder, en todos los ámbitos, en ausencia de un poder<br />
efectivo del Ayuntamiento, Gobernación y Generalidad.<br />
Las decenas de barricadas levantadas en Barcelona permanecían<br />
aún activas en octubre, controlando el paso de<br />
los vehículos y exigiendo la documentación y el preceptivo<br />
pase, extendido por los distintos <strong>com</strong>ités, <strong>com</strong>o medio<br />
de imposición, defensa y control de la nueva situación revolucionaria,<br />
y sobre todo <strong>com</strong>o seña de identidad del<br />
nuevo poder de los <strong>com</strong>ités.<br />
LAS CONTRADICCIONES DE GARCÍA OLIVER Y<br />
DEL ANARQUISMO DE ESTADO<br />
Para <strong>com</strong>prender las evidentes y numerosas contradicciones<br />
de García Oliver, y las espesas cortinas de<br />
humo que sus memorias arrojan sobre los acontecimientos,<br />
es necesario explicar su concepción sobre el encaje de los<br />
principios ideológicos abstractos en las necesidades apremiantes<br />
de la táctica política más inmediata; así <strong>com</strong>o su<br />
concepción sobre la naturaleza del liderazgo en la organización<br />
confederal.<br />
¿Cómo aceptar que García Oliver en El eco de los<br />
pasos considere, en los plenos regionales de los días 21 y<br />
26 de julio, que el CCMA es un tapón 49 para la revolución,<br />
y que el 3 de agosto, sólo una semana después, considere<br />
que el CCMA es la mejor garantía para impulsar esa revolución<br />
50 ? ¿Cómo salvar la permanente contradicción de<br />
García Oliver entre lo que hizo y lo que dice que hizo?<br />
¿Propuso realmente, en el Pleno de Regionales del 21 de<br />
julio la toma del poder por la CNT?<br />
49<br />
García Oliver, Juan: El eco de los pasos. Ruedo Ibérico, Barcelona-París, 1978, p.<br />
185.<br />
50<br />
Op. cit., p. 188.<br />
72
Para <strong>com</strong>prender el García Oliver de julio de 1936<br />
hay que hacer una <strong>com</strong>paración con su actitud y actividades<br />
durante la campaña electoral de febrero de 1936. En<br />
esa campaña los líderes anarcosindicalistas nunca dijeron<br />
directamente a los trabajadores que votaran. Afirmaban<br />
que, fuera cual fuese el resultado electoral, unos meses<br />
después sería inevitable el enfrentamiento armado. Sin<br />
embargo, si se votaba a favor del Frente Popular, además<br />
de obtener la liberación de los millares de presos, el enfrentamiento<br />
armado sería también más favorable, pues se<br />
tendría a favor la legalidad republicana y el aparato estatal.<br />
Así pues, lo que hizo la CNT-FAI fue mucho más que renunciar<br />
a su tradicional llamamiento a la abstención en las<br />
elecciones, tal y <strong>com</strong>o el propio García Oliver explicó inequívocamente:<br />
“NOSOTROS ACONSEJAMOS A LA<br />
CLASE OBRERA A QUE HAGA LO QUE QUIERA<br />
RESPECTO A VOTAR, PERO SÍ LE DECIMOS QUE,<br />
SI NO VOTA A LAS IZQUIERDAS, AL DÍA SI-<br />
GUI<strong>EN</strong>TE DE LAS ELECCIONES T<strong>EN</strong>DREMOS QUE<br />
HACER FR<strong>EN</strong>TE A LAS DERECHAS FASCISTAS<br />
CON LAS ARMA <strong>EN</strong> LA MANO. Y SI VOTA A LAS<br />
IZQUIERDAS, ANTES DE LOS SEIS MESES DEL<br />
TRIUNFO DE ÉSTAS HABREMOS DE HACER<br />
FR<strong>EN</strong>TE CON LAS ARMAS <strong>EN</strong> LA MANO A LAS<br />
DERECHAS FASCISTAS. Naturalmente, la clase obrera<br />
de España, que desde hacía muchos años había sido aconsejada<br />
por la CNT a que no votase, interpretó nuestra propaganda<br />
en el mismo sentido que deseábamos, eso es, que<br />
debía votar, pues que siempre resultaría mejor hacer frente<br />
a las derechas fascistas si ellas se sublevaban después de<br />
ser derrotadas y fuera del Gobierno” 51 .<br />
51 Respuestas de García Oliver al cuestionario de Bolloten (1950).<br />
73
Prestemos atención al curioso y retorcido argumento<br />
de García Oliver, que sin renunciar él mismo al principio<br />
abstencionista, aconsejaba INDIRECTAM<strong>EN</strong>TE<br />
a los militantes y simpatizantes la táctica más beneficiosa<br />
para la organización cenetista de ir a votar. Ese<br />
es el paralelismo que hemos de trazar para <strong>com</strong>prender la<br />
intervención de García Oliver en el Pleno del 21 de julio:<br />
sin renunciar él mismo a “ir a por el todo”, incitaba a<br />
los militantes a que llegaran a la conclusión de lo absurdo<br />
y ridículo que era, en aquellos momentos, implantar<br />
una “dictadura anarquista” 52 .<br />
En resumen, García Oliver era capaz de elaborar<br />
un discurso formalmente adecuado a los sacrosantos<br />
principios ácratas, al mismo tiempo que conducía a la base<br />
militante a optar por la táctica que él consideraba más adecuada<br />
al momento, por más alejada que estuviera de los<br />
principios ideológicos 53 .<br />
Esta perniciosa y rocambolesca forma de ejercer el<br />
liderazgo y de “dirigir a las masas” le permitió meses más<br />
tarde una especie de “victimismo”, mediante el cual atribuía<br />
sólo a la base cenetista la catastrófica elección a favor<br />
del colaboracionismo. Cuarenta años después, sin que los<br />
historiadores puedan consultar las actas de los Plenos del<br />
21 y 26 de julio, convenientemente desaparecidas, ¿quién<br />
iba a negar al redactor de El eco de los pasos que él propuso<br />
“ir a por el todo”?, ni tampoco que luego a regañadien-<br />
52 En realidad este término de “dictadura anarquista” no lo pronunció probablemente<br />
García Oliver, sino Federica Montseny, <strong>com</strong>o adecuado resumen del largo discurso de<br />
Oliver en el Pleno del 21 de julio.<br />
53 Dice Peirats: “se lanzó sin convicción – en los primeros días del movimiento por<br />
parte de García Oliver y algunos otros militantes - la idea de implantar el <strong>com</strong>unismo<br />
libertario en Cataluña. Creo que esto son ideas que se lanzan sin convicción. García<br />
Oliver estaba convencido de que en Cataluña no podía haber <strong>com</strong>unismo libertario”.<br />
Véase la entrevista a José Peirats en Colección de Historia Oral: El movimiento libertario<br />
en España (1). José Peirats.<br />
74
tes fue el jefe del CCMA, y luego se resistió a ser el ministro<br />
anarquista de Justicia con Largo Caballero, y luego en<br />
beneficio de la organización confederal hizo, muy a su pesar,<br />
de necesario “bombero mayor” durante las Jornadas<br />
de mayo del 37, y luego fue candidato frustrado a consejero<br />
del gobierno de la Generalidad, y luego un largo etcétera<br />
de contradictorias claudicaciones, cada vez más surrealistas.<br />
De todas formas, nadie es lo que dice ser, sino lo<br />
que realmente hace, y lo que los demás dicen que es. Y<br />
eso vale también para García Oliver. Juan García Oliver<br />
fue un líder anarcosindicalista que, desde su presidencia<br />
efectiva del CCMA, ahogó la revolución de los <strong>com</strong>ités,<br />
cuando esos <strong>com</strong>ités desbordaron con sus iniciativas revolucionarias<br />
a la organización confederal. Sin embargo, el<br />
colaboracionismo de la CNT no consistió únicamente en la<br />
entrada de algunos de sus líderes en el gobierno, sino que<br />
fue el conjunto de la organización quien se implicó en<br />
los diferentes niveles de los aparatos del Estado. Y eso<br />
era más importante que la más que dudosa posición del individuo<br />
García Oliver a favor de un ambiguo “ir a por el<br />
todo”. La CNT carecía de un programa y de una táctica<br />
que le preparase para tomar el poder; y por ello sus líderes<br />
no hicieron más que improvisar, y buscaron la colaboración<br />
con el resto de fuerzas antifascistas y el gobierno de<br />
la Generalidad, pese al “contratiempo provisional” de sus<br />
prejuicios antiestatales, que desembocaron en un híbrido<br />
CCMA. De hecho, si la CNT hubiera tenido ese programa<br />
y esa táctica no hubiera sido un sindicato anarquista, sino<br />
un partido marxista. La organización y la ideología anarcosindicalista<br />
naufragaron en la situación revolucionaria<br />
abierta con la victoria insurreccional de Julio de 1936.<br />
75
Y ahí enlazamos con la concepción de García Oliver<br />
sobre el liderazgo en el seno de la CNT. No todos los<br />
militantes eran iguales, ni sus opiniones, o propuestas, tenían<br />
el mismo peso; ya que sólo había de escucharse y valorarse<br />
las intervenciones de aquellos que, antes de hablar,<br />
se habían jugado la vida o la libertad por la organización,<br />
sobre las de aquellos que se limitaban a hablar por hablar.<br />
Eran líderes aquellos que se habían ganado serlo con su<br />
dedicación y valor. Este liderazgo del “hombre de acción”<br />
y, en un segundo plano, de los “intelectuales” 54 , era consustancial<br />
a la CNT, aunque no figurase en sus reglamentos<br />
y estatutos.<br />
La teórica estructura horizontal e igualitaria de la<br />
CNT desapareció rápidamente, si es que había estado alguna<br />
vez en vigor en las altas esferas de decisión. Los <strong>com</strong>ités<br />
superiores blindaron a la cúpula dirigente, que lo<br />
debatía y decidía todo secretamente, en su propio ámbito<br />
de amigos y conocidos. Los grandes Plenos sindicales, de<br />
carácter regional o nacional, sólo servían para ratificar los<br />
acuerdos, ya decididos por los <strong>com</strong>ités superiores, y para<br />
hacerlos públicos.<br />
El funcionamiento de la CNT fue de carácter piramidal<br />
y casi-leninista, en el que una pequeña vanguardia<br />
lo debatía y decidía todo, con la agravante de que era imposible<br />
el surgimiento de tendencias, capaces de organizarse<br />
con un programa y una dirección propia en contra<br />
de la mayoría, ya que formalmente se trataba de un organismo<br />
sindical, unitario y horizontal.<br />
54 Durruti, García Oliver y Aurelio Fernández serían el prototipo del hombre de acción.<br />
Federica Montseny, Abad de Santillán y Pedro Herrera serían el prototipo del intelectual<br />
anarquista.<br />
76
LOS INICIOS DEL CCMA<br />
La primera reunión informal del CCMA se realizó<br />
el día 20, al anochecer, con propósitos informativos y preparatorios,<br />
una vez que la delegación cenetista había obtenido<br />
el consentimiento provisional del Comité regional<br />
ampliado. Asistieron por parte de ERC y el gobierno de la<br />
Generalidad, Josep Tarradellas, Artemi Aguadé y Jaume<br />
Miravitlles, además de Comorera por la Unió Socialista y<br />
Vidiella por la UGT, Peypoch por Acció Catalana y Gorkin<br />
por el POUM, mientras Buenaventura Durruti, Juan<br />
García Oliver y Aurelio Fernández lo hacían por la CNT-<br />
FAI.<br />
Tarradellas propuso la exclusión de Estat Català<br />
por considerarlo una organización derechista, ya que su<br />
dirigente Dencás era un fascista que se había refugiado en<br />
Italia. García Oliver propuso un equilibrio numérico de<br />
participantes en el CCMA: tres puestos para la CNT, tres<br />
para la UGT y tres para ERC; dos para la FAI, y uno para<br />
cada una de las organizaciones siguientes: Acció Catalana,<br />
POUM, socialistas, y Rabassaires. Esa misma noche se<br />
envió a imprimir en el Diario Oficial de la Generalidad el<br />
decreto de constitución de las Milicias Ciudadanas, que<br />
apareció publicado al día siguiente. En ese decreto se<br />
nombraba presidente a Lluís Prunés, que había sido nombrado<br />
Consejero de Defensa por Companys, y jefe de las<br />
milicias a Pérez Farrás. Se trataba de un organismo que<br />
asumía <strong>com</strong>petencias de Defensa, exclusivas del gobierno<br />
central, de las que carecía el gobierno de la Generalidad 55 .<br />
El 21 de julio a las once de la mañana, en la Escuela<br />
Náutica, se produjo la primera reunión oficial del<br />
55 No se trataba pues de ningún gobierno revolucionario, sino de un organismo de colaboración<br />
de clases, creado para luchar contra el fascismo en unas circunstancias extraordinarias,<br />
que demandaban al gobierno de la Generalidad que asumiera <strong>com</strong>petencias<br />
de Defensa, que no le concedía el Estatuto.<br />
77
CCMA, en la que García Oliver hizo caso omiso del decreto<br />
publicado y de los delegados nombrados por la Generalidad,<br />
sometiendo allí mismo a debate y aprobación la<br />
redacción de su proyecto de constitución de un Comité<br />
Central de Milicias Antifascistas, que imponían un nuevo<br />
“orden revolucionario”. La CNT había renunciado a tomar<br />
el poder, pero no estaba dispuesta a convertirse en<br />
simple <strong>com</strong>parsa de la Generalidad, renunciando a su<br />
triunfo armado en la calle, cosa que la militancia de base<br />
tampoco les hubiera tolerado. Tras un debate, en el que<br />
chocaron las argumentaciones de Artemi Aguadé y de<br />
Juan García Oliver en torno a la aceptación del concepto<br />
de “orden revolucionario”, se declaraba constituido el<br />
CCMA. La dirección del CCMA la ejercía de facto García<br />
Oliver. Los allí reunidos 56 aprobaron el siguiente texto,<br />
que fue publicado <strong>com</strong>o Bando:<br />
“Constituido el Comité de Milicias Antifascistas de<br />
Cataluña, este organismo, de acuerdo con el Decreto publicado<br />
por el gobierno de la Generalidad de Cataluña en<br />
el Butlletí Oficial del día de hoy, ha tomado los siguientes<br />
acuerdos, el cumplimiento de los cuales obliga a todos los<br />
ciudadanos:<br />
1.- Se establece un orden revolucionario, al mantenimiento<br />
del cual se <strong>com</strong>prometen todas las organizaciones que integran<br />
el Comité.<br />
2.- Para el control y vigilancia, el Comité ha nombrado los<br />
equipos necesarios a fin de hacer cumplir rigurosamente<br />
56 Juan García Oliver, Buenaventura Durruti y José Asens por el Comité Regional de la<br />
CNT; Aurelio Fernández y Diego Abad de Santillán por la FAI; Artemi Aguadé, Jaume<br />
Miravitlles y Joan Pons por Esquerra Republicana de Catalunya; Tomás Fábregas por<br />
Acció Catalana; Josep Torrens por Unió de Rabassaires; Josep Rovira por el POUM,<br />
Josep Miret por Unió Socialista y José del Barrio, Salvador González y Antonio López<br />
Raimundo por la UGT, además de los enviados del gobierno de la Generalidad Lluís<br />
Prunés, Pérez Farrás y Vicens Guarner.<br />
78
las órdenes que del mismo emanen. A este objeto, los<br />
equipos llevarán la credencial correspondiente que hará<br />
efectiva su personalidad.<br />
3.- Estos equipos serán los únicos acreditados por el Comité.<br />
Todo aquel que actúe al margen será considerado<br />
faccioso y sufrirá las sanciones que determine el Comité.<br />
4.- Los equipos de noche serán especialmente rigurosos<br />
contra aquellos que alteren el orden revolucionario.<br />
5.- Desde la una hasta las cinco de la madrugada la circulación<br />
quedará limitada a los siguientes elementos: a) Todos<br />
los que acrediten pertenecer a cualquiera de las organizaciones<br />
que constituyen el Comité de Milicias. b) Las<br />
personas que vayan a<strong>com</strong>pañadas de algunos elementos<br />
que acrediten solvencia moral. c) Los que justifiquen el<br />
caso de fuerza mayor que los obligue a salir.<br />
6.- Con el objeto de reclutar los elementos para las Milicias<br />
Antifascistas, las organizaciones que constituyen el<br />
Comité quedan autorizadas para abrir los correspondientes<br />
centros de reclutamiento y entrenamiento. Las condiciones<br />
de este reclutamiento serán detalladas en un reglamento<br />
interior.<br />
7.- El <strong>com</strong>ité espera que, dada la necesidad de constituir<br />
un orden revolucionario para hacer frente a los núcleos<br />
fascistas, no tendrá necesidad, para hacerse obedecer, de<br />
recurrir a medidas disciplinarias.<br />
El <strong>com</strong>ité 57 .”<br />
El decreto de constitución del CCMA no era, pues,<br />
nada extraordinario, y contemplaba sobre todo medidas de<br />
orden público. El término de “orden revolucionario” no<br />
permite hablar seriamente de algo parecido a una dualidad<br />
57<br />
Aparecían las firmas de todas las personas citadas en la nota anterior, excepto las tres<br />
enviadas por la Generalidad.<br />
79
de poderes, <strong>com</strong>o hacen algunos historiadores. Tampoco<br />
la prensa del momento destacó <strong>com</strong>o algo extraordinario<br />
la constitución del CCMA, ni la valoró en ningún momento<br />
<strong>com</strong>o un gobierno revolucionario, rival del gobierno de<br />
la Generalidad. La Generalidad, por su parte, llevaba una<br />
existencia fantasmal, ocupándose de las tareas secundarias<br />
que el CCMA le dejaba, limitada prácticamente su autoridad<br />
a la imprenta del Boletín Oficial.<br />
En Barcelona los <strong>com</strong>ités de defensa, transformados<br />
en <strong>com</strong>ités revolucionarios de barrio, en ausencia<br />
de consignas de cualquier organización y sin más<br />
coordinación que las iniciativas revolucionarias que cada<br />
momento demandaba, organizaron los hospitales, desbordados<br />
por la avalancha de heridos, organizaron <strong>com</strong>edores<br />
populares, requisaron coches, camiones, armamento, fábricas<br />
y edificios, registraron domicilios privados y realizaron<br />
detenciones de sospechosos, y crearon una red de<br />
Comités de abastos en cada barrio, que se coordinaron en<br />
un Comité de Abastos de la ciudad, en el que adquirió notable<br />
presencia el Sindicato de Alimentación. El contagio<br />
revolucionario afectaba a todos los sectores sociales y a<br />
todas las organizaciones, que se decantaban sinceramente<br />
a favor de la nueva situación revolucionaria. Esa era la<br />
única fuerza real del CCMA, que aparecía ante el pueblo<br />
en armas <strong>com</strong>o el organismo antifascista que debía dirigir<br />
la guerra e imponer el nuevo orden revolucionario.<br />
Ya hemos visto cómo el 21 de julio un Pleno de<br />
Locales y Comarcales había renunciado a la toma del poder,<br />
entendida <strong>com</strong>o una dictadura de los líderes anarquistas,<br />
y no <strong>com</strong>o imposición, coordinación y extensión del<br />
poder que los <strong>com</strong>ités revolucionarios ya ejercían en la calle.<br />
El 23 un pleno conjunto, y secreto, de los <strong>com</strong>ités superiores<br />
de la CNT y de la FAI cerró filas en cuanto a la<br />
80
decisión tomada de colaborar en el CCMA, y preparar el<br />
Pleno del día 26 para vencer la resistencia de la militancia.<br />
Ese mismo día García Oliver radiaba un discurso dirigido<br />
a los obreros de Zaragoza, para que salieran a la calle para<br />
hacerse matar por los fascistas 58 . En un bar, sito frente a la<br />
iglesia del Pino, se fundaba el Partido Socialista Unificado<br />
(PSUC), <strong>com</strong>o fusión de cuatro pequeñas agrupaciones<br />
socialistas y estalinistas.<br />
También hemos visto cómo el 24 habían partido<br />
las dos primeras columnas anarquistas, al mando de Durruti<br />
y Ortiz. Durruti hizo un discurso por radio en el que<br />
alertaba sobre la necesidad de estar vigilantes a una posible<br />
intentona contrarrevolucionaria. Había que congelar la<br />
situación revolucionaria en Barcelona, para “ir a por el<br />
todo” después de tomar Zaragoza.<br />
El 25 de julio se presentó Companys en la Escuela<br />
Náutica para recriminar a los miembros del CCMA su ineficacia<br />
en el control del orden público, ante la indiferencia<br />
de un García Oliver que le despidió amenazadoramente.<br />
El 26 de julio fue ratificada, por la mañana, en el<br />
Pleno Regional la colaboración definitiva de la CNT-<br />
FAI en el CCMA, acordada por los <strong>com</strong>ités superiores de<br />
la CNT-FAI en su debate del día 23 y en el anterior Pleno<br />
Regional reunido el día 21.<br />
El Pleno del día 26 confirmó por unanimidad que<br />
la CNT seguía manteniendo la misma posición, aprobada<br />
ya el 21 de julio, de participar en ese nuevo organismo de<br />
colaboración de clases llamado CCMA. Ese mismo pleno<br />
del día 26 creó una Comisión de Abastos, dependiente del<br />
CCMA, a la que debían someterse los distintos <strong>com</strong>ités de<br />
58<br />
García Oliver dijo exactamente en su discurso: “Militantes de la CNT y de la FAI, os<br />
tenéis que hacer matar”. En El eco , pág. 196.<br />
81
abastos surgidos por doquier 59 , y ordenaba al mismo tiempo<br />
un fin parcial de la huelga general. El resumen de los<br />
principales acuerdos alcanzados en este Pleno se editó en<br />
forma de Bando 60 , para su general conocimiento y acatamiento.<br />
El CCMA se reunió por la tarde-noche del día 26<br />
para crear un organigrama y estructurarse en diversos departamentos:<br />
Guerra, Milicias de Barcelona, Milicias <strong>com</strong>arcales,<br />
Comisión de Abastos, Propaganda, Autorizaciones<br />
y permisos, Patrullas de Control, Sanidad de Guerra,<br />
Transportes y Subsidios.<br />
García Oliver se encargó del departamento de Guerra.<br />
Abad de Santillán estaba al cuidado del abastecimiento<br />
de las milicias, ayudado por Miret y Pons. Aurelio Fernández<br />
fue nombrado jefe del Departamento de Investigación,<br />
o lo que es lo mismo, en el auténtico jefe de la policía<br />
revolucionaria, con el auxilio de José Asens y Tomás<br />
Fábregas (Acció Catalana), que dirigían las Patrullas de<br />
Control. Marcos Alcón (sustituto de Durruti) se encargó<br />
de la sección de Transportes, con el auxilio de Durán Rosell<br />
(sustituto de Antonio López Raimundo, fallecido en el<br />
frente de Huesca), de la UGT. Josep Miret (Unió Socialista,<br />
luego PSUC) y Joan Pons (ERC) fueron los responsables<br />
del departamento de Milicias Comarcales. Miravitlles<br />
(ERC) se encargó del departamento de Propaganda y Torrents<br />
(Unió de Rabassaires) de Abastos. Rafael Vidiella<br />
(sustituto de José del Barrio, delegado de la columna Carlos<br />
Marx) se incorporó al departamento de investigación,<br />
dirigido por Aurelio Fernández. Joan Pons Garlandí (ERC)<br />
fue nombrado responsable del departamento de Autoriza-<br />
59 En lugar de coordinar esos <strong>com</strong>ités de abastos, creados por los <strong>com</strong>ités revolucionarios<br />
desde abajo, se los suprimía para controlar desde el CCMA, desde arriba, su funcionamiento.<br />
60 Ese BANDO lo reproducimos en el Anexo documental.<br />
82
ciones y permisos (pasaportes). Artemi Aguadé (ERC) dirigía<br />
la Sanidad de Guerra. Josep Tarradellas se encargó<br />
del decisivo departamento de Economía e industrias de<br />
guerra. Como asesores militares fueron nombrados los<br />
hermanos Guarner, Díaz Sandino y Pérez Farrás. Lluís<br />
Prunés, consejero de Defensa de la Generalidad, dimitió<br />
pronto de su teórico y escasamente efectivo cargo (no reconocido)<br />
de presidente del CCMA.<br />
La preponderancia de García Oliver y sus choques<br />
con el gobierno de la Generalidad fueron constantes hasta<br />
la disolución del CCMA, aunque fueron disminuyendo en<br />
intensidad, importancia e interés a medida que pasaban las<br />
semanas, tanto por la pérdida de apoyo del Comité Regional<br />
a García Oliver, <strong>com</strong>o por la ineficacia del CCMA y la<br />
muy temprana decisión secreta de la CNT de disolverlo. El<br />
enfrentamiento más grave fue sin duda el veto de García<br />
Oliver al gobierno Casanovas, propuesto por Companys el<br />
31 de julio de 1936, en el que daba entrada a dos consejeros<br />
(ministros) del PSUC: Joan Comorera y Rafael Vidiella,<br />
y uno de Unió de Rabassaires: Josep Calvet. El ultimátum<br />
de García Oliver, que incluía la amenaza de suprimir<br />
la Generalidad, porque veía en el nuevo gobierno un ataque<br />
a la existencia del CCMA, terminó con la rectificación<br />
de Companys, que modificó el gobierno (ya sólo con republicanos)<br />
sólo unos días después de haber publicado el<br />
decreto de su constitución.<br />
La posición de los <strong>com</strong>ités superiores 61 de la CNT-<br />
FAI era incoherente, insostenible y contradictoria. Sus<br />
principios ideológicos les impedían entrar en el gobierno<br />
61 Comité Regional de la CNT, Comités Peninsular y Regional de la FAI, Comité regional<br />
de las Juventudes Libertarias, Federación Local de la CNT, Federación Local de<br />
Grupos Anarquistas, Comité de Investigación de la CNT-FAI, y todos los representantes<br />
de las federaciones <strong>com</strong>arcales y locales, y quienes ejercían cargos de responsabilidad<br />
en el CCMA (y más tarde en el gobierno).<br />
83
de la Generalidad, pero tampoco querían que ese gobierno<br />
amenazara al CCMA, sino que se mantuviera sumiso a un<br />
organismo que no era, ni quería ser, un gobierno revolucionario<br />
y alternativo al de la Generalidad. El CCMA ni<br />
gobernaba del todo, ni quería dejar gobernar del todo a los<br />
demás. Los dirigentes anarcosindicalistas querían congelar<br />
la situación revolucionaria existente. Si a esto se le<br />
llama dualidad de poderes es porque no se entiende que la<br />
dualidad <strong>com</strong>porta una lucha feroz y sin cuartel, entre dos<br />
polos opuestos, por destruir al poder rival 62 . En el caso de<br />
Cataluña era más adecuado hablar de una duplicidad y<br />
<strong>com</strong>plementariedad de poderes entre algunas consejerías<br />
del gobierno de la Generalidad y el CCMA, en ocasiones<br />
molesta, ineficaz e irritante para todos. La amenaza de<br />
García Oliver contra la formación del gobierno Casanovas<br />
no deseaba otra cosa que el mantenimiento de esa duplicidad.<br />
La participación anarcosindicalista en las tareas de<br />
gobierno a través del CCMA resultaba insatisfactoria. Pero<br />
nadie se atrevía a plantear aún, a una militancia libertaria<br />
armada, la entrada directa en el gobierno. Cuando la realidad<br />
choca con los principios, éstos suelen quebrar.<br />
Mientras tanto, el CCMA creó el Consejo de la Escuela<br />
Nueva Unificada (27-7-1936), la <strong>com</strong>isión de industrias<br />
de guerra (7-8-1936), las Patrullas de Control (11-8-<br />
1936) y el Consejo de Economía (11-8-1936). Se iba hacia<br />
una especialización exclusivamente militar del CCMA.<br />
En realidad se estaba produciendo un proceso de integración<br />
en la maquinaria gubernamental de todas las iniciativas<br />
revolucionarias. Todas estas <strong>com</strong>isiones mixtas<br />
62 No cabe más que recordar la fase que transcurrió entre la revolución de febrero y la<br />
de octubre en la Rusia de 1917. Sólo un profundo desconocimiento de lo que realmente<br />
sucedió en Cataluña ha llevado a algunos historiadores a efectuar una <strong>com</strong>paración histórica,<br />
desafortunada, entre el caso ruso y el catalán, que les permite hablar erróneamente<br />
de una dualidad de poderes entre el CCMA y la Generalidad.<br />
84
tenían un elevado grado de autonomía y de decisión, además<br />
de contar con una notable presencia obrera, incluso en<br />
la presidencia y dirección, pero siempre encuadradas orgánicamente<br />
en las distintas áreas del gobierno de la Generalidad,<br />
que iba adquiriendo prestigio, presencia y parcelas<br />
de poder, en permanente detrimento del CCMA y de<br />
los <strong>com</strong>ités revolucionarios. El caso más notable fue el de<br />
la <strong>com</strong>isión de industrias de guerra, en la que Tarradellas<br />
supo reunir un equipo de técnicos profesionales, <strong>com</strong>o el<br />
coronel Jiménez de la Beraza, el <strong>com</strong>andante de aviación<br />
Miguel Ramírez y el capitán de artillería Luís Arizón, que<br />
junto a obreros altamente cualificados, <strong>com</strong>o el metalúrgico<br />
Eugenio Vallejo 63 , pionero en las tareas de creación de<br />
una incipiente industria de guerra desde el 20 de julio, que<br />
aportaban la colaboración y entusiasmo de los distintos<br />
sindicatos y <strong>com</strong>ités, consiguieron levantar de la nada más<br />
absoluta una industria de guerra, que alcanzó una notable<br />
producción bélica en apenas unos meses.<br />
EL CONSEJO DE ECONOMÍA<br />
El Consejo de Economía tenía <strong>com</strong>o objetivo “estructurar<br />
y normalizar convenientemente la economía catalana”,<br />
tal y <strong>com</strong>o afirmaba el decreto de la Generalidad del<br />
11 de agosto de 1936, que aprobaba su creación. Era un<br />
órgano de colaboración de clases entre las distintas fuerzas<br />
antifascistas participantes en el CCMA, en una situación<br />
revolucionaria dominada por la hegemonía política y militar<br />
de la CNT, y tenía el objetivo de encauzar, controlar,<br />
63 Había recibido el 20 de julio el encargo por parte de Durruti de la creación de una<br />
industria de guerra. Vallejo inició una coordinación de los sindicatos, metalúrgico y de<br />
químicas, con la minería de Sallent, y la transformación de la producción industrial<br />
civil en una industria de producción bélica. La colaboración del cenetista Vallejo con<br />
Tarradellas se mostró eficaz a medio plazo, pero implicaba la sumisión de la vía revolucionaria<br />
inicial al gobierno de la Generalidad.<br />
85
legislar y anular, o minimizar, en lo posible la metódica<br />
expropiación de la burguesía, que estaba realizando el proletariado.<br />
Fue el punto de partida de la contrarrevolución<br />
para recuperar las funciones perdidas por el aparato estatal,<br />
convirtiendo primero las expropiaciones en colectivizaciones,<br />
que no eran más que una apropiación de las empresas<br />
por sus trabajadores, propias de una especie de “capitalismo<br />
sindical” 64 , para acabar estableciendo un rígido<br />
control de la economía catalana, planificada, centralizada<br />
y dirigida por la Generalidad. De este modo se dio una<br />
evolución paralela, de carácter legislativo, pero también<br />
de control efectivo de las empresas por la Generalidad,<br />
que desde el Plan de Transformación socialista (17-8-<br />
1936) finalizó con el Decreto de Colectivizaciones y Control<br />
Obrero (24-10-1936), que imponía a las empresas colectivizadas<br />
un interventor nombrado por el gobierno de la<br />
Generalidad. La explicación del Decreto de Colectivizaciones,<br />
y su exposición e imposición a la clase obrera se<br />
realizó en las Jornadas de la Nueva Economía del 5 y 6 de<br />
diciembre de 1936, y aunque se intentó presentar esas jornadas<br />
<strong>com</strong>o una especie de asamblea obrera con poder de<br />
decisión, nada más alejado de la realidad.<br />
La tan mitificada autogestión de las colectivizaciones<br />
no fue más allá de un capitalismo de gestión sindical<br />
y planificación estatal, contra el que los obreros industriales<br />
de Barcelona se enfrentaron en la primavera de<br />
1937, oponiendo la socialización.<br />
LAS PATRULLAS DE CONTROL<br />
Ya en las semanas anteriores al alzamiento militar<br />
el grupo Nosotros había organizado unas patrullas de re-<br />
64<br />
Que pagaban además impuestos a la CNT-FAI, que Comorera abolió en febrero de<br />
1937.<br />
86
quisa, que habían inspeccionado las iglesias para preparar<br />
su saqueo, con la finalidad de obtener dinero, metal y<br />
obras de arte con las que <strong>com</strong>prar armas en el extranjero 65 .<br />
Esas patrullas de requisa entraron en acción el<br />
mismo 19 de julio y tuvieron una actividad frenética durante<br />
las primeras semanas. La atomización del poder, el<br />
acuartelamiento de las fuerzas de orden público, la ausencia<br />
de control y de coordinación por parte del CCMA, hizo<br />
que Barcelona viviera una oleada de saqueos y terror, <strong>com</strong>o<br />
continuación natural de la lucha callejera contra el alzamiento<br />
militar. Se dio una especie de extensión de la<br />
guerra social en la que el clero, burguesía y derechistas<br />
eran un enemigo a perseguir y abatir por patrullas de hombres<br />
armados, no sometidos a ninguna autoridad, que se<br />
defendían de un paqueo que duró toda una semana. El 28<br />
de julio la CNT-FAI publicó un serio aviso de que se fusilaría<br />
a todos los perturbadores del orden que se tomaran la<br />
justicia por su mano. Y de hecho se fusiló a algunos destacados<br />
militantes 66 , además de diversos delincuentes y<br />
oportunistas. Para atajar este desorden social el CCMA<br />
creó el 11 de agosto las Patrullas de Control, concebidas<br />
<strong>com</strong>o una policía revolucionaria.<br />
Las Patrullas de Control tuvieron una vida más larga<br />
que el Comité Central, ya que no fueron disueltas hasta<br />
primeros de junio de 1937, algo después de los sucesos<br />
conocidos <strong>com</strong>o “Los Hechos de Mayo” de 1937.<br />
Estaban constituidas por once secciones, distribuidas<br />
por todos los barrios de Barcelona. Totalizaban, en sus<br />
inicios, setecientos hombres, más once responsables, uno<br />
por cada sección. Vestían un uniforme, <strong>com</strong>puesto por cazadora<br />
de cuero con cremallera, pantalones de pana, gorra<br />
65<br />
MIR, Miquel: Entre el roig i el negre. Edions 62, Barcelona, 2006.<br />
66<br />
Véase Peirats, p. 175.<br />
87
miliciana y pañuelo rojinegro, llevaban una credencial<br />
identificativa, e iban armados. Algunos de ellos procedían<br />
de las patrullas de requisa y otros de los <strong>com</strong>ités de defensa,<br />
aunque muchos de éstos se mostraron reacios a ejercer<br />
de “policías” por cuestiones ideológicas, dando entrada a<br />
nuevos elementos inseguros. Por otra parte, sólo la mitad<br />
aproximada de los patrulleros tenía carné de la CNT, o<br />
eran de la FAI; la otra mitad estaba afiliada al resto de organizaciones<br />
<strong>com</strong>ponentes del CCMA: POUM, ERC y<br />
PSUC, fundamentalmente.<br />
Las Patrullas de Control dependían del Comité de<br />
Investigación del CCMA, dirigido por Aurelio Fernández<br />
(FAI) y Salvador González (PSUC), que sustituyó a Vidiella.<br />
Su sección Central estaba en el número 617 de la Gran<br />
Vía, donde estaban los dos delegados de Patrullas, esto es,<br />
José Asens (FAI) y Tomás Fábregas (Acció Catalana). La<br />
nómina de los patrulleros, de diez pesetas diarias, era abonada<br />
por el gobierno de la Generalidad. Aunque en todas<br />
las secciones se hacían detenciones, y algunos detenidos<br />
eran interrogados en la antigua Casa Cambó, la prisión<br />
central estaba en el antiguo convento de monjas clarisas de<br />
San Elías. El jefe de la prisión se llamaba Silvio Torrents<br />
“Arias” (FAI), delegado de la patrulla central. En San Elías<br />
se había constituido un tribunal, creado por las mismas<br />
Patrullas de Control, sin el consentimiento formal de ninguna<br />
organización, que tenía la misión de juzgar a los detenidos<br />
de forma rápida. Este tribunal estaba formado por<br />
los patrulleros Riera, hermanos Arias, Aubí y Bonet, de la<br />
FAI; África de las Heras y Salvador González, por el<br />
PSUC; Coll de ERC y Barceló del POUM. El funcionamiento<br />
de este tribunal era absolutamente autónomo e independiente<br />
del CCMA, cualquier organización o la Generalidad.<br />
Estaba dirigido por Aurelio Fernández, Manuel<br />
88
Escorza, Vicente Gil (“Portela”), Dionisio Eroles y José<br />
Asens. Los detenidos eran interrogados someramente, sin<br />
garantías judiciales de ningún tipo.<br />
Las Patrullas de Control contaban, en el momento<br />
de su creación, con las siguientes secciones: primera, o<br />
Casco Viejo, en la calle Ancha 31, delegado Miguel Lastre.<br />
Segunda, en el cruce de Aragón-Muntaner (Aragón<br />
182). Tercera, abarcaba la Barceloneta y la Estación del<br />
Norte. Cuarta, <strong>com</strong>prendía los barrios obreros de Poble<br />
Sec y Can Tunis. Quinta, de los barrios obreros de Sants y<br />
Hostafrancs, en el Orfeó de Sants, en la calle Galileo; su<br />
delegado era “Mario” (FAI). Sexta: los barrios de clase alta<br />
de Bonanova y Pedralbes, en la calle Muntaner. Séptima:<br />
Gracia y San Gervasio, en la calle Balmes. Octava: en<br />
el barrio obrero de El Clot; el delegado era Oliver (FAI).<br />
Novena: en el barrio obrero de San Andrés y su delegado<br />
se llamaba Pérez (FAI). Décima: en Horta. Undécima: en<br />
el Ateneo Colón, en la calle Pedro IV, número 166, en el<br />
barrio obrero de Pueblo Nuevo. El delegado era Antonio<br />
López (FAI). Compartían su sede con las Patrullas de San<br />
Adrián. Los patrulleros no tenían más limitaciones, claramente<br />
expresadas, que el respeto de la masonería y de los<br />
consulados 67 .<br />
Aurelio Fernández tenía el control efectivo de las<br />
fronteras. Rivalizaba con Pons (ERC) en la concesión y<br />
control de pasaportes y permisos. Aurelio había delegado<br />
en Vicente Gil (“Portela”) el control de puertos y aeródromos.<br />
Aurelio Fernández trabajaba estrechamente relacionado<br />
con Manuel Escorza, el auténtico cerebro que dirigía,<br />
coordinaba e informaba al resto de cargos “policia-<br />
67<br />
Entrevista a Miquel Mir en Quadern, suplemento en catalán de El País (27 julio<br />
2006).<br />
89
les” cenetistas: José Asens, delegado de Patrullas de Control<br />
y Dionisio Eroles, secretario del Consejo de Obreros y<br />
Soldados, organismo creado para depurar a los militares y<br />
las fuerzas policiales de dudosa fidelidad.<br />
Manuel Escorza del Val era el responsable de los<br />
Servicios de Investigación e Información de la CNT-FAI,<br />
organismo que no dependía del CCMA, sino de los <strong>com</strong>ités<br />
regionales de la CNT y de la FAI, esto es, era un organismo<br />
libertario que, en línea con la propuesta de Escorza<br />
en el Pleno del 21 de julio, pretendía crear una fuerza armada<br />
autónoma e independiente, capaz algún día de “dar<br />
la patada” al gobierno de la Generalidad. La patrulla central<br />
de investigación, que estaba a sus órdenes, hizo de San<br />
Elías, que ya era la prisión central, <strong>com</strong>ún a todas las Patrullas<br />
de Control, una fortaleza, un centro de poder, un<br />
cuartel general y la sede del tribunal de las Patrullas.<br />
Este Servicio de Investigación de la CNT-FAI,<br />
ejercía labores de información y espionaje, incluso en<br />
Francia, donde Minué, cuñado de Escorza, constituyó una<br />
eficiente red de información.<br />
Manuel Escorza del Val, instalado en el ático de la<br />
antigua Casa Cambó, se había incautado de los archivos de<br />
Fomento del Trabajo y de la Lliga, que le proporcionaron<br />
muchos nombres, datos, relaciones y direcciones, con los<br />
que hizo una eficiente labor de represión de derechistas,<br />
del clero y de individuos desafectos al “nuevo orden revolucionario”.<br />
Fue Escorza, por ejemplo, quien desveló el<br />
escándalo y la trama de la conspiración de Casanovas<br />
contra Companys, en noviembre de 1936.<br />
Salvador González estableció en el Hotel Colón y<br />
el Círculo Ecuestre una prisión y una red represiva del<br />
PSUC, similar a la de Escorza, con la ayuda de Olaso, Rodríguez<br />
Sala, Africa de las Heras y Sala. Soler Arumí, de<br />
90
ERC, hizo lo propio en el Centro Federal del Paseo de<br />
Gracia.<br />
Estos organismos represivos no mantenían ninguna<br />
relación, ni subordinación, con la Generalidad o el<br />
CCMA, ni siquiera con sus propias organizaciones. Esta<br />
autonomía de las fuerzas represivas, que les permitía actuar<br />
con total independencia, sin tener que dar justificaciones<br />
a nadie, degeneró, tanto por parte de los cenetistas<br />
<strong>com</strong>o del PSUC, POUM y ERC, en abusos y arbitrariedades<br />
innecesarias e injustificables. Los “paseos” de curas,<br />
burgueses y derechistas se hicieron habituales, sobre todo<br />
en la carretera de la Arrabassada, el Morrot, Can Tunis,<br />
Somorrostro, Vallvidriera o Tibidabo; y más tarde en el<br />
cementerio de Moncada. La petición y obtención de dinero,<br />
oro o joyas a cambio de dejar en libertad a personas detenidas<br />
68 por ser miembros del clero, o derechistas, era absolutamente<br />
odiosa, reprobable y corrupta. Debe diferenciarse<br />
la labor policíaca y represiva contra el “nuevo orden<br />
revolucionario”, propia de cualquier régimen, de la corrupción<br />
que supuso actuar en beneficio propio de los patrulleros<br />
y sus dirigentes, que se acentuó a medida que se<br />
afianzaba una perspectiva de derrota de los republicanos<br />
en la guerra.<br />
Durante sus dos primeros meses de existencia las<br />
Patrullas generaron un clima de alarma social, e inseguridad,<br />
por su arbitrariedad y multiplicidad, ya que existían<br />
las patrullas del CCMA, las de cada organización y las<br />
propias de cada barrio (o localidad), fábrica o barricada.<br />
Con posterioridad, la lucha intestina entre los antifascistas,<br />
esto es, del PSUC y ERC contra la CNT, atribuyó la ex-<br />
68 El obispo Irurita fue liberado por altos responsables de San Elías a cambio de joyas.<br />
Cuando los patrulleros conocieron días después la identidad del liberado se disgustaron<br />
profundamente. Véase Quadern, suplemento en catalán de El País (27 julio 2006).<br />
91
clusiva de la represión de los primeros meses sólo a los<br />
anarquistas, olvidando la ejercida por ERC y el PSUC, que<br />
después de mayo instauraron en Barcelona el omnipresente<br />
terror del Servicio de Investigación Militar (SIM) 69 .<br />
Las Patrullas de Control fueron el intento fallido<br />
del CCMA de canalizar el desorden público dominante.<br />
No sólo se constituyeron <strong>com</strong>o una indeseable policía política<br />
del CCMA, sino que además actuaron paralelamente<br />
a las patrullas de la policía política de cada organización;<br />
y en <strong>com</strong>petencia con las patrullas armadas de los<br />
milicianos de los <strong>com</strong>ités de defensa, que no estaban sometidos<br />
a más autoridad que la del propio <strong>com</strong>ité de barrio,<br />
local o de fábrica, que seguían controlando meses<br />
después de Julio las barricadas, y que por su cuenta y riesgo<br />
también efectuaban requisas, incautaciones y “paseos”,<br />
que les permitían autofinanciarse e incluso <strong>com</strong>prar armas<br />
al extranjero 70 . Eran milicianos o patrulleros autónomos,<br />
de todas las organizaciones o de ninguna, que no estaban<br />
encuadrados en las Patrullas de Control del CCMA, y que<br />
podían llevar, o no, los detenidos o lo incautado a San Elías,<br />
aunque a menudo aplicaban la justicia directamente a<br />
su modo y entender. En estas condiciones, nadie podía diferenciar<br />
claramente, ni mucho menos controlar, o dirigir,<br />
los límites entre el necesario terror de clase, ese ambiguo<br />
“nuevo orden revolucionario” del CCMA, o la mera delincuencia,<br />
con el consiguiente descrédito para quienes<br />
deseaban impulsar las “conquistas revolucionarias” y ex-<br />
69 Véase GUILLAMÓN, Agustín: “La NKVD y el SIM en Barcelona. Algunos informes<br />
de Gerö sobre la Guerra de España". Balance núm. 22 (noviembre 2001).<br />
70 “sería conveniente que nos proporcionáramos armamento, pequeño pero bueno, que<br />
para la defensa de la revolución es el más necesario. El Comité de defensa se queja de la<br />
tardanza de llegar el material a Barcelona y expone: Que hay muchos grupos de barriada,<br />
que independientemente, se proporcionan todo lo que necesitan del extranjero, más<br />
barato y más rápido”. En “Reunión de <strong>com</strong>ités, celebrada el día 6 de octubre de 1936”.<br />
92
tender la guerra social. De nuevo nos encontramos ante<br />
una atomización del poder, imperante en el verano de<br />
1936: patrullas del CCMA; patrullas de la CNT-FAI, del<br />
POUM, del PSUC y de ERC; patrullas de cada <strong>com</strong>ité de<br />
defensa, de cada localidad, de cada fábrica, de cada barrio,<br />
y hasta de cada barricada; todas autónomas y autofinanciadas,<br />
actuando de forma paralela, sin tener que responder<br />
ante ninguna autoridad central o ajena a ellas mismas.<br />
EL FRACASO MILITAR DEL CCMA Y SU LUCHA<br />
CONTRA LOS COMITÉS<br />
Con la formación de todas estas <strong>com</strong>isiones y Consejos<br />
(de Economía, de Abastos) el CCMA se transformaba<br />
progresivamente en un organismo especializado exclusivamente<br />
en <strong>com</strong>petencias de Defensa y Orden público,<br />
que le alejaban cada vez más de cualquier pretensión<br />
de constituir un gobierno revolucionario capaz de sustituir<br />
al gobierno de la Generalidad. Sin embargo, esa negativa<br />
a convertirse en un gobierno revolucionario conducía<br />
irremediablemente al fracaso en la pretensión de hacer<br />
del CCMA un organismo de dirección y centralización de<br />
la guerra contra el fascismo, por la incapacidad política de<br />
este organismo para convertirse en el único organizador y<br />
dirigente del nuevo ejército. Las improvisadas milicias se<br />
constituyeron sin un órgano de dirección único. En lugar<br />
de levantar un ejército proletario único, las columnas<br />
milicianas se formaron en torno a los distintos partidos<br />
y sindicatos, <strong>com</strong>o ejércitos propios de cada organización,<br />
con los consiguientes problemas de coordinación,<br />
homogeneización y centralización. Esta estructura fue<br />
fácilmente utilizada pocos meses después por los estalinistas<br />
y el gobierno de la Generalidad para afianzar el avance<br />
contrarrevolucionario. Pero si los dirigentes cenetistas<br />
93
habían renunciado a una dictadura anarquista, ¿cómo iban<br />
a imponer un ejército anarquista? Por otra parte la ausencia<br />
de teoría revolucionaria, de programa y de perspectivas<br />
condujeron a los líderes anarquistas, desbordados por las<br />
iniciativas revolucionarias de los <strong>com</strong>ités de base, a una<br />
constante improvisación, que unida a una visión optimista<br />
de que la guerra iba a durar sólo unas semanas, impidió a<br />
los <strong>com</strong>ités superiores de la CNT valorar el alcance futuro<br />
de sus erróneas decisiones. El CCMA renunciaba así también<br />
a su principal objetivo al constituirse: crear las milicias<br />
obreras de voluntarios, abastecerlas y dirigir la guerra.<br />
La crónica falta de armamento y municiones que se repartían,<br />
no en los frentes y columnas donde se necesitaban,<br />
sino allí donde los dirigentes de los partidos decidían, según<br />
sus afinidades ideológicas, fue utilizada para desprestigiar<br />
a las milicias rivales, en beneficio de las propias. La<br />
consigna de “ir a por el todo después de tomar Zaragoza”<br />
se volvía contra sus promotores, puesto que si no se tomaba<br />
Zaragoza no habría intentona golpista de los anarquistas,<br />
esto es, no debía darse armas a las milicias anarquistas.<br />
La incapacidad para imponer un mando único en las<br />
milicias ocasionó graves deficiencias en su organización y<br />
funcionamiento, puesto que no existía una mínima coordinación<br />
y planificación de las operaciones militares entre<br />
las distintas milicias del mismo frente.<br />
El CCMA fracasó pues también en el campo militar.<br />
La única función que cumplió adecuadamente, y que<br />
era la deseada explícitamente por todos sus <strong>com</strong>ponentes,<br />
a excepción del POUM y los anarquistas, fue la<br />
de salvaguarda y fortalecimiento del gobierno de la Generalidad,<br />
y que en todo caso fue su principal objetivo<br />
desde primeros de septiembre, cuando el CCMA aprobó<br />
su propia disolución. Los constantes errores del CCMA<br />
94
fueron una ocasión que tanto Generalidad, <strong>com</strong>o estalinistas<br />
y ERC, supieron aprovechar a fondo. El 24 de octubre<br />
el Decreto de militarización de las milicias ponía las bases<br />
del ejército burgués de la República. A los milicianos sólo<br />
les quedaba resistir una militarización inevitable, que en<br />
marzo de 1937 era ya una realidad.<br />
Mientras tanto, la situación revolucionaria en la calle<br />
era indiferente a las consignas de colaboración impuestas<br />
por los dirigentes anarcosindicalistas. El poder<br />
atomizado de los distintos Comités Locales se extendió<br />
por toda Cataluña, con distintos grados de poder y autonomía,<br />
que alcanzaban en algunos lugares un nivel de ruptura<br />
absoluta con la legalidad republicana y el equilibrio<br />
existente, en Barcelona, entre la Generalidad y el CCMA.<br />
Así en Lérida la CNT, el POUM y la UGT se habían<br />
hecho con el gobierno de la ciudad y habían constituido un<br />
Comité Popular, que excluía a las fuerzas republicanas con<br />
la intención de constituir un poder basado sólo en las organizaciones<br />
obreras. Tanto Josep Rodés (POUM), que<br />
ocupaba el cargo de <strong>com</strong>isario público, <strong>com</strong>o Joaquín Vila<br />
(UGT), que ejercía el de delegado de la Generalidad,<br />
usurpaban esos cargos en beneficio del Comité Popular de<br />
Lérida, al que se sumaba el ejercido por Francisco Tomás<br />
(FAI) en el nuevo Comité de Información Popular. Esos<br />
<strong>com</strong>ités revolucionarios locales se habían constituido en<br />
auténticos estados-ciudad, o <strong>com</strong>ités-gobierno 71 , estableciendo<br />
multas y tributos, enrolando milicianos para el<br />
frente, formando patrullas de control para imponer su autoridad,<br />
realizando obras públicas financiadas con impuestos<br />
revolucionarios para resolver el paro masivo, imponiendo<br />
un nuevo modelo educativo racionalista, incautando<br />
alimentos, etcétera. Los ayuntamientos habían sido sus-<br />
71 La expresión es utilizada por Munis en Jalones de derrota, promesa de victoria.<br />
95
tituidos por esos <strong>com</strong>ités locales, arrebatando a la Generalidad<br />
la menor influencia. En toda Cataluña, sin consigna<br />
alguna por parte de la CNT, se procedió a una metódica<br />
expropiación de las fábricas y propiedades de la burguesía,<br />
las iglesias y conventos, al tiempo que el CCMA hacía en<br />
Barcelona un reparto entre las distintas organizaciones de<br />
los cuarteles, imprentas, diarios y algunos edificios y hoteles.<br />
Las consignas del CCMA eran acatadas por los<br />
<strong>com</strong>ités si no eran contrarias a los intereses revolucionarios,<br />
pero encontraban enormes resistencias cuando<br />
se consideraba que eran fruto del <strong>com</strong>promiso con la<br />
burguesía y el gobierno de la Generalidad. Al mismo<br />
tiempo el CCMA tenía que contar con esos <strong>com</strong>ités locales<br />
si quería que se hicieran realidad sus mandatos. El conflicto<br />
interno de los dirigentes de la CNT-FAI, entre los<br />
partidarios y los contrarios a la colaboración, se extendía a<br />
las problemáticas relaciones entre el Comité Central y los<br />
organismos revolucionarios locales. El gobierno de la Generalidad<br />
se limitaba a legalizar la realidad social y económica<br />
de las colectivizaciones y “conquistas revolucionarias”,<br />
<strong>com</strong>o único medio de ir adquiriendo un prestigio y<br />
aceptación del que carecía. El CCMA apenas podía gobernar,<br />
ni disponer nada, fuera de la ciudad de Barcelona, sin<br />
la aceptación y colaboración de los <strong>com</strong>ités locales o los<br />
sindicatos. La debilidad de éstos radicaba en la imposibilidad<br />
de consolidarse <strong>com</strong>o un auténtico poder alternativo,<br />
a escala de toda Cataluña, sin el apoyo coordinador<br />
