Rampla Juniors, - Diego Vivanco
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<strong>Rampla</strong> <strong>Juniors</strong>,<br />
la esencia de Montevideo<br />
Texto y fotos de <strong>Diego</strong> <strong>Vivanco</strong> / @diegovivanco
La brisa del Atlántico ha decidido no hacer<br />
acto de presencia. En cambio, la bruma<br />
envuelve la bahía, la ciudad parece en calma<br />
desde la distancia. Un tercio del modesto<br />
coliseo está ocupado por aficionados,<br />
que sorben sosegadamente su mate para<br />
combatir el intenso frío del cemento. No es<br />
una mañana cualquiera en la Villa del Cerro:<br />
<strong>Rampla</strong> <strong>Juniors</strong> está a punto de saltar al<br />
terreno de juego.
Amarres de piedra<br />
V<br />
iejo <strong>Rampla</strong>, apelativo afectuoso<br />
por el que se conoce al<br />
club uruguayo, está aún asimilando<br />
la amarga realidad de<br />
su reciente descenso e intenta<br />
adaptarse a las duras exigencias de la<br />
segunda división. Después de todo, estamos<br />
hablando de <strong>Rampla</strong> <strong>Juniors</strong>. El<br />
mismo equipo que logró el campeonato<br />
liguero en 1927 y disfrutará de su centenario<br />
el 7 de enero de 2014, el mismo<br />
que fue considerado el tercer grande<br />
tras los dos gigantes Peñarol y Nacional<br />
durante la primera mitad del siglo XX.<br />
E incluso más importante que su propio<br />
pasado, <strong>Rampla</strong> <strong>Juniors</strong> representa a<br />
un gran número de montevideanos que<br />
todavía creen que la esencia del fútbol<br />
de su país se encuentra en un humilde<br />
equipo de barrio.<br />
En un país donde la mayoría de<br />
clubes disfrutan de poco respaldo (el<br />
90% de los seguidores son acérrimos<br />
de Peñarol o Nacional), <strong>Rampla</strong> <strong>Juniors</strong><br />
goza, dentro de sus limitaciones, de un<br />
apoyo notable y fiel, fuerte en comparación<br />
con otros equipos de la capital. El<br />
primer partido de la temporada contra<br />
Villa Teresa atrajo a 2.000 aficionados,<br />
un número que superó la cifra total de<br />
todos los demás partidos de segunda<br />
juntos. Una entrada similar aguarda<br />
el comienzo del siguiente partido de la<br />
temporada como anfitrión, ante Torque.<br />
ESENCIA NAVIERA<br />
El nombre de <strong>Rampla</strong> proviene de una<br />
calle colindante con el puerto llamada<br />
La Marsellaise, conocida popularmente<br />
como <strong>Rampla</strong>, su denominación original<br />
hasta 1909. El equipo adoptó los<br />
colores rojo y verde tras la llegada de<br />
un barco portugués al puerto de Montevideo,<br />
emulando lo que realizó Boca<br />
<strong>Juniors</strong> en la otra orilla del Río de la<br />
Plata con un buque sueco. A medida que<br />
el club fue creciendo en popularidad,<br />
empezó a desplazarse alrededor de la<br />
bahía, primero jugando en el distrito<br />
de La Aguada para luego asentarse<br />
de manera definitiva en el barrio Villa<br />
del Cerro en 1919, donde estaban instaladas<br />
las cámaras frigoríficas para<br />
el almacenamiento de carne (de ahí<br />
el antiguo apodo de Friyis, del inglés<br />
fridges). En 1923, <strong>Rampla</strong> se trasladó<br />
definitivamente al campo donde hoy en<br />
día sigue disputando sus encuentros.<br />
John Miller, ávido seguidor de <strong>Rampla</strong><br />
que más tarde acabaría siendo presidente<br />
honorífico de la institución, fue<br />
propietario del Varadero de la Villa del<br />
Cerro y cedió el terreno para que el club<br />
pudiera construir su nueva cancha con<br />
la única condición de llamar al nuevo<br />
recinto Parque Nelson, en honor al almirante<br />
británico. Desde 1980, el nombre<br />
oficial del campo es Estadio Olímpico.<br />
DIVIDE Y VENCERÁS<br />
En el Estadio Olímpico, dos de los cuatro lados carecen de gradas. Solamente un muro separa la cancha del Río de la Plata.<br />
