19.05.2013 Views

CCBA - SERIE CIENCIAS HUMANAS - 05 - 05.pdf - Biblioteca ...

CCBA - SERIE CIENCIAS HUMANAS - 05 - 05.pdf - Biblioteca ...

CCBA - SERIE CIENCIAS HUMANAS - 05 - 05.pdf - Biblioteca ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CABOS SUELTOS DE MI MEMORIA (AUTOBIOGRAFIA)<br />

días llegó al campamento Augusto Estrada, sobrino de don<br />

Adolfo Díaz, trayendo órdenes del General Luis Mena, que<br />

confirmaban la relación del soldado y me ordenaba que con<br />

el mayor cuidado me retirara hacia el Rama, porque el almacén<br />

de tiros que yo llevaba sería de grande necesidad<br />

para la resistencia al ataque que se nos venía encima por<br />

parte de las tropas de Madriz.<br />

Inmediatamente emprendí la retirada, recomendándole<br />

a toda la compañía el mayor cuidado y vigilancia para salvar<br />

los tiros. Logramos salir sin novedad ninguna del caño Fruta<br />

de Pan y ganar la limpia corriente del Siquia, más protegida<br />

por la selva abrupta. Pernoctábamos por la noche y se<br />

destacaban avanzadillas en riguroso alerta. Aquí ocurrió un<br />

episodio cómico pero muy interesante. El viejo yanque Norman<br />

que por afecto conmigo había sido de la partida, avanzaba<br />

siempre cincuenta varas adelante de la primera avanzandilla,<br />

porque tenía miedo que los otros soldados le<br />

robaran su tabaco y su aguardiente, cosa que le sucedió una<br />

vez en la primer jornada hacia Fruta de Pan. A la media<br />

noche sonó un disparo de Norman que puso en alarma a<br />

todo el campamento; mandé a Justiniano Pérez y a Gregario<br />

Carrillo que fueran a averiguar qué era lo que pasaba al<br />

yanque. Volvieron burlándose, y como bebedores que eran<br />

ellos dos, decían que Norman estaba con diablos azules y que<br />

les había dicho que en la oscuridad avanzaba un animal con<br />

dos ojos brillantes como dos luces, haciéndole un ruido amenazante<br />

y que él le había disparado. Todo el campamento<br />

aceptó la versión de los diablos azules pero al día siguiente,<br />

que nos movilizamos río abajo estaba un enorme tigre negro<br />

con la bala puesta en mitad de los dos ojos. Entonces la burla<br />

se convirtió en admiración por la puntería del yanque. Ahí<br />

supe que era verdad la existencia de esa pantera negra de<br />

que me habían hablado y que yo creía una fábula.<br />

287

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!