Sinfonía Celestial Nº 1 en La menor Parte 7 Autor: Ricardo Claure ...

Sinfonía Celestial Nº 1 en La menor
Parte 7
Autor: Ricardo Claure Peñaloza
Género: Cántico nuevo
Año: 2006
Quiero arrullarme en Ti, sentir tu Presencia mi Dios,
Quiero adorarte mi Rey por siempre y por siempre,
Quiero expresarte Señor lo que hay en mi corazón,
Con todas mis fuerzas, Decirte…te amo
Quiero postrarme ante Ti y besar tus heridas mi Dios,
Quiero abrazarme de Ti y besar tus heridas,
Quiero lavar tus pies con lágrimas de amor y de ternura,
Con toda mi alma, besar tus heridas
Quiero abrazarme de Ti y besar tus heridas,
Quiero arrullarme en Ti y besar tu costado,
Quiero agradecerte mi Señor, con lágrimas de amor y de ternura,
En la cruz del calvario, has comprado mi alma
Quiero abrazarme de Ti y sentarme en tu regazo,
Quiero abrazarte a Ti y besarte tus manos,
Quiero agradecerte mi Señor lo que has hecho por mí en la cruz
Besar tus heridas con toda mi alma.
(Te amo Jesús)

¡Ay! Cuánto te amo
¡Ay! Cuánto te amo
¡Ay! Cuánto te amo
Tu sangre preciosa
Ha comprado mi alma
¡Ay! Limpió mis heridas
¡Ay! Limpió mis pecados
¡Ay! ha perdonado mi alma
En la cruz del calvario
Has sanado mi alma
¡Ay! Cuánto amor nos has dado
¡Ay! Cuánto amor nos has dado
¡Ay! tu Amor nos has revelado
Papito Amado
Déjame adorarte
Cuánto te amo mi Señor, besar tus heridas es todo lo que quiero, besar tus
heridas es todo lo que quiero. Déjame, déjame, déjame mi Dios, déjame
Papito, déjame mi Dios; déjame abrazarme de Ti, déjame abrazarme de Ti,
déjame arrullarme entre tus brazos, déjame arrullarme en Ti, déjame mi
Dios, déjame Papito, déjame amarte, déjame amarte. Soy tan imperfecto mi
Dios, solamente un poquito, un poquito, un poquito, un poquito, un instante
de tiempo, déjame arrullarme entre tus brazos.
Tanto sufrimiento, tanto dolor, tanto dolor; no es nada, nada, comparado a
Ti, mi Varón de dolores, experimentado en quebranto. Déjame amarte,
déjame amarte, besar tus heridas, besarte con todo mi amor; pese a la

enfermedad, a la prueba, a la tribulación, te sigo amando. Sí, te sigo
amando, te sigo amando mi Dios, sí, te amo, sí, te amo.
Escúchame, escúchame Papito, mi Salvador, escúchame mi Dios Bueno,
escucha mi Dios de misericordia. Escúchame, escúchame Señor, déjame
amarte, déjame amarte, déjame Señor, déjame amarte Papito, déjame.
Déjame amarte, déjame adorarte mi Rey, mi Altísimo, mi Sublime Rey, mi
Misericordioso Dios, mi Grande Amor; el más grande de mis amores eres Tú.
Sí, eres Tú, eres Tú, eres Tú mi Grande Amor, el más Grande Amor Infinito,
esto es para Ti. Todo lo que alcancé y pude tener en mi corazón de amores
es para Ti, es para Ti mi Dios, es para Ti mi Rey. Mi Perfecto, mi Perfecto
Salvador. Cuánto te amo, con todas mis fuerzas, quiero decirte que te amo.
Sí, sí, mi Dios, te amo, te amo Rey; te sigo amando en cada dolor Señor, te
sigo amando, en cada “¡Ay!” Señor, te sigo amando, te sigo amando, te sigo
amando.
Sí te amo, te amo con toda mi alma, con todas mis fuerzas, con todo lo que
puede caber en mi corazón, yo te amo, te amo con todas mis fuerzas quiero
decirte que te amo.
¡Ay! Cuánto te amo
¡Ay! Cuánto te amo
¡Ay! mi Dios, cuánto te amo
Con todas mis fuerzas
Quiero decirte que…Te amo
¡Ay! cuánto te amo
¡Ay! cuánto te amo
¡Ay! mi Dios, Tú me has amado
En la cruz del calvario
Has amado mi alma

