18 Apuntes so- bre el papel EL LIBRO ELECTRÓNICO NO SÓLO PROPONE UN NUEVO SOPORTE DE LECTURA, TAMBIÉN ABRE UN CIRCUITO FLUIDO PARA PUBLICAR Y RESCATAR OBRAS LITERARIAS. COMENZÓ UNA CARRERA QUE PARECE NO TENER VUELTA ATRÁS. por Agustín Marangoni
El avance tecnológico experimentó con éxito en el cine -curiosamente nadie extraña el viejo vhs y su simpático cassette-, en la música -los archivos digitales dejaron a la industria del disco tambaleando en un rincón- y en la fotografía -salvo para algunos profesionales, la película fotosensible es una pieza de museo-. Pero el papel se niega a dar el brazo a torcer, sobrevive amparado por los talibanes del libro, un ejército de lectores que asegura que no hay mayor placer que sentir la textura de las páginas, olerlas, subrayar palabras y garabatear márgenes. Ante cualquier pregunta desenfundan la espada de la tradición para defender el libro como objeto, como algo real, que se toca. Esos archivitos con palabritas que completan una pantallita no son nada, dicen con gesto cerrado y regresan al sillón donde dejaron apoyado un bloque gordo de hojas encuadernadas. Cuanto más gordo y pesado mejor. Más placer. Más razón. Es divertido leer el proceso que se activa con la aparición de nuevas tecnologías, en especial las que buscan reemplazar a otras que, según el clamor de las masas, son inmejorables. Etapa número uno: negación. No sirve para nada, es una moda, vas a ver que no prospera. Etapa número dos: desconfianza. La verdad no sé, con lo que tengo estoy bien, no necesito más. Etapa número tres: valoración económica. Todavía es caro, tal vez cuando baje de precio. Etapa número cuatro: compra. Lo voy a pro- bar, que sé yo. presente Etapa número cinco: sinceramiento, defensa y recomendación. Mirá yo creía que no servía para nada, pero la verdad es que es muy cómodo, fácil de usar y ocupa menos espacio, vale la pena. Defender el libro de papel, defender el papel como institución, es una cruzada tan romántica como conservadora. La nueva generación de libros electrónicos plantea un escenario interesante como soporte de lectura y como vía de acceso y distribución de material. Es innegable que el objeto-libro es bien bonito, pero en términos de circulación, a esta altura, tiene la batalla perdida. Lo importante, lo contemporáneo, es hacer foco en el contenido; la forma es lujo, y el lujo es cosa de pocos. Antes que nada, una aclaración: la amabilidad de la pantalla de un libro electrónico es total, permite leer con la misma comodidad que en el papel. No son dispositivos retroiluminados como el monitor de una computadora, de una tablet o de un teléfono celular, que fatigan la vista y acortan el tiempo de concentración. El fondo es blanco opaco y las letras se forman con tinta electrónica. El efecto es igual al de un libro fabricado y ensamblado en la mismísima imprenta de Gutenberg. Hay que ubicarse debajo de una lámpara o cerca de una ventana para leer, exactamente lo mismo que está ha-ciendo usted, querido lector, con esta revista que tiene entre las manos. Desde el punto de vista económico el libro electrónico es imbatible, los mejores que ofrece 19