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PDF - Revista Rebeldía

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Somos los de La Kurva<br />

“Somos punks del norte del Estado de México, aquí<br />

convergemos punks de Atizapunk, Nicolás Romero y<br />

otros lugares. Creemos en las formas de organizarse<br />

de manera autogestiva. Hacemos pizzas, bueno por<br />

el momento el horno está descompuesto, un taller de<br />

serigrafía y otro de carpintería desde hace tres años.<br />

Asimismo, proyectamos películas, realizamos pláticas<br />

contra el neoliberalismo, tenemos el fanzine La<br />

Kurva y otros fanzines más”. Esa fue parte de su<br />

intervención en la reunión preparatoria de La Otra<br />

Campaña, realizada en Chiapas en agosto de 2005.<br />

La respuesta de Alejandro y Loko a la pregunta<br />

¿quiénes son los del colectivo La Kurva? fue: “Primero<br />

que nada, somos un grupo de amigos”. La larga y gran<br />

amistad que los vincula y las ganas que tienen de estar<br />

y trabajar juntos, es de lo primero que hablan. De su<br />

amistad surgió la necesidad de hacerse de un espacio<br />

que les permitiera verse, juntarse, platicar, divertirse<br />

y trabajar. Aunque les ha costado trabajo mantenerlo,<br />

por la dificultad de sostener la renta, han decidido, a<br />

costa de mucho trabajo, continuar con él. El local los<br />

mantiene juntos y los hace colectivo. “Es un punto de<br />

encuentro para la banda”, afirma Alejandro.<br />

Loko señala que al gobierno no le interesa abrir espacios<br />

para los jóvenes, porque los quiere aislad@s y<br />

desorganizad@s. Ante esto, ellos decidieron mantenerse<br />

juntos y activos fortaleciendo su relación comunitaria.<br />

“Las relaciones son muy individualistas y egoístas<br />

en esta sociedad, nosotros creemos que es importante<br />

generar un espacio en donde la gente pueda llegar a<br />

convivir y donde haya como un modo, una manera de<br />

expresarte libremente. Es la necesidad de los espacios,<br />

no hay que pedirlos al gobierno, hay que tomarlos, aunque<br />

cuesta, es mejor eso que andar mendigando a quien<br />

nada le interesan los jóvenes, y menos organizad@s”.<br />

Antes de tener el local, varios de ellos hacían<br />

actividades juntos y las convocaban bajo el nombre<br />

de RIVAL (Red de Información Voces Autónomas<br />

Libertarias). Desarrollaban trabajos de difusión de la<br />

cultura punk o actividades contra la represión. En varias<br />

ocasiones, coordinaron trabajos a nivel regional<br />

y nacional con otros colectivos punks y anarquistas<br />

que conformaban la red, la cual abarcaba los estados<br />

de Nuevo León, Sinaloa, Jalisco, Querétaro, Oaxaca,<br />

Estado de México, Distrito Federal, entre otros. Ya con<br />

el local, su actividad se centró en ese espacio y la gente<br />

los empezó a llamar “los de la curva”, porque está ubicado<br />

cerca de una parada con el mismo nombre, donde<br />

obviamente hay una curva muy pronunciada. La RIVAL<br />

se transformó en la Coordinadora Libertaria y, a ellos y<br />

a su local, se les quedó el nombre de La Kurva.<br />

Por el colectivo han pasado muchos, unos se van y<br />

otros llegan, ahora son cerca de diez jóvenes. En el local,<br />

llevan ocho años haciendo actividades culturales,<br />

políticas y de convivencia. Talleres de formación política,<br />

video debates, talleres de manualidades —como<br />

globoflexia—, pláticas sobre la cultura punk, pláticas<br />

sobre la Sexta Declaración, talleres de serigrafía, de<br />

software libre y tocadas, a las que llega la gente no sólo<br />

a escuchar al grupo, sino también a mostrar las cosas<br />

que produce y sus fanzines para vender o intercambiar.<br />

