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<strong>magazine</strong><br />

de cultura<br />

contemporánea<br />

PRIMAVERA [2013] <strong>12</strong>***<br />

SLEEPERS<br />

mientras dormías...


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La nueva tienda online de DOZE Magazine<br />

Descubre BY-TO DOZE, una edición limitada de<br />

camisetas realizadas por cinco grandes diseñadores.<br />

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4<br />

SUMARIO<br />

SLEEPERS<br />

<strong>12</strong><br />

PORTADA: ASHKAN HONARVAR Y ROCÍO MONTOYA<br />

STAFF<br />

Dirección: movimente<br />

Dirección de arte y diseño web: Alejandro Bazal,<br />

Mario Izquierdo, Rocío Montoya<br />

Producción: Luis Alenda<br />

Dirección de moda: Alejandro Meitín<br />

Dirección de publicidad: Luigi Esposito<br />

Redacción: Ángel Román, El Hombre Confuso, Julio Soria,<br />

Marcos Fernández, Saioa Etxebarria, Roberto Silván, Ruth Martín Sánchez<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

DOZE Magazine no se hace responsable de las opiniones de sus<br />

colaboradores.<br />

Esta publicación respeta los derechos de autor de cada uno de los<br />

artistas que han participado en el número.<br />

Para hacer uso de este material o cualquiera de sus secciones, se<br />

necesita el consentimiento expreso del equipo directivo<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

DOZE Magazine<br />

ISSN 2171-8628<br />

Mozart, 26 - 6º A - 28008 Madrid<br />

www.<strong>doze</strong>-mag.com<br />

info@<strong>doze</strong>-mag.com<br />

DESTACADOS<br />

COLABORADORES<br />

FOTO<br />

016. Berta Vicente<br />

024. Jordan Tiberio<br />

032. Susana Blasco<br />

014<br />

016<br />

042<br />

ENTREVISTA<br />

Berta Vicente<br />

▲▲▲<br />

ENSAYO<br />

David Szauder aka. Pixel Noizz<br />

▲▲▲<br />

Este artista húngaro afincado en Berlín ofrece<br />

un interesante planteamiento multidisciplinar<br />

sobre el píxel. Así, el error, la interferencia y<br />

la corrupción que se producen en el mundo digital<br />

terminan convirtiéndose en en elementos<br />

necesarios para dar forma a unas obras de<br />

arte con un sentido emocional especial.<br />

040 074<br />

ARTE MODA<br />

042. David Szauder aka. Pixel Noizz<br />

050. Pat Perry<br />

060. Guim Tió Zarraluki<br />

068. Zosen y Mina<br />

Hacemos un recorrido por la obra de la fotógrafa<br />

española Berta Vicente, una jovencísima<br />

artista que nos ha cautivado con la frescura<br />

de sus imágenes. Su inquietud surgió con la<br />

cámara de un teléfono móvil y se ha convertido<br />

en una de las promesas de la fotografía<br />

emergente más interesantes en nuestro país.<br />

076. Trend Box: Brian Wood<br />

078. New Face: Six Lee<br />

080. Ashkan Honarvar y R. Montoya<br />

100. David Arnal<br />

1<strong>12</strong>. Pedro Walter<br />

<strong>12</strong>0. Alejandra Vacuii<br />

<strong>12</strong>8. Mónica Navarro<br />

5


EDITORIAL<br />

MIENTRAS DORMÍAS...<br />

Abrimos los ojos para empezar a soñar. Dejamos que la luz inunde nuestras<br />

pupilas con la intención de que nos ilumine y pensemos que aún es<br />

posible creer en aquello que parece no serlo… Hace <strong>12</strong> números pusimos<br />

en marcha un proyecto que surgió gracias a la ilusión de crear un medio<br />

que, bajo nuestra particular manera de entender el mundo, ofreciera un<br />

punto de vista diferente sobre lo que sucede en algo tan raro y subjetivo<br />

como lo es la cultura contemporánea.<br />

Así, gracias a los pocos límites que encuentra uno cuando está en medio<br />

de una duermevela creativa, pusimos en marcha DOZE Magazine (de ahí<br />

el porqué de nuestro nombre ya que nos absorbió la simpleza y fortaleza<br />

de la versión anglosajona del entresueño). Tres años en los que nuestra<br />

publicación ha ido creciendo y mutando hasta lo que hoy en día es: un<br />

pequeño reducto de libertad en el que damos rienda suelta a nuestras más<br />

íntimas sensibilidades y pensamientos. Un espacio que también habéis<br />

hecho vuestro y que, gracias a las diferentes y espontáneas pronunciaciones<br />

que nos hemos ido encontrando durante este tiempo, ha terminado<br />

dotando de un valor especial al número <strong>12</strong> que ahora presentamos.<br />

Queremos celebrar con vosotros que nuestros sueños siguen intactos, que<br />

la fría realidad imperante de ahí afuera no es capaz de traspasar la barrera<br />

que alzamos para evitar que nos arrebataran las ilusiones. Un refugio<br />

editorial que siempre ha estado acompañado de grandes colaboradores y<br />

artistas con unos planteamientos vitales y conceptuales que han sido los<br />

verdaderos protagonistas hasta la fecha.<br />

Volvemos a nuestros orígenes con la intención de no olvidar nada de lo<br />

que hemos aprendido a lo largo de estos tres años. Un regreso a nuestros<br />

principios para recuperar detalles que dejamos por el camino, reutilizarlos<br />

y mejorarlos. Así, este número se rodea de creadores que sueñan con<br />

sus mundos particulares; ideas que se materializan en obras cargadas de<br />

simbolismo y con un denominador común: son sueños hechos realidad.<br />

Jordan Tiberio, Pat Perry, Berta Vicente o David Szauder, entre otros, son<br />

los artistas que podrás encontrar en estas páginas y que te irán trasportando<br />

por suntuosos y variados entornos que rebosan una creatividad<br />

narcótica. Sleepers que nos dan la posibilidad seguir creyendo que la vida<br />

es algo más que trabajar para vivir.<br />

Os queremos agradecer también a vosotros estos 36 meses de alegrías,<br />

nuevas amistades y colaboraciones especiales, así como la posibilidad de<br />

haber vivido un continuo periodo de crecimiento personal y profesional.<br />

Una temporada que esperamos, cuanto menos, repetir y así seguir compartiendo<br />

con vosotros nuestros sueños y planteamientos creativos.<br />

Y no lo olvidéis, abrid los ojos para vivir vuestro propio sueño. ▲<br />

Dirección de DOZE Magazine<br />

6<br />

7


8<br />

Buscando la esencia...<br />

Iniciamos un nuevo camino hacia la estación del estío, un viaje cuyo objetivo<br />

fundamental será encontrarnos a nosotros mismos, sin artificios, para<br />

rescatar la esencia primaria que nos hace diferentes.<br />

Naturaleza y naturalidad, los dos conceptos protagonistas de nuestra<br />

decimotercera edición, se fundirán con nuestra piel y nuestros ojos en un<br />

compendio de colores, texturas e inherentes emociones para emprender<br />

una aventura en la que la tierra, el fuego, el agua y el aire<br />

nos colmarán los sentidos.<br />

Porque el ser humano, es su incesante afán por evolucionar, ha olvidado<br />

que todos los recursos necesarios para su existencia los ha tenido siempre<br />

al alcance de la mano. Supernatural se presenta como nuestro refugio elemental,<br />

