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Paralelamente en Picassent comienzan a
crear el llamado Grup de Teatre Independent
(GTI), cuyas siglas se parecían mucho
al GIT (Grupo Internacional de Teatro), que
con Andrés Cienfuegos había presentado
en el Valencia Cinema una adaptación
de La madre de Gorki y Galileo Galilei de
Brecht. De la mano de Vicent Torres, es la
época en que este grupo de jóvenes acude
con frecuencia a los teatros de Valencia
para descubrir compañías como Els
Joglars, Dagoll Dagom, Tábano o Ángel
Pavlovsky. Santiago recuerda la primera
producción del Centro Dramático Nacional
vista en el Teatro Principal: Bodas
que fueron famosas entre el Pingajo y la
Fandanga, así como el día en que viendo
M-7 Catalonia un Albert Boadella fugado
de la cárcel, y que se suponía en paradero
desconocido, estaba entre los asistentes.
En 1980, Miguel Sánchez, padre de Santiago,
está entre los que impulsan la recuperación
de las fallas en Picassent y crea una
con el nombre de L’Om como homenaje al
árbol centenario de ese pueblo que, tras
conseguir que no fuera talado para desviar
una carretera, se pudrió “misteriosamente”
meses después. En el seno de
ese colectivo, Santiago hace confluir los
proyectos de Torrent y del GTI y comienza
a preparar un nuevo estilo de obras en
el mundo de las fallas. Fue un periodo
efímero donde pudo darse un cambio
cultural en este ambiente, y autores como
1. Escena de Mort accidental d’un anarquista. 2. Cartel
de Mort accidental… en el Teatro Princesa de Valencia.
3. Santiago Sánchez y Xavier Villaplana en una escena
de la obra. 4. Paco Vila y Santiago Sánchez.