Algunos mitos y leyendas sobre “ir al Psicólogo” - Estudiobase.com.ar
Algunos mitos y leyendas sobre “ir al Psicólogo” - Estudiobase.com.ar
Algunos mitos y leyendas sobre “ir al Psicólogo” - Estudiobase.com.ar
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Algunos</strong> <strong>mitos</strong> y <strong>leyendas</strong> <strong>sobre</strong> <strong>“ir</strong> <strong>al</strong> <strong>Psicólogo”</strong><br />
Publicado origin<strong>al</strong>mente el 07/06/2010 en http://victor-spinelli.blogspot.<strong>com</strong><br />
<strong>Algunos</strong> <strong>mitos</strong> y <strong>leyendas</strong> <strong>sobre</strong> <strong>“ir</strong> <strong>al</strong> <strong>Psicólogo”</strong><br />
Por Víctor Spinelli<br />
Los psicólogos- <strong>sobre</strong> todo los psicoan<strong>al</strong>istas- no tenemos buena prensa, esto no es<br />
un secreto. No digo que ocurra con todos los profesion<strong>al</strong>es, pero existe en el aire<br />
una extraña tensión, <strong>com</strong>o una suerte de vapor que hace que el sentido <strong>com</strong>ún<br />
siempre esté a la mano <strong>com</strong>o herramienta implacable de refutación ante la primera<br />
ap<strong>ar</strong>ición del prefijo psi.<br />
Lejos de intent<strong>ar</strong> luch<strong>ar</strong> contra esto, me interesa tan sólo acl<strong>ar</strong><strong>ar</strong> <strong>al</strong>gunas<br />
cuestiones, <strong>mitos</strong> diría, acerca de la labor del psicólogo. Mitos misteriosamente<br />
edificados <strong>sobre</strong> la extraña y escurridiza idea del sentido <strong>com</strong>ún. Ojo, esto no<br />
excluye la existencia de profesion<strong>al</strong>es que día a día se esfuerzan por hacer su<br />
trabajo lo suficientemente m<strong>al</strong> <strong>com</strong>o p<strong>ar</strong>a degrad<strong>ar</strong> hasta lo impensado la<br />
profesión. Quiero decir, psicólogos que dan razones sobradas p<strong>ar</strong>a que la gente<br />
dude de ellos y de la profesión en gener<strong>al</strong>... aunque no todos los profesion<strong>al</strong>es<br />
seamos de la misma c<strong>al</strong>aña.<br />
Por otra p<strong>ar</strong>te, es interesante destac<strong>ar</strong> que el sentido <strong>com</strong>ún es el que dice, por<br />
ejemplo, que si uno se encuentra en una relación amorosa poco feliz, que hace<br />
sufrir, lo más razonable sea s<strong>al</strong>ir de <strong>al</strong>lí, dado que el amor es p<strong>ar</strong>a disfrut<strong>ar</strong>lo y no<br />
p<strong>ar</strong>a sufrirlo, <strong>com</strong>o dicen. Lo curioso es que la imposibilidad de hacerlo es una-<br />
entre otras- de las más frecuentes causas que llevan a consult<strong>ar</strong> a un psicólogo:<br />
"yo sé que me hace m<strong>al</strong>, pero no puedo dej<strong>ar</strong>lo/a", por ejemplo.<br />
Tomando este tipo de ejemplos he intentado elabor<strong>ar</strong> una pequeña explicación de<br />
<strong>al</strong>gunos <strong>mitos</strong> con relación <strong>al</strong> "ir <strong>al</strong> psicólogo" que muchas veces hacen que lo<br />
evitemos, evitando así también poder mejor<strong>ar</strong> y vivir de manera independiente y<br />
responsable.<br />
“El psicólogo está siempre c<strong>al</strong>lado, nunca me dice nada o sólo dice 'ajam' ”<br />