y centralizador de una organización obrera, y mucho<br />
menos en contra de todas las organizaciones existentes.<br />
CCMA y Generalidad coincidieron en su política<br />
de reafirmación de los antiguos ayuntamientos frente<br />
a los <strong>com</strong>ités revolucionarios locales, que fue desarrollada<br />
con gran efectividad por el departamento de Milicias<br />
96
Comarcales, dirigido por Josep Miret y Joan Pons. Este<br />
departamento sustrajo a los <strong>com</strong>ités locales el reclutamiento<br />
y organización de los milicianos, que habían ejercido<br />
espontáneamente durante las primeras semanas, atribuyéndola<br />
a las <strong>com</strong>isiones <strong>com</strong>arcales, basadas en la nueva<br />
división territorial de Cataluña. Esta estructura <strong>com</strong>arcal<br />
facilitaba la sumisión de los distintos <strong>com</strong>ités locales, que<br />
debían enviar una delegación, alejada de la presión revolucionaria<br />
local.<br />
Así pues, el CCMA no sólo no fue un gobierno revolucionario<br />
que coordinara los <strong>com</strong>ités locales, sino que<br />
vio en éstos una merma de su autoridad. Y los líderes<br />
anarquistas no sólo apoyaron el fortalecimiento de la Generalidad,<br />
sino que además se felicitaban del debilitamiento<br />
de los <strong>com</strong>ités locales. Por esto dejaron hacer a Miret<br />
del PSUC y a Pons de ERC. Era otro grave error de los dirigentes<br />
cenetistas, porque el debilitamiento de los <strong>com</strong>ités<br />
locales segaba la base real que sustentaba el poder de la<br />
CNT fuera de la ciudad de Barcelona.<br />
En Barcelona, los <strong>com</strong>ités de defensa, en los que se<br />
enraizaba el poder real del CCMA, se instalaron en casi<br />
todos los barrios y en algunos edificios incautados, entre<br />
los que destacaban el Hotel número 1 de la Plaza de España,<br />
los Escolapios de la Ronda de San Pablo, estación de<br />
Francia, estación del Norte, y <strong>com</strong>ités de defensa de la<br />
Barceloneta, Pueblo Nuevo, San Andrés y avenida Gaudí,<br />
entre otros.<br />
LAS ACTAS DEL CCMA Y EL DEBATE SOBRE SU<br />
DISOLUCIÓN<br />
Según cuenta Joan Pons Garlandí, en sus memorias,<br />
pueden diferenciarse dos etapas en el CCMA, que coinciden<br />
con su sede en la Escuela de Náutica, junto a Go-<br />
97
ernación, en Plaza Palacio, y su traslado 72 a finales de julio<br />
al edificio de Capitanía en el paseo Colón. Durante la<br />
primera fase no se levantaron actas, o no han sido localizadas<br />
hasta el día de hoy. En la segunda, Miravitlles se<br />
encargó de redactarlas, hasta que se nombró un secretario<br />
de actas. Nos han llegado in<strong>com</strong>pletas 73 .<br />
Las reuniones nocturnas del CCMA solían celebrarse<br />
cada dos días, muy tarde, para que pudieran asistir<br />
la mayoría de miembros, que desempeñaban distintos cargos<br />
que les absorbían la jornada. Solían ser un tanto caóticas<br />
y desorganizadas. Se resolvían los problemas sobre la<br />
marcha, improvisando. Algunos miembros, <strong>com</strong>o García<br />
Oliver, Rovira y Vidiella, exhibieron al principio sus dotes<br />
oratorias, con larguísimos, vacuos y aburridos discursos<br />
que no interesaban a nadie, por lo que ni siquiera se levantaba<br />
acta. Todos iban fuertemente armados y hacían ostentación<br />
de sus enormes pistolones. Las amenazas de Durruti<br />
a Miravitlles, recordándole su autoría de un artículo en el<br />
que hacía una equivalencia entre faístas y fascistas, o el<br />
desplante de García Oliver a Companys, crearon en las<br />
primeras reuniones cierto clima de tensión, que desapareció<br />
definitivamente con el traslado al edificio de Capitanía.<br />
Con cierta frecuencia asistían personas ajenas al<br />
CCMA, <strong>com</strong>o técnicos, informadores o asesores. Los<br />
acuerdos solían alcanzarse por unanimidad. Las discrepancias<br />
fueron recogidas en las actas, hasta que en la reunión<br />
del 6 de septiembre se decidió dar sólo cuenta del<br />
acuerdo final.<br />
72<br />
Véase BALIUS, Jaime: “En el nuevo local del CCMA”. Solidaridad Obrera (23<br />
agosto 1936).<br />
73<br />
He podido consultar las siguientes Actas del CCMA: 3 y 31 de agosto de 1936; 2, 3 ,<br />
4, 6, 8, 10, 12, 14, 16, 18, 19, 20, 21, 23 y 25 de septiembre de 1936.<br />
98
Desde finales de julio de 1936, David Antona, secretario<br />
interino del Comité Nacional de la CNT, en Madrid,<br />
había recibido ofertas del gobierno Giral para colaborar<br />
con el gobierno republicano y el resto de fuerzas antifascistas,<br />
que fueron discutidas en el Pleno Nacional de<br />
Regionales, reunido en Madrid el 28 de julio 74 . En esa<br />
reunión los representantes de la regional catalana volvieron<br />
a enzarzarse en un debate a favor o en contra de tomar<br />
el poder. Rechazada la opción de implantar el <strong>com</strong>unismo<br />
libertario, con el argumento de que la CNT era minoritaria<br />
fuera de Cataluña, el debate se centró en cómo y desde<br />
dónde debía hacerse la colaboración de la CNT con las<br />
instancias gubernamentales.<br />
Durante todo el mes de agosto “los notables” anarquistas<br />
divagaron sobre el dilema de acabar con el<br />
CCMA, sin entrar en el gobierno de la Generalidad, o conservarlo.<br />
Existían dos modalidades básicas: la primera<br />
consistía en crear <strong>com</strong>isiones técnicas en las distintas consejerías<br />
(ministerios de la Generalidad) <strong>com</strong>o fórmula para<br />
controlar sin participar en el gobierno: era el ejemplo<br />
de la <strong>com</strong>isión de industrias de guerra o el Consejo de<br />
Economía 75 ; la segunda era hacerlo desde los organismos<br />
revolucionarios, apoyando formalmente los poderes legales,<br />
pero sosteniendo un poder revolucionario que diera<br />
una posición real de fuerza: era el ejemplo de las Patrullas<br />
de Control, los <strong>com</strong>ités de defensa y el <strong>com</strong>ité de investigación<br />
del CCMA, coordinados y dirigidos por Manuel<br />
Escorza desde el Comité de Información e Investigación<br />
de la CNT-FAI, que dependía exclusivamente del<br />
74<br />
“Informe de la delegación de la CNT al Congreso Extraordinario de la AIT y resolución<br />
del mismo”. Diciembre 1937, p . 96.<br />
75<br />
Sobre el Consejo de Economía puede consultarse el libro de C<strong>EN</strong>DRA, Ignasi: El<br />
Consell d´Economia de Catalunya (1936-1939). Publicacions Abadia Montserrat, 2006.<br />
99
Comité Regional de la CNT y del Comité Peninsular de la<br />
FAI.<br />
El 3 de agosto 76 en un acta firmada por Jaime Miravitlles,<br />
<strong>com</strong>o secretario del CCMA, se tomaron diversos<br />
acuerdos se carácter menor, <strong>com</strong>o la incautación de las fábricas<br />
Elizalde y Anet; la formación de un parque de municiones<br />
en Lérida, con sucursales en Caspe y Monzón; la<br />
felicitación a la columna Durruti “por su disciplina y sentido<br />
de la organización”; la aprobación de informar por escrito<br />
a la Federación Local de Sindicatos de todas las decisiones<br />
de carácter general tomadas por el CCMA; el envío<br />
de un delegado para controlar la fabricación de bombas en<br />
Reus; la selección de oficiales leales de una lista presentada<br />
por la UMRE; el nombramiento de Jiménez de la Beraza<br />
y los hermanos Guarner <strong>com</strong>o elementos técnicos del<br />
Estado Mayor de las Milicias; etcétera.<br />
Ya el 17 de agosto durante la celebración de un<br />
Pleno de Locales y Comarcales de la CNT se tomó la decisión<br />
de disolver el CCMA, aunque sin hacerlo público<br />
todavía a la militancia confederal 77 . La explicación que se<br />
daba de las resoluciones adoptadas en este Pleno, en el Informe<br />
de la delegación de la CNT al Congreso Extraordinario<br />
de AIT, no ofrecía dudas: “Se consideró que para<br />
evitar la duplicidad de poderes que constituía el CCMA y<br />
el Gobierno de la Generalidad, debía desaparecer aquél y<br />
constituirse el Consejo de la Generalidad de Cataluña,<br />
desarrollando unas más positivas actividades sin la cortapisa<br />
del choque de poderes y para que terminara el pretexto<br />
de las democracias de no ayudarnos “porque mandaban<br />
76 Govern de la Generalitat de Catalunya. Comité de Milícies Antifeixistes : “Acords<br />
presos en la reunió del CC de les MA en el dia 3 d´agost del 1936”.<br />
77 POZO, op.cit., p. 236.<br />
100
los anarquistas”.” 78 Se trataba de sustituir, en breve, al<br />
CCMA por un sistema de <strong>com</strong>isiones técnicas, adjuntas a<br />
las consejerías, y de limitar las <strong>com</strong>petencias del CCMA a<br />
las cuestiones militares. Este acuerdo fue ratificado el 21<br />
de agosto en un Pleno regional de grupos anarquistas 79 .<br />
Por fin, a finales de agosto, se celebró un Pleno<br />
secreto del Movimiento Libertario de Cataluña. García<br />
Oliver, cansado de que se eternizaran las discusiones, gritó<br />
a los asistentes “O bien colaboramos, o bien imponemos la<br />
dictadura: ¡escoger!” 80 . El Pleno debía decidir sobre la invitación,<br />
surgida de las numerosas conversaciones entre<br />
Companys y Marianet, de que la CNT participara en el<br />
“Consejo” de la Generalidad. El Pleno finalmente decidió<br />
la entrada de la CNT-FAI en el gobierno de la Generalidad<br />
81 .<br />
El 31 de agosto 82 a las 23,30 horas se reunió un<br />
plenario del CCMA al que asistieron la mayoría de miembros<br />
y delegados. García Matas informó de la situación de<br />
las fuerzas republicanas en Mallorca. Avisó que el enemigo<br />
dispondría en breve de seis aparatos más de caza, que<br />
amenazaban no sólo a las Baleares, sino también a Barcelona<br />
y Valencia. Creía que el enemigo preparaba una fuerte<br />
ofensiva en Mallorca. Jiménez de la Beraza, reforzado<br />
luego por Marcos Alcón, insistieron en la necesidad de ultimar<br />
el asalto a Huesca para dedicar el escaso material de<br />
guerra disponible a las operaciones de Mallorca. Vidiella<br />
78<br />
“Informe de la delegación de la CNT …” p. 97.<br />
79<br />
POZO, op. cit, p. 237.<br />
80<br />
LOR<strong>EN</strong>ZO, César M. [César Martínez era hijo de Horacio Martínez Prieto]: Los<br />
anarquistas españoles y el poder. Ruedo Ibérico, París, 1969, p. 98.<br />
81<br />
LOR<strong>EN</strong>ZO, César M., op. cit., pp. 99-100.<br />
82<br />
Comité Central de les Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del<br />
dia 31 d´agost del 1936”.<br />
101
señaló la importancia internacional de la campaña de Mallorca.<br />
En el siguiente plenario del CCMA, reunido el 2<br />
de septiembre 83 , Aguadé informó sobre lo ocurrido con el<br />
barco-hospital “Marqués de Comillas”, ampliando la información<br />
que se tenía en la reunión anterior, sobre su<br />
avería por bombardeo. Miret propuso, y así se acordó, que<br />
se ordenara al capitán Bayo que sacara al Estado Mayor y<br />
todo el material de guerra del citado barco, y que permaneciera<br />
sólo <strong>com</strong>o hospital.<br />
Miret informó sobre los acontecimientos de Lérida<br />
referentes a la sustracción de víveres, armas y municiones.<br />
Se abrió una amplia y enconada discusión en la<br />
que intervinieron Aurelio Fernández, Gironella (POUM),<br />
Abad de Santillán, Artemi Aguadé, Marcos Alcón, Torrents,<br />
Fábregas, Vidiella, Asens y otros. Se llegó a la conclusión<br />
que la sustracción era debida a deficiencias de todos,<br />
tanto de Lérida <strong>com</strong>o de Barcelona, y que las irregularidades<br />
denunciadas ya habían desaparecido con las<br />
nuevas medidas tomadas por las Comisiones de Guerra,<br />
Abastos y Sanidad. Se anunció que ya se había recuperado<br />
una parte de las armas sustraídas. Y se acordó que la Comisión<br />
de Guerra, ampliada con representantes de todas<br />
las organizaciones que forman el CCMA, a<strong>com</strong>pañada de<br />
un fuerte contingente de milicianos armados, recorrería los<br />
pueblos de toda Cataluña para recoger todas las armas y<br />
municiones que encontraran. En cuanto a la <strong>com</strong>posición<br />
del Comité de Milicias de la ciudad de Lérida 84 se acordó<br />
requerirles para que diesen entrada a representantes de<br />
ERC. A sugerencia de los <strong>com</strong>pañeros de Lérida, el<br />
83<br />
Comité Central de les Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del<br />
dia 3 de setembre del 1936”.<br />
84<br />
Que estaba formada sólo por representantes obreros del POUM, UGT y la CNT-FAI.<br />
102
CCMA acordó que la Comisión de Guerra se trasladara a<br />
aquella ciudad, estratégica para el frente de Aragón, con el<br />
propósito de resolver los graves problemas que la acuciaban,<br />
referentes al envío de tropas, armas y resto de material.<br />
José Asens propuso, y obtuvo, la desaparición de<br />
todos los sellos especiales de Milicias, y secciones del<br />
Comité Central, para evitar abusos, y que sólo existiera un<br />
sello único del CCMA.<br />
Marcos Alcón informó de los problemas que suponía<br />
para la Comisión de Transportes la necesidad de requisar<br />
constantemente autos y camiones, exponiendo los abusos<br />
de las distintas organizaciones y corporaciones públicas,<br />
que disponían de coches en número excesivo. Se<br />
acordó conceder plenos poderes a la Comisión de Transportes<br />
para requisar todos los coches particulares de Barcelona<br />
y los camiones que necesitase, así <strong>com</strong>o a retirar<br />
los coches que las organizaciones, entidades y corporaciones<br />
públicas utilizaran en exceso.<br />
Asens informó del insuficiente número de patrulleros<br />
que existían para atender el volumen de servicios que<br />
se le demandaban. Entendía que todas las guardias de las<br />
Milicias, incluidas las de Capitanía, las habían de prestar<br />
las Patrullas de Control, que además tenían que actuar<br />
conjuntamente con las de Investigación. Aguadé entendía<br />
que era necesario motorizar las Patrullas, y que era necesario<br />
depurar los elementos que formaban las secciones. Se<br />
acordó aumentar el número de patrulleros, que debería ser<br />
concretado por la Comisión, y que las patrullas de Investigación<br />
formasen parte de las Secciones de Patrullas,<br />
así <strong>com</strong>o proceder a la depuración del personal de todas<br />
las secciones.<br />
103
Asens propuso además la necesidad de a<strong>com</strong>eter<br />
una investigación en Caspe sobre la actuación de Antonio<br />
Ortiz 85 , a lo que se opuso Aurelio Fernández porque entendía<br />
que no había lugar para atender una sugerencia que<br />
no había llegado por conducto del CCMA.<br />
A propuesta de Miret y de Fernández se acordó<br />
llevar a la próxima reunión un proyecto para regular las<br />
investigaciones, y que éstas no pudieran ser autorizadas<br />
con otro sello que no fuera el del CCMA.<br />
Lluís Prunés propuso, y así se acordó, que todas las<br />
recaudaciones, suscripciones, festivales y donaciones en<br />
favor de las milicias fueran controlados por el CCMA.<br />
Todos los acuerdos fueron tomados por unanimidad,<br />
y la sesión se levantó a las tres de la madrugada del<br />
día tres.<br />
El 3 de septiembre se celebró en Madrid un pleno<br />
nacional de federaciones regionales para discutir la oferta<br />
de Largo Caballero de nombrar ministro confederal a Antonio<br />
Moreno, que había sido aceptada “provisionalmente”<br />
por éste y el secretario nacional interino David Antona. El<br />
Comité Nacional, apoyándose en los acuerdos del reciente<br />
pleno de Cataluña, en el que se había aprobado la participación<br />
de la CNT en el “Consejo” de la Generalidad, se<br />
declaró partidario de entrar en el gobierno de Largo Caballero.<br />
Pero los delegados rechazaron la proposición. Tras<br />
largos debates se llegó a un <strong>com</strong>promiso, consistente en el<br />
apoyo de la CNT al nuevo gobierno y en la formación en<br />
cada Ministerio de una <strong>com</strong>isión auxiliar formada por representantes<br />
de la CNT. El 4 de septiembre se anunciaba<br />
en la prensa la formación del primer 86 gobierno del socialista<br />
Largo Caballero, sin ningún representante cenetista.<br />
85 Antonio Ortiz era el delegado de la Columna Ortiz o Sur-Ebro.<br />
86 Que sustituía al gobierno presidido por el republicano Giral.<br />
104
El día 8 Largo Caballero rechazaba la propuesta de las<br />
<strong>com</strong>isiones auxiliares, pero dejaba abierta la oferta ministerial<br />
87 .<br />
A las 23,45 del día 4 de setiembre 88 se volvió a<br />
reunir el CCMA, con asistencia de la mayoría de delegados.<br />
Giménez de la Beraza informó del material de guerra<br />
disponible para atender a los frentes de guerra. Señaló la<br />
falta de cartuchería y la conveniencia de proceder a la requisa<br />
de existencias en toda Cataluña, así <strong>com</strong>o a la fabricación<br />
de pólvora, en cuya preparación eran necesarios<br />
dos meses, con los problemas inmediatos que ese espacio<br />
de tiempo acarreaba. Dio cuenta de las gestiones realizadas<br />
en el extranjero y de las posiciones de los distintos gobiernos<br />
“ante nuestra lucha contra el fascismo”.<br />
Aurelio Fernández explicó que la Sección de Investigación<br />
estaba “procediendo a la requisa de armas y<br />
municiones, de las que algunas organizaciones ya han<br />
hecho entrega”, añadiendo que “hay que encontrar y recoger<br />
todas las que hagan falta”.<br />
Guarner informó que la toma de Huesca “depende<br />
de un millón de cartuchos”.<br />
García Oliver informó que la retirada de Mallorca<br />
se había hecho “sin conocimiento del Comité” y que se<br />
debía al fuerte bombardeo del enemigo y a la intromisión<br />
del gobierno de Madrid, “que la ha ordenado sin <strong>com</strong>unicar<br />
nada a Cataluña”.<br />
Prunés <strong>com</strong>unicó que el capitán Bayo “había sido<br />
requerido por el Comité del barco “Jaume I”, en nombre<br />
del Comité de la Escuadra y del Gobierno de la República,<br />
para abandonar Mallorca con todos los hombres y material<br />
87<br />
LOR<strong>EN</strong>ZO, César M.: op. cit., pp. 180.181.<br />
88<br />
Comité Central de les Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del<br />
dia 4 de setembre del 1936”.<br />
105
para ir a Málaga, dándole dos horas de tiempo para decidir<br />
y cuarenta y ocho para salir”.<br />
González denunció que algunos de los milicianos<br />
que habían llegado explicaban que hubo un fuerte bombardeo<br />
y que Bayo ordenó tirar material al mar. Se requirió<br />
la inmediata presencia de Bayo y de varios milicianos<br />
dispuestos a informar al CCMA.<br />
Aurelio Fernández dio cuenta de unos <strong>com</strong>unicados<br />
recibidos por la CNT de <strong>com</strong>pañeros destacados en<br />
Zaida, pidiendo que se abra una investigación de lo ocurrido<br />
en Belchite “con motivo de la retirada de la Columna<br />
Ortiz”. Santillán dijo que de tales informaciones y documentación<br />
no se desprendía “ninguna acusación concreta”,<br />
pero que interesaba hacer la investigación. García Oliver<br />
afirmó que la retirada de Belchite se debió “a la falta de<br />
artillería”. Se nombró una <strong>com</strong>isión para abrir la investigación.<br />
Se aprobó el traslado de los depósitos de gasolina<br />
de Can Tunis para evitar su bombardeo.<br />
Miret (PSUC) y Aguadé (ERC) hicieron referencia<br />
a los diversos servicios de frontera que se organizaban<br />
mediante iniciativas particulares, sin un efectivo control<br />
del CCMA. Aurelio Fernández entendía “que el servicio<br />
de fronteras corresponde a la Sección de Investigación y<br />
que todo lo que pasa es por defectos de organización”, por<br />
lo que se acordó que la Sección de Investigación mejorase<br />
tal organización, que hubiese un severo control y la dirección<br />
única del CCMA. Del mismo modo, se acordó desautorizar<br />
la creación de un hospital que unas denominadas<br />
Milicias Alpinas habían organizado por su cuenta en Barcelona,<br />
sin autorización del Comité sanitario 89 .<br />
89 Se trataba de un forcejeo entre los intereses de la Generalidad, defendidos aquí por<br />
PSUC y ERC, y los de la CNT-FAI, sobre el control de las fronteras, y muy concreta-<br />
106
La sesión tomó un giro copernicano con la entrada<br />
del capitán Bayo en el salón del trono de Capitanía, donde<br />
se reunía el CCMA. García Oliver le preguntó por que<br />
había prescindido del CCMA, tanto al salir <strong>com</strong>o al volver<br />
de Mallorca. Bayo contestó que salió hacia Mallorca después<br />
de habérselo pedido un numeroso grupo de milicianos<br />
que se le presentó en Aeronáutica, y de acuerdo con el<br />
consejero de Gobernación, señor España; y que al regresar<br />
había sido llamado por el gobierno de la Generalidad, razón<br />
por la que no había podido presentarse antes al Comité.<br />
García Oliver insistió en que tenía la obligación de ponerse<br />
de acuerdo con el CCMA, “del que depende todo lo<br />
que hace referencia a la guerra”, porque éste hubiese evitado<br />
al menos el mal efecto que ha producido la retirada<br />
de Mallorca en la opinión pública.<br />
Bayo continuó dando explicaciones, relató la situación<br />
de las tropas y la forma en que se efectuó el embarque.<br />
Exaltó la moral y valentía de las tropas a su mando,<br />
“que están dispuestas a luchar allí adonde se las envíe”.<br />
Dio cuentas de que había embarcado todo el material posible<br />
y que sólo se destruyó, o lanzó al mar, el material pesado<br />
para evitar que el enemigo pudiera aprovecharlo. Leyó<br />
el acta, firmada por el <strong>com</strong>ité del “Jaime I” y por el<br />
<strong>com</strong>ité de la Escuadra, que le requirieron la retirada en<br />
nombre del Gobierno de la República. Aceptó la orden de<br />
retirada, para salvar la vida de los milicianos, ya que la<br />
aviación enemiga les estaba bombardeando con bombas de<br />
cien kilos. Negó haber recibido motos, camiones o cañones,<br />
y que si se habían enviado probablemente estarían en<br />
Mahón.<br />
mente del paso fronterizo de Puigcerdà, que estaba dominado totalmente por Antonio<br />
Martín, líder anarquista de la Cerdaña. Al ataque del PSUC-ERC sobre fronteras, respondían<br />
los cenetistas atacando el hospital de las Milicias Alpinas, embrión de un ejército<br />
catalanista.<br />
107
Marcos Alcón explicó la forma en que se hicieron<br />
las expediciones, al margen del CCMA, y que éste se encontraba<br />
ante unos hechos consumados, y que la derrota<br />
de Mallorca se debía a la falta de organización. Vidiella<br />
pidió el parecer de los técnicos militares. Giménez de la<br />
Beraza afirmó que la acción de Bayo “militarmente es una<br />
derrota, políticamente un desastre, todo por haber obrado<br />
por su cuenta y sin consultar al CCMA, y que el aspecto<br />
político es mucho más grave que el aspecto militar”. En<br />
cuanto al material dijo que se justificaba tirar al mar el pesado,<br />
pero no el ligero.<br />
Entró un grupo de milicianos, procedentes de la<br />
fracasada expedición a Mallorca, militantes de ERC, CNT<br />
y UGT, que informó, ratificando las informaciones de Bayo.<br />
Tras el informe de Bayo sobre la aviación fascista<br />
en Mallorca, García Oliver dio cuentas del acuerdo de<br />
Santillán y Sandino con el gobierno de Madrid para enviar<br />
cinco mil hombres al frente del Centro.<br />
Se acordó que los cuatro mil milicianos llegados de<br />
Mallorca salieran el lunes: dos mil al frente de Madrid y<br />
dos mil al de Aragón, y que mil guardias nacionales (nuevo<br />
nombre dado a los guardias civiles) salieran también<br />
con destino a Madrid, y que la guarnición de Mahón regresara<br />
a su lugar con el “Ciudad de Barcelona”. Todos<br />
los acuerdos se tomaron por unanimidad. La sesión se cerró<br />
a las 13.45 horas del día 5, tras una reunión maratoniana<br />
de catorce horas, en la que se había puesto de manifiesto<br />
la incapacidad del CCMA de controlar y dirigir<br />
las operaciones militares preparadas en Cataluña.<br />
La operación de Mallorca se había hecho a espaldas<br />
del CCMA, organizada por el capitán Bayo, con la<br />
asistencia de Companys, apoyado por la UGT (Comorera),<br />
108
y el sindicato del transporte Marítimo de la CNT. Fracasó<br />
por la desorganización de la operación y la orden precipitada<br />
de retirada dada por el gobierno central. A la falta de<br />
material de guerra para el frente de Aragón se sumaban las<br />
pérdidas de material en Mallorca, y sobre todo el descrédito<br />
del CCMA, incapaz no ya de dirigir todas las operaciones<br />
bélicas, sino incluso de enterarse de su existencia.<br />
La siguiente reunión empezó el 6 de setiembre 90 a<br />
las 24 horas, con asistencia de la mayoría de los miembros<br />
del Comité. En el curso de la reunión se plantearon diversas<br />
cuestiones, entre las que figuraban la solicitud del Partido<br />
Sindicalista, dirigido por Ángel Pestaña, para ser admitido<br />
en el CCMA; sobre la conveniencia de un inmediato<br />
ataque a Jaca; nombrar secretario de actas, sin poder de<br />
voto, a Llorenç Perramon y que en las actas de las reuniones<br />
sólo constasen los acuerdos tomados, sin detallar los<br />
debates.<br />
Las actas del 8 de septiembre 91 acordaban la sustitución<br />
de Josep Rovira (delegado de la columna Lenin del<br />
POUM) por Julián Gorkin. Se aprobaron diversas disposiciones<br />
sobre subsidios, prohibición de colectas callejeras,<br />
vigilancia del correcto uso de las subvenciones de <strong>com</strong>edores<br />
sufragadas por el CCMA, evitar las colas frente a<br />
Capitanía, aumentar a mil seiscientos el número de miembros<br />
de las Patrullas de Control y otras decisiones menores.<br />
El 10 de septiembre constó en acta la ratificación<br />
del acuerdo de disolución 92 del CCMA y la re<strong>com</strong>enda-<br />
90<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Acords presos en la reunió<br />
del dia 6 de setembre de 1936”.<br />
91<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Acords presos en la reunió<br />
del dia 8 de setembre de 1936”.<br />
92<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Acords presos en la reunió<br />
del dia 10 de setembre de 1936”. La palabra “ratificación” sugiere una propuesta reali-<br />
109
ción de que en la próxima reunión se aportaran los respectivos<br />
criterios referentes a la forma y proporcionalidad de<br />
los puestos a ocupar por cada organización en el Consejo<br />
de Defensa de la Generalidad. El acuerdo de disolución<br />
se mantuvo en secreto.<br />
También se acordó que los muertos fueran enterrados<br />
en el frente y se evitara trasladarlos. Se insistía de<br />
nuevo en que sólo las Patrullas de Control e Investigación<br />
estaban facultadas para autorizar y practicar registros, y<br />
que se castigaría a quienes lo hicieran por cuenta propia.<br />
Se nombró tres delegados, de CNT, UGT y POUM, para<br />
controlar semanalmente los subsidios, donativos y festivales.<br />
Todos los acuerdos se tomaron por unanimidad.<br />
El 12 de septiembre 93 se acordó, con la reserva de<br />
los representantes de la UGT y del POUM, que el actual<br />
gobierno de la Generalidad fuera sustituido por un Consejo<br />
de Defensa de la Generalidad de Cataluña, con representantes<br />
de todas las organizaciones que formaban el<br />
CCMA, “el cual quedará al mismo tiempo disuelto”.<br />
El 14 de setiembre 94 García Oliver dio cuenta del<br />
acuerdo de la CNT referente a la constitución de un Consejo<br />
de Defensa de la Generalidad, sustituto del actual gobierno<br />
de la Generalidad, encuadrado en una nueva concepción<br />
política del Estado español, concebido <strong>com</strong>o una<br />
“Confederación de Naciones Libres, <strong>com</strong>enzando por Cataluña”.<br />
zada en fecha anterior, que no hemos localizado en las actas, aunque pudiera tratarse de<br />
unas conversaciones efectuadas al margen del CCMA, <strong>com</strong>o apunta Joan Pons Garlandí<br />
en sus memorias.<br />
93<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Acords presos en la reunió<br />
del dia 12 de setembre de 1936”.<br />
94<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />
14 de setembre de 1936”.<br />
110
Gorkin, en nombre del POUM, indicó que el nuevo<br />
Consejo de la Generalidad debía estar formado por representantes<br />
de todas las organizaciones que <strong>com</strong>ponían el<br />
actual CCMA y que “el programa de ese Consejo ha de ser<br />
de tipo socialista, o socializante”.<br />
Vidiella, por la UGT, coincidía en el primer punto<br />
expresado por Gorkin referente a los representantes, así<br />
<strong>com</strong>o en el nombre de “consejo de la Generalidad”, y consideraba<br />
además que sus funciones debían extenderse a toda<br />
Cataluña, abarcar todos los campos, y que ese Consejo<br />
debía ser la única autoridad con poder para hacer incautaciones,<br />
o proceder a la colectivización o socialización del<br />
país. Vidiella avanzaba, pues, la idea de un gobierno fuerte,<br />
con plena autoridad.<br />
Miravitlles, por ERC y la Generalidad, dijo que este<br />
nuevo gobierno (se atrevió a romper el tabú ácrata de<br />
llamar “consejo” a lo que no era sino gobierno) debía<br />
<strong>com</strong>prender a todas las clases sociales y que en cuanto al<br />
programa, el que se necesitara para vencer al fascismo.<br />
Santillán, por la FAI, manifestó que era necesario<br />
establecer puntos de coincidencia que los unieran a todos,<br />
<strong>com</strong>o había sucedido hasta ese momento, y que el objetivo<br />
principal debía ser el de acabar con el fascismo en toda<br />
España.<br />
Torrents informó que era criterio de Unió de Rabassaires,<br />
que era necesario formar un gobierno fuerte,<br />
con los mismos representantes del CCMA: “un solo poder<br />
que haga la guerra contra el fascismo y ordene la nueva<br />
economía”.<br />
García Oliver dijo que todos estaban conformes<br />
sobre la necesidad de transformar el país en todos los terrenos,<br />
estableciendo un nuevo orden jurídico, político y<br />
económico; y en cuanto al programa “ya existe el Consejo<br />
111
de Economía que es el encargado de llevar a cabo la transformación<br />
económica”.<br />
Gorkin (muy meticuloso) dijo que “el antifascismo<br />
no es un programa”, por lo que era necesario concretar de<br />
qué manera se habían de destruir los privilegios imperantes.<br />
Gorkin creía que era necesario concretar qué realizaciones<br />
económicas se habían de establecer en retaguardia,<br />
y definir si la lucha de los <strong>com</strong>batientes en el frente, lo era<br />
por una sociedad mejor. Propuso que en torno a cada consejero<br />
del nuevo gobierno, tal <strong>com</strong>o sucedía en el Consejo<br />
de Economía, había de haber un Consejo, <strong>com</strong>puesto por<br />
representantes de todas las organizaciones.<br />
Miravitlles expuso que sería hora de concretar un<br />
programa, ya fuera <strong>com</strong>unista o anarcosindicalista, si se<br />
hubiera ganado la guerra, pero mientras tanto era necesario<br />
un gobierno capaz de ganarle la guerra al fascismo.<br />
Alcón (CNT) entendía “que el gobierno ha de dirigir<br />
la guerra contra el fascismo y que la transformación<br />
económica la han de hacer las organizaciones obreras en la<br />
calle; y que es inútil oponerse ya que las organizaciones<br />
van haciendo al margen de nuestros acuerdos”. La misión<br />
del gobierno era dirigir la guerra, pero no debía legislar en<br />
materia económica, porque eso correspondía a los obreros<br />
desde el Consejo de Economía. Finalizó su intervención<br />
afirmando: “la guerra la ha de hacer el Gobierno, la Colectivización<br />
la ha de hacer el Consejo de Economía”.<br />
Miret, del PSUC, dijo que era indispensable formular<br />
un programa concreto que asegurara la unión de todos.<br />
Gorkin declaró que la formación de un programa<br />
no suponía la renuncia al propio ideario de cada cual, sino<br />
fijar unos puntos de coincidencia y las directivas necesarias<br />
para derrotar al fascismo. No estaba de acuerdo con<br />
112
que en la proposición presentada se hablase de clases sociales,<br />
sino de las organizaciones que representan a las<br />
clases y que éstas no han de reformar sino transformar las<br />
bases sociales y económicas del país, lo “que quiere decir<br />
revolución social”.<br />
Vidiella dijo que en el exterior no habría crédito<br />
sin un gobierno fuerte y que la socialización en el campo<br />
supondría enfrentarse al campesinado.<br />
García Oliver opinó que la transformación revolucionaria<br />
debía abarcar todos los aspectos jurídicos, económicos<br />
y políticos del país, y que cada región debía obrar<br />
de acuerdo a sus propias características, ya que las realizaciones<br />
convenientes a Cataluña podían no serlo para Andalucía.<br />
Entendía que el mero Consejo no debía hacer otra<br />
cosa que preparar las realizaciones que habrían de implantarse<br />
una vez acabada la guerra.<br />
Y concretaba que para la realización de ese Consejo<br />
bastaría con que el CCMA lo <strong>com</strong>unicara al Presidente<br />
de la Generalidad, para que éste procediera a su inmediata<br />
formación.<br />
Vidiella asintió en que fuera el Presidente quien<br />
formara el Consejo.<br />
Gorkin y Miret presentaron sendas proposiciones.<br />
Se aprobó la de Miret, que decía así:<br />
“Los representantes de todas las organizaciones<br />
que integran el CCMA se dirigen al Presidente de la Generalidad<br />
de Cataluña, proponiéndole la convocatoria de una<br />
reunión de delegados de todas las organizaciones representadas<br />
en el CCMA para tratar la formación orgánica de<br />
un Consejo de Defensa de la Generalidad y del programa<br />
que éste habría de desarrollar”.<br />
Pons (ERC) se refirió a la denominación de Consejo<br />
Regional de Defensa, presentada por la CNT, enten-<br />
113
diendo que debía suprimirse lo de “regional”. Alcón entendía<br />
que debía mantener lo de Regional, y que en Madrid<br />
debía constituirse el Consejo Nacional de Defensa.<br />
Miravitlles se sumó a la necesidad de suprimir la palabra<br />
“regional”. García Oliver zanjó salomónicamente el debate,<br />
proponiendo que el primer acto del Consejo fuera el de<br />
darse un nombre. Vidiella, por su parte, propuso quitar lo<br />
de “defensa” y dejarlo en “Consejo de la Generalidad de<br />
Cataluña”. Tras el debate semántico se cerró la sesión a las<br />
dos y media de la madruga del día 15 de septiembre.<br />
Nadie se había opuesto a la disolución del CCMA.<br />
Nadie, salvo los anarquistas, se engañaba que se iba a la<br />
formación de un nuevo gobierno de la Generalidad, se le<br />
llamara “consejo” o no. El debate sobre el programa del<br />
nuevo gobierno, que suprimiría al CCMA, giraba en torno<br />
a los conceptos de “socializante”, propugnado por el<br />
POUM, o “antifascista”, impulsado por ERC y PSUC. La<br />
CNT-FAI mantenía su característica ambigüedad: la economía<br />
era tarea del Consejo de Economía, la guerra sería<br />
labor de lo que ellos llamaban Consejo de Defensa de la<br />
Generalidad. García Oliver, Marcos Alcón, Aurelio Fernández<br />
y José Asens pensaban realmente que el programa<br />
del “Consejo” carecía de importancia. Era el pago a efectuar<br />
para evitar el aislamiento. Lo importante para ellos<br />
era que la CNT continuara controlando las distintas consejerías,<br />
mediante <strong>com</strong>isiones técnicas, <strong>com</strong>o el Consejo de<br />
Economía o la <strong>com</strong>isión de industrias de guerra, mientras<br />
buena parte del aparato militar y policial estuviera en manos<br />
de la CNT-FAI. Tal indefinición, ambigüedad e incoherencia<br />
les llevaba, sin remedio, a secundar el programa<br />
de la unidad antifascista, esto es, de ese antifascismo<br />
que proponía la constitución de un gobierno fuerte capaz<br />
de “ordenar” la economía y ganar la guerra.<br />
114
El 15 de septiembre se celebró un Pleno Nacional<br />
de Regionales, en Madrid, en el que se decidió la intervención<br />
de la CNT en la dirección militar, económica y<br />
política de la España republicana, proponiendo la formación<br />
de un Consejo Nacional de Defensa. En resumen, se<br />
trataba de una propuesta de colaboración de la CNT con el<br />
gobierno de la República, <strong>com</strong>puesto por cinco delegados<br />
de la CNT, cinco de la UGT y cuatro republicanos. Este<br />
Consejo Nacional se concebía <strong>com</strong>o reunión en la cumbre<br />
de los distintos Consejos regionales. Era una concepción<br />
federalista, grata a la CNT, en el que la economía estaba<br />
socializada y el ejército unificado bajo un mando único y<br />
un <strong>com</strong>isariado de guerra. Aunque se seguía la vieja artimaña<br />
de no llamar a las cosas por su nombre, la propuesta<br />
de la CNT apuntaba a la reconstrucción de un Estado fuerte<br />
y centralizado 95 .<br />
El 16 de septiembre 96 se presentó un informe sobre<br />
el capitán Bayo, se ordenó que se sacaran de las barricadas<br />
97 las balas de algodón, se autorizó a las Patrullas de<br />
Control de un carné especial de sección junto al de patrullero<br />
y se acordó esperar al regreso de Tarradellas para enviar<br />
una <strong>com</strong>isión del CCMA a Madrid.<br />
El 18 de septiembre 98 se acordó organizar la defensa<br />
costera con milicianos de los <strong>com</strong>ités locales, que se<br />
nombre una <strong>com</strong>isión de información y censura formada<br />
por representantes de cada una de las organizaciones que<br />
95<br />
LOR<strong>EN</strong>ZO, op. cit., pp.182-184.<br />
96<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />
16 de setembre de 1936”.<br />
97<br />
Casi dos meses después del 19 de Julio, todavía había barricadas en las calles. La<br />
orden de retirada del algodón se debía a la escasez de materias primas en la industria<br />
textil.<br />
98<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />
18 de setembre de 1936”.<br />
115
integran el CCMA, aprobar el nuevo modelo de carné de<br />
las Patrullas, y que “una <strong>com</strong>isión <strong>com</strong>puesta por los <strong>com</strong>pañeros<br />
García Oliver, Miravitlles, Vidiella y Gorkin se<br />
entreviste mañana, sábado, con el Presidente del Gobierno<br />
de la Generalidad y que éste dé hora para recibirla”.<br />
El 19 de septiembre una <strong>com</strong>isión del CCMA,<br />
formada por García Oliver, Miravitlles, Vidiella y Gorkin<br />
se entrevistó con Companys para entregarle la proposición<br />
redactada por Miret sobre la formación del Consejo de la<br />
Generalidad, esto es, del nuevo gobierno de la Generalidad<br />
en el que iban a entrar consejeros anarcosindicalistas, una<br />
vez resuelto el gran dilema semántico de llamar Consejo<br />
de la Generalidad a lo que era, <strong>com</strong>o siempre había sido,<br />
el Gobierno de la Generalidad. Ese mismo día 99 se nombró<br />
<strong>com</strong>o miembros de la <strong>com</strong>isión, que debía viajar a Madrid,<br />
a Vidiella, Aurelio Fernández y Miravitlles para que “gestionen<br />
cerca del gobierno de la República <strong>com</strong>o consecuencia<br />
del resultado del viaje del consejero <strong>com</strong>pañero<br />
Tarradellas 100 ”.<br />
El 20 de septiembre 101 en el salón del trono de<br />
Capitanía, a las 18 horas, se reunió una sesión especial del<br />
99<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />
19 de setembre de 1936”.<br />
100<br />
Tarradellas había viajado a Madrid para obtener ayuda financiera y técnica para<br />
levantar una industria de guerra en Cataluña. Dice Tarradellas: “uno de los motivos de mi<br />
viaje - <strong>com</strong>o ya debe saber - fue, además de a<strong>com</strong>pañar las fuerzas de la Guardia Civil para<br />
ponerlas a la disposición del <strong>com</strong>andante militar de Madrid, para solicitar al Gobierno Central<br />
que trasladara rápidamente a Cataluña la fábrica de armamento y cartuchos de Toledo.<br />
A<strong>com</strong>pañado por el Coronel Giménez de Abraza, director de la fábrica de armas de Oviedo,<br />
del Coronel de Aviación, Ramírez Cartagena, uno de los jefes de la aviación de Barcelona<br />
en los momentos de la sublevación, a<strong>com</strong>pañado pues de estos dos militares republicanos y<br />
fieles a su juramento de defender la República, tuve diferentes entrevistas con el Sr. Largo<br />
Caballero y sus consejeros. Sintiéndolo <strong>com</strong>o usted no puede tener idea, tuve que regresar a<br />
Barcelona sin haber conseguido que la fábrica de armamento y municiones de Toledo fuera<br />
trasladada a Cataluña.” En “Carta de Tarradellas a Bolloten del 24 de marzo de 1971, reproducida<br />
íntegramente en Balance. Cuaderno número 6 de la serie archivos (1998).<br />
101<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />
20 de setembre de 1936”.<br />
116
CCMA a la que asistieron García Oliver, Fábregas, Alcón,<br />
Vidiella, Miravitlles, Fernández, Torrents y Gorkin,<br />
además de invitados <strong>com</strong>o Sesé por la UGT, Escorza por<br />
la FAI y Calvet por Unió de Rebassaires, para entablar<br />
conversaciones con los delegados marroquíes Mohammed<br />
El Ohazzari y Omar Abd-el-Jalil, representantes del Comité<br />
de Acción Marroquí (CAM), que habían llegado a Barcelona<br />
a primeros de septiembre con el objetivo de obtener<br />
ayuda para la independencia de Marruecos. En esta reunión<br />
se formalizaba solemnemente el apoyo del CCMA a<br />
la delegación marroquí, para conseguir que el Gobierno de<br />
la República declarase la independencia del protectorado<br />
español en Marruecos 102 . La sesión, de carácter protocolario,<br />
se levantó a las 18,15 horas.<br />
Existe una fotografía (“Història Gràfica del Moviment<br />
Obrer a Catalunya". Diputació de Barcelona, 1989),<br />
tomada tras la firma del <strong>com</strong>promiso entre el CAM y el<br />
CCMA, en la que se reconoce entre otros (de izquierda a<br />
derecha) a Marcello Argila Pazzaglia, los dos delegados<br />
marroquíes, Juan García Oliver, Julián Gómez García<br />
“Gorkin”, Manuel Estrada Manchón, Rafael Vidiella, Mariano<br />
Rodríguez Vázquez “Marianet”, Manuel Escorza del<br />
Val (con muletas) y Aurelio Fernández Sánchez.<br />
El 21 de septiembre 103 se acordó añadir a Gorkin<br />
a la <strong>com</strong>isión que debía viajar a Madrid y que Guarner y<br />
Miret nombrasen un oficial para la vigilancia de la costa.<br />
En la reunión del 22 de septiembre 104 , el CCMA<br />
decidió “prohibir la entrada a Cataluña de las familias de<br />
102<br />
Véase PAZ, Abel: La cuestión de Marruecos y la República española. Fundación<br />
Anselmo Lorenzo, Madrid, 2000.<br />
103<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />
21 de setembre de 1936”.<br />
104<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />
23 de setembre de 1936”.<br />
117
Madrid y provincia que constantemente llegan a Barcelona,<br />
y que sean devueltas a los puntos de origen”. Este<br />
acuerdo se <strong>com</strong>unicó al Ministerio de Gobernación y a los<br />
Comités ferroviarios de Barcelona, Lérida, Tortosa, Mora<br />
de Ebro, Valencia y Madrid, para su efectivo cumplimiento<br />
105 .<br />
El 25 de septiembre 106 el CCMA decidió <strong>com</strong>unicar<br />
al crucero “Libertad” que, según la prensa, transportaba<br />
los despojos mortales de la heroica miliciana Lidia<br />
Odena, el acuerdo tomado por el CCMA de que los <strong>com</strong>pañeros<br />
muertos fueran enterrados en el mismo frente, y<br />
que no podían ser trasladados sin permiso expreso del<br />
CCMA, y que en el caso de que el barco ya hubiera salido<br />
de puerto, que a su llegada a Barcelona el entierro se hiciera<br />
sin manifestación pública.<br />
Ésta es la última acta del CCMA que hemos podido<br />
localizar. Ya desde el 18 de septiembre eran muy breves<br />
y redactadas en un estilo telegráfico, aunque según<br />
García Oliver el CCMA celebró aún dos sesiones más, los<br />
días 27 y 28 107 , antes de una última sesión final de despedida,<br />
que se reunió el 1 de octubre de 1936.<br />
BALANCE DEL CCMA Y NUEVO GOBIERNO DE<br />
LA G<strong>EN</strong>ERALIDAD<br />
El 26 de setiembre se constituyó el nuevo gobierno<br />
de la Generalidad, presidido por Tarradellas, en el que<br />
participaban tres consejeros de la CNT-FAI: Joan Porqueras<br />
Fábregas en la Consejería de Economía, Antonio<br />
105<br />
La ausencia de solidaridad del CCMA con los refugiados de Madrid no podía ser<br />
más penosa y despreciable.<br />
106<br />
Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />
25 de setembre de 1936”.<br />
107<br />
GARCIA OLIVER: El eco…, pp. 281-284.<br />
118
García Birlán en Sanidad y Asistencia Social y Josep Joan<br />
Doménech en Abastos 108 .<br />
El acuerdo de disolución del CCMA no se hizo<br />
público hasta que hubo finalizado el Pleno Regional de<br />
Sindicatos, reunido del 25 al 27 de septiembre, que debía<br />
aprobarlo formalmente, y fue presentado <strong>com</strong>o consecuencia<br />
de la entrada de los cenetistas en el gobierno, ya<br />
que en palabras del propio García Oliver: “hoy la Generalidad<br />
nos representa a todos”.<br />
Solidaridad Obrera el día 27 de septiembre insistía<br />
en afirmar que se había instaurado un nuevo organismo<br />
llamado “Consejo de la Generalidad”, y no un nuevo gobierno;<br />
pero a partir del 29 se aceptaba la realidad y se explicaban<br />
las causas de la entrada de la CNT en el nuevo<br />
gobierno de la Generalidad, al tiempo que se informaba de<br />
la disolución del CCMA. Curiosamente se presentaba la<br />
disolución del CCMA <strong>com</strong>o una consecuencia inevitable<br />
de la formación del Gobierno de la Generalidad, cuando<br />
en realidad sólo cuando, entre finales de agosto y primeros<br />
de septiembre, se decidió disolver el CCMA, se empezó a<br />
hablar de la entrada de la CNT-FAI en el gobierno.<br />
El 28 de septiembre se convocó, en Madrid, un<br />
nuevo Pleno nacional de federaciones regionales, en el que<br />
el secretario nacional Horacio Prieto atacó el proyecto de<br />
un Consejo Nacional de Defensa, por su falta de realismo.<br />
Desarrolló sus argumentaciones, favorables a la participación<br />
llana y simple en el gobierno de Largo Caballero.<br />
Exigió que se llamara a las cosas por su nombre y se terminara<br />
con los prejuicios ideológicos. Pero no obtuvo aún<br />
el acuerdo de los delegados al Pleno, que se limitaron a<br />
108 Los dos primeros habían formado parte del Consejo de Economía de la Generalidad.<br />
119
aprobar un manifiesto que reconocía la necesidad de la<br />
unidad antifascista 109 .<br />
El 1 de octubre, por la noche, se celebró la última<br />
sesión del CCMA, meramente protocolaria. García Oliver<br />
hizo un discurso de despedida en el que llamó a la unión<br />
de todos los partidos y organizaciones. Tras proclamar que<br />
él había sido un defensor acérrimo del CCMA, pero que<br />
ahora defendería con todo ardor el nuevo Consejo de la<br />
Generalidad, le contestó Miravitlles afirmando que <strong>com</strong>o<br />
catalanista no podía sino celebrar la determinación de la<br />
CNT a entrar en el gobierno de la Generalidad.<br />
En el Boletín Oficial de la Generalidad del 3 de<br />
octubre se publicaba el decreto, firmado el 1 de octubre,<br />
en el que Juan García Oliver era nombrado secretario<br />
general del Departamento de Defensa, un nuevo cargo<br />
expresamente creado para él. En ese mismo boletín se publicaba<br />
el decreto de disolución del CCMA:<br />
“El CCMA, creado por decreto del 21 de julio pasado,<br />
ha entendido que, cumplida la misión que en los<br />
primeros tiempos de la sublevación militar tan acertadamente,<br />
por cierto, ha desempeñado, debía disolverse. Por<br />
lo tanto, de acuerdo con el Consejo Ejecutivo, Decreto:<br />
Art. 1.- Se disuelve el CCMA, creado por decreto del 21<br />
de julio pasado. Art. 2.- Mediante decreto y órdenes, según<br />
se precise, se procederá al cumplimiento del presente<br />
Decreto. Barcelona, 1 de octubre de 1936. El Conseller<br />
Primer, Josep Tarradellas”.<br />
En el Boletín del día 4, por decreto firmado el día<br />
3, Aurelio Fernández era nombrado secretario general<br />
de la Junta de Seguridad Interior. Para la CNT-FAI se<br />
trataba de conservar las llaves del Orden Público y de las<br />
Milicias.<br />
109 LOR<strong>EN</strong>ZO, op. cit. p. 185.<br />
120
El nuevo gobierno de la Generalidad se proponía<br />
fortalecer la economía sobre el programa iniciado por el<br />
Consejo de Economía e impulsar el esfuerzo de guerra,<br />
mediante la movilización obligatoria y el restablecimiento<br />
de la disciplina y el mando único.<br />
La presencia de todas las organizaciones antifascistas<br />
en el gobierno de la Generalidad suponía un paso de<br />
gigante en el restablecimiento de la legalidad republicana<br />
y de recuperación de todas las funciones estatales. Se trataba<br />
de acabar con todos esos <strong>com</strong>ités revolucionarios que,<br />
en cada localidad, ejercían soberanamente todo el poder,<br />
desde la recaudación de tributos y mantenimiento de patrullas<br />
de control hasta la financiación de obras públicas<br />
para solucionar el paro.<br />
El decreto del 9 de octubre, <strong>com</strong>plementado con<br />
el publicado el 12, declaraba disueltos todos los <strong>com</strong>ités<br />
locales que habían surgido el 19 de julio, que serían sustituidos<br />
por los nuevos ayuntamientos. Pese a la resistencia<br />
de muchos <strong>com</strong>ités locales a su disolución, y al retardo de<br />
varios meses en la constitución de los nuevos ayuntamientos,<br />
se trataba de un golpe de muerte del que no se recuperarían.<br />
La resistencia de la militancia cenetista, que se<br />
desentendía de las consignas de los <strong>com</strong>ités superiores o<br />
de las órdenes del gobierno de la Generalidad, amenazaba<br />
el pacto antifascista. Los dirigentes anarcosindicalistas<br />
estaban bajo la doble presión de una militancia, reacia a<br />
obedecerles, y la acusación por parte del resto de fuerzas<br />
antifascistas de que era necesario cumplir y hacer cumplir<br />
los decretos del gobierno, poniendo en cintura a “los incontrolados”.<br />
Este era el balance real dejado por el CCMA en<br />
sus nueve semanas de existencia: el paso de unos <strong>com</strong>ités<br />
locales revolucionarios, que ejercían todo el poder en la<br />
121
calle y las fábricas, a su disolución en beneficio exclusivo<br />
del pleno restablecimiento del poder de la Generalidad.<br />
Del mismo modo, los decretos firmados el 24 de octubre<br />
110 sobre militarización de las Milicias a partir del 1<br />
de noviembre y de promulgación del decreto de Colectivizaciones<br />
<strong>com</strong>pletaban el desastroso balance del CCMA,<br />
esto es, el paso de unas Milicias obreras de voluntarios<br />
revolucionarios a un ejército burgués de corte clásico,<br />
sometido al código de justicia militar monárquico, dirigido<br />
