Dossier de prensa Mala índole - Alfaguara
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JAVIER MARÍAS<br />
<strong>Mala</strong> <strong>índole</strong><br />
Cuentos aceptados y aceptables<br />
450 Páginas / 19,50 Euros<br />
Después <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong><br />
Los enamoramientos,<br />
<strong>Mala</strong> <strong>índole</strong> reúne por<br />
primera vez los mejores<br />
relatos <strong>de</strong> Javier Marías
El autor<br />
Javier Marías (Madrid, 1951) es autor <strong>de</strong> Los dominios <strong>de</strong>l lobo, Travesía <strong>de</strong>l horizonte, El<br />
monarca <strong>de</strong>l tiempo, El siglo, El hombre sentimental (Premio Ennio Flaiano), Todas las almas<br />
(Premio Ciudad <strong>de</strong> Barcelona), Corazón tan blanco (Premio <strong>de</strong> la Crítica, Prix l´Oeil et<br />
la Lettre, IMPAC Dublin Literary Award), Mañana en la batalla piensa en mí (Premio<br />
Fastenrath, Premio Rómulo Gallegos, Prix Femina Étranger, Premio Mon<strong>de</strong>llo di<br />
Palermo), Negra espalda <strong>de</strong>l tiempo, <strong>de</strong> los tres volúmenes <strong>de</strong> Tu rostro mañana:1 Fiebre y<br />
lanza (Premio Salambó), 2 Baile y sueño, 3 Veneno y sombra y adiós, y <strong>de</strong> Los enamoramientos<br />
(Premio Qué Leer); <strong>de</strong> las semblanzas Vidas escritas y Miramientos; <strong>de</strong> relatos y <strong>de</strong> la<br />
antología Cuentos únicos; <strong>de</strong> sendos homenajes a Faulkner y Nabokov y <strong>de</strong> diecisiete<br />
colecciones <strong>de</strong> artículos y ensayos. En 1997 recibió el premio Nelly Sachs, en<br />
Dortmund; en 1998, el Premio Comunidad <strong>de</strong> Madrid; en 2000, los Premios<br />
Grinzane Cavour, en Turín, y Alberto Moravia, en Roma; en 2008 los Premios<br />
Alessio, en Turín, y José Donoso en Chile; en 2010 The American Award, en los<br />
Estados Unidos; en 2011, el Premio Nonino, en Udine, y el Premio <strong>de</strong> Literatura<br />
Europea <strong>de</strong> Austria; y, en 2012, el Premio Terenci Moix, todos ellos por el conjunto<br />
<strong>de</strong> su obra. Entre sus traducciones <strong>de</strong>staca Tristram Shandy (Premio Nacional <strong>de</strong><br />
Traducción 1979). Fue profesor en la Universidad <strong>de</strong> Oxford y en la Complutense <strong>de</strong><br />
Madrid. Sus obras se han publicado en cuarenta y dos lenguas y en cincuenta y dos<br />
países, con más <strong>de</strong> seis millones <strong>de</strong> ejemplares vendidos. Es miembro <strong>de</strong> la Real<br />
Aca<strong>de</strong>mia Española.<br />
Recientemente, en septiembre <strong>de</strong> 2012, la prestigiosa editorial Penguin, en su<br />
colección Mo<strong>de</strong>rn Classics, ha iniciado la publicación <strong>de</strong> siete libros <strong>de</strong> Javier Marías:<br />
Todas las almas, Corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí, Negra espalda <strong>de</strong>l<br />
tiempo, Cuando fui mortal, El hombre sentimental y Vidas escritas. Javier Marías pasa <strong>de</strong> este<br />
modo a ser uno <strong>de</strong> los pocos autores en lengua española incluidos en esos clásicos<br />
mo<strong>de</strong>rnos, un honor reservado hasta ahora en este idioma a García Lorca, Borges,<br />
Neruda, Octavio Paz y García Márquez. Creado con la intención <strong>de</strong> otorgar a los<br />
gran<strong>de</strong>s escritores <strong>de</strong>l siglo XX un estatus similar a los clásicos históricos como<br />
Homero o Dickens, Penguin Mo<strong>de</strong>rn Classics cuenta en su nómina con nombres<br />
como Proust, Nabokov, Scott Fitzgerald, Capote, Virginia Woolf y Joyce, entre otros.