¡Ay! mi Príncipe Amado
¡Ay! mi Dios Admirable
¡Ay! Dios, Tú me has amado
En la cruz del calvario
Has amado mi alma
¡Ay! mi Dios Admirable
¡Ay! mi Dios, mi Dios Admirable,
¡Ay! mi Dios, Tú me has amado
En la cruz del calvario
Has amado mi alma
Sí, has amado mi alma en tus dolores, amabas mi alma en tu quebranto,
estabas amando mi alma. Te amo mi Dios, mi Jesús, mi Santo: perdóname,
límpiame, restáurame, renuévame, edifícame, susténtame, consuélame,
mitiga mis dolores, mi Rey, mi Rey. Qué hermoso es decirte que Tú eres mi
Rey. Sí, Tú eres mi Rey, mi Rey, mi Rey, mi único Rey, mi único, mi único
Incomparable Rey, mi único Admirable, Admirable, Admirable Rey.
Ay ¡cuánto, cuánto te amo! Con todas mis fuerzas te amo, mi Dios, mi
Salvador, mi Papito, mi Rey Eterno. Gracias Señor, gracias, gracias por
amarnos Señor, gracias porque todo nos sirve, todo nos ayuda para bien,
gracias Salvador, te amo, te amo, te amo Rey, te amo mi Salvador, te amo.
Gracias, gracias mi Señor.
Te ruego que tu Espíritu Santo Señor se siga moviendo en cada rincón de
este lugar, en cada vida que necesita de Ti Señor. Aquellas vidas que tienen
frío, aquellas vidas que no tienen tu calor, tu fuego. Ahora mi Señor, en esta

noche fría, hazles sentir tu fuego, hazles sentir tu fuego que sana, tu fuego
que sana, tu fuego que sana, en el Nombre de Jesús; tu fuego que sana, tu
fuego que liberta, sana, sana, sana, tu fuego que liberta, que hay libertad
del cáncer. Todo cáncer se seca, se seca, en el Nombre de Jesús. Te secas,
en el Nombre de Jesús.
Sana, sana Señor, sana piernas, iguala piernas Señor, aquella que es más
corta, iguálala ahora Señor. Sana, Tú tienes el poder para hacerlo, Tú eres
Dios de misericordia, Tú puedes sanar ahora. Aquí hay un pueblo que te
ama, que te adora en espíritu y en verdad. Tú moras en tu pueblo. Sana, te
ruego ahora; hay tantas vidas que están enfermas del cuerpo, y Tú puedes
Señor sanar.
Sana, sana Señor, el estómago, sana el páncreas, sana el hígado, sana el
vaso, sana, sana, esófago Señor sana; sana cada matriz que necesita
sanidad, sana Señor, sana. Fuego sanador, sana, sana, sana; sana
pulmones Señor, pon pulmones nuevecitos Dios mío. Tú eres Dios, el Dios
que creó los cielos y la tierra; para Ti nada es imposible, Tú estás sentado
en tu trono Señor y este lugar es el estrado de tus pies.
Sana, te ruego, sana de los oídos Señor, sana de los ojos. Señor, sana las
lenguas, Señor, suelta, suelta la lengua de los mudos Señor. Sana las
articulaciones Señor, sana, sana, sana aquellas gargantas que están
enfermas, sana Señor, todo aquello que es de tiroides. Sana, sana, sana, es
tu Amor que sana. Sana por amor Señor, no por obligación, no. Por amor,
sana por amor; muestra tus grandes misericordias. Sana hasta aquella
más pequeña infección estomacal, sana Señor, por amor, por amor, por
amor, por amor…
Sana. Que tu Amor inunde este coliseo, que cada persona pueda sentir esta
libertad, tu Amor, tu Amor; que tu amor invada a oleadas, a oleadas este
lugar, a oleadas Señor tu Amor invada este lugar. Cada vida, cada alma