por la Generalidad; el paso de las expropiaciones y el<br />
control obrero de las fábricas a una economía centralizada,<br />
controlada y dirigida por la Generalidad.<br />
El retraso en la aplicación de los decretos, provocada<br />
por la sorda pero enconada resistencia de la militancia<br />
confederal, que aún estaba armada, hizo que el gobierno<br />
de la Generalidad se planteara <strong>com</strong>o objetivo prioritario<br />
el desarme de la retaguardia, impulsando una campaña de<br />
propaganda contra los llamados “incontrolados”, que derivó<br />
hacia el objetivo secundario contenido en el repetitivo<br />
eslogan: “armas al frente”.<br />
La fuerte resistencia de la base anarcosindicalista<br />
a la militarización de las milicias, al control de la economía<br />
y de las empresas colectivizadas por la Generalidad,<br />
al desarme de la retaguardia y a la disolución de<br />
los <strong>com</strong>ités locales se manifestó en un retraso de varios<br />
meses al cumplimiento real de los decretos del gobierno<br />
de la Generalidad sobre todos estos temas. Resistencia<br />
que, en la primavera de 1937, cristalizó en un gran malestar,<br />
al que se sumó el descontento por la marcha de la<br />
guerra, la inflación y la penuria de productos de primera<br />
necesidad, para desembocar entonces en una crítica generalizada<br />
de la militancia cenetista de base a la partici-<br />
110 Publicados en el Boletín Oficial de la Generalidad del 28 de octubre de 1936.<br />
122
pación de los <strong>com</strong>ités superiores de la CNT-FAI en el<br />
gobierno, y a la política antifascista y colaboracionista<br />
de sus dirigentes, a quienes se acusaba de la pérdida de<br />
“las conquistas revolucionarias del 19 de julio”.<br />
EL ANARQUISMO DE ESTADO JUSTIFICADO<br />
POR LA IDELOGÍA DE UNIDAD ANTIFASCISTA<br />
Ese fue el caldo de cultivo que desembocó en los<br />
Hechos de Mayo de 1937, que vio de nuevo cómo Barcelona<br />
se cubría de barricadas. Ese descontento es el que explicaba<br />
el surgimiento y la fuerza de la Agrupación de Los<br />
Amigos de Durruti, que en mayo habían planteado la necesidad<br />
de imponer una Junta Revolucionaria en sustitución<br />
de la Generalidad. Después de mayo la Agrupación<br />
supo expresar ese malestar confederal en un análisis en el<br />
que se afirmaba que en julio del 36 no se hizo la revolución<br />
y que el CCMA fue un organismo de colaboración<br />
de clases, además de elaborar un programa que concluía<br />
que las revoluciones son totalitarias o son derrotadas.<br />
La diferencia de Los Amigos de Durruti, con otros muchos<br />
grupos encolerizados de cenetistas y anarquistas 111 , radicaba<br />
precisamente en que los primeros oponían un programa,<br />
mientras los otros apelaban a unos principios abstractos,<br />
ineficaces, que además <strong>com</strong>partían los <strong>com</strong>ités superiores<br />
a los que se criticaba.<br />
Los jerarcas anarcosindicalistas <strong>com</strong>enzaron, ahora<br />
sí, después de las Jornadas de mayo de 1937, a elaborar<br />
sus justificaciones y a deformar lo sucedido. Algunos empezaban<br />
a <strong>com</strong>prender, demasiado tarde, el alcance de sus<br />
errores e improvisaciones.<br />
111 Véase: “Segunda sesión del pleno local de Grupos Anarquistas de Barcelona […]<br />
con asistencia de los grupos de Defensa confederal y Juventudes libertarias”. Barcelona,<br />
24 abril 1937.<br />
123
Era necesario, pues, encontrar justificaciones a tanto<br />
desatino, y elaborar una respuesta que salvara la responsabilidad<br />
de los dirigentes anarcosindicalistas. La delegación<br />
de la CNT al Congreso de la AIT 112 , en diciembre de<br />
1937, necesitó construir una primera respuesta, ante los<br />
constantes insultos y las acusaciones de ineptitud y de dejación<br />
de los principios ideológicos del anarcosindicalismo,<br />
de que fue objeto por la mayoría de delegados al congreso<br />
internacional.<br />
“El Poder político se nos venía a las manos sin nosotros<br />
quererlo […] Se creó el CCMA, órgano de coordinación<br />
de las fuerzas <strong>com</strong>bativas en el frente. Nuestro<br />
Movimiento Libertario aceptó dicho Comité, pero antes<br />
hubo de resolver el problema capital en nuestra Revolución:<br />
Colaboración antifascista o dictadura anarquista.<br />
Aceptamos la colaboración. ¿Por qué? […] las circunstancias<br />
nos aconsejaron colaborar con los demás sectores<br />
antifascistas” 113<br />
De hecho, la delegación española necesitó la ayuda<br />
de un intelectual de prestigio para defenderse de los ataques<br />
de la internacional, con un informe con cierta altura<br />
intelectual. Este informe secreto, gustó tanto a los líderes<br />
anarcosindicalistas españoles, que decidieron editarlo en<br />
un folleto divulgativo, traducido al español, pese a lo incoherente<br />
que resultaba divulgar un texto que había sido<br />
declarado “secreto” 114 .<br />
112<br />
Formada por José Xena, David Antona, Horacio Martínez Prieto y Mariano Rodríguez<br />
Vázquez.<br />
113<br />
“Informe de la delegación de la CNT al Congreso Extraordinario de la AIT y resolución<br />
del mismo”. Dic. 1937, pp. 75-76.<br />
114<br />
La argumentación de Rüdiger sobre la necesidad de subordinar toda la acción, toda<br />
la teoría y todos los principios de la CNT en favor de la unidad antifascista, <strong>com</strong>o única<br />
garantía de ganar la guerra, suponía EVID<strong>EN</strong>TEM<strong>EN</strong>TE la necesidad de que ese<br />
informe fuera SECRETO. Si los estalinistas rusos y españoles llegaran a conocer la<br />
124
En este folleto 115 , Helmut Rüdiger justificaba plenamente<br />
la acción pragmática de la CNT a causa de los<br />
particularismos existentes en España, <strong>com</strong>o eran un movimiento<br />
obrero sin intelectuales, ni preparación teórica o<br />
experiencia política, por el permanente estado de clandestinidad;<br />
el extremismo, basado en una simplificación de<br />
las relaciones sociales y un optimismo ilimitado, que pensaba<br />
que era suficiente con proclamar el <strong>com</strong>unismo libertario<br />
para convertir al hombre en un ser angelical.<br />
Toda la argumentación de Rüdiger se resumía en<br />
una interiorización y aplicación al movimiento anarquista<br />
de la ideología de unidad antifascista. Según esto,<br />
el 19 de julio fue un triunfo para la CNT porque, por<br />
primera vez, supo unir a todo el pueblo tras de sí. La CNT<br />
volvería a triunfar cuando consiguiera de nuevo arrastrar a<br />
todo el pueblo. Es decir, la unidad antifascista lo justificaba<br />
todo, lo explicaba todo y lo permitía todo. Toda la acción<br />
pragmática de los líderes de la CNT, el abandono de<br />
las tesis antiestatales, la dejación de principios, el colaboracionismo<br />
con partidos burgueses y el gobierno, la militarización<br />
de las Milicias, los ministros anarquistas, la economía<br />
de guerra, todo, absolutamente todo, estaba justificado<br />
por esa ideología de UNIDAD ANTIFASCISTA.<br />
Helmut facilitaba a los líderes anarquistas la justificación a<br />
sus errores, a su incapacidad y a su constante improvisa-<br />
ciega determinación de la CNT en someterse a la unidad antifascista, a cualquier precio,<br />
ésta corría el riesgo de convertirse en una marioneta en manos de sus rivales políticos.<br />
Pero el Comité Nacional de la CNT no dudó en PUBLICAR el informe SECRETO: la<br />
incapacidad, ingenuidad e inmadurez política de los líderes cenetistas no era ninguna<br />
novedad. Por otra parte, editar en folleto, en 1938, el informe secreto de Rüdiger, sólo<br />
podía escandalizar a los pocos cándidos que, en 1938, aún creían en la naturaleza<br />
revolucionaria de la CNT.<br />
115<br />
RÜDIGER, Helmut: El anarcosindicalismo en la Revolución Española. CNT, Barcelona,<br />
1938.<br />
125
ción: se podía, y se debía, renunciar al <strong>com</strong>unismo libertario,<br />
y a la revolución, en beneficio de la unidad<br />
antifascista.<br />
Ahora los dirigentes anarcosindicalistas ya podían<br />
reescribir la historia más reciente. Ahora García Oliver ya<br />
podía aparecer <strong>com</strong>o víctima propiciatoria del rechazo de<br />
la organización confederal a su proposición de “ir a por el<br />
todo”.<br />
De este modo “lo que empezó el 19 de julio no era<br />
ya la revolución social definitiva, sino sólo el primer paso<br />
de ella, el principio de una lucha antifascista”. Helmut esculpía<br />
frases de antología para los partidarios del colaboracionismo:<br />
“Habrá sido la primera vez en la Historia de<br />
las revoluciones que una organización revolucionaria victoriosa<br />
renunció a su dictadura”.<br />
Lo que Helmut no decía era que esa ideología de<br />
unidad antifascista suponía la aceptación de los métodos y<br />
finalidades del programa de la burguesía democrática.<br />
Los partidarios del anarquismo de Estado y los de<br />
la revolución proletaria eran, y son, in<strong>com</strong>patibles. La ausencia<br />
de una ruptura ideológica y organizativa en el seno<br />
del movimiento libertario sólo podía conducir, primero a<br />
la anulación, y más tarde a la asimilación de los sectores<br />
críticos con las peores aberraciones del anarquismo de Estado.<br />
Sin ruptura no pudo darse un proceso de clarificación<br />
y delimitación entre las posiciones de unos y otros. La<br />
ambigüedad y el confusionismo fueron otra derrota del<br />
movimiento libertario, preñada de consecuencias para su<br />
futuro.<br />
126
3<br />
MUERTE Y <strong>EN</strong>TIERRO DE DURRUTI<br />
Cui prodest scelus is fecit.<br />
(Aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha <strong>com</strong>etido).<br />
Séneca, Medea.<br />
Los anarquistas podemos ir a la cárcel, morir <strong>com</strong>o murieron<br />
Obregón, Ascaso, Sabater, Buenaventura Durruti y Peiró, cuyas vidas<br />
son dignas de ser cantadas por un Plutarco. Podemos morir en el exilio,<br />
en los campos de concentración, en el maquis, o en el hospicio,<br />
pero ostentar el cargo de ministro, eso es inconcebible.<br />
Jaime Balius:"Por los fueros de la verdad". Solidaridad<br />
Obrera (2-9-1971).<br />
Del 4 al 22 de noviembre de 1936<br />
El 4 de noviembre de 1936 había mucha expectación<br />
por escuchar el imprevisto discurso de Durruti por<br />
Radio CNT-FAI, que sería trasmitido a toda España por<br />
las emisoras barcelonesas. Ese mismo día la prensa daba<br />
fe de la toma de posesión del cargo de Ministro por cuatro<br />
anarquistas en el gobierno de Madrid: Federica Montseny,<br />
Juan García Oliver, Juan López y Joan Peiró. La Columna<br />
Durruti no había conseguido tomar Zaragoza. Las dificultades<br />
de aprovisionamiento de armamento eran la princi-<br />
127
pal dificultad del frente. Durruti había recurrido a todos<br />
los métodos a su alcance para conseguir armas. Incluso<br />
había enviado un destacamento de milicianos, a principios<br />
de septiembre, en una expedición punitiva sobre Sabadell,<br />
para obligar a que le entregaran las armas que habían sido<br />
almacenadas con vistas a la formación de una Columna<br />
Sabadell que no había llegado a constituirse. Además, el<br />
24 de octubre la Generalidad había aprobado el Decreto de<br />
militarización de las Milicias, que ponía en vigor el antiguo<br />
Código de Justicia Militar a partir del uno de noviembre.<br />
Tanto amigos <strong>com</strong>o enemigos esperaban con atención<br />
qué iba a decir Durruti.<br />
Ya antes de la alocución la gente se aglomeraba en<br />
las proximidades de los altavoces instalados en los árboles<br />
de Las Ramblas, que solían trasmitir canciones revolucionarias,<br />
música y noticias. En cualquier lugar de la ciudad<br />
de Barcelona donde hubiera una radio se esperaba con impaciencia<br />
que el locutor anunciara: "Habla Durruti".<br />
El Decreto de militarización había sido apasionadamente<br />
discutido en la Columna Durruti, que había decidido<br />
no admitirlo, porque no podía mejorar las condiciones<br />
de lucha de los milicianos voluntarios del 19 de julio,<br />
ni resolver la crónica falta de armamento. Durruti firmó,<br />
en nombre del Comité de Guerra, un escrito 116 de rechazo<br />
a la militarización que dirigió al "Consejo" 117 de la Generalidad,<br />
fechado significativamente en el Frente de Osera<br />
ese mismo uno de noviembre en el que se reponía el odiado<br />
Código Militar. La Columna negaba la necesidad de<br />
una disciplina de cuartel a la que oponían la superioridad<br />
116<br />
DURRUTI, Buenaventura: "Al Consejo de la Generalidad de Cataluña". Frente de<br />
Osera, 1 de noviembre de 1936. Véase el anexo documental.<br />
117<br />
"Consejo" era la palabra utilizada para evitar la palabra "Gobierno", que era tabú<br />
para los anarquistas.<br />
128
de la disciplina revolucionaria: "Milicianos sí; soldados<br />
nunca".<br />
Durruti, <strong>com</strong>o delegado de la Columna, quiso<br />
hacerse eco de la indignación y protesta de los milicianos<br />
del frente de Aragón ante el curso claramente contrarrevolucionario<br />
que se estaba abriendo paso en la retaguardia. A<br />
las nueve y media de la noche empezó a radiarse el discurso<br />
118 de Durruti:<br />
"Trabajadores de Cataluña: Me dirijo al pueblo<br />
catalán, a ese pueblo generoso que hace cuatro meses<br />
supo deshacer la barrera de los militarotes que querían<br />
someterle bajo sus botas. Os traigo un saludo de los<br />
hermanos y <strong>com</strong>pañeros que luchan en el frente de Aragón<br />
a unos kilómetros de Zaragoza, y que están viendo<br />
las torres de la Pilarica.<br />
A pesar de la amenaza que se cierne sobre Madrid,<br />
hay que tener presente que hay un pueblo en pie, y<br />
por nada del mundo se le hará retroceder. Resistiremos<br />
en el frente de Aragón, ante las hordas fascistas aragonesas,<br />
y nos dirigimos a los hermanos de Madrid para<br />
decirles que resistan, pues los milicianos de Cataluña<br />
sabrán cumplir con su deber, <strong>com</strong>o cuando se lanzaron a<br />
las calles de Barcelona para aplastar al fascismo. No<br />
han de olvidar las organizaciones obreras cuál debe ser<br />
el deber imperioso de los momentos presentes. En el<br />
frente, <strong>com</strong>o en las trincheras, hay un pensamiento, sólo<br />
un objetivo. Se mira fijo, se mira adelante, con el sólo<br />
propósito de aplastar al fascismo.<br />
Pedimos al pueblo de Cataluña que se terminen<br />
las intrigas, las luchas intestinas; que os pongáis a la al-<br />
118<br />
Discurso reconstruido a partir de distintos fragmentos, publicados en “Solidaridad<br />
Obrera” y “Acracia”.<br />
129
tura de las circunstancias; dejad las rencillas y la política<br />
y pensad en la guerra. El pueblo de Cataluña tiene el<br />
deber de corresponder a los esfuerzos de los que luchan<br />
en el frente. No tendrá más remedio que movilizarse todo<br />
el mundo; y que no crean que se han de movilizar siempre<br />
los mismos. Si los trabajadores de Cataluña han de<br />
asumir la responsabilidad de estar en el frente, ha llegado<br />
el momento de exigir del pueblo catalán el sacrificio<br />
también de los que viven en las ciudades. Es necesaria<br />
una movilización efectiva de todos los trabajadores de la<br />
retaguardia, porque los que ya estamos en el frente queremos<br />
saber con qué hombres contamos detrás de nosotros.<br />
Me dirijo a las organizaciones y les pido que se<br />
dejen de rencillas y de zancadillas. Los del frente pedimos<br />
sinceridad, sobre todo a la Confederación Nacional<br />
del Trabajo y FAI. Pedimos a los dirigentes que sean<br />
sinceros. No es suficiente con que nos envíen cartas al<br />
frente alentándonos, y con que nos envíen ropa, <strong>com</strong>ida<br />
y cartuchos y fusiles. Es necesario también darse cuenta<br />
de las circunstancias, prever el avenir. Esta guerra tiene<br />
todos los agravantes de la guerra moderna y está costando<br />
mucho a Cataluña. Se tienen que dar cuenta los dirigentes<br />
de que si esta guerra se prolonga mucho, hay que<br />
empezar por organizar la economía de Cataluña, hay<br />
que establecer un Código en el orden económico. No estoy<br />
dispuesto a escribir más cartas para que los <strong>com</strong>pañeros<br />
o el hijo de un miliciano <strong>com</strong>a un trozo de pan o<br />
un vaso de leche más, mientras existen consejeros que no<br />
tienen tasa para <strong>com</strong>er y gastar. Nos dirigimos a la CNT-<br />
FAI para decirles que si <strong>com</strong>o organización controlan la<br />
economía de Cataluña, deben organizarla <strong>com</strong>o es debido.<br />
Y que no piense nadie ahora en aumentos de salarios<br />
130
y en reducciones de horas de trabajo. El deber de todos<br />
los trabajadores, especialmente los de la CNT es el de sacrificarse,<br />
el de trabajar lo que haga falta.<br />
Si es verdad que se lucha por algo superior, os lo<br />
demostrarán los milicianos que se sonrojan cuando ven<br />
en la Prensa esas suscripciones a favor suyo, cuando ven<br />
esos pasquines pidiendo socorro para ellos. Los aviones<br />
fascistas nos tiran en sus visitas, diarios en los que pueden<br />
leerse listas de suscripciones para los que luchan, ni<br />
más ni menos que hacéis vosotros. Por esto tenemos que<br />
deciros que no somos pordioseros y, por lo tanto, no<br />
aceptamos la caridad bajo ningún concepto. El fascismo<br />
representa y es, en efecto, la desigualdad social, si no<br />
queréis que los que luchamos os confundamos a los de<br />
retaguardia con nuestros enemigos, cumplid con vuestro<br />
deber. La guerra que hacemos actualmente sirve para<br />
aplastar al enemigo en el frente, pero ¿es éste el único?:<br />
no. El enemigo es también aquel que se opone a las conquistas<br />
revolucionarias y que se encuentra entre nosotros,<br />
y al que aplastaremos igualmente.<br />
Si queréis atajar el peligro, se debe formar un<br />
bloque de granito. La política es el arte de la zancadilla,<br />
el arte de vivir [<strong>com</strong>o zánganos], y éste debe suplantarse<br />
por el arte del trabajo. Ha llegado el momento de invitar<br />
a las organizaciones sindicales y a los partidos políticos<br />
para que esto termine de una vez. En la retaguardia se<br />
ha de saber administrar. Los que estamos en el frente<br />
queremos detrás una responsabilidad y una garantía, y<br />
exigimos que sean las organizaciones las que velen por<br />
nuestras mujeres y nuestros hijos.<br />
Si esa militarización decretada por la Generalidad<br />
es para meternos miedo y para imponernos una disciplina<br />
de hierro, se han equivocado. Vais equivocados,<br />
131
consejeros, con el decreto de militarización de las milicias.<br />
Ya que habláis de disciplina de hierro, os digo que<br />
vengáis conmigo al frente. Allí estamos nosotros que no<br />
aceptamos ninguna disciplina, porque somos conscientes<br />
para cumplir con nuestro deber. Y veréis nuestro orden y<br />
nuestra organización. Después vendremos a Barcelona y<br />
os preguntaremos por vuestra disciplina, por vuestro orden<br />
y por vuestro control, que no tenéis.<br />
Estad tranquilos. En el frente no hay ningún<br />
caos, ninguna indisciplina. Todos somos responsables y<br />
conocemos el tesoro que nos habéis confiado. Dormid<br />
tranquilos. Pero nosotros hemos salido de Cataluña confiándoos<br />
la Economía. Responsabilizaos, disciplinaos.<br />
No provoquemos, con nuestra in<strong>com</strong>petencia, después de<br />
esta guerra, otra guerra civil entre nosotros.<br />
Si cada cual piensa en que su partido sea más potente<br />
para imponer su política, está equivocado, porque<br />
frente a la tiranía fascista sólo debemos oponer una<br />
fuerza, sólo debe existir una organización, con una disciplina<br />
única.<br />
Por nada del mundo aquellos tiranos fascistas<br />
pasarán por donde estamos. Esta es la consigna del frente.<br />
A ellos les decimos: "¡No pasaréis!". Y a vosotros os<br />
corresponde gritar: “¡No pasarán!"."<br />
Al cabo de unas horas de haber escuchado a Durruti<br />
se seguía <strong>com</strong>entando lo que había dicho con su acostumbrada<br />
energía y entereza. Sus palabras resonaron con<br />
fuerza y emoción en la noche barcelonesa, encarnando el<br />
genuino pensamiento de la clase trabajadora. Había sido<br />
una voz de alarma que recordaba a los trabajadores su<br />
condición de militantes revolucionarios. Durruti no reconocía<br />
dioses en los demás, ni la clase obrera en él. Daba<br />
132
por supuesto que los milicianos que se enfrentaban al fascismo<br />
en los campos de batalla no estaban dispuestos a<br />
que nadie escamotease su contenido revolucionario y<br />
emancipador: no se luchaba por la República o la democracia<br />
burguesa, sino por el triunfo de la revolución social<br />
y la emancipación del proletariado.<br />
No hubo en toda la arenga una frase demagógica o<br />
retórica. Eran trallazos para los de arriba y los de abajo.<br />
Para los obreros y para los jerarcas cenetistas apoltronados<br />
en cientos de cargos de responsabilidad, para los ciudadanos<br />
de a pie y para los consejeros de la Generalidad o los<br />
flamantes ministros anarquistas. Una diatriba contra las<br />
derivaciones burocráticas de la situación revolucionaria<br />
creada el 19 de Julio, y una condena contra la política del<br />
gobierno, con o sin confederados al frente del tinglado. En<br />
la retaguardia se confundía lamentablemente el deber con<br />
la caridad, la administración con el mando, la función con<br />
la burocracia, la responsabilidad con la disciplina, el<br />
acuerdo con el decreto y el ejemplo con el ordeno y mando.<br />
Las amenazas de “bajar a Barcelona" reavivaron el<br />
terror de los representantes políticos de la burguesía, aunque<br />
ya era demasiado tarde para enmendar el inexcusable<br />
e ingenuo error de julio, cuando se aplazó la revolución<br />
"hasta después de la toma de Zaragoza", por carencias<br />
teóricas y falta de perspectivas del movimiento libertario.<br />
Pero al poder no se le amenaza en vano: sus palabras, dirigidas<br />
a sus hermanos de clase, tenían todo el valor de un<br />
testamento revolucionario. Testamento, y no proclama,<br />
porque la suya era una muerte anunciada, que el endiosamiento<br />
póstumo convirtió en enigma.<br />
La consecuencia inmediata del discurso radiofónico<br />
fue la convocatoria por Companys al día siguiente, el 5<br />
de noviembre a las once de la noche, de una reunión ex-<br />
133
traordinaria 119 en el Palacio de la Generalidad de todos sus<br />
consejeros y los representantes de todas las organizaciones<br />
políticas y sindicales, para tratar la creciente resistencia al<br />
cumplimiento del decreto de militarización de las milicias,<br />
así <strong>com</strong>o al de disolución de los <strong>com</strong>ités revolucionarios y<br />
su sustitución por ayuntamientos frentepopulistas. Durruti<br />
era causa y diana del debate, aunque todos evitaban pronunciar<br />
su nombre. Companys planteó la necesidad de<br />
acabar con "los incontrolados", que al margen de cualquier<br />
organización política y sindical "lo deshacen todo y<br />
a todos nos <strong>com</strong>prometen". Comorera (PSUC) afirmó<br />
que la UGT expulsaría de sus filas a quienes no acataran<br />
los decretos, e invitó al resto de organizaciones a hacer lo<br />
mismo. Marianet, secretario de la CNT, tras ufanarse del<br />
sacrificio demostrado por los anarquistas con su renuncia a<br />
los propios principios ideológicos, se quejó de la falta de<br />
tacto al aplicar de forma inmediata el Código de Justicia<br />
Militar, y aseguró que tras el decreto de disolución de los<br />
<strong>com</strong>ités, y gracias al esfuerzo de la CNT cada vez había<br />
menos incontrolados, y que se trataba no tanto de grupos a<br />
los que expulsar <strong>com</strong>o resistencias que vencer, sin provocar<br />
rebeliones, y de individuos que convencer. Nin<br />
(POUM), Herrera (FAI) y Fábregas (CNT) alabaron los<br />
esfuerzos realizados por todas las organizaciones para<br />
normalizar la situación posterior al 19 de julio, y fortalecer<br />
el poder del actual Consejo de la Generalidad. Nin medió<br />
en la disputa entre Sandino, consejero de Defensa, y Marianet<br />
sobre las causas de la resistencia al Decreto de militarización,<br />
diciendo que "en el fondo todos estaban de<br />
acuerdo" y que existía cierto temor entre las masas "por<br />
119 “Acta de la reunió celebrada sota la presidencia de S.E. el president de la Generalitat<br />
pels conseller i representants dels partits i sindicats que tenen representació en el Consell,<br />
els dies 5 i 6 de novembre de 1936.”<br />
134
perder lo que han ganado", pero que "la clase obrera<br />
está de acuerdo en formar un verdadero ejército". Nin<br />
veía la solución al actual conflicto en la creación de un<br />
<strong>com</strong>isariado de guerra en el que estuvieran representadas<br />
todas las organizaciones políticas y sindicales. Comorera,<br />
mucho más intransigente que Companys y Tarradellas,<br />
afirmó que el problema fundamental radicaba en la falta<br />
de autoridad de la Generalidad: "grupos de incontrolados<br />
continúan haciendo lo que quieren", no sólo en la<br />
cuestión de la militarización y la dirección de la guerra o<br />
el mando único, sino también en cuanto a la disolución de<br />
<strong>com</strong>ités y formación de ayuntamientos, o en lo que afectaba<br />
a la recogida de armamento en la retaguardia, o en la<br />
movilización, para la que auguraba un fracaso. Falta de<br />
autoridad que Comorera extendía incluso a las colectivizaciones<br />
"que continúan haciéndose a capricho, sin someterse<br />
al Decreto que las regula". Companys aceptó la<br />
posibilidad de modificar el Código Militar y crear un <strong>com</strong>isariado<br />
de Guerra. Comorera y Andreu (ERC) insistieron<br />
en que era necesario cumplir y hacer cumplir los decretos.<br />
La reunión concluyó con un llamamiento unitario<br />
al pueblo catalán al disciplinado acatamiento de todos los<br />
decretos de la Generalidad, y al <strong>com</strong>promiso de todas las<br />
organizaciones a declarar su apoyo en la prensa 120 a todas<br />
las decisiones gubernamentales. Nadie se opuso a la militarización:<br />
el problema para políticos y burócratas era sólo<br />
cómo hacerse obedecer.<br />
El 6 de noviembre el Consejo de Ministros de la<br />
República decidía, mediante una unanimidad que incluía<br />
el voto de los cuatro ministros anarquistas, la huida del<br />
120 Marianet sustituyó en la dirección de “Solidaridad Obrera” al viejo y experimentado<br />
anarquista Liberto Callejas por el joven burócrata Jacinto Toryho, que publicó censurado<br />
el discurso de Durruti.<br />
135
Gobierno de un Madrid asediado por las tropas fascistas.<br />
El desprecio de la Federación Local de la CNT de Madrid<br />
se reflejó en un bellísimo manifiesto público que declaraba:<br />
"Madrid, libre de ministros, será la tumba del fascismo.<br />
¡Adelante milicianos! ¡Viva Madrid sin gobierno!<br />
¡Viva la Revolución Social!". El día 15 una parte de<br />
la columna Durruti <strong>com</strong>batía ya en Madrid, al mando de<br />
un Durruti que se había resistido a salir de Aragón, convencido<br />
finalmente por Marianet y Federica. El 19 de noviembre<br />
una bala perdida, o no 121 , le hirió en el frente de<br />
Madrid, donde falleció al día siguiente. El domingo 22 de<br />
noviembre, en Barcelona, un multitudinario, interminable,<br />
caótico y desorganizado desfile fúnebre 122 avanzaba lentamente,<br />
mientras dos bandas musicales que no conseguían<br />
tocar al unísono contribuían a aumentar la confusión.<br />
La caballería y las tropas motorizadas que debían preceder<br />
el desfile estaban bloqueadas por el gentío. Los coches que<br />
portaban las coronas lo hacían dando marcha atrás. La escolta<br />
de caballería intentaba avanzar cada uno por su cuenta.<br />
Los músicos que se habían dispersado intentaban reagruparse<br />
entre una masa confusa que portaba pancartas<br />
antifascistas y ondeaba banderas rojas, rojinegras y atigresadas.<br />
El cortejo estaba presidido por numerosos políticos<br />
y burócratas, aunque el protagonismo del acto público fue<br />
acaparado por Companys, presidente de la Generalidad,<br />
121 También se había atribuido a una bala perdida la muerte, en abril de 1937, de Antonio<br />
Martín, líder anarquista de Puigcerdà. Las memorias de Pons Garlandí nos han desvelado<br />
que se trató de un asesinato premeditado, orquestado por altos cargos de ERC<br />
en la policía al servicio de la Generalidad, que habían contratado a dos francotiradores,<br />
uno de ellos apodado “penja robes”, muy conocido en la Cerdaña por su puntería.<br />
Apostados en el campanario, con en el puente de entrada a Bellver en su punto de mira,<br />
no tenían más objetivo que el de asesinar a Antonio Martín.<br />
122 Sobre el entierro de Durruti, véase “Solidaridad Obrera” (24-11-1936), y los libros<br />
de Kaminski: Los de Barcelona. Ed. Cotal, Barcelona, 1977 y de Mary Low: Cuaderno<br />
Rojo de Barcelona. Alikornio, Barcelona, 2001.<br />
136
Antonov-Ovseenko, cónsul soviético y Juan García Oliver,<br />
Ministro anarquista de Justicia de la República, que tomaron<br />
la palabra ante el monumento a Colón para lucir sus<br />
dotes oratorias ante la multitud. García Oliver anticipó los<br />
mismos argumentos de sincera amistad y confraternidad<br />
entre antifascistas que utilizaría en mayo de 1937 para<br />
ayudar a aplastar las barricadas de la insurrección obrera<br />
contra el estalinismo. El cónsul soviético inició la manipulación<br />
ideológica de Durruti al hacerle campeón de la disciplina<br />
militar y del mando único. Companys jugó al insulto<br />
más ruin cuando dijo que Durruti "había muerto por<br />
la espalda <strong>com</strong>o mueren los cobardes... o <strong>com</strong>o mueren<br />
los que son asesinados por cobardes". Los tres coincidieron<br />
en ensalzar por encima de todo la unidad antifascista.<br />
El catafalco de Durruti era ya tribuna de la contrarrevolución.<br />
Tres oradores, excelsos representantes del gobierno<br />
burgués, del estalinismo y de la burocracia cenetista, se<br />
disputaban la popularidad del ayer peligroso incontrolado<br />
y hoy embalsamado héroe. Cuando el féretro, ocho horas<br />
después del inicio del espectáculo, ya sin el cortejo oficial,<br />
pero a<strong>com</strong>pañado aún por una curiosa multitud, llegó al<br />
cementerio de Montjuic, no pudo ser sepultado hasta el día<br />
siguiente porque centenares de coronas obstaculizaban el<br />
paso, el agujero era demasiado pequeño y una lluvia torrencial<br />
impedía ampliarlo.<br />
Quizás no sepamos nunca cómo murió Durruti, ya<br />
que existen siete u ocho versiones distintas y contradictorias;<br />
pero es más interesante preguntarse por qué murió<br />
quince días después de hablar por la radio. La alocución<br />
radiofónica de Durruti fue percibida <strong>com</strong>o una peligrosa<br />
amenaza, que halló una respuesta inmediata en la reunión<br />
extraordinaria del Consejo de la Generalidad, y sobre todo<br />
en la brutalidad de la intervención de Comorera, que ape-<br />
137
nas fue suavizada por cenetistas y poumistas, que a fin de<br />
cuentas se juramentaron en la tarea <strong>com</strong>ún de cumplir y<br />
hacer cumplir todos los decretos. La sagrada unidad antifascista<br />
entre burócratas obreros, estalinistas y políticos<br />
burgueses no podía tolerar incontrolados de la talla de Durruti:<br />
he ahí por qué su muerte era urgente y necesaria. Al<br />
oponerse a la militarización de las milicias, Durruti personificaba<br />
la oposición y resistencia revolucionarias a la disolución<br />
de los <strong>com</strong>ités, la dirección de la guerra por la<br />
burguesía y el control estatal de las empresas expropiadas<br />
en julio. Durruti murió porque se había convertido en un<br />
peligroso obstáculo para la contrarrevolución en marcha.<br />
Y por esa misma razón a Durruti había que matarlo<br />
dos veces. Un año después, en la conmemoración del aniversario<br />
de su muerte, la todopoderosa máquina de propaganda<br />
del estalinista gobierno Negrín trabajó a pleno rendimiento<br />
para atribuirle la autoría de un eslogan, inventado<br />
originalmente por Ilya Ehrenburg 123 , y respaldado después<br />
por la burocracia de los <strong>com</strong>ités superiores de la<br />
CNT-FAI, en el que le hacían decir lo contrario de lo que<br />
siempre dijo y pensó: "Renunciamos a todo, menos a la<br />
victoria". Esto es, que Durruti renunciaba a la revolución.<br />
Ni siquiera nos queda una versión <strong>com</strong>pleta y fidedigna de<br />
su discurso, radiado el 4 de noviembre de 1936, porque la<br />
prensa anarquista de la época dulcificó y censuró a Durruti<br />
en vida.<br />
Una vez muerto, Durruti ya podía ser Dios. Y hasta<br />
Teniente Coronel 124 del Ejército Popular.<br />
123<br />
Ehrenburg, Ilya: Corresponsal en la Guerra civil española. Júcar, Madrid, 1970, p.<br />
24.<br />
124<br />
Negrín, en abril de 1938, concedió póstumamente a Durruti tal graduación.<br />
138
4<br />
LA AGRUPACIÓN DE LOS AMI-<br />
GOS DE DURRUTI <strong>EN</strong> LA INSU-<br />
RRECIÓN DE MAYO DE 1937, Y<br />
SU PROGRAMA<br />
La función de la historia será entonces la de mostrar que las leyes engañan,<br />
que los reyes se enmascaran, que el poder ilusiona y que los<br />
historiadores mienten.<br />
Michel Foucault. Genealogía del racismo.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La Agrupación de Los Amigos de Durruti fue una<br />
organización anarquista, fundada en marzo de 1937. Sus<br />
miembros eran milicianos de la Columna Durruti opuestos<br />
a la militarización, y anarquistas, críticos respecto a la entrada<br />
de la CNT en el gobierno republicano y de la Generalidad.<br />
La importancia histórica y política de Los Amigos<br />
de Durruti radica en su intento, surgido, en 1937, del pro-<br />
139
pio seno del movimiento libertario, de constituir una Junta<br />
revolucionaria, que pusiera fin al abandono de los principios<br />
revolucionarios, y al colaboracionismo con el Estado<br />
capitalista; de forma que la CNT defendiera y profundizara<br />
las “conquistas” de julio de 1936, en lugar de cederlas<br />
poco a poco a la burguesía. Sin embargo la Agrupación<br />
nunca se propuso llegar a ser, durante las jornadas de mayo<br />
del 37, una auténtica alternativa revolucionaria a la dirección<br />
colaboracionista de la CNT-FAI, que tenía varios<br />
ministros en el gobierno de la República y en el de la Generalidad.<br />
LA AGRUPACIÓN DE LOS AMIGOS DE DURRUTI<br />
DESDE SU FUNDACIÓN HASTA LOS HECHOS DE<br />
MAYO.<br />
En octubre de 1936 el decreto de militarización de<br />
las Milicias Populares produjo un gran descontento entre<br />
los milicianos anarquistas de la Columna Durruti, en el<br />
Frente de Aragón 125 . Tras largas y enconadas discusiones,<br />
en marzo de 1937, varios centenares de milicianos voluntarios,<br />
establecidos en el sector de Gelsa, decidieron abandonar<br />
el frente y regresar a la retaguardia 126 . Se pactó que<br />
el relevo de los milicianos opuestos a la militarización se<br />
125 Véase Guillamón, Agustín: “Habla Durruti”, en La Barcelona Rebelde. Octaedro,<br />
2003. Véase también la entrevista a Pablo Ruiz en La Noche núm. 3545 (24-3-1937).<br />
126 “No solamente se negaron a militarizarse sino que tampoco atendieron al requerimiento<br />
de ambos Comités [Comités Regionales de la CNT y de la FAI] para que dejasen<br />
las armas y abandonaran el frente. […] visto que no era posible armonizar la división<br />
de criterio que existía en la Columna Durruti […] ya que entre las dos partes existía<br />
tal tirantez que se temía degenerara en un choque sangriento […] la mayor parte de<br />
los camaradas de la agrupación de Gelsa han abandonado el frente en contra de todo<br />
criterio y de los acuerdos de la organización específica y confederal.” En FAI: Informe<br />
que este Comité de Relaciones de Grupos Anarquistas de Cataluña presenta a los camaradas<br />
de la Región. ¿marzo 1937?<br />
140
efectuaría en el transcurso de quince días. Abandonaron el<br />
frente, llevándose las armas.<br />
Ya en Barcelona, junto con otros anarquistas (defensores<br />
de la continuidad y profundización de la revolución<br />
de julio, y opuestos al colaboracionismo confederal<br />
con el gobierno), los milicianos de Gelsa decidieron constituir<br />
una organización anarquista, distinta de la FAI, la<br />
CNT o las Juventudes Libertarias, que tuviera <strong>com</strong>o misión<br />
encauzar el movimiento ácrata por la vía revolucionaria.<br />
Así pues, la Agrupación se constituyó formalmente en<br />
marzo de 1937, tras un largo período de gestación de varios<br />
meses, iniciado en octubre de 1936. La Junta directiva<br />
fue la que decidió tomar el nombre de “Agrupación de Los<br />
Amigos de Durruti”, nombre que por una parte aludía al<br />
origen <strong>com</strong>ún de los ex-milicianos de la Columna Durruti,<br />
y que <strong>com</strong>o bien decía Balius, no se tomó por referencia<br />
alguna al pensamiento de Durruti, sino a su mitificación<br />
popular 127 .<br />
La sede central de la Agrupación estaba situada en<br />
Las Ramblas, esquina a la calle Hospital. El crecimiento<br />
de los miembros de la Agrupación fue rápido y notable. Se<br />
llegaron a repartir, antes de mayo de 1937, entre cuatro y<br />
cinco mil carnés de adheridos a la Agrupación. Una de las<br />
condiciones indispensables para formar parte de la Agrupación<br />
era la de ser militantes de la CNT. El crecimiento<br />
de la Agrupación era consecuencia del descontento de un<br />
amplio sector de la militancia anarquista ante la política<br />
claudicante de la CNT. Otro factor favorable había sido la<br />
lucha iniciada contra la aplicación del Decreto de Colectivizaciones,<br />
a través de los decretos financieros preparados<br />
127 Este capítulo aporta nuevos datos, mejoras y correcciones a un trabajo anterior,<br />
publicado en inglés: Guillamón, Agustín: The Friends of Durruti Group. AK Press, San<br />
Francisco/Edinbourgh, 1996. Es la traducción del número 3 de Balance.<br />
141
por Tarradellas en S´Agaró, con los que el gobierno de la<br />
Generalidad pretendía controlar y dirigir todas las empresas<br />
catalanas, sometiéndolas a un rígido plan económico<br />
estatal 128 . La economía catalana se convertía de hecho en<br />
una especie de capitalismo colectivista (o sindical) de<br />
planificación estatal, en el que el gobierno de la Generalidad<br />
tenía el control financiero de todas y cada una de las<br />
empresas, con la facultad además de nombrar un interventor<br />
de la Generalidad, que ejercía la tutela del gobierno y<br />
dirigía la empresa. Desde enero hasta julio de 1937, en<br />
Barcelona, los obreros industriales convocaron numerosas<br />
asambleas en las fábricas, con frecuencia amenazadas por<br />
un fuerte dispositivo policial en el exterior, en las que se<br />
planteaba con mayor o menor claridad y efectividad el enfrentamiento<br />
de la socialización versus la colectivización<br />
129 , además de la gravísima problemática presentada<br />
por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y las dificultades<br />
de aprovisionamiento de alimentos y productos<br />
básicos. La colectivización suponía que la propiedad de<br />
las pequeñas y medianas empresas y talleres había pasado<br />
de los antiguos amos a los propios trabajadores, insolidarios<br />
respecto a los asalariados de otras empresas menos<br />
productivas o con mayores dificultades. Se trataba, pues,<br />
de una propiedad colectiva, de los trabajadores de cada<br />
empresa, aunque sometidos a un férreo dirigismo estatal,<br />
ya que la dirección global de la economía era planificada<br />
por el gobierno de la Generalidad, que no sólo tenía el<br />
control financiero y, por lo tanto, la posibilidad de ahogar<br />
a las empresas díscolas, sino su dirección efectiva a través<br />
128 L´Obra normativa de la Generalitat de Catalunya. El Pla Tarradellas. Edició del<br />
Comissariat de Propaganda de la Generalitat de Catalunya. Barcelona, 1937.<br />
129 MONJÓ, Anna: “L´economia entre revolució i guerra”; en Història. Política, societat<br />
i cultura del Països Catalans. (vol. 9). De la gran esperança a la gran ensulsiada<br />
1930-1939. Enciclopèdia Catalana, Barcelona 1999.<br />
142
del interventor, que de hecho se convertía en el director y<br />
nuevo amo, delegado por el gobierno. La colectivización<br />
se había convertido, pues, en realidad, en un capitalismo<br />
colectivo, de gestión sindical, con planificación y dirección<br />
estatal. La socialización suponía la organización de<br />
los trabajadores en Federaciones o Sindicatos de Industria,<br />
que reorganizaran y racionalizaran la producción de toda<br />
una rama industrial, dirigida y planificada por los sindicatos,<br />
y en la que los beneficios repercutían solidariamente a<br />
toda la sociedad, y no sólo a los trabajadores de cada empresa<br />
130 . El conjunto de todas esas Federaciones de Industria<br />
ejercerían, pues, la dirección y planificación de la economía<br />
en toda Cataluña; no el gobierno burgués de la Generalidad.<br />
Además de una lucha ideológica, que lo era, se<br />
trataba sobre todo de un <strong>com</strong>bate por la mera supervivencia<br />
de las industrias gestionadas por los obreros, ya que si<br />
Companys y Comorera podían imponer a las empresas tarifas<br />
y condiciones de trabajo, así <strong>com</strong>o impedir el acceso<br />
a la financiación o las materias primas, tenían en sus manos<br />
la dirección real de cualquier empresa, a través del interventor<br />
que imponían, y con su generalización la implantación<br />
de un capitalismo estatal, dirigido por la Generalidad.<br />
Esta lucha se concretaba ideológicamente en la<br />
consigna dada por la Agrupación de Los Amigos de Durruti,<br />
en abril y mayo de 1937, de dar “todo el poder a los<br />
sindicatos”. Recordemos que las Jornadas de Mayo se iniciaron<br />
precisamente por el rechazo de los trabajadores al<br />
130 Sindicato de la Industria Siderometalúrgica de Barcelona CNT-AIT: ¿Colectivización?<br />
¿Nacionalización? No: Socialización. Imp. Primero de Mayo, Barcelona, 1937.<br />
Memoria del Primer Congreso Regional de Sindicatos de la Industria de la Edificación,<br />
Madera y Decoración. Gráficas Inicial, Barcelona, 1937.<br />
Escriben los protagonistas: Balances para la historia. Las colectivizaciones y la autogestión<br />
obrera durante la guerra civil española.<br />
143
nombramiento de un interventor de la Generalidad en Telefónica.<br />
La actividad y el dinamismo de la Agrupación fueron<br />
frenéticos. Desde su constitución formal, el 17 de<br />
marzo, hasta el 3 de mayo, la Agrupación efectuó diversos<br />
mítines (en el Teatro Poliorama el 18 de abril y en el Teatro<br />
Goya el 2 de mayo), lanzó diversos manifiestos y octavillas,<br />
saboteó la intervención de Federica Montseny en el<br />
mitin de la Monumental del 11 de abril, y llenó los muros<br />
de Barcelona con carteles que explicaban su programa. En<br />
este programa destacaban dos puntos:<br />
1.- Todo el poder para la clase obrera.<br />
2.- Órganos democráticos de obreros, campesinos y <strong>com</strong>batientes,<br />
<strong>com</strong>o expresión de ese poder obrero, al que llaman<br />
Junta Revolucionaria.<br />
También propugnaban que los sindicatos asumieran<br />
la plena dirección económica y política del país. Y<br />
cuando hablaban de sindicatos se referían a los sindicatos<br />
confederales, con exclusión de la estalinizada UGT. De<br />
hecho algunos de los miembros de la Agrupación habían<br />
abandonado su militancia en la UGT, para afiliarse acto<br />
seguido a la CNT, y cumplir así el requisito indispensable<br />
para pertenecer a Los Amigos de Durruti.<br />
En realidad, aunque el origen obrero de los <strong>com</strong>ponentes<br />
de la Agrupación hacía que todos estuviesen afiliados<br />
a la CNT, la mayoría eran militantes de la FAI, por<br />
lo que bien puede decirse que la Agrupación de Los Amigos<br />
de Durruti eran un grupo de anarquistas que, desde un<br />
purismo doctrinal ácrata, pero sobre todo haciéndose eco<br />
de la lucha existente por la socialización de las empresas y<br />
contra la militarización de las milicias confederales, se<br />
oponían a la política colaboracionista y estatal de la dirección<br />
de la CNT, y de la propia FAI.<br />
144
Tenían cierta fuerza dominante en el sindicato de<br />
la alimentación, ramificado por toda Cataluña, así <strong>com</strong>o en<br />
las cuencas mineras de Sallent, Suria, Fígols y Cardona, en<br />
la <strong>com</strong>arca del Alto Llobregat. Influían también en otros<br />
sindicatos, en los que eran minoritarios. Algunos de sus<br />
adherentes formaban parte de las Patrullas de Control. Pero<br />
jamás formaron en su seno una fracción o grupo, ni pretendieron<br />
infiltrarse en las Patrullas.<br />
No podemos caracterizar a la Agrupación <strong>com</strong>o un<br />
grupo de afinidad, ni tampoco <strong>com</strong>o una vanguardia plenamente<br />
consciente y organizada, que planeara una acción<br />
metódica para presentarse <strong>com</strong>o una alternativa a la FAI.<br />
Eran, tanto desde el punto de vista numérico, <strong>com</strong>o ideológico<br />
y organizativo, mucho más que un grupo de afinidad<br />
(que solía contar <strong>com</strong>o máximo entre doce o veinte<br />
miembros) constituido más o menos informalmente, en<br />
torno a unas determinadas coincidencias ideológicas y<br />
unas inquietudes <strong>com</strong>unes. Y aunque no eran ni mucho<br />
menos una rama del Movimiento Libertario (ML) <strong>com</strong>o<br />
CNT, FAI, o Juventudes Libertarias, se aproximaban a lo<br />
que en aquellos momentos era Mujeres Libres: una organización<br />
con finalidades propias, no encuadrada plenamente<br />
en ninguna de las tres grandes ramas organizadas<br />
del ML. Eran una amplísima organización de militantes<br />
(cinco mil carnés antes de mayo) que sentían la imperiosa<br />
necesidad instintiva de enfrentarse a la política claudicante<br />
de la CNT y al proceso contrarrevolucionario en auge.<br />
Sus portavoces más destacados fueron Jaime Balius y Pablo<br />
Ruiz. El domingo 18 de abril la Agrupación convocó<br />
un mitin en el Teatro Poliorama, que quiso ser una presentación<br />
pública de su existencia y de su programa. En el mitin<br />
intervinieron Jaime Balius, Pablo Ruiz (delegado de la<br />
Agrupación de Gelsa de la Columna Durruti), Francisco<br />
145
Pellicer (del Sindicato de la Alimentación), y Francisco<br />
Carreño (miembro del Comité de guerra de la Columna<br />
Durruti). El acto tuvo un gran éxito y los conceptos expresados<br />
por los oradores fueron ampliamente aplaudidos.<br />
El primer domingo de mayo (el día 2) la Agrupación convocó<br />
en el Teatro Goya otro mitin de presentación, que<br />
llenó el teatro a rebosar y provocó un entusiasmo delirante<br />
entre los asistentes. Se proyectó el documental titulado<br />
“Diecinueve de julio”, en el que se revivieron los instantes<br />
más emotivos de las jornadas revolucionarias de julio del<br />
36. Intervinieron Pablo Ruiz, Jaime Balius, Liberto Callejas<br />
y Francisco Carreño. En el acto se advirtió que era inminente<br />
un ataque de la reacción contra los trabajadores.<br />
Los Comités dirigentes de la FAI y de la CNT descalificaron<br />
inmediatamente a Los Amigos de Durruti, a quienes<br />
calumniaron <strong>com</strong>o marxistas.<br />
El programa expresado por Los Amigos de Durruti,<br />
antes de mayo del 37, se caracterizaba por el énfasis<br />
puesto en la gestión de la economía por los sindicatos, la<br />
crítica de todos los partidos y de su colaboracionismo estatal,<br />
así <strong>com</strong>o cierto retorno a la pureza doctrinal ácrata.<br />
Los Amigos de Durruti expusieron su programa en el cartel<br />
con el que cubrieron los muros de Barcelona a finales<br />
del mes de abril de 1937. En esos carteles se propugnaba<br />
ya, antes de producirse la insurrección, la necesidad de<br />
sustituir al gobierno burgués de la Generalidad de Cataluña<br />
por una Junta Revolucionaria. En ellos se decía<br />
lo siguiente:<br />
“Agrupación de Los Amigos de Durruti. A la clase<br />
trabajadora:<br />
1.- Constitución inmediata de una Junta Revolucionaria<br />
integrada por obreros de la ciudad, del campo y por <strong>com</strong>batientes.<br />
146
2.- Salario familiar. Carta de racionamiento. Dirección de<br />
la economía y control de la distribución por los sindicatos.<br />
3.- Liquidación de la contrarrevolución.<br />
4.- Creación de un ejército revolucionario.<br />
5.- Control absoluto del orden público por la clase trabajadora.<br />
6.- Oposición firme a todo armisticio.<br />
7.- Una justicia proletaria.<br />
8.- Abolición de los canjes de personalidades.<br />
Atención trabajadores: nuestra agrupación se opone<br />
a que la contrarrevolución siga avanzando. Los decretos<br />
de orden público, patrocinados por Aiguadé no serán<br />
implantados. Exigimos la libertad de Maroto y otros camaradas<br />
detenidos.<br />
Todo el poder a la clase trabajadora.<br />
Todo el poder económico a los sindicatos.<br />
Frente a la Generalidad, la Junta Revolucionaria.”<br />
El cartel de abril del 37 anticipaba y explicaba la<br />
octavilla lanzada durante las jornadas de mayo, además de<br />
otros muchos de los temas y preocupaciones tratados por<br />
Balius en los artículos publicados en “Solidaridad Obrera”,<br />
“La Noche” e “Ideas” (sobre la justicia revolucionaria,<br />
el canje de prisioneros, la necesidad de que la retaguardia<br />
viva para la guerra, etcétera). Se planteaba por primera vez<br />
la necesidad de una Junta Revolucionaria que sustituyera<br />
al gobierno burgués de la Generalidad. Esa Junta<br />
Revolucionaria era definida <strong>com</strong>o un gobierno revolucionario<br />
formado por todos los obreros, campesinos y milicianos<br />
que habían luchado en la calle durante las jornadas<br />
revolucionarias de julio del 36 (y eso excluía al<br />
PSUC, fundado el 23 de julio, y a ERC).<br />
147
Pero lo más importante era la expresión conjunta<br />
de las tres consignas finales. La sustitución del gobierno<br />
burgués de la Generalidad por una Junta Revolucionaria<br />
aparecía junto a la consigna de “Todo el poder para la<br />
clase trabajadora” y “Todo el poder económico a los<br />
sindicatos”.<br />
El programa político expresado en ese cartel, inmediatamente<br />
antes de las jornadas de mayo, era sin duda<br />
el más avanzado y lúcido de todos los grupos proletarios<br />
existentes, y convertía a la Agrupación, en la vanguardia<br />
revolucionaria del proletariado español en ese momento<br />
crítico y decisivo. Y así lo reconocieron, en aquellos momentos,<br />
el POUM y la Sección bolchevique-leninista de<br />
España.<br />
LOS HECHOS DE MAYO 131 .<br />
El sábado primero de mayo no hubo ninguna manifestación<br />