Por la diversidad de la propuesta, al espacio no sólo<br />

ha llegado la banda punk, también se han sentido convocadas<br />

las señoras del barrio. Además, el local se ha<br />

abierto y se abre para que otros colectivos y personas<br />

realicen sus propias actividades.<br />

En los últimos meses, la actividad en el local ha<br />

disminuido, aunque seguían atentos de estar juntos y<br />

de mantener sus lazos fraternos. En estos momentos,<br />

el colectivo se está reestructurando para desarrollar<br />

nuevos talleres y seguirle dando vida pública a ese espacio.<br />

También están por continuar con la publicación<br />

del fanzine, proyecto que dejaron de realizar. Salieron<br />

a la luz cuatro números, del 0 al 3. Después de dos<br />

años, está en proceso el 4. Desde sus inicios, la banda<br />

punk ha promovido la difusión de su cultura a través<br />

de estas publicaciones. Dice Loko que antes circulaban<br />

muchos fanzines y ahora la ola tecnológica, “en<br />

donde todos quieren estar en el internet, hace de lado<br />

el interés por ellos”. En el fanzine retratan su pensamiento<br />

contra el sistema y la opresión, retratan su<br />

modo de vida, es su medio de difusión y desean seguir<br />

repartiéndolo entre la gente que tenga interés en leerlo<br />

y así escuchar, como dicen los zapatistas, su modo.<br />

El punk no es destrucción, es tomar el control de<br />

tu vida<br />

“Nosotros somos punks. Hay quien dice que el punk<br />

está muerto, que el punk no existe o que el punk ha


sido domesticado, y nosotros decimos que no. Que<br />

seguimos luchando, que es nuestro modo de vida.<br />

Tantos años nos ha costado aprender y desarrollar lo<br />

que somos ahora, que no tan fácil vamos a volver a la<br />

vida que el sistema impone, una vida egoísta, aislada,<br />

que sólo genera individuos competitivos, al servicio<br />

del sistema… del capitalismo”, dice el Loko.<br />

El punk inició como un movimiento contra la<br />

“buena” música que sonaba en las radios en los años<br />

setenta, poco a poco fue tomando la forma de un movimiento<br />

ideológico. En sus primeras manifestaciones,<br />

el punk buscaba incomodar a lo establecido, era<br />

lo opuesto al “buen gusto”, la moral y la tradición. Sus<br />

canciones y su modo de vestir transgredían con el fin<br />

de liberarse de los estigmas sociales. A finales de los<br />

setenta, con la aparición del “hardcore”, el punk retoma<br />

un posicionamiento político más claro, en donde la<br />

conciencia de la situación política, social y económica<br />

empezó a ser el punto de partida para tomar acciones<br />

autónomas y autogestivas en contra del sistema, en<br />

contra del autoritarismo y por la libertad. Su ser rebelde<br />

se hizo social y está presente desde entonces.<br />

Para el Loko, el punk “es un modo de ser, el punk<br />

rompe con muchas barreras, crea individuos libres, inspira<br />

para que la gente tome el control de su vida. Luchar<br />

contra el control que existe es luchar por tener el control<br />

de ti mism@ y hacer lo que tú quieres”. En sus<br />

primeros años, el punk tenía como premisa básica que<br />

no había futuro, esta idea surgió de la canción “Dios<br />

salve a la reina”, de los británicos “The Sex Pistols”.<br />

No hay futuro, porque el futuro no existe, existimos<br />

nosotros. Ante esto, se hizo necesario y urgente que las<br />

personas asumieran las riendas de su vida en todos los<br />

sentidos. “Ser una mejor persona y mostrar a otros que<br />

es posible vivir de otra manera. Puedes vestir diferente<br />

o puedes vestirte como cualquier persona, pero lo que<br />

hace la diferencia es cómo piensas, cómo desarrollas<br />

