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BARRICADAS EN BARCELONA - Edicionesespartaco.com

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<strong>BARRICADAS</strong><br />

<strong>EN</strong> <strong>BARCELONA</strong><br />

La CNT de la victoria de Julio de 1936<br />

a la necesaria derrota de Mayo de 1937.<br />

Agustín Guillamón<br />

EDICIONES ESPARTACO INTERNACIONAL


Barricadas en Barcelona<br />

La CNT de la victoria de Julio de 1936 a<br />

la necesaria derrota de Mayo de 1937.<br />

Agustín Guillamón<br />

EDICIONES ESPARTACO INTERNACIONAL<br />

En portada: La Brecha de San Pablo. Barricada levantada<br />

el 19 de julio de 1936 por el sindicato de la madera y el<br />

<strong>com</strong>ité de defensa de Pueblo Seco frente a El Molino, en<br />

el Paralelo. Foto del Fons Brangulí del ANC.<br />

1


Primera edición: Enero de 2007<br />

Editor: Emilio Madrid Expósito<br />

Ediciones Espartaco Internacional<br />

I.S.B.N.: 978-84-611-5747-1<br />

Depósito legal:<br />

Impresión: Publidisa<br />

El presente título y los demás de esta colección se encuentran<br />

en<br />

http://es.geocities.<strong>com</strong>/espartacointernacional<br />

Correspondencia: espartacointernacional@yahoo.es<br />

2


Dedicatoria<br />

A Pascual Guillamón, herido y mutilado en los <strong>com</strong>bates<br />

del 19 de Julio en Barcelona; fusilado por los fascistas<br />

cuando ocuparon Tarrasa.<br />

A mi abuelo Eliseo, y a sus numerosos hermanos: emigrantes,<br />

cenetistas, anónimos luchadores y exiliados;<br />

siempre proletarios conscientes de serlo.<br />

A mi padre, que a los doce años perdió una guerra.<br />

In memoriam<br />

3


ÍNDICE<br />

Página<br />

Introducción .....…………………………………………7<br />

1.- La insurrección victoriosa de Julio de 1936 ...........11<br />

2.- La CNT-FAI en el Comité Central de<br />

Milicias Antifascistas............................................70<br />

3.- Muerte y entierro de Durruti.................................127<br />

4.- Los Amigos de Durruti en mayo de 1937,<br />

y su programa .....................................................139<br />

5.- Epílogo .................................................................... 204<br />

6.- Bibliografía..............................................................218<br />

7.- Anexos documentales............................................. 220<br />

A. BANDO: Confederación Regional del<br />

Trabajo de Cataluña: “Hoy, domingo, 26,<br />

ha tenido lugar un Pleno Regional de<br />

Locales y Comarcales de Sindicatos…”.<br />

Barcelona a 26 de Julio de 1936 ................. 221<br />

B. DURRUTI, Buenaventura: "Al Consejo<br />

de la Generalidad de Cataluña".<br />

Frente de Osera, 1 de noviembre de 1936... 226<br />

5


6<br />

C. Notas manuscritas de Companys a<br />

Tarradellas (mayo de 1937)........................ 228<br />

D. Notas y teletipos de Lluís Companys<br />

en mayo de 1937........................................... 233<br />

E. Crónicas de Presidencia (de la<br />

Generalidad de Cataluña) del 1 al 10<br />

de mayo de 1937........................................... 254<br />

F. Teletipo de José del Barrio<br />

(para bombardear Barcelona).................... 296


INTRODUCCIÓN<br />

Este libro trata de las barricadas levantadas por los<br />

obreros barceloneses en julio de 1936 y mayo de 1937,<br />

erigidas con sólo diez meses de diferencia. Estudia las<br />

causas de su aparición, así <strong>com</strong>o sus similitudes y diferencias.<br />

Intenta explicar el carácter “ofensivo” de la insurrección<br />

obrera de Julio, y el “defensivo” de Mayo. ¿Por qué<br />

los obreros, prácticamente desarmados, consiguieron en<br />

Julio vencer al ejército sublevado y a los fascistas? ¿Por<br />

qué, al contrario, en Mayo, un proletariado armado hasta<br />

los dientes fue derrotado políticamente, tras demostrar en<br />

la calle su superioridad militar? ¿Por qué las barricadas de<br />

Julio seguían aún en pie, y activas, en octubre de 1936;<br />

mientras en Mayo se retiraron inmediatamente?<br />

No alimenta en vano el mito de las barricadas, que<br />

en Barcelona se levantaron en numerosas ocasiones durante<br />

el siglo XIX, en la huelga general de 1902, durante la<br />

Semana Trágica de 1909 y en la huelga general de 1917.<br />

Las barricadas, <strong>com</strong>o nos enseña la historia, son un parapeto<br />

para mantenerse a la defensiva, y anuncian casi siempre<br />

la derrota obrera ante el ejército o la policía. En julio<br />

de 1936 la primera victoria del proletariado sobre el ejército<br />

se produjo en la Brecha de San Pablo, contra unos soldados<br />

atrincherados tras las barricadas. Este libro considera<br />

las barricadas <strong>com</strong>o un instrumento, entre otros, de la<br />

decisión irrevocable del proletariado a enfrentarse con el<br />

7


enemigo de clase; no <strong>com</strong>o mito que lo encadena al pasado.<br />

Contempla las barricadas <strong>com</strong>o frontera de clase, que<br />

sitúa en un lado al proletariado, y en el otro a su enemigo.<br />

Fronteras de clase serían, hoy, negar la existencia del proletariado,<br />

confundir las dictaduras estalinistas con el <strong>com</strong>unismo,<br />

proyectar la conquista del Estado en lugar de su<br />

destrucción, o defender que el capitalismo es eterno.<br />

En el epílogo se enmarcan los <strong>com</strong>ités, que surgieron<br />

con la situación revolucionaria española de 1936, en la<br />

experiencia internacional de los soviets rusos y los raters<br />

alemanes, para reconocerlos <strong>com</strong>o la forma organizativa<br />

revolucionaria de la clase obrera.<br />

Julio de 1936 fue una insurrección victoriosa, pero<br />

la insurrección de mayo de 1937 ¿fue una victoria o una<br />

derrota? Este libro aspira a <strong>com</strong>prender por qué, y sobre<br />

todo cómo, algunos de los líderes revolucionarios de Julio<br />

de 1936 se convirtieron en los contrarrevolucionarios más<br />

nefastos e influyentes de Mayo de 1937. O lo que es lo<br />

mismo, pretende explicar la historia del movimiento obrero<br />

y desechar los ridículos cómics de supermanes y traidores;<br />

y las arbitrarias interpretaciones tendenciosas, burguesas<br />

o estalinistas, características del academicismo universitario.<br />

El libro intenta además responder a las preguntas<br />

que planteó el poeta surrealista francés Benjamin Péret,<br />

que estuvo en Barcelona desde agosto de 1936 hasta abril<br />

de 1937: “¿Cuál es la naturaleza de la revolución del 19<br />

de Julio de 1936?: ¿burguesa, antifascista, proletaria?<br />

¿Existía una dualidad de poderes el 20 de Julio de<br />

1936? ¿En beneficio de quién evolucionó? ¿Qué fuerzas<br />

presidieron su liquidación? ¿Los trabajadores<br />

habían tomado el aparato de producción? ¿La nacionalización<br />

de la producción ha consagrado una situa-<br />

8


ción de hecho o ha creado las bases materiales de un<br />

capitalismo de Estado? ¿Las organizaciones obreras<br />

(partidos, sindicatos, etcétera) intentaron organizar un<br />

poder obrero? ¿Dónde y en qué condiciones? ¿Por qué<br />

no ha llegado a la liquidación del poder burgués? ¿Por<br />

qué la revolución española acabó en desastre?”<br />

Tarea del poeta es hacer las preguntas, oficio del<br />

historiador intentar responderlas y privilegio del lector<br />

juzgar si las respuestas dadas son acertadas y le convencen.<br />

Agustín Guillamón.<br />

Barcelona, diciembre 2006.<br />

9


1<br />

La insurrección victoriosa de Julio de<br />

1936<br />

Vivere militare est. (Vivir es luchar).<br />

Séneca. Epístolas<br />

¡ARMAS! ¡ARMAS!<br />

El diecisiete a las diecisiete el ejército se había<br />

sublevado en Melilla. El presidente del Gobierno, Casares<br />

Quiroga, a la pregunta de unos periodistas sobre qué pensaba<br />

hacer ante el levantamiento respondió con un chiste:<br />

“¿Se han levantado? Bueno. Yo me voy a dormir”. El 18<br />

de julio de 1936 la rebelión militar se había extendido a<br />

todo Marruecos, Canarias y Sevilla.<br />

La guarnición militar de Barcelona contaba con<br />

unos seis mil hombres, frente a los casi dos mil de la guardia<br />

de asalto y los doscientos “mossos d´esquadra”. La<br />

guardia civil, que nadie sabía con certeza por el lado que<br />

se decantaría, contaba con unos tres mil. La CNT-FAI disponía<br />

de unos veinte mil militantes, organizados en <strong>com</strong>ités<br />

de defensa de barriada, dispuestos a empuñar las armas.<br />

Se <strong>com</strong>prometía, en la <strong>com</strong>isión de enlace de la CNT<br />

11


con la Generalidad y los militares leales, a parar a los golpistas<br />

con sólo mil militantes armados. Pero las negociaciones<br />

de la CNT con Escofet, <strong>com</strong>isario de orden público,<br />

y con España, consejero de Gobernación, fueron infructuosas.<br />

La noche del 17 de julio el cenetista Juan Yagüe,<br />

secretario del sindicato del transporte marítimo, organizó<br />

el asalto a los pañoles de los buques atracados en el puerto,<br />

consiguiendo unos 150 fusiles; a los que el 18 se sumó<br />

lo conseguido de armerías, serenos y vigilantes de la ciudad.<br />

Este pequeño arsenal, guardado en el sindicato del<br />

transporte, en las Ramblas, provocó un enfrentamiento con<br />

la <strong>com</strong>isaría de orden público, que lo reclamaba. Se corría<br />

el peligro de un enfrentamiento armado con la guardia de<br />

asalto, y los propios militantes cenetistas llegaron a amenazar<br />

a los, en su opinión, demasiado conciliadores Durruti<br />

y García Oliver. El incidente se zanjó con la entrega a<br />

Guarner, mano derecha de Escofet, de algunos viejos fusiles<br />

inservibles, que evitaron una ruptura entre republicanos<br />

y anarquistas en vísperas del golpe militar.<br />

Desde las tres de la madrugada del 19 de julio una<br />

creciente multitud reclamaba armas en la Consejería de<br />

Gobernación, en Plaza Palacio. No había armas para el<br />

pueblo, porque el gobierno de la Generalidad temía<br />

más una revolución obrera que el alzamiento militar<br />

contra la República. Juan García Oliver, desde el balcón<br />

de Gobernación, requirió a los militantes cenetistas a que<br />

se pusieran en contacto con los <strong>com</strong>ités de defensa de sus<br />

respectivas barriadas, o marcharan a los cuarteles de San<br />

Andrés en espera de la oportunidad de apoderarse del armamento<br />

allí depositado. Algo más tarde, ante el anuncio<br />

del inicio de la sublevación en Barcelona, allí mismo se<br />

empezó a confraternizar con los guardias de asalto cuando<br />

éstos, dotados con arma larga y corta, entregaron su pisto-<br />

12


la al voluntario civil que la reclamaba. Al mismo tiempo el<br />

teniente de aviación Servando Meana 1 , simpatizante de la<br />

CNT, que hacía de enlace de información entre la Aviación<br />

del Prat y José María España, entregó las armas depositadas<br />

en el Palacio de Gobernación a los anarcosindicalistas<br />

2 por su cuenta y riesgo, sin conocimiento de sus<br />

superiores. Los cenetistas del sindicato de química iniciaron<br />

la fabricación de bombas de mano.<br />

LAS SIR<strong>EN</strong>AS DE LAS FÁBRICAS DE PUEBLO<br />

NUEVO LLAMAN AL COMBATE<br />

A las cuatro y cuarto de la madrugada del 19 de<br />

Julio de 1936 las tropas del cuartel del Bruc, en Pedralbes,<br />

habían salido a la calle, dirigiéndose por la Avenida<br />

14 de abril (hoy, Diagonal) hacia el centro de la ciudad.<br />

Los obreros, apostados en las inmediaciones de los<br />

cuarteles, tenían órdenes de dar el aviso y de no hostigar a<br />

los soldados hasta que no estuviesen ya muy alejados de<br />

los mismos. La táctica del Comité de Defensa Confederal<br />

había acordado que sería más fácil batir a la tropa en la calle<br />

que si permanecía atrincherada en los cuarteles.<br />

El campo de fútbol del Júpiter de la calle Lope<br />

de Vega fue utilizado <strong>com</strong>o punto de encuentro desde el<br />

que iniciar la insurrección obrera contra el alzamiento militar,<br />

por la cercanía del domicilio de la mayoría de anarquistas<br />

del grupo "Nosotros" y la enorme militancia cenetista<br />

existente en el barrio. El Comité de Defensa de Pueblo<br />

Nuevo había requisado dos camiones de una cercana<br />

fábrica textil, que fueron aparcados junto al campo del Jú-<br />

1<br />

Datos extraídos de la “Declaración manuscrita de Servando Meana Miranda, capitán<br />

del arma de Aviación”.<br />

2<br />

Abad de Santillán llevó un centenar de pistolas al Sindicato de la Construcción. Véase:<br />

ABAD DE SANTILLÁN, Diego: Por qué perdimos la guerra. Plaza Janés, Esplugues<br />

del Llobregat, 1977, p. 76.<br />

13


piter, que los anarquistas probablemente utilizaban también<br />

<strong>com</strong>o arsenal clandestino. Gregorio Jover vivía en el<br />

número 276 de la calle de Pujades. Ese piso, durante toda<br />

la noche del 18 al 19 de julio, se había convertido en el lugar<br />

de encuentro de los miembros del grupo "Nosotros",<br />

en espera del aviso de la salida a la calle de los facciosos.<br />

A<strong>com</strong>pañaban a Jover, Juan García Oliver, que vivía muy<br />

cerca, en el número 72 de la calle Espronceda, casi esquina<br />

a Llull; Buenaventura Durruti, que vivía a un kilómetro<br />

escaso, en la barriada del Clot; Antonio Ortiz, nacido en el<br />

barrio de La Plata de Pueblo Nuevo, en el chaflán de las<br />

calles Independencia/Wad Ras (ahora Badajoz/Doctor<br />

Trueta); Francisco Ascaso, que vivía también muy cerca<br />

en la calle San Juan de Malta; Ricardo Sanz, también vecino<br />

de Pueblo Nuevo; Aurelio Fernández y José Pérez<br />

Ibáñez "el Valencia". Desde el piso de Jover alcanzaba a<br />

verse la valla del campo del Júpiter, junto a la que estaban<br />

aparcados los dos camiones. A las cinco de la mañana llegó<br />

un enlace <strong>com</strong>unicando que las tropas habían empezado<br />

a salir de los cuarteles. Las calles Lope de Vega, Espronceda,<br />

LLull y Pujades, que rodeaban el campo del Júpiter,<br />

estaban repletas de militantes cenetistas armados.<br />

Una veintena de los más curtidos, probados en mil luchas<br />

callejeras, subieron a los camiones. Antonio Ortiz y Ricardo<br />

Sanz montaron una ametralladora en la parte trasera de<br />

la plataforma del camión que abría la marcha. Las sirenas<br />

de las fábricas textiles de Pueblo Nuevo <strong>com</strong>enzaron a<br />

ulular, llamando a la huelga general y la insurrección revolucionaria,<br />

extendiéndose a otros barrios y a los barcos<br />

surtos en el puerto. Era la señal acordada para el inicio de<br />

la lucha. Y esta vez la alarma de las sirenas cobraba su<br />

significado literal de tomar las armas para defenderse del<br />

enemigo: "al arma". Los dos camiones, bandera rojinegra<br />

14


LOS MILITARES FACCIOSOS OCUPAN LAS<br />

PLAZAS DE ESPAÑA Y UNIVERSIDAD<br />

Hacia las cuatro y cuarto de la madrugada empezaron<br />

a salir tres escuadrones, a pie, del regimiento de Caballería<br />

de Montesa, en el cuartel de la calle Tarragona. El<br />

primer escuadrón, tras un inicial tiroteo de unos veinte<br />

minutos con los guardias de asalto, ocupó la plaza de España,<br />

con una sección de ametralladoras, confraternizando<br />

a continuación con esos guardias de asalto del cuartel sito<br />

en el chaflán Gran Vía-Paralelo, junto al Hotel Olímpico<br />

(hoy Catalonia Plaza Hotel). Los guardias de asalto y el<br />

escuadrón de caballería acordaron un curioso pacto de no<br />

agresión, y en el transcurso de la mañana salieron del<br />

cuartel de los de asalto refuerzos hacia el Cinco de Oros y<br />

la Barceloneta, que no fueron molestados, al tiempo que<br />

éstos permitían el dominio de la plaza de España por los<br />

sublevados, y posteriormente el paso de una <strong>com</strong>pañía de<br />

zapadores desde el cuartel de ingenieros de Lepanto, que<br />

por el Paralelo llegó hasta Atarazanas y las Dependencias<br />

Militares.<br />

En la calle de Cruz Cubierta, a la altura de la alcaldía<br />

de Hostafrancs, el <strong>com</strong>ité de defensa había levantado<br />

una barricada que cerraba la calle. Las tropas<br />

sublevadas disponían de dos piezas de artillería, emplazadas<br />

junto a la fuente del centro de la plaza de España, que<br />

habían llegado en camionetas desde el cuartel de los<br />

Docks. Los militares dispararon un obús contra la barricada<br />

de Hostafrancs, con una trayectoria demasiado elevada,<br />

que impactó en un pequeño parapeto levantado en la bocacalle<br />

de Riego, produciendo ocho muertos y once heridos.<br />

Era un escenario dantesco, con brazos, piernas y trozos de<br />

carne humana colgando de árboles, farolas y cables del<br />

tranvía. La cabeza de una mujer decapitada fue lanzada a<br />

17


setenta metros del lugar. Los facciosos controlaron la plaza<br />

de España hasta las tres de la tarde.<br />

El segundo escuadrón, con una sección de ametralladoras,<br />

al que se sumó un grupo de derechistas, fueron<br />

hostilizados en la calle Valencia, pero consiguieron su objetivo,<br />

que era el de dominar la plaza de la Universidad y<br />

ocupar el edificio universitario, en cuyas torres emplazaron<br />

ametralladoras. Pedían la documentación de los transeúntes,<br />

deteniendo a los afiliados a la CNT o partidos de<br />

izquierda, Ángel Pestaña entre otros. En la Ronda Universidad<br />

tuvieron un tiroteo con un grupo armado del POUM.<br />

Durante el transcurso de la mañana los sublevados fueron<br />

obligados a replegarse al edificio universitario, acosados<br />

por un grupo de guardias de asalto a los que habían tiroteado,<br />

y gente del POUM que habían ocupado el Seminario,<br />

desde el que disparaban sobre los jardines universitarios.<br />

Completamente rodeados, y tras una deserción masiva,<br />

los facciosos se rindieron a las dos y media de la tarde<br />

a un destacamento de la guardia civil, saliendo a la calle<br />

parapetados tras los prisioneros civiles que habían retenido.<br />

ÉXITO DE LOS FACCIOSOS: LOS ING<strong>EN</strong>IEROS<br />

CERCAN A LOS GUARDIAS DE ASALTO.<br />

Del cuartel de ingenieros Lepanto, sito en la<br />

Gran Vía, en las afueras de Barcelona, en Hospitalet de<br />

Llobregat (en la actual plaza Cerdá, en el solar donde se<br />

está construyendo la “ciudad judicial”), había salido a las<br />

cuatro y media una <strong>com</strong>pañía de zapadores que marchó<br />

hasta la plaza de España, donde confraternizó con el escuadrón<br />

de caballería, que dominaba el lugar con ametralladoras<br />

y media batería, y con los guardias de asalto allí<br />

instalados, que incluso habían fijado en la puerta de su<br />

18


cuartel el bando de declaración del estado de guerra. Dada<br />

la calma del lugar, se les ordenó marchar a Dependencias<br />

Militares (el actual Gobierno Militar, frente al monumento<br />

a Colón). Descendieron por el Paralelo, y la calle de Vilá<br />

y Vilá, hasta el muelle de Baleares, donde se enfrentaron<br />

a una <strong>com</strong>pañía de guardias de asalto procedentes de la<br />

Barceloneta, que fue derrotada 4 al quedar entre dos fuegos,<br />

entre Atarazanas y ellos. Tras dejar un pequeño grupo en<br />

Atarazanas la mayoría se instaló en Dependencias Militares<br />

para defender el edificio. Los facciosos habían obtenido<br />

su primera victoria y Escofet había perdido el control<br />

del Paralelo. Los facciosos habían consolidado su dominio<br />

de los astilleros medievales, la Aduana y la fábrica de<br />

electricidad de las tres chimeneas, y controlaban pues el<br />

paseo de Colón y la parte baja del Paralelo. Para romper<br />

este control y aislar a los facciosos de Plaza de España de<br />

los de Atarazanas, los obreros del Sindicato de la Madera<br />

y el Comité de Defensa de Pueblo Seco levantaron rápidamente<br />

una gran barricada en la Brecha de San Pablo, entre<br />

El Molino y el bar Chicago.<br />

<strong>EN</strong> EL PARALELO EL PUEBLO DERROTA AL<br />

EJÉRCITO<br />

El tercer escuadrón, que había salido del cuartel<br />

de caballería de la calle Tarragona, tenía por misión consolidar<br />

el dominio del Paralelo por los facciosos, con el<br />

objetivo de enlazar su cuartel con Capitanía. Pero ahora, al<br />

llegar a la altura de la Brecha de San Pablo, no pudieron<br />

4 A las seis de la mañana una <strong>com</strong>pañía de guardias de asalto de la Barceloneta había<br />

recibido órdenes de desplazarse al Paralelo, pero tras enfrentarse inesperadamente frente<br />

Atarazanas con una <strong>com</strong>pañía de zapadores tuvo numerosas bajas, entre ellas el capitán<br />

Francisco Arrando, oficial al mando (hermano del Alberto Arrando, jefe de las fuerzas<br />

de Seguridad y Asalto). La <strong>com</strong>pañía permaneció treinta horas sitiada e inactiva en<br />

los tinglados del muelle de Baleares, hasta que se rindió el cuartel de Atarazanas.<br />

19


superar una monumental barricada de adoquines y sacos<br />

terreros, que dibujaba un doble rectángulo en mitad de la<br />

avenida, porque un intenso tiroteo les cerraba el paso. Los<br />

militares sólo consiguieron ocupar el sindicato de la Madera<br />

de la CNT en la calle del Rosal y la barricada, abandonada<br />

por los militantes cenetistas, cuando siguiendo el<br />

Plan Mola 5 , avanzaron escudándose tras mujeres y niños<br />

del barrio. Luego los soldados instalaron tres ametralladoras,<br />

una frente al bar La Tranquilidad (Paralelo 69,<br />

junto al teatro Victoria), otra en la azotea del edificio colindante<br />

con El Molino, y la tercera en la barricada de la<br />

Brecha de San Pablo, que fueron empleadas a fondo. Eran<br />

las ocho de la mañana. El tercer escuadrón había necesitado<br />

dos horas para tomar la barricada, defendida por el <strong>com</strong>ité<br />

de defensa de Pueblo Seco y militantes del sindicato<br />

de la madera. Pero los obreros seguían hostilizando a la<br />

tropa desde el otro lado de la Brecha, desde las terrazas de<br />

los edificios cercanos y desde todas las bocacalles. A las<br />

once de la mañana el tercer escuadrón había conseguido<br />

dominar todo el espacio de la Brecha, tras cinco horas de<br />

<strong>com</strong>bate. Sin embargo, el intento realizado por las tropas<br />

situadas en plaza de España de reforzar a sus <strong>com</strong>pañeros<br />

de la Brecha había sido detenido a la altura del cine Avenida<br />

(en Paralelo 182), por el tiroteo y acoso a que fueron<br />

sometidos desde las tapias del recinto ferial que daban al<br />

Paralelo, y desde Tamarit. Los cenetistas decidieron contraatacar<br />

en la Brecha, indirectamente desde Conde del<br />

Asalto (hoy Nou de la Rambla) y otros puntos, infructuo-<br />

5 El Plan del General Mola, director del alzamiento militar contra el gobierno republicano,<br />

ordenaba el uso del terror por los facciosos <strong>com</strong>o único método eficaz frente a una<br />

resistencia popular masiva. Contemplaba expresamente las amenazas contra niños y<br />

mujeres de los resistentes, así <strong>com</strong>o los fusilamientos en masa. La minoría de militares<br />

y fascistas sublevados necesitaba, desde el primer momento, imponerse con el terror a<br />

un enemigo mucho más numeroso, mediante una guerra de exterminio que ya habían<br />

practicado en la guerra colonial de Marruecos.<br />

20


samente. Los vecinos levantaron barricadas en las bocacalles<br />

del Paralelo con Poeta Cabanyes y Tapioles. Una decena<br />

de guardias de asalto, que habían sido requeridos en<br />

el lugar por el oficial de Asalto que <strong>com</strong>batía con los militares<br />

sublevados, decidieron sumarse a las fuerzas populares.<br />

Poco después, los refuerzos cenetistas procedentes de<br />

plaza del Teatro, tras asaltar el Hotel Falcón, desde donde<br />

habían sido tiroteados, se desplazaron desde las Ramblas<br />

por la calle de San Pablo, y después de pactar con el cuartel<br />

de carabineros su neutralidad y vaciar la prisión de<br />

mujeres de Santa Amalia, llegaron por la calle de las<br />

Flores hasta la Ronda de San Pablo, batida por el fuego de<br />

la tropa facciosa. Ortiz con un pequeño grupo, que llevaba<br />

las ametralladoras tomadas en Atarazanas, logró cruzar al<br />

otro lado de la Ronda, construyendo rápidamente una pequeña<br />

barricada que les ponía al abrigo de los disparos de<br />

las tres ametralladoras enemigas instaladas en la Brecha.<br />

Los anarquistas subieron al terrado, y emplazaron sus<br />

ametralladoras en la azotea del bar Chicago (el mismo<br />

edificio es hoy oficina de la Caixa de Catalunya), que protegieron<br />

con sus ráfagas el asalto en tromba y directamente<br />

sobre la Brecha, coordinada simultáneamente desde la<br />

calle de las Flores, desde ambos extremos de la calle Aldana,<br />

desde la calle de las Tapias y desde el café Pay-<br />

Pay de la calle San Pablo, situado frente a la iglesia románica<br />

de Sant Pau del Camp, en el que habían entrado<br />

por la puerta trasera 6 . El capitán que mandaba la tropa junto<br />

a la ametralladora, situada en mitad de la Brecha, fue<br />

abatido por los disparos de Francisco Ascaso, el más adelantado<br />

y mejor situado de los atacantes, que avanzaban<br />

corriendo a la descubierta. Un teniente intentó relevar en<br />

6 Porque toda la callle de San Pablo estaba batida por las ametralladoras situadas en el<br />

centro del Paralelo y en la azotea del edificio colindante con El Molino.<br />

21


el mando al capitán caído, para seguir resistiendo, pero fue<br />

abatido por un cabo de la propia tropa. Era el principio del<br />

fin del <strong>com</strong>bate. Entre las once y las doce del mediodía el<br />

tercer escuadrón había sido derrotado, y la Brecha de San<br />

Pablo recuperada por los obreros. Mientras Francisco Ascaso<br />

saltaba de alegría blandiendo el fusil por encima de<br />

su cabeza, García Oliver no dejaba de gritar “¡sí que se<br />

puede con el ejército!” En este punto crucial de la ciudad<br />

los anarquistas, entre los que se encontraban Francisco<br />

Ascaso, Juan García Oliver, Antonio Ortiz, Gregorio Jover<br />

y Ricardo Sanz 7 , habían derrotado al ejército después de<br />

más de seis horas de lucha. Un reducido número de soldados<br />

siguieron resistiendo, refugiados en el interior de El<br />

Molino, donde tras agotar la cartuchería se rindieron definitivamente<br />

hacia las dos de la tarde.<br />

LA INFANTERÍA LLEGA A PLAZA UNIVERSI-<br />

DAD Y LOS ESCOLAPIOS DE SAN ANTONIO<br />

El regimiento de infantería de Badajoz (del cuartel<br />

de Pedralbes) había sido requerido en Capitanía por el general<br />

Llano de la En<strong>com</strong>ienda, y allí se dirigió, aunque con<br />

el propósito de ponerse a las órdenes del general Goded,<br />

que desde Palma de Mallorca volaba ya a Barcelona para<br />

liderar la sublevación militar. Al llegar a la Gran Vía, la<br />

<strong>com</strong>pañía del capitán López Belda siguió descendiendo<br />

por la calle Urgell hasta el Paralelo, donde fueron tiroteados,<br />

y desde allí llegaron a Atarazanas, monumento a Colón<br />

y Capitanía, donde reforzaron la tropa existente. López<br />

Belda y los zapadores fueron las únicas tropas fac-<br />

7 Y muchos militantes cenetistas anónimos entre los que se encontraba Quico Sabaté,<br />

militante del sindicato de la Madera, que también estuvo el día 20 en el asalto de Atarazanas,<br />

y que durante el franquismo fue un célebre maquis.<br />

22


ciosas que alcanzaron con éxito el objetivo propuesto,<br />

que en su caso era reforzar Atarazanas y Capitanía.<br />

El resto de la columna, mandada por el <strong>com</strong>andante López<br />

Amor, se dirigió por la Gran Vía hacia la plaza de Cataluña,<br />

manteniendo un tiroteo con el escuadrón del regimiento<br />

de Montesa, que ya había ocupado la plaza Universidad.<br />

Deshecho el error, una <strong>com</strong>pañía bajó por la Ronda de San<br />

Antonio, en dirección a Capitanía, pero llegados a la altura<br />

del Mercado de San Antonio, fue hostilizada por los <strong>com</strong>ités<br />

de defensa, que no podían permitir que reforzaran a las<br />

tropas que luchaban en la Brecha, teniendo que refugiarse<br />

en Los Escolapios, donde se rindieron una hora después,<br />

tras una dura resistencia.<br />

LA LUCHA <strong>EN</strong> LA PLAZA CATALUÑA<br />

Tras dejar un retén en la Universidad, el resto de la<br />

tropa, a las órdenes de López Amor entró desde Pelayo y<br />

Ronda Universidad en la plaza de Cataluña, dando vivas<br />

a la república, rodeados por una multitud curiosa y expectante<br />

que desconocía si eran tropas adictas o sublevadas.<br />

Tras un tiroteo entre la tropa facciosa y los guardias de<br />

asalto aparecieron pañuelos blancos, cesó el fuego, y<br />

guardias y soldados se abrazaron y confraternizaron. La<br />

multitud de civiles armados llegó a desarticular la formación<br />

de la tropa mezclándose con los soldados. El equívoco,<br />

la táctica taimada de unos y otros, la indecisión de los<br />

guardias, el recelo de los obreros y la excesiva proximidad<br />

física crearon un desorden increíble y peligroso. La plaza<br />

estaba ocupada por retenes de los Guardias de Asalto y<br />

por numerosos militantes obreros armados en la parte de<br />

las Ramblas, Telefónica y Puerta del Ángel. El <strong>com</strong>andante<br />

López Amor dio la orden de pedir la documentación a<br />

los civiles, en su mayoría cenetistas, pero ante la imposibi-<br />

23


lidad de detenerlos a todos decidió expulsarlos del lugar, y<br />

situar ametralladoras en cuatro puntos opuestos de la plaza:<br />

en la azotea de la Maison Dorée (en la esquina con Rivadeneira,<br />

en parte del solar ahora ocupado por Sfera), en<br />

el terrado del Cine Cataluña (aproximadamente donde<br />

ahora está Habitat), en el Hotel Colón (ahora Banesto) y<br />

en el Casino Militar (hoy engullido por El Corte Inglés), y<br />

las dos pequeñas piezas del 7,5 en el centro de la plaza Cataluña.<br />

López Amor se dirigió a la Telefónica, con la intención<br />

de ocuparla y controlar las <strong>com</strong>unicaciones. La<br />

inicial colaboración de los de Asalto, propiciada por la<br />

traición del oficial al mando, teniente Llop, se transformó,<br />

pasado un período de desconcierto de unos diez minutos,<br />

en manifiesta oposición. López Amor ordenó que las dos<br />

piezas situadas en mitad de la plaza dispararan sobre la<br />

Telefónica. Fueron tres cañonazos que estuvieron a punto<br />

de cortar las <strong>com</strong>unicaciones. Se generalizó el tiroteo,<br />

dentro y fuera del edificio. En estos momentos de confusión<br />

un grupo de guardias de asalto capturó a López Amor<br />

frente al Casino Militar. Las <strong>com</strong>pañías de los guardias de<br />

asalto, junto a los obreros en armas, se hicieron fuertes en<br />

Fontanella, pisos superiores de la Telefónica, Puerta del<br />

Ángel y Las Ramblas. Las calles de Pelayo, Vergara y<br />

Ronda Universidad ya habían sido tomadas por militantes<br />

obreros, consiguiendo aislar a los militares, que finalmente<br />

no tuvieron más remedio que refugiarse en el Hotel Colón,<br />

la Maison Dorée, el Casino Militar y los bajos y primer<br />

piso de la Telefónica, desde donde resistían el ataque<br />

popular y de los guardias de asalto. El centro de la plaza<br />

era tierra de nadie. Se había evitado que esas tropas pudieran<br />

bajar por las Ramblas hasta Atarazanas y Capitanía, o<br />

por Fontanella y Portal del Ángel hasta la Comisaría de<br />

Vía Layetana o el Palacio de la Generalidad. También se<br />

24


había impedido que Telefónica y las cercanas emisoras de<br />

radio cayeran en poder de los facciosos. Los obreros de<br />

Telefónica cortaron las <strong>com</strong>unicaciones de Capitanía con<br />

los cuarteles sublevados. Las fuerzas populares tomaron<br />

muy pronto el Casino Militar y la Maison Dorée, gracias a<br />

la intervención <strong>com</strong>binada de guardias de asalto y obreros,<br />

que habían afianzado sus posiciones utilizando los túneles<br />

del metro. La resistencia de los sublevados, que ya sólo<br />

controlaban el cañoneado Hotel Colón y los bajos de la<br />

Telefónica, finalizó a las cuatro de la tarde, cuando se rindieron<br />

al ataque, tardío pero decisivo, de la guardia civil,<br />

secundado por los de asalto y el entusiasmo popular, que<br />

recelaba de los tricornios. Una ingente multitud llenaba<br />

esquinas, bocas de metro y calles próximas. Aparecieron<br />

banderas blancas en el Hotel Colón y entonces la furia popular<br />

lo desbordó todo. Tronó de nuevo el cañón que Lecha<br />

había arrastrado desde Claris. Durruti y Obregón (que<br />

murió en el ataque) en un masivo asalto desde las Ramblas<br />

de los militantes anarquistas, a pecho descubierto, recuperaron<br />

los bajos de la Telefónica. Al mismo tiempo guardias<br />

civiles y obreros, Josep Rovira del POUM en primer<br />

lugar, entraban en el Hotel Colón y hacían prisioneros a<br />

los oficiales. La plaza estaba sembrada de cadáveres.<br />

También aquí el ejército había sido vencido.<br />

LOS FACCIOSOS SE REFUGIAN <strong>EN</strong> EL CONV<strong>EN</strong>-<br />

TO DE LOS CARMELITAS<br />

Desde el cuartel de Gerona, o de caballería de<br />

Santiago, en el cruce Lepanto/Travesera de Gracia, cerca<br />

del Hospital de San Pablo, salieron hacia las cinco de la<br />

mañana tres escuadrones de unos cincuenta hombres cada<br />

uno, a pie, con ametralladoras cargadas en autos. Su objetivo<br />

era dominar el Cinco de Oros (hoy plaza Juan Carlos<br />

25


I), en el cruce del Paseo de Gracia con Diagonal, para luego<br />

bajar a plaza Urquinaona y Arco del Triunfo. Fueron<br />

ligeramente hostilizados durante todo su recorrido por las<br />

calles Lepanto, Industria, Paseo de San Juan (entonces<br />

García Hernández) y Córcega. Pero en el Cinco de Oros<br />

les esperaban varias <strong>com</strong>pañías de asalto, con un escuadrón<br />

de caballería y una sección de ametralladoras, a<strong>com</strong>pañados<br />

por una multitud de militantes obreros, apostada<br />

en azoteas, balcones, árboles y portales, armados con automáticas<br />

y bombas de mano. De manera inesperada para<br />

los sublevados, que avanzaban sin la precaución de un pelotón<br />

de exploradores, un nutrido fuego barrió la vanguardia<br />

produciendo gran número de bajas entre la tropa y oficiales.<br />

El coronel Lacasa, que dirigía el regimiento de Santiago,<br />

se refugió con los oficiales supervivientes y algunos<br />

soldados en el Convento de los Carmelitas, sito en<br />

Diagonal esquina a Lauria, donde con la activa ayuda de<br />

los frailes se hicieron inexpugnables gracias a las ametralladoras<br />

instaladas en los bajos y en la azotea 8 . El destacamento<br />

de la guardia civil, enviado para <strong>com</strong>batirles, se<br />

les unió en la resistencia. El coronel situó alrededor del<br />

convento puestos avanzados en los cruces de las calles<br />

Córcega-Santa Tecla, Claris-Diagonal y Menéndez Pelayo<br />

(ahora Torrent de l´Olla)-Lauria, que dadas las numerosas<br />

bajas se vio obligado a retirar a última hora de la tarde. Ya<br />

de noche, los facciosos sitiados en el convento, pactaron<br />

rendirse a la guardia civil al amanecer del día siguiente.<br />

A muy poca distancia, en la confluencia de Balmes<br />

con Diagonal, media hora después del inicio del enfrentamiento<br />

en el Cinco de Oros, cuatro camiones proceden-<br />

8 Al parecer el coronel Lacasa había preparado ya la noche anterior el convento para<br />

convertirlo en hospital-fortaleza, situando también ametralladoras en la azotea de la<br />

Casa de Les Punxes, sita frente al convento.<br />

26


tes del Parque de Artillería de San Andrés, que transportaban<br />

unos cincuenta artilleros con destino plaza de Cataluña,<br />

fueron emboscados, detenidos y aniquilados por las<br />

descargas de fusilería de obreros y guardias de asalto. Armas<br />

y cañones fueron tomados por los obreros.<br />

<strong>EN</strong> LA BARCELONETA: <strong>BARRICADAS</strong> MÓVILES<br />

CONTRA LA ARTILLERÍA<br />

El regimiento de artillería de montaña, en el cuartel<br />

de los Docks de la Avenida Icaria, fue el foco principal<br />

de conspiración del levantamiento militar. Del cuartel<br />

habían conseguido salir dos camionetas, con sendas piezas<br />

de artillería, que llegaron con éxito a su destino en plaza<br />

de España. Una pieza, colocada en el centro del patio,<br />

anunció con su estampido que la artillería había salido a la<br />

calle. A las seis se organizó una columna, al mando del<br />

<strong>com</strong>andante Fernández Unzué, que tenía por objetivo tomar<br />

primero el Palacio de Gobernación y acto seguido el<br />

palacio de la Generalidad. En octubre de 1934, a este<br />

mismo <strong>com</strong>andante, al mando de una sola batería, le había<br />

bastado empezar a disparar contra el Palacio de la Generalidad,<br />

para ver inmediatamente la bandera blanca que ponía<br />

fin a la rebelión catalanista de Companys. Un avión<br />

bombardeó el cuartel antes de la salida, causando algunas<br />

bajas y cierta desmoralización. Pese a todo salieron las tres<br />

baterías a la calle, sin esperar la llegada de las dos <strong>com</strong>pañías<br />

del cercano regimiento de Infantería Alcántara, que<br />

debían cubrirles. Que las baterías debían estar protegidas<br />

por la infantería era cosa de manual, puesto que las piezas<br />

de artillería tenían que avanzar lentamente por el centro de<br />

la calle, al descubierto, arrastradas por animales; pero los<br />

oficiales estaban convencidos de que el “populacho” correría<br />

al oír el trueno del primer cañonazo. Mientras tanto<br />

27


en la Barceloneta la exaltación de vecinos y portuarios se<br />

convirtió en un grito unánime que exigía armas. El <strong>com</strong>andante<br />

Enrique Gómez García, del cuartel de la Barceloneta<br />

de los guardias de Asalto, ante la inminencia del enfrentamiento,<br />

decidió repartir armas a quien dejara, <strong>com</strong>o<br />

garantía de devolución, el carné sindical o político. La<br />

primera batería, dirigida por el capitán López Varela, consiguió<br />

avanzar sin dificultad hasta sobrepasar el puente de<br />

San Carlos (hoy desaparecido), que cruzaba la Avenida<br />

Icaria y las vías ferroviarias, cuando inesperadamente le<br />

dispararon un grupo de fuerzas de Asalto, y obreros armados<br />

por éstos, apostados en las inmediaciones de la plaza<br />

de toros de la Barceloneta (hoy desaparecida), en el propio<br />

puente, en los vagones y tapias del ferrocarril, en los balcones<br />

y azoteas más cercanas. Rápidamente se sumaron a<br />

la lucha un enjambre de militantes obreros de Pueblo<br />

Nuevo, la Barceloneta, y de los sindicatos del Transporte y<br />

Metalúrgico de las Ramblas. Las tres baterías se encontraron<br />

atenazadas entre dos flancos, obstaculizándose unas a<br />

otras el avance. López Varela consiguió emplazar las ametralladoras<br />

y los cuatro cañones de su batería, y empezó a<br />

disparar, sin dejar de avanzar hacia la Barceloneta. Tras<br />

dos horas de luchar a la defensiva las dos baterías de retaguardia,<br />

inmovilizadas y constantemente acosadas por atacantes<br />

bien parapetados, consiguieron regresar al cuartel<br />

con numerosas pérdidas, en una retirada caótica, marcada<br />

por el terror y la desbandada del ganado que transportaba<br />

unas municiones que estallaban al ser alcanzadas por los<br />

disparos. Ya a la entrada del cuartel tuvieron catorce bajas,<br />

causadas por el ametrallamiento de dos aviones, que poco<br />

después bombardearon con menor fortuna el interior del<br />

cuartel. La batería de López Varela, que ya no podía retroceder,<br />

no pudo superar la confluencia de la avenida Icaria<br />

28


con el Paseo Nacional, cerrada por una enorme barricada<br />

de dos metros de altura, que los portuarios habían levantando<br />

con los habituales adoquines y los menos corrientes<br />

sacos de algarrobas, además de las maderas y quinientas<br />

toneladas de bobinas de papel descargadas en media<br />

hora por carretillas eléctricas del buque “Ciudad de Barcelona”,<br />

atracado en el vecino “moll de les garrofes”, punto<br />

habitual de estiba de algarrobas de los veleros que las<br />

transportaban desde poblaciones costeras de Castellón y<br />

Tarragona. La batería era hostigada por los disparos de<br />

mortero que se le hacían desde la azotea de Gobernación,<br />

así <strong>com</strong>o por las nutridas descargas de fusilería y ametralladoras<br />

procedentes de la Escuela Náutica y el Depósito<br />

Franco. Los militares cañoneaban barricadas y multitud,<br />

produciendo en ambas terribles brechas; pero las barricadas<br />

se rehacían y la multitud volvía a intensificar su cerrado<br />

ataque. La posición de los facciosos se hizo insostenible.<br />

A las diez recibieron la orden de retirada, pero ésta se<br />

convirtió en un martirio, porque a medida que los soldados<br />

intentaban retirarse, las bobinas de papel, convertidas en<br />

barricadas móviles, avanzaban empujadas por trabajadores<br />

sin armas, mientras otros bien protegidos tras la bobinas<br />

lanzaban bombas de mano y disparaban sin tregua. Se<br />

produjo el asalto final sobre una treintena de hombres, parapetados<br />

tras sus piezas artilleras y los animales muertos,<br />

llegándose a la lucha cuerpo a cuerpo. López Varela, herido,<br />

fue trasladado a Gobernación, con el resto de oficiales<br />

hechos prisioneros, mientras los soldados confraternizaban<br />

con el pueblo. Se habían conseguido varios cañones y diverso<br />

armamento: aún no eran las diez y media de la mañana.<br />

El cuartel de los Docks estaba sitiado, con una barricada<br />

colocada a cien metros de la puerta principal. La<br />

29


infantería del regimiento de Alcántara fue fácilmente repelida<br />

en dos ocasiones, aunque algunos soldados consiguieron<br />

entrar por sorpresa en el cuartel, sin alterar la desesperada<br />

situación de los sitiados, que hacia las ocho de la tarde<br />

se rindieron a unos oficiales de la guardia de Asalto,<br />

que se hicieron cargo de los prisioneros. Por la noche el<br />

cuartel fue tomado por los <strong>com</strong>ités de defensa de la Barceloneta<br />

y Pueblo Nuevo, sin hallar resistencia.<br />

<strong>EN</strong> PLAZA URQUINAONA: LOS FACCIOSOS NO<br />

CONSIGU<strong>EN</strong> OCUPAR LA RADIO.<br />

Junto al Parque de la Ciudadela había dos cuarteles:<br />

el de Intendencia, fiel a la república, hasta el punto de<br />

confiarles la separación y vigilancia de los dos tercios de<br />

la guardia civil, que al mando del coronel Escobar subieron<br />

por Layetana para tomar la plaza de Cataluña, y el<br />

cuartel del regimiento de infantería Alcántara, con una<br />

oficialidad dividida entre simpatizantes y opuestos al alzamiento,<br />

que mantuvo una curiosa neutralidad y una típica<br />

“precaución soldadesca” que tuvo por resultado que<br />

las tropas salieran muy tarde a la calle, después de las<br />

nueve de la mañana, por orden del general Fernández Burriel.<br />

Una <strong>com</strong>pañía tenía la misión de socorrer al sitiado<br />

cuartel de artillería de los Docks, que fracasó ante la oposición<br />

de una multitud en armas que le hizo regresar pronto<br />

a su cuartel. La segunda <strong>com</strong>pañía tenía por objetivo la<br />

ocupación de los estudios de Radio Barcelona en la calle<br />

de Caspe número 12. Acosada la tropa en plaza Urquinaona,<br />

intentaron desesperadamente subir por la calle de Lauria<br />

hacia Caspe, pero tras una hora de duro <strong>com</strong>bate la<br />

<strong>com</strong>pañía estaba prácticamente deshecha, consiguiendo un<br />

grupo refugiarse en el Hotel Ritz, donde se rindieron tras<br />

ser cañoneados.<br />

30


<strong>EN</strong> LA CALLE DIPUTACIÓN: LOS CAMIONES SE<br />

LANZAN SOBRE LA ARTILLERÍA<br />

El cuartel del regimiento de Artillería ligera nº<br />

7 y el Parque de Artillería eran dos edificios situados en<br />

el extremo de la calle San Andrés del Palomar. Los facciosos<br />

organizaron la defensa conjunta de los dos edificios,<br />

contando con la colaboración de elementos civiles,<br />

en su mayoría monárquicos que habían reaccionado desfavorablemente<br />

a la arenga que el capitán Reinlen les dirigió<br />

con los gritos finales de viva España y viva la república.<br />

En el Parque de Artillería se custodiaban unos treinta mil<br />

fusiles. Tras la primera salida de los cuatro camiones, que<br />

ya hemos visto que fueron aniquilados en el cruce de<br />

Diagonal/Balmes, se organizó la salida de una segunda<br />

agrupación que tenía por misión apoyar a la infantería del<br />

regimiento Badajoz (que se había refugiado ya en varios<br />

edificios de la plaza de Cataluña, sin poder avanzar más).<br />

Esta segunda agrupación estaba formada por una batería<br />

(cuatro cañones). Llegó a la calle Bruc, desde la calle Diputación,<br />

a las siete de la mañana, tras un largo recorrido<br />

de seis kilómetros, sin apenas incidentes desfavorables. En<br />

el cruce de Bruc con Diputación fueron sorprendidos por<br />

un grupo de asalto y obreros armados. El tiroteo puso en<br />

aviso a las cercanas fuerzas de asalto que protegían la<br />

Comisaría de orden Público en Vía Layetana, y a las que<br />

acudían desde el Cinco de Oros a plaza de Cataluña, así<br />

<strong>com</strong>o a las fuerzas populares que asediaban el Hotel Colón<br />

y Telefónica. La batería avanzó por la calle Diputación<br />

hasta la calle Claris, pero al intentar bajar por esta calle y<br />

atravesar la Gran Vía, se produjo un nutrido fuego de fusil<br />

y ametralladoras, que produjo numerosas bajas entre la<br />

tropa y el ganado. Emplazados los cañones y las ametralladoras<br />

en el cuadro formado por las calles Diputación,<br />

31


Claris, Lauria y Gran Vía, dispararon contra la multitud<br />

que no cesaba de reagruparse y contraatacar. Los setenta<br />

soldados que formaban la batería se enfrentaban a un atacante<br />

mucho más numeroso, bien situado en azoteas, portales<br />

y balcones, que sobre todo no cejaba en su empuje,<br />

pese a los disparos de la artillería. Los refuerzos que acudieron<br />

en ayuda de las fuerzas populares estaban formados<br />

por dos <strong>com</strong>pañías de guardias de asalto, ya que una tercera<br />

<strong>com</strong>pañía rehuyó el <strong>com</strong>bate para regresar cómodamente<br />

a su cuartel en la plaza de España, y por centenares de<br />

obreros, que no dejaban de sumarse al <strong>com</strong>bate. La situación<br />

de la batería sublevada era cada vez más difícil. Pero<br />

tras dos horas de <strong>com</strong>bate la mortandad causada por los<br />

cañonazos era espantosa. Los cañones estaban defendidos<br />

por una línea de ametralladoras, que hacía inaccesible<br />

cualquier ataque. Los guardias de asalto desfallecían, considerando<br />

que carecían de medios adecuados para enfrentarse<br />

a la artillería. La original y arriesgada táctica utilizada<br />

por un grupo de militantes cenetistas, para realizar con<br />

éxito el ataque final, consistió en subirse a la plataforma<br />

trasera de tres camiones, y tras lanzarlos a toda velocidad<br />

sobre la línea de ametralladoras, saltar de los vehículos,<br />

arrojando bombas de mano. Con la sorpresa destrozaron y<br />

rebasaron la línea defensiva de las ametralladoras, que acto<br />

seguido fueron utilizadas por los obreros contra los artilleros.<br />

A las once de la mañana el <strong>com</strong>bate había cesado.<br />

Mientras los oficiales facciosos se rendían a la guardia de<br />

asalto, los anarcosindicalistas se apoderaron inmediatamente<br />

de las ametralladoras y de un cañón, que arrastraron<br />

a peso hasta la plaza de Cataluña.<br />

32


CAPITANÍA ES CAÑONEADA Y ASALTADA POR<br />

EL PUEBLO: GODED PRESO<br />

En el edificio de Capitanía, en el Paseo de Colón,<br />

donde estaban los mandos de la División de Cataluña, los<br />

generales y altos oficiales parecían representar una ópera<br />

bufa. Nadie obedecía ya al general Llano de la En<strong>com</strong>ienda,<br />

mando supremo de la División, y leal a la República,<br />

pero nadie se atrevía tampoco a destituirle y tomar el<br />

mando. El general sublevado Fernández Burriel permitió<br />

que Llano, desde su despacho, siguiera dando órdenes, o<br />

recibiendo llamadas telefónicas. Todo eran reproches de<br />

guante blanco, chulerías cuarteleras e invocaciones al<br />

honor. Cuando el general Goded, después de declarar el<br />

estado de guerra en Mallorca y dominar fácilmente la isla,<br />

llegó a Barcelona hacia las doce y media en unos hidroaviones,<br />

para encabezar la sublevación en Cataluña, no podía<br />

entender que Llano de la En<strong>com</strong>ienda siguiera libre, y<br />

el Estado Mayor no hubiera centralizado aún las operaciones<br />

de los facciosos. El trayecto de Goded desde Aeronáutica<br />

Naval hasta Capitanía estuvo jalonado por el ruido<br />

de intensos tiroteos y el lejano trueno de la artillería.<br />

Después de una serie de imprecaciones y mutuas amenazas<br />

de muerte con el general Llano, Goded se enfrentó a la<br />

situación militar existente en aquel momento. Hizo una infructuosa<br />

llamada telefónica al general Aranguren, de la<br />

guardia civil, para que se pusiera a sus órdenes. Aranguren<br />

que estaba en el Palacio de Gobernación, a<strong>com</strong>pañado<br />

y discretamente vigilado por España, Pérez Farrás y Guarner,<br />

rehusó unirse a los sublevados. Ordenó Goded a la infantería<br />

del regimiento de Alcántara que intentara de nuevo<br />

auxiliar a las tropas de artillería de los Docks. No podía<br />

<strong>com</strong>prender que éstas hubieran salido sin protección de la<br />

infantería. Ante la desmoralización que producía entre los<br />

33


facciosos el constante bombardeo y ametrallamiento de la<br />

aviación ordenó, mediante un enlace, que los hidroaviones<br />

que le habían traído bombardeasen el aeropuerto de El<br />

Prat. Pero cuando el enlace llegó a Aeronáutica con la orden<br />

escrita, los hidros ya habían partido hacia su base en<br />

Mahón, ante la manifiesta hostilidad de la marinería y del<br />

personal de Aeronáutica. Eran las dos y media y la derrota<br />

de los sublevados parecía ya segura. Goded intentó entonces<br />

traer refuerzos desde Mallorca, Zaragoza, Mataró y<br />

Girona. Con Mataró y Girona no pudo hablar telefónicamente,<br />

ni enviar a nadie, porque el coche blindado tenía<br />

los neumáticos agujereados por proyectiles. Zaragoza y<br />

Palma estaban demasiado lejos para que su ayuda fuese<br />

efectiva. Tampoco la infantería del regimiento de Alcántara<br />

alcanzó sus objetivos, ya que fue fácilmente rechazada<br />

en su segundo intento de aproximarse al cuartel de los<br />

Docks, y los soldados que consiguieron entrar por sorpresa<br />

en el cuartel fueron insuficientes para levantar el asedio.<br />

Una multitud heterogénea, formada por militantes<br />

obreros que lucían fusiles, cascos y cartucheras tomadas al<br />

enemigo y guardias de asalto con la casaca desabrochada,<br />

o en camiseta, arrastraron los cañones tomados en Diputación-Claris,<br />

bajando por la vía Layetana con el propósito<br />

de asaltar la División. El obrero portuario Manuel Lecha,<br />

antiguo artillero 9 , emplazó las piezas en la plaza An-<br />

9 La increíble hazaña de “El Artillero” fue recogida en una breve nota, publicada en<br />

Solidaridad Obrera (27 julio 1936), en la que se narraba cómo éste había conquistado<br />

dos cañones en la lucha entablada contra la artillería ligera en Diputación-Lauria, cómo<br />

luego había conseguido rendir a los facciosos refugiados en el cercano Ritz, tras disparar<br />

tres cañonazos; de allí se desplazó a la plaza de Santa Ana (hoy sin placa, al final de<br />

Puerta del Ángel, en el cruce con Cucurella-Arcs) desde donde disparó, con tiro indirecto,<br />

sobre el Hotel Colón hasta su rendición. Se desplazó con sus cañones por vía Layetana<br />

para disparar treinta y ocho cañonazos sobre Capitanía. De allí se desplazó hasta la<br />

Diagonal, para acabar al anochecer en la barriada de Sants, disparando en la calle Galileo<br />

contra una iglesia, hasta obtener su rendición.<br />

34


tonio López para disparar directamente sobre el edificio de<br />

Capitanía, mientras las baterías tomadas en la avenida Icaria<br />

ensayaban el tiro indirecto desde la Barceloneta. Eran<br />

las cinco de la tarde. Goded, al ver los preparativos, telefoneó<br />

a España, consejero de Gobernación, para exigirle<br />

fanfarronamente su rendición, recibiendo <strong>com</strong>o respuesta<br />

un plazo de media hora para rendirse, con la garantía de<br />

conservar la vida, ya que expirado el plazo la artillería<br />

<strong>com</strong>enzaría a disparar. A las cinco y media empezaron los<br />

disparos de artillería. Cuarenta cañonazos y una fusilería<br />

cada vez más cercana no ofrecían dudas sobre la inminencia<br />

del asalto. Apareció una bandera blanca y cesó el fuego<br />

por ambas partes, pero cuando un oficial leal se<br />

aproximó para obtener la rendición, volvieron a tabletear<br />

las ametralladoras de Capitanía. Se reinició la lucha y<br />

cuando las puertas estaban a punto de ceder volvió a aparecer<br />

una bandera blanca, pero ahora los asaltantes no cesaron<br />

el fuego, acabaron de derribar las puertas y entraron<br />

a la fuerza en Capitanía. Eran las seis de la tarde. El <strong>com</strong>andante<br />

Pérez Farrás 10 , con peligro de la propia vida,<br />

consiguió proteger al general Goded de un linchamiento<br />

seguro, en el que perecieron varios oficiales vestidos de<br />

civil, y trasladarlo al Palacio de la Generalidad, donde fue<br />

convencido por Companys para que emitiese por los micrófonos<br />

de radio, allí instalados, un llamamiento para que<br />

cesara el fuego: “La suerte me ha sido adversa y yo he<br />

quedado prisionero. Por lo tanto, si queréis evitar el derramamiento<br />

de sangre, los soldados que me a<strong>com</strong>pañabais<br />

quedáis libres de todo <strong>com</strong>promiso.” Eran las siete de<br />

10 Había sido jefe de los “mossos d´esquadra” en octubre de 1934. Amnistiado de su<br />

condena a muerte pasó a la reserva militar. El 19 de julio, sin ostentar cargo oficial alguno,<br />

intervino eficazmente <strong>com</strong>o organizador de los <strong>com</strong>bates callejeros. Nombrado<br />

por Companys secretario del no nato Comité de Milicias Ciudadanas, se convirtió en<br />

asesor militar de la Columna Durruti.<br />

35


la tarde. El mensaje fue grabado y emitido por las emisoras<br />

de radio cada media hora, con notables efectos propagandísticos<br />

en toda España.<br />

LA FRUTA YA ESTÁ MADURA<br />

El triunfo popular fue tan aplastante que varios edificios<br />

cayeron por sí solos, sin violencia alguna, <strong>com</strong>o cae<br />

la fruta madura. El director de la Prisión Modelo abrió las<br />

puertas a los presos, anticipándose al motín en curso y al<br />

previsible asalto de la cárcel. En la calle Mercaders número<br />

26 tenía su sede el sindicato de la construcción, además<br />

del Comité Regional de la CNT y la Federación Local de<br />

Sindicatos. Justo delante estaba la sede del Fomento del<br />

Trabajo, sito ahora en Vía Layetana número 34. En el edificio<br />

colindante, en el actual número 32, estaba la Casa<br />

Cambó. Ambos edificios fueron ocupados por los cenetistas,<br />

sin lucha alguna, ya que habían sido <strong>com</strong>pletamente<br />

abandonados, con muebles y archivos intactos. El conjunto<br />

de ambos edificios fue conocido <strong>com</strong>o la “Casa CNT-<br />

FAI", que hasta el final de la guerra fue sede de los <strong>com</strong>ités<br />

regionales de la CNT y de la FAI, de Mujeres Libres, y<br />

entre otros muchos, del Comité de Investigación e Información<br />

de la CNT-FAI, dirigido por Manuel Escorza, que<br />

desde el ático de la Casa Cambó, usó a fondo, en los meses<br />

siguientes, la información contenida en los incautados<br />

archivos de Fomento del Trabajo y de la Lliga.<br />

SAN ANDRÉS: EL PROLETARIADO BARCELO-<br />

NÉS TOMA TREINTA MIL FUSILES<br />

Las escasas fuerzas que custodiaban el cuartel y parque de<br />

artillería de San Andrés, en su mayoría paisanos derechistas<br />

y monárquicos, veían cómo iba aumentando la masa<br />

36


que acosaba el cuartel. Hacia mediodía la aviación ametralló<br />

y bombardeó el cuartel y la maestranza, con cuidado de<br />

no hacer estallar el arsenal, causando algunas bajas, tanto<br />

entre los soldados <strong>com</strong>o entre los que lo acechaban. Los<br />

aviones repitieron los bombardeos tres o cuatro veces más,<br />

provocando varios muertos y heridos, y una enorme desmoralización<br />

entre los defensores, a la que se sumaron las<br />

noticias sobre el desastre de la rebelión militar en Barcelona.<br />

Al anochecer los defensores, tanto civiles <strong>com</strong>o militares,<br />

abandonaron poco a poco el cuartel, emprendiendo<br />

la fuga. Ya sin resistencia alguna los <strong>com</strong>ités de defensa<br />

confederales de San Andrés, Horta, Santa Coloma, San<br />

Adrián y Pueblo Nuevo asaltaron el cuartel y la maestranza,<br />

antes del amanecer, apoderándose de todo el arsenal<br />

allí depositado. Eran unos treinta mil fusiles. El proletariado<br />

barcelonés ya había conseguido armarse. Los<br />

guardias de asalto, enviados por Escofet para evitarlo, desistieron<br />

del enfrentamiento armado con los obreros.<br />

Las barricadas levantadas frente a los cuarteles para<br />

impedir la salida de los rebeldes sitiados, evitaban ahora<br />

la entrada de los de asalto. Era ya demasiado tarde para<br />

imponer el orden burgués: la situación era netamente revolucionaria.<br />

Si esos guardias de asalto hubieran disparado<br />

sobre el pueblo se hubieran convertido inmediatamente en<br />

unos facciosos suicidas.<br />

En realidad desde las seis de la tarde, con la toma<br />

definitiva de la plaza de Cataluña y la rendición de<br />

Goded en Capitanía, la sublevación podía darse por<br />

derrotada. Sólo quedaba una labor de limpieza que acabara<br />

con los últimos reductos. Los distintos cuarteles, sin<br />

apenas tropa, totalmente desmoralizados, y pasto de las<br />

crecientes deserciones, se rindieron o fueron asaltados en<br />

el transcurso de la tarde-noche. Así sucedió, por ejemplo,<br />

37


en el cuartel del Bruc, en Pedralbes, custodiado por un pequeño<br />

retén de facciosos. Por la tarde un avión arrojó octavillas,<br />

explicando que los soldados estaban licenciados y<br />

los oficiales sublevados destituidos, que provocaron la deserción<br />

de casi toda la tropa. Los pocos oficiales que quedaban<br />

decidieron la entrega del cuartel a la Guardia civil,<br />

aunque éste poco después fue asaltado por los obreros cenetistas<br />

sin hallar resistencia. Lo bautizaron “Bakunin”.<br />

DÍA 20: ASALTO FINAL A LOS CARMELITAS Y<br />

AL CUARTEL DE ATARAZANAS<br />

El día 20 ya sólo quedaban dos reductos facciosos:<br />

el convento de los carmelitas y el núcleo de Atarazanas y<br />

Dependencias militares.<br />

Ya desde el amanecer una enorme multitud asediaba el<br />

convento de los Carmelitas, desbordando con su impaciencia<br />

el cerco de los guardias de asalto. Los asediados ya<br />

habían anunciado su entrega la noche anterior, aunque sin<br />

dejar de disparar ante cualquier intento de aproximación<br />

de los sitiadores. La activa <strong>com</strong>plicidad de los frailes con<br />

los sublevados, a quienes habían dado refugio, auxilio médico<br />

y <strong>com</strong>ida, se había convertido entre las masas que rodeaban<br />

el convento en la certeza de que los religiosos<br />

también habían disparado las ametralladoras, que tantas<br />

bajas habían causado. Hacia mediodía llegó el coronel Escobar,<br />

al mando de una <strong>com</strong>pañía de la guardia civil, que<br />

parlamentó con los facciosos su inmediata rendición. Se<br />

abrieron las puertas y desde el exterior pudo verse a los<br />

oficiales, mezclados fraternalmente con los odiados frailes.<br />

Una masa furiosa, que desbordó a guardias de asalto y<br />

guardias civiles, invadió el convento matando a golpes,<br />

cuchilladas o disparos a bocajarro a religiosos y militares,<br />

para ensañarse luego con algunos cadáveres. El cuerpo del<br />

38


coronel Lacasa fue decapitado, el del capitán Domingo<br />

fue decapitado, mutilado y despedazado con una sierra y<br />

el del <strong>com</strong>andante Rebolledo capado 11 . Anónimos milicianos<br />

disolvieron un desfile popular que festejaba la victoria<br />

con la cabeza empalada del coronel. Un taxi transportó<br />

al zoo los troceados despojos del capitán Domingo para<br />

arrojarlos a las fieras 12 .<br />

Al final de las Ramblas, ante el monumento a Colón,<br />

a la izquierda, se encontraba el edifico de las Dependencias<br />

Militares, y a la derecha, justo enfrente, el cuartel<br />

de Atarazanas, dividido en dos zonas, separadas por<br />

amplios patios separados por muros y puertas atrancadas:<br />

la Maestranza (edificio hoy desaparecido que daba a la<br />

Rambla de Santa Mónica), que aún resistía, y los antiguos<br />

astilleros medievales, ya tomados. El palacio de Dependencias<br />

(actual Gobierno Militar, donde fue juzgado en<br />

1973 Salvador Puig Antich), albergaba todos los servicios<br />

auxiliares de la División: juzgados, auditoría, fiscalía, centro<br />

de movilización, etcétera. El fuego cruzado entre los<br />

edificios de las Dependencias, monumento a Colón y<br />

Atarazanas, los hacía inexpugnables. Desde el balcón de<br />

Atarazanas, que se abría sobre la Rambla, se batía un amplio<br />

espacio que causaba gran mortandad entre los asaltantes.<br />

El asedio había empezado el día 19. Al amanecer del<br />

día 20, dominada ya la sublevación en toda la ciudad, todas<br />

las fuerzas disponibles se desplegaban en la rambla de<br />

Santa Mónica en espera del asalto final. Una pieza del 7,5,<br />

al mando del sargento Gordo, no cesaba de disparar sobre<br />

el viejo caserón de Atarazanas, al tiempo que el camión<br />

que había salido de Pueblo Nuevo, con la ametralladora<br />

11<br />

Lacruz, p. 50.; Romero p. 525<br />

12<br />

FONTANA, José María: Los catalanes en la guerra de España. Acervo, Barcelona,<br />

1977.<br />

39


instalada en la parte trasera de la plataforma, protegido<br />

con colchones, hacía marcha atrás aproximándose al cuartel<br />

sin dejar de disparar sus ráfagas de ametralladora. La<br />

situación se hizo insostenible para los asediados: unos<br />

ciento cincuenta hombres, ciento diez en Dependencias y<br />

unos cuarenta en Atarazanas. Al asedio se sumaron dos<br />

cañones y dos morteros emplazados en el muelle. La aviación<br />

bombardeaba y ametrallaba asiduamente. Desde las<br />

terrazas próximas se lanzaban bombas de mano. El agotamiento<br />

de la dotación de munición de los asediados decidió<br />

la rendición de los soldados de las Dependencias Militares,<br />

que tras negociar en Gobernación la salida con garantías<br />

de los familiares de la oficialidad, que había en el<br />

edificio, izaron bandera blanca poco después de mediodía,<br />

permitiendo la entrada de los guardias de asalto. Los anarquistas<br />

que asediaban el último reducto de los rebeldes, en<br />

Atarazanas, rechazaron la intervención de la guardia civil<br />

y de los militantes del POUM en el asalto final. El Comité<br />

de Defensa de la CNT, el antiguo grupo “Nosotros” en<br />

pleno, estaba frente a Atarazanas, decidido a tomarlo. Los<br />

asaltantes anarquistas se aproximaron al cuartel, unos cubriéndose<br />

de árbol en árbol, otros “tras las bobinas de papel<br />

de periódico rodando” 13 . En un imprudente avance<br />

Francisco Ascaso fue muerto de un tiro en la cabeza. Poco<br />

después se rindieron los <strong>com</strong>batientes en Atarazanas, que<br />

izaron bandera blanca, a cuya vista los libertarios saltaron<br />

los muros y entraron en tromba disparando sobre los oficiales<br />

y confraternizando con la tropa. Faltaba poco para la<br />

una de la tarde.<br />

13 GARCIA OLIVER, Juan: El eco… p. 189.<br />

40


BALANCE MILITAR: DEL ALZAMI<strong>EN</strong>TO FAS-<br />

CISTA A LA INSURRECCIÓN OBRERA.<br />

Los principales cuarteles estaban en el extrarradio<br />

de la ciudad y su estrategia 14 previsible y confirmada por<br />

papeles de conjurados en el levantamiento, que habían<br />

caído en manos del <strong>com</strong>andante Felipe Díaz Sandino, consistía<br />

en converger en el centro de la ciudad para ocupar<br />

los centros oficiales, especialmente el Palacio de la Generalidad<br />

y el de Gobernación, los centros de <strong>com</strong>unicaciones<br />

<strong>com</strong>o telefónica, correos y telégrafos, las emisoras de<br />

radio y contactar con la División (el edificio de Capitanía).<br />

Las fuerzas adictas al gobierno de la Generalidad,<br />

tenían una dirección bicéfala, repartida entre Comisaría<br />

de Orden Público de Vía Layetana 15 , dirigida por el capitán<br />

Escofet y el <strong>com</strong>andante Alberto Arrando, que detentaba<br />

el mando provisional de los guardias de asalto, y<br />

donde se había refugiado Companys; mientras en el Palacio<br />

de Gobernación dirigía las operaciones el consejero<br />

José María España, que tuvo formados delante de Palacio<br />

a los dos tercios de la guardia civil desde las once de la<br />

mañana del día 19.<br />

El plan del Comité de defensa confederal, diseñado<br />

por García Oliver, consistía en vigilar los movimientos<br />

en las proximidades de los cuarteles y dejar salir a la<br />

tropa sublevada sin hostigarla, porque sería más fácil de-<br />

14 Felipe Díaz Sandino se personó en el aeropuerto de Logroño para investigar la preparación<br />

de un golpe militar promovido por el capitán del Val, procedente de Madrid.<br />

Confirmada la conspiración la puso en conocimiento del general Núñez de Prado y de<br />

Casares Quiroga. Ante la pasividad de sus superiores decidió depurar a los elementos<br />

derechistas bajo su mando y acumular bombas y balas de ametralladora en el aeropuerto<br />

de El Prat, al tiempo que estrechaba contactos con la Generalidad y la CNT.<br />

15 En el patio de <strong>com</strong>isaría habían aparcados dos veloces coches, con el depósito lleno,<br />

preparados para la huida de Companys, Escofet y familiares, con destino a un puerto del<br />

Maresme, donde un barco esperaba para llevarlos a Francia.<br />

41


otarlos en la calle. La estrecha relación personal existente<br />

entre los dirigentes de la CNT y varios oficiales republicanos,<br />

especialmente de Atarazanas y de la Aviación de El<br />

Prat, fue decisiva por su efectividad el 19 de julio 16 , con la<br />

entrega del importante arsenal existente en el cuartel de<br />

Atarazanas y las armas almacenadas en Gobernación,<br />

amén de los continuos bombardeos de la aviación sobre<br />

los cuarteles dominados por los facciosos. La colaboración<br />

de la CNT con la Aviación ya se había materializado días<br />

antes del alzamiento faccioso, mediante valiosos vuelos de<br />

estudio y reconocimiento sobre Barcelona, realizados por<br />

varios miembros del grupo “Nosotros” en aviones pilotados<br />

por los oficiales Ponce de León y Meana, con el conocimiento<br />

de Díaz Sandino, jefe de Aviación del Prat 17 .<br />

La prepotencia e ineptitud de los ofíciale sublevados,<br />

que estaban convencidos de que “el populacho” iba a<br />

correr de miedo al oír el primer cañonazo, o al verlos desfilar<br />

marcialmente por las calles, tuvo <strong>com</strong>o consecuencia<br />

las emboscadas que sufrieron en el Cinco de Oros, en<br />

Balmes-Diagonal o en la Avenida Icaria, donde fueron<br />

sorprendidos y masacrados por avanzar lentamente por el<br />

centro de la calzada, con mulos que arrastraban las piezas<br />

de artillería, sin la previsión de una avanzadilla, ni la protección<br />

de la infantería. Los facciosos estaban seguros de<br />

que el levantamiento sería un paseo militar, <strong>com</strong>o sucedió<br />

el 6 de octubre de 1934. Pero el 19 de julio los sublevados<br />

no tenían enfrente a cuatro exaltados catalanistas,<br />

dirigidos por un gobernador in<strong>com</strong>petente <strong>com</strong>o el fascista<br />

Dencás, o un <strong>com</strong>isario anticenetista <strong>com</strong>o Badía, enemis-<br />

16<br />

GARCIA OLIVER, Juan: “Ce que fut le 19 de juillet”. Le Libertaire (18-8-1938).<br />