La obra<br />
«Dado lo poco que he frecuentado el noble arte <strong>de</strong>l cuento en los últimos<br />
tiempos, es posible que ya no escriba más y que lo que aquí se ofrece<br />
acabe siendo la totalidad aceptada y aceptable <strong>de</strong> mi contribución al<br />
género.»<br />
Javier Marías<br />
***<br />
Una excelente puerta <strong>de</strong> entrada a su universo literario
<strong>Mala</strong> <strong>índole</strong> reúne la “totalidad aceptada y aceptable <strong>de</strong> mi contribución al género <strong>de</strong>l<br />
cuento”, confiesa Javier Marías. El libro es una compilación <strong>de</strong> 30 relatos: todos los<br />
que ha publicado en sus dos únicos libros <strong>de</strong> cuentos (Mientras ellas duermen, <strong>de</strong> 1990<br />
con una reedición ampliada en 2000 -catorce relatos-, y Cuando fui mortal, <strong>de</strong> 1996 -<br />
doce cuentos-) a los que se aña<strong>de</strong>n cuatro más, escritos con posterioridad a las fechas<br />
iniciales <strong>de</strong> ambos libros y que habían aparecido en varias publicaciones.<br />
Los relatos añadidos son “<strong>Mala</strong> <strong>índole</strong>”, publicado por entregas en agosto <strong>de</strong> 1996 en<br />
El País; “Un sentido <strong>de</strong> camara<strong>de</strong>ría”, que apareció en enero <strong>de</strong> 2000 en El País<br />
Semanal; “Un inmenso favor”, aparecido en El Semanal en septiembre <strong>de</strong> 2000, y<br />
“Caído en <strong>de</strong>sgracia”, escrito para ser leído en voz alta en italiano en un evento en<br />
Roma en 2005 y publicado en El País Semanal en agosto <strong>de</strong> ese año.<br />
<strong>Mala</strong> <strong>índole</strong>, tercer libro <strong>de</strong> cuentos <strong>de</strong> Marías, constituye “una buena oportunidad para<br />
recuperar” sus relatos, puesto que, como reconoce el propio escritor: “en los últimos<br />
años he <strong>de</strong>dicado muy poca energía a los cuentos y no llevo visos <strong>de</strong> írsela a <strong>de</strong>dicar<br />
tampoco en el futuro cercano”.<br />
Los cuentos están distribuidos en dos partes: Cuentos aceptados y Cuentos aceptables. Los<br />
primeros incluyen “todos aquellos <strong>de</strong> los que aún no me avergüenzo” y los segundos,<br />
“aquellos <strong>de</strong> los que sí me avergüenzo un poco pero no <strong>de</strong>masiado”, en palabras <strong>de</strong><br />
Javier Marías. Incluso hay un tercer epígrafe llamado Cuentos inaceptables, aunque éstos<br />
no aparecen en el libro. “La mayoría son prehistóricos, escritos o publicados hacia<br />
1968 o así, tres años antes <strong>de</strong> la aparición <strong>de</strong> mi primera novela. No pienso<br />
someterme al bochorno <strong>de</strong> releer los que conservo”, afirma, “es mejor que ninguno<br />
<strong>de</strong> estos textos vea la luz <strong>de</strong> nuevo”.<br />
Marías señala que “nada es seguro, pero dado lo poco que he frecuentado el noble<br />
arte <strong>de</strong>l cuento en los últimos tiempos, es posible que ya no escriba más y que lo que<br />
aquí se ofrece acabe siendo la totalidad aceptada y aceptable <strong>de</strong> mi contribución al<br />
género”.
Extractos <strong>de</strong> <strong>Mala</strong> <strong>índole</strong><br />
«Gualta y yo éramos físicamente idénticos, como los gemelos <strong>de</strong>l cine, pero no era sólo eso:<br />
a<strong>de</strong>más, hacíamos los mismos gestos al mismo tiempo, y utilizábamos las mismas palabras<br />
(nos quitábamos la palabra <strong>de</strong> la boca, según la expresión coloquial), y nuestras manos iban a<br />
la botella <strong>de</strong> vino (<strong>de</strong>l Rhin) o a la <strong>de</strong> agua mineral (sin gas), o a la frente, o a la cucharilla <strong>de</strong>l<br />
azucarero, o al pan, o con el tenedor al fondo <strong>de</strong> la fondue, siempre al unísono,<br />
simultáneamente. Era difícil no chocar. Era como si nuestras cabezas exteriormente idénticas<br />
también pensaran lo mismo y al mismo tiempo. Era como estar cenando <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> un<br />
espejo con corporeidad.»<br />
Gualta<br />
«Mi vida sexual con mi mujer, Marta, es muy insatisfactoria. Mi mujer es poco lasciva y poco<br />
imaginativa, no me dice cosas bonitas y bosteza en cuanto me ve galante. Por eso a veces voy<br />
<strong>de</strong> putas. Pero cada vez son más aprensivas y están más caras, y a<strong>de</strong>más son rutinarias. Poco<br />
entusiastas. Preferiría que mi mujer, Marta, fuera más lasciva e imaginativa y que me bastara<br />
con ella. Fui feliz una noche en que me bastó con ella.»<br />
Una noche <strong>de</strong> amor<br />
«—La filmo cada día porque va a morir, y quiero tener guardado su último día, el último en<br />
todo caso, para po<strong>de</strong>rlo recordar <strong>de</strong> veras, para volverlo a ver en el futuro cuantas veces<br />
quiera, junto a las cintas artísticas, cuando ya haya muerto. A mí me gusta recordar las cosas.<br />