Es cierto, los psicoan<strong>al</strong>istas pasamos l<strong>ar</strong>gos ratos c<strong>al</strong>lados, no puedo neg<strong>ar</strong>lo… y me<br />
pone orgulloso no neg<strong>ar</strong>lo, y esto por una razón simple: si los psicoan<strong>al</strong>istas nos<br />
quedamos c<strong>al</strong>lados, es porque en ese momento estamos escuchando.<br />
Los humanos tenemos una extraña y <strong>com</strong>pulsiva tendencia a opin<strong>ar</strong>, siempre,<br />
acerca de cu<strong>al</strong>quier cosa, sin import<strong>ar</strong> qué tenga el otro p<strong>ar</strong>a decir. Y bien: el<br />
psicólogo hace el esfuerzo de c<strong>al</strong>l<strong>ar</strong>se la boca y escuch<strong>ar</strong>. Y resulta curioso que un<br />
paciente se queje: se queje de ser escuchado, <strong>sobre</strong> todo cuando en muchos casos<br />
(diría en la mayoría) la problemática que se trae <strong>al</strong> consultorio tenga que ver<br />
exactamente con eso: "mi m<strong>ar</strong>ido no me escucha, "mis hijos no me prestan<br />
atención", "mis padres nunca me tuvieron en cuenta", etc. En resumen: que no es<br />
escuchado por los demás. Y bien, el consultorio del psicoan<strong>al</strong>ista es un lug<strong>ar</strong><br />
privilegiado donde de hecho la regla princip<strong>al</strong> es que el paciente hable, p<strong>ar</strong>a que<br />
nosotros podamos escuch<strong>ar</strong>los ¿Con qué objetivo? El de conocer bien <strong>al</strong> paciente,<br />
p<strong>ar</strong>a que cuando hablemos lo hagamos con conocimiento de causa, y no digamos<br />
cu<strong>al</strong>quier cosa. No se trata de un profesion<strong>al</strong> que nunca dice nada, sino de un<br />
profesion<strong>al</strong> que escucha atenta y detenidamente p<strong>ar</strong>a habl<strong>ar</strong> cuando sea pertinente.<br />
Un profesion<strong>al</strong> que se encuentra 100% atento a lo que el paciente tiene p<strong>ar</strong>a decir.<br />
Un espacio que le pertenece a la p<strong>al</strong>abra del paciente.<br />
“El psicólogo me dice cu<strong>al</strong>quier cosa”<br />
No voy a neg<strong>ar</strong> tampoco que muchos profesion<strong>al</strong>es hacen una c<strong>ar</strong>rera del decir<br />
b<strong>ar</strong>b<strong>ar</strong>idades, en cu<strong>al</strong>quier momento y lug<strong>ar</strong>: “hay de todo”, <strong>com</strong>o se dice. Pero<br />
esto no quiere decir ni que sea la regla, ni que sea la manera correcta de hacer las<br />
cosas.<br />
Pero en este mito en p<strong>ar</strong>ticul<strong>ar</strong> no me refiero a los profesion<strong>al</strong>es boca floja, sino a<br />
las intervenciones pertinentes y hasta acertadas que en muchos casos generan esto<br />
de que “el psicólogo me dice cu<strong>al</strong>quier cosa”. Muchos lo saben, ese “decir cu<strong>al</strong>quier<br />
cosa” lo llamamos “interpretación”, lo cu<strong>al</strong> puede tener el sentido de traducción,<br />
1
<strong>Algunos</strong> <strong>mitos</strong> y <strong>leyendas</strong> <strong>sobre</strong> <strong>“ir</strong> <strong>al</strong> <strong>Psicólogo”</strong><br />
Publicado origin<strong>al</strong>mente el 07/06/2010 en http://victor-spinelli.blogspot.<strong>com</strong><br />
traducción de un jeroglífico que viene codificado en las p<strong>al</strong>abras del que habla<br />
frente a nosotros. Muchas veces estas traducciones son chocantes p<strong>ar</strong>a el paciente,<br />