17<br />

SANZ, Ricardo: “Francisco Ascaso Morio”. Texto mecanografiado.<br />

42


tado además con Companys por una cuestión de faldas 18 ,<br />

sino al proletariado industrial barcelonés, organizado en<br />

los <strong>com</strong>ités de defensa de cada barrio obrero y en los grupos<br />

de militantes de los distintos sindicatos únicos de la<br />

CNT. Es decir, por esos <strong>com</strong>batientes proletarios, no profesionales,<br />

que en el transcurso mismo de la lucha, iban a<br />

ser llamados y a llamarse a sí mismos, desde la tarde del<br />

19 de julio, y a medida que se armaban: las milicias obreras,<br />

los milicianos.<br />

A excepción del Cinco de Oros la iniciativa del enfrentamiento<br />

con los facciosos la tuvo siempre el proletariado:<br />

en el Paralelo, en Pueblo Nuevo, en la Barceloneta,<br />

en San Andrés. Los guardias de asalto (1960 hombres en<br />

total) 19 fueron incitados a la lucha y la resistencia por el<br />

arrojo y la valentía de los obreros, que los secundaban<br />

multitudinariamente. En numerosas ocasiones los guardias<br />

de asalto vacilaron, <strong>com</strong>o en la calle Diputación al enfrentarse<br />

contra la artillería, o incluso colaboraron con los sublevados,<br />

<strong>com</strong>o en Plaza de España, o fueron diezmados y<br />

anulados por los facciosos, <strong>com</strong>o le sucedió a una <strong>com</strong>pañía<br />

en el muelle de Baleares. Los mandos de la guardia civil,<br />

el general Aranguren y el coronel Brotons, estaban<br />

“semiprisioneros” en el Palacio de Gobernación, estrechamente<br />

vigilados por José María España, Vicente Guarner<br />

(segundo de Escofet) y Enrique Pérez Farrás. La guardia<br />

civil fue una incógnita durante toda la jornada, hasta el<br />

momento en que el coronel Escobar recibió la orden del<br />

general Aranguren de tomar la Universidad y el Hotel Colón.<br />

Escofet, <strong>com</strong>isario de Orden Público, había ordenado<br />

18<br />

UCELAY-DA CAL, Enric: “El “<strong>com</strong>plot” nacionalista contra Companys. Novembre-Desembre<br />

del 36”. En La Guerra civil a Catalunya (1936-1939). Vol. 3. Edicions<br />

62, Barcelona, 2004, pp. 205-214.<br />

19<br />

Eran un cuerpo policíaco, con escasa preparación militar, en su mayoría de edad<br />

avanzada y padres de familia.<br />

43


telefónicamente a Aranguren, en nombre del Presidente<br />

Companys, la intervención de la guardia civil, intentando<br />

de este modo disminuir el protagonismo proletario y romper<br />

la dudosa y expectante neutralidad de la guardia civil.<br />

Pero la desconfianza, tanto de los obreros <strong>com</strong>o del gobierno<br />

de la Generalidad, hacia los tricornios se mantuvo<br />

en todo momento. Los efectivos de la guardia civil ya<br />

habían recibido órdenes de concentrarse la noche del 18 de<br />

julio sólo en dos cuarteles, los de Ausias March y Consejo<br />

de Ciento, para controlarlos mejor y evitar que algunos se<br />

pasaran al lado de los sublevados, <strong>com</strong>o sucedió con el<br />

destacamento a las órdenes del <strong>com</strong>andante Recas, enviado<br />

al convento de los Carmelitas. Ambos cuarteles fueron<br />

vigilados permanentemente por grupos cenetistas y retenes<br />

de asalto. Y en su lento avance por Layetana, cuando se<br />

dirigían desde el Palacio de Gobernación hacia la plaza de<br />

Cataluña, los dos tercios estaban separados por soldados<br />

leales de Intendencia, y vigilados muy de cerca por grupos<br />

de obreros armados. La intervención de la guardia civil no<br />

fue pues decisiva en Barcelona, y en todo caso fue más<br />

importante su neutralidad inicial, y el evitar que engrosaran<br />

las filas de las tropas facciosas. La polémica sobre si el<br />

alzamiento militar fue derrotado por los cuerpos de la<br />

guardia de asalto y de la guardia civil, “controlados” por el<br />

gobierno de la Generalidad, o por la CNT, está claramente<br />

politizada a posteriori, y es históricamente falsa, porque<br />

ambas fuerzas estaban minadas por el enemigo. El contagioso<br />

y torrencial clima popular y revolucionario, que<br />

se respiraba en Barcelona el 19 de julio, obligó a las<br />

fuerzas de orden público a cumplir con su deber, terminando<br />

después por sumarse fraternalmente al <strong>com</strong>bate<br />

<strong>com</strong>ún contra el fascismo.<br />

44


Fue el proletariado barcelonés, entendiendo <strong>com</strong>o<br />

tal a la población de recientes emigrantes de los barrios<br />

marginales y marginados de “casas baratas” y barracas de<br />

La Torrassa, Collblanc, Can Tunis, Santa Coloma, Somorrostro<br />

o San Andrés, y a los obreros industriales (sobre<br />

todo del textil, pero también metalúrgicos, portuarios,<br />

obreros del gas y la electricidad, de la construcción, del<br />

transporte, industrias químicas y de la madera, etcétera)<br />

mal pagados y peor tratados, con reglamentos humillantes,<br />

condiciones de trabajo draconianas, generalización del<br />

destajo y semanales que no cubrían las necesidades mínimas;<br />

con durísimas condiciones de vida, inseguras y miserables,<br />

de los barrios de Sants, Pueblo Nuevo, Pueblo Seco,<br />

Clot, San Andrés y la Barceloneta, o los numerosos<br />

trabajadores parados 20 de los distintos barrios obreros de<br />

Barcelona, Hospitalet y Badalona, quienes llevaron la iniciativa,<br />

organizados en cada barrio en los <strong>com</strong>ités de defensa<br />

cenetistas 21 . El peso decisivo, que la victoria de la<br />

insurrección en Barcelona tendría sobre toda Cataluña,<br />

había atraído además a la ciudad, ya desde la noche del 18<br />

julio, a un grupo de mineros del Alto Llobregat y a numerosos<br />

militantes de Tarrasa.<br />

20 Los <strong>com</strong>ités de defensa de la CNT en los años treinta habían reclutado en sus filas a<br />

numerosos obreros parados con un doble objetivo: uno solidario, de pagarles un sueldo,<br />

y el otro, táctico de evitar que se convirtieran en rompehuelgas. El reclutamiento fue<br />

siempre paliativo y rotatorio, tanto por razones de solidaridad <strong>com</strong>o para impedir toda<br />

profesionalización y conseguir que pasaran por los <strong>com</strong>ités de defensa el mayor número<br />

posible de militantes, que en caso de urgencia contarían con amplios efectivos preparados<br />

para el <strong>com</strong>bate. Véase EALHAM, Chris: La lucha por Barcelona. Alianza, Madrid,<br />

2005, passim.<br />

21 Los <strong>com</strong>ités de defensa constituían en Barcelona una auténtica estructura militar<br />

clandestina, iniciada ya en 1931 y fuertemente potenciada a principios de 1935. Véase<br />

“Ponencia presentada a la Federación Local de Grupos Anarquistas de Barcelona. Comité<br />

Local de Preparación Revolucionaria”. Barcelona, enero de 1935. Los grupos que<br />

firmaban la ponencia eran Indomables, Nervio, Nosotros, Tierra Libre y Germen.<br />

45


La CNT, en la Barcelona de los años treinta, tejía<br />

un mundo de profundas y necesarias relaciones sociales,<br />

familiares, vecinales y de origen migratorio, que se manifestaban<br />

en un fuerte asociacionismo de barrio, con características<br />

universales, desde las sindicales y culturales a las<br />

solidarias, mutuales o de autodefensa frente a los abusos<br />

de la patronal y la policía. En una ciudad con elevadísimas<br />

tasas migratorias 22 desde 1914, existía un efecto llamada,<br />

en el que el emigrante más añejo facilitaba información<br />

sobre trabajo y vivienda a sus familiares o amigos del<br />

“pueblo”, lo que producía un fenómeno poco estudiado de<br />

concentración en determinados barrios, o incluso calles, de<br />

gente de una misma procedencia 23 . La enorme fuerza de la<br />

CNT en los barrios obreros había arraigado y crecido precisamente<br />

en esa labor callada y paciente de organizar,<br />

sindicalizar, culturizar, “proletarizar” y defender esa masiva<br />

mano de obra migratoria procedente del mundo rural.<br />

Barcelona era una ciudad industrial con grandes desigualdades<br />

sociales y profundamente clasista, con marcadas diferencias<br />

que se manifestaban tanto en el vestido y la <strong>com</strong>ida,<br />

<strong>com</strong>o en la clara delimitación geográfica de las clases<br />

entre los elegantes barrios burgueses (en torno al Paseo<br />

de Gracia y la Derecha del Ensanche), con lujosos edificios<br />

donde florecía el modernismo; y los barrios obreros,<br />

sin infraestructuras ni servicios, insalubres, con deficiencias<br />

urbanísticas sometidas al servicio de las industrias, en<br />

el que las viviendas de los obreros no eran más que el al-<br />

22 Entre 1900 y 1930 Barcelona había duplicado su población, pasando del medio millón<br />

al millón de habitantes. La apertura de Layetana, la construcción del Ensanche, y<br />

las obras del metro y de la Exposición Universal de 1929 demandaban una abundante<br />

mano de obra barata, que en los años treinta engrosó las filas de un paro masivo.<br />

23 Como, por ejemplo, la caudalosa emigración desde “el barranco del hambre” (zona<br />

montañosa de las provincias de Castellón y Teruel) a Pueblo Nuevo entre 1910 y 1930,<br />

y de Murcia a La Torrassa, en los años treinta.<br />

46


macenamiento, próximo a la fábrica, de una mano de obra<br />

barata y abundante, que el creciente paro de los años treinta<br />

arrojó en la miseria y la marginación, densificando la<br />

población del casco antiguo a niveles bengalíes, y difuminando<br />

por doquier las diferencias entre proletarios y lumpen,<br />

que <strong>com</strong>partían una situación idéntica de lucha por la<br />

mera supervivencia. Por otra parte la reciente historia social<br />

de la ciudad, con enfrentamientos <strong>com</strong>o la huelga general<br />

de La Canadiense (1919), y la guerra de clases<br />

abierta de los años del pistolerismo (1917-1923), cerrada a<br />

favor de la patronal por la Dictadura de Primo de Rivera,<br />

demostraba que la sociedad barcelonesa no estaba basada<br />

en un modelo de cohesión social, sino muy al contrario en<br />

un modelo autoritario de sumisión del proletariado al dictado<br />

de la burguesía local, que no dudaba en recurrir al terrorismo<br />

de Estado, o a la brutal represión del ejército, para<br />

mantener su autoridad.<br />

Desde la primera salida de las tropas facciosas a la calle,<br />

hacia las cuatro y cuarto, hasta mediodía del 19 de julio,<br />

fueron esos <strong>com</strong>ités de defensa (en los que se habían integrado<br />

los grupos de afinidad anarquistas y los ateneos libertarios)<br />

y los militantes cenetistas, concentrados en las<br />

sedes de los distintos sindicatos de la CNT, sobre todo el<br />

de la Madera, en la calle del Rosal, los del Transporte y<br />

del Metal, en la Rambla de Santa Mónica, y el de la Construcción,<br />

en el número 26 de la calle Mercaders, cerca de<br />

la Casa Cambó, quienes protagonizaron la lucha armada.<br />

Hacia las nueve de la mañana se inició un imparable contagio<br />

revolucionario, mimético y masivo, curioso y audaz,<br />

que al mediodía se había convertido en un fenómeno de<br />

masas, que arrojó a la calle una inmensa muchedumbre<br />

que quería participar a toda costa en la batalla de Barcelona<br />

contra el fascismo, enfebrecida por el temor a perder-<br />

47


se la ocasión de intervenir de la forma que fuese en la ya<br />

segura victoria popular. La radio no cesaba de fomentar la<br />

lucha con sus alentadoras noticias. Autos requisados, sobre<br />

los que se habían garabateado las siglas CNT-FAI o<br />

UHP, repletos de milicianos armados, aseguraban una eficaz<br />

<strong>com</strong>unicación entre barricadas, lugares de <strong>com</strong>bate y<br />

locales sindicales, corriendo velozmente por calles secundarias,<br />

totalmente controladas por los obreros. Los trabajadores<br />

de Telefónica, que ya habían cortado las <strong>com</strong>unicaciones<br />

de Capitanía con los cuarteles sublevados, instalaron<br />

teléfonos en algunas barricadas estratégicas.<br />

En la Brecha de San Pablo, en la confluencia del<br />

Paralelo con la calle de San Pablo, la Ronda de San Pablo<br />

y la calle del Rosal, junto a El Molino, el proletariado en<br />

armas, sin ayuda de nadie, derrotó al ejército. Pero esa victoria<br />

no hubiera sido posible sin esa inmensa masa popular<br />

que acosaba a los facciosos en cada esquina, desde cada<br />

balcón, en cada portal, desde los terrados, que vigilaba los<br />

movimientos de la tropa, levantaba barricadas, ofrecía<br />

<strong>com</strong>ida y bebida, o auxilio, información y refugio a los<br />

<strong>com</strong>batientes obreros, y que esperaba ansiosa que alguien<br />

cayera herido para cogerle su codiciado fusil o pistola, para<br />

proseguir la lucha.<br />

Hacia las nueve de la mañana un escuadrón, procedente<br />

de la plaza Universidad, descendió por la ronda de<br />

San Antonio 24 hacia la Brecha de San Pablo. Pero ya en la<br />

ronda de San Pablo, frente al Mercado de San Antonio,<br />

acosados los facciosos desde todas partes por una multitud<br />

audaz, tuvieron que refugiarse en el convento de Los Escolapios<br />

de San Antonio, donde tras una hora de sitio, ago-<br />

24<br />

Existe una conocida foto de la barricada levantada en la calle del Tigre, esquina a<br />

Ronda de San Antonio, de Agustí Centelles.<br />

48


tada la cartuchería, no tuvieron más opción que la de rendirse.<br />

A las once de la mañana, las tropas que habían<br />

ocupado la plaza de España intentaron ayudar a los sublevados<br />

que <strong>com</strong>batían en la Brecha de San Pablo, porque<br />

tras cinco horas de <strong>com</strong>bate necesitaban cartuchería y provisiones,<br />

pero no sólo no pudieron avanzar más allá del<br />

cine Avenida, sino que acosados por la multitud tuvieron<br />

que retroceder. Tras varias horas de resistencia se vieron<br />

obligados a abandonar una plaza que ya no podían controlar,<br />

dejando en la precipitación de la retirada al cuartel de<br />

donde habían salido, las dos piezas de artillería que habían<br />

instalado en mitad de la plaza, ya que los crecientes y audaces<br />

ataques de los <strong>com</strong>ités de defensa de Sants, Hostafrancs,<br />

La Torrassa, La Bordeta y Collblanc habían tomado<br />

el recinto ferial y todas las calles que desembocaban<br />

en plaza de España, convirtiéndola en una encerrona sin<br />

defensa posible, si la masa obrera acababa por tomar la<br />

calle Tarragona, única vía aún abierta para regresar a su<br />

cuartel. A las tres de la tarde la plaza de España estaba en<br />

manos del pueblo. Una plaza fantasmal, llena de cadáveres<br />

y de animales despanzurrados.<br />

Gracias a que las tropas sublevadas que <strong>com</strong>batían<br />

en la Brecha quedaron totalmente aisladas, sin poder recibir<br />

ayuda alguna, se produjo entre las once y las doce del<br />

mediodía el asalto final a las ametralladoras instaladas en<br />

el centro de la avenida del Paralelo, que ya hemos descrito.<br />

Del mediodía hasta las dos de la tarde un pequeño grupo<br />

esperó a que los últimos soldados, refugiados en el interior<br />

de El Molino, acabaran su ya escasa munición.<br />

Mientras tanto, la inmensa multitud que se había adueñado<br />

de todo el Paralelo, desde la plaza de España hasta Atarazanas<br />

y desde la Brecha hasta Los Escolapios, se desplazó<br />

49


victoriosa, enardecida, y mejor armada, hacia aquellos lugares<br />

donde aún se <strong>com</strong>batía, ansiosa por no perder la gloria<br />

de intervenir en la victoria final sobre el fascismo, o a<br />

los cuarteles de San Andrés, donde pronto sería posible<br />

conseguir un codiciado fusil.<br />

Esa misma masa, armada o no, pero contagiada por<br />

la fiebre revolucionaria, es la que encontramos en plaza<br />

Cataluña, agobiando a las tropas sublevadas hasta hacerles<br />

romper la formación, obligándoles por fin a refugiarse en<br />

el Hotel Colón, sin poder tomar las cercanas emisoras de<br />

Radio Barcelona, en Caspe 12 o Radio Asociación, en<br />

Rambla de los Estudios 8. Es el mismo gentío, curioso,<br />

exaltado y audaz hasta la temeridad que detiene y paraliza<br />

a las fuerzas de artillería, que han llegado a Diputación en<br />

su cruce con Lauria, a auxiliar a los sublevados aislados y<br />

sitiados en plaza de Cataluña, pese a que están tan cerca<br />

que oyen los disparos de ametralladora del Hotel Colón. El<br />

mismo que ha roto y dispersado a los facciosos en plaza de<br />

Urquinaona. Ese gentío, que no reconoce tendencias ideológicas,<br />

ni partidos, y que confraterniza en el <strong>com</strong>bate callejero<br />

con guardias de asalto y guardia civil, relajando su<br />

disciplina. El mismo que ha asaltado el cuartel de San Andrés,<br />

apoderándose de treinta mil fusiles, y que con su sola<br />

presencia, exultante y festiva, ha paralizado a los guardias<br />

de asalto que debían impedirlo. Esa multitud enfurecida e<br />

impaciente que el día 20 ejecutaba sin piedad a frailes y<br />

oficiales que habían seguido resistiendo, provocando un<br />

inútil derramamiento de sangre popular, y que se ensañaba<br />

luego con algunos de los cadáveres.<br />

50


VICTORIA ARMADA Y CAPITULACIÓN<br />

POLITÍCA<br />

Contabilizados ambos bandos el saldo fue de unos<br />

cuatrocientos cincuenta muertos (en su mayoría cenetistas)<br />

y miles de heridos. En treinta y dos horas el pueblo de<br />

Barcelona había vencido al ejército. Casi todas las iglesias<br />

y conventos, algunas ya desde la mañana del 19, volvieron<br />

a arder controladamente, o vieron <strong>com</strong>o se encendían<br />

fogatas sacrófagas a sus puertas, con las notables excepciones<br />

de la catedral y la Sagrada Familia, custodiada<br />

la primera por los “mossos d´esquadra” y la segunda por<br />

libertarios. El proletariado barcelonés estaba armado con<br />

los treinta mil fusiles de San Andrés. Escofet dimitió a finales<br />

de julio de su cargo de <strong>com</strong>isario de orden público,<br />

porque ya no podía garantizarlo. La guardia de asalto y la<br />

guardia civil eran sin duda, desde un punto de vista militar,<br />

más eficientes y disciplinadas que los <strong>com</strong>ités de defensa,<br />

o los distintos grupos de obreros armados; pero sin<br />

la multitudinaria participación popular en la calle, esas<br />

<strong>com</strong>pañías de guardias civiles o de asalto, políticamente<br />

conservadores o fascistas, se hubieran pasado con armas y<br />

bagajes del lado de las tropas sublevadas: no eran ni los<br />

vencidos ni los vencedores de la jornada. La sublevación<br />

militar y fascista, que contaba con la <strong>com</strong>plicidad de la<br />

Iglesia, fracasó en casi toda España, creando <strong>com</strong>o reacción<br />

una situación revolucionaria. La derrota del ejército<br />

por el proletariado en la “zona roja” había dinamitado el<br />

monopolio estatal de la violencia, brotando de la explosión<br />

una miríada de poderes locales, directamente asociados al<br />

ejercicio local de la violencia. Violencia y poder estuvieron<br />

íntimamente relacionados. Por otra parte, en Barcelona,<br />

las llamadas “fuerzas de orden público”, esos guardias<br />

de asalto y esa guardia civil, que tanto habían dudado<br />

51


sobre el bando a elegir, y que habían acabado confraternizando<br />

con el pueblo en armas, habían sido acuarteladas<br />

por el gobierno de la Generalidad, a la espera del momento<br />

oportuno de apoyar la contrarrevolución. Esa situación<br />

revolucionaria <strong>com</strong>ún fue la que hizo surgir, sin consignas<br />

de organización alguna, ni centros de dirección de ningún<br />

tipo, en todos los lugares de España donde la sublevación<br />

fascista había sido derrotada: <strong>com</strong>ités; armamento del proletariado;<br />

barricadas y patrullas de control; milicias populares;<br />

coches y camiones incautados con siglas pintadas en<br />

las carrocerías, abarrotados de hombres agitando fusiles<br />

por encima de sus cabezas, recorriendo alocada y ruidosamente<br />

las calles; desaparición de sombreros y corbatas;<br />

quema de iglesias; pases emitidos por los <strong>com</strong>ités de defensa;<br />

saqueos de casas de la burguesía; juntas revolucionarias<br />

de ámbito regional o <strong>com</strong>arcal en Málaga, Barcelona,<br />

Aragón, Valencia, Gijón, Madrid, Santander, Sama de<br />

Langreo, Lérida, Castellón, Cartagena, Alicante, Almería,<br />

entre las más destacadas; persecución, encarcelamiento o<br />

asesinatos “in situ” de fascistas, militares sublevados, patrones<br />

y clero; incautación de fábricas, cuarteles y locales<br />

de todo tipo; <strong>com</strong>ités de control obrero y un largo etcétera<br />

en el que el ejercicio de la violencia ERA <strong>EN</strong> SÍ MISMA<br />

la manifestación del nuevo poder obrero. En las semanas<br />

posteriores al 19 de julio en Barcelona se vivió una situación<br />

revolucionaria, nueva y desconocida, festiva y salvaje,<br />

en la que la ejecución del fascista, del amo o del cura<br />

ERA la revolución. Violencia y poder eran lo mismo. Más<br />

que dualidad de poderes lo que existía era una atomización<br />

del poder. El torrente revolucionario lo arrasaba todo<br />

con su éxtasis furioso, redentor e imparable. Aunque las<br />

instituciones estatales seguían en pie, la CNT-FAI decidió<br />

que era necesario aplastar PRIMERO al fascismo allí<br />

52


donde había triunfado, y aceptó crear al margen de la Generalidad,<br />

cuya existencia no era cuestionada, un Comité<br />

Central de Milicias Antifascistas de Cataluña (CCMA) 25 ,<br />

que prolongaba la colaboración del <strong>com</strong>ité de enlace militar<br />

existente durante el <strong>com</strong>bate entre la Generalidad, los<br />

militares leales, el Comité de Defensa confederal y los<br />

otros partidos y organizaciones obreras y republicanas.<br />

El mismo día 20 Companys, <strong>com</strong>o presidente de la<br />

Generalidad, que aún existía, llamó a Palacio a los líderes<br />

de las distintas organizaciones, entre ellos los anarquistas.<br />

Se sometió a discusión de un pleno de militantes, reunido<br />

en la Casa CNT-FAI, si debían acudir a la cita propuesta<br />

por el presidente de la Generalidad, y tras un somero análisis<br />

sobre la situación existente en la calle, se decidió enviar<br />

al Comité de Enlace con la Generalidad a que parlamentara<br />

con Companys. Acudieron al encuentro 26 armados,<br />

sucios por el <strong>com</strong>bate y somnolientos: Buenaventura<br />

Durruti, Juan García Oliver 27 , “Abad de Santillán”, José<br />

25 José del Barrio, en sus memorias mecanografiadas, afirma que fue él, <strong>com</strong>o secretario<br />

de la UGT, quien el día 20 al mediodía dio la idea a García Oliver de constituir el<br />

CCMA, antes de su entrevista con Companys, y que fue por lo tanto García Oliver<br />

quien apropiándose de la idea se la expuso a Companys. Sea <strong>com</strong>o fuere, la idea de<br />

formar un CCMA que resolviera los candentes asuntos de crear unas milicias para enfrentarse<br />

al ejército fascista en Aragón , y unas Patrullas de Control que sustituyeran a<br />

las acuarteladas fuerzas de orden público, eran algo que imponía la situación revolucionaria<br />

existente. No es necesario buscar derechos de autor: sólo con posterioridad se discutió<br />

la oportunidad, o no, de constituir un CCMA tal <strong>com</strong>o se hizo; pero el 20 de julio<br />

aparecía a todos <strong>com</strong>o algo obvio, necesario e inevitable, tal y <strong>com</strong>o se hizo por otra<br />

parte en todos los lugares de España donde el alzamiento militar fue derrotado por la<br />

insurrección obrera.<br />

26 Para una versión verosímil sobre esta famosa entrevista, muy distinta a la demasiado<br />

fantasiosa de García Oliver, véase: COLL, Josep y PANÉ, Josep: Josep Rovira. Una<br />

vida al servei de Catalunya i del socialisme. Ariel, Barcelona, 1978, pp. 85-87.<br />

27 El propio Juan García Oliver, en 1950, también dio una versión distinta, “más <strong>com</strong>pleta<br />

y creíble”, de su conocida narración (publicada en julio de 1937) de la entrevista<br />

con Companys: "Con la precisión que nosotros habíamos señalado se produjo el levantamiento<br />

militar-fascista. Companys [...] se refugió en la Jefatura de Policía de Barcelona,<br />

donde le vi serían las siete de la mañana del día 19 de Julio, estaba aterrado por las<br />

consecuencias de lo que veía venir, pues él suponía que, sublevados todos los regimien-<br />

53


Asens y Aurelio Fernández 28 . Reunidos con los delegados<br />

de las distintas organizaciones políticas y sindicales en el<br />

patio de los naranjos, entre otros, Andreu Nin, Joan Comorera,<br />

Josep Coll, Josep Rovira, <strong>com</strong>entaban entre sí los<br />

acontecimientos vividos, pasando todos animadamente de<br />

un corrillo a otro, hasta que se presentó Companys, a<strong>com</strong>pañado<br />

por Pérez Farrás. Los distintos grupos se fusionaron<br />

en uno solo, <strong>com</strong>pacto y alargado, en respetuoso silencio.<br />

Companys los miró a todos, uno a uno, satisfecho, sereno<br />

y sonriente. Fijando su mirada en la delegación cenetista<br />

les felicitó “Habéis ganado. Hoy sois los dueños de la<br />

ciudad y de Cataluña, porque sólo vosotros habéis vencido<br />

a los militares fascistas, y espero que no os sabrá mal que<br />

tos de soldados de Barcelona, éstos barrerían fácilmente todas las resistencias. Sin embargo,<br />

las fuerzas de la CNT-FAI, casi exclusivamente, hicieron frente durante aquellos<br />

dos días memorables y, después de una lucha épica y encarnizada [...] derrotamos a todos<br />

los regimientos [...] Por todas estas razones, Companys teniendo ante sí a los representantes<br />

de la CNT-FAI, estaba perplejo y asombrado. Perplejo porque, en su conciencia<br />

solamente tenía cabida el peso de la gran responsabilidad que contrajeron con nosotros<br />

y el pueblo español por no haber sabido estimar todas nuestras previsiones [...].<br />

Asombrado, porque pese a que no cumplieron con los <strong>com</strong>promisos contraídos con<br />

nosotros, la CNT-FAI en Barcelona y en Cataluña había vencido a los sublevados [...]<br />

Por eso al llamarnos Companys nos dijo: "Ya sé que tenéis conmigo muchos motivos de<br />

queja y agravio. Yo os he <strong>com</strong>batido mucho y no he sabido apreciaros en lo que valéis.<br />

Sin embargo nunca es tarde una rectificación sincera, y la mía, que ahora os voy a<br />

hacer, tiene el valor de una confesión: si os hubiese apreciado en lo que valéis, posiblemente<br />

otras serían las circunstancias de ahora; pero ya no tiene remedio, vosotros solos<br />

habéis vencido a los militares sublevados y lógicamente vosotros deberíais gobernar. Si<br />

así lo estimáis, con todo gusto os hago entrega de la Presidencia de la Generalidad y, si<br />

creéis que puedo ayudar en algún otro sitio, sólo tenéis que indicarme el puesto que<br />

debo ocupar. PERO SI DEBIDO A QUE TODAVÍA NO SABEMOS <strong>EN</strong> CONCRETO<br />

QUI<strong>EN</strong>ES HAN TRIUNFADO <strong>EN</strong> OTRAS PARTES DE ESPAÑA, CREÉIS QUE<br />

DESDE LA PRESID<strong>EN</strong>CIA DE LA G<strong>EN</strong>ERALIDAD PUEDO TODAVÍA SER ÚTIL<br />

OST<strong>EN</strong>TANDO LA REPRES<strong>EN</strong>TACIÓN LEGAL DE CATALUÑA, DECIDMELO,<br />

QUE DESDE ELLA Y SIEMPRE DE ACUERDO CON VOSOTROS, SEGUIREMOS<br />

LA LUCHA HASTA QUE SE VEA CLARO QUI<strong>EN</strong>ES SON LOS V<strong>EN</strong>CEDORES.<br />

Por nuestra parte, y así lo estimaba la CNT-FAI, entendimos que debía seguir Companys<br />

al frente de la Generalidad, precisamente porque no habíamos salido a la calle a<br />

luchar concretamente por la revolución social, sino a defendernos de la militarada fascista."<br />

[De las respuestas de García Oliver, en 1950, al cuestionario de Bolloten].<br />

28<br />

Aurelio Fernández sustituía a Francisco Ascaso en ese <strong>com</strong>ité de enlace, formado<br />

además por Durruti, Oliver, Santillán y Asens.<br />

54


en este momento os recuerde que no os ha faltado la ayuda<br />

de los guardias de asalto y de los mossos d´esquadra”.<br />

Prosiguió meditativo: “Pero la verdad es que perseguidos<br />

duramente hasta anteayer, hoy habéis vencido a los militares<br />

y fascistas”. Tras reconocer a todos los allí presentes,<br />

en pie, formados en corro junto a él, <strong>com</strong>o los dueños de la<br />

calle, preguntó “¿y ahora qué hemos de hacer?”. Mirando<br />

a los cenetistas les dijo: “¡algo hay que hacer ante la nueva<br />

situación!”. Prosiguió alertándoles que, aunque se había<br />

vencido en Barcelona, la lucha no había finalizado, “no<br />

sabemos cuándo y cómo terminará en el resto de España”,<br />

luego subrayó su posición y el papel que él podía jugar en<br />

su cargo: “por mi parte, yo represento a la Generalidad, un<br />

estado de opinión real pero difuso y un reconocimiento internacional.<br />

Se equivocarían quienes considerasen todo esto<br />

<strong>com</strong>o algo inútil”, para terminar afirmando que si era<br />

necesario formar un nuevo gobierno de la Generalidad<br />

“estoy a vuestra disposición para hablar”. García Oliver<br />

respondió: “Puede continuar siendo Presidente. A nosotros<br />

no nos interesa nada referente a la presidencia ni al gobierno”,<br />

<strong>com</strong>o si hubiera interpretado que Companys renunciaba<br />

a su cargo. Tras este primer contacto 29 , informal<br />

y apresurado, de los diversos delegados, de pie y en torno<br />

a Companys, éste les invitó a entrar en un salón del palacio<br />

para, cómodamente sentados, coordinar la unidad y colaboración<br />

de todas las fuerzas antifascistas, mediante la<br />

formación de un <strong>com</strong>ité de milicias, que controlara el<br />

desorden de la calle y organizara las columnas de milicianos,<br />

que debían partir ya hacia Zaragoza.<br />

El Comité regional ampliado de la CNT, informado<br />

por la delegación cenetista de la entrevista palaciega,<br />

acordó tras una rápida deliberación <strong>com</strong>unicar telefónica-<br />

29 Datos extraídos de la versión dada por COLL y PANÉ, op. cit., pp. 85-87.<br />

55


mente a Companys que se aceptaba en principio la constitución<br />

de un Comité Central de Milicias Antifascistas<br />

(CCMA), en espera de la resolución definitiva que se<br />

adoptara en el Pleno de Locales y Comarcales, que había<br />

de reunirse el día 21. Esa misma noche Companys mandaba<br />

imprimir en el boletín oficial de la Generalidad un decreto<br />

de creación de esas Milicias ciudadanas.<br />

El martes 21 de julio 30 , en la Casa CNT-FAI, se<br />

sometió a la aprobación formal de un Pleno Regional de<br />

Locales y Comarcales de Sindicatos, convocado por el<br />

Comité de la Confederación Regional del Trabajo de Cataluña,<br />

la propuesta de Companys de que la CNT participara<br />

en un CCMA. Tras el informe inaugural de Marianet, José<br />

Xena, en representación de la <strong>com</strong>arcal del Baix Llobregat,<br />

propuso la retirada de los delegados cenetistas del<br />

CCMA y marchar adelante con la revolución para implantar<br />

el <strong>com</strong>unismo libertario. Juan García Oliver planteó acto<br />

seguido el debate y la decisión a tomar <strong>com</strong>o una elección<br />

entre una “absurda” dictadura anarquista o la colaboración<br />

31 con las demás fuerzas antifascistas en el Comité<br />

Central de Milicias para continuar la lucha contra el fascismo.<br />

De este modo García Oliver, conscientemente o<br />

30 “El 21 de julio de 1936, se celebraba en Barcelona, convocado por el Comité Regional<br />

de Cataluña, un Pleno Regional de Federaciones Locales y Comités Comarcales. En<br />

el mismo, se analizaba la situación y determinaba unánimemente no hablar de <strong>com</strong>unismo<br />

libertario mientras no conquistásemos la parte de España que estaba en poder de<br />

los facciosos. El Pleno decidía, por lo tanto, no ir a realizaciones totalitarias […] se decidió<br />

por la colaboración, y acordaba formar, con el voto en contra de una sola <strong>com</strong>arcal,<br />

Bajo Llobregat, junto con todos los Partidos y Organizaciones, el Comité de Milicias<br />

Antifascistas. A él mandó la CNT y la FAI sus representantes por resolución de<br />

dicho Pleno”. En Informe de la delegación de la CNT al Congreso Extraordinario de la<br />

AIT y resoluciones del mismo, p.96<br />

31 Véase GARCIA OLIVER, Juan: “El Comité central de Milicias Antifascistas de Cataluña”,<br />

en De julio a julio. Un año de lucha. Tierra y Libertad. Barcelona, 1937. García<br />

Oliver escribió este artículo un año después de los hechos que narra, muy condicionado<br />

por el contexto político posterior a mayo de 1937.<br />

56


no 32 , hacía inviable ante el pleno la confusa y ambigua opción<br />

de “ir a por el todo”. Frente a lo de una intransigente<br />

“dictadura anarquista” apareció más lógica, equilibrada y<br />

razonable la defensa que hizo Federica Montseny 33 de los<br />

principios ácratas contra toda dictadura, apoyada por los argumentos<br />

de Abad de Santillán de peligro de aislamiento y<br />

de intervención extranjera. Surgió otra posición, defendida<br />

por Manuel Escorza, que propugnaba el uso del gobierno<br />

de la Generalidad <strong>com</strong>o un instrumento para socializar y<br />

colectivizar, a la espera de deshacerse de ella en cuanto<br />

dejara de ser útil a la CNT 34 . El pleno se mostró favorable a<br />

la colaboración de la CNT con el resto de fuerzas antifascistas<br />

en el Comité Central de Milicias, con el voto en contra<br />

de la <strong>com</strong>arcal del Baix Llobregat. La mayoría de asistentes<br />

al Pleno, entre los que se contaban Durruti y Ortiz, permanecieron<br />

callados, porque pensaban <strong>com</strong>o tantos otros que la<br />

revolución debía aplazarse hasta la toma de Zaragoza, y la<br />

derrota del fascismo. Se pasaba, sin más consideraciones ni<br />

filosofías, a consolidar e institucionalizar el Comité de Enlace<br />

entre CNT y Generalidad, anterior al 19 de julio, trans-<br />

32<br />

“En fin, mi anotador afirma que en la asamblea o pleno del 21, García Oliver planteó<br />

la cuestión de la dictadura anarquista o del <strong>com</strong>unismo libertario y que no fue seguido<br />

por la asamblea. Yo afirmo que si lo hizo, fue sin convicción, convencido de que la<br />

dictadura anarquista sólo podía conducir al fracaso. Planteó este dramático dilema para<br />

apoyar mejor su opción colaboracionista […] García Oliver confirma este aire de <strong>com</strong>edia<br />

al escribir arrogantemente: “la CNT y la FAI decidieron la colaboración y la democracia,<br />

renunciando al totalitarismo revolucionario, que habría conducido a la estrangulación<br />

de la revolución por la dictadura confederal o anarquista”.” En PEIRATS, José:<br />

“Mise au point sur de notes”. Noir et Rouge num. 38, juin 1967.<br />

33<br />

Los anteriores testimonios de José del Barrio, el propio Juan García Oliver, en 1950,<br />

y José Peirats, son corroborados por el de Federica Montseny: "No pasó por la imaginación<br />

de nadie, ni aún de García Oliver, el más bolchevique de todos, la idea de tomar el<br />

poder revolucionario. Fue después, cuando se vio la amplitud del movimiento y de las<br />

iniciativas populares cuando empezó a discutirse si se podía o si se debía, o no, ir a por<br />

el todo." (PAZ, Abel: Durruti. El proletariado en armas. Bruguera, Barcelona, 1978, pp.<br />

381-382).<br />

34<br />

Carta de García Oliver a “Abel Paz”. Véase PAZ, Abel: Durruti en la Revolución<br />

española. FAL, Madrid, 1996, pp. 504-505.<br />

57


formado, profundizado y ampliado en ese CCMA que, mediante<br />

la unidad antifascista de todos los partidos y sindicatos,<br />

debía imponer el orden en la retaguardia y organizar y<br />

aprovisionar las milicias que debían enfrentarse en Aragón<br />

con los fascistas<br />

En la primera reunión del Comité Central de Milicias,<br />

celebrada la noche del día 21, los representantes cenetistas<br />

35 hicieron patente a republicanos y catalanistas su<br />

fuerza e indocilidad, editando un bando que daba al Comité<br />

Central muchas más atribuciones y <strong>com</strong>petencias, militares<br />

y de orden público, que las dispuestas inicialmente por el<br />

decreto de la Generalidad. No en vano a la pregunta, surgida<br />

en esta primera sesión del CCMA, de quién había vencido al<br />

ejército, Aurelio Fernández respondió que “los de siempre:<br />

los piojosos”, esto es, los parados, los emigrantes recientes<br />

y la población marginal y miserable de las “casas baratas”<br />

de La Torrassa, Can Tunis, Somorrostro, Santa Coloma y<br />

San Andrés, o el maltratado proletariado industrial que, en<br />

condiciones de vida durísimas, azotados por el paro masivo,<br />

con largas jornadas laborales, jornales de hambre y trabajos<br />

precarios pagados al destajo, se hacinaba en los barrios obreros<br />

de Pueblo Nuevo, Sants, la Barceloneta, el Chino, Hostafrancs<br />

o Pueblo Seco, arrendando o subarrendando cuchitriles,<br />

habitaciones o pisos mínimos con alquileres inasequibles,<br />

que había que <strong>com</strong>partir.<br />

Mientras tanto, Companys había autorizado a Martín<br />

Barrera, consejero de Trabajo, a que diera por radio<br />

noticia de las disposiciones acordadas sobre disminución<br />

de horas laborales, aumento de salarios, disminución de<br />

alquileres y nuevas bases de regulación del trabajo, que<br />

35 Los representantes anarcosindicalistas eran Josep Asens, Buenaventura Durruti y<br />

Juan García Oliver por la CNT, Aurelio Fernández y Diego Abad de Santillán por la<br />

FAI. Durruti fue sustituido por Marcos Alcón.<br />

58


antes deberían pactarse con los representantes de las asociaciones<br />

patronales, <strong>com</strong>o Fomento del Trabajo, Cámaras<br />

de Industria y de la Propiedad, etcétera, a quienes se expuso<br />

la necesidad de encarrilar el ímpetu revolucionario de<br />

las masas, <strong>com</strong>o ya había hecho el director de las minas de<br />

potasa de Suria, que prefería tener pérdidas a volver a ser<br />

retenido por sus mineros. Durante el transcurso de la reunión<br />

varios representantes de la patronal recibieron llamadas<br />

de aviso para que no volvieran a sus casas, porque patrullas<br />

de hombres armados habían ido en su busca. La<br />

reunión acabó con el convencimiento de que los empresarios<br />

allí reunidos ya no representaban a nadie. Pero el<br />

mensaje se radió igual, algunos días después, <strong>com</strong>o medio<br />

para encauzar ánimos y reivindicaciones.<br />

El jueves 23 de julio, en la Casa CNT-FAI, se sometió<br />

a discusión de un Pleno conjunto de la CNT y de la<br />

FAI 36 , es decir, de un pleno de notables 37 , la entrada de los<br />

36 “¿Hasta donde puede sernos conveniente lanzarnos a un ensayo de <strong>com</strong>unismo libertario<br />

en Cataluña, sin haber terminado aún la guerra y con los peligros de intervención<br />

extranjera? Este dilema se planteó a la militancia anarquista y a los representantes de los<br />

sindicatos el 23 de julio, en un pleno de conjunto de las dos organizaciones […] se decidió<br />

mantener el bloque antifascista, dándose la consigna a toda la región: no hay que<br />

proclamar el <strong>com</strong>unismo libertario. Procurad mantener la hegemonía en los <strong>com</strong>ités de<br />

milicias antifascistas y aplazad toda realización totalitaria de nuestras ideas.” En El<br />

anarquismo en España. Informe del Comité Peninsular de la Federación Anarquista Ibérica<br />

al Movimiento Libertario Internacional. Sin lugar, ni fecha [¿1938?], p. 2.<br />

Otro documento que confirma lo anterior: “En un Pleno que se celebró conjuntamente<br />

de la organización específica y confederal se acordó, por las imperativas circunstancias<br />

de aquellos momentos, aceptar la colaboración y tomar participación directa en la administración<br />

política y económica en los órganos del Estado”. En FAI: Informe que este<br />

Comité de Relaciones de Grupos Anarquistas de Cataluña presenta a los camaradas de<br />

la Región. ¿marzo 1937?<br />

37 La urgencia de las decisiones a tomar impuso, desde el 19 de julio, la quiebra del<br />

funcionamiento horizontal y federativo de la CNT y de toda práctica de democracia<br />

directa. La práctica habitual fue la de adoptar las decisiones importantes a tomar en reuniones<br />

de dirigentes, miembros del Comité Regional, de la Federación Local de Barcelona,<br />

del Comité Peninsular de la FAI, y de quienes ejercían cargos en el CCMA, el<br />

Consejo de Economía o el Comité de Investigación, Patrullas de Control, etcétera. Posteriormente<br />

las decisiones ya tomadas por los notables se hacían ratificar en los Plenos,<br />

guardando “formalmente” las apariencias del funcionamiento tradicional de la CNT.<br />

59


anarcosindicalistas en el CCMA y la importante resistencia<br />

que se manifestaba entre la militancia a aceptarlo. Ese<br />

mismo día, al anochecer, los miembros del grupo “Nosotros”<br />

se reunieron en casa de Gregorio Jover, para analizar<br />

la situación 38 , y <strong>com</strong>o despedida 39 , ante la salida al día siguiente<br />

de las Columnas de milicianos dirigidas por Buenaventura<br />

Durruti, que salió por la mañana desde el Cinco de<br />

Oros, y la de Antonio Ortiz, que salió en ferrocarril por la<br />

tarde del mismo día 24 40 .<br />

A las nueve y media de la mañana del día 24, Durruti,<br />

en nombre del CCMA, hizo una alocución radiofónica en<br />

la que advirtió a los cenetistas de la necesidad imperiosa de<br />

mantenerse vigilantes ante intentonas contrarrevolucionarias<br />

y a no abandonar lo conquistado en Barcelona 41 . Durruti parecía<br />

consciente del peligro de una retaguardia insegura, en<br />

la que el enemigo de clase no había sido anulado. Todo quedaba<br />

aplazado hasta después de la toma de Zaragoza.<br />

El domingo 26 de julio, en la Casa CNT-FAI, se<br />

sometió de nuevo a la aprobación formal de un Pleno Regional<br />

de Locales y Comarcales de Sindicatos, convocado<br />

por el Comité de la Confederación Regional del Trabajo<br />

de Cataluña, la colaboración de la CNT en el Comité Central<br />

de Milicias Antifascistas, en el que los representantes<br />

38<br />

García Oliver reiteró su propuesta de tomar el poder aprovechando la concentración<br />

de milicianos que debían partir para el frente.<br />

39<br />

García Oliver, El eco, pp. 190 y 191. Gallardo y Márquez: Ortiz, pp. 109 y 110.<br />

40<br />

ORTIZ, Antonio. “La segunda Columna sale de Barcelona”.<br />

41<br />

“Tenéis un deber en estos momentos. Concentraros en la calzada del Paseo de Gracia<br />

a las diez de la mañana. Una advertencia, trabajadores de Barcelona, todos y en particular<br />

los de la CNT. Los puestos que han sido conquistados en Barcelona que no sean<br />

abandonados. La capital no debe ser abandonada. Tenéis que permanecer en guardia<br />

permanente, ojo avizor, por si tuviésemos que responder a posibles acontecimientos.<br />

Trabajadores de la CNT, todos <strong>com</strong>o un solo hombre debemos ir a ayudar a los camaradas<br />

de Aragón”.<br />

60


cenetistas ya estaban participando 42 . Se trataba de que las<br />

decisiones tomadas por el Comité Regional Ampliado, de<br />

colaborar con el gobierno de la Generalidad y el resto de<br />

partidos, que ya eran una realidad irreversible, fueran ratificadas<br />

de nuevo en otro Pleno Regional de Sindicatos.<br />

Era una política de hechos consumados, en la que el Pleno<br />

del día 26 actuaba <strong>com</strong>o simple altavoz de los acuerdos<br />

ya tomados. El acuerdo final no dejaba lugar a dudas sobre<br />

la dureza de la oposición que había encontrado la aceptación<br />

de la posición colaboracionista de los <strong>com</strong>ités superiores<br />

de la CNT-FAI, aunque desconocemos los debates,<br />

si es que los hubo. El acuerdo sobre el análisis de la situación<br />

revolucionaria existente se cerraba mediante una posición<br />

que había alcanzado la “unanimidad absoluta”.<br />

Curiosamente la posición alcanzada en ese Pleno era definida<br />

<strong>com</strong>o la “misma posición”, esto es, la que ya había<br />

aceptado provisionalmente la delegación cenetista que<br />

había parlamentado con Companys, la ya aprobada por el<br />

Pleno Regional del día 21, la del Pleno conjunto CNT-FAI<br />

del día 23. ¿Qué posición?: “no hay más enemigo para el<br />

pueblo, que el fascismo sublevado”, y por lo tanto ni el<br />

gobierno burgués de la Generalidad ni el republicano eran<br />

un enemigo a batir, sino un aliado. La renuncia revolucionaria<br />

era ya absoluta: “Que nadie vaya más allá. Que nadie<br />

tergiverse la actuación a seguir”. Se apelaba a la obligación<br />

moral de aceptar las decisiones generales 43 y se<br />

42 Véase el BANDO firmado por el Comité de la CRTC, que reproducimos en el<br />

Anexo documental. En Solidaridad Obrera (27 julio 1936) apareció un artículo que<br />

subrayaba que “la posición confederal, con relación a la situación revolucionaria, continuará<br />

siendo la mantenida hasta ahora”, <strong>com</strong>o si hubiera que vencer una importante<br />

resistencia a lo ya aprobado en el Pleno del día 21.<br />

43 La mecánica organizativa cenetista de carácter horizontal y federalista, que quebró<br />

rápidamente, convirtiéndose en una mera ratificación formal de los debates y decisiones<br />

ya adoptadas por los <strong>com</strong>ités superiores, no era apropiada para el surgimiento de “ten-<br />

61


hacía una profesión de fe antifascista: “Hoy por hoy,<br />

contra el fascismo, sólo contra el fascismo que domina<br />

media España”. El <strong>com</strong>unicado final del Pleno Regional<br />

terminaba con una orden tajante e indiscutible de aceptación<br />

y sumisión al CCMA: “hay un COMITÉ DE MILI-<br />

CIAS ANTIFASCISTAS Y UN APÉNDICE SUYO DE-<br />

NOMINADO COMISIÓN DE ABASTOS. Todos tenemos<br />

el deber de acatar sus consignas, forma de regular las<br />

cosas en todos los órdenes.”.<br />

El 28 de julio la Federación Local de Sindicatos<br />

únicos de Barcelona ordenaba el fin de la huelga general.<br />

COMITÉS POR DOQUIER QUE NADIE<br />

COORDINA<br />

Violencia y poder iban juntos. Una vez destruido el<br />

monopolio estatal de la violencia, porque se había derrotado<br />

al ejército en la calle, y armado el proletariado, se abría<br />

una situación revolucionaria que imponía su violencia, su<br />

poder y su orden. El poder de una clase obrera en armas.<br />

Los <strong>com</strong>ités revolucionarios: de defensa, de fábrica, de barrio<br />

o de localidad, de control obrero, de abastos, etcétera,<br />

fueron el embrión de los órganos de poder de la clase obrera.<br />

Iniciaron una metódica expropiación de las propiedades<br />

de la burguesía, pusieron en marcha la colectivización industrial<br />

y campesina, organizaron las milicias populares que<br />

definieron los frentes militares en los primeros días, organizaron<br />

patrullas de control y milicias de retaguardia que impusieron<br />

el “nuevo orden revolucionario” mediante la represión<br />

violenta de la Iglesia, patronos, fascistas y antiguos sindicalistas<br />

y pistoleros del Libre, pues durante una semana el<br />

paqueo (tiroteo de francotiradores) en la ciudad fue constan-<br />

dencias”, capaces de defender minoritariamente sus posiciones en el seno de la organización.<br />

62


te. Pero fueron incapaces de coordinarse entre sí y crear<br />

un poder obrero centralizado. Los <strong>com</strong>ités revolucionarios<br />

desbordaron con sus iniciativas y sus acciones a los dirigentes<br />

de las distintas organizaciones tradicionales del<br />

movimiento obrero, incluida la CNT y la FAI, o un POUM<br />

que aún pedía aumento de salarios y reivindicaciones menores,<br />

ya superadas.<br />

Había una situación revolucionaria en la calle y en<br />

las fábricas, y unos potenciales órganos de poder del proletariado:<br />

los <strong>com</strong>ités, que ninguna organización supo, quiso o<br />

pudo coordinar, potenciar y transformar en auténticos órganos<br />

de poder. La espontaneidad de las masas tenía sus límites;<br />

sus organizaciones políticas y sindicales eran limitadísimas.<br />

Ninguna tenía un programa preparado, preciso y<br />

realista, para aplicar en aquella situación revolucionaria. En<br />

realidad los líderes anarquistas no sabían qué hacer con<br />

el poder, ni entendían lo que era. Frente a la amenaza<br />

fascista, que había triunfado en media España, se impuso<br />

la consigna de unidad antifascista, de unión sagrada con<br />

la burguesía demócrata y republicana. Más que una dualidad<br />

de poderes entre Generalidad y Comité Central, se daba<br />

una duplicidad de poderes. Y además los <strong>com</strong>ités superiores<br />

de la CNT, a mediados de agosto, ya habían decidido<br />

la disolución del CCMA en cuanto las condiciones lo<br />

hicieran posible y la espontaneidad de la calle hubiera remitido<br />

lo suficiente Pero entre tanto, desde el 19 de julio,<br />

los <strong>com</strong>ités surgidos espontáneamente por doquier, imponían<br />

pragmáticamente la nueva realidad política, social y<br />

económica surgida de la victoria insurreccional obrera sobre<br />

el ejército, y en Cataluña esos <strong>com</strong>ités, en la fábrica o<br />

localmente, ejercían todo el poder.<br />

63


CONCLUSIONES Y REFLEXIONES A SET<strong>EN</strong>TA<br />

AÑOS VISTA<br />

El Estado es la organización del monopolio de la<br />

violencia al servicio de la clase social dominante. El Estado<br />

capitalista es uno de los instrumentos más importantes<br />

del dominio de la clase burguesa sobre el proletariado, esto<br />

es, el aparato de represión que asegura las relaciones sociales<br />

de producción capitalistas. La primera tarea de una revolución<br />

proletaria es la destrucción total de ese Estado capitalista,<br />

y la consolidación de un poder obrero. Sin la voluntad<br />

y la acción práctica (por parte de una organización revolucionaria)<br />

de destrucción del Estado capitalista no puede<br />

hablarse de revolución proletaria. Quizás pueda<br />

hablarse de movimiento revolucionario, de una situación revolucionaria,<br />

de “revolución popular", de unidad antifascista,<br />

de guerra contra el fascismo, de una fantasiosa “dictadura<br />

del proletariado sin destrucción del Estado capitalista”,<br />

propia de los “brillantes” análisis del POUM, etcétera,<br />

pero no de revolución proletaria. La ambigüedad ideológica<br />

fue un elemento consustancial al movimiento libertario. Y<br />

esa ambigüedad fue elevada a los altares por los antifascistas<br />

burócratas cenetistas y por los avispados políticos burgueses,<br />

que supieron llevar a su molino las turbias aguas de la<br />

incoherencia anarquista. No se intentó en ningún momento<br />

la destrucción del aparato estatal burgués.<br />

En Barcelona, el CCMA fue fruto de la victoria<br />

obrera y anarquista del 19 de Julio, pero también de la<br />

renuncia de los anarcosindicalistas a destruir el Estado.<br />

El CCMA, pactado entre Companys y los libertarios, y<br />

aceptado también por los ”marxistas” (POUM y estalinistas),<br />

fue un organismo de colaboración de clases, mediante<br />

el cual se aseguraba al Gobierno de la Generalidad el control<br />

de aquellas funciones perdidas porque los anarquistas<br />

64


las habían conquistado en la calle: fundamentalmente de policía,<br />

orden público y militares. El CCMA no fue nunca, ni<br />

nunca lo pretendió, un órgano de poder obrero, y por lo tanto<br />

nunca existió una situación de doble poder que enfrentara<br />

el CCMA al Gobierno de la Generalidad. Es cierto que, entre<br />

los anarquistas, existían diversas concepciones sobre la<br />

situación revolucionaria, surgida en Cataluña tras las jornadas<br />

del 19-20 de julio de 1936: la primera, y hegemónica,<br />

propugnada por Abad de Santillán y Federica Montseny, de<br />

absoluta y confiada colaboración con el resto de fuerzas políticas<br />

(incluidas las burguesas) en una unidad antifascista<br />

que creían indispensable para ganar la guerra; se trataba de<br />

una colaboración “leal” con el gobierno de la Generalidad<br />

<strong>com</strong>o mal menor para conducir al mismo tiempo la “revolución”<br />

y la guerra. La segunda, propugnada por García Oliver,<br />

consistía teóricamente en "ir a por el todo", esto es, en<br />

la implantación de una “dictadura anarquista”, en la que una<br />

vanguardia de iluminados sustituye al proletariado, tomando<br />

el poder en su nombre, y en la práctica en la colaboración<br />

gubernamental, con la ingenua creencia de que el color “rojinegro”<br />

de los ministros podía cambiar la naturaleza del gobierno<br />

en que participaban. La tercera, planteada pragmáticamente<br />

por Manuel Escorza, consistía en usar el gobierno<br />

de la Generalidad para legalizar las “conquistas revolucionarias”,<br />

controlando las consejerías de Defensa y Orden Público,<br />

y apoyándose en el dominio indiscutible de la CNT en la<br />

calle para intentar "congelar la situación revolucionaria",<br />

en espera de que se produjeran unas condiciones más favorables<br />

para el definitivo triunfo revolucionario, al tiempo<br />

que se consolidaba el poder real de una organización libertaria<br />

paralela a la CNT-FAI, autónoma e independiente, fundamentada<br />

en el Comité de Investigación y los <strong>com</strong>ités de<br />

defensa cenetistas, capaz de coordinar y centralizar a todos<br />

65


los cargos anarcosindicalistas en el gobierno de la Generalidad,<br />

que posibilitó en mayo de 1937 la insurrección obrera<br />

contra la provocación de Companys y los estalinistas. Todas<br />

estas posiciones evolucionaron rápidamente hacia la misma<br />

táctica de integración del movimiento obrero en el programa<br />

de unidad antifascista con el POUM, estalinistas y<br />

burguesía, con el objetivo único de ganar la guerra a los<br />

fascistas. Esto propició a su vez la aparición, entre los anarcosindicalistas,<br />

de una división entre "piel rojas" y "pájaros<br />

carpinteros" o colaboracionistas, que no tenía paralelismo<br />

alguno con anteriores divisiones entre faístas y trentistas. La<br />

crítica de los "piel rojas" a los colaboracionistas, puramente<br />

verbal y moralista, evolucionó hacia un pesimismo que llevó<br />

a la mayoría a la pasividad y a una huida hacia adelante, que<br />

les condujo a no hallar más salida que el abandono de toda<br />

militancia o el alistamiento militar para ganar la guerra al<br />

fascismo. Aunque ese ejército fuera, desde el verano de<br />

1937, el Ejército Popular, esto es, el ejército burgués de la<br />

República, puesto que ya se había producido la militarización<br />

de las Milicias. La oposición más coherente al colaboracionismo,<br />

predominante entre los libertarios, fue la que<br />

cristalizó en la Agrupación de Los Amigos de Durruti, que a<br />

partir de enero de 1938 fue prácticamente inoperante, porque<br />

había sucumbido a los ataques <strong>com</strong>binados de la represión<br />

estalinista y el rechazo de los cenetistas "gubernamentales”.<br />

No existió ningún partido, sindicato o vanguardia<br />

que propugnara la destrucción del Estado burgués y la vía<br />

revolucionaria de potenciación, coordinación y centralización<br />

de los órganos de poder surgidos en julio de 1936:<br />

los <strong>com</strong>ités obreros. A partir del 20 de julio el proletariado<br />

en Barcelona ejerció una especie de dictadura “por abajo”<br />

en las calles y en las fábricas, ajena e indiferente a<br />

66


“sus” organizaciones políticas y sindicales, que no sólo<br />

respetaban el aparato estatal de la burguesía, en lugar de<br />

destruirlo, sino que además lo fortalecían. En ausencia de<br />

un partido revolucionario, capaz de plantear el <strong>com</strong>bate por<br />

el programa de la revolución proletaria 44 , la guerra contra el<br />

enemigo fascista impuso la ideología de la unidad antifascista<br />

y el <strong>com</strong>bate por el programa de la burguesía democrática.<br />

La guerra no se planteaba <strong>com</strong>o una guerra de clases,<br />

sino <strong>com</strong>o una guerra antifascista entre el Estado de la<br />

burguesía fascista y el Estado de la burguesía democrática.<br />

Y esa elección entre dos opciones burguesas (la democrática<br />

y la fascista) suponía YA la derrota de la alternativa<br />

revolucionaria. Para el movimiento obrero y revolucionario<br />

el antifascismo fue la peor consecuencia del fascismo.<br />

La ideología de unidad antifascista fue el peor enemigo<br />

de la revolución, y el mejor aliado de la burguesía. Las<br />

necesidades de esta guerra, entre dos opciones burguesas,<br />

ahogaron toda alternativa revolucionaria y los métodos de<br />

lucha de clases que permitieron la victoria de la insurrección<br />

obrera del 19 de Julio. Era necesario renunciar a las conquistas<br />

revolucionarias en aras de ganar la guerra a los fascistas:<br />

"renunciamos a todo menos a la victoria" 45 .<br />

Las alternativas planteadas eran falsas: no se trataba<br />

de ganar primero la guerra y luego la revolución (propuesta<br />

estalinista), o bien de hacer la guerra y la revolución al mismo<br />

tiempo (tesis poumista y libertaria), sino de abandonar, o<br />

no, los métodos y objetivos del proletariado. Las Milicias<br />

Populares del 21-25 de Julio eran auténticas Milicias prole-<br />

44 Esto es: destrucción del Estado capitalista (tanto del fascista <strong>com</strong>o del republicano),<br />

extensión, y centralización de los <strong>com</strong>ités <strong>com</strong>o órganos de poder obrero, socialización<br />

de la economía, dirección proletaria de la guerra y dictadura del proletariado.<br />

45 Frase propagandística de Ilya Ehrenburg, que la “Soli” de Toryho atribuyó falsamente<br />

a Durruti. Véase EHR<strong>EN</strong>BURG, Ilya: Corresponsal en la Guerra civil española. Júcar,<br />

Gijón, 1979, p. 24.<br />

67


tarias; las Milicias, militarizadas o no, de octubre del 36 eran<br />

ya un ejército de obreros en una guerra dirigida por la burguesía<br />

(fuera fascista o republicana) al servicio de la burguesía<br />

(fuera democrática o fascista).<br />

La “revolución social” y la expropiación de las fábricas<br />

iniciada por la base anarcosindicalista chocó con el<br />

frentepopulismo de los líderes anarquistas y poumistas. Incluso<br />

hay quien habla de una “revolución” social sin toma<br />

del poder estatal, y también de un divorcio entre el aspecto<br />

socioeconómico y político de la revolución 46 . En todo caso<br />

el frentepopulismo de los líderes anarquistas, y la ideología<br />

de unidad antifascista, prevaleció sobre cualquier consideración<br />

revolucionaria de destruir el Estado, que siempre fue<br />

rechazada <strong>com</strong>o utópica e irreal, y que no pasó jamás de una<br />

declaración fantasiosa de buenas intenciones de los elementos<br />

verbalmente más radicales, <strong>com</strong>o García Oliver.<br />

El CCMA no fue nunca un órgano de poder obrero.<br />

No existió nunca una situación de DOBLE PODER. En todo<br />

caso se dio una DUPLICIDAD DE PODERES entre el<br />

CCMA y algunas consejerías de la Generalidad, y sobre todo<br />

un trabajo <strong>com</strong>plementario de ambos contra los <strong>com</strong>ités<br />

revolucionarios.<br />

El vacío de poder centralizado o estatal dio lugar a<br />

una inicial fragmentación y atomización del poder que<br />

fue resuelta en septiembre de 1936 con la entrada de las organizaciones<br />

obreras en el gobierno de la Generalidad (y<br />

posteriormente en el de la República). Ni los anarquistas, ni<br />

el CCMA, en el que éstos tenían preponderancia, ni el<br />

POUM, intentaron en ningún momento desplazar a la burguesía<br />

republicana del poder, ni destruir el aparato estatal,<br />

46 JULIÁ, Santos: “De la división orgánica al gobierno de unidad nacional”. En Socialismo<br />

y guerra civil. Anales de historia de la Fundación Pablo Iglesias. vol. 2 (1987),<br />

pp. 227-245.<br />

68


que siempre dejaron en manos de Companys. La definitiva<br />

derrota armada del proletariado, que se produjo en mayo de<br />

1937, era la única salida posible a la renuncia que las organizaciones<br />

obreras habían hecho en julio de 1936 a la toma<br />

absoluta y total de un poder que el proletariado ya ejercía<br />

en calles y fábricas. Mayo del 37 había empezado en Julio<br />

del 36.<br />

69


2<br />

70<br />

La CNT-FAI en el Comité Central de<br />

Milicias Antifascistas de Cataluña 47 .<br />

Toda la historia se convertía así en un palimpsesto, raspado y vuelto a<br />

escribir con toda la frecuencia necesaria. En ningún caso habría sido<br />

posible demostrar la existencia de una falsificación.<br />

George Orwell, 1984.<br />

Obsequium amicos, veritas odium parit. (La <strong>com</strong>placencia engendra<br />

amigos, la verdad odio).<br />

Terencio, Andria.<br />

EL PODER ESTÁ <strong>EN</strong> LA CALLE<br />

El auténtico poder de ejecución y resolución estaba<br />

en la calle, era el poder del proletariado en armas,<br />

y lo ejercían los <strong>com</strong>ités locales, de defensa y de control<br />

obrero, expropiando espontáneamente fábricas, talleres,<br />

edificios y propiedades; organizando, armando y transpor-<br />

47 Sobre el CCMA existen tres tesis muy interesantes, desgraciadamente inéditas:<br />

ADSUAR TORRA, Josep Eduard: Catalunya: Juliol - Octubre 1936. Una dualitat de<br />

poder? (2 vol.). Tesina de Llicenciatura. Departament Història Contemp. Universitat de<br />

Barcelona, 1979.<br />

MOMPO, Enric: El Comité Central de Milicias Antifascistas de Catalunya y la situación<br />

de doble poder en los primeros meses de la guerra civil española. Tesis doctoral<br />

leída el 8 de junio de 1994, Departamento de Hª Contemporánea, Universidad de Barcelona.<br />

POZO GONZALEZ, Josep Antoni: El poder revolucionari a Catalunya durant els mesos<br />

de juliol a octubre de 1936. Crisi i re<strong>com</strong>posició de l´Estat. Tesi doctoral defensada el<br />

21 de juny de 2002. Departament Hª Moderna i Contemporània, Universitat Autónoma<br />

de Barcelona.


tando al frente los grupos de milicianos voluntarios que<br />

previamente habían reclutado; quemando iglesias o convirtiéndolas<br />

en escuelas o almacenes; formando patrullas<br />

para extender la guerra social; guardando las barricadas,<br />

ahora fronteras de clase, que controlaban el paso y<br />

manifestaban el poder de los <strong>com</strong>ités; poniendo en marcha<br />

las fábricas, sin amos ni directivos, o reconvirtiéndolas para<br />

la producción bélica; requisando coches y camiones, o<br />

alimentos para el <strong>com</strong>ité de abastos; “paseando” burgueses,<br />

fascistas y curas; sustituyendo a los caducos ayuntamientos<br />

republicanos, imponiendo en cada localidad su<br />

absoluta autoridad en todos los dominios, sin atender órdenes<br />

de la Generalidad, ni del Comité Central de Milicias<br />

Antifascistas (CCMA).<br />

La noche del 19 no había más poder real que el de<br />

“la federación de barricadas”, sin más objetivo inmediato<br />

que la derrota de los sublevados. El ejército y la policía,<br />

disueltos o acuartelados, desaparecieron de la calle, después<br />

del 20 de julio. Habían sido sustituidos por Milicias<br />

Populares formadas por obreros armados, que confraternizaban<br />

con soldados licenciados y guardias semiuniformados<br />

en un solo bloque victorioso, que les había convertido<br />

en la vanguardia de la insurrección revolucionaria.<br />

En Barcelona, durante la semana siguiente, mientras<br />

el CCMA era aún provisional, aparecieron los <strong>com</strong>ités<br />

de barrio 48 , <strong>com</strong>o expresión del poder obtenido por los<br />

<strong>com</strong>ités de defensa, que se coordinaron en una auténtica<br />

48 El grupo Constancia, en una reunión de grupos anarquistas y <strong>com</strong>ités de defensa propuso<br />

“que nuestros representantes en el gobierno se retirasen y se nombrase entre los<br />

<strong>com</strong>ités de barriada un Comité Central”. Véase: “Segunda sesión del pleno local de<br />

Grupos Anarquistas de Barcelona […] con asistencia de los grupos de Defensa confederal<br />

y Juventudes libertarias”. Barcelona, 24 abril 1937. La propuesta, aunque muy tardía,<br />

evidencia que esos <strong>com</strong>ités de barrio seguían aún activos en abril de 1937.<br />

71


federación urbana que, en las calles y fábricas, ejercía todo<br />

el poder, en todos los ámbitos, en ausencia de un poder<br />

efectivo del Ayuntamiento, Gobernación y Generalidad.<br />

Las decenas de barricadas levantadas en Barcelona permanecían<br />

aún activas en octubre, controlando el paso de<br />

los vehículos y exigiendo la documentación y el preceptivo<br />

pase, extendido por los distintos <strong>com</strong>ités, <strong>com</strong>o medio<br />

de imposición, defensa y control de la nueva situación revolucionaria,<br />

y sobre todo <strong>com</strong>o seña de identidad del<br />

nuevo poder de los <strong>com</strong>ités.<br />

LAS CONTRADICCIONES DE GARCÍA OLIVER Y<br />

DEL ANARQUISMO DE ESTADO<br />

Para <strong>com</strong>prender las evidentes y numerosas contradicciones<br />

de García Oliver, y las espesas cortinas de<br />

humo que sus memorias arrojan sobre los acontecimientos,<br />

es necesario explicar su concepción sobre el encaje de los<br />

principios ideológicos abstractos en las necesidades apremiantes<br />

de la táctica política más inmediata; así <strong>com</strong>o su<br />

concepción sobre la naturaleza del liderazgo en la organización<br />

confederal.<br />

¿Cómo aceptar que García Oliver en El eco de los<br />

pasos considere, en los plenos regionales de los días 21 y<br />

26 de julio, que el CCMA es un tapón 49 para la revolución,<br />

y que el 3 de agosto, sólo una semana después, considere<br />

que el CCMA es la mejor garantía para impulsar esa revolución<br />

50 ? ¿Cómo salvar la permanente contradicción de<br />

García Oliver entre lo que hizo y lo que dice que hizo?<br />

¿Propuso realmente, en el Pleno de Regionales del 21 de<br />

julio la toma del poder por la CNT?<br />

49<br />

García Oliver, Juan: El eco de los pasos. Ruedo Ibérico, Barcelona-París, 1978, p.<br />

185.<br />

50<br />

Op. cit., p. 188.<br />

72


Para <strong>com</strong>prender el García Oliver de julio de 1936<br />

hay que hacer una <strong>com</strong>paración con su actitud y actividades<br />

durante la campaña electoral de febrero de 1936. En<br />

esa campaña los líderes anarcosindicalistas nunca dijeron<br />

directamente a los trabajadores que votaran. Afirmaban<br />

que, fuera cual fuese el resultado electoral, unos meses<br />

después sería inevitable el enfrentamiento armado. Sin<br />

embargo, si se votaba a favor del Frente Popular, además<br />

de obtener la liberación de los millares de presos, el enfrentamiento<br />

armado sería también más favorable, pues se<br />

tendría a favor la legalidad republicana y el aparato estatal.<br />

Así pues, lo que hizo la CNT-FAI fue mucho más que renunciar<br />

a su tradicional llamamiento a la abstención en las<br />

elecciones, tal y <strong>com</strong>o el propio García Oliver explicó inequívocamente:<br />

“NOSOTROS ACONSEJAMOS A LA<br />

CLASE OBRERA A QUE HAGA LO QUE QUIERA<br />

RESPECTO A VOTAR, PERO SÍ LE DECIMOS QUE,<br />

SI NO VOTA A LAS IZQUIERDAS, AL DÍA SI-<br />

GUI<strong>EN</strong>TE DE LAS ELECCIONES T<strong>EN</strong>DREMOS QUE<br />

HACER FR<strong>EN</strong>TE A LAS DERECHAS FASCISTAS<br />

CON LAS ARMA <strong>EN</strong> LA MANO. Y SI VOTA A LAS<br />

IZQUIERDAS, ANTES DE LOS SEIS MESES DEL<br />

TRIUNFO DE ÉSTAS HABREMOS DE HACER<br />

FR<strong>EN</strong>TE CON LAS ARMAS <strong>EN</strong> LA MANO A LAS<br />

DERECHAS FASCISTAS. Naturalmente, la clase obrera<br />

de España, que desde hacía muchos años había sido aconsejada<br />

por la CNT a que no votase, interpretó nuestra propaganda<br />

en el mismo sentido que deseábamos, eso es, que<br />

debía votar, pues que siempre resultaría mejor hacer frente<br />

a las derechas fascistas si ellas se sublevaban después de<br />

ser derrotadas y fuera del Gobierno” 51 .<br />

51 Respuestas de García Oliver al cuestionario de Bolloten (1950).<br />

73


Prestemos atención al curioso y retorcido argumento<br />

de García Oliver, que sin renunciar él mismo al principio<br />

abstencionista, aconsejaba INDIRECTAM<strong>EN</strong>TE<br />

a los militantes y simpatizantes la táctica más beneficiosa<br />

para la organización cenetista de ir a votar. Ese<br />

es el paralelismo que hemos de trazar para <strong>com</strong>prender la<br />

intervención de García Oliver en el Pleno del 21 de julio:<br />

sin renunciar él mismo a “ir a por el todo”, incitaba a<br />

los militantes a que llegaran a la conclusión de lo absurdo<br />

y ridículo que era, en aquellos momentos, implantar<br />

una “dictadura anarquista” 52 .<br />

En resumen, García Oliver era capaz de elaborar<br />

un discurso formalmente adecuado a los sacrosantos<br />

principios ácratas, al mismo tiempo que conducía a la base<br />

militante a optar por la táctica que él consideraba más adecuada<br />

al momento, por más alejada que estuviera de los<br />

principios ideológicos 53 .<br />

Esta perniciosa y rocambolesca forma de ejercer el<br />

liderazgo y de “dirigir a las masas” le permitió meses más<br />

tarde una especie de “victimismo”, mediante el cual atribuía<br />

sólo a la base cenetista la catastrófica elección a favor<br />

del colaboracionismo. Cuarenta años después, sin que los<br />

historiadores puedan consultar las actas de los Plenos del<br />

21 y 26 de julio, convenientemente desaparecidas, ¿quién<br />

iba a negar al redactor de El eco de los pasos que él propuso<br />

“ir a por el todo”?, ni tampoco que luego a regañadien-<br />

52 En realidad este término de “dictadura anarquista” no lo pronunció probablemente<br />

García Oliver, sino Federica Montseny, <strong>com</strong>o adecuado resumen del largo discurso de<br />

Oliver en el Pleno del 21 de julio.<br />

53 Dice Peirats: “se lanzó sin convicción – en los primeros días del movimiento por<br />

parte de García Oliver y algunos otros militantes - la idea de implantar el <strong>com</strong>unismo<br />

libertario en Cataluña. Creo que esto son ideas que se lanzan sin convicción. García<br />

Oliver estaba convencido de que en Cataluña no podía haber <strong>com</strong>unismo libertario”.<br />

Véase la entrevista a José Peirats en Colección de Historia Oral: El movimiento libertario<br />

en España (1). José Peirats.<br />

74


tes fue el jefe del CCMA, y luego se resistió a ser el ministro<br />

anarquista de Justicia con Largo Caballero, y luego en<br />

beneficio de la organización confederal hizo, muy a su pesar,<br />

de necesario “bombero mayor” durante las Jornadas<br />

de mayo del 37, y luego fue candidato frustrado a consejero<br />

del gobierno de la Generalidad, y luego un largo etcétera<br />

de contradictorias claudicaciones, cada vez más surrealistas.<br />

De todas formas, nadie es lo que dice ser, sino lo<br />

que realmente hace, y lo que los demás dicen que es. Y<br />

eso vale también para García Oliver. Juan García Oliver<br />

fue un líder anarcosindicalista que, desde su presidencia<br />

efectiva del CCMA, ahogó la revolución de los <strong>com</strong>ités,<br />

cuando esos <strong>com</strong>ités desbordaron con sus iniciativas revolucionarias<br />

a la organización confederal. Sin embargo, el<br />

colaboracionismo de la CNT no consistió únicamente en la<br />

entrada de algunos de sus líderes en el gobierno, sino que<br />

fue el conjunto de la organización quien se implicó en<br />

los diferentes niveles de los aparatos del Estado. Y eso<br />

era más importante que la más que dudosa posición del individuo<br />

García Oliver a favor de un ambiguo “ir a por el<br />

todo”. La CNT carecía de un programa y de una táctica<br />

que le preparase para tomar el poder; y por ello sus líderes<br />

no hicieron más que improvisar, y buscaron la colaboración<br />

con el resto de fuerzas antifascistas y el gobierno de<br />

la Generalidad, pese al “contratiempo provisional” de sus<br />

prejuicios antiestatales, que desembocaron en un híbrido<br />

CCMA. De hecho, si la CNT hubiera tenido ese programa<br />

y esa táctica no hubiera sido un sindicato anarquista, sino<br />

un partido marxista. La organización y la ideología anarcosindicalista<br />

naufragaron en la situación revolucionaria<br />

abierta con la victoria insurreccional de Julio de 1936.<br />

75


Y ahí enlazamos con la concepción de García Oliver<br />

sobre el liderazgo en el seno de la CNT. No todos los<br />

militantes eran iguales, ni sus opiniones, o propuestas, tenían<br />

el mismo peso; ya que sólo había de escucharse y valorarse<br />

las intervenciones de aquellos que, antes de hablar,<br />

se habían jugado la vida o la libertad por la organización,<br />

sobre las de aquellos que se limitaban a hablar por hablar.<br />

Eran líderes aquellos que se habían ganado serlo con su<br />

dedicación y valor. Este liderazgo del “hombre de acción”<br />

y, en un segundo plano, de los “intelectuales” 54 , era consustancial<br />

a la CNT, aunque no figurase en sus reglamentos<br />

y estatutos.<br />

La teórica estructura horizontal e igualitaria de la<br />

CNT desapareció rápidamente, si es que había estado alguna<br />

vez en vigor en las altas esferas de decisión. Los <strong>com</strong>ités<br />

superiores blindaron a la cúpula dirigente, que lo<br />

debatía y decidía todo secretamente, en su propio ámbito<br />

de amigos y conocidos. Los grandes Plenos sindicales, de<br />

carácter regional o nacional, sólo servían para ratificar los<br />

acuerdos, ya decididos por los <strong>com</strong>ités superiores, y para<br />

hacerlos públicos.<br />

El funcionamiento de la CNT fue de carácter piramidal<br />

y casi-leninista, en el que una pequeña vanguardia<br />

lo debatía y decidía todo, con la agravante de que era imposible<br />

el surgimiento de tendencias, capaces de organizarse<br />

con un programa y una dirección propia en contra<br />

de la mayoría, ya que formalmente se trataba de un organismo<br />

sindical, unitario y horizontal.<br />

54 Durruti, García Oliver y Aurelio Fernández serían el prototipo del hombre de acción.<br />

Federica Montseny, Abad de Santillán y Pedro Herrera serían el prototipo del intelectual<br />

anarquista.<br />

76


LOS INICIOS DEL CCMA<br />

La primera reunión informal del CCMA se realizó<br />

el día 20, al anochecer, con propósitos informativos y preparatorios,<br />

una vez que la delegación cenetista había obtenido<br />

el consentimiento provisional del Comité regional<br />

ampliado. Asistieron por parte de ERC y el gobierno de la<br />

Generalidad, Josep Tarradellas, Artemi Aguadé y Jaume<br />

Miravitlles, además de Comorera por la Unió Socialista y<br />

Vidiella por la UGT, Peypoch por Acció Catalana y Gorkin<br />

por el POUM, mientras Buenaventura Durruti, Juan<br />

García Oliver y Aurelio Fernández lo hacían por la CNT-<br />

FAI.<br />

Tarradellas propuso la exclusión de Estat Català<br />

por considerarlo una organización derechista, ya que su<br />

dirigente Dencás era un fascista que se había refugiado en<br />

Italia. García Oliver propuso un equilibrio numérico de<br />

participantes en el CCMA: tres puestos para la CNT, tres<br />

para la UGT y tres para ERC; dos para la FAI, y uno para<br />

cada una de las organizaciones siguientes: Acció Catalana,<br />

POUM, socialistas, y Rabassaires. Esa misma noche se<br />

envió a imprimir en el Diario Oficial de la Generalidad el<br />

decreto de constitución de las Milicias Ciudadanas, que<br />

apareció publicado al día siguiente. En ese decreto se<br />

nombraba presidente a Lluís Prunés, que había sido nombrado<br />

Consejero de Defensa por Companys, y jefe de las<br />

milicias a Pérez Farrás. Se trataba de un organismo que<br />

asumía <strong>com</strong>petencias de Defensa, exclusivas del gobierno<br />

central, de las que carecía el gobierno de la Generalidad 55 .<br />

El 21 de julio a las once de la mañana, en la Escuela<br />

Náutica, se produjo la primera reunión oficial del<br />

55 No se trataba pues de ningún gobierno revolucionario, sino de un organismo de colaboración<br />

de clases, creado para luchar contra el fascismo en unas circunstancias extraordinarias,<br />

que demandaban al gobierno de la Generalidad que asumiera <strong>com</strong>petencias<br />

de Defensa, que no le concedía el Estatuto.<br />

77


CCMA, en la que García Oliver hizo caso omiso del decreto<br />

publicado y de los delegados nombrados por la Generalidad,<br />

sometiendo allí mismo a debate y aprobación la<br />

redacción de su proyecto de constitución de un Comité<br />

Central de Milicias Antifascistas, que imponían un nuevo<br />

“orden revolucionario”. La CNT había renunciado a tomar<br />

el poder, pero no estaba dispuesta a convertirse en<br />

simple <strong>com</strong>parsa de la Generalidad, renunciando a su<br />

triunfo armado en la calle, cosa que la militancia de base<br />

tampoco les hubiera tolerado. Tras un debate, en el que<br />

chocaron las argumentaciones de Artemi Aguadé y de<br />

Juan García Oliver en torno a la aceptación del concepto<br />

de “orden revolucionario”, se declaraba constituido el<br />

CCMA. La dirección del CCMA la ejercía de facto García<br />

Oliver. Los allí reunidos 56 aprobaron el siguiente texto,<br />

que fue publicado <strong>com</strong>o Bando:<br />

“Constituido el Comité de Milicias Antifascistas de<br />

Cataluña, este organismo, de acuerdo con el Decreto publicado<br />

por el gobierno de la Generalidad de Cataluña en<br />

el Butlletí Oficial del día de hoy, ha tomado los siguientes<br />

acuerdos, el cumplimiento de los cuales obliga a todos los<br />

ciudadanos:<br />

1.- Se establece un orden revolucionario, al mantenimiento<br />

del cual se <strong>com</strong>prometen todas las organizaciones que integran<br />

el Comité.<br />

2.- Para el control y vigilancia, el Comité ha nombrado los<br />

equipos necesarios a fin de hacer cumplir rigurosamente<br />

56 Juan García Oliver, Buenaventura Durruti y José Asens por el Comité Regional de la<br />

CNT; Aurelio Fernández y Diego Abad de Santillán por la FAI; Artemi Aguadé, Jaume<br />

Miravitlles y Joan Pons por Esquerra Republicana de Catalunya; Tomás Fábregas por<br />

Acció Catalana; Josep Torrens por Unió de Rabassaires; Josep Rovira por el POUM,<br />

Josep Miret por Unió Socialista y José del Barrio, Salvador González y Antonio López<br />

Raimundo por la UGT, además de los enviados del gobierno de la Generalidad Lluís<br />

Prunés, Pérez Farrás y Vicens Guarner.<br />

78


las órdenes que del mismo emanen. A este objeto, los<br />

equipos llevarán la credencial correspondiente que hará<br />

efectiva su personalidad.<br />

3.- Estos equipos serán los únicos acreditados por el Comité.<br />

Todo aquel que actúe al margen será considerado<br />

faccioso y sufrirá las sanciones que determine el Comité.<br />

4.- Los equipos de noche serán especialmente rigurosos<br />

contra aquellos que alteren el orden revolucionario.<br />

5.- Desde la una hasta las cinco de la madrugada la circulación<br />

quedará limitada a los siguientes elementos: a) Todos<br />

los que acrediten pertenecer a cualquiera de las organizaciones<br />

que constituyen el Comité de Milicias. b) Las<br />

personas que vayan a<strong>com</strong>pañadas de algunos elementos<br />

que acrediten solvencia moral. c) Los que justifiquen el<br />

caso de fuerza mayor que los obligue a salir.<br />

6.- Con el objeto de reclutar los elementos para las Milicias<br />

Antifascistas, las organizaciones que constituyen el<br />

Comité quedan autorizadas para abrir los correspondientes<br />

centros de reclutamiento y entrenamiento. Las condiciones<br />

de este reclutamiento serán detalladas en un reglamento<br />

interior.<br />

7.- El <strong>com</strong>ité espera que, dada la necesidad de constituir<br />

un orden revolucionario para hacer frente a los núcleos<br />

fascistas, no tendrá necesidad, para hacerse obedecer, de<br />

recurrir a medidas disciplinarias.<br />

El <strong>com</strong>ité 57 .”<br />

El decreto de constitución del CCMA no era, pues,<br />

nada extraordinario, y contemplaba sobre todo medidas de<br />

orden público. El término de “orden revolucionario” no<br />

permite hablar seriamente de algo parecido a una dualidad<br />

57<br />

Aparecían las firmas de todas las personas citadas en la nota anterior, excepto las tres<br />

enviadas por la Generalidad.<br />

79


de poderes, <strong>com</strong>o hacen algunos historiadores. Tampoco<br />

la prensa del momento destacó <strong>com</strong>o algo extraordinario<br />

la constitución del CCMA, ni la valoró en ningún momento<br />

<strong>com</strong>o un gobierno revolucionario, rival del gobierno de<br />

la Generalidad. La Generalidad, por su parte, llevaba una<br />

existencia fantasmal, ocupándose de las tareas secundarias<br />

que el CCMA le dejaba, limitada prácticamente su autoridad<br />

a la imprenta del Boletín Oficial.<br />

En Barcelona los <strong>com</strong>ités de defensa, transformados<br />

en <strong>com</strong>ités revolucionarios de barrio, en ausencia<br />

de consignas de cualquier organización y sin más<br />

coordinación que las iniciativas revolucionarias que cada<br />

momento demandaba, organizaron los hospitales, desbordados<br />

por la avalancha de heridos, organizaron <strong>com</strong>edores<br />

populares, requisaron coches, camiones, armamento, fábricas<br />

y edificios, registraron domicilios privados y realizaron<br />

detenciones de sospechosos, y crearon una red de<br />

Comités de abastos en cada barrio, que se coordinaron en<br />

un Comité de Abastos de la ciudad, en el que adquirió notable<br />

presencia el Sindicato de Alimentación. El contagio<br />

revolucionario afectaba a todos los sectores sociales y a<br />

todas las organizaciones, que se decantaban sinceramente<br />

a favor de la nueva situación revolucionaria. Esa era la<br />

única fuerza real del CCMA, que aparecía ante el pueblo<br />

en armas <strong>com</strong>o el organismo antifascista que debía dirigir<br />

la guerra e imponer el nuevo orden revolucionario.<br />

Ya hemos visto cómo el 21 de julio un Pleno de<br />

Locales y Comarcales había renunciado a la toma del poder,<br />

entendida <strong>com</strong>o una dictadura de los líderes anarquistas,<br />

y no <strong>com</strong>o imposición, coordinación y extensión del<br />

poder que los <strong>com</strong>ités revolucionarios ya ejercían en la calle.<br />

El 23 un pleno conjunto, y secreto, de los <strong>com</strong>ités superiores<br />

de la CNT y de la FAI cerró filas en cuanto a la<br />

80


decisión tomada de colaborar en el CCMA, y preparar el<br />

Pleno del día 26 para vencer la resistencia de la militancia.<br />

Ese mismo día García Oliver radiaba un discurso dirigido<br />

a los obreros de Zaragoza, para que salieran a la calle para<br />

hacerse matar por los fascistas 58 . En un bar, sito frente a la<br />

iglesia del Pino, se fundaba el Partido Socialista Unificado<br />

(PSUC), <strong>com</strong>o fusión de cuatro pequeñas agrupaciones<br />

socialistas y estalinistas.<br />

También hemos visto cómo el 24 habían partido<br />

las dos primeras columnas anarquistas, al mando de Durruti<br />

y Ortiz. Durruti hizo un discurso por radio en el que<br />

alertaba sobre la necesidad de estar vigilantes a una posible<br />

intentona contrarrevolucionaria. Había que congelar la<br />

situación revolucionaria en Barcelona, para “ir a por el<br />

todo” después de tomar Zaragoza.<br />

El 25 de julio se presentó Companys en la Escuela<br />

Náutica para recriminar a los miembros del CCMA su ineficacia<br />

en el control del orden público, ante la indiferencia<br />

de un García Oliver que le despidió amenazadoramente.<br />

El 26 de julio fue ratificada, por la mañana, en el<br />

Pleno Regional la colaboración definitiva de la CNT-<br />

FAI en el CCMA, acordada por los <strong>com</strong>ités superiores de<br />

la CNT-FAI en su debate del día 23 y en el anterior Pleno<br />

Regional reunido el día 21.<br />

El Pleno del día 26 confirmó por unanimidad que<br />

la CNT seguía manteniendo la misma posición, aprobada<br />

ya el 21 de julio, de participar en ese nuevo organismo de<br />

colaboración de clases llamado CCMA. Ese mismo pleno<br />

del día 26 creó una Comisión de Abastos, dependiente del<br />

CCMA, a la que debían someterse los distintos <strong>com</strong>ités de<br />

58<br />

García Oliver dijo exactamente en su discurso: “Militantes de la CNT y de la FAI, os<br />

tenéis que hacer matar”. En El eco , pág. 196.<br />

81


abastos surgidos por doquier 59 , y ordenaba al mismo tiempo<br />

un fin parcial de la huelga general. El resumen de los<br />

principales acuerdos alcanzados en este Pleno se editó en<br />

forma de Bando 60 , para su general conocimiento y acatamiento.<br />

El CCMA se reunió por la tarde-noche del día 26<br />

para crear un organigrama y estructurarse en diversos departamentos:<br />

Guerra, Milicias de Barcelona, Milicias <strong>com</strong>arcales,<br />

Comisión de Abastos, Propaganda, Autorizaciones<br />

y permisos, Patrullas de Control, Sanidad de Guerra,<br />

Transportes y Subsidios.<br />

García Oliver se encargó del departamento de Guerra.<br />

Abad de Santillán estaba al cuidado del abastecimiento<br />

de las milicias, ayudado por Miret y Pons. Aurelio Fernández<br />

fue nombrado jefe del Departamento de Investigación,<br />

o lo que es lo mismo, en el auténtico jefe de la policía<br />

revolucionaria, con el auxilio de José Asens y Tomás<br />

Fábregas (Acció Catalana), que dirigían las Patrullas de<br />

Control. Marcos Alcón (sustituto de Durruti) se encargó<br />

de la sección de Transportes, con el auxilio de Durán Rosell<br />

(sustituto de Antonio López Raimundo, fallecido en el<br />

frente de Huesca), de la UGT. Josep Miret (Unió Socialista,<br />

luego PSUC) y Joan Pons (ERC) fueron los responsables<br />

del departamento de Milicias Comarcales. Miravitlles<br />

(ERC) se encargó del departamento de Propaganda y Torrents<br />

(Unió de Rabassaires) de Abastos. Rafael Vidiella<br />

(sustituto de José del Barrio, delegado de la columna Carlos<br />

Marx) se incorporó al departamento de investigación,<br />

dirigido por Aurelio Fernández. Joan Pons Garlandí (ERC)<br />

fue nombrado responsable del departamento de Autoriza-<br />

59 En lugar de coordinar esos <strong>com</strong>ités de abastos, creados por los <strong>com</strong>ités revolucionarios<br />

desde abajo, se los suprimía para controlar desde el CCMA, desde arriba, su funcionamiento.<br />

60 Ese BANDO lo reproducimos en el Anexo documental.<br />

82


ciones y permisos (pasaportes). Artemi Aguadé (ERC) dirigía<br />

la Sanidad de Guerra. Josep Tarradellas se encargó<br />

del decisivo departamento de Economía e industrias de<br />

guerra. Como asesores militares fueron nombrados los<br />

hermanos Guarner, Díaz Sandino y Pérez Farrás. Lluís<br />

Prunés, consejero de Defensa de la Generalidad, dimitió<br />

pronto de su teórico y escasamente efectivo cargo (no reconocido)<br />

de presidente del CCMA.<br />

La preponderancia de García Oliver y sus choques<br />

con el gobierno de la Generalidad fueron constantes hasta<br />

la disolución del CCMA, aunque fueron disminuyendo en<br />

intensidad, importancia e interés a medida que pasaban las<br />

semanas, tanto por la pérdida de apoyo del Comité Regional<br />

a García Oliver, <strong>com</strong>o por la ineficacia del CCMA y la<br />

muy temprana decisión secreta de la CNT de disolverlo. El<br />

enfrentamiento más grave fue sin duda el veto de García<br />

Oliver al gobierno Casanovas, propuesto por Companys el<br />

31 de julio de 1936, en el que daba entrada a dos consejeros<br />

(ministros) del PSUC: Joan Comorera y Rafael Vidiella,<br />

y uno de Unió de Rabassaires: Josep Calvet. El ultimátum<br />

de García Oliver, que incluía la amenaza de suprimir<br />

la Generalidad, porque veía en el nuevo gobierno un ataque<br />

a la existencia del CCMA, terminó con la rectificación<br />

de Companys, que modificó el gobierno (ya sólo con republicanos)<br />

sólo unos días después de haber publicado el<br />

decreto de su constitución.<br />

La posición de los <strong>com</strong>ités superiores 61 de la CNT-<br />

FAI era incoherente, insostenible y contradictoria. Sus<br />

principios ideológicos les impedían entrar en el gobierno<br />

61 Comité Regional de la CNT, Comités Peninsular y Regional de la FAI, Comité regional<br />

de las Juventudes Libertarias, Federación Local de la CNT, Federación Local de<br />

Grupos Anarquistas, Comité de Investigación de la CNT-FAI, y todos los representantes<br />

de las federaciones <strong>com</strong>arcales y locales, y quienes ejercían cargos de responsabilidad<br />

en el CCMA (y más tarde en el gobierno).<br />

83


de la Generalidad, pero tampoco querían que ese gobierno<br />

amenazara al CCMA, sino que se mantuviera sumiso a un<br />

organismo que no era, ni quería ser, un gobierno revolucionario<br />

y alternativo al de la Generalidad. El CCMA ni<br />

gobernaba del todo, ni quería dejar gobernar del todo a los<br />

demás. Los dirigentes anarcosindicalistas querían congelar<br />

la situación revolucionaria existente. Si a esto se le<br />

llama dualidad de poderes es porque no se entiende que la<br />

dualidad <strong>com</strong>porta una lucha feroz y sin cuartel, entre dos<br />

polos opuestos, por destruir al poder rival 62 . En el caso de<br />

Cataluña era más adecuado hablar de una duplicidad y<br />

<strong>com</strong>plementariedad de poderes entre algunas consejerías<br />

del gobierno de la Generalidad y el CCMA, en ocasiones<br />

molesta, ineficaz e irritante para todos. La amenaza de<br />

García Oliver contra la formación del gobierno Casanovas<br />

no deseaba otra cosa que el mantenimiento de esa duplicidad.<br />

La participación anarcosindicalista en las tareas de<br />

gobierno a través del CCMA resultaba insatisfactoria. Pero<br />

nadie se atrevía a plantear aún, a una militancia libertaria<br />

armada, la entrada directa en el gobierno. Cuando la realidad<br />

choca con los principios, éstos suelen quebrar.<br />

Mientras tanto, el CCMA creó el Consejo de la Escuela<br />

Nueva Unificada (27-7-1936), la <strong>com</strong>isión de industrias<br />

de guerra (7-8-1936), las Patrullas de Control (11-8-<br />

1936) y el Consejo de Economía (11-8-1936). Se iba hacia<br />

una especialización exclusivamente militar del CCMA.<br />

En realidad se estaba produciendo un proceso de integración<br />

en la maquinaria gubernamental de todas las iniciativas<br />

revolucionarias. Todas estas <strong>com</strong>isiones mixtas<br />

62 No cabe más que recordar la fase que transcurrió entre la revolución de febrero y la<br />

de octubre en la Rusia de 1917. Sólo un profundo desconocimiento de lo que realmente<br />

sucedió en Cataluña ha llevado a algunos historiadores a efectuar una <strong>com</strong>paración histórica,<br />

desafortunada, entre el caso ruso y el catalán, que les permite hablar erróneamente<br />

de una dualidad de poderes entre el CCMA y la Generalidad.<br />

84


tenían un elevado grado de autonomía y de decisión, además<br />

de contar con una notable presencia obrera, incluso en<br />

la presidencia y dirección, pero siempre encuadradas orgánicamente<br />

en las distintas áreas del gobierno de la Generalidad,<br />

que iba adquiriendo prestigio, presencia y parcelas<br />

de poder, en permanente detrimento del CCMA y de<br />

los <strong>com</strong>ités revolucionarios. El caso más notable fue el de<br />

la <strong>com</strong>isión de industrias de guerra, en la que Tarradellas<br />

supo reunir un equipo de técnicos profesionales, <strong>com</strong>o el<br />

coronel Jiménez de la Beraza, el <strong>com</strong>andante de aviación<br />

Miguel Ramírez y el capitán de artillería Luís Arizón, que<br />

junto a obreros altamente cualificados, <strong>com</strong>o el metalúrgico<br />

Eugenio Vallejo 63 , pionero en las tareas de creación de<br />

una incipiente industria de guerra desde el 20 de julio, que<br />

aportaban la colaboración y entusiasmo de los distintos<br />

sindicatos y <strong>com</strong>ités, consiguieron levantar de la nada más<br />

absoluta una industria de guerra, que alcanzó una notable<br />

producción bélica en apenas unos meses.<br />

EL CONSEJO DE ECONOMÍA<br />

El Consejo de Economía tenía <strong>com</strong>o objetivo “estructurar<br />

y normalizar convenientemente la economía catalana”,<br />

tal y <strong>com</strong>o afirmaba el decreto de la Generalidad del<br />

11 de agosto de 1936, que aprobaba su creación. Era un<br />

órgano de colaboración de clases entre las distintas fuerzas<br />

antifascistas participantes en el CCMA, en una situación<br />

revolucionaria dominada por la hegemonía política y militar<br />

de la CNT, y tenía el objetivo de encauzar, controlar,<br />

63 Había recibido el 20 de julio el encargo por parte de Durruti de la creación de una<br />

industria de guerra. Vallejo inició una coordinación de los sindicatos, metalúrgico y de<br />

químicas, con la minería de Sallent, y la transformación de la producción industrial<br />

civil en una industria de producción bélica. La colaboración del cenetista Vallejo con<br />

Tarradellas se mostró eficaz a medio plazo, pero implicaba la sumisión de la vía revolucionaria<br />

inicial al gobierno de la Generalidad.<br />

85


legislar y anular, o minimizar, en lo posible la metódica<br />

expropiación de la burguesía, que estaba realizando el proletariado.<br />

Fue el punto de partida de la contrarrevolución<br />

para recuperar las funciones perdidas por el aparato estatal,<br />

convirtiendo primero las expropiaciones en colectivizaciones,<br />

que no eran más que una apropiación de las empresas<br />

por sus trabajadores, propias de una especie de “capitalismo<br />

sindical” 64 , para acabar estableciendo un rígido<br />

control de la economía catalana, planificada, centralizada<br />

y dirigida por la Generalidad. De este modo se dio una<br />

evolución paralela, de carácter legislativo, pero también<br />

de control efectivo de las empresas por la Generalidad,<br />

que desde el Plan de Transformación socialista (17-8-<br />

1936) finalizó con el Decreto de Colectivizaciones y Control<br />

Obrero (24-10-1936), que imponía a las empresas colectivizadas<br />

un interventor nombrado por el gobierno de la<br />

Generalidad. La explicación del Decreto de Colectivizaciones,<br />

y su exposición e imposición a la clase obrera se<br />

realizó en las Jornadas de la Nueva Economía del 5 y 6 de<br />

diciembre de 1936, y aunque se intentó presentar esas jornadas<br />

<strong>com</strong>o una especie de asamblea obrera con poder de<br />

decisión, nada más alejado de la realidad.<br />

La tan mitificada autogestión de las colectivizaciones<br />

no fue más allá de un capitalismo de gestión sindical<br />

y planificación estatal, contra el que los obreros industriales<br />

de Barcelona se enfrentaron en la primavera de<br />

1937, oponiendo la socialización.<br />

LAS PATRULLAS DE CONTROL<br />

Ya en las semanas anteriores al alzamiento militar<br />

el grupo Nosotros había organizado unas patrullas de re-<br />

64<br />

Que pagaban además impuestos a la CNT-FAI, que Comorera abolió en febrero de<br />

1937.<br />

86


quisa, que habían inspeccionado las iglesias para preparar<br />

su saqueo, con la finalidad de obtener dinero, metal y<br />

obras de arte con las que <strong>com</strong>prar armas en el extranjero 65 .<br />

Esas patrullas de requisa entraron en acción el<br />

mismo 19 de julio y tuvieron una actividad frenética durante<br />

las primeras semanas. La atomización del poder, el<br />

acuartelamiento de las fuerzas de orden público, la ausencia<br />

de control y de coordinación por parte del CCMA, hizo<br />

que Barcelona viviera una oleada de saqueos y terror, <strong>com</strong>o<br />

continuación natural de la lucha callejera contra el alzamiento<br />

militar. Se dio una especie de extensión de la<br />

guerra social en la que el clero, burguesía y derechistas<br />

eran un enemigo a perseguir y abatir por patrullas de hombres<br />

armados, no sometidos a ninguna autoridad, que se<br />

defendían de un paqueo que duró toda una semana. El 28<br />

de julio la CNT-FAI publicó un serio aviso de que se fusilaría<br />

a todos los perturbadores del orden que se tomaran la<br />

justicia por su mano. Y de hecho se fusiló a algunos destacados<br />

militantes 66 , además de diversos delincuentes y<br />

oportunistas. Para atajar este desorden social el CCMA<br />

creó el 11 de agosto las Patrullas de Control, concebidas<br />

<strong>com</strong>o una policía revolucionaria.<br />

Las Patrullas de Control tuvieron una vida más larga<br />

que el Comité Central, ya que no fueron disueltas hasta<br />

primeros de junio de 1937, algo después de los sucesos<br />

conocidos <strong>com</strong>o “Los Hechos de Mayo” de 1937.<br />

Estaban constituidas por once secciones, distribuidas<br />

por todos los barrios de Barcelona. Totalizaban, en sus<br />

inicios, setecientos hombres, más once responsables, uno<br />

por cada sección. Vestían un uniforme, <strong>com</strong>puesto por cazadora<br />

de cuero con cremallera, pantalones de pana, gorra<br />

65<br />

MIR, Miquel: Entre el roig i el negre. Edions 62, Barcelona, 2006.<br />

66<br />

Véase Peirats, p. 175.<br />

87


miliciana y pañuelo rojinegro, llevaban una credencial<br />

identificativa, e iban armados. Algunos de ellos procedían<br />

de las patrullas de requisa y otros de los <strong>com</strong>ités de defensa,<br />

aunque muchos de éstos se mostraron reacios a ejercer<br />

de “policías” por cuestiones ideológicas, dando entrada a<br />

nuevos elementos inseguros. Por otra parte, sólo la mitad<br />

aproximada de los patrulleros tenía carné de la CNT, o<br />

eran de la FAI; la otra mitad estaba afiliada al resto de organizaciones<br />

<strong>com</strong>ponentes del CCMA: POUM, ERC y<br />

PSUC, fundamentalmente.<br />

Las Patrullas de Control dependían del Comité de<br />

Investigación del CCMA, dirigido por Aurelio Fernández<br />

(FAI) y Salvador González (PSUC), que sustituyó a Vidiella.<br />

Su sección Central estaba en el número 617 de la Gran<br />

Vía, donde estaban los dos delegados de Patrullas, esto es,<br />

José Asens (FAI) y Tomás Fábregas (Acció Catalana). La<br />

nómina de los patrulleros, de diez pesetas diarias, era abonada<br />

por el gobierno de la Generalidad. Aunque en todas<br />

las secciones se hacían detenciones, y algunos detenidos<br />

eran interrogados en la antigua Casa Cambó, la prisión<br />

central estaba en el antiguo convento de monjas clarisas de<br />

San Elías. El jefe de la prisión se llamaba Silvio Torrents<br />

“Arias” (FAI), delegado de la patrulla central. En San Elías<br />

se había constituido un tribunal, creado por las mismas<br />

Patrullas de Control, sin el consentimiento formal de ninguna<br />

organización, que tenía la misión de juzgar a los detenidos<br />

de forma rápida. Este tribunal estaba formado por<br />

los patrulleros Riera, hermanos Arias, Aubí y Bonet, de la<br />

FAI; África de las Heras y Salvador González, por el<br />

PSUC; Coll de ERC y Barceló del POUM. El funcionamiento<br />

de este tribunal era absolutamente autónomo e independiente<br />

del CCMA, cualquier organización o la Generalidad.<br />

Estaba dirigido por Aurelio Fernández, Manuel<br />

88


Escorza, Vicente Gil (“Portela”), Dionisio Eroles y José<br />

Asens. Los detenidos eran interrogados someramente, sin<br />

garantías judiciales de ningún tipo.<br />

Las Patrullas de Control contaban, en el momento<br />

de su creación, con las siguientes secciones: primera, o<br />

Casco Viejo, en la calle Ancha 31, delegado Miguel Lastre.<br />

Segunda, en el cruce de Aragón-Muntaner (Aragón<br />

182). Tercera, abarcaba la Barceloneta y la Estación del<br />

Norte. Cuarta, <strong>com</strong>prendía los barrios obreros de Poble<br />

Sec y Can Tunis. Quinta, de los barrios obreros de Sants y<br />

Hostafrancs, en el Orfeó de Sants, en la calle Galileo; su<br />

delegado era “Mario” (FAI). Sexta: los barrios de clase alta<br />

de Bonanova y Pedralbes, en la calle Muntaner. Séptima:<br />

Gracia y San Gervasio, en la calle Balmes. Octava: en<br />

el barrio obrero de El Clot; el delegado era Oliver (FAI).<br />

Novena: en el barrio obrero de San Andrés y su delegado<br />

se llamaba Pérez (FAI). Décima: en Horta. Undécima: en<br />

el Ateneo Colón, en la calle Pedro IV, número 166, en el<br />

barrio obrero de Pueblo Nuevo. El delegado era Antonio<br />

López (FAI). Compartían su sede con las Patrullas de San<br />

Adrián. Los patrulleros no tenían más limitaciones, claramente<br />

expresadas, que el respeto de la masonería y de los<br />

consulados 67 .<br />

Aurelio Fernández tenía el control efectivo de las<br />

fronteras. Rivalizaba con Pons (ERC) en la concesión y<br />

control de pasaportes y permisos. Aurelio había delegado<br />

en Vicente Gil (“Portela”) el control de puertos y aeródromos.<br />

Aurelio Fernández trabajaba estrechamente relacionado<br />

con Manuel Escorza, el auténtico cerebro que dirigía,<br />

coordinaba e informaba al resto de cargos “policia-<br />

67<br />

Entrevista a Miquel Mir en Quadern, suplemento en catalán de El País (27 julio<br />

2006).<br />

89


les” cenetistas: José Asens, delegado de Patrullas de Control<br />

y Dionisio Eroles, secretario del Consejo de Obreros y<br />

Soldados, organismo creado para depurar a los militares y<br />

las fuerzas policiales de dudosa fidelidad.<br />

Manuel Escorza del Val era el responsable de los<br />

Servicios de Investigación e Información de la CNT-FAI,<br />

organismo que no dependía del CCMA, sino de los <strong>com</strong>ités<br />

regionales de la CNT y de la FAI, esto es, era un organismo<br />

libertario que, en línea con la propuesta de Escorza<br />

en el Pleno del 21 de julio, pretendía crear una fuerza armada<br />

autónoma e independiente, capaz algún día de “dar<br />

la patada” al gobierno de la Generalidad. La patrulla central<br />

de investigación, que estaba a sus órdenes, hizo de San<br />

Elías, que ya era la prisión central, <strong>com</strong>ún a todas las Patrullas<br />

de Control, una fortaleza, un centro de poder, un<br />

cuartel general y la sede del tribunal de las Patrullas.<br />

Este Servicio de Investigación de la CNT-FAI,<br />

ejercía labores de información y espionaje, incluso en<br />

Francia, donde Minué, cuñado de Escorza, constituyó una<br />

eficiente red de información.<br />

Manuel Escorza del Val, instalado en el ático de la<br />

antigua Casa Cambó, se había incautado de los archivos de<br />

Fomento del Trabajo y de la Lliga, que le proporcionaron<br />

muchos nombres, datos, relaciones y direcciones, con los<br />

que hizo una eficiente labor de represión de derechistas,<br />

del clero y de individuos desafectos al “nuevo orden revolucionario”.<br />

Fue Escorza, por ejemplo, quien desveló el<br />

escándalo y la trama de la conspiración de Casanovas<br />

contra Companys, en noviembre de 1936.<br />

Salvador González estableció en el Hotel Colón y<br />

el Círculo Ecuestre una prisión y una red represiva del<br />

PSUC, similar a la de Escorza, con la ayuda de Olaso, Rodríguez<br />

Sala, Africa de las Heras y Sala. Soler Arumí, de<br />

90


ERC, hizo lo propio en el Centro Federal del Paseo de<br />

Gracia.<br />

Estos organismos represivos no mantenían ninguna<br />

relación, ni subordinación, con la Generalidad o el<br />

CCMA, ni siquiera con sus propias organizaciones. Esta<br />

autonomía de las fuerzas represivas, que les permitía actuar<br />

con total independencia, sin tener que dar justificaciones<br />

a nadie, degeneró, tanto por parte de los cenetistas<br />

<strong>com</strong>o del PSUC, POUM y ERC, en abusos y arbitrariedades<br />

innecesarias e injustificables. Los “paseos” de curas,<br />

burgueses y derechistas se hicieron habituales, sobre todo<br />

en la carretera de la Arrabassada, el Morrot, Can Tunis,<br />

Somorrostro, Vallvidriera o Tibidabo; y más tarde en el<br />

cementerio de Moncada. La petición y obtención de dinero,<br />

oro o joyas a cambio de dejar en libertad a personas detenidas<br />

68 por ser miembros del clero, o derechistas, era absolutamente<br />

odiosa, reprobable y corrupta. Debe diferenciarse<br />

la labor policíaca y represiva contra el “nuevo orden<br />

revolucionario”, propia de cualquier régimen, de la corrupción<br />

que supuso actuar en beneficio propio de los patrulleros<br />

y sus dirigentes, que se acentuó a medida que se<br />

afianzaba una perspectiva de derrota de los republicanos<br />

en la guerra.<br />

Durante sus dos primeros meses de existencia las<br />

Patrullas generaron un clima de alarma social, e inseguridad,<br />

por su arbitrariedad y multiplicidad, ya que existían<br />

las patrullas del CCMA, las de cada organización y las<br />

propias de cada barrio (o localidad), fábrica o barricada.<br />

Con posterioridad, la lucha intestina entre los antifascistas,<br />

esto es, del PSUC y ERC contra la CNT, atribuyó la ex-<br />

68 El obispo Irurita fue liberado por altos responsables de San Elías a cambio de joyas.<br />

Cuando los patrulleros conocieron días después la identidad del liberado se disgustaron<br />

profundamente. Véase Quadern, suplemento en catalán de El País (27 julio 2006).<br />

91


clusiva de la represión de los primeros meses sólo a los<br />

anarquistas, olvidando la ejercida por ERC y el PSUC, que<br />

después de mayo instauraron en Barcelona el omnipresente<br />

terror del Servicio de Investigación Militar (SIM) 69 .<br />

Las Patrullas de Control fueron el intento fallido<br />

del CCMA de canalizar el desorden público dominante.<br />

No sólo se constituyeron <strong>com</strong>o una indeseable policía política<br />

del CCMA, sino que además actuaron paralelamente<br />

a las patrullas de la policía política de cada organización;<br />

y en <strong>com</strong>petencia con las patrullas armadas de los<br />

milicianos de los <strong>com</strong>ités de defensa, que no estaban sometidos<br />

a más autoridad que la del propio <strong>com</strong>ité de barrio,<br />

local o de fábrica, que seguían controlando meses<br />

después de Julio las barricadas, y que por su cuenta y riesgo<br />

también efectuaban requisas, incautaciones y “paseos”,<br />

que les permitían autofinanciarse e incluso <strong>com</strong>prar armas<br />

al extranjero 70 . Eran milicianos o patrulleros autónomos,<br />

de todas las organizaciones o de ninguna, que no estaban<br />

encuadrados en las Patrullas de Control del CCMA, y que<br />

podían llevar, o no, los detenidos o lo incautado a San Elías,<br />

aunque a menudo aplicaban la justicia directamente a<br />

su modo y entender. En estas condiciones, nadie podía diferenciar<br />

claramente, ni mucho menos controlar, o dirigir,<br />

los límites entre el necesario terror de clase, ese ambiguo<br />

“nuevo orden revolucionario” del CCMA, o la mera delincuencia,<br />

con el consiguiente descrédito para quienes<br />

deseaban impulsar las “conquistas revolucionarias” y ex-<br />

69 Véase GUILLAMÓN, Agustín: “La NKVD y el SIM en Barcelona. Algunos informes<br />

de Gerö sobre la Guerra de España". Balance núm. 22 (noviembre 2001).<br />

70 “sería conveniente que nos proporcionáramos armamento, pequeño pero bueno, que<br />

para la defensa de la revolución es el más necesario. El Comité de defensa se queja de la<br />

tardanza de llegar el material a Barcelona y expone: Que hay muchos grupos de barriada,<br />

que independientemente, se proporcionan todo lo que necesitan del extranjero, más<br />

barato y más rápido”. En “Reunión de <strong>com</strong>ités, celebrada el día 6 de octubre de 1936”.<br />

92


tender la guerra social. De nuevo nos encontramos ante<br />

una atomización del poder, imperante en el verano de<br />

1936: patrullas del CCMA; patrullas de la CNT-FAI, del<br />

POUM, del PSUC y de ERC; patrullas de cada <strong>com</strong>ité de<br />

defensa, de cada localidad, de cada fábrica, de cada barrio,<br />

y hasta de cada barricada; todas autónomas y autofinanciadas,<br />

actuando de forma paralela, sin tener que responder<br />

ante ninguna autoridad central o ajena a ellas mismas.<br />

EL FRACASO MILITAR DEL CCMA Y SU LUCHA<br />

CONTRA LOS COMITÉS<br />

Con la formación de todas estas <strong>com</strong>isiones y Consejos<br />

(de Economía, de Abastos) el CCMA se transformaba<br />

progresivamente en un organismo especializado exclusivamente<br />

en <strong>com</strong>petencias de Defensa y Orden público,<br />

que le alejaban cada vez más de cualquier pretensión<br />

de constituir un gobierno revolucionario capaz de sustituir<br />

al gobierno de la Generalidad. Sin embargo, esa negativa<br />

a convertirse en un gobierno revolucionario conducía<br />

irremediablemente al fracaso en la pretensión de hacer<br />

del CCMA un organismo de dirección y centralización de<br />

la guerra contra el fascismo, por la incapacidad política de<br />

este organismo para convertirse en el único organizador y<br />

dirigente del nuevo ejército. Las improvisadas milicias se<br />

constituyeron sin un órgano de dirección único. En lugar<br />

de levantar un ejército proletario único, las columnas<br />

milicianas se formaron en torno a los distintos partidos<br />

y sindicatos, <strong>com</strong>o ejércitos propios de cada organización,<br />

con los consiguientes problemas de coordinación,<br />

homogeneización y centralización. Esta estructura fue<br />

fácilmente utilizada pocos meses después por los estalinistas<br />

y el gobierno de la Generalidad para afianzar el avance<br />

contrarrevolucionario. Pero si los dirigentes cenetistas<br />

93


habían renunciado a una dictadura anarquista, ¿cómo iban<br />

a imponer un ejército anarquista? Por otra parte la ausencia<br />

de teoría revolucionaria, de programa y de perspectivas<br />

condujeron a los líderes anarquistas, desbordados por las<br />

iniciativas revolucionarias de los <strong>com</strong>ités de base, a una<br />

constante improvisación, que unida a una visión optimista<br />

de que la guerra iba a durar sólo unas semanas, impidió a<br />

los <strong>com</strong>ités superiores de la CNT valorar el alcance futuro<br />

de sus erróneas decisiones. El CCMA renunciaba así también<br />

a su principal objetivo al constituirse: crear las milicias<br />

obreras de voluntarios, abastecerlas y dirigir la guerra.<br />

La crónica falta de armamento y municiones que se repartían,<br />

no en los frentes y columnas donde se necesitaban,<br />

sino allí donde los dirigentes de los partidos decidían, según<br />

sus afinidades ideológicas, fue utilizada para desprestigiar<br />

a las milicias rivales, en beneficio de las propias. La<br />

consigna de “ir a por el todo después de tomar Zaragoza”<br />

se volvía contra sus promotores, puesto que si no se tomaba<br />

Zaragoza no habría intentona golpista de los anarquistas,<br />

esto es, no debía darse armas a las milicias anarquistas.<br />

La incapacidad para imponer un mando único en las<br />

milicias ocasionó graves deficiencias en su organización y<br />

funcionamiento, puesto que no existía una mínima coordinación<br />

y planificación de las operaciones militares entre<br />

las distintas milicias del mismo frente.<br />

El CCMA fracasó pues también en el campo militar.<br />

La única función que cumplió adecuadamente, y que<br />

era la deseada explícitamente por todos sus <strong>com</strong>ponentes,<br />

a excepción del POUM y los anarquistas, fue la<br />

de salvaguarda y fortalecimiento del gobierno de la Generalidad,<br />

y que en todo caso fue su principal objetivo<br />

desde primeros de septiembre, cuando el CCMA aprobó<br />

su propia disolución. Los constantes errores del CCMA<br />

94


fueron una ocasión que tanto Generalidad, <strong>com</strong>o estalinistas<br />

y ERC, supieron aprovechar a fondo. El 24 de octubre<br />

el Decreto de militarización de las milicias ponía las bases<br />

del ejército burgués de la República. A los milicianos sólo<br />

les quedaba resistir una militarización inevitable, que en<br />

marzo de 1937 era ya una realidad.<br />

Mientras tanto, la situación revolucionaria en la calle<br />

era indiferente a las consignas de colaboración impuestas<br />

por los dirigentes anarcosindicalistas. El poder<br />

atomizado de los distintos Comités Locales se extendió<br />

por toda Cataluña, con distintos grados de poder y autonomía,<br />

que alcanzaban en algunos lugares un nivel de ruptura<br />

absoluta con la legalidad republicana y el equilibrio<br />

existente, en Barcelona, entre la Generalidad y el CCMA.<br />

Así en Lérida la CNT, el POUM y la UGT se habían<br />

hecho con el gobierno de la ciudad y habían constituido un<br />

Comité Popular, que excluía a las fuerzas republicanas con<br />

la intención de constituir un poder basado sólo en las organizaciones<br />

obreras. Tanto Josep Rodés (POUM), que<br />

ocupaba el cargo de <strong>com</strong>isario público, <strong>com</strong>o Joaquín Vila<br />

(UGT), que ejercía el de delegado de la Generalidad,<br />

usurpaban esos cargos en beneficio del Comité Popular de<br />

Lérida, al que se sumaba el ejercido por Francisco Tomás<br />

(FAI) en el nuevo Comité de Información Popular. Esos<br />

<strong>com</strong>ités revolucionarios locales se habían constituido en<br />

auténticos estados-ciudad, o <strong>com</strong>ités-gobierno 71 , estableciendo<br />

multas y tributos, enrolando milicianos para el<br />

frente, formando patrullas de control para imponer su autoridad,<br />

realizando obras públicas financiadas con impuestos<br />

revolucionarios para resolver el paro masivo, imponiendo<br />

un nuevo modelo educativo racionalista, incautando<br />

alimentos, etcétera. Los ayuntamientos habían sido sus-<br />

71 La expresión es utilizada por Munis en Jalones de derrota, promesa de victoria.<br />

95


tituidos por esos <strong>com</strong>ités locales, arrebatando a la Generalidad<br />

la menor influencia. En toda Cataluña, sin consigna<br />

alguna por parte de la CNT, se procedió a una metódica<br />

expropiación de las fábricas y propiedades de la burguesía,<br />

las iglesias y conventos, al tiempo que el CCMA hacía en<br />

Barcelona un reparto entre las distintas organizaciones de<br />

los cuarteles, imprentas, diarios y algunos edificios y hoteles.<br />

Las consignas del CCMA eran acatadas por los<br />

<strong>com</strong>ités si no eran contrarias a los intereses revolucionarios,<br />

pero encontraban enormes resistencias cuando<br />

se consideraba que eran fruto del <strong>com</strong>promiso con la<br />

burguesía y el gobierno de la Generalidad. Al mismo<br />

tiempo el CCMA tenía que contar con esos <strong>com</strong>ités locales<br />

si quería que se hicieran realidad sus mandatos. El conflicto<br />

interno de los dirigentes de la CNT-FAI, entre los<br />

partidarios y los contrarios a la colaboración, se extendía a<br />

las problemáticas relaciones entre el Comité Central y los<br />

organismos revolucionarios locales. El gobierno de la Generalidad<br />

se limitaba a legalizar la realidad social y económica<br />

de las colectivizaciones y “conquistas revolucionarias”,<br />

<strong>com</strong>o único medio de ir adquiriendo un prestigio y<br />

aceptación del que carecía. El CCMA apenas podía gobernar,<br />

ni disponer nada, fuera de la ciudad de Barcelona, sin<br />

la aceptación y colaboración de los <strong>com</strong>ités locales o los<br />

sindicatos. La debilidad de éstos radicaba en la imposibilidad<br />

de consolidarse <strong>com</strong>o un auténtico poder alternativo,<br />

a escala de toda Cataluña, sin el apoyo coordinador<br />

y centralizador de una organización obrera, y mucho<br />

menos en contra de todas las organizaciones existentes.<br />

CCMA y Generalidad coincidieron en su política<br />

de reafirmación de los antiguos ayuntamientos frente<br />

a los <strong>com</strong>ités revolucionarios locales, que fue desarrollada<br />

con gran efectividad por el departamento de Milicias<br />

96


Comarcales, dirigido por Josep Miret y Joan Pons. Este<br />

departamento sustrajo a los <strong>com</strong>ités locales el reclutamiento<br />

y organización de los milicianos, que habían ejercido<br />

espontáneamente durante las primeras semanas, atribuyéndola<br />

a las <strong>com</strong>isiones <strong>com</strong>arcales, basadas en la nueva<br />

división territorial de Cataluña. Esta estructura <strong>com</strong>arcal<br />

facilitaba la sumisión de los distintos <strong>com</strong>ités locales, que<br />

debían enviar una delegación, alejada de la presión revolucionaria<br />

local.<br />

Así pues, el CCMA no sólo no fue un gobierno revolucionario<br />

que coordinara los <strong>com</strong>ités locales, sino que<br />

vio en éstos una merma de su autoridad. Y los líderes<br />

anarquistas no sólo apoyaron el fortalecimiento de la Generalidad,<br />

sino que además se felicitaban del debilitamiento<br />

de los <strong>com</strong>ités locales. Por esto dejaron hacer a Miret<br />

del PSUC y a Pons de ERC. Era otro grave error de los dirigentes<br />

cenetistas, porque el debilitamiento de los <strong>com</strong>ités<br />

locales segaba la base real que sustentaba el poder de la<br />

CNT fuera de la ciudad de Barcelona.<br />

En Barcelona, los <strong>com</strong>ités de defensa, en los que se<br />

enraizaba el poder real del CCMA, se instalaron en casi<br />

todos los barrios y en algunos edificios incautados, entre<br />

los que destacaban el Hotel número 1 de la Plaza de España,<br />

los Escolapios de la Ronda de San Pablo, estación de<br />

Francia, estación del Norte, y <strong>com</strong>ités de defensa de la<br />

Barceloneta, Pueblo Nuevo, San Andrés y avenida Gaudí,<br />

entre otros.<br />

LAS ACTAS DEL CCMA Y EL DEBATE SOBRE SU<br />

DISOLUCIÓN<br />

Según cuenta Joan Pons Garlandí, en sus memorias,<br />

pueden diferenciarse dos etapas en el CCMA, que coinciden<br />

con su sede en la Escuela de Náutica, junto a Go-<br />

97


ernación, en Plaza Palacio, y su traslado 72 a finales de julio<br />

al edificio de Capitanía en el paseo Colón. Durante la<br />

primera fase no se levantaron actas, o no han sido localizadas<br />

hasta el día de hoy. En la segunda, Miravitlles se<br />

encargó de redactarlas, hasta que se nombró un secretario<br />

de actas. Nos han llegado in<strong>com</strong>pletas 73 .<br />

Las reuniones nocturnas del CCMA solían celebrarse<br />

cada dos días, muy tarde, para que pudieran asistir<br />

la mayoría de miembros, que desempeñaban distintos cargos<br />

que les absorbían la jornada. Solían ser un tanto caóticas<br />

y desorganizadas. Se resolvían los problemas sobre la<br />

marcha, improvisando. Algunos miembros, <strong>com</strong>o García<br />

Oliver, Rovira y Vidiella, exhibieron al principio sus dotes<br />

oratorias, con larguísimos, vacuos y aburridos discursos<br />

que no interesaban a nadie, por lo que ni siquiera se levantaba<br />

acta. Todos iban fuertemente armados y hacían ostentación<br />

de sus enormes pistolones. Las amenazas de Durruti<br />

a Miravitlles, recordándole su autoría de un artículo en el<br />

que hacía una equivalencia entre faístas y fascistas, o el<br />

desplante de García Oliver a Companys, crearon en las<br />

primeras reuniones cierto clima de tensión, que desapareció<br />

definitivamente con el traslado al edificio de Capitanía.<br />

Con cierta frecuencia asistían personas ajenas al<br />

CCMA, <strong>com</strong>o técnicos, informadores o asesores. Los<br />

acuerdos solían alcanzarse por unanimidad. Las discrepancias<br />

fueron recogidas en las actas, hasta que en la reunión<br />

del 6 de septiembre se decidió dar sólo cuenta del<br />

acuerdo final.<br />

72<br />

Véase BALIUS, Jaime: “En el nuevo local del CCMA”. Solidaridad Obrera (23<br />

agosto 1936).<br />

73<br />

He podido consultar las siguientes Actas del CCMA: 3 y 31 de agosto de 1936; 2, 3 ,<br />

4, 6, 8, 10, 12, 14, 16, 18, 19, 20, 21, 23 y 25 de septiembre de 1936.<br />

98


Desde finales de julio de 1936, David Antona, secretario<br />

interino del Comité Nacional de la CNT, en Madrid,<br />

había recibido ofertas del gobierno Giral para colaborar<br />

con el gobierno republicano y el resto de fuerzas antifascistas,<br />

que fueron discutidas en el Pleno Nacional de<br />

Regionales, reunido en Madrid el 28 de julio 74 . En esa<br />

reunión los representantes de la regional catalana volvieron<br />

a enzarzarse en un debate a favor o en contra de tomar<br />

el poder. Rechazada la opción de implantar el <strong>com</strong>unismo<br />

libertario, con el argumento de que la CNT era minoritaria<br />

fuera de Cataluña, el debate se centró en cómo y desde<br />

dónde debía hacerse la colaboración de la CNT con las<br />

instancias gubernamentales.<br />

Durante todo el mes de agosto “los notables” anarquistas<br />

divagaron sobre el dilema de acabar con el<br />

CCMA, sin entrar en el gobierno de la Generalidad, o conservarlo.<br />

Existían dos modalidades básicas: la primera<br />

consistía en crear <strong>com</strong>isiones técnicas en las distintas consejerías<br />

(ministerios de la Generalidad) <strong>com</strong>o fórmula para<br />

controlar sin participar en el gobierno: era el ejemplo<br />

de la <strong>com</strong>isión de industrias de guerra o el Consejo de<br />

Economía 75 ; la segunda era hacerlo desde los organismos<br />

revolucionarios, apoyando formalmente los poderes legales,<br />

pero sosteniendo un poder revolucionario que diera<br />

una posición real de fuerza: era el ejemplo de las Patrullas<br />

de Control, los <strong>com</strong>ités de defensa y el <strong>com</strong>ité de investigación<br />

del CCMA, coordinados y dirigidos por Manuel<br />

Escorza desde el Comité de Información e Investigación<br />

de la CNT-FAI, que dependía exclusivamente del<br />

74<br />

“Informe de la delegación de la CNT al Congreso Extraordinario de la AIT y resolución<br />

del mismo”. Diciembre 1937, p . 96.<br />

75<br />

Sobre el Consejo de Economía puede consultarse el libro de C<strong>EN</strong>DRA, Ignasi: El<br />

Consell d´Economia de Catalunya (1936-1939). Publicacions Abadia Montserrat, 2006.<br />

99


Comité Regional de la CNT y del Comité Peninsular de la<br />

FAI.<br />

El 3 de agosto 76 en un acta firmada por Jaime Miravitlles,<br />

<strong>com</strong>o secretario del CCMA, se tomaron diversos<br />

acuerdos se carácter menor, <strong>com</strong>o la incautación de las fábricas<br />

Elizalde y Anet; la formación de un parque de municiones<br />

en Lérida, con sucursales en Caspe y Monzón; la<br />

felicitación a la columna Durruti “por su disciplina y sentido<br />

de la organización”; la aprobación de informar por escrito<br />

a la Federación Local de Sindicatos de todas las decisiones<br />

de carácter general tomadas por el CCMA; el envío<br />

de un delegado para controlar la fabricación de bombas en<br />

Reus; la selección de oficiales leales de una lista presentada<br />

por la UMRE; el nombramiento de Jiménez de la Beraza<br />

y los hermanos Guarner <strong>com</strong>o elementos técnicos del<br />

Estado Mayor de las Milicias; etcétera.<br />

Ya el 17 de agosto durante la celebración de un<br />

Pleno de Locales y Comarcales de la CNT se tomó la decisión<br />

de disolver el CCMA, aunque sin hacerlo público<br />

todavía a la militancia confederal 77 . La explicación que se<br />

daba de las resoluciones adoptadas en este Pleno, en el Informe<br />

de la delegación de la CNT al Congreso Extraordinario<br />

de AIT, no ofrecía dudas: “Se consideró que para<br />

evitar la duplicidad de poderes que constituía el CCMA y<br />

el Gobierno de la Generalidad, debía desaparecer aquél y<br />

constituirse el Consejo de la Generalidad de Cataluña,<br />

desarrollando unas más positivas actividades sin la cortapisa<br />

del choque de poderes y para que terminara el pretexto<br />

de las democracias de no ayudarnos “porque mandaban<br />

76 Govern de la Generalitat de Catalunya. Comité de Milícies Antifeixistes : “Acords<br />

presos en la reunió del CC de les MA en el dia 3 d´agost del 1936”.<br />

77 POZO, op.cit., p. 236.<br />

100


los anarquistas”.” 78 Se trataba de sustituir, en breve, al<br />

CCMA por un sistema de <strong>com</strong>isiones técnicas, adjuntas a<br />

las consejerías, y de limitar las <strong>com</strong>petencias del CCMA a<br />

las cuestiones militares. Este acuerdo fue ratificado el 21<br />

de agosto en un Pleno regional de grupos anarquistas 79 .<br />

Por fin, a finales de agosto, se celebró un Pleno<br />

secreto del Movimiento Libertario de Cataluña. García<br />

Oliver, cansado de que se eternizaran las discusiones, gritó<br />

a los asistentes “O bien colaboramos, o bien imponemos la<br />

dictadura: ¡escoger!” 80 . El Pleno debía decidir sobre la invitación,<br />

surgida de las numerosas conversaciones entre<br />

Companys y Marianet, de que la CNT participara en el<br />

“Consejo” de la Generalidad. El Pleno finalmente decidió<br />

la entrada de la CNT-FAI en el gobierno de la Generalidad<br />

81 .<br />

El 31 de agosto 82 a las 23,30 horas se reunió un<br />

plenario del CCMA al que asistieron la mayoría de miembros<br />

y delegados. García Matas informó de la situación de<br />

las fuerzas republicanas en Mallorca. Avisó que el enemigo<br />

dispondría en breve de seis aparatos más de caza, que<br />

amenazaban no sólo a las Baleares, sino también a Barcelona<br />

y Valencia. Creía que el enemigo preparaba una fuerte<br />

ofensiva en Mallorca. Jiménez de la Beraza, reforzado<br />

luego por Marcos Alcón, insistieron en la necesidad de ultimar<br />

el asalto a Huesca para dedicar el escaso material de<br />

guerra disponible a las operaciones de Mallorca. Vidiella<br />

78<br />

“Informe de la delegación de la CNT …” p. 97.<br />

79<br />

POZO, op. cit, p. 237.<br />

80<br />

LOR<strong>EN</strong>ZO, César M. [César Martínez era hijo de Horacio Martínez Prieto]: Los<br />

anarquistas españoles y el poder. Ruedo Ibérico, París, 1969, p. 98.<br />

81<br />

LOR<strong>EN</strong>ZO, César M., op. cit., pp. 99-100.<br />

82<br />

Comité Central de les Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del<br />

dia 31 d´agost del 1936”.<br />

101


señaló la importancia internacional de la campaña de Mallorca.<br />

En el siguiente plenario del CCMA, reunido el 2<br />

de septiembre 83 , Aguadé informó sobre lo ocurrido con el<br />

barco-hospital “Marqués de Comillas”, ampliando la información<br />

que se tenía en la reunión anterior, sobre su<br />

avería por bombardeo. Miret propuso, y así se acordó, que<br />

se ordenara al capitán Bayo que sacara al Estado Mayor y<br />

todo el material de guerra del citado barco, y que permaneciera<br />

sólo <strong>com</strong>o hospital.<br />

Miret informó sobre los acontecimientos de Lérida<br />

referentes a la sustracción de víveres, armas y municiones.<br />

Se abrió una amplia y enconada discusión en la<br />

que intervinieron Aurelio Fernández, Gironella (POUM),<br />

Abad de Santillán, Artemi Aguadé, Marcos Alcón, Torrents,<br />

Fábregas, Vidiella, Asens y otros. Se llegó a la conclusión<br />

que la sustracción era debida a deficiencias de todos,<br />

tanto de Lérida <strong>com</strong>o de Barcelona, y que las irregularidades<br />

denunciadas ya habían desaparecido con las<br />

nuevas medidas tomadas por las Comisiones de Guerra,<br />

Abastos y Sanidad. Se anunció que ya se había recuperado<br />

una parte de las armas sustraídas. Y se acordó que la Comisión<br />

de Guerra, ampliada con representantes de todas<br />

las organizaciones que forman el CCMA, a<strong>com</strong>pañada de<br />

un fuerte contingente de milicianos armados, recorrería los<br />

pueblos de toda Cataluña para recoger todas las armas y<br />

municiones que encontraran. En cuanto a la <strong>com</strong>posición<br />

del Comité de Milicias de la ciudad de Lérida 84 se acordó<br />

requerirles para que diesen entrada a representantes de<br />

ERC. A sugerencia de los <strong>com</strong>pañeros de Lérida, el<br />

83<br />

Comité Central de les Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del<br />

dia 3 de setembre del 1936”.<br />

84<br />

Que estaba formada sólo por representantes obreros del POUM, UGT y la CNT-FAI.<br />

102


CCMA acordó que la Comisión de Guerra se trasladara a<br />

aquella ciudad, estratégica para el frente de Aragón, con el<br />

propósito de resolver los graves problemas que la acuciaban,<br />

referentes al envío de tropas, armas y resto de material.<br />

José Asens propuso, y obtuvo, la desaparición de<br />

todos los sellos especiales de Milicias, y secciones del<br />

Comité Central, para evitar abusos, y que sólo existiera un<br />

sello único del CCMA.<br />

Marcos Alcón informó de los problemas que suponía<br />

para la Comisión de Transportes la necesidad de requisar<br />

constantemente autos y camiones, exponiendo los abusos<br />

de las distintas organizaciones y corporaciones públicas,<br />

que disponían de coches en número excesivo. Se<br />

acordó conceder plenos poderes a la Comisión de Transportes<br />

para requisar todos los coches particulares de Barcelona<br />

y los camiones que necesitase, así <strong>com</strong>o a retirar<br />

los coches que las organizaciones, entidades y corporaciones<br />

públicas utilizaran en exceso.<br />

Asens informó del insuficiente número de patrulleros<br />

que existían para atender el volumen de servicios que<br />

se le demandaban. Entendía que todas las guardias de las<br />

Milicias, incluidas las de Capitanía, las habían de prestar<br />

las Patrullas de Control, que además tenían que actuar<br />

conjuntamente con las de Investigación. Aguadé entendía<br />

que era necesario motorizar las Patrullas, y que era necesario<br />

depurar los elementos que formaban las secciones. Se<br />

acordó aumentar el número de patrulleros, que debería ser<br />

concretado por la Comisión, y que las patrullas de Investigación<br />

formasen parte de las Secciones de Patrullas,<br />

así <strong>com</strong>o proceder a la depuración del personal de todas<br />

las secciones.<br />

103


Asens propuso además la necesidad de a<strong>com</strong>eter<br />

una investigación en Caspe sobre la actuación de Antonio<br />

Ortiz 85 , a lo que se opuso Aurelio Fernández porque entendía<br />

que no había lugar para atender una sugerencia que<br />

no había llegado por conducto del CCMA.<br />

A propuesta de Miret y de Fernández se acordó<br />

llevar a la próxima reunión un proyecto para regular las<br />

investigaciones, y que éstas no pudieran ser autorizadas<br />

con otro sello que no fuera el del CCMA.<br />

Lluís Prunés propuso, y así se acordó, que todas las<br />

recaudaciones, suscripciones, festivales y donaciones en<br />

favor de las milicias fueran controlados por el CCMA.<br />

Todos los acuerdos fueron tomados por unanimidad,<br />

y la sesión se levantó a las tres de la madrugada del<br />

día tres.<br />

El 3 de septiembre se celebró en Madrid un pleno<br />

nacional de federaciones regionales para discutir la oferta<br />

de Largo Caballero de nombrar ministro confederal a Antonio<br />

Moreno, que había sido aceptada “provisionalmente”<br />

por éste y el secretario nacional interino David Antona. El<br />

Comité Nacional, apoyándose en los acuerdos del reciente<br />

pleno de Cataluña, en el que se había aprobado la participación<br />

de la CNT en el “Consejo” de la Generalidad, se<br />

declaró partidario de entrar en el gobierno de Largo Caballero.<br />

Pero los delegados rechazaron la proposición. Tras<br />

largos debates se llegó a un <strong>com</strong>promiso, consistente en el<br />

apoyo de la CNT al nuevo gobierno y en la formación en<br />

cada Ministerio de una <strong>com</strong>isión auxiliar formada por representantes<br />

de la CNT. El 4 de septiembre se anunciaba<br />

en la prensa la formación del primer 86 gobierno del socialista<br />

Largo Caballero, sin ningún representante cenetista.<br />

85 Antonio Ortiz era el delegado de la Columna Ortiz o Sur-Ebro.<br />

86 Que sustituía al gobierno presidido por el republicano Giral.<br />

104


El día 8 Largo Caballero rechazaba la propuesta de las<br />

<strong>com</strong>isiones auxiliares, pero dejaba abierta la oferta ministerial<br />

87 .<br />

A las 23,45 del día 4 de setiembre 88 se volvió a<br />

reunir el CCMA, con asistencia de la mayoría de delegados.<br />

Giménez de la Beraza informó del material de guerra<br />

disponible para atender a los frentes de guerra. Señaló la<br />

falta de cartuchería y la conveniencia de proceder a la requisa<br />

de existencias en toda Cataluña, así <strong>com</strong>o a la fabricación<br />

de pólvora, en cuya preparación eran necesarios<br />

dos meses, con los problemas inmediatos que ese espacio<br />

de tiempo acarreaba. Dio cuenta de las gestiones realizadas<br />

en el extranjero y de las posiciones de los distintos gobiernos<br />

“ante nuestra lucha contra el fascismo”.<br />

Aurelio Fernández explicó que la Sección de Investigación<br />

estaba “procediendo a la requisa de armas y<br />

municiones, de las que algunas organizaciones ya han<br />

hecho entrega”, añadiendo que “hay que encontrar y recoger<br />

todas las que hagan falta”.<br />

Guarner informó que la toma de Huesca “depende<br />

de un millón de cartuchos”.<br />

García Oliver informó que la retirada de Mallorca<br />

se había hecho “sin conocimiento del Comité” y que se<br />

debía al fuerte bombardeo del enemigo y a la intromisión<br />

del gobierno de Madrid, “que la ha ordenado sin <strong>com</strong>unicar<br />

nada a Cataluña”.<br />

Prunés <strong>com</strong>unicó que el capitán Bayo “había sido<br />

requerido por el Comité del barco “Jaume I”, en nombre<br />

del Comité de la Escuadra y del Gobierno de la República,<br />

para abandonar Mallorca con todos los hombres y material<br />

87<br />

LOR<strong>EN</strong>ZO, César M.: op. cit., pp. 180.181.<br />

88<br />

Comité Central de les Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del<br />

dia 4 de setembre del 1936”.<br />

105


para ir a Málaga, dándole dos horas de tiempo para decidir<br />

y cuarenta y ocho para salir”.<br />

González denunció que algunos de los milicianos<br />

que habían llegado explicaban que hubo un fuerte bombardeo<br />

y que Bayo ordenó tirar material al mar. Se requirió<br />

la inmediata presencia de Bayo y de varios milicianos<br />

dispuestos a informar al CCMA.<br />

Aurelio Fernández dio cuenta de unos <strong>com</strong>unicados<br />

recibidos por la CNT de <strong>com</strong>pañeros destacados en<br />

Zaida, pidiendo que se abra una investigación de lo ocurrido<br />

en Belchite “con motivo de la retirada de la Columna<br />

Ortiz”. Santillán dijo que de tales informaciones y documentación<br />

no se desprendía “ninguna acusación concreta”,<br />

pero que interesaba hacer la investigación. García Oliver<br />

afirmó que la retirada de Belchite se debió “a la falta de<br />

artillería”. Se nombró una <strong>com</strong>isión para abrir la investigación.<br />

Se aprobó el traslado de los depósitos de gasolina<br />

de Can Tunis para evitar su bombardeo.<br />

Miret (PSUC) y Aguadé (ERC) hicieron referencia<br />

a los diversos servicios de frontera que se organizaban<br />

mediante iniciativas particulares, sin un efectivo control<br />

del CCMA. Aurelio Fernández entendía “que el servicio<br />

de fronteras corresponde a la Sección de Investigación y<br />

que todo lo que pasa es por defectos de organización”, por<br />

lo que se acordó que la Sección de Investigación mejorase<br />

tal organización, que hubiese un severo control y la dirección<br />

única del CCMA. Del mismo modo, se acordó desautorizar<br />

la creación de un hospital que unas denominadas<br />

Milicias Alpinas habían organizado por su cuenta en Barcelona,<br />

sin autorización del Comité sanitario 89 .<br />

89 Se trataba de un forcejeo entre los intereses de la Generalidad, defendidos aquí por<br />

PSUC y ERC, y los de la CNT-FAI, sobre el control de las fronteras, y muy concreta-<br />

106


La sesión tomó un giro copernicano con la entrada<br />

del capitán Bayo en el salón del trono de Capitanía, donde<br />

se reunía el CCMA. García Oliver le preguntó por que<br />

había prescindido del CCMA, tanto al salir <strong>com</strong>o al volver<br />

de Mallorca. Bayo contestó que salió hacia Mallorca después<br />

de habérselo pedido un numeroso grupo de milicianos<br />

que se le presentó en Aeronáutica, y de acuerdo con el<br />

consejero de Gobernación, señor España; y que al regresar<br />

había sido llamado por el gobierno de la Generalidad, razón<br />

por la que no había podido presentarse antes al Comité.<br />

García Oliver insistió en que tenía la obligación de ponerse<br />

de acuerdo con el CCMA, “del que depende todo lo<br />

que hace referencia a la guerra”, porque éste hubiese evitado<br />

al menos el mal efecto que ha producido la retirada<br />

de Mallorca en la opinión pública.<br />

Bayo continuó dando explicaciones, relató la situación<br />

de las tropas y la forma en que se efectuó el embarque.<br />

Exaltó la moral y valentía de las tropas a su mando,<br />

“que están dispuestas a luchar allí adonde se las envíe”.<br />

Dio cuentas de que había embarcado todo el material posible<br />

y que sólo se destruyó, o lanzó al mar, el material pesado<br />

para evitar que el enemigo pudiera aprovecharlo. Leyó<br />

el acta, firmada por el <strong>com</strong>ité del “Jaime I” y por el<br />

<strong>com</strong>ité de la Escuadra, que le requirieron la retirada en<br />

nombre del Gobierno de la República. Aceptó la orden de<br />

retirada, para salvar la vida de los milicianos, ya que la<br />

aviación enemiga les estaba bombardeando con bombas de<br />

cien kilos. Negó haber recibido motos, camiones o cañones,<br />

y que si se habían enviado probablemente estarían en<br />

Mahón.<br />

mente del paso fronterizo de Puigcerdà, que estaba dominado totalmente por Antonio<br />

Martín, líder anarquista de la Cerdaña. Al ataque del PSUC-ERC sobre fronteras, respondían<br />

los cenetistas atacando el hospital de las Milicias Alpinas, embrión de un ejército<br />

catalanista.<br />

107


Marcos Alcón explicó la forma en que se hicieron<br />

las expediciones, al margen del CCMA, y que éste se encontraba<br />

ante unos hechos consumados, y que la derrota<br />

de Mallorca se debía a la falta de organización. Vidiella<br />

pidió el parecer de los técnicos militares. Giménez de la<br />

Beraza afirmó que la acción de Bayo “militarmente es una<br />

derrota, políticamente un desastre, todo por haber obrado<br />

por su cuenta y sin consultar al CCMA, y que el aspecto<br />

político es mucho más grave que el aspecto militar”. En<br />

cuanto al material dijo que se justificaba tirar al mar el pesado,<br />

pero no el ligero.<br />

Entró un grupo de milicianos, procedentes de la<br />

fracasada expedición a Mallorca, militantes de ERC, CNT<br />

y UGT, que informó, ratificando las informaciones de Bayo.<br />

Tras el informe de Bayo sobre la aviación fascista<br />

en Mallorca, García Oliver dio cuentas del acuerdo de<br />

Santillán y Sandino con el gobierno de Madrid para enviar<br />

cinco mil hombres al frente del Centro.<br />

Se acordó que los cuatro mil milicianos llegados de<br />

Mallorca salieran el lunes: dos mil al frente de Madrid y<br />

dos mil al de Aragón, y que mil guardias nacionales (nuevo<br />

nombre dado a los guardias civiles) salieran también<br />

con destino a Madrid, y que la guarnición de Mahón regresara<br />

a su lugar con el “Ciudad de Barcelona”. Todos<br />

los acuerdos se tomaron por unanimidad. La sesión se cerró<br />

a las 13.45 horas del día 5, tras una reunión maratoniana<br />

de catorce horas, en la que se había puesto de manifiesto<br />

la incapacidad del CCMA de controlar y dirigir<br />

las operaciones militares preparadas en Cataluña.<br />

La operación de Mallorca se había hecho a espaldas<br />

del CCMA, organizada por el capitán Bayo, con la<br />

asistencia de Companys, apoyado por la UGT (Comorera),<br />

108


y el sindicato del transporte Marítimo de la CNT. Fracasó<br />

por la desorganización de la operación y la orden precipitada<br />

de retirada dada por el gobierno central. A la falta de<br />

material de guerra para el frente de Aragón se sumaban las<br />

pérdidas de material en Mallorca, y sobre todo el descrédito<br />

del CCMA, incapaz no ya de dirigir todas las operaciones<br />

bélicas, sino incluso de enterarse de su existencia.<br />

La siguiente reunión empezó el 6 de setiembre 90 a<br />

las 24 horas, con asistencia de la mayoría de los miembros<br />

del Comité. En el curso de la reunión se plantearon diversas<br />

cuestiones, entre las que figuraban la solicitud del Partido<br />

Sindicalista, dirigido por Ángel Pestaña, para ser admitido<br />

en el CCMA; sobre la conveniencia de un inmediato<br />

ataque a Jaca; nombrar secretario de actas, sin poder de<br />

voto, a Llorenç Perramon y que en las actas de las reuniones<br />

sólo constasen los acuerdos tomados, sin detallar los<br />

debates.<br />

Las actas del 8 de septiembre 91 acordaban la sustitución<br />

de Josep Rovira (delegado de la columna Lenin del<br />

POUM) por Julián Gorkin. Se aprobaron diversas disposiciones<br />

sobre subsidios, prohibición de colectas callejeras,<br />

vigilancia del correcto uso de las subvenciones de <strong>com</strong>edores<br />

sufragadas por el CCMA, evitar las colas frente a<br />

Capitanía, aumentar a mil seiscientos el número de miembros<br />

de las Patrullas de Control y otras decisiones menores.<br />

El 10 de septiembre constó en acta la ratificación<br />

del acuerdo de disolución 92 del CCMA y la re<strong>com</strong>enda-<br />

90<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Acords presos en la reunió<br />

del dia 6 de setembre de 1936”.<br />

91<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Acords presos en la reunió<br />

del dia 8 de setembre de 1936”.<br />

92<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Acords presos en la reunió<br />

del dia 10 de setembre de 1936”. La palabra “ratificación” sugiere una propuesta reali-<br />

109


ción de que en la próxima reunión se aportaran los respectivos<br />

criterios referentes a la forma y proporcionalidad de<br />

los puestos a ocupar por cada organización en el Consejo<br />

de Defensa de la Generalidad. El acuerdo de disolución<br />

se mantuvo en secreto.<br />

También se acordó que los muertos fueran enterrados<br />

en el frente y se evitara trasladarlos. Se insistía de<br />

nuevo en que sólo las Patrullas de Control e Investigación<br />

estaban facultadas para autorizar y practicar registros, y<br />

que se castigaría a quienes lo hicieran por cuenta propia.<br />

Se nombró tres delegados, de CNT, UGT y POUM, para<br />

controlar semanalmente los subsidios, donativos y festivales.<br />

Todos los acuerdos se tomaron por unanimidad.<br />

El 12 de septiembre 93 se acordó, con la reserva de<br />

los representantes de la UGT y del POUM, que el actual<br />

gobierno de la Generalidad fuera sustituido por un Consejo<br />

de Defensa de la Generalidad de Cataluña, con representantes<br />

de todas las organizaciones que formaban el<br />

CCMA, “el cual quedará al mismo tiempo disuelto”.<br />

El 14 de setiembre 94 García Oliver dio cuenta del<br />

acuerdo de la CNT referente a la constitución de un Consejo<br />

de Defensa de la Generalidad, sustituto del actual gobierno<br />

de la Generalidad, encuadrado en una nueva concepción<br />

política del Estado español, concebido <strong>com</strong>o una<br />

“Confederación de Naciones Libres, <strong>com</strong>enzando por Cataluña”.<br />

zada en fecha anterior, que no hemos localizado en las actas, aunque pudiera tratarse de<br />

unas conversaciones efectuadas al margen del CCMA, <strong>com</strong>o apunta Joan Pons Garlandí<br />

en sus memorias.<br />

93<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Acords presos en la reunió<br />

del dia 12 de setembre de 1936”.<br />

94<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />

14 de setembre de 1936”.<br />

110


Gorkin, en nombre del POUM, indicó que el nuevo<br />

Consejo de la Generalidad debía estar formado por representantes<br />

de todas las organizaciones que <strong>com</strong>ponían el<br />

actual CCMA y que “el programa de ese Consejo ha de ser<br />

de tipo socialista, o socializante”.<br />

Vidiella, por la UGT, coincidía en el primer punto<br />

expresado por Gorkin referente a los representantes, así<br />

<strong>com</strong>o en el nombre de “consejo de la Generalidad”, y consideraba<br />

además que sus funciones debían extenderse a toda<br />

Cataluña, abarcar todos los campos, y que ese Consejo<br />

debía ser la única autoridad con poder para hacer incautaciones,<br />

o proceder a la colectivización o socialización del<br />

país. Vidiella avanzaba, pues, la idea de un gobierno fuerte,<br />

con plena autoridad.<br />

Miravitlles, por ERC y la Generalidad, dijo que este<br />

nuevo gobierno (se atrevió a romper el tabú ácrata de<br />

llamar “consejo” a lo que no era sino gobierno) debía<br />

<strong>com</strong>prender a todas las clases sociales y que en cuanto al<br />

programa, el que se necesitara para vencer al fascismo.<br />

Santillán, por la FAI, manifestó que era necesario<br />

establecer puntos de coincidencia que los unieran a todos,<br />

<strong>com</strong>o había sucedido hasta ese momento, y que el objetivo<br />

principal debía ser el de acabar con el fascismo en toda<br />

España.<br />

Torrents informó que era criterio de Unió de Rabassaires,<br />

que era necesario formar un gobierno fuerte,<br />

con los mismos representantes del CCMA: “un solo poder<br />

que haga la guerra contra el fascismo y ordene la nueva<br />

economía”.<br />

García Oliver dijo que todos estaban conformes<br />

sobre la necesidad de transformar el país en todos los terrenos,<br />

estableciendo un nuevo orden jurídico, político y<br />

económico; y en cuanto al programa “ya existe el Consejo<br />

111


de Economía que es el encargado de llevar a cabo la transformación<br />

económica”.<br />

Gorkin (muy meticuloso) dijo que “el antifascismo<br />

no es un programa”, por lo que era necesario concretar de<br />

qué manera se habían de destruir los privilegios imperantes.<br />

Gorkin creía que era necesario concretar qué realizaciones<br />

económicas se habían de establecer en retaguardia,<br />

y definir si la lucha de los <strong>com</strong>batientes en el frente, lo era<br />

por una sociedad mejor. Propuso que en torno a cada consejero<br />

del nuevo gobierno, tal <strong>com</strong>o sucedía en el Consejo<br />

de Economía, había de haber un Consejo, <strong>com</strong>puesto por<br />

representantes de todas las organizaciones.<br />

Miravitlles expuso que sería hora de concretar un<br />

programa, ya fuera <strong>com</strong>unista o anarcosindicalista, si se<br />

hubiera ganado la guerra, pero mientras tanto era necesario<br />

un gobierno capaz de ganarle la guerra al fascismo.<br />

Alcón (CNT) entendía “que el gobierno ha de dirigir<br />

la guerra contra el fascismo y que la transformación<br />

económica la han de hacer las organizaciones obreras en la<br />

calle; y que es inútil oponerse ya que las organizaciones<br />

van haciendo al margen de nuestros acuerdos”. La misión<br />

del gobierno era dirigir la guerra, pero no debía legislar en<br />

materia económica, porque eso correspondía a los obreros<br />

desde el Consejo de Economía. Finalizó su intervención<br />

afirmando: “la guerra la ha de hacer el Gobierno, la Colectivización<br />

la ha de hacer el Consejo de Economía”.<br />

Miret, del PSUC, dijo que era indispensable formular<br />

un programa concreto que asegurara la unión de todos.<br />

Gorkin declaró que la formación de un programa<br />

no suponía la renuncia al propio ideario de cada cual, sino<br />

fijar unos puntos de coincidencia y las directivas necesarias<br />

para derrotar al fascismo. No estaba de acuerdo con<br />

112


que en la proposición presentada se hablase de clases sociales,<br />

sino de las organizaciones que representan a las<br />

clases y que éstas no han de reformar sino transformar las<br />

bases sociales y económicas del país, lo “que quiere decir<br />

revolución social”.<br />

Vidiella dijo que en el exterior no habría crédito<br />

sin un gobierno fuerte y que la socialización en el campo<br />

supondría enfrentarse al campesinado.<br />

García Oliver opinó que la transformación revolucionaria<br />

debía abarcar todos los aspectos jurídicos, económicos<br />

y políticos del país, y que cada región debía obrar<br />

de acuerdo a sus propias características, ya que las realizaciones<br />

convenientes a Cataluña podían no serlo para Andalucía.<br />

Entendía que el mero Consejo no debía hacer otra<br />

cosa que preparar las realizaciones que habrían de implantarse<br />

una vez acabada la guerra.<br />

Y concretaba que para la realización de ese Consejo<br />

bastaría con que el CCMA lo <strong>com</strong>unicara al Presidente<br />

de la Generalidad, para que éste procediera a su inmediata<br />

formación.<br />

Vidiella asintió en que fuera el Presidente quien<br />

formara el Consejo.<br />

Gorkin y Miret presentaron sendas proposiciones.<br />

Se aprobó la de Miret, que decía así:<br />

“Los representantes de todas las organizaciones<br />

que integran el CCMA se dirigen al Presidente de la Generalidad<br />

de Cataluña, proponiéndole la convocatoria de una<br />

reunión de delegados de todas las organizaciones representadas<br />

en el CCMA para tratar la formación orgánica de<br />

un Consejo de Defensa de la Generalidad y del programa<br />

que éste habría de desarrollar”.<br />

Pons (ERC) se refirió a la denominación de Consejo<br />

Regional de Defensa, presentada por la CNT, enten-<br />

113


diendo que debía suprimirse lo de “regional”. Alcón entendía<br />

que debía mantener lo de Regional, y que en Madrid<br />

debía constituirse el Consejo Nacional de Defensa.<br />

Miravitlles se sumó a la necesidad de suprimir la palabra<br />

“regional”. García Oliver zanjó salomónicamente el debate,<br />

proponiendo que el primer acto del Consejo fuera el de<br />

darse un nombre. Vidiella, por su parte, propuso quitar lo<br />

de “defensa” y dejarlo en “Consejo de la Generalidad de<br />

Cataluña”. Tras el debate semántico se cerró la sesión a las<br />

dos y media de la madruga del día 15 de septiembre.<br />

Nadie se había opuesto a la disolución del CCMA.<br />

Nadie, salvo los anarquistas, se engañaba que se iba a la<br />

formación de un nuevo gobierno de la Generalidad, se le<br />

llamara “consejo” o no. El debate sobre el programa del<br />

nuevo gobierno, que suprimiría al CCMA, giraba en torno<br />

a los conceptos de “socializante”, propugnado por el<br />

POUM, o “antifascista”, impulsado por ERC y PSUC. La<br />

CNT-FAI mantenía su característica ambigüedad: la economía<br />

era tarea del Consejo de Economía, la guerra sería<br />

labor de lo que ellos llamaban Consejo de Defensa de la<br />

Generalidad. García Oliver, Marcos Alcón, Aurelio Fernández<br />

y José Asens pensaban realmente que el programa<br />

del “Consejo” carecía de importancia. Era el pago a efectuar<br />

para evitar el aislamiento. Lo importante para ellos<br />

era que la CNT continuara controlando las distintas consejerías,<br />

mediante <strong>com</strong>isiones técnicas, <strong>com</strong>o el Consejo de<br />

Economía o la <strong>com</strong>isión de industrias de guerra, mientras<br />

buena parte del aparato militar y policial estuviera en manos<br />

de la CNT-FAI. Tal indefinición, ambigüedad e incoherencia<br />

les llevaba, sin remedio, a secundar el programa<br />

de la unidad antifascista, esto es, de ese antifascismo<br />

que proponía la constitución de un gobierno fuerte capaz<br />

de “ordenar” la economía y ganar la guerra.<br />

114


El 15 de septiembre se celebró un Pleno Nacional<br />

de Regionales, en Madrid, en el que se decidió la intervención<br />

de la CNT en la dirección militar, económica y<br />

política de la España republicana, proponiendo la formación<br />

de un Consejo Nacional de Defensa. En resumen, se<br />

trataba de una propuesta de colaboración de la CNT con el<br />

gobierno de la República, <strong>com</strong>puesto por cinco delegados<br />

de la CNT, cinco de la UGT y cuatro republicanos. Este<br />

Consejo Nacional se concebía <strong>com</strong>o reunión en la cumbre<br />

de los distintos Consejos regionales. Era una concepción<br />

federalista, grata a la CNT, en el que la economía estaba<br />

socializada y el ejército unificado bajo un mando único y<br />

un <strong>com</strong>isariado de guerra. Aunque se seguía la vieja artimaña<br />

de no llamar a las cosas por su nombre, la propuesta<br />

de la CNT apuntaba a la reconstrucción de un Estado fuerte<br />

y centralizado 95 .<br />

El 16 de septiembre 96 se presentó un informe sobre<br />

el capitán Bayo, se ordenó que se sacaran de las barricadas<br />

97 las balas de algodón, se autorizó a las Patrullas de<br />

Control de un carné especial de sección junto al de patrullero<br />

y se acordó esperar al regreso de Tarradellas para enviar<br />

una <strong>com</strong>isión del CCMA a Madrid.<br />

El 18 de septiembre 98 se acordó organizar la defensa<br />

costera con milicianos de los <strong>com</strong>ités locales, que se<br />

nombre una <strong>com</strong>isión de información y censura formada<br />

por representantes de cada una de las organizaciones que<br />

95<br />

LOR<strong>EN</strong>ZO, op. cit., pp.182-184.<br />

96<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />

16 de setembre de 1936”.<br />

97<br />

Casi dos meses después del 19 de Julio, todavía había barricadas en las calles. La<br />

orden de retirada del algodón se debía a la escasez de materias primas en la industria<br />

textil.<br />

98<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />

18 de setembre de 1936”.<br />

115


integran el CCMA, aprobar el nuevo modelo de carné de<br />

las Patrullas, y que “una <strong>com</strong>isión <strong>com</strong>puesta por los <strong>com</strong>pañeros<br />

García Oliver, Miravitlles, Vidiella y Gorkin se<br />

entreviste mañana, sábado, con el Presidente del Gobierno<br />

de la Generalidad y que éste dé hora para recibirla”.<br />

El 19 de septiembre una <strong>com</strong>isión del CCMA,<br />

formada por García Oliver, Miravitlles, Vidiella y Gorkin<br />

se entrevistó con Companys para entregarle la proposición<br />

redactada por Miret sobre la formación del Consejo de la<br />

Generalidad, esto es, del nuevo gobierno de la Generalidad<br />

en el que iban a entrar consejeros anarcosindicalistas, una<br />

vez resuelto el gran dilema semántico de llamar Consejo<br />

de la Generalidad a lo que era, <strong>com</strong>o siempre había sido,<br />

el Gobierno de la Generalidad. Ese mismo día 99 se nombró<br />

<strong>com</strong>o miembros de la <strong>com</strong>isión, que debía viajar a Madrid,<br />

a Vidiella, Aurelio Fernández y Miravitlles para que “gestionen<br />

cerca del gobierno de la República <strong>com</strong>o consecuencia<br />

del resultado del viaje del consejero <strong>com</strong>pañero<br />

Tarradellas 100 ”.<br />

El 20 de septiembre 101 en el salón del trono de<br />

Capitanía, a las 18 horas, se reunió una sesión especial del<br />

99<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />

19 de setembre de 1936”.<br />

100<br />

Tarradellas había viajado a Madrid para obtener ayuda financiera y técnica para<br />

levantar una industria de guerra en Cataluña. Dice Tarradellas: “uno de los motivos de mi<br />

viaje - <strong>com</strong>o ya debe saber - fue, además de a<strong>com</strong>pañar las fuerzas de la Guardia Civil para<br />

ponerlas a la disposición del <strong>com</strong>andante militar de Madrid, para solicitar al Gobierno Central<br />

que trasladara rápidamente a Cataluña la fábrica de armamento y cartuchos de Toledo.<br />

A<strong>com</strong>pañado por el Coronel Giménez de Abraza, director de la fábrica de armas de Oviedo,<br />

del Coronel de Aviación, Ramírez Cartagena, uno de los jefes de la aviación de Barcelona<br />

en los momentos de la sublevación, a<strong>com</strong>pañado pues de estos dos militares republicanos y<br />

fieles a su juramento de defender la República, tuve diferentes entrevistas con el Sr. Largo<br />

Caballero y sus consejeros. Sintiéndolo <strong>com</strong>o usted no puede tener idea, tuve que regresar a<br />

Barcelona sin haber conseguido que la fábrica de armamento y municiones de Toledo fuera<br />

trasladada a Cataluña.” En “Carta de Tarradellas a Bolloten del 24 de marzo de 1971, reproducida<br />

íntegramente en Balance. Cuaderno número 6 de la serie archivos (1998).<br />

101<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />

20 de setembre de 1936”.<br />

116


CCMA a la que asistieron García Oliver, Fábregas, Alcón,<br />

Vidiella, Miravitlles, Fernández, Torrents y Gorkin,<br />

además de invitados <strong>com</strong>o Sesé por la UGT, Escorza por<br />

la FAI y Calvet por Unió de Rebassaires, para entablar<br />

conversaciones con los delegados marroquíes Mohammed<br />

El Ohazzari y Omar Abd-el-Jalil, representantes del Comité<br />

de Acción Marroquí (CAM), que habían llegado a Barcelona<br />

a primeros de septiembre con el objetivo de obtener<br />

ayuda para la independencia de Marruecos. En esta reunión<br />

se formalizaba solemnemente el apoyo del CCMA a<br />

la delegación marroquí, para conseguir que el Gobierno de<br />

la República declarase la independencia del protectorado<br />

español en Marruecos 102 . La sesión, de carácter protocolario,<br />

se levantó a las 18,15 horas.<br />

Existe una fotografía (“Història Gràfica del Moviment<br />

Obrer a Catalunya". Diputació de Barcelona, 1989),<br />

tomada tras la firma del <strong>com</strong>promiso entre el CAM y el<br />

CCMA, en la que se reconoce entre otros (de izquierda a<br />

derecha) a Marcello Argila Pazzaglia, los dos delegados<br />

marroquíes, Juan García Oliver, Julián Gómez García<br />

“Gorkin”, Manuel Estrada Manchón, Rafael Vidiella, Mariano<br />

Rodríguez Vázquez “Marianet”, Manuel Escorza del<br />

Val (con muletas) y Aurelio Fernández Sánchez.<br />

El 21 de septiembre 103 se acordó añadir a Gorkin<br />

a la <strong>com</strong>isión que debía viajar a Madrid y que Guarner y<br />

Miret nombrasen un oficial para la vigilancia de la costa.<br />

En la reunión del 22 de septiembre 104 , el CCMA<br />

decidió “prohibir la entrada a Cataluña de las familias de<br />

102<br />

Véase PAZ, Abel: La cuestión de Marruecos y la República española. Fundación<br />

Anselmo Lorenzo, Madrid, 2000.<br />

103<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />

21 de setembre de 1936”.<br />

104<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />

23 de setembre de 1936”.<br />

117


Madrid y provincia que constantemente llegan a Barcelona,<br />

y que sean devueltas a los puntos de origen”. Este<br />

acuerdo se <strong>com</strong>unicó al Ministerio de Gobernación y a los<br />

Comités ferroviarios de Barcelona, Lérida, Tortosa, Mora<br />

de Ebro, Valencia y Madrid, para su efectivo cumplimiento<br />

105 .<br />

El 25 de septiembre 106 el CCMA decidió <strong>com</strong>unicar<br />

al crucero “Libertad” que, según la prensa, transportaba<br />

los despojos mortales de la heroica miliciana Lidia<br />

Odena, el acuerdo tomado por el CCMA de que los <strong>com</strong>pañeros<br />

muertos fueran enterrados en el mismo frente, y<br />

que no podían ser trasladados sin permiso expreso del<br />

CCMA, y que en el caso de que el barco ya hubiera salido<br />

de puerto, que a su llegada a Barcelona el entierro se hiciera<br />

sin manifestación pública.<br />

Ésta es la última acta del CCMA que hemos podido<br />

localizar. Ya desde el 18 de septiembre eran muy breves<br />

y redactadas en un estilo telegráfico, aunque según<br />

García Oliver el CCMA celebró aún dos sesiones más, los<br />

días 27 y 28 107 , antes de una última sesión final de despedida,<br />

que se reunió el 1 de octubre de 1936.<br />

BALANCE DEL CCMA Y NUEVO GOBIERNO DE<br />

LA G<strong>EN</strong>ERALIDAD<br />

El 26 de setiembre se constituyó el nuevo gobierno<br />

de la Generalidad, presidido por Tarradellas, en el que<br />

participaban tres consejeros de la CNT-FAI: Joan Porqueras<br />

Fábregas en la Consejería de Economía, Antonio<br />

105<br />

La ausencia de solidaridad del CCMA con los refugiados de Madrid no podía ser<br />

más penosa y despreciable.<br />

106<br />

Comité Central de Milícies Antifeixistes de Catalunya: “Resum de la reunió del dia<br />

25 de setembre de 1936”.<br />

107<br />

GARCIA OLIVER: El eco…, pp. 281-284.<br />

118


García Birlán en Sanidad y Asistencia Social y Josep Joan<br />

Doménech en Abastos 108 .<br />

El acuerdo de disolución del CCMA no se hizo<br />

público hasta que hubo finalizado el Pleno Regional de<br />

Sindicatos, reunido del 25 al 27 de septiembre, que debía<br />

aprobarlo formalmente, y fue presentado <strong>com</strong>o consecuencia<br />

de la entrada de los cenetistas en el gobierno, ya<br />

que en palabras del propio García Oliver: “hoy la Generalidad<br />

nos representa a todos”.<br />

Solidaridad Obrera el día 27 de septiembre insistía<br />

en afirmar que se había instaurado un nuevo organismo<br />

llamado “Consejo de la Generalidad”, y no un nuevo gobierno;<br />

pero a partir del 29 se aceptaba la realidad y se explicaban<br />

las causas de la entrada de la CNT en el nuevo<br />

gobierno de la Generalidad, al tiempo que se informaba de<br />

la disolución del CCMA. Curiosamente se presentaba la<br />

disolución del CCMA <strong>com</strong>o una consecuencia inevitable<br />

de la formación del Gobierno de la Generalidad, cuando<br />

en realidad sólo cuando, entre finales de agosto y primeros<br />

de septiembre, se decidió disolver el CCMA, se empezó a<br />

hablar de la entrada de la CNT-FAI en el gobierno.<br />

El 28 de septiembre se convocó, en Madrid, un<br />

nuevo Pleno nacional de federaciones regionales, en el que<br />

el secretario nacional Horacio Prieto atacó el proyecto de<br />

un Consejo Nacional de Defensa, por su falta de realismo.<br />

Desarrolló sus argumentaciones, favorables a la participación<br />

llana y simple en el gobierno de Largo Caballero.<br />

Exigió que se llamara a las cosas por su nombre y se terminara<br />

con los prejuicios ideológicos. Pero no obtuvo aún<br />

el acuerdo de los delegados al Pleno, que se limitaron a<br />

108 Los dos primeros habían formado parte del Consejo de Economía de la Generalidad.<br />

119


aprobar un manifiesto que reconocía la necesidad de la<br />

unidad antifascista 109 .<br />

El 1 de octubre, por la noche, se celebró la última<br />

sesión del CCMA, meramente protocolaria. García Oliver<br />

hizo un discurso de despedida en el que llamó a la unión<br />

de todos los partidos y organizaciones. Tras proclamar que<br />

él había sido un defensor acérrimo del CCMA, pero que<br />

ahora defendería con todo ardor el nuevo Consejo de la<br />

Generalidad, le contestó Miravitlles afirmando que <strong>com</strong>o<br />

catalanista no podía sino celebrar la determinación de la<br />

CNT a entrar en el gobierno de la Generalidad.<br />

En el Boletín Oficial de la Generalidad del 3 de<br />

octubre se publicaba el decreto, firmado el 1 de octubre,<br />

en el que Juan García Oliver era nombrado secretario<br />

general del Departamento de Defensa, un nuevo cargo<br />

expresamente creado para él. En ese mismo boletín se publicaba<br />

el decreto de disolución del CCMA:<br />

“El CCMA, creado por decreto del 21 de julio pasado,<br />

ha entendido que, cumplida la misión que en los<br />

primeros tiempos de la sublevación militar tan acertadamente,<br />

por cierto, ha desempeñado, debía disolverse. Por<br />

lo tanto, de acuerdo con el Consejo Ejecutivo, Decreto:<br />

Art. 1.- Se disuelve el CCMA, creado por decreto del 21<br />

de julio pasado. Art. 2.- Mediante decreto y órdenes, según<br />

se precise, se procederá al cumplimiento del presente<br />

Decreto. Barcelona, 1 de octubre de 1936. El Conseller<br />

Primer, Josep Tarradellas”.<br />

En el Boletín del día 4, por decreto firmado el día<br />

3, Aurelio Fernández era nombrado secretario general<br />

de la Junta de Seguridad Interior. Para la CNT-FAI se<br />

trataba de conservar las llaves del Orden Público y de las<br />

Milicias.<br />

109 LOR<strong>EN</strong>ZO, op. cit. p. 185.<br />

120


El nuevo gobierno de la Generalidad se proponía<br />

fortalecer la economía sobre el programa iniciado por el<br />

Consejo de Economía e impulsar el esfuerzo de guerra,<br />

mediante la movilización obligatoria y el restablecimiento<br />

de la disciplina y el mando único.<br />

La presencia de todas las organizaciones antifascistas<br />

en el gobierno de la Generalidad suponía un paso de<br />

gigante en el restablecimiento de la legalidad republicana<br />

y de recuperación de todas las funciones estatales. Se trataba<br />

de acabar con todos esos <strong>com</strong>ités revolucionarios que,<br />

en cada localidad, ejercían soberanamente todo el poder,<br />

desde la recaudación de tributos y mantenimiento de patrullas<br />

de control hasta la financiación de obras públicas<br />

para solucionar el paro.<br />

El decreto del 9 de octubre, <strong>com</strong>plementado con<br />

el publicado el 12, declaraba disueltos todos los <strong>com</strong>ités<br />

locales que habían surgido el 19 de julio, que serían sustituidos<br />

por los nuevos ayuntamientos. Pese a la resistencia<br />

de muchos <strong>com</strong>ités locales a su disolución, y al retardo de<br />

varios meses en la constitución de los nuevos ayuntamientos,<br />

se trataba de un golpe de muerte del que no se recuperarían.<br />

La resistencia de la militancia cenetista, que se<br />

desentendía de las consignas de los <strong>com</strong>ités superiores o<br />

de las órdenes del gobierno de la Generalidad, amenazaba<br />

el pacto antifascista. Los dirigentes anarcosindicalistas<br />

estaban bajo la doble presión de una militancia, reacia a<br />

obedecerles, y la acusación por parte del resto de fuerzas<br />

antifascistas de que era necesario cumplir y hacer cumplir<br />

los decretos del gobierno, poniendo en cintura a “los incontrolados”.<br />

Este era el balance real dejado por el CCMA en<br />

sus nueve semanas de existencia: el paso de unos <strong>com</strong>ités<br />

locales revolucionarios, que ejercían todo el poder en la<br />

121


calle y las fábricas, a su disolución en beneficio exclusivo<br />

del pleno restablecimiento del poder de la Generalidad.<br />

Del mismo modo, los decretos firmados el 24 de octubre<br />

110 sobre militarización de las Milicias a partir del 1<br />

de noviembre y de promulgación del decreto de Colectivizaciones<br />

<strong>com</strong>pletaban el desastroso balance del CCMA,<br />

esto es, el paso de unas Milicias obreras de voluntarios<br />

revolucionarios a un ejército burgués de corte clásico,<br />

sometido al código de justicia militar monárquico, dirigido<br />

por la Generalidad; el paso de las expropiaciones y el<br />

control obrero de las fábricas a una economía centralizada,<br />

controlada y dirigida por la Generalidad.<br />

El retraso en la aplicación de los decretos, provocada<br />

por la sorda pero enconada resistencia de la militancia<br />

confederal, que aún estaba armada, hizo que el gobierno<br />

de la Generalidad se planteara <strong>com</strong>o objetivo prioritario<br />

el desarme de la retaguardia, impulsando una campaña de<br />

propaganda contra los llamados “incontrolados”, que derivó<br />

hacia el objetivo secundario contenido en el repetitivo<br />

eslogan: “armas al frente”.<br />

La fuerte resistencia de la base anarcosindicalista<br />

a la militarización de las milicias, al control de la economía<br />

y de las empresas colectivizadas por la Generalidad,<br />

al desarme de la retaguardia y a la disolución de<br />

los <strong>com</strong>ités locales se manifestó en un retraso de varios<br />

meses al cumplimiento real de los decretos del gobierno<br />

de la Generalidad sobre todos estos temas. Resistencia<br />

que, en la primavera de 1937, cristalizó en un gran malestar,<br />

al que se sumó el descontento por la marcha de la<br />

guerra, la inflación y la penuria de productos de primera<br />

necesidad, para desembocar entonces en una crítica generalizada<br />

de la militancia cenetista de base a la partici-<br />

110 Publicados en el Boletín Oficial de la Generalidad del 28 de octubre de 1936.<br />

122


pación de los <strong>com</strong>ités superiores de la CNT-FAI en el<br />

gobierno, y a la política antifascista y colaboracionista<br />

de sus dirigentes, a quienes se acusaba de la pérdida de<br />

“las conquistas revolucionarias del 19 de julio”.<br />

EL ANARQUISMO DE ESTADO JUSTIFICADO<br />

POR LA IDELOGÍA DE UNIDAD ANTIFASCISTA<br />

Ese fue el caldo de cultivo que desembocó en los<br />

Hechos de Mayo de 1937, que vio de nuevo cómo Barcelona<br />

se cubría de barricadas. Ese descontento es el que explicaba<br />

el surgimiento y la fuerza de la Agrupación de Los<br />

Amigos de Durruti, que en mayo habían planteado la necesidad<br />

de imponer una Junta Revolucionaria en sustitución<br />

de la Generalidad. Después de mayo la Agrupación<br />

supo expresar ese malestar confederal en un análisis en el<br />

que se afirmaba que en julio del 36 no se hizo la revolución<br />

y que el CCMA fue un organismo de colaboración<br />

de clases, además de elaborar un programa que concluía<br />

que las revoluciones son totalitarias o son derrotadas.<br />

La diferencia de Los Amigos de Durruti, con otros muchos<br />

grupos encolerizados de cenetistas y anarquistas 111 , radicaba<br />

precisamente en que los primeros oponían un programa,<br />

mientras los otros apelaban a unos principios abstractos,<br />

ineficaces, que además <strong>com</strong>partían los <strong>com</strong>ités superiores<br />

a los que se criticaba.<br />

Los jerarcas anarcosindicalistas <strong>com</strong>enzaron, ahora<br />

sí, después de las Jornadas de mayo de 1937, a elaborar<br />

sus justificaciones y a deformar lo sucedido. Algunos empezaban<br />

a <strong>com</strong>prender, demasiado tarde, el alcance de sus<br />

errores e improvisaciones.<br />

111 Véase: “Segunda sesión del pleno local de Grupos Anarquistas de Barcelona […]<br />

con asistencia de los grupos de Defensa confederal y Juventudes libertarias”. Barcelona,<br />

24 abril 1937.<br />

123


Era necesario, pues, encontrar justificaciones a tanto<br />

desatino, y elaborar una respuesta que salvara la responsabilidad<br />

de los dirigentes anarcosindicalistas. La delegación<br />

de la CNT al Congreso de la AIT 112 , en diciembre de<br />

1937, necesitó construir una primera respuesta, ante los<br />

constantes insultos y las acusaciones de ineptitud y de dejación<br />

de los principios ideológicos del anarcosindicalismo,<br />

de que fue objeto por la mayoría de delegados al congreso<br />

internacional.<br />

“El Poder político se nos venía a las manos sin nosotros<br />

quererlo […] Se creó el CCMA, órgano de coordinación<br />

de las fuerzas <strong>com</strong>bativas en el frente. Nuestro<br />

Movimiento Libertario aceptó dicho Comité, pero antes<br />

hubo de resolver el problema capital en nuestra Revolución:<br />

Colaboración antifascista o dictadura anarquista.<br />

Aceptamos la colaboración. ¿Por qué? […] las circunstancias<br />

nos aconsejaron colaborar con los demás sectores<br />

antifascistas” 113<br />

De hecho, la delegación española necesitó la ayuda<br />

de un intelectual de prestigio para defenderse de los ataques<br />

de la internacional, con un informe con cierta altura<br />

intelectual. Este informe secreto, gustó tanto a los líderes<br />

anarcosindicalistas españoles, que decidieron editarlo en<br />

un folleto divulgativo, traducido al español, pese a lo incoherente<br />

que resultaba divulgar un texto que había sido<br />

declarado “secreto” 114 .<br />

112<br />

Formada por José Xena, David Antona, Horacio Martínez Prieto y Mariano Rodríguez<br />

Vázquez.<br />

113<br />

“Informe de la delegación de la CNT al Congreso Extraordinario de la AIT y resolución<br />

del mismo”. Dic. 1937, pp. 75-76.<br />

114<br />

La argumentación de Rüdiger sobre la necesidad de subordinar toda la acción, toda<br />

la teoría y todos los principios de la CNT en favor de la unidad antifascista, <strong>com</strong>o única<br />

garantía de ganar la guerra, suponía EVID<strong>EN</strong>TEM<strong>EN</strong>TE la necesidad de que ese<br />

informe fuera SECRETO. Si los estalinistas rusos y españoles llegaran a conocer la<br />

124


En este folleto 115 , Helmut Rüdiger justificaba plenamente<br />

la acción pragmática de la CNT a causa de los<br />

particularismos existentes en España, <strong>com</strong>o eran un movimiento<br />

obrero sin intelectuales, ni preparación teórica o<br />

experiencia política, por el permanente estado de clandestinidad;<br />

el extremismo, basado en una simplificación de<br />

las relaciones sociales y un optimismo ilimitado, que pensaba<br />

que era suficiente con proclamar el <strong>com</strong>unismo libertario<br />

para convertir al hombre en un ser angelical.<br />

Toda la argumentación de Rüdiger se resumía en<br />

una interiorización y aplicación al movimiento anarquista<br />

de la ideología de unidad antifascista. Según esto,<br />

el 19 de julio fue un triunfo para la CNT porque, por<br />

primera vez, supo unir a todo el pueblo tras de sí. La CNT<br />

volvería a triunfar cuando consiguiera de nuevo arrastrar a<br />

todo el pueblo. Es decir, la unidad antifascista lo justificaba<br />

todo, lo explicaba todo y lo permitía todo. Toda la acción<br />

pragmática de los líderes de la CNT, el abandono de<br />

las tesis antiestatales, la dejación de principios, el colaboracionismo<br />

con partidos burgueses y el gobierno, la militarización<br />

de las Milicias, los ministros anarquistas, la economía<br />

de guerra, todo, absolutamente todo, estaba justificado<br />

por esa ideología de UNIDAD ANTIFASCISTA.<br />

Helmut facilitaba a los líderes anarquistas la justificación a<br />

sus errores, a su incapacidad y a su constante improvisa-<br />

ciega determinación de la CNT en someterse a la unidad antifascista, a cualquier precio,<br />

ésta corría el riesgo de convertirse en una marioneta en manos de sus rivales políticos.<br />

Pero el Comité Nacional de la CNT no dudó en PUBLICAR el informe SECRETO: la<br />

incapacidad, ingenuidad e inmadurez política de los líderes cenetistas no era ninguna<br />

novedad. Por otra parte, editar en folleto, en 1938, el informe secreto de Rüdiger, sólo<br />

podía escandalizar a los pocos cándidos que, en 1938, aún creían en la naturaleza<br />

revolucionaria de la CNT.<br />

115<br />

RÜDIGER, Helmut: El anarcosindicalismo en la Revolución Española. CNT, Barcelona,<br />

1938.<br />

125


ción: se podía, y se debía, renunciar al <strong>com</strong>unismo libertario,<br />

y a la revolución, en beneficio de la unidad<br />

antifascista.<br />

Ahora los dirigentes anarcosindicalistas ya podían<br />

reescribir la historia más reciente. Ahora García Oliver ya<br />

podía aparecer <strong>com</strong>o víctima propiciatoria del rechazo de<br />

la organización confederal a su proposición de “ir a por el<br />

todo”.<br />

De este modo “lo que empezó el 19 de julio no era<br />

ya la revolución social definitiva, sino sólo el primer paso<br />

de ella, el principio de una lucha antifascista”. Helmut esculpía<br />

frases de antología para los partidarios del colaboracionismo:<br />

“Habrá sido la primera vez en la Historia de<br />

las revoluciones que una organización revolucionaria victoriosa<br />

renunció a su dictadura”.<br />

Lo que Helmut no decía era que esa ideología de<br />

unidad antifascista suponía la aceptación de los métodos y<br />

finalidades del programa de la burguesía democrática.<br />

Los partidarios del anarquismo de Estado y los de<br />

la revolución proletaria eran, y son, in<strong>com</strong>patibles. La ausencia<br />

de una ruptura ideológica y organizativa en el seno<br />

del movimiento libertario sólo podía conducir, primero a<br />

la anulación, y más tarde a la asimilación de los sectores<br />

críticos con las peores aberraciones del anarquismo de Estado.<br />

Sin ruptura no pudo darse un proceso de clarificación<br />

y delimitación entre las posiciones de unos y otros. La<br />

ambigüedad y el confusionismo fueron otra derrota del<br />

movimiento libertario, preñada de consecuencias para su<br />

futuro.<br />

126


3<br />

MUERTE Y <strong>EN</strong>TIERRO DE DURRUTI<br />

Cui prodest scelus is fecit.<br />

(Aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha <strong>com</strong>etido).<br />

Séneca, Medea.<br />

Los anarquistas podemos ir a la cárcel, morir <strong>com</strong>o murieron<br />

Obregón, Ascaso, Sabater, Buenaventura Durruti y Peiró, cuyas vidas<br />

son dignas de ser cantadas por un Plutarco. Podemos morir en el exilio,<br />

en los campos de concentración, en el maquis, o en el hospicio,<br />

pero ostentar el cargo de ministro, eso es inconcebible.<br />

Jaime Balius:"Por los fueros de la verdad". Solidaridad<br />

Obrera (2-9-1971).<br />

Del 4 al 22 de noviembre de 1936<br />

El 4 de noviembre de 1936 había mucha expectación<br />

por escuchar el imprevisto discurso de Durruti por<br />

Radio CNT-FAI, que sería trasmitido a toda España por<br />

las emisoras barcelonesas. Ese mismo día la prensa daba<br />

fe de la toma de posesión del cargo de Ministro por cuatro<br />

anarquistas en el gobierno de Madrid: Federica Montseny,<br />

Juan García Oliver, Juan López y Joan Peiró. La Columna<br />

Durruti no había conseguido tomar Zaragoza. Las dificultades<br />

de aprovisionamiento de armamento eran la princi-<br />

127


pal dificultad del frente. Durruti había recurrido a todos<br />

los métodos a su alcance para conseguir armas. Incluso<br />

había enviado un destacamento de milicianos, a principios<br />

de septiembre, en una expedición punitiva sobre Sabadell,<br />

para obligar a que le entregaran las armas que habían sido<br />

almacenadas con vistas a la formación de una Columna<br />

Sabadell que no había llegado a constituirse. Además, el<br />

24 de octubre la Generalidad había aprobado el Decreto de<br />

militarización de las Milicias, que ponía en vigor el antiguo<br />

Código de Justicia Militar a partir del uno de noviembre.<br />

Tanto amigos <strong>com</strong>o enemigos esperaban con atención<br />

qué iba a decir Durruti.<br />

Ya antes de la alocución la gente se aglomeraba en<br />

las proximidades de los altavoces instalados en los árboles<br />

de Las Ramblas, que solían trasmitir canciones revolucionarias,<br />

música y noticias. En cualquier lugar de la ciudad<br />

de Barcelona donde hubiera una radio se esperaba con impaciencia<br />

que el locutor anunciara: "Habla Durruti".<br />

El Decreto de militarización había sido apasionadamente<br />

discutido en la Columna Durruti, que había decidido<br />

no admitirlo, porque no podía mejorar las condiciones<br />

de lucha de los milicianos voluntarios del 19 de julio,<br />

ni resolver la crónica falta de armamento. Durruti firmó,<br />

en nombre del Comité de Guerra, un escrito 116 de rechazo<br />

a la militarización que dirigió al "Consejo" 117 de la Generalidad,<br />

fechado significativamente en el Frente de Osera<br />

ese mismo uno de noviembre en el que se reponía el odiado<br />

Código Militar. La Columna negaba la necesidad de<br />

una disciplina de cuartel a la que oponían la superioridad<br />

116<br />

DURRUTI, Buenaventura: "Al Consejo de la Generalidad de Cataluña". Frente de<br />

Osera, 1 de noviembre de 1936. Véase el anexo documental.<br />

117<br />

"Consejo" era la palabra utilizada para evitar la palabra "Gobierno", que era tabú<br />

para los anarquistas.<br />

128


de la disciplina revolucionaria: "Milicianos sí; soldados<br />

nunca".<br />

Durruti, <strong>com</strong>o delegado de la Columna, quiso<br />

hacerse eco de la indignación y protesta de los milicianos<br />

del frente de Aragón ante el curso claramente contrarrevolucionario<br />

que se estaba abriendo paso en la retaguardia. A<br />

las nueve y media de la noche empezó a radiarse el discurso<br />

118 de Durruti:<br />

"Trabajadores de Cataluña: Me dirijo al pueblo<br />

catalán, a ese pueblo generoso que hace cuatro meses<br />

supo deshacer la barrera de los militarotes que querían<br />

someterle bajo sus botas. Os traigo un saludo de los<br />

hermanos y <strong>com</strong>pañeros que luchan en el frente de Aragón<br />

a unos kilómetros de Zaragoza, y que están viendo<br />

las torres de la Pilarica.<br />

A pesar de la amenaza que se cierne sobre Madrid,<br />

hay que tener presente que hay un pueblo en pie, y<br />

por nada del mundo se le hará retroceder. Resistiremos<br />

en el frente de Aragón, ante las hordas fascistas aragonesas,<br />

y nos dirigimos a los hermanos de Madrid para<br />

decirles que resistan, pues los milicianos de Cataluña<br />

sabrán cumplir con su deber, <strong>com</strong>o cuando se lanzaron a<br />

las calles de Barcelona para aplastar al fascismo. No<br />

han de olvidar las organizaciones obreras cuál debe ser<br />

el deber imperioso de los momentos presentes. En el<br />

frente, <strong>com</strong>o en las trincheras, hay un pensamiento, sólo<br />

un objetivo. Se mira fijo, se mira adelante, con el sólo<br />

propósito de aplastar al fascismo.<br />

Pedimos al pueblo de Cataluña que se terminen<br />

las intrigas, las luchas intestinas; que os pongáis a la al-<br />

118<br />

Discurso reconstruido a partir de distintos fragmentos, publicados en “Solidaridad<br />

Obrera” y “Acracia”.<br />

129


tura de las circunstancias; dejad las rencillas y la política<br />

y pensad en la guerra. El pueblo de Cataluña tiene el<br />

deber de corresponder a los esfuerzos de los que luchan<br />

en el frente. No tendrá más remedio que movilizarse todo<br />

el mundo; y que no crean que se han de movilizar siempre<br />

los mismos. Si los trabajadores de Cataluña han de<br />

asumir la responsabilidad de estar en el frente, ha llegado<br />

el momento de exigir del pueblo catalán el sacrificio<br />

también de los que viven en las ciudades. Es necesaria<br />

una movilización efectiva de todos los trabajadores de la<br />

retaguardia, porque los que ya estamos en el frente queremos<br />

saber con qué hombres contamos detrás de nosotros.<br />

Me dirijo a las organizaciones y les pido que se<br />

dejen de rencillas y de zancadillas. Los del frente pedimos<br />

sinceridad, sobre todo a la Confederación Nacional<br />

del Trabajo y FAI. Pedimos a los dirigentes que sean<br />

sinceros. No es suficiente con que nos envíen cartas al<br />

frente alentándonos, y con que nos envíen ropa, <strong>com</strong>ida<br />

y cartuchos y fusiles. Es necesario también darse cuenta<br />

de las circunstancias, prever el avenir. Esta guerra tiene<br />

todos los agravantes de la guerra moderna y está costando<br />

mucho a Cataluña. Se tienen que dar cuenta los dirigentes<br />

de que si esta guerra se prolonga mucho, hay que<br />

empezar por organizar la economía de Cataluña, hay<br />

que establecer un Código en el orden económico. No estoy<br />

dispuesto a escribir más cartas para que los <strong>com</strong>pañeros<br />

o el hijo de un miliciano <strong>com</strong>a un trozo de pan o<br />

un vaso de leche más, mientras existen consejeros que no<br />

tienen tasa para <strong>com</strong>er y gastar. Nos dirigimos a la CNT-<br />

FAI para decirles que si <strong>com</strong>o organización controlan la<br />

economía de Cataluña, deben organizarla <strong>com</strong>o es debido.<br />

Y que no piense nadie ahora en aumentos de salarios<br />

130


y en reducciones de horas de trabajo. El deber de todos<br />

los trabajadores, especialmente los de la CNT es el de sacrificarse,<br />

el de trabajar lo que haga falta.<br />

Si es verdad que se lucha por algo superior, os lo<br />

demostrarán los milicianos que se sonrojan cuando ven<br />

en la Prensa esas suscripciones a favor suyo, cuando ven<br />

esos pasquines pidiendo socorro para ellos. Los aviones<br />

fascistas nos tiran en sus visitas, diarios en los que pueden<br />

leerse listas de suscripciones para los que luchan, ni<br />

más ni menos que hacéis vosotros. Por esto tenemos que<br />

deciros que no somos pordioseros y, por lo tanto, no<br />

aceptamos la caridad bajo ningún concepto. El fascismo<br />

representa y es, en efecto, la desigualdad social, si no<br />

queréis que los que luchamos os confundamos a los de<br />

retaguardia con nuestros enemigos, cumplid con vuestro<br />

deber. La guerra que hacemos actualmente sirve para<br />

aplastar al enemigo en el frente, pero ¿es éste el único?:<br />

no. El enemigo es también aquel que se opone a las conquistas<br />

revolucionarias y que se encuentra entre nosotros,<br />

y al que aplastaremos igualmente.<br />

Si queréis atajar el peligro, se debe formar un<br />

bloque de granito. La política es el arte de la zancadilla,<br />

el arte de vivir [<strong>com</strong>o zánganos], y éste debe suplantarse<br />

por el arte del trabajo. Ha llegado el momento de invitar<br />

a las organizaciones sindicales y a los partidos políticos<br />

para que esto termine de una vez. En la retaguardia se<br />

ha de saber administrar. Los que estamos en el frente<br />

queremos detrás una responsabilidad y una garantía, y<br />

exigimos que sean las organizaciones las que velen por<br />

nuestras mujeres y nuestros hijos.<br />

Si esa militarización decretada por la Generalidad<br />

es para meternos miedo y para imponernos una disciplina<br />

de hierro, se han equivocado. Vais equivocados,<br />

131


consejeros, con el decreto de militarización de las milicias.<br />

Ya que habláis de disciplina de hierro, os digo que<br />

vengáis conmigo al frente. Allí estamos nosotros que no<br />

aceptamos ninguna disciplina, porque somos conscientes<br />

para cumplir con nuestro deber. Y veréis nuestro orden y<br />

nuestra organización. Después vendremos a Barcelona y<br />

os preguntaremos por vuestra disciplina, por vuestro orden<br />

y por vuestro control, que no tenéis.<br />

Estad tranquilos. En el frente no hay ningún<br />

caos, ninguna indisciplina. Todos somos responsables y<br />

conocemos el tesoro que nos habéis confiado. Dormid<br />

tranquilos. Pero nosotros hemos salido de Cataluña confiándoos<br />

la Economía. Responsabilizaos, disciplinaos.<br />

No provoquemos, con nuestra in<strong>com</strong>petencia, después de<br />

esta guerra, otra guerra civil entre nosotros.<br />

Si cada cual piensa en que su partido sea más potente<br />

para imponer su política, está equivocado, porque<br />

frente a la tiranía fascista sólo debemos oponer una<br />

fuerza, sólo debe existir una organización, con una disciplina<br />

única.<br />

Por nada del mundo aquellos tiranos fascistas<br />

pasarán por donde estamos. Esta es la consigna del frente.<br />

A ellos les decimos: "¡No pasaréis!". Y a vosotros os<br />

corresponde gritar: “¡No pasarán!"."<br />

Al cabo de unas horas de haber escuchado a Durruti<br />

se seguía <strong>com</strong>entando lo que había dicho con su acostumbrada<br />

energía y entereza. Sus palabras resonaron con<br />

fuerza y emoción en la noche barcelonesa, encarnando el<br />

genuino pensamiento de la clase trabajadora. Había sido<br />

una voz de alarma que recordaba a los trabajadores su<br />

condición de militantes revolucionarios. Durruti no reconocía<br />

dioses en los demás, ni la clase obrera en él. Daba<br />

132


por supuesto que los milicianos que se enfrentaban al fascismo<br />

en los campos de batalla no estaban dispuestos a<br />

que nadie escamotease su contenido revolucionario y<br />

emancipador: no se luchaba por la República o la democracia<br />

burguesa, sino por el triunfo de la revolución social<br />

y la emancipación del proletariado.<br />

No hubo en toda la arenga una frase demagógica o<br />

retórica. Eran trallazos para los de arriba y los de abajo.<br />

Para los obreros y para los jerarcas cenetistas apoltronados<br />

en cientos de cargos de responsabilidad, para los ciudadanos<br />

de a pie y para los consejeros de la Generalidad o los<br />

flamantes ministros anarquistas. Una diatriba contra las<br />

derivaciones burocráticas de la situación revolucionaria<br />

creada el 19 de Julio, y una condena contra la política del<br />

gobierno, con o sin confederados al frente del tinglado. En<br />

la retaguardia se confundía lamentablemente el deber con<br />

la caridad, la administración con el mando, la función con<br />

la burocracia, la responsabilidad con la disciplina, el<br />

acuerdo con el decreto y el ejemplo con el ordeno y mando.<br />

Las amenazas de “bajar a Barcelona" reavivaron el<br />

terror de los representantes políticos de la burguesía, aunque<br />

ya era demasiado tarde para enmendar el inexcusable<br />

e ingenuo error de julio, cuando se aplazó la revolución<br />

"hasta después de la toma de Zaragoza", por carencias<br />

teóricas y falta de perspectivas del movimiento libertario.<br />

Pero al poder no se le amenaza en vano: sus palabras, dirigidas<br />

a sus hermanos de clase, tenían todo el valor de un<br />

testamento revolucionario. Testamento, y no proclama,<br />

porque la suya era una muerte anunciada, que el endiosamiento<br />

póstumo convirtió en enigma.<br />

La consecuencia inmediata del discurso radiofónico<br />

fue la convocatoria por Companys al día siguiente, el 5<br />

de noviembre a las once de la noche, de una reunión ex-<br />

133


traordinaria 119 en el Palacio de la Generalidad de todos sus<br />

consejeros y los representantes de todas las organizaciones<br />

políticas y sindicales, para tratar la creciente resistencia al<br />

cumplimiento del decreto de militarización de las milicias,<br />

así <strong>com</strong>o al de disolución de los <strong>com</strong>ités revolucionarios y<br />

su sustitución por ayuntamientos frentepopulistas. Durruti<br />

era causa y diana del debate, aunque todos evitaban pronunciar<br />

su nombre. Companys planteó la necesidad de<br />

acabar con "los incontrolados", que al margen de cualquier<br />

organización política y sindical "lo deshacen todo y<br />

a todos nos <strong>com</strong>prometen". Comorera (PSUC) afirmó<br />

que la UGT expulsaría de sus filas a quienes no acataran<br />

los decretos, e invitó al resto de organizaciones a hacer lo<br />

mismo. Marianet, secretario de la CNT, tras ufanarse del<br />

sacrificio demostrado por los anarquistas con su renuncia a<br />

los propios principios ideológicos, se quejó de la falta de<br />

tacto al aplicar de forma inmediata el Código de Justicia<br />

Militar, y aseguró que tras el decreto de disolución de los<br />

<strong>com</strong>ités, y gracias al esfuerzo de la CNT cada vez había<br />

menos incontrolados, y que se trataba no tanto de grupos a<br />

los que expulsar <strong>com</strong>o resistencias que vencer, sin provocar<br />

rebeliones, y de individuos que convencer. Nin<br />

(POUM), Herrera (FAI) y Fábregas (CNT) alabaron los<br />

esfuerzos realizados por todas las organizaciones para<br />

normalizar la situación posterior al 19 de julio, y fortalecer<br />

el poder del actual Consejo de la Generalidad. Nin medió<br />

en la disputa entre Sandino, consejero de Defensa, y Marianet<br />

sobre las causas de la resistencia al Decreto de militarización,<br />

diciendo que "en el fondo todos estaban de<br />

acuerdo" y que existía cierto temor entre las masas "por<br />

119 “Acta de la reunió celebrada sota la presidencia de S.E. el president de la Generalitat<br />

pels conseller i representants dels partits i sindicats que tenen representació en el Consell,<br />

els dies 5 i 6 de novembre de 1936.”<br />

134


perder lo que han ganado", pero que "la clase obrera<br />

está de acuerdo en formar un verdadero ejército". Nin<br />

veía la solución al actual conflicto en la creación de un<br />

<strong>com</strong>isariado de guerra en el que estuvieran representadas<br />

todas las organizaciones políticas y sindicales. Comorera,<br />

mucho más intransigente que Companys y Tarradellas,<br />

afirmó que el problema fundamental radicaba en la falta<br />

de autoridad de la Generalidad: "grupos de incontrolados<br />

continúan haciendo lo que quieren", no sólo en la<br />

cuestión de la militarización y la dirección de la guerra o<br />

el mando único, sino también en cuanto a la disolución de<br />

<strong>com</strong>ités y formación de ayuntamientos, o en lo que afectaba<br />

a la recogida de armamento en la retaguardia, o en la<br />

movilización, para la que auguraba un fracaso. Falta de<br />

autoridad que Comorera extendía incluso a las colectivizaciones<br />

"que continúan haciéndose a capricho, sin someterse<br />

al Decreto que las regula". Companys aceptó la<br />

posibilidad de modificar el Código Militar y crear un <strong>com</strong>isariado<br />

de Guerra. Comorera y Andreu (ERC) insistieron<br />

en que era necesario cumplir y hacer cumplir los decretos.<br />

La reunión concluyó con un llamamiento unitario<br />

al pueblo catalán al disciplinado acatamiento de todos los<br />

decretos de la Generalidad, y al <strong>com</strong>promiso de todas las<br />

organizaciones a declarar su apoyo en la prensa 120 a todas<br />

las decisiones gubernamentales. Nadie se opuso a la militarización:<br />

el problema para políticos y burócratas era sólo<br />

cómo hacerse obedecer.<br />

El 6 de noviembre el Consejo de Ministros de la<br />

República decidía, mediante una unanimidad que incluía<br />

el voto de los cuatro ministros anarquistas, la huida del<br />

120 Marianet sustituyó en la dirección de “Solidaridad Obrera” al viejo y experimentado<br />

anarquista Liberto Callejas por el joven burócrata Jacinto Toryho, que publicó censurado<br />

el discurso de Durruti.<br />

135


Gobierno de un Madrid asediado por las tropas fascistas.<br />

El desprecio de la Federación Local de la CNT de Madrid<br />

se reflejó en un bellísimo manifiesto público que declaraba:<br />

"Madrid, libre de ministros, será la tumba del fascismo.<br />

¡Adelante milicianos! ¡Viva Madrid sin gobierno!<br />

¡Viva la Revolución Social!". El día 15 una parte de<br />

la columna Durruti <strong>com</strong>batía ya en Madrid, al mando de<br />

un Durruti que se había resistido a salir de Aragón, convencido<br />

finalmente por Marianet y Federica. El 19 de noviembre<br />

una bala perdida, o no 121 , le hirió en el frente de<br />

Madrid, donde falleció al día siguiente. El domingo 22 de<br />

noviembre, en Barcelona, un multitudinario, interminable,<br />

caótico y desorganizado desfile fúnebre 122 avanzaba lentamente,<br />

mientras dos bandas musicales que no conseguían<br />

tocar al unísono contribuían a aumentar la confusión.<br />

La caballería y las tropas motorizadas que debían preceder<br />

el desfile estaban bloqueadas por el gentío. Los coches que<br />

portaban las coronas lo hacían dando marcha atrás. La escolta<br />

de caballería intentaba avanzar cada uno por su cuenta.<br />

Los músicos que se habían dispersado intentaban reagruparse<br />

entre una masa confusa que portaba pancartas<br />

antifascistas y ondeaba banderas rojas, rojinegras y atigresadas.<br />

El cortejo estaba presidido por numerosos políticos<br />

y burócratas, aunque el protagonismo del acto público fue<br />

acaparado por Companys, presidente de la Generalidad,<br />

121 También se había atribuido a una bala perdida la muerte, en abril de 1937, de Antonio<br />

Martín, líder anarquista de Puigcerdà. Las memorias de Pons Garlandí nos han desvelado<br />

que se trató de un asesinato premeditado, orquestado por altos cargos de ERC<br />

en la policía al servicio de la Generalidad, que habían contratado a dos francotiradores,<br />

uno de ellos apodado “penja robes”, muy conocido en la Cerdaña por su puntería.<br />

Apostados en el campanario, con en el puente de entrada a Bellver en su punto de mira,<br />

no tenían más objetivo que el de asesinar a Antonio Martín.<br />

122 Sobre el entierro de Durruti, véase “Solidaridad Obrera” (24-11-1936), y los libros<br />

de Kaminski: Los de Barcelona. Ed. Cotal, Barcelona, 1977 y de Mary Low: Cuaderno<br />

Rojo de Barcelona. Alikornio, Barcelona, 2001.<br />

136


Antonov-Ovseenko, cónsul soviético y Juan García Oliver,<br />

Ministro anarquista de Justicia de la República, que tomaron<br />

la palabra ante el monumento a Colón para lucir sus<br />

dotes oratorias ante la multitud. García Oliver anticipó los<br />

mismos argumentos de sincera amistad y confraternidad<br />

entre antifascistas que utilizaría en mayo de 1937 para<br />

ayudar a aplastar las barricadas de la insurrección obrera<br />

contra el estalinismo. El cónsul soviético inició la manipulación<br />

ideológica de Durruti al hacerle campeón de la disciplina<br />

militar y del mando único. Companys jugó al insulto<br />

más ruin cuando dijo que Durruti "había muerto por<br />

la espalda <strong>com</strong>o mueren los cobardes... o <strong>com</strong>o mueren<br />

los que son asesinados por cobardes". Los tres coincidieron<br />

en ensalzar por encima de todo la unidad antifascista.<br />

El catafalco de Durruti era ya tribuna de la contrarrevolución.<br />

Tres oradores, excelsos representantes del gobierno<br />

burgués, del estalinismo y de la burocracia cenetista, se<br />

disputaban la popularidad del ayer peligroso incontrolado<br />

y hoy embalsamado héroe. Cuando el féretro, ocho horas<br />

después del inicio del espectáculo, ya sin el cortejo oficial,<br />

pero a<strong>com</strong>pañado aún por una curiosa multitud, llegó al<br />

cementerio de Montjuic, no pudo ser sepultado hasta el día<br />

siguiente porque centenares de coronas obstaculizaban el<br />

paso, el agujero era demasiado pequeño y una lluvia torrencial<br />

impedía ampliarlo.<br />

Quizás no sepamos nunca cómo murió Durruti, ya<br />

que existen siete u ocho versiones distintas y contradictorias;<br />

pero es más interesante preguntarse por qué murió<br />

quince días después de hablar por la radio. La alocución<br />

radiofónica de Durruti fue percibida <strong>com</strong>o una peligrosa<br />

amenaza, que halló una respuesta inmediata en la reunión<br />

extraordinaria del Consejo de la Generalidad, y sobre todo<br />

en la brutalidad de la intervención de Comorera, que ape-<br />

137


nas fue suavizada por cenetistas y poumistas, que a fin de<br />

cuentas se juramentaron en la tarea <strong>com</strong>ún de cumplir y<br />

hacer cumplir todos los decretos. La sagrada unidad antifascista<br />

entre burócratas obreros, estalinistas y políticos<br />

burgueses no podía tolerar incontrolados de la talla de Durruti:<br />

he ahí por qué su muerte era urgente y necesaria. Al<br />

oponerse a la militarización de las milicias, Durruti personificaba<br />

la oposición y resistencia revolucionarias a la disolución<br />

de los <strong>com</strong>ités, la dirección de la guerra por la<br />

burguesía y el control estatal de las empresas expropiadas<br />

en julio. Durruti murió porque se había convertido en un<br />

peligroso obstáculo para la contrarrevolución en marcha.<br />

Y por esa misma razón a Durruti había que matarlo<br />

dos veces. Un año después, en la conmemoración del aniversario<br />

de su muerte, la todopoderosa máquina de propaganda<br />

del estalinista gobierno Negrín trabajó a pleno rendimiento<br />

para atribuirle la autoría de un eslogan, inventado<br />

originalmente por Ilya Ehrenburg 123 , y respaldado después<br />

por la burocracia de los <strong>com</strong>ités superiores de la<br />

CNT-FAI, en el que le hacían decir lo contrario de lo que<br />

siempre dijo y pensó: "Renunciamos a todo, menos a la<br />

victoria". Esto es, que Durruti renunciaba a la revolución.<br />

Ni siquiera nos queda una versión <strong>com</strong>pleta y fidedigna de<br />

su discurso, radiado el 4 de noviembre de 1936, porque la<br />

prensa anarquista de la época dulcificó y censuró a Durruti<br />

en vida.<br />

Una vez muerto, Durruti ya podía ser Dios. Y hasta<br />

Teniente Coronel 124 del Ejército Popular.<br />

123<br />

Ehrenburg, Ilya: Corresponsal en la Guerra civil española. Júcar, Madrid, 1970, p.<br />

24.<br />

124<br />

Negrín, en abril de 1938, concedió póstumamente a Durruti tal graduación.<br />

138


4<br />

LA AGRUPACIÓN DE LOS AMI-<br />

GOS DE DURRUTI <strong>EN</strong> LA INSU-<br />

RRECIÓN DE MAYO DE 1937, Y<br />

SU PROGRAMA<br />

La función de la historia será entonces la de mostrar que las leyes engañan,<br />

que los reyes se enmascaran, que el poder ilusiona y que los<br />

historiadores mienten.<br />

Michel Foucault. Genealogía del racismo.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La Agrupación de Los Amigos de Durruti fue una<br />

organización anarquista, fundada en marzo de 1937. Sus<br />

miembros eran milicianos de la Columna Durruti opuestos<br />

a la militarización, y anarquistas, críticos respecto a la entrada<br />

de la CNT en el gobierno republicano y de la Generalidad.<br />

La importancia histórica y política de Los Amigos<br />

de Durruti radica en su intento, surgido, en 1937, del pro-<br />

139


pio seno del movimiento libertario, de constituir una Junta<br />

revolucionaria, que pusiera fin al abandono de los principios<br />

revolucionarios, y al colaboracionismo con el Estado<br />

capitalista; de forma que la CNT defendiera y profundizara<br />

las “conquistas” de julio de 1936, en lugar de cederlas<br />

poco a poco a la burguesía. Sin embargo la Agrupación<br />

nunca se propuso llegar a ser, durante las jornadas de mayo<br />

del 37, una auténtica alternativa revolucionaria a la dirección<br />

colaboracionista de la CNT-FAI, que tenía varios<br />

ministros en el gobierno de la República y en el de la Generalidad.<br />

LA AGRUPACIÓN DE LOS AMIGOS DE DURRUTI<br />

DESDE SU FUNDACIÓN HASTA LOS HECHOS DE<br />

MAYO.<br />

En octubre de 1936 el decreto de militarización de<br />

las Milicias Populares produjo un gran descontento entre<br />

los milicianos anarquistas de la Columna Durruti, en el<br />

Frente de Aragón 125 . Tras largas y enconadas discusiones,<br />

en marzo de 1937, varios centenares de milicianos voluntarios,<br />

establecidos en el sector de Gelsa, decidieron abandonar<br />

el frente y regresar a la retaguardia 126 . Se pactó que<br />

el relevo de los milicianos opuestos a la militarización se<br />

125 Véase Guillamón, Agustín: “Habla Durruti”, en La Barcelona Rebelde. Octaedro,<br />

2003. Véase también la entrevista a Pablo Ruiz en La Noche núm. 3545 (24-3-1937).<br />

126 “No solamente se negaron a militarizarse sino que tampoco atendieron al requerimiento<br />

de ambos Comités [Comités Regionales de la CNT y de la FAI] para que dejasen<br />

las armas y abandonaran el frente. […] visto que no era posible armonizar la división<br />

de criterio que existía en la Columna Durruti […] ya que entre las dos partes existía<br />

tal tirantez que se temía degenerara en un choque sangriento […] la mayor parte de<br />

los camaradas de la agrupación de Gelsa han abandonado el frente en contra de todo<br />

criterio y de los acuerdos de la organización específica y confederal.” En FAI: Informe<br />

que este Comité de Relaciones de Grupos Anarquistas de Cataluña presenta a los camaradas<br />

de la Región. ¿marzo 1937?<br />

140


efectuaría en el transcurso de quince días. Abandonaron el<br />

frente, llevándose las armas.<br />

Ya en Barcelona, junto con otros anarquistas (defensores<br />

de la continuidad y profundización de la revolución<br />

de julio, y opuestos al colaboracionismo confederal<br />

con el gobierno), los milicianos de Gelsa decidieron constituir<br />

una organización anarquista, distinta de la FAI, la<br />

CNT o las Juventudes Libertarias, que tuviera <strong>com</strong>o misión<br />

encauzar el movimiento ácrata por la vía revolucionaria.<br />

Así pues, la Agrupación se constituyó formalmente en<br />

marzo de 1937, tras un largo período de gestación de varios<br />

meses, iniciado en octubre de 1936. La Junta directiva<br />

fue la que decidió tomar el nombre de “Agrupación de Los<br />

Amigos de Durruti”, nombre que por una parte aludía al<br />

origen <strong>com</strong>ún de los ex-milicianos de la Columna Durruti,<br />

y que <strong>com</strong>o bien decía Balius, no se tomó por referencia<br />

alguna al pensamiento de Durruti, sino a su mitificación<br />

popular 127 .<br />

La sede central de la Agrupación estaba situada en<br />

Las Ramblas, esquina a la calle Hospital. El crecimiento<br />

de los miembros de la Agrupación fue rápido y notable. Se<br />

llegaron a repartir, antes de mayo de 1937, entre cuatro y<br />

cinco mil carnés de adheridos a la Agrupación. Una de las<br />

condiciones indispensables para formar parte de la Agrupación<br />

era la de ser militantes de la CNT. El crecimiento<br />

de la Agrupación era consecuencia del descontento de un<br />

amplio sector de la militancia anarquista ante la política<br />

claudicante de la CNT. Otro factor favorable había sido la<br />

lucha iniciada contra la aplicación del Decreto de Colectivizaciones,<br />

a través de los decretos financieros preparados<br />

127 Este capítulo aporta nuevos datos, mejoras y correcciones a un trabajo anterior,<br />

publicado en inglés: Guillamón, Agustín: The Friends of Durruti Group. AK Press, San<br />

Francisco/Edinbourgh, 1996. Es la traducción del número 3 de Balance.<br />

141


por Tarradellas en S´Agaró, con los que el gobierno de la<br />

Generalidad pretendía controlar y dirigir todas las empresas<br />

catalanas, sometiéndolas a un rígido plan económico<br />

estatal 128 . La economía catalana se convertía de hecho en<br />

una especie de capitalismo colectivista (o sindical) de<br />

planificación estatal, en el que el gobierno de la Generalidad<br />

tenía el control financiero de todas y cada una de las<br />

empresas, con la facultad además de nombrar un interventor<br />

de la Generalidad, que ejercía la tutela del gobierno y<br />

dirigía la empresa. Desde enero hasta julio de 1937, en<br />

Barcelona, los obreros industriales convocaron numerosas<br />

asambleas en las fábricas, con frecuencia amenazadas por<br />

un fuerte dispositivo policial en el exterior, en las que se<br />

planteaba con mayor o menor claridad y efectividad el enfrentamiento<br />

de la socialización versus la colectivización<br />

129 , además de la gravísima problemática presentada<br />

por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y las dificultades<br />

de aprovisionamiento de alimentos y productos<br />

básicos. La colectivización suponía que la propiedad de<br />

las pequeñas y medianas empresas y talleres había pasado<br />

de los antiguos amos a los propios trabajadores, insolidarios<br />

respecto a los asalariados de otras empresas menos<br />

productivas o con mayores dificultades. Se trataba, pues,<br />

de una propiedad colectiva, de los trabajadores de cada<br />

empresa, aunque sometidos a un férreo dirigismo estatal,<br />

ya que la dirección global de la economía era planificada<br />

por el gobierno de la Generalidad, que no sólo tenía el<br />

control financiero y, por lo tanto, la posibilidad de ahogar<br />

a las empresas díscolas, sino su dirección efectiva a través<br />

128 L´Obra normativa de la Generalitat de Catalunya. El Pla Tarradellas. Edició del<br />

Comissariat de Propaganda de la Generalitat de Catalunya. Barcelona, 1937.<br />

129 MONJÓ, Anna: “L´economia entre revolució i guerra”; en Història. Política, societat<br />

i cultura del Països Catalans. (vol. 9). De la gran esperança a la gran ensulsiada<br />

1930-1939. Enciclopèdia Catalana, Barcelona 1999.<br />

142


del interventor, que de hecho se convertía en el director y<br />

nuevo amo, delegado por el gobierno. La colectivización<br />

se había convertido, pues, en realidad, en un capitalismo<br />

colectivo, de gestión sindical, con planificación y dirección<br />

estatal. La socialización suponía la organización de<br />

los trabajadores en Federaciones o Sindicatos de Industria,<br />

que reorganizaran y racionalizaran la producción de toda<br />

una rama industrial, dirigida y planificada por los sindicatos,<br />

y en la que los beneficios repercutían solidariamente a<br />

toda la sociedad, y no sólo a los trabajadores de cada empresa<br />

130 . El conjunto de todas esas Federaciones de Industria<br />

ejercerían, pues, la dirección y planificación de la economía<br />

en toda Cataluña; no el gobierno burgués de la Generalidad.<br />

Además de una lucha ideológica, que lo era, se<br />

trataba sobre todo de un <strong>com</strong>bate por la mera supervivencia<br />

de las industrias gestionadas por los obreros, ya que si<br />

Companys y Comorera podían imponer a las empresas tarifas<br />

y condiciones de trabajo, así <strong>com</strong>o impedir el acceso<br />

a la financiación o las materias primas, tenían en sus manos<br />

la dirección real de cualquier empresa, a través del interventor<br />

que imponían, y con su generalización la implantación<br />

de un capitalismo estatal, dirigido por la Generalidad.<br />

Esta lucha se concretaba ideológicamente en la<br />

consigna dada por la Agrupación de Los Amigos de Durruti,<br />

en abril y mayo de 1937, de dar “todo el poder a los<br />

sindicatos”. Recordemos que las Jornadas de Mayo se iniciaron<br />

precisamente por el rechazo de los trabajadores al<br />

130 Sindicato de la Industria Siderometalúrgica de Barcelona CNT-AIT: ¿Colectivización?<br />

¿Nacionalización? No: Socialización. Imp. Primero de Mayo, Barcelona, 1937.<br />

Memoria del Primer Congreso Regional de Sindicatos de la Industria de la Edificación,<br />

Madera y Decoración. Gráficas Inicial, Barcelona, 1937.<br />

Escriben los protagonistas: Balances para la historia. Las colectivizaciones y la autogestión<br />

obrera durante la guerra civil española.<br />

143


nombramiento de un interventor de la Generalidad en Telefónica.<br />

La actividad y el dinamismo de la Agrupación fueron<br />

frenéticos. Desde su constitución formal, el 17 de<br />

marzo, hasta el 3 de mayo, la Agrupación efectuó diversos<br />

mítines (en el Teatro Poliorama el 18 de abril y en el Teatro<br />

Goya el 2 de mayo), lanzó diversos manifiestos y octavillas,<br />

saboteó la intervención de Federica Montseny en el<br />

mitin de la Monumental del 11 de abril, y llenó los muros<br />

de Barcelona con carteles que explicaban su programa. En<br />

este programa destacaban dos puntos:<br />

1.- Todo el poder para la clase obrera.<br />

2.- Órganos democráticos de obreros, campesinos y <strong>com</strong>batientes,<br />

<strong>com</strong>o expresión de ese poder obrero, al que llaman<br />

Junta Revolucionaria.<br />

También propugnaban que los sindicatos asumieran<br />

la plena dirección económica y política del país. Y<br />

cuando hablaban de sindicatos se referían a los sindicatos<br />

confederales, con exclusión de la estalinizada UGT. De<br />

hecho algunos de los miembros de la Agrupación habían<br />

abandonado su militancia en la UGT, para afiliarse acto<br />

seguido a la CNT, y cumplir así el requisito indispensable<br />

para pertenecer a Los Amigos de Durruti.<br />

En realidad, aunque el origen obrero de los <strong>com</strong>ponentes<br />

de la Agrupación hacía que todos estuviesen afiliados<br />

a la CNT, la mayoría eran militantes de la FAI, por<br />

lo que bien puede decirse que la Agrupación de Los Amigos<br />

de Durruti eran un grupo de anarquistas que, desde un<br />

purismo doctrinal ácrata, pero sobre todo haciéndose eco<br />

de la lucha existente por la socialización de las empresas y<br />

contra la militarización de las milicias confederales, se<br />

oponían a la política colaboracionista y estatal de la dirección<br />

de la CNT, y de la propia FAI.<br />

144


Tenían cierta fuerza dominante en el sindicato de<br />

la alimentación, ramificado por toda Cataluña, así <strong>com</strong>o en<br />

las cuencas mineras de Sallent, Suria, Fígols y Cardona, en<br />

la <strong>com</strong>arca del Alto Llobregat. Influían también en otros<br />

sindicatos, en los que eran minoritarios. Algunos de sus<br />

adherentes formaban parte de las Patrullas de Control. Pero<br />

jamás formaron en su seno una fracción o grupo, ni pretendieron<br />

infiltrarse en las Patrullas.<br />

No podemos caracterizar a la Agrupación <strong>com</strong>o un<br />

grupo de afinidad, ni tampoco <strong>com</strong>o una vanguardia plenamente<br />

consciente y organizada, que planeara una acción<br />

metódica para presentarse <strong>com</strong>o una alternativa a la FAI.<br />

Eran, tanto desde el punto de vista numérico, <strong>com</strong>o ideológico<br />

y organizativo, mucho más que un grupo de afinidad<br />

(que solía contar <strong>com</strong>o máximo entre doce o veinte<br />

miembros) constituido más o menos informalmente, en<br />

torno a unas determinadas coincidencias ideológicas y<br />

unas inquietudes <strong>com</strong>unes. Y aunque no eran ni mucho<br />

menos una rama del Movimiento Libertario (ML) <strong>com</strong>o<br />

CNT, FAI, o Juventudes Libertarias, se aproximaban a lo<br />

que en aquellos momentos era Mujeres Libres: una organización<br />

con finalidades propias, no encuadrada plenamente<br />

en ninguna de las tres grandes ramas organizadas<br />

del ML. Eran una amplísima organización de militantes<br />

(cinco mil carnés antes de mayo) que sentían la imperiosa<br />

necesidad instintiva de enfrentarse a la política claudicante<br />

de la CNT y al proceso contrarrevolucionario en auge.<br />

Sus portavoces más destacados fueron Jaime Balius y Pablo<br />

Ruiz. El domingo 18 de abril la Agrupación convocó<br />

un mitin en el Teatro Poliorama, que quiso ser una presentación<br />

pública de su existencia y de su programa. En el mitin<br />

intervinieron Jaime Balius, Pablo Ruiz (delegado de la<br />

Agrupación de Gelsa de la Columna Durruti), Francisco<br />

145


Pellicer (del Sindicato de la Alimentación), y Francisco<br />

Carreño (miembro del Comité de guerra de la Columna<br />

Durruti). El acto tuvo un gran éxito y los conceptos expresados<br />

por los oradores fueron ampliamente aplaudidos.<br />

El primer domingo de mayo (el día 2) la Agrupación convocó<br />

en el Teatro Goya otro mitin de presentación, que<br />

llenó el teatro a rebosar y provocó un entusiasmo delirante<br />

entre los asistentes. Se proyectó el documental titulado<br />

“Diecinueve de julio”, en el que se revivieron los instantes<br />

más emotivos de las jornadas revolucionarias de julio del<br />

36. Intervinieron Pablo Ruiz, Jaime Balius, Liberto Callejas<br />

y Francisco Carreño. En el acto se advirtió que era inminente<br />

un ataque de la reacción contra los trabajadores.<br />

Los Comités dirigentes de la FAI y de la CNT descalificaron<br />

inmediatamente a Los Amigos de Durruti, a quienes<br />

calumniaron <strong>com</strong>o marxistas.<br />

El programa expresado por Los Amigos de Durruti,<br />

antes de mayo del 37, se caracterizaba por el énfasis<br />

puesto en la gestión de la economía por los sindicatos, la<br />

crítica de todos los partidos y de su colaboracionismo estatal,<br />

así <strong>com</strong>o cierto retorno a la pureza doctrinal ácrata.<br />

Los Amigos de Durruti expusieron su programa en el cartel<br />

con el que cubrieron los muros de Barcelona a finales<br />

del mes de abril de 1937. En esos carteles se propugnaba<br />

ya, antes de producirse la insurrección, la necesidad de<br />

sustituir al gobierno burgués de la Generalidad de Cataluña<br />

por una Junta Revolucionaria. En ellos se decía<br />

lo siguiente:<br />

“Agrupación de Los Amigos de Durruti. A la clase<br />

trabajadora:<br />

1.- Constitución inmediata de una Junta Revolucionaria<br />

integrada por obreros de la ciudad, del campo y por <strong>com</strong>batientes.<br />

146


2.- Salario familiar. Carta de racionamiento. Dirección de<br />

la economía y control de la distribución por los sindicatos.<br />

3.- Liquidación de la contrarrevolución.<br />

4.- Creación de un ejército revolucionario.<br />

5.- Control absoluto del orden público por la clase trabajadora.<br />

6.- Oposición firme a todo armisticio.<br />

7.- Una justicia proletaria.<br />

8.- Abolición de los canjes de personalidades.<br />

Atención trabajadores: nuestra agrupación se opone<br />

a que la contrarrevolución siga avanzando. Los decretos<br />

de orden público, patrocinados por Aiguadé no serán<br />

implantados. Exigimos la libertad de Maroto y otros camaradas<br />

detenidos.<br />

Todo el poder a la clase trabajadora.<br />

Todo el poder económico a los sindicatos.<br />

Frente a la Generalidad, la Junta Revolucionaria.”<br />

El cartel de abril del 37 anticipaba y explicaba la<br />

octavilla lanzada durante las jornadas de mayo, además de<br />

otros muchos de los temas y preocupaciones tratados por<br />

Balius en los artículos publicados en “Solidaridad Obrera”,<br />

“La Noche” e “Ideas” (sobre la justicia revolucionaria,<br />

el canje de prisioneros, la necesidad de que la retaguardia<br />

viva para la guerra, etcétera). Se planteaba por primera vez<br />

la necesidad de una Junta Revolucionaria que sustituyera<br />

al gobierno burgués de la Generalidad. Esa Junta<br />

Revolucionaria era definida <strong>com</strong>o un gobierno revolucionario<br />

formado por todos los obreros, campesinos y milicianos<br />

que habían luchado en la calle durante las jornadas<br />

revolucionarias de julio del 36 (y eso excluía al<br />

PSUC, fundado el 23 de julio, y a ERC).<br />

147


Pero lo más importante era la expresión conjunta<br />

de las tres consignas finales. La sustitución del gobierno<br />

burgués de la Generalidad por una Junta Revolucionaria<br />

aparecía junto a la consigna de “Todo el poder para la<br />

clase trabajadora” y “Todo el poder económico a los<br />

sindicatos”.<br />

El programa político expresado en ese cartel, inmediatamente<br />

antes de las jornadas de mayo, era sin duda<br />

el más avanzado y lúcido de todos los grupos proletarios<br />

existentes, y convertía a la Agrupación, en la vanguardia<br />

revolucionaria del proletariado español en ese momento<br />

crítico y decisivo. Y así lo reconocieron, en aquellos momentos,<br />

el POUM y la Sección bolchevique-leninista de<br />

España.<br />

LOS HECHOS DE MAYO 131 .<br />

El sábado primero de mayo no hubo ninguna manifestación<br />

en Barcelona. La Generalidad había declarado<br />

laborable la jornada, en beneficio de la producción de guerra,<br />

aunque el motivo real era el temor a un enfrentamiento<br />

entre las distintas organizaciones obreras, a causa de la<br />

tensión creciente en diversas <strong>com</strong>arcas y localidades catalanas.<br />

Ese mismo sábado el consejo de la Generalidad se<br />

reunió para examinar la situación preocupante del orden<br />

público en Cataluña. El citado consejo aprobó la eficacia<br />

demostrada en las últimas semanas por los consejeros de<br />

seguridad interior y defensa, a quienes se acordó otorgar<br />

un voto de confianza para resolver las cuestiones de orden<br />

público todavía pendientes.<br />

131 Aquí no haremos un relato <strong>com</strong>pleto de las Jornadas de Mayo que no esté relacionado<br />

con Los Amigos de Durruti, y que en todo caso puede seguirse en el anexo documental.<br />

148


El Presidente de la Generalidad el lunes día 3 estuvo,<br />

muy oportunamente, de viaje en Benicarló, para entrevistarse<br />

con Largo Caballero, lo cual le permitió desvincularse<br />

de los primeros acontecimientos. Sea <strong>com</strong>o fuere, la<br />

acción política de Companys, con su cerrada negativa a<br />

destituir a Artemi Aguadé y a Rodríguez Salas, <strong>com</strong>o exigió<br />

la CNT el mismo día 3, fue uno de los más importantes<br />

detonantes de los enfrentamientos armados de los días<br />

siguientes. Ese mismo día había en Barcelona una fuerte<br />

presencia de mineros de la cuenca del Alto Llobregat, interesados<br />

en los acuerdos que había de tomar el gobierno<br />

sobre la exportación de potasas al extranjero 132 , que tomaron<br />

parte activa en la defensa de las barricadas.<br />

El lunes, 3 de mayo de 1937, hacia las tres menos<br />

cuarto de la tarde, tres camiones de guardias de asalto,<br />

fuertemente armados, se detuvieron ante la sede de la Telefónica<br />

en la plaza de Cataluña. Estaban dirigidos por<br />

Rodríguez Salas, militante de la UGT y estalinista convencido,<br />

responsable oficial de la <strong>com</strong>isaría de orden público.<br />

El edificio de Telefónica había sido incautado por la<br />

CNT desde el 19 de julio. La supervisión de las <strong>com</strong>unicaciones<br />

telefónicas, la vigilancia de las fronteras y las patrullas<br />

de control eran el caballo de batalla, que desde enero<br />

había provocado diversos incidentes entre el gobierno<br />

republicano de la Generalidad y la masa confederal. Era<br />

una lucha inevitable entre el aparato estatal republicano,<br />

que reclamaba el dominio absoluto sobre todas las <strong>com</strong>petencias<br />

que le eran “propias”, y la defensa de las “conquistas”<br />

del 19 de julio por parte de los cenetistas. Rodríguez<br />

Salas pretendió tomar posesión del edificio de la Telefónica.<br />

Los militantes cenetistas de los pisos inferiores, tomados<br />

por sorpresa, se dejaron desarmar; pero en los pisos<br />

132 Crónica del Departament de Presidencia del 3 de maig de 1937.<br />

149


superiores se organizó una dura resistencia, gracias a una<br />

ametralladora instalada estratégicamente. La noticia se<br />

propagó rápidamente. De forma inmediata se levantaron<br />

barricadas en toda la ciudad. No debe hablarse de una reacción<br />

espontánea de la clase obrera barcelonesa, porque<br />

la huelga general, los enfrentamientos armados con las<br />

fuerzas de policía y las barricadas fueron fruto de la iniciativa<br />

tomada por el Comité de Investigación de la<br />

CNT-FAI y los <strong>com</strong>ités de defensa, rápidamente secundada<br />

gracias a la existencia de un enorme descontento generalizado,<br />

las crecientes dificultades económicas en la vida<br />

cotidiana causadas por la carestía de vida, las colas y el<br />

racionamiento, así <strong>com</strong>o a la tensión existente en la base<br />

militante confederal entre colaboracionistas y revolucionarios.<br />

La lucha callejera fue impulsada y realizada desde<br />

los <strong>com</strong>ités de defensa de los barrios (y sólo parcial y<br />

secundariamente por algún sector de las patrullas de control).<br />

Que no existiera una orden de los <strong>com</strong>ités superiores<br />

de la CNT, que ejercían de ministros en Valencia, o de<br />

cualquier otra organización, para movilizarse levantando<br />

barricadas en toda la ciudad, no significa que éstas fueran<br />

puramente espontáneas, sino que fueron resultado de las<br />

consignas lanzadas por los <strong>com</strong>ités de defensa 133 . Manuel<br />

Escorza había intervenido en la asamblea de la CNT-FAI<br />

del 21 de julio de 1936, defendiendo una tercera vía, frente<br />

a la defendida sin convicción por García Oliver de “ir a<br />

133 Afirma Gorkin: “En realidad el movimiento fue totalmente espontáneo. Por supuesto<br />

esta espontaneidad, muy relativa, debe explicarse, desde el 19 de julio habían sido<br />

creados, un poco por todas partes, en Barcelona y en Cataluña unos Comités de Defensa,<br />

organizados sobre todo por elementos de base de la CNT y la FAI. La existencia de<br />

esos Comités fue poco activa durante algún tiempo, pero sin embargo puede decirse que<br />

el 3 de mayo fueron ellos quienes movilizaron a la clase obrera. Fueron los grupos de<br />

acción del movimiento. Sabemos que no se dio ninguna orden de huelga general por<br />

parte de ninguna de las dos centrales sindicales.” Cfr. Gorkin, Julián: “Réunion du<br />

sous-secrétariat international du POUM – 14 mai 1937”.<br />

150


por el todo”, y la ampliamente mayoritaria de Abad de<br />

Santillán y Federica Montseny de colaborar lealmente con<br />

el gobierno de la Generalidad. Escorza propugnaba el uso<br />

del gobierno de la Generalidad <strong>com</strong>o un instrumento para<br />

socializar la economía, y deshacerse de ella en cuanto dejara<br />

de ser útil a la CNT. Fue el máximo responsable de<br />

los Servicios de Investigación de la CNT-FAI, que desde<br />

julio de 1936 ejecutó todo tipo de tareas represivas, así<br />

<strong>com</strong>o de espionaje e información. Estos Servicios habían<br />

mantenido una estructura organizativa propia, autónoma<br />

e independiente tanto del gobierno de la Generalidad<br />

<strong>com</strong>o, en su momento, del CCMA. Dependían directamente<br />

de los <strong>com</strong>ités superiores de la CNT-FAI (<strong>com</strong>ité regional<br />

de la CNT y de la FAI), a la vez que ejercían un<br />

papel de coordinación de los <strong>com</strong>ités de defensa de los<br />

barrios y los militantes cenetistas que ejercían funciones y<br />

cargos públicos en la <strong>com</strong>isaría de orden público y patrullas<br />

de control: José Asens, Dionisio Eroles, Aurelio Fernández,<br />

“Portela”, etcétera. En abril de 1937, Pedro<br />

Herrera, “conseller” (ministro) de Sanidad del segundo<br />

gobierno Tarradellas 134 , y Manuel Escorza, fueron los responsables<br />

cenetistas que negociaron con Lluis Companys<br />

(presidente de la Generalidad) una salida a la crisis gubernamental<br />

abierta a principios de marzo de 1937, a causa de<br />

la dimisión del “conseller” de Defensa, el cenetista Isgleas<br />

135 . Companys decidió abandonar la táctica de Tarra-<br />

134<br />

El segundo gobierno Tarradellas se mantuvo del 16 de diciembre de 1936 al 3 de<br />

abril de 1937.<br />

135<br />

Isgleas había dimitido ante el proyecto de que la División Carlos Marx, controlada<br />

por el PSUC, abandonase el Frente de Aragón por el de Madrid, y no <strong>com</strong>o dicen algunos<br />

historiadores a causa de un enésimo decreto de desarme de la retaguardia que nadie<br />

tomaba en serio. Isgleas se oponía al debilitamiento del Frente de Aragón, y reclamaba<br />

que, en todo caso, los hombres de la Divisón Marx fueran sustituidos por dos mil hombres<br />

provenientes de las fuerzas policiales de retaguardia. Era un golpe bajo contra las<br />

intenciones de Companys de desarmar y controlar la retaguardia.<br />

151


dellas, que no imaginaba un gobierno de la Generalidad<br />

que no fuera de unidad antifascista, y en el que no participara<br />

la CNT, para adoptar la propugnada por Comorera,<br />

secretario del PSUC, que consistía en imponer por la fuerza<br />

un gobierno “fuerte”, que no tolerase ya una CNT incapaz<br />

de meter en cintura a sus propios militantes, calificados<br />

<strong>com</strong>o “incontrolados”. Companys estaba decidido a<br />

romper una política, cada vez más difícil, de pactos con la<br />

CNT y creyó que había llegado la hora, gracias al apoyo<br />

del PSUC y los soviéticos, de imponer por la fuerza la autoridad<br />

y decisiones de un gobierno de la Generalidad que,<br />

<strong>com</strong>o los hechos demostraron, aún no era lo bastante poderosa<br />

<strong>com</strong>o para dejar de negociar con la CNT. El fracaso<br />

de las conversaciones de Companys con Escorza y<br />

Herrera 136 , al no hallar solución política alguna en dos meses<br />

de conversaciones, y pese al efímero nuevo gobierno<br />

del 16 de abril 137 , desembocó directamente en los enfrentamientos<br />

armados de mayo de 1937 en Barcelona, cuando<br />

Companys, sin avisar a Tarradellas (ni por supuesto a Escorza<br />

y Herrera) dio la orden a Artemi Aguadé, “conseller”<br />

de Interior, de ocupar la Telefónica, que fue ejecutada<br />

por Rodríguez Salas 138 , <strong>com</strong>isario de Orden Público,<br />

hacia las tres menos cuarto de la tarde del 3 de mayo de<br />

1937. La orden de huelga general no fue fruto de un “espontáneo<br />

instinto de clase”. La toma de la Telefónica era<br />

136<br />

“Actas de las reuniones de Companys con Herrera y Escorza del 11 y 13 de abril de<br />

1937”.<br />

137<br />

En este gobierno (del 16 abril al 4 de mayo) los consejeros de la CNT eran Isgleas<br />

(Defensa), Capdevila (Servicios públicos) y Aurelio Fernández (Sanidad y asistencia<br />

pública).<br />

138<br />

Según afirma Joan Pons Garlandí, en sus memorias, antes de mayo, en una reunión<br />

de la Junta de Seguridad Interior, en el propio despacho del <strong>com</strong>isario Rodríguez Salas,<br />

en el Palacio de Gobernación de Plaza Palacio, Artemi Aguadé consiguió que Aurelio<br />

Fernández, que había puesto su pistola en la cabeza de Rodríguez Salas, no disparara.<br />

Esta anécdota refleja el grado de crispación existente entre los dirigentes cenetistas y los<br />

cargos de ERC que ostentaban responsabilidades policiales.<br />

152


la brutal respuesta a las exigencias 139 cenetistas y un<br />

desprecio a las negociaciones 140 que durante el mes de<br />

abril habían mantenido Manuel Escorza y Pedro<br />

Herrera, en representación de la CNT, directamente<br />

con Companys, que había excluido expresamente a Tarradellas.<br />

Escorza 141 tenía el motivo y la capacidad para<br />

139<br />

Herrera y Escorza defendían la creación de unas Comisiones asesoras en todas las<br />

consejerías de la Generalidad, que les permitiesen controlar lo que se hacía y aprobaba<br />

en todos los departamentos del gobierno, y muy especialmente en aquellos dirigidos por<br />

el PSUC, <strong>com</strong>o garantía para evitar conflictos futuros entre las distintas organizaciones<br />

antifascistas. Su modelo era el consejo de economía y la <strong>com</strong>isión de industrias de guerra,<br />

que tanta eficacia habían demostrado, según Escorza y Herrera.<br />

140<br />

TARRRADELLAS, Josep: “La crisi política prèvia als Fets de Maig. 26 dies de<br />

desgovern a la Generalitat”. Informe.<br />

141<br />

Nació en Barcelona en 1912. Hijo de un militante cenetista del Sindicato de la Madera.<br />

En su infancia padeció una poliomielitis que le dejó <strong>com</strong>o secuela una parálisis<br />

permanente. De muy baja estatura a causa de la atrofia de las piernas utilizaba unas<br />

enormes alzas en los zapatos que añadido al uso de las muletas le daba un aspecto lastimoso<br />

y dificultaba enormemente su movilidad. De carácter extremadamente agrio y<br />

duro poseía una gran cultura y fuerza de voluntad y no permitía que nadie le ayudara a<br />

moverse. Militó en las Juventudes Libertarias y llegó a formar parte del Comité Peninsular<br />

de la FAI. Al inicio de la guerra civil intervino en la asamblea de la CNT-FAI del<br />

20 de julio de 1936, defendiendo una tercera vía, frente a la defendida sin convicción<br />

por García Oliver de “ir a por el todo”, y la ampliamente mayoritaria de Abad de Santillán<br />

de colaborar lealmente con el gobierno de la Generalidad. Escorza propugnaba el<br />

uso del gobierno de la Generalidad <strong>com</strong>o un instrumento para socializar y colectivizar,<br />

y deshacerse de ella en cuanto dejara de ser útil a la CNT. Fue el máximo responsable<br />

de los Servicios de Investigación de la CNT-FAI, que desde julio de 1936 ejecutó todo<br />

tipo de tareas represivas, así <strong>com</strong>o de espionaje e información. El Comité de Investigación<br />

estaba organizado en dos secciones: Minué estaba encargado del espionaje en el<br />

extranjero y el propio Escorza de la información en el interior. Las tareas represivas no<br />

sólo se ejercieron contra organizaciones y elementos facciosos, sino también contra militantes<br />

cenetistas. Escorza fue responsable de la ejecución de José Gardeñas, del ramo<br />

de la construcción y Fernández, presidente del Sindicato de la Alimentación, por orden<br />

de la Organización confederal, con el conocimiento y asentimiento de Federica Montseny<br />

y Abad de Santillán. Su labor de información y espionaje fue calificada <strong>com</strong>o excelente<br />

por García Oliver. Las labores policiales, informativas y represivas de la quinta<br />

columna, tanto de elementos fascistas <strong>com</strong>o clericales, y de sus actividades, así <strong>com</strong>o de<br />

los llamados “incontrolados” del propio bando antifascista, incluido el cenetista, le dieron<br />

una fama siniestra que, sumada a su parálisis y aparatosa presencia física, lo convirtieron<br />

en una figura repulsiva y contrahecha, temida por su poder sobre la vida y la<br />

muerte de los demás, teñida de una aureola mítica que, a caballo entre el desprecio y el<br />

terror, le calificó (en palabras de García Oliver) <strong>com</strong>o “un tullido de cuerpo y alma”.<br />

Sin embargo no puede negársele una sobresaliente eficacia (reconocida por el propio<br />

García Oliver) en sus tareas de espionaje, información y represión, que siempre ejerció<br />

153


esponder inmediatamente a la provocación de Companys<br />

desde el Comité de Investigación de la CNT-FAI, organización<br />

autónoma que coordinaba a los <strong>com</strong>ités de defensa<br />

y a los responsables cenetistas en los distintos departamentos<br />

de orden público. Ese fue verosímilmente el inicio de<br />

los enfrentamientos armados de las Jornadas de Mayo, y el<br />

terreno propicio para la acción que se presentó a Los Amigos<br />

de Durruti. Ellos supieron atenerse inmediatamente a<br />

lo que las circunstancias exigían. Mientras los obreros lucharon<br />

con las armas en las manos, la Agrupación intentó<br />

dirigirlos y darles un objetivo revolucionario. Pero enseguida<br />

encontraron sus límites. Criticaron a los líderes de la<br />

CNT, a los que llegaron a calificar de traidores, en el Manifiesto<br />

del día 8, pero no supieron contrarrestar sus consignas<br />

de abandono de las barricadas. Tampoco se plantearon<br />

desbordar a la dirección confederal, que inmediatamente<br />

quiso detener la insurrección iniciada desde los <strong>com</strong>ités<br />

de defensa, cuando los primeros espadas, <strong>com</strong>o García<br />

Oliver, Federica Montseny y Abad de Santillán, intentaron<br />

apagar el fuego prendido. Los Amigos de Durruti no<br />

consiguieron que su consigna de constitución de una Junta<br />

revolucionaria se hiciera realidad. Sabían que sus críticas a<br />

la dirección anarcosindicalista no serían suficientes para<br />

arrebatarle el dominio de la organización cenetista.<br />

Por otra parte, la Agrupación era joven, falta de experien-<br />

por estricta delegación de la Organización confederal. Durante el verano de 1936 intervino<br />

destacadamente en las conversaciones del Comité Central de Milicias Antifascistas<br />

de Cataluña (CCMCA) con el Comité de Acción Marroquí (CAM) que propusieron al<br />

gobierno de la República la independencia a Marruecos <strong>com</strong>o medio para desmovilizar<br />

a las tropas marroquíes que habían sido enroladas en el ejército de Franco. El 22 de octubre<br />

de 1936, Manuel Escorza y Dionisio Eroles, en nombre del Comité Regional de la<br />

CNT, y Pedro Herrera, por la FAI, firmaron el pacto de unidad de acción de la CNT-<br />

FAI con el PSUC y la UGT, que el día 27 fue refrendado y explicado en un mitin monstruo<br />

reunido en la plaza de toros Monumental, en el que tomaron la palabra, Antonio<br />

Sesé, Federica Montseny, Joan Comorera y Vázquez, además del cónsul soviético en<br />

Barcelona, Antonov Ovseenko.<br />

154


cia y carente de prestigio entre la masa confederal. Sus<br />

ideas no habían logrado calar en profundidad entre los militantes<br />

de base.<br />

Inmersos en esta situación de impotencia recibieron<br />

una nota del Comité ejecutivo del POUM, para que<br />

una representación autorizada de la Agrupación se entrevistara<br />

con ellos. Acudieron Jaime Balius, Pablo Ruiz,<br />

Eleuterio Roig y Martín. A las siete de la tarde del día 4 se<br />

entrevistaron en el Principal Palace, en Las Ramblas, con<br />

Gorkin, Nin y Andrade. Examinaron conjuntamente la situación,<br />

y llegaron a la conclusión unánime de que, dada<br />

la oposición al movimiento revolucionario de las direcciones<br />

de la CNT y la FAI, éste estaba condenado al fracaso<br />

142 . Se acordó que era necesaria una retirada ordenada de<br />

los <strong>com</strong>batientes y que éstos conservaran las armas. Que la<br />

retirada se hiciera previo abandono de las posiciones por<br />

las fuerzas opuestas. Que era preciso encontrar garantías<br />

para evitar una represión de los <strong>com</strong>batientes en las barricadas.<br />

Al día siguiente, por la noche, los máximos dirigentes<br />

y responsables anarcosindicalistas hablaron de nuevo<br />

por la radio, llamando al abandono de la lucha. Y ahora<br />

los militantes de base en las barricadas ya no se burlaban<br />

de los “bomberos” de la CNT-FAI, ni de los besos a los<br />

guardias de García Oliver.<br />

El miércoles, día cinco de mayo, Los Amigos de<br />

Durruti distribuyeron en las barricadas la conocida octavilla<br />

que les dio fama, cuyo texto decía así:<br />

“CNT-FAI. Agrupación “Los Amigos de Durruti”.<br />

142 Vid. Solano, W.: “La Juventud Comunista Ibérica (POUM) en las jornadas de mayo<br />

de 1937 en Barcelona”; en Los sucesos de mayo de 1937. Una revolución en la República.<br />

Fundación Nin y Fundación Seguí, Pandora Libros, Barcelona, 1099, pp. 158-<br />

160.<br />

155


¡TRABAJADORES¡ Una Junta revolucionaria.<br />

Fusilamiento de los culpables. Desarme de todos los<br />

Cuerpos armados. Socialización de la economía. Disolución<br />

de los Partidos políticos que hayan agredido a la clase<br />

trabajadora. No cedamos la calle. La revolución ante todo.<br />

Saludamos a nuestros camaradas del POUM que han confraternizado<br />

en la calle con nosotros ¡VIVA LA REVO-<br />

LUCIÓN SOCIAL! ¡ABAJO LA CONTRARREVOLU-<br />

CIÓN¡”<br />

Esta octavilla fue confeccionada la noche del cuatro<br />

al cinco de mayo bajo amenaza armada, en una imprenta<br />

del Barrio Chino. La improvisación y la falta de infraestructura<br />

de la Agrupación eran evidentes. El texto fue<br />

redactado tras la reunión con la Ejecutiva del POUM, celebrada<br />

a las siete de la tarde del día cuatro, cuando entre<br />

la Agrupación y el POUM se había acordado ya una postura<br />

defensiva de retirada, sin abandono de las armas, y con<br />

la exigencia de pedir garantías contra la represión. La octavilla,<br />

aprobada por el POUM, y reproducida en el número<br />

235 (del 6 de mayo) de La Batalla, no tenía tras de sí<br />

ningún plan de acción, no era más que una declaración de<br />

intenciones y un llamamiento a la espontaneidad de las<br />

masas confederales para que perseveraran en su acción ante<br />

los avances de la contrarrevolución. Todo estaba condicionado<br />

en realidad a la decisión que tomara la dirección<br />

cenetista. Era absurdo e ilógico creer que las masas confederales,<br />

pese a su reticencia inicial, o a sus críticas, no seguiría<br />

a los líderes del 19 de julio. Sólo si la dirección de<br />

la CNT era desbordada por otra dirección revolucionaria<br />

podía darse el caso, aún así muy difícil, de que la masa siguiera<br />

las consignas y el plan de acción de una nueva dirección.<br />

Pero ni la Agrupación, ni el POUM, intentaron<br />

156


desbancar a la dirección confederal, ni tenían preparado<br />

ningún plan de acción. Tanto unos <strong>com</strong>o otros impulsaron,<br />

en la práctica, una política seguidista respecto a las decisiones<br />

de la dirección cenetista. El Comité ejecutivo del<br />

POUM rechazó el plan de Josep Rebull 143 de tomar la Generalidad<br />

y los edificios que aún resistían en el centro de<br />

la ciudad, argumentando que no se trataba de una cuestión<br />

militar, sino política. Los enfrentamientos se reducían<br />

al centro de la ciudad.<br />

Ese mismo día 5 se mantuvo una entrevista entre el<br />

Comité Local de Barcelona del POUM y Los Amigos de<br />

Durruti, que los poumistas calificaron <strong>com</strong>o negativa, porque:<br />

“Ellos [Los Amigos de Durruti] no quieren intervenir<br />

directamente dentro de los medios confederales para<br />

desplazar la dirección, nada más quieren influenciar el<br />

movimiento sin ninguna más responsabilidad”.<br />

En la octavilla, lanzada el día 5 de mayo, Los Amigos de<br />

Durruti propusieron una acción <strong>com</strong>ún POUM-CNT-FAI.<br />

Como objetivo inmediato para dirigir la revolución propugnaron<br />

la formación de una Junta Revolucionaria. PE-<br />

RO JAMAS PUDO SER LLEVADA A LA PRÁCTICA.<br />

Eran gente de barricada, más que organizadores. La propuesta<br />

de acción <strong>com</strong>ún CNT-FAI-POUM no pasó de ser<br />

un saludo a los militantes de otras organizaciones, que<br />

<strong>com</strong>batieron codo a codo con ellos en las barricadas. Nunca<br />

se pasó de la letra de la octavilla a un acuerdo concreto.<br />

No hicieron prácticamente nada para desbordar a la direc-<br />

143 GUILLAMON, Agustín: "Josep Rebull de 1937 a 1939. La crítica interna a la política<br />

del CE del POUM sobre la Guerra de España". Balance. Cuadernos 19 y 20 (mayo -<br />

octubre de 2000).<br />

157


ción cenetista y arrebatarle el control de la masa confederal,<br />

que desoyó en repetidas ocasiones las órdenes de<br />

abandonar la lucha en las calles.<br />

Los Amigos de Durruti fueron los <strong>com</strong>batientes<br />

más activos en las barricadas, y dominaron <strong>com</strong>pletamente<br />

la plaza Maciá (ahora plaza Real), con todos los accesos<br />

bloqueados con barricadas, y la calle Hospital en toda su<br />

longitud. En el cruce Ramblas/calle Hospital, bajo un<br />

enorme retrato de Durruti, colocado en la fachada del piso<br />

donde estaba la sede de la Agrupación, levantaron una<br />

barricada donde establecieron su centro de operaciones.<br />

El absoluto control de la calle Hospital enlazaba con<br />

la sede del Comité de Defensa Confederal (cuartel central<br />

de los <strong>com</strong>ités de defensa), en Los Escolapios 144 de la<br />

Ronda San Pablo, y de allí con la Brecha de San Pablo,<br />

tomada por una cuarentena de milicianos de la Rojinegra,<br />

que al mando del durrutista Máximo Franco habían “bajado<br />

a Barcelona” en labor de “observación e información”,<br />

después que tanto la Columna Rojinegra <strong>com</strong>o la Lenin,<br />

mandada por Rovira, hubieran cedido a las presiones recibidas<br />

para que sus respectivas unidades regresaran al frente,<br />

a instancias de Abad de Santillán y Molina, esto es, de<br />

los cenetistas que daban las órdenes del departamento de<br />

Defensa de la Generalidad, en ausencia de Isgleas.<br />

El POUM dominaba totalmente la plaza del Teatro<br />

con unas barricadas que defendían un amplio perímetro<br />

en torno a la sede del Comité Local (en el Principal Palace)<br />

y el Hotel Falcón, convertido en una fortaleza.<br />

Los enfrentamientos más duros y decisivos se produjeron<br />

los días cuatro y cinco. Los barrios obreros estu-<br />

144 “Pedro” (Gerö), en sus informes a Moscú, señaló Los Escolapios <strong>com</strong>o el centro<br />

dirigente de la insurrección de mayo de 1937. Véase Guillamón, Agustín: “La NKVD y<br />

el SIM en Barcelona. Algunos informes de Gerö sobre la Guerra de España”. Balance<br />

número 22 ( noviembre 2001).<br />

158


vieron en poder de la CNT-FAI desde el primer momento.<br />

En el centro de Pueblo Nuevo, por ejemplo, se levantaron<br />

las barricadas de rigor, para controlar las entradas y salidas<br />

de la ciudad por la carretera de Mataró, pero la tranquilidad<br />

fue absoluta, y en los barrios donde fue necesaria la<br />

lucha ésta se decidió rápidamente a favor de los <strong>com</strong>ités<br />

de defensa, <strong>com</strong>o ocurrió en Sants, donde el <strong>com</strong>ité de defensa,<br />

instalado en el Hotel Olímpic de la plaza de España,<br />

asaltó el vecino cuartel de la guardia de asalto (600 hombres)<br />

de plaza de España, y luego, preventivamente, el<br />

cuartel de la guardia nacional (antigua guardia civil) de<br />

Casarramona 145 (actual sede de Caixa-Fórum), custodiado<br />

por un retén de 80 hombres, ya que el resto de la guarnición,<br />

que contaba con un total de 400 guardias, había salido<br />

con órdenes de tomar la emisora de radio de Las<br />

Ramblas. Al llegar a la altura de Los Escolapios fueron<br />

derrotados y emprendieron la huida. En Pueblo Seco, el<br />

<strong>com</strong>ité de defensa desalojó a cañonazos el cine América<br />

(Paralelo 121), donde se habían refugiado unos sesenta de<br />

esos guardias nacionales en retirada hacia su cuartel.<br />

La lucha más encarnizada se estableció en el centro<br />

de la ciudad, enfrentándose a menudo barricada<br />

contra barricada, levantadas por el POUM, CNT, PSUC,<br />

ERC y Generalitat, para defender sus respectivos locales.<br />

La plaza de Sant Jaume, donde se encuentran el<br />

Palacio de la Generalidad y el Ayuntamiento, estaba defendida<br />

por barricadas levantadas por los mossos<br />

d´esquadra. Los del POUM habían levantado una barricada<br />

en Ramblas/Fiveller (ahora Ferran/Fernando), desde la<br />

que disparaban contra la barricada de la Generalidad. Los<br />

del PSUC habían levantado una barricada en Llibreteria-<br />

145<br />

GIMÉNEZ AR<strong>EN</strong>AS, Juan: De la Unión a Banat. Fundación Anselmo Lorenzo,<br />

Madrid, 1996, p. 59.<br />

159


plaza del Angel (entonces Dostoievski), precisamente<br />

frente al edificio que era la sede del sindicato de la UGT<br />

de agua, gas y electricidad, sito en vía Layetana (entonces<br />

Durruti). El fuego cruzado les permitía dominar este sector<br />

de la vía Durruti, que además bloqueaba el portal del número<br />

2 de la plaza del Angel, donde residían Berneri y<br />

Barbieri, que fueron secuestrados y asesinados por una patrulla<br />

ugetista. También hubo <strong>com</strong>bates, en la misma vía<br />

Durruti, entre la Comisaría de orden público y la Casa<br />

CNT-FAI, defendida con tanques. En el edificio de Correos<br />

se <strong>com</strong>batió piso por piso.<br />

En el Paseo de Gracia se intercambiaron disparos<br />

entre el Casal Carlos Marx del PSUC y el cercano local<br />

del sindicato de la madera cenetista; y en el Cinco de<br />

Oros, entre la barricada levantada frente a la sede del<br />

POUM, en Gracia, y la del próximo cuartel de los de asalto.<br />

En ese mismo lugar, los anarcosindicalistas alemanes<br />

levantaron otra barricada frente al antiguo consulado alemán,<br />

protegida con una ametralladora que enfilaba todo el<br />

paseo de Gracia.<br />

En la Gran Vía, entre Balmes y Paseo de Gracia,<br />

se enfrentaron guardias de asalto y los de Estat Català, que<br />

ocuparon el café llamado Oro del Rhin y levantaron una<br />

barricada en la Rambla de Cataluña, con los cenetistas del<br />

sindicato de la alimentación y la central de las Patrullas<br />

de Control; mientras desde el Hotel Colón, que <strong>com</strong>partía<br />

el patio interior con el sindicato cenetista de artes<br />

gráficas, que preparaba un asalto al hotel, se disparaba<br />

sobre la Telefónica. En la parte alta de Las Ramblas la sede<br />

del Comité ejecutivo del POUM, amenazada por un pelotón<br />

de guardias de asalto, que se habían hecho fuertes en<br />

el colindante café Moka, era defendida desde los observa-<br />

160


torios astronómicos del Poliorama 146 , edificio situado enfrente,<br />

al otro lado de las Ramblas, desde el que se batía la<br />

entrada del café Moka. También se luchó duramente en el<br />

Parque de la Ciudadela, en torno al edifico del Parlamento,<br />

residencia de Azaña (presidente de la República),<br />

en el Mercado del Born y en la Estación de Francia,<br />

controlada por los cenetistas, pero que las tropas del cercano<br />

Palacio de Gobernación consiguieron tomar finalmente.<br />

Desde el cuartel Carlos Marx (PSUC) se hostilizó<br />

al cercano cuartel Espartaco (CNT), o de los Docks.<br />

Las patrullas de uno y otro bando cacheaban y desarmaban<br />

147 a individuos y grupos de signo contrario en las<br />

calles del Ensanche. Numerosos incidentes, refriegas y<br />

choques armados se producían por doquier, pero sobre todo<br />

en el triángulo formado entre el Hotel Colón (sede<br />

del PSUC), el Palacio de la Generalidad y la Comisaría<br />

de orden público, en vía Durruti. Este bastión contrarrevolucionario<br />

del centro de la ciudad, formado por callejuelas<br />

estrechas y retorcidas, fácilmente obstruidas por pequeñas<br />

barricadas, aún en disputa, hubiera cedido al asalto<br />

decidido de los trabajadores barceloneses, <strong>com</strong>o insistía<br />

en demostrar Josep Rebull al <strong>com</strong>ité ejecutivo del POUM<br />

con un plano de Barcelona en mano. Pero los discursos radiofónicos<br />

de los ministros y demás jerifaltes anarquistas,<br />

tuvieron un poderoso efecto desmovilizador. Aunque al<br />

principio hubo quien disparó al aparato de radio,<br />

cuando García Oliver decía que había que besar a los<br />

policías muertos 148 , porque eran hermanos antifascistas,<br />

pronto se notó su efecto desmoralizador en las barrica-<br />

146 Aquí estuvo de guardia el escritor británico George Orwell.<br />

147 El nieto de Francisco Ferrer Guardia fue asesinado por una patrulla del PSUC en<br />

uno de esos controles, al resistirse a ser desarmado.<br />

148 Dijo exactamente: “declaro que los guardias que hoy han muerto, para mí son hermanos:<br />

me inclino ante ellos y los beso”. En El eco…p. 427.<br />

161


das 149 , con la deserción lenta, pero constante, de los militantes<br />

anarquistas. Manuel Escorza y Aurelio Fernández se<br />

sometieron inmediatamente a sus superiores jerárquicos,<br />

escudándose en el hecho “evidente” de que la insurrección<br />

había sido la respuesta “espontánea” frente a la provocación<br />

que supuso la ocupación de la Telefónica por orden<br />

de la Generalidad.<br />

En la Generalidad los jerarcas de la CNT, “protegidos”<br />

por los cañones de Montjuic apuntando sobre el Palacio<br />

150 , los estalinistas y los burgueses catalanistas hacían<br />

lo único que podían hacer: otro gobierno igual con<br />

nombres distintos. Los dirigentes del POUM se reunieron<br />

con el Comité Regional de la CNT para ¡pedir prudencia!<br />

En las barricadas surgieron unos Comités de defensa de la<br />

Revolución que no consiguieron materializar la formación<br />

de una Junta Revolucionaria 151 .<br />

Balius, el teórico más destacado de la Agrupación,<br />

inválido a causa de una encefalitis progresiva con hemiplegia<br />

izquierda espasmódica, que se manifestaba en la<br />

inmovilización de la pierna izquierda y la torsión y temblor<br />

del brazo del mismo costado, apoyado en sus muletas,<br />

leyó una proclama desde la barricada de Las Ramblas/Hospital<br />

en la que hizo un llamamiento a la solidaridad<br />

revolucionaria del proletariado europeo, y sobre<br />

todo francés, con la lucha del proletariado español. Era<br />

una formidable estampa revolucionaria del momento, tan<br />

bella <strong>com</strong>o inútil.<br />

149<br />

Testimonio de Albert Masó March (militante del POUM) en correspondencia con el<br />

autor.<br />

150<br />

Según testimonio de Abad de Santillán: Por qué perdimos la guerra. Plaza y Janés,<br />

Barcelona, 1977, p. 211.<br />

151<br />

El Comité local de Barcelona [del POUM]: “Informe de la actuación del Comité<br />

local durante los días de mayo que éste presenta a discusión de las células de Barcelona”.<br />

Texto mecanografiado.<br />

162


La distribución de la octavilla en las barricadas no<br />

fue fácil, ni ajena a la desconfianza de muchos militantes,<br />

e incluso a la represión física. El día cinco, por la tarde,<br />

los bolchevique-leninistas Carlini y Quesada 152 sostuvieron<br />

una entrevista informal con Balius, sin más acuerdo ni<br />

perspectivas que continuar la lucha en las barricadas.<br />

También hubo un encuentro entre Jaume Balius y Josep<br />

Rebull 153 , secretario de la célula 72 del POUM que, dado<br />

el escaso peso numérico de ambas organizaciones, no tuvo<br />

ningún resultado práctico. Los Amigos de Durruti rechazaron<br />

la propuesta de Josep Rebull de lanzar un Manifiesto<br />

conjunto.<br />

El jueves 6 de mayo los militantes de la CNT,<br />

<strong>com</strong>o prueba de buena voluntad para conseguir la pacificación<br />

de la ciudad, abandonaron el edificio de la Telefónica,<br />

origen del conflicto, que fue inmediatamente ocupado<br />

por las fuerzas de policía, que garantizaron a los militantes<br />

de UGT la seguridad en sus puestos de trabajo, para<br />

reanudar el servicio telefónico. Ante la protesta de los dirigentes<br />

anarquistas, la Generalidad respondió que “se trataba<br />

de un hecho consumado”, y los dirigentes confederales<br />

optaron por no informar sobre la nueva “traición” burguesa,<br />

para no encrespar los ánimos. En lenguaje coloquial<br />

a esto se le llama hacer de bomberos, esto es, apagar fuegos<br />

y/o conflictos. El abandono de las barricadas por parte<br />

de los cenetistas ya se había generalizado. Los tiroteos<br />

eran raros.<br />

Cuando se conoció la noticia de que venía de Valencia<br />

un contingente de tropas para pacificar Barcelona,<br />

152 Correspondencia del autor con José Quesada Suárez.<br />

153 Correspondencia y entrevista del autor con Josep Rebull Cabré. Véase además<br />

GUILLAMÓN, Agustín: “Josep Rebull de 1937 a 1939: la crítica interna a la política<br />

del Comité ejecutivo del POUM durante la Revolución española”. Balance. Cuadernos<br />

de historia números 19 y 20 (2000).<br />

163


Balius propuso formar una columna confederal que saliera<br />

a su encuentro. Formada la columna en Barcelona, ésta se<br />

engrosaría por el camino y se le sumarían además no pocos<br />

milicianos del frente de Aragón: se podía llegar hasta<br />

Valencia ¡y después asaltar el cielo...! Se formaron <strong>com</strong>isiones<br />

para consultar a los militantes en los sindicatos y en<br />

la calle, pero la proposición no tuvo ya eco alguno. Era ya<br />

absolutamente irreal.<br />

El viernes siete de mayo, a partir de las siete de<br />

la tarde, las tropas de Valencia desfilaron por la Diagonal<br />

y el Paseo de Gracia. Días después sólo quedaban en pie<br />

las barricadas que el PSUC había querido conservar para<br />

mostrarse y demostrar a los demás quien había ganado.<br />

El sábado ocho de mayo el orden volvía a reinar<br />

en Barcelona. Aparecieron los cadáveres de Camilo Berneri,<br />

Alfredo Martínez y tantos otros que habían sido torturados<br />

y ejecutados por los estalinistas. Los <strong>com</strong>ités superiores<br />

de la CNT-FAI exigieron la expulsión de Los Amigos<br />

de Durruti, aunque no consiguieron que ninguna<br />

asamblea sindical ratificara tal decisión.<br />

Las masas confederales desorientadas por el llamamiento<br />

de sus dirigentes ¡los mismos del 19 de julio¡<br />

habían optado al fin por abandonar la lucha, pese a que al<br />

principio se habían burlado de los llamamientos de la dirección<br />

de la CNT a la concordia y el abandono de la lucha<br />

en aras de la unidad antifascista.<br />

El Manifiesto distribuido el 8 de mayo por la<br />

Agrupación, en el que se hacía un balance de las Jornadas<br />

de Mayo, fue impreso en la imprenta de La Batalla. La<br />

Agrupación, denunciada <strong>com</strong>o organización de provocadores<br />

por la CNT, carecía de prensas donde imprimirlo.<br />

Un miliciano del POUM, Paradell, líder del sindicato mercantil,<br />

al tener conocimiento del problema que se plantea-<br />

164


a a la Agrupación de Los Amigos de Durruti, planteó la<br />

cuestión a Josep Rebull, administrador del órgano del<br />

POUM, y éste en cumplimiento del más elemental deber<br />

de solidaridad revolucionaria, sin consultar a ningún órgano<br />

superior de su partido, ofreció la imprenta a Los Amigos<br />

de Durruti.<br />

En ese Manifiesto Los Amigos de Durruti relacionaban<br />

la toma de la Telefónica con provocaciones anteriores.<br />

Señalaban <strong>com</strong>o provocadores de los Hechos de Mayo<br />

a la Esquerra Republicana, PSUC, y cuerpos armados de<br />

la Generalidad. Los Amigos de Durruti afirmaban el carácter<br />

revolucionario de julio del 36 (no sólo de oposición<br />

al levantamiento fascista) y de mayo del 37 (no se contentan<br />

con un simple cambio de gobierno):<br />

“Nuestra Agrupación que ha estado en la calle, en<br />

las barricadas, defendiendo las conquistas del proletariado<br />

propugna por el triunfo total de la revolución social. No<br />

podemos aceptar la ficción, y el hecho contrarrevolucionario,<br />

de constituir un nuevo gobierno con los mismo partidos,<br />

pero con distintos representantes.”<br />

Frente a las <strong>com</strong>ponendas que la Agrupación califica<br />

de engaño, Los Amigos de Durruti oponen su programa<br />

revolucionario, ya expuesto en la octavilla lanzada el<br />

día 5:<br />

“Nuestra Agrupación exige la constitución inmediata<br />

de una junta revolucionaria, el fusilamiento de los<br />

culpables, el desarme de los cuerpos armados, la socialización<br />

de la economía y la disolución de todos los partidos<br />

políticos que han agredido a la clase trabajadora.”<br />

La Agrupación de Los Amigos de Durruti no dudaba en<br />

afirmar que la batalla había sido ganada militarmente por<br />

los trabajadores, y que por lo tanto había que acabar de<br />

una vez por todas con una Generalidad que no significaba<br />

165


nada. La Agrupación acusaba de “traición” a los dirigentes<br />

y <strong>com</strong>ités superiores de la CNT, que habían paralizado<br />

una insurrección obrera victoriosa: “La Generalidad no representa<br />

nada. Su continuación fortifica la contrarrevolución.<br />

La batalla la hemos ganado los trabajadores. Es inconcebible<br />

que los <strong>com</strong>ités de la CNT hayan actuado con<br />

tal timidez que llegasen a ordenar “alto el fuego” y que incluso<br />

hayan impuesto la vuelta al trabajo cuando estábamos<br />

en los lindes inmediatos de la victoria total. No se ha<br />

tenido en cuenta de dónde ha partido la agresión, no se ha<br />

prestado atención al verdadero significado de las actuales<br />

jornadas. Tal conducta ha de calificarse de traición a la revolución<br />

que nadie en nombre de nada debe <strong>com</strong>eter ni patrocinar.<br />

Y no sabemos cómo calificar la labor nefasta que<br />

ha realizado Solidaridad Obrera y los militantes más destacados<br />

de la CNT.”<br />

El calificativo de “traición” fue utilizado de nuevo<br />

cuando se <strong>com</strong>entó la desautorización que el CR de la<br />

CNT había hecho de Los Amigos de Durruti, así <strong>com</strong>o el<br />

traspaso de las <strong>com</strong>petencias (no las ejercidas por la Generalidad,<br />

sino las controladas por la CNT) de seguridad y<br />

defensa al gobierno central de Valencia: “La traición es de<br />

un volumen enorme. Las dos garantías esenciales de la<br />

clase trabajadora, seguridad y defensa, son ofrecidas en<br />

bandeja a nuestros enemigos.” El Manifiesto finalizaba<br />

con una breve autocrítica de algunos fallos tácticos durante<br />

las Jornadas de Mayo, y con una optimista perspectiva<br />

de futuro, que la inmediata oleada represiva iniciada el 28<br />

de mayo demostraría <strong>com</strong>o vana e inconsistente. Mayo del<br />

37 no acabó en tablas, sino que fue una severa derrota del<br />

proletariado.<br />

Pese a la mitificación existente sobre los Hechos<br />

de Mayo del 37 lo cierto es que se trató de una situación<br />

166


muy caótica y confusa, caracterizada por el afán negociador<br />

de todas las partes implicadas en el conflicto.<br />

Mayo del 37 no fue en ningún momento una insurrección<br />

obrera ofensiva y decidida, sino meramente defensiva y<br />

sin objetivos precisos, aunque formaba parte del <strong>com</strong>bate<br />

en curso de la socialización contra la colectivización, y en<br />

defensa de “las conquistas” de julio. El detonador del conflicto<br />

fue el asalto a la Telefónica por las fuerzas de seguridad<br />

de la Generalidad. Y esta acción se encuadraba<br />

dentro de la lógica del gobierno de Companys de asumir<br />

paulatinamente todas las <strong>com</strong>petencias que la situación<br />

“anómala” de la insurrección obrera del 19 de julio le<br />

había arrebatado momentáneamente. Los recientes éxitos<br />

obtenidos en la Cerdaña, abrían la vía para pasar a una acción<br />

definitiva en Barcelona y en toda Cataluña. Era evidente<br />

que Companys se sentía respaldado por Comorera<br />

(PSUC) y por Ovseenko (el cónsul soviético), con quienes<br />

venía colaborando muy estrecha y efectivamente desde diciembre,<br />

cuando se produjo la expulsión del POUM del<br />

gobierno de la Generalidad. La política estalinista coincidía<br />

con los objetivos de Companys: la debilitación y anulación<br />

de las fuerzas revolucionarias, esto es, del POUM y<br />

de la CNT, eran un objetivo de los soviéticos, que sólo<br />

podía pasar por el fortalecimiento del gobierno burgués de<br />

la Generalidad. La larga crisis abierta en el gobierno de la<br />

Generalidad, tras la no aceptación por la CNT de la marcha<br />

al frente de Madrid de la división Carlos Marx (del<br />

PSUC) y del decreto del 4 de marzo sobre la disolución de<br />

las Patrullas de Control y desarme de la retaguardia, tuvo<br />

su inevitable solución violenta tras varios episodios de enfrentamientos<br />

armados en Vilanesa, La Fatarella, Cullera<br />

(Valencia), Bellver, entierro de Cortada, etcétera, en el<br />

asalto a la Telefónica y las sangrientas jornadas de mayo<br />

167


en Barcelona. La estúpida ceguera, la fidelidad inquebrantable<br />

a la unidad antifascista, el elevado grado de colaboración<br />

con el gobierno republicano de los principales dirigentes<br />

anarcosindicalistas (desde Peiró hasta Federica<br />

Montseny, de Abad de Santillán a García Oliver, de Marianet<br />

a Valerio Mas) no eran un dato irrelevante, ni desconocido,<br />

para el gobierno de la Generalidad y los agentes<br />

soviéticos. Se podía contar con su cretina santidad, <strong>com</strong>o<br />

demostraron colmadamente durante las Jornadas de Mayo.<br />

Pero Companys no contó con la rápida y contundente respuesta<br />

armada de Escorza, desde los <strong>com</strong>ités de defensa, y<br />

luego se desesperó ante la negativa del gobierno de Valencia<br />

a que Díaz Sandino (que mandaba la aviación) se pusiera<br />

a sus órdenes para bombardear los cuarteles y edificios<br />

de la CNT. Companys acabó perdiendo todas las atribuciones<br />

de la Generalidad en Defensa y Orden Público,<br />

que jamás habían sido tan amplias.<br />

Respecto a la actividad de Los Amigos de Durruti,<br />

durante los Hechos de Mayo, no cabe tampoco una engañosa<br />

mitificación de su participación en las barricadas y de<br />

su octavilla, ya que Los Amigos de Durruti no se propusieron<br />

en ningún momento desbordar a la dirección confederal,<br />

y se limitaron a efectuar una dura crítica de sus dirigentes<br />

y de su política de “traición” a la revolución. Quizás<br />

no podían hacer otra cosa, dado su número y su escasa<br />

influencia en la masa cenetista. Pero cabe destacar su participación<br />

en la lucha callejera, con el dominio de varias<br />

barricadas en Las Ramblas, especialmente frente a su sede<br />

social, y su intervención en las luchas de Sants, La Torrassa<br />

y Sallent. Hay que subrayar, por supuesto, su intento de<br />

dar una dirección y unas reivindicaciones políticas mínimas,<br />

en la octavilla lanzada el día 5. La distribución de la<br />

octavilla no fue fácil, costó la vida de varios miembros de<br />

168


la Agrupación, y su distribución en las barricadas contó<br />

con la simpatía y ayuda de muchos militantes cenetistas.<br />

Entre las acciones a señalar durante las Jornadas de Mayo<br />

no debe olvidarse el llamamiento efectuado por Balius,<br />

desde la barricada situada en la esquina de Las Ramblas<br />

con la calle Hospital, a la solidaridad activa de todos los<br />

trabajadores de Europa con la revolución española. Los<br />

Amigos de Durruti, ante la noticia de la formación de una<br />

columna de guardias de asalto, que venía desde Valencia<br />

para sofocar la rebelión, reaccionaron con el intento de<br />

formar una columna anarquista que fuera a su encuentro.<br />

Pero no pasó de una vana propuesta, que ya no halló eco<br />

alguno entre los militantes cenetistas, que empezaron a<br />

abandonar las barricadas. Mientras tanto, Ricardo Sanz,<br />

delegado de los milicianos de la columna Durruti, que<br />

habían regresado del frente de Madrid en espera de trasladarse<br />

de nuevo al frente de Aragón, permanecía inactivo<br />

en el cuartel de los Docks de la avenida Icaria, totalmente<br />

ajeno a las luchas callejeras, <strong>com</strong>o si aquello no fuese con<br />

ellos o aconteciese en el planeta Marte 154 .<br />

Cabe por fin destacar, desde un punto de vista político,<br />

el acuerdo alcanzado con el POUM de hacer un llamamiento<br />

a los trabajadores para que, antes de abandonar<br />

las barricadas, pidieran garantías de que no habría ninguna<br />

represión; y sobre todo señalando que la mejor garantía<br />

era conservar las armas, que no debían entregarse nunca.<br />

154 Sanz, Ricardo: El sindicalismo y la política. Los “solidarios” y “nosotros”. Edición<br />

del autor, Toulouse, 1966, p. 306. El cuartel de los Docks (rebautizado Espartaco) fue<br />

atacado por los estalinistas del cercano cuartel Carlos Marx, pero las tropas de Ricardo<br />

Sanz se limitaron a defenderse pasivamente, sin salir a la calle. En ese mismo cuartel,<br />

milicianos de la columna Tierra y Libertad, que habían participado en los <strong>com</strong>bates callejeros,<br />

acataron al anochecer del día 5 las órdenes del CR de la CNT de suspender<br />

cualquier ataque. Sólo siguieron <strong>com</strong>batiendo un grupo de italianos (que el día 4 habían<br />

llevado cuatro tanques a defender la Casa CNT-FAI y el día 5 seis blindados a la Gran<br />

Vía, para defender la central de las Patrullas de Control y el sindicato de la alimentación)<br />

en la barricada levantada en la avenida Icaria.<br />

169


Una insurrección obrera vencida puede no abandonar las<br />

armas, pero no puede esperar que la represión deje de abatirse<br />

sobre los insurrectos, <strong>com</strong>o así sucedió a partir del 16<br />

de junio.<br />

Pero lo cierto es que, finalizados los <strong>com</strong>bates, las<br />

barricadas de mayo molestaban a todos: las tropas llegadas<br />

de Valencia rompían los carnés de la CNT y obligaban a<br />

los pacíficos transeúntes a deshacer las barricadas, al<br />

tiempo que el Comité Regional de la CNT llamaba a la rápida<br />

desaparición de las barricadas <strong>com</strong>o señal de normalidad.<br />

A los pocos días sólo permanecían en pie aquellas<br />

barricadas que el PSUC quería conservar <strong>com</strong>o muestra y<br />

señal de su victoria. El saldo de víctimas fue de unos quinientos<br />

muertos y unos mil heridos.<br />

Desde un punto de vista teórico, el papel de Los<br />

Amigos de Durruti fue mucho más destacado después de<br />

las Jornadas de Mayo, cuando iniciaron la publicación de<br />

su órgano, que tomó el nombre del periódico publicado<br />

por Marat durante la Revolución Francesa: “El Amigo del<br />

Pueblo”.<br />

DESPUÉS DE MAYO<br />

La dirección de la CNT propuso la expulsión de<br />

los miembros de la Agrupación, pero no consiguió nunca<br />

que esta medida fuera ratificada por ninguna asamblea de<br />

sindicatos. Gran parte de la militancia confederal simpatizaba<br />

con la oposición revolucionaria que encarnaba la<br />

Agrupación. Ello no significaba que <strong>com</strong>partiese ni la acción<br />

ni el pensamiento de Los Amigos de Durruti, pero sí<br />

que <strong>com</strong>prendiera sus posiciones y respetara, e incluso<br />

respaldara, sus críticas a la dirección cenetista.<br />

170


La dirección confederal usó y abusó a conciencia<br />

de la acusación de “marxistas”, máximo insulto concebible<br />

entre anarquistas, que lanzó en repetidas ocasiones contra<br />

la Agrupación, y muy concretamente contra Balius. Por<br />

supuesto, Balius y la Agrupación se defendieron de tan<br />

inmerecido “insulto”, no sin razón. No hay nada en las tesis<br />

teóricas de la Agrupación, y mucho menos en El Amigo<br />

del Pueblo, o en los diversos manifiestos y octavillas,<br />

que permita calificar a la Agrupación de marxista. Sólo<br />

fueron una oposición a la política colaboracionista de la<br />

dirección confederal, desde el seno de la organización y la<br />

ideología anarcosindicalista.<br />

El primer número de El Amigo del Pueblo, fue publicado<br />

legalmente el 19 de mayo, con una gran cantidad<br />

de galeradas censuradas. La portada, en color rojo y negro,<br />

de gran formato, reproducía un dibujo en el que aparecía<br />

un sonriente Durruti, sosteniendo la bandera rojinegra. El<br />

número 1 no está fechado, la redacción y administración<br />

se situaban en Rambla de las Flores número 1, primer piso.<br />

El diario aparecía <strong>com</strong>o portavoz de Los Amigos de<br />

Durruti. Se citaba a Balius <strong>com</strong>o director, y a Eleuterio<br />

Roig, Pablo Ruiz y Domingo Paniagua <strong>com</strong>o redactores.<br />

El artículo más interesante, firmado por Balius, se titulaba<br />

“Por los fueros de la verdad. No somos agentes provocadores”,<br />

en el que éste se lamentaba de los insultos y ataques<br />

procedentes de las propias filas confederales. Citaba<br />

la octavilla y el manifiesto lanzados en mayo, que afirmaba<br />

no reproducir para evitar su segura e inevitable censura.<br />

Atacaba directamente a Solidaridad Obrera por su ensañamiento<br />

con Los Amigos de Durruti, y negaba la calumnia<br />

vertida por la dirección cenetista: “no somos agentes<br />

provocadores”. Para evitar la censura, desde el segundo<br />

número, El Amigo del Pueblo fue editado clandestinamen-<br />

171


te. El número 5 es uno de los más interesantes de El Amigo<br />

del Pueblo. En primera página aparece un artículo titulado:<br />

“Una teoría revolucionaria”. Sólo este editorial sería<br />

suficiente para destacar la importancia política e histórica<br />

de Los Amigos de Durruti, no sólo en la historia de la guerra<br />

civil, sino de la ideología ácrata. En el editorial, Los<br />

Amigos de Durruti atribuían el avance de la contrarrevolución<br />

y el fracaso de la CNT, tras su triunfo innegable y absoluto<br />

de julio del 36, a una sola razón: la ausencia de un<br />

PROGRAMA REVOLUCIONARIO. Y esa había sido<br />

también la causa de la derrota de Mayo del 37. La conclusión<br />

a la que habían llegado es definida con una enorme<br />

claridad:<br />

“La trayectoria descendente [de la revolución] ha<br />

de atribuirse exclusivamente a la ausencia de un programa<br />

concreto y de unas realizaciones inmediatas y que por este<br />

hecho hemos caído en las redes de los sectores contrarrevolucionarios<br />

en el preciso momento en que las circunstancias<br />

se desenvolvían netamente favorables para una coronación<br />

de las aspiraciones del proletariado. Y al no dar<br />

libre cauce a aquel despertar de julio, en un sentido netamente<br />

de clase, hemos posibilitado un dominio pequeñoburgués<br />

que de ninguna de las maneras podía producirse si<br />

en los medios confederales y anarquistas, hubiese prevalecido<br />

una decisión unánime de asentar el proletariado en la<br />

dirección del país. [...] <strong>com</strong>etiéndose la simpleza de que<br />

una revolución de tipo social podía <strong>com</strong>partir sus latidos<br />

económicos y sociales, con los factores enemigos. [...]<br />

En mayo se volvió a plantear el mismo pleito. De nuevo se<br />

ventilaba la supremacía en la dirección de la revolución.<br />

Pero los mismos individuos que en julio se atemorizaron<br />

por el peligro de una intervención extranjera, en las jornadas<br />

de mayo volvieron a incurrir en aquella falta de visión<br />

172


que culminó en el fatídico “alto el fuego” que, más tarde,<br />

se traduce, a pesar de haberse concertado una tregua, en un<br />

desarme insistente y en una despiadada represión de la<br />

clase trabajadora. [...] De manera que, al despojarnos de<br />

un programa, léase <strong>com</strong>unismo libertario, nos entregamos<br />

por entero a nuestros adversarios que poseían y poseen un<br />

programa y unas directrices [...] a los partidos pequeñoburgueses<br />

había que aplastarlos en julio y en mayo. Opinamos<br />

que cualquier otro sector, en el caso de disponer de<br />

una mayoría absoluta <strong>com</strong>o la que poseíamos nosotros, se<br />

hubiera erigido en árbitro absoluto de la situación.<br />

En el número anterior de nuestro portavoz precisábamos<br />

un programa. Sentamos la necesidad de una Junta revolucionaria,<br />

de un predominio económico de los Sindicatos y<br />

de una estructuración libre de los Municipios. Nuestra<br />

Agrupación ha querido señalar una pauta por el temor de<br />

que en circunstancias similares a julio y mayo, se proceda<br />

de una manera idéntica. Y el triunfo radica en la existencia<br />

de un programa que ha de ser respaldado, sin titubeos, por<br />

los fusiles. [...]<br />

Las revoluciones sin una teoría no siguen adelante.<br />

“Los Amigos de Durruti” hemos trazado nuestro pensamiento<br />

que puede ser objeto de los retoques propios de las<br />

grandes conmociones sociales, pero que radica en dos<br />

puntos esenciales que no pueden eludirse. Un programa y<br />

fusiles.”<br />

Este texto es fundamental, marca un hito en la evolución<br />

del pensamiento anarquista. Los conceptos teóricos<br />

aquí vertidos, sólo esbozados muy confusamente con anterioridad,<br />

se expresan ahora con una claridad cegadora Y<br />

estas conquistas teóricas serían, más tarde, repetidas y razonadas<br />

en el folleto de Balius “Hacia una nueva revolución”.<br />

Pero aquí aparecían por primera vez. Y a nadie<br />

173


puede escapar su novedad e importancia dentro del pensamiento<br />

anarquista. Los Amigos de Durruti habían asumido<br />

viejos conceptos teóricos, que habían conquistado<br />

tras una dolorosa experiencia histórica, en el transcurso de<br />

una guerra civil y un proceso revolucionario, que había<br />

mostrado descarnadamente las contradicciones y las necesidades<br />

de la lucha de clases. ¿Acaso podemos creer que<br />

esta evolución del pensamiento político de Los Amigos de<br />

Durruti pueda atribuirse, seria y documentadamente, a la<br />

influencia de un grupo ajeno, sean trosquistas o poumistas?<br />

Es innegable que se trata de una evolución atribuible<br />

únicamente a la propia Agrupación de Los Amigos de Durruti,<br />

que en el análisis de la situación política e histórica<br />

habían llegado a la conclusión de la necesidad, ineludible<br />

en una revolución, de establecer un programa y un gobierno<br />

que imponga la dictadura del proletariado contra los<br />

enemigos burgueses de la revolución.<br />

El número 6 de El Amigo del Pueblo estaba fechado<br />

en Barcelona, el 12 de agosto de 1937. El editorial se<br />

titulaba “Necesidad de una Junta revolucionaria”, en el<br />

que incidiendo en el editorial del número anterior sobre la<br />

necesidad de una teoría revolucionaria, se afirmaba que en<br />

julio del 36 faltó la constitución de una Junta revolucionaria:<br />

“Del movimiento de julio hemos de sacar la conclusión<br />

de que a los enemigos de la revolución se les ha de<br />

aplastar sin <strong>com</strong>pasión. Este ha sido uno de los errores capitales<br />

que estamos ahora pagando con creces. Esta misión<br />

de carácter defensivo correrá a cargo de la Junta revolucionaria,<br />

que ha de ser inexorable con los sectores adversos.<br />

[...]<br />

La importancia de la constitución de la Junta revolucionaria<br />

es grandiosa. No se trata de una elucubración<br />

174


más. Es la resultante de una serie de fracasos y de desastres.<br />

Y es la rectificación categórica de la trayectoria seguida<br />

hasta el momento actual.<br />

En julio se creó un <strong>com</strong>ité antifascista que no respondía<br />

a la envergadura de aquella hora sublime. ¿Cómo<br />

podía desarrollarse el embrión surgido de las barricadas,<br />

con un codo a codo de amigos y enemigos de la revolución?<br />

No era el <strong>com</strong>ité antifascista, por su <strong>com</strong>posición, el<br />

exponente de la lucha de julio. [...] somos partidarios de<br />

que en la Junta revolucionaria solamente participen los<br />

obreros de la ciudad, del campo y los <strong>com</strong>batientes que en<br />

los instantes decisivos de la contienda se hayan manifestado<br />

<strong>com</strong>o paladines de la revolución social. [...]<br />

La agrupación “Los Amigos de Durruti” que supo<br />

hacer una crítica exacta de las jornadas de mayo, sienta,<br />

desde este momento, la necesidad de la constitución de<br />

una Junta revolucionaria, tal <strong>com</strong>o nosotros la concebimos,<br />

y la creemos indispensable para defender la revolución<br />

[...].”<br />

La evolución del pensamiento político de Los<br />

Amigos de Durruti era ya muy notable. Tras el reconocimiento<br />

de la necesidad de la dictadura del proletariado, la<br />

siguiente pregunta que se plantea es ¿quién la ejercerá? La<br />

respuesta es una Junta revolucionaria, definida acto seguido<br />

<strong>com</strong>o la vanguardia de los revolucionarios que hicieron<br />

el 19 de Julio. Y su papel, no podemos creer que sea diferente<br />

al atribuido por los marxistas al partido revolucionario.<br />

Sin embargo, Munis en el número 2 de La Voz Leninista,<br />

criticaba este número 6 de El Amigo del Pueblo,<br />

porque apreciaba en sus afirmaciones un retroceso respecto<br />

a las mismas formulaciones hechas por la Agrupación<br />

175


de Los Amigos de Durruti durante, e inmediatamente después,<br />

de las jornadas de mayo 155 .<br />

El número 11 de El Amigo del Pueblo estaba fechado<br />

el sábado 20 de noviembre de 1937, aniversario de<br />

la muerte de Durruti, y estaba consagrado casi por <strong>com</strong>pleto<br />

a la conmemoración del popular héroe anarquista. De<br />

entre todos los artículos, dedicados a una glosa más o menos<br />

afortunada de la figura de Durruti, destacaba sin duda<br />

alguna el titulado “Comentando a Durruti” en el que se polemizaba<br />

con Solidaridad Obrera a propósito de la ideología<br />

e intenciones de Durruti. Según el anónimo articulista,<br />

la “Soli” afirmaba que Durruti estaba dispuesto a renunciar<br />

a todos los principios revolucionarios en aras de ganar<br />

la guerra. El articulista de El Amigo del Pueblo concebía<br />

tal afirmación <strong>com</strong>o una aberración y el peor insulto que<br />

podía hacerse a la memoria de Durruti. La visión que daba<br />

la Agrupación sobre la ideología de Durruti era todo lo<br />

contrario de la que ofrecía la “Soli”:<br />

“Durruti no renunció nunca a la revolución. Si bien<br />

dijo que había que renunciar a todo, excepto a la victoria,<br />

se refería a que debíamos estar dispuestos a las mayores<br />

privaciones, a la vida inclusive, antes que el fascismo pudiera<br />

someternos.<br />

155 Munís, en el número 2 de La Voz Leninista (del 23 de agosto de 1937) realizó una<br />

crítica al concepto de “junta revolucionaria” desarrollado en el número 6 de El Amigo<br />

del Pueblo (del 12 de Agosto de 1937). Para Munís Los Amigos de Durruti sufrían un<br />

progresivo deterioro teórico, e incapacidad práctica para influir en la CNT, que les conducía<br />

al abandono de algunas posiciones teóricas que la experiencia de Mayo les había<br />

permitido adquirir. Munís constataba que en Mayo de 1937 Los Amigos de Durruti<br />

habían lanzado la consigna de “junta revolucionaria”, al mismo tiempo que la de “todo<br />

el poder al proletariado”; mientras en el número 6, del 12 de Agosto, de El Amigo del<br />

Pueblo la consigna de “junta revolucionaria” se proponía <strong>com</strong>o alternativa al “fracaso<br />

de todas las formas estatales”. Según Munis esto suponía un retroceso teórico en la asimilación<br />

por parte de Los Amigos de Durruti de las experiencias de Mayo, que les alejaba<br />

del concepto marxista de dictadura del proletariado, y les arrastraba de nuevo a la<br />

ambigüedad de la teoría estatal anarquista.<br />

176


Pero en boca de Durruti el concepto de victoria no<br />

presupone el menor desglose de la guerra y la revolución.<br />

[...] No creemos y estamos convencidos de ello, que Durruti<br />

fuese partidario de que la clase, que lo ganó todo a<br />

costa de los mayores sacrificios, sea quien ceda constantemente<br />

y transija en provecho de la clase adversa. [...]<br />

Durruti quería ganar la guerra, pero tenía la vista<br />

puesta en la retaguardia. [...]<br />

Buenaventura Durruti no renunció nunca a la revolución.<br />

Los Amigos de Durruti tampoco renunciamos a<br />

ella.”<br />

El número 12 de El Amigo del Pueblo, fechado el<br />

1 de febrero de 1938, fue el último número del portavoz de<br />

Los Amigos de Durruti.<br />

EL FOLLETO DE BALIUS: “HACIA UNA NUEVA<br />

REVOLUCIÓN”<br />

El folleto “Hacia una nueva revolución” 156 , fue<br />

editado clandestinamente en enero de 1938, aunque Balius<br />

<strong>com</strong>enzó a redactarlo hacia noviembre de 1937. Es el texto<br />

más elaborado de Los Amigos de Durruti, y por ello merece<br />

un <strong>com</strong>entario aparte.<br />

Las aportaciones teóricas más importantes del folleto,<br />

ya habían sido desarrolladas en los editoriales de El<br />

Amigo del Pueblo de los números 5, 6 y 7, esto es entre el<br />

20 de julio y el 31 de agosto.<br />

El folleto consta de 31 páginas, y está dividido en<br />

ocho capítulos. En el primer capítulo se trazaba una breve<br />

introducción histórica, en la que Balius daba una visión<br />

esperpéntica del período que va desde la dictadura de Pri-<br />

156 Reeditado por Etcétera (Apartado 1363) y Ateneu Enciclopèdic Popular (Apartado<br />

22212) [ambos 08080 Barcelona] en 1997, aunque con un prólogo insuficiente y con<br />

datos erróneos.<br />

177


mo de Rivera hasta octubre del 34. En el segundo capítulo<br />

se analizaban los acontecimientos que llevaron al alzamiento<br />

revolucionario del 19 de julio.<br />

Destacan algunas afirmaciones, no por contundentes<br />

menos ciertas:<br />

“Las armas las fue a buscar el pueblo. Se las ganó.<br />

Las conquistó con su esfuerzo propio. No se las dio nadie.<br />

Ni el gobierno de la República ni la Generalidad dieron un<br />

solo fusil”<br />

Es digno de subrayar el profundo análisis que<br />

hacían Los Amigos de Durruti de la revolución del 19 de<br />

julio del 36:<br />

“La inmensa mayoría de la población trabajadora<br />

estaba al lado de la CNT. La organización mayoritaria, en<br />

Cataluña, era la CNT. ¿Qué ocurrió para que la CNT no<br />

hiciese su revolución que era la del pueblo, la de la mayoría<br />

del proletariado?<br />

Sucedió lo que fatalmente tenía que ocurrir. La<br />

CNT estaba huérfana de teoría revolucionaria. No teníamos<br />

un programa correcto. No sabíamos a donde íbamos.<br />

Mucho lirismo, pero en resumen de cuentas, no supimos<br />

qué hacer con aquellas masas enormes de trabajadores, no<br />

supimos dar plasticidad a aquel oleaje popular que se volcaba<br />

en nuestras organizaciones y por no saber qué hacer<br />

entregamos la revolución en bandeja a la burguesía y a los<br />

marxistas, que mantuvieron la farsa de antaño, y lo que es<br />

mucho peor, se ha dado margen para que la burguesía volviera<br />

a rehacerse y actuase en plan de vencedora.<br />

No se supo valorizar la CNT. No se quiso llevar adelante<br />

la revolución con todas sus consecuencias.”<br />

Así pues, la revolución de julio fracasó, según<br />

Los Amigos de Durruti, porque la CNT carecía de una<br />

teoría y de un programa revolucionarios. Se han dado<br />

178


muchas razones, y diversas y variadas explicaciones desde<br />

el ámbito anarquista sobre la naturaleza de la revolución<br />

de julio; algunas tesis son más o menos atractivas, pero ni<br />

Vernon Richards, ni Semprún-Maura, ni Abad de Santillán,<br />

ni García Oliver, ni Berneri, han sido tan claros y tajantes,<br />

ni han analizado con tanta profundidad la naturaleza<br />

de la revolución de julio, <strong>com</strong>o lo hicieron Los Amigos<br />

de Durruti en el párrafo que acabamos de citar.<br />

Sin embargo, esto es sólo un botón de muestra,<br />

porque Los Amigos de Durruti, que no fueron teóricos brillantes,<br />

ni buenos organizadores, sino esencialmente gente<br />

de barricada, que defendían sus posiciones teóricas desde<br />

la reflexión de los hechos vividos, sin más brújula que su<br />

instinto de clase, llegaron, en el texto que leeremos a continuación,<br />

a uno de los mejores análisis coetáneos sobre la<br />

revolución española. Un análisis que merece ser meditado,<br />

y que no debemos etiquetar <strong>com</strong>o anarquista o marxista,<br />

porque es el análisis de unos hombres que no juegan con<br />

palabras, sino con vidas, y en primer lugar las suyas:<br />

“Cuando una organización se ha pasado toda la vida propugnando<br />

por la revolución, tiene la obligación de hacerla<br />

cuando precisamente se presenta una coyuntura. Y en julio<br />

había ocasión para ello. La CNT debía encaramarse en lo<br />

alto de la dirección del país, dando una solemne patada a<br />

todo lo arcaico, a todo lo vetusto, y de esta manera hubiésemos<br />

ganado la guerra y hubiéramos ganado la revolución.<br />

Pero se procedió de una manera opuesta. Se colaboró<br />

con la burguesía en las esferas estatales en el preciso<br />

momento que el Estado se cuarteaba por los cuatro costados.<br />

Se robusteció a Companys y a su séquito. Se inyectó<br />

un balón de oxígeno a una burguesía anémica y atemorizada.<br />

179


Una de las causas que más directamente ha motivado<br />

la yugulación de la revolución y el desplazamiento<br />

de la CNT es el haber actuado <strong>com</strong>o sector minoritario a<br />

pesar de que en la calle disponíamos de la mayoría.[...]<br />

Por otra parte afirmamos que las revoluciones son<br />

totalitarias por más quien afirme lo contrario. Lo que ocurre<br />

es que diversos aspectos de la revolución se van plasmando<br />

paulatinamente pero con la garantía de que la clase<br />

que representa el nuevo orden de cosas es la que usufructúa<br />

la mayor responsabilidad. Y cuando se hacen las cosas<br />

a medias, se produce lo que estamos <strong>com</strong>entando, el desastre<br />

de julio.<br />

En julio se constituyó un <strong>com</strong>ité de milicias antifascistas.<br />

No era un organismo de clase. En su seno se encontraban<br />

representadas las fracciones burguesas y contrarrevolucionarias.<br />

Parecía que enfrente de la Generalidad se<br />

había levantado el <strong>com</strong>ité susodicho. Pero fue un aire de<br />

bufonada.”<br />

En primer lugar hay que subrayar la definición que<br />

dieron del Comité Central de Milicias Antifascistas <strong>com</strong>o<br />

un órgano de colaboración de clases, y no <strong>com</strong>o el germen<br />

de un embrión de poder obrero. La crítica del colaboracionismo<br />

confederal en la salvación y reconstrucción del<br />

Estado se sumaba a la tautología de que el único deber de<br />

una organización revolucionaria es el de hacer la revolución.<br />

Hasta aquí todas las afirmaciones de Los Amigos<br />

de Durruti eran ortodoxamente anarquistas. Pero <strong>com</strong>o<br />

consecuencia directa de estas afirmaciones, o quizás sería<br />

mejor decir, <strong>com</strong>o consecuencia de las contradicciones de<br />

una CNT, enlodada en una labor tan ajena al anarquismo<br />

<strong>com</strong>o era la de salvar y reconstruir un Estado capitalista en<br />

des<strong>com</strong>posición, llegamos a una notable conquista teórica<br />

180


de Los Amigos de Durruti: las revoluciones son totalitarias.<br />

Totalitarias significaba ante todo “totales”, aunque<br />

no excluía la segunda acepción de autoritarias. Si tal evidencia<br />

estuviera en contradicción con el espíritu libertario,<br />

entonces cabría afirmar que una revolución anarquista es<br />

una contradicción irresoluble. Algo de eso vivieron los<br />

anarquistas en la España del 36.<br />

El folleto de Balius, en el siguiente capítulo, trataba<br />

de la insurrección revolucionaria de mayo. El razonamiento<br />

de Los Amigos de Durruti era tan claro y radical<br />

<strong>com</strong>o preciso: los Hechos de Mayo tenían su causa en julio,<br />

porque en Julio no se hizo la revolución.<br />

“La revolución social en Cataluña podía ser un<br />

hecho. [...] Pero los acontecimientos tomaron otro giro. En<br />

Cataluña no se hizo la revolución. La pequeña burguesía,<br />

que en las jornadas de julio se escondió en las trastiendas,<br />

al percatarse de que el proletariado era nuevamente víctima<br />

de unos líderes sofistas se aprestó a dar la batalla.”<br />

“En Julio de 1936 no se hizo la revolución”. Esta afirmación<br />

de Los Amigos de Durruti (<strong>com</strong>o la del carácter<br />

necesariamente totalitario de cualquier revolución) no<br />

puede ser más clara y rotunda. Pero todos los historiadores,<br />

incluidos los que glorifican a los durrutistas <strong>com</strong>o a<br />

superhéroes y sustituyen el culto a la personalidad de Lenin<br />

o Durruti, por el de Balius, hacen oídos sordos a esta<br />

declaración fundamental y decisiva para <strong>com</strong>prender el<br />

surgimiento, la razón de ser y el <strong>com</strong>bate de la Agrupación.<br />

El análisis que hizo la Agrupación del estalinismo,<br />

y del papel decisivo que jugó <strong>com</strong>o punta de lanza de la<br />

contrarrevolución, era no sólo clarividente, sino que profundizaba<br />

además en la descripción de las capas sociales<br />

181


que le habían dado soporte. Cabe destacar, sin embargo,<br />

que no se utilizaba jamás la palabra “estalinismo”, sino los<br />

términos “socialismo” o “marxismo”, con el significado<br />

evidente que hoy damos, desde un punto de vista histórico<br />

e ideológico, al vocablo “estalinismo”:<br />

“El socialismo en Cataluña ha sido funesto. Han<br />

nutrido sus filas con una base adversa a la revolución. Han<br />

capitaneado la contrarrevolución. Han dado vida a una<br />

UGT mediatizada por el GEPCI. Los líderes marxistas han<br />

entonado loas a la contrarrevolución. Y en torno del frente<br />

único han esculpido frases, eliminando primeramente al<br />

POUM y más tarde han intentado repetir la hazaña con la<br />

CNT.<br />

Las maniobras de la pequeña burguesía aliada de<br />

los socialistas-<strong>com</strong>unistas, culminaron en los sucesos de<br />

mayo.”<br />

Según Los Amigos de Durruti los Hechos de Mayo<br />

fueron una provocación planificada, que buscaba crear un<br />

clima de indecisión, que posibilitara asestar a la clase trabajadora<br />

un golpe decisivo, para de este modo terminar<br />

definitivamente con una situación potencialmente revolucionaria:<br />

“la contrarrevolución pretendía que la clase trabajadora<br />

descendiera a la calle en un plan de indecisión para<br />

aplastarla. En parte, lograron sus propósitos por la estulticia<br />

de unos dirigentes que dieron la orden de alto el fuego<br />

y motejaron a los Amigos de Durruti de agentes provocadores<br />

cuando la calle estaba ganada y eliminado el enemigo.”<br />

La acusación lanzada contra los dirigentes anarquistas<br />

(aunque no se cita ningún nombre, no podemos dejar<br />

de pensar en García Oliver, Abad de Santillán y Federica<br />

Montseny) no pretende ser un insulto, sino que des-<br />

182


cribe adecuadamente su actuación durante las Jornadas de<br />

Mayo.<br />

Los Amigos de Durruti creían que la contrarrevolución<br />

había alcanzado su principal objetivo, que era el<br />

control del orden público por el Gobierno de Valencia.<br />

Es muy interesante la descripción y valoración de la respuesta<br />

obrera a la provocación estalinista, esto es, de los<br />

Hechos de Mayo, que hacen Los Amigos de Durruti: a) Se<br />

trataba de una reacción espontánea. b) No hubo una dirección<br />

revolucionaria. c) Los trabajadores habían logrado, en<br />

pocas horas, una victoria militar aplastante. Sólo resistían<br />

algunos edificios del centro de la ciudad, que podían tomarse<br />

fácilmente. d) La derrota de la insurrección no fue<br />

militar, sino política.<br />

“La lucha se decidió en pocas horas a favor del<br />

proletariado enrolado en la CNT, que <strong>com</strong>o en julio defendía<br />

sus prerrogativas arma al brazo. Ganamos la calle.<br />

Era nuestra. No había poder humano que nos la pudiese<br />

disputar. Las barriadas obreras cayeron inmediatamente en<br />

nuestro poder. Y poco a poco el reducto de los contrincantes<br />

quedó circunscrito a una parte del casco de la población<br />

- el centro urbano - que pronto se hubiese tomado de<br />

no haber ocurrido la defección de los <strong>com</strong>ités de la CNT”.<br />

Acto seguido Balius justificaba la acción desarrollada por<br />

Los Amigos de Durruti durante la Semana Sangrienta de<br />

Mayo del 37: Los Amigos de Durruti, en una situación de<br />

indecisión y desorientación generalizada entre las filas<br />

obreras, lanzaron una octavilla y un manifiesto, con el<br />

propósito de dar una dirección revolucionaria y unos objetivos<br />

a los acontecimientos. Posteriormente la preocupación<br />

primordial de la Agrupación, ante la increíble postura<br />

apaciguadora y confraternizadora de la dirección confede-<br />

183


al, fue la de no abandonar las barricadas sin condiciones<br />

ni garantías.<br />

Según Balius, en mayo aún se estaba a tiempo de<br />

salvar la revolución, y Los Amigos de Durruti fueron los<br />

únicos que supieron estar a la altura de las circunstancias.<br />

La ceguera de la CNT-FAI ante la represión que se abatiría<br />

impunemente sobre los trabajadores revolucionarios,<br />

había sido ya prevista por Los Amigos de Durruti.<br />

El capítulo dedicado al colaboracionismo y la lucha de<br />

clases es de un gran interés. La colaboración en las tareas<br />

de gobierno del Estado burgués era la gran acusación lanzada<br />

por la Agrupación a la CNT. La crítica de Los Amigos<br />

de Durruti era incluso más radical que la de Berneri,<br />

porque éste criticaba la participación de la CNT en el Gobierno,<br />

mientras la Agrupación criticaba la colaboración<br />

de la CNT con el Estado capitalista. No se trata sólo de<br />

dos expresiones verbales con un ligero matiz diferencial,<br />

es toda una concepción política distinta la que late detrás.<br />

Leamos el folleto:<br />

“No se ha de colaborar con el capitalismo, ni desde<br />

fuera del Estado burgués ni dentro de las mismas esferas<br />

gubernamentales. Nuestro papel <strong>com</strong>o productores se halla<br />

en los sindicatos, fortaleciendo los únicos estamentos que<br />

han de subsistir después de una revolución que encabecen<br />

los trabajadores. [...] Y frente a los sindicatos no puede<br />

mantenerse un Estado - y mucho menos reforzarlo con<br />

nuestras propias fuerzas -. La lucha con el capital sigue en<br />

pie. Subsiste una burguesía en nuestro propio terruño que<br />

está en con<strong>com</strong>itancia con la burguesía internacional. El<br />

problema es el mismo que años atrás.”<br />

Los Amigos de Durruti llegaron a afirmar que los<br />

colaboracionistas eran aliados de la burguesía, que era tanto<br />

<strong>com</strong>o decir que los ministros anarquistas, y todos aque-<br />

184


llos que propugnaban el colaboracionismo, eran aliados<br />

de la burguesía:<br />

“Los colaboracionistas son aliados de la burguesía.<br />

Los individuos que propugnan tales con<strong>com</strong>itancias no<br />

sienten la lucha de clases ni la menor estima por los sindicatos.<br />

En ningún instante ha de aceptarse la consolidación<br />

de nuestro adversario.<br />

Al enemigo hay que batirlo. [...] Entre explotadores<br />

y explotados no puede haber el menor contacto. Sólo<br />

en la lucha se ha de decidir quien se impondrá. O los trabajadores<br />

o los burgueses. Pero de ningún modo ambos a<br />

la vez.”<br />

Sin embargo, la Agrupación no dio nunca el siguiente<br />

y definitivo paso, que no podía ser otro que la ruptura<br />

con una organización de carácter colaboracionista,<br />

que se había mostrado incapaz de frenar y acabar con esa<br />

política de alianza con la burguesía. La Agrupación no se<br />

planteó nunca la ruptura con la CNT, y la denuncia de esta<br />

organización <strong>com</strong>o una organización del capitalismo. No<br />

se sacaron todas las consecuencias de las premisas ideológicas<br />

planteadas. Era más fácil acusar a unos individuos, a<br />

unos dirigentes que propugnaban una política de colaboración<br />

con la burguesía, que llegar a la descarnada y dolorosa<br />

conclusión de que la CNT, que en los años veinte y<br />

treinta había organizado a lo mejor del proletariado<br />

revolucionario en España, se había convertido, en el<br />

transcurso de la guerra, mediante la adhesión incondicional<br />

a la política de UNIDAD ANTIFASCISTA, en<br />

una organización de colaboración y sumisión a la burguesía.<br />

No eran los ministros anarquistas quienes descarriaban<br />

a la CNT de sus principios, sino que era la CNT<br />

quien producía ministros.<br />

185


Los sindicatos cenetistas habían dejado de ser, en<br />

1938, organizaciones obreras orientadas a la lucha de clases;<br />

se habían transformado en organizaciones burocráticas<br />

al servicio del Estado, mediante las que se fomentaba e<br />

incrementaba la producción bélica, al tiempo que se militarizaba<br />

el trabajo. Los sindicatos ejercían, ahora, un importante<br />

e insustituible papel económico.<br />

Pero la Agrupación consideraba que los sindicatos<br />

eran aún organizaciones de la lucha de clases. Ni siquiera<br />

la UGT catalana, estalinista hasta la médula, y mero instrumento<br />

del PSUC, el partido de la contrarrevolución, era<br />

considerada <strong>com</strong>o un órgano de la burguesía.<br />

Después de Mayo del 37 los distintos Sindicatos o<br />

Federaciones de Industria habían cambiado de función y<br />

de naturaleza, convirtiéndose en organismos reguladores,<br />

coordinadores y centralizadores de la producción, convenientemente<br />

“asesorados” por <strong>com</strong>isiones técnicas. Habían<br />

dejado de ser sindicatos de clase, defensores de las reivindicaciones<br />

de los obreros, para transformarse en “una especie<br />

de nuevo amo” 157 , que organizaba la economía siguiendo<br />

las directrices que emanaban del gobierno de la<br />

Generalidad (o desde 1938, de la República). Ya hemos<br />

visto anteriormente 158 cómo las colectivizaciones habían<br />

pasado de las expropiaciones obreras de julio de 1936 a un<br />

capitalismo de gestión sindical y planificación estatal, legalizado<br />

por el Decreto de Colectivizaciones, de octubre<br />

de 1936, y fomentado por los decretos de S´Agaró, de enero<br />

de 1937. En la primavera de 1937 existió una lucha revolucionaria<br />

de los obreros por la socialización de la economía<br />

y en contra de las colectivizaciones.<br />

157<br />

MONJÓ, Anna: Militants. Laertes, Barcelona, 2003, pp. 465-471.<br />

158<br />

Al principio de este capítulo.<br />

186


A partir de junio de 1937 los Sindicatos de Industria,<br />

perdida toda función reivindicativa y derrotado todo<br />

proyecto social revolucionario 159 , se habían distanciado de<br />

los trabajadores, y habían cambiado de naturaleza, convirtiéndose<br />

en órganos de gestión económica, así <strong>com</strong>o de<br />

control y vigilancia de la productividad laboral.<br />

En este contexto, la socialización revolucionaria de<br />

la primavera del 37, promovida por los trabajadores desde<br />

los Sindicatos o Federaciones de Industria 160 , se transformó,<br />

de hecho, tras la derrota de Mayo, en un impulso decidido<br />

a la centralización económica y empresarial, coordinada<br />

desde esos mismos Sindicatos de Industria, y<br />

planificada estatalmente, que propugnaba además la necesidad,<br />

desde una óptica exclusivamente productiva, de la<br />

unidad CNT-UGT. Unidad empresarial, presentada demagógicamente<br />

<strong>com</strong>o culminación de la “unidad obrera”.<br />

Los Sindicatos de Industria, que antes de mayo de<br />

1937, eran el instrumento revolucionario de los obreros<br />

para socializar la economía; se habían transformado, tras<br />

la derrota de la insurrección de Mayo, en el instrumento de<br />

la contrarrevolución para militarizar la economía y el trabajo.<br />

La Agrupación no supo analizar ese cambio.<br />

159 La mayoría de revolucionarios estaban en prisión, o bajo tierra. Los que aún no<br />

habían sido represaliados huían al frente para hallar refugio. Los pocos que querían continuar<br />

el <strong>com</strong>bate por la socialización en las fábricas chocaban con la indiferencia o desconfianza,<br />

o bien se veían reducidos a la impotencia por los nuevos burócratas, que<br />

conseguían el apoyo del aluvión de la masa de afiliados después del 19 de julio de 1936.<br />

160 En la ciudad de Barcelona los 24 Sindicatos Únicos se agruparon en 12 Sindicatos<br />

de Industria. La FAI vivió un fenómeno similar al de la CNT, ya que desde julio de<br />

1937 se organizó territorialmente en Agrupaciones, que sustituían los tradicionales grupos<br />

de afinidad. Esta reorganización, tanto de la CNT <strong>com</strong>o de la FAI, era consecuencia<br />

de la derrota de los revolucionarios en Mayo del 37, y suponía la transformación de los<br />

sindicatos de clase (sindicatos únicos) en órganos de gestión económica y militarización<br />

del trabajo (sindicatos de industria); así <strong>com</strong>o la transformación de la FAI en un partido<br />

político antifascista.<br />

187


Era, pues, imposible que Los Amigos de Durruti<br />

dieran el paso decisivo. Si no podían reconocer la auténtica<br />

naturaleza actual (1938) de los sindicatos <strong>com</strong>o<br />

aparatos del Estado capitalista, tampoco podían plantearse<br />

la ruptura con una CNT, que había cambiado su<br />

carácter obrero y sindical por el de un organismo burocrático<br />

estatal. Muy al contrario, los sindicatos eran<br />

una pieza fundamental en las argumentaciones teóricas de<br />

la Agrupación. Sus acusaciones se lanzaban contra los individuos,<br />

no contra las organizaciones. No se reconocía la<br />

enfermedad ni sus causas, sólo algunos de los síntomas.<br />

El folleto continúa con una exposición de las posiciones y<br />

el programa de Los Amigos de Durruti. Las principales y<br />

características posiciones políticas, de carácter táctico, se<br />

enumeraban de una forma in<strong>com</strong>pleta, confusa e imprecisa,<br />

respecto a anteriores exposiciones, fruto quizás de una<br />

redacción apresurada, o bien del escaso eco que encontraban<br />

ya en aquel momento.<br />

El programa se exponía sucintamente a partir de la<br />

experiencia de julio, que Los Amigos de Durruti dibujaban<br />

muy expresivamente <strong>com</strong>o una insurrección triunfante, a<br />

la que faltó una teoría y unos objetivos revolucionarios:<br />

“No se supo qué camino seguir. Faltó una teoría. Habíamos<br />

pasado una serie de años moviéndonos en torno de<br />

abstracciones ¿Qué hacer?, se preguntarían los dirigentes<br />

de aquella hora. Y se dejaron perder la revolución. En esos<br />

instantes supremos no hay que vacilar. Pero hay que saber<br />

a dónde se va. Y este vacío lo queremos llenar nosotros,<br />

pues entendemos que no se puede repetir lo que ocurrió en<br />

julio y mayo.<br />

En nuestro programa introducimos una ligera variante<br />

dentro del anarquismo. La constitución de una Junta<br />

revolucionaria.”<br />

188


La Junta revolucionaria era definida por la Agrupación<br />

<strong>com</strong>o una vanguardia constituida para reprimir a<br />

los adversarios de la revolución:<br />

“La revolución, a nuestro entender, necesita de organismos<br />

que velen por ella y que repriman, en un sentido<br />

orgánico, a los sectores adversos que las circunstancias actuales<br />

nos han demostrado que no se resignan a desaparecer.<br />

Puede que haya camaradas anarquistas que sientan<br />

ciertos escrúpulos ideológicos pero la lección sufrida es<br />

bastante para que no nos andemos con rodeos. Si queremos<br />

que en una próxima revolución no ocurra exactamente<br />

lo mismo que en la actual se ha de proceder con la<br />

máxima energía con quienes no están identificados con la<br />

clase trabajadora.”<br />

A continuación Los Amigos de Durruti expusieron<br />

su programa revolucionario, que resumían brevemente en<br />

tres grandes puntos: 1.- Constitución de una Junta revolucionaria,<br />

o Consejo Nacional de Defensa, que tendría <strong>com</strong>o<br />

misión la dirección de la guerra, el control del orden<br />

público, los asuntos internacionales y la propaganda revolucionaria.<br />

2.- Todo el poder económico a los sindicatos:<br />

se trata de la formación de un auténtico capitalismo sindical.<br />

3.- Municipio Libre, <strong>com</strong>o célula básica de una organización<br />

territorial, a medio camino de la descentralización<br />

estatal y la típica concepción federal anarquista.<br />

El folleto finalizaba con un último apartado, que tenía el<br />

mismo título del folleto, en el que se hacía una afirmación<br />

realista y lapidaria: “la revolución ya no existe”. Tras una<br />

larga retahíla de suposiciones y preguntas sobre el inmediato<br />

futuro, en las que se constataba la fuerza de la contrarrevolución,<br />

se lanzaba un voluntarioso, y quizás retórico<br />

llamamiento a una futura revolución capaz de colmar<br />

189


las esperanzas humanas y el ideal anarquista. Sin embargo,<br />

el triunfo de la contrarrevolución en la zona republicana, y<br />

la victoria de los fascistas en la guerra, eran ya inevitables,<br />

<strong>com</strong>o reconoció Balius en el prólogo de 1978 (titulado<br />

“Forty Years Ago”) a la versión inglesa de “Hacia una<br />

nueva revolución”.<br />

CONCLUSIONES<br />

La Agrupación de Los Amigos de Durruti fue, tanto<br />

numéricamente <strong>com</strong>o por sus objetivos, mucho más que<br />

un grupo de afinidad, aproximándose a una rama del movimiento<br />

libertario, similar a “Mujeres Libres”. Nunca intentó<br />

plantear una alternativa revolucionaria a la CNT-<br />

FAI. Sólo se oponía a la dirección burocrática del anarcosindicalismo,<br />

y se contentaba con un cambio de los dirigentes.<br />

No estuvo influida, ni poco ni mucho, por los trosquistas,<br />

ni por el POUM. Su ideología y sus consignas fueron<br />

típicamente confederales; en ningún momento puede<br />

decirse que manifestaran una ideología marxista. En todo<br />

caso demostraron un gran interés por el ejemplo de Marat,<br />

y quizás podría hablarse de una poderosa atracción por el<br />

movimiento asambleario de las secciones de París, por los<br />

sans-culottes y los enragés, y por el gobierno revolucionario<br />

de Robespierre y Saint-Just, estudiados por Kropotkin<br />

en su historia de la Revolución Francesa. Nunca citaron, y<br />

quizás desconocían, la Plataforma anarquista, con la que<br />

sin embargo tenían ciertas similitudes.<br />

Su objetivo no fue otro que el de enfrentarse a las<br />

contradicciones de la CNT, darle una coherencia ideológica,<br />

y arrancarla del dominio de personalidades y <strong>com</strong>ités<br />

superiores de responsables para devolverla a sus raíces de<br />

lucha de clases. Su razón de ser fue la crítica y oposición a<br />

la política de permanentes concesiones de la CNT, y por<br />

190


supuesto a la COLABORACION de los anarcosindicalistas<br />

en el gobierno central y de la Generalidad. Se opusieron<br />

al abandono de los objetivos revolucionarios y de los<br />

principios ideológicos fundamentales y característicos del<br />

anarquismo, del que habían hecho gala los dirigentes de la<br />

CNT-FAI, en nombre de la unidad antifascista y la necesidad<br />

de adaptarse a las circunstancias. Sin teoría revolucionaria<br />

no hay revolución. Si los principios sólo sirven para<br />

ser desechados al primer obstáculo que nos opone la realidad,<br />

quizás sea mejor reconocer que no se tienen principios.<br />

Los máximos responsables del anarcosindicalismo<br />

español se creyeron hábiles negociadores, y fueron manipulados<br />

<strong>com</strong>o títeres. Renunciaron a todo, a cambio de<br />

nada. Fueron unos oportunistas, sin ninguna oportunidad.<br />

La insurrección del 19 de julio no encontró una vanguardia<br />

revolucionaria capaz de imponer el poder del proletariado,<br />

destruir el Estado capitalista y empezar una auténtica<br />

revolución obrera. La CNT nunca se había planteado<br />

qué haría una vez derrotados los militares sublevados. La<br />

victoria de julio sumió a los dirigentes anarcosindicalistas<br />

en el desconcierto y la confusión. Habían sido desbordados<br />

por el ímpetu revolucionario de las masas. Y <strong>com</strong>o no<br />

sabían qué hacer aceptaron la propuesta de Companys de<br />

constituir, junto con el resto de partidos, un gobierno de<br />

Frente Antifascista. Y plantearon el falso dilema TEÓ-<br />

RICO de dictadura anarquista o unidad antifascista y<br />

colaboración con el Estado para ganar la guerra, porque<br />

en la PRÁCTICA no habían sabido qué hacer con el poder,<br />

cuando no tomarlo significaba dejarlo en manos de la<br />

burguesía. La “revolución” española fue la tumba del<br />

anarquismo <strong>com</strong>o organización y teoría revolucionaria<br />

del proletariado. Ahí es donde está el origen y la razón de<br />

ser de la Agrupación de Los Amigos de Durruti, que, sin<br />

191


embargo, no supo ni pudo salvar a la ideología anarcosindicalista<br />

de su agonía.<br />

Los límites de la Agrupación eran muy claros. Y<br />

también sus limitaciones históricas. En ningún momento<br />

se plantearon la ruptura con la CNT. Sólo un absoluto desconocimiento<br />

de la mecánica organizativa 161 confederal<br />

podría hacernos suponer que era posible una labor de crítica<br />

o de escisión, que no condujera inevitablemente a la<br />

expulsión, que en el caso de Los Amigos de Durruti fue<br />

evitada por la simpatía que encontraron en la base militante<br />

confederal, aunque a costa de un férreo ostracismo, y<br />

casi un absoluto aislamiento.<br />

El máximo objetivo de la Agrupación fue la crítica<br />

de los dirigentes de la CNT, y el fin de la política de intervención<br />

confederal en el gobierno. No sólo querían conservar<br />

las “conquistas” de julio, sino continuar y profundizar<br />

un proceso revolucionario que consideraron insuficiente<br />

y anulado. Pero sus medios y su organización eran aún<br />

mucho más limitados. Eran gente de barricada, no eran<br />

buenos organizadores, y aún eran peores teóricos, aunque<br />

contaban con buenos periodistas. En mayo lo confiaron<br />

todo a la espontaneidad de las masas. No contrarrestaron<br />

la propaganda cenetista oficial. No supieron liderar y<br />

coordinar los <strong>com</strong>ités de defensa que habían desencadenado<br />

la insurrección de mayo. No utilizaron ni organizaron a<br />

los militantes que eran miembros de las Patrullas de Control.<br />

No dieron ninguna orden a Máximo Franco, miembro<br />

de Los Amigos de Durruti, y delegado de la división Rojinegra<br />

de la CNT, que el 4 de mayo de 1937 quiso “bajar a<br />

Barcelona” con su división pero que, salvo él mismo con<br />

161 El funcionamiento horizontal y federativo de la CNT no permitía a sus militantes<br />

organizar la disidencia en tendencias organizadas, con dirigentes y programa opuestos a<br />

los <strong>com</strong>ités superiores.<br />

192


una cuarentena de milicianos en “misión de observación”,<br />

regresó al frente (al igual que la columna del POUM, dirigida<br />

por Rovira) a causa de las gestiones realizadas por<br />

Molina. El punto culminante de su actividad fue el cartel<br />

distribuido a finales de abril del 37, en el que se proponía<br />

el derrocamiento de la Generalidad y su sustitución por<br />

una Junta Revolucionaria; el dominio de algunas barricadas<br />

en Las Ramblas, durante los Hechos de Mayo; la<br />

lectura de un llamamiento a la solidaridad con la revolución<br />

española, dirigido a todos los trabajadores de Europa;<br />

la distribución en las barricadas de la famosa octavilla del<br />

día 5; y el balance de las jornadas del manifiesto del día 8.<br />

Pero no pudieron llevar las consignas a la práctica: jamás<br />

se creó una Junta Revolucionaria. Propusieron la formación<br />

de una columna, que saliera a enfrentarse a las tropas<br />

que venían desde Valencia; pero pronto abandonaron la<br />

idea ante el escaso eco de su propuesta. Después de los<br />

Hechos de Mayo iniciaron la edición de El Amigo del<br />

Pueblo, a pesar de la desautorización de la CNT y la FAI.<br />

En junio de 1937, aunque no fueron ilegalizados <strong>com</strong>o el<br />

POUM, sufrieron la persecución política que afectó al<br />

resto de militantes cenetistas. Su órgano de prensa fue editado<br />

clandestinamente a partir del número 2 (del 26 de<br />

mayo), y su director Jaime Balius padeció sucesivos encarcelamientos.<br />

Otros miembros de la Agrupación perdieron<br />

sus cargos o influencia, <strong>com</strong>o Bruno LLadó, concejal<br />

en el Ayuntamiento de Sabadell; o <strong>com</strong>o Santana Calero,<br />

que sufrió una persecución inquisitorial en el seno de las<br />

Juventudes Libertarias. La mayoría de durrutistas tuvo que<br />

padecer los intentos de expulsión de la CNT, propugnados<br />

por la FAI. Pese a todo continuaron editando clandestinamente<br />

su prensa y folletos hasta febrero de 1938.<br />

Sus propuestas tácticas más destacadas se resumían en las<br />

193


siguientes consignas: economía dirigida por los sindicatos,<br />

federación de municipios, ejército de milicias, programa<br />

revolucionario, sustitución de la Generalidad por una junta<br />

revolucionaria, unidad de acción CNT-FAI-POUM.<br />

Los Amigos de Durruti fueron, pues, el intento fallido,<br />

surgido del propio seno del movimiento libertario, de<br />

constituir una Junta revolucionaria que diera todo el poder<br />

a los sindicatos. Se mostraron incapaces, no ya de realizar<br />

en la práctica sus consignas, sino siquiera de propagar eficazmente<br />

sus ideas y dar orientaciones prácticas para luchar<br />

por ellas. Quizás el aterrorizado burgués y el camuflado<br />

cura los vieron <strong>com</strong>o un grupo de brutos salvajes,<br />

pero entre sus miembros cabe contar a periodistas <strong>com</strong>o<br />

Balius y Calleja, a mandos de columnas milicianas <strong>com</strong>o<br />

Pablo Ruiz, Francisco Carreño y Máximo Franco, a concejales<br />

<strong>com</strong>o Bruno LLadó, a sindicalistas <strong>com</strong>o Francisco<br />

Pellicer, al dirigente de las Juventudes Libertarias Juan<br />

Santana Calero. Sus orígenes remotos cabe buscarlos entre<br />

los libertarios que <strong>com</strong>partieron la experiencia revolucionaria<br />

de la insurrección del Alto Llobregat en enero de<br />

1932, en el grupo de afinidad faísta “Renacer” entre 1934<br />

y 1936. Sus orígenes más inmediatos se encuentran en la<br />

oposición a la militarización de las milicias (sobre todo en<br />

el sector de Gelsa ), y en la defensa de las conquistas revolucionarias<br />

y la crítica al colaboracionismo cenetista, expresado<br />

en artículos publicados en Solidaridad Obrera<br />

(desde julio hasta primeros de octubre), en Ideas y La Noche<br />

(desde enero hasta mayo de 1937), especialmente por<br />

Balius. Sus instrumentos de lucha fueron la octavilla, el<br />

cartel, el diario y la barricada; pero jamás se plantearon la<br />

escisión o la ruptura <strong>com</strong>o un arma de <strong>com</strong>bate, ni la denuncia<br />

del papel contrarrevolucionario de la CNT, o por lo<br />

menos, durante las Jornadas de Mayo, el enfrentamiento<br />

194


con los dirigentes confederales para intentar contrarrestar<br />

las consignas derrotistas de la CNT-FAI. Los Amigos de<br />

Durruti habían elaborado un programa alternativo al<br />

de la CNT-FAI, pero no una dirección, lo cual les dejó<br />

indefensos ante las medidas de expulsión.<br />

Sin embargo, la importancia histórica de Los Amigos<br />

de Durruti es innegable. Y radica precisamente en su<br />

carácter de oposición interna a la orientación colaboracionista<br />

del movimiento libertario. La importancia política de<br />

su surgimiento fue detectada inmediatamente por Andreu<br />

Nin, que les dedicó un elogioso y esperanzador artículo,<br />

porque abrían la posibilidad de una orientación revolucionaria<br />

de las masas cenetistas, que se opusieran a la política<br />

claudicante y colaboracionista de la CNT. De ahí el interés<br />

que tanto el POUM, <strong>com</strong>o los trosquistas, mostraron por<br />

influir en Los Amigos de Durruti; cosa que jamás consiguieron.<br />

Las principales aportaciones teóricas de la Agrupación<br />

al pensamiento anarquista pueden resumirse en estos<br />

puntos:<br />

l.- Un programa revolucionario.<br />

2.- Sustituir el Estado capitalista por una Junta<br />

Revolucionaria, que ha de estar dispuesta a defender la<br />

revolución de los seguros ataques de los contrarrevolucionarios.<br />

Los fusiles se usan para defender el programa revolucionario.<br />

Ambos puntos los resumió la propia Agrupación<br />

en el eslogan: “Un programa y fusiles”.<br />

El tradicional apoliticismo anarquista hizo que la<br />

CNT careciera de una teoría de la revolución. Sin teoría<br />

revolucionaria no hay revolución, y no tomar el poder<br />

significó dejarlo en manos del Estado capitalista. Para la<br />

Agrupación el CCMA fue un órgano de colaboración de<br />

195


clases, y sólo sirvió para apuntalar y fortalecer al Estado<br />

burgués, que no se quiso ni se supo destruir. De ahí la necesidad<br />

propugnada por Los Amigos de Durruti de constituir<br />

una Junta Revolucionaria, capaz de coordinar,<br />

centralizar y fortalecer el poder de los múltiples <strong>com</strong>ités<br />

obreros, locales, de defensa, de empresa, milicianos,<br />

etcétera, que fueron los únicos detentadores del poder<br />

entre el 19 de julio y el 26 de setiembre. Un poder atomizado<br />

en múltiples <strong>com</strong>ités, que detentaban localmente<br />

todo el poder, pero que al no federarse, centralizarse y fortalecerse<br />

entre sí, fueron canalizados, debilitados y transformados<br />

por el CCMA en ayuntamientos frentepopulistas,<br />

direcciones de empresas sindicalizadas y batallones de<br />

un ejército republicano. Sin la destrucción total del Estado<br />

capitalista, las jornadas revolucionarias de julio del 36 no<br />

podían dar paso a una nueva estructura de poder obrero.<br />

La degeneración y el fracaso final del proceso revolucionario<br />

eran inevitables. Sin embargo, el enfrentamiento entre<br />

el anarquismo reformista de la CNT-FAI, y el anarquismo<br />

revolucionario de Los Amigos de Durruti, no fue<br />

lo bastante claro, preciso y contundente <strong>com</strong>o para provocar<br />

una escisión que clarificara las posiciones antagónicas<br />

de ambos. La acusación de “traición”, lanzada por la<br />

Agrupación a la CNT-FAI en mayo, que luego fue retirada,<br />

tampoco explicaba nada, ni llevaba a otra cosa que a<br />

lanzar un merecido insulto, que no permitía avanzar un<br />

ápice. Así pues, pese a que el pensamiento político expresado<br />

por Los Amigos de Durruti fue un intento de <strong>com</strong>prensión<br />

de la realidad de la guerra y la revolución española<br />

desde la ideología anarcosindicalista, una de las principales<br />

razones de su rechazo por la militancia confederal<br />

fue su carácter autoritario y “marxista”.<br />

196


Sin embargo, esa militancia se mostró incapaz de<br />

controlar a sus dirigentes, que tomaban las decisiones<br />

importantes en debates secretos de “notables”, que luego<br />

eran ratificados formalmente y hechos públicos en los Plenos<br />

oficiales. La guerra hizo obsoletos los métodos organizativos<br />

horizontales o democráticos, demasiado lentos e<br />

ineficaces, y los dirigentes mandaron sobre la militancia<br />

a golpe de circular. Por otra parte, la urgencia de las<br />

decisiones y la información privilegiada a que tenían acceso,<br />

en razón de sus cargos y funciones, les hizo indispensables.<br />

Por ello sus dimisiones o las acusaciones de traición<br />

a los principios fracasaban siempre. La amplia oposición<br />

de la masa anarcosindicalista al colaboracionismo de<br />

los dirigentes, documentada y manifestada en multitud de<br />

reuniones y plenos locales, no encontró ninguna salida,<br />

porque se hacía en nombre de los mismos principios que<br />

esos dirigentes esgrimían <strong>com</strong>o propios. La fuerza de la<br />

Agrupación de Los Amigos de Durruti, y su éxito respecto<br />

a esa oposición masiva, pero “muda”, radicaba en que Los<br />

Amigos de Durruti oponían un programa propio a la burocracia<br />

confederal; su debilidad estuvo en que fueron incapaces<br />

de oponer también una dirección, unos líderes capaces<br />

de oponerse a la aristocracia de “los hombres de acción”<br />

o “los intelectuales” 162 , que demostraron ser los únicos<br />

dirigentes posibles.<br />

Podemos concluir que Los Amigos de Durruti se<br />

hallaron ante un callejón sin salida. No podían aceptar<br />

el colaboracionismo de los cuadros dirigentes de la CNT y<br />

el avance de la contrarrevolución; pero si teorizaban las<br />

experiencias de la “revolución” española, esto es, la necesidad<br />

de una Junta revolucionaria, que derrocara el go-<br />

162 García Oliver, Ascaso y Durruti serían el prototipo del “hombre de acción”. Federica<br />

Montseny y Abad de Santillán el de los “intelectuales”.<br />

197


ierno burgués y republicano de la Generalidad de Cataluña,<br />

y reprimiera por la fuerza a los agentes de la contrarrevolución,<br />

entonces eran calificados de marxistas y autoritarios,<br />

y perdían por lo tanto toda posibilidad de proselitismo<br />

entre la base confederal. Cabe preguntarse si el callejón<br />

sin salida de Los Amigos de Durruti, no era más<br />

que el reflejo de la incapacidad teórica del anarcosindicalismo<br />

español para enfrentarse a los problemas<br />

planteados por la guerra y la “revolución”.<br />

En Barcelona era y es posible escuchar frases de<br />

odio y desprecio contra Durruti y “sus amigos”, en boca<br />

del enemigo de clase; sin embargo, en los medios obreros,<br />

siempre se ha hablado con respeto de un mitificado Durruti,<br />

de la enorme manifestación del proletariado en su entierro,<br />

de la rebeldía indomable de los durrutistas, de la gesta<br />

anarquista y revolucionaria del 19 de julio. Durante la larga<br />

noche del franquismo manos anónimas escribían los<br />

nombres, en las tumbas sin nombre de Durruti y Ascaso.<br />

El respeto a los mitos no es tarea del historiador; pero sí<br />

que lo es extraer las lecciones que importan a la lucha de<br />

clases. Basta con retener dos imágenes. En la primera vemos<br />

a un Companys sumiso, convincente y parlanchín,<br />

que el 20 de julio ofrece a los dirigentes anarquistas que<br />

entren en un gobierno de Frente Antifascista, porque habían<br />

vencido a los militares fascistas, y el poder estaba en<br />

la calle. En la segunda vemos a un Companys desenmascarado<br />

y acorralado, que el 4 de mayo implora al gobierno<br />

de la República el mando de la aviación militar, para<br />

bombardear 163 los cuarteles y edificios de la CNT, y el<br />

163 Según testimonio de Jaime Antón Aguadé i Cortès, escrito y fechado ante testigos<br />

en Ciudad de México, el 9 de agosto de 1946: “Durante las Jornadas de Mayo el gobierno<br />

de la Generalidad pidió al de España aviones para bombardear los centros de la CNT<br />

y éste se negó. Companys preguntó entonces qué había de hacer para dominar la situación<br />

y le dijeron que no había más solución que ceder el Orden Público de Cataluña al<br />

198


esto de los objetivos señalados por el responsable militar<br />

del PSUC, José del Barrio 164 . Entre estas dos imágenes se<br />

desarrolla el film de la “revolución” y la guerra. Mayo del<br />

37 se había gestado en julio del 36. La Agrupación había<br />

<strong>com</strong>prendido que las revoluciones son totalitarias (esto<br />

es, totales y autoritarias) o son derrotadas: ese fue su<br />

gran mérito 165 . Y es por esta razón que deben ser rechazados<br />

o aceptados, si se entiende que unos revolucionarios<br />

que quitan las fábricas y propiedades a sus legítimos amos,<br />

no pueden hacerlo pacífica y educadamente, mendigándolo<br />

“por favor”. No existe nada más autoritario ni violento<br />

que arrancarle a la burguesía sus posesiones, nada es más<br />

autoritario ni violento que derrotar al ejército en la calle y<br />

arrebatar las armas de los cuarteles, nada más autoritario<br />

ni violento que quemar iglesias y conventos para acabar<br />

Gobierno Central, y Companys se lo entregó”. Estas afirmaciones se confirman en los<br />

teletipos cruzados entre Companys y el gobierno de Valencia, en el fragmento que confirma<br />

la petición de Companys para bombardear Barcelona: “El Presidente de la Generalidad,<br />

<strong>com</strong>unica al subsecretario del Consejo, que los rebeldes han sacado cañones a la<br />

calle. Pide den órdenes a Sandino que se ponga a disposición del Gobierno de la Generalidad”.<br />

164 Teletipo de José del Barrio: “Presente Camarada Vidiella. Orden del Camarada del<br />

Barrio. Dice así: “Situación Barcelona muy grave. Debe trabajarse para que se prepare<br />

aviación y bombardee cuando nosotros avisemos, los Escolapios, Plaza de Toros Monumental,<br />

Cocheras tranvías Campos Sagrado, Cuarteles de San Andrés, Pueblo Nuevo<br />

y el Hotel del Reloj número 1 de la plaza de España. La actuación de la aviación es de<br />

absoluta necesidad hoy por la madrugada (estamos ya a siete)”.” Véase el Anexo documental.<br />

165 “las revoluciones son totalitarias por más quien afirme lo contrario. […]En julio se<br />

constituyó un <strong>com</strong>ité de milicias antifascistas. No era un organismo de clase. En su seno<br />

se encontraban representadas las fracciones burguesas y contrarrevolucionarias. Parecía<br />

que enfrente de la Generalidad se había levantado el <strong>com</strong>ité susodicho. Pero fue un aire<br />

de bufonada. [… ] Se crearon <strong>com</strong>ités de defensa de barriada, municipales, <strong>com</strong>ités de<br />

abastos. Han transcurrido dieciséis meses. ¿Qué resta? Del espíritu de julio, un recuerdo.<br />

De los organismos de julio, un ayer. Pero queda en pie todo el tinglado político y<br />

pequeño burgués. En la Plaza de la República de la capital catalana persiste la maraña<br />

de unos sectores que sólo pretenden vivir a espaldas de la clase trabajadora”. Del folleto<br />

de Los Amigos de “Hacia una nueva revolución”, redactado por Balius.<br />

199


con el poder y la influencia social y política de la Iglesia<br />

de 1936. Debería ser obvio. Los Amigos de Durruti habían<br />

<strong>com</strong>prendido que una revolución, además de autoritaria y<br />

violenta, debía ser TOTAL: no se podía pactar políticamente<br />

con la burguesía y gobernar con ella, también era<br />

necesario destruir el Estado capitalista, suprimir la Generalidad<br />

y ejercer el poder desde una Junta Revolucionaria,<br />

constituida sólo por las fuerzas obreras que el 19 de julio<br />

de 1936 habían <strong>com</strong>batido en la calle. Las revoluciones<br />

son totalitarias o son derrotadas, esa era la conquista<br />

teórica esencial de la Agrupación.<br />

La Agrupación de Los Amigos de Durruti ha sido<br />

ignorada y mitificada durante mucho tiempo, quizás ha<br />

llegado el momento de <strong>com</strong>prenderla en su contexto histórico.<br />

Pero para eso hemos de evitar que la historia de Los<br />

Amigos de Durruti se convierta en un cómic “situacionista”<br />

de superhéroes, porque no sólo no tenían madera de<br />

héroe, sino que además tenían sus propias limitaciones<br />

teóricas y organizativas, ya que no pudieron, ni siquiera lo<br />

pretendieron, convertirse en una “alternativa revolucionaria”<br />

a la CNT-FAI, con la que no sólo no rompieron nunca,<br />

sino a la que se aferraron siempre organizativamente<br />

ante las pretensiones de expulsión de los <strong>com</strong>ités superiores<br />

166 .<br />

166 Comités superiores que en la cúspide se reducían a unos cuantos burócratas, que<br />

desde mayo de 1937 estuvieron profundamente enemistados entre sí por rencillas personalistas,<br />

enfrentando al Comité Nacional de la CNT, el Comité Regional de Cataluña,<br />

el Comité Peninsular de la FAI o el Comité ejecutivo del Movimiento Libertario. Al<br />

final de la guerra, tras oscuras oscilaciones y miserables vaivenes de las distintas capillas,<br />

la oposición entre burócratas, totalmente indiferente a la base militante preocupada<br />

por el hambre y los bombardeos, se había reducido al enfrentamiento de los negrinistas<br />

del Comité Nacional, controlado por Marianet y Horacio Prieto, con los antinegrinistas<br />

García Oliver, Isgleas, Esgleas, Peiró, Montseny y el grupo Nervio: Abad de Santillán,<br />

Pedro Herrera, Rafael Nevado, Fidel Miró y Germinal de Souza. Otros, <strong>com</strong>o Joaquín<br />

Ascaso y Antonio Ortiz, condenados al infierno de la calumnia, luchaban por sobrevivir.<br />

200


Los Amigos de Durruti se convirtieron en un espejo<br />

irritante para la CNT porque daban una imagen monstruosa,<br />

que muchos no quisieron ni quieren ver: era y es<br />

mejor romper el espejo.<br />

La pregunta fundamental, la cuestión tabú del movimiento<br />

libertario y el tema que tantos libros, militantes e<br />

historiadores no llegan a dilucidar, porque no la <strong>com</strong>prenden,<br />

es por qué los revolucionarios de ayer se convirtieron<br />

unos meses después en ministros, en bomberos, en contrarrevolucionarios…<br />

¿Por qué los líderes anarquistas y/o el<br />

movimiento libertario renunciaron a la revolución en julio<br />

del 36 y en mayo del 37? La respuesta que dieron los propios<br />

Amigos de Durruti: “la TRAICION de los dirigentes”,<br />

no era más que un insulto que no explicaba nada.<br />

Desde el primer momento el movimiento libertario, huérfano<br />

de programa y teoría revolucionarios, sostuvo la unidad<br />

antifascista. Se trataba de unirse con socialistas, estalinistas,<br />

poumistas, republicanos y catalanistas para derrotar<br />

al fascismo. El antifascismo fue en los años treinta el<br />

peor veneno y la mayor victoria del fascismo. La unión<br />

sagrada de todos los antifascistas para derrotar al fascismo<br />

y defender la democracia suponía para el movimiento libertario<br />

renunciar a los propios principios, a un programa<br />

revolucionario propio, a las conquistas revolucionarias, a<br />

todo…es decir, el famoso eslogan falsamente atribuido a<br />

Durruti: “renunciamos a todo menos a la victoria”, para<br />

someterse al programa e intereses de la burguesía democrática.<br />

Fue ese programa de unidad antifascista, de colaboración<br />

plena y leal con todas las fuerzas antifascistas,<br />

el que condujo a la CNT-FAI, rápida e inconscientemente,<br />

a la colaboración gubernamental con el objetivo<br />

único de ganar la guerra al fascismo. Fue esa adhesión<br />

al programa antifascista (esto es, de defensa de la<br />

201


democracia capitalista) la que explica por qué y cómo los<br />

mismos líderes revolucionarios de ayer se convirtieron algunos<br />

meses después en ministros, bomberos, burócratas y<br />

contrarrevolucionarios. Era la CNT quien producía ministros,<br />

y esos ministros no traicionaban a nada ni a nadie;<br />

se limitaban a ejercer lealmente sus funciones lo mejor<br />

que sabían.<br />

La diferencia entre las insurrecciones de Julio de<br />

1936 y Mayo de 1937 radica en que los revolucionarios, en<br />

Julio, estaban desarmados, pero tenían un objetivo político<br />

preciso: la derrota del levantamiento militar y del fascismo;<br />

mientras que en Mayo, pese a un armamento superior que en<br />

julio, estaban desarmados políticamente. Las masas obreras<br />

iniciaron una insurrección contra el estalinismo y el gobierno<br />

burgués de la Generalidad, pese a sus organizaciones y<br />

sin sus dirigentes, pero fueron incapaces de proseguir el<br />

<strong>com</strong>bate hasta el final sin sus organizaciones y contra sus<br />

dirigentes. En mayo de 1937, igual que en julio de 1936, faltó<br />

un partido revolucionario, que el proletariado no había<br />

conseguido formar en los años treinta. Ni el POUM, ni la<br />

CNT-FAI eran, ni podían ser, esa vanguardia revolucionaria;<br />

sino, por el contrario, el mayor obstáculo a su surgimiento.<br />

La incapacidad de los dirigentes anarcosindicalistas y la ausencia<br />

de toda teoría revolucionaria no dejaron en pie más<br />

horizonte que la unidad antifascista y el programa democrático<br />

de la burguesía republicana. Ya habían desaparecido<br />

de escena los métodos y objetivos del proletariado. El<br />

CCMA no sólo no potenció los <strong>com</strong>ités revolucionarios,<br />

sino que colaboró con el gobierno de la Generalidad para<br />

debilitarlos y suprimirlos.<br />

Las barricadas levantadas en Julio de 1936, aún<br />

seguían en pie meses después; mientras las levantadas<br />

en Mayo de 1937 desaparecieron inmediatamente, sal-<br />

202


vo aquellas pocas que el PSUC quiso dejar <strong>com</strong>o testigo<br />

de su fuerza y de su victoria.<br />

Mayo del 37, desde esta perspectiva, aunque fue sin<br />

duda consecuencia del creciente descontento ante el aumento<br />

de precios, la carencia de abastecimientos, la lucha en el<br />

seno de las empresas por la socialización de la economía y<br />

el control obrero, la escalada de la Generalidad por desarmar<br />

la retaguardia y hacerse con el control del orden público, etcétera,<br />

etcétera, fue sobre todo la necesaria derrota armada<br />

del proletariado, que necesitaba la contrarrevolución<br />

para sellar definitivamente toda amenaza revolucionaria sobre<br />

las instituciones burguesas y republicanas.<br />

En 1938 los revolucionarios estaban bajo tierra, en la<br />

cárcel o en la clandestinidad. En las cárceles se contaban<br />

quince mil presos antifascistas. El hambre, los bombardeos<br />

y la represión estalinista eran amos y señores de Barcelona.<br />

Las milicias y el trabajo habían sido militarizados. El orden<br />

reinaba ya en toda España, tanto en la franquista <strong>com</strong>o en la<br />

republicana. La revolución no fue aplastada por Franco en<br />

enero de 1939, ya lo había hecho la República muchos meses<br />

antes.<br />

203


5<br />

EPÍLOGO<br />

La clase obrera es revolucionaria o no es nada.<br />

Karl Marx. Carta a Schweitzer (13-2-1865).<br />

Los <strong>com</strong>ités de 1936<br />

En julio de 1936 faltó una teoría revolucionaria.<br />

Sin teoría no hay revolución. Tras setenta años de prédica<br />

antiestatal, el movimiento anarquista español, sin <strong>com</strong>prender<br />

la auténtica naturaleza del poder y del Estado, tuvo<br />

que enfrentarse a una encrucijada histórica en la que<br />

tenía que decidir si avanzaba por la vía revolucionaria, o<br />

colaboraba con el gobierno burgués de la Generalidad (y<br />

de la República) para vencer al fascismo. La ambigua opción<br />

de “ir a por el todo”, planteada por Juan García Oliver,<br />

era concebida <strong>com</strong>o un golpe de estado, en el que los<br />

dirigentes anarcosindicalistas implantaban una “dictadura<br />

anarquista”, contraria a sus principios ideológicos. Los<br />

mandamases de la CNT-FAI, desbordados por la militancia<br />

de base, sintieron vértigo ante su incapacidad para gestionar<br />

el triunfo de la insurrección obrera. Y optaron por<br />

colaborar. La situación revolucionaria, existente en Julio,<br />

caracterizada por un poder atomizado en centenares de<br />

<strong>com</strong>ités, fue ahogada por ese organismo de colaboración<br />

de clases al que se llamó Comité Central de Milicias Antifascistas<br />

(CCMA).<br />

204


No hubo una vanguardia revolucionaria capaz de<br />

impulsar la revolución de los <strong>com</strong>ités. Ninguna organización<br />

obrera, ni la CNT-FAI, ni el POUM, planteó en Julio<br />

la vía revolucionaria de potenciar, profundizar, extender,<br />

coordinar y centralizar los <strong>com</strong>ités revolucionarios<br />

que, en las calles de Barcelona y en muchas localidades de<br />

Cataluña, ya ejercían todo el poder. Y los <strong>com</strong>ités por sí<br />

solos tampoco fueron capaces de hacerlo, porque hubieran<br />

tenido que enfrentarse decididamente a sus propios líderes<br />

y organizaciones.<br />

En sólo dos meses ese CCMA, con predominio de<br />

la CNT-FAI, consiguió debilitar los múltiples <strong>com</strong>ités revolucionarios,<br />

surgidos por doquier, y reconstruir el aparato<br />

estatal, al que la CNT-FAI fortaleció aceptando varias<br />

carteras, primero en el gobierno catalán, y un mes después<br />

en el de la República. Los primeros decretos del gobierno<br />

de la Generalidad reforzado con ¡¡¡ministros anarquistas!!!<br />

fueron la militarización de las Milicias y, naturalmente<br />

la disolución de los <strong>com</strong>ités que, sin embargo, resistieron<br />

aún varios meses a su efectiva desaparición. Mayo<br />

del 37 fue, pues, la necesaria derrota armada del proletariado<br />

que necesitaba la contrarrevolución para acabar con<br />

el menor atisbo de amenaza revolucionaria.<br />

Los <strong>com</strong>ités revolucionarios surgidos en julio de<br />

1936 eran organismos in<strong>com</strong>pletos e imperfectos, incapaces<br />

de convertirse en auténticos órganos de poder obrero.<br />

Diferían de los consejos obreros (surgidos <strong>com</strong>o organismos<br />

de poder obrero en las revoluciones proletarias de<br />

Alemania y Rusia) en que: 1.- No eran órganos elegidos<br />

democráticamente en amplias asambleas por los trabajadores<br />

de base, y, por lo tanto, independientes de las burocracias<br />

sindicales y de los partidos. 2.- No eran organismos unitarios<br />

de la clase obrera; y además eran incapaces de coordi-<br />

205


narse entre sí, de forma que pudieran crear organismos superiores<br />

que centralizaran el poder obrero.<br />

Después de la victoria de la insurrección revolucionaria<br />

del 19 de julio cabían dos opciones: la opción revolucionaria<br />

pasaba por fortalecer, potenciar, coordinar y centralizar<br />

los <strong>com</strong>ités revolucionarios <strong>com</strong>o órganos de poder<br />

obrero, TRANSFORMÁNDOLOS <strong>EN</strong> CONSEJOS<br />

OBREROS; la opción frentepopulista o reformista pasaba<br />

por integrar el movimiento obrero en el aparato estatal de la<br />

burguesía republicana y, por lo tanto, por el debilitamiento,<br />

aislamiento y posterior disolución de los <strong>com</strong>ités.<br />

El gobierno de Largo Caballero, pese a su apariencia<br />

obrera, se basaba en el viejo aparato estatal de la burguesía y<br />

tenía por objeto la absorción de todos los organismos e instituciones<br />

revolucionarias para neutralizarlas poco a poco hasta<br />

que, sintiéndose suficientemente fuerte la fracción burguesa<br />

de dicho gobierno, pudiera aplastarlos abiertamente.<br />

Los sindicatos, por su propia naturaleza, no eran<br />

órganos de poder obrero. Los <strong>com</strong>ités no eran aún esos<br />

órganos de poder. Los <strong>com</strong>ités no eran consejos y, por ello,<br />

se mostraron incapaces de coordinarse entre sí, y de crear<br />

órganos superiores capaces de centralizar, unificar y crear<br />

un poder obrero, enfrentado al Estado capitalista. La misión,<br />

insustituible y necesaria, de una vanguardia o partido<br />

revolucionario hubiera sido precisamente la de impulsar la<br />

transformación de los <strong>com</strong>ités en consejos obreros.<br />

El POUM y la CNT-FAI fallaron <strong>com</strong>o vanguardia<br />

revolucionaria, y los <strong>com</strong>ités fueron incapaces de transformarse<br />

(por sí solos) en consejos. Esa fue la principal limitación<br />

y la causa determinante de la rápida degeneración<br />

de la situación revolucionaria, existente en julio de 1936,<br />

que posibilitó la fulminante recuperación del aparato estatal<br />

burgués.<br />

206


Hay que distinguir, pues, <strong>com</strong>o hizo Josep Rebull 167<br />

en la primavera de 1937, con precisión, rigor y claridad entre<br />

<strong>com</strong>ités 168 , consejos obreros y sindicatos. Eran órganos<br />

obreros distintos con funciones diferentes.<br />

Los sindicatos, en una etapa revolucionaria, serían<br />

los organismos económicos de control de la producción y de<br />

la distribución, es decir, órganos técnicos y administrativos.<br />

Pero no podían ser, ni cumplir, funciones de representatividad<br />

política o de organismos de poder obrero. Los Consejos<br />

son precisamente esos órganos de poder obrero que, a causa<br />

de su elección democrática en asambleas, son independientes<br />

de las burocracias sindicales y de los partidos. El fortalecimiento<br />

de los consejos supone que asumen funciones de<br />

dirección en cada localidad, acelerando la des<strong>com</strong>posición<br />

del sistema capitalista. Son, por lo tanto, antagónicos con el<br />

Estado capitalista, y su defensa es inconciliable con los<br />

partidos que participan en los gobiernos de la burguesía.<br />

La toma del poder pasaba por la lucha armada y la<br />

destrucción del Estado capitalista, reemplazado por un<br />

gobierno de los Consejos Obreros.<br />

La función de una vanguardia revolucionaria no es la<br />

de sustituir a la clase obrera en aquellas funciones que sólo a<br />

ella le atañen: toma del poder, ejercicio de la dictadura del<br />

167<br />

Véase GUILLAMON, Agustín: “Josep Rebull de 1937 a 1939”. Balance números<br />

19 y 20 (2000).<br />

168<br />

Los <strong>com</strong>ités fueron órganos burocráticos y no democráticos, en los que los delegados<br />

no eran elegidos democráticamente por la base obrera en amplias asambleas, sino que eran<br />

nombrados por las burocracias sindicales o políticas. Esto suponía, por una parte, una separación<br />

entre los <strong>com</strong>ités y la base obrera, y por otra, su dependencia de la burocracia. Ahí<br />

nacía su incapacidad para coordinarse entre sí y para crear órganos centralizados y unitarios<br />

de clase; la coordinación la hacían los distintos sindicatos y partidos, y la problemática unidad<br />

y centralización (en los planos económico, militar, productivo, de abastecimiento, etcétera)<br />

se convirtió en una especie de rompecabezas de variopintos parlamentos, de todas las<br />

escalas y en todos los ámbitos, de las distintas organizaciones antifascistas, tanto obreras<br />

<strong>com</strong>o burguesas y estalinistas<br />

207


proletariado, control de la economía y de las milicias, dirección<br />

de la guerra, centralización del poder obrero y unidad<br />

de clase, etcétera. La función de esa organización, en una<br />

situación revolucionaria, es necesariamente la de impulsar la<br />

creación de los órganos de poder de la clase obrera, para que<br />

puedan ejercer sus funciones de poder obrero, y llegar así a<br />

establecer una dictadura del proletariado, in<strong>com</strong>patible con<br />

el Estado capitalista, y por lo tanto sin colaboración política<br />

alguna con la burguesía.<br />

Insurrecciones, rebeliones y revoluciones<br />

Si definimos la revolución, en el siglo XX, <strong>com</strong>o<br />

el enfrentamiento violento contra el Estado con el objetivo<br />

final (conseguido o no) de tomar el poder estatal, llevado<br />

a cabo por fuerzas políticas opuestas, no sólo al régimen<br />

vigente, sino al orden social existente, y la revolución<br />

proletaria <strong>com</strong>o el intento de destruir el aparato estatal<br />

capitalista, estamos diferenciando la revolución proletaria<br />

de las revoluciones populares y a éstas de otras formas de<br />

cambio político del gobierno, <strong>com</strong>o los golpes de estado,<br />

las contrarrevoluciones fascistas o estalinistas (de los años<br />

20 y 30), las revueltas, motines y protestas sociales, la<br />

caída de regímenes totalitarios (fascistas en los años 40, o<br />

estalinistas de finales de los 80 y principios de los 90), las<br />

guerras coloniales de independencia (sobre todo en los<br />

años 50 y 60) y las guerras civiles.<br />

Las insurrecciones, las rebeliones o las revoluciones<br />

son casi siempre violentas, pero esa violencia carece<br />

en sí misma de significado. Todas las insurrecciones del<br />

pasado nos muestran que, aunque hayan sido violentas, esa<br />

violencia siempre ha sido superada por la contrarrevolución<br />

posterior, que ha masacrado, encarcelado o deportado<br />

en masa, sobre todo después de los <strong>com</strong>bates, cuando ya<br />

208


habían obtenido la victoria militar: son el odio y las matanzas<br />

nacidas del terror de los propietarios a la amenaza<br />

proletaria. Si la revolución reside en los revolucionarios,<br />

hay que exterminarlos para proseguir la pacífica explotación<br />

del “buen ciudadano”. Si el espíritu de venganza ha<br />

ejercido algún papel en las insurrecciones obreras, siempre<br />

ha sido colmado con creces por la reacción. Pensemos en<br />

el Kuomitang de 1926 o en la España franquista (1939-<br />

1975). Las insurrecciones obreras han sido a su vez menos<br />

sangrientas y feroces que las revueltas campesinas antifeudales,<br />

porque éstas eran producto de la desesperación.<br />

Las destrucciones de bienes, o los asesinatos, producidos<br />

en algunas insurrecciones han sido generalmente fruto espontáneo<br />

del atraso y la desesperación de un lumpen incapaz<br />

de escapar a la miseria, o destruir la opresión.<br />

Las rebeliones, revueltas o insurrecciones, por muy violentas<br />

y socialmente radicales que sean, no pueden calificarse<br />

<strong>com</strong>o revolucionarias si se limitan a atacar a los gestores<br />

locales del capitalismo, y dejan en pie el sistema<br />

económico y social capitalista. Las revoluciones son siempre<br />

luchas por el poder estatal y desembocan en el intento<br />

(exitoso o no) de apoderarse de éste por parte de un grupo,<br />

de una coalición o de una clase. El punto de partida de una<br />

revolución proletaria es la destrucción del Estado burgués.<br />

Así pues, para entender qué es, cómo se desarrolla y qué<br />

pretende una insurrección o una revolución, necesitamos<br />

<strong>com</strong>prender qué es el Estado, y sobre todo qué es el Estado<br />

capitalista.<br />

¿Qué es el Estado?<br />

No es el Estado, o el poder político, el que crea las<br />

clases, sino que es la existencia de una sociedad dividida<br />

en clases la que crea el Estado, para defender todos los<br />

209


privilegios de la clase dominante. Podemos encontrar mil<br />

definiciones distintas del Estado. Pero básicamente se reducen<br />

a dos. Una, amplia, que habla impropiamente del<br />

Estado ya en las primeras civilizaciones, con importantes<br />

excedentes agrícolas, de Mesopotamia y Egipto, y después<br />

de Grecia y Roma, que no vamos a utilizar, y que es inadecuada<br />

para estudiar la actual sociedad capitalista en la<br />

que vivimos. Se trata de una definición que, en todo caso,<br />

necesita calificar al Estado con el modo de producción<br />

imperante: Estado esclavista, Estado feudal, Estado capitalista.<br />

Otra, reducida, en la que se utiliza el concepto actual<br />

del Estado, o Estado capitalista, o Estado moderno, <strong>com</strong>o<br />

poder soberano absoluto o único en cada país, que es la<br />

que aquí utilizaremos.<br />

¿Qué es el estado capitalista?<br />

El Estado moderno, o capitalista, es una forma histórica<br />

reciente de organización política de la sociedad,<br />

surgida hace unos quinientos años, en algunos países, con<br />

el fin del feudalismo y las primeras manifestaciones del<br />

sistema de producción capitalista. La aparición del Estado<br />

(capitalista) suponía la desaparición de las formas feudales<br />

de organización política. El concepto de Estado (moderno)<br />

es, pues, muy reciente y surge con la aparición histórica<br />

del sistema de producción capitalista. Es la organización<br />

política adecuada al capitalismo.<br />

En la sociedad feudal la soberanía era entendida<br />

<strong>com</strong>o una relación jerárquica entre una pluralidad de poderes.<br />

El poder del Rey se fundamentaba en la fidelidad de<br />

otros poderes señoriales y además esos poderes de la realeza<br />

eran venales, esto es, podían venderse o cederse a la<br />

nobleza: la administración de la justicia, el reclutamiento<br />

del ejército, la recaudación de los impuestos, los obispa-<br />

210


dos, etcétera, podían ser vendidos al mejor postor o eran<br />

adjudicados en una <strong>com</strong>pleja red de favores y privilegios.<br />

La soberanía residía en una pluralidad de poderes, que podían<br />

subordinarse o <strong>com</strong>petir entre sí.<br />

El Estado, en la sociedad capitalista, convierte la<br />

soberanía en un monopolio: el Estado es el único poder<br />

político del país. El Estado (moderno o capitalista) detenta<br />

el monopolio del poder político, y en consecuencia pretende<br />

el monopolio de la violencia. Cualquier desafío a ese<br />

monopolio de la violencia se considera <strong>com</strong>o delincuencia,<br />

y atenta contra las leyes y el orden capitalistas, y por lo<br />

tanto es perseguido, castigado y aniquilado. En la sociedad<br />

feudal las relaciones sociales estaban basadas en la dependencia<br />

personal y el privilegio. En la sociedad capitalista<br />

las relaciones sociales sólo pueden darse entre individuos<br />

jurídicamente libres e iguales. Esta libertad e igualdad jurídicas<br />

(que no de propiedad) son indispensables para la<br />

formación y existencia de un proletariado que provea de<br />

mano de obra barata a los nuevos empresarios fabriles. El<br />

obrero ha de ser libre, también libre de toda propiedad, para<br />

poder estar disponible y preparado para alquilarse por<br />

un salario al amo de la fábrica, a una empresa o al propio<br />

Estado. Ha de ser libre y carecer de toda dependencia de la<br />

tierra que labraba, y de todo sustento o propiedad, para ser<br />

expulsado por el hambre, la pauperización y la miseria<br />

hacia las nuevas concentraciones industriales donde pueda<br />

vender la única mercancía que posee: sus brazos y su inteligencia,<br />

esto es, su fuerza y capacidad de trabajo.<br />

A estas nuevas relaciones sociales, propias del capitalismo,<br />

les corresponde una nueva organización política,<br />

distinta de la feudal: un Estado que monopoliza todas<br />

las relaciones políticas. En el capitalismo todos los individuos<br />

son, en teoría, libres e iguales (jurídicamente) y nadie<br />

211


guarda dependencia política de ningún tipo respecto al antiguo<br />

señor feudal o al nuevo amo de la fábrica. Todas las<br />

relaciones políticas son monopolizadas por el Estado.<br />

En los modos de producción precapitalistas las relaciones<br />

de producción eran también relaciones de dominación.<br />

El esclavo era propiedad de su amo, el siervo estaba<br />

ligado a la tierra que trabajaba o dependía de un señor.<br />

Esa dependencia ha desaparecido en el capitalismo. El Estado<br />

(moderno) es, pues, producto de las relaciones de<br />

producción capitalistas. El Estado (actual) es la forma de<br />

organización específica del poder político en las sociedades<br />

capitalistas. Existe una separación radical entre la esfera<br />

económica, la social y la política.<br />

El Estado (moderno) monopoliza el poder, la violencia<br />

y las relaciones políticas entre los individuos en las<br />

sociedades en las que el modo de producción capitalista es<br />

el dominante. En el sistema de producción capitalista el<br />

capital no es sólo el dinero, o las fábricas, o las maquinarias;<br />

el capital es también, y sobre todo, una relación social<br />

de producción, y precisamente la que se da entre los<br />

proletarios, vendedores de su fuerza de trabajo por un salario,<br />

y los capitalistas, <strong>com</strong>pradores de la mercancía "fuerza<br />

de trabajo".<br />

El Estado (capitalista) ha surgido recientemente,<br />

hace unos quinientos años, y desaparecerá con las relaciones<br />

de producción capitalistas. El Estado (capitalista),<br />

pues, no es eterno, ha tenido un origen muy reciente y tendrá<br />

un fin. La teoría política del Estado moderno nació en<br />

la Inglaterra del siglo XVII, anticipando o justificando ese<br />

proceso histórico conocido <strong>com</strong>o la Revolución Industrial,<br />

con Hobbes (y Locke). Hobbes no es sólo el primer teórico,<br />

desde el punto de vista cronológico, sino que toda la<br />

problemática actual sobre el Estado (moderno) está ya en<br />

212


Hobbes. Desde Platón hasta Maquiavelo la teoría política<br />

preestatal se caracteriza por definir el poder político y la<br />

<strong>com</strong>unidad <strong>com</strong>o algo NATURAL, y por identificar <strong>com</strong>unidad<br />

civil y <strong>com</strong>unidad política. Desde Hobbes la teoría<br />

política estatal se caracteriza por definir el Estado <strong>com</strong>o<br />

un ente ARTIFICIAL, por separar los conceptos de<br />

<strong>com</strong>unidad civil (sociedad civil) y <strong>com</strong>unidad política (Estado)<br />

y por plantear la cuestión de la reproducción del poder<br />

político.<br />

El Estado (capitalista) surge desde una contradicción,<br />

que le da origen y razón de ser, entre la defensa teórica<br />

del bien <strong>com</strong>ún, o general, y la defensa práctica del<br />

interés de una minoría. La contradicción existente entre la<br />

ilusión de defender el interés general y la defensa real de<br />

los intereses de clase de la burguesía. La razón de ser del<br />

Estado (actual) no es otra que garantizar la reproducción<br />

de las relaciones sociales de producción capitalistas.<br />

Sin embargo, el Estado (capitalista), cosificado en<br />

sus instituciones, es la máscara de la sociedad, con apariencia<br />

de fuerza externa movida por una racionalidad superior<br />

que encarna un orden "justo" al que sirve <strong>com</strong>o árbitro<br />

neutral. Esta fetichización del Estado (moderno)<br />

PERMITE que las relaciones sociales de producción capitalistas<br />

aparezcan <strong>com</strong>o meras relaciones económicas, no<br />

coactivas, al mismo tiempo que DESAPARECE el carácter<br />

opresivo de las instituciones estatales. En el mercado,<br />

trabajador y empresario aparecen <strong>com</strong>o individuos libres,<br />

que realizan un intercambio "puramente" económico: el<br />

trabajador vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario.<br />

En ese intercambio libre, "sólo" económico, ha desaparecido<br />

toda coacción, y el Estado (capitalista) no ha intervenido<br />

para nada: no está, (aparentemente) ha desaparecido.<br />

213


La escisión entre lo público y lo privado es una<br />

condición necesaria de las relaciones de producción capitalistas,<br />

porque sólo así APAREC<strong>EN</strong> <strong>com</strong>o acuerdos libres<br />

entre individuos jurídicamente libres e iguales, en las que<br />

la violencia, monopolizada por el Estado (capitalista), ha<br />

desaparecido de escena. De todo esto resulta una CON-<br />

TRADICCION entre el Estado COMO FETICHE, que debe<br />

ocultar su monopolio de la violencia, permanentemente<br />

ejercida sobre el proletariado para garantizar las relaciones<br />

de producción capitalistas, esto es, de explotación del proletariado<br />

por el capital, y el Estado COMO ORGANIZA-<br />

DOR DEL CONS<strong>EN</strong>SO social y de la legalidad, que convoca<br />

elecciones libres, tolera los derechos democráticos de<br />

expresión, reunión, prensa y asociación; permite los sindicatos<br />

obreros y legisla conquistas laborales <strong>com</strong>o la asistencia<br />

sanitaria, pensiones, jornada de ocho horas, seguro<br />

de paro y enfermedad, etcétera.<br />

Esencia y funciones del Estado capitalista<br />

Es la existencia de una sociedad dividida en clases<br />

la que crea el Estado, para defender todos los privilegios<br />

de la clase dominante. En caso de crisis el Estado capitalista<br />

desvela inmediatamente que es antes Estado capitalista<br />

que Estado nacional, de pueblos y ciudadanos, o "Estado<br />

del bienestar". El <strong>com</strong>ponente coactivo del Estado,<br />

ligado a la dominación de clase, es la ES<strong>EN</strong>CIA FUN-<br />

DAM<strong>EN</strong>TAL de éste, que aparece diáfana cuando consenso<br />

social y legitimación estatal son sacrificados en el<br />

altar de la sumisión del proletariado a la explotación del<br />

capital. Las revueltas y las insurrecciones proletarias desvelan<br />

siempre el carácter clasista del Estado y su esencial<br />

función represora.<br />

214


El Estado capitalista surge de esa relación contradictoria<br />

entre su esencia represora y su aparente función<br />

arbitral. Pretende ocultar su papel represor, <strong>com</strong>o garante<br />

de la dominación de la clase burguesa mediante el monopolio<br />

de la violencia, al tiempo que quiere aparecer <strong>com</strong>o<br />

organizador del consenso de la sociedad civil, que a su vez<br />

legitima al Estado (moderno) <strong>com</strong>o árbitro neutral. Con<br />

esto el Estado fortalece además su monopolio ideológico y<br />

consigue un dominio más <strong>com</strong>pleto y encubierto de la sociedad<br />

civil.<br />

Las instituciones fundamentales del Estado son<br />

el ejército permanente y la burocracia. Las tareas del<br />

ejército son la defensa de las fronteras territoriales frente a<br />

otros Estados, las conquistas imperialistas, para ampliar<br />

los mercados y acaparar materias primas, y sobre todo la<br />

garantía última del orden establecido frente a la subversión<br />

obrera. Las tareas de la burocracia son la administración<br />

de todas aquellas funciones que la burguesía delega en el<br />

Estado: educación, policía, salud pública, prisiones, correo,<br />

ferrocarriles, carreteras… El funcionario del Estado<br />

(capitalista), desde el maestro de escuela al catedrático, del<br />

policía al ministro, del cartero al médico desempeñaron, o<br />

desempeñan, funciones necesarias para la buena marcha<br />

de los negocios de la burguesía, mientras no sean un buen<br />

negocio para ésta, en cuyo caso se privatizan, <strong>com</strong>o ha sucedido<br />

últimamente con cárceles, policía y ejército en algunos<br />

países.<br />

El Estado (moderno) es la ORGANIZACIÓN del<br />

dominio político, de la coacción permanente y de la explotación<br />

económica del proletariado por el capital. El Estado<br />

(capitalista) no es, pues, una máquina o instrumento que<br />

pueda utilizarse en un doble sentido: ayer para explotar al<br />

proletariado, mañana para emancipar al proletariado y<br />

215


oprimir a la burguesía. No es una máquina que pueda conquistarse,<br />

ni que pueda manejarse al antojo del maquinista<br />

de turno. El proletariado no puede conquistar el Estado,<br />

porque es la organización política del capital: ha de<br />

destruirlo. Si una insurrección victoriosa del proletariado<br />

se limita a conquistar el Estado, y más tarde a fortalecerlo<br />

y reconstruirlo, podemos estar ante un golpe de Estado o<br />

una revolución, e incluso ante una revolución proletaria<br />

(<strong>com</strong>o en Octubre de 1917 en Rusia), pero ante una revolución<br />

que está poniendo en pie los fundamentos de una<br />

rápida y sólida contrarrevolución, que pronto desembocará<br />

en otra forma de gestión del capitalismo, <strong>com</strong>o sucedió<br />

con el estalinismo en Rusia.<br />

El proletariado ha de destruir el Estado porque éste<br />

es la organización política de la explotación económica del<br />

trabajo asalariado. La destrucción del Estado es una condición<br />

“sine qua non” del inicio de una sociedad <strong>com</strong>unista.<br />

Pero el Estado capitalista no puede destruirse realmente<br />

si antes la clase proletaria no siega inmediatamente las<br />

condiciones económicas, sociales e históricas de la existencia<br />

del trabajo asalariado y de la ley del valor, en un<br />

ámbito mundial.<br />

¿Qué sustituye al Estado?: la administración de<br />

las cosas en el <strong>com</strong>unismo. Pero la revolución proletaria<br />

no es una cuestión de partidos o de organización. Lo que<br />

determina la posibilidad del <strong>com</strong>unismo es un alto desarrollo<br />

de las fuerzas productivas y la extensión de la condición<br />

de asalariado y de proletario. Los problemas organizativos<br />

no pueden plantearse al margen de quien los organiza<br />

y de los problemas que se plantean en cada momento.<br />

No hay reglas, ni fórmulas mágicas, ni garantías<br />

216


contra la burocratización y la contrarrevolución 169 . Los burócratas<br />

suelen ser expertos en organización, al margen de<br />

la sociedad. La experiencia histórica del proletariado<br />

internacional señala los soviets rusos, los rater alemanes<br />

y los <strong>com</strong>ités españoles, esto es, la organización del<br />

proletariado en consejos obreros <strong>com</strong>o la forma organizativa<br />

revolucionaria de la clase obrera.<br />

Estamos, pues, hablando no de tal o cual forma organizativa<br />

de <strong>com</strong>ité o de consejo, sino de la organización<br />

consejista de la sociedad. Los consejos no representan a<br />

los obreros, son el proletariado organizado. Es un órgano<br />

de clase y de lucha. No es un órgano político, es la organización<br />

de la sociedad en unas nuevas relaciones de producción,<br />

y por lo tanto no es democrático, ni dictatorial,<br />

está más allá de la política, y evita la separación entre lo<br />

público y lo privado característica del capitalismo.<br />

Soviets, rater y <strong>com</strong>ités fracasaron en el pasado, pero han<br />

existido, mostrando la capacidad del proletariado para dirigir<br />

y gestionar fábricas, ciudades y países; señalando<br />

también sus límites y sus limitaciones, que hemos de entender<br />

y corregir. Han surgido siempre que el proletariado<br />

revolucionario se ha alzado contra la barbarie capitalista.<br />

Han sido la respuesta obrera al vacío dejado por la burguesía,<br />

más que resultado de la radicalización del <strong>com</strong>bate.<br />

La ideología consejista contempla los consejos <strong>com</strong>o meta<br />

y no sólo <strong>com</strong>o un momento del <strong>com</strong>bate en la transición<br />

al <strong>com</strong>unismo. Los consejistas sustituyen el concepto<br />

"partido" de los leninistas por el concepto "consejo". Ambas<br />

ideologías son estériles. Los consejos serán sólo lo<br />

que el proletariado consiga hacer en el <strong>com</strong>bate por<br />

destruir el Estado y construir el <strong>com</strong>unismo.<br />

169 La Comuna de París, en 1871, convirtió a todos los funcionarios públicos en elegibles<br />

y revocables, pagados con salarios equivalentes al del resto de trabajadores.<br />

217


6<br />

Bibliografía fundamental, utilizada en este<br />

trabajo:<br />

- “ABAD DE SANTILLAN, Diego”: La revolución y la<br />

guerra en España. Nervio, Barcelona, septiembre 1937.<br />

- “Actes del Comité Central de Milícies Antifeixistes de<br />

Catalunya”.<br />

- ADSUAR TORRA, Josep Eduard: Catalunya: Juliol -<br />

Octubre 1936. Una dualitat de poder? (2 vol.). Tesina de<br />

Llicenciatura. Departament Història Contemporània, Universitat<br />

de Barcelona, 1979.<br />

- BERNECKER, W.: Colectividades y revolución social.<br />

Crítica, Barcelona, 1982.<br />

- BOLLOT<strong>EN</strong>, Burnett: La Guerra Civil española. Alianza<br />

Madrid, 1989.<br />

- DIAZ SANDINO, Felipe: De la conspiración a la revolución.<br />

Texto mecanografiado.<br />

- ESCOFET, Federico: De una derrota a una victoria: 5 de<br />

octubre de 1934 – 19 de julio de 1936. Argos Vergara,<br />

Barcelona, 1984.<br />

- GARCÍA, PIOTROWSKI, ROSÉS (eds.): Barcelona,<br />

mayo 1937. Alikornio, Barcelona, 2006.<br />

- GARCIA OLIVER, Juan: El eco de los pasos. Ruedo<br />

Ibérico, Barcelona, 1978.<br />

- GUILLAMÓN, Agustín: “Los Amigos de Durruti 1937-<br />

1939”. Balance (1994).<br />

- LACRUZ, Francisco: El alzamiento la revolución y el<br />

terror en Barcelona. Librería Arysel, Barcelona, 1943.<br />

218


- LOR<strong>EN</strong>ZO, César M.: Los anarquistas españoles y el<br />

poder. Ruedo Ibérico, Paris, 1972.<br />

- LLAUGE, Félix: El terror staliniano en la España republicana.<br />

Aura, Barcelona, 1974.<br />

- MOMPÓ, Enric: El Comité Central de Milicias Antifascistas<br />

de Catalunya y la situación de doble poder en los<br />

primeros meses de la guerra civil española. Tesis doctoral<br />

leída el 8 de junio de 1994, Departamento de Hª Contemporánea,<br />

Universidad de Barcelona.<br />

- MUNIS, G.: Jalones de derrota, promesa de victoria. Crítica<br />

y teoría de la revolución española (1930 – 1939). Muñoz<br />

Moya, Brenes, 2003.<br />

- PAZ, Abel: Durruti en la Revolución española. Fundación<br />

Anselmo Lorenzo. Madrid, 1996.<br />

- PEIRATS, José: La CNT en la revolución española.<br />

Ruedo Ibérico, Paris, 1971.<br />

- PONS I GARLANDÍ, Joan: “Memorias”. Texto en castellano,<br />

mecanografiado.<br />

- POZO GONZÁLEZ, Josep Antoni: El poder revolucionari<br />

a Catalunya durant els mesos de juliol a octubre de<br />

1936. Crisi i re<strong>com</strong>posició de l´Estat. Tesi doctoral defensada<br />

el 21 de juny de 2002. Departament Hª Moderna i<br />

Contemporània, Universitat Autónoma de Barcelona.<br />

- ROMERO, Luis: Tres días de julio. Ariel, Barcelona,<br />

1976. (Novela).<br />

- [SOUCHY, Agustín]: Los sucesos de Barcelona. Ed.<br />

Ebro, s.l., agosto 1937.<br />

- TARRADELLAS, Josep: “La crisi prèvia als Fets de<br />

Maig. 26 dies de desgovern de la Generalitat”. Informe.<br />

Y por supuesto los documentos reproducidos en el<br />

Anexo documental; así <strong>com</strong>o los libros, folletos y documentación<br />

citados en las notas a pie de página.<br />

219


7<br />

ANEXOS DOCUM<strong>EN</strong>TALES<br />

A.- BANDO: Confederación Regional del Trabajo de<br />

Cataluña: “Hoy, domingo, 26, ha tenido lugar un<br />

Pleno Regional de Locales y Comarcales de Sindicatos…”.<br />

Barcelona a 26 de Julio de 1936.<br />

B.- DURRUTI, Buenaventura: "Al Consejo de la Generalidad<br />

de Cataluña". Frente de Osera, 1 de<br />

noviembre de 1936.<br />

C.- Notas manuscritas de Companys a Tarradellas<br />

(mayo de 1937).<br />

D.- Notas y teletipos de Lluís Companys en mayo de<br />

1937.<br />

E.- Crónicas de Presidencia (de la Generalidad de<br />

Cataluña) del 1 al 10 de mayo de 1937.<br />

F.- Teletipo de José del Barrio (para bombardear<br />

Barcelona).<br />

220


7. A.<br />

BANDO<br />

CONFEDERACIÓN REGIONAL<br />

DEL TRABAJO DE CATALUÑA<br />

Hoy, domingo, 26, ha tenido lugar un Pleno Regional<br />

de Locales y Comarcales de Sindicatos. Los militantes<br />

de la C.N.T., con la responsabilidad que les caracteriza,<br />

han examinado la situación y han tomado<br />

acuerdos concretos y terminantes, que <strong>com</strong>unicamos a<br />

todos los sindicatos y al pueblo en general para que se<br />

atenga a su cumplimiento y conozca al propio tiempo<br />

nuestra posición exacta en esta hora de profundas inquietudes<br />

y cruentas batallas contra el enemigo reaccionario.<br />

PRIMERO: La C.N.T. en Cataluña, coincide por<br />

unanimidad absoluta, en que debe seguir situada en la misma<br />

posición. Hoy no hay más problema para el proletariado,<br />

no hay más enemigo para el pueblo, que el fascismo sublevado.<br />

Contra él todas las energías para aplastarlo; hay<br />

que converger con todas las organizaciones coincidentes a<br />

su aniquilación total; hay que dedicar todas las actividades<br />

y esfuerzos. Que nadie vaya más allá. Que nadie tergiverse<br />

la actuación a seguir. Todos los confederados tienen el deber<br />

moral de aceptar las decisiones generales, no sólo interés co-<br />

221


lectivo, sino incluso por interés individual. Los hechos exporádicos<br />

han sido descartados de la organización, por tener<br />

tan sólo la virtualidad de producir un desgaste de energías<br />

estéril, y frustrar en algunas ocasiones las posibilidades de<br />

realizaciones totalitarias. Hoy por hoy, contra el fascismo,<br />

sólo contra el fascismo que domina media España, y que hay<br />

necesidad de destruirlo para siempre, anulando la influencia<br />

de la negra sotana que durante siglos ha dominado España.<br />

En consecuencia, nadie está autorizado, ni se debe<br />

atender, para lanzar otras consignas, ni enfocar el movimiento<br />

de otra forma.<br />

SEGUNDO: Habiéndose creado un organismo auxiliar<br />

del COMITE DE MILICIAS ANTIFASCISTAS DE<br />

CATALUÑA, denominado COMISION DE ABASTOS, es<br />

necesario que todos los organismos confederales se atengan<br />

a su control y acepten sus consignas. Para ello se regulariza<br />

la relación, a base de las locales y <strong>com</strong>arcales, que serán las<br />

que para los efectos de demandas y ofertas se dirigirán a la<br />

Comisión de Abastos, sita en Vía Layetana, 16, entresuelo.<br />

De esta manera se evitará que cada cual, de una manera un<br />

tanto irresponsable y descontroladamente, pueda requisar<br />

víveres de las diversas localidades. Desde este momento, para<br />

los efectos de requisa y para hacer demandas y entregas<br />

de víveres, sólo se reconocerá el aval de la COMISION DE<br />

ABASTOS.<br />

La C.N.T., responsable de la gravedad que encarna<br />

el hecho del control sobre las subsistencias, colaborará, en<br />

todos los terrenos, a que este control sea efectivo y no haya<br />

lugar a los pillajes y asaltos. Un pueblo que quiere mejorar<br />

su situación, lo primero que tiene que asegurar, es que no<br />

falten los alimentos. Y para asegurarlo, se impone el control<br />

más absoluto, cueste lo que cueste, evitando abusos y entorpecimientos.<br />

Ténganlo todos en cuenta y aténganse a atender exclusivamente<br />

estas normas y las consignas de la Comisión de<br />

222


Abastos filial del COMITÉ DE MILICIAS ANTIFASCIS-<br />

TAS.<br />

TERCERO: Dadas las circunstancias actuales, concretamos<br />

que deben reintegrarse al trabajo TODOS LOS<br />

TRABAJADORES DE LAS INDUSTRIAS Y RAMOS<br />

CUYA PRODUCCION SEA NECESARIA PARA EL<br />

ABASTECIMI<strong>EN</strong>TO DE LOS PUEBLOS; CUANTO SEA<br />

NECESARIO A LA LUCHA REVOLUCIONARIA CO-<br />

NTRA EL FASCISMO Y TODOS LOS SERVICIOS PU-<br />

BLICOS, prescindiendo de reintegrarse al trabajo momentáneamente<br />

los obreros cuya producción sea de importancia<br />

relativa y por ende no imprescindible. Al propio tiempo se<br />

sobreentiende que deben mantenerse en armas y sin reintegrarse<br />

al trabajo los milicianos, debiendo ser ocupadas sus<br />

plazas por los sin trabajo, mientras dure la anormal situación,<br />

hasta que se haya dominado totalmente en todas partes<br />

la insurrección fascista.<br />

Acuerdos éstos que <strong>com</strong>unicamos a todos, para<br />

los efectos consiguientes de orientación y conocimiento.<br />

Antes de finalizar, repetimos: Hay un COMITE<br />

DE MILICIAS ANTIFASCISTAS Y UN AP<strong>EN</strong>DICE<br />

SUYO D<strong>EN</strong>OMINADO COMISION DE ABASTOS.<br />

Todos tenemos el deber de acatar sus consignas, forma<br />

de regular las cosas en todos los órdenes.<br />

Por la Confederación Regional del Trabajo de Cataluña,<br />

EL COMITE.<br />

Barcelona, a veintiséis de Julio de mil novecientos<br />

treinta y seis.<br />

223


7.B.


7. C.<br />

Notas manuscritas de Companys<br />

a Tarradellas, escritas en mayo<br />

de 1937<br />

1.-<br />

Presidente de la Generalidad <strong>com</strong>unica a Presidente Consejo<br />

asesinato Secretario UGT camarada Sesé, y escolta,<br />

cuando iba posesionarse cargo consejero. Situación gravísima.<br />

Urge enviar refuerzos pedidos, aviación y demás.<br />

Ruego contestación rápida.<br />

Nada más.<br />

2.-<br />

Amic Terradellas: Crec que s´ha de radiar aquella nota<br />

perque Defensa dona ordres (hi ha allí en Xena) i ademés<br />

la Telefónica no dona <strong>com</strong>unicacions per fora i no tenim<br />

altre mitjà de <strong>com</strong>unicació.<br />

Traducción:<br />

Amigo Terradellas: Creo que se ha de radiar aquella nota,<br />

porque Defensa da órdenes (está allí Xena 170 ) y además<br />

170 José Xena era un militante anarquista de Hospitalet. Destacado ideólogo y periodista<br />

en los años treinta. Como delegado de la <strong>com</strong>arcal del Baix Llobregat, emitió el único<br />

voto favorable a que la CNT “fuera a por el todo” en la asamblea cenetista del 21 de<br />

julio de 1936, en lugar de colaborar con el resto de fuerzas políticas y con el gobierno<br />

228


Telefónica no da <strong>com</strong>unicaciones para fuera (de Barcelona)<br />

y no tenemos otro medio de <strong>com</strong>unicación.<br />

3.-<br />

Amic terra: Me sembla que aquella nota que he escrit per<br />

a la radio, se tindrà de totes maneres que donar, puig si<br />

después se n´ha de donar una altra ya la donarem<br />

¿No te sembla?<br />

En tot cas diguis tu mateix que pot radiarse – si te sembla -<br />

Traducción:<br />

Amigo Terra: me parece que aquella nota que he escrito<br />

para la radio, se tendrá de todas formas que dar, pues si<br />

después se ha de dar otra ya la daremos<br />

¿No te parece?<br />

En todo caso di tú mismo que puede radiarse – si te parece<br />

–<br />

de la Generalidad. Regidor y alcalde de Hospitalet hasta febrero de 1937, donde ensayó<br />

implantar el salario único.<br />

229


7. D.<br />

Copia de las notas tomadas por<br />

el Presidente Lluís Companys y<br />

de las conversaciones por teletipo<br />

entre distintas figuras políticas<br />

durante las luchas callejeras<br />

en Barcelona, del 3 al 7 de mayo<br />

de 1937 171 .<br />

7 de mayo de 1937, o sea el martes 172 , cuando la sublevación<br />

tomó cuerpo.<br />

CONFER<strong>EN</strong>CIA CELEBRADA POR “HUGUES” <strong>EN</strong>-<br />

TRE EL MINISTRO DE SANIDAD Y MARIANO<br />

VAZQUEZ CON LOS MINISTROS DE JUSTICIA Y<br />

GOBERNACIÓN 173 CON REFER<strong>EN</strong>CIA AL <strong>EN</strong>VÍO DE<br />

FUERZAS DE SEGURIDAD A CATALUÑA.<br />

171 Original en castellano. Estamos ante un lenguaje coloquial y telegráfico con frecuentes<br />

errores sintácticos. Francisco Aguirre, director de El Día Gráfico que recibió<br />

las notas y los teletipos del propio Companys, es probablemente el redactor del texto<br />

definitivo.<br />

172 Se trata de un error: el 7 de mayo era viernes.<br />

173 Federica Montseny (anarquista, ministro de Sanidad) y Mariano R. Vázquez (secretario<br />

nacional de la CNT) informan desde Barcelona. Juan García Oliver (anarquista,<br />

ministro de Justicia) y Angel Galarza (socialista de izquierda y ministro de Gobernación)<br />

informan desde Valencia.<br />

233


Aquí Valencia, ¿Gobernación? ¿Está Ministro de<br />

Sanidad?.- Sí; sí al aparato. – Aquí Federica y Mariano<br />

Vázquez les correspondemos.- Oye García, Mariano va a<br />

hablarte y luego hablaremos con Galarza, interesa nos informes<br />

situación ahí y criterio dominante Gobierno, nosotros<br />

también informaremos, habla ahora con Mariano.- Esta<br />

mañana la situación parecía pronta a resolverse a las<br />

ocho de la mañana; el tránsito por las calles era amplio,<br />

habíanse reintegrado al trabajo muchos obreros; transcurrieron<br />

primeras horas sin un solo disparo, a mediodía situación<br />

ha empezado a empeorarse debido que la Fuerza<br />

Pública hostilizaba sindicatos preparándose al ataque. El<br />

nerviosismo ha subido de tono al observar que se pretendía<br />

dominar posiciones. Tiene que haber influido de forma<br />

decisiva el hecho de que Herrando 174 ha mantenido al<br />

frente Comisaría Orden Público a Rodríguez Salas, el cual<br />

ha seguido disponiendo de la Fuerza Pública y con toda<br />

seguridad orientándola a adoptar actitud adoptada. En muchos<br />

lugares la rotura de carnés de la CNT ha sido sistemática,<br />

pudiéndose observar en algunas calles grandes<br />

cantidades de carnés CNT rotos. Cinco <strong>com</strong>pañeros de la<br />

escolta de Eroles han sido sacados de sus hogares y asesinados.<br />

Estas y otras muchas causas parecidas han dado por<br />

resultado que los camaradas se hayan aprestado a la defensa.<br />

Situación ambiental más difícil al conocerse llegada<br />

Tortosa de mil quinientos guardias. En estos momentos es<br />

imposible predecir lo que ocurrirá. Sin embargo es de esperar<br />

que si no hay rápida rectificación dirección y actitud<br />

Fuerza Pública, será imposible evitar que la lucha se generalice<br />

de nuevo. Actitud camaradas ha sido disciplinada<br />

salvo rarísimas excepciones. Repito que causa de la situa-<br />

174 Quiere decir Arrando, esto es, el teniente coronel Alberto Arrando.<br />

234


ción difícil en estos momentos está en falta de tacto dirección<br />

y actuación Fuerza Pública. No es posible se dé la<br />

sensación de que se preparan represiones amplias, contra<br />

Organización y militancia. Se impone urgentísima intervención<br />

Ministro, cambiando dirección Orden Público y<br />

dando órdenes terminantes a Fuerza Pública para que no<br />

provoque y actúe con plena responsabilidad e imparcialidad.<br />

Si Fuerza Pública que viene de Valencia sigue avanzando,<br />

no será posible evitar en el camino encendiendo<br />

hogueras en los pueblos que hasta el presente no hicieron<br />

para nada.- Aquí García Oliver.- La situación de Levante y<br />

del resto de España es de orden absoluto, demostrando los<br />

<strong>com</strong>pañeros y los <strong>com</strong>ités un elevado sentido responsabilidad<br />

necesario en estos momentos. Ministro Gobernación<br />

ha ordenado destituir en el acto a Rodríguez Salas siempre<br />

dispuesto el Ministro a solucionar problema de Cataluña lo<br />

más justamente posible. Las fuerzas de asalto que están<br />

camino de Barcelona es indispensable lleguen a su destino<br />

para reemplazar a las fuerzas de Barcelona, excesivamente<br />

agotadas, nerviosas y apasionadas en la lucha porque se<br />

encuentran influenciadas directamente por las Organizaciones<br />

políticas y sindicales, que bregan en las calles de<br />

Barcelona. Se impone que lo <strong>com</strong>prendáis así y que lo<br />

hagáis <strong>com</strong>prender a los Comités y a los <strong>com</strong>pañeros de<br />

la misma manera que es indispensable lo hagáis <strong>com</strong>prender<br />

a todos los <strong>com</strong>pañeros de los pueblos que deben<br />

cruzar estas Fuerzas, de verdadera pacificación imparcial,<br />

absolutamente imparcial, porque el Gobierno no ignora<br />

que sin esta justa imparcialidad de las Fuerzas públicas, el<br />

conflicto, lejos de solucionarse, se agravaría, extendiéndose<br />

a toda Cataluña y al resto de España, con el consiguiente<br />

fracaso político y militar del Gobierno y en la lucha que<br />

sostiene en los frente de batalla del fascismo, nadie más<br />

235


interesado que el propio Gobierno en terminar rápidamente<br />

la situación de Barcelona y lejos por lo tanto, de su pensamiento,<br />

el contribuir a sostener tan grave situación mandando<br />

fuerzas con el deliberado propósito de echar más<br />

leña en la hoguera. Enviar fuerzas a Barcelona es el acto<br />

<strong>com</strong>plementario de la incautación de Servicios Orden Público<br />

porque de no hacerlo así, fracasaría Ministro Gobernación<br />

y el propio Gobierno por cuanto se verían obligados<br />

a tener que mandar en fuerzas apasionadas y agotadas,<br />

<strong>com</strong>o viene ocurriendo en estos momentos, que por lo<br />

visto las Fuerzas de Orden Público de Barcelona, no obedecen<br />

las instrucciones que el Ministro ha dado al Delegado<br />

de Orden Público, sin perjuicio que el Ministro de la<br />

Gobernación estudie la conveniencia de enviar estas fuerzas<br />

por otro camino que no sea el de tierra, demasiado largo<br />

y lleno de obstáculos, que a su paso pueden sembrarle<br />

todos los provocadores interesados en que continúe la situación<br />

de Barcelona y que fracase Gobierno. Por haberse<br />

incautado Servicios Orden Público, repito que conviene<br />

preparéis rápidamente a los camaradas de los pueblos para<br />

que no pongan obstáculos al paso de estas fuerzas de pacificación;<br />

antes al contrario, que le den toda clase de facilidades,<br />

que los reciban con cariño, porque de otra manera,<br />

se corre el riesgo y no podría evitarlo Ministro Gobernación,<br />

que estas fuerzas, hostilizadas por el camino, fuesen<br />

adquiriendo un estado de irritabilidad que derivaría fatalmente<br />

en perjuicio de todos., con lo cual sólo habríamos<br />

conseguido hacer del problema de Cataluña, una hoguera<br />

nacional, en la que nos consumiríamos inevitablemente, y<br />

de una manera rápida. Sobre todo, trabajar rápidamente la<br />

provincia de Tarragona, en la que tienen muchas fuerzas<br />

los del POUM y los separatistas, de manera que no se<br />

mezclen con los camaradas, provocándoles a la resistencia<br />

236


armada, contra las Fuerzas de Orden Público. Nada más.<br />

Decidme si queréis algo, y después hablará Ministro de la<br />

Gobernación.- Teóricamente estamos <strong>com</strong>pletamente<br />

identificados. La práctica es diferente y aún <strong>com</strong>prendiendo<br />

beneficio indiscutible de cambiar Fuerza de Barcelona,<br />

hemos de reconocer que el problema de aquí no requiere<br />

intervención Fuerza Pública. Las cosas están situadas en<br />

tal forma, que simplemente con que la Fuerza Pública recibiera<br />

órdenes acuartelamiento por breves horas, quedaría<br />

<strong>com</strong>pletamente normalizada situación. Es indispensable<br />

dar un plazo de tres o cuatro horas durante las cuales no<br />

haya Fuerza Pública hostilizando ni haciendo nada. Este<br />

tiempo sería suficiente para cobrar confianza desapareciendo<br />

barricadas y abandonando personal los locales y<br />

lugares que ocupan.- Habla Ministro de la Gobernación.-<br />

Al enterarme a las siete y media de la tarde que continuaba<br />

en puesto Comisario Rodríguez Salas he dicho lo siguiente<br />

que copio del teletipo que tengo delante: “Ahora mismo<br />

que quede al frente de la Comisaría de Seguridad un Comisario<br />

de la Policía, de la plantilla, aquel en que tenga<br />

Vd. más confianza y que dejen de intervenir el Orden Público<br />

representantes de Sindicales y partidos.- El Jefe Superior<br />

me ha contestado: “Conforme en absoluto y cumpliré<br />

inmediatamente sus órdenes”.- Sigo hablando.- He quedado<br />

en llamarle a las nueve y media y estoy seguro que<br />

me dará cuenta de que ya no está en la Comisaría Rodríguez<br />

Salas. Suscribo cuanto ha dicho García Oliver y en<br />

cuanto al plazo que pedís para resolverlo, no tengo inconveniente<br />

en hacer lo siguiente. A las diez de la noche recibirán<br />

órdenes las Fuerzas de no disparar un solo tiro, de no<br />

intentar hostilizar ningún edificio y quedarán reducidas en<br />

las calles a retenes de vigilancia, sin que se practiquen cacheos<br />

ni detenciones durante el plazo de tres horas.- Voso-<br />

237


tros <strong>com</strong>prometeros a que las gentes que están en la calle y<br />

en los Centros, se retiren a sus casas durante el plazo, y<br />

no disparen un solo tiro. Estas órdenes voy a dar. Claro es<br />

que <strong>com</strong>prenderéis que si no se cumplen con lealtad por<br />

ambas partes, no se consigue nada..- Me llama Presidente<br />

Consejo, espere un minuto.- Mientras viene Ministro, aquí<br />

está presente García Oliver por si quieren decirle algo.-<br />

Habla Federica.- García, lo que dice Galarza podemos<br />

aceptarlo a base que sea mañana de seis a nueve de la mañana,<br />

para dar tiempo preparación y organizar manifestación<br />

monstruo de paz, a la que acuda toda Barcelona, yendo<br />

al frente las banderas enlazadas, y las representaciones<br />

de las organizaciones. Lo propondremos a la UGT con la<br />

convicción que lo acepta. Sin embargo, ahora debo decirte<br />

algo que estimo muy grave, por la contradicción evidente<br />

que representa, por cuanto acaba de decirnos Galarza.<br />

Hace cosa de tres horas hablé con Herrando reclamando<br />

una vez más la sustitución de Rodríguez Salas, que continúa<br />

en Jefatura, rey y señor de la fuerza pública. Pues<br />

bien, Herrando me ha dicho que él ya no podía sustituir a<br />

Rodríguez Salas, porque el mando pasaba a manos de la<br />

autoridad militar y que por otra parte, no lo había hecho<br />

antes porque tantas coacciones le impedían actuar imponiendo<br />

el principio de autoridad y justificando a Rodríguez<br />

Salas, el que, dice, ha hecho gran labor en estos momentos<br />

defendiendo Jefatura de múltiples asaltos. Como puedes<br />

<strong>com</strong>prender, esto que he mantenido callado por no excitar<br />

más los ánimos de los <strong>com</strong>pañeros, es muy grave y está en<br />

pugna absoluta con lo dicho por Galarza, suponiendo incluso,<br />

una actuación por parte de Herrando <strong>com</strong>pletamente<br />

independiente de las órdenes que recibe. Que Galarza<br />

lea esto cuando vuelva y que conteste a nuestra proposición,<br />

así <strong>com</strong>o a estos detalles de suma importancia.- Te<br />

238


habla García Oliver.- Ministro de la Gobernación vuelve<br />

enseguida; pero con el teletipo en la mano puedo asegurarte<br />

que la orden dada de sustituir a Rodríguez Salas es<br />

cierta, aunque Herrando te haya dicho, y con razón, que no<br />

la había recibido, pues si tú hace tres horas que hablaste<br />

con él, la orden ha sido cursada aproximadamente entre<br />

ocho y ocho y cuarto. Espera un momento, que ahora está<br />

aquí Ministro de la Gobernación y te hablará.- Habla Galarza.-<br />

No solamente hoy a los ocho di esa orden tajante a<br />

Herrando, sino que esa orden se la di cuando le encargué<br />

tomase posesión de la Jefatura; y hoy, al hablar con él y<br />

por temor de que no se hubiera obedecido mi orden, le<br />

hice esta pregunta concreta, que copio del teletipo: “¿Ha<br />

sido ya sustituido el Comisario General, y hay en su puesto<br />

alguien del Cuerpo de Policía?”.- Le ha llamado otra<br />

vez Presidente; ahora bien.- Que oiga García. Es preciso<br />

que Galarza conteste sobre el extremo de que Pozas haya<br />

tomado todo el mando en Cataluña, porque si no fuese<br />

cierto, <strong>com</strong>o supongo, no me explico qué intención puede<br />

tener Herrando mintiendo.- Habla Oliver.- Cuando vuelva<br />

Galarza te contestará categóricamente a lo que preguntas.<br />

Por lo que yo sé, no es cierto que Pozas se haya hecho<br />

cargo de los Servicios de Orden Público con carácter militar<br />

y no hay hasta este momento ningún acuerdo de Gobierno.-<br />

Habla ahora Galarza.- Sigo haciéndome referencia<br />

a lo de Herrando. Cuando le hice esa pregunta, que demuestra<br />

que esa orden ya se la había dado, me contestó algo<br />

muy parecido sobre la defensa que Rodríguez Sala<br />

había hecho de la Comisaría; y apreciando yo en lo que<br />

vale esta conducta, es cuando le dije que ahora lo sustituyese.<br />

Me dijo también Herrando que ahora habiendo tomado<br />

posesión Pozas, había que mirar la cuestión desde el<br />

punto de vista militar y le contesté lo que copio: “No me<br />

239


explico qué quiere Vd. decir al hablar de que la presencia<br />

y toma de posesión del General de la Cuarta División,<br />

obligue a que se vean las cosas desde el punto de vista militar.-<br />

El General de la Cuarta División no tiene, por el<br />

momento, nada que ver con el Orden Público en Cataluña,<br />

pues ello sería si el estado de guerra se declarase, pero en<br />

modo alguno estando el Mando en la autoridad civil, que<br />

es a la que Vd. representa. Amiga Federica, ¿está esto claro?.-<br />

En cuanto a estas tres horas, en la forma que yo le<br />

digo, no tengo inconveniente en que sean entre seis y nueve<br />

de la mañana. En cuanto a la manifestación, si no<br />

hubiese elementos provocadores me parecería muy bien;<br />

pero temo que estos elementos aprovechen el nerviosismo<br />

de todos, y la manifestación terminase <strong>com</strong>o el Rosario de<br />

la Aurora. Quizás lo que conviniese fuese acordar su celebración<br />

y hacerlo público en nota conjunta de las dos Sindicales<br />

y en lugar de mañana, hacerlo domingo. Yo voy a<br />

dar órdenes de máxima prudencia durante la noche a la<br />

Fuerza. Déjenme Uds. Que mañana, después de las nueve,<br />

tenga yo ahí una fuerza nueva y descansada, que va a<br />

mandar persona de mi absoluta confianza.- Bien Galarza.-<br />

Ahora te hablará Mariano de lo que respecta a la manifestación.<br />

La tregua puede ser salvadora, pero piense Vd. que<br />

si continúa al frente Orden Público la misma gente, no sé<br />

hasta dónde sus órdenes serán obedecidas. Hablo por experiencia;<br />

por esa serie de contradicciones que se observan<br />

a simple vista entre su actitud y la gente de aquí.- Mañana<br />

habrá ahí otros Mandos, pero hasta que sea de día, no pueden<br />

llegar, pues lo harán por avión. Pero mantener esto en<br />

absoluta reserva, no haya alguien interesado en repetir lo<br />

240


de Escobar 175 . Decid a vuestra gente que esta noche, después<br />

de las doce, hagan algunos la prueba de irse retirando<br />

a sus casas, y si <strong>com</strong>o espero, nada ni nadie sale al paso<br />

para impedírselo, que todos los demás hagan lo mismo y<br />

mañana ya no haría falta ni esas tres horas para esa operación.<br />

Es bien fácil hacer la prueba. Pero ello supone para<br />

mí tal responsabilidad, que espero no solo vuestra ayuda,<br />

sino también que <strong>com</strong>prendáis que por mi parte tiene que<br />

ser la última tentativa de una solución en esta forma. No<br />

dar por la Radio noticias de ningún acuerdo de estos, sino<br />

a vuestras gentes de confianza, y por medio de hojas con<br />

vuestra firma. ¿Os parece bien esto? .- Se intentará hacer<br />

la prueba de noche, aunque no podemos asegurarlo por ser<br />

difícil transitar de noche y orientar directamente a la gente.<br />

Por mi parte nada más, Galarza. Mariano me dice le diga<br />

que parta del principio de seis a nueve, pues así tendremos<br />

tiempo para trabajar y será mucho más fácil. Le saluda.-<br />

Se le corresponde. Salud.<br />

*<br />

Desde hace mucho tiempo el Consejero de Seguridad<br />

Aguadé venía pidiendo más fuerzas; las de la Generalidad<br />

eran escasas para estos momentos. Tan solo dos<br />

mil guardias de Seguridad armados, seiscientos más sin<br />

armas y pocos Guardias Nacionales. La política de unidad<br />

y de tacto debía ir a<strong>com</strong>pañada de un esfuerzo para poder<br />

ir mejorando la autoridad del Gobierno y actuar sobre casos<br />

concretos de grupos llamados incontrolados y de coacciones<br />

sobre las directivas del Gobierno.<br />

175 El coronel Antonio Escobar, de la Guardia Civil, fue herido de bala el 6 de mayo de<br />

1937, al poco de llegar a Barcelona para ocupar su puesto, recién designado, de delegado<br />

de Orden Público<br />

241


Esto lo pedía con insistencia no solo por la presión<br />

de la opinión pública, sino además por las propias excitaciones<br />

176 del Ministro de Gobernación y otras autoridades<br />

de Madrid y <strong>com</strong>entarios prensa extranjera sobre la frontera,<br />

etc., etc.<br />

El <strong>com</strong>plejo 177 de la situación necesitaba más refuerzos,<br />

porque aun teniendo todo el tacto se preveía que<br />

podía surgir un momento de choque. El Gobierno de la<br />

Generalidad agotaba los recursos para ir solventando la situación<br />

y la opinión pública apremiaba. El poder del Gobierno<br />

se iba fortaleciendo cada vez más, pero la mayoría<br />

de las gentes de Cataluña estaban tan irritadas que había el<br />

peligro de que el Gobierno perdiese la confianza popular y<br />

el clima de opinión y que las mismas fuerzas de orden público<br />

al servicio de la Generalidad se desmoralizasen.<br />

En la Telefónica eran controladas todas las conferencias<br />

de las Autoridades de la Generalidad y las del Presidente,<br />

y las del Presidente de la República.<br />

El Consejero de Seguridad Interior hizo ocupar la<br />

Telefónica y esto fue replicado con un ataque a la Radio y<br />

el estallido de la sublevación . Siempre la coacción si se<br />

quería arreglar lo de Pasaportes o aplicar la justicia de los<br />

Tribunales sobre determinadas gentes que <strong>com</strong>etían delitos<br />

(<strong>com</strong>o ejemplo, los asesinatos impunes de Manresa, Villanueva<br />

y Geltrú, etc., etc.)<br />

El martes, día 4 178 , conferencia telefónica entre<br />

Ministro de Gobernación Galarza y Consejero Aguadé.<br />

El Ministro pregunta por la situación y el consejero<br />

dice:<br />

176<br />

Donde dice “excitaciones”, quizás debería decir “exigencias”.<br />

177<br />

Quizás debería decir “La <strong>com</strong>plejidad”.<br />

178<br />

Subrayado en el original, donde se dice erróneamente día 7.<br />

242


“Estado nerviosidad aunque no ha empezado choque<br />

con la fuerza pública más que ligeros chispazos. Hay<br />

huelga general. Conteste respecto a lo que le pregunté anteriormente”<br />

(Nota: se refiere al envío de fuerzas).<br />

El Ministro contesta:<br />

“Tengo fuerzas en Vinaroz que además esta madrugada<br />

ha sido bombardeado por aviación facciosa. He<br />

ordenado concentración fuerzas de Castellón, Murcia, Alicante<br />

y Valencia y caso necesidad porque surgieran choques<br />

graves en Cataluña, a requerimiento de ese Gobierno<br />

se pondrían a sus órdenes las que fuesen menester; pero<br />

Presidente Consejo y yo entendemos que debiendo estar<br />

todo preparado no conviene intervención fuerzas que no<br />

estén en Cataluña mientras las que haya no tengan que ser<br />

empleadas a fondo y resultaren insuficientes. Llegado este<br />

caso, <strong>com</strong>o solidaridad con ese Gobierno es absoluta, las<br />

fuerzas aquí acuarteladas y en la proporcionalidad necesaria<br />

y posible en muy poco tiempo estarían en los puntos<br />

que Gobierno Generalidad indicase”.<br />

Aguadé contesta:<br />

“Muy bien tomo buena nota que <strong>com</strong>unico Presidente”.<br />

Martes 179 a las 13,10.<br />

El Presidente Consejo pregunta por situación.<br />

El Presidente Generalidad le contesta:<br />

“Que Aguadé acaba decirme no es muy mala pero<br />

sí muy seria. Hay fuertes núcleos calle bien pertrechados y<br />

tiroteo toda ciudad. Fuerzas seguridad son reducidas para<br />

acción rápida y se agotan. En resumen situación no es sa-<br />

179 El martes era el día 4 de mayo.<br />

*<br />

243


tisfactoria. Estamos momento delicado, tendencia algo favor.<br />

Aguadé ha pedido a Vd. varias cosas y recibido telegrama<br />

Prieto conformando propósitos”. (Véase conferencia<br />

mismo día entre Ministro Sanidad desde Barcelona con<br />

Ministros Justicia y Gobernación 180 ).<br />

Contesta el Presidente Consejo:<br />

“He recibido su telegrama referente a Sandino<br />

(Nota: se refiere a un telegrama que el Presidente de la<br />

Generalidad le había remitido para que se ordenase a Sandino<br />

que se pusiera a las órdenes del Gobierno de Cataluña<br />

181 ).<br />

Continúa el Presidente Consejo;<br />

“Han salido para Barcelona Oliver y representantes<br />

de la CNT para intervenir y ver si se puede solucionar el<br />

conflicto. Considero un deber advertirle que cambiadas<br />

impresiones con los Ministros estamos todos de acuerdo<br />

en que de no mejorar esta tarde a primera hora la situación<br />

el Gobierno, de acuerdo con el Estatuto está decidido<br />

a encargarse del Orden Público. Diga si tiene algo que objetar”.<br />

El Presidente de la Generalidad contesta:<br />

“Contesto a lo primero. La CNT me ha avisado que<br />

va a venir aunque hizo lo mismo hace tiempo sin haber<br />

venido. Existen elementos dirigentes que hacen esfuerzos<br />

pero son rebasados. Desde luego la Generalidad puede escuchar<br />

pero no pactar, manteniendo su posición ante elementos<br />

[que] han realizado la traición arteramente. Respecto<br />

Orden Público creo deben cooperar en reforzar disponibilidades<br />

Consejero Seguridad Interior, ante respon-<br />

180<br />

Ministro Sanidad es Federica Montseny (CNT) y de Justicia es Juan García Oliver<br />

(CNT).<br />

181<br />

Sandino manda la aviación y Companys quiere que se ponga a sus órdenes para<br />

bombardear los edificios y cuarteles de la CNT-FAI.<br />

244


sabilidad esto pueda agravarse el Gobierno República<br />

puede adoptar disposiciones estime necesarias”.<br />

A las 18.<br />

El Presidente Generalidad <strong>com</strong>unica al Subsecretario<br />

del Consejo que los rebeldes han sacado cañones a la<br />

calle. Pide den órdenes Sandino de que se disponga a disposición<br />

del Gobierno Generalidad 182 .<br />

Momentos después el Subsecretario de la Presidencia<br />

del Consejo de Ministros pregunta si han llegado<br />

los <strong>com</strong>pañeros Muñoz y Zancajo para intervenir en nombre<br />

de la UGT.<br />

El Subsecretario de la Presidencia de la Generalidad<br />

responde que el Consejero Aguadé ha dicho que había<br />

llegado, pero no han llegado a la Generalidad.<br />

(En este momento llegan García Oliver y Zancajo y<br />

se <strong>com</strong>unican con el Subsecretario de la Presidencia del<br />

Consejo).<br />

El Subsecretario contesta que el Consejo de Ministros<br />

seguirá reunido siempre y que le vayan dando noticias.<br />

Inmediatamente García Oliver se presenta en el<br />

despacho telegráfico y mantiene una conversación con el<br />

Presidente del Consejo. En ella le dice que la entrada de<br />

fuerzas perjudicará el momento pues se van a reunir todos<br />

para acabarlo.<br />

El señor Zancajo, Delegado de la UGT, opina lo<br />

mismo.<br />

El Presidente Generalidad <strong>com</strong>unica inmediatamente<br />

y en la misma cinta de Oliver al Presidente Consejo<br />

que vistas las seguridades Oliver y la opinión de Zancajo<br />

enviados por el Gobierno y la UGT y de que ahora van a<br />

182<br />

Companys sigue insistiendo en disponer de la aviación para bombardear los centros<br />

de la insurrección.<br />

245


eunirse todos pueden esperar la tramisión [¿el envío?]<br />

fuerzas “confiando nuevamente en la lealtad de todos”.<br />

(Lo cierto era que mil quinientos hombres no hubieran podido<br />

llegar a Barcelona. Se necesitaban más y por mar).<br />

Una hora más tarde, el mismo día 4 a las 18, el<br />

Presidente Generalidad <strong>com</strong>unica al del Consejo de Ministros<br />

lo siguiente:<br />

“Hemos esperado a reunirnos pero representación<br />

socialista ha pedido cambiar impresiones separadamente<br />

con Zancajo y ahora están reunidos. Amplío mis palabras<br />

anteriores en el sentido de que me esforzaré conciliación<br />

pero paréceme CNT querrá condiciones que le permitan<br />

salir reforzada lucha. Usted conoce métodos y caracteres.<br />

Conviene tener preparado todo.<br />

Después hay dos <strong>com</strong>unicaciones más de Subsecretario<br />

a Subsecretario. Una diciendo: “Que haciendo<br />

grandes esfuerzos y por motivos superiores guerra fascismo<br />

hemos aceptado a pesar de que fuimos agredidos, la<br />

fórmula de “Alto el fuego” y anunciando que van a hablar<br />

por el mismo tono los representantes de todas las organizaciones”.<br />

Otras y rápidamente otras <strong>com</strong>unicaciones de Vidiella<br />

diciendo situación es, a pesar de todo, muy delicada,<br />

y que envíen fuerzas urgentemente.<br />

El Presidente de la Generalidad también envía una<br />

<strong>com</strong>unicación para que se envíen fuerzas desde Castellón<br />

para liberar a los Guardias Nacionales de Tortosa que están<br />

cercados en el Cuartel.<br />

A las 22, el Presidente de la Generalidad <strong>com</strong>unica<br />

al del Consejo: “Al empezar reunión García Oliver planteó<br />

cambio Consejero Seguridad Interior pidiendo Orden Público<br />

controlado por todos repitiendo puntos de siempre<br />

tantas veces discutidos”.<br />

246


Añade: “Se harán esfuerzos conseguir avenencia<br />

que no deja presentarse difícil. Consejero Seguridad Interior<br />

insiste envíen refuerzos pues fuerzas cansadas.<br />

El resto de la noche continúa con lucha fuerte en<br />

calles y desde Seguridad Interior y desde la Presidencia y<br />

también Vidiella en <strong>com</strong>unicación con Pascual Tomás, se<br />

pide trasmisión rápidamente de fuerzas.<br />

El día 5 a las doce y media se recibe la <strong>com</strong>unicación<br />

quedándose el Estado Orden Público.<br />

*<br />

Mientras tanto la situación se había contenido, pero<br />

por fuerzas propias Generalidad y esfuerzos de los dirigentes<br />

de las organizaciones y partidos políticos. Pero el problema<br />

seguía planteado igualmente con la misma gravedad<br />

interna. Era inútil pensar en fuerzas de mil quinientos<br />

hombres venidas por Tortosa pues nada más que volando<br />

puentes no habrían llegado a Barcelona. Debían venir más<br />

y por mar.<br />

*<br />

Cuando ya llegan las fuerzas, se posesiona el Coronel<br />

Torres de Jefatura y Pozas del mando del Ejército<br />

del Este.<br />

En Defensa continúa el Subsecretario de la CNT<br />

Molina y captamos aviso telefónico de la Regional CNT<br />

ex-Consejero Isgleas para que vaya a Defensa y dé posesión<br />

a Mas, nuevo Consejero de la CNT.<br />

El Presidente envía un <strong>com</strong>unicado oficial a Molina<br />

diciendo que no hay nuevo Consejero de Defensa y da<br />

por radio, personalmente, la noticia de que él, el Presiden-<br />

247


te, se había reservado para sí aquella Consejería pero que<br />

en virtud del nombramiento de Pozas le delegaba todas las<br />

funciones de la Generalidad además de las que el Estado le<br />

había conferido.<br />

El día 6 el Presidente Generalidad envía otro teletipo<br />

que dice: “que desde ayer está aquí Federica Montseny<br />

y que ha pedido <strong>com</strong>unicar por teletipo con Presidente<br />

Consejo en su calidad de Ministro y <strong>com</strong>o tal se le ha autorizado.”<br />

También el Presidente envía otro teletipo diciendo<br />

que:<br />

“Si no se procede al desarme y a limpiar fronteras<br />

la situación volverá a reproducirse, porque el problema<br />

continúa igual”.<br />

Y así estamos. Continúa igual si no se desarma, no<br />

ya por las calles, sino apoderándose de los depósitos de<br />

armas. (No se ha hecho).<br />

Las nuevas autoridades de Orden Público hacen<br />

gestión política. Conferencian, hablan, llegan a fórmulas,<br />

transigen, etc. El General Pozas trata de organizar Defensa<br />

con <strong>com</strong>isiones de todos los partidos. El Coronel Torres<br />

llega a un acuerdo con las Patrullas de Control y telefonea<br />

al Presidente y le lee una nota que empieza: “Las Patrullas<br />

de Control han llegado a un acuerdo con la Generalidad y<br />

con el Coronel Torres, Jefe superior de Orden Público de<br />

la República…”. El Coronel dice que va a dar esta nota<br />

por Radio. El Presidente le advierte que no debe meterse<br />

para nada a la Generalidad que no ha llegado a un acuerdo<br />

ni tratará con las Patrullas de Control. Después telefonea<br />

el Coronel Torres diciendo que en vez de “han llegado a<br />

un acuerdo con la Generalidad” en la nota se dice “al lado<br />

de la Generalidad”. El Presidente le advierte que él no autoriza<br />

ni da su conformidad para que con relación a las Pa-<br />

248


trullas de Control se mencione para nada a la Generalidad<br />

183 . Después, se da la nota, sin nada más decir al Presidente<br />

y <strong>com</strong>o espontánea declaración de las Patrullas de<br />

Control. Continuamente se hacen declaraciones y <strong>com</strong>entarios<br />

políticos por los Delegados de Orden Público.<br />

El Coronel Torres establece la censura para la<br />

prensa, y un Oficial de las fuerzas llegadas, Don José María<br />

Díaz de Ceballos, le <strong>com</strong>unica directamente al Presidente<br />

por Oficio para que cese la censura establecida en el<br />

Comisariado de Prensa creado por la Generalidad. En este<br />

Oficio se dice que esta censura es para “informaciones y<br />

<strong>com</strong>entarios políticos”.<br />

El Presidente telefonea al Coronel que le da excusas<br />

por el procedimiento. El Presidente se aviene para que<br />

Orden Público ejerza censura con métodos y amplitud que<br />

considere necesarias, pero quede entendido que régimen<br />

“asociación, prensa, espectáculos” no entra en sus funciones<br />

aunque el Gobierno Generalidad dará en todo las facilidades<br />

que se deseen para este momento y si algo se tiene<br />

que discutir sobre dicha facultad, quede para otro momento.<br />

El Presidente insiste sin embargo que puesto que<br />

han llegado fuerzas y el Estado se ha reservado el Orden<br />

Público para actuar con sus fuerzas en este sentido puesto<br />

que la Generalidad no tenía bastantes ni se le han facilitado,<br />

lo haga rápidamente en fronteras, desarme, etc., <strong>com</strong>o<br />

es su misión, pues las de orden político y general no pueden<br />

ser intervenidas, ni había por qué quedarse con Orden<br />

Público.<br />

183 El Coronel Torres, <strong>com</strong>o militar, intentaba un acuerdo de pacificación entre las dos<br />

fuerzas enfrentadas. Companys, <strong>com</strong>o político, jamás reconocerá a las Patrullas de Control<br />

<strong>com</strong>o un igual con el que negociar nada.<br />

249


7 de mayo de 1937, a las 17 horas.<br />

250<br />

*<br />

Aquí Presidente de la Generalidad.- El Subsecretario<br />

quiere hablar con el Subsecretario Sr. Llopis.- Presente<br />

Subsecretario Sr. Llopis.- Presente Subsecretario Sr. Rouret.-<br />

En nombre Presidente mío salúdale.- Trasmítoles siguiente.<br />

Hemos sorprendido por mediación nuestro control<br />

teléfonos una conversación telefónica según la cual Mariano<br />

R. Vázquez de la CNT y Subsecretario Sanidad del<br />

Gobierno República ha dicho [a] Valerio Mas del Comité<br />

Regional de dicha organización lo siguiente: “Se ha de<br />

procurar cargar el muerto sobre Estat Català y el<br />

POUM” 184 . Nosotros advertimos que lo de Estat Català es<br />

una infamia, una treta de la CNT para volver a jugar el separatismo,<br />

porque el pequeño grupo de Estat Català ha luchado<br />

valientemente al lado de las fuerzas de Orden Público<br />

contra los revoltosos.- En cambio lo del POUM es<br />

cierto, son los agentes provocadores más destacados 185 .-<br />

Léase La Batalla de hoy que es una vergüenza y han tenido<br />

que editarla en otra imprenta, porque la suya ha sido<br />

ocupada por Guardias de Asalto. Esta mañana dicho periódico<br />

lo venden por las calles hombres del POUM con<br />

casco y fusil.- El texto es de incitación violenta a persistir<br />

en la lucha.- En este momento me entero que delegados<br />

del POUM están en Gobernación hablando con Delegado<br />

Orden Público, teniente coronel Arrando.- Ignoro instrucciones<br />

Gobierno a sus delegados Orden Público ni necesidades<br />

o previsiones relacionadas con circulación general,<br />

pero debo advertir conveniencia despejar futuro y esta-<br />

184 Los dirigentes cenetistas proponían ya dos cabezas de turco.<br />

185 Companys exculpó a Estat Català y señaló al POUM <strong>com</strong>o único chivo expiatorio.


leceremos acuerdos Delegado Orden Público y general<br />

Pozas para que Gobierno Generalidad publique disposiciones<br />

tipo político a medida posibilidad fuerzas y autoridades<br />

Orden Público.-Hoy no hay disparos pero continúan<br />

barricadas y revoltosos procuran ir asegurando y ampliando<br />

posiciones.- No se recatan decir que primera oportunidad<br />

harán movimiento tipo nacional.- tenga cuenta se han<br />

apoderado todos almacenes guerra y Parque Artillería y<br />

están almacenando grandes cantidades máquinas y municiones<br />

en locales alrededores Barcelona. Su moral es de<br />

irritación y reconquistas mientras figuras más responsables<br />

y cercanas Gobierno coaccionan y obran políticamente para<br />

permitirles asegurar o mantener posiciones.- Si no se<br />

puede realizar desarme total [ni] limpiar fronteras urgentemente<br />

186 no dudo que a pesar todas sus palabras no sólo<br />

encontraremos pronto mismo estado sino ampliado otros<br />

lugares España, principalmente región levantina. Nada<br />

más.- Muchas gracias querido Rouret por el saludo que en<br />

nombre del Honorable Sr. Presidente y en tuyo mismo envías<br />

así <strong>com</strong>o por las interesantes noticias que me envía.-<br />

Ni a ti ni a mí nos puede sorprender la táctica de echar el<br />

muerto a los demás ni el diluir responsabilidades.- La información<br />

[que] aquí se tiene es más que suficiente para<br />

saber a qué atenerse respecto a unos y otros.- Sin embargo<br />

yo, a título personal, me atrevo a pedirte que me recojas<br />

número de La Batalla y que lo antes posible me hagas una<br />

información objetiva acerca de los motivos o pretextos<br />

que hayan dado lugar a la situación que padecemos y actitud<br />

en que se hayan colocado las organizaciones políticas<br />

y sindicales.- Como <strong>com</strong>prenderás, de todo esto habrá que<br />

hablar más de una vez en sitios donde se encuentren re-<br />

186 Desarme total de la retaguardia y control de las fronteras son los objetivos que<br />

Companys se ha propuesto conseguir a toda costa.<br />

251


unidos representantes de unos y otros y conviene que el<br />

Presidente tenga la máxima información y que al lado de<br />

la que recibe oficialmente tenga también la que puedas<br />

ofrecer.- Todo ello debes enviarlo por medio seguro y rápido<br />

que quizá el mejor sea el avión.- Di al Sr. Presidente<br />

que S.E. el Presidente de la República está en Valencia<br />

desde esta mañana.- Procuraré <strong>com</strong>placerle a pesar mucho<br />

trabajo <strong>com</strong>prenderá tenemos en estos momentos en lo que<br />

me pide y que el Sr. Presidente me encarga le diga transmita<br />

sus saludos más respetuosos al Sr. Presidente República.-<br />

Le agradecería me dijese estado actual del Coronel<br />

Escobar y si es cierto <strong>com</strong>o dice saber la prensa que en la<br />

Telefónica han recogido muchas armas.- El Coronel Escobar<br />

por impresiones tengo en estos momentos y a pesar<br />

tratarse una herida algo grave su estado es bastante satisfactorio.-<br />

En la Telefónica se encontró armamento pero no<br />

con una excesiva abundancia.- Muchas gracias. Salud.”<br />

NOTA DEL GOBIERNO DE MADRID.<br />

252<br />

*<br />

10 mayo 1937<br />

“Informado el Gobierno ampliamente sobre los<br />

hechos acaecidos en Cataluña, por unanimidad acordó expresar<br />

su más firme condenación de los mismos, ya que<br />

sólo enemigos de la República interesados en dificultar la<br />

victoria del pueblo, pueden alzarse en armas contra el Poder<br />

legalmente constituido.<br />

Para impedir que en ningún momento puedan reproducirse<br />

hechos análogos, se procederá a la más severa<br />

investigación sobre el origen y desarrollo de dichos acon-


tecimientos, y se sancionarán con todo el rigor de la Ley<br />

los actos delictivos allí <strong>com</strong>etidos.<br />

Se procederá igualmente con todo rigor al desarme<br />

en toda la retaguardia, advirtiendo que serán aplicadas las<br />

sanciones legales más severas a quienes obstaculicen o se<br />

resistan al cumplimiento de estas medidas.<br />

Se acordó encargar a Ministro Gobernación, que en<br />

el plazo más inmediato, desaparezcan cuantos controles 187<br />

de fronteras, caminos y puertos no dependan directamente<br />

de su autoridad.<br />

El Gobierno espera que todas las Organizaciones<br />

Sindicales y Partidos políticos, prestarán la máxima asistencia<br />

para el rápido cumplimiento de estas disposiciones,<br />

que nos garantizarán la paz y la normalidad en la retaguardia.”<br />

*<br />

187 Desarme de la retaguardia y desaparición de esos controles era la exigencia del Gobierno<br />

de la Generalidad que había provocado la crisis gubernamental de primeros de<br />

marzo de 1937 y el objetivo perseguido por Companys al agravar los enfrentamientos<br />

en la calle, durante los Hechos de Mayo, con su negativa a cesar a Rodríguez Sala.<br />

253


7. E.<br />

Departamento de Presidencia.<br />

Crónica. Mayo 1937 188 .<br />

Día 1 de mayo de 1937.<br />

La celebración del Primero de Mayo ha dejado de<br />

ser este año una conmemoración popular y casi típica <strong>com</strong>o<br />

venía siendo en nuestro país para convertirse en un<br />

homenaje a los heroicos luchadores del frente.<br />

En todos los centros oficiales, políticos y sindicales<br />

se colocaron banderas en los balcones. En todas partes se<br />

trabajó normalmente. Durante todo el día las emisoras de<br />

radio retransmitieron en varios idiomas alocuciones dirigidas<br />

a todos los trabajadores del mundo, recordándoles las<br />

trágicas circunstancias en las que Cataluña y la República<br />

han conmemorado en 1937 el Primero de Mayo.<br />

Por su parte, las organizaciones sindicales UGT y<br />

CNT hicieron público el siguiente manifiesto:<br />

“En esta fecha del Primero de Mayo la Comisión<br />

Ejecutiva de la UGT y el Comité Nacional de la CNT saludan<br />

conjuntamente a la clase trabajadora española, y la<br />

instan a continuar estrechando sus relaciones de cordiali-<br />

188 Traducido del catalán.<br />

254


dad a fin de conseguir la unidad sindical del proletariado<br />

español.<br />

Con este motivo, ambas representaciones declaran<br />

que, en beneficio de la unidad obrera, consideran facciosas<br />

a aquellas organizaciones que pretendan constituirse al<br />

margen de las Centrales sindicales que representamos.<br />

Los firmantes de esta declaración, animados por el<br />

más firme espíritu revolucionario, prometen trabajar sin<br />

descanso y sin detenerse ante ningún sacrificio, en pro de<br />

la unificación del proletariado y trabajar hasta conseguir<br />

<strong>com</strong>pletamente el nombre propósito emancipador que nos<br />

une.<br />

Por el Comité Nacional de la CNT: Mariano Vázquez,<br />

Galo Díez, Manuel Amill, Avelino C. Entrialgo, Pedro<br />

Sánchez, José Espejo.<br />

Por la Comisión Ejecutiva de la UGT: José Díaz<br />

Alor, Pascual Tomás, Felipe Petrel, Mariano Muñoz, Ricardo<br />

Zabalza, Carlos Hernández.”<br />

En la Presidencia de la Generalidad se recibió un<br />

telegrama del general Miaja, respuesta a uno anterior<br />

transmitido por el Presidente de Cataluña. Dice así:<br />

“Como asturiano descendiente de Vasconia y <strong>com</strong>o<br />

general republicano español amante libertades pueblo<br />

ansío castigar <strong>com</strong>o merece bárbaro atentado <strong>com</strong>etido<br />

hordas facciosas contra pueblo histórico de Guernica y<br />

demás ciudades de Castilla luchar con entusiasmo unida a<br />

Cataluña hasta conseguir victoria final que asegure libertad<br />

pueblos ibéricos.- Salúdole: General jefe Ejército del<br />

Centro.”<br />

255


Por la tarde tuvo lugar en la Consejería de Cultura<br />

el acto de donación al consejero de Defensa de las Bibliotecas<br />

destinadas al frente aragonés.<br />

Asistió al acto el Presidente de Cataluña 189 , señor<br />

Companys, los consejeros, señores Sbert e Isgleas y otras<br />

personalidades, así <strong>com</strong>o gran número de escritores y personas<br />

relevantes del mundo de la cultura. Se pronunciaron<br />

parlamentos alusivos al acto.<br />

El consejero de Seguridad Interior hizo unas manifestaciones<br />

a los periodistas a quienes declaró que las<br />

fuerzas de Orden Público tenían instrucciones para desarmar<br />

y detener a todos los ciudadanos que circulasen con<br />

arma larga y que no pertenecieran a las fuerzas armadas de<br />

la Generalidad.<br />

Añadió que estaba satisfecho del estado del orden<br />

público y que era necesario acabar con la confusión en la<br />

retaguardia.<br />

El <strong>com</strong>unicado del Ministerio de Guerra dio cuenta<br />

de la rendición a las fuerzas de la República de los rebeldes<br />

que desde el inicio de la sublevación militar resistían<br />

en el Santuario de la Virgen de la Cabeza (Jaén).<br />

Las tropas leales hicieron prisioneros a 250 guardias<br />

civiles y capturaron abundante material de guerra.<br />

La noticia causó en todos una gran satisfacción.<br />

Presidida por el primer consejero señor Tarradellas,<br />

se celebró sesión ordinaria del Gobierno de Cataluña.<br />

La sesión <strong>com</strong>enzó a las seis y cuarto de la tarde.<br />

Había en el Palacio de la Generalidad una gran expectación<br />

ante esta reunión, puesto que era continuación de la<br />

celebrada el jueves del pasado 29 de abril, y que el Conse-<br />

189 Se habla siempre de Presidente de Cataluña y no de Presidente de la Generalidad de<br />

Cataluña (<strong>com</strong>o se hace en la actualidad). El matiz es importante e indica un elevado<br />

nivel de autonomía o federalismo.<br />

256


jo aprobó suspender ante la anormal situación del orden<br />

público.<br />

La reunión duró cerca de tres horas. A las nueve de<br />

la noche los periodistas interrogaron a varios consejeros<br />

cuando salían, manifestando todos que el Consejo había<br />

sido de mero trámite. El secretario del Consejo, consejero<br />

señor Sbert facilitó la siguiente referencia de la reunión:<br />

“El Consejo se ha dedicado a examinar la situación<br />

general del orden público, sobre la cual ha informado extensamente<br />

el consejero de Seguridad Interior.<br />

El Gobierno ha constatado con satisfacción que<br />

había mejorado notablemente con las medidas tomadas en<br />

el último Consejo, las cuales habían sido ejecutadas, en<br />

general, con eficacia. Pero el Gobierno ha decidido y está<br />

firmemente resuelto a llevar la normalidad a todos los rincones<br />

de Cataluña, y a tal fin ha dado un voto de confianza<br />

a los consejeros de Seguridad Interior y de Defensa, para<br />

que de <strong>com</strong>ún acuerdo y cada cual en el ámbito de sus respectivas<br />

jurisdicciones, procedan a poner en práctica las<br />

medidas necesarias para resolver aquellas cuestiones que<br />

quedan pendientes.<br />

Se han aprobado también varios decretos, la lista<br />

de los cuales será facilitada <strong>com</strong>o de costumbre en cuanto<br />

esté ordenada.”<br />

El consejero de Cultura, una vez entregada la nota<br />

precedente, respondió a preguntas de los informadores que<br />

los consejeros de Defensa y de Seguridad Interior habían<br />

quedado reunidos junto con el primer consejero para ocuparse<br />

de la cuestión del orden público.<br />

En la subsecretaría de Presidencia se siguieron recibiendo<br />

telegramas de protesta por el asesinato de Roldán<br />

257


Cortada. Estos <strong>com</strong>unicados se recibían de todas las organizaciones<br />

antifascistas, sin distinción.<br />

Día 2 de mayo de 1937.<br />

En el Palacio de la Generalidad, el Presidente de<br />

Cataluña no recibió ninguna visita y permaneció trabajando<br />

en su despacho.<br />

No se produjo hecho político alguno digno de señalarse.<br />

La situación social no presentó, sino más bien al<br />

contrario, señales de apaciguamiento.<br />

Se notaba un ambiente de nerviosismo que tenía<br />

que desembocar en los graves sucesos que se registraron<br />

pocas horas después.<br />

Se tomaron algunas precauciones por parte de las<br />

fuerzas encargadas del orden público.<br />

El día 3 de mayo de 1937.<br />

El Presidente de Cataluña salió a las nueve de la<br />

mañana del Palacio de la Generalidad, en automóvil, con<br />

dirección a Benicarló, donde celebró una entrevista con el<br />

Jefe del Gobierno de la República y Ministro de la Guerra,<br />

señor Largo Caballero.<br />

El señor Companys efectuó el viaje a<strong>com</strong>pañado<br />

del Subsecretario de la Presidencia, señor Rauret.<br />

El señor Companys regresó a Barcelona a las ocho<br />

menos cuarto de la noche y seguidamente se dirigió a su<br />

despacho oficial donde celebró una conferencia con el<br />

primer consejero señor Tarradellas.<br />

258


A mediodía 190 , en cumplimiento de una disposición<br />

del Gobierno 191 , el Comisario General de Orden Público<br />

y agentes a sus órdenes se personaron en el edificio<br />

de la Compañía Telefónica, sito en la Plaza de Cataluña<br />

para dar posesión de su cargo al delegado nombrado por el<br />

Gobierno.<br />

La fuerza pública que a<strong>com</strong>pañaba al Comisario<br />

fue recibida a tiros desde diversos lugares del edificio de<br />

la Telefónica.<br />

A última hora de la tarde y después de unas entrevistas<br />

entre un delegado del consejero de Gobernación y<br />

quienes se resistían a acatar las disposiciones del Gobierno,<br />

éstos desalojaron el edificio de la Telefónica que fue<br />

ocupado por las fuerzas de Orden público 192 .<br />

Este incidente dio origen a una serie de hechos lamentables<br />

que se produjeron en diversos lugares de la<br />

ciudad. Numerosos grupos de gente armada circulaban por<br />

las calles de Barcelona, especialmente por los barrios de la<br />

ciudad y localidades cercanas. En algún lugar se levantaron<br />

barricadas. Hacia las cinco y media de la tarde cerraron<br />

talleres, despachos y tiendas, y la ciudad daba la impresión<br />

de estar en huelga general.<br />

Por disposición de la Consejería de Seguridad Interior<br />

se radió a primeras horas de la noche la siguiente<br />

nota 193 :<br />

190 Todos los historiadores y los testigos de la época señalan <strong>com</strong>o hora de la llegada de<br />

las fuerzas de orden público a Telefónica las tres menos cuarto de la tarde<br />

191 Importantísima afirmación del cronista de Presidencia, que contradice las especulaciones<br />

de quienes afirmaban que la ocupación del edificio de Telefónica fue una ocurrencia<br />

o chulería del <strong>com</strong>isario de orden público sin conocimiento de sus superiores<br />

jerárquicos. (Véase Cruells, entre otros).<br />

192 La ocupación del edificio de Telefónica por las fuerzas de orden público fue conscientemente<br />

ocultado por los dirigentes cenetistas durante las Jornadas de Mayo para<br />

evitar que se exaltaran los ánimos de los insurrectos.<br />

193 Nota que aparece en castellano en el original.<br />

259


“El consejero de Seguridad Interior se <strong>com</strong>place en<br />

hacer público que han sido resueltos los incidentes ocurridos<br />

en la plaza de Cataluña con motivo de la intervención<br />

ordenada en la Compañía Telefónica”.<br />

Las organizaciones CNT-FAI hicieron pública la<br />

siguiente nota:<br />

“Los <strong>com</strong>ités regionales de la CNT y de la FAI a<br />

todos sus afiliados de Cataluña:<br />

Compañeros: Esta tarde ha sucedido en Barcelona<br />

un incidente ante el edificio de Teléfonos. Los <strong>com</strong>ités regionales<br />

inmediatamente han intervenido y han realizado<br />

gestiones para resolver el incidente, solucionándose a base<br />

de que todas las fuerzas movilizadas a consecuencia del<br />

conflicto se retiren mientras los organismos <strong>com</strong>petentes<br />

lo resuelven en definitiva.<br />

Estos <strong>com</strong>ités responsables re<strong>com</strong>iendan a todos<br />

los organismos y adherentes tomen buena nota de este<br />

<strong>com</strong>unicado y se atengan única y exclusivamente a la<br />

orientación y acuerdos dimanados de los <strong>com</strong>ités.<br />

Por el Comité Regional de la CNT. El Secretario.<br />

Por el Comité Regional de la FAI. El Secretario.”<br />

Como consecuencia de los incidentes ocurridos y<br />

el nerviosismo suscitado en la calle, en el Palacio de la<br />

Generalidad se tomaron medidas de seguridad adecuadas a<br />

las circunstancias.<br />

A las ocho de la noche se celebró en el Palacio de<br />

la Generalidad una reunión extraordinaria del Consejo.<br />

260


Dadas las graves circunstancias que atraviesa la<br />

ciudad en el aspecto del orden público, la reunión había<br />

despertado gran expectación.<br />

Asistieron a la sesión, que fue presidida por el señor<br />

Companys, todos los consejeros.<br />

Antes de <strong>com</strong>enzar la sesión, los consejeros de<br />

Economía y de Sanidad y Asistencia Social, señores Doménech<br />

y Fernández 194 , celebraron una entrevista con el<br />

señor Tarradellas en el despacho de éste.<br />

A las diez y cuarto salieron de la reunión los consejeros<br />

señores Doménech, Capdevila y Aurelio Fernández<br />

que manifestaron a los periodistas que, en realidad, la reunión<br />

del Consejo no había <strong>com</strong>enzado aún y que a las doce<br />

volverían a reunirse los miembros del Gobierno. La reunión<br />

acabó a las cuatro menos cuarto de la mañana. Ningún<br />

Consejero quiso hacer declaraciones. El Presidente,<br />

señor Companys, dijo:<br />

“Listos por hoy. Hemos hablado del estado de cosas<br />

actual, que califico de inaguantable”<br />

Probablemente nos reuniremos mañana o pasado.<br />

Ya sabéis lo que pasa. Hay gente armada en las calles.<br />

No puede permitirse este estado de cosas. Hay que solucionarlo.<br />

El Gobierno se verá obligado a utilizar sus<br />

fuerzas coercitivas”.<br />

El Consejero de Economía, señor Capdevila, con<br />

motivo de recibir por primera vez a los periodistas que<br />

hacen información en el citado centro oficial les hizo las<br />

siguientes manifestaciones:<br />

194 Ambos de la CNT.<br />

261


“Durante estos días, he asistido a diversas reuniones<br />

del Consejo del Gobierno de la Generalidad de Cataluña,<br />

al que he sometido una treintena de decretos estableciendo<br />

diversas Agrupaciones industriales, de acuerdo con<br />

el artículo segundo del Decreto de Colectivizaciones. Los<br />

proyectos correspondientes a estos decretos, <strong>com</strong>o todos<br />

los que se refieren a la Agrupación de Industrias o Comercios<br />

de un mismo ramo, son elaborados por el Consejo de<br />

Economía de Cataluña y <strong>com</strong>o sea que conozco la forma<br />

<strong>com</strong>o trabajan estos organismos por haber formado parte<br />

de ellos durante más de un año, quiero subrayar que esta<br />

tarea de creación de Empresas únicas, la realizan los vocales-consejeros<br />

tomando toda clase de garantías para salvaguardar<br />

los intereses generales de la Economía, y en este<br />

sentido y con el fin de estar perfectamente documentados,<br />

abren en cada caso un período de información pública al<br />

que pueden acudir todos los elementos interesados en la<br />

concentración proyectada”.<br />

Después se refirió a su viaje a Valencia con el fin<br />

de resolver asuntos pendientes con los Ministros de Industria<br />

y Comercio de la República, que han cristalizado en la<br />

Orden que crea el Consejo Nacional de Exportación de Sales<br />

Potásicas y la creación, con residencia en Barcelona,<br />

de la Comisión Reguladora del Comercio Exterior de Cataluña.<br />

El Consejo Nacional de Exportación de Sales Potásicas<br />

estará integrado por igual número de representantes<br />

del Estado de la Generalidad de Cataluña y de los obreros<br />

de cada mina. Este organismo tendrá indiscutiblemente<br />

personalidad jurídica plena para ejecutar todos los actos<br />

que sean precisos para la colocación, contratación, exportación,<br />

venta y cobro de los productos procedentes de las<br />

262


exportaciones mineras de Cardona, Sallent y Suria 195 . La<br />

importancia de esta disposición del Ministerio de Industria<br />

radica en que representa el reconocimiento implícito por<br />

parte del Estado de nuestro Decreto de Colectivizaciones.<br />

En efecto, puede verse en la indicada disposición ministerial<br />

, que se reconoce a las minas el mismo régimen social<br />

que tienen establecido actualmente, que es el régimen colectivizado<br />

que tiene <strong>com</strong>o organismos básicos los Consejos<br />

de Empresa, cuya personalidad se reconoce explícitamente,<br />

ratificándolos, además, en sus funciones propias de<br />

dirección y administración de las explotaciones mineras.<br />

En cuanto a la Comisión Reguladora del Comercio<br />

Exterior de Cataluña estará integrada por representantes,<br />

en número igual, del Ministerio de Comercio del Gobierno<br />

de la República y de la Consejería de Economía de la Generalidad<br />

de Cataluña. […].<br />

Día 4 de mayo de 1937.<br />

Unos lamentables hechos ocurridos en la tarde del<br />

día de ayer, lunes, cuando parecía que, resuelto el incidente<br />

surgido con motivo de la intervención de la Compañía<br />

Telefónica por el Gobierno, renacía la calma, determinaron<br />

una total paralización de la vida de la ciudad 196 .<br />

No circularon los transportes públicos de ningún<br />

tipo. El cierre de tiendas, almacenes, talleres y oficinas fue<br />

195 El discurso del consejero de Economía parece estar fuera de las preocupaciones del<br />

momento, cuando en la calle hay enfrentamientos armados. Recordemos que defendiendo<br />

las barricadas se encuentran numerosos mineros de la cuenca del Alto Llobregat,<br />

directamente afectados por el problema de la incautación franquista de los barcos cargados<br />

con las exportaciones republicanas de sales potásicas. Por otra parte, los 30 decretos<br />

de Agrupación industrial muestran la ofensiva desencadenada contra la socialización.<br />

196 Se indica correctamente la hora del inicio del incidente en la Telefónica y se ratifica<br />

la existencia de una orden del Gobierno de la Generalidad para proceder a la intervención.<br />

263


total. No se publicó la prensa. Sólo trabajaron las fábricas<br />

destinadas a la industria de guerra. El abastecimiento de la<br />

ciudad se efectuó casi con normalidad y no faltaron los<br />

servicios de agua, gas y electricidad.<br />

Además de las ambulancias y coches de médicos<br />

únicamente circularon automóviles ocupados por la fuerza<br />

pública, miembros de los <strong>com</strong>ités y otros elementos de las<br />

organizaciones sindicales.<br />

En diferentes lugares de Barcelona se produjeron<br />

durante todo el día intensos tiroteos entre elementos armados<br />

y la fuerza pública, así <strong>com</strong>o también entre paisanos.<br />

En muchos puntos de la ciudad se construyeron barricadas.<br />

El número de muertos y heridos a consecuencia de<br />

estos hechos fue importante.<br />

A la una de la tarde 197 , desde el Palacio de la Generalidad,<br />

donde desde el primer momento el Presidente de<br />

Cataluña dio las órdenes pertinentes para el rápido sofoco<br />

del conflicto, se radió la primera nota oficial en la que se<br />

advertía a todos que fuesen cautos ante ciertas órdenes<br />

que podían ser transmitidas por radio por parte de determinados<br />

grupos u organizaciones.<br />

Otra nota, radiada poco después, decía lo siguiente:<br />

“El consejero de Seguridad Interior, utiliza, por<br />

delegación del Consejo de la Generalidad, las fuerzas a sus<br />

órdenes para acabar con los revoltosos. Toda Cataluña ha<br />

de levantarse para que sólo puedan circular por las carreteras<br />

las fuerzas de la Generalidad”.<br />

197 Hasta aquí el cronista ha hablado de los hechos acaecidos el lunes, tres de mayo. “A<br />

la una de la tarde” hace referencia al martes, cuatro de mayo, <strong>com</strong>o el resto del texto<br />

que le sigue.<br />

264


Por su parte, las emisoras de la CNT-FAI radiaban<br />

repetidamente unas notas en las que <strong>com</strong>unicaban a sus<br />

afiliados destacados en Alcañiz y Caspe que permanecieran<br />

allí. Y añadían: “Si necesitamos algo ya os llamaremos.<br />

Estad tranquilos.”<br />

A las doce y diez minutos fueron radiadas unas notas<br />

de la Unió de Rabassaires , del Partido Socialista Unificado<br />

y de la UGT, en virtud de las cuales se ponían inmediatamente<br />

a las órdenes del Gobierno de Cataluña.<br />

A la una y veinte minutos fueron radiadas unas notas<br />

de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) y del<br />

Comité Ejecutivo de las JSU con la misma orientación que<br />

las anteriores.<br />

Más tarde fue radiada una nota de la CNT en la<br />

que pedía que todo el mundo depusiera las armas y afirmaba<br />

que el objetivo de la lucha estaba en el frente y no<br />

en la retaguardia.<br />

Ante la gravedad de los sucesos, los organismos<br />

nacionales de la CNT y de la UGT, de acuerdo con el Gobierno<br />

de la República, delegaron unas representaciones<br />

que llegaron a Barcelona en avión procedentes de Valencia<br />

hacia el mediodía.<br />

Los delegados eran los señores Muñoz y Hernández<br />

Zancajo de la UGT y Mariano R. Vázquez y Juan<br />

García Oliver, este último ministro de Justicia, por la<br />

CNT.<br />

Al llegar a nuestra ciudad, conferenciaron con representantes<br />

de las respectivas organizaciones y después<br />

se dirigieron al Palacio de la Generalidad.<br />

Seguidamente se reunieron bajo la presidencia del<br />

señor Lluís Companys los siguientes representantes de los<br />

partidos y organizaciones antifascistas:<br />

265


Antoni Maria Sbert asistió por Esquerra Republicana;<br />

Comorera, Sesé y Vidiella, por la UGT; Hernández<br />

Zancajo, por la Ejecutiva Nacional de la UGT; Mariano R.<br />

Vázquez, por la Nacional de CNT; Joan García Oliver,<br />

ministro de Justicia; Alfonso 198 , por la local de los Sindicatos<br />

Únicos de Barcelona y Calvet por la Unió de Rabassaires.<br />

Por la noche, a las nueve menos cuarto, los citados<br />

representantes pronunciaron, por radio, desde el Palacio de<br />

la Generalidad, unas alocuciones en las que se reclamaba<br />

que cesara inmediatamente la lucha que ensangrentaba las<br />

calles de Barcelona y que todo el mundo abandonara las<br />

armas y acatara las disposiciones del Gobierno en el que<br />

estaban representados todos los sectores antifascistas.<br />

El discurso del Presidente de Cataluña, señor Lluís<br />

Companys, fue el siguiente:<br />

“Pueblo de Cataluña: Habéis escuchado a los representantes<br />

de las fracciones políticas y de las organizaciones<br />

sindicales antifascistas. Todos, sin hacer <strong>com</strong>entarios<br />

sobre los terribles y sangrientos acontecimientos<br />

acaecidos, peligrosos para la causa antifascista, han exaltado<br />

la necesidad de unirse, la necesidad de acabar con la<br />

violenta lucha en nuestras calles. Las palabras han de ser<br />

las más breves, las más cortas que sean posibles.<br />

En el silencio es donde los hombres encuentran a<br />

menudo el máximo sacrificio, que sólo pueden disfrutar<br />

quienes a costa de sacrificios han sabido doblegar su pensamiento<br />

moral y su conducta. La lucha en las calles <strong>com</strong>promete<br />

muchas cosas. Es demasiado larga, demasiado<br />

198 Roberto Alfonso Vidal era dirigente de la Federación Local de Sindicatos de la CNT<br />

de Barcelona. Fue propuesto para ocupar la consejería de Sanidad en el nonato gobierno<br />

de la Generalidad del 28 de junio de 1937. En marzo de 1938 fue vicepresidente por la<br />

CNT en el Comité de Enlace CNT-UGT.<br />

266


dura. Vivimos momentos difíciles y gloriosos, que podrían<br />

peligrar con esta lucha que no calificaré, sobre la que<br />

no haré ningún <strong>com</strong>entario, porque guardo para mí toda la<br />

amargura y todo el leal y continuado sentido del cumplimiento<br />

de mi deber por haberlo querido evitar. Pero la lucha<br />

ha de acabarse y la palabra es sólo una, sin <strong>com</strong>entarios.<br />

Una consigna: ¡Alto el fuego! Será uno de los objetivos<br />

de esta reunión exaltar la gravedad del momento, la<br />

responsabilidad de todos. Será así y todos podremos sacar<br />

lo mejor que haya en nuestras almas. Quien más sacrificios<br />

haga, más digno será, mientras no quiera buscar beneficio<br />

partidista. ¡Ah qué pequeño, qué minúsculo será entonces<br />

para la grandeza de esta hora!<br />

Nuestra consigna y nuestro grito han de ser: ¡Abajo<br />

el fascismo! Vivir y vencer, diciendo ¡Abajo el fascismo!<br />

No querría acabar mis palabras sin recordar una palabra<br />

que hace vibrar mi sensibilidad: ¡Cataluña! ¡Tan bella!<br />

¡De tan altas y profundas posibilidades! Cataluña, ante la<br />

perspectiva de la República, en esta lucha contra el fascismo,<br />

Cataluña ha de aportar todas sus energías, todos<br />

sus sacrificios y toda su abnegación.<br />

Hermanos del pueblo catalán: Vosotros que habéis<br />

escuchado mi voz tantas veces desde el micrófono en las<br />

horas graves y serenas, que sé <strong>com</strong>o llega a conmoveros el<br />

alma, dejadme que reserve para mí los <strong>com</strong>entarios y que<br />

sea yo quien dé la consigna: ¡Alto el fuego!<br />

Por Cataluña, por la República, por la fraternidad<br />

antifascista, por la tarea que mañana haremos juntos, situémonos<br />

en estas horas solemnes a la altura de nuestra<br />

responsabilidad. ¡Viva la libertad!” 199<br />

199 El discurso de Companys lanza la consigna de alto el fuego sin ofrecer nada a cambio,<br />

escudándose en un huero sentimiento catalanista, sin <strong>com</strong>entario alguno sobre los<br />

problemas reales que han desencadenado el conflicto, sin acceder a la menor reclama-<br />

267


Después de pronunciar estas alocuciones se reemprendió<br />

la reunión <strong>com</strong>enzada al mediodía para encontrar<br />

una solución al grave estado de cosas.<br />

La reunión acabó a las tres de la mañana. Se entregó<br />

a los periodistas una nota en la que se daba cuenta de la<br />

solución hallada, que consistía en cesar las hostilidades e<br />

ir a la formación de un Gobierno provisional.<br />

El nuevo Gobierno quedó <strong>com</strong>puesto de la forma<br />

siguiente:<br />

Carles Martí Feced, de Esquerra Republicana de<br />

Catalunya; Valerio Mas, secretario del Comité Regional<br />

de la CNT; Antonio Sesé, secretario general de la UGT; y<br />

Joaquín Pou de la Unió de Rabassaires.<br />

Martí Meced fue encargado del orden público.<br />

Los gravísimos hechos ocurridos en Barcelona<br />

causaron gran emoción en toda Cataluña, donde tuvieron<br />

leves y escasísimas repercusiones.<br />

Día 5 de mayo de 1937.<br />

Como en el día anterior, la paralización de la vida<br />

de la ciudad fue absoluta. Nadie acudió al trabajo. Tampoco<br />

se publicó la prensa. Se continuó, sin embargo, trabajando<br />

en las industrias de guerra.<br />

En diferentes lugares de la ciudad se produjeron<br />

sangrientos incidentes a consecuencia de los cuales resultaron<br />

numerosos muertos y heridos.<br />

Las alocuciones pronunciadas, desde los micrófonos<br />

instalados en el Palacio de la Generalidad, por parte<br />

de los representantes de las organizaciones sindicales<br />

ción de los insurrectos, sin ceder siquiera a la destitución del <strong>com</strong>isario de orden público,<br />

<strong>com</strong>o le pide la CNT.<br />

268


UGT y CNT y por el propio Presidente de Cataluña no<br />

consiguieron devolver la calma a la ciudad. De todas formas<br />

por la tarde la situación no presentaba el grave aspecto<br />

del día anterior.<br />

Durante todo el día menudearon las alocuciones<br />

que pronunciaron por radio varias y destacadas personalidades<br />

antifascistas reclamando el cese de la lucha y el regreso<br />

al trabajo.<br />

A las tres de la tarde hablaron el secretario del<br />

Comité Nacional de la CNT, señor Mariano R. Vázquez y<br />

el representante de la UGT, señor Rafael Vidiella que exhortaron<br />

a los revoltosos a abandonar las armas y regresar<br />

al trabajo.<br />

A las ocho de la tarde hablaron el representante de<br />

Esquerra Republicana de Catalunya, señor Josep Tarradellas<br />

y el de la CNT, Pedro Herrera 200 , en el mismo sentido.<br />

También hablaron, entre otros, los señores Jacinto<br />

Toryho, director de “Solidaridad Obrera” y los miembros<br />

del PSU señores Miquel Valdés, Víctor Colomer y Pere<br />

Ardiaca.<br />

En el Gobierno de la Generalidad, constituido con<br />

carácter provisional a las tres de la mañana, figuraba el se-<br />

200 Pedro Herrera, del Comité Peninsular de la FAI. En agosto de 1936 había firmado el<br />

Pacto de Enlace de la CNT-FAI y la UGT-PSU. Intervino decisivamente en la reunión<br />

extraordinaria del consejo de la Generalidad del 5 de noviembre de 1936 que, en oposición<br />

frontal al discurso radiofónico de Durruti de la noche anterior, decidió la plena<br />

colaboración de la CNT con el Gobierno de Tarradellas para someter la creciente resistencia<br />

a la militarización, la disolución de los <strong>com</strong>ités, la constitución de ayuntamientos<br />

frentepopulistas, y por supuesto el control por cada organización de sus “incontrolados”.<br />

Sustituyó a Liberto Callejas por Toryho en la dirección de Solidaridad Obrera. De diciembre<br />

de 1936 hasta abril de 1937 fue consejero de Sanidad del Gobierno de la Generalidad.<br />

Dominaba el grupo Nervio de la FAI, del que formaban parte Abad de Santillán<br />

y Jacinto Toryho. Muy influyente sobre Marianet hasta la ruptura de ambos a causa del<br />

apoyo de éste a Negrín. No fue un hombre de acción, pero jugó un papel tan decisivo y<br />

eficaz, <strong>com</strong>o poco conocido, en la política gubernamentalista de la CNT-FAI, en Cataluña.<br />

269


ñor Antonio Sesé, <strong>com</strong>o representante de la UGT, de<br />

quien era secretario.<br />

Al dirigirse al mediodía en automóvil a tomar posesión<br />

del cargo de consejero, el señor Antonio Sesé, fue<br />

asesinado a tiros de pistola por unos desconocidos. A causa<br />

de la agresión resultaron también muertos los dos agentes<br />

de policía que le a<strong>com</strong>pañaban.<br />

La triste nueva, al ser conocida, produjo en toda la<br />

ciudad honda emoción.<br />

A causa de la muerte del señor Antonio Sesé, fue<br />

designado para sustituirle en el Gobierno de la Generalidad,<br />

en representación de la UGT, el señor Rafael Vidiella.<br />

El Gobierno de la Generalidad quedó, pues, constituido<br />

de la siguiente forma:<br />

Presidencia: Lluis Companys.<br />

Consejeros: señores Carles Martí Feced (ERC);<br />

Rafael Vidiella (UGT); Joaquim Pou (URC); Valerio Mas<br />

(CNT).<br />

A mediodía salió en dirección a Valencia, el ministro<br />

de Justicia de la República y representante de la CNT,<br />

señor García Oliver.<br />

Por la tarde circuló por Barcelona una octavilla<br />

firmada por la “Agrupación de Amigos de Durruti”.<br />

270<br />

La citada octavilla decía así:<br />

“Una Junta Revolucionaria. Fusilamiento de los<br />

culpables. Desarme de los cuerpos armados. Socialización<br />

de la economía. Disolución de los partidos políticos que


han agredido al proletariado. No cedemos la calle. La revolución<br />

ante todo. ¡Viva la Revolución Social! 201<br />

A las diez de la noche, las emisoras oficiales radiaron<br />

una nota de la CNT-FAI en la que se decía que estas<br />

organizaciones desautorizaban categóricamente el manifiesto<br />

que firmado por la “Agrupación de Amigos de Durruti”<br />

había circulado por la ciudad.<br />

La citada nota acababa diciendo “¡que todos acaten<br />

las órdenes del Gobierno de la Generalidad ¡ ¡Fuera de las<br />

calles los individuos armados!”<br />

Por la tarde llegaron al puerto de Barcelona los<br />

destructores “Lepanto” y “Sánchez Barcaistegui”.<br />

Los <strong>com</strong>andantes de los dos destructores, con una<br />

<strong>com</strong>isión de marineros, se trasladaron al palacio de la Generalidad,<br />

donde saludaron al señor Presidente y se pusieron<br />

a sus órdenes.<br />

A las tres y cinco minutos de la tarde se radió la siguiente<br />

nota:<br />

“Ante las actuales circunstancias el Gobierno de la<br />

República, por iniciativa propia se ha hecho cargo del Orden<br />

Público en Cataluña. El Gobierno de la República que<br />

dispone de más medios que la Generalidad podrá enfrentarse<br />

a las necesidades del momento.<br />

No son horas de <strong>com</strong>entarios. Lo único que puede<br />

y debe re<strong>com</strong>endarse, de cara a los intereses supremos de<br />

la guerra contra el fascismo, es la leal y resuelta colaboración<br />

al Gobierno de la República. ¡Viva la República!<br />

201 En castellano en el original. Reproducción in<strong>com</strong>pleta, puesto que faltan dos frases:<br />

“Saludamos a nuestros camaradas del POUM que han confraternizado en la calle con<br />

nosotros” y “¡Abajo la contrarrevolución!”<br />

271


Las fuerzas y los elementos de la Generalidad al<br />

lado de la República no tardarán en restablecer la situación.<br />

Re<strong>com</strong>endamos a todos, serenidad. Re<strong>com</strong>endamos<br />

una vez más que se abandonen las armas. Hay que acabar<br />

con la lucha fratricida. Basta de perturbaciones en la calle.<br />

¡Viva la República! ¡Viva Cataluña!”<br />

El teniente coronel de Seguridad y Asalto, señor<br />

Alberto Arrando, fue designado delegado del Gobierno de<br />

la República en Cataluña para los servicios de Orden Público<br />

y en funciones de jefe de servicios.<br />

Tomó posesión de su cargo a las cinco y<br />

cuarenta minutos de la tarde.<br />

Acto seguido acudió a saludar al Presidente de Cataluña,<br />

señor Companys y al Presidente de la República,<br />

señor Azaña, manifestándoles que estaba dispuesto, fuera<br />

<strong>com</strong>o fuera, a restablecer el orden público.<br />

El delegado de Orden Público del Gobierno de la<br />

República, señor Arrando, ordenó la emisión radiofónica<br />

de una nota en la que se declaraba que las fuerzas de orden<br />

público eran del Gobierno y de nadie más que del Gobierno<br />

y que no tenían más enemigo que el fascismo.<br />

En la nota se hacía un llamamiento a todos aquellos<br />

que engañados se habían lanzado a la calle, para que<br />

dejasen las armas. Los que no lo hagan – añadía la nota –<br />

serán tratados <strong>com</strong>o fascistas.<br />

A las siete de la tarde se reunió en el Palacio de la<br />

Generalidad el nuevo Gobierno de Cataluña. Asistieron<br />

todos sus <strong>com</strong>ponentes.<br />

A las diez y cuarto acabó la reunión y se facilitó la<br />

siguiente nota:<br />

272


“El nuevo Consejo de la Generalidad, reunido bajo<br />

la presidencia del Presidente de Cataluña Lluís Companys,<br />

después de constituirse con la representación directa de la<br />

secretaría de las dos centrales sindicales y con la representación<br />

de Esquerra Republicana de Cataluña y la Unió de<br />

Rabassaires, quiere hacer un último esfuerzo para restablecer<br />

totalmente la normalidad en Cataluña y evitar que<br />

continúe la tragedia, escrita con sangre, que vive el pueblo<br />

catalán, y hace una invocación conminatoria a todos los<br />

que mantienen una lucha fratricida que llena de duelo toda<br />

Cataluña y que <strong>com</strong>promete los intereses superiores de la<br />

guerra contra el fascismo.<br />

El Gobierno, que es la máxima y auténtica representación<br />

de todo el frente antifascista, pide a todos los<br />

trabajadores y al pueblo de Cataluña que deponga las armas,<br />

que olvide los rencores y los odios de estos días ante<br />

la grandeza de la única lucha que nos obliga a todos. Los<br />

antifascistas han de estar al lado de los Gobiernos de Cataluña<br />

y de la República, a quienes los organismos responsables<br />

han apoyado con sus representaciones y les han<br />

confiado la dirección suprema de la revolución 202 y de la<br />

lucha contra el fascismo.<br />

¡Viva Cataluña! ¡Viva la República! ¡Viva la libertad!”<br />

Después de esta declaración, el consejo ha acordado<br />

reunirse en sesión permanente.<br />

202 Aunque forma parte de la retórica del momento histórico posterior al 19 de Julio de<br />

1936, no deja de ser sorprendente que se diga que los Gobiernos de la Generalidad y de<br />

la República son la dirección suprema de la revolución. Apropiarse del concepto de<br />

revolución era, por supuesto, un campo más de la lucha contrarrevolucionaria de los<br />

Gobiernos republicanos contra la clase obrera.<br />

273


A las doce de la noche llegó al Palacio de la Generalidad<br />

la ministra de Sanidad señor 203 Federica Montseny<br />

que, a<strong>com</strong>pañada del señor Mariano R. Vázquez celebró<br />

una entrevista con el Presidente de Cataluña.<br />

A última hora el Delegado de orden Público de la<br />

República facilitó la siguiente nota:<br />

“El Gobierno de la República en el que todos los<br />

partidos y organizaciones antifascistas están representados,<br />

se ha hecho cargo del Orden Público en Cataluña.<br />

Desde este momento todos los mandos están a las órdenes<br />

del Gobierno y nadie – salvo manifiesta mala fe - no podrá<br />

decir que las fuerzas están al servicio de un partido o<br />

de un grupo. Las fuerzas son de todos, y por eso mismo no<br />

son de nadie. Son las fuerzas de un Gobierno legítimo que<br />

está atento únicamente a obtener la victoria sobre el fascismo.<br />

Quien hoy ha asumido el mando no considera enemiga<br />

a ninguna organización política o sindical antifascista.<br />

No tiene más enemigos que los fascistas y espera de<br />

quienes, dejándose llevar por una pasión o arrastrados por<br />

la provocación organizada, han tomado las armas produciendo<br />

estos dolorosos sucesos, las depongan inmediatamente.<br />

Quienes no lo hagan serán considerados <strong>com</strong>o eficaces<br />

colaboradores del enemigo y recibirán el trato reservado<br />

para ellos.<br />

Ya es hora de que en las calles se separen los fascistas<br />

de quienes no lo son. Los que no lo hagan será porque<br />

se confunden con el fascismo. Y para ellos la condena<br />

de todo el pueblo, en nombre del cual actúa el Gobierno de<br />

la República.<br />

203 El texto dice señor y no dice señora. Aunque en los medios confederales era muy<br />

conocido el chiste de que “Federica era el mejor hombre de la CNT”, se trata probablemente<br />

de un divertido lapsus del cronista, ya que se trata del primer caso de una mujer<br />

ministro.<br />

274


La Delegación de O. P. [Orden Público] ha de advertir<br />

que los elementos incontrolados han asaltado un almacén<br />

en el que había uniformes de la G.N.R. [Guardia<br />

Nacional Republicana 204 ]. Por si estos elementos pensaban<br />

hacer uso de esos uniformes en una acción delictiva, que<br />

en estos momentos equivaldría a una traición, se notifica a<br />

todas las fuerzas fieles a la República para que estén prevenidas<br />

contra cualquier eventualidad”.<br />

También a última hora las organizaciones sindicales<br />

UGT y CNT hicieron pública la siguiente nota:<br />

“Los trágicos hechos que se han desarrollado en<br />

nuestra ciudad durante las últimas cuarenta y ocho horas,<br />

han impedido que la totalidad de los obreros de Barcelona<br />

asistieran a su trabajo.<br />

El conflicto que motivó esta situación anómala y<br />

perjudicial para la causa del proletariado, ha sido resuelto<br />

satisfactoriamente por los representantes de los partidos y<br />

organizaciones antifascistas, reunidos en el Palacio de la<br />

Generalidad. Por lo tanto, las Federaciones Locales de la<br />

CNT y UGT han tomado el acuerdo de dirigirse a todos<br />

sus afiliados para ordenarles que se incorporen inmediatamente<br />

a sus tareas habituales. Hay que regresar a la<br />

normalidad. Persistir en la inactividad industrial equivale,<br />

en estos momentos de guerra antifascista, a colaborar con<br />

el enemigo <strong>com</strong>ún, y a debilitarnos a nosotros mismos.<br />

Así, pues, se ordena a todos los trabajadores de<br />

UGT y CNT, sin excepción alguna, a que se incorporen al<br />

204 Piadoso nombre con el que fue rebautizada la Guardia Civil después del 19 de Julio<br />

de 1936, para evitar el rechazo popular a la odiada institución y evitar su disolución. En<br />

Cataluña fueron acuarteladas por el Gobierno de la Generalidad en la retaguardia, en<br />

lugar de ser enviadas al frente: mayo del 37 fue la esperada ocasión para echar mano de<br />

esas fuerzas represivas contra el movimiento revolucionario.<br />

275


trabajo, y re<strong>com</strong>endamos a los trabajadores de ambas sindicales<br />

que eviten con su conducta dentro de los lugares de<br />

producción, todo aquello que pueda ser motivo de perturbaciones<br />

y roces […]”<br />

Día 6 de mayo de 1937.<br />

A pesar de la nota hecha pública conjuntamente<br />

por las organizaciones sindicales UGT-CNT en la que se<br />

ordenaba a sus afiliados el regreso al trabajo, éste no se reinició<br />

y la paralización de la vida en la ciudad fue absoluta.<br />

Con todo, circuló mucha gente por las calles. Casi<br />

todos los diarios reemprendieron su publicación, cosa que<br />

contribuyó poderosamente a dar la impresión de normalidad.<br />

Los Ferrocarriles de Cataluña y el metro circularon<br />

normalmente.<br />

Desde primeras horas de la mañana las emisiones<br />

de la Generalidad radiaron repetidamente la siguiente nota<br />

oficial:<br />

“El Gobierno hace saber a todos los ciudadanos<br />

que pueden salir a la calle, seguros de que no serán molestados.<br />

Que todo el mundo vuelva al trabajo y que circule<br />

para normalizar la vida ciudadana. Que no se moleste a<br />

nadie. ¡Tened confianza, ciudadanos! No os dejéis llevar<br />

por el nerviosismo ni los falsos rumores. Id a trabajar. La<br />

serenidad de todos, por encima de nerviosismo y falsos<br />

rumores ha de contribuir al restablecimiento de la paz entre<br />

los elementos antifascistas”.<br />

276<br />

Cerca de las diez se radió esta otra nota:


“El Gobierno de la Generalidad, que continúa reunido<br />

permanentemente, ha podido constatar que los obreros<br />

se disponen a reanudar el trabajo. Es natural que todavía<br />

haya algún nerviosismo, que ha de ser superado, pero<br />

es necesario que nadie se deje influir por ningún elemento<br />

interesado en mantener la agitación.<br />

El Gobierno reclama a todos que mantengan la<br />

máxima serenidad y que no hagan caso de nadie, sea quien<br />

sea, que por teléfono o por cualquier otro medio dé consignas<br />

que tiendan a alterar el orden, puesto que no se ha<br />

de olvidar que hay elementos fascistas interesados en mantener<br />

la lucha.<br />

Serenidad y que nadie haga caso de coacciones.<br />

¡Viva la unidad antifascista!<br />

¡Viva Cataluña! ¡Viva la República!”.<br />

A pesar de estas notas, los graves sucesos que se<br />

habían desarrollado los dos días anteriores en la ciudad se<br />

reprodujeron en diversos lugares de Barcelona y a causa<br />

de ellos resultaron numerosas víctimas entre las que figuraban<br />

Domingo Ascaso, destacado militante de la CNT.<br />

A las once y media de la mañana desde los micrófonos<br />

oficiales se radió la siguiente nota de la Consejería<br />

de Seguridad Interior:<br />

“Las Patrullas de Control 205 , de acuerdo con las<br />

organizaciones que las integran, han acordado ponerse al<br />

205 Las Patrullas de Control, constituidas por miembros de todas las organizaciones<br />

antifascistas en julio de 1936, en Barcelona, para garantizar el orden revolucionario en<br />

la retaguardia, habían sido abandonadas a primeros de marzo de 1937 por los militantes<br />

del PSUC-UGT y de ERC, <strong>com</strong>o protesta por la ejecución de tres detenidos por patrulleros<br />

cenetistas. Los patrulleros cobraban un sueldo pagado por la Generalidad y carecían<br />

ya, en abril de 1937, de la temible apariencia revolucionaria del verano del 36.<br />

Aunque habían apoyado la insurrección, fueron los primeros en deponer las armas. Fueron<br />

disueltas a principios de junio de 1937.<br />

277


lado del Gobierno legítimo de la Generalidad y se han<br />

puesto a disposición del delegado del Gobierno Central,<br />

teniente coronel Arrando, para actuar según sus orientaciones<br />

y conseguir el triunfo de la causa antifascista.”<br />

Por la tarde llegó al puerto de Barcelona el acorazado<br />

“Jaume I”.<br />

El Ayuntamiento de Barcelona hizo pública una<br />

nota en la que se ordena a todos los <strong>com</strong>erciantes de colmados<br />

que abran las puertas de sus establecimientos para<br />

que los ciudadanos puedan proveerse de lo necesario para<br />

su alimentación.<br />

Durante todo el día el Gobierno de la Generalidad<br />

estuvo en reunión permanente.<br />

Desde primeras horas de la mañana fueron radiadas<br />

desde los micrófonos oficiales varias notas del Gobierno<br />

y de la secretaría general de la UGT y de la CNT<br />

re<strong>com</strong>endando el regreso al trabajo.<br />

A las once de la mañana llegó al Palacio de la Generalidad,<br />

la ministra de Sanidad del Gobierno de la República<br />

y miembro del Comité Nacional de la CNT, señora<br />

Federica Montseny, que celebró una entrevista con el Presidente,<br />

señor Companys.<br />

Esta entrevista se repitió por la tarde.<br />

Hacia el mediodía, la señora Federica Montseny,<br />

por la CNT y el señor Rafael Vidiella, en nombre de la<br />

UGT pronunciaron unas alocuciones radiofónicas en el<br />

mismo sentido [apaciguador] que las anteriores.<br />

A la una y media llegaron al Palacio de la Generalidad<br />

los generales Sebastián Pozas y Aranguren 206 quie-<br />

206 El general Aranguren era el jefe de la Guardia Civil de Barcelona, ahora Guardia<br />

Nacional Republicana, es decir de aquellas tropas de dudosa fidelidad republicana que<br />

no habían sido enviadas al frente, y a las que se les había cambiado el nombre a fin de<br />

evitar su disolución.<br />

278


nes, a<strong>com</strong>pañados de sus ayudantes, pasaron a reunirse<br />

con el Gobierno de Cataluña.<br />

Tanto a la entrada <strong>com</strong>o a la salida del palacio de<br />

la Generalidad, los dos militares fueron aplaudidos y vitoreados.<br />

Por una numerosa multitud estacionada en la Plaza<br />

de la República 207 .<br />

Cuando se dirigía a la Comisaría de Orden<br />

Público, el coronel de la Guardia Nacional Republicana 208 ,<br />

señor Escobar, para encargarse de las funciones de Orden<br />

Público, fue agredido por unos desconocidos que le hicieron<br />

varios disparos.<br />

El coronel Escobar resultó herido de gravedad.<br />

La Consejería de Abastos radió una nota en la que<br />

se notificaba a los ciudadanos que se trabajaba activamente<br />

para proveer de harina a todas las panaderías de la ciudad.<br />

El Presidente de Cataluña leyó personalmente, por<br />

la tarde, la siguiente nota:<br />

“Para evitar confusionismos, el Presidente hace saber<br />

que al no haber sido nombrado consejero de Defensa<br />

en el nuevo Consejo, cargo que quería reservarse para sí<br />

mismo, y en virtud de la designación por el Gobierno [de<br />

la República] del general Pozas, general de la cuarta división,<br />

quedan concentradas en el general todas las funciones<br />

de la Consejería de Defensa, con toda la autoridad y<br />

extensión de las representaciones militares del Gobierno<br />

de la República y del Gobierno catalán.<br />

¡Serenidad y unidad de los auténticos antifascistas!<br />

207<br />

Actual Plaza de Sant Jaume, donde están situados el Palacio de la Generalidad y el<br />

Ayuntamiento.<br />

208<br />

La Guardia Civil.<br />

279


¡Viva la libertad! ¡Viva Cataluña y viva la República!”<br />

Avalada por las centrales sindicales UGT y CNT<br />

fue radiada la siguiente nota:<br />

“Esta mañana las sindicales han radiado una nota<br />

re<strong>com</strong>endando a todos los <strong>com</strong>pañeros que sean capaces<br />

de superar esta fecha histórica y no haya nadie que pueda<br />

plantear una posibilidad de ruptura.<br />

Ante todo y sobre todo - dice la nota – ha de mantenerse<br />

la unidad del proletariado. Respetaos, no os amenacéis.<br />

¡Viva la unidad del proletariado!”<br />

A las seis de la tarde tomó posesión de su cargo el<br />

nuevo consejero de Seguridad Interior, señor Martí Meced.<br />

La fuerza pública que prestaba servicio en la Consejería<br />

le recibió al grito de ¡Viva la República!<br />

Dio al señor Martí Feced posesión de la Consejería<br />

el ex-consejero señor Artemi Aiguader 209 . Asistieron al<br />

209 Consejero de Seguridad Interior en el gobierno Tarardellas del 28 septiembre 1936<br />

al 5 de mayo de 1937. La disolución del CCMA no había acabado con la división de<br />

poderes en el seno de las fuerzas de policía. Artemi Aiguadé contaba con los guardias<br />

de Asalto, la Guardia Nacional Republicana (antes Guardia Civil) y las Milicias de los<br />

partidos moderados. Aunque Artemi Aiguadé nominalmente presidía la Junta de Seguridad<br />

Interior, ésta estaba dirigida por el cenetista Aurelio Fernández. La Junta de Seguridad<br />

Interior dependía además de la Consejería de Defensa, controlada por los cenetistas,<br />

que disponían también de una amplia red de <strong>com</strong>ités de defensa, transportes y abastos.<br />

Desde principios de marzo de 1937 la lucha por el mando unificado de las fuerzas<br />

de orden público y fronterizas, el desarme de las patrullas de control y de la retaguardia<br />

en general provocaron una crisis gubernamental en la Generalidad que fue agudizándose<br />

hasta desembocar en los enfrentamientos de mayo de 1937. Companys dio la orden de<br />

ocupar la Telefónica a su consejero de Seguridad Interior, aunque éste debía asumir toda<br />

responsabilidad en caso de fracaso. De ahí la resistencia de Companys a destituirlo <strong>com</strong>o<br />

le exigían los consejeros de la CNT para conseguir apaciguar los ánimos y volver a<br />

la normalidad.<br />

280


acto el general Pozas, jefe de la División y consejero de<br />

Defensa y el delegado de las fuerzas públicas, teniente coronel<br />

Arrando.<br />

El señor Antoni Soler fue nombrado Director general<br />

de la Administración Local y tomó posesión de su cargo.<br />

A las siete de la tarde las emisoras oficiales radiaron<br />

la siguiente nota:<br />

“El Consejo continúa reunido para velar por el restablecimiento<br />

de la normalidad y por el prestigio y buen<br />

nombre de Cataluña y de la República. El Gobierno ha<br />

hecho las necesarias designaciones en las Consejerías y<br />

mantiene contactos con los organismos y re<strong>com</strong>ienda serenidad<br />

para que queden aislados quienes desacaten los<br />

poderes de la autoridad.<br />

Serenidad para evitar que se reanuden las hostilidades.”<br />

El secretario general del Comité Nacional [de la<br />

CNT] 210 facilitó el siguiente documento:<br />

“En estos días se han producido unos dolorosos<br />

hechos a los que la [lucha de] facción dio caracteres de<br />

discordia llevada al peligroso terreno de la lucha fratricida.<br />

Al llegar hasta nosotros la razón del desacuerdo<br />

que entristeció toda la España leal nos creímos con el derecho<br />

de intervenir directa y activamente hasta conseguir<br />

que cesaran las hostilidades y que la vida cotidiana tornara<br />

a la normalidad. Puestos a conquistar este objetivo<br />

hemos puesto en juego toda nuestra influencia enviando<br />

constantemente delegaciones al lugar donde se desarrolla-<br />

210 Es decir, Mariano R. Vázquez.<br />

281


an los acontecimientos, mientras otras representaciones<br />

visitaban al Gobierno para procurar una solución satisfactoria<br />

que consiguiera imponer la sensatez, llevando siempre<br />

al ánimo de todos la enorme responsabilidad de nuestros<br />

actos en este instante supremo que vive nuestro pueblo.<br />

Hasta hoy - que nos vemos obligados – no hemos<br />

hecho ninguna declaración pública, seguros de que el trabajo<br />

silencioso y bien orientado sería el mejor procedimiento<br />

para llegar a donde nuestro deseo y el interés del<br />

pueblo lo exigían; nuestro silencio observado con rigor y<br />

prudencia, se rompe para dar una adecuada y breve respuesta<br />

a quienes quieren forjar la unidad antifascista y pretenden<br />

reforzar el Gobierno mediante el escándalo público<br />

y la acusación injusta y desleal.<br />

Tan pronto <strong>com</strong>o conocimos el alcance de lo ocurrido<br />

ordenamos a toda la organización que mantuviera la<br />

serenidad y evitaran la propaganda de hechos que podían<br />

tener consecuencias fatales para todos; la misma re<strong>com</strong>endación<br />

hicimos llegar a todos los <strong>com</strong>batientes de la vanguardia.<br />

Desde entonces hasta ahora han sido innumerables<br />

las gestiones que realizamos encaminadas a conseguir que<br />

renaciera la tranquilidad en nuestra retaguardia, gestiones<br />

que solamente los malintencionados desconocen sin ser<br />

capaces de imitarlas.<br />

Terminamos advirtiendo a unos y otros que en<br />

cuanto la oportunidad lo permita hablaremos alto y claro<br />

para que toda España sepa dónde están los provocadores y<br />

dónde los que desean que la unidad de acción sea la bandera<br />

de nuestra victoria. Mientras tanto seguimos el camino<br />

que nos hemos trazado – y que no es precisamente el de<br />

los gritos destemplados – para que nuestro pueblo vuelva a<br />

282


ecobrar la confianza que le permita aplastar definitivamente<br />

al fascismo.”<br />

tas:<br />

Hacia la madrugada se radiaron las siguientes no-<br />

“Los <strong>com</strong>ités responsables de la UGT y de la CNT<br />

reiteran mediante estas palabras la orden dada ayer a todos<br />

los trabajadores para que se reincorporen sin dilación al<br />

trabajo.<br />

Una vez más nos dirigimos a los afiliados de ambas<br />

centrales sindicales re<strong>com</strong>endándoles que no atiendan<br />

más órdenes que las que emanen de los Comités de las organizaciones<br />

responsables.<br />

Sabemos que existen elementos perturbadores que<br />

se obstinan en poner obstáculos al regreso a la normalidad<br />

ciudadana. A éstos los trataremos con la dureza que el caso<br />

requiere y las circunstancias aconsejan. Nadie está facultado<br />

para impedir que los obreros reemprendan sus<br />

habituales ocupaciones. El que haga esto será considerado<br />

un agente provocador al servicio del fascismo, y sancionado<br />

<strong>com</strong>o tal.<br />

Una vez más re<strong>com</strong>endamos a los trabajadores<br />

que depongan su actitud hostil y prescindan de todo<br />

aquello que pueda ser motivo de discordia en los centros<br />

productivos. Los carnets de la UGT y de la CNT son sagrados.<br />

Quien atente contra ellos atenta contra la dignidad<br />

de la clase obrera. Los Comités de Control de todas las<br />

empresas tienen la ineludible obligación de velar por el estricto<br />

cumplimiento de estas indicaciones y de garantizar a<br />

todos los trabajadores el respeto en los lugares de trabajo.<br />

Camaradas: las víctimas de la absurda lucha librada<br />

que se encuentran en los hospitales, necesitan ser aten-<br />

283


didos. No retardéis ni un segundo más la vuelta a la marcha<br />

normal de la producción. Únicamente así, trabajando,<br />

podremos atender debidamente sus necesidades.<br />

¡A trabajar, pues, camaradas!<br />

Federación Local de Sindicatos de la UGT. Federación<br />

de Sindicatos Únicos de la CNT.”<br />

“Los trágicos hechos que se han desarrollado en<br />

nuestra ciudad durante las últimas cuarenta y ocho horas,<br />

han impedido que la totalidad de los obreros de Barcelona<br />

fueran a su trabajo.<br />

El conflicto que motivó esta situación anómala y<br />

perjudicial para la causa del proletariado ha sido resuelta<br />

satisfactoriamente por los representantes de los partidos y<br />

organizaciones antifascistas, reunidos en el Palacio de la<br />

Generalidad .Por lo tanto las Federaciones Locales de la<br />

CNT y de la UGT han tomado el acuerdo de dirigirse a<br />

todos sus afiliados para ordenarles que se incorporen a sus<br />

tareas habituales. Hay que regresar a la normalidad. Persistir<br />

en la inactividad industrial equivale, en estos momentos<br />

de guerra antifascista, a colaborar con el enemigo<br />

<strong>com</strong>ún, y a debilitarnos a nosotros mismos.<br />

Así, se ordena a todos los trabajadores de la UGT y<br />

de la CNT, sin excepción alguna, que se incorporen al<br />

trabajo, y re<strong>com</strong>endamos a los obreros de ambas sindicales<br />

que eviten con su conducta en los lugares de producción,<br />

todo lo que pueda ser motivo de perturbaciones […]<br />

Día 7 de mayo de 1937.<br />

Renació totalmente la normalidad en la ciudad de<br />

Barcelona.<br />

284


Desde primeras horas de la mañana la tranquilidad<br />

fue absoluta. Casi no se sintió ni un tiro aislado en la ciudad,<br />

que vivió durante tres días unos hechos de violencia<br />

que causaron gran número de víctimas y que deprimió el<br />

espíritu de los ciudadanos, exclusivamente atentos a las<br />

incidencias de la guerra que en los diversos frentes de<br />

<strong>com</strong>bate los soldados de la República sostienen contra el<br />

fascismo.<br />

A las cinco y cinco minutos de la mañana un representante<br />

de la CNT habló desde el micrófono de la citada<br />

organización y re<strong>com</strong>endó a los obreros la indispensable<br />

necesidad de reemprender el trabajo. Manifestó que se<br />

había llegado a un acuerdo y que no debía dispararse ni un<br />

solo tiro más.<br />

Todos los obreros, sin distinción, volvieron al trabajo.<br />

Funcionaron los servicios públicos y los transportes<br />

urbanos. Se publicó la prensa. Se abrieron colmados, fábricas<br />

y talleres. En el puerto se realizaron normalmente<br />

los trabajos de carga y descarga. La ciudad reemprendió,<br />

en fin, su ritmo normal. Grupos de viandantes recorrieron<br />

los lugares de la ciudad que habían sido escenario de los<br />

cruentos hechos desarrollados. Las calles más castigadas<br />

por la lucha fueron las de Petritxol, Boquería, antigua calle<br />

del Bisbe, Cardenal Casañas, Duran i Bas y las que rodean<br />

el edifico de la Casa CNT-FAI en la vía Durruti.<br />

Durante todo el día la policía se dedicó a detener a<br />

los que circulaban con armas sin el correspondiente permiso<br />

para utilizarlas.<br />

El trágico balance de los tres días de lucha cruel<br />

que ensangrentó las calles de Barcelona puede calcularse<br />

en unos cuatrocientos muertos y más de un millar de heridos.<br />

285


Desde el lunes, día 3 de mayo, por la tarde, cuando<br />

se observaron por las calles los inicios de los graves acontecimientos<br />

que después se produjeron, se tomaron en el<br />

Palacio de la Generalidad las precauciones adecuadas para<br />

impedir un posible ataque por parte de los revoltosos.<br />

Los mossos de Esquadra 211 tomaron posiciones<br />

dentro y fuera del palacio. También prestaron servicio en<br />

el Palacio, desde el mismo lunes, una sección de las Milicias<br />

Pirenaicas 212 .<br />

En diferentes ocasiones y desde diversos lugares<br />

de las calles afluentes a la plaza de la República, los revoltosos<br />

intentaron atacar a los elementos encargados de la<br />

defensa de la Generalidad. En ningún momento consiguieron<br />

traspasar las líneas de defensa construidas alrededor<br />

del Palacio y de las calles adyacentes, y a consecuencia de<br />

los tiroteos que se originaron se causó muchas bajas a los<br />

sediciosos.<br />

Las fuerzas que defendían el Palacio de la Generalidad<br />

practicaron durante los tres días que duraron los<br />

hechos, un centenar de detenciones.<br />

Pese al intenso tiroteo que se mantuvo continuamente<br />

en la Generalidad contra los perturbadores, los<br />

Mossos d´Esquadra sufrieron únicamente cuatro bajas. Un<br />

muerto: Francisco Ferrer Prat: Heridos: el teniente coronel<br />

Félix Gavari, el sargento Josep Sabater Vigatá y el<br />

mosso Emili Vilalta Santamaría.<br />

A primeras horas de la mañana tomó posesión del<br />

cargo de Comisario General de Orden Público, el <strong>com</strong>andante<br />

Emili Menéndez López.<br />

211 La policía de la Generalidad.<br />

212 Milicias catalanistas, embrión de un ejército de nacionalistas con objetivos independentistas<br />

que, en lugar de ocupar posiciones en el frente de Aragón, estaban muy oportunamente<br />

en la ciudad de Barcelona.<br />

286


La plena normalización de la vida de la ciudad se<br />

reflejó, naturalmente, en el Palacio de la Generalidad. En<br />

el primer centro oficial se reemprendieron las actividades<br />

y la mayor parte de las oficinas trabajaron con total regularidad.<br />

Los miembros del Gobierno provisional de Cataluña,<br />

en cumplimiento del acuerdo tomado, continuaron celebrando<br />

reuniones y conversaciones de manera casi permanente.<br />

Siempre presidió las reuniones el Presidente, señor<br />

Companys. A mediodía, al personarse los reporteros<br />

en la Secretaría de Presidencia, el señor Companys ordenó<br />

<strong>com</strong>unicarles que no tenía ninguna noticia que facilitarles.<br />

Estuvo en el Palacio de la Generalidad, para saludar<br />

al Presidente de Cataluña, la diputada <strong>com</strong>unista, señora<br />

Margarita Nelken.<br />

En la Subsecretaría de Presidencia se recibió un<br />

afectuoso <strong>com</strong>unicado de la Delegación de Euzkadi en Cataluña,<br />

en la que le Gobierno del País Vasco reiteraba su<br />

adhesión al Presidente de la Generalidad y constataba una<br />

vez más su afecto al pueblo catalán.<br />

Los periodistas que informan desde el Palacio de la<br />

Generalidad interrogaron al consejero, señor Vidiella, para<br />

que les diera cuenta de la situación.<br />

El señor Vidiella manifestó que la lucha había acabado<br />

y que en toda Cataluña la normalidad no se había alterado<br />

en lo más mínimo. Únicamente en Tortosa - añadió<br />

el señor Vidiella – se han registrado algunos incidentes<br />

aislados.<br />

A primeras horas de la tarde el consejero de Seguridad<br />

Interior, señor Martí Feced, declaró a los informadores<br />

que podía considerarse totalmente restablecida la<br />

normalidad en la ciudad y que funcionaban casi todas las<br />

actividades ciudadanas.<br />

287


En el mismo sentido se expresaron los exconsejeros,<br />

señores Comorera, Calvet y Miret.<br />

Por la tarde, llegaron a Barcelona, en avión, procedentes<br />

de Valencia, el teniente coronel de infantería Emilio<br />

Torres Iglesias, nombrado por el Gobierno de la República,<br />

jefe superior de Policía de Barcelona, y el agente del<br />

Cuerpo de Vigilancia José María Díez de Ceballos, nombrado<br />

Comisario General de la Comisaría Superior de Policía<br />

de Barcelona.<br />

Ambos tomaron posesión de sus cargos inmediatamente<br />

después de haber llegado a Barcelona y cumplimentaron<br />

al Presidente de la Generalidad.<br />

Hacia la tarde llegaron a Barcelona, procedentes de<br />

Valencia, ochenta camiones con fuerzas de Asalto que<br />

formaban un total de cinco mil individuos y dos <strong>com</strong>pañías<br />

motorizadas.<br />

El paso de la caravana por las calles de la ciudad<br />

promovió un gran entusiasmo.<br />

Al cesar en su cargo el Comisario General de Orden<br />

Público, el señor Rodríguez Salas 213 , se hizo pública<br />

la siguiente nota:<br />

“Al cesar en el cargo de Comisario General de Orden<br />

Público quiero dirigir públicamente un saludo a todos<br />

aquellos que por los cargos que han ejercido y por las relaciones<br />

que han mantenido conmigo han colaborado en<br />

mi tarea.<br />

213 El cese de Rodríguez Salas fue repetidamente exigido por la CNT para restablecer la<br />

normalidad en la ciudad. La persistente negativa de Companys contribuyó a la gravedad<br />

de los hechos. El enfrentamiento de los cenetistas con el <strong>com</strong>isario de orden público<br />

había alcanzado ya una enorme gravedad semanas antes de las Jornadas de Mayo cuando,<br />

en una reunión de la Junta de Seguridad en el despacho del <strong>com</strong>isario, Aurelio Fernández<br />

puso una pistola en la cabeza de Rodríguez Salas.<br />

288


He de hacer constar mi agradecimiento a todas las<br />

fuerzas de Vigilancia y Seguridad que me han prestado su<br />

ayuda incondicional en todo momento, y sobre todo en las<br />

graves horas que acabamos de pasar.<br />

Dejo la Comisaría de la misma manera que cuando<br />

entré, sólo con la diferencia del resultado de una acción<br />

que juzgará la opinión pública. Sólo me preocupa esta<br />

opinión y nada más, ya que guardo la satisfacción moral<br />

de haber hecho todo lo que podía para conseguir lo que me<br />

había propuesto. En la Comisaría General no he sido más<br />

que un leal servidor de un Gobierno 214 en el que participaban<br />

todas las organizaciones, a las órdenes del cual he actuado,<br />

le placieran o no a mis idearios políticos, siguiendo<br />

las instrucciones que me daba.<br />

Hoy, que dejo de ser <strong>com</strong>isario, vuelvo a ser el de<br />

siempre: un ferviente militante del Partido Socialista Unificado<br />

de Cataluña, al que me debo totalmente 215 .”<br />

La CNT hizo pública la siguiente nota:<br />

“Han acabado los trágicos incidentes ocurridos en<br />

Barcelona, y para que todo el mundo sepa a qué atenerse,<br />

el Comité Regional de la CNT y la Federación Local de<br />

Sindicatos Únicos manifiesta su unánime voluntad de colaborar<br />

con la mayor eficacia y lealtad en el restablecimiento<br />

del orden público en Cataluña y acabar con la etapa<br />

de actuación partidista que condujo precisamente a la<br />

situación que desencadenó la tragedia.<br />

214<br />

En estas crónicas de Presidencia queda meridianamente claro que la orden de ocupar<br />

la Telefónica fue dada por Companys. En ningún caso fue una iniciativa personal de<br />

Rodríguez Salas.<br />

215<br />

Curiosa forma de manifestar su neutralidad en el cargo de <strong>com</strong>isario la de reivindicar<br />

su militancia estalinista.<br />

289


Reiteramos, por tanto, nuestro concurso al Gobierno<br />

de la Generalidad y al delegado de Orden Público enviado<br />

por el Gobierno central, teniente coronel Torres, de<br />

quien hemos podido <strong>com</strong>probar la excelente disposición<br />

de ánimo con la que está ejerciendo misión tan delicada en<br />

Cataluña.<br />

Unidad y confianza. Lealtad e igualdad de derechos<br />

y de deberes para todos los grupos antifascistas en<br />

todos los aspectos.<br />

He ahí la consigna del momento que todos debemos<br />

obedecer al unísono.<br />

El Comité Regional de la CNT y la Federación<br />

Local de Sindicatos Únicos”.<br />

El día 8 de mayo de 1937.<br />

La normalidad fue absoluta en Barcelona. Salió la prensa,<br />

funcionaron los transportes públicos y se trabajó en todas<br />

partes. Cafés, teatros, cines y restaurantes abrieron sus<br />

puertas. Las calles hervían de animación. Los trágicos días<br />

pasados era ya una especie de pesadilla para los ciudadanos<br />

barceloneses.<br />

Los destructores de la Armada de la República,<br />

“Sánchez Barcaiztegui” y “Lepanto”, que estuvieron fondeados<br />

unos días en Barcelona, se hicieron nuevamente a<br />

la mar para efectuar un servicio de exploración por nuestros<br />

litorales.<br />

Llegaron al puerto de Barcelona varios barcos de<br />

guerra ingleses y uno francés. También se añadió a esta<br />

flota un barco hospital británico.<br />

Muy de mañana llegaron a Barcelona, procedentes<br />

de Valencia, a bordo de la motonave “Ciudad de Barcelona”,<br />

dos mil cien guardias de asalto, que pasaron a formar<br />

290


parte de las fuerzas de Orden Público del Gobierno de la<br />

República 216 .<br />

Por la mañana se hizo cargo de los Departamentos<br />

de Economía y Servicios Públicos, el consejero señor Valeri<br />

Mas 217 , representante de la CNT.<br />

Le dieron posesión los consejeros salientes señores<br />

J. Juan Doménech 218 y Andrés Capdevila.<br />

Los actos fueron simplemente protocolarios y no<br />

se pronunciaron discursos.<br />

El Presidente de Cataluña, que estuvo desde primeras<br />

horas de la mañana en su despacho oficial, recibió la<br />

visita de numerosas personalidades de todos los partidos y<br />

organizaciones antifascistas que acudieron al Palacio de la<br />

Generalidad para expresar su adhesión al señor Companys.<br />

Entre las más destacadas, citamos la del ministro<br />

de la República señor Jaime Aiguader; el Presidente accidental<br />

del Parlamento de Cataluña, señor Serra Hunter; el<br />

Presidente de la Audiencia, señor Andreu Abelló y el señor<br />

Jesús Pérez Salas.<br />

También visitaron al señor Companys para saludarle<br />

en su calidad de Presidente de la Generalidad, el<br />

nuevo Delegado de Orden Público, teniente coronel Emilio<br />

Torres y el Comisario General José María Díez de<br />

Aballos.<br />

216 Estas fuerzas represivas habían sido enviadas por vía marítima en previsión de que<br />

los ochenta camiones, llegados el día anterior, hubieran sido hostilizados y detenidos en<br />

su marcha terrestre hacia Barcelona.<br />

217 En julio de 1936 fue representante de la CNT en el Comité de Abastos. En noviembre<br />

de 1936 sustituyó a Mariano R. Vázquez (nombrado secretario nacional) en la secretaría<br />

regional de la CNT en Cataluña. Desde enero de 1937 fue miembro del Comité<br />

de Enlace CNT-FAI y UGT-PSUC. Durante las Jornadas de Mayo jugó un destacado<br />

papel apaciguador. Mas y Molina “Juanel” fueron los que impidieron que las tropas<br />

anarquistas del frente aragonés bajaran a Barcelona. El cargo de consejero de Servicios<br />

Públicos, Economía, Sanidad y Asistencia Social lo detentó muy brevemente, desde el 7<br />

de mayo hasta el 29 de junio de 1937.<br />

218 Josep Juan Doménech.<br />

291


El señor Torres Iglesias, a la salida de su entrevista<br />

con el señor Companys contestó, a preguntas de los periodistas,<br />

con las siguientes palabras:<br />

“El problema del Orden Público en Cataluña ha entrado<br />

en una fase de franca y rápida solución, y espero que<br />

en muy breve plazo podré despedirme de vosotros, lo que<br />

significará que el problema ha sido totalmente resuelto y<br />

que las cosas han vuelto a enderezarse definitivamente”.<br />

A mediodía el Presidente de Cataluña recibió a los<br />

informadores y les hizo las siguientes manifestaciones:<br />

“No estoy en situación de hacer declaraciones ni<br />

<strong>com</strong>entarios. Como habréis visto, ha venido a cumplimentarme<br />

el teniente coronel Torres, delegado de Orden Público<br />

designado por el Gobierno de la República, con<br />

quien he mantenido una larga conversación.<br />

He de felicitarme por el aspecto de tranquilidad<br />

que hoy ofrece Barcelona y que ésta se haya conseguido<br />

únicamente con los medios con que cuenta el Gobierno de<br />

Cataluña, que no haya sido necesario utilizar ninguna otra<br />

fuerza. No hace falta decir cómo celebraré que con los<br />

nuevos medios de orden público que nosotros no teníamos<br />

pueda resolverse rápidamente el viejo problema de la<br />

constante coacción contra los resortes del Gobierno.<br />

He de destacar de estas luctuosas jornadas, <strong>com</strong>o<br />

Presidente de la Generalidad, la valentía y abnegación de<br />

los guardias de Seguridad, Mossos d´Esquadra y el resto<br />

de fuerzas leales al Gobierno de Cataluña y, por lo tanto,<br />

al Gobierno de la República.<br />

He de acabar mis palabras, que hoy no pueden ser<br />

más, porque no soy de aquellos que se <strong>com</strong>placen en de-<br />

292


jarse engañar y en engañarse a sí mismos, manifestando<br />

mis anhelos de unidad de colaboración y de cordialidad<br />

entre todas las fuerzas antifascistas que <strong>com</strong>prenden los<br />

enormes intereses morales y patrióticos que en esta hora<br />

están en juego.”<br />

Un periodista le preguntó si el Consejo seguía reunido con<br />

carácter permanente.<br />

“Después de la reunión permanente de estos días,<br />

hoy se ha levantado para dar un descanso a los miembros<br />

del Consejo, que he convocado para esta tarde para celebrar<br />

un cambio de impresiones.”<br />

El Presidente rogó a la prensa que intentara mantenerse<br />

de forma decidida al lado de las consignas y el prestigio<br />

de las autoridades.<br />

Por la tarde, bajo la presidencia del señor Companys,<br />

se reunió el Gobierno de Cataluña. Asistieron los<br />

cuatro consejeros que integran el Gobierno provisional,<br />

señores Vidiella, Martí Feced, Mas y Pou.<br />

La reunión duró – con un breve paréntesis – hasta<br />

cerca de las doce de la noche.<br />

De las deliberaciones efectuadas se facilitó la siguiente<br />

nota:<br />

“El Consejo de la Generalidad ha celebrado esta<br />

tarde una breve reunión y ha aprobado diversos Decretos<br />

de Presidencia, Finanzas y Justicia.<br />

La mayoría de los acuerdos tienden a la adopción<br />

de medidas que ayuden a generalizar el resurgimiento de<br />

la vida ciudadana.<br />

293


Este Consejo, que nació en los momentos culminantes<br />

de la violencia existente en la calle y con la finalidad<br />

de que se ahogara rápidamente la brasa de la pasión,<br />

confía que continuará la cooperación del pueblo de Cataluña<br />

de modo que permita el rápido y absoluto restablecimiento<br />

de la normalidad pública.<br />

En la Secretaría de Presidencia se recibió el siguiente<br />

telegrama 219 :<br />

“Delegado Gobierno en Asturias y León a Presidente<br />

Generalidad Cataluña, Luís Companys.- Ante sucesos<br />

desagradables ocurridos en Barcelona Consejo Provincial<br />

Asturias y León le envía nuestra adhesión inquebrantable<br />

tanto VE <strong>com</strong>o el resto del Gobierno catalán, así<br />

<strong>com</strong>o a las organizaciones obreras y partidos políticos al<br />

mismo tiempo que nos ponemos a disposición del Gobierno<br />

legítimo de nuestro país exhortando a que termine esa<br />

provocación fascista que si siempre es repudiable lo es<br />

mucho más en estos momentos en que tenemos un enemigo<br />

fuerte que hay que vencer por todos los medios. Presidente<br />

Belarmino Tomás.”<br />

También se recibió el siguiente telegrama de la<br />

embajada española en Bélgica:<br />

“Bruselas.- En concierto celebrado ayer Conservatorio<br />

alcanzaron gran éxito nuestros <strong>com</strong>patriotas, cantante<br />

Concha Badía y pianista Vilalta.- Ossorio y Gallardo.”<br />

La CNT hizo pública, relacionada con los graves<br />

sucesos desarrollados los pasados días en Barcelona, la siguiente<br />

nota:<br />

219 Reproducido en castellano.<br />

294


“Han acabado los trágicos incidentes ocurridos en<br />

Barcelona, y para que todo el mundo sepa a qué atenerse,<br />

el Comité Regional de la CNT y la Federación Local de<br />

Sindicatos Únicos manifiesta su voluntad unánime de colaborar<br />

con la mayor eficacia y lealtad al restablecimiento<br />

del orden público en Cataluña y a acabar con la etapa de<br />

actuación partidista que llevó precisamente a desencadenar<br />

la tragedia.<br />

Reiteramos, por lo tanto, nuestro concurso al Gobierno<br />

de la Generalidad y al delegado de Orden Público<br />

enviado por el Gobierno central, teniente coronel Torres,<br />

de quien hemos podido <strong>com</strong>probar la excelente impresión<br />

de ánimo con la que está ejerciendo una tarea tan delicada<br />

en Cataluña.<br />

Unidad y confianza. Lealtad e igualdad de derechos y deberes<br />

para todos los grupos antifascistas en todos los aspectos.<br />

He ahí la consigna del momento que todos hemos<br />

de obedecer y secundar al unísono.<br />

El Comité Regional de la CNT y la Federación Local<br />

de Sindicatos Únicos”.<br />

295


7. F.<br />

Teletipo de Vidiella, que <strong>com</strong>unica<br />

el plan elaborado por José<br />

del Barrio para acabar con los<br />

disturbios de Mayo de 1937<br />

bombardeando Barcelona<br />

7 Mayo 1937. A las 1.25.<br />

296<br />

Presente Alcubierre 220 .<br />

Presente Camarada Vidiella 221 .- Orden del Camarada<br />

del Barrio 222 .- Dice así:<br />

“Situación Barcelona muy grave. Debe trabajarse<br />

para que se prepare aviación y bombardee cuando nosotros<br />

avisemos, los Escolapios, Plaza de Toros Monumental,<br />

220 Miquel Alcubierre había sido trabajador en la empresa “Lámparas Z”, junto con<br />

José del Barrio. Fue un destacado militante ugetista.<br />

221 Rafael Vidiella, tipógrafo, militante destacado de la CNT desde 1911 hasta 1932,<br />

año en el que se hace funcionario del Ayuntamiento de Barcelona e ingresa en la UGT<br />

y el PSOE. En julio de 1936 es nombrado secretario de relaciones del PSUC y jefe del<br />

Comité de Investigación del CCMA. En diciembre de 1936 sustituyó a Nin en la consejería<br />

de Justicia. En el gobierno de crisis del 5 de mayo de 1937 acababa de ser nombrado<br />

consejero de Trabajo, Obras Públicas y Justicia.<br />

222 José Del Barrio era en estos momentos secretario militar del PSUC. Después de las<br />

jornadas de julio del 36 había organizado y dirigido una columna militar en el Frente de<br />

Aragón, formada por militantes del recién fundado Partit Socialista Unificat de Catalunya<br />

(PSUC). En los años treinta había trabajado en la empresa “Lámparas Z” y había<br />

militado en el sindicato metalúrgico de la CNT, del que fue expulsado por presentarse<br />

<strong>com</strong>o candidato por el PCE a las elecciones de 1933.


Cocheras tranvías Campo Sagrado, Cuarteles de San Andrés,<br />

Pueblo Nuevo, Pedralbes, y el Hotel del Reloj nº 1 de<br />

la Plaza de España 223 . La actuación de la aviación es de<br />

absoluta necesidad hoy por la madrugada (estamos ya a<br />

siete). Nosotros <strong>com</strong>unicaremos por radio si es precisa su<br />

presencia y sobre dónde, diremos conviene tal o tales sitios<br />

y eso debe ser suficiente para entender. Necesitamos<br />

además que se nos envíe por medio de la aviación municiones<br />

que deben ser tiradas en el Casal Carlos Marx del<br />

Paseo de Gracia. Es de absoluta necesidad munición para<br />

fusil. Fusil ametralladora de los cargadores de media circunferencia<br />

para máquina Colt. Hay que avisar que en Sabadell<br />

está el Batallón de Montaña número 3 del Ejército<br />

sin armas por haber ido en descanso. Se trata de un gran<br />

batallón de absoluta confianza y que está pidiendo intervenir.<br />

Se le puede armar por avión, ya que el campo de<br />

aviación es nuestro y Sabadell también. Si no hay otra solución<br />

mejor hay que enviar armas nuestras al objeto de<br />

que este batallón más las fuerzas que puedan agruparse<br />

marchen sobre Barcelona cuanto antes. Insistir en hacer<br />

esto con urgencia. Insistir. Por lo demás todo bien con<br />

ánimos y seguros del triunfo a pesar de los grandes inconvenientes.<br />

Saludos fraternales. Del Barrio.”<br />

Presente Vidiella.- Dime cómo está situación frente<br />

y si has observado movimiento de tropas franquistas.-<br />

223 Todos los edificios señalados eran cuarteles y edificios en poder de la CNT. El cuartel<br />

de Pedralbes había sido bautizado “cuartel Bakunin”; en el cuartel de los Docks en<br />

Pueblo Nuevo estaban los miembros de la columna Durruti que acababan de regresar<br />

del frente de Madrid en espera de volver al Frente de Aragón; los Escolapios eran sede<br />

del Comité de Defensa del Centro que jugó un papel decisivo en la insurrección de mayo<br />

(que no fue sometido hasta que fue asaltado y cañoneado por las fuerzas del orden<br />

público y el PSUC en septiembre de 1937).<br />

297


Bien.- Tropas anarquistas y del POUM movilizaron<br />

esta mañana con cañones de artillería, camiones blindados<br />

y ametralladoras, parapetándose en Binéfar han conferenciado<br />

con un emisario del Teniente Coronel Reyes<br />

según se me ha <strong>com</strong>unicado a las seis de la tarde regresaba<br />

nuevamente al frente, no obstante no puedo asegurar si lo<br />

hacían en su totalidad. Esta tarde hemos interceptado una<br />

conferencia telefónica, Cuartel Albero, División Ascaso<br />

con Barbastro que decía: “Imposible dar golpe. Gobierno<br />

de Valencia nos ha ganado la mano mandando 200 camiones<br />

G.N., y tenemos que acatarlo porque además tiene<br />

las <strong>com</strong>unicaciones en sus manos”.- Creo que este mensaje<br />

que me has dado de parte Del Barrio debes <strong>com</strong>unicarlo.<br />

También por Hughes 224 al Teniente Coronel Reyes,<br />

campo aviación Lérida, pues éste se siente muy optimista<br />

y parece desconfía de la veracidad de nuestros <strong>com</strong>unicados,<br />

creyendo que son causa de nuestro nerviosismo, al<br />

tiempo él te podría informar mejor sobre las fuerzas que se<br />

han desplazado a Binéfar. Por mi parte la munición fusil,<br />

ya la he mandado al campo aviación. Pienso hacer igual<br />

con la otra, y si el Teniente Coronel no puede armar el Batallón<br />

Montaña en Sabadell. Remitiré yo los fusiles desarmando<br />

yo un batallón de los del frente. Todo está en la<br />

rapidez que emplee el Teniente Coronel, inmediatamente<br />

voy a ponerme en <strong>com</strong>unicación con él, pero desearía que<br />

primero lo hicieses tú.- La moral fuerzas es buena, nuestras<br />

<strong>com</strong>pañías de anti anarquistas están esperando el poder<br />

demostrar que son marxistas. Saludos.<br />

Enterado, <strong>com</strong>unicaré con Comorera eso de Reyes<br />

y si lo creo oportuno celebraré conferencia con Lérida.<br />

224 Marca de la máquina que envía los teletipos.<br />

298


Fotografía de la portada: La Brecha de San Pablo. Barricada<br />

levantada el 19 de julio de 1936 por el sindicato de la madera y el<br />

<strong>com</strong>ité de defensa de Pueblo Seco frente a El Molino, en el<br />

Paralelo. Foto del Fons Brangulí del ANC.

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