en Barcelona. La Generalidad había declarado<br />
laborable la jornada, en beneficio de la producción de guerra,<br />
aunque el motivo real era el temor a un enfrentamiento<br />
entre las distintas organizaciones obreras, a causa de la<br />
tensión creciente en diversas <strong>com</strong>arcas y localidades catalanas.<br />
Ese mismo sábado el consejo de la Generalidad se<br />
reunió para examinar la situación preocupante del orden<br />
público en Cataluña. El citado consejo aprobó la eficacia<br />
demostrada en las últimas semanas por los consejeros de<br />
seguridad interior y defensa, a quienes se acordó otorgar<br />
un voto de confianza para resolver las cuestiones de orden<br />
público todavía pendientes.<br />
131 Aquí no haremos un relato <strong>com</strong>pleto de las Jornadas de Mayo que no esté relacionado<br />
con Los Amigos de Durruti, y que en todo caso puede seguirse en el anexo documental.<br />
148
El Presidente de la Generalidad el lunes día 3 estuvo,<br />
muy oportunamente, de viaje en Benicarló, para entrevistarse<br />
con Largo Caballero, lo cual le permitió desvincularse<br />
de los primeros acontecimientos. Sea <strong>com</strong>o fuere, la<br />
acción política de Companys, con su cerrada negativa a<br />
destituir a Artemi Aguadé y a Rodríguez Salas, <strong>com</strong>o exigió<br />
la CNT el mismo día 3, fue uno de los más importantes<br />
detonantes de los enfrentamientos armados de los días<br />
siguientes. Ese mismo día había en Barcelona una fuerte<br />
presencia de mineros de la cuenca del Alto Llobregat, interesados<br />
en los acuerdos que había de tomar el gobierno<br />
sobre la exportación de potasas al extranjero 132 , que tomaron<br />
parte activa en la defensa de las barricadas.<br />
El lunes, 3 de mayo de 1937, hacia las tres menos<br />
cuarto de la tarde, tres camiones de guardias de asalto,<br />
fuertemente armados, se detuvieron ante la sede de la Telefónica<br />
en la plaza de Cataluña. Estaban dirigidos por<br />
Rodríguez Salas, militante de la UGT y estalinista convencido,<br />
responsable oficial de la <strong>com</strong>isaría de orden público.<br />
El edificio de Telefónica había sido incautado por la<br />
CNT desde el 19 de julio. La supervisión de las <strong>com</strong>unicaciones<br />
telefónicas, la vigilancia de las fronteras y las patrullas<br />
de control eran el caballo de batalla, que desde enero<br />
había provocado diversos incidentes entre el gobierno<br />
republicano de la Generalidad y la masa confederal. Era<br />
una lucha inevitable entre el aparato estatal republicano,<br />
que reclamaba el dominio absoluto sobre todas las <strong>com</strong>petencias<br />
que le eran “propias”, y la defensa de las “conquistas”<br />
del 19 de julio por parte de los cenetistas. Rodríguez<br />
Salas pretendió tomar posesión del edificio de la Telefónica.<br />
Los militantes cenetistas de los pisos inferiores, tomados<br />
por sorpresa, se dejaron desarmar; pero en los pisos<br />
132 Crónica del Departament de Presidencia del 3 de maig de 1937.<br />
149
superiores se organizó una dura resistencia, gracias a una<br />
ametralladora instalada estratégicamente. La noticia se<br />
propagó rápidamente. De forma inmediata se levantaron<br />
barricadas en toda la ciudad. No debe hablarse de una reacción<br />
espontánea de la clase obrera barcelonesa, porque<br />
la huelga general, los enfrentamientos armados con las<br />
fuerzas de policía y las barricadas fueron fruto de la iniciativa<br />
tomada por el Comité de Investigación de la<br />
CNT-FAI y los <strong>com</strong>ités de defensa, rápidamente secundada<br />
gracias a la existencia de un enorme descontento generalizado,<br />
las crecientes dificultades económicas en la vida<br />
cotidiana causadas por la carestía de vida, las colas y el<br />
racionamiento, así <strong>com</strong>o a la tensión existente en la base<br />
militante confederal entre colaboracionistas y revolucionarios.<br />
La lucha callejera fue impulsada y realizada desde<br />
los <strong>com</strong>ités de defensa de los barrios (y sólo parcial y<br />
secundariamente por algún sector de las patrullas de control).<br />
Que no existiera una orden de los <strong>com</strong>ités superiores<br />
de la CNT, que ejercían de ministros en Valencia, o de<br />
cualquier otra organización, para movilizarse levantando<br />
barricadas en toda la ciudad, no significa que éstas fueran<br />
puramente espontáneas, sino que fueron resultado de las<br />
consignas lanzadas por los <strong>com</strong>ités de defensa 133 . Manuel<br />
Escorza había intervenido en la asamblea de la CNT-FAI<br />
del 21 de julio de 1936, defendiendo una tercera vía, frente<br />
a la defendida sin convicción por García Oliver de “ir a<br />
133 Afirma Gorkin: “En realidad el movimiento fue totalmente espontáneo. Por supuesto<br />
esta espontaneidad, muy relativa, debe explicarse, desde el 19 de julio habían sido<br />
creados, un poco por todas partes, en Barcelona y en Cataluña unos Comités de Defensa,<br />
organizados sobre todo por elementos de base de la CNT y la FAI. La existencia de<br />
esos Comités fue poco activa durante algún tiempo, pero sin embargo puede decirse que<br />
el 3 de mayo fueron ellos quienes movilizaron a la clase obrera. Fueron los grupos de<br />
acción del movimiento. Sabemos que no se dio ninguna orden de huelga general por<br />
parte de ninguna de las dos centrales sindicales.” Cfr. Gorkin, Julián: “Réunion du<br />
sous-secrétariat international du POUM – 14 mai 1937”.<br />
150
por el todo”, y la ampliamente mayoritaria de Abad de<br />
Santillán y Federica Montseny de colaborar lealmente con<br />
el gobierno de la Generalidad. Escorza propugnaba el uso<br />
del gobierno de la Generalidad <strong>com</strong>o un instrumento para<br />
socializar la economía, y deshacerse de ella en cuanto dejara<br />
de ser útil a la CNT. Fue el máximo responsable de<br />
los Servicios de Investigación de la CNT-FAI, que desde<br />
julio de 1936 ejecutó todo tipo de tareas represivas, así<br />
<strong>com</strong>o de espionaje e información. Estos Servicios habían<br />
mantenido una estructura organizativa propia, autónoma<br />
e independiente tanto del gobierno de la Generalidad<br />
<strong>com</strong>o, en su momento, del CCMA. Dependían directamente<br />
de los <strong>com</strong>ités superiores de la CNT-FAI (<strong>com</strong>ité regional<br />
de la CNT y de la FAI), a la vez que ejercían un<br />
papel de coordinación de los <strong>com</strong>ités de defensa de los<br />
barrios y los militantes cenetistas que ejercían funciones y<br />
cargos públicos en la <strong>com</strong>isaría de orden público y patrullas<br />
de control: José Asens, Dionisio Eroles, Aurelio Fernández,<br />
“Portela”, etcétera. En abril de 1937, Pedro<br />
Herrera, “conseller” (ministro) de Sanidad del segundo<br />
gobierno Tarradellas 134 , y Manuel Escorza, fueron los responsables<br />
cenetistas que negociaron con Lluis Companys<br />
(presidente de la Generalidad) una salida a la crisis gubernamental<br />
abierta a principios de marzo de 1937, a causa de<br />
la dimisión del “conseller” de Defensa, el cenetista Isgleas<br />
135 . Companys decidió abandonar la táctica de Tarra-<br />
134<br />
El segundo gobierno Tarradellas se mantuvo del 16 de diciembre de 1936 al 3 de<br />
abril de 1937.<br />
135<br />
Isgleas había dimitido ante el proyecto de que la División Carlos Marx, controlada<br />
por el PSUC, abandonase el Frente de Aragón por el de Madrid, y no <strong>com</strong>o dicen algunos<br />
historiadores a causa de un enésimo decreto de desarme de la retaguardia que nadie<br />
tomaba en serio. Isgleas se oponía al debilitamiento del Frente de Aragón, y reclamaba<br />
que, en todo caso, los hombres de la Divisón Marx fueran sustituidos por dos mil hombres<br />
provenientes de las fuerzas policiales de retaguardia. Era un golpe bajo contra las<br />
intenciones de Companys de desarmar y controlar la retaguardia.<br />
151
dellas, que no imaginaba un gobierno de la Generalidad<br />
que no fuera de unidad antifascista, y en el que no participara<br />
la CNT, para adoptar la propugnada por Comorera,<br />
secretario del PSUC, que consistía en imponer por la fuerza<br />
un gobierno “fuerte”, que no tolerase ya una CNT incapaz<br />
de meter en cintura a sus propios militantes, calificados<br />
<strong>com</strong>o “incontrolados”. Companys estaba decidido a<br />
romper una política, cada vez más difícil, de pactos con la<br />
CNT y creyó que había llegado la hora, gracias al apoyo<br />
del PSUC y los soviéticos, de imponer por la fuerza la autoridad<br />
y decisiones de un gobierno de la Generalidad que,<br />
<strong>com</strong>o los hechos demostraron, aún no era lo bastante poderosa<br />
<strong>com</strong>o para dejar de negociar con la CNT. El fracaso<br />
de las conversaciones de Companys con Escorza y<br />
Herrera 136 , al no hallar solución política alguna en dos meses<br />
de conversaciones, y pese al efímero nuevo gobierno<br />
del 16 de abril 137 , desembocó directamente en los enfrentamientos<br />
armados de mayo de 1937 en Barcelona, cuando<br />
Companys, sin avisar a Tarradellas (ni por supuesto a Escorza<br />
y Herrera) dio la orden a Artemi Aguadé, “conseller”<br />
de Interior, de ocupar la Telefónica, que fue ejecutada<br />
por Rodríguez Salas 138 , <strong>com</strong>isario de Orden Público,<br />
hacia las tres menos cuarto de la tarde del 3 de mayo de<br />
1937. La orden de huelga general no fue fruto de un “espontáneo<br />
instinto de clase”. La toma de la Telefónica era<br />
136<br />
“Actas de las reuniones de Companys con Herrera y Escorza del 11 y 13 de abril de<br />
1937”.<br />
137<br />
En este gobierno (del 16 abril al 4 de mayo) los consejeros de la CNT eran Isgleas<br />
(Defensa), Capdevila (Servicios públicos) y Aurelio Fernández (Sanidad y asistencia<br />
pública).<br />
138<br />
Según afirma Joan Pons Garlandí, en sus memorias, antes de mayo, en una reunión<br />
de la Junta de Seguridad Interior, en el propio despacho del <strong>com</strong>isario Rodríguez Salas,<br />
en el Palacio de Gobernación de Plaza Palacio, Artemi Aguadé consiguió que Aurelio<br />
Fernández, que había puesto su pistola en la cabeza de Rodríguez Salas, no disparara.<br />
Esta anécdota refleja el grado de crispación existente entre los dirigentes cenetistas y los<br />
cargos de ERC que ostentaban responsabilidades policiales.<br />
152
la brutal respuesta a las exigencias 139 cenetistas y un<br />
desprecio a las negociaciones 140 que durante el mes de<br />
abril habían mantenido Manuel Escorza y Pedro<br />
Herrera, en representación de la CNT, directamente<br />
con Companys, que había excluido expresamente a Tarradellas.<br />
Escorza 141 tenía el motivo y la capacidad para<br />
139<br />
Herrera y Escorza defendían la creación de unas Comisiones asesoras en todas las<br />
consejerías de la Generalidad, que les permitiesen controlar lo que se hacía y aprobaba<br />
en todos los departamentos del gobierno, y muy especialmente en aquellos dirigidos por<br />
el PSUC, <strong>com</strong>o garantía para evitar conflictos futuros entre las distintas organizaciones<br />
antifascistas. Su modelo era el consejo de economía y la <strong>com</strong>isión de industrias de guerra,<br />
que tanta eficacia habían demostrado, según Escorza y Herrera.<br />
140<br />
TARRRADELLAS, Josep: “La crisi política prèvia als Fets de Maig. 26 dies de<br />
desgovern a la Generalitat”. Informe.<br />
141<br />
Nació en Barcelona en 1912. Hijo de un militante cenetista del Sindicato de la Madera.<br />
En su infancia padeció una poliomielitis que le dejó <strong>com</strong>o secuela una parálisis<br />
permanente. De muy baja estatura a causa de la atrofia de las piernas utilizaba unas<br />
enormes alzas en los zapatos que añadido al uso de las muletas le daba un aspecto lastimoso<br />
y dificultaba enormemente su movilidad. De carácter extremadamente agrio y<br />
duro poseía una gran cultura y fuerza de voluntad y no permitía que nadie le ayudara a<br />
moverse. Militó en las Juventudes Libertarias y llegó a formar parte del Comité Peninsular<br />
de la FAI. Al inicio de la guerra civil intervino en la asamblea de la CNT-FAI del<br />
20 de julio de 1936, defendiendo una tercera vía, frente a la defendida sin convicción<br />
por García Oliver de “ir a por el todo”, y la ampliamente mayoritaria de Abad de Santillán<br />
de colaborar lealmente con el gobierno de la Generalidad. Escorza propugnaba el<br />
uso del gobierno de la Generalidad <strong>com</strong>o un instrumento para socializar y colectivizar,<br />
y deshacerse de ella en cuanto dejara de ser útil a la CNT. Fue el máximo responsable<br />
de los Servicios de Investigación de la CNT-FAI, que desde julio de 1936 ejecutó todo<br />
tipo de tareas represivas, así <strong>com</strong>o de espionaje e información. El Comité de Investigación<br />
estaba organizado en dos secciones: Minué estaba encargado del espionaje en el<br />
extranjero y el propio Escorza de la información en el interior. Las tareas represivas no<br />
sólo se ejercieron contra organizaciones y elementos facciosos, sino también contra militantes<br />
cenetistas. Escorza fue responsable de la ejecución de José Gardeñas, del ramo<br />
de la construcción y Fernández, presidente del Sindicato de la Alimentación, por orden<br />
de la Organización confederal, con el conocimiento y asentimiento de Federica Montseny<br />
y Abad de Santillán. Su labor de información y espionaje fue calificada <strong>com</strong>o excelente<br />
por García Oliver. Las labores policiales, informativas y represivas de la quinta<br />
columna, tanto de elementos fascistas <strong>com</strong>o clericales, y de sus actividades, así <strong>com</strong>o de<br />
los llamados “incontrolados” del propio bando antifascista, incluido el cenetista, le dieron<br />
una fama siniestra que, sumada a su parálisis y aparatosa presencia física, lo convirtieron<br />
en una figura repulsiva y contrahecha, temida por su poder sobre la vida y la<br />
muerte de los demás, teñida de una aureola mítica que, a caballo entre el desprecio y el<br />
terror, le calificó (en palabras de García Oliver) <strong>com</strong>o “un tullido de cuerpo y alma”.<br />
Sin embargo no puede negársele una sobresaliente eficacia (reconocida por el propio<br />
García Oliver) en sus tareas de espionaje, información y represión, que siempre ejerció<br />
153
esponder inmediatamente a la provocación de Companys<br />
desde el Comité de Investigación de la CNT-FAI, organización<br />
autónoma que coordinaba a los <strong>com</strong>ités de defensa<br />
y a los responsables cenetistas en los distintos departamentos<br />
de orden público. Ese fue verosímilmente el inicio de<br />
los enfrentamientos armados de las Jornadas de Mayo, y el<br />
terreno propicio para la acción que se presentó a Los Amigos<br />
de Durruti. Ellos supieron atenerse inmediatamente a<br />
lo que las circunstancias exigían. Mientras los obreros lucharon<br />
con las armas en las manos, la Agrupación intentó<br />
dirigirlos y darles un objetivo revolucionario. Pero enseguida<br />
encontraron sus límites. Criticaron a los líderes de la<br />
CNT, a los que llegaron a calificar de traidores, en el Manifiesto<br />
del día 8, pero no supieron contrarrestar sus consignas<br />
de abandono de las barricadas. Tampoco se plantearon<br />
desbordar a la dirección confederal, que inmediatamente<br />
quiso detener la insurrección iniciada desde los <strong>com</strong>ités<br />
de defensa, cuando los primeros espadas, <strong>com</strong>o García<br />
Oliver, Federica Montseny y Abad de Santillán, intentaron<br />
apagar el fuego prendido. Los Amigos de Durruti no<br />
consiguieron que su consigna de constitución de una Junta<br />
revolucionaria se hiciera realidad. Sabían que sus críticas a<br />
la dirección anarcosindicalista no serían suficientes para<br />
arrebatarle el dominio de la organización cenetista.<br />
Por otra parte, la Agrupación era joven, falta de experien-<br />
por estricta delegación de la Organización confederal. Durante el verano de 1936 intervino<br />
destacadamente en las conversaciones del Comité Central de Milicias Antifascistas<br />
de Cataluña (CCMCA) con el Comité de Acción Marroquí (CAM) que propusieron al<br />
gobierno de la República la independencia a Marruecos <strong>com</strong>o medio para desmovilizar<br />
a las tropas marroquíes que habían sido enroladas en el ejército de Franco. El 22 de octubre<br />
de 1936, Manuel Escorza y Dionisio Eroles, en nombre del Comité Regional de la<br />
CNT, y Pedro Herrera, por la FAI, firmaron el pacto de unidad de acción de la CNT-<br />
FAI con el PSUC y la UGT, que el día 27 fue refrendado y explicado en un mitin monstruo<br />
reunido en la plaza de toros Monumental, en el que tomaron la palabra, Antonio<br />
Sesé, Federica Montseny, Joan Comorera y Vázquez, además del cónsul soviético en<br />
Barcelona, Antonov Ovseenko.<br />
154
cia y carente de prestigio entre la masa confederal. Sus<br />
ideas no habían logrado calar en profundidad entre los militantes<br />
de base.<br />
Inmersos en esta situación de impotencia recibieron<br />
una nota del Comité ejecutivo del POUM, para que<br />
una representación autorizada de la Agrupación se entrevistara<br />
con ellos. Acudieron Jaime Balius, Pablo Ruiz,<br />
Eleuterio Roig y Martín. A las siete de la tarde del día 4 se<br />
entrevistaron en el Principal Palace, en Las Ramblas, con<br />
Gorkin, Nin y Andrade. Examinaron conjuntamente la situación,<br />
y llegaron a la conclusión unánime de que, dada<br />
la oposición al movimiento revolucionario de las direcciones<br />
de la CNT y la FAI, éste estaba condenado al fracaso<br />
142 . Se acordó que era necesaria una retirada ordenada de<br />
los <strong>com</strong>batientes y que éstos conservaran las armas. Que la<br />
retirada se hiciera previo abandono de las posiciones por<br />
las fuerzas opuestas. Que era preciso encontrar garantías<br />
para evitar una represión de los <strong>com</strong>batientes en las barricadas.<br />
Al día siguiente, por la noche, los máximos dirigentes<br />
y responsables anarcosindicalistas hablaron de nuevo<br />
por la radio, llamando al abandono de la lucha. Y ahora<br />
los militantes de base en las barricadas ya no se burlaban<br />
de los “bomberos” de la CNT-FAI, ni de los besos a los<br />
guardias de García Oliver.<br />
El miércoles, día cinco de mayo, Los Amigos de<br />
Durruti distribuyeron en las barricadas la conocida octavilla<br />
que les dio fama, cuyo texto decía así:<br />
“CNT-FAI. Agrupación “Los Amigos de Durruti”.<br />
142 Vid. Solano, W.: “La Juventud Comunista Ibérica (POUM) en las jornadas de mayo<br />
de 1937 en Barcelona”; en Los sucesos de mayo de 1937. Una revolución en la República.<br />
Fundación Nin y Fundación Seguí, Pandora Libros, Barcelona, 1099, pp. 158-<br />
160.<br />
155
¡TRABAJADORES¡ Una Junta revolucionaria.<br />
Fusilamiento de los culpables. Desarme de todos los<br />
Cuerpos armados. Socialización de la economía. Disolución<br />
de los Partidos políticos que hayan agredido a la clase<br />
trabajadora. No cedamos la calle. La revolución ante todo.<br />
Saludamos a nuestros camaradas del POUM que han confraternizado<br />
en la calle con nosotros ¡VIVA LA REVO-<br />
LUCIÓN SOCIAL! ¡ABAJO LA CONTRARREVOLU-<br />
CIÓN¡”<br />
Esta octavilla fue confeccionada la noche del cuatro<br />
al cinco de mayo bajo amenaza armada, en una imprenta<br />
del Barrio Chino. La improvisación y la falta de infraestructura<br />
de la Agrupación eran evidentes. El texto fue<br />
redactado tras la reunión con la Ejecutiva del POUM, celebrada<br />
a las siete de la tarde del día cuatro, cuando entre<br />
la Agrupación y el POUM se había acordado ya una postura<br />
defensiva de retirada, sin abandono de las armas, y con<br />
la exigencia de pedir garantías contra la represión. La octavilla,<br />
aprobada por el POUM, y reproducida en el número<br />
235 (del 6 de mayo) de La Batalla, no tenía tras de sí<br />
ningún plan de acción, no era más que una declaración de<br />
intenciones y un llamamiento a la espontaneidad de las<br />
masas confederales para que perseveraran en su acción ante<br />
los avances de la contrarrevolución. Todo estaba condicionado<br />
en realidad a la decisión que tomara la dirección<br />
cenetista. Era absurdo e ilógico creer que las masas confederales,<br />
pese a su reticencia inicial, o a sus críticas, no seguiría<br />
a los líderes del 19 de julio. Sólo si la dirección de<br />
la CNT era desbordada por otra dirección revolucionaria<br />
podía darse el caso, aún así muy difícil, de que la masa siguiera<br />
las consignas y el plan de acción de una nueva dirección.<br />
Pero ni la Agrupación, ni el POUM, intentaron<br />
156
desbancar a la dirección confederal, ni tenían preparado<br />
ningún plan de acción. Tanto unos <strong>com</strong>o otros impulsaron,<br />
en la práctica, una política seguidista respecto a las decisiones<br />
de la dirección cenetista. El Comité ejecutivo del<br />
POUM rechazó el plan de Josep Rebull 143 de tomar la Generalidad<br />
y los edificios que aún resistían en el centro de<br />
la ciudad, argumentando que no se trataba de una cuestión<br />
militar, sino política. Los enfrentamientos se reducían<br />
al centro de la ciudad.<br />
Ese mismo día 5 se mantuvo una entrevista entre el<br />
Comité Local de Barcelona del POUM y Los Amigos de<br />
Durruti, que los poumistas calificaron <strong>com</strong>o negativa, porque:<br />
“Ellos [Los Amigos de Durruti] no quieren intervenir<br />
directamente dentro de los medios confederales para<br />
desplazar la dirección, nada más quieren influenciar el<br />
movimiento sin ninguna más responsabilidad”.<br />
En la octavilla, lanzada el día 5 de mayo, Los Amigos de<br />
Durruti propusieron una acción <strong>com</strong>ún POUM-CNT-FAI.<br />
Como objetivo inmediato para dirigir la revolución propugnaron<br />
la formación de una Junta Revolucionaria. PE-<br />
RO JAMAS PUDO SER LLEVADA A LA PRÁCTICA.<br />
Eran gente de barricada, más que organizadores. La propuesta<br />
de acción <strong>com</strong>ún CNT-FAI-POUM no pasó de ser<br />
un saludo a los militantes de otras organizaciones, que<br />
<strong>com</strong>batieron codo a codo con ellos en las barricadas. Nunca<br />
se pasó de la letra de la octavilla a un acuerdo concreto.<br />
No hicieron prácticamente nada para desbordar a la direc-<br />
143 GUILLAMON, Agustín: "Josep Rebull de 1937 a 1939. La crítica interna a la política<br />
del CE del POUM sobre la Guerra de España". Balance. Cuadernos 19 y 20 (mayo -<br />
octubre de 2000).<br />
157
ción cenetista y arrebatarle el control de la masa confederal,<br />
que desoyó en repetidas ocasiones las órdenes de<br />
abandonar la lucha en las calles.<br />
Los Amigos de Durruti fueron los <strong>com</strong>batientes<br />
más activos en las barricadas, y dominaron <strong>com</strong>pletamente<br />
la plaza Maciá (ahora plaza Real), con todos los accesos<br />
bloqueados con barricadas, y la calle Hospital en toda su<br />
longitud. En el cruce Ramblas/calle Hospital, bajo un<br />
enorme retrato de Durruti, colocado en la fachada del piso<br />
donde estaba la sede de la Agrupación, levantaron una<br />
barricada donde establecieron su centro de operaciones.<br />
El absoluto control de la calle Hospital enlazaba con<br />
la sede del Comité de Defensa Confederal (cuartel central<br />
de los <strong>com</strong>ités de defensa), en Los Escolapios 144 de la<br />
Ronda San Pablo, y de allí con la Brecha de San Pablo,<br />
tomada por una cuarentena de milicianos de la Rojinegra,<br />
que al mando del durrutista Máximo Franco habían “bajado<br />
a Barcelona” en labor de “observación e información”,<br />
después que tanto la Columna Rojinegra <strong>com</strong>o la Lenin,<br />
mandada por Rovira, hubieran cedido a las presiones recibidas<br />
para que sus respectivas unidades regresaran al frente,<br />
a instancias de Abad de Santillán y Molina, esto es, de<br />
los cenetistas que daban las órdenes del departamento de<br />
Defensa de la Generalidad, en ausencia de Isgleas.<br />
El POUM dominaba totalmente la plaza del Teatro<br />
con unas barricadas que defendían un amplio perímetro<br />
en torno a la sede del Comité Local (en el Principal Palace)<br />
y el Hotel Falcón, convertido en una fortaleza.<br />
Los enfrentamientos más duros y decisivos se produjeron<br />
los días cuatro y cinco. Los barrios obreros estu-<br />
144 “Pedro” (Gerö), en sus informes a Moscú, señaló Los Escolapios <strong>com</strong>o el centro<br />
dirigente de la insurrección de mayo de 1937. Véase Guillamón, Agustín: “La NKVD y<br />
el SIM en Barcelona. Algunos informes de Gerö sobre la Guerra de España”. Balance<br />
número 22 ( noviembre 2001).<br />
158
vieron en poder de la CNT-FAI desde el primer momento.<br />
En el centro de Pueblo Nuevo, por ejemplo, se levantaron<br />
las barricadas de rigor, para controlar las entradas y salidas<br />
de la ciudad por la carretera de Mataró, pero la tranquilidad<br />
fue absoluta, y en los barrios donde fue necesaria la<br />
lucha ésta se decidió rápidamente a favor de los <strong>com</strong>ités<br />
de defensa, <strong>com</strong>o ocurrió en Sants, donde el <strong>com</strong>ité de defensa,<br />
instalado en el Hotel Olímpic de la plaza de España,<br />
asaltó el vecino cuartel de la guardia de asalto (600 hombres)<br />
de plaza de España, y luego, preventivamente, el<br />
cuartel de la guardia nacional (antigua guardia civil) de<br />
Casarramona 145 (actual sede de Caixa-Fórum), custodiado<br />
por un retén de 80 hombres, ya que el resto de la guarnición,<br />
que contaba con un total de 400 guardias, había salido<br />
con órdenes de tomar la emisora de radio de Las<br />
Ramblas. Al llegar a la altura de Los Escolapios fueron<br />
derrotados y emprendieron la huida. En Pueblo Seco, el<br />
<strong>com</strong>ité de defensa desalojó a cañonazos el cine América<br />
(Paralelo 121), donde se habían refugiado unos sesenta de<br />
esos guardias nacionales en retirada hacia su cuartel.<br />
La lucha más encarnizada se estableció en el centro<br />
de la ciudad, enfrentándose a menudo barricada<br />
contra barricada, levantadas por el POUM, CNT, PSUC,<br />
ERC y Generalitat, para defender sus respectivos locales.<br />
La plaza de Sant Jaume, donde se encuentran el<br />
Palacio de la Generalidad y el Ayuntamiento, estaba defendida<br />
por barricadas levantadas por los mossos<br />
d´esquadra. Los del POUM habían levantado una barricada<br />
en Ramblas/Fiveller (ahora Ferran/Fernando), desde la<br />
que disparaban contra la barricada de la Generalidad. Los<br />
del PSUC habían levantado una barricada en Llibreteria-<br />
145<br />
GIMÉNEZ AR<strong>EN</strong>AS, Juan: De la Unión a Banat. Fundación Anselmo Lorenzo,<br />
Madrid, 1996, p. 59.<br />
159
plaza del Angel (entonces Dostoievski), precisamente<br />
frente al edificio que era la sede del sindicato de la UGT<br />
de agua, gas y electricidad, sito en vía Layetana (entonces<br />
Durruti). El fuego cruzado les permitía dominar este sector<br />
de la vía Durruti, que además bloqueaba el portal del número<br />
2 de la plaza del Angel, donde residían Berneri y<br />
Barbieri, que fueron secuestrados y asesinados por una patrulla<br />
ugetista. También hubo <strong>com</strong>bates, en la misma vía<br />
Durruti, entre la Comisaría de orden público y la Casa<br />
CNT-FAI, defendida con tanques. En el edificio de Correos<br />
se <strong>com</strong>batió piso por piso.<br />
En el Paseo de Gracia se intercambiaron disparos<br />
entre el Casal Carlos Marx del PSUC y el cercano local<br />
del sindicato de la madera cenetista; y en el Cinco de<br />
Oros, entre la barricada levantada frente a la sede del<br />
POUM, en Gracia, y la del próximo cuartel de los de asalto.<br />
En ese mismo lugar, los anarcosindicalistas alemanes<br />
levantaron otra barricada frente al antiguo consulado alemán,<br />
protegida con una ametralladora que enfilaba todo el<br />
paseo de Gracia.<br />
En la Gran Vía, entre Balmes y Paseo de Gracia,<br />
se enfrentaron guardias de asalto y los de Estat Català, que<br />
ocuparon el café llamado Oro del Rhin y levantaron una<br />
barricada en la Rambla de Cataluña, con los cenetistas del<br />
sindicato de la alimentación y la central de las Patrullas<br />
de Control; mientras desde el Hotel Colón, que <strong>com</strong>partía<br />
el patio interior con el sindicato cenetista de artes<br />
gráficas, que preparaba un asalto al hotel, se disparaba<br />
sobre la Telefónica. En la parte alta de Las Ramblas la sede<br />
del Comité ejecutivo del POUM, amenazada por un pelotón<br />
de guardias de asalto, que se habían hecho fuertes en<br />
el colindante café Moka, era defendida desde los observa-<br />
160
torios astronómicos del Poliorama 146 , edificio situado enfrente,<br />
al otro lado de las Ramblas, desde el que se batía la<br />
entrada del café Moka. También se luchó duramente en el<br />
Parque de la Ciudadela, en torno al edifico del Parlamento,<br />
residencia de Azaña (presidente de la República),<br />
en el Mercado del Born y en la Estación de Francia,<br />
controlada por los cenetistas, pero que las tropas del cercano<br />
Palacio de Gobernación consiguieron tomar finalmente.<br />
Desde el cuartel Carlos Marx (PSUC) se hostilizó<br />
al cercano cuartel Espartaco (CNT), o de los Docks.<br />
Las patrullas de uno y otro bando cacheaban y desarmaban<br />
147 a individuos y grupos de signo contrario en las<br />
calles del Ensanche. Numerosos incidentes, refriegas y<br />
choques armados se producían por doquier, pero sobre todo<br />
en el triángulo formado entre el Hotel Colón (sede<br />
del PSUC), el Palacio de la Generalidad y la Comisaría<br />
de orden público, en vía Durruti. Este bastión contrarrevolucionario<br />
del centro de la ciudad, formado por callejuelas<br />
estrechas y retorcidas, fácilmente obstruidas por pequeñas<br />
barricadas, aún en disputa, hubiera cedido al asalto<br />
decidido de los trabajadores barceloneses, <strong>com</strong>o insistía<br />
en demostrar Josep Rebull al <strong>com</strong>ité ejecutivo del POUM<br />
con un plano de Barcelona en mano. Pero los discursos radiofónicos<br />
de los ministros y demás jerifaltes anarquistas,<br />
tuvieron un poderoso efecto desmovilizador. Aunque al<br />
principio hubo quien disparó al aparato de radio,<br />
cuando García Oliver decía que había que besar a los<br />
policías muertos 148 , porque eran hermanos antifascistas,<br />
pronto se notó su efecto desmoralizador en las barrica-<br />
146 Aquí estuvo de guardia el escritor británico George Orwell.<br />
147 El nieto de Francisco Ferrer Guardia fue asesinado por una patrulla del PSUC en<br />
uno de esos controles, al resistirse a ser desarmado.<br />
148 Dijo exactamente: “declaro que los guardias que hoy han muerto, para mí son hermanos:<br />
me inclino ante ellos y los beso”. En El eco…p. 427.<br />
161
das 149 , con la deserción lenta, pero constante, de los militantes<br />
anarquistas. Manuel Escorza y Aurelio Fernández se<br />
sometieron inmediatamente a sus superiores jerárquicos,<br />
escudándose en el hecho “evidente” de que la insurrección<br />
había sido la respuesta “espontánea” frente a la provocación<br />
que supuso la ocupación de la Telefónica por orden<br />
de la Generalidad.<br />
En la Generalidad los jerarcas de la CNT, “protegidos”<br />
por los cañones de Montjuic apuntando sobre el Palacio<br />
150 , los estalinistas y los burgueses catalanistas hacían<br />
lo único que podían hacer: otro gobierno igual con<br />
nombres distintos. Los dirigentes del POUM se reunieron<br />
con el Comité Regional de la CNT para ¡pedir prudencia!<br />
En las barricadas surgieron unos Comités de defensa de la<br />
Revolución que no consiguieron materializar la formación<br />
de una Junta Revolucionaria 151 .<br />
Balius, el teórico más destacado de la Agrupación,<br />
inválido a causa de una encefalitis progresiva con hemiplegia<br />
izquierda espasmódica, que se manifestaba en la<br />
inmovilización de la pierna izquierda y la torsión y temblor<br />
del brazo del mismo costado, apoyado en sus muletas,<br />
leyó una proclama desde la barricada de Las Ramblas/Hospital<br />
en la que hizo un llamamiento a la solidaridad<br />
revolucionaria del proletariado europeo, y sobre<br />
todo francés, con la lucha del proletariado español. Era<br />
una formidable estampa revolucionaria del momento, tan<br />
bella <strong>com</strong>o inútil.<br />
149<br />
Testimonio de Albert Masó March (militante del POUM) en correspondencia con el<br />
autor.<br />
150<br />
Según testimonio de Abad de Santillán: Por qué perdimos la guerra. Plaza y Janés,<br />
Barcelona, 1977, p. 211.<br />
151<br />
El Comité local de Barcelona [del POUM]: “Informe de la actuación del Comité<br />
local durante los días de mayo que éste presenta a discusión de las células de Barcelona”.<br />
Texto mecanografiado.<br />
162
La distribución de la octavilla en las barricadas no<br />
fue fácil, ni ajena a la desconfianza de muchos militantes,<br />
e incluso a la represión física. El día cinco, por la tarde,<br />
los bolchevique-leninistas Carlini y Quesada 152 sostuvieron<br />
una entrevista informal con Balius, sin más acuerdo ni<br />
perspectivas que continuar la lucha en las barricadas.<br />
También hubo un encuentro entre Jaume Balius y Josep<br />
Rebull 153 , secretario de la célula 72 del POUM que, dado<br />
el escaso peso numérico de ambas organizaciones, no tuvo<br />
ningún resultado práctico. Los Amigos de Durruti rechazaron<br />
la propuesta de Josep Rebull de lanzar un Manifiesto<br />
conjunto.<br />
El jueves 6 de mayo los militantes de la CNT,<br />
<strong>com</strong>o prueba de buena voluntad para conseguir la pacificación<br />
de la ciudad, abandonaron el edificio de la Telefónica,<br />
origen del conflicto, que fue inmediatamente ocupado<br />
por las fuerzas de policía, que garantizaron a los militantes<br />
de UGT la seguridad en sus puestos de trabajo, para<br />
reanudar el servicio telefónico. Ante la protesta de los dirigentes<br />
anarquistas, la Generalidad respondió que “se trataba<br />
de un hecho consumado”, y los dirigentes confederales<br />
optaron por no informar sobre la nueva “traición” burguesa,<br />
para no encrespar los ánimos. En lenguaje coloquial<br />
a esto se le llama hacer de bomberos, esto es, apagar fuegos<br />
y/o conflictos. El abandono de las barricadas por parte<br />
de los cenetistas ya se había generalizado. Los tiroteos<br />
eran raros.<br />
Cuando se conoció la noticia de que venía de Valencia<br />
un contingente de tropas para pacificar Barcelona,<br />
152 Correspondencia del autor con José Quesada Suárez.<br />
153 Correspondencia y entrevista del autor con Josep Rebull Cabré. Véase además<br />
GUILLAMÓN, Agustín: “Josep Rebull de 1937 a 1939: la crítica interna a la política<br />
del Comité ejecutivo del POUM durante la Revolución española”. Balance. Cuadernos<br />
de historia números 19 y 20 (2000).<br />
163
Balius propuso formar una columna confederal que saliera<br />
a su encuentro. Formada la columna en Barcelona, ésta se<br />
engrosaría por el camino y se le sumarían además no pocos<br />
milicianos del frente de Aragón: se podía llegar hasta<br />
Valencia ¡y después asaltar el cielo...! Se formaron <strong>com</strong>isiones<br />
para consultar a los militantes en los sindicatos y en<br />
la calle, pero la proposición no tuvo ya eco alguno. Era ya<br />
absolutamente irreal.<br />
El viernes siete de mayo, a partir de las siete de<br />
la tarde, las tropas de Valencia desfilaron por la Diagonal<br />
y el Paseo de Gracia. Días después sólo quedaban en pie<br />
las barricadas que el PSUC había querido conservar para<br />
mostrarse y demostrar a los demás quien había ganado.<br />
El sábado ocho de mayo el orden volvía a reinar<br />
en Barcelona. Aparecieron los cadáveres de Camilo Berneri,<br />
Alfredo Martínez y tantos otros que habían sido torturados<br />
y ejecutados por los estalinistas. Los <strong>com</strong>ités superiores<br />
de la CNT-FAI exigieron la expulsión de Los Amigos<br />
de Durruti, aunque no consiguieron que ninguna<br />
asamblea sindical ratificara tal decisión.<br />
Las masas confederales desorientadas por el llamamiento<br />
de sus dirigentes ¡los mismos del 19 de julio¡<br />
habían optado al fin por abandonar la lucha, pese a que al<br />
principio se habían burlado de los llamamientos de la dirección<br />
de la CNT a la concordia y el abandono de la lucha<br />
en aras de la unidad antifascista.<br />
El Manifiesto distribuido el 8 de mayo por la<br />
Agrupación, en el que se hacía un balance de las Jornadas<br />
de Mayo, fue impreso en la imprenta de La Batalla. La<br />
Agrupación, denunciada <strong>com</strong>o organización de provocadores<br />
por la CNT, carecía de prensas donde imprimirlo.<br />
Un miliciano del POUM, Paradell, líder del sindicato mercantil,<br />
al tener conocimiento del problema que se plantea-<br />
164
a a la Agrupación de Los Amigos de Durruti, planteó la<br />
cuestión a Josep Rebull, administrador del órgano del<br />
POUM, y éste en cumplimiento del más elemental deber<br />
de solidaridad revolucionaria, sin consultar a ningún órgano<br />
superior de su partido, ofreció la imprenta a Los Amigos<br />
de Durruti.<br />
En ese Manifiesto Los Amigos de Durruti relacionaban<br />
la toma de la Telefónica con provocaciones anteriores.<br />
Señalaban <strong>com</strong>o provocadores de los Hechos de Mayo<br />
a la Esquerra Republicana, PSUC, y cuerpos armados de<br />
la Generalidad. Los Amigos de Durruti afirmaban el carácter<br />
revolucionario de julio del 36 (no sólo de oposición<br />
al levantamiento fascista) y de mayo del 37 (no se contentan<br />
con un simple cambio de gobierno):<br />
“Nuestra Agrupación que ha estado en la calle, en<br />
las barricadas, defendiendo las conquistas del proletariado<br />
propugna por el triunfo total de la revolución social. No<br />
podemos aceptar la ficción, y el hecho contrarrevolucionario,<br />
de constituir un nuevo gobierno con los mismo partidos,<br />
pero con distintos representantes.”<br />
Frente a las <strong>com</strong>ponendas que la Agrupación califica<br />
de engaño, Los Amigos de Durruti oponen su programa<br />
revolucionario, ya expuesto en la octavilla lanzada el<br />
día 5:<br />
“Nuestra Agrupación exige la constitución inmediata<br />
de una junta revolucionaria, el fusilamiento de los<br />
culpables, el desarme de los cuerpos armados, la socialización<br />
de la economía y la disolución de todos los partidos<br />
políticos que han agredido a la clase trabajadora.”<br />
La Agrupación de Los Amigos de Durruti no dudaba en<br />
afirmar que la batalla había sido ganada militarmente por<br />
los trabajadores, y que por lo tanto había que acabar de<br />
una vez por todas con una Generalidad que no significaba<br />
165
nada. La Agrupación acusaba de “traición” a los dirigentes<br />
y <strong>com</strong>ités superiores de la CNT, que habían paralizado<br />
una insurrección obrera victoriosa: “La Generalidad no representa<br />
nada. Su continuación fortifica la contrarrevolución.<br />
La batalla la hemos ganado los trabajadores. Es inconcebible<br />
que los <strong>com</strong>ités de la CNT hayan actuado con<br />
tal timidez que llegasen a ordenar “alto el fuego” y que incluso<br />
hayan impuesto la vuelta al trabajo cuando estábamos<br />
en los lindes inmediatos de la victoria total. No se ha<br />
tenido en cuenta de dónde ha partido la agresión, no se ha<br />
prestado atención al verdadero significado de las actuales<br />
jornadas. Tal conducta ha de calificarse de traición a la revolución<br />
que nadie en nombre de nada debe <strong>com</strong>eter ni patrocinar.<br />
Y no sabemos cómo calificar la labor nefasta que<br />
ha realizado Solidaridad Obrera y los militantes más destacados<br />
de la CNT.”<br />
El calificativo de “traición” fue utilizado de nuevo<br />
cuando se <strong>com</strong>entó la desautorización que el CR de la<br />
CNT había hecho de Los Amigos de Durruti, así <strong>com</strong>o el<br />
traspaso de las <strong>com</strong>petencias (no las ejercidas por la Generalidad,<br />
sino las controladas por la CNT) de seguridad y<br />
defensa al gobierno central de Valencia: “La traición es de<br />
un volumen enorme. Las dos garantías esenciales de la<br />
clase trabajadora, seguridad y defensa, son ofrecidas en<br />
bandeja a nuestros enemigos.” El Manifiesto finalizaba<br />
con una breve autocrítica de algunos fallos tácticos durante<br />
las Jornadas de Mayo, y con una optimista perspectiva<br />
de futuro, que la inmediata oleada represiva iniciada el 28<br />
de mayo demostraría <strong>com</strong>o vana e inconsistente. Mayo del<br />
37 no acabó en tablas, sino que fue una severa derrota del<br />
proletariado.<br />
Pese a la mitificación existente sobre los Hechos<br />
de Mayo del 37 lo cierto es que se trató de una situación<br />
166
muy caótica y confusa, caracterizada por el afán negociador<br />
de todas las partes implicadas en el conflicto.<br />
Mayo del 37 no fue en ningún momento una insurrección<br />
obrera ofensiva y decidida, sino meramente defensiva y<br />
sin objetivos precisos, aunque formaba parte del <strong>com</strong>bate<br />
en curso de la socialización contra la colectivización, y en<br />
defensa de “las conquistas” de julio. El detonador del conflicto<br />
fue el asalto a la Telefónica por las fuerzas de seguridad<br />
de la Generalidad. Y esta acción se encuadraba<br />
dentro de la lógica del gobierno de Companys de asumir<br />
paulatinamente todas las <strong>com</strong>petencias que la situación<br />
“anómala” de la insurrección obrera del 19 de julio le<br />
había arrebatado momentáneamente. Los recientes éxitos<br />
obtenidos en la Cerdaña, abrían la vía para pasar a una acción<br />
definitiva en Barcelona y en toda Cataluña. Era evidente<br />
que Companys se sentía respaldado por Comorera<br />
(PSUC) y por Ovseenko (el cónsul soviético), con quienes<br />
venía colaborando muy estrecha y efectivamente desde diciembre,<br />
cuando se produjo la expulsión del POUM del<br />
gobierno de la Generalidad. La política estalinista coincidía<br />
con los objetivos de Companys: la debilitación y anulación<br />
de las fuerzas revolucionarias, esto es, del POUM y<br />
de la CNT, eran un objetivo de los soviéticos, que sólo<br />
podía pasar por el fortalecimiento del gobierno burgués de<br />
la Generalidad. La larga crisis abierta en el gobierno de la<br />
Generalidad, tras la no aceptación por la CNT de la marcha<br />
al frente de Madrid de la división Carlos Marx (del<br />
PSUC) y del decreto del 4 de marzo sobre la disolución de<br />
las Patrullas de Control y desarme de la retaguardia, tuvo<br />
su inevitable solución violenta tras varios episodios de enfrentamientos<br />
armados en Vilanesa, La Fatarella, Cullera<br />
(Valencia), Bellver, entierro de Cortada, etcétera, en el<br />
asalto a la Telefónica y las sangrientas jornadas de mayo<br />
167
en Barcelona. La estúpida ceguera, la fidelidad inquebrantable<br />
a la unidad antifascista, el elevado grado de colaboración<br />
con el gobierno republicano de los principales dirigentes<br />
anarcosindicalistas (desde Peiró hasta Federica<br />
Montseny, de Abad de Santillán a García Oliver, de Marianet<br />
a Valerio Mas) no eran un dato irrelevante, ni desconocido,<br />
para el gobierno de la Generalidad y los agentes<br />
soviéticos. Se podía contar con su cretina santidad, <strong>com</strong>o<br />
demostraron colmadamente durante las Jornadas de Mayo.<br />
Pero Companys no contó con la rápida y contundente respuesta<br />
armada de Escorza, desde los <strong>com</strong>ités de defensa, y<br />
luego se desesperó ante la negativa del gobierno de Valencia<br />
a que Díaz Sandino (que mandaba la aviación) se pusiera<br />
a sus órdenes para bombardear los cuarteles y edificios<br />
de la CNT. Companys acabó perdiendo todas las atribuciones<br />
de la Generalidad en Defensa y Orden Público,<br />
que jamás habían sido tan amplias.<br />
Respecto a la actividad de Los Amigos de Durruti,<br />
durante los Hechos de Mayo, no cabe tampoco una engañosa<br />
mitificación de su participación en las barricadas y de<br />
su octavilla, ya que Los Amigos de Durruti no se propusieron<br />
en ningún momento desbordar a la dirección confederal,<br />
y se limitaron a efectuar una dura crítica de sus dirigentes<br />
y de su política de “traición” a la revolución. Quizás<br />
no podían hacer otra cosa, dado su número y su escasa<br />
influencia en la masa cenetista. Pero cabe destacar su participación<br />
en la lucha callejera, con el dominio de varias<br />
barricadas en Las Ramblas, especialmente frente a su sede<br />
social, y su intervención en las luchas de Sants, La Torrassa<br />
y Sallent. Hay que subrayar, por supuesto, su intento de<br />
dar una dirección y unas reivindicaciones políticas mínimas,<br />
en la octavilla lanzada el día 5. La distribución de la<br />
octavilla no fue fácil, costó la vida de varios miembros de<br />
168
la Agrupación, y su distribución en las barricadas contó<br />
con la simpatía y ayuda de muchos militantes cenetistas.<br />
Entre las acciones a señalar durante las Jornadas de Mayo<br />
no debe olvidarse el llamamiento efectuado por Balius,<br />
desde la barricada situada en la esquina de Las Ramblas<br />
con la calle Hospital, a la solidaridad activa de todos los<br />
trabajadores de Europa con la revolución española. Los<br />
Amigos de Durruti, ante la noticia de la formación de una<br />
columna de guardias de asalto, que venía desde Valencia<br />
para sofocar la rebelión, reaccionaron con el intento de<br />
formar una columna anarquista que fuera a su encuentro.<br />
Pero no pasó de una vana propuesta, que ya no halló eco<br />
alguno entre los militantes cenetistas, que empezaron a<br />
abandonar las barricadas. Mientras tanto, Ricardo Sanz,<br />
delegado de los milicianos de la columna Durruti, que<br />
habían regresado del frente de Madrid en espera de trasladarse<br />
de nuevo al frente de Aragón, permanecía inactivo<br />
en el cuartel de los Docks de la avenida Icaria, totalmente<br />
ajeno a las luchas callejeras, <strong>com</strong>o si aquello no fuese con<br />
ellos o aconteciese en el planeta Marte 154 .<br />
Cabe por fin destacar, desde un punto de vista político,<br />
el acuerdo alcanzado con el POUM de hacer un llamamiento<br />
a los trabajadores para que, antes de abandonar<br />
las barricadas, pidieran garantías de que no habría ninguna<br />
represión; y sobre todo señalando que la mejor garantía<br />
era conservar las armas, que no debían entregarse nunca.<br />
154 Sanz, Ricardo: El sindicalismo y la política. Los “solidarios” y “nosotros”. Edición<br />
del autor, Toulouse, 1966, p. 306. El cuartel de los Docks (rebautizado Espartaco) fue<br />
atacado por los estalinistas del cercano cuartel Carlos Marx, pero las tropas de Ricardo<br />
Sanz se limitaron a defenderse pasivamente, sin salir a la calle. En ese mismo cuartel,<br />
milicianos de la columna Tierra y Libertad, que habían participado en los <strong>com</strong>bates callejeros,<br />
acataron al anochecer del día 5 las órdenes del CR de la CNT de suspender<br />
cualquier ataque. Sólo siguieron <strong>com</strong>batiendo un grupo de italianos (que el día 4 habían<br />
llevado cuatro tanques a defender la Casa CNT-FAI y el día 5 seis blindados a la Gran<br />
Vía, para defender la central de las Patrullas de Control y el sindicato de la alimentación)<br />
en la barricada levantada en la avenida Icaria.<br />
169
Una insurrección obrera vencida puede no abandonar las<br />
armas, pero no puede esperar que la represión deje de abatirse<br />
sobre los insurrectos, <strong>com</strong>o así sucedió a partir del 16<br />
de junio.<br />
Pero lo cierto es que, finalizados los <strong>com</strong>bates, las<br />
barricadas de mayo molestaban a todos: las tropas llegadas<br />
de Valencia rompían los carnés de la CNT y obligaban a<br />
los pacíficos transeúntes a deshacer las barricadas, al<br />
tiempo que el Comité Regional de la CNT llamaba a la rápida<br />
desaparición de las barricadas <strong>com</strong>o señal de normalidad.<br />
A los pocos días sólo permanecían en pie aquellas<br />
barricadas que el PSUC quería conservar <strong>com</strong>o muestra y<br />
señal de su victoria. El saldo de víctimas fue de unos quinientos<br />
muertos y unos mil heridos.<br />
Desde un punto de vista teórico, el papel de Los<br />
Amigos de Durruti fue mucho más destacado después de<br />
las Jornadas de Mayo, cuando iniciaron la publicación de<br />
su órgano, que tomó el nombre del periódico publicado<br />
por Marat durante la Revolución Francesa: “El Amigo del<br />
Pueblo”.<br />
DESPUÉS DE MAYO<br />
La dirección de la CNT propuso la expulsión de<br />
los miembros de la Agrupación, pero no consiguió nunca<br />
que esta medida fuera ratificada por ninguna asamblea de<br />
sindicatos. Gran parte de la militancia confederal simpatizaba<br />
con la oposición revolucionaria que encarnaba la<br />
Agrupación. Ello no significaba que <strong>com</strong>partiese ni la acción<br />
ni el pensamiento de Los Amigos de Durruti, pero sí<br />
que <strong>com</strong>prendiera sus posiciones y respetara, e incluso<br />
respaldara, sus críticas a la dirección cenetista.<br />
170
La dirección confederal usó y abusó a conciencia<br />
de la acusación de “marxistas”, máximo insulto concebible<br />
entre anarquistas, que lanzó en repetidas ocasiones contra<br />
la Agrupación, y muy concretamente contra Balius. Por<br />
supuesto, Balius y la Agrupación se defendieron de tan<br />
inmerecido “insulto”, no sin razón. No hay nada en las tesis<br />
teóricas de la Agrupación, y mucho menos en El Amigo<br />
del Pueblo, o en los diversos manifiestos y octavillas,<br />
que permita calificar a la Agrupación de marxista. Sólo<br />
fueron una oposición a la política colaboracionista de la<br />
dirección confederal, desde el seno de la organización y la<br />
ideología anarcosindicalista.<br />
El primer número de El Amigo del Pueblo, fue publicado<br />
legalmente el 19 de mayo, con una gran cantidad<br />
de galeradas censuradas. La portada, en color rojo y negro,<br />
de gran formato, reproducía un dibujo en el que aparecía<br />
un sonriente Durruti, sosteniendo la bandera rojinegra. El<br />
número 1 no está fechado, la redacción y administración<br />
se situaban en Rambla de las Flores número 1, primer piso.<br />
El diario aparecía <strong>com</strong>o portavoz de Los Amigos de<br />
Durruti. Se citaba a Balius <strong>com</strong>o director, y a Eleuterio<br />
Roig, Pablo Ruiz y Domingo Paniagua <strong>com</strong>o redactores.<br />
El artículo más interesante, firmado por Balius, se titulaba<br />
“Por los fueros de la verdad. No somos agentes provocadores”,<br />
en el que éste se lamentaba de los insultos y ataques<br />
procedentes de las propias filas confederales. Citaba<br />