quien se puede sentir atacado. Y voy a hacer una traducción de este “atacado”:<br />
quiero decir “desnudado”. Les recuerdo que <strong>com</strong>o psicoan<strong>al</strong>istas estamos<br />
entrenados p<strong>ar</strong>a escuch<strong>ar</strong> atentamente, hil<strong>ar</strong> bien fino, confiando en que lo que el<br />
paciente dice no son puros disp<strong>ar</strong>ates, sino que por <strong>al</strong>go lo dice. Y si nos hemos<br />
tomado el tiempo y trabajo de escuch<strong>ar</strong> cuidadosamente y hemos tenido la<br />
paciencia neces<strong>ar</strong>ia es probable que a la l<strong>ar</strong>ga, <strong>al</strong>go de cierto haya en nuestras<br />
p<strong>al</strong>abras.<br />
“Yo no creo en la psicología”<br />
Es bueno acl<strong>ar</strong><strong>ar</strong> que ni la psicología en gener<strong>al</strong>, ni el psicoanálisis en p<strong>ar</strong>ticul<strong>ar</strong>, se<br />
tratan de religiones o de sistemas de creencias. P<strong>ar</strong>afraseando a Freud, “no es<br />
neces<strong>ar</strong>io que ud. crea en el psicoanálisis, puede no hacerlo, pero lo que sí le voy a<br />
pedir es que me diga todo lo que le pase por la cabeza…”. En efecto, no se trata de<br />
un sistema de creencias, ni de una teoría, ni de un dogma (aunque cl<strong>ar</strong>o, existen<br />
los que así lo entienden). Se trata de un hacer, de las acciones en juego: una<br />
praxis. En definitiva, el paciente est<strong>ar</strong>á en contacto con lo que ocurra en la sesión,<br />
con las experiencias vividas en ella… y por ese camino, con sus resultados.<br />
Si elegimos el camino de la creencia, creer o no en la psicología sería equiv<strong>al</strong>ente a<br />
creer o no en el s<strong>al</strong>to con g<strong>ar</strong>rocha o en el atornill<strong>ar</strong>. En todo caso, se trata tan sólo<br />
de creer que en las p<strong>al</strong>abras, en las simples p<strong>al</strong>abras, hay <strong>al</strong>go más que simples<br />
p<strong>al</strong>abras.<br />
“Desde que empecé a ir <strong>al</strong> psicólogo estoy peor que antes”<br />
Cuando tenemos un baúl lleno de porquerías, mientras esté cerrado esas<br />
porquerías no van a gener<strong>ar</strong> ningún tipo de problema. Incluso el baúl puede ser<br />
digno de elogios, por su preciosa terminación, por el hermoso acabado y lustrado,<br />
por sus delicados herrajes. Ahora bien, si un día después de mucho tiempo<br />
decidimos abrirlo p<strong>ar</strong>a hacer limpieza, no sería r<strong>ar</strong>o que el polvo vuele por el aire<br />
haciéndonos estornud<strong>ar</strong> o toser sin p<strong>ar</strong><strong>ar</strong>, agit<strong>ar</strong>nos, o que las manos se nos<br />
ensucien y engrasen, también la ropa, etc., poniéndonos de m<strong>al</strong> humor,<br />
haciéndonos olvid<strong>ar</strong> de la hermosura exterior del baúl, p<strong>ar</strong>a centr<strong>ar</strong>nos en qué<br />
hacemos con las porquerías que hay dentro. Y en definitiva, a pes<strong>ar</strong> de lo precioso<br />
que sea un baúl, su única función es la de contener, la de ser llenado con cosas, la<br />
de gu<strong>ar</strong>d<strong>ar</strong>.<br />
Cuando <strong>com</strong>enzamos un tratamiento con un psicólogo ocurre <strong>al</strong>go p<strong>ar</strong>ecido: si bien<br />
