N - Ayuntamiento de Murcia

En la ñora 103
nunca por nunca faltan,
y no fuera amista ni en mí sería
querer como Dios manda,
no hacerte fóico el bien que yo pudiera,
cuando en mi mano estaba.—
Sintió estas palabricas Bartolico,
con tóico el amargor de la retama;
pero, al alzar los ojos,
se encontró tan serena aquella cara,
que, en el ínten aquel, pensar no pudo
el fuego que llevaba,
consumiéndola viva,
Rosica en las entrañas!. . .
IV.
Y con tanta fé se toma
Rosica su penitencia
y, por bien de Bartolico,
tanto y tanto se atormenta,
que, siendo tó lo contrario,
páece que la novia es ella,
y al ver cómo se las busca,
páece que goza en las penas.
Ella vá á la Casa Grande
y ella los rec'Aos ¡leva;
ella avisa a Bartolico,
si es ocasión de que venga,
y en su barraca a los novios
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