Excelencia se escribe con “s” - revista iese.

Excelencia se
escribe con “s”
Los directivos de Nissan han implantado un sistema que les ayuda a alcanzar la excelencia en el día a día.
Se denomina las “cinco eses”. El programa es eficaz –yo mismo lo he comprobado– y ayuda a quien lo
aplica a realizar mejor su trabajo
Joaquim Camp. En el secret XII, 1990.
Las “cinco eses”
Tuve conocimiento de las “cinco eses” hace un par de años, a
raíz de haber escrito un caso sobre los equipos de mejora continua
en Nissan Motor Ibérica. Soy consciente de que este procedimiento
es bien conocido entre los expertos en mejora
continua de las operaciones, pero para mí fue, en cierto modo,
un descubrimiento. En varias ocasiones he mencionado este sistema
a mis alumnos en los Programas de Perfeccionamiento
para directivos en el IESE, y, para sorpresa mía, pocos lo conocían.
Por esta razón, me he decidido a escribir sobre él.
Las “cinco eses” son las iniciales de cinco palabras japonesas
cuya transcripción fonética empieza por ese. Cada palabra contiene
una recomendación muy concreta sobre la organización
del trabajo. Las cinco palabras son: Seiri, que significa «eliminar
lo innecesario»; Seiton, «establecer orden» o, más explícitamente,
«cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa»; Seiso,
«esmerarse en la limpieza»; Seiketsu, «cuidar el uniforme y la
seguridad personal», y Shitsuke, «ser disciplinado y respetar las
reglas».
Entre la documentación de que disponía para escribir el caso
encontré un gráfico que describía los pasos dados por la compañía
para mejorar la calidad. Me sorprendió saber que habían
empezado a implantar las “cinco eses” en 1986. De hecho, ésta
parecía ser la primera medida para mejorar la calidad. Hoy día,
continúan impulsando las “cinco eses” a través de un seguimiento
periódico de su grado de cumplimiento. Esta observación
pone de manifiesto que las “cinco eses”, un concepto aparentemente
simple, no es nada fácil de implantar. Requiere cambios
radicales en nuestros hábitos de trabajo.
Quedé tan gratamente impresionado con el concepto que me
sentí impulsado a observar mi despacho desde la óptica de las
“cinco eses”. Me di una puntuación modesta. Confesaré al lector
que siempre he deseado ser más ordenado, pero nunca lo he
conseguido plenamente.
De modo que empecé por la primera “ese”: «eliminar lo innecesario».
Es sorprendente la cantidad de cachivaches que se guardan
en un despacho. El primer paso fue eliminar todos los
cachivaches y las carpetas que había encima de mi mesa, con la
excepción de un hermoso escritorio de piel y un plumier que me
trajo mi hijo de Ispahan, que resulta muy decorativo. Nada más.
Así empezó mi lucha personal con las “cinco eses”.
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Seiso: Esmerarse en la limpieza
Luego continué con la segunda “ese”: «cada cosa en su sitio y un
sitio para cada cosa». Así empecé a ordenar mis papeles. Continúo
en ello. No voy a entretener al lector con más detalles personales.
He conseguido bastantes avances, pero sé que me queda
mucho por hacer. Como dice una compañera de trabajo a la que
le he confiado mis esfuerzos: «Cada uno tiene su orden». Bueno,
éste es el mío, y he llegado a dos conclusiones. Primero, me siento
mejor, trabajo más a gusto. Sólo ver la mesa brillante y limpia, me
anima. Segundo, esto requiere una buena dosis de autodisciplina y
de tenacidad, porque no se puede bajar la guardia y, de vez en
cuando, hay que revisar la situación. Una especie de auditoría,
como en la fábrica de Nissan.
He puesto el ejemplo de la aplicación de las “cinco eses” en mi
despacho, pero es fácil darse cuenta de que el concepto es aplicable
en los ámbitos más diversos, desde un hogar hasta el mobiliario
urbano. ¿Se imagina el lector cómo sería una ciudad en la que se
aplicasen las “cinco eses”?
Al llegar a este punto, es el momento de plantearse la pregunta
radical: ¿qué aportan las “cinco eses”? En primer lugar, y a primera
vista, aportan mayor eficiencia: yo encuentro antes mis papeles,
pero también dispongo de más espacio; un obrero encontrará
IESE MARZO 2002 / Revista de Antiguos Alumnos
Seiri: Eliminar lo innecesario
a fondo / tendencias
Seiton: Establecer orden
Seiketsu: Cuidar el uniforme y la seguridad personal Shitsuke: Ser disciplinado y respetar las reglas
antes sus herramientas, y la ausencia de manchas de aceite en el
suelo reducirá el riesgo de accidentes; un ama de casa tendrá
mejor ubicados los mil objetos que hay en una cocina y correrá
menos riesgo de caerse de una escalera o de sufrir una quemadura,
etc. En segundo lugar, y este efecto es menos visible, las “cinco
eses” canalizan el gusto por la excelencia, por hacer las cosas cada
día mejor, por la mejora continua, por lo que los japoneses llaman
en su idioma el Kaizen. Y hacer las cosas mejor no sólo contribuye
a que nos sintamos mejor, sino también a que seamos mejores.
José María Rodríguez Porras
Profesor Ordinario, IESE, Departamento
Comportamiento Humano en la
Organización.
jmrodriguez@iese.edu
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www.ee-iese.com/85/afondo4.pdf
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