una guarida sin ladrillos, sin cemento y sin avances tecnológicos.<br />

Nos detendremos a saborear el suave perfume de las flores, a escuchar<br />

el susurro del viento en una mañana de verano y a observar las estrellas<br />

titilantes en el cielo abierto que nos acaricia cada noche.<br />

¿Quieres acompañarnos en este retorno a nuestros orígenes?<br />

La raíz de todas las cosas está ahí fuera ¡Encontrémosla!<br />

Si quieres participar, puedes conocer todos los detalles en la sección<br />

COLABORA de nuestra página web.<br />

9


10<br />

ILUSTRACIÓN: FRANCISCO IGLESIAS · HTTP://FRANILUSTRACION.BLOGSPOT.COM.ES<br />

LA ETERNIDAD ES UN SUEÑO HUMANO<br />

QUE EL CUERPO ANIQUILA<br />

TEXTO<br />

ÁNGEL ROMÁN · WWW.ANGELROMAN.NET<br />

En el inicio del siglo XXI los humanos hemos<br />

empezado a dotar a la tecnología de una<br />

poderosa y particular imaginería que conjuga<br />

lo natural con lo artificial. El cuerpo asume<br />

esta disyuntiva formulando nuevas identidades<br />

corporales.<br />

Hoy más que nunca somos conscientes de la<br />

transformación del cuerpo a través de la tecnología.<br />

Nunca en la historia de la Humanidad el<br />

hombre ha sufrido una modificación tan radical<br />

de su aspecto, se ve a sí mismo como algo vulnerable<br />

al cambio y creo que, por primera vez, esto<br />

no nos asusta.<br />

El reto del futuro pasaría por cuestionar los<br />

principios que fundamentan cualquier hecho<br />

científico y sus posibles consecuencias, sin anteponer<br />

ningún tipo de juicio moral.<br />

El arte contemporáneo en general, y el cine en<br />

particular, mira con mucha atención al cuerpo<br />

como constatación de una realidad vulnerable. El<br />

cuerpo es un discurso, una entidad que posee un<br />

espacio y un tiempo propios, por lo tanto tiene y<br />

constituye un discurso, aunque no es solamente<br />

esto ya que a lo largo de la historia se ve argumentado<br />

con unas connotaciones distintas en el<br />

transcurso de los diversos procesos culturales.<br />

Lo que parece incuestionable es que cada individuo<br />

posee un cuerpo irremplazable. El cuerpo<br />

nos individualiza, nos da forma, nos contiene<br />

y alumbra la intimidad de lo que somos. Es el<br />

continente del contenido de nuestro yo. Nuestra<br />

identidad más profunda, nuestros miedos, deseos<br />

y anhelos se ven sometidos al yugo de nuestra<br />

masa corporal. Modificar nuestro cuerpo<br />

es, en cierta manera, variar nuestra identidad.<br />

Esto está pasando desde hace unos años de una<br />

forma real y ficticia en el mundo que nos rodea.<br />

Entre fantasías y verdades científicas es posible<br />

observar cómo crece una nueva mitología que<br />

desecha lo natural en favor de lo artificial, al<br />

suponer que lo artificial es un síntoma de perfección<br />

y mejora del hombre.<br />

Siendo consciente de que la identidad afecta tanto<br />

a la esfera de lo físico como a la de lo mental,<br />

me atrevo a aventurarme sobre los procesos que<br />

se intuyen cuando se deconstruye la identidad a<br />

favor de una reconstrucción corporal.<br />

Si un aspecto de la identidad nos lo da nuestro<br />

cuerpo, ¿qué sucedería si los avances técnicos<br />

nos permitiesen acercarnos a esa otra identidad<br />

mental que tanto añoramos?<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

No me cabe ninguna duda de que todo proceso<br />

real parte del cuerpo, mediador imprescindible<br />

para realizar cualquier tipo de relación con<br />

el mundo. Cuanto más nos acerquemos a ese<br />

cuerpo que nos define, mejor conviviremos en<br />

armonía con nosotros mismos. Derribando<br />

las identidades prefijadas culturalmente que se<br />

argumentaban como referentes definidos se permite<br />

en la actualidad el acceso de otros de tipos<br />

de cuerpo, reconstruidos sobre las cenizas de<br />

otros cuerpos que no encajan en los parámetros<br />

de las nuevas necesidades de identidad corporal<br />

del siglo XXI.<br />

El cuerpo es un contenedor de identidades, el espectro<br />

de estas identidades aumentará en tanto<br />

en cuanto el cuerpo no comprima la identidad<br />

con la que uno se siente reflejado.<br />

La muerte es un hecho incontestable, nada ni<br />

nadie puede cambiar esta condición humana.<br />

La vejez es un síntoma radical de su final. El<br />

cuerpo es un delator del final de una vida.<br />

Arrugas y enfermedades se atribuyen a procesos<br />

degenerativos corporales. No es raro atribuir a<br />

la tecnología un significado de inmortalidad.<br />

Inevitablemente nos constituimos como mirada,<br />

y este es un proceso reversible. Soy lo que soy<br />

por la mirada de los otros, y también soy lo<br />

que soy por lo que veo yo de mí. El cuerpo nos<br />

predetermina, pero no nos fija totalmente. A<br />

través de él se materializa las diversas fobias<br />

que la propia cultura subvierte ya sean estas<br />

la mortalidad o la escisión de algún miembro.<br />

La sombra que proyecta el propio cuerpo en<br />

el transcurso del siglo XX se muestra ahora<br />

inquieta y siniestra al revelarse el miedo del<br />

hombre por el cuerpo.<br />

El miedo al cuerpo parte de la formulación<br />

racional de no poder controlarlo, de ser algo<br />

ingobernable y que enferma, es la vertiente de<br />

terror del hombre contemporáneo que siente<br />

pánico a la muerte y se manifiesta en forma de<br />

deterioro físico.<br />

La metáfora del cuerpo despierta hoy más<br />

debate que nunca. Su interés se centra en la<br />

posibilidad de dar una nueva redefinición del<br />

concepto. Si admitimos la premisa posthumanista<br />

que considera que el hombre como concepto<br />

ha muerto. El trato del cuerpo posthumano<br />

consistiría en dotarle de una nueva valorización<br />

totalmente desacralizada. En la era de la muerte<br />

de Dios, era natural que también cayera el<br />

hombre con él. El arte contemporáneo humilla,<br />

veja, corrompe y despelleja el cuerpo como si se<br />

tratase de un mero trasunto de carnicería. ▲<br />

11


<strong>12</strong><br />

FOTOGRAFÍA: ROCÍO MONTOYA<br />

CREANDO SUEÑOS LÚCIDOS LOS DÍAS PARES<br />

TEXTO:<br />

LETICIA GARCÍA, FILÓSOFA RECONVERTIDA EN PERIODISTA DE MODA<br />

@FASHIONPEDISTS<br />

“La vida y los sueños son parte de un mismo libro. Leerlo es vivir, ojearlo<br />

es soñar” Schopenhauer tenía razón. Hay lecturas que ganan más si las hacemos<br />

en diagonal, desordenadas o con anotaciones en los márgenes. Leer,<br />

en ocasiones, es un acto demasiado pasivo y lo importante no es llegar a<br />

analizar hasta la última línea sino aportar algo al ejercicio de la lectura. O<br />

al menos lograr interactuar con ella.<br />

En nuestra rutina convergen dos relatos: el que escribimos y el que leemos.<br />

Para contar nuestra historia necesitamos descifrar la que está escrita en<br />

nuestro entorno y ésta, hoy más que nunca, no es muy reconfortante. Pero<br />

estamos tan enfrascados descifrándola que siempre olvidamos que cualquier<br />

libro, por muy aburrido o literal que sea, tiene varias lecturas. Porque todo lo<br />

que se escribe está, potencialmente, escrito en dos lenguajes: el de la realidad<br />

y el del sueño.<br />

Pensarán que me dispongo a oponer sueño y realidad o que hablo de rechazar<br />

la vida cotidiana y recluirme en la imaginación. No es eso. Creo que<br />

el sueño forma parte de la vida y que la rutina, por muy dura que sea, hay<br />

que enfrentarla. No creo en Freud, sin embargo. Al menos no totalmente.<br />

El sueño es algo más que energía reprimida en nuestro subconsciente, es un<br />

estado mental que nos ayuda a entender la realidad y que no se alcanza sólo<br />

cuando estás dormido.<br />

Tampoco hablo de los soñadores como idealistas que viven de espaldas al<br />

mundo. Hablo de los <strong>sleepers</strong>, los durmientes en estado de vigilia. La duermevela<br />

es esa fase semiconsciente previa al sueño, ese lapso de tiempo en<br />

el que afloran pensamientos disparatados y/o creativos que están anclados<br />

en nuestra rutina, porque aún estamos despiertos, pero que escapan de la<br />

lógica porque casi estamos dormidos. Los <strong>sleepers</strong> practican la duermevela sin<br />

estar tumbados. Saben que a los músicos y los poetas suelen ocurrírseles los<br />

mejores versos y melodías cuando están a punto de dormirse. Saben, también,<br />

que un buen puñado de filósofos tuvieron sus mejores ideas cuando se<br />

sobrepusieron a la realidad circundante y se dejaron llevar por la mecánica<br />

de los sueños. Y aunque no sean músicos, artistas, poetas o filósofos, creen<br />

que romper de vez en cuando las convenciones cotidianas superponiendo<br />

sueño y vida es algo inofensivo. Hasta terapeútico.<br />

Todos los que vamos por la calle escuchando música hemos sentido, aunque<br />

sólo sea por un instante, que formamos parte de un videoclip. El<br />

sleeper no desecha esa idea, se regodea en ella. Al fin y al cabo, nos ponemos<br />

los cascos para atenuar el bofetón de realidad que nos da el entorno<br />

cuando vamos a trabajar somnolientos. De algún modo, escuchamos<br />

música para perpetuar el sueño. ¿Por qué, entonces, no ser otros durante<br />

el tiempo que dura el trayecto? Aunque sea sólo en nuestra cabeza, introducir<br />

la ficción en la rutina, en las aceras, en el Metro, aporta notas al pie<br />

de nuestra lectura.<br />

El Metro, ahí donde lo ven, es uno de los campos de acción predilectos para<br />

los <strong>sleepers</strong>. He ahí la magia de la doble lectura, que hace que los lugares más<br />

hostiles se conviertan en los más reconfortantes. Todos hemos fantaseado<br />

con la posible vida de nuestros compañeros de vagón. El sleeper, una vez más,<br />

va más allá. No sólo ve vidas trepidantes, trágicas o rutinarias en los ojos de<br />

las señoras de enfrente. Imagina cómo esos personajes interactuarían entre<br />

ellos si el vagón se parase. Fantasea, incluso, con cómo les cambiaría la vida<br />

si alguien de ese mismo vagón les dijera la palabra adecuada. Incluso tiene<br />

en mente lo leen en sus libros electrónicos. Danielle Steele es el Arcipreste<br />

de Hita, Dan Brown el Marqués de Sade y Stephen King un poema escrito<br />

a mano. Imagina las sensaciones que sus compañeros de vagón reprimen<br />

en sus lecturas, por aquello del qué dirán. Y anota sus fantasías, porque los<br />

<strong>sleepers</strong> van con el cuaderno a todas partes, dejando constancia de su estado<br />

de duermevela y releyendo sus frutos.<br />

El Metro, también, nos lleva a lugares en los que nunca hemos estado, por<br />

muy pequeña que sea nuestra ciudad. O, al menos, por caminos (líneas, en<br />

este caso) que hemos utilizado muy pocas veces. Hasta en una ciudad muy<br />

transitada hay nuevos caminos. El sleeper marca al azar destinos en el plano<br />

y disfruta del viaje. Recala en barrios por los que nunca ha pasado y los<br />

disfruta con ojos de turista. No le hace falta estar en Nueva York o Tokyo<br />

para fotografiarlo todo porque sabe que lo retratable está en todas partes.<br />

¿Cuántos de nosotros nos sentimos auténticos cuando recalamos en un barrio<br />

local de una ciudad remota? La nuestra puede estar llena de ellos y nos<br />

los estamos perdiendo.<br />

La casa es su otro lugar de acción. No porque esté nuestra cama, que también,<br />

sino porque nadie nos observa ni nos juzga. Bailar por el salón o cantar<br />

a gritos son actividades muy catárticas. También lo es disfrazarse. Vestirte<br />

como te gustaría vestir o emular con tus humildes medios ese desfile de Mc-<br />

Queen que sueles ver en bucle precisamente por los mundos posibles que<br />

pone en marcha. Ponerte esas prendas que compraste pero nunca te has<br />

atrevido a ponerte es otra buena opción. De lo que se trata, en definitiva, no<br />

es de ser otra persona, sino de ser profundamente tú mismo, con tus obsesiones,<br />

tus ideales y, sobre todo, tus objetos.<br />

Por eso el sleeper venera ciertos objetos, porque sabe que pueden albergar<br />

múltiples situaciones. Fotografía, pinta o escribe sobre cosas sin importancia,<br />

convierte las herramientas en objetos decorativos y los objetos decorativos<br />

en herramientas, le da una importancia central a lo pequeño e intenta,<br />

de esta forma, sensibilizar lo cotidiano a base de incoherencias. Como en<br />

los cuadros de De Chirico, que inquietan por su fetichismo. O como en esa<br />

novela de Perec, “Las Cosas” que contaba la historia de sus protagonista a<br />

través de su ropa y sus muebles.<br />

De lo que se trata, a fin de cuentas, es de practicar el onirismo lúcido. De<br />

crear situaciones que no se opongan pero sí se superpongan a la estrechez<br />

del día a día. De anotar tus sueños y pegar el papel en la puerta de la nevera<br />

para no olvidar que siempre, por muy malo que sea el libro, se puede practicar<br />

la lectura creativa. ▲<br />

13


FOTO<br />

LA FUGA<br />

TEXTO<br />

ROBERTO SILVÁN<br />

Tal y como está el mundo, con esta realidad tan podrida y adversa, bien<br />

vale tomarse un descanso y desconectar. Escabullirse a un lugar mejor,<br />

donde el dolor no duela tanto y la suerte sea tan gratuita como la felicidad.<br />