—¿Está enferma? —insistí.<br />
—No, no está enferma —dijo ahora sin la menor dilación—. Que yo sepa, al menos. Pero va<br />
a morir, un día u otro. Usted lo sabe, todo el mundo lo sabe, todo el mundo va a morir,<br />
usted y yo, y quiero conservar su imagen. Es importante el último día en la vida <strong>de</strong> una<br />
persona.»<br />
Mientras ellas duermen<br />
«Ahora ya he completado mis cursos <strong>de</strong> magia negra, primero por correo, luego algunas<br />
lecciones prácticas, tengo el título. Todavía no he hecho gran cosa, esa es la verdad. Nos<br />
reunimos a veces a matar alguna gallina, ya sabe usted, es muy <strong>de</strong>sagradable, nos llenamos <strong>de</strong><br />
plumas, el animal pelea lo suyo, pero hay que hacerlo <strong>de</strong> vez en cuando, si no nuestra<br />
organización carecería <strong>de</strong> todo prestigio.»<br />
Lo que dijo el mayordomo<br />
«Ese marido, que respondía por el extravagante y ambiguo nombre <strong>de</strong> Hélie (algo femenino<br />
a mis oídos), lo veía yo como un apéndice, ese tipo <strong>de</strong> apéndice tolerable que muchas<br />
mujeres todavía atractivas, solteras o divorciadas, son proclives a injertarse cuando rozan los<br />
cuarenta años, o quizá los cuarenta y cinco: un hombre responsable y bastante mayor, con<br />
cuyos intereses no tienen nada que ver y con el que jamás se ríen, que sin embargo les sirve<br />
para seguir vigentes en la vida social y organizar cenas <strong>de</strong> siete como la <strong>de</strong> aquella noche.»<br />
El médico nocturno<br />
«A menudo fingí creer en fantasmas y fingí creerlo festivamente, y ahora que soy uno <strong>de</strong><br />
ellos comprendo por qué las tradiciones los representan dolientes e insistiendo en volver a<br />
los sitios que conocieron cuando fueron mortales. La verdad es que vuelven.»<br />
Cuando fui mortal
«No es que fuera una <strong>de</strong>scomunal belleza y era más bien callada (por supuesto no pedía ni<br />
protestaba <strong>de</strong> nada porque eso no casaba con el refinamiento, ni le hacía falta: Xavier era<br />
solícito y cabal intérprete <strong>de</strong> sus necesida<strong>de</strong>s), en el recuerdo es para mí una figura<br />
completamente difuminada, pero su mayor atractivo —y era muy alto— residía<br />
probablemente en que también en presencia, en presente, uno la sentía ya como un recuerdo,<br />
un esfumado y tenue recuerdo y como tal armonioso y pacífico, sedante y un poco<br />
nostálgico e inaprehensible. Tenerla en los brazos <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> ser como abrazar lo que se ha<br />
perdido, a veces suce<strong>de</strong> en sueños.»<br />
Todo mal vuelve<br />
«Me <strong>de</strong>spedí para siempre <strong>de</strong> mi mejor amigo sin saber que lo estaba haciendo, porque a la<br />
noche siguiente, con <strong>de</strong>masiado retraso, lo <strong>de</strong>scubrieron tirado en la cama con una lanza en<br />
el pecho y una mujer <strong>de</strong>sconocida al lado, también muerta pero sin el arma homicida en el<br />
cuerpo porque el arma era la misma y se la habían tenido que arrancar tras clavársela, para<br />
mezclar su sangre con la <strong>de</strong> mi mejor amigo.»<br />
Sangre <strong>de</strong> lanza<br />
«Detrás había visillos inmóviles, aquella habitación tendría refrigeración o sería una sauna.<br />
Los pasos que uno ve posibles a menudo acaba dándolos sin querer solamente porque son<br />
posibles y se nos han ocurrido, y así se cometen tantos actos y tantos asesinatos, a veces la<br />
i<strong>de</strong>a conduce al hecho como si no pudiera sostenerse y vivir en tanto que i<strong>de</strong>a tan sólo,<br />
como si hubiera una clase <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s que no se aguantan y se <strong>de</strong>svanecen si no son<br />
puestas en ejecución al instante, sin que nos <strong>de</strong>mos cuenta <strong>de</strong> que también así se han<br />
<strong>de</strong>svanecido y han muerto, ya no serán posibilida<strong>de</strong>s sino pasado.»<br />
Sangre <strong>de</strong> lanza<br />
«Nadie sabe lo que es ser perseguido si no ha pasado por ello y la persecución no ha sido<br />
constante y activa, llevada a cabo con <strong>de</strong>liberación y <strong>de</strong>terminación y ahínco y sin pausa, con<br />
perseverancia o con fanatismo, como si los perseguidores no tuvieran otra cosa que hacer en<br />
la vida que darle a uno alcance y antes buscarlo, acosarlo, seguirle la pista, localizarlo y a lo<br />
sumo aguardar la ocasión mejor para ajustarle las cuentas.»<br />
<strong>Mala</strong> <strong>índole</strong><br />
«Atisbo la muerte porque he estado vivo y he sido engendrado, porque estoy vivo aún; la<br />
muerte, así, es imperfecta, no todo lo abarca, no pue<strong>de</strong> impedir que exista otra cosa distinta<br />