la octavilla y el manifiesto lanzados en mayo, que afirmaba<br />
no reproducir para evitar su segura e inevitable censura.<br />
Atacaba directamente a Solidaridad Obrera por su ensañamiento<br />
con Los Amigos de Durruti, y negaba la calumnia<br />
vertida por la dirección cenetista: “no somos agentes<br />
provocadores”. Para evitar la censura, desde el segundo<br />
número, El Amigo del Pueblo fue editado clandestinamen-<br />
171
te. El número 5 es uno de los más interesantes de El Amigo<br />
del Pueblo. En primera página aparece un artículo titulado:<br />
“Una teoría revolucionaria”. Sólo este editorial sería<br />
suficiente para destacar la importancia política e histórica<br />
de Los Amigos de Durruti, no sólo en la historia de la guerra<br />
civil, sino de la ideología ácrata. En el editorial, Los<br />
Amigos de Durruti atribuían el avance de la contrarrevolución<br />
y el fracaso de la CNT, tras su triunfo innegable y absoluto<br />
de julio del 36, a una sola razón: la ausencia de un<br />
PROGRAMA REVOLUCIONARIO. Y esa había sido<br />
también la causa de la derrota de Mayo del 37. La conclusión<br />
a la que habían llegado es definida con una enorme<br />
claridad:<br />
“La trayectoria descendente [de la revolución] ha<br />
de atribuirse exclusivamente a la ausencia de un programa<br />
concreto y de unas realizaciones inmediatas y que por este<br />
hecho hemos caído en las redes de los sectores contrarrevolucionarios<br />
en el preciso momento en que las circunstancias<br />
se desenvolvían netamente favorables para una coronación<br />
de las aspiraciones del proletariado. Y al no dar<br />
libre cauce a aquel despertar de julio, en un sentido netamente<br />
de clase, hemos posibilitado un dominio pequeñoburgués<br />
que de ninguna de las maneras podía producirse si<br />
en los medios confederales y anarquistas, hubiese prevalecido<br />
una decisión unánime de asentar el proletariado en la<br />
dirección del país. [...] <strong>com</strong>etiéndose la simpleza de que<br />
una revolución de tipo social podía <strong>com</strong>partir sus latidos<br />
económicos y sociales, con los factores enemigos. [...]<br />
En mayo se volvió a plantear el mismo pleito. De nuevo se<br />
ventilaba la supremacía en la dirección de la revolución.<br />
Pero los mismos individuos que en julio se atemorizaron<br />
por el peligro de una intervención extranjera, en las jornadas<br />
de mayo volvieron a incurrir en aquella falta de visión<br />
172
que culminó en el fatídico “alto el fuego” que, más tarde,<br />
se traduce, a pesar de haberse concertado una tregua, en un<br />
desarme insistente y en una despiadada represión de la<br />
clase trabajadora. [...] De manera que, al despojarnos de<br />
un programa, léase <strong>com</strong>unismo libertario, nos entregamos<br />
por entero a nuestros adversarios que poseían y poseen un<br />
programa y unas directrices [...] a los partidos pequeñoburgueses<br />
había que aplastarlos en julio y en mayo. Opinamos<br />
que cualquier otro sector, en el caso de disponer de<br />
una mayoría absoluta <strong>com</strong>o la que poseíamos nosotros, se<br />
hubiera erigido en árbitro absoluto de la situación.<br />
En el número anterior de nuestro portavoz precisábamos<br />
un programa. Sentamos la necesidad de una Junta revolucionaria,<br />
de un predominio económico de los Sindicatos y<br />
de una estructuración libre de los Municipios. Nuestra<br />
Agrupación ha querido señalar una pauta por el temor de<br />
que en circunstancias similares a julio y mayo, se proceda<br />
de una manera idéntica. Y el triunfo radica en la existencia<br />
de un programa que ha de ser respaldado, sin titubeos, por<br />
los fusiles. [...]<br />
Las revoluciones sin una teoría no siguen adelante.<br />
“Los Amigos de Durruti” hemos trazado nuestro pensamiento<br />
que puede ser objeto de los retoques propios de las<br />
grandes conmociones sociales, pero que radica en dos<br />
puntos esenciales que no pueden eludirse. Un programa y<br />
fusiles.”<br />
Este texto es fundamental, marca un hito en la evolución<br />
del pensamiento anarquista. Los conceptos teóricos<br />
aquí vertidos, sólo esbozados muy confusamente con anterioridad,<br />
se expresan ahora con una claridad cegadora Y<br />
estas conquistas teóricas serían, más tarde, repetidas y razonadas<br />
en el folleto de Balius “Hacia una nueva revolución”.<br />
Pero aquí aparecían por primera vez. Y a nadie<br />
173
puede escapar su novedad e importancia dentro del pensamiento<br />
anarquista. Los Amigos de Durruti habían asumido<br />
viejos conceptos teóricos, que habían conquistado<br />
tras una dolorosa experiencia histórica, en el transcurso de<br />
una guerra civil y un proceso revolucionario, que había<br />
mostrado descarnadamente las contradicciones y las necesidades<br />
de la lucha de clases. ¿Acaso podemos creer que<br />
esta evolución del pensamiento político de Los Amigos de<br />
Durruti pueda atribuirse, seria y documentadamente, a la<br />
influencia de un grupo ajeno, sean trosquistas o poumistas?<br />
Es innegable que se trata de una evolución atribuible<br />
únicamente a la propia Agrupación de Los Amigos de Durruti,<br />
que en el análisis de la situación política e histórica<br />
habían llegado a la conclusión de la necesidad, ineludible<br />
en una revolución, de establecer un programa y un gobierno<br />
que imponga la dictadura del proletariado contra los<br />
enemigos burgueses de la revolución.<br />
El número 6 de El Amigo del Pueblo estaba fechado<br />
en Barcelona, el 12 de agosto de 1937. El editorial se<br />
titulaba “Necesidad de una Junta revolucionaria”, en el<br />
que incidiendo en el editorial del número anterior sobre la<br />
necesidad de una teoría revolucionaria, se afirmaba que en<br />
julio del 36 faltó la constitución de una Junta revolucionaria:<br />
“Del movimiento de julio hemos de sacar la conclusión<br />
de que a los enemigos de la revolución se les ha de<br />
aplastar sin <strong>com</strong>pasión. Este ha sido uno de los errores capitales<br />
que estamos ahora pagando con creces. Esta misión<br />
de carácter defensivo correrá a cargo de la Junta revolucionaria,<br />
que ha de ser inexorable con los sectores adversos.<br />
[...]<br />
La importancia de la constitución de la Junta revolucionaria<br />
es grandiosa. No se trata de una elucubración<br />
174
más. Es la resultante de una serie de fracasos y de desastres.<br />
Y es la rectificación categórica de la trayectoria seguida<br />
hasta el momento actual.<br />
En julio se creó un <strong>com</strong>ité antifascista que no respondía<br />
a la envergadura de aquella hora sublime. ¿Cómo<br />
podía desarrollarse el embrión surgido de las barricadas,<br />
con un codo a codo de amigos y enemigos de la revolución?<br />
No era el <strong>com</strong>ité antifascista, por su <strong>com</strong>posición, el<br />
exponente de la lucha de julio. [...] somos partidarios de<br />
que en la Junta revolucionaria solamente participen los<br />
obreros de la ciudad, del campo y los <strong>com</strong>batientes que en<br />
los instantes decisivos de la contienda se hayan manifestado<br />
<strong>com</strong>o paladines de la revolución social. [...]<br />
La agrupación “Los Amigos de Durruti” que supo<br />
hacer una crítica exacta de las jornadas de mayo, sienta,<br />
desde este momento, la necesidad de la constitución de<br />
una Junta revolucionaria, tal <strong>com</strong>o nosotros la concebimos,<br />
y la creemos indispensable para defender la revolución<br />
[...].”<br />
La evolución del pensamiento político de Los<br />
Amigos de Durruti era ya muy notable. Tras el reconocimiento<br />
de la necesidad de la dictadura del proletariado, la<br />
siguiente pregunta que se plantea es ¿quién la ejercerá? La<br />
respuesta es una Junta revolucionaria, definida acto seguido<br />
<strong>com</strong>o la vanguardia de los revolucionarios que hicieron<br />
el 19 de Julio. Y su papel, no podemos creer que sea diferente<br />
al atribuido por los marxistas al partido revolucionario.<br />
Sin embargo, Munis en el número 2 de La Voz Leninista,<br />
criticaba este número 6 de El Amigo del Pueblo,<br />
porque apreciaba en sus afirmaciones un retroceso respecto<br />
a las mismas formulaciones hechas por la Agrupación<br />
175
de Los Amigos de Durruti durante, e inmediatamente después,<br />
de las jornadas de mayo 155 .<br />
El número 11 de El Amigo del Pueblo estaba fechado<br />
el sábado 20 de noviembre de 1937, aniversario de<br />
la muerte de Durruti, y estaba consagrado casi por <strong>com</strong>pleto<br />
a la conmemoración del popular héroe anarquista. De<br />
entre todos los artículos, dedicados a una glosa más o menos<br />
afortunada de la figura de Durruti, destacaba sin duda<br />
alguna el titulado “Comentando a Durruti” en el que se polemizaba<br />
con Solidaridad Obrera a propósito de la ideología<br />
e intenciones de Durruti. Según el anónimo articulista,<br />
la “Soli” afirmaba que Durruti estaba dispuesto a renunciar<br />
a todos los principios revolucionarios en aras de ganar<br />
la guerra. El articulista de El Amigo del Pueblo concebía<br />
tal afirmación <strong>com</strong>o una aberración y el peor insulto que<br />
podía hacerse a la memoria de Durruti. La visión que daba<br />
la Agrupación sobre la ideología de Durruti era todo lo<br />
contrario de la que ofrecía la “Soli”:<br />
“Durruti no renunció nunca a la revolución. Si bien<br />
dijo que había que renunciar a todo, excepto a la victoria,<br />
se refería a que debíamos estar dispuestos a las mayores<br />
privaciones, a la vida inclusive, antes que el fascismo pudiera<br />
someternos.<br />
155 Munís, en el número 2 de La Voz Leninista (del 23 de agosto de 1937) realizó una<br />
crítica al concepto de “junta revolucionaria” desarrollado en el número 6 de El Amigo<br />
del Pueblo (del 12 de Agosto de 1937). Para Munís Los Amigos de Durruti sufrían un<br />
progresivo deterioro teórico, e incapacidad práctica para influir en la CNT, que les conducía<br />
al abandono de algunas posiciones teóricas que la experiencia de Mayo les había<br />
permitido adquirir. Munís constataba que en Mayo de 1937 Los Amigos de Durruti<br />
habían lanzado la consigna de “junta revolucionaria”, al mismo tiempo que la de “todo<br />
el poder al proletariado”; mientras en el número 6, del 12 de Agosto, de El Amigo del<br />
Pueblo la consigna de “junta revolucionaria” se proponía <strong>com</strong>o alternativa al “fracaso<br />
de todas las formas estatales”. Según Munis esto suponía un retroceso teórico en la asimilación<br />
por parte de Los Amigos de Durruti de las experiencias de Mayo, que les alejaba<br />
del concepto marxista de dictadura del proletariado, y les arrastraba de nuevo a la<br />
ambigüedad de la teoría estatal anarquista.<br />
176
Pero en boca de Durruti el concepto de victoria no<br />
presupone el menor desglose de la guerra y la revolución.<br />
[...] No creemos y estamos convencidos de ello, que Durruti<br />
fuese partidario de que la clase, que lo ganó todo a<br />
costa de los mayores sacrificios, sea quien ceda constantemente<br />
y transija en provecho de la clase adversa. [...]<br />
Durruti quería ganar la guerra, pero tenía la vista<br />
puesta en la retaguardia. [...]<br />
Buenaventura Durruti no renunció nunca a la revolución.<br />
Los Amigos de Durruti tampoco renunciamos a<br />
ella.”<br />
El número 12 de El Amigo del Pueblo, fechado el<br />
1 de febrero de 1938, fue el último número del portavoz de<br />
Los Amigos de Durruti.<br />
EL FOLLETO DE BALIUS: “HACIA UNA NUEVA<br />
REVOLUCIÓN”<br />
El folleto “Hacia una nueva revolución” 156 , fue<br />
editado clandestinamente en enero de 1938, aunque Balius<br />
<strong>com</strong>enzó a redactarlo hacia noviembre de 1937. Es el texto<br />
más elaborado de Los Amigos de Durruti, y por ello merece<br />
un <strong>com</strong>entario aparte.<br />
Las aportaciones teóricas más importantes del folleto,<br />
ya habían sido desarrolladas en los editoriales de El<br />
Amigo del Pueblo de los números 5, 6 y 7, esto es entre el<br />
20 de julio y el 31 de agosto.<br />
El folleto consta de 31 páginas, y está dividido en<br />
ocho capítulos. En el primer capítulo se trazaba una breve<br />
introducción histórica, en la que Balius daba una visión<br />
esperpéntica del período que va desde la dictadura de Pri-<br />
156 Reeditado por Etcétera (Apartado 1363) y Ateneu Enciclopèdic Popular (Apartado<br />
22212) [ambos 08080 Barcelona] en 1997, aunque con un prólogo insuficiente y con<br />
datos erróneos.<br />
177
mo de Rivera hasta octubre del 34. En el segundo capítulo<br />
se analizaban los acontecimientos que llevaron al alzamiento<br />
revolucionario del 19 de julio.<br />
Destacan algunas afirmaciones, no por contundentes<br />
menos ciertas:<br />
“Las armas las fue a buscar el pueblo. Se las ganó.<br />
Las conquistó con su esfuerzo propio. No se las dio nadie.<br />
Ni el gobierno de la República ni la Generalidad dieron un<br />
solo fusil”<br />
Es digno de subrayar el profundo análisis que<br />
hacían Los Amigos de Durruti de la revolución del 19 de<br />
julio del 36:<br />
“La inmensa mayoría de la población trabajadora<br />
estaba al lado de la CNT. La organización mayoritaria, en<br />
Cataluña, era la CNT. ¿Qué ocurrió para que la CNT no<br />
hiciese su revolución que era la del pueblo, la de la mayoría<br />
del proletariado?<br />
Sucedió lo que fatalmente tenía que ocurrir. La<br />
CNT estaba huérfana de teoría revolucionaria. No teníamos<br />
un programa correcto. No sabíamos a donde íbamos.<br />
Mucho lirismo, pero en resumen de cuentas, no supimos<br />
qué hacer con aquellas masas enormes de trabajadores, no<br />
supimos dar plasticidad a aquel oleaje popular que se volcaba<br />
en nuestras organizaciones y por no saber qué hacer<br />
entregamos la revolución en bandeja a la burguesía y a los<br />
marxistas, que mantuvieron la farsa de antaño, y lo que es<br />
mucho peor, se ha dado margen para que la burguesía volviera<br />
a rehacerse y actuase en plan de vencedora.<br />
No se supo valorizar la CNT. No se quiso llevar adelante<br />
la revolución con todas sus consecuencias.”<br />
Así pues, la revolución de julio fracasó, según<br />
Los Amigos de Durruti, porque la CNT carecía de una<br />
teoría y de un programa revolucionarios. Se han dado<br />
178
muchas razones, y diversas y variadas explicaciones desde<br />
el ámbito anarquista sobre la naturaleza de la revolución<br />
de julio; algunas tesis son más o menos atractivas, pero ni<br />
Vernon Richards, ni Semprún-Maura, ni Abad de Santillán,<br />
ni García Oliver, ni Berneri, han sido tan claros y tajantes,<br />
ni han analizado con tanta profundidad la naturaleza<br />
de la revolución de julio, <strong>com</strong>o lo hicieron Los Amigos<br />
de Durruti en el párrafo que acabamos de citar.<br />
Sin embargo, esto es sólo un botón de muestra,<br />
porque Los Amigos de Durruti, que no fueron teóricos brillantes,<br />
ni buenos organizadores, sino esencialmente gente<br />
de barricada, que defendían sus posiciones teóricas desde<br />
la reflexión de los hechos vividos, sin más brújula que su<br />
instinto de clase, llegaron, en el texto que leeremos a continuación,<br />
a uno de los mejores análisis coetáneos sobre la<br />
revolución española. Un análisis que merece ser meditado,<br />
y que no debemos etiquetar <strong>com</strong>o anarquista o marxista,<br />
porque es el análisis de unos hombres que no juegan con<br />
palabras, sino con vidas, y en primer lugar las suyas:<br />
“Cuando una organización se ha pasado toda la vida propugnando<br />
por la revolución, tiene la obligación de hacerla<br />
cuando precisamente se presenta una coyuntura. Y en julio<br />
había ocasión para ello. La CNT debía encaramarse en lo<br />
alto de la dirección del país, dando una solemne patada a<br />
todo lo arcaico, a todo lo vetusto, y de esta manera hubiésemos<br />
ganado la guerra y hubiéramos ganado la revolución.<br />
Pero se procedió de una manera opuesta. Se colaboró<br />
con la burguesía en las esferas estatales en el preciso<br />
momento que el Estado se cuarteaba por los cuatro costados.<br />
Se robusteció a Companys y a su séquito. Se inyectó<br />
un balón de oxígeno a una burguesía anémica y atemorizada.<br />
179
Una de las causas que más directamente ha motivado<br />
la yugulación de la revolución y el desplazamiento<br />
de la CNT es el haber actuado <strong>com</strong>o sector minoritario a<br />
pesar de que en la calle disponíamos de la mayoría.[...]<br />
Por otra parte afirmamos que las revoluciones son<br />
totalitarias por más quien afirme lo contrario. Lo que ocurre<br />
es que diversos aspectos de la revolución se van plasmando<br />
paulatinamente pero con la garantía de que la clase<br />
que representa el nuevo orden de cosas es la que usufructúa<br />
la mayor responsabilidad. Y cuando se hacen las cosas<br />
a medias, se produce lo que estamos <strong>com</strong>entando, el desastre<br />
de julio.<br />
En julio se constituyó un <strong>com</strong>ité de milicias antifascistas.<br />
No era un organismo de clase. En su seno se encontraban<br />
representadas las fracciones burguesas y contrarrevolucionarias.<br />
Parecía que enfrente de la Generalidad se<br />
había levantado el <strong>com</strong>ité susodicho. Pero fue un aire de<br />
bufonada.”<br />
En primer lugar hay que subrayar la definición que<br />
dieron del Comité Central de Milicias Antifascistas <strong>com</strong>o<br />
un órgano de colaboración de clases, y no <strong>com</strong>o el germen<br />
de un embrión de poder obrero. La crítica del colaboracionismo<br />
confederal en la salvación y reconstrucción del<br />
Estado se sumaba a la tautología de que el único deber de<br />
una organización revolucionaria es el de hacer la revolución.<br />
Hasta aquí todas las afirmaciones de Los Amigos<br />
de Durruti eran ortodoxamente anarquistas. Pero <strong>com</strong>o<br />
consecuencia directa de estas afirmaciones, o quizás sería<br />
mejor decir, <strong>com</strong>o consecuencia de las contradicciones de<br />
una CNT, enlodada en una labor tan ajena al anarquismo<br />
<strong>com</strong>o era la de salvar y reconstruir un Estado capitalista en<br />
des<strong>com</strong>posición, llegamos a una notable conquista teórica<br />
180
de Los Amigos de Durruti: las revoluciones son totalitarias.<br />
Totalitarias significaba ante todo “totales”, aunque<br />
no excluía la segunda acepción de autoritarias. Si tal evidencia<br />
estuviera en contradicción con el espíritu libertario,<br />
entonces cabría afirmar que una revolución anarquista es<br />
una contradicción irresoluble. Algo de eso vivieron los<br />
anarquistas en la España del 36.<br />
El folleto de Balius, en el siguiente capítulo, trataba<br />
de la insurrección revolucionaria de mayo. El razonamiento<br />
de Los Amigos de Durruti era tan claro y radical<br />
<strong>com</strong>o preciso: los Hechos de Mayo tenían su causa en julio,<br />
porque en Julio no se hizo la revolución.<br />
“La revolución social en Cataluña podía ser un<br />
hecho. [...] Pero los acontecimientos tomaron otro giro. En<br />
Cataluña no se hizo la revolución. La pequeña burguesía,<br />
que en las jornadas de julio se escondió en las trastiendas,<br />
al percatarse de que el proletariado era nuevamente víctima<br />
de unos líderes sofistas se aprestó a dar la batalla.”<br />
“En Julio de 1936 no se hizo la revolución”. Esta afirmación<br />
de Los Amigos de Durruti (<strong>com</strong>o la del carácter<br />
necesariamente totalitario de cualquier revolución) no<br />
puede ser más clara y rotunda. Pero todos los historiadores,<br />
incluidos los que glorifican a los durrutistas <strong>com</strong>o a<br />
superhéroes y sustituyen el culto a la personalidad de Lenin<br />
o Durruti, por el de Balius, hacen oídos sordos a esta<br />
declaración fundamental y decisiva para <strong>com</strong>prender el<br />
surgimiento, la razón de ser y el <strong>com</strong>bate de la Agrupación.<br />
El análisis que hizo la Agrupación del estalinismo,<br />
y del papel decisivo que jugó <strong>com</strong>o punta de lanza de la<br />
contrarrevolución, era no sólo clarividente, sino que profundizaba<br />
además en la descripción de las capas sociales<br />
181
que le habían dado soporte. Cabe destacar, sin embargo,<br />
que no se utilizaba jamás la palabra “estalinismo”, sino los<br />
términos “socialismo” o “marxismo”, con el significado<br />
evidente que hoy damos, desde un punto de vista histórico<br />
e ideológico, al vocablo “estalinismo”:<br />
“El socialismo en Cataluña ha sido funesto. Han<br />
nutrido sus filas con una base adversa a la revolución. Han<br />
capitaneado la contrarrevolución. Han dado vida a una<br />
UGT mediatizada por el GEPCI. Los líderes marxistas han<br />
entonado loas a la contrarrevolución. Y en torno del frente<br />
único han esculpido frases, eliminando primeramente al<br />
POUM y más tarde han intentado repetir la hazaña con la<br />
CNT.<br />
Las maniobras de la pequeña burguesía aliada de<br />
los socialistas-<strong>com</strong>unistas, culminaron en los sucesos de<br />
mayo.”<br />
Según Los Amigos de Durruti los Hechos de Mayo<br />
fueron una provocación planificada, que buscaba crear un<br />
clima de indecisión, que posibilitara asestar a la clase trabajadora<br />
un golpe decisivo, para de este modo terminar<br />
definitivamente con una situación potencialmente revolucionaria:<br />
“la contrarrevolución pretendía que la clase trabajadora<br />
descendiera a la calle en un plan de indecisión para<br />
aplastarla. En parte, lograron sus propósitos por la estulticia<br />
de unos dirigentes que dieron la orden de alto el fuego<br />
y motejaron a los Amigos de Durruti de agentes provocadores<br />
cuando la calle estaba ganada y eliminado el enemigo.”<br />
La acusación lanzada contra los dirigentes anarquistas<br />
(aunque no se cita ningún nombre, no podemos dejar<br />
de pensar en García Oliver, Abad de Santillán y Federica<br />
Montseny) no pretende ser un insulto, sino que des-<br />
182
cribe adecuadamente su actuación durante las Jornadas de<br />
Mayo.<br />
Los Amigos de Durruti creían que la contrarrevolución<br />
había alcanzado su principal objetivo, que era el<br />
control del orden público por el Gobierno de Valencia.<br />
Es muy interesante la descripción y valoración de la respuesta<br />
obrera a la provocación estalinista, esto es, de los<br />
Hechos de Mayo, que hacen Los Amigos de Durruti: a) Se<br />
trataba de una reacción espontánea. b) No hubo una dirección<br />
revolucionaria. c) Los trabajadores habían logrado, en<br />
pocas horas, una victoria militar aplastante. Sólo resistían<br />
algunos edificios del centro de la ciudad, que podían tomarse<br />
fácilmente. d) La derrota de la insurrección no fue<br />
militar, sino política.<br />
“La lucha se decidió en pocas horas a favor del<br />
proletariado enrolado en la CNT, que <strong>com</strong>o en julio defendía<br />
sus prerrogativas arma al brazo. Ganamos la calle.<br />
Era nuestra. No había poder humano que nos la pudiese<br />
disputar. Las barriadas obreras cayeron inmediatamente en<br />
nuestro poder. Y poco a poco el reducto de los contrincantes<br />
quedó circunscrito a una parte del casco de la población<br />
- el centro urbano - que pronto se hubiese tomado de<br />
no haber ocurrido la defección de los <strong>com</strong>ités de la CNT”.<br />
Acto seguido Balius justificaba la acción desarrollada por<br />
Los Amigos de Durruti durante la Semana Sangrienta de<br />
Mayo del 37: Los Amigos de Durruti, en una situación de<br />
indecisión y desorientación generalizada entre las filas<br />
obreras, lanzaron una octavilla y un manifiesto, con el<br />
propósito de dar una dirección revolucionaria y unos objetivos<br />
a los acontecimientos. Posteriormente la preocupación<br />
primordial de la Agrupación, ante la increíble postura<br />
apaciguadora y confraternizadora de la dirección confede-<br />
183
al, fue la de no abandonar las barricadas sin condiciones<br />
ni garantías.<br />
Según Balius, en mayo aún se estaba a tiempo de<br />
salvar la revolución, y Los Amigos de Durruti fueron los<br />
únicos que supieron estar a la altura de las circunstancias.<br />
La ceguera de la CNT-FAI ante la represión que se abatiría<br />
impunemente sobre los trabajadores revolucionarios,<br />
había sido ya prevista por Los Amigos de Durruti.<br />
El capítulo dedicado al colaboracionismo y la lucha de<br />
clases es de un gran interés. La colaboración en las tareas<br />
de gobierno del Estado burgués era la gran acusación lanzada<br />
por la Agrupación a la CNT. La crítica de Los Amigos<br />
de Durruti era incluso más radical que la de Berneri,<br />
porque éste criticaba la participación de la CNT en el Gobierno,<br />
mientras la Agrupación criticaba la colaboración<br />
de la CNT con el Estado capitalista. No se trata sólo de<br />
dos expresiones verbales con un ligero matiz diferencial,<br />
es toda una concepción política distinta la que late detrás.<br />
Leamos el folleto:<br />
“No se ha de colaborar con el capitalismo, ni desde<br />
fuera del Estado burgués ni dentro de las mismas esferas<br />
gubernamentales. Nuestro papel <strong>com</strong>o productores se halla<br />
en los sindicatos, fortaleciendo los únicos estamentos que<br />
han de subsistir después de una revolución que encabecen<br />
los trabajadores. [...] Y frente a los sindicatos no puede<br />
mantenerse un Estado - y mucho menos reforzarlo con<br />
nuestras propias fuerzas -. La lucha con el capital sigue en<br />
pie. Subsiste una burguesía en nuestro propio terruño que<br />
está en con<strong>com</strong>itancia con la burguesía internacional. El<br />
problema es el mismo que años atrás.”<br />
Los Amigos de Durruti llegaron a afirmar que los<br />
colaboracionistas eran aliados de la burguesía, que era tanto<br />
<strong>com</strong>o decir que los ministros anarquistas, y todos aque-<br />
184
llos que propugnaban el colaboracionismo, eran aliados<br />
de la burguesía:<br />
“Los colaboracionistas son aliados de la burguesía.<br />
Los individuos que propugnan tales con<strong>com</strong>itancias no<br />
sienten la lucha de clases ni la menor estima por los sindicatos.<br />
En ningún instante ha de aceptarse la consolidación<br />
de nuestro adversario.<br />
Al enemigo hay que batirlo. [...] Entre explotadores<br />
y explotados no puede haber el menor contacto. Sólo<br />
en la lucha se ha de decidir quien se impondrá. O los trabajadores<br />
o los burgueses. Pero de ningún modo ambos a<br />
la vez.”<br />
Sin embargo, la Agrupación no dio nunca el siguiente<br />
y definitivo paso, que no podía ser otro que la ruptura<br />
con una organización de carácter colaboracionista,<br />
que se había mostrado incapaz de frenar y acabar con esa<br />
política de alianza con la burguesía. La Agrupación no se<br />
planteó nunca la ruptura con la CNT, y la denuncia de esta<br />
organización <strong>com</strong>o una organización del capitalismo. No<br />
se sacaron todas las consecuencias de las premisas ideológicas<br />
planteadas. Era más fácil acusar a unos individuos, a<br />
unos dirigentes que propugnaban una política de colaboración<br />
con la burguesía, que llegar a la descarnada y dolorosa<br />
conclusión de que la CNT, que en los años veinte y<br />
treinta había organizado a lo mejor del proletariado<br />
revolucionario en España, se había convertido, en el<br />
transcurso de la guerra, mediante la adhesión incondicional<br />
a la política de UNIDAD ANTIFASCISTA, en<br />
una organización de colaboración y sumisión a la burguesía.<br />
No eran los ministros anarquistas quienes descarriaban<br />
a la CNT de sus principios, sino que era la CNT<br />
quien producía ministros.<br />
185
Los sindicatos cenetistas habían dejado de ser, en<br />
1938, organizaciones obreras orientadas a la lucha de clases;<br />
se habían transformado en organizaciones burocráticas<br />
al servicio del Estado, mediante las que se fomentaba e<br />
incrementaba la producción bélica, al tiempo que se militarizaba<br />
el trabajo. Los sindicatos ejercían, ahora, un importante<br />
e insustituible papel económico.<br />
Pero la Agrupación consideraba que los sindicatos<br />
eran aún organizaciones de la lucha de clases. Ni siquiera<br />
la UGT catalana, estalinista hasta la médula, y mero instrumento<br />
del PSUC, el partido de la contrarrevolución, era<br />
considerada <strong>com</strong>o un órgano de la burguesía.<br />
Después de Mayo del 37 los distintos Sindicatos o<br />
Federaciones de Industria habían cambiado de función y<br />
de naturaleza, convirtiéndose en organismos reguladores,<br />
coordinadores y centralizadores de la producción, convenientemente<br />
“asesorados” por <strong>com</strong>isiones técnicas. Habían<br />
dejado de ser sindicatos de clase, defensores de las reivindicaciones<br />
de los obreros, para transformarse en “una especie<br />
de nuevo amo” 157 , que organizaba la economía siguiendo<br />
las directrices que emanaban del gobierno de la<br />
Generalidad (o desde 1938, de la República). Ya hemos<br />
visto anteriormente 158 cómo las colectivizaciones habían<br />
pasado de las expropiaciones obreras de julio de 1936 a un<br />
capitalismo de gestión sindical y planificación estatal, legalizado<br />
por el Decreto de Colectivizaciones, de octubre<br />
de 1936, y fomentado por los decretos de S´Agaró, de enero<br />
de 1937. En la primavera de 1937 existió una lucha revolucionaria<br />
de los obreros por la socialización de la economía<br />
y en contra de las colectivizaciones.<br />
157<br />
MONJÓ, Anna: Militants. Laertes, Barcelona, 2003, pp. 465-471.<br />
158<br />
Al principio de este capítulo.<br />
186
A partir de junio de 1937 los Sindicatos de Industria,<br />
perdida toda función reivindicativa y derrotado todo<br />
proyecto social revolucionario 159 , se habían distanciado de<br />
los trabajadores, y habían cambiado de naturaleza, convirtiéndose<br />
en órganos de gestión económica, así <strong>com</strong>o de<br />
control y vigilancia de la productividad laboral.<br />
En este contexto, la socialización revolucionaria de<br />
la primavera del 37, promovida por los trabajadores desde<br />
los Sindicatos o Federaciones de Industria 160 , se transformó,<br />
de hecho, tras la derrota de Mayo, en un impulso decidido<br />
a la centralización económica y empresarial, coordinada<br />
desde esos mismos Sindicatos de Industria, y<br />
planificada estatalmente, que propugnaba además la necesidad,<br />
desde una óptica exclusivamente productiva, de la<br />
unidad CNT-UGT. Unidad empresarial, presentada demagógicamente<br />
<strong>com</strong>o culminación de la “unidad obrera”.<br />
Los Sindicatos de Industria, que antes de mayo de<br />
1937, eran el instrumento revolucionario de los obreros<br />
para socializar la economía; se habían transformado, tras<br />
la derrota de la insurrección de Mayo, en el instrumento de<br />
la contrarrevolución para militarizar la economía y el trabajo.<br />
La Agrupación no supo analizar ese cambio.<br />
159 La mayoría de revolucionarios estaban en prisión, o bajo tierra. Los que aún no<br />
habían sido represaliados huían al frente para hallar refugio. Los pocos que querían continuar<br />
el <strong>com</strong>bate por la socialización en las fábricas chocaban con la indiferencia o desconfianza,<br />
o bien se veían reducidos a la impotencia por los nuevos burócratas, que<br />
conseguían el apoyo del aluvión de la masa de afiliados después del 19 de julio de 1936.<br />
160 En la ciudad de Barcelona los 24 Sindicatos Únicos se agruparon en 12 Sindicatos<br />
de Industria. La FAI vivió un fenómeno similar al de la CNT, ya que desde julio de<br />
1937 se organizó territorialmente en Agrupaciones, que sustituían los tradicionales grupos<br />
de afinidad. Esta reorganización, tanto de la CNT <strong>com</strong>o de la FAI, era consecuencia<br />
de la derrota de los revolucionarios en Mayo del 37, y suponía la transformación de los<br />
sindicatos de clase (sindicatos únicos) en órganos de gestión económica y militarización<br />
del trabajo (sindicatos de industria); así <strong>com</strong>o la transformación de la FAI en un partido<br />
político antifascista.<br />
187
Era, pues, imposible que Los Amigos de Durruti<br />
dieran el paso decisivo. Si no podían reconocer la auténtica<br />
naturaleza actual (1938) de los sindicatos <strong>com</strong>o<br />
aparatos del Estado capitalista, tampoco podían plantearse<br />
la ruptura con una CNT, que había cambiado su<br />
carácter obrero y sindical por el de un organismo burocrático<br />
estatal. Muy al contrario, los sindicatos eran<br />
una pieza fundamental en las argumentaciones teóricas de<br />
la Agrupación. Sus acusaciones se lanzaban contra los individuos,<br />
no contra las organizaciones. No se reconocía la<br />
enfermedad ni sus causas, sólo algunos de los síntomas.<br />
El folleto continúa con una exposición de las posiciones y<br />
el programa de Los Amigos de Durruti. Las principales y<br />
características posiciones políticas, de carácter táctico, se<br />
enumeraban de una forma in<strong>com</strong>pleta, confusa e imprecisa,<br />
respecto a anteriores exposiciones, fruto quizás de una<br />
redacción apresurada, o bien del escaso eco que encontraban<br />
ya en aquel momento.<br />
El programa se exponía sucintamente a partir de la<br />
experiencia de julio, que Los Amigos de Durruti dibujaban<br />
muy expresivamente <strong>com</strong>o una insurrección triunfante, a<br />
la que faltó una teoría y unos objetivos revolucionarios:<br />
“No se supo qué camino seguir. Faltó una teoría. Habíamos<br />
pasado una serie de años moviéndonos en torno de<br />
abstracciones ¿Qué hacer?, se preguntarían los dirigentes<br />
de aquella hora. Y se dejaron perder la revolución. En esos<br />
instantes supremos no hay que vacilar. Pero hay que saber<br />
a dónde se va. Y este vacío lo queremos llenar nosotros,<br />
pues entendemos que no se puede repetir lo que ocurrió en<br />
julio y mayo.<br />
En nuestro programa introducimos una ligera variante<br />
dentro del anarquismo. La constitución de una Junta<br />
revolucionaria.”<br />
188
La Junta revolucionaria era definida por la Agrupación<br />
<strong>com</strong>o una vanguardia constituida para reprimir a<br />
los adversarios de la revolución:<br />
“La revolución, a nuestro entender, necesita de organismos<br />
que velen por ella y que repriman, en un sentido<br />
orgánico, a los sectores adversos que las circunstancias actuales<br />
nos han demostrado que no se resignan a desaparecer.<br />
Puede que haya camaradas anarquistas que sientan<br />
ciertos escrúpulos ideológicos pero la lección sufrida es<br />
bastante para que no nos andemos con rodeos. Si queremos<br />
que en una próxima revolución no ocurra exactamente<br />
lo mismo que en la actual se ha de proceder con la<br />
máxima energía con quienes no están identificados con la<br />
clase trabajadora.”<br />
A continuación Los Amigos de Durruti expusieron<br />
su programa revolucionario, que resumían brevemente en<br />
tres grandes puntos: 1.- Constitución de una Junta revolucionaria,<br />
o Consejo Nacional de Defensa, que tendría <strong>com</strong>o<br />
misión la dirección de la guerra, el control del orden<br />
público, los asuntos internacionales y la propaganda revolucionaria.<br />
2.- Todo el poder económico a los sindicatos:<br />
se trata de la formación de un auténtico capitalismo sindical.<br />
3.- Municipio Libre, <strong>com</strong>o célula básica de una organización<br />
territorial, a medio camino de la descentralización<br />
estatal y la típica concepción federal anarquista.<br />
El folleto finalizaba con un último apartado, que tenía el<br />
mismo título del folleto, en el que se hacía una afirmación<br />
realista y lapidaria: “la revolución ya no existe”. Tras una<br />
larga retahíla de suposiciones y preguntas sobre el inmediato<br />
futuro, en las que se constataba la fuerza de la contrarrevolución,<br />
se lanzaba un voluntarioso, y quizás retórico<br />
llamamiento a una futura revolución capaz de colmar<br />
189
las esperanzas humanas y el ideal anarquista. Sin embargo,<br />
el triunfo de la contrarrevolución en la zona republicana, y<br />
la victoria de los fascistas en la guerra, eran ya inevitables,<br />
<strong>com</strong>o reconoció Balius en el prólogo de 1978 (titulado<br />
“Forty Years Ago”) a la versión inglesa de “Hacia una<br />
nueva revolución”.<br />
CONCLUSIONES<br />
La Agrupación de Los Amigos de Durruti fue, tanto<br />
numéricamente <strong>com</strong>o por sus objetivos, mucho más que<br />
un grupo de afinidad, aproximándose a una rama del movimiento<br />
libertario, similar a “Mujeres Libres”. Nunca intentó<br />
plantear una alternativa revolucionaria a la CNT-<br />
FAI. Sólo se oponía a la dirección burocrática del anarcosindicalismo,<br />
y se contentaba con un cambio de los dirigentes.<br />
No estuvo influida, ni poco ni mucho, por los trosquistas,<br />
ni por el POUM. Su ideología y sus consignas fueron<br />
típicamente confederales; en ningún momento puede<br />
decirse que manifestaran una ideología marxista. En todo<br />
caso demostraron un gran interés por el ejemplo de Marat,<br />
y quizás podría hablarse de una poderosa atracción por el<br />
movimiento asambleario de las secciones de París, por los<br />
sans-culottes y los enragés, y por el gobierno revolucionario<br />
de Robespierre y Saint-Just, estudiados por Kropotkin<br />
en su historia de la Revolución Francesa. Nunca citaron, y<br />
quizás desconocían, la Plataforma anarquista, con la que<br />
sin embargo tenían ciertas similitudes.<br />
Su objetivo no fue otro que el de enfrentarse a las<br />
contradicciones de la CNT, darle una coherencia ideológica,<br />
y arrancarla del dominio de personalidades y <strong>com</strong>ités<br />
superiores de responsables para devolverla a sus raíces de<br />
lucha de clases. Su razón de ser fue la crítica y oposición a<br />
la política de permanentes concesiones de la CNT, y por<br />
190
supuesto a la COLABORACION de los anarcosindicalistas<br />
en el gobierno central y de la Generalidad. Se opusieron<br />
al abandono de los objetivos revolucionarios y de los<br />
principios ideológicos fundamentales y característicos del<br />
anarquismo, del que habían hecho gala los dirigentes de la<br />
CNT-FAI, en nombre de la unidad antifascista y la necesidad<br />
de adaptarse a las circunstancias. Sin teoría revolucionaria<br />
no hay revolución. Si los principios sólo sirven para<br />
ser desechados al primer obstáculo que nos opone la realidad,<br />
quizás sea mejor reconocer que no se tienen principios.<br />
Los máximos responsables del anarcosindicalismo<br />
español se creyeron hábiles negociadores, y fueron manipulados<br />
<strong>com</strong>o títeres. Renunciaron a todo, a cambio de<br />
nada. Fueron unos oportunistas, sin ninguna oportunidad.<br />
La insurrección del 19 de julio no encontró una vanguardia<br />
revolucionaria capaz de imponer el poder del proletariado,<br />
destruir el Estado capitalista y empezar una auténtica<br />
revolución obrera. La CNT nunca se había planteado<br />
qué haría una vez derrotados los militares sublevados. La<br />
victoria de julio sumió a los dirigentes anarcosindicalistas<br />
en el desconcierto y la confusión. Habían sido desbordados<br />
por el ímpetu revolucionario de las masas. Y <strong>com</strong>o no<br />
sabían qué hacer aceptaron la propuesta de Companys de<br />
constituir, junto con el resto de partidos, un gobierno de<br />
Frente Antifascista. Y plantearon el falso dilema TEÓ-<br />
RICO de dictadura anarquista o unidad antifascista y<br />
colaboración con el Estado para ganar la guerra, porque<br />
en la PRÁCTICA no habían sabido qué hacer con el poder,<br />
cuando no tomarlo significaba dejarlo en manos de la<br />
burguesía. La “revolución” española fue la tumba del<br />
anarquismo <strong>com</strong>o organización y teoría revolucionaria<br />
del proletariado. Ahí es donde está el origen y la razón de<br />
ser de la Agrupación de Los Amigos de Durruti, que, sin<br />
191
embargo, no supo ni pudo salvar a la ideología anarcosindicalista<br />
de su agonía.<br />
Los límites de la Agrupación eran muy claros. Y<br />
también sus limitaciones históricas. En ningún momento<br />
se plantearon la ruptura con la CNT. Sólo un absoluto desconocimiento<br />
de la mecánica organizativa 161 confederal<br />
podría hacernos suponer que era posible una labor de crítica<br />
o de escisión, que no condujera inevitablemente a la<br />
expulsión, que en el caso de Los Amigos de Durruti fue<br />
evitada por la simpatía que encontraron en la base militante<br />
confederal, aunque a costa de un férreo ostracismo, y<br />
casi un absoluto aislamiento.<br />
El máximo objetivo de la Agrupación fue la crítica<br />
de los dirigentes de la CNT, y el fin de la política de intervención<br />
confederal en el gobierno. No sólo querían conservar<br />
las “conquistas” de julio, sino continuar y profundizar<br />
un proceso revolucionario que consideraron insuficiente<br />
y anulado. Pero sus medios y su organización eran aún<br />
mucho más limitados. Eran gente de barricada, no eran<br />
buenos organizadores, y aún eran peores teóricos, aunque<br />
contaban con buenos periodistas. En mayo lo confiaron<br />
todo a la espontaneidad de las masas. No contrarrestaron<br />
la propaganda cenetista oficial. No supieron liderar y<br />
coordinar los <strong>com</strong>ités de defensa que habían desencadenado<br />
la insurrección de mayo. No utilizaron ni organizaron a<br />
los militantes que eran miembros de las Patrullas de Control.<br />
No dieron ninguna orden a Máximo Franco, miembro<br />
de Los Amigos de Durruti, y delegado de la división Rojinegra<br />
de la CNT, que el 4 de mayo de 1937 quiso “bajar a<br />
Barcelona” con su división pero que, salvo él mismo con<br />
161 El funcionamiento horizontal y federativo de la CNT no permitía a sus militantes<br />
organizar la disidencia en tendencias organizadas, con dirigentes y programa opuestos a<br />
los <strong>com</strong>ités superiores.<br />
192
una cuarentena de milicianos en “misión de observación”,<br />
regresó al frente (al igual que la columna del POUM, dirigida<br />
por Rovira) a causa de las gestiones realizadas por<br />
Molina. El punto culminante de su actividad fue el cartel<br />
distribuido a finales de abril del 37, en el que se proponía<br />
el derrocamiento de la Generalidad y su sustitución por<br />
una Junta Revolucionaria; el dominio de algunas barricadas<br />
en Las Ramblas, durante los Hechos de Mayo; la<br />
lectura de un llamamiento a la solidaridad con la revolución<br />
española, dirigido a todos los trabajadores de Europa;<br />
la distribución en las barricadas de la famosa octavilla del<br />
día 5; y el balance de las jornadas del manifiesto del día 8.<br />
Pero no pudieron llevar las consignas a la práctica: jamás<br />
se creó una Junta Revolucionaria. Propusieron la formación<br />
de una columna, que saliera a enfrentarse a las tropas<br />
que venían desde Valencia; pero pronto abandonaron la<br />
idea ante el escaso eco de su propuesta. Después de los<br />
Hechos de Mayo iniciaron la edición de El Amigo del<br />
Pueblo, a pesar de la desautorización de la CNT y la FAI.<br />
En junio de 1937, aunque no fueron ilegalizados <strong>com</strong>o el<br />
POUM, sufrieron la persecución política que afectó al<br />
resto de militantes cenetistas. Su órgano de prensa fue editado<br />
clandestinamente a partir del número 2 (del 26 de<br />
mayo), y su director Jaime Balius padeció sucesivos encarcelamientos.<br />
Otros miembros de la Agrupación perdieron<br />
sus cargos o influencia, <strong>com</strong>o Bruno LLadó, concejal<br />
en el Ayuntamiento de Sabadell; o <strong>com</strong>o Santana Calero,<br />
que sufrió una persecución inquisitorial en el seno de las<br />
Juventudes Libertarias. La mayoría de durrutistas tuvo que<br />
padecer los intentos de expulsión de la CNT, propugnados<br />
por la FAI. Pese a todo continuaron editando clandestinamente<br />
su prensa y folletos hasta febrero de 1938.<br />
Sus propuestas tácticas más destacadas se resumían en las<br />
193
siguientes consignas: economía dirigida por los sindicatos,<br />
federación de municipios, ejército de milicias, programa<br />
revolucionario, sustitución de la Generalidad por una junta<br />
revolucionaria, unidad de acción CNT-FAI-POUM.<br />
Los Amigos de Durruti fueron, pues, el intento fallido,<br />
surgido del propio seno del movimiento libertario, de<br />
constituir una Junta revolucionaria que diera todo el poder<br />
a los sindicatos. Se mostraron incapaces, no ya de realizar<br />
en la práctica sus consignas, sino siquiera de propagar eficazmente<br />
sus ideas y dar orientaciones prácticas para luchar<br />
por ellas. Quizás el aterrorizado burgués y el camuflado<br />
cura los vieron <strong>com</strong>o un grupo de brutos salvajes,<br />
pero entre sus miembros cabe contar a periodistas <strong>com</strong>o<br />
Balius y Calleja, a mandos de columnas milicianas <strong>com</strong>o<br />
Pablo Ruiz, Francisco Carreño y Máximo Franco, a concejales<br />
<strong>com</strong>o Bruno LLadó, a sindicalistas <strong>com</strong>o Francisco<br />
Pellicer, al dirigente de las Juventudes Libertarias Juan<br />
Santana Calero. Sus orígenes remotos cabe buscarlos entre<br />
los libertarios que <strong>com</strong>partieron la experiencia revolucionaria<br />
de la insurrección del Alto Llobregat en enero de<br />
1932, en el grupo de afinidad faísta “Renacer” entre 1934<br />
y 1936. Sus orígenes más inmediatos se encuentran en la<br />
oposición a la militarización de las milicias (sobre todo en<br />
el sector de Gelsa ), y en la defensa de las conquistas revolucionarias<br />
y la crítica al colaboracionismo cenetista, expresado<br />
en artículos publicados en Solidaridad Obrera<br />
(desde julio hasta primeros de octubre), en Ideas y La Noche<br />
(desde enero hasta mayo de 1937), especialmente por<br />
Balius. Sus instrumentos de lucha fueron la octavilla, el<br />
cartel, el diario y la barricada; pero jamás se plantearon la<br />
escisión o la ruptura <strong>com</strong>o un arma de <strong>com</strong>bate, ni la denuncia<br />
del papel contrarrevolucionario de la CNT, o por lo<br />
menos, durante las Jornadas de Mayo, el enfrentamiento<br />
194
con los dirigentes confederales para intentar contrarrestar<br />
las consignas derrotistas de la CNT-FAI. Los Amigos de<br />
Durruti habían elaborado un programa alternativo al<br />
de la CNT-FAI, pero no una dirección, lo cual les dejó<br />
indefensos ante las medidas de expulsión.<br />
Sin embargo, la importancia histórica de Los Amigos<br />
de Durruti es innegable. Y radica precisamente en su<br />
carácter de oposición interna a la orientación colaboracionista<br />
del movimiento libertario. La importancia política de<br />
su surgimiento fue detectada inmediatamente por Andreu<br />
Nin, que les dedicó un elogioso y esperanzador artículo,<br />
porque abrían la posibilidad de una orientación revolucionaria<br />
de las masas cenetistas, que se opusieran a la política<br />
claudicante y colaboracionista de la CNT. De ahí el interés<br />
que tanto el POUM, <strong>com</strong>o los trosquistas, mostraron por<br />
influir en Los Amigos de Durruti; cosa que jamás consiguieron.<br />
Las principales aportaciones teóricas de la Agrupación<br />
al pensamiento anarquista pueden resumirse en estos<br />
puntos:<br />
l.- Un programa revolucionario.<br />
2.- Sustituir el Estado capitalista por una Junta<br />
Revolucionaria, que ha de estar dispuesta a defender la<br />
revolución de los seguros ataques de los contrarrevolucionarios.<br />
Los fusiles se usan para defender el programa revolucionario.<br />
Ambos puntos los resumió la propia Agrupación<br />
en el eslogan: “Un programa y fusiles”.<br />
El tradicional apoliticismo anarquista hizo que la<br />
CNT careciera de una teoría de la revolución. Sin teoría<br />
revolucionaria no hay revolución, y no tomar el poder<br />
significó dejarlo en manos del Estado capitalista. Para la<br />
Agrupación el CCMA fue un órgano de colaboración de<br />
195
clases, y sólo sirvió para apuntalar y fortalecer al Estado<br />
burgués, que no se quiso ni se supo destruir. De ahí la necesidad<br />
propugnada por Los Amigos de Durruti de constituir<br />
una Junta Revolucionaria, capaz de coordinar,<br />
centralizar y fortalecer el poder de los múltiples <strong>com</strong>ités<br />
obreros, locales, de defensa, de empresa, milicianos,<br />
etcétera, que fueron los únicos detentadores del poder<br />
entre el 19 de julio y el 26 de setiembre. Un poder atomizado<br />
en múltiples <strong>com</strong>ités, que detentaban localmente<br />
todo el poder, pero que al no federarse, centralizarse y fortalecerse<br />
entre sí, fueron canalizados, debilitados y transformados<br />
por el CCMA en ayuntamientos frentepopulistas,<br />
direcciones de empresas sindicalizadas y batallones de<br />
un ejército republicano. Sin la destrucción total del Estado<br />
capitalista, las jornadas revolucionarias de julio del 36 no<br />
podían dar paso a una nueva estructura de poder obrero.<br />
La degeneración y el fracaso final del proceso revolucionario<br />
eran inevitables. Sin embargo, el enfrentamiento entre<br />
el anarquismo reformista de la CNT-FAI, y el anarquismo<br />
revolucionario de Los Amigos de Durruti, no fue<br />
lo bastante claro, preciso y contundente <strong>com</strong>o para provocar<br />
una escisión que clarificara las posiciones antagónicas<br />
de ambos. La acusación de “traición”, lanzada por la<br />
Agrupación a la CNT-FAI en mayo, que luego fue retirada,<br />
tampoco explicaba nada, ni llevaba a otra cosa que a<br />
lanzar un merecido insulto, que no permitía avanzar un<br />
ápice. Así pues, pese a que el pensamiento político expresado<br />
por Los Amigos de Durruti fue un intento de <strong>com</strong>prensión<br />
de la realidad de la guerra y la revolución española<br />
desde la ideología anarcosindicalista, una de las principales<br />
razones de su rechazo por la militancia confederal<br />
fue su carácter autoritario y “marxista”.<br />
196
Sin embargo, esa militancia se mostró incapaz de<br />
controlar a sus dirigentes, que tomaban las decisiones<br />
importantes en debates secretos de “notables”, que luego<br />
eran ratificados formalmente y hechos públicos en los Plenos<br />
oficiales. La guerra hizo obsoletos los métodos organizativos<br />
horizontales o democráticos, demasiado lentos e<br />
ineficaces, y los dirigentes mandaron sobre la militancia<br />
a golpe de circular. Por otra parte, la urgencia de las<br />
decisiones y la información privilegiada a que tenían acceso,<br />
en razón de sus cargos y funciones, les hizo indispensables.<br />
Por ello sus dimisiones o las acusaciones de traición<br />
a los principios fracasaban siempre. La amplia oposición<br />
de la masa anarcosindicalista al colaboracionismo de<br />
los dirigentes, documentada y manifestada en multitud de<br />
