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Boletín Profesores - Comunidad Escolar

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En la escuela crearon el proyecto “Profesor por<br />

un día”, donde cada alumno debía preparar una<br />

clase y hacerla a sus compañeros. Cuando Sofía<br />

se paró frente al curso y comenzó a hablar,<br />

le costaba concentrarse pues algunos hablaban,<br />

otro se burlaba y otro se reía. ¿Acaso no<br />

querían aprender?<br />

sEr MEJorEs<br />

Disciplina<br />

Enseña a tus alumnos que el ser disciplinados permite:<br />

Tener la fuerza de voluntad para controlar nuestro comportamiento y cumplir lo que nos proponemos.<br />

ser capaces de observar nuestra propia conducta y darnos cuenta de si nos estamos comportando<br />

como corresponde para lograr las metas.<br />

DOCENTES<br />

La disciplina no es simplemente el cumplimiento<br />

de normas de conductas que se nos exigen.<br />

La disciplina es la capacidad de imponernos<br />

conductas a nosotros mismos que favorezcan<br />

el buen desempeño de nuestra labor y la de los<br />

demás, de manera que todos, como comunidad,<br />

logremos nuestros objetivos.<br />

la disciplina no es un<br />

capricho, sino un medio<br />

para aprender a respetarnos<br />

y lograr que las cosas salgan<br />

bien.<br />

Guardarnos de hacer algo que no corresponde, buscando el lugar y el momento adecuado para hacerlo,<br />

de manera de no obstaculizar las tareas de los demás.


<strong>Escolar</strong><br />

Escuela, docentes y disciplina<br />

Las normas dE disCiPLina dE Cada EstabLECimiEnto dEbEn tEnEr Como fin La<br />

formaCión dE buEnos hábitos. Cuando éstas son ExtrEmadamEntE rígidas<br />

o maL aPLiCadas, PuEdEn dEsmotivar a Los aLumnos.<br />

> El objetivo de la disciplina<br />

La disciplina no consiste meramente en unas “reglas del<br />

tránsito” necesarias en una escuela o en una sala de clases<br />

con abundantes alumnos, va mucho más allá, su objetivo es<br />

formar buenos hábitos que permitan la sana convivencia y la<br />

posibilidad de trabajar bien, que permitan el cumplimiento<br />

de las metas impuestas. Todo esto exige, evidentemente,<br />

la existencia de normas que solamente se justifican si se<br />

dictan para salvaguardar valores importantes, tales como<br />

el respeto, la sinceridad, el compañerismo, la atención en<br />

clases, el cuidado de las instalaciones, la responsabilidad<br />

personal, el aprovechamiento del tiempo, entre otros. Por<br />

lo mismo, deben ser, sensatas, razonables, humanas y<br />

comprensibles para los estudiantes.<br />

> Cuidado con las exageraciones<br />

No es raro verse exigiendo pequeñeces, por lo que resulta<br />

importante no perder el sentido de la proporción. Por<br />

ejemplo, si un alumno hace una mínima interrupción, no<br />

merece una anotación severa. Es importante considerar la<br />

historia completa del alumno, si es o no un primer tropiezo,<br />

evaluar la magnitud de las equivocaciones y no perder de<br />

vista la totalidad de la persona. Aquí la reflexión adecuada<br />

por parte del docente es fundamental.<br />

> Para tener en cuenta<br />

Los profesores no pueden olvidar que son formadores,<br />

es decir, que su trabajo consiste en colaborar a la mejora<br />

personal de cada alumno, con especial dedicación a los más<br />

débiles y los más necesitados. Formar consiste en ayudar a<br />

los alumnos a que adquieran conocimientos, pero también<br />

valores como la sinceridad, la generosidad, la laboriosidad,<br />

el respeto, el espíritu de superación, los buenos modales, el<br />

trato cordial con todos... Si esto se pierde de vista se cae en<br />

la sobredimensión de las pequeñas faltas, y se olvida que los<br />

alumnos son personas a las que hay que cuidar y a quienes<br />

hay que comunicarles aliento para que den lo mejor de sí.


¡Atención!<br />

si ves que a algún alumno le cuesta<br />

poner atención en clases, estos consejos<br />

pueden ayudarlo:<br />

Verifica si cuando le hablas te está escuchando.<br />

Para comprobarlo hazle preguntas sobre lo que le<br />

dices.<br />

Promueve algunos momentos de silencio. Esto<br />

favorece mucho la concentración.<br />

Anímalo a leer. La lectura desarrolla la capacidad<br />

de atender.<br />

Revisa de vez en cuando si sus cuadernos están<br />

completos y ordenados. Esta es una buena señal de<br />

si está o no poniendo atención en clases.<br />

Tenerlo cerca, sentado en primera fila también tiene<br />

buenos resultados.<br />

Explícale que si ha puesto atención, el estudio en<br />

la casa se puede reducir significativamente, pues al<br />

recordar lo visto en clases, sólo hace falta repasar.<br />

El deporte es también una medicina<br />

En un congreso en viena en 1960, se acuñó<br />

el término “medicina deportiva” por el efecto<br />

del ejercicio en la salud. Es que el deporte es una<br />

verdadera terapia, tanto preventiva como reparadora.<br />

El deporte tiene efectos físicos y psíquicos<br />

medibles: sirve como terapia en enfermedades<br />

metabólicas como la diabetes, la hipertensión crónica<br />

y la prevención de cánceres como el de colon.<br />

además, mejora el sueño, los cuadros nerviosos<br />

y las depresiones.<br />

El gran problema es que en Chile, el 88% de la<br />

población es sedentaria, lo que se traduce en una<br />

población potencialmente enferma.


ToDos<br />

cometemos<br />

errores<br />

LAS PERSONAS PERFECTAS NO SE DAN EN LA REALIDAD. PENSAR QUE<br />

ELLAS EXISTEN CONLLEVA EL RIESGO DE NO ACEPTAR A LAS PERSONAS<br />

COMO SON.<br />

Los riesgos de querer ser perfecto o esperar la perfección de otros<br />

son varios:<br />

Crearse expectativas que jamás van a cumplirse.<br />

No abrirse a conocer quién es realmente el otro.<br />

La persona perfeccionista puede sentirse muy exigida y decepcionarse constantemente<br />

si no cumple con las expectativas propias y con las de los demás.<br />

El perfeccionista puede tender menospreciar al otro, lo cual no ayuda a una<br />

buena relación.<br />

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