<strong>de</strong> ella, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí se la espere y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí se la piense: tiene que transigir. Sólo le<br />
pertenece <strong>de</strong>l todo quien no ha llegado a nacer; más aún, quien no ha sido engendrado ni<br />
concebido. El que no se concibe es quien muere más. Ése ha viajado sin cesar por la senda<br />
más tortuosa, por la más intrincada: por la senda <strong>de</strong> la eventualidad. Ese es el único que no<br />
tendrá patria ni sepultura jamás.»<br />
El viaje <strong>de</strong> Isaac<br />
«En cierto sentido Sara recordaba a esas madres cuyos hijos jóvenes o ya adultos no les caen<br />
nada bien y les parecen unos pertinaces memos sin remisión, pero a los que en modo alguno<br />
pue<strong>de</strong>n retirar su afecto y <strong>de</strong> los que nunca sabrían <strong>de</strong>spreocuparse.»<br />
Caído en <strong>de</strong>sgracia
La crítica ha dicho sobre los<br />
cuentos <strong>de</strong> Javier Marías<br />
«A Marías el cuento le va como un guante. Esta faceta <strong>de</strong> su talento pone <strong>de</strong> manifiesto el<br />
viejo y curioso parentesco entre el humor negro español y la ironía cáustica anglosajona.»<br />
Le Point<br />
«Ficciones lo bastante inteligentes para parecer sencillas, lo bastante diabólicas para parecer<br />
inocuas.»<br />
The Times<br />
«Más que un mero cuentista: un manipulador <strong>de</strong>l alma que pue<strong>de</strong> arrojar a sus lectores a<br />
nuevos estados <strong>de</strong> percepción. Toda una hazaña para cualquier escritor.»<br />
The New York Journal of Books<br />
«A Marías el cuento le va como un guante. Esta faceta <strong>de</strong> su talento pone <strong>de</strong> manifiesto el<br />
viejo y curioso parentesco entre el humor negro español y la ironía cáustica anglosajona.»<br />
PHILIPPE NOURRY, Le Point<br />
«En estos relatos po<strong>de</strong>mos captar y saborear, como en un concentrado, lo que constituye el<br />
hechizo único <strong>de</strong> la prosa <strong>de</strong> Javier Marías.»<br />
JEAN-PIERRE RESSOT, La Quinzaine Littéraire<br />
«Inteligente e inquietante […] Un fascinante mosaico <strong>de</strong> personajes e historias.»<br />
The Times<br />
«Mundano, elegante, <strong>de</strong>senvuelto, <strong>de</strong>scubre un mundo espeluznante <strong>de</strong> codicia, lujuria y<br />
asesinato bajo cada encuentro en apariencia inocuo.»<br />
JOHN SPURLING, Sunday Times<br />
«Elegante e imperturbable, hay una voz reconocible en todo el conjunto, que se pasea por un<br />
paisaje <strong>de</strong> asesinatos, suicidios y aventuras fatales con la calma <strong>de</strong> un botánico curioso […]<br />
Son ficciones lo bastante inteligentes para parecer sencillas, lo bastante diabólicas para<br />
parecer inocuas.»<br />
JEROME BOYD MAUNSELL, The Times<br />
«Lo sobresaliente <strong>de</strong> estos cuentos es la firmeza <strong>de</strong> su narración, la precisión y la economía<br />
<strong>de</strong> su prosa, su maestría <strong>de</strong>l suspense y <strong>de</strong> los giros argumentales […] A esto se refieren los<br />
escritores cuando hablan <strong>de</strong> oficio.»<br />
SARA MILLER, The Chicago Tribune
La crítica ha dicho sobre...<br />
Javier Marías<br />
«Javier Marías pue<strong>de</strong> bien ser el más gran<strong>de</strong> novelista sobre la tierra (...) Está <strong>de</strong>stinado a<br />
ganar el Premio Nobel <strong>de</strong> Literatura en algún momento, así que mejor asegurarse <strong>de</strong> que uno<br />
tiene algo que <strong>de</strong>cir cuando eso ocurra.»<br />
—BENJAMIN EASTHAM, The Spectator<br />
«Gloriosa frase a frase, ¿hay mejor novelista vivo en Europa que Javier Marías? ».<br />
—BOYD TONKIN, The In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt<br />
«Javier Marías es, en mi opinión, uno <strong>de</strong> los mejores escritores europeos contemporáneos.»<br />
—J. M. COETZEE<br />
«Corazón tan blanco es una novela para atesorarla.»<br />
—JONATHAN COE, The New Statesman<br />
«Estoy gratamente impresionado por la calidad <strong>de</strong> la escritura <strong>de</strong> Marías... por su empeño y<br />
precisión.»<br />
—W. G. SEBALD<br />
«Un gran escritor.»<br />
—SALMAN RUSHDIE<br />
«Los libros <strong>de</strong> Javier Marías me han producido un gran impacto.»<br />
—GRAHAM SWIFT<br />
«Marías es ahora mismo el escritor español más conocido en los Estados Unidos.»<br />
—DAVE EGGERS<br />
«De lejos es el mejor prosista español actual.»<br />
—ROBERTO BOLAÑO<br />
«Entre quienes <strong>de</strong>berían recibir el Nobel está Javier Marías.»<br />
—ORHAN PAMUK<br />
«Entre los escritores españoles, admiro a Javier Marías.»<br />
—JONATHAN FRANZEN<br />
«Un escritor <strong>de</strong> genio.»<br />
—CHARLES BAXTER<br />
«Javier Marías es uno <strong>de</strong> los más gran<strong>de</strong>s escritores vivos.»<br />
—CLAUDIO MAGRIS
«Como novelista, Marías tiene hoy en día pocos iguales... Un escritor profundamente<br />