tu vida y cómo contribuyes para que otra gente tome el<br />

control de sus acciones, se organice y luche por crear<br />

formas de andar más alternativas”.<br />

Para Alejandro, mucho de lo que ha aprendido lo<br />

ha adquirido al introducirse a la vida punk. El punk es<br />

“aprender a ser uno mismo”, dice. “El punk te enseña<br />

a luchar contra muchas cosas, pero también te enseña<br />

a luchar contra ti mismo. Me ha enseñado a romper<br />

con prejuicios”. En el Manifiesto Punk, escrito por<br />

Greg Graffin, se lee: “L@s Punks aprenden... que los<br />

PREJUICIOS están equivocados, este es el principio<br />

mediante el que ell@s rigen sus vidas; ell@s no lo<br />

aprendieron de un libro de texto. Sin el afán por entender<br />

y cuestionar las creencias mantenidas, la verdad<br />

permanece cubierta detrás de la costumbre, la inactividad,<br />

y la ideología dominante”.<br />

Aprender a ser un@ mism@ es no conformarse<br />

con lo que ya está establecido; es no repetir los conceptos<br />

imperantes; es cuestionar; es rechazar los dogmas;<br />

es revisarse constantemente y decidir a partir de<br />

esa revisión crítica hacia dónde quieres ir; es expresar<br />

tus opiniones; es buscar tu verdad y cuestionar la idea<br />

de que existe una única verdad. Es “romper con todos<br />

los vicios que el sistema te ha dado y aprender a hacer<br />

las cosas por ti mism@”.<br />

El punk, aunque en esencia se mantiene, ha ido<br />

transformándose y revolucionando a los tiempos y lugares<br />

actuales. Nos comparte Loko que, actualmente,<br />

se están desarrollando actividades de difusión de la cultura<br />

punk y que “se está mirando cómo era la escena en<br />

cada tiempo y lo que estamos haciendo ahora es buscar<br />

amistad, mejor convivencia y crear comunidad entre los<br />

mismos punks” de diferentes generaciones. “Queremos<br />

generar el sentido de comunidad y trabajar sobre eso,<br />

para desarrollar cosas mejores entre nosotr@s”.<br />

Con ejemplos, Alejandro nos platica de la solidaridad<br />

que se practica en la escena punk y también<br />

señala: “El punk es coto, no dice vuélvete un mártir<br />

de la revolución, no. Te enseña a hacer una lucha<br />

divertida”. Para ellos, el “punk no es droga, no es<br />

vandalismo, no es destrucción, aunque hay personas<br />

que lo hacen, eso son personas en sí. El punk es una<br />

alternativa, de ahí que cada quien lo tome y lo desarrolle”.<br />

En el local no se toma alcohol, ni se permiten<br />

las drogas. Algunos punks que los visitan no están de<br />

acuerdo, dice Loko. “Creen que no se debe prohibir,<br />

nosotros decimos que no estamos prohibiendo, que<br />

estamos mostrando lo que somos. Nosotros no tomamos,<br />

no fumamos. No queremos proyectarle a la<br />

gente una buena imagen, no. Esto es lo que somos,<br />

queremos que la gente nos vea como somos”.<br />

Y sentencia a la gente que los critica —quienes<br />

han llegado incluso a acusarlos de capitalistas por cobrar<br />

15 ó 20 pesos en una tocada, con el fin de juntar<br />

para la renta—: “la crítica será válida si quien la hace


ha tomado el control de su vida, si construyen ejemplos<br />

de organización que podamos compartir, unidad<br />

que podamos establecer. A ellos, los vamos a escuchar.<br />

Si la crítica viene de alguien que nada hace, para<br />

nosotros son críticas al aire”.<br />

A los integrantes de La Kurva, así les acomoda<br />

mejor: hacer su espacio a su modo. Cuando no se<br />

hicieron caso, estuvieron a punto de perder el local.<br />

Ellos sienten que muchos espacios se han perdido por<br />

eso: el alcohol y las drogas. No permitirlos en el local<br />