Como la felicidad antes de transformarse en sucedáneos que vender en televisión.<br />

Porque la felicidad cuesta impaciencias, desasosiegos, inseguridades;<br />

se paga con cadáveres que van quedando en el camino, con lágrimas<br />

que ahogan aspiraciones y con penas que desahucian nuestros sueños.<br />

Sueños interrumpidos por el fluir de esos ríos de Manrique que ahora se<br />

aceleran vertiginosamente a la mar. ¡A la mar en vida! Demasiadas piedras<br />

en su curso y demasiados kilos de contaminación diluidos en sus venas. Por<br />

eso es necesario un paréntesis de paz, un chute de melatonina que bordee<br />

la sobredosis y nos empuje a un prolongado desmayo.<br />

Hace seis mil años contemplaban el mundo de los sueños como una extensión<br />

de la realidad. Para los griegos y los romanos eran mensajes de los<br />

mismísimos dioses. En China buscaban en sus sueños pistas para decidir<br />

sus actuaciones. Y ya, a finales del siglo XVIII, perdieron la trascendencia<br />

que tuvieron a lo largo de los siglos hasta que llegó Freud para reavivar su<br />

importancia, su significado y la necesidad de interpretarlos. Aquello de que<br />

son una expresión del subconsciente donde el ser humano manifiesta sus<br />

deseos más reprimidos.<br />

Sea cual sea la interpretación por la que dejemos discurrir nuestra opinión,<br />

la verdad es que dormir es una necesidad biológica pero soñar… soñar<br />

es un regalo, ¡es un don! Poder sumergimos diariamente en un universo<br />

sin fronteras donde todo puede suceder. Ya sea bueno, malo, peligroso,<br />

excitante, terrorífico, es una ocasión de oro que se nos brinda para habitar<br />

la propia vida desde multitud de prismas diferentes.<br />

Y cuando somos conscientes de esta maravillosa e inagotable magia, nos<br />

abrazamos a la almohada como el que estrecha a un amante. Nos acorralamos<br />

a nosotros mismos con la ilusión y las esperanzas de cuando éramos<br />

niños, mordemos con ansia la fruta envenenada y apretamos bien fuerte<br />

los párpados para que llegue raudo el sueño. Nos abandonamos a su suerte<br />

y –quién sabe–, quizá en ese viaje podamos dejar arrumados en el rincón<br />

de nuestra fatídica existencia las insatisfacciones<br />

perennes que nos acosan sin compasión.<br />

Navegar por ese océano de milagros, sentir su<br />

fragancia depositándose en la piel, notar el corazón<br />

latiendo al ritmo que marca cada gramo de<br />

sensación, conocer las instrucciones, experimentar<br />

sus sinsentidos, disfrutarlos. Explorar sus<br />

avenidas repletas de recuerdos, de anhelos, de<br />

rincones nunca vistos, completamente desconocidos,<br />

inventados quizá, subterfugios de vidas<br />

anteriores tal vez. Deleitarse en la constatación<br />

lúcida de que se está atravesando un sueño<br />

y controlar su contenido. Dejarnos poseer<br />

enteramente por su energía, que no podamos<br />

despertar ni con las alarmas, ni con los gritos,<br />

ni con las miles de bombas que caigan alrededor.<br />

Que necesitemos un exorcismo y que las<br />

mismas plegarias pierdan la fe en que algún día<br />

deseemos regresar de ese extraordinario lugar<br />

donde cada paso es una lección, cada mirada<br />

un tesoro, donde el dolor no duela tanto y la<br />

felicidad sepa a felicidad. ▲


FOTO<br />

“DE MOMENTO NO HE ENCONTRADO<br />

NADA QUE ME GUSTE MÁS QUE LA<br />

FOTOGRAFÍA”<br />

Berta Vicente


TEXTO<br />

SAIOA ETXEBARRIA<br />

Berta Vicente nos sorprende con la elegancia de quien lo<br />

lleva dentro. Ser elegante no es una opción, es un don innato.<br />

A sus 18 años pudiera tratarse de un personaje dibujado<br />

para Sophia Coppolla, de larga cabellera ondeada, un<br />

nacimiento de la Venús de Boticcelli. Hace pensar que ha<br />

nacido una nueva retratista de la vida. Fotografía su entorno<br />

más cercano y nos llena su manera de ver, llevándonos, sin<br />

elementos superfluos de clara representación, a imaginar<br />

dulcemente.<br />

Ha fotografiado a Sergi López en la tele, expone<br />

y la solicitan para el Tedx Youth. Empezó<br />

con un móvil y desde entonces no ha parado<br />

de hacer fotografías. Nos entrevistamos entre<br />

Mérida y Sant Pere D´Arribas vía Skype mirándonos<br />

a los ojos para poder hacer tangible que<br />

ella es muy joven, que se está preparando para<br />

partir y que se va a Australia. Qué alegría la<br />

expectación que nos provoca.<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