El Club Atlético Cerro fue fundado en<br />
1922 y supuso la primera piedra en el<br />
declive de <strong>Rampla</strong>. Cuenta la historia
Tiempo de descanso, tiempo de bar.<br />
<strong>Rampla</strong> representa a<br />
esos montevideanos<br />
que todavía creen<br />
que la esencia del<br />
fútbol se encuentra<br />
en un humilde<br />
equipo de barrio<br />
El mate, fiel compañero para calentar las tardes del frío verano austral.<br />
En <strong>Rampla</strong> lucen con orgullo su apodo. Incluso son frecuentes las fotos de Pedro Picapiedra en la grada.<br />
Amarres de piedra<br />
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Amarres de piedra<br />
Los muros del estadio de <strong>Rampla</strong> no son los únicos repletos de grabados con el escudo de los bohemios.<br />
que directivos de Peñarol andaban<br />
preocupados por el auge de <strong>Rampla</strong><br />
y presentían una amenaza a su hegemonía.<br />
Para contrarrestar la situación,<br />
realizaron un acercamiento a ciertos<br />
miembros directivos disconformes con<br />
la gestión de <strong>Rampla</strong> <strong>Juniors</strong> proporcionándoles<br />
la financiación necesaria para<br />
fundar otro club en la zona: C.A. Cerro.<br />
Resultó ser un golpe maestro, ya que las<br />
lealtades se vieron divididas y <strong>Rampla</strong><br />
se encontró de la noche a la mañana<br />
compitiendo por el poder, el reconocimiento<br />
y los éxitos de la zona con un<br />
nuevo y acérrimo rival. El clásico de la<br />
Villa, el segundo derbi en antigüedad de<br />
Uruguay tras el Superclásico, atestigua<br />
el desarrollo de esta rivalidad.<br />
En el descanso, <strong>Rampla</strong> pierde<br />
0-2 frente a Torque, un recién ascendi-<br />
do a la división de plata. "<strong>Rampla</strong> es<br />
el mejor cardiólogo que existe, si tu<br />
corazón puede soportar un partido<br />
de este equipo, es que gozas de un<br />
buen estado de salud", cuenta Edison<br />
Pérez, el entrenador de la sección de<br />
fútbol sala del club. La tribuna principal<br />
del estadio es de cemento y luce<br />
unos característicos asientos en forma<br />
de butacas. Las gradas y las vigas de<br />
madera desaparecieron hace mucho<br />
tiempo, sustituidas por el hormigón en<br />
1966 tras un descomunal esfuerzo por<br />
levantar y picar las rocas existentes. El<br />
nuevo apodo no tardó en propagarse, y<br />
los aficionados fueron bautizados como<br />
Picapiedras.<br />
El intermedio permite al secretario<br />
general del club, Miguel Aguirre<br />
Bayley, describir a los incondicionales<br />
Pocos presagiaron la<br />
caída cuando <strong>Rampla</strong><br />
<strong>Juniors</strong> se convirtió<br />
en el primer equipo<br />
uruguayo en ganar en<br />
territorio inglés, 3-1<br />
ante el Portsmouth<br />
de <strong>Rampla</strong> <strong>Juniors</strong>. "A pesar de una<br />
ubicación idónea y de su esplendoroso<br />
pasado, la Villa del Cerro es un<br />
vecindario humilde, honesto, de clase<br />
trabajadora". El señor Aguirre, como todos<br />
los empleados, no recibe ninguna<br />
remuneración del club, lo que constituye<br />
un claro acto de amor hacia los<br />
colores de <strong>Rampla</strong>. Sus conocimientos<br />
sobre los rojiverdes no tienen límite.<br />
"El 50% de Picapiedras son de acá, el<br />
resto proviene de otros barrios de<br />
Montevideo". El hecho de que <strong>Rampla</strong><br />
se estableciera al otro lado de la bahía
Suplentes y aficionados no invitados a la fiesta observando el espectáculo.<br />
El celesto horizonte de Montevideo y el río de la Plata son el marco idílico en el que <strong>Rampla</strong> vive y sobrevive.<br />
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Amarres de piedra<br />
Las telas de las pancartas en la cancha de <strong>Rampla</strong> andan igual de ajadas que el equipo, condenado a la segunda uruguaya.