que es tuya y que te pertenece inúndala de tu Amor, tu Amor, tu Perfecto
Amor, tu Amor Bendito, tu Amor Incomparable. A oleadas Señor, a oleadas
Señor, invade con tu Amor este lugar, has que las vidas más duras sean
quebradas por tu Amor, tu Amor, tu Bendito Amor.
Tu Perfecto Amor que sana, tu Amor que sana, tu Amor que libera de toda
fuerza espiritual de enfermedad, sana. ¡Se sano ahora en el Nombre de
Jesús! ¡Se sana ahora en el Nombre de Jesús! Se sana.
Sana, sana, sana mi Señor, de todo dolor; para Ti nada es imposible, con tu
Grande Amor. Sana, sana.
Es el Señor que nos canta ahora. Nosotros le cantamos a Él, ahora Él nos
canta a nosotros porque este Amor es recíproco que también nos dice que
quiere arrullarnos entre sus brazos, que también quiere besar nuestras
heridas, que también quiere besar nuestro costado, ese corazón que se
duele por el dolor, por la tribulación, por la angustia, por la enfermedad. Él
también quiere besar nuestro costado, Él también quiere arrullarnos entre
sus brazos, y cantarnos con ese su Grande Amor, Incomparable. Ay, ay, ay,
¡cuánto te amo! también nos dice: ¡Cuánto te amo!
Él también quiere lavarnos los pies, Él también quiere besar nuestros pies,
enjugarnos con sus lágrimas de amor. Lo hizo con sus discípulos, quiere
hacerlo con nosotros.
Es su Grande Amor, ese Amor que llena a oleadas este lugar. Así como en
la cruz Él ha amado nuestras almas, cuando nosotros pasamos por la cruz,
por la fe, Él nos ama, nos ama. Él te ama, y Él nos dice: TE AMO, TE AMO
CON TODAS MIS FUERZAS YO TAMBIÉN TE AMO, TE AMO. No dudes, no
dudes, no dudes, no dudes, no dudes, no dudes, por el Espíritu Él te dice, Él
nos dice: NO DUDES.

¡Ay! cuánto te amo
Ay ¡cuánto te amo!
Ay ¡cuánto te amo!
Mi sangre preciosa
Ha comprado tu alma
¡Ay! cuánto te amo
¡Ay! cuánto te amo
¡Ay! mi pueblo amado
Mi sangre preciosa
Ha comprado tu alma
¡Ay! limpié tus heridas
¡Ay! limpié tus pecados
¡Ay! yo te he salvado
Mi sangre preciosa
Ha limpiado tu alma
¡Ay! mi hijito adorado
¡Ay! mi hijita amada
¡Ay! mi pueblo amado
En la cruz del calvario
He comprado tu alma
¡Ay! limpié tus heridas
¡Ay! limpié tus pecados
¡Ay! mi pueblo amado
En la cruz del calvario
He amado tu alma

Quiero arrullarme en ti
Sentirte en mi regazo
Quiero abrazarte mi bien
Y besarte a mi lado
¡Ay! cuánto te amo
Mi hijita amada
Siéntate en mi regazo
Quiero abrazarte a ti
Sentir tu presencia,
Quiero arrullarte ¡sí!
Arrullarte entre mis brazos
Quiero besarte a ti
Con todas mis fuerzas,
Con toda mi alma
Estrecharte entre mis brazos (Sí)
¡Ay! limpié tus heridas
¡Ay! limpié tus pecados
¡Ay! mi sangre preciosa
Ha comprado tu alma
En la cruz del calvario
Te amo Señor, te amo mi Rey. Gracias por ministrar a tu pueblo, tu pueblo
que necesita de Ti, tu pueblo que necesita de tu Amor; tu Amor, tu Amor, tu
Amor, tu Incomparable Amor, Amor Bendito, Amor Perfecto, Amor Sublime,
Amor Grande, Amor lleno de Misericordia, Amor Compasivo, Amor Tierno,
Amor Perfecto Amor.