Berta Vicente: Todo esto empezó... Hago fotos<br />

desde los 14 años, empecé con un teléfono<br />

móvil y hacía fotos a mis amigas. Las fotos<br />

las veían mis amigas y mis padres y ya está.<br />

Pero entonces, cuando tenía 17 me presenté<br />

al Festival de Lleida Emergent, es un evento<br />

internacional. Lo encontré por casualidad en<br />

Internet y les presenté una serie de fotografías. Y<br />

era para fotógrafos emergentes. Pensé: yo creo<br />

que soy emergente. Nunca me había presentado<br />

a nada. Era una serie de 20 fotografías o así y<br />

me cogieron. Estuve en Lleida enseñando mis<br />

fotos a galeristas, comisarios y gente de todo<br />

tipo a la que le gusta la fotografía, y a partir<br />

de este momento me surgió la oportunidad de<br />

hacer una exposición colectiva en Barcelona en<br />

la galería Valid foto. Estuve allí y vendí fotos y<br />

empezó a salir todo, me hicieron entrevistas,<br />

ha ido todo sobre la marcha. No ha sido muy<br />

repentino, pero bueno, yo no sé cómo debería<br />

ser. Han salido bastantes cosas a partir de esta<br />

exposición.<br />

DOZE Magazine: ¿Qué hacías hoy?<br />

BV: Hoy he ido a comprar unas chanclas, un<br />

anorak y un polar y a buscar dólares australianos<br />

que me ha cambiado una amiga. Después<br />

he ido a casa de un amigo que me ha regalado<br />

20 carretes (los muestra).<br />

DM: ¿Porque Australia?<br />

BV: Cuando empecé bachillerato me dije:<br />

yo quiero irme. Estaba tan estresada que<br />

repetía: no me quiero quedar aquí siempre.<br />

Quería tomarme un año sabático, un año<br />

entero. Estaba entre Australia y Canadá, aquí<br />

cerquita, y decidí Australia porque te acogen<br />

bien, te abren las puertas de su casa fácilmente.<br />

Más que nada quiero ir para hacer fotos, no voy<br />

a estudiar.<br />

En realidad no lo he planeado como tenía<br />

pensado. Estudio Multimedia por la UOC a<br />

distancia y estoy haciendo primero, ahora hago<br />

el segundo semestre y a la vuelta de Australia<br />

me gustaría estudiar desde Francia.<br />

“Empecé haciendo fotos<br />

con el móvil a mis amigas<br />

a los 13 años”<br />

DM: ¿Vas sola?<br />

BV: Antes iba a ir sola, pero ahora no, voy con<br />

mi novio que también es fotógrafo.<br />

DM: ¿Tienes algún tipo de referente?<br />

¿Descartas fotografías porque no se<br />

parecen a algo que quieres?<br />

BV: No. Nunca he seguido mucho el trabajo<br />

de un fotógrafo. Hay fotógrafos que me gustan<br />

más que otros pero tampoco intento hacer fotos<br />

que se parezcan a las de alguno en concreto.<br />

Lo que si hago es alimentarme bastante. Veo fotografías<br />

de todo tipo y eso también me inspira<br />

de alguna manera, porque digo: ostras esto me<br />

gusta y pienso: lo que podría hacer es poner<br />

esto o lo otro. Al final sale una fotografía totalmente<br />

distinta que ha nacido de esta otra. No<br />

19


20<br />

“No me quiero quedar aquí<br />

para siempre”<br />

siempre las ideas provienen del trabajo de otros<br />

fotógrafos. A veces surgen escuchando música o<br />

en el autobús y me las apunto en un diario que<br />

tengo -busca y murmura: no sé dónde está- y<br />

después las hago aunque también hay veces que<br />

no tengo nada preparado y que salga lo que<br />

tenga que salir.<br />

DM: A día de hoy ¿cómo vives la fotografía?<br />

BV: Cada día hago algo relacionado con la<br />

fotografía. Pero no digo: vamos a hacerlo, sino<br />

que forma parte de mi día a día, de lo que me<br />

apetece, ya sea mirar el trabajo de otros fotógrafos,<br />

procesar fotos o escribir ideas. Cada día<br />

hago algo relacionado con este campo porque<br />

es lo que me motiva. De momento no he encontrado<br />

nada que me guste más que la fotografía.<br />

DM: Y trabajas con luz natural<br />

BV: Siempre luz natural porque no tengo<br />

mucha idea de cómo trabajar la luz artificial. El<br />

flash directo no me gusta y a lo mejor si supiera<br />

cómo utilizarlo, flashes, difusores... no tengo<br />

ningún problema con ello. Pero la luz natural<br />

me gusta muchísimo.<br />

DM: ¿Cómo es Sant Pere D´Arribas?<br />

BV: Es un pueblo bastante pequeño, siempre he<br />

vivido aquí, es un lugar bonito aunque no hago<br />

mucha vida aquí.<br />

DM: Así que has pasado tu infancia en<br />

un pueblo bonito que te permite hacer<br />

cosas bonitas ¿Tiene que ver?<br />

BV: Si, lo que pasa es que todo lo que he hecho<br />

lo he hecho en mi habitación prácticamente.<br />

Tengo una pared aquí mismo - señala la pared<br />

- que voy cambiando de color según la foto<br />

que quiero hacer. Ahora está negra porque le<br />

hice una foto a mi padre y le pinté de negro.<br />

También ha estado naranja, ha estado roja,<br />

gris, verde... Ha estado de todos los colores. En<br />

la bañera también hago bastantes fotos. Todo<br />

sucede por aquí.<br />

DM: ¿Qué esperas de Australia? ¿Con<br />

qué ganas vas?<br />

BV: Me apetece fotografiar a la gente de allí, a<br />

la que vaya conociendo. No voy con una idea<br />

muy clara pero tengo muchas ganas de hacer<br />

fotos, pero hacer fotos de todo. No tengo un<br />

proyecto en mente, digamos. Quiero fotografiar<br />

a la gente en sus casas, no lo sé, ya lo veré. No<br />

tengo ni idea de lo que acabaré haciendo.<br />

DM: Y allí, ¿dónde te vas a quedar?<br />

BV: La verdad es que sólo tenemos las primeras<br />

4 noches reservadas. Volamos a Sidney y desde<br />

allí haremos ruta y que venga lo que tenga<br />

que venir.<br />

DM: ¿Se te ha pasado por la cabeza el<br />

audiovisual, la imagen en movimiento?<br />

BV: Sí. Hace tres años aproximadamente hice<br />

un vídeo a partir de fotos con música, stop motion<br />

creo que se llama, y me gusta, es fotografía en<br />

movimiento con orejas. Me llama bastante la<br />

atención pero es más laborioso porque tienes<br />

que tener en cuenta muchos factores. No es sólo<br />

congelar un instante, es congelar ese instante y<br />

lo que va detrás y lo que va delante.<br />

21


22<br />

DM: ¿Tienes alguna exposición a la vista?<br />

BV: Ahora hay una en Barcelona, en Valid foto que ya está inaugurada.<br />

Es una exposición colectiva con muchos fotógrafos, muchos<br />

nombres y hay una foto mía que ya se ha vendido. Es una que hice<br />

en Urquinaona en un edificio.<br />

DM: He visto por ahí que participaste en Tedx Barcelona<br />

¿Cómo fue esa historia?<br />

BV: Sí, en el Tedx Youth Barcelona. Hay una presentadora que<br />

se llama Bibiana Ballvé que presenta un programa en TV3, el<br />

Bestiari Illustrat y fui a hacerle fotos a Sergi López. Bibiana me<br />

dijo: Berta dame tu número. Y me hizo una entrevista en la radio y<br />

el otro día otra para la contraportada de un diario de aquí que aún<br />

no ha salido. Ella es la que presentaba Tedx. Estaban buscando a<br />

gente joven que hiciera cosas, que sirviera de inspiración a otros<br />

jóvenes, para que no se tenga la imagen sólo de los ninis, sino de<br />

gente que también tiene ganas de hacer cosas. Así que me llamó a<br />

mí. Aún no se han colgado los vídeos pero dentro de poco estarán<br />

en Internet. Fue una experiencia muy chula.<br />

DM: He visto que trabajas el analógico y el digital. ¿De<br />

qué depende?<br />

BV: De analógico tengo esta cámara de 35 mm - la muestra a la<br />

cámara del ordenador - y una de formato medio. Me gusta más<br />

la calidad y la textura que tiene el analógico y que no encuentro<br />

en el digital. Pero creo que aún puedo aprender muchas cosas del<br />

digital que después puedo aplicar al analógico. Hago un carrete<br />

en analógico y me salen 3 fotos que me gustan de 36, ó 2 o una o<br />

ninguna y a lo mejor tengo que ser más selectiva. Trabajo el digital<br />

porque es más fácil encontrar algo que me guste y el analógico<br />

porque me gusta más el resultado. Si la foto me gusta, me gusta<br />

más analógica.<br />

DM: ¿De las fotos del móvil qué fue? No eran las que presentaste<br />

en el Festival, ¿verdad?<br />

BV: ¿Las fotos de la exposición de Lleida? Esas no fueron de móvil,<br />

si me hubiesen cogido con las fotos del móvil ya hubiera sido...<br />

Tenía trece o catorce años y le decía a mis amigas cómo tenían<br />

que ponerse delante de la cámara. Empecé a ahorrar y me compré<br />

una cámara digital compacta, después una réflex y seguí haciendo<br />

fotos a las mismas amigas. De las que presenté al festival creo que<br />

ninguna de ellas está en la página web porque ahora no me gustan<br />

nada, nada. Hice fotos que me gustaban mucho más que las que<br />

había presentado en la convocatoria del festival, así que expuse<br />

unas distintas a las que seleccionaron inicialmente.<br />

DM: Tu padre se presta a ser tu modelo ¿Cómo lo vive él?<br />

BV: Yo creo que está encantado. Sí, se deja que le pinte... yo le insistí<br />

pero tampoco tuve que insistir mucho. Tan mal no le parecía.<br />

A él le gusta mucho que le hagan fotos, verse, y a mí me gusta<br />

hacerle fotos, está cómodo delante de la cámara. Le gusta mucho<br />

la fotografía y también tengo muy en cuenta su opinión así que está<br />

muy bien delante y detrás de mi objetivo.<br />

DM: Con esto te dejamos que partas a Australia, que disfrutes<br />

mucho y ya nos contarás a la vuelta. Ver que hay<br />

gente que lo tiene tan claro y nos muestra resultados tan<br />

brillantes, es un honor. Te deseamos lo mejor.<br />

BV: Muchísimas gracias y un placer. ▲<br />

“Todo lo que he hecho lo<br />

he hecho en mi habitación<br />

prácticamente”<br />

23


24<br />

FOTO<br />

“ME GUSTA DEJAR<br />

PERPLEJOS A LOS<br />

ESPECTADORES”<br />

Jordan Tiberio<br />

Nos adentramos en el<br />

laberinto visual de Jordan<br />

Tiberio, una joven artista<br />

estadounidense que nos<br />

descubre su ingenua<br />

y sugerente mirada<br />

fotográfica. Asentada en<br />

Manhattan y con muchas<br />

ganas de comerse el<br />

mundo, posee un suculento<br />

portafolio, fruto de su<br />

incipiente interés por<br />

conseguir atmósferas<br />

oníricas a través de la<br />

experimentación.<br />

TEXTO<br />

ROCÍO MONTOYA<br />

Jordan solo tiene 20 años pero sabe claramente a qué quiere dedicarse<br />

el resto de su vida: a la fotografía. Amante del dibujo y el collage y ávida<br />

lectora con una clara tendencia a la investigación de la materia visual, también<br />

dedica su tiempo libre a practicar senderismo y a dar largos paseos<br />

por el desierto (donde ha sido atacada frecuentemente por hiedras venenosas...)<br />

Podremos encontrarla sentada en algún tejado de la encantadora<br />

ciudad de Nueva York observando el horizonte surrealista que la impulsa<br />

a levantarse cada mañana para explorar y descubrir lo mejor de si misma.<br />

Estas fotografías son misteriosos pasajes por los que Jordan pasea su sueño,<br />

hambriento y desgarrador, para compartirlo contigo.<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

DOZE Magazine: ¿Qué sustancia adictiva has encontrado en<br />

la fotografía para convertirla en tu herramienta de expresión<br />

artística?<br />

Jordan Tiberio: Vivir en una generación en la que la fotografía digital ya<br />

está muy avanzada, me atrae muchísimo esa calidad instantánea del medio.<br />

Me encanta poder observar mi creación inmediatamente después de<br />

haber tomado una fotografía. Últimamente he disparado más con carrete<br />

que en formato digital porque entro en una especie de estado de ánimo<br />

reflexivo. Al disponer únicamente de <strong>12</strong>, 24 o 36 fotogramas necesito un<br />

nivel de concentración mucho mayor para conseguir la exposición y composición<br />

perfectas.<br />

¡Siento muchas cosas difíciles de expresar en un pequeño párrafo!<br />

DM: Eres muy joven y ya cuentas con un extenso portafolio<br />

¿Cuánto tiempo llevas haciendo fotos?<br />

JT: Tengo 20 años y empecé con 16, cuando estaba cursando el 10º grado.<br />

Elegí las dos únicas asignaturas de fotografía optativas disponibles en<br />

mi escuela secundaria cuando tenía 15 años, pero mi interés no surgió<br />

realmente hasta que rompí la cámara de mi madre y... ¡tuve que comprar<br />

la mía propia! Mi mejor amiga de la infancia fue mi musa durante casi dos<br />

años y al principio prácticamente todo mi portafolio estaba compuesto de<br />

sus retratos o montajes que habíamos hecho juntas. Le debo mucho a ella,<br />

así como al maravilloso programa de mi escuela de arte y al incondicional<br />

apoyo de mi familia para llegar a donde estoy hoy.<br />

DM: Tus fotografías contienen una carga muy emocional, poética,<br />

mística y experimental. ¿Qué sensaciones buscas generar en<br />

el espectador?<br />

JT: Evocar una emoción en un visor a través de mi fotografía o definir la<br />

exactitud de un sentimiento específico, dependerá de la imagen que he hecho.<br />

Gran parte de mi trabajo reciente lo he concebido con mi novio por lo<br />

que, a través de estas piezas, espero que el espectador sienta una sensación<br />

de romance, una fuerte conexión entre los sujetos, un anhelo de otra alma<br />

e incluso la nostalgia del momento fugaz que capturé. En algunas de mis<br />

piezas más artísticas, la emoción no es algo que busque de manera necesariamente<br />

consciente antes de tomar la fotografía. Tras el proceso de toma<br />

de imágenes, cuando me siento a editarlas, doy un paso atrás y las<br />

25


26<br />

“¡Me encanta la gente<br />

extraña o peculiar!<br />

Aunque puedo trabajar<br />

con personas tímidas me<br />

gustan mucho más los<br />

que se divierten y están<br />

cómodos delante<br />

de la cámara”<br />

estudio, atribuyéndoles ciertas emociones que experimento yo misma al observarlas.<br />

