Suplemento - El Financiero
Suplemento - El Financiero
Suplemento - El Financiero
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
nia es sinónimo de entrar<br />
inante donde los animales<br />
características que<br />
r de las órdenes y el ritmo<br />
ntinente<br />
ive al paso<br />
de diversas partes del mundo.<br />
<strong>El</strong> restaurante más promocionado<br />
es Carnivore; además<br />
de que se encuentra rodeado<br />
de atractivos jardines, abre la<br />
posibilidad de probar algunas<br />
carnes exóticas, como la de<br />
camello o cocodrilo.<br />
Pero el tiempo apremia,<br />
porque lo más atractivo del<br />
los parQues<br />
Masai Mara<br />
Ngorongoro<br />
Serengueti<br />
tanZania<br />
Kenia<br />
viaje es acudir a los parques<br />
nacionales; el más importante<br />
de los casi 50 que hay en ese<br />
país, es el Masai Mara.<br />
Se trata del más famoso,<br />
más conocido, más grande,<br />
pero sobre todo el que mejor<br />
cumple con esa idea que lleva<br />
el viajero en su mente, cuando<br />
toma la decisión de pasear por<br />
el también llamado continente<br />
negro.<br />
Masai es el nombre de uno<br />
de los grupos étnicos más<br />
importantes de esta región<br />
de África, y Mara, el del río<br />
que corre entre este país y<br />
Tanzania.<br />
Un paseo en globo permite<br />
ver cientos, quizá miles<br />
de animales desplazándose<br />
sobre la llanura; un espectáculo<br />
que alcanza dimensiones<br />
épicas en los meses de junio,<br />
cuando cientos de miles de<br />
ñus y cebras se desplazan en<br />
busca de agua y pastizales.<br />
Esta es una travesía peligrosísima<br />
para estos cuadrúpedos,<br />
pues en el trayecto se<br />
convierten en una versión de<br />
“servicio al cuarto” para leones,<br />
leopardos, chitas, hienas<br />
y otras fieras, incluyendo a los<br />
cocodrilos, que aguardan el<br />
momento de tomar su parte<br />
del banquete en movimiento.<br />
<strong>El</strong> instante en que un<br />
animal caza a otro y luego<br />
lo despedaza es una de esas<br />
escenas que aparentemente<br />
nadie quiere ver, aunque en el<br />
fondo, agazapado, prevalece<br />
el interés del morbo, ese lado<br />
oscuro del ser humano.<br />
Hay varias opciones de<br />
hospedaje en la zona, en donde<br />
el concepto de lujo no tiene<br />
que ver con limusinas, autos<br />
deportivos o llaves doradas,<br />
sino con el mayor confort en<br />
una región tan apartada.<br />
La dinámica diaria siempre<br />
es la misma, pero nunca es<br />
igual: salir en un jeep a descubrir<br />
el espectáculo que la<br />
naturaleza tiene preparado<br />
para cada jornada.<br />
Un multicolor Martín Pescador<br />
capturando su almuerzo;<br />
un mandril llevando como<br />
jinete a su hijo de pocas semanas<br />
de nacido; una manada de<br />
hienas “riéndose” de unos siniestros<br />
buitres, son algunos<br />
de los imborrables recuerdos<br />
que graba la memoria.<br />
TanZania, poBreZa<br />
Y aBunDancia<br />
Si el concepto occidental de<br />
“desarrollo” todavía es una<br />
quimera en el continente,<br />
incluyendo a Egipto y África,<br />
en Tanzania hay una evidente<br />
contradicción entre la abundancia<br />
de su fauna y la escasez<br />
con la que sobrevive la mayoría<br />
de sus habitantes.<br />
Para trasladarse del Masai<br />
Mara hasta el Ngorongoro,<br />
un excepcional parque con<br />
más de ocho mil kilómetros<br />
cuadrados dentro de un cráter<br />
de 20 kilómetros de diámetro,<br />
hay que regresar a Kenia y de<br />
allí volar al Aeropuerto Internacional<br />
del Kilimanjaro.<br />
Éste le da servicio a las<br />
pequeñas ciudades de Arusha<br />
y Moshi, pero sobre todo es<br />
conocido internacionalmente<br />
por ser la puerta de entrada<br />
a la mayor experiencia de<br />
contacto con la vida salvaje en<br />
África.<br />
En el camino por carretera<br />
al Ngorongoro surge la<br />
imagen del Kilimanjaro, sin<br />
duda el volcán más famoso<br />
de África (aunque en realidad<br />
son tres que se fundieron)<br />
con su meseta en la cima y<br />
sus campos de hielo, que desaparecerán<br />
a más tardar en<br />
las próximas cuatro décadas<br />
como consecuencia del calentamiento<br />
global.<br />
<strong>El</strong> Ngorongoro, laboratorio<br />
de la naturaleza reconocido<br />
por la UNESCO como<br />
Patrimonio de la Humanidad,<br />
ofrece nuevos e inagotables<br />
motivos de admiración, como<br />
jueves 7 de marzo de 2013<br />
el financiero viajes<br />
7<br />
rinocerontes, una familia<br />
de chitas descansando a la<br />
sombra de un árbol, o lagos<br />
de aguas lodosas hacinados de<br />
hipopótamos.<br />
De todo el viaje, nada más<br />
extraordinario que un trayecto<br />
de día completo en una<br />
Land Rover cuatro por cuatro<br />
hasta uno de los campamentos<br />
de lujo en el Serengueti.<br />
En esta travesía las sorpresas<br />
se suceden: manadas<br />
de antílopes, una pareja de<br />
peligrosísimos tejones mieleros<br />
y un grupo de elefantes<br />
protegiendo a un bebé; al presentir<br />
una amenaza sobre la<br />
cría, el macho más grande se<br />
desprende del grupo y amaga<br />
al vehículo con su imponente<br />
presencia.<br />
Todavía hay una sorpresa<br />
más: una tse-tse entra a la<br />
camioneta. Matamoscas en<br />
mano, Donald la aniquila con<br />
la fiereza con que sus ancestros<br />
daban cuenta de los leones;<br />
la deja tendida bocarriba<br />
y aplastada, exhibiendo una<br />
mueca y unos dientecillos<br />
propios de una caricatura<br />
japonesa.<br />
Y nada como llegar al campamento,<br />
justo cuando el atardecer<br />
pinta de algodón de rosa<br />
el cielo y un barman tanzanés<br />
ya le da vuelta a la coctelera<br />
para servir unos martinis, a<br />
ritmo de jazz, que no podrían<br />
saber mejor en ninguna otra<br />
parte del mundo.