necesario, un cruzado, divertido, punzante, lleno <strong>de</strong> ira y amor.»<br />
—TODD MCEWEN, The Guardian<br />
«Marías tiene una gran<strong>de</strong>za clan<strong>de</strong>stina.»<br />
—WYATT MASÓN, The New Yorker<br />
«Javier Marías es probablemente el más gran<strong>de</strong> escritor vivo en el mundo.»<br />
—ELI S. EVANS, n+1<br />
.<br />
«Todos los meses <strong>de</strong> octubre, espero que Javier Marías gane el Premio Nobel <strong>de</strong> Literatura.»<br />
—JOSHUA BILLINGS, The Harvard Book Review<br />
«Es uno <strong>de</strong> esos escritores a los que se reconoce con una sola frase al azar. Su firma artística<br />
está en cada página, en cada línea.»<br />
—SCOTT WILSON, Rain Taxi<br />
«Marías — el mejor anzuelo <strong>de</strong> España para el Premio Nobel— es un festín tan gran<strong>de</strong> para<br />
el lector…»<br />
—BENJAMIN LYTAL, The New York Sun<br />
«Algunas novelas <strong>de</strong>jan un rastro tan po<strong>de</strong>roso en la imaginación que entran en los sueños<br />
<strong>de</strong>l lector. Así son para mí las <strong>de</strong> Javier Marías.»<br />
—CARMEL BIRD, The Australian<br />
«Parece incapaz <strong>de</strong> escribir una sola frase <strong>de</strong>scuidada o <strong>de</strong>sechable. Necesitamos más<br />
novelistas como Marías.»<br />
—TIM MARTIN, The In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt on Sunday<br />
«Las novelas <strong>de</strong> Marías, furiosamente perceptivas, están entre lo mejor que se produce en<br />
cualquier lugar en este momento.»<br />
—TIM MARTIN, The In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt on Sunday<br />
«Javier Marías está dotado <strong>de</strong> una percepción hipertrofiada <strong>de</strong>l alma humana.»<br />
—ALEXIE LORCA, Lire<br />
«Marías es un espléndido estilista.»<br />
Publishers Weekly<br />
«Marías escribe una <strong>de</strong> esas raras obras que quedarán <strong>de</strong> nuestra época. Una obra<br />
consi<strong>de</strong>rable y única.»<br />
MARTIN SILBER, Le Mon<strong>de</strong> <strong>de</strong>s Livres<br />
«Quien no lea a Marías está con<strong>de</strong>nado.»<br />
The Nation<br />
«Marías es un talento <strong>de</strong>slumbrante.»<br />
The New York Times
Se ha dicho sobre...<br />
la obra <strong>de</strong> Javier Marías<br />
Mañana en la batalla piensa en mí<br />
«Por obra y gracia <strong>de</strong> su estilo, don<strong>de</strong> se unen, como en ningún otro, los prestigios <strong>de</strong> la<br />
inteligencia y las potencias <strong>de</strong> la poesía, el esplendor <strong>de</strong> la luz y los misterios <strong>de</strong> la sombra,<br />
Javier Marías entreabre para sus lectores las puertas <strong>de</strong> un universo más complejo, más rico y<br />
más abundante que aquel en que se <strong>de</strong>senvuelve el común <strong>de</strong> la humanidad, incapaz <strong>de</strong> ver<br />
más allá <strong>de</strong> las apariencias.»<br />
BRUNO DE CESSOLE, Le Figaro Littéraire<br />
«Todos sus libros son impresionantes, pero Mañana en la batalla piensa en mí ofrece<br />
probablemente la inmersión más profunda en el universo encantado <strong>de</strong> Marías.»<br />
MICHAEL WOOD, The London Review of Books<br />
«Marías escribe con elegancia, con ingenio y con magistral suspense y, con todas estas<br />
garantías, es sin embargo la profunda incertidumbre ontológica que yace en el corazón <strong>de</strong> su<br />
obra lo que la hace a la vez tan inquietante y tan verda<strong>de</strong>ra.»<br />
MICHAEL KERRIGAN, The Times Literary Supplement<br />
«La narración fluye como un thriller psicológico con interludios cómicos y macabros: el<br />
narrador lo maneja como un maestro <strong>de</strong> habilidad y <strong>de</strong> ambigüedad.»<br />
AMANDA HOPKINSON, The In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt on Sunday<br />
«Una historia seductora... Un thriller metafísico.»<br />
GEORGE LAWSON, The Observer<br />
«Este autor estimula al lector <strong>de</strong> forma poco habitual. Se trata <strong>de</strong> un libro fuera <strong>de</strong> lo<br />
común... Marías es por un lado un narrador extraordinario, y por otro lado un filósofo.»<br />
MARCEL REICH-RANICKI, Das Literarische Quartett<br />
«Marías cuenta con una acción, por la que podrían envidiarlo todos los novelistas, y la<br />
escenifica habilidosamente. Pero en realidad no le interesa... Le sirve <strong>de</strong> cebo, para<br />
seducirnos hacia el libro y por el libro. Pero en cuanto nos tiene <strong>de</strong>ntro nos da, <strong>de</strong> forma<br />
generosa más que avara, dos novelas más.»<br />
ANDREAS ISENSCHMID, Tages Anzeiger<br />
Todas las almas<br />
«Todas las almas es una obra a la vez afectuosa y vengativa, profunda, conmovedora,<br />
<strong>de</strong>liciosamente extraña y maravillosamente graciosa.»<br />
JOHN BANVILLE<br />
«Un misterioso relato... Un torbellino <strong>de</strong> magistrales coreografías narrativas.»