El agua se entrelaza con la cancha, como el verde y el rojo de <strong>Rampla</strong>.<br />
y luego se trasladara de una parte a<br />
otra le permitió sembrar lealtades por<br />
toda la ciudad.<br />
El viento se levanta, y los más<br />
veteranos vaticinan su influencia en el<br />
devenir de la segunda mitad.<br />
REINVENTARSE<br />
Pocos presagiaron la caída cuando<br />
<strong>Rampla</strong> <strong>Juniors</strong> se convirtió en el primer<br />
equipo uruguayo en ganar en territorio<br />
británico, derrotando 3-1 al Portsmouth<br />
durante un tour europeo en 1956. Nadie<br />
concebía el declive de uno de los dos<br />
únicos clubes en aportar jugadores a<br />
la selección uruguaya en los torneos en<br />
los que se coronó campeona: los oros<br />
olímpicos de 1924 y 1928, y las Copas del<br />
Mundo de 1930 y 1950. ¿Qué salió mal?<br />
Las historias de <strong>Rampla</strong>, en primera o en segunda, narradas en directo.<br />
Los 70 resultaron funestos, transitados<br />
en su totalidad en la segunda división,<br />
enterrando toda estabilidad deportiva<br />
lograda con anterioridad. Desde entonces,<br />
todo ha sido una constante lucha,<br />
siendo el descenso del último verano el<br />
tercero desde 1981.<br />
"Nos hemos dado cuenta que<br />
para garantizar la subsistencia del<br />
club debemos adoptar una estrategia<br />
de apostar por jóvenes jugadores<br />
que inevitablemente serán vendidos a<br />
equipos más poderosos, pero que a la<br />
larga asegurarán la supervivencia del<br />
club", comparte con Edison Pérez. "Poco<br />
a poco vamos introduciendo una política<br />
de cantera con la que los aficionados<br />
se identifican y hemos inaugurado una<br />
nueva ciudad deportiva, el Complejo<br />
Picapiedra", detalla el dirigente.<br />
Amarres de piedra<br />
La pasión por los 'Picapiedras' no tiene edad.<br />
El partido finaliza con remontada<br />
de <strong>Rampla</strong> y un empate a tres<br />
en el marcador. ¿Una premonición? El<br />
retorno a primera para coincidir con el<br />
centenario del club es la obsesión de<br />
todos, pero el club es consciente de la<br />
ardua tarea que implica recuperar su<br />
legítimo lugar en el campeonato.<br />
El estadio se vacía; un perro solitario<br />
pasea por el graderío, los últimos<br />
simpatizantes pliegan las banderas y un<br />
hombre cruza la entrada principal, colina<br />
arriba, en dirección al Cerro, con un<br />
inconfundible polo rojo y jersey verde.<br />
Historias del pasado y del presente del<br />
club han contribuido a forjar el fútbol<br />
montevideano y, como en todo equipo<br />
modesto, el particular sentimiento de<br />
sus aficionados es lo que hace especial<br />
a <strong>Rampla</strong> <strong>Juniors</strong>. Su razón de ser.<br />
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