No suelo hacer público lo que siento con cada fotografía porque<br />

me gusta escuchar lo que sienten las personas cuando se encuentran frente<br />

alguna de ellas.<br />

DM: ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Y tus artistas<br />

favoritos?<br />

JT: Internet es un espacio enorme con una cantidad abrumadora de imágenes<br />

y tengo que admitir que paso bastante tiempo navegando en la red en<br />

busca de inspiración. Tengo una buena colección de libros de fotografía<br />

y mi universidad posee una hermosa biblioteca con estanterías llenas de<br />

libros especializados en esta técnica. Guardo un pequeño diario conmigo<br />

en todo momento - ya sea en la mochila o al lado de mi cama por la noche<br />

- ¡Siempre lo llevo encima! Y cuando se me ocurre una idea la garabateo<br />

rápidamente para desarrollarla más adelante.<br />

Algunos de mis artistas favoritos son: Cecil Beaton, Guy Bourdin, Nan<br />

Goldin, Nick Knight, Ryan McGinley, Philip-Lorca diCorcia, Sally Mann<br />

y Francesca Woodman.<br />

DM: En la actualidad estás estudiando fotografía en el Fashion<br />

Institute of Technology de Manhattan. ¿Cuáles son tus planes<br />

cuando termines los estudios?<br />

JT: Vivo en una burbuja de aire y aún estoy muy indecisa con respecto a<br />

mis planes para después de la graduación. El próximo mes de mayo me<br />

graduaré y volveré a la universidad en otoño para iniciar la licenciatura<br />

de fotografía. Aún me quedan dos años para tomar una decisión, prefiero<br />

hacer las cosas poco a poco y no preocuparme demasiado por mi futuro<br />

laboral. Tengo mucha confianza y tal vez soy un poco ingenua, pero no<br />

preveo que la vida después de la universidad vaya a ser un problema. Estoy<br />

planeando empezar como ayudante de otros fotógrafos de la industria o<br />

conseguir prácticas en algún estudio de fotografía en un futuro cercano.<br />

DM: ¿Qué ha de tener un modelo para captar tu atención<br />

como fotógrafa?<br />

JT: Todavía no he descubierto lo que me incita a querer fotografiar a<br />

ciertas personas sobre otras. En ocasiones he visto a alguien retratado<br />

por algún amigo fotógrafo y me he sentido muy atraída por sus gestos.<br />

Otras veces me he dirigido sin miedo a alguna persona de mi escuela para<br />

pedirle directamente que pose para mí. Incluso una vez, en un concierto,<br />

me acerqué a un extraño, le pregunté si quería ser mi modelo ¡y acabamos<br />

realizando una sesión juntos el siguiente fin de semana! La personalidad<br />

y la forma de vestir son valores en los que me fijo cuando ando buscando<br />

un nuevo modelo. ¡Me encanta la gente extraña o peculiar! Aunque puedo<br />

trabajar con personas tímidas me gustan mucho más los que se divierten y<br />

27


están cómodos delante de la cámara.<br />

DM: La estética y los elementos simbólicos<br />

juegan un papel muy importante<br />

en tus fotografías. ¿Cómo desarrollas el<br />

concepto previo a una sesión fotográfica?<br />

JT: Mi trabajo más reciente está inspirado<br />

en las relaciones personales y las emociones y<br />

también en objetos que se han ido cruzando en<br />

mi camino. Siento una atracción inexplicable<br />

hacia el uso de espejos y objetos reflectantes de<br />

cristal o vidrio acrílico. Me fascina experimentar<br />

con este tipo de materiales y con los efectos<br />

de distorsión que puedo conseguir para lograr<br />

imágenes sorprendentes. Busco generar confusión<br />

en el espectador y una reflexión acerca de<br />

cómo se habrá hecho ésa fotografía. A menos<br />

que sea una práctica de la escuela en las que,<br />

por lo general, no suelo meditar demasiado el<br />

concepto antes de la sesión de fotos.<br />

Creo que es negativo para mí tener una idea<br />

súper concreta antes del día de la sesión. Esto<br />

me limita porque me siento atrapada por la<br />

obsesión de hacerlo todo como he apuntado<br />

en mis notas, en lugar de dejarme llevar por el<br />

momento. Funciono mucho mejor cuando tengo<br />

una idea menos elaborada y dejo que fluya la<br />

improvisación. Tiendo a estar más inspirada<br />

cuando priorizo sobre la imaginación antes que<br />

sobre mi misma y mi cámara.<br />

DM: Esta edición gira en torno a los<br />

soñadores. Tus fotografías, a menudo,<br />

evocan paisajes oníricos e irreales. ¿Por<br />

qué buscas este tipo de efectos visuales?<br />

¿Cómo definirías tu estilo?<br />

JT: Como he dicho antes, me gusta dejar<br />

perplejos a mis espectadores. Muchas veces he<br />

mostrado mis imágenes a familiares y amigos y<br />

han reaccionado preguntándome -¿Cómo hiciste<br />

esto?- y lo único que puedo hacer es sonreír.<br />

Tengo muchos pequeños trucos para conseguir<br />

los efectos que deseo en mis imágenes, y casi<br />

todos ellos están a puerta cerrada. Gran parte<br />

de mi experimentación se debe a la búsqueda de<br />

esa estética etérea que contiene mi fotografía. Es<br />

algo que me ha acompañado desde el principio<br />

y que me sigue gustando visualmente. Mi estilo<br />

está en constante cambio y estoy creciendo<br />

como artista cada día. Tengo una actitud de ensayo<br />

y error a la hora de producir y esta técnica<br />

es visible si observas como vuelvo a fotografiar o<br />

modificar un concepto o una imagen antigua.<br />

Veo mi estilo como un libro de mis sueños,<br />

como un catálogo de recuerdos y nostalgias que<br />

deseo compartir conmigo misma y como un<br />

diario visual interminable.<br />

DM: ¿Qué elementos consideras indispensables<br />

para elevar una fotografía a la<br />

categoría de obra de arte?<br />

JT: Una fotografía debe ir más allá de una instantánea<br />

casual para ser considerada como una<br />

obra de arte. La persona que hay detrás de la<br />

cámara debe tener la mente de un artista, o incluso<br />

la de un científico, y conocer los elementos<br />

que van a hacer de una fotografía algo más que<br />

unos pocos megapíxeles o puntos en el grano<br />

de la película. La atención a la composición y la<br />

iluminación, la exposición correcta y la materia,<br />

todos estos elementos son claves para crear una<br />

obra de arte o destruirla.<br />

“Tengo muchos pequeños<br />

trucos para conseguir los<br />

efectos que deseo en mis<br />

imágenes, y casi todos ellos<br />

están a puerta cerrada”<br />

DM: ¿Qué equipo técnico utilizas para<br />

realizar tus fotografías? ¿Eres de analógico<br />

o de digital?<br />

JT: A través de la universidad tengo acceso a<br />

un montón de equipo de gama alta pero, con<br />

toda honestidad, lo uso muy poco. Durante mi<br />

estancia aquí en la FIT he realizado muchos<br />

cursos, así que puedo dar fe de que estoy bien<br />

informada sobre el funcionamiento e inventario<br />

de todo nuestro equipo fotográfico. Por supuesto,<br />

gran parte de este material es muy útil para<br />

hacer buenas fotografías, pero yo no creo en<br />

absoluto que una imagen solo puede ser buena<br />

si se ha utilizado el mejor equipo. Le otorgo<br />

una importancia vital a la mente del fotógrafo,<br />

al tema elegido y a la emoción evocada en una<br />

fotografía por encima del equipo técnico<br />

que se utilice.<br />

Estudiar y vivir en Nueva York es caro, así que<br />

siempre trato de encontrar alternativas para<br />

realizar fotografías a bajo coste, es más bien una<br />

cuestión de habilidad. Realmente no tengo predilección<br />

por lo analógico o lo digital ¡disfruto<br />

muchísimo con ambos procesos!<br />

DM: ¿Cómo es un día cotidiano en tu<br />

vida? ¿Por dónde te mueves en Rochester?<br />

JT: Un día normal en mi vida consiste en despertarme<br />

por la mañana e ir a clase ¡en el centro<br />

de Manhattan! Estoy con mis compañeros de<br />

fotografía y trabajando en la sala de equipos en<br />

mi universidad. Una buena parte del día la paso<br />

en los laboratorios digitales de edición de fotografía<br />

y proyectos o en la impresión de negativos<br />

en el cuarto oscuro. Las noches las disfruto con<br />

mis amigos, ya sea colgada en el campus o fuera<br />

de casa en algún lugar de la ciudad. Me gusta<br />

dedicar tiempo deambulando por ahí para estudiar<br />

y observar lo que hay a mi alrededor, por<br />

lo que sin duda ¡este pasatiempo también puede<br />

ser añadido a mi lista de sustancias activas en la<br />

vida diaria! Soy de un suburbio de Rochester,<br />

Nueva York, pero me mude a Nueva York en<br />

agosto de 2011 para iniciar mis estudios en el<br />

Fashion Institute of Technology.<br />

DM. ¿Cuáles son tus aspiraciones como<br />

artista, hay alguna otra disciplina en la<br />

que quieras profundizar?<br />

JT: Espero ser capaz de sacar lo mejor de mí<br />

como artista antes de que mi tiempo se haya<br />

28 29


30<br />

acabado. La perfección es poco práctica, lograr<br />

mis metas es suficiente.<br />

En cuanto a mis aspiraciones, deseo conocer a<br />

las mentes más increíbles, viajar a lugares cuyos<br />

nombres desconozco, hacer diez mil fotografías o<br />

más, y después más.<br />

El dinero es, por supuesto, algo que todos necesitamos<br />

para alcanzar nuestro bienestar, pero<br />

me gustaría mucho más tener una vida llena de<br />

experiencias antes que una vida lujosa.<br />

Espero tener éxito como fotógrafa y que mi nombre<br />

sea conocido más allá del ámbito familiar y<br />

de las amistades.<br />

Estoy muy interesada en colaborar con artistas<br />

de otros medios, en performances o instalaciones.<br />

Mi mente está abierta a todos los extremos del<br />

espectro. ▲<br />

“Le otorgo una<br />

importancia vital a la<br />

mente del fotógrafo,<br />

al tema elegido y a<br />

la emoción evocada<br />

en una fotografía por<br />

encima del equipo<br />

técnico que se utilice”<br />

31


32<br />

FOTO<br />

Susana Blasco<br />

“ME GUSTA TENER LA LIBERTAD<br />

DE PONERME LÍMITES”<br />

Instagram, esa red social omnipresente<br />

en la que es habitual encontrar pies en los<br />

más variados sitios, tartas u otras delicias<br />

culinarias caseras o todo tipo de mascotas,<br />

también esconde gratas sorpresas para<br />

aquellos que no se conforman con lo<br />

habitual. Proyectos como el de Antihéroes<br />

ponen de manifiesto que esta nueva<br />

plataforma también sirve para sacarle el<br />

máximo partido a algo tan escaso como 19<br />

filtros y la cámara de un móvil.<br />

TEXTO: MARIO IZQUIERDO<br />

Entrevistamos a Susana Blasco, una diseñadora gráfica, ilustradora ocasional<br />

y collagista aficionada que, después de estudiar dos carreras (Publicidad<br />

y Empresariales), terminó encontrando su máxima laboral en el mundo del<br />

diseño. Cursos, talleres, seminarios, festivales o conferencias han ido formando<br />

parte de su experiencia en este campo profesional y le han llevado<br />

a trabajar durante más de 10 años en distintos estudios y agencias de publicidad<br />

como diseñadora gráfica y directora de arte. Finalmente, en 2007,<br />

decidió constituir su propio estudio gráfico y recibió un premio de la DPZ<br />

para ampliar sus estudios en el extranjero. Así, a partir de 2008 se traslada a<br />