GUY MANNESABBOT, The New Statesman<br />
«Una prosa equilibrada y majestuosa... Una <strong>de</strong>slumbrante novela <strong>de</strong> Oxford, con todo el<br />
ingenio y el humor y la nostalgia que podríamos <strong>de</strong>sear.»<br />
MICHAEL KERRIGAN, The Times Literary Supplement<br />
«Probablemente la más ingeniosa novela <strong>de</strong> ‘campus’ <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que David Lodge escribiera<br />
Intercambios. El estilo y la estructura son vigorosos, innovadores, y, en conjunto, mucho más<br />
logrados que cuanto he leído <strong>de</strong> Martin Amis... Ésta es la primera novela <strong>de</strong> Marías que se<br />
traduce al inglés, y hay otras dos en perspectiva. ¿Por qué, me pregunto, se ha tardado<br />
tanto?.»<br />
CORINA HONAN, The Daily Mail<br />
«Un libro inteligente y bien realizado con partes excepcionalmente cómicas.»<br />
MARK SANDERSON, The In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt on Sunday<br />
«Esta soberbia novela está llena <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, filones imaginativos y penetración.»<br />
SUSAN GEASON, The Sydney Sun Herald<br />
«En la precisión y sutileza <strong>de</strong> su estructura, recuerda a Proust y a Henry James. Marías<br />
mantiene al lector entregado y absorto con la elegancia y la flexibilidad <strong>de</strong> su estilo.»<br />
BRUNO DE CESSOLE, Le Figaro<br />
Cuando fui mortal<br />
«Estos cuentos permiten entreabrir una puerta por la que echar un vistazo al universo<br />
singularísimo <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los más gran<strong>de</strong>s novelistas contemporáneos.»<br />
MARTINE SILBER, Le Mon<strong>de</strong><br />
«En diez o veinte páginas, Marías logra insólitamente escribir una novela, un final o<br />
fragmento <strong>de</strong> novela que en todo caso adquieren verda<strong>de</strong>ra autonomía. El resultado es<br />
asombroso. Como durante esas siestas en las que se cierran los ojos cinco minutos y se tiene<br />
la sensación <strong>de</strong> haber dormido horas. ¿Será Javier Marías el a<strong>de</strong>pto o el gurú <strong>de</strong> una escritura<br />
perfectamente hipnótica?»<br />
FRÉDÉRIC VITOUX, Le Nouvel Observateur<br />
«Aquí se reencuentra al Marías amado, proustiano, irónico y doloroso... con las pasiones <strong>de</strong><br />
siempre, <strong>de</strong>seo y odio.»<br />
JEAN CHARLES GATEAU, Journal <strong>de</strong> Genève<br />
«Con finura, el autor sabe crear un clima en el que todo parece normal hasta que un<br />
inesperado grano <strong>de</strong> arena se cuela en la mecánica y <strong>de</strong>ja al lector patidifuso. Gran arte.»<br />
DENIS WETTERWALD, Politis<br />
«Uno <strong>de</strong> los placeres <strong>de</strong> estos cuentos es que su ausencia <strong>de</strong> afectación permite al lector<br />
adherirse al estado <strong>de</strong> ánimo <strong>de</strong>l narrador. Con Marías se tiene suerte, nunca vacilará mucho<br />
tiempo.»<br />
ANNE DIATKINE, Libération
Negra espalda <strong>de</strong>l tiempo<br />
«Negra espalda <strong>de</strong>l tiempo brinda el sustrato esencial <strong>de</strong> la novela, la luz fuera <strong>de</strong>l tiempo, don<strong>de</strong><br />
perdura lo que ya ha cesado. Fascinante.»<br />
JUAN VILLORO, La Jornada (México)<br />
«Una lúcida reflexión vital. [...] Su original mundo, a la vez verda<strong>de</strong>ro y fantástico, cotidiano y<br />
enigmático, tiene una hondura hermosa y patética.»<br />
SANTOS SANZ VILLANUEVA, El Mundo<br />
«Les <strong>de</strong>safío a que traten <strong>de</strong> construir una parodia <strong>de</strong> este libro admirable, que uno (o dos)<br />
quisiera haber escrito.»<br />
GUILLERMO CABRERA INFANTE, El País<br />
«La novela <strong>de</strong> Marías rebasa el misterio. Es inquietante porque respira. Ésta es la simpleza <strong>de</strong><br />
su misterio y <strong>de</strong> su atractivo.»<br />
JOSÉ FELIPE CORIA, El Financiero (México)<br />
«Un dúctil oficio <strong>de</strong> narrar y una prosa brillante. [...] Hay algo <strong>de</strong> Proust en el modo casi<br />
imperceptible como se pasa <strong>de</strong> un episodio a otro.»<br />
PABLO INGBERG, La Nación (Argentina)<br />
«Lo que parece indiscutible en Negra espalda <strong>de</strong>l tiempo es la maestría alcanzada.»<br />
ANA RODRÍGUEZ FISCHER, Archipiélago<br />
«El empeño <strong>de</strong> Marías es uno <strong>de</strong> los más radicales y ambiciosos <strong>de</strong> la narrativa española <strong>de</strong><br />
estos últimos años.»<br />
FERNANDO VALLS, Quimera<br />
«Novedosa, noticiosa, provista <strong>de</strong> todos los ingredientes <strong>de</strong>l género. Negra espalda <strong>de</strong>l tiempo<br />
hará las <strong>de</strong>licias <strong>de</strong> los ahítos <strong>de</strong> novelerías tradicionales que no <strong>de</strong>jarán <strong>de</strong> recibir un guiño<br />
cómplice <strong>de</strong> Cervantes.»<br />
GONZALO DÍAZ MIGOYO, University of Chicago<br />
Los enamoramientos<br />
«Es la historia <strong>de</strong> un crimen pero no es una novela negra. Yo la <strong>de</strong>finiría como una novela <strong>de</strong><br />
lenguaje. Y como una novela sobre la impunidad. ¿Por qué una novela <strong>de</strong> lenguaje? Porque<br />
ese es el principal talento <strong>de</strong> Javier Marías, mol<strong>de</strong>ar el lenguaje como si fuera una materia<br />
dúctil, mágica.»<br />
ANA CRISTINA ROSSI, El Financiero (Costa Rica)<br />
«Si buscáis una lectura que os haga pensar, una referencia <strong>de</strong> uso magistral <strong>de</strong>l lenguaje, o<br />
una inmersión en la sicología humana con diferentes puntos <strong>de</strong> vista ante un mismo suceso<br />
trágico, este sí es el libro que buscáis.»