reuniones y plenos locales, no encontró ninguna salida,<br />
porque se hacía en nombre de los mismos principios que<br />
esos dirigentes esgrimían <strong>com</strong>o propios. La fuerza de la<br />
Agrupación de Los Amigos de Durruti, y su éxito respecto<br />
a esa oposición masiva, pero “muda”, radicaba en que Los<br />
Amigos de Durruti oponían un programa propio a la burocracia<br />
confederal; su debilidad estuvo en que fueron incapaces<br />
de oponer también una dirección, unos líderes capaces<br />
de oponerse a la aristocracia de “los hombres de acción”<br />
o “los intelectuales” 162 , que demostraron ser los únicos<br />
dirigentes posibles.<br />
Podemos concluir que Los Amigos de Durruti se<br />
hallaron ante un callejón sin salida. No podían aceptar<br />
el colaboracionismo de los cuadros dirigentes de la CNT y<br />
el avance de la contrarrevolución; pero si teorizaban las<br />
experiencias de la “revolución” española, esto es, la necesidad<br />
de una Junta revolucionaria, que derrocara el go-<br />
162 García Oliver, Ascaso y Durruti serían el prototipo del “hombre de acción”. Federica<br />
Montseny y Abad de Santillán el de los “intelectuales”.<br />
197
ierno burgués y republicano de la Generalidad de Cataluña,<br />
y reprimiera por la fuerza a los agentes de la contrarrevolución,<br />
entonces eran calificados de marxistas y autoritarios,<br />
y perdían por lo tanto toda posibilidad de proselitismo<br />
entre la base confederal. Cabe preguntarse si el callejón<br />
sin salida de Los Amigos de Durruti, no era más<br />
que el reflejo de la incapacidad teórica del anarcosindicalismo<br />
español para enfrentarse a los problemas<br />
planteados por la guerra y la “revolución”.<br />
En Barcelona era y es posible escuchar frases de<br />
odio y desprecio contra Durruti y “sus amigos”, en boca<br />
del enemigo de clase; sin embargo, en los medios obreros,<br />
siempre se ha hablado con respeto de un mitificado Durruti,<br />
de la enorme manifestación del proletariado en su entierro,<br />
de la rebeldía indomable de los durrutistas, de la gesta<br />
anarquista y revolucionaria del 19 de julio. Durante la larga<br />
noche del franquismo manos anónimas escribían los<br />
nombres, en las tumbas sin nombre de Durruti y Ascaso.<br />
El respeto a los mitos no es tarea del historiador; pero sí<br />
que lo es extraer las lecciones que importan a la lucha de<br />
clases. Basta con retener dos imágenes. En la primera vemos<br />
a un Companys sumiso, convincente y parlanchín,<br />
que el 20 de julio ofrece a los dirigentes anarquistas que<br />
entren en un gobierno de Frente Antifascista, porque habían<br />
vencido a los militares fascistas, y el poder estaba en<br />
la calle. En la segunda vemos a un Companys desenmascarado<br />
y acorralado, que el 4 de mayo implora al gobierno<br />
de la República el mando de la aviación militar, para<br />
bombardear 163 los cuarteles y edificios de la CNT, y el<br />
163 Según testimonio de Jaime Antón Aguadé i Cortès, escrito y fechado ante testigos<br />
en Ciudad de México, el 9 de agosto de 1946: “Durante las Jornadas de Mayo el gobierno<br />
de la Generalidad pidió al de España aviones para bombardear los centros de la CNT<br />
y éste se negó. Companys preguntó entonces qué había de hacer para dominar la situación<br />
y le dijeron que no había más solución que ceder el Orden Público de Cataluña al<br />
198
esto de los objetivos señalados por el responsable militar<br />
del PSUC, José del Barrio 164 . Entre estas dos imágenes se<br />
desarrolla el film de la “revolución” y la guerra. Mayo del<br />
37 se había gestado en julio del 36. La Agrupación había<br />
<strong>com</strong>prendido que las revoluciones son totalitarias (esto<br />
es, totales y autoritarias) o son derrotadas: ese fue su<br />
gran mérito 165 . Y es por esta razón que deben ser rechazados<br />
o aceptados, si se entiende que unos revolucionarios<br />
que quitan las fábricas y propiedades a sus legítimos amos,<br />
no pueden hacerlo pacífica y educadamente, mendigándolo<br />
“por favor”. No existe nada más autoritario ni violento<br />
que arrancarle a la burguesía sus posesiones, nada es más<br />
autoritario ni violento que derrotar al ejército en la calle y<br />
arrebatar las armas de los cuarteles, nada más autoritario<br />
ni violento que quemar iglesias y conventos para acabar<br />
Gobierno Central, y Companys se lo entregó”. Estas afirmaciones se confirman en los<br />
teletipos cruzados entre Companys y el gobierno de Valencia, en el fragmento que confirma<br />
la petición de Companys para bombardear Barcelona: “El Presidente de la Generalidad,<br />
<strong>com</strong>unica al subsecretario del Consejo, que los rebeldes han sacado cañones a la<br />
calle. Pide den órdenes a Sandino que se ponga a disposición del Gobierno de la Generalidad”.<br />
164 Teletipo de José del Barrio: “Presente Camarada Vidiella. Orden del Camarada del<br />
Barrio. Dice así: “Situación Barcelona muy grave. Debe trabajarse para que se prepare<br />
aviación y bombardee cuando nosotros avisemos, los Escolapios, Plaza de Toros Monumental,<br />
Cocheras tranvías Campos Sagrado, Cuarteles de San Andrés, Pueblo Nuevo<br />
y el Hotel del Reloj número 1 de la plaza de España. La actuación de la aviación es de<br />
absoluta necesidad hoy por la madrugada (estamos ya a siete)”.” Véase el Anexo documental.<br />
165 “las revoluciones son totalitarias por más quien afirme lo contrario. […]En julio se<br />
constituyó un <strong>com</strong>ité de milicias antifascistas. No era un organismo de clase. En su seno<br />
se encontraban representadas las fracciones burguesas y contrarrevolucionarias. Parecía<br />
que enfrente de la Generalidad se había levantado el <strong>com</strong>ité susodicho. Pero fue un aire<br />
de bufonada. [… ] Se crearon <strong>com</strong>ités de defensa de barriada, municipales, <strong>com</strong>ités de<br />
abastos. Han transcurrido dieciséis meses. ¿Qué resta? Del espíritu de julio, un recuerdo.<br />
De los organismos de julio, un ayer. Pero queda en pie todo el tinglado político y<br />
pequeño burgués. En la Plaza de la República de la capital catalana persiste la maraña<br />
de unos sectores que sólo pretenden vivir a espaldas de la clase trabajadora”. Del folleto<br />
de Los Amigos de “Hacia una nueva revolución”, redactado por Balius.<br />
199
con el poder y la influencia social y política de la Iglesia<br />
de 1936. Debería ser obvio. Los Amigos de Durruti habían<br />
<strong>com</strong>prendido que una revolución, además de autoritaria y<br />
violenta, debía ser TOTAL: no se podía pactar políticamente<br />
con la burguesía y gobernar con ella, también era<br />
necesario destruir el Estado capitalista, suprimir la Generalidad<br />
y ejercer el poder desde una Junta Revolucionaria,<br />
constituida sólo por las fuerzas obreras que el 19 de julio<br />
de 1936 habían <strong>com</strong>batido en la calle. Las revoluciones<br />
son totalitarias o son derrotadas, esa era la conquista<br />
teórica esencial de la Agrupación.<br />
La Agrupación de Los Amigos de Durruti ha sido<br />
ignorada y mitificada durante mucho tiempo, quizás ha<br />
llegado el momento de <strong>com</strong>prenderla en su contexto histórico.<br />
Pero para eso hemos de evitar que la historia de Los<br />
Amigos de Durruti se convierta en un cómic “situacionista”<br />
de superhéroes, porque no sólo no tenían madera de<br />
héroe, sino que además tenían sus propias limitaciones<br />
teóricas y organizativas, ya que no pudieron, ni siquiera lo<br />
pretendieron, convertirse en una “alternativa revolucionaria”<br />
a la CNT-FAI, con la que no sólo no rompieron nunca,<br />
sino a la que se aferraron siempre organizativamente<br />
ante las pretensiones de expulsión de los <strong>com</strong>ités superiores<br />
166 .<br />
166 Comités superiores que en la cúspide se reducían a unos cuantos burócratas, que<br />
desde mayo de 1937 estuvieron profundamente enemistados entre sí por rencillas personalistas,<br />
enfrentando al Comité Nacional de la CNT, el Comité Regional de Cataluña,<br />
el Comité Peninsular de la FAI o el Comité ejecutivo del Movimiento Libertario. Al<br />
final de la guerra, tras oscuras oscilaciones y miserables vaivenes de las distintas capillas,<br />
la oposición entre burócratas, totalmente indiferente a la base militante preocupada<br />
por el hambre y los bombardeos, se había reducido al enfrentamiento de los negrinistas<br />
del Comité Nacional, controlado por Marianet y Horacio Prieto, con los antinegrinistas<br />
García Oliver, Isgleas, Esgleas, Peiró, Montseny y el grupo Nervio: Abad de Santillán,<br />
Pedro Herrera, Rafael Nevado, Fidel Miró y Germinal de Souza. Otros, <strong>com</strong>o Joaquín<br />
Ascaso y Antonio Ortiz, condenados al infierno de la calumnia, luchaban por sobrevivir.<br />
200
Los Amigos de Durruti se convirtieron en un espejo<br />
irritante para la CNT porque daban una imagen monstruosa,<br />
que muchos no quisieron ni quieren ver: era y es<br />
mejor romper el espejo.<br />
La pregunta fundamental, la cuestión tabú del movimiento<br />
libertario y el tema que tantos libros, militantes e<br />
historiadores no llegan a dilucidar, porque no la <strong>com</strong>prenden,<br />
es por qué los revolucionarios de ayer se convirtieron<br />
unos meses después en ministros, en bomberos, en contrarrevolucionarios…<br />
¿Por qué los líderes anarquistas y/o el<br />
movimiento libertario renunciaron a la revolución en julio<br />
del 36 y en mayo del 37? La respuesta que dieron los propios<br />
Amigos de Durruti: “la TRAICION de los dirigentes”,<br />
no era más que un insulto que no explicaba nada.<br />
Desde el primer momento el movimiento libertario, huérfano<br />
de programa y teoría revolucionarios, sostuvo la unidad<br />
antifascista. Se trataba de unirse con socialistas, estalinistas,<br />
poumistas, republicanos y catalanistas para derrotar<br />
al fascismo. El antifascismo fue en los años treinta el<br />
peor veneno y la mayor victoria del fascismo. La unión<br />
sagrada de todos los antifascistas para derrotar al fascismo<br />
y defender la democracia suponía para el movimiento libertario<br />
renunciar a los propios principios, a un programa<br />
revolucionario propio, a las conquistas revolucionarias, a<br />
todo…es decir, el famoso eslogan falsamente atribuido a<br />
Durruti: “renunciamos a todo menos a la victoria”, para<br />
someterse al programa e intereses de la burguesía democrática.<br />
Fue ese programa de unidad antifascista, de colaboración<br />
plena y leal con todas las fuerzas antifascistas,<br />
el que condujo a la CNT-FAI, rápida e inconscientemente,<br />
a la colaboración gubernamental con el objetivo<br />
único de ganar la guerra al fascismo. Fue esa adhesión<br />
al programa antifascista (esto es, de defensa de la<br />
201
democracia capitalista) la que explica por qué y cómo los<br />
mismos líderes revolucionarios de ayer se convirtieron algunos<br />
meses después en ministros, bomberos, burócratas y<br />
contrarrevolucionarios. Era la CNT quien producía ministros,<br />
y esos ministros no traicionaban a nada ni a nadie;<br />
se limitaban a ejercer lealmente sus funciones lo mejor<br />
que sabían.<br />
La diferencia entre las insurrecciones de Julio de<br />
1936 y Mayo de 1937 radica en que los revolucionarios, en<br />
Julio, estaban desarmados, pero tenían un objetivo político<br />
preciso: la derrota del levantamiento militar y del fascismo;<br />
mientras que en Mayo, pese a un armamento superior que en<br />
julio, estaban desarmados políticamente. Las masas obreras<br />
iniciaron una insurrección contra el estalinismo y el gobierno<br />
burgués de la Generalidad, pese a sus organizaciones y<br />
sin sus dirigentes, pero fueron incapaces de proseguir el<br />
<strong>com</strong>bate hasta el final sin sus organizaciones y contra sus<br />
dirigentes. En mayo de 1937, igual que en julio de 1936, faltó<br />
un partido revolucionario, que el proletariado no había<br />
conseguido formar en los años treinta. Ni el POUM, ni la<br />
CNT-FAI eran, ni podían ser, esa vanguardia revolucionaria;<br />
sino, por el contrario, el mayor obstáculo a su surgimiento.<br />
La incapacidad de los dirigentes anarcosindicalistas y la ausencia<br />
de toda teoría revolucionaria no dejaron en pie más<br />
horizonte que la unidad antifascista y el programa democrático<br />
de la burguesía republicana. Ya habían desaparecido<br />
de escena los métodos y objetivos del proletariado. El<br />
CCMA no sólo no potenció los <strong>com</strong>ités revolucionarios,<br />
sino que colaboró con el gobierno de la Generalidad para<br />
debilitarlos y suprimirlos.<br />
Las barricadas levantadas en Julio de 1936, aún<br />
seguían en pie meses después; mientras las levantadas<br />
en Mayo de 1937 desaparecieron inmediatamente, sal-<br />
202
vo aquellas pocas que el PSUC quiso dejar <strong>com</strong>o testigo<br />
de su fuerza y de su victoria.<br />
Mayo del 37, desde esta perspectiva, aunque fue sin<br />
duda consecuencia del creciente descontento ante el aumento<br />
de precios, la carencia de abastecimientos, la lucha en el<br />
seno de las empresas por la socialización de la economía y<br />
el control obrero, la escalada de la Generalidad por desarmar<br />
la retaguardia y hacerse con el control del orden público, etcétera,<br />
etcétera, fue sobre todo la necesaria derrota armada<br />
del proletariado, que necesitaba la contrarrevolución<br />
para sellar definitivamente toda amenaza revolucionaria sobre<br />
las instituciones burguesas y republicanas.<br />
En 1938 los revolucionarios estaban bajo tierra, en la<br />
cárcel o en la clandestinidad. En las cárceles se contaban<br />
quince mil presos antifascistas. El hambre, los bombardeos<br />
y la represión estalinista eran amos y señores de Barcelona.<br />
Las milicias y el trabajo habían sido militarizados. El orden<br />
reinaba ya en toda España, tanto en la franquista <strong>com</strong>o en la<br />
republicana. La revolución no fue aplastada por Franco en<br />
enero de 1939, ya lo había hecho la República muchos meses<br />
antes.<br />
203
5<br />
EPÍLOGO<br />
La clase obrera es revolucionaria o no es nada.<br />
Karl Marx. Carta a Schweitzer (13-2-1865).<br />
Los <strong>com</strong>ités de 1936<br />
En julio de 1936 faltó una teoría revolucionaria.<br />
Sin teoría no hay revolución. Tras setenta años de prédica<br />
antiestatal, el movimiento anarquista español, sin <strong>com</strong>prender<br />
la auténtica naturaleza del poder y del Estado, tuvo<br />
que enfrentarse a una encrucijada histórica en la que<br />
tenía que decidir si avanzaba por la vía revolucionaria, o<br />
colaboraba con el gobierno burgués de la Generalidad (y<br />
de la República) para vencer al fascismo. La ambigua opción<br />
de “ir a por el todo”, planteada por Juan García Oliver,<br />
era concebida <strong>com</strong>o un golpe de estado, en el que los<br />
dirigentes anarcosindicalistas implantaban una “dictadura<br />
anarquista”, contraria a sus principios ideológicos. Los<br />
mandamases de la CNT-FAI, desbordados por la militancia<br />
de base, sintieron vértigo ante su incapacidad para gestionar<br />
el triunfo de la insurrección obrera. Y optaron por<br />
colaborar. La situación revolucionaria, existente en Julio,<br />
caracterizada por un poder atomizado en centenares de<br />
<strong>com</strong>ités, fue ahogada por ese organismo de colaboración<br />
de clases al que se llamó Comité Central de Milicias Antifascistas<br />
(CCMA).<br />
204
No hubo una vanguardia revolucionaria capaz de<br />
impulsar la revolución de los <strong>com</strong>ités. Ninguna organización<br />
obrera, ni la CNT-FAI, ni el POUM, planteó en Julio<br />
la vía revolucionaria de potenciar, profundizar, extender,<br />
coordinar y centralizar los <strong>com</strong>ités revolucionarios<br />
que, en las calles de Barcelona y en muchas localidades de<br />
Cataluña, ya ejercían todo el poder. Y los <strong>com</strong>ités por sí<br />
solos tampoco fueron capaces de hacerlo, porque hubieran<br />
tenido que enfrentarse decididamente a sus propios líderes<br />
y organizaciones.<br />
En sólo dos meses ese CCMA, con predominio de<br />
la CNT-FAI, consiguió debilitar los múltiples <strong>com</strong>ités revolucionarios,<br />
surgidos por doquier, y reconstruir el aparato<br />
estatal, al que la CNT-FAI fortaleció aceptando varias<br />
carteras, primero en el gobierno catalán, y un mes después<br />
en el de la República. Los primeros decretos del gobierno<br />
de la Generalidad reforzado con ¡¡¡ministros anarquistas!!!<br />
fueron la militarización de las Milicias y, naturalmente<br />
la disolución de los <strong>com</strong>ités que, sin embargo, resistieron<br />
aún varios meses a su efectiva desaparición. Mayo<br />
del 37 fue, pues, la necesaria derrota armada del proletariado<br />
que necesitaba la contrarrevolución para acabar con<br />
el menor atisbo de amenaza revolucionaria.<br />
Los <strong>com</strong>ités revolucionarios surgidos en julio de<br />
1936 eran organismos in<strong>com</strong>pletos e imperfectos, incapaces<br />
de convertirse en auténticos órganos de poder obrero.<br />
Diferían de los consejos obreros (surgidos <strong>com</strong>o organismos<br />
de poder obrero en las revoluciones proletarias de<br />
Alemania y Rusia) en que: 1.- No eran órganos elegidos<br />
democráticamente en amplias asambleas por los trabajadores<br />
de base, y, por lo tanto, independientes de las burocracias<br />
sindicales y de los partidos. 2.- No eran organismos unitarios<br />
de la clase obrera; y además eran incapaces de coordi-<br />
205
narse entre sí, de forma que pudieran crear organismos superiores<br />
que centralizaran el poder obrero.<br />
Después de la victoria de la insurrección revolucionaria<br />
del 19 de julio cabían dos opciones: la opción revolucionaria<br />
pasaba por fortalecer, potenciar, coordinar y centralizar<br />
los <strong>com</strong>ités revolucionarios <strong>com</strong>o órganos de poder<br />
obrero, TRANSFORMÁNDOLOS <strong>EN</strong> CONSEJOS<br />
OBREROS; la opción frentepopulista o reformista pasaba<br />
por integrar el movimiento obrero en el aparato estatal de la<br />
burguesía republicana y, por lo tanto, por el debilitamiento,<br />
aislamiento y posterior disolución de los <strong>com</strong>ités.<br />
El gobierno de Largo Caballero, pese a su apariencia<br />
obrera, se basaba en el viejo aparato estatal de la burguesía y<br />
tenía por objeto la absorción de todos los organismos e instituciones<br />
revolucionarias para neutralizarlas poco a poco hasta<br />
que, sintiéndose suficientemente fuerte la fracción burguesa<br />
de dicho gobierno, pudiera aplastarlos abiertamente.<br />
Los sindicatos, por su propia naturaleza, no eran<br />
órganos de poder obrero. Los <strong>com</strong>ités no eran aún esos<br />
órganos de poder. Los <strong>com</strong>ités no eran consejos y, por ello,<br />
se mostraron incapaces de coordinarse entre sí, y de crear<br />
órganos superiores capaces de centralizar, unificar y crear<br />
un poder obrero, enfrentado al Estado capitalista. La misión,<br />
insustituible y necesaria, de una vanguardia o partido<br />
revolucionario hubiera sido precisamente la de impulsar la<br />
transformación de los <strong>com</strong>ités en consejos obreros.<br />
El POUM y la CNT-FAI fallaron <strong>com</strong>o vanguardia<br />
revolucionaria, y los <strong>com</strong>ités fueron incapaces de transformarse<br />
(por sí solos) en consejos. Esa fue la principal limitación<br />
y la causa determinante de la rápida degeneración<br />
de la situación revolucionaria, existente en julio de 1936,<br />
que posibilitó la fulminante recuperación del aparato estatal<br />
burgués.<br />
206
Hay que distinguir, pues, <strong>com</strong>o hizo Josep Rebull 167<br />
en la primavera de 1937, con precisión, rigor y claridad entre<br />
<strong>com</strong>ités 168 , consejos obreros y sindicatos. Eran órganos<br />
obreros distintos con funciones diferentes.<br />
Los sindicatos, en una etapa revolucionaria, serían<br />
los organismos económicos de control de la producción y de<br />
la distribución, es decir, órganos técnicos y administrativos.<br />
Pero no podían ser, ni cumplir, funciones de representatividad<br />
política o de organismos de poder obrero. Los Consejos<br />
son precisamente esos órganos de poder obrero que, a causa<br />
de su elección democrática en asambleas, son independientes<br />
de las burocracias sindicales y de los partidos. El fortalecimiento<br />
de los consejos supone que asumen funciones de<br />
dirección en cada localidad, acelerando la des<strong>com</strong>posición<br />
del sistema capitalista. Son, por lo tanto, antagónicos con el<br />
Estado capitalista, y su defensa es inconciliable con los<br />
partidos que participan en los gobiernos de la burguesía.<br />
La toma del poder pasaba por la lucha armada y la<br />
destrucción del Estado capitalista, reemplazado por un<br />
gobierno de los Consejos Obreros.<br />
La función de una vanguardia revolucionaria no es la<br />
de sustituir a la clase obrera en aquellas funciones que sólo a<br />
ella le atañen: toma del poder, ejercicio de la dictadura del<br />
167<br />
Véase GUILLAMON, Agustín: “Josep Rebull de 1937 a 1939”. Balance números<br />
19 y 20 (2000).<br />
168<br />
Los <strong>com</strong>ités fueron órganos burocráticos y no democráticos, en los que los delegados<br />
no eran elegidos democráticamente por la base obrera en amplias asambleas, sino que eran<br />
nombrados por las burocracias sindicales o políticas. Esto suponía, por una parte, una separación<br />
entre los <strong>com</strong>ités y la base obrera, y por otra, su dependencia de la burocracia. Ahí<br />
nacía su incapacidad para coordinarse entre sí y para crear órganos centralizados y unitarios<br />
de clase; la coordinación la hacían los distintos sindicatos y partidos, y la problemática unidad<br />
y centralización (en los planos económico, militar, productivo, de abastecimiento, etcétera)<br />
se convirtió en una especie de rompecabezas de variopintos parlamentos, de todas las<br />
escalas y en todos los ámbitos, de las distintas organizaciones antifascistas, tanto obreras<br />
<strong>com</strong>o burguesas y estalinistas<br />
207
proletariado, control de la economía y de las milicias, dirección<br />
de la guerra, centralización del poder obrero y unidad<br />
de clase, etcétera. La función de esa organización, en una<br />
situación revolucionaria, es necesariamente la de impulsar la<br />
creación de los órganos de poder de la clase obrera, para que<br />
puedan ejercer sus funciones de poder obrero, y llegar así a<br />
establecer una dictadura del proletariado, in<strong>com</strong>patible con<br />
el Estado capitalista, y por lo tanto sin colaboración política<br />
alguna con la burguesía.<br />
Insurrecciones, rebeliones y revoluciones<br />
Si definimos la revolución, en el siglo XX, <strong>com</strong>o<br />
el enfrentamiento violento contra el Estado con el objetivo<br />
final (conseguido o no) de tomar el poder estatal, llevado<br />
a cabo por fuerzas políticas opuestas, no sólo al régimen<br />
vigente, sino al orden social existente, y la revolución<br />
proletaria <strong>com</strong>o el intento de destruir el aparato estatal<br />
capitalista, estamos diferenciando la revolución proletaria<br />
de las revoluciones populares y a éstas de otras formas de<br />
cambio político del gobierno, <strong>com</strong>o los golpes de estado,<br />
las contrarrevoluciones fascistas o estalinistas (de los años<br />
20 y 30), las revueltas, motines y protestas sociales, la<br />
caída de regímenes totalitarios (fascistas en los años 40, o<br />
estalinistas de finales de los 80 y principios de los 90), las<br />
guerras coloniales de independencia (sobre todo en los<br />
años 50 y 60) y las guerras civiles.<br />
Las insurrecciones, las rebeliones o las revoluciones<br />
son casi siempre violentas, pero esa violencia carece<br />
en sí misma de significado. Todas las insurrecciones del<br />
pasado nos muestran que, aunque hayan sido violentas, esa<br />
violencia siempre ha sido superada por la contrarrevolución<br />
posterior, que ha masacrado, encarcelado o deportado<br />
en masa, sobre todo después de los <strong>com</strong>bates, cuando ya<br />
208
habían obtenido la victoria militar: son el odio y las matanzas<br />
nacidas del terror de los propietarios a la amenaza<br />
proletaria. Si la revolución reside en los revolucionarios,<br />
hay que exterminarlos para proseguir la pacífica explotación<br />
del “buen ciudadano”. Si el espíritu de venganza ha<br />
ejercido algún papel en las insurrecciones obreras, siempre<br />
ha sido colmado con creces por la reacción. Pensemos en<br />
el Kuomitang de 1926 o en la España franquista (1939-<br />
1975). Las insurrecciones obreras han sido a su vez menos<br />
sangrientas y feroces que las revueltas campesinas antifeudales,<br />
porque éstas eran producto de la desesperación.<br />
Las destrucciones de bienes, o los asesinatos, producidos<br />
en algunas insurrecciones han sido generalmente fruto espontáneo<br />
del atraso y la desesperación de un lumpen incapaz<br />
de escapar a la miseria, o destruir la opresión.<br />
Las rebeliones, revueltas o insurrecciones, por muy violentas<br />
y socialmente radicales que sean, no pueden calificarse<br />
<strong>com</strong>o revolucionarias si se limitan a atacar a los gestores<br />
locales del capitalismo, y dejan en pie el sistema<br />
económico y social capitalista. Las revoluciones son siempre<br />
luchas por el poder estatal y desembocan en el intento<br />
(exitoso o no) de apoderarse de éste por parte de un grupo,<br />
de una coalición o de una clase. El punto de partida de una<br />
revolución proletaria es la destrucción del Estado burgués.<br />
Así pues, para entender qué es, cómo se desarrolla y qué<br />
pretende una insurrección o una revolución, necesitamos<br />
<strong>com</strong>prender qué es el Estado, y sobre todo qué es el Estado<br />
capitalista.<br />
¿Qué es el Estado?<br />
No es el Estado, o el poder político, el que crea las<br />
clases, sino que es la existencia de una sociedad dividida<br />
en clases la que crea el Estado, para defender todos los<br />
209
privilegios de la clase dominante. Podemos encontrar mil<br />
definiciones distintas del Estado. Pero básicamente se reducen<br />
a dos. Una, amplia, que habla impropiamente del<br />
Estado ya en las primeras civilizaciones, con importantes<br />
excedentes agrícolas, de Mesopotamia y Egipto, y después<br />
de Grecia y Roma, que no vamos a utilizar, y que es inadecuada<br />
para estudiar la actual sociedad capitalista en la<br />
que vivimos. Se trata de una definición que, en todo caso,<br />
necesita calificar al Estado con el modo de producción<br />
imperante: Estado esclavista, Estado feudal, Estado capitalista.<br />
Otra, reducida, en la que se utiliza el concepto actual<br />
del Estado, o Estado capitalista, o Estado moderno, <strong>com</strong>o<br />
poder soberano absoluto o único en cada país, que es la<br />
que aquí utilizaremos.<br />
¿Qué es el estado capitalista?<br />
El Estado moderno, o capitalista, es una forma histórica<br />
reciente de organización política de la sociedad,<br />
surgida hace unos quinientos años, en algunos países, con<br />
el fin del feudalismo y las primeras manifestaciones del<br />
sistema de producción capitalista. La aparición del Estado<br />
(capitalista) suponía la desaparición de las formas feudales<br />
de organización política. El concepto de Estado (moderno)<br />
es, pues, muy reciente y surge con la aparición histórica<br />
del sistema de producción capitalista. Es la organización<br />
política adecuada al capitalismo.<br />
En la sociedad feudal la soberanía era entendida<br />
<strong>com</strong>o una relación jerárquica entre una pluralidad de poderes.<br />
El poder del Rey se fundamentaba en la fidelidad de<br />
otros poderes señoriales y además esos poderes de la realeza<br />
eran venales, esto es, podían venderse o cederse a la<br />
nobleza: la administración de la justicia, el reclutamiento<br />
del ejército, la recaudación de los impuestos, los obispa-<br />
210
dos, etcétera, podían ser vendidos al mejor postor o eran<br />
adjudicados en una <strong>com</strong>pleja red de favores y privilegios.<br />
La soberanía residía en una pluralidad de poderes, que podían<br />
subordinarse o <strong>com</strong>petir entre sí.<br />
El Estado, en la sociedad capitalista, convierte la<br />
soberanía en un monopolio: el Estado es el único poder<br />
político del país. El Estado (moderno o capitalista) detenta<br />
el monopolio del poder político, y en consecuencia pretende<br />
el monopolio de la violencia. Cualquier desafío a ese<br />
monopolio de la violencia se considera <strong>com</strong>o delincuencia,<br />
y atenta contra las leyes y el orden capitalistas, y por lo<br />
tanto es perseguido, castigado y aniquilado. En la sociedad<br />
feudal las relaciones sociales estaban basadas en la dependencia<br />
personal y el privilegio. En la sociedad capitalista<br />
las relaciones sociales sólo pueden darse entre individuos<br />
jurídicamente libres e iguales. Esta libertad e igualdad jurídicas<br />
(que no de propiedad) son indispensables para la<br />
formación y existencia de un proletariado que provea de<br />
mano de obra barata a los nuevos empresarios fabriles. El<br />
obrero ha de ser libre, también libre de toda propiedad, para<br />
poder estar disponible y preparado para alquilarse por<br />
un salario al amo de la fábrica, a una empresa o al propio<br />
Estado. Ha de ser libre y carecer de toda dependencia de la<br />
tierra que labraba, y de todo sustento o propiedad, para ser<br />
expulsado por el hambre, la pauperización y la miseria<br />
hacia las nuevas concentraciones industriales donde pueda<br />
vender la única mercancía que posee: sus brazos y su inteligencia,<br />
esto es, su fuerza y capacidad de trabajo.<br />
A estas nuevas relaciones sociales, propias del capitalismo,<br />
les corresponde una nueva organización política,<br />
distinta de la feudal: un Estado que monopoliza todas<br />
las relaciones políticas. En el capitalismo todos los individuos<br />
son, en teoría, libres e iguales (jurídicamente) y nadie<br />
211
guarda dependencia política de ningún tipo respecto al antiguo<br />
señor feudal o al nuevo amo de la fábrica. Todas las<br />
relaciones políticas son monopolizadas por el Estado.<br />
En los modos de producción precapitalistas las relaciones<br />
de producción eran también relaciones de dominación.<br />
El esclavo era propiedad de su amo, el siervo estaba<br />
ligado a la tierra que trabajaba o dependía de un señor.<br />
Esa dependencia ha desaparecido en el capitalismo. El Estado<br />
(moderno) es, pues, producto de las relaciones de<br />
producción capitalistas. El Estado (actual) es la forma de<br />
organización específica del poder político en las sociedades<br />
capitalistas. Existe una separación radical entre la esfera<br />
económica, la social y la política.<br />
El Estado (moderno) monopoliza el poder, la violencia<br />
y las relaciones políticas entre los individuos en las<br />
sociedades en las que el modo de producción capitalista es<br />
el dominante. En el sistema de producción capitalista el<br />
capital no es sólo el dinero, o las fábricas, o las maquinarias;<br />
el capital es también, y sobre todo, una relación social<br />
de producción, y precisamente la que se da entre los<br />
proletarios, vendedores de su fuerza de trabajo por un salario,<br />
y los capitalistas, <strong>com</strong>pradores de la mercancía "fuerza<br />
de trabajo".<br />
El Estado (capitalista) ha surgido recientemente,<br />
hace unos quinientos años, y desaparecerá con las relaciones<br />
de producción capitalistas. El Estado (capitalista),<br />
pues, no es eterno, ha tenido un origen muy reciente y tendrá<br />
un fin. La teoría política del Estado moderno nació en<br />
la Inglaterra del siglo XVII, anticipando o justificando ese<br />
proceso histórico conocido <strong>com</strong>o la Revolución Industrial,<br />
con Hobbes (y Locke). Hobbes no es sólo el primer teórico,<br />
desde el punto de vista cronológico, sino que toda la<br />
problemática actual sobre el Estado (moderno) está ya en<br />
212
Hobbes. Desde Platón hasta Maquiavelo la teoría política<br />
preestatal se caracteriza por definir el poder político y la<br />
<strong>com</strong>unidad <strong>com</strong>o algo NATURAL, y por identificar <strong>com</strong>unidad<br />
civil y <strong>com</strong>unidad política. Desde Hobbes la teoría<br />
política estatal se caracteriza por definir el Estado <strong>com</strong>o<br />
un ente ARTIFICIAL, por separar los conceptos de<br />
<strong>com</strong>unidad civil (sociedad civil) y <strong>com</strong>unidad política (Estado)<br />
y por plantear la cuestión de la reproducción del poder<br />
político.<br />
El Estado (capitalista) surge desde una contradicción,<br />
que le da origen y razón de ser, entre la defensa teórica<br />
del bien <strong>com</strong>ún, o general, y la defensa práctica del<br />
interés de una minoría. La contradicción existente entre la<br />
ilusión de defender el interés general y la defensa real de<br />
los intereses de clase de la burguesía. La razón de ser del<br />
Estado (actual) no es otra que garantizar la reproducción<br />
de las relaciones sociales de producción capitalistas.<br />
Sin embargo, el Estado (capitalista), cosificado en<br />
sus instituciones, es la máscara de la sociedad, con apariencia<br />
de fuerza externa movida por una racionalidad superior<br />
que encarna un orden "justo" al que sirve <strong>com</strong>o árbitro<br />
neutral. Esta fetichización del Estado (moderno)<br />
PERMITE que las relaciones sociales de producción capitalistas<br />
aparezcan <strong>com</strong>o meras relaciones económicas, no<br />
coactivas, al mismo tiempo que DESAPARECE el carácter<br />
opresivo de las instituciones estatales. En el mercado,<br />
trabajador y empresario aparecen <strong>com</strong>o individuos libres,<br />
que realizan un intercambio "puramente" económico: el<br />
trabajador vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario.<br />
En ese intercambio libre, "sólo" económico, ha desaparecido<br />
toda coacción, y el Estado (capitalista) no ha intervenido<br />
para nada: no está, (aparentemente) ha desaparecido.<br />
213
La escisión entre lo público y lo privado es una<br />
condición necesaria de las relaciones de producción capitalistas,<br />
porque sólo así APAREC<strong>EN</strong> <strong>com</strong>o acuerdos libres<br />
entre individuos jurídicamente libres e iguales, en las que<br />
la violencia, monopolizada por el Estado (capitalista), ha<br />
desaparecido de escena. De todo esto resulta una CON-<br />
TRADICCION entre el Estado COMO FETICHE, que debe<br />
ocultar su monopolio de la violencia, permanentemente<br />
ejercida sobre el proletariado para garantizar las relaciones<br />
de producción capitalistas, esto es, de explotación del proletariado<br />
por el capital, y el Estado COMO ORGANIZA-<br />
DOR DEL CONS<strong>EN</strong>SO social y de la legalidad, que convoca<br />
elecciones libres, tolera los derechos democráticos de<br />
expresión, reunión, prensa y asociación; permite los sindicatos<br />
obreros y legisla conquistas laborales <strong>com</strong>o la asistencia<br />
sanitaria, pensiones, jornada de ocho horas, seguro<br />
de paro y enfermedad, etcétera.<br />
Esencia y funciones del Estado capitalista<br />
Es la existencia de una sociedad dividida en clases<br />
la que crea el Estado, para defender todos los privilegios<br />
de la clase dominante. En caso de crisis el Estado capitalista<br />
desvela inmediatamente que es antes Estado capitalista<br />
que Estado nacional, de pueblos y ciudadanos, o "Estado<br />
del bienestar". El <strong>com</strong>ponente coactivo del Estado,<br />
ligado a la dominación de clase, es la ES<strong>EN</strong>CIA FUN-<br />
DAM<strong>EN</strong>TAL de éste, que aparece diáfana cuando consenso<br />
social y legitimación estatal son sacrificados en el<br />
altar de la sumisión del proletariado a la explotación del<br />
capital. Las revueltas y las insurrecciones proletarias desvelan<br />
siempre el carácter clasista del Estado y su esencial<br />
función represora.<br />
214
El Estado capitalista surge de esa relación contradictoria<br />
entre su esencia represora y su aparente función<br />
arbitral. Pretende ocultar su papel represor, <strong>com</strong>o garante<br />
de la dominación de la clase burguesa mediante el monopolio<br />
de la violencia, al tiempo que quiere aparecer <strong>com</strong>o<br />
organizador del consenso de la sociedad civil, que a su vez<br />
legitima al Estado (moderno) <strong>com</strong>o árbitro neutral. Con<br />
esto el Estado fortalece además su monopolio ideológico y<br />
consigue un dominio más <strong>com</strong>pleto y encubierto de la sociedad<br />
civil.<br />
Las instituciones fundamentales del Estado son<br />
el ejército permanente y la burocracia. Las tareas del<br />
ejército son la defensa de las fronteras territoriales frente a<br />
otros Estados, las conquistas imperialistas, para ampliar<br />
los mercados y acaparar materias primas, y sobre todo la<br />
garantía última del orden establecido frente a la subversión<br />
obrera. Las tareas de la burocracia son la administración<br />
de todas aquellas funciones que la burguesía delega en el<br />
Estado: educación, policía, salud pública, prisiones, correo,<br />
ferrocarriles, carreteras… El funcionario del Estado<br />
(capitalista), desde el maestro de escuela al catedrático, del<br />
policía al ministro, del cartero al médico desempeñaron, o<br />
desempeñan, funciones necesarias para la buena marcha<br />
de los negocios de la burguesía, mientras no sean un buen<br />
negocio para ésta, en cuyo caso se privatizan, <strong>com</strong>o ha sucedido<br />
últimamente con cárceles, policía y ejército en algunos<br />
países.<br />
El Estado (moderno) es la ORGANIZACIÓN del<br />
dominio político, de la coacción permanente y de la explotación<br />
económica del proletariado por el capital. El Estado<br />
(capitalista) no es, pues, una máquina o instrumento que<br />
pueda utilizarse en un doble sentido: ayer para explotar al<br />
proletariado, mañana para emancipar al proletariado y<br />
215
oprimir a la burguesía. No es una máquina que pueda conquistarse,<br />
ni que pueda manejarse al antojo del maquinista<br />
de turno. El proletariado no puede conquistar el Estado,<br />
porque es la organización política del capital: ha de<br />
destruirlo. Si una insurrección victoriosa del proletariado<br />
se limita a conquistar el Estado, y más tarde a fortalecerlo<br />
y reconstruirlo, podemos estar ante un golpe de Estado o<br />
una revolución, e incluso ante una revolución proletaria<br />
(<strong>com</strong>o en Octubre de 1917 en Rusia), pero ante una revolución<br />
que está poniendo en pie los fundamentos de una<br />
rápida y sólida contrarrevolución, que pronto desembocará<br />
en otra forma de gestión del capitalismo, <strong>com</strong>o sucedió<br />
con el estalinismo en Rusia.<br />
El proletariado ha de destruir el Estado porque éste<br />
es la organización política de la explotación económica del<br />
trabajo asalariado. La destrucción del Estado es una condición<br />
“sine qua non” del inicio de una sociedad <strong>com</strong>unista.<br />
Pero el Estado capitalista no puede destruirse realmente<br />
si antes la clase proletaria no siega inmediatamente las<br />
condiciones económicas, sociales e históricas de la existencia<br />
del trabajo asalariado y de la ley del valor, en un<br />
ámbito mundial.<br />
¿Qué sustituye al Estado?: la administración de<br />
las cosas en el <strong>com</strong>unismo. Pero la revolución proletaria<br />
no es una cuestión de partidos o de organización. Lo que<br />
determina la posibilidad del <strong>com</strong>unismo es un alto desarrollo<br />
de las fuerzas productivas y la extensión de la condición<br />
de asalariado y de proletario. Los problemas organizativos<br />
no pueden plantearse al margen de quien los organiza<br />
y de los problemas que se plantean en cada momento.<br />
No hay reglas, ni fórmulas mágicas, ni garantías<br />
216
contra la burocratización y la contrarrevolución 169 . Los burócratas<br />
suelen ser expertos en organización, al margen de<br />
la sociedad. La experiencia histórica del proletariado<br />
internacional señala los soviets rusos, los rater alemanes<br />
y los <strong>com</strong>ités españoles, esto es, la organización del<br />
proletariado en consejos obreros <strong>com</strong>o la forma organizativa<br />
revolucionaria de la clase obrera.<br />
Estamos, pues, hablando no de tal o cual forma organizativa<br />
de <strong>com</strong>ité o de consejo, sino de la organización<br />
consejista de la sociedad. Los consejos no representan a<br />
los obreros, son el proletariado organizado. Es un órgano<br />
de clase y de lucha. No es un órgano político, es la organización<br />
de la sociedad en unas nuevas relaciones de producción,<br />
y por lo tanto no es democrático, ni dictatorial,<br />
está más allá de la política, y evita la separación entre lo<br />
público y lo privado característica del capitalismo.<br />
Soviets, rater y <strong>com</strong>ités fracasaron en el pasado, pero han<br />
existido, mostrando la capacidad del proletariado para dirigir<br />
y gestionar fábricas, ciudades y países; señalando<br />
también sus límites y sus limitaciones, que hemos de entender<br />
y corregir. Han surgido siempre que el proletariado<br />
revolucionario se ha alzado contra la barbarie capitalista.<br />
Han sido la respuesta obrera al vacío dejado por la burguesía,<br />
más que resultado de la radicalización del <strong>com</strong>bate.<br />
La ideología consejista contempla los consejos <strong>com</strong>o meta<br />
y no sólo <strong>com</strong>o un momento del <strong>com</strong>bate en la transición<br />
al <strong>com</strong>unismo. Los consejistas sustituyen el concepto<br />
"partido" de los leninistas por el concepto "consejo". Ambas<br />
ideologías son estériles. Los consejos serán sólo lo<br />
que el proletariado consiga hacer en el <strong>com</strong>bate por<br />
destruir el Estado y construir el <strong>com</strong>unismo.<br />
169 La Comuna de París, en 1871, convirtió a todos los funcionarios públicos en elegibles<br />
y revocables, pagados con salarios equivalentes al del resto de trabajadores.<br />
217
6<br />
Bibliografía fundamental, utilizada en este<br />
trabajo:<br />
- “ABAD DE SANTILLAN, Diego”: La revolución y la<br />
guerra en España. Nervio, Barcelona, septiembre 1937.<br />
- “Actes del Comité Central de Milícies Antifeixistes de<br />
Catalunya”.<br />
- ADSUAR TORRA, Josep Eduard: Catalunya: Juliol -<br />
Octubre 1936. Una dualitat de poder? (2 vol.). Tesina de<br />
Llicenciatura. Departament Història Contemporània, Universitat<br />
de Barcelona, 1979.<br />
- BERNECKER, W.: Colectividades y revolución social.<br />
Crítica, Barcelona, 1982.<br />
- BOLLOT<strong>EN</strong>, Burnett: La Guerra Civil española. Alianza<br />
Madrid, 1989.<br />
- DIAZ SANDINO, Felipe: De la conspiración a la revolución.<br />
Texto mecanografiado.<br />
- ESCOFET, Federico: De una derrota a una victoria: 5 de<br />
octubre de 1934 – 19 de julio de 1936. Argos Vergara,<br />
Barcelona, 1984.<br />
- GARCÍA, PIOTROWSKI, ROSÉS (eds.): Barcelona,<br />
mayo 1937. Alikornio, Barcelona, 2006.<br />
- GARCIA OLIVER, Juan: El eco de los pasos. Ruedo<br />
Ibérico, Barcelona, 1978.<br />
- GUILLAMÓN, Agustín: “Los Amigos de Durruti 1937-<br />
1939”. Balance (1994).<br />
- LACRUZ, Francisco: El alzamiento la revolución y el<br />
terror en Barcelona. Librería Arysel, Barcelona, 1943.<br />
218
- LOR<strong>EN</strong>ZO, César M.: Los anarquistas españoles y el<br />
poder. Ruedo Ibérico, Paris, 1972.<br />
- LLAUGE, Félix: El terror staliniano en la España republicana.<br />
Aura, Barcelona, 1974.<br />
- MOMPÓ, Enric: El Comité Central de Milicias Antifascistas<br />
de Catalunya y la situación de doble poder en los<br />
primeros meses de la guerra civil española. Tesis doctoral<br />
leída el 8 de junio de 1994, Departamento de Hª Contemporánea,<br />
Universidad de Barcelona.<br />
- MUNIS, G.: Jalones de derrota, promesa de victoria. Crítica<br />
y teoría de la revolución española (1930 – 1939). Muñoz<br />
Moya, Brenes, 2003.<br />
- PAZ, Abel: Durruti en la Revolución española. Fundación<br />
Anselmo Lorenzo. Madrid, 1996.<br />
- PEIRATS, José: La CNT en la revolución española.<br />
Ruedo Ibérico, Paris, 1971.<br />
- PONS I GARLANDÍ, Joan: “Memorias”. Texto en castellano,<br />
mecanografiado.<br />
- POZO GONZÁLEZ, Josep Antoni: El poder revolucionari<br />
a Catalunya durant els mesos de juliol a octubre de<br />
1936. Crisi i re<strong>com</strong>posició de l´Estat. Tesi doctoral defensada<br />
el 21 de juny de 2002. Departament Hª Moderna i<br />
Contemporània, Universitat Autónoma de Barcelona.<br />
- ROMERO, Luis: Tres días de julio. Ariel, Barcelona,<br />
1976. (Novela).<br />
- [SOUCHY, Agustín]: Los sucesos de Barcelona. Ed.<br />
Ebro, s.l., agosto 1937.<br />
- TARRADELLAS, Josep: “La crisi prèvia als Fets de<br />
Maig. 26 dies de desgovern de la Generalitat”. Informe.<br />
Y por supuesto los documentos reproducidos en el<br />
Anexo documental; así <strong>com</strong>o los libros, folletos y documentación<br />
citados en las notas a pie de página.<br />
219
7<br />
ANEXOS DOCUM<strong>EN</strong>TALES<br />
A.- BANDO: Confederación Regional del Trabajo de<br />
Cataluña: “Hoy, domingo, 26, ha tenido lugar un<br />
Pleno Regional de Locales y Comarcales de Sindicatos…”.<br />
Barcelona a 26 de Julio de 1936.<br />
B.- DURRUTI, Buenaventura: "Al Consejo de la Generalidad<br />
de Cataluña". Frente de Osera, 1 de<br />
noviembre de 1936.<br />
C.- Notas manuscritas de Companys a Tarradellas<br />
(mayo de 1937).<br />
D.- Notas y teletipos de Lluís Companys en mayo de<br />
1937.<br />
E.- Crónicas de Presidencia (de la Generalidad de<br />
Cataluña) del 1 al 10 de mayo de 1937.<br />
F.- Teletipo de José del Barrio (para bombardear<br />
Barcelona).<br />
220
7. A.<br />
BANDO<br />
CONFEDERACIÓN REGIONAL<br />
DEL TRABAJO DE CATALUÑA<br />
Hoy, domingo, 26, ha tenido lugar un Pleno Regional<br />
de Locales y Comarcales de Sindicatos. Los militantes<br />
de la C.N.T., con la responsabilidad que les caracteriza,<br />
han examinado la situación y han tomado<br />
acuerdos concretos y terminantes, que <strong>com</strong>unicamos a<br />
todos los sindicatos y al pueblo en general para que se<br />
atenga a su cumplimiento y conozca al propio tiempo<br />
nuestra posición exacta en esta hora de profundas inquietudes<br />
y cruentas batallas contra el enemigo reaccionario.<br />
PRIMERO: La C.N.T. en Cataluña, coincide por<br />
unanimidad absoluta, en que debe seguir situada en la misma<br />
posición. Hoy no hay más problema para el proletariado,<br />
no hay más enemigo para el pueblo, que el fascismo sublevado.<br />
Contra él todas las energías para aplastarlo; hay<br />
que converger con todas las organizaciones coincidentes a<br />
su aniquilación total; hay que dedicar todas las actividades<br />
y esfuerzos. Que nadie vaya más allá. Que nadie tergiverse<br />
la actuación a seguir. Todos los confederados tienen el deber<br />
moral de aceptar las decisiones generales, no sólo interés co-<br />
221
lectivo, sino incluso por interés individual. Los hechos exporádicos<br />
han sido descartados de la organización, por tener<br />
tan sólo la virtualidad de producir un desgaste de energías<br />
estéril, y frustrar en algunas ocasiones las posibilidades de<br />
realizaciones totalitarias. Hoy por hoy, contra el fascismo,<br />
sólo contra el fascismo que domina media España, y que hay<br />
necesidad de destruirlo para siempre, anulando la influencia<br />
de la negra sotana que durante siglos ha dominado España.<br />
En consecuencia, nadie está autorizado, ni se debe<br />
atender, para lanzar otras consignas, ni enfocar el movimiento<br />
de otra forma.<br />
SEGUNDO: Habiéndose creado un organismo auxiliar<br />
del COMITE DE MILICIAS ANTIFASCISTAS DE<br />
CATALUÑA, denominado COMISION DE ABASTOS, es<br />
necesario que todos los organismos confederales se atengan<br />
a su control y acepten sus consignas. Para ello se regulariza<br />
la relación, a base de las locales y <strong>com</strong>arcales, que serán las<br />
que para los efectos de demandas y ofertas se dirigirán a la<br />
Comisión de Abastos, sita en Vía Layetana, 16, entresuelo.<br />
De esta manera se evitará que cada cual, de una manera un<br />
tanto irresponsable y descontroladamente, pueda requisar<br />
víveres de las diversas localidades. Desde este momento, para<br />
los efectos de requisa y para hacer demandas y entregas<br />
de víveres, sólo se reconocerá el aval de la COMISION DE<br />
ABASTOS.<br />
La C.N.T., responsable de la gravedad que encarna<br />
el hecho del control sobre las subsistencias, colaborará, en<br />
todos los terrenos, a que este control sea efectivo y no haya<br />
lugar a los pillajes y asaltos. Un pueblo que quiere mejorar<br />
su situación, lo primero que tiene que asegurar, es que no<br />
falten los alimentos. Y para asegurarlo, se impone el control<br />
más absoluto, cueste lo que cueste, evitando abusos y entorpecimientos.<br />
Ténganlo todos en cuenta y aténganse a atender exclusivamente<br />
estas normas y las consignas de la Comisión de<br />
222
Abastos filial del COMITÉ DE MILICIAS ANTIFASCIS-<br />
TAS.<br />
TERCERO: Dadas las circunstancias actuales, concretamos<br />
que deben reintegrarse al trabajo TODOS LOS<br />
TRABAJADORES DE LAS INDUSTRIAS Y RAMOS<br />
CUYA PRODUCCION SEA NECESARIA PARA EL<br />
ABASTECIMI<strong>EN</strong>TO DE LOS PUEBLOS; CUANTO SEA<br />
NECESARIO A LA LUCHA REVOLUCIONARIA CO-<br />
NTRA EL FASCISMO Y TODOS LOS SERVICIOS PU-<br />
BLICOS, prescindiendo de reintegrarse al trabajo momentáneamente<br />
los obreros cuya producción sea de importancia<br />
relativa y por ende no imprescindible. Al propio tiempo se<br />
sobreentiende que deben mantenerse en armas y sin reintegrarse<br />
al trabajo los milicianos, debiendo ser ocupadas sus<br />
plazas por los sin trabajo, mientras dure la anormal situación,<br />
hasta que se haya dominado totalmente en todas partes<br />
la insurrección fascista.<br />
Acuerdos éstos que <strong>com</strong>unicamos a todos, para<br />
los efectos consiguientes de orientación y conocimiento.<br />
Antes de finalizar, repetimos: Hay un COMITE<br />
DE MILICIAS ANTIFASCISTAS Y UN AP<strong>EN</strong>DICE<br />
SUYO D<strong>EN</strong>OMINADO COMISION DE ABASTOS.<br />
Todos tenemos el deber de acatar sus consignas, forma<br />
de regular las cosas en todos los órdenes.<br />
Por la Confederación Regional del Trabajo de Cataluña,<br />
EL COMITE.<br />
Barcelona, a veintiséis de Julio de mil novecientos<br />
treinta y seis.<br />
223
7.B.
