apendices.pdf (25865.0K)
apendices.pdf (25865.0K)
apendices.pdf (25865.0K)
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
lactasa se conoce como gen estructural. Asociado con<br />
él hay otros dos genes estructurales que producen otras<br />
enzimas también necesarias para que las células utilicen<br />
la lactosa. Los tres genes estructurales son activados<br />
o desactivados como una unidad. Otras regiones de<br />
ADN realizan una función en la regulación de los genes<br />
estructurales. Un gen regulador codifica para proteínas<br />
llamadas represoras. Junto al gen regulador está la región<br />
promotora, el área de ADN a la que se pueden ligar<br />
la enzima ARN polimerasa, que comienza el proceso de<br />
transcripción. La promotora está formada por dos regiones<br />
de ADN separadas. Entre ellas se encuentra la región<br />
operadora. Ésta y sus genes estructurales relacionados<br />
se conocen como operón. Localiza estas áreas de ADN<br />
en la figura D.1.<br />
En ausencia de lactosa, el gen regulador se transcribe<br />
y traduce, lo que produce moléculas represoras. Éstas se<br />
enlazan a la región operadora. Como resultado de este<br />
enlace de represores y operadores, se evita que el ARN<br />
polimerasa se enlace con el promotor. Por tanto, no puede<br />
ocurrir la transcripción de los genes estructurales, y<br />
no se producen la lactasa y las otras enzimas. Los genes<br />
estructurales no se expresan. Se “apagan”.<br />
Cuando la lactosa —el inductor— está presente, entra<br />
en las células y se combina con las moléculas represoras.<br />
Cuando eso ocurre, el operador ya no está bloqueado,<br />
el ARN polimerasa se puede enlazar con el promotor y<br />
puede ocurrir la transcripción. El mARN producido a<br />
partir de los genes estructurales se traduce, y se sintetizan<br />
la lactasa y las otras enzimas relacionadas. Los<br />
genes estructurales se han expresado.<br />
Existen muchos otros medios por los cuales la expresión<br />
de genes es controlada en las bacterias. Todos ellos<br />
representan una ventaja. Aseguran que las enzimas se<br />
produzcan sólo cuando son necesarias. Por tanto, la célula<br />
conserva tanto energía como materiales al no producir<br />
enzimas innecesarias.<br />
Control de la expresión de genes en eucariontes<br />
El control de genes en eucariontes es mucho más<br />
complejo que en procariontes. A diferencia del ADN<br />
bacteriano, tú sabes que el ADN de los eucariontes se<br />
asocia con proteínas en los cromosomas. El ADN está<br />
enrollado como hilo alrededor de carretes de estas<br />
proteínas, llamadas histonas, y está muy embobinado.<br />
Antes de que pueda comenzar la transcripción, el ADN<br />
Apéndice D<br />
Apéndice D<br />
se debe desenrollar de algún modo de las histonas.<br />
Otro tipo de proteínas cromosómicas, las no histónicas,<br />
pueden funcionar en la regulación de genes al hacer<br />
que el ADN se desenrolle de los carretes de histona.<br />
Este devanado sería un paso necesario que conduzca a<br />
la transcripción.<br />
Aunque más complicado, se sabe que, en células<br />
eucariontes, ocurre el control de la expresión genética<br />
mediante la regulación de la transcripción. Como en las<br />
bacterias, tal control depende de las señales químicas,<br />
que pueden adoptar varias formas. Por ejemplo, las<br />
hormonas esteroides entran en una célula, se mueven en<br />
su núcleo y activan un gen. Se sabe que la metilación, la<br />
adición de grupos de átomos llamados radicales metilo<br />
(–CH 3 ), desactiva ciertos genes. Sin embargo, las proteínas<br />
que regulan la transcripción son más importantes.<br />
No obstante, dichas proteínas no funcionan en la manera<br />
simple que lo hacen las represoras (también proteínas)<br />
de las bacterias. En eucariontes, dos proteínas diferentes<br />
se deben acoplar juntas con la finalidad de regular<br />
algunos genes. Para complicar todavía más las cosas,<br />
algunas regiones de control ADN, llamadas potenciadoras<br />
y silenciadoras, pueden encontrarse a cientos o miles<br />
de pares de bases de los genes cuya actividad ayudan a<br />
regular. Todavía queda por delante mucha investigación<br />
antes de que la imagen del control de la transcripción en<br />
eucariontes se vuelva clara.<br />
Regular la transcripción sólo es un medio para controlar<br />
la expresión genética en eucariontes. Por ejemplo,<br />
algunas moléculas de mARN se pueden procesar de<br />
formas diferentes, dependiendo de cuáles nucleótidos se<br />
remuevan y cómo se empalme el resto. Cada forma de<br />
procesamiento resulta en un diferente mARN final y, por<br />
tanto, en un polipéptido y un fenotipo diferentes.<br />
La expresión de un gen también puede depender de<br />
cambios en un polipéptido después de que ha ocurrido<br />
la traducción. Considera estos ejemplos. Muchas proteínas<br />
no se vuelven funcionales hasta que se mueven a<br />
cierta área dentro o afuera de la célula. Algunas hormonas<br />
y enzimas no pueden funcionar hasta que se hayan<br />
removido algunos de sus aminoácidos. La forma de las<br />
proteínas, y por tanto de sus funciones, está influida por<br />
factores físicos como la temperatura y el pH. En consecuencia,<br />
una proteína expuesta a un pH o temperatura<br />
que cambie su forma no podrá funcionar, y el gen que<br />
codifica para dicha proteína no se expresará.<br />
32 Apendices_Oram.indd 921 12/21/06 12:09:46 AM<br />
921