fue una decisión que tomaron después de que en un<br />

evento, unos chavos tomaron, se pelearon e hicieron<br />

un escándalo. Ante eso, el barrio estaba pensando recolectar<br />

firmas para correrlos. Desde entonces, dijeron<br />

que el espacio funcionaría como ellos son. Eso les<br />

ha permitido “ganar la simpatía de la gente del barrio,<br />

porque sabe que ahí no se permiten ese tipo de cosas.<br />

Pasa la gente y ve que nadie toma ni se droga. Nos<br />

hemos sabido ganar su afecto”, nos dice Alejandro.<br />

La Kurva, una comunidad libre<br />

“Los punks, históricamente, hemos estado más del<br />

lado de las tendencias autónomas. Hay quien se denomina<br />

anarkopunk, hay quien se denomina anarquista.<br />

Nosotros somos punks que tomamos ideas del pensamiento<br />

autónomo libertario y buscamos llevarlo a la<br />

práctica”. La alternativa al capitalismo es la generación<br />

de comunidades libres y los punk de La Kurva<br />

no sólo las promueven, también las desarrollan. ¿Qué<br />

más radical y antisistémico que la posesión de tus medios<br />

de producción? Hace cuatro meses, iniciaron con<br />

GrafiKurva, su imprenta.<br />

La imprenta fue respuesta a un problema que su<br />

colectivo vivió: la necesidad de buscar trabajo para<br />

solucionar la sobrevivencia, llevó a<br />

que los compañeros ya no tuvieran<br />

tiempo de responder a sus compromisos<br />

colectivos. Eso llevó a La<br />

Kurva a un reflujo que se reflejó en<br />

la disminución de actividades en<br />

su local. La necesidad de crear su<br />

propio trabajo fue imperante y lo<br />

discutieron. No era la primera vez<br />

que impulsarían un proyecto autogestivo,<br />

desde hace varios años, en<br />

diciembre, se juntan para trabajar imprimiendo bolsas<br />

y calendarios. La idea era hacerlo permanente. Sólo<br />

dos se arriesgaron y con optimismo dicen que poco a<br />

poco irán viendo los resultados de su trabajo, con la<br />

intención de sumar a más compañeros a la propuesta,<br />

la idea es seguir generando trabajo y economía local<br />

para la banda, asegura Alejandro.<br />

Se aventaron, pidieron un préstamo y montaron la<br />

imprenta. Como dice Alejandro, se negaron a trabajar<br />

en una fábrica, se negaron a ser explotados. “Tienes<br />

que estar 10 o 12 horas en la fábrica y si faltas, al día<br />

siguiente te regresan, te castigan tres días y te descuentan.<br />

Si te pagan 500 pesos, sales con 200 pesos en la semana.<br />

Te gastas 150 de pasajes, pues ya no hiciste nada.<br />

Y tu familia ¿qué?, y si tienes hijos ¿qué?”. Ambos<br />

piensan a la imprenta como un proyecto anticapitalista<br />

que construye un trabajo con principios cooperativos<br />

y no competitivos, que poco a poco va resolviendo su<br />

problema de empleo y les permite seguir desarrollando<br />

sus actividades políticas y contraculturales.<br />

“La sociedad está muy aislada, porque están atrapados<br />

en el sistema económico, en el capitalismo.<br />

Para romperlo hay que generar alternativas, donde<br />

uno pueda desarrollarse mejor como persona. Si vas<br />

a una fábrica acabas mal, estresado, enredado en la<br />

situación que el sistema te impone. Lo que buscamos<br />

en el trabajo es tener una mejor relación, tener tiempo<br />

para desarrollar otras actividades, que generemos<br />

economía entre amigos y que esa economía funcione<br />

además para desarrollar otros proyectos. Una lucha,<br />

para que crezca, necesita que seamos solidarios, brindarnos<br />

apoyo entre todos y entre todos crear cosas<br />

mejores de cómo ahora se dan”, comenta Loko.<br />

El punk hecho práctica, el “hazlo por ti mismo”,<br />

es su vivencia en su imprenta.