Londres para alternar su trabajo como freelance con sus estudios en Central<br />

Saint Martins College of Art and Design. En 20<strong>12</strong> volvió a sus orígenes (Zaragoza)<br />

aunque también repartió su tiempo con la ciudad de Berlín.<br />

DOZE Magazine: Centrándonos en la serie que ahora presentamos<br />

¿De qué manera surgió Antihéroes?<br />

Susana Blasco: Fue de una manera muy casual y un poco tonta una tarde<br />

seleccionando fotos antiguas para un collage. Las tenía todas extendidas en<br />

la mesa y, en un momento dado, me tomé un descanso para comerme unas<br />

nueces. Una de ellas cayó y justo fue a parar encima de la cara de un militar<br />

con mil condecoraciones. Me hizo gracia el efecto, le hice una foto con el<br />

Iphone y la subí a Instagram. Hasta ese momento había subido imágenes<br />

del proceso mientras hago collages y, de alguna manera, esto me pareció<br />

parte del proceso también. Al día siguiente probé con una ficha de dominó,<br />

luego con una almeja... y así hasta 49 Antihéroes a día de hoy. El número<br />

50 me da respeto.<br />

33


“Me interesa el aspecto<br />

‘poco serio’ y efímero de<br />

Instagram. Y por supuesto<br />

su difusión y la capacidad<br />

de generar un feedback<br />

casi inmediato”<br />

DM: ¿Es un trabajo que has desarrollado<br />

exclusivamente para Instagram?<br />

SB: Para mí los Antihéroes son un juego al que<br />

no puedo ni quiero dedicarle mucho tiempo, e<br />

Instagram me parece una herramienta fabulosa<br />

en ese sentido. Parecerá una contradicción pero<br />

me gusta tener la libertad de ponerme límites.<br />

Y con este juego/proyecto fue lo que hice casi<br />

desde el principio. Establecí unas reglas muy<br />

claras: fotos hechas con el Iphone, con el filtro<br />

earlybird, de objetos cotidianos dentro de una<br />

gama muy concreta de color (marrón-negroblanco)<br />

y colocados momentáneamente sobre<br />

fotografías antiguas que luego utilizaría en mis<br />

collages. Me interesa la inmediatez de hacer las<br />

fotos con el móvil y no tener que preocuparte<br />

de aspectos técnicos complejos ni de resolución<br />

ni de fotografía ni de iluminación. Aún así soy<br />

bastante obsesiva y, aunque mis fotos son aparentemente<br />

sencillas, las repito muchas veces<br />

hasta que consigo que todo encaje exactamente<br />

como quiero. Por otro lado, también me interesa<br />

el aspecto “poco serio” y efímero de Instagram.<br />

Y por supuesto su difusión y la capacidad<br />

de generar un feedback casi inmediato. Aunque<br />

mi objetivo nunca ha sido obtener más followers<br />

sino pasármelo bien.<br />

DM: ¿Por qué los protagonistas de tu serie<br />

son antihéroes?<br />

SB: Son Antihéroes no por malvados ni villanos<br />

si no porque sus superpoderes son auténticas ton-<br />

34 35


36<br />

Retrato de Susana Blasco<br />

© Lara Albuixech. Polaroid Propositions<br />

37


38<br />

tadas que no sirven para nada. Una de las cosas<br />

que más me gusta es que, cuando nace un nuevo<br />

Antihéroe, en los comentarios la gente a veces se<br />

inventa historias sobre ellos de lo más geniales<br />

y les ponen nombres como Chinchey Temple,<br />

Sergeant Nuts, Shell-y, Queen Eleafabeth, Señor<br />

Curruscu, Granny Ranny, Wonder Hangover<br />

Woman, Cara Col, Monsieur Pignon...<br />

DM: ¿Cuál es tu favorito? Y no vale decir<br />

que los quieres a todos por igual...<br />

SB: Bueno, la verdad es que no los quiero a todos<br />

por igual, soy muy mala madre.<br />

Mi favorita es la señora que lleva un peinado<br />

hecho con palomitas de maíz,porque es con el<br />

primer Antihéroe que conseguí que la gente se<br />

riera y me pillara un poco el punto de humor que<br />

me gusta que tenga todo lo que hago, aunque no<br />

siempre lo consiga. Muchas veces me salen antihéroes<br />

serios, poéticos e incluso un pelín siniestros<br />

pero me gusta mucho, mucho más cuando<br />

consigo sonrisas.<br />

DM: Si tuvieras que elegir a personas de<br />

carne y hueso ¿Quiénes serían tus antihéroes<br />

favoritos? ¿Y los más detestados?<br />

SB: Creo que no puedo contestar a esto. Requisito<br />

fundamental de ser Antihéroe es ser un don<br />

nadie. Aunque ahora que lo dices molaría hacer<br />

una serie con dictadores, papas, asesinos en serie<br />

y gente así.<br />

DM: ¿Qué encuentras en una fotografía<br />

antigua que no se dé en una más actual?<br />

SB: Más allá de lo que se reproduzca en esa<br />

imagen, de su valor artístico, de la técnica, del<br />

mensaje... una fotografía antigua es ya un objeto<br />

en sí mismo con mucho valor. Como diseñadora<br />

gráfica soy una auténtica apasionada del<br />

papel como soporte y las fotografías antiguas<br />

tienen mucho de lo que me gusta: ver el paso del<br />

tiempo en el papel envejecido y en el cartón, ese<br />

color marrón con tantos matices, las esquinas<br />

rotas, las grietas, el olor... todo esto me produce<br />

auténtica fascinación. Además, por supuesto<br />

me parece muy inspiradora la carga emocional<br />

acumulada. Cuando miras estas fotos te parece<br />

adivinar el carácter de esas personas e inevitablemente<br />

empiezas a construir historias en tu<br />

cabeza sobre ellos y sobre las cosas que les han<br />

podido pasar en la vida. A mí esto, por ejemplo,<br />

con las fotos actuales no me pasa de una manera<br />

tan exagerada.<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

DM: Viendo tu trabajo como diseñadora<br />

e ilustradora, uno puede comprobar la<br />

gran carga conceptual de tus obras ¿De<br />

qué manera te enfrentas a cada una de<br />

ellas? ¿hay mucho tiempo previo de meditación?<br />

SB: Cada trabajo de diseño lleva siempre un<br />

proceso de documentación bastante importante.<br />

Reconozco que me gusta recrearme en esa fase<br />

y contenerme de empezar a diseñar (en el sentido<br />

más literal) en cuanto el proyecto cae en mis<br />

manos. Durante ese proceso de documentación<br />

van surgiendo ideas de una manera muy natural<br />

y espontánea. Para mí el lenguaje de las metáforas<br />

visuales es un idioma en el que me siento<br />

muy cómoda así que las ideas llegan con relativa<br />

facilidad, luego ejecutarlas y darles forma puede<br />

ser más o menos laborioso y depende de muchos<br />

factores como tiempo o presupuesto.<br />

DM: ¿Qué es lo mejor y lo peor de trabajar<br />

como profesional independiente?<br />

SB: Lo mejor es la independencia cuando las cosas<br />

van bien. Lo peor es la soledad cuando las<br />

cosas van mal.<br />

DM: ¿Echas algo de menos de tu anterior<br />

etapa trabajando en empresas?<br />

SB: Aparte de la seguridad de cobrar a final de<br />

mes, la verdad es que no. Tengo la sensación de<br />

que soy una loba solitaria.<br />

DM: ¿Qué proyectos o trabajos tienes<br />

ahora entre manos?<br />

SB: Trato de compensar el bajón de la cantidad<br />

de trabajo de diseño aprovechando ese tiempo<br />

extra para desarrollar todos esos proyectos personales<br />

que llenaban las moleskines. Creo firmemente<br />

que no parar es la clave.<br />

DM: Y para terminar, teniendo en cuenta<br />

que nuestro número se centra en los soñadores<br />

¿Qué sueño no se te ha cumplido<br />

todavía y esperas que llegue pronto?<br />

SB: Cambio mucho de opinión respecto a qué<br />

quiero y qué no y me voy adaptando según las<br />

circunstancias y lo que me voy encontrando<br />

por el camino. No persigo ningún sueño en<br />

concreto. ▲<br />

“Muchas veces me<br />

salen antihéroes serios,<br />

poéticos e incluso un pelín<br />

siniestros pero me gusta<br />

mucho, mucho más cuando<br />

consigo sonrisas”<br />

39


ARTE A TRAVÉS DEL ESPEJO<br />

TEXTO<br />

EL HOMBRE CONFUSO<br />

Alicia hacía ya mucho tiempo que había olvidado su infancia. Por las<br />

noches, cuando cerraba los ojos, todavía era capaz de pensar en aquella<br />

tarde en que se quedó dormida entre flores, mientras su gato correteaba<br />

por la hierba y una voz monótona y lejana recitaba la lección. Visualizaba<br />

al conejo blanco, al Dodo, a la enigmática oruga, a las flores que le<br />

parecieron tan educadas pero luego dejaron de serlo, a las cartas pintando<br />

las rosas, a la Reina de Corazones y al gato de la enorme sonrisa. Durante<br />

años había tenido bien claro que todo aquello era verdad. ¿Cómo iba a<br />

poder inventarse una simple chiquilla todo un universo, todo un mundo<br />

tan diferente al que conocía? Era imposible. La única explicación pasaba<br />

porque todo aquello era una realidad, tal vez no a la que ella y todos los<br />

demás estaban acostumbrados, pero era una realidad al fin y al cabo. Y<br />

así se había encargado de comunicarlo, de explicarlo hasta la saciedad,<br />

pero nunca nadie la creyó.<br />

Con el tiempo, ella misma empezó a dudarlo también. Las imágenes eran<br />

cada vez más difusas y las profesoras del colegio le repetían constantemente<br />

que siempre estaba en las nubes, que ya era mayorcita para no tener los<br />

pies en la tierra y que ese conejo blanco nunca había existido. Sus padres<br />

tampoco la creyeron nunca. No la trataron de forma diferente, ni intentaron<br />

llevarla a ningún psicólogo, pero ella sabía que, por dentro, pensaban<br />

que todo había sido un sueño. Aún así nunca se lo dijo, podían pensar lo<br />

que quisieran, ella sabía que era la verdad. Durante años le siguieron la<br />

corriente, escuchaban pacientemente sus historias, incluso la animaron a<br />

escribir un cuento, todo con tal de que la fantasía acabara de forma natural.<br />