vamos con la intención de limpi<strong>ar</strong>, primero jugueteamos un poco con la fachada, la<br />
superficie, hasta que en un momento uno abre el baúl y <strong>com</strong>ienza a revolver<br />
porquerías. Tener de golpe todas esas porquerías a la mano nos hace tamb<strong>al</strong>e<strong>ar</strong> un<br />
poco, pero con el tiempo logramos limpi<strong>ar</strong>, a<strong>com</strong>od<strong>ar</strong> y volver cerr<strong>ar</strong> el baúl ahora<br />
mucho más conforme de cómo están las cosas. ¿Alguna vez escuch<strong>ar</strong>on el cliché de<br />
“toc<strong>ar</strong> fondo p<strong>ar</strong>a tom<strong>ar</strong> impulso”?<br />
"No estoy loco, no necesito ir <strong>al</strong> psicólogo”<br />
Comenz<strong>ar</strong> una terapia, o simplemente consult<strong>ar</strong> a un psicólogo es una decisión<br />
profundamente person<strong>al</strong>, siempre y en todos los casos. Person<strong>al</strong>mente, sólo puedo<br />
decir que quien lo considere neces<strong>ar</strong>io, de un tratamiento psicoan<strong>al</strong>ítico obtendrá<br />
pura ganancia e independencia person<strong>al</strong>. Pero ¿Hace f<strong>al</strong>ta est<strong>ar</strong> loco p<strong>ar</strong>a consult<strong>ar</strong><br />
a un psicólogo? No creo que ser tan extremista sea neces<strong>ar</strong>io, <strong>sobre</strong> todo porque de<br />
est<strong>ar</strong> loco lo más probable es que el paciente estuviese en el Hospit<strong>al</strong> Borda o<br />
Moyano, antes que consultando libre y decididamente a un psicólogo. Entonces<br />
¿cuándo es el momento adecuado p<strong>ar</strong>a consider<strong>ar</strong> consult<strong>ar</strong> <strong>al</strong> psicólogo?<br />
Destacando nuevamente el "cuando uno lo decida", podemos agreg<strong>ar</strong> que existen<br />
muchos motivos manifiestos y razones que justific<strong>ar</strong>ían la consulta, pero lo<br />
importante es que todas estas razones se pueden agrup<strong>ar</strong> en lo siguiente: se trata<br />
2
<strong>Algunos</strong> <strong>mitos</strong> y <strong>leyendas</strong> <strong>sobre</strong> <strong>“ir</strong> <strong>al</strong> <strong>Psicólogo”</strong><br />
Publicado origin<strong>al</strong>mente el 07/06/2010 en http://victor-spinelli.blogspot.<strong>com</strong><br />
de situaciones que rompen con lo cotidiano, que ahora dificultan vivir <strong>com</strong>o se vivía<br />
día a día, aunque esta forma de forma de vivir haya funcionado en el pasado. Y<br />
p<strong>ar</strong>a reconocer estas situaciones podemos prest<strong>ar</strong> atención a una sensación, que<br />
todos conocemos, y que se llama angustia. Cuando la angustia ap<strong>ar</strong>ece y no se<br />
va- o sólo desap<strong>ar</strong>ece por momentos- es el momento adecuado, dado que esa<br />
angustia indica que el modo de vida que venimos llevando ya no nos es útil. Un<br />
ejemplo cl<strong>ar</strong>o es el duelo: acostumbrados a vivir con <strong>al</strong>guien en nuestras vidas<br />
(famili<strong>ar</strong>, p<strong>ar</strong>eja, amigo, etc.), de pronto lo perdemos, y ahora ¿cómo nos<br />
a<strong>com</strong>odamos?<br />
Lic. Víctor Spinelli – Psicólogo UBA, Psicoan<strong>al</strong>ista<br />
vmspinelli@gmail.<strong>com</strong><br />
Tel.: 15-5841-5587<br />
http://victor-spinelli.blogspot.<strong>com</strong><br />
3