Sabemos cómo queremos luchar<br />

La cercanía que tienen los integrantes de La Kurva con<br />

el zapatismo se remonta a 1994. Desde que se conoció<br />

la Primera Declaración de la Selva Lacandona, se identificaron<br />

con el movimiento. Loko comenta: “Desde<br />

ahí hemos estado desarrollando muchas cosas, no sólo<br />

cuando hay llamados del EZLN. En el transcurso del<br />

tiempo, hemos desarrollado actividades promoviendo<br />

el movimiento zapatista, hablando de él y de cómo se<br />

desarrolla. Reivindicándolo porque nos parecen muy<br />

buenas todas sus propuestas. Para nosotros, generar<br />

comunidades libres es muy importante, no sólo en<br />

México sino en todo el mundo. El zapatismo es lo más<br />

fuerte y real en crear comunidades autónomas, aunque<br />

en otras regiones también existen. Entonces, nos parece<br />

muy bueno continuar solidarios con los zapatistas y con<br />

las comunidades libres que, a pesar de la difamación<br />

y de la mentira de los grupos de poder (medios de comunicación,<br />

partidos políticos, militares, paramilitares,<br />

gobernantes, etcétera) se mantienen ejerciendo esa lucha<br />

por ser quien son, sin dar marcha atrás en la defensa<br />

de su autonomía y su libertad. Aprender de ellos es de<br />

verdad importante, porque nos enseñan con dignidad<br />

cómo se debe vivir y defender la manera de vivir”.<br />

Cuando salió la Sexta Declaración, la leyeron, comentaron<br />

y decidieron entrarle. Comparten la idea de<br />

que el neoliberalismo ha ido destruyendo las culturas<br />

y se hace necesario hermanar las luchas, para juntos<br />

destruirlo creando alternativas. Cuenta Alejandro que<br />

cuando se realizaron las asambleas de coordinación<br />

DF-Estado de México le entraron de lleno, pero como<br />

estado decidieron separarse. Una de las razones fundamentales<br />

fue que, a pesar de estar juntos, la vida en<br />

el estado es diferente. Pone como ejemplo el pasaje:<br />

“en el DF el mínimo es de 2.50 pesos y en el estado<br />

el mínimo es de 4.50. No es lo mismo vivir en el DF<br />

que en el Estado de México”.<br />

La Otra Campaña en el Estado de México se dividió<br />

en tres zonas, a ellos les corresponde la región<br />

dos. Su coordinación sigue trabajando, aglutina a<br />

colectivos e individuos que pertenecen a Zumpango,<br />

Ecatepec, Tlanepantla, Cuautitlán, Nicolás Romero,<br />

Atizapán, Naucalpan y otros municipios. Después<br />

de la provocación y hostigamiento que sufrieron<br />

los compañeros zapatistas el 4 de junio, esa región<br />

—como lo han hecho varios compañeros de La Otra<br />

Campaña— denunció públicamente los ataques y<br />

exigió alto a las provocaciones. Los compas de La<br />

Kurva dicen que ahora son pocos, pero los que están,<br />

superaron la “fiebre zapatista y están convencidos de<br />

cómo quieren luchar, no buscan que alguien les diga<br />

qué hacer y siguen desarrollando su trabajo”.<br />

Antes lo hicieron para preparar la visita de la<br />

Caravana a su región, coordinándose estatalmente.<br />

Después, para discutir los seis puntos. Y ahora, tienen<br />

la certeza de que el Programa Nacional de Lucha se<br />

tiene que ir construyendo de abajo para arriba, primero<br />

estructurando planes locales, luego regionales, hasta<br />

llegar a un plan nacional. No tienen la respuesta de<br />

cómo participar en ello, y formulan una crítica a ellos<br />

y a la región: no tenemos, dicen, “un plan para salir a<br />

trabajar con la gente, con el barrio. Nos hace falta más<br />

acercamiento con ellos”. Esto les plantea como horizonte<br />

acercarse más a su barrio, conocer sus problemas<br />

y trabajar en la solución colectiva y desde abajo.<br />

Los colectivos de la región ahora se conocen y se<br />

identifican. Van desarrollando y fortaleciendo su trabajo,<br />

“de alguna manera eso sirve como ejemplo para que<br />

otra gente se inspire”, dice Loko. Ambos reconocen<br />

que no todos a los que aglutinó la Sexta Declaración<br />

en su región estuvieron dispuestos a dejar vicios del<br />

pasado, que en estos tiempos sólo muestran su falta de<br />

ganas de ser libres, pero también reconocen que los que<br />

quedan son gente que han luchado y seguirán haciéndolo<br />

con honestidad. Todos caminan localmente con la<br />

convicción de saberse integrados a La Otra Campaña<br />

y desde su región buscan la forma de que esa red, ese<br />

movimiento, funcione. La creación de comunidades<br />

autónomas, la solidaridad y articulación de las luchas<br />

es el camino que hay que andar en esta lucha contra el<br />

neoliberalismo, dicen los compas de La Kurva.<br />

Son punks y son de La Otra. “Nos vemos en la<br />

lucha antineoliberal y los esperamos en este espacio<br />

punk”, dijeron al despedirse, en 2005, en la reunión<br />

preparatoria. Ahora, en junio de 2008, dijeron a<br />

<strong>Rebeldía</strong>: “Cuando quieran vuelvan, estamos convencidos<br />

de lo que queremos… Aquí vamos a estar”. <br />

Para comunicarse con el colectivo La Kurva escribir a:<br />

kurvapunk@resist.ca / grafikurva@riseup.net o visita la página<br />

web que está en restructuración: http://espora.org/kurvapunk

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