Gracias Señor, gracias Señor, gracias Señor Santo, en el Nombre de Jesús.
Qué Hermoso eres, qué Hermoso eres. Paséate entre nosotros y muestra tu
Amor a tu pueblo. Gracias te damos Señor, en el Nombre de Jesús, en el
Nombre de Jesús.
Y dale gracias por aquello que has sentido. Las personas enfermas, hagan
la prueba, busquen los síntomas, busquen los síntomas; si ya no están los
síntomas, si ya no está el dolor; dale gracias, dale gracias ahora, dale
gracias por su Amor, por su Santa Voluntad para contigo, por su Santa
Misericordia para contigo. Él sana a quién Él quiere, en quién quiere
glorificarse. Haz la prueba ahora, haz la prueba ahora, haz la prueba
ahora, haz la prueba, haz la prueba ahora, busca aquello que te dolía,
busca aquello que te provocaba dolor, aquella parte del cuerpo. Si
descubres que ya no está aquello. En el lugar donde estás levanta tu mano.
Solamente aquellas personas que sí sienten, sienten sanidad en sus
cuerpos, o en su alma también. Seguramente algunos sí, por supuesto, las
manos levantadas. Aquellas personas que no fueron sanadas, no necesitan
levantar la mano.
Este es un acto de fe, de agradecimiento, de testimonio al Dios Eterno, al
Dios Verdadero. Y ahí, en el lugar donde estás, habiendo recibido sanidad
de Él. Sí, de Él, por su Amor. Ora conmigo, ora conmigo:
Señor Amado, Dios Eterno, quiero darte gracias por lo que has hecho
en mi vida esta noche. Gracias por tu Amor, gracias por tu Bondad,
gracias por tu Misericordia. Bendito, Bendito seas por siempre, en el
Nombre de Jesús; gracias mi Dios por sanarme, por tu Grande Amor.
Un acto de fe, de agradecimiento al Señor, dando testimonio de la verdad,
siendo testigos de verdad. Con esa mano levantada ven, pasa aquí delante;
solamente las personas que fueron sanadas, las que no fueron, no necesitan
pasar. El Señor tendrá su momento para sanar, algunos, los que faltan.

Ven, pasa aquí delante, vamos a orar. Solamente las personas que fueron
sanadas, y recalco en esto, que trajo quebrantamiento, llanto, fuego y se
sienten libres de enfermedad, sanos. Solamente estas personas pueden
pasar, en el Nombre de Jesús. Sana por tu Amor mi Dios.
Solamente las personas que fueron sanadas, que son testigos de verdad.
Tú que has sido sanado, tú que has sido sanada; levanta ahora tus dos
manos en alto, con los ojos cerrados, y ora conmigo:
Padre Amado, estoy en tu Presencia, para darte gracias por tu
Grande Amor para con mi vida. Porque Tú me sanaste Señor, porque
así lo siento. Gracias por tu Misericordia. Bendito seas por siempre
mi Dios Perfecto, mi Dios Admirable; porque es verdad Señor, Tú has
limpiado mis heridas, Tú me has sanado Señor, has perdonado mis
pecados, has sanado mi alma, has sanado mi cuerpo. Gracias,
gracias por tu Amor que me ha invadido a oleadas mi Dios. Gracias
Señor, en el Nombre de Jesús…
Con tus propias palabras habla con Él, habla con Él, exprésale lo que
sientes.
Gracias Señor, gracias por estas vidas mi Dios, en Nombre de Jesús,
gracias Señor, gracias mi Dios.
Ora conmigo:
Te doy gracias Señor, en el Nombre de Jesús, por tu Grande Amor, tu
Grande Misericordia, que hoy me has sanado. Gracias, en el Nombre
de Jesús… Amén… Amén… Amén.
Puedes bajar tus manos. Bajen las manos.