7. C.<br />
Notas manuscritas de Companys<br />
a Tarradellas, escritas en mayo<br />
de 1937<br />
1.-<br />
Presidente de la Generalidad <strong>com</strong>unica a Presidente Consejo<br />
asesinato Secretario UGT camarada Sesé, y escolta,<br />
cuando iba posesionarse cargo consejero. Situación gravísima.<br />
Urge enviar refuerzos pedidos, aviación y demás.<br />
Ruego contestación rápida.<br />
Nada más.<br />
2.-<br />
Amic Terradellas: Crec que s´ha de radiar aquella nota<br />
perque Defensa dona ordres (hi ha allí en Xena) i ademés<br />
la Telefónica no dona <strong>com</strong>unicacions per fora i no tenim<br />
altre mitjà de <strong>com</strong>unicació.<br />
Traducción:<br />
Amigo Terradellas: Creo que se ha de radiar aquella nota,<br />
porque Defensa da órdenes (está allí Xena 170 ) y además<br />
170 José Xena era un militante anarquista de Hospitalet. Destacado ideólogo y periodista<br />
en los años treinta. Como delegado de la <strong>com</strong>arcal del Baix Llobregat, emitió el único<br />
voto favorable a que la CNT “fuera a por el todo” en la asamblea cenetista del 21 de<br />
julio de 1936, en lugar de colaborar con el resto de fuerzas políticas y con el gobierno<br />
228
Telefónica no da <strong>com</strong>unicaciones para fuera (de Barcelona)<br />
y no tenemos otro medio de <strong>com</strong>unicación.<br />
3.-<br />
Amic terra: Me sembla que aquella nota que he escrit per<br />
a la radio, se tindrà de totes maneres que donar, puig si<br />
después se n´ha de donar una altra ya la donarem<br />
¿No te sembla?<br />
En tot cas diguis tu mateix que pot radiarse – si te sembla -<br />
Traducción:<br />
Amigo Terra: me parece que aquella nota que he escrito<br />
para la radio, se tendrá de todas formas que dar, pues si<br />
después se ha de dar otra ya la daremos<br />
¿No te parece?<br />
En todo caso di tú mismo que puede radiarse – si te parece<br />
–<br />
de la Generalidad. Regidor y alcalde de Hospitalet hasta febrero de 1937, donde ensayó<br />
implantar el salario único.<br />
229
7. D.<br />
Copia de las notas tomadas por<br />
el Presidente Lluís Companys y<br />
de las conversaciones por teletipo<br />
entre distintas figuras políticas<br />
durante las luchas callejeras<br />
en Barcelona, del 3 al 7 de mayo<br />
de 1937 171 .<br />
7 de mayo de 1937, o sea el martes 172 , cuando la sublevación<br />
tomó cuerpo.<br />
CONFER<strong>EN</strong>CIA CELEBRADA POR “HUGUES” <strong>EN</strong>-<br />
TRE EL MINISTRO DE SANIDAD Y MARIANO<br />
VAZQUEZ CON LOS MINISTROS DE JUSTICIA Y<br />
GOBERNACIÓN 173 CON REFER<strong>EN</strong>CIA AL <strong>EN</strong>VÍO DE<br />
FUERZAS DE SEGURIDAD A CATALUÑA.<br />
171 Original en castellano. Estamos ante un lenguaje coloquial y telegráfico con frecuentes<br />
errores sintácticos. Francisco Aguirre, director de El Día Gráfico que recibió<br />
las notas y los teletipos del propio Companys, es probablemente el redactor del texto<br />
definitivo.<br />
172 Se trata de un error: el 7 de mayo era viernes.<br />
173 Federica Montseny (anarquista, ministro de Sanidad) y Mariano R. Vázquez (secretario<br />
nacional de la CNT) informan desde Barcelona. Juan García Oliver (anarquista,<br />
ministro de Justicia) y Angel Galarza (socialista de izquierda y ministro de Gobernación)<br />
informan desde Valencia.<br />
233
Aquí Valencia, ¿Gobernación? ¿Está Ministro de<br />
Sanidad?.- Sí; sí al aparato. – Aquí Federica y Mariano<br />
Vázquez les correspondemos.- Oye García, Mariano va a<br />
hablarte y luego hablaremos con Galarza, interesa nos informes<br />
situación ahí y criterio dominante Gobierno, nosotros<br />
también informaremos, habla ahora con Mariano.- Esta<br />
mañana la situación parecía pronta a resolverse a las<br />
ocho de la mañana; el tránsito por las calles era amplio,<br />
habíanse reintegrado al trabajo muchos obreros; transcurrieron<br />
primeras horas sin un solo disparo, a mediodía situación<br />
ha empezado a empeorarse debido que la Fuerza<br />
Pública hostilizaba sindicatos preparándose al ataque. El<br />
nerviosismo ha subido de tono al observar que se pretendía<br />
dominar posiciones. Tiene que haber influido de forma<br />
decisiva el hecho de que Herrando 174 ha mantenido al<br />
frente Comisaría Orden Público a Rodríguez Salas, el cual<br />
ha seguido disponiendo de la Fuerza Pública y con toda<br />
seguridad orientándola a adoptar actitud adoptada. En muchos<br />
lugares la rotura de carnés de la CNT ha sido sistemática,<br />
pudiéndose observar en algunas calles grandes<br />
cantidades de carnés CNT rotos. Cinco <strong>com</strong>pañeros de la<br />
escolta de Eroles han sido sacados de sus hogares y asesinados.<br />
Estas y otras muchas causas parecidas han dado por<br />
resultado que los camaradas se hayan aprestado a la defensa.<br />
Situación ambiental más difícil al conocerse llegada<br />
Tortosa de mil quinientos guardias. En estos momentos es<br />
imposible predecir lo que ocurrirá. Sin embargo es de esperar<br />
que si no hay rápida rectificación dirección y actitud<br />
Fuerza Pública, será imposible evitar que la lucha se generalice<br />
de nuevo. Actitud camaradas ha sido disciplinada<br />
salvo rarísimas excepciones. Repito que causa de la situa-<br />
174 Quiere decir Arrando, esto es, el teniente coronel Alberto Arrando.<br />
234
ción difícil en estos momentos está en falta de tacto dirección<br />
y actuación Fuerza Pública. No es posible se dé la<br />
sensación de que se preparan represiones amplias, contra<br />
Organización y militancia. Se impone urgentísima intervención<br />
Ministro, cambiando dirección Orden Público y<br />
dando órdenes terminantes a Fuerza Pública para que no<br />
provoque y actúe con plena responsabilidad e imparcialidad.<br />
Si Fuerza Pública que viene de Valencia sigue avanzando,<br />
no será posible evitar en el camino encendiendo<br />
hogueras en los pueblos que hasta el presente no hicieron<br />
para nada.- Aquí García Oliver.- La situación de Levante y<br />
del resto de España es de orden absoluto, demostrando los<br />
<strong>com</strong>pañeros y los <strong>com</strong>ités un elevado sentido responsabilidad<br />
necesario en estos momentos. Ministro Gobernación<br />
ha ordenado destituir en el acto a Rodríguez Salas siempre<br />
dispuesto el Ministro a solucionar problema de Cataluña lo<br />
más justamente posible. Las fuerzas de asalto que están<br />
camino de Barcelona es indispensable lleguen a su destino<br />
para reemplazar a las fuerzas de Barcelona, excesivamente<br />
agotadas, nerviosas y apasionadas en la lucha porque se<br />
encuentran influenciadas directamente por las Organizaciones<br />
políticas y sindicales, que bregan en las calles de<br />
Barcelona. Se impone que lo <strong>com</strong>prendáis así y que lo<br />
hagáis <strong>com</strong>prender a los Comités y a los <strong>com</strong>pañeros de<br />
la misma manera que es indispensable lo hagáis <strong>com</strong>prender<br />
a todos los <strong>com</strong>pañeros de los pueblos que deben<br />
cruzar estas Fuerzas, de verdadera pacificación imparcial,<br />
absolutamente imparcial, porque el Gobierno no ignora<br />
que sin esta justa imparcialidad de las Fuerzas públicas, el<br />
conflicto, lejos de solucionarse, se agravaría, extendiéndose<br />
a toda Cataluña y al resto de España, con el consiguiente<br />
fracaso político y militar del Gobierno y en la lucha que<br />
sostiene en los frente de batalla del fascismo, nadie más<br />
235
interesado que el propio Gobierno en terminar rápidamente<br />
la situación de Barcelona y lejos por lo tanto, de su pensamiento,<br />
el contribuir a sostener tan grave situación mandando<br />
fuerzas con el deliberado propósito de echar más<br />
leña en la hoguera. Enviar fuerzas a Barcelona es el acto<br />
<strong>com</strong>plementario de la incautación de Servicios Orden Público<br />
porque de no hacerlo así, fracasaría Ministro Gobernación<br />
y el propio Gobierno por cuanto se verían obligados<br />
a tener que mandar en fuerzas apasionadas y agotadas,<br />
<strong>com</strong>o viene ocurriendo en estos momentos, que por lo<br />
visto las Fuerzas de Orden Público de Barcelona, no obedecen<br />
las instrucciones que el Ministro ha dado al Delegado<br />
de Orden Público, sin perjuicio que el Ministro de la<br />
Gobernación estudie la conveniencia de enviar estas fuerzas<br />
por otro camino que no sea el de tierra, demasiado largo<br />
y lleno de obstáculos, que a su paso pueden sembrarle<br />
todos los provocadores interesados en que continúe la situación<br />
de Barcelona y que fracase Gobierno. Por haberse<br />
incautado Servicios Orden Público, repito que conviene<br />
preparéis rápidamente a los camaradas de los pueblos para<br />
que no pongan obstáculos al paso de estas fuerzas de pacificación;<br />
antes al contrario, que le den toda clase de facilidades,<br />
que los reciban con cariño, porque de otra manera,<br />
se corre el riesgo y no podría evitarlo Ministro Gobernación,<br />
que estas fuerzas, hostilizadas por el camino, fuesen<br />
adquiriendo un estado de irritabilidad que derivaría fatalmente<br />
en perjuicio de todos., con lo cual sólo habríamos<br />
conseguido hacer del problema de Cataluña, una hoguera<br />
nacional, en la que nos consumiríamos inevitablemente, y<br />
de una manera rápida. Sobre todo, trabajar rápidamente la<br />
provincia de Tarragona, en la que tienen muchas fuerzas<br />
los del POUM y los separatistas, de manera que no se<br />
mezclen con los camaradas, provocándoles a la resistencia<br />
236
armada, contra las Fuerzas de Orden Público. Nada más.<br />
Decidme si queréis algo, y después hablará Ministro de la<br />
Gobernación.- Teóricamente estamos <strong>com</strong>pletamente<br />
identificados. La práctica es diferente y aún <strong>com</strong>prendiendo<br />
beneficio indiscutible de cambiar Fuerza de Barcelona,<br />
hemos de reconocer que el problema de aquí no requiere<br />
intervención Fuerza Pública. Las cosas están situadas en<br />
tal forma, que simplemente con que la Fuerza Pública recibiera<br />
órdenes acuartelamiento por breves horas, quedaría<br />
<strong>com</strong>pletamente normalizada situación. Es indispensable<br />
dar un plazo de tres o cuatro horas durante las cuales no<br />
haya Fuerza Pública hostilizando ni haciendo nada. Este<br />
tiempo sería suficiente para cobrar confianza desapareciendo<br />
barricadas y abandonando personal los locales y<br />
lugares que ocupan.- Habla Ministro de la Gobernación.-<br />
Al enterarme a las siete y media de la tarde que continuaba<br />
en puesto Comisario Rodríguez Salas he dicho lo siguiente<br />
que copio del teletipo que tengo delante: “Ahora mismo<br />
que quede al frente de la Comisaría de Seguridad un Comisario<br />
de la Policía, de la plantilla, aquel en que tenga<br />
Vd. más confianza y que dejen de intervenir el Orden Público<br />
representantes de Sindicales y partidos.- El Jefe Superior<br />
me ha contestado: “Conforme en absoluto y cumpliré<br />
inmediatamente sus órdenes”.- Sigo hablando.- He quedado<br />
en llamarle a las nueve y media y estoy seguro que<br />
me dará cuenta de que ya no está en la Comisaría Rodríguez<br />
Salas. Suscribo cuanto ha dicho García Oliver y en<br />
cuanto al plazo que pedís para resolverlo, no tengo inconveniente<br />
en hacer lo siguiente. A las diez de la noche recibirán<br />
órdenes las Fuerzas de no disparar un solo tiro, de no<br />
intentar hostilizar ningún edificio y quedarán reducidas en<br />
las calles a retenes de vigilancia, sin que se practiquen cacheos<br />
ni detenciones durante el plazo de tres horas.- Voso-<br />
237
tros <strong>com</strong>prometeros a que las gentes que están en la calle y<br />
en los Centros, se retiren a sus casas durante el plazo, y<br />
no disparen un solo tiro. Estas órdenes voy a dar. Claro es<br />
que <strong>com</strong>prenderéis que si no se cumplen con lealtad por<br />
ambas partes, no se consigue nada..- Me llama Presidente<br />
Consejo, espere un minuto.- Mientras viene Ministro, aquí<br />
está presente García Oliver por si quieren decirle algo.-<br />
Habla Federica.- García, lo que dice Galarza podemos<br />
aceptarlo a base que sea mañana de seis a nueve de la mañana,<br />
para dar tiempo preparación y organizar manifestación<br />
monstruo de paz, a la que acuda toda Barcelona, yendo<br />
al frente las banderas enlazadas, y las representaciones<br />
de las organizaciones. Lo propondremos a la UGT con la<br />
convicción que lo acepta. Sin embargo, ahora debo decirte<br />
algo que estimo muy grave, por la contradicción evidente<br />
que representa, por cuanto acaba de decirnos Galarza.<br />
Hace cosa de tres horas hablé con Herrando reclamando<br />
una vez más la sustitución de Rodríguez Salas, que continúa<br />
en Jefatura, rey y señor de la fuerza pública. Pues<br />
bien, Herrando me ha dicho que él ya no podía sustituir a<br />
Rodríguez Salas, porque el mando pasaba a manos de la<br />
autoridad militar y que por otra parte, no lo había hecho<br />
antes porque tantas coacciones le impedían actuar imponiendo<br />
el principio de autoridad y justificando a Rodríguez<br />
Salas, el que, dice, ha hecho gran labor en estos momentos<br />
defendiendo Jefatura de múltiples asaltos. Como puedes<br />
<strong>com</strong>prender, esto que he mantenido callado por no excitar<br />
más los ánimos de los <strong>com</strong>pañeros, es muy grave y está en<br />
pugna absoluta con lo dicho por Galarza, suponiendo incluso,<br />
una actuación por parte de Herrando <strong>com</strong>pletamente<br />
independiente de las órdenes que recibe. Que Galarza<br />
lea esto cuando vuelva y que conteste a nuestra proposición,<br />
así <strong>com</strong>o a estos detalles de suma importancia.- Te<br />
238
habla García Oliver.- Ministro de la Gobernación vuelve<br />
enseguida; pero con el teletipo en la mano puedo asegurarte<br />
que la orden dada de sustituir a Rodríguez Salas es<br />
cierta, aunque Herrando te haya dicho, y con razón, que no<br />
la había recibido, pues si tú hace tres horas que hablaste<br />
con él, la orden ha sido cursada aproximadamente entre<br />
ocho y ocho y cuarto. Espera un momento, que ahora está<br />
aquí Ministro de la Gobernación y te hablará.- Habla Galarza.-<br />
No solamente hoy a los ocho di esa orden tajante a<br />
Herrando, sino que esa orden se la di cuando le encargué<br />
tomase posesión de la Jefatura; y hoy, al hablar con él y<br />
por temor de que no se hubiera obedecido mi orden, le<br />
hice esta pregunta concreta, que copio del teletipo: “¿Ha<br />
sido ya sustituido el Comisario General, y hay en su puesto<br />
alguien del Cuerpo de Policía?”.- Le ha llamado otra<br />
vez Presidente; ahora bien.- Que oiga García. Es preciso<br />
que Galarza conteste sobre el extremo de que Pozas haya<br />
tomado todo el mando en Cataluña, porque si no fuese<br />
cierto, <strong>com</strong>o supongo, no me explico qué intención puede<br />
tener Herrando mintiendo.- Habla Oliver.- Cuando vuelva<br />
Galarza te contestará categóricamente a lo que preguntas.<br />
Por lo que yo sé, no es cierto que Pozas se haya hecho<br />
cargo de los Servicios de Orden Público con carácter militar<br />
y no hay hasta este momento ningún acuerdo de Gobierno.-<br />
Habla ahora Galarza.- Sigo haciéndome referencia<br />
a lo de Herrando. Cuando le hice esa pregunta, que demuestra<br />
que esa orden ya se la había dado, me contestó algo<br />
muy parecido sobre la defensa que Rodríguez Sala<br />
había hecho de la Comisaría; y apreciando yo en lo que<br />
vale esta conducta, es cuando le dije que ahora lo sustituyese.<br />
Me dijo también Herrando que ahora habiendo tomado<br />
posesión Pozas, había que mirar la cuestión desde el<br />
punto de vista militar y le contesté lo que copio: “No me<br />
239
explico qué quiere Vd. decir al hablar de que la presencia<br />
y toma de posesión del General de la Cuarta División,<br />
obligue a que se vean las cosas desde el punto de vista militar.-<br />
El General de la Cuarta División no tiene, por el<br />
momento, nada que ver con el Orden Público en Cataluña,<br />
pues ello sería si el estado de guerra se declarase, pero en<br />
modo alguno estando el Mando en la autoridad civil, que<br />
es a la que Vd. representa. Amiga Federica, ¿está esto claro?.-<br />
En cuanto a estas tres horas, en la forma que yo le<br />
digo, no tengo inconveniente en que sean entre seis y nueve<br />
de la mañana. En cuanto a la manifestación, si no<br />
hubiese elementos provocadores me parecería muy bien;<br />
pero temo que estos elementos aprovechen el nerviosismo<br />
de todos, y la manifestación terminase <strong>com</strong>o el Rosario de<br />
la Aurora. Quizás lo que conviniese fuese acordar su celebración<br />
y hacerlo público en nota conjunta de las dos Sindicales<br />
y en lugar de mañana, hacerlo domingo. Yo voy a<br />
dar órdenes de máxima prudencia durante la noche a la<br />
Fuerza. Déjenme Uds. Que mañana, después de las nueve,<br />
tenga yo ahí una fuerza nueva y descansada, que va a<br />
mandar persona de mi absoluta confianza.- Bien Galarza.-<br />
Ahora te hablará Mariano de lo que respecta a la manifestación.<br />
La tregua puede ser salvadora, pero piense Vd. que<br />
si continúa al frente Orden Público la misma gente, no sé<br />
hasta dónde sus órdenes serán obedecidas. Hablo por experiencia;<br />
por esa serie de contradicciones que se observan<br />
a simple vista entre su actitud y la gente de aquí.- Mañana<br />
habrá ahí otros Mandos, pero hasta que sea de día, no pueden<br />
llegar, pues lo harán por avión. Pero mantener esto en<br />
absoluta reserva, no haya alguien interesado en repetir lo<br />
240
de Escobar 175 . Decid a vuestra gente que esta noche, después<br />
de las doce, hagan algunos la prueba de irse retirando<br />
a sus casas, y si <strong>com</strong>o espero, nada ni nadie sale al paso<br />
para impedírselo, que todos los demás hagan lo mismo y<br />
mañana ya no haría falta ni esas tres horas para esa operación.<br />
Es bien fácil hacer la prueba. Pero ello supone para<br />
mí tal responsabilidad, que espero no solo vuestra ayuda,<br />
sino también que <strong>com</strong>prendáis que por mi parte tiene que<br />
ser la última tentativa de una solución en esta forma. No<br />
dar por la Radio noticias de ningún acuerdo de estos, sino<br />
a vuestras gentes de confianza, y por medio de hojas con<br />
vuestra firma. ¿Os parece bien esto? .- Se intentará hacer<br />
la prueba de noche, aunque no podemos asegurarlo por ser<br />
difícil transitar de noche y orientar directamente a la gente.<br />
Por mi parte nada más, Galarza. Mariano me dice le diga<br />
que parta del principio de seis a nueve, pues así tendremos<br />
tiempo para trabajar y será mucho más fácil. Le saluda.-<br />
Se le corresponde. Salud.<br />
*<br />
Desde hace mucho tiempo el Consejero de Seguridad<br />
Aguadé venía pidiendo más fuerzas; las de la Generalidad<br />
eran escasas para estos momentos. Tan solo dos<br />
mil guardias de Seguridad armados, seiscientos más sin<br />
armas y pocos Guardias Nacionales. La política de unidad<br />
y de tacto debía ir a<strong>com</strong>pañada de un esfuerzo para poder<br />
ir mejorando la autoridad del Gobierno y actuar sobre casos<br />
concretos de grupos llamados incontrolados y de coacciones<br />
sobre las directivas del Gobierno.<br />
175 El coronel Antonio Escobar, de la Guardia Civil, fue herido de bala el 6 de mayo de<br />
1937, al poco de llegar a Barcelona para ocupar su puesto, recién designado, de delegado<br />
de Orden Público<br />
241
Esto lo pedía con insistencia no solo por la presión<br />
de la opinión pública, sino además por las propias excitaciones<br />
176 del Ministro de Gobernación y otras autoridades<br />
de Madrid y <strong>com</strong>entarios prensa extranjera sobre la frontera,<br />
etc., etc.<br />
El <strong>com</strong>plejo 177 de la situación necesitaba más refuerzos,<br />
porque aun teniendo todo el tacto se preveía que<br />
podía surgir un momento de choque. El Gobierno de la<br />
Generalidad agotaba los recursos para ir solventando la situación<br />
y la opinión pública apremiaba. El poder del Gobierno<br />
se iba fortaleciendo cada vez más, pero la mayoría<br />
de las gentes de Cataluña estaban tan irritadas que había el<br />
peligro de que el Gobierno perdiese la confianza popular y<br />
el clima de opinión y que las mismas fuerzas de orden público<br />
al servicio de la Generalidad se desmoralizasen.<br />
En la Telefónica eran controladas todas las conferencias<br />
de las Autoridades de la Generalidad y las del Presidente,<br />
y las del Presidente de la República.<br />
El Consejero de Seguridad Interior hizo ocupar la<br />
Telefónica y esto fue replicado con un ataque a la Radio y<br />
el estallido de la sublevación . Siempre la coacción si se<br />
quería arreglar lo de Pasaportes o aplicar la justicia de los<br />
Tribunales sobre determinadas gentes que <strong>com</strong>etían delitos<br />
(<strong>com</strong>o ejemplo, los asesinatos impunes de Manresa, Villanueva<br />
y Geltrú, etc., etc.)<br />
El martes, día 4 178 , conferencia telefónica entre<br />
Ministro de Gobernación Galarza y Consejero Aguadé.<br />
El Ministro pregunta por la situación y el consejero<br />
dice:<br />
176<br />
Donde dice “excitaciones”, quizás debería decir “exigencias”.<br />
177<br />
Quizás debería decir “La <strong>com</strong>plejidad”.<br />
178<br />
Subrayado en el original, donde se dice erróneamente día 7.<br />
242
“Estado nerviosidad aunque no ha empezado choque<br />
con la fuerza pública más que ligeros chispazos. Hay<br />
huelga general. Conteste respecto a lo que le pregunté anteriormente”<br />
(Nota: se refiere al envío de fuerzas).<br />
El Ministro contesta:<br />
“Tengo fuerzas en Vinaroz que además esta madrugada<br />
ha sido bombardeado por aviación facciosa. He<br />
ordenado concentración fuerzas de Castellón, Murcia, Alicante<br />
y Valencia y caso necesidad porque surgieran choques<br />
graves en Cataluña, a requerimiento de ese Gobierno<br />
se pondrían a sus órdenes las que fuesen menester; pero<br />
Presidente Consejo y yo entendemos que debiendo estar<br />
todo preparado no conviene intervención fuerzas que no<br />
estén en Cataluña mientras las que haya no tengan que ser<br />
empleadas a fondo y resultaren insuficientes. Llegado este<br />
caso, <strong>com</strong>o solidaridad con ese Gobierno es absoluta, las<br />
fuerzas aquí acuarteladas y en la proporcionalidad necesaria<br />
y posible en muy poco tiempo estarían en los puntos<br />
que Gobierno Generalidad indicase”.<br />
Aguadé contesta:<br />
“Muy bien tomo buena nota que <strong>com</strong>unico Presidente”.<br />
Martes 179 a las 13,10.<br />
El Presidente Consejo pregunta por situación.<br />
El Presidente Generalidad le contesta:<br />
“Que Aguadé acaba decirme no es muy mala pero<br />
sí muy seria. Hay fuertes núcleos calle bien pertrechados y<br />
tiroteo toda ciudad. Fuerzas seguridad son reducidas para<br />
acción rápida y se agotan. En resumen situación no es sa-<br />
179 El martes era el día 4 de mayo.<br />
*<br />
243
tisfactoria. Estamos momento delicado, tendencia algo favor.<br />
Aguadé ha pedido a Vd. varias cosas y recibido telegrama<br />
Prieto conformando propósitos”. (Véase conferencia<br />
mismo día entre Ministro Sanidad desde Barcelona con<br />
Ministros Justicia y Gobernación 180 ).<br />
Contesta el Presidente Consejo:<br />
“He recibido su telegrama referente a Sandino<br />
(Nota: se refiere a un telegrama que el Presidente de la<br />
Generalidad le había remitido para que se ordenase a Sandino<br />
que se pusiera a las órdenes del Gobierno de Cataluña<br />
181 ).<br />
Continúa el Presidente Consejo;<br />
“Han salido para Barcelona Oliver y representantes<br />
de la CNT para intervenir y ver si se puede solucionar el<br />
conflicto. Considero un deber advertirle que cambiadas<br />
impresiones con los Ministros estamos todos de acuerdo<br />
en que de no mejorar esta tarde a primera hora la situación<br />
el Gobierno, de acuerdo con el Estatuto está decidido<br />
a encargarse del Orden Público. Diga si tiene algo que objetar”.<br />
El Presidente de la Generalidad contesta:<br />
“Contesto a lo primero. La CNT me ha avisado que<br />
va a venir aunque hizo lo mismo hace tiempo sin haber<br />
venido. Existen elementos dirigentes que hacen esfuerzos<br />
pero son rebasados. Desde luego la Generalidad puede escuchar<br />
pero no pactar, manteniendo su posición ante elementos<br />
[que] han realizado la traición arteramente. Respecto<br />
Orden Público creo deben cooperar en reforzar disponibilidades<br />
Consejero Seguridad Interior, ante respon-<br />
180<br />
Ministro Sanidad es Federica Montseny (CNT) y de Justicia es Juan García Oliver<br />
(CNT).<br />
181<br />
Sandino manda la aviación y Companys quiere que se ponga a sus órdenes para<br />
bombardear los edificios y cuarteles de la CNT-FAI.<br />
244
sabilidad esto pueda agravarse el Gobierno República<br />
puede adoptar disposiciones estime necesarias”.<br />
A las 18.<br />
El Presidente Generalidad <strong>com</strong>unica al Subsecretario<br />
del Consejo que los rebeldes han sacado cañones a la<br />
calle. Pide den órdenes Sandino de que se disponga a disposición<br />
del Gobierno Generalidad 182 .<br />
Momentos después el Subsecretario de la Presidencia<br />
del Consejo de Ministros pregunta si han llegado<br />
los <strong>com</strong>pañeros Muñoz y Zancajo para intervenir en nombre<br />
de la UGT.<br />
El Subsecretario de la Presidencia de la Generalidad<br />
responde que el Consejero Aguadé ha dicho que había<br />
llegado, pero no han llegado a la Generalidad.<br />
(En este momento llegan García Oliver y Zancajo y<br />
se <strong>com</strong>unican con el Subsecretario de la Presidencia del<br />
Consejo).<br />
El Subsecretario contesta que el Consejo de Ministros<br />
seguirá reunido siempre y que le vayan dando noticias.<br />
Inmediatamente García Oliver se presenta en el<br />
despacho telegráfico y mantiene una conversación con el<br />
Presidente del Consejo. En ella le dice que la entrada de<br />
fuerzas perjudicará el momento pues se van a reunir todos<br />
para acabarlo.<br />
El señor Zancajo, Delegado de la UGT, opina lo<br />
mismo.<br />
El Presidente Generalidad <strong>com</strong>unica inmediatamente<br />
y en la misma cinta de Oliver al Presidente Consejo<br />
que vistas las seguridades Oliver y la opinión de Zancajo<br />
enviados por el Gobierno y la UGT y de que ahora van a<br />
182<br />
Companys sigue insistiendo en disponer de la aviación para bombardear los centros<br />
de la insurrección.<br />
245
eunirse todos pueden esperar la tramisión [¿el envío?]<br />
fuerzas “confiando nuevamente en la lealtad de todos”.<br />
(Lo cierto era que mil quinientos hombres no hubieran podido<br />
llegar a Barcelona. Se necesitaban más y por mar).<br />
Una hora más tarde, el mismo día 4 a las 18, el<br />
Presidente Generalidad <strong>com</strong>unica al del Consejo de Ministros<br />
lo siguiente:<br />
“Hemos esperado a reunirnos pero representación<br />
socialista ha pedido cambiar impresiones separadamente<br />
con Zancajo y ahora están reunidos. Amplío mis palabras<br />
anteriores en el sentido de que me esforzaré conciliación<br />
pero paréceme CNT querrá condiciones que le permitan<br />
salir reforzada lucha. Usted conoce métodos y caracteres.<br />
Conviene tener preparado todo.<br />
Después hay dos <strong>com</strong>unicaciones más de Subsecretario<br />
a Subsecretario. Una diciendo: “Que haciendo<br />
grandes esfuerzos y por motivos superiores guerra fascismo<br />
hemos aceptado a pesar de que fuimos agredidos, la<br />
fórmula de “Alto el fuego” y anunciando que van a hablar<br />
por el mismo tono los representantes de todas las organizaciones”.<br />
Otras y rápidamente otras <strong>com</strong>unicaciones de Vidiella<br />
diciendo situación es, a pesar de todo, muy delicada,<br />
y que envíen fuerzas urgentemente.<br />
El Presidente de la Generalidad también envía una<br />
<strong>com</strong>unicación para que se envíen fuerzas desde Castellón<br />
para liberar a los Guardias Nacionales de Tortosa que están<br />
cercados en el Cuartel.<br />
A las 22, el Presidente de la Generalidad <strong>com</strong>unica<br />
al del Consejo: “Al empezar reunión García Oliver planteó<br />
cambio Consejero Seguridad Interior pidiendo Orden Público<br />
controlado por todos repitiendo puntos de siempre<br />
tantas veces discutidos”.<br />
246
Añade: “Se harán esfuerzos conseguir avenencia<br />
que no deja presentarse difícil. Consejero Seguridad Interior<br />
insiste envíen refuerzos pues fuerzas cansadas.<br />
El resto de la noche continúa con lucha fuerte en<br />
calles y desde Seguridad Interior y desde la Presidencia y<br />
también Vidiella en <strong>com</strong>unicación con Pascual Tomás, se<br />
pide trasmisión rápidamente de fuerzas.<br />
El día 5 a las doce y media se recibe la <strong>com</strong>unicación<br />
quedándose el Estado Orden Público.<br />
*<br />
Mientras tanto la situación se había contenido, pero<br />
por fuerzas propias Generalidad y esfuerzos de los dirigentes<br />
de las organizaciones y partidos políticos. Pero el problema<br />
seguía planteado igualmente con la misma gravedad<br />
interna. Era inútil pensar en fuerzas de mil quinientos<br />
hombres venidas por Tortosa pues nada más que volando<br />
puentes no habrían llegado a Barcelona. Debían venir más<br />
y por mar.<br />
*<br />
Cuando ya llegan las fuerzas, se posesiona el Coronel<br />
Torres de Jefatura y Pozas del mando del Ejército<br />
del Este.<br />
En Defensa continúa el Subsecretario de la CNT<br />
Molina y captamos aviso telefónico de la Regional CNT<br />
ex-Consejero Isgleas para que vaya a Defensa y dé posesión<br />
a Mas, nuevo Consejero de la CNT.<br />
El Presidente envía un <strong>com</strong>unicado oficial a Molina<br />
diciendo que no hay nuevo Consejero de Defensa y da<br />
por radio, personalmente, la noticia de que él, el Presiden-<br />
247
te, se había reservado para sí aquella Consejería pero que<br />
en virtud del nombramiento de Pozas le delegaba todas las<br />
funciones de la Generalidad además de las que el Estado le<br />
había conferido.<br />
El día 6 el Presidente Generalidad envía otro teletipo<br />
que dice: “que desde ayer está aquí Federica Montseny<br />
y que ha pedido <strong>com</strong>unicar por teletipo con Presidente<br />
Consejo en su calidad de Ministro y <strong>com</strong>o tal se le ha autorizado.”<br />
También el Presidente envía otro teletipo diciendo<br />
que:<br />
“Si no se procede al desarme y a limpiar fronteras<br />
la situación volverá a reproducirse, porque el problema<br />
continúa igual”.<br />
Y así estamos. Continúa igual si no se desarma, no<br />
ya por las calles, sino apoderándose de los depósitos de<br />
armas. (No se ha hecho).<br />
Las nuevas autoridades de Orden Público hacen<br />
gestión política. Conferencian, hablan, llegan a fórmulas,<br />
transigen, etc. El General Pozas trata de organizar Defensa<br />
con <strong>com</strong>isiones de todos los partidos. El Coronel Torres<br />
llega a un acuerdo con las Patrullas de Control y telefonea<br />
al Presidente y le lee una nota que empieza: “Las Patrullas<br />
de Control han llegado a un acuerdo con la Generalidad y<br />
con el Coronel Torres, Jefe superior de Orden Público de<br />
la República…”. El Coronel dice que va a dar esta nota<br />
por Radio. El Presidente le advierte que no debe meterse<br />
para nada a la Generalidad que no ha llegado a un acuerdo<br />
ni tratará con las Patrullas de Control. Después telefonea<br />
el Coronel Torres diciendo que en vez de “han llegado a<br />
un acuerdo con la Generalidad” en la nota se dice “al lado<br />
de la Generalidad”. El Presidente le advierte que él no autoriza<br />
ni da su conformidad para que con relación a las Pa-<br />
248
trullas de Control se mencione para nada a la Generalidad<br />
183 . Después, se da la nota, sin nada más decir al Presidente<br />
y <strong>com</strong>o espontánea declaración de las Patrullas de<br />
Control. Continuamente se hacen declaraciones y <strong>com</strong>entarios<br />
políticos por los Delegados de Orden Público.<br />
El Coronel Torres establece la censura para la<br />
prensa, y un Oficial de las fuerzas llegadas, Don José María<br />
Díaz de Ceballos, le <strong>com</strong>unica directamente al Presidente<br />
por Oficio para que cese la censura establecida en el<br />
Comisariado de Prensa creado por la Generalidad. En este<br />
Oficio se dice que esta censura es para “informaciones y<br />
<strong>com</strong>entarios políticos”.<br />
El Presidente telefonea al Coronel que le da excusas<br />
por el procedimiento. El Presidente se aviene para que<br />
Orden Público ejerza censura con métodos y amplitud que<br />
considere necesarias, pero quede entendido que régimen<br />
“asociación, prensa, espectáculos” no entra en sus funciones<br />
aunque el Gobierno Generalidad dará en todo las facilidades<br />
que se deseen para este momento y si algo se tiene<br />
que discutir sobre dicha facultad, quede para otro momento.<br />
El Presidente insiste sin embargo que puesto que<br />
han llegado fuerzas y el Estado se ha reservado el Orden<br />
Público para actuar con sus fuerzas en este sentido puesto<br />
que la Generalidad no tenía bastantes ni se le han facilitado,<br />
lo haga rápidamente en fronteras, desarme, etc., <strong>com</strong>o<br />
es su misión, pues las de orden político y general no pueden<br />
ser intervenidas, ni había por qué quedarse con Orden<br />
Público.<br />
183 El Coronel Torres, <strong>com</strong>o militar, intentaba un acuerdo de pacificación entre las dos<br />
fuerzas enfrentadas. Companys, <strong>com</strong>o político, jamás reconocerá a las Patrullas de Control<br />
<strong>com</strong>o un igual con el que negociar nada.<br />
249
7 de mayo de 1937, a las 17 horas.<br />
250<br />
*<br />
Aquí Presidente de la Generalidad.- El Subsecretario<br />
quiere hablar con el Subsecretario Sr. Llopis.- Presente<br />
Subsecretario Sr. Llopis.- Presente Subsecretario Sr. Rouret.-<br />
En nombre Presidente mío salúdale.- Trasmítoles siguiente.<br />
Hemos sorprendido por mediación nuestro control<br />
teléfonos una conversación telefónica según la cual Mariano<br />
R. Vázquez de la CNT y Subsecretario Sanidad del<br />
Gobierno República ha dicho [a] Valerio Mas del Comité<br />
Regional de dicha organización lo siguiente: “Se ha de<br />
procurar cargar el muerto sobre Estat Català y el<br />
POUM” 184 . Nosotros advertimos que lo de Estat Català es<br />
una infamia, una treta de la CNT para volver a jugar el separatismo,<br />
porque el pequeño grupo de Estat Català ha luchado<br />
valientemente al lado de las fuerzas de Orden Público<br />
contra los revoltosos.- En cambio lo del POUM es<br />
cierto, son los agentes provocadores más destacados 185 .-<br />
Léase La Batalla de hoy que es una vergüenza y han tenido<br />
que editarla en otra imprenta, porque la suya ha sido<br />
ocupada por Guardias de Asalto. Esta mañana dicho periódico<br />
lo venden por las calles hombres del POUM con<br />
casco y fusil.- El texto es de incitación violenta a persistir<br />
en la lucha.- En este momento me entero que delegados<br />
del POUM están en Gobernación hablando con Delegado<br />
Orden Público, teniente coronel Arrando.- Ignoro instrucciones<br />
Gobierno a sus delegados Orden Público ni necesidades<br />
o previsiones relacionadas con circulación general,<br />
pero debo advertir conveniencia despejar futuro y esta-<br />
184 Los dirigentes cenetistas proponían ya dos cabezas de turco.<br />
185 Companys exculpó a Estat Català y señaló al POUM <strong>com</strong>o único chivo expiatorio.
leceremos acuerdos Delegado Orden Público y general<br />
Pozas para que Gobierno Generalidad publique disposiciones<br />
tipo político a medida posibilidad fuerzas y autoridades<br />
Orden Público.-Hoy no hay disparos pero continúan<br />
barricadas y revoltosos procuran ir asegurando y ampliando<br />
posiciones.- No se recatan decir que primera oportunidad<br />
harán movimiento tipo nacional.- tenga cuenta se han<br />
apoderado todos almacenes guerra y Parque Artillería y<br />
están almacenando grandes cantidades máquinas y municiones<br />
en locales alrededores Barcelona. Su moral es de<br />
irritación y reconquistas mientras figuras más responsables<br />
y cercanas Gobierno coaccionan y obran políticamente para<br />
permitirles asegurar o mantener posiciones.- Si no se<br />
puede realizar desarme total [ni] limpiar fronteras urgentemente<br />
186 no dudo que a pesar todas sus palabras no sólo<br />
encontraremos pronto mismo estado sino ampliado otros<br />
lugares España, principalmente región levantina. Nada<br />
más.- Muchas gracias querido Rouret por el saludo que en<br />
nombre del Honorable Sr. Presidente y en tuyo mismo envías<br />
así <strong>com</strong>o por las interesantes noticias que me envía.-<br />
Ni a ti ni a mí nos puede sorprender la táctica de echar el<br />
muerto a los demás ni el diluir responsabilidades.- La información<br />
[que] aquí se tiene es más que suficiente para<br />
saber a qué atenerse respecto a unos y otros.- Sin embargo<br />
yo, a título personal, me atrevo a pedirte que me recojas<br />
número de La Batalla y que lo antes posible me hagas una<br />
información objetiva acerca de los motivos o pretextos<br />
que hayan dado lugar a la situación que padecemos y actitud<br />
en que se hayan colocado las organizaciones políticas<br />
y sindicales.- Como <strong>com</strong>prenderás, de todo esto habrá que<br />
hablar más de una vez en sitios donde se encuentren re-<br />
186 Desarme total de la retaguardia y control de las fronteras son los objetivos que<br />
Companys se ha propuesto conseguir a toda costa.<br />
251
unidos representantes de unos y otros y conviene que el<br />
Presidente tenga la máxima información y que al lado de<br />
la que recibe oficialmente tenga también la que puedas<br />
ofrecer.- Todo ello debes enviarlo por medio seguro y rápido<br />
que quizá el mejor sea el avión.- Di al Sr. Presidente<br />
que S.E. el Presidente de la República está en Valencia<br />
desde esta mañana.- Procuraré <strong>com</strong>placerle a pesar mucho<br />
trabajo <strong>com</strong>prenderá tenemos en estos momentos en lo que<br />
me pide y que el Sr. Presidente me encarga le diga transmita<br />
sus saludos más respetuosos al Sr. Presidente República.-<br />
Le agradecería me dijese estado actual del Coronel<br />
Escobar y si es cierto <strong>com</strong>o dice saber la prensa que en la<br />
Telefónica han recogido muchas armas.- El Coronel Escobar<br />
por impresiones tengo en estos momentos y a pesar<br />
tratarse una herida algo grave su estado es bastante satisfactorio.-<br />
En la Telefónica se encontró armamento pero no<br />
con una excesiva abundancia.- Muchas gracias. Salud.”<br />
NOTA DEL GOBIERNO DE MADRID.<br />
252<br />
*<br />
10 mayo 1937<br />
“Informado el Gobierno ampliamente sobre los<br />
hechos acaecidos en Cataluña, por unanimidad acordó expresar<br />
su más firme condenación de los mismos, ya que<br />
sólo enemigos de la República interesados en dificultar la<br />
victoria del pueblo, pueden alzarse en armas contra el Poder<br />
legalmente constituido.<br />
Para impedir que en ningún momento puedan reproducirse<br />
hechos análogos, se procederá a la más severa<br />
investigación sobre el origen y desarrollo de dichos acon-
tecimientos, y se sancionarán con todo el rigor de la Ley<br />
los actos delictivos allí <strong>com</strong>etidos.<br />
Se procederá igualmente con todo rigor al desarme<br />
en toda la retaguardia, advirtiendo que serán aplicadas las<br />
sanciones legales más severas a quienes obstaculicen o se<br />
resistan al cumplimiento de estas medidas.<br />
Se acordó encargar a Ministro Gobernación, que en<br />
el plazo más inmediato, desaparezcan cuantos controles 187<br />
de fronteras, caminos y puertos no dependan directamente<br />
de su autoridad.<br />
El Gobierno espera que todas las Organizaciones<br />
Sindicales y Partidos políticos, prestarán la máxima asistencia<br />
para el rápido cumplimiento de estas disposiciones,<br />
que nos garantizarán la paz y la normalidad en la retaguardia.”<br />
*<br />
187 Desarme de la retaguardia y desaparición de esos controles era la exigencia del Gobierno<br />
de la Generalidad que había provocado la crisis gubernamental de primeros de<br />
marzo de 1937 y el objetivo perseguido por Companys al agravar los enfrentamientos<br />
en la calle, durante los Hechos de Mayo, con su negativa a cesar a Rodríguez Sala.<br />
253
7. E.<br />
Departamento de Presidencia.<br />
Crónica. Mayo 1937 188 .<br />
Día 1 de mayo de 1937.<br />
La celebración del Primero de Mayo ha dejado de<br />
ser este año una conmemoración popular y casi típica <strong>com</strong>o<br />
venía siendo en nuestro país para convertirse en un<br />
homenaje a los heroicos luchadores del frente.<br />
En todos los centros oficiales, políticos y sindicales<br />
se colocaron banderas en los balcones. En todas partes se<br />
trabajó normalmente. Durante todo el día las emisoras de<br />
radio retransmitieron en varios idiomas alocuciones dirigidas<br />
a todos los trabajadores del mundo, recordándoles las<br />
trágicas circunstancias en las que Cataluña y la República<br />
han conmemorado en 1937 el Primero de Mayo.<br />
Por su parte, las organizaciones sindicales UGT y<br />
CNT hicieron público el siguiente manifiesto:<br />
“En esta fecha del Primero de Mayo la Comisión<br />
Ejecutiva de la UGT y el Comité Nacional de la CNT saludan<br />
conjuntamente a la clase trabajadora española, y la<br />
instan a continuar estrechando sus relaciones de cordiali-<br />
188 Traducido del catalán.<br />
254
dad a fin de conseguir la unidad sindical del proletariado<br />
español.<br />
Con este motivo, ambas representaciones declaran<br />
que, en beneficio de la unidad obrera, consideran facciosas<br />
a aquellas organizaciones que pretendan constituirse al<br />
margen de las Centrales sindicales que representamos.<br />
Los firmantes de esta declaración, animados por el<br />
más firme espíritu revolucionario, prometen trabajar sin<br />
descanso y sin detenerse ante ningún sacrificio, en pro de<br />
la unificación del proletariado y trabajar hasta conseguir<br />
<strong>com</strong>pletamente el nombre propósito emancipador que nos<br />
une.<br />
Por el Comité Nacional de la CNT: Mariano Vázquez,<br />
Galo Díez, Manuel Amill, Avelino C. Entrialgo, Pedro<br />
Sánchez, José Espejo.<br />
Por la Comisión Ejecutiva de la UGT: José Díaz<br />
Alor, Pascual Tomás, Felipe Petrel, Mariano Muñoz, Ricardo<br />
Zabalza, Carlos Hernández.”<br />
En la Presidencia de la Generalidad se recibió un<br />
telegrama del general Miaja, respuesta a uno anterior<br />
transmitido por el Presidente de Cataluña. Dice así:<br />
“Como asturiano descendiente de Vasconia y <strong>com</strong>o<br />
general republicano español amante libertades pueblo<br />
ansío castigar <strong>com</strong>o merece bárbaro atentado <strong>com</strong>etido<br />
hordas facciosas contra pueblo histórico de Guernica y<br />
demás ciudades de Castilla luchar con entusiasmo unida a<br />
Cataluña hasta conseguir victoria final que asegure libertad<br />
pueblos ibéricos.- Salúdole: General jefe Ejército del<br />
Centro.”<br />
255
Por la tarde tuvo lugar en la Consejería de Cultura<br />
el acto de donación al consejero de Defensa de las Bibliotecas<br />
destinadas al frente aragonés.<br />
Asistió al acto el Presidente de Cataluña 189 , señor<br />
Companys, los consejeros, señores Sbert e Isgleas y otras<br />
personalidades, así <strong>com</strong>o gran número de escritores y personas<br />
relevantes del mundo de la cultura. Se pronunciaron<br />
parlamentos alusivos al acto.<br />
El consejero de Seguridad Interior hizo unas manifestaciones<br />
a los periodistas a quienes declaró que las<br />
fuerzas de Orden Público tenían instrucciones para desarmar<br />
y detener a todos los ciudadanos que circulasen con<br />
arma larga y que no pertenecieran a las fuerzas armadas de<br />
la Generalidad.<br />
Añadió que estaba satisfecho del estado del orden<br />
público y que era necesario acabar con la confusión en la<br />
retaguardia.<br />
El <strong>com</strong>unicado del Ministerio de Guerra dio cuenta<br />
de la rendición a las fuerzas de la República de los rebeldes<br />
que desde el inicio de la sublevación militar resistían<br />
en el Santuario de la Virgen de la Cabeza (Jaén).<br />
Las tropas leales hicieron prisioneros a 250 guardias<br />
civiles y capturaron abundante material de guerra.<br />
La noticia causó en todos una gran satisfacción.<br />
Presidida por el primer consejero señor Tarradellas,<br />
se celebró sesión ordinaria del Gobierno de Cataluña.<br />
La sesión <strong>com</strong>enzó a las seis y cuarto de la tarde.<br />
Había en el Palacio de la Generalidad una gran expectación<br />
ante esta reunión, puesto que era continuación de la<br />
celebrada el jueves del pasado 29 de abril, y que el Conse-<br />
189 Se habla siempre de Presidente de Cataluña y no de Presidente de la Generalidad de<br />
Cataluña (<strong>com</strong>o se hace en la actualidad). El matiz es importante e indica un elevado<br />
nivel de autonomía o federalismo.<br />
256
jo aprobó suspender ante la anormal situación del orden<br />
público.<br />
La reunión duró cerca de tres horas. A las nueve de<br />
la noche los periodistas interrogaron a varios consejeros<br />
cuando salían, manifestando todos que el Consejo había<br />
sido de mero trámite. El secretario del Consejo, consejero<br />
señor Sbert facilitó la siguiente referencia de la reunión:<br />
“El Consejo se ha dedicado a examinar la situación<br />
general del orden público, sobre la cual ha informado extensamente<br />
el consejero de Seguridad Interior.<br />
El Gobierno ha constatado con satisfacción que<br />
había mejorado notablemente con las medidas tomadas en<br />
el último Consejo, las cuales habían sido ejecutadas, en<br />
general, con eficacia. Pero el Gobierno ha decidido y está<br />
firmemente resuelto a llevar la normalidad a todos los rincones<br />
de Cataluña, y a tal fin ha dado un voto de confianza<br />
a los consejeros de Seguridad Interior y de Defensa, para<br />
que de <strong>com</strong>ún acuerdo y cada cual en el ámbito de sus respectivas<br />
jurisdicciones, procedan a poner en práctica las<br />
medidas necesarias para resolver aquellas cuestiones que<br />
quedan pendientes.<br />
Se han aprobado también varios decretos, la lista<br />
de los cuales será facilitada <strong>com</strong>o de costumbre en cuanto<br />
esté ordenada.”<br />
El consejero de Cultura, una vez entregada la nota<br />
precedente, respondió a preguntas de los informadores que<br />
los consejeros de Defensa y de Seguridad Interior habían<br />
quedado reunidos junto con el primer consejero para ocuparse<br />
de la cuestión del orden público.<br />
En la subsecretaría de Presidencia se siguieron recibiendo<br />
telegramas de protesta por el asesinato de Roldán<br />
257
Cortada. Estos <strong>com</strong>unicados se recibían de todas las organizaciones<br />
antifascistas, sin distinción.<br />
Día 2 de mayo de 1937.<br />
En el Palacio de la Generalidad, el Presidente de<br />
Cataluña no recibió ninguna visita y permaneció trabajando<br />
en su despacho.<br />
No se produjo hecho político alguno digno de señalarse.<br />
La situación social no presentó, sino más bien al<br />
contrario, señales de apaciguamiento.<br />
Se notaba un ambiente de nerviosismo que tenía<br />
que desembocar en los graves sucesos que se registraron<br />
pocas horas después.<br />
Se tomaron algunas precauciones por parte de las<br />
fuerzas encargadas del orden público.<br />
El día 3 de mayo de 1937.<br />
El Presidente de Cataluña salió a las nueve de la<br />
mañana del Palacio de la Generalidad, en automóvil, con<br />
dirección a Benicarló, donde celebró una entrevista con el<br />
Jefe del Gobierno de la República y Ministro de la Guerra,<br />
señor Largo Caballero.<br />
El señor Companys efectuó el viaje a<strong>com</strong>pañado<br />
del Subsecretario de la Presidencia, señor Rauret.<br />
El señor Companys regresó a Barcelona a las ocho<br />
menos cuarto de la noche y seguidamente se dirigió a su<br />
despacho oficial donde celebró una conferencia con el<br />
primer consejero señor Tarradellas.<br />
258
A mediodía 190 , en cumplimiento de una disposición<br />
del Gobierno 191 , el Comisario General de Orden Público<br />
y agentes a sus órdenes se personaron en el edificio<br />
de la Compañía Telefónica, sito en la Plaza de Cataluña<br />
para dar posesión de su cargo al delegado nombrado por el<br />
Gobierno.<br />
La fuerza pública que a<strong>com</strong>pañaba al Comisario<br />
fue recibida a tiros desde diversos lugares del edificio de<br />
la Telefónica.<br />
A última hora de la tarde y después de unas entrevistas<br />
entre un delegado del consejero de Gobernación y<br />
quienes se resistían a acatar las disposiciones del Gobierno,<br />
éstos desalojaron el edificio de la Telefónica que fue<br />
ocupado por las fuerzas de Orden público 192 .<br />
Este incidente dio origen a una serie de hechos lamentables<br />
que se produjeron en diversos lugares de la<br />
ciudad. Numerosos grupos de gente armada circulaban por<br />
las calles de Barcelona, especialmente por los barrios de la<br />
ciudad y localidades cercanas. En algún lugar se levantaron<br />
barricadas. Hacia las cinco y media de la tarde cerraron<br />
talleres, despachos y tiendas, y la ciudad daba la impresión<br />
de estar en huelga general.<br />
Por disposición de la Consejería de Seguridad Interior<br />
se radió a primeras horas de la noche la siguiente<br />
nota 193 :<br />
190 Todos los historiadores y los testigos de la época señalan <strong>com</strong>o hora de la llegada de<br />
las fuerzas de orden público a Telefónica las tres menos cuarto de la tarde<br />
191 Importantísima afirmación del cronista de Presidencia, que contradice las especulaciones<br />
de quienes afirmaban que la ocupación del edificio de Telefónica fue una ocurrencia<br />
o chulería del <strong>com</strong>isario de orden público sin conocimiento de sus superiores<br />
jerárquicos. (Véase Cruells, entre otros).<br />
192 La ocupación del edificio de Telefónica por las fuerzas de orden público fue conscientemente<br />
ocultado por los dirigentes cenetistas durante las Jornadas de Mayo para<br />
evitar que se exaltaran los ánimos de los insurrectos.<br />
193 Nota que aparece en castellano en el original.<br />
259
“El consejero de Seguridad Interior se <strong>com</strong>place en<br />
hacer público que han sido resueltos los incidentes ocurridos<br />
en la plaza de Cataluña con motivo de la intervención<br />
ordenada en la Compañía Telefónica”.<br />
Las organizaciones CNT-FAI hicieron pública la<br />
siguiente nota:<br />
“Los <strong>com</strong>ités regionales de la CNT y de la FAI a<br />
todos sus afiliados de Cataluña:<br />
Compañeros: Esta tarde ha sucedido en Barcelona<br />
un incidente ante el edificio de Teléfonos. Los <strong>com</strong>ités regionales<br />
inmediatamente han intervenido y han realizado<br />
gestiones para resolver el incidente, solucionándose a base<br />
de que todas las fuerzas movilizadas a consecuencia del<br />
conflicto se retiren mientras los organismos <strong>com</strong>petentes<br />
lo resuelven en definitiva.<br />
Estos <strong>com</strong>ités responsables re<strong>com</strong>iendan a todos<br />
los organismos y adherentes tomen buena nota de este<br />
<strong>com</strong>unicado y se atengan única y exclusivamente a la<br />
orientación y acuerdos dimanados de los <strong>com</strong>ités.<br />
Por el Comité Regional de la CNT. El Secretario.<br />
Por el Comité Regional de la FAI. El Secretario.”<br />
Como consecuencia de los incidentes ocurridos y<br />
el nerviosismo suscitado en la calle, en el Palacio de la<br />
Generalidad se tomaron medidas de seguridad adecuadas a<br />
las circunstancias.<br />
A las ocho de la noche se celebró en el Palacio de<br />
la Generalidad una reunión extraordinaria del Consejo.<br />
260
Dadas las graves circunstancias que atraviesa la<br />
ciudad en el aspecto del orden público, la reunión había<br />
despertado gran expectación.<br />
Asistieron a la sesión, que fue presidida por el señor<br />
Companys, todos los consejeros.<br />
Antes de <strong>com</strong>enzar la sesión, los consejeros de<br />
Economía y de Sanidad y Asistencia Social, señores Doménech<br />
y Fernández 194 , celebraron una entrevista con el<br />
señor Tarradellas en el despacho de éste.<br />
A las diez y cuarto salieron de la reunión los consejeros<br />
señores Doménech, Capdevila y Aurelio Fernández<br />
que manifestaron a los periodistas que, en realidad, la reunión<br />
del Consejo no había <strong>com</strong>enzado aún y que a las doce<br />
volverían a reunirse los miembros del Gobierno. La reunión<br />
acabó a las cuatro menos cuarto de la mañana. Ningún<br />
Consejero quiso hacer declaraciones. El Presidente,<br />
señor Companys, dijo:<br />
“Listos por hoy. Hemos hablado del estado de cosas<br />
actual, que califico de inaguantable”<br />
Probablemente nos reuniremos mañana o pasado.<br />
Ya sabéis lo que pasa. Hay gente armada en las calles.<br />
No puede permitirse este estado de cosas. Hay que solucionarlo.<br />
El Gobierno se verá obligado a utilizar sus<br />
fuerzas coercitivas”.<br />
El Consejero de Economía, señor Capdevila, con<br />
motivo de recibir por primera vez a los periodistas que<br />
hacen información en el citado centro oficial les hizo las<br />
siguientes manifestaciones:<br />
194 Ambos de la CNT.<br />
261
“Durante estos días, he asistido a diversas reuniones<br />
del Consejo del Gobierno de la Generalidad de Cataluña,<br />
al que he sometido una treintena de decretos estableciendo<br />
diversas Agrupaciones industriales, de acuerdo con<br />
el artículo segundo del Decreto de Colectivizaciones. Los<br />
proyectos correspondientes a estos decretos, <strong>com</strong>o todos<br />
los que se refieren a la Agrupación de Industrias o Comercios<br />
de un mismo ramo, son elaborados por el Consejo de<br />
Economía de Cataluña y <strong>com</strong>o sea que conozco la forma<br />
<strong>com</strong>o trabajan estos organismos por haber formado parte<br />
de ellos durante más de un año, quiero subrayar que esta<br />
tarea de creación de Empresas únicas, la realizan los vocales-consejeros<br />
tomando toda clase de garantías para salvaguardar<br />
los intereses generales de la Economía, y en este<br />
sentido y con el fin de estar perfectamente documentados,<br />
abren en cada caso un período de información pública al<br />
que pueden acudir todos los elementos interesados en la<br />
concentración proyectada”.<br />
Después se refirió a su viaje a Valencia con el fin<br />
de resolver asuntos pendientes con los Ministros de Industria<br />
y Comercio de la República, que han cristalizado en la<br />
Orden que crea el Consejo Nacional de Exportación de Sales<br />
Potásicas y la creación, con residencia en Barcelona,<br />
de la Comisión Reguladora del Comercio Exterior de Cataluña.<br />
El Consejo Nacional de Exportación de Sales Potásicas<br />
estará integrado por igual número de representantes<br />
del Estado de la Generalidad de Cataluña y de los obreros<br />
de cada mina. Este organismo tendrá indiscutiblemente<br />
personalidad jurídica plena para ejecutar todos los actos<br />
que sean precisos para la colocación, contratación, exportación,<br />
venta y cobro de los productos procedentes de las<br />
262
exportaciones mineras de Cardona, Sallent y Suria 195 . La<br />
importancia de esta disposición del Ministerio de Industria<br />
radica en que representa el reconocimiento implícito por<br />
parte del Estado de nuestro Decreto de Colectivizaciones.<br />
En efecto, puede verse en la indicada disposición ministerial<br />
, que se reconoce a las minas el mismo régimen social<br />
que tienen establecido actualmente, que es el régimen colectivizado<br />
que tiene <strong>com</strong>o organismos básicos los Consejos<br />
de Empresa, cuya personalidad se reconoce explícitamente,<br />
ratificándolos, además, en sus funciones propias de<br />
dirección y administración de las explotaciones mineras.<br />
En cuanto a la Comisión Reguladora del Comercio<br />
Exterior de Cataluña estará integrada por representantes,<br />
en número igual, del Ministerio de Comercio del Gobierno<br />
de la República y de la Consejería de Economía de la Generalidad<br />
de Cataluña. […].<br />
Día 4 de mayo de 1937.<br />
Unos lamentables hechos ocurridos en la tarde del<br />
día de ayer, lunes, cuando parecía que, resuelto el incidente<br />
surgido con motivo de la intervención de la Compañía<br />
Telefónica por el Gobierno, renacía la calma, determinaron<br />
una total paralización de la vida de la ciudad 196 .<br />
No circularon los transportes públicos de ningún<br />
tipo. El cierre de tiendas, almacenes, talleres y oficinas fue<br />
195 El discurso del consejero de Economía parece estar fuera de las preocupaciones del<br />
momento, cuando en la calle hay enfrentamientos armados. Recordemos que defendiendo<br />
las barricadas se encuentran numerosos mineros de la cuenca del Alto Llobregat,<br />
directamente afectados por el problema de la incautación franquista de los barcos cargados<br />
con las exportaciones republicanas de sales potásicas. Por otra parte, los 30 decretos<br />
de Agrupación industrial muestran la ofensiva desencadenada contra la socialización.<br />
196 Se indica correctamente la hora del inicio del incidente en la Telefónica y se ratifica<br />
la existencia de una orden del Gobierno de la Generalidad para proceder a la intervención.<br />
263
total. No se publicó la prensa. Sólo trabajaron las fábricas<br />
destinadas a la industria de guerra. El abastecimiento de la<br />
ciudad se efectuó casi con normalidad y no faltaron los<br />
servicios de agua, gas y electricidad.<br />
Además de las ambulancias y coches de médicos<br />
únicamente circularon automóviles ocupados por la fuerza<br />
pública, miembros de los <strong>com</strong>ités y otros elementos de las<br />
organizaciones sindicales.<br />
En diferentes lugares de Barcelona se produjeron<br />
durante todo el día intensos tiroteos entre elementos armados<br />
y la fuerza pública, así <strong>com</strong>o también entre paisanos.<br />
En muchos puntos de la ciudad se construyeron barricadas.<br />
El número de muertos y heridos a consecuencia de<br />
estos hechos fue importante.<br />
A la una de la tarde 197 , desde el Palacio de la Generalidad,<br />
donde desde el primer momento el Presidente de<br />
Cataluña dio las órdenes pertinentes para el rápido sofoco<br />
del conflicto, se radió la primera nota oficial en la que se<br />
advertía a todos que fuesen cautos ante ciertas órdenes<br />
que podían ser transmitidas por radio por parte de determinados<br />
grupos u organizaciones.<br />
Otra nota, radiada poco después, decía lo siguiente:<br />
“El consejero de Seguridad Interior, utiliza, por<br />
delegación del Consejo de la Generalidad, las fuerzas a sus<br />
órdenes para acabar con los revoltosos. Toda Cataluña ha<br />
de levantarse para que sólo puedan circular por las carreteras<br />
las fuerzas de la Generalidad”.<br />
197 Hasta aquí el cronista ha hablado de los hechos acaecidos el lunes, tres de mayo. “A<br />
la una de la tarde” hace referencia al martes, cuatro de mayo, <strong>com</strong>o el resto del texto<br />
que le sigue.<br />
264
Por su parte, las emisoras de la CNT-FAI radiaban<br />
repetidamente unas notas en las que <strong>com</strong>unicaban a sus<br />
afiliados destacados en Alcañiz y Caspe que permanecieran<br />
allí. Y añadían: “Si necesitamos algo ya os llamaremos.<br />
Estad tranquilos.”<br />
A las doce y diez minutos fueron radiadas unas notas<br />
de la Unió de Rabassaires , del Partido Socialista Unificado<br />
y de la UGT, en virtud de las cuales se ponían inmediatamente<br />
a las órdenes del Gobierno de Cataluña.<br />
A la una y veinte minutos fueron radiadas unas notas<br />
de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) y del<br />
Comité Ejecutivo de las JSU con la misma orientación que<br />
las anteriores.<br />
Más tarde fue radiada una nota de la CNT en la<br />
que pedía que todo el mundo depusiera las armas y afirmaba<br />
que el objetivo de la lucha estaba en el frente y no<br />
en la retaguardia.<br />
Ante la gravedad de los sucesos, los organismos<br />
nacionales de la CNT y de la UGT, de acuerdo con el Gobierno<br />