RAFAEL MARTÍNEZ, ABC<br />
«Los enamoramientos, como novela, marca un punto <strong>de</strong> inflexión en la trayectoria <strong>de</strong>l autor.<br />
Javier Marías confiere ahora a la intriga un peso capital, no tanto para tenernos en vilo (que<br />
también, pues hay momentos <strong>de</strong> extrema tensión) y sí para mostrar que todo haz tiene su<br />
envés, que la explicación <strong>de</strong> un acto pue<strong>de</strong> contar con dos versiones, ambas impecables en su<br />
“verosimilitud”».<br />
ANA RODRÍGUEZ FISCHER, Turia<br />
«Un manejo magistral <strong>de</strong>l discurso interior convive con la tensión <strong>de</strong> los diálogos entre los<br />
tres protagonistas en un proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>svelamiento <strong>de</strong> una muerte cuya explicación se va<br />
resistiendo. Otra gran novela <strong>de</strong> Marías.»<br />
JOSÉ Mª POZUELO, ABC Cultural<br />
«Marías no escribe <strong>de</strong> un modo lineal ni ortodoxo: <strong>de</strong>sparrama el texto, <strong>de</strong> tal modo que la<br />
narración no circula por canales bien trazados, sino por un cauce natural, acci<strong>de</strong>ntado, a lo<br />
largo <strong>de</strong>l cual se producen meandros, remolinos y <strong>de</strong>sbordamientos, sin per<strong>de</strong>r nunca el<br />
rumbo ni el control último <strong>de</strong>l discurso.»<br />
EDUARDO MENDOZA, El País. Babelia
Javier Marías habla sobre<br />
su obra<br />
«La mayoría <strong>de</strong> mis narradores son intérpretes en un sentido amplio <strong>de</strong>l término. No<br />
intervienen ni actúan mucho; ven, observan, son testigos a menudo pasivos. Y tienen<br />
profesiones en las que transmiten saberes (un profesor) o sirven a la voz <strong>de</strong> otros (un<br />
“negro”, un intérprete en el sentido <strong>de</strong> traductor, un intérprete <strong>de</strong> vidas como en Tu rostro<br />
mañana). En cierto sentido son fantasmas, y he dicho en muchas ocasiones que el punto <strong>de</strong><br />
vista <strong>de</strong> un fantasma me parece un excelente punto <strong>de</strong> vista para narrar: uno ya no está, ya<br />
nada pue<strong>de</strong> pasarle, pero a la vez no es indiferente a los hechos (por eso los fantasmas<br />
vuelven y rondan». (en La Nación, ADN Cultura. 03/08/2012)<br />
«Aprendí mucho traduciendo, cuando lo hacía. Y en cierto sentido me ha <strong>de</strong>jado en herencia<br />
una forma <strong>de</strong> trabajar. Yo corrijo mucho cada página –no, en cambio, la obra una vez<br />
acabada –, y el primer borrador <strong>de</strong> cada una me funciona un poco como me funcionaba el<br />
texto original en la traducción. Sólo que, claro está, al escribir tengo toda la libertad <strong>de</strong>l<br />
mundo para añadir, suprimir o cambiar. Pero necesito tener un referente a partir <strong>de</strong>l cual<br />
elaborar, como me sucedía con el original cuando traducía.» (en Neue Zürcher Zeitung.<br />
15/03/2012)<br />
«Estoy acostumbrado a escribir sobre papel. Cada versión <strong>de</strong> una página luego la corrijo a<br />
mano, hago mis tachaduras, mis cambios, pongo flechas, etc., y la vuelvo a teclear entera con<br />
las correcciones incorporadas. Así cuantas veces haga falta. En un or<strong>de</strong>nador el proceso sería<br />
distinto, a menos que imprimiera cada vez, y eso me parece absurdo. Me gusta escribir sobre<br />
papel, eso es todo. Antes tiraba cada hoja <strong>de</strong>scartada, hasta que una amiga me dijo que eso<br />
podía ser valioso. Yo no lo creo, pero le regalé varios borradores <strong>de</strong> mis novelas. Ahora los<br />
guardo no sé muy bien para qué.» (en Neue Zürcher Zeitung. 15/03/2012).<br />
«Al hacer novelas no pretendo escapar, salir <strong>de</strong> ella, compensarla o crear un mundo a mi<br />
gusto por medio <strong>de</strong> algo más or<strong>de</strong>nado, más armónico en el cual uno tiene el control. No<br />
escribo contra la realidad. Aunque es verdad que alguna vez he dicho que en la ficción se<br />
<strong>de</strong>scansa <strong>de</strong> la realidad. También he comentado que todo escritor en el fondo ansiaría<br />
convertirse en un personaje <strong>de</strong> ficción. Pasar una parte <strong>de</strong>l tiempo real, como solemos hacer<br />