Y, por fin, lo consiguieron. Alicia creció, dejó atrás los juegos, cambió<br />

de ciudad, encontró nuevas amigas y, poco a poco, su vida cotidiana fue<br />

remplazando ese mundo que se suponía que había inventado. A veces aún<br />

creía ver al conejo blanco corriendo mientras consultaba su reloj de bolsillo,<br />

pero no le daba más importancia. Total, todo había sido un sueño.<br />

El futuro de Alicia, sin embargo, no fue como esperaba. Nunca consiguió<br />

llegar a adaptarse a ninguna de las ciudades en las que le iba tocando<br />

vivir. Las responsabilidades de la vida adulta le parecían extrañas, ajenas<br />

a su forma de entender el mundo. Sus padres, aquellos que la escuchaban<br />

aún sin entenderla, desaparecieron sin avisarla, dejándola sola, convirtiéndola<br />

en víctima de una orfandad que no sabría si podría soportar.<br />

Trataba de ocultar su vulnerabilidad tras una máscara de timidez, una<br />

excusa para respirar entre el ruido, para sobrevivir entre la gente, pero<br />

cada vez le resultaba más difícil. El mundo se volvía oscuro, la crueldad<br />

había acabado con la esperanza y parecía que<br />

a nadie le importaba ¿Y el amor? ¿y si el amor<br />

era la respuesta? ¿y si el amor podía calmar, por<br />

fin, aquel miedo?<br />

Casi treinta años después, Alicia regresó a<br />

aquel bosque. Esta vez no le hizo falta perseguir<br />

a ningún gato ni que una voz lejana le recitara<br />

la lección, le bastó con tumbarse en la cama<br />

y cerrar los ojos. Volvía a ser una niña, o al<br />

menos, eso creía. El conejo blanco corría veloz<br />

entre las hierbas, con su chaleco y el reloj de<br />

bolsillo. Sabía que tenía mucha prisa y que la<br />

Reina le estaba esperando, así que no quiso importunarle.<br />

No lo necesitaba, sabía hacia donde<br />

iba. Alicia empezó a correr tras él. El conejo<br />

blanco cogió impulso y se metió en la madriguera.<br />

Creía haberle visto guiñar un ojo justo<br />

antes de desaparecer. De hecho, estaba bastante<br />

segura. ¿Cómo no iba a reconocerla si ya se<br />

habían visto antes? ¿cómo no iba a acordarse de<br />

ella si aquél era su sueño? Alicia cogió impulso<br />

y saltó. Por fin estaba en casa.. ▲


ARTE<br />

Imagen de portada: analogueghost_1<br />

David Szauder aka. Pixel Noizz<br />

"Mi actitud me lleva a utilizar<br />

errores: a buscarlos, encontrarlos<br />

y después aplicarlos"<br />

David Szauder es un artista originario de<br />

Budapest, nacido en 1976, que hace del píxel<br />

una evocación onírica de interferencias, de<br />

errores digitales y de algoritmos fallidos.<br />

ENTREVISTA Y ENSAYO: MARCOS FERNÁNDEZ<br />

Este húngaro afincado en Berlín manifiesta, desde hace muchos años, un<br />

superlativo interés por lo multidisciplinar, posicionándole en varias latitudes<br />

de investigación, tanto técnica como conceptual, en base a la profusión<br />

de tangencias que pueden establecerse en relación a los nuevos medios.<br />

Vídeoartista, vj, performer, artista generativo o artista intermedia son muchos<br />

de los calificativos que emplea para desarrollar sus tesis que, desde la<br />

codificación de la imagen y la realidad del lapso digital, abren paso a un<br />

singular modo de entender el pulso del byte en la sociedad contemporánea.<br />

DOZE Magazine: Después de haber cotejado tanto tu biografía<br />

como tu trabajo en si, reconozco muchas referencias que<br />

parten de la inquietud tecnológica. Es muy placentero ver cómo<br />

tu trabajo tiene la capacidad de ensoñar, desde unos orígenes<br />

poéticos, una realidad próxima a la ciencia ficción y a un futuro<br />

incierto. ¿Cómo concibes la paulatina pugna entre tecnología y<br />

lo naturalmente humano?<br />

David Szauder: No lo valoro realmente de esa forma. El ser humano reinventó<br />

la tecnología, convirtiéndose en una parte de nuestra vida cotidiana.<br />

No lo considero algo malo pero no hay vuelta atrás en este punto.<br />

Siento que es más importante entender la cultura digital y empezar a vivir<br />

con ella. Y sí, en mi caso distingo la importancia de la utilización de diferentes<br />

técnicas de programación digital como fundamentos de mis composiciones,<br />

tratando también de manejar con mucho cuidado la relación<br />

entre el concepto y la tecnología o, digamos, las emociones y la tecnología.<br />

Su relación es tan frágil que es difícil encontrar un delicado equilibrio<br />

entre ellos. Otros aspectos más enfáticos son un hecho que todo el mundo<br />

puede notar al ver mis imágenes. A veces, este tipo de equilibrio me lleva a<br />

una especie de callejón sin salida, que domina mis días por períodos largos,<br />

pero un examen repetido y cuidadoso de mis obras es de gran ayuda para<br />

encontrar un subterfugio. Esta escapatoria puede ser basada en la tecnología,<br />

por ejemplo, con la introducción de un código nuevo o mejorado, pudiendo<br />

ser la transformación del concepto. Cuando siento que el equilibrio<br />

se obtiene otra vez, entonces puedo dar un paso adelante con mis imágenes<br />

de nuevo. Así que para responder a tu pregunta directamente: aquí no hay<br />

lucha, sólo una serie de repetidos intentos de restaurar y manejar la firmeza<br />

cuidadosamente.<br />

DM: El concepto glitch es algo que observamos como denominador<br />

común en el mundo digital. Yo lo interpreto a modo de<br />

fallo expresivamente útil en ciertas latitudes, pero también lo<br />

distingo como un intervalo incorrecto en el mundo del videojuego<br />

donde, muchas veces, éste es también parte del decálogo<br />

cotidiano en el ámbito de la programación. Háblanos de cuáles<br />

son tus ideas, que emergen de las interferencias informáticas,<br />

como parte de la piedra angular de tu discurso.<br />

DS: No soy un artista glitch ortodoxo, utilizo el fallo, el error, el artefacto,<br />