Cuánto me gustaría de que puedan subir aquí arriba a testificar, no
acabaríamos toda la noche, pero solamente para saber lo que ha hecho el
Señor en esta noche.
Quiero preguntar, empezando por los pies. Aquellas personas que han
podido ser sanadas de los pies; levanten las manos. Las personas que han
podido ser sanadas de las rodillas; levanten las manos. Las personas que
han podido ser sanadas de lo que puede ser matriz; levanten la mano.
Aquellas personas que han podido ser sanadas, y así lo sienten, del
corazón; levanten la mano, pueden bajarla. Personas que han podido ser
sanadas de estómago; levanten la mano, bájenla. Personas que han podido
ser sanadas del páncreas, vaso, o alguna disfunción en el aparato digestivo;
levanten la mano. Personas sanadas de pulmones, estén con manos
levantadas. Personas que han podido sentir sanidad en la cabeza; levanten
la mano.
¿Alguna dolencia que ha sido sanada que no mencione? ¿Puede decir
alguien en voz alta? De los riñones, ¿cuántas personas fueron sanadas de
los riñones? levanten la mano. Amén. De la garganta, ¿personas sanadas
de la garganta? Amén. ¿Hermana? Cáncer. Amén. ¿Personas sanadas de
cáncer?, que así lo creen. Ahí están manos levantadas.
¿Algo más que no esté mencionando? Espalda; levanten la mano. Amén.
¿Algo más? El ojo. ¿Personas sanadas de la vista, del ojo? levanten la
mano. Amén. ¿Algo más? Alma, alma. ¿Personas sanadas del alma?, por
supuesto, levanten la mano. Amén.
Ese amor incomparable.
Quiero hacerles esta pregunta: El momento que estábamos orando, y yo
sentía no sé… como que oleadas de ese su Amor que llenaba este lugar.
¿Cuántos han sentido ese Amor a oleadas en su interior? Amén.

¿Y allí arriba, en las graderías?, ¿cuántos? Amén.
Demos un aplauso al Rey. Porque Él está aquí. Aleluya, Gloria al Rey.
¿Alguna enfermedad que haya sido sanada, y que no he mencionado?, ¿que
falte algo más a alguien? Del brazo. ¿Personas sanadas del brazo como la
hermana?, ¿cuántos?; levanten la mano. Amén. Gloria al Rey. Es una
bendición.
Es noche de Amor, es noche de Amor, es noche de Amor, es noche de Amor.
Oleadas siguen corriendo, como remolino. Oleadas en este lugar, es su
Espíritu Santo, es el Espíritu de Cristo, es el Espíritu de la Profecía, es el
mismo Señor Jesús. Abrázate de Él, abrázate, abrázate de Él. Todos,
todos, todos, hasta las graderías, abrácense de Él.
Y dile con tus labios: Yo también te amo, Tú has limpiado mis heridas, Tú
has sanado mi cuerpo, has sanado mi alma. Ay, ay, ¡cuánto de amo! Tú me
has salvado, has sanado mi alma; tu sangre preciosa ha comprado mi alma,
mi alma es tuya, mi alma te pertenece, y yo te amo, te amo mi Jesús, te
amo, te amo, te amo.
Dile: Ay, ay ¡cuánto te amo!
¡Ay! cuánto te amo (Díselo tú cantando ahora)
¡Ay! cuánto te amo
¡Ay! mi Dios cuánto te amo
Tu sangre preciosa
Ha comprado mi alma
¡Ay! cuánto te amo
¡Ay! cuánto te amo
¡Ay! mi Dios, Tú me has sanado

En la cruz del calvario
Has amado mi alma (Proclámalo)
¡Ay! limpió mis heridas
¡Ay! limpió mis pecados
En la cruz del calvario
Ha comprado mi alma
Quiero arrullarme en Ti
Sentir Tu Presencia,
Quiero abrazarme de Ti
Y besar tu costado
Quiero arrullarme en Ti
Y besar tus heridas
Con todas mis fuerzas
Quiero decirte, te amo…
¡Ay! mi Dios Admirable
¡Ay! mi Dios Incomparable
¡Ay! mi Dios, cuánto te amo
En la cruz del calvario
Has amado mi alma
29 de diciembre de 2006