los escritores <strong>de</strong> novelas, es pasarlo en un mundo aparte, un poco distinto. Y por el hecho<br />
uno pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>scansa, incluso se consuela <strong>de</strong> ciertas cosas. Pero tampoco es algo que<br />
necesite <strong>de</strong> manera perentoria. Puedo pasarme mucho tiempo sin escribir novelas y no me<br />
pasa nada.» (1999)<br />
«Cuando algunas personas me muestran admiración que consi<strong>de</strong>ro excesiva por los libros<br />
que hago, yo no puedo compartirla, por una razón muy simple: yo los hago. Y sé cómo los<br />
hago. No digo que no me cueste trabajo. Pero puesto que los hago y los he hecho,<br />
francamente no les puedo ver <strong>de</strong>masiado mérito. Es como si yo me admirara <strong>de</strong> las cosas<br />
que hace un cirujano, pero a lo mejor el cirujano, puesto que lo logra, lo sabe hacer y sabe<br />
cómo lo ha hecho, a lo mejor tampoco diría que esto es maravilloso.» (1999)
«Soy el primer lector <strong>de</strong> mis novelas, y si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio supiese toda la historia, escribiría<br />
<strong>de</strong> manera más rutinaria, y me aburriría. Necesito averiguar -parcialmente, claro- lo que estoy<br />
escribiendo, para sentirme interesado y no verlo como un ejercicio <strong>de</strong> redacción. Esto no<br />
significa que escriba a ciegas ni a tientas: suelo saber hacia dón<strong>de</strong> voy o quiero ir; como he<br />
dicho tantas veces, tengo una brújula; pero carezco <strong>de</strong> mapa, ignoro cuál será el recorrido, la<br />
travesía. Los <strong>de</strong>cido sobre la marcha, improviso mucho. Pero <strong>de</strong>cido siempre yo, por<br />
supuesto. No creo en tonterías <strong>de</strong> esas que algunos novelistas todavía dicen, que si los<br />
personajes “cobran vida” y “exigen” cosas. Haría falta ser muy pusilánime para <strong>de</strong>jarse “dar<br />
ór<strong>de</strong>nes” por entes <strong>de</strong> ficción, creados por uno mismo.» (en Il Giannone, enero 2011)<br />
«No tengo prisa, cuando escribo. Todo lo contrario. Quizá escriba, entre otras cosas, para<br />
per<strong>de</strong>r un poco el tiempo, ahora que nadie está dispuesto a eso. Y eso quiere <strong>de</strong>cir, para<br />
también po<strong>de</strong>r notarlo, sentirlo, contemplarlo, percibir su paso e incluso -en la literatura-<br />
<strong>de</strong>tenerlo. En la literatura, o en la novela, se le pue<strong>de</strong> dar al tiempo la dimensión que el<br />
propio tiempo y su transcurrir continuo no le dan. Se pue<strong>de</strong> conseguir que exista el tiempo<br />
que en la vida no tiene tiempo <strong>de</strong> existir. Eso me interesa mucho.» (en Il Giannone, enero<br />
2011)<br />
«Mis libros nacen muy lentamente. Puedo escribir las dos primeras frases un día y no escribir<br />
las siguientes hasta pasada una semana, un mes incluso. Es difícil <strong>de</strong>cir cuándo se produce el<br />
verda<strong>de</strong>ro nacimiento <strong>de</strong> una novela. Hasta que llevo escritas cuarenta o cincuenta páginas ni<br />
siquiera sé si finalmente va a existir.» (en Il Giannone, enero 2011)<br />
«Uno no entien<strong>de</strong> mucho más sobre casi nada <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> escribir un libro. Una <strong>de</strong> las<br />
razones por las que escribo es porque me parece que escribiendo pienso mejor sobre las<br />
cosas, que <strong>de</strong> ninguna otra manera. Y creo que eso en realidad le pasa a todo el mundo, sean<br />
escritores profesionales o no. La gente escribe diarios, blogs o cartas y, a veces, para<br />
enten<strong>de</strong>rse y explicarse mejor. La escritura da forma a los pensamientos. Ahora bien: <strong>de</strong> ahí a<br />
que uno entienda más sobre la muerte o sobre el amor media un abismo. A mí me gusta<br />
recordar a menudo una cosa que dijo Faulkner sobre la literatura: “La literatura lo más que<br />
logra es lo mismo que un fósforo cuando se encien<strong>de</strong> en mitad <strong>de</strong> la noche, en mitad <strong>de</strong> un<br />
campo. Esa cerilla en realidad no ilumina nada, lo único que permite ver mejor es cuánta<br />
oscuridad hay alre<strong>de</strong>dor”.» (en vive.in -Colombia-, 25/06/2011)