de la República, delegaron unas representaciones<br />
que llegaron a Barcelona en avión procedentes de Valencia<br />
hacia el mediodía.<br />
Los delegados eran los señores Muñoz y Hernández<br />
Zancajo de la UGT y Mariano R. Vázquez y Juan<br />
García Oliver, este último ministro de Justicia, por la<br />
CNT.<br />
Al llegar a nuestra ciudad, conferenciaron con representantes<br />
de las respectivas organizaciones y después<br />
se dirigieron al Palacio de la Generalidad.<br />
Seguidamente se reunieron bajo la presidencia del<br />
señor Lluís Companys los siguientes representantes de los<br />
partidos y organizaciones antifascistas:<br />
265
Antoni Maria Sbert asistió por Esquerra Republicana;<br />
Comorera, Sesé y Vidiella, por la UGT; Hernández<br />
Zancajo, por la Ejecutiva Nacional de la UGT; Mariano R.<br />
Vázquez, por la Nacional de CNT; Joan García Oliver,<br />
ministro de Justicia; Alfonso 198 , por la local de los Sindicatos<br />
Únicos de Barcelona y Calvet por la Unió de Rabassaires.<br />
Por la noche, a las nueve menos cuarto, los citados<br />
representantes pronunciaron, por radio, desde el Palacio de<br />
la Generalidad, unas alocuciones en las que se reclamaba<br />
que cesara inmediatamente la lucha que ensangrentaba las<br />
calles de Barcelona y que todo el mundo abandonara las<br />
armas y acatara las disposiciones del Gobierno en el que<br />
estaban representados todos los sectores antifascistas.<br />
El discurso del Presidente de Cataluña, señor Lluís<br />
Companys, fue el siguiente:<br />
“Pueblo de Cataluña: Habéis escuchado a los representantes<br />
de las fracciones políticas y de las organizaciones<br />
sindicales antifascistas. Todos, sin hacer <strong>com</strong>entarios<br />
sobre los terribles y sangrientos acontecimientos<br />
acaecidos, peligrosos para la causa antifascista, han exaltado<br />
la necesidad de unirse, la necesidad de acabar con la<br />
violenta lucha en nuestras calles. Las palabras han de ser<br />
las más breves, las más cortas que sean posibles.<br />
En el silencio es donde los hombres encuentran a<br />
menudo el máximo sacrificio, que sólo pueden disfrutar<br />
quienes a costa de sacrificios han sabido doblegar su pensamiento<br />
moral y su conducta. La lucha en las calles <strong>com</strong>promete<br />
muchas cosas. Es demasiado larga, demasiado<br />
198 Roberto Alfonso Vidal era dirigente de la Federación Local de Sindicatos de la CNT<br />
de Barcelona. Fue propuesto para ocupar la consejería de Sanidad en el nonato gobierno<br />
de la Generalidad del 28 de junio de 1937. En marzo de 1938 fue vicepresidente por la<br />
CNT en el Comité de Enlace CNT-UGT.<br />
266
dura. Vivimos momentos difíciles y gloriosos, que podrían<br />
peligrar con esta lucha que no calificaré, sobre la que<br />
no haré ningún <strong>com</strong>entario, porque guardo para mí toda la<br />
amargura y todo el leal y continuado sentido del cumplimiento<br />
de mi deber por haberlo querido evitar. Pero la lucha<br />
ha de acabarse y la palabra es sólo una, sin <strong>com</strong>entarios.<br />
Una consigna: ¡Alto el fuego! Será uno de los objetivos<br />
de esta reunión exaltar la gravedad del momento, la<br />
responsabilidad de todos. Será así y todos podremos sacar<br />
lo mejor que haya en nuestras almas. Quien más sacrificios<br />
haga, más digno será, mientras no quiera buscar beneficio<br />
partidista. ¡Ah qué pequeño, qué minúsculo será entonces<br />
para la grandeza de esta hora!<br />
Nuestra consigna y nuestro grito han de ser: ¡Abajo<br />
el fascismo! Vivir y vencer, diciendo ¡Abajo el fascismo!<br />
No querría acabar mis palabras sin recordar una palabra<br />
que hace vibrar mi sensibilidad: ¡Cataluña! ¡Tan bella!<br />
¡De tan altas y profundas posibilidades! Cataluña, ante la<br />
perspectiva de la República, en esta lucha contra el fascismo,<br />
Cataluña ha de aportar todas sus energías, todos<br />
sus sacrificios y toda su abnegación.<br />
Hermanos del pueblo catalán: Vosotros que habéis<br />
escuchado mi voz tantas veces desde el micrófono en las<br />
horas graves y serenas, que sé <strong>com</strong>o llega a conmoveros el<br />
alma, dejadme que reserve para mí los <strong>com</strong>entarios y que<br />
sea yo quien dé la consigna: ¡Alto el fuego!<br />
Por Cataluña, por la República, por la fraternidad<br />
antifascista, por la tarea que mañana haremos juntos, situémonos<br />
en estas horas solemnes a la altura de nuestra<br />
responsabilidad. ¡Viva la libertad!” 199<br />
199 El discurso de Companys lanza la consigna de alto el fuego sin ofrecer nada a cambio,<br />
escudándose en un huero sentimiento catalanista, sin <strong>com</strong>entario alguno sobre los<br />
problemas reales que han desencadenado el conflicto, sin acceder a la menor reclama-<br />
267
Después de pronunciar estas alocuciones se reemprendió<br />
la reunión <strong>com</strong>enzada al mediodía para encontrar<br />
una solución al grave estado de cosas.<br />
La reunión acabó a las tres de la mañana. Se entregó<br />
a los periodistas una nota en la que se daba cuenta de la<br />
solución hallada, que consistía en cesar las hostilidades e<br />
ir a la formación de un Gobierno provisional.<br />
El nuevo Gobierno quedó <strong>com</strong>puesto de la forma<br />
siguiente:<br />
Carles Martí Feced, de Esquerra Republicana de<br />
Catalunya; Valerio Mas, secretario del Comité Regional<br />
de la CNT; Antonio Sesé, secretario general de la UGT; y<br />
Joaquín Pou de la Unió de Rabassaires.<br />
Martí Meced fue encargado del orden público.<br />
Los gravísimos hechos ocurridos en Barcelona<br />
causaron gran emoción en toda Cataluña, donde tuvieron<br />
leves y escasísimas repercusiones.<br />
Día 5 de mayo de 1937.<br />
Como en el día anterior, la paralización de la vida<br />
de la ciudad fue absoluta. Nadie acudió al trabajo. Tampoco<br />
se publicó la prensa. Se continuó, sin embargo, trabajando<br />
en las industrias de guerra.<br />
En diferentes lugares de la ciudad se produjeron<br />
sangrientos incidentes a consecuencia de los cuales resultaron<br />
numerosos muertos y heridos.<br />
Las alocuciones pronunciadas, desde los micrófonos<br />
instalados en el Palacio de la Generalidad, por parte<br />
de los representantes de las organizaciones sindicales<br />
ción de los insurrectos, sin ceder siquiera a la destitución del <strong>com</strong>isario de orden público,<br />
<strong>com</strong>o le pide la CNT.<br />
268
UGT y CNT y por el propio Presidente de Cataluña no<br />
consiguieron devolver la calma a la ciudad. De todas formas<br />
por la tarde la situación no presentaba el grave aspecto<br />
del día anterior.<br />
Durante todo el día menudearon las alocuciones<br />
que pronunciaron por radio varias y destacadas personalidades<br />
antifascistas reclamando el cese de la lucha y el regreso<br />
al trabajo.<br />
A las tres de la tarde hablaron el secretario del<br />
Comité Nacional de la CNT, señor Mariano R. Vázquez y<br />
el representante de la UGT, señor Rafael Vidiella que exhortaron<br />
a los revoltosos a abandonar las armas y regresar<br />
al trabajo.<br />
A las ocho de la tarde hablaron el representante de<br />
Esquerra Republicana de Catalunya, señor Josep Tarradellas<br />
y el de la CNT, Pedro Herrera 200 , en el mismo sentido.<br />
También hablaron, entre otros, los señores Jacinto<br />
Toryho, director de “Solidaridad Obrera” y los miembros<br />
del PSU señores Miquel Valdés, Víctor Colomer y Pere<br />
Ardiaca.<br />
En el Gobierno de la Generalidad, constituido con<br />
carácter provisional a las tres de la mañana, figuraba el se-<br />
200 Pedro Herrera, del Comité Peninsular de la FAI. En agosto de 1936 había firmado el<br />
Pacto de Enlace de la CNT-FAI y la UGT-PSU. Intervino decisivamente en la reunión<br />
extraordinaria del consejo de la Generalidad del 5 de noviembre de 1936 que, en oposición<br />
frontal al discurso radiofónico de Durruti de la noche anterior, decidió la plena<br />
colaboración de la CNT con el Gobierno de Tarradellas para someter la creciente resistencia<br />
a la militarización, la disolución de los <strong>com</strong>ités, la constitución de ayuntamientos<br />
frentepopulistas, y por supuesto el control por cada organización de sus “incontrolados”.<br />
Sustituyó a Liberto Callejas por Toryho en la dirección de Solidaridad Obrera. De diciembre<br />
de 1936 hasta abril de 1937 fue consejero de Sanidad del Gobierno de la Generalidad.<br />
Dominaba el grupo Nervio de la FAI, del que formaban parte Abad de Santillán<br />
y Jacinto Toryho. Muy influyente sobre Marianet hasta la ruptura de ambos a causa del<br />
apoyo de éste a Negrín. No fue un hombre de acción, pero jugó un papel tan decisivo y<br />
eficaz, <strong>com</strong>o poco conocido, en la política gubernamentalista de la CNT-FAI, en Cataluña.<br />
269
ñor Antonio Sesé, <strong>com</strong>o representante de la UGT, de<br />
quien era secretario.<br />
Al dirigirse al mediodía en automóvil a tomar posesión<br />
del cargo de consejero, el señor Antonio Sesé, fue<br />
asesinado a tiros de pistola por unos desconocidos. A causa<br />
de la agresión resultaron también muertos los dos agentes<br />
de policía que le a<strong>com</strong>pañaban.<br />
La triste nueva, al ser conocida, produjo en toda la<br />
ciudad honda emoción.<br />
A causa de la muerte del señor Antonio Sesé, fue<br />
designado para sustituirle en el Gobierno de la Generalidad,<br />
en representación de la UGT, el señor Rafael Vidiella.<br />
El Gobierno de la Generalidad quedó, pues, constituido<br />
de la siguiente forma:<br />
Presidencia: Lluis Companys.<br />
Consejeros: señores Carles Martí Feced (ERC);<br />
Rafael Vidiella (UGT); Joaquim Pou (URC); Valerio Mas<br />
(CNT).<br />
A mediodía salió en dirección a Valencia, el ministro<br />
de Justicia de la República y representante de la CNT,<br />
señor García Oliver.<br />
Por la tarde circuló por Barcelona una octavilla<br />
firmada por la “Agrupación de Amigos de Durruti”.<br />
270<br />
La citada octavilla decía así:<br />
“Una Junta Revolucionaria. Fusilamiento de los<br />
culpables. Desarme de los cuerpos armados. Socialización<br />
de la economía. Disolución de los partidos políticos que
han agredido al proletariado. No cedemos la calle. La revolución<br />
ante todo. ¡Viva la Revolución Social! 201<br />
A las diez de la noche, las emisoras oficiales radiaron<br />
una nota de la CNT-FAI en la que se decía que estas<br />
organizaciones desautorizaban categóricamente el manifiesto<br />
que firmado por la “Agrupación de Amigos de Durruti”<br />
había circulado por la ciudad.<br />
La citada nota acababa diciendo “¡que todos acaten<br />
las órdenes del Gobierno de la Generalidad ¡ ¡Fuera de las<br />
calles los individuos armados!”<br />
Por la tarde llegaron al puerto de Barcelona los<br />
destructores “Lepanto” y “Sánchez Barcaistegui”.<br />
Los <strong>com</strong>andantes de los dos destructores, con una<br />
<strong>com</strong>isión de marineros, se trasladaron al palacio de la Generalidad,<br />
donde saludaron al señor Presidente y se pusieron<br />
a sus órdenes.<br />
A las tres y cinco minutos de la tarde se radió la siguiente<br />
nota:<br />
“Ante las actuales circunstancias el Gobierno de la<br />
República, por iniciativa propia se ha hecho cargo del Orden<br />
Público en Cataluña. El Gobierno de la República que<br />
dispone de más medios que la Generalidad podrá enfrentarse<br />
a las necesidades del momento.<br />
No son horas de <strong>com</strong>entarios. Lo único que puede<br />
y debe re<strong>com</strong>endarse, de cara a los intereses supremos de<br />
la guerra contra el fascismo, es la leal y resuelta colaboración<br />
al Gobierno de la República. ¡Viva la República!<br />
201 En castellano en el original. Reproducción in<strong>com</strong>pleta, puesto que faltan dos frases:<br />
“Saludamos a nuestros camaradas del POUM que han confraternizado en la calle con<br />
nosotros” y “¡Abajo la contrarrevolución!”<br />
271
Las fuerzas y los elementos de la Generalidad al<br />
lado de la República no tardarán en restablecer la situación.<br />
Re<strong>com</strong>endamos a todos, serenidad. Re<strong>com</strong>endamos<br />
una vez más que se abandonen las armas. Hay que acabar<br />
con la lucha fratricida. Basta de perturbaciones en la calle.<br />
¡Viva la República! ¡Viva Cataluña!”<br />
El teniente coronel de Seguridad y Asalto, señor<br />
Alberto Arrando, fue designado delegado del Gobierno de<br />
la República en Cataluña para los servicios de Orden Público<br />
y en funciones de jefe de servicios.<br />
Tomó posesión de su cargo a las cinco y<br />
cuarenta minutos de la tarde.<br />
Acto seguido acudió a saludar al Presidente de Cataluña,<br />
señor Companys y al Presidente de la República,<br />
señor Azaña, manifestándoles que estaba dispuesto, fuera<br />
<strong>com</strong>o fuera, a restablecer el orden público.<br />
El delegado de Orden Público del Gobierno de la<br />
República, señor Arrando, ordenó la emisión radiofónica<br />
de una nota en la que se declaraba que las fuerzas de orden<br />
público eran del Gobierno y de nadie más que del Gobierno<br />
y que no tenían más enemigo que el fascismo.<br />
En la nota se hacía un llamamiento a todos aquellos<br />
que engañados se habían lanzado a la calle, para que<br />
dejasen las armas. Los que no lo hagan – añadía la nota –<br />
serán tratados <strong>com</strong>o fascistas.<br />
A las siete de la tarde se reunió en el Palacio de la<br />
Generalidad el nuevo Gobierno de Cataluña. Asistieron<br />
todos sus <strong>com</strong>ponentes.<br />
A las diez y cuarto acabó la reunión y se facilitó la<br />
siguiente nota:<br />
272
“El nuevo Consejo de la Generalidad, reunido bajo<br />
la presidencia del Presidente de Cataluña Lluís Companys,<br />
después de constituirse con la representación directa de la<br />
secretaría de las dos centrales sindicales y con la representación<br />
de Esquerra Republicana de Cataluña y la Unió de<br />
Rabassaires, quiere hacer un último esfuerzo para restablecer<br />
totalmente la normalidad en Cataluña y evitar que<br />
continúe la tragedia, escrita con sangre, que vive el pueblo<br />
catalán, y hace una invocación conminatoria a todos los<br />
que mantienen una lucha fratricida que llena de duelo toda<br />
Cataluña y que <strong>com</strong>promete los intereses superiores de la<br />
guerra contra el fascismo.<br />
El Gobierno, que es la máxima y auténtica representación<br />
de todo el frente antifascista, pide a todos los<br />
trabajadores y al pueblo de Cataluña que deponga las armas,<br />
que olvide los rencores y los odios de estos días ante<br />
la grandeza de la única lucha que nos obliga a todos. Los<br />
antifascistas han de estar al lado de los Gobiernos de Cataluña<br />
y de la República, a quienes los organismos responsables<br />
han apoyado con sus representaciones y les han<br />
confiado la dirección suprema de la revolución 202 y de la<br />
lucha contra el fascismo.<br />
¡Viva Cataluña! ¡Viva la República! ¡Viva la libertad!”<br />
Después de esta declaración, el consejo ha acordado<br />
reunirse en sesión permanente.<br />
202 Aunque forma parte de la retórica del momento histórico posterior al 19 de Julio de<br />
1936, no deja de ser sorprendente que se diga que los Gobiernos de la Generalidad y de<br />
la República son la dirección suprema de la revolución. Apropiarse del concepto de<br />
revolución era, por supuesto, un campo más de la lucha contrarrevolucionaria de los<br />
Gobiernos republicanos contra la clase obrera.<br />
273
A las doce de la noche llegó al Palacio de la Generalidad<br />
la ministra de Sanidad señor 203 Federica Montseny<br />
que, a<strong>com</strong>pañada del señor Mariano R. Vázquez celebró<br />
una entrevista con el Presidente de Cataluña.<br />
A última hora el Delegado de orden Público de la<br />
República facilitó la siguiente nota:<br />
“El Gobierno de la República en el que todos los<br />
partidos y organizaciones antifascistas están representados,<br />
se ha hecho cargo del Orden Público en Cataluña.<br />
Desde este momento todos los mandos están a las órdenes<br />
del Gobierno y nadie – salvo manifiesta mala fe - no podrá<br />
decir que las fuerzas están al servicio de un partido o<br />
de un grupo. Las fuerzas son de todos, y por eso mismo no<br />
son de nadie. Son las fuerzas de un Gobierno legítimo que<br />
está atento únicamente a obtener la victoria sobre el fascismo.<br />
Quien hoy ha asumido el mando no considera enemiga<br />
a ninguna organización política o sindical antifascista.<br />
No tiene más enemigos que los fascistas y espera de<br />
quienes, dejándose llevar por una pasión o arrastrados por<br />
la provocación organizada, han tomado las armas produciendo<br />
estos dolorosos sucesos, las depongan inmediatamente.<br />
Quienes no lo hagan serán considerados <strong>com</strong>o eficaces<br />
colaboradores del enemigo y recibirán el trato reservado<br />
para ellos.<br />
Ya es hora de que en las calles se separen los fascistas<br />
de quienes no lo son. Los que no lo hagan será porque<br />
se confunden con el fascismo. Y para ellos la condena<br />
de todo el pueblo, en nombre del cual actúa el Gobierno de<br />
la República.<br />
203 El texto dice señor y no dice señora. Aunque en los medios confederales era muy<br />
conocido el chiste de que “Federica era el mejor hombre de la CNT”, se trata probablemente<br />
de un divertido lapsus del cronista, ya que se trata del primer caso de una mujer<br />
ministro.<br />
274
La Delegación de O. P. [Orden Público] ha de advertir<br />
que los elementos incontrolados han asaltado un almacén<br />
en el que había uniformes de la G.N.R. [Guardia<br />
Nacional Republicana 204 ]. Por si estos elementos pensaban<br />
hacer uso de esos uniformes en una acción delictiva, que<br />
en estos momentos equivaldría a una traición, se notifica a<br />
todas las fuerzas fieles a la República para que estén prevenidas<br />
contra cualquier eventualidad”.<br />
También a última hora las organizaciones sindicales<br />
UGT y CNT hicieron pública la siguiente nota:<br />
“Los trágicos hechos que se han desarrollado en<br />
nuestra ciudad durante las últimas cuarenta y ocho horas,<br />
han impedido que la totalidad de los obreros de Barcelona<br />
asistieran a su trabajo.<br />
El conflicto que motivó esta situación anómala y<br />
perjudicial para la causa del proletariado, ha sido resuelto<br />
satisfactoriamente por los representantes de los partidos y<br />
organizaciones antifascistas, reunidos en el Palacio de la<br />
Generalidad. Por lo tanto, las Federaciones Locales de la<br />
CNT y UGT han tomado el acuerdo de dirigirse a todos<br />
sus afiliados para ordenarles que se incorporen inmediatamente<br />
a sus tareas habituales. Hay que regresar a la<br />
normalidad. Persistir en la inactividad industrial equivale,<br />
en estos momentos de guerra antifascista, a colaborar con<br />
el enemigo <strong>com</strong>ún, y a debilitarnos a nosotros mismos.<br />
Así, pues, se ordena a todos los trabajadores de<br />
UGT y CNT, sin excepción alguna, a que se incorporen al<br />
204 Piadoso nombre con el que fue rebautizada la Guardia Civil después del 19 de Julio<br />
de 1936, para evitar el rechazo popular a la odiada institución y evitar su disolución. En<br />
Cataluña fueron acuarteladas por el Gobierno de la Generalidad en la retaguardia, en<br />
lugar de ser enviadas al frente: mayo del 37 fue la esperada ocasión para echar mano de<br />
esas fuerzas represivas contra el movimiento revolucionario.<br />
275
trabajo, y re<strong>com</strong>endamos a los trabajadores de ambas sindicales<br />
que eviten con su conducta dentro de los lugares de<br />
producción, todo aquello que pueda ser motivo de perturbaciones<br />
y roces […]”<br />
Día 6 de mayo de 1937.<br />
A pesar de la nota hecha pública conjuntamente<br />
por las organizaciones sindicales UGT-CNT en la que se<br />
ordenaba a sus afiliados el regreso al trabajo, éste no se reinició<br />
y la paralización de la vida en la ciudad fue absoluta.<br />
Con todo, circuló mucha gente por las calles. Casi<br />
todos los diarios reemprendieron su publicación, cosa que<br />
contribuyó poderosamente a dar la impresión de normalidad.<br />
Los Ferrocarriles de Cataluña y el metro circularon<br />
normalmente.<br />
Desde primeras horas de la mañana las emisiones<br />
de la Generalidad radiaron repetidamente la siguiente nota<br />
oficial:<br />
“El Gobierno hace saber a todos los ciudadanos<br />
que pueden salir a la calle, seguros de que no serán molestados.<br />
Que todo el mundo vuelva al trabajo y que circule<br />
para normalizar la vida ciudadana. Que no se moleste a<br />
nadie. ¡Tened confianza, ciudadanos! No os dejéis llevar<br />
por el nerviosismo ni los falsos rumores. Id a trabajar. La<br />
serenidad de todos, por encima de nerviosismo y falsos<br />
rumores ha de contribuir al restablecimiento de la paz entre<br />
los elementos antifascistas”.<br />
276<br />
Cerca de las diez se radió esta otra nota:
“El Gobierno de la Generalidad, que continúa reunido<br />
permanentemente, ha podido constatar que los obreros<br />
se disponen a reanudar el trabajo. Es natural que todavía<br />
haya algún nerviosismo, que ha de ser superado, pero<br />
es necesario que nadie se deje influir por ningún elemento<br />
interesado en mantener la agitación.<br />
El Gobierno reclama a todos que mantengan la<br />
máxima serenidad y que no hagan caso de nadie, sea quien<br />
sea, que por teléfono o por cualquier otro medio dé consignas<br />
que tiendan a alterar el orden, puesto que no se ha<br />
de olvidar que hay elementos fascistas interesados en mantener<br />
la lucha.<br />
Serenidad y que nadie haga caso de coacciones.<br />
¡Viva la unidad antifascista!<br />
¡Viva Cataluña! ¡Viva la República!”.<br />
A pesar de estas notas, los graves sucesos que se<br />
habían desarrollado los dos días anteriores en la ciudad se<br />
reprodujeron en diversos lugares de Barcelona y a causa<br />
de ellos resultaron numerosas víctimas entre las que figuraban<br />
Domingo Ascaso, destacado militante de la CNT.<br />
A las once y media de la mañana desde los micrófonos<br />
oficiales se radió la siguiente nota de la Consejería<br />
de Seguridad Interior:<br />
“Las Patrullas de Control 205 , de acuerdo con las<br />
organizaciones que las integran, han acordado ponerse al<br />
205 Las Patrullas de Control, constituidas por miembros de todas las organizaciones<br />
antifascistas en julio de 1936, en Barcelona, para garantizar el orden revolucionario en<br />
la retaguardia, habían sido abandonadas a primeros de marzo de 1937 por los militantes<br />
del PSUC-UGT y de ERC, <strong>com</strong>o protesta por la ejecución de tres detenidos por patrulleros<br />
cenetistas. Los patrulleros cobraban un sueldo pagado por la Generalidad y carecían<br />
ya, en abril de 1937, de la temible apariencia revolucionaria del verano del 36.<br />
Aunque habían apoyado la insurrección, fueron los primeros en deponer las armas. Fueron<br />
disueltas a principios de junio de 1937.<br />
277
lado del Gobierno legítimo de la Generalidad y se han<br />
puesto a disposición del delegado del Gobierno Central,<br />
teniente coronel Arrando, para actuar según sus orientaciones<br />
y conseguir el triunfo de la causa antifascista.”<br />
Por la tarde llegó al puerto de Barcelona el acorazado<br />
“Jaume I”.<br />
El Ayuntamiento de Barcelona hizo pública una<br />
nota en la que se ordena a todos los <strong>com</strong>erciantes de colmados<br />
que abran las puertas de sus establecimientos para<br />
que los ciudadanos puedan proveerse de lo necesario para<br />
su alimentación.<br />
Durante todo el día el Gobierno de la Generalidad<br />
estuvo en reunión permanente.<br />
Desde primeras horas de la mañana fueron radiadas<br />
desde los micrófonos oficiales varias notas del Gobierno<br />
y de la secretaría general de la UGT y de la CNT<br />
re<strong>com</strong>endando el regreso al trabajo.<br />
A las once de la mañana llegó al Palacio de la Generalidad,<br />
la ministra de Sanidad del Gobierno de la República<br />
y miembro del Comité Nacional de la CNT, señora<br />
Federica Montseny, que celebró una entrevista con el Presidente,<br />
señor Companys.<br />
Esta entrevista se repitió por la tarde.<br />
Hacia el mediodía, la señora Federica Montseny,<br />
por la CNT y el señor Rafael Vidiella, en nombre de la<br />
UGT pronunciaron unas alocuciones radiofónicas en el<br />
mismo sentido [apaciguador] que las anteriores.<br />
A la una y media llegaron al Palacio de la Generalidad<br />
los generales Sebastián Pozas y Aranguren 206 quie-<br />
206 El general Aranguren era el jefe de la Guardia Civil de Barcelona, ahora Guardia<br />
Nacional Republicana, es decir de aquellas tropas de dudosa fidelidad republicana que<br />
no habían sido enviadas al frente, y a las que se les había cambiado el nombre a fin de<br />
evitar su disolución.<br />
278
nes, a<strong>com</strong>pañados de sus ayudantes, pasaron a reunirse<br />
con el Gobierno de Cataluña.<br />
Tanto a la entrada <strong>com</strong>o a la salida del palacio de<br />
la Generalidad, los dos militares fueron aplaudidos y vitoreados.<br />
Por una numerosa multitud estacionada en la Plaza<br />
de la República 207 .<br />
Cuando se dirigía a la Comisaría de Orden<br />
Público, el coronel de la Guardia Nacional Republicana 208 ,<br />
señor Escobar, para encargarse de las funciones de Orden<br />
Público, fue agredido por unos desconocidos que le hicieron<br />
varios disparos.<br />
El coronel Escobar resultó herido de gravedad.<br />
La Consejería de Abastos radió una nota en la que<br />
se notificaba a los ciudadanos que se trabajaba activamente<br />
para proveer de harina a todas las panaderías de la ciudad.<br />
El Presidente de Cataluña leyó personalmente, por<br />
la tarde, la siguiente nota:<br />
“Para evitar confusionismos, el Presidente hace saber<br />
que al no haber sido nombrado consejero de Defensa<br />
en el nuevo Consejo, cargo que quería reservarse para sí<br />
mismo, y en virtud de la designación por el Gobierno [de<br />
la República] del general Pozas, general de la cuarta división,<br />
quedan concentradas en el general todas las funciones<br />
de la Consejería de Defensa, con toda la autoridad y<br />
extensión de las representaciones militares del Gobierno<br />
de la República y del Gobierno catalán.<br />
¡Serenidad y unidad de los auténticos antifascistas!<br />
207<br />
Actual Plaza de Sant Jaume, donde están situados el Palacio de la Generalidad y el<br />
Ayuntamiento.<br />
208<br />
La Guardia Civil.<br />
279
¡Viva la libertad! ¡Viva Cataluña y viva la República!”<br />
Avalada por las centrales sindicales UGT y CNT<br />
fue radiada la siguiente nota:<br />
“Esta mañana las sindicales han radiado una nota<br />
re<strong>com</strong>endando a todos los <strong>com</strong>pañeros que sean capaces<br />
de superar esta fecha histórica y no haya nadie que pueda<br />
plantear una posibilidad de ruptura.<br />
Ante todo y sobre todo - dice la nota – ha de mantenerse<br />
la unidad del proletariado. Respetaos, no os amenacéis.<br />
¡Viva la unidad del proletariado!”<br />
A las seis de la tarde tomó posesión de su cargo el<br />
nuevo consejero de Seguridad Interior, señor Martí Meced.<br />
La fuerza pública que prestaba servicio en la Consejería<br />
le recibió al grito de ¡Viva la República!<br />
Dio al señor Martí Feced posesión de la Consejería<br />
el ex-consejero señor Artemi Aiguader 209 . Asistieron al<br />
209 Consejero de Seguridad Interior en el gobierno Tarardellas del 28 septiembre 1936<br />
al 5 de mayo de 1937. La disolución del CCMA no había acabado con la división de<br />
poderes en el seno de las fuerzas de policía. Artemi Aiguadé contaba con los guardias<br />
de Asalto, la Guardia Nacional Republicana (antes Guardia Civil) y las Milicias de los<br />
partidos moderados. Aunque Artemi Aiguadé nominalmente presidía la Junta de Seguridad<br />
Interior, ésta estaba dirigida por el cenetista Aurelio Fernández. La Junta de Seguridad<br />
Interior dependía además de la Consejería de Defensa, controlada por los cenetistas,<br />
que disponían también de una amplia red de <strong>com</strong>ités de defensa, transportes y abastos.<br />
Desde principios de marzo de 1937 la lucha por el mando unificado de las fuerzas<br />
de orden público y fronterizas, el desarme de las patrullas de control y de la retaguardia<br />
en general provocaron una crisis gubernamental en la Generalidad que fue agudizándose<br />
hasta desembocar en los enfrentamientos de mayo de 1937. Companys dio la orden de<br />
ocupar la Telefónica a su consejero de Seguridad Interior, aunque éste debía asumir toda<br />
responsabilidad en caso de fracaso. De ahí la resistencia de Companys a destituirlo <strong>com</strong>o<br />
le exigían los consejeros de la CNT para conseguir apaciguar los ánimos y volver a<br />
la normalidad.<br />
280
acto el general Pozas, jefe de la División y consejero de<br />
Defensa y el delegado de las fuerzas públicas, teniente coronel<br />
Arrando.<br />
El señor Antoni Soler fue nombrado Director general<br />
de la Administración Local y tomó posesión de su cargo.<br />
A las siete de la tarde las emisoras oficiales radiaron<br />
la siguiente nota:<br />
“El Consejo continúa reunido para velar por el restablecimiento<br />
de la normalidad y por el prestigio y buen<br />
nombre de Cataluña y de la República. El Gobierno ha<br />
hecho las necesarias designaciones en las Consejerías y<br />
mantiene contactos con los organismos y re<strong>com</strong>ienda serenidad<br />
para que queden aislados quienes desacaten los<br />
poderes de la autoridad.<br />
Serenidad para evitar que se reanuden las hostilidades.”<br />
El secretario general del Comité Nacional [de la<br />
CNT] 210 facilitó el siguiente documento:<br />
“En estos días se han producido unos dolorosos<br />
hechos a los que la [lucha de] facción dio caracteres de<br />
discordia llevada al peligroso terreno de la lucha fratricida.<br />
Al llegar hasta nosotros la razón del desacuerdo<br />
que entristeció toda la España leal nos creímos con el derecho<br />
de intervenir directa y activamente hasta conseguir<br />
que cesaran las hostilidades y que la vida cotidiana tornara<br />
a la normalidad. Puestos a conquistar este objetivo<br />
hemos puesto en juego toda nuestra influencia enviando<br />
constantemente delegaciones al lugar donde se desarrolla-<br />
210 Es decir, Mariano R. Vázquez.<br />
281
an los acontecimientos, mientras otras representaciones<br />
visitaban al Gobierno para procurar una solución satisfactoria<br />
que consiguiera imponer la sensatez, llevando siempre<br />
al ánimo de todos la enorme responsabilidad de nuestros<br />
actos en este instante supremo que vive nuestro pueblo.<br />
Hasta hoy - que nos vemos obligados – no hemos<br />
hecho ninguna declaración pública, seguros de que el trabajo<br />
silencioso y bien orientado sería el mejor procedimiento<br />
para llegar a donde nuestro deseo y el interés del<br />
pueblo lo exigían; nuestro silencio observado con rigor y<br />
prudencia, se rompe para dar una adecuada y breve respuesta<br />
a quienes quieren forjar la unidad antifascista y pretenden<br />
reforzar el Gobierno mediante el escándalo público<br />
y la acusación injusta y desleal.<br />
Tan pronto <strong>com</strong>o conocimos el alcance de lo ocurrido<br />
ordenamos a toda la organización que mantuviera la<br />
serenidad y evitaran la propaganda de hechos que podían<br />
tener consecuencias fatales para todos; la misma re<strong>com</strong>endación<br />
hicimos llegar a todos los <strong>com</strong>batientes de la vanguardia.<br />
Desde entonces hasta ahora han sido innumerables<br />
las gestiones que realizamos encaminadas a conseguir que<br />
renaciera la tranquilidad en nuestra retaguardia, gestiones<br />
que solamente los malintencionados desconocen sin ser<br />
capaces de imitarlas.<br />
Terminamos advirtiendo a unos y otros que en<br />
cuanto la oportunidad lo permita hablaremos alto y claro<br />
para que toda España sepa dónde están los provocadores y<br />
dónde los que desean que la unidad de acción sea la bandera<br />
de nuestra victoria. Mientras tanto seguimos el camino<br />
que nos hemos trazado – y que no es precisamente el de<br />
los gritos destemplados – para que nuestro pueblo vuelva a<br />
282
ecobrar la confianza que le permita aplastar definitivamente<br />
al fascismo.”<br />
tas:<br />
Hacia la madrugada se radiaron las siguientes no-<br />
“Los <strong>com</strong>ités responsables de la UGT y de la CNT<br />
reiteran mediante estas palabras la orden dada ayer a todos<br />
los trabajadores para que se reincorporen sin dilación al<br />
trabajo.<br />
Una vez más nos dirigimos a los afiliados de ambas<br />
centrales sindicales re<strong>com</strong>endándoles que no atiendan<br />
más órdenes que las que emanen de los Comités de las organizaciones<br />
responsables.<br />
Sabemos que existen elementos perturbadores que<br />
se obstinan en poner obstáculos al regreso a la normalidad<br />
ciudadana. A éstos los trataremos con la dureza que el caso<br />
requiere y las circunstancias aconsejan. Nadie está facultado<br />
para impedir que los obreros reemprendan sus<br />
habituales ocupaciones. El que haga esto será considerado<br />
un agente provocador al servicio del fascismo, y sancionado<br />
<strong>com</strong>o tal.<br />
Una vez más re<strong>com</strong>endamos a los trabajadores<br />
que depongan su actitud hostil y prescindan de todo<br />
aquello que pueda ser motivo de discordia en los centros<br />
productivos. Los carnets de la UGT y de la CNT son sagrados.<br />
Quien atente contra ellos atenta contra la dignidad<br />
de la clase obrera. Los Comités de Control de todas las<br />
empresas tienen la ineludible obligación de velar por el estricto<br />
cumplimiento de estas indicaciones y de garantizar a<br />
todos los trabajadores el respeto en los lugares de trabajo.<br />
Camaradas: las víctimas de la absurda lucha librada<br />
que se encuentran en los hospitales, necesitan ser aten-<br />
283
didos. No retardéis ni un segundo más la vuelta a la marcha<br />
normal de la producción. Únicamente así, trabajando,<br />
podremos atender debidamente sus necesidades.<br />
¡A trabajar, pues, camaradas!<br />
Federación Local de Sindicatos de la UGT. Federación<br />
de Sindicatos Únicos de la CNT.”<br />
“Los trágicos hechos que se han desarrollado en<br />
nuestra ciudad durante las últimas cuarenta y ocho horas,<br />
han impedido que la totalidad de los obreros de Barcelona<br />
fueran a su trabajo.<br />
El conflicto que motivó esta situación anómala y<br />
perjudicial para la causa del proletariado ha sido resuelta<br />
satisfactoriamente por los representantes de los partidos y<br />
organizaciones antifascistas, reunidos en el Palacio de la<br />
Generalidad .Por lo tanto las Federaciones Locales de la<br />
CNT y de la UGT han tomado el acuerdo de dirigirse a<br />
todos sus afiliados para ordenarles que se incorporen a sus<br />
tareas habituales. Hay que regresar a la normalidad. Persistir<br />
en la inactividad industrial equivale, en estos momentos<br />
de guerra antifascista, a colaborar con el enemigo<br />
<strong>com</strong>ún, y a debilitarnos a nosotros mismos.<br />
Así, se ordena a todos los trabajadores de la UGT y<br />
de la CNT, sin excepción alguna, que se incorporen al<br />
trabajo, y re<strong>com</strong>endamos a los obreros de ambas sindicales<br />
que eviten con su conducta en los lugares de producción,<br />
todo lo que pueda ser motivo de perturbaciones […]<br />
Día 7 de mayo de 1937.<br />
Renació totalmente la normalidad en la ciudad de<br />
Barcelona.<br />
284
Desde primeras horas de la mañana la tranquilidad<br />
fue absoluta. Casi no se sintió ni un tiro aislado en la ciudad,<br />
que vivió durante tres días unos hechos de violencia<br />
que causaron gran número de víctimas y que deprimió el<br />
espíritu de los ciudadanos, exclusivamente atentos a las<br />
incidencias de la guerra que en los diversos frentes de<br />
<strong>com</strong>bate los soldados de la República sostienen contra el<br />
fascismo.<br />
A las cinco y cinco minutos de la mañana un representante<br />
de la CNT habló desde el micrófono de la citada<br />
organización y re<strong>com</strong>endó a los obreros la indispensable<br />
necesidad de reemprender el trabajo. Manifestó que se<br />
había llegado a un acuerdo y que no debía dispararse ni un<br />
solo tiro más.<br />
Todos los obreros, sin distinción, volvieron al trabajo.<br />
Funcionaron los servicios públicos y los transportes<br />
urbanos. Se publicó la prensa. Se abrieron colmados, fábricas<br />
y talleres. En el puerto se realizaron normalmente<br />
los trabajos de carga y descarga. La ciudad reemprendió,<br />
en fin, su ritmo normal. Grupos de viandantes recorrieron<br />
los lugares de la ciudad que habían sido escenario de los<br />
cruentos hechos desarrollados. Las calles más castigadas<br />
por la lucha fueron las de Petritxol, Boquería, antigua calle<br />
del Bisbe, Cardenal Casañas, Duran i Bas y las que rodean<br />
el edifico de la Casa CNT-FAI en la vía Durruti.<br />
Durante todo el día la policía se dedicó a detener a<br />
los que circulaban con armas sin el correspondiente permiso<br />
para utilizarlas.<br />
El trágico balance de los tres días de lucha cruel<br />
que ensangrentó las calles de Barcelona puede calcularse<br />
en unos cuatrocientos muertos y más de un millar de heridos.<br />
285
Desde el lunes, día 3 de mayo, por la tarde, cuando<br />
se observaron por las calles los inicios de los graves acontecimientos<br />
que después se produjeron, se tomaron en el<br />
Palacio de la Generalidad las precauciones adecuadas para<br />
impedir un posible ataque por parte de los revoltosos.<br />
Los mossos de Esquadra 211 tomaron posiciones<br />
dentro y fuera del palacio. También prestaron servicio en<br />
el Palacio, desde el mismo lunes, una sección de las Milicias<br />
Pirenaicas 212 .<br />
En diferentes ocasiones y desde diversos lugares<br />
de las calles afluentes a la plaza de la República, los revoltosos<br />
intentaron atacar a los elementos encargados de la<br />
defensa de la Generalidad. En ningún momento consiguieron<br />
traspasar las líneas de defensa construidas alrededor<br />
del Palacio y de las calles adyacentes, y a consecuencia de<br />
los tiroteos que se originaron se causó muchas bajas a los<br />
sediciosos.<br />
Las fuerzas que defendían el Palacio de la Generalidad<br />
practicaron durante los tres días que duraron los<br />
hechos, un centenar de detenciones.<br />
Pese al intenso tiroteo que se mantuvo continuamente<br />
en la Generalidad contra los perturbadores, los<br />
Mossos d´Esquadra sufrieron únicamente cuatro bajas. Un<br />
muerto: Francisco Ferrer Prat: Heridos: el teniente coronel<br />
Félix Gavari, el sargento Josep Sabater Vigatá y el<br />
mosso Emili Vilalta Santamaría.<br />
A primeras horas de la mañana tomó posesión del<br />
cargo de Comisario General de Orden Público, el <strong>com</strong>andante<br />
Emili Menéndez López.<br />
211 La policía de la Generalidad.<br />
212 Milicias catalanistas, embrión de un ejército de nacionalistas con objetivos independentistas<br />
que, en lugar de ocupar posiciones en el frente de Aragón, estaban muy oportunamente<br />
en la ciudad de Barcelona.<br />
286
La plena normalización de la vida de la ciudad se<br />
reflejó, naturalmente, en el Palacio de la Generalidad. En<br />
el primer centro oficial se reemprendieron las actividades<br />
y la mayor parte de las oficinas trabajaron con total regularidad.<br />
Los miembros del Gobierno provisional de Cataluña,<br />
en cumplimiento del acuerdo tomado, continuaron celebrando<br />
reuniones y conversaciones de manera casi permanente.<br />
Siempre presidió las reuniones el Presidente, señor<br />
Companys. A mediodía, al personarse los reporteros<br />
en la Secretaría de Presidencia, el señor Companys ordenó<br />
<strong>com</strong>unicarles que no tenía ninguna noticia que facilitarles.<br />
Estuvo en el Palacio de la Generalidad, para saludar<br />
al Presidente de Cataluña, la diputada <strong>com</strong>unista, señora<br />
Margarita Nelken.<br />
En la Subsecretaría de Presidencia se recibió un<br />
afectuoso <strong>com</strong>unicado de la Delegación de Euzkadi en Cataluña,<br />
en la que le Gobierno del País Vasco reiteraba su<br />
adhesión al Presidente de la Generalidad y constataba una<br />
vez más su afecto al pueblo catalán.<br />
Los periodistas que informan desde el Palacio de la<br />
Generalidad interrogaron al consejero, señor Vidiella, para<br />
que les diera cuenta de la situación.<br />
El señor Vidiella manifestó que la lucha había acabado<br />
y que en toda Cataluña la normalidad no se había alterado<br />
en lo más mínimo. Únicamente en Tortosa - añadió<br />
el señor Vidiella – se han registrado algunos incidentes<br />
aislados.<br />
A primeras horas de la tarde el consejero de Seguridad<br />
Interior, señor Martí Feced, declaró a los informadores<br />
que podía considerarse totalmente restablecida la<br />
normalidad en la ciudad y que funcionaban casi todas las<br />
actividades ciudadanas.<br />
287
En el mismo sentido se expresaron los exconsejeros,<br />
señores Comorera, Calvet y Miret.<br />
Por la tarde, llegaron a Barcelona, en avión, procedentes<br />
de Valencia, el teniente coronel de infantería Emilio<br />
Torres Iglesias, nombrado por el Gobierno de la República,<br />
jefe superior de Policía de Barcelona, y el agente del<br />
Cuerpo de Vigilancia José María Díez de Ceballos, nombrado<br />
Comisario General de la Comisaría Superior de Policía<br />
de Barcelona.<br />
Ambos tomaron posesión de sus cargos inmediatamente<br />
después de haber llegado a Barcelona y cumplimentaron<br />
al Presidente de la Generalidad.<br />
Hacia la tarde llegaron a Barcelona, procedentes de<br />
Valencia, ochenta camiones con fuerzas de Asalto que<br />
formaban un total de cinco mil individuos y dos <strong>com</strong>pañías<br />
motorizadas.<br />
El paso de la caravana por las calles de la ciudad<br />
promovió un gran entusiasmo.<br />
Al cesar en su cargo el Comisario General de Orden<br />
Público, el señor Rodríguez Salas 213 , se hizo pública<br />
la siguiente nota:<br />
“Al cesar en el cargo de Comisario General de Orden<br />
Público quiero dirigir públicamente un saludo a todos<br />
aquellos que por los cargos que han ejercido y por las relaciones<br />
que han mantenido conmigo han colaborado en<br />
mi tarea.<br />
213 El cese de Rodríguez Salas fue repetidamente exigido por la CNT para restablecer la<br />
normalidad en la ciudad. La persistente negativa de Companys contribuyó a la gravedad<br />
de los hechos. El enfrentamiento de los cenetistas con el <strong>com</strong>isario de orden público<br />
había alcanzado ya una enorme gravedad semanas antes de las Jornadas de Mayo cuando,<br />
en una reunión de la Junta de Seguridad en el despacho del <strong>com</strong>isario, Aurelio Fernández<br />
puso una pistola en la cabeza de Rodríguez Salas.<br />
288
He de hacer constar mi agradecimiento a todas las<br />
fuerzas de Vigilancia y Seguridad que me han prestado su<br />
ayuda incondicional en todo momento, y sobre todo en las<br />
graves horas que acabamos de pasar.<br />
Dejo la Comisaría de la misma manera que cuando<br />
entré, sólo con la diferencia del resultado de una acción<br />
que juzgará la opinión pública. Sólo me preocupa esta<br />
opinión y nada más, ya que guardo la satisfacción moral<br />
de haber hecho todo lo que podía para conseguir lo que me<br />
había propuesto. En la Comisaría General no he sido más<br />
que un leal servidor de un Gobierno 214 en el que participaban<br />
todas las organizaciones, a las órdenes del cual he actuado,<br />
le placieran o no a mis idearios políticos, siguiendo<br />
las instrucciones que me daba.<br />
Hoy, que dejo de ser <strong>com</strong>isario, vuelvo a ser el de<br />
siempre: un ferviente militante del Partido Socialista Unificado<br />
de Cataluña, al que me debo totalmente 215 .”<br />
La CNT hizo pública la siguiente nota:<br />
“Han acabado los trágicos incidentes ocurridos en<br />
Barcelona, y para que todo el mundo sepa a qué atenerse,<br />
el Comité Regional de la CNT y la Federación Local de<br />
Sindicatos Únicos manifiesta su unánime voluntad de colaborar<br />
con la mayor eficacia y lealtad en el restablecimiento<br />
del orden público en Cataluña y acabar con la etapa<br />
de actuación partidista que condujo precisamente a la<br />
situación que desencadenó la tragedia.<br />
214<br />
En estas crónicas de Presidencia queda meridianamente claro que la orden de ocupar<br />
la Telefónica fue dada por Companys. En ningún caso fue una iniciativa personal de<br />
Rodríguez Salas.<br />
215<br />
Curiosa forma de manifestar su neutralidad en el cargo de <strong>com</strong>isario la de reivindicar<br />
su militancia estalinista.<br />
289
Reiteramos, por tanto, nuestro concurso al Gobierno<br />
de la Generalidad y al delegado de Orden Público enviado<br />
por el Gobierno central, teniente coronel Torres, de<br />
quien hemos podido <strong>com</strong>probar la excelente disposición<br />
de ánimo con la que está ejerciendo misión tan delicada en<br />
Cataluña.<br />
Unidad y confianza. Lealtad e igualdad de derechos<br />
y de deberes para todos los grupos antifascistas en<br />
todos los aspectos.<br />
He ahí la consigna del momento que todos debemos<br />
obedecer al unísono.<br />
El Comité Regional de la CNT y la Federación<br />
Local de Sindicatos Únicos”.<br />
El día 8 de mayo de 1937.<br />
La normalidad fue absoluta en Barcelona. Salió la prensa,<br />
funcionaron los transportes públicos y se trabajó en todas<br />
partes. Cafés, teatros, cines y restaurantes abrieron sus<br />
puertas. Las calles hervían de animación. Los trágicos días<br />
pasados era ya una especie de pesadilla para los ciudadanos<br />
barceloneses.<br />
Los destructores de la Armada de la República,<br />
“Sánchez Barcaiztegui” y “Lepanto”, que estuvieron fondeados<br />
unos días en Barcelona, se hicieron nuevamente a<br />
la mar para efectuar un servicio de exploración por nuestros<br />
litorales.<br />
Llegaron al puerto de Barcelona varios barcos de<br />
guerra ingleses y uno francés. También se añadió a esta<br />
flota un barco hospital británico.<br />
Muy de mañana llegaron a Barcelona, procedentes<br />
de Valencia, a bordo de la motonave “Ciudad de Barcelona”,<br />
dos mil cien guardias de asalto, que pasaron a formar<br />
290
parte de las fuerzas de Orden Público del Gobierno de la<br />
República 216 .<br />
Por la mañana se hizo cargo de los Departamentos<br />
de Economía y Servicios Públicos, el consejero señor Valeri<br />
Mas 217 , representante de la CNT.<br />
Le dieron posesión los consejeros salientes señores<br />
J. Juan Doménech 218 y Andrés Capdevila.<br />
Los actos fueron simplemente protocolarios y no<br />
se pronunciaron discursos.<br />
El Presidente de Cataluña, que estuvo desde primeras<br />
horas de la mañana en su despacho oficial, recibió la<br />
visita de numerosas personalidades de todos los partidos y<br />
organizaciones antifascistas que acudieron al Palacio de la<br />
Generalidad para expresar su adhesión al señor Companys.<br />
Entre las más destacadas, citamos la del ministro<br />
de la República señor Jaime Aiguader; el Presidente accidental<br />
del Parlamento de Cataluña, señor Serra Hunter; el<br />
Presidente de la Audiencia, señor Andreu Abelló y el señor<br />
Jesús Pérez Salas.<br />
También visitaron al señor Companys para saludarle<br />
en su calidad de Presidente de la Generalidad, el<br />
nuevo Delegado de Orden Público, teniente coronel Emilio<br />
Torres y el Comisario General José María Díez de<br />
Aballos.<br />
216 Estas fuerzas represivas habían sido enviadas por vía marítima en previsión de que<br />
los ochenta camiones, llegados el día anterior, hubieran sido hostilizados y detenidos en<br />
su marcha terrestre hacia Barcelona.<br />
217 En julio de 1936 fue representante de la CNT en el Comité de Abastos. En noviembre<br />
de 1936 sustituyó a Mariano R. Vázquez (nombrado secretario nacional) en la secretaría<br />
regional de la CNT en Cataluña. Desde enero de 1937 fue miembro del Comité<br />
de Enlace CNT-FAI y UGT-PSUC. Durante las Jornadas de Mayo jugó un destacado<br />
papel apaciguador. Mas y Molina “Juanel” fueron los que impidieron que las tropas<br />
anarquistas del frente aragonés bajaran a Barcelona. El cargo de consejero de Servicios<br />
Públicos, Economía, Sanidad y Asistencia Social lo detentó muy brevemente, desde el 7<br />
de mayo hasta el 29 de junio de 1937.<br />
218 Josep Juan Doménech.<br />
291
El señor Torres Iglesias, a la salida de su entrevista<br />
con el señor Companys contestó, a preguntas de los periodistas,<br />
con las siguientes palabras:<br />
“El problema del Orden Público en Cataluña ha entrado<br />
en una fase de franca y rápida solución, y espero que<br />
en muy breve plazo podré despedirme de vosotros, lo que<br />
significará que el problema ha sido totalmente resuelto y<br />
que las cosas han vuelto a enderezarse definitivamente”.<br />
A mediodía el Presidente de Cataluña recibió a los<br />
informadores y les hizo las siguientes manifestaciones:<br />
“No estoy en situación de hacer declaraciones ni<br />
<strong>com</strong>entarios. Como habréis visto, ha venido a cumplimentarme<br />
el teniente coronel Torres, delegado de Orden Público<br />
designado por el Gobierno de la República, con<br />
quien he mantenido una larga conversación.<br />
He de felicitarme por el aspecto de tranquilidad<br />
que hoy ofrece Barcelona y que ésta se haya conseguido<br />
únicamente con los medios con que cuenta el Gobierno de<br />
Cataluña, que no haya sido necesario utilizar ninguna otra<br />
fuerza. No hace falta decir cómo celebraré que con los<br />
nuevos medios de orden público que nosotros no teníamos<br />
pueda resolverse rápidamente el viejo problema de la<br />
constante coacción contra los resortes del Gobierno.<br />
He de destacar de estas luctuosas jornadas, <strong>com</strong>o<br />
Presidente de la Generalidad, la valentía y abnegación de<br />
los guardias de Seguridad, Mossos d´Esquadra y el resto<br />
de fuerzas leales al Gobierno de Cataluña y, por lo tanto,<br />
al Gobierno de la República.<br />
He de acabar mis palabras, que hoy no pueden ser<br />
más, porque no soy de aquellos que se <strong>com</strong>placen en de-<br />
292
jarse engañar y en engañarse a sí mismos, manifestando<br />
mis anhelos de unidad de colaboración y de cordialidad<br />
entre todas las fuerzas antifascistas que <strong>com</strong>prenden los<br />
enormes intereses morales y patrióticos que en esta hora<br />
están en juego.”<br />
Un periodista le preguntó si el Consejo seguía reunido con<br />
carácter permanente.<br />
“Después de la reunión permanente de estos días,<br />
hoy se ha levantado para dar un descanso a los miembros<br />
del Consejo, que he convocado para esta tarde para celebrar<br />
un cambio de impresiones.”<br />
El Presidente rogó a la prensa que intentara mantenerse<br />
de forma decidida al lado de las consignas y el prestigio<br />
de las autoridades.<br />
Por la tarde, bajo la presidencia del señor Companys,<br />
se reunió el Gobierno de Cataluña. Asistieron los<br />
cuatro consejeros que integran el Gobierno provisional,<br />
señores Vidiella, Martí Feced, Mas y Pou.<br />
La reunión duró – con un breve paréntesis – hasta<br />
cerca de las doce de la noche.<br />
De las deliberaciones efectuadas se facilitó la siguiente<br />
nota:<br />
“El Consejo de la Generalidad ha celebrado esta<br />
tarde una breve reunión y ha aprobado diversos Decretos<br />
de Presidencia, Finanzas y Justicia.<br />
La mayoría de los acuerdos tienden a la adopción<br />
de medidas que ayuden a generalizar el resurgimiento de<br />
la vida ciudadana.<br />
293
Este Consejo, que nació en los momentos culminantes<br />
de la violencia existente en la calle y con la finalidad<br />
de que se ahogara rápidamente la brasa de la pasión,<br />
confía que continuará la cooperación del pueblo de Cataluña<br />
de modo que permita el rápido y absoluto restablecimiento<br />
de la normalidad pública.<br />
En la Secretaría de Presidencia se recibió el siguiente<br />
telegrama 219 :<br />
“Delegado Gobierno en Asturias y León a Presidente<br />
Generalidad Cataluña, Luís Companys.- Ante sucesos<br />
desagradables ocurridos en Barcelona Consejo Provincial<br />
Asturias y León le envía nuestra adhesión inquebrantable<br />
tanto VE <strong>com</strong>o el resto del Gobierno catalán, así<br />
<strong>com</strong>o a las organizaciones obreras y partidos políticos al<br />
mismo tiempo que nos ponemos a disposición del Gobierno<br />
legítimo de nuestro país exhortando a que termine esa<br />
provocación fascista que si siempre es repudiable lo es<br />
mucho más en estos momentos en que tenemos un enemigo<br />
fuerte que hay que vencer por todos los medios. Presidente<br />
Belarmino Tomás.”<br />
También se recibió el siguiente telegrama de la<br />
embajada española en Bélgica:<br />
“Bruselas.- En concierto celebrado ayer Conservatorio<br />
alcanzaron gran éxito nuestros <strong>com</strong>patriotas, cantante<br />
Concha Badía y pianista Vilalta.- Ossorio y Gallardo.”<br />
La CNT hizo pública, relacionada con los graves<br />
sucesos desarrollados los pasados días en Barcelona, la siguiente<br />
nota:<br />
219 Reproducido en castellano.<br />
294
“Han acabado los trágicos incidentes ocurridos en<br />
Barcelona, y para que todo el mundo sepa a qué atenerse,<br />
el Comité Regional de la CNT y la Federación Local de<br />
Sindicatos Únicos manifiesta su voluntad unánime de colaborar<br />
con la mayor eficacia y lealtad al restablecimiento<br />
del orden público en Cataluña y a acabar con la etapa de<br />
actuación partidista que llevó precisamente a desencadenar<br />
la tragedia.<br />
Reiteramos, por lo tanto, nuestro concurso al Gobierno<br />
de la Generalidad y al delegado de Orden Público<br />
enviado por el Gobierno central, teniente coronel Torres,<br />
de quien hemos podido <strong>com</strong>probar la excelente impresión<br />
de ánimo con la que está ejerciendo una tarea tan delicada<br />
en Cataluña.<br />
Unidad y confianza. Lealtad e igualdad de derechos y deberes<br />
para todos los grupos antifascistas en todos los aspectos.<br />
He ahí la consigna del momento que todos hemos<br />
de obedecer y secundar al unísono.<br />
El Comité Regional de la CNT y la Federación Local<br />
de Sindicatos Únicos”.<br />
295
7. F.<br />
Teletipo de Vidiella, que <strong>com</strong>unica<br />
el plan elaborado por José<br />
del Barrio para acabar con los<br />
disturbios de Mayo de 1937<br />
bombardeando Barcelona<br />
7 Mayo 1937. A las 1.25.<br />
296<br />
Presente Alcubierre 220 .<br />
Presente Camarada Vidiella 221 .- Orden del Camarada<br />
del Barrio 222 .- Dice así:<br />
“Situación Barcelona muy grave. Debe trabajarse<br />
para que se prepare aviación y bombardee cuando nosotros<br />
avisemos, los Escolapios, Plaza de Toros Monumental,<br />
220 Miquel Alcubierre había sido trabajador en la empresa “Lámparas Z”, junto con<br />
José del Barrio. Fue un destacado militante ugetista.<br />
221 Rafael Vidiella, tipógrafo, militante destacado de la CNT desde 1911 hasta 1932,<br />
año en el que se hace funcionario del Ayuntamiento de Barcelona e ingresa en la UGT<br />
y el PSOE. En julio de 1936 es nombrado secretario de relaciones del PSUC y jefe del<br />
Comité de Investigación del CCMA. En diciembre de 1936 sustituyó a Nin en la consejería<br />
de Justicia. En el gobierno de crisis del 5 de mayo de 1937 acababa de ser nombrado<br />
consejero de Trabajo, Obras Públicas y Justicia.<br />
222 José Del Barrio era en estos momentos secretario militar del PSUC. Después de las<br />
jornadas de julio del 36 había organizado y dirigido una columna militar en el Frente de<br />
Aragón, formada por militantes del recién fundado Partit Socialista Unificat de Catalunya<br />
(PSUC). En los años treinta había trabajado en la empresa “Lámparas Z” y había<br />
militado en el sindicato metalúrgico de la CNT, del que fue expulsado por presentarse<br />
<strong>com</strong>o candidato por el PCE a las elecciones de 1933.
Cocheras tranvías Campo Sagrado, Cuarteles de San Andrés,<br />
Pueblo Nuevo, Pedralbes, y el Hotel del Reloj nº 1 de<br />
la Plaza de España 223 . La actuación de la aviación es de<br />
absoluta necesidad hoy por la madrugada (estamos ya a<br />
siete). Nosotros <strong>com</strong>unicaremos por radio si es precisa su<br />
presencia y sobre dónde, diremos conviene tal o tales sitios<br />
y eso debe ser suficiente para entender. Necesitamos<br />
además que se nos envíe por medio de la aviación municiones<br />
que deben ser tiradas en el Casal Carlos Marx del<br />
Paseo de Gracia. Es de absoluta necesidad munición para<br />
fusil. Fusil ametralladora de los cargadores de media circunferencia<br />
para máquina Colt. Hay que avisar que en Sabadell<br />
está el Batallón de Montaña número 3 del Ejército<br />
sin armas por haber ido en descanso. Se trata de un gran<br />
batallón de absoluta confianza y que está pidiendo intervenir.<br />
Se le puede armar por avión, ya que el campo de<br />
aviación es nuestro y Sabadell también. Si no hay otra solución<br />
mejor hay que enviar armas nuestras al objeto de<br />
que este batallón más las fuerzas que puedan agruparse<br />
marchen sobre Barcelona cuanto antes. Insistir en hacer<br />
esto con urgencia. Insistir. Por lo demás todo bien con<br />
ánimos y seguros del triunfo a pesar de los grandes inconvenientes.<br />
Saludos fraternales. Del Barrio.”<br />
Presente Vidiella.- Dime cómo está situación frente<br />
y si has observado movimiento de tropas franquistas.-<br />
223 Todos los edificios señalados eran cuarteles y edificios en poder de la CNT. El cuartel<br />
de Pedralbes había sido bautizado “cuartel Bakunin”; en el cuartel de los Docks en<br />
Pueblo Nuevo estaban los miembros de la columna Durruti que acababan de regresar<br />
del frente de Madrid en espera de volver al Frente de Aragón; los Escolapios eran sede<br />
del Comité de Defensa del Centro que jugó un papel decisivo en la insurrección de mayo<br />
(que no fue sometido hasta que fue asaltado y cañoneado por las fuerzas del orden<br />
público y el PSUC en septiembre de 1937).<br />
297
Bien.- Tropas anarquistas y del POUM movilizaron<br />
esta mañana con cañones de artillería, camiones blindados<br />
y ametralladoras, parapetándose en Binéfar han conferenciado<br />
con un emisario del Teniente Coronel Reyes<br />
según se me ha <strong>com</strong>unicado a las seis de la tarde regresaba<br />
nuevamente al frente, no obstante no puedo asegurar si lo<br />
hacían en su totalidad. Esta tarde hemos interceptado una<br />
conferencia telefónica, Cuartel Albero, División Ascaso<br />
con Barbastro que decía: “Imposible dar golpe. Gobierno<br />
de Valencia nos ha ganado la mano mandando 200 camiones<br />
G.N., y tenemos que acatarlo porque además tiene<br />
las <strong>com</strong>unicaciones en sus manos”.- Creo que este mensaje<br />
que me has dado de parte Del Barrio debes <strong>com</strong>unicarlo.<br />
También por Hughes 224 al Teniente Coronel Reyes,<br />
campo aviación Lérida, pues éste se siente muy optimista<br />
y parece desconfía de la veracidad de nuestros <strong>com</strong>unicados,<br />
creyendo que son causa de nuestro nerviosismo, al<br />
tiempo él te podría informar mejor sobre las fuerzas que se<br />
han desplazado a Binéfar. Por mi parte la munición fusil,<br />
ya la he mandado al campo aviación. Pienso hacer igual<br />
con la otra, y si el Teniente Coronel no puede armar el Batallón<br />
Montaña en Sabadell. Remitiré yo los fusiles desarmando<br />
yo un batallón de los del frente. Todo está en la<br />
rapidez que emplee el Teniente Coronel, inmediatamente<br />
voy a ponerme en <strong>com</strong>unicación con él, pero desearía que<br />
primero lo hicieses tú.- La moral fuerzas es buena, nuestras<br />
<strong>com</strong>pañías de anti anarquistas están esperando el poder<br />
demostrar que son marxistas. Saludos.<br />
Enterado, <strong>com</strong>unicaré con Comorera eso de Reyes<br />
y si lo creo oportuno celebraré conferencia con Lérida.<br />
224 Marca de la máquina que envía los teletipos.<br />
298
Fotografía de la portada: La Brecha de San Pablo. Barricada<br />
levantada el 19 de julio de 1936 por el sindicato de la madera y el<br />
<strong>com</strong>ité de defensa de Pueblo Seco frente a El Molino, en el<br />
Paralelo. Foto del Fons Brangulí del ANC.