el fracaso y la corrupción porque el mundo imaginario digital me ofrece<br />

un sentido emocional especial. ¿Por qué? ¿Qué es la computadora, y cuál


44<br />

es su función principal? La computadora es un<br />

sistema teóricamente perfecto. Bien diseñado<br />

para ser un sistema inmejorable. Con un<br />

ordenador se puede hacer un trabajo, escribiendo<br />

textos perfectamente porque, al contrario<br />

de la máquina de escribir, el texto puede ser<br />

corregido o modificado en cualquier momento.<br />

Nuestras fotos digitales pueden ser manipuladas,<br />

refinar el color y cortar el detalle inesperado, en<br />

cualquier momento. O crear música a partir de<br />

muestras de sonido, añadir efectos, realizar un<br />

gran éxito en un par de horas. Todo es posible<br />

en teoría y cuando queramos. O simplemente<br />

tomar los videojuegos como un shooter en 3D,<br />

con el paradigma único de cómo hacerlos más<br />

realistas. Pero hay más. Cuando todo está<br />

funcionando perfectamente en una máquina<br />

perfecta, podemos estar satisfechos y sentir<br />

una felicidad ilimitada. Este tipo de afecto o de<br />

reacciones son una tontería para mí. ¿Dónde<br />

están entonces los verdaderos sentimientos y<br />

emociones? ¿Dónde está la actitud humana al<br />

experimentar los resultados accidentales de lo<br />

humano? El sistema perfecto corrige nuestros<br />

errores. Si veo un error, un fallo de funcionamiento<br />

-un problema técnico, si se quiere-, la<br />

máquina perfecta y el perfecto sistema desaparece,<br />

lo que tengo delante de mis ojos es algo que<br />

es accidental o humano: un sentimiento muy<br />

positivo para mí. Positivo porque en esos puntos<br />

me puede gustar el equipo informático: “uh, tú<br />

provocaste el error, tú no eres perfecto tampoco”.<br />

Algo como esto.<br />

Esta actitud me lleva a utilizar estos errores: a<br />

buscarlos, encontrarlos, para después aplicarlos.<br />

Al igual que los temas constituyentes de mis fotos.<br />

DM: Consigues que estas variables del<br />

error en la cultura digital tengan un<br />

calado más humano del que podemos<br />

prevenir. Observo que usas la fotografía,<br />

como receptáculo de estas tentaciones,<br />

a través de la manipulación de antiguos<br />

retratos familiares e, incluso, también<br />

aprecio que haces una llamada para que<br />

el público pueda interaccionar en tus<br />

planteamientos colaborando activamente.<br />

¿Qué relación encuentras entre la realidad<br />

de la vida anónima de parentescos<br />

y la sucesión ilusoria del deseo digital?<br />

Se trata de un tipo de relación estrecha, llena<br />

de sorprendentes referencias cruzadas. Hice mi<br />

mejor esfuerzo para desarrollar una idea estúpida<br />

como fórmula para encontrar cosas, pero<br />

es una tarea demasiado severa para explicarla.<br />

Brevemente: todo el proceso se basa en un código<br />

bastante complicado que no explicaré aquí<br />

ya que sería bastante extenso para aclarar sus<br />

especificidades. El punto es que no es un mero<br />

código para convertir una parte de la realidad<br />

en otra forma, obteniendo una representación<br />

digital diferente de una conmutación a otra<br />

ruta de (inter)mediación. Todo el proceso está<br />

impulsado emocionalmente porque, cuando se<br />

utiliza este código para “convertir” a las imágenes,<br />

cuando se filtra la vida anónima de estas<br />

personas que vivieron hace muchos, la tentación<br />

que reconocemos parece ser irresistible. En<br />

muchos casos, las personas durante el proceso<br />

no se convierten sólo en anónimos, también en<br />

personajes sin rostro. Ellos no están perdiendo<br />

su identidad como podríamos apreciar, ya que<br />

no es tan simple como eso. La manipulación de<br />

la identidad del molde original es un proceso<br />

de sustitución que, en un momento dado, los<br />

convierte en un mundo diferente: a partir de<br />

ese momento, esta persona o personas que no<br />

existen no son más que los protagonistas o los<br />

habitantes de mi imaginación.<br />

DM: La sinestesia parte del deseo sensible.<br />

Un deseo que denomina Andrei<br />

Tarkowski, en su grandiosa película<br />

Stalker, como un objeto de sufrimiento.<br />

¿Consideras que la fatalidad tecnológica<br />

es un argumento para pensar que la depresión,<br />

como plaga, aumenta la fuerza<br />

de la descontextualización sensible de<br />

las interferencias perceptivas?<br />

DS: No es exactamente, según mi forma de pensar,<br />

de ese modo. Es una especie de desafío, tal<br />

vez, como es la forma de manejar las emociones<br />

y la tecnología en conjunto. Tal vez sea mi problema,<br />

porque yo no veo ningún tipo especial<br />

de descontextualización. Cuando empecé a<br />

trabajar con el arte digital utilicé muchas maneras<br />

técnicas para generar los resultados. Éste fue<br />

siempre un emplazamiento muy limpio y neutral<br />

pero fuerte estéticamente. Por un tiempo resultó<br />

ser agradable, ya que admiraba el poder del<br />

código que me direccionaba a este tipo de imágenes,<br />

pero siempre me perdía algo. Un día en el<br />

Retrato de David Szauder aka. Pixel Noizz<br />

“El ser humano y el<br />

ordenador tienen diferentes<br />

tipos de memoria, pero la<br />

palabra que usamos para<br />

etiquetarla es la misma”<br />

que trabajé con una forma estructural muy común -partes de esferas dispuestas verticalmente- como<br />

un túnel enorme con las superficies cubiertas entre sí, conocí a mi primer fracaso, mi primer error.<br />

La primera reacción natural fue corregirlo después de haber encontrado la solución, pero entonces,<br />

caí en la cuenta de que la estructura sin artefactos parecía menos fuerte. En ese momento descubrí la<br />

fuerza y la importancia del error, y comencé a usarlo como un componente digital. A partir de este<br />

momento, todavía estoy buscando este tipo de “molestias” en los artefactos, tratar de entenderlos y<br />

utilizarlos como componentes de la composición.<br />

DM: En tu trabajo pones en manifiesto las cualidades suficientes para que una persona<br />

sinestésica pueda experimentar, narrativamente, los contenidos de una manera<br />

distinta a la de una persona no sinestésica. La memoria, alojada en el hipocampo,<br />

nos hace presentar el ensimismamiento emocional como una carta de interferencias<br />

-destructiva o constructiva- de varios tipos de sensaciones en un mismo acto perceptivo.<br />

¿Qué importancia tienen en tu trabajo los distintos enlaces que relacionan a la<br />

memoria con el sueño de ésta?<br />

DS: Ese es el punto en el que todo empezó respecto al proyecto de la sinestesia, que desarrollo desde<br />

hace dos años. Quería crear una compleja instalación interactiva que reflejara el mundo imaginario<br />

de ciertas personas sinestésicas. Mientras tanto, he descubierto la relación entre algunas de mis<br />

imágenes basadas en patrones mayores y el imaginario mundo interior de este tipo de personas. Una<br />

de ellas empezó a hacer comentarios sobre mis imágenes y, sobre la base de sus reinterpretaciones,<br />

comenzó todo a circular en torno a la idea de la memoria visualizada. La sinestesia es una cuestión<br />

importante, siendo una función muy especial de la mente humana, pero lo que quería era agarrar<br />

algunas de las manifestaciones más realistas de la memoria, es decir, la memoria como parte de la<br />

conducta humana. El ser humano y el ordenador tienen diferentes tipos de memoria, pero la palabra<br />

que usamos para etiquetarla es la misma. El cerebro humano graba recuerdos y también lo hace<br />

el equipo informático. Una vez que los recuerdos se almacenan, se pueden recoger y registrar en<br />

cualquier momento, utilizándose como materia real. En el caso del tiempo de la memoria humana<br />

que considero un factor importante: con el paso del tiempo, empezamos a olvidar ciertas particularidades<br />

de los recuerdos como, por ejemplo, los detalles de una fotografía. Como si se tratara de una<br />

corrupción de la memoria humana (no lo es en realidad), empezamos a no recordar los detalles adecuados.<br />

Por ejemplo, en la foto del tío James, había un gato blanco en su regazo y estaba sosteniendo<br />

un bate de béisbol, pero cuando el protagonista lleva 15 años sin ver la instantánea, estamos bastante<br />

convencidos de que el tío James tiene un gato gris mientras sostiene un palo de golf. Este es el fallo de<br />

la memoria y esto es lo que se observa en mis recuerdos fallidos, que finalmente he concebido como<br />

composiciones de imágenes. Puedo usar la memoria de la computadora para almacenar la imagen de<br />

la derecha, y elegir algunas piezas que quiero cambiar, sustituyéndolos por diferentes fragmentos de<br />

la memoria del ordenador. Es como basura digital o, simplemente, la corrupción de estos fragmentos<br />

con los diferentes códigos informáticos, mientras establezco minirrelatos en torno a ellos. ▲<br />

Imagen de la página anterior: look_2<br />

Arriba: story-of-”a”


46<br />

PICNIC AL BORDE DEL ERROR Y EL DESEO<br />

Son intensamente estimulantes muchas ideas que celosamente se arriman a<br />

la ficción imaginaria. Sobre todo cuando, algunas de ellas, parten de unos<br />

mecanismos tan atractivos como ilusorios, legendarios e incluso fantasiosos.<br />

No sé si es atrevido afirmar que Andréi Tarkowski es un cineasta popular:<br />

Desde luego, para una determinada inmensa minoría, de la que nos gusta<br />

regodearnos, posiblemente sí pero, cierto es, que el cine de ciencia ficción<br />

de vanguardia es un fenómeno que recorre amplitudes ineludibles como<br />

para no hacernos partícipes de un experimento a medio camino entre el<br />

sueño y la pesadilla.<br />

Sin querer ponerme soporífero, he de reconocer que este cineasta persigue<br />

algunas cotas de mi conciencia por devoción activa, que procuro poner<br />

en práctica para consolidad mi fe y no perder el tiempo en trivialidades<br />

pasajeras que no tienen más calado lejos de su propio consumo.<br />

Hace pocos días, tuve el inconmensurable placer de ver ‘Stalker’, filme<br />

dirigido por el mencionado ruso hace 34 años, basado en una novela<br />

llamada ‘Picnic al borde del camino’, escrita por los también soviéticos<br />

Arkadi y Borís Strugatski en 1971. Considero que, tanto la novela como<br />

la película, parten de la idea freudiana del sueño y del deseo en distintas<br />

categorías pero, sin duda, una de las cosas que más me llamaron al orden<br />

sensorial fue la extraña relación que se lleva a cabo entre anomalía, codicia<br />

y búsqueda. En ambas visiones, a pesar de las distancias argumentales,<br />

la acción transcurre en un futuro inmediato y postapocalíptico donde se<br />

sostiene la idea de que ha habido un contacto extraterrestre. El título de<br />

la obra literaria se refiere a la posibilidad de que unos visitantes hubieran<br />

abandonado objetos distraídamente, como un turista abandona sus<br />

desechos durante un picnic, surgiendo alrededor de este hecho una serie de<br />

intereses no sólo gubernamentales, sino también especulaciones y quimeras<br />

en torno a lo sucedido en La Zona (denominada así en su versión cinematográfica).<br />

El encaje filosófico, tanto de las conversaciones como de la acción<br />

narrativa, alude a las máximas de esperanza, anhelo y obsesión dentro de<br />

un contexto peligroso e incomprensible para los conocimientos científicos<br />

humanos, donde entrar en ese extraño lugar hace posible cambiar la dirección<br />

emocional de los implicados.<br />

Existe un detalle, en el desarrollo de estas dos grandes obras, que considero<br />

fundamentales para entender el trabajo de David Szauder, artista húngaro<br />

del que hablaré a continuación, haciendo hincapié sobre ese motor endémico<br />

abstraído de su discurso: la anomalía. Ésta representa una particular<br />

manera de entender la búsqueda y la exploración, no sólo como forma de<br />

marcar el camino.<br />

En ‘Stalker’ (traducido del inglés como furtivo), uno de los personajes que<br />

ocupa ese rol se dedica a atar unas cintas de tela sobre unas tuercas para<br />

marcar el paso, pero también como fórmula para ver si el entorno modifica<br />

la situación de los espacios, a modo de mecanismo de autodefensa, mediante<br />

defectos y artimañas físicas un tanto confusas.<br />

David Szauder también traza un camino muy específico sobre la metáfora<br />

del error, recodificando la idea básica de ilusión desde el significado de la<br />

memoria, para incubarla como un fracaso generado a un nivel pseudonarrativo.<br />

Sus collages digitales, y sus problemas técnicos parten del concepto de arte<br />

glitch. En informática, el glitch se considera un problema de codificación,<br />

basado en logaritmos, que no llega a determinarse con exactