16.05.2013 Views

el santo rosario meditado libro pdf - Caminando con Maria

el santo rosario meditado libro pdf - Caminando con Maria

el santo rosario meditado libro pdf - Caminando con Maria

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

SANTO ROSARIO MEDITADO<br />

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant<br />

www.buzoncatolico.com<br />

Entonces Ana, preparÛ una ambientaciÛn de extraordinaria alegrÌa<br />

para recibir a JoaquÌn, su esposo amado, sin dejar de entonar salmos de<br />

agradecimiento a Dios, y acompasados <strong>con</strong> <strong>el</strong> latir de su corazÛn, <strong>el</strong> cual no<br />

disimulaba su animada excitaciÛn d<strong>el</strong> gozo placentero de la noticia.<br />

JoaquÌn, llegÛ a casa emocionado por tan grato a<strong>con</strong>tecimiento, <strong>con</strong> los brazos<br />

extendidos hacia Ana, <strong>el</strong>la al verlo venir, no pudo esperar en la puerta, corriÛ hasta<br />

Èl, se abalanzÛ sobre su cu<strong>el</strong>lo, diciendo; ì JoaquÌn ahora veo que Dios me ha<br />

bendecido copiosamente, pues deje de ser estÈril, voy a <strong>con</strong>cebir en mi seno.ª,<br />

juntos bendiciendo Dios, y extendiendo sus manos hacia EL, entraron en casa, las<br />

puerta d<strong>el</strong> hogar resplandecÌa como nunca.<br />

Luego de reposar, JoaquÌn vio como sus pastores c<strong>el</strong>ebraban <strong>con</strong> emocionada<br />

alegrÌa la visita d<strong>el</strong> ¡ng<strong>el</strong> mensajero de Dios, y no dejaban escapar <strong>el</strong> perfumado<br />

aire que se respiraba, presintiendo la presencia de Dios, entonces JoaquÌn, les<br />

mandÛ a que le trajeran diez corderitos hembra, sin mancha, diciendo; ´Y Èstas,<br />

ser·n para <strong>el</strong> SeÒor Diosª, luego mando por doce terneras de leche y les<br />

encomendÛ; ´Y Èstas, ser·n para los sacerdotes y <strong>el</strong> sanedrÌnª; y, finalmente, cien<br />

cabritos para todo <strong>el</strong> pueblo.<br />

Pasado ya los meses que habÌa que esperar, Ana, le manifestÛ a JoaquÌn que<br />

habÌa que preparar la casa, este poso su cabeza sobre <strong>el</strong> vientre de Ana, y<br />

exclamÛ, ´Se respira perfume de ·ng<strong>el</strong>es, esta por nacer, alabado sea Diosª<br />

Toda la casa estaba agitada, JoaquÌn mando por leÒa, habÌa que temperar <strong>el</strong> hogar,<br />

las hermanas y cuÒadas, llegaban a casa, una preparÛ de comer, otra una suave<br />

cama en <strong>el</strong> piso, otras atendÌan y animaban la futura madre, alguien se atreviÛ a<br />

decir, ìLos ¡ng<strong>el</strong>es de Dios est·n cuidando la casa, lo presientoî, los pastores<br />

acercaron <strong>el</strong> rebaÒo y se sentaron cerca en las afueras, silenciosos en espera de oÌr<br />

<strong>el</strong> llanto amoroso d<strong>el</strong> reciÈn nacido.<br />

En un instante, <strong>el</strong> silencio reinÛ por todo <strong>el</strong> lugar, y en los emocionados brazos de<br />

la comadrona una reciÈn nacida le abre sus ojos, hace un gesto de sonrisa y estalla<br />

en llanto, <strong>el</strong>la agitada y f<strong>el</strong>iz grita, una niÒa, es una niÒa.<br />

Ana la recibe en sus brazos y deja a su reciÈn nacida sobre su pecho, exclamando<br />

que hermosa flor, °OH! Dios, haz que sea la m·s hermosa de tu jardÌn.<br />

Tres aÒos han pasado, la niÒa juega f<strong>el</strong>iz <strong>con</strong> sus padres, JoaquÌn prepara unas<br />

cand<strong>el</strong>as, es tiempo de ir al templo, pide la asistencia de unas donc<strong>el</strong>las sin<br />

mancilla, les pide que enciendan las cand<strong>el</strong>as, y les acompaÒen, hay que llevar la<br />

niÒa, para que su corazÛn no sea cautivado por alguna cosa fuera d<strong>el</strong> templo de<br />

Dios.<br />

12

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!