Mensajes de Nuestra Señora de la Preciosísima Sangre (2006-2007)

Hoy se darán muchas sanaciones durante la oración; esto es porque Dios los quiere mucho y
sólo quiere tocar a Sus hijitos. Actualmente, el mundo se ve oscuro por el paganismo, la
brujería, el Vudú, los abortos, la avaricia de las corporaciones y todas las herramientas del
infierno. Pero créanme como se los estoy diciendo hoy, Mi Triunfante Corazón ganará.
Dios Padre organizará personas como ustedes que sean místicas. Una persona mística es
aquella que tiene una relación grande con Dios y ayuda a enmendar a otras personas. Cuando
sean sanados, cuando los bendigan, cuando amen a Dios compártanlo con aquellas personas
que no tienen nada.
La peor pobreza es la que tienen ustedes aquí en los Estados Unidos; la pobreza sicológica, el
abandono y la depresión de la soledad. La gente en los países pobres tiene a sus familias, son
ricos porque lo que tienen siempre estará con ellos. Las personas que buscan poder y dinero,
se les preguntará, qué han hecho por sus hermanos, con los Mandamientos. ¿Has amado a tu
hermano como a ti mismo? ¿Has amado a tu vecino que te odia?
Derramaré Gracias en cada uno de ustedes en este tiempo hasta la Epifanía, sanando a
sus familiares del alcohol, las drogas y todo aquello que perturba la mente, para que estén
despiertos y estén bien con Dios. El año 2008 será Mi año. Nunca es tarde; estaré por
todo el mundo.
Quiero que piensen en la persona que más les desagrada en esta Tierra. Cuando vengan a
comulgar, pongan a esa persona en sus corazones y en el momento de recibir la
Eucaristía díganle: ‘Yo te perdono’. No se pueden imaginar las Gracias que recibirán
por hacer esto.
Los quiero a ustedes y a todos en sus familias. Estoy feliz de estar aquí, estoy feliz de poder
venir y amarlos.
Junto con Mi Niño de Belén, les doy las gracias por escuchar Mi llamado.”
Palabras del Padre Thomas:
La Virgen estaba vestida como Nuestra Señora de la Preciosísima Sangre. Se veía como la
imagen en Washington. Estaba con el Santo Padre Pío y el Padre Seelos, caminaban por este
cuarto, tocándolos y bendiciéndolos a todos, con tanto amor que no se pueden imaginar.
Estaba muy feliz de ver a tanta gente hoy. Estaba sobre una nube azul, luz celeste a Su
alrededor, con Su bello vestido y Su velo. Detrás de Ella estaba la Santísima Trinidad, que
impartía rayos de Luz a Su Corazón y del de Ella a los de ustedes. Esta noche han sido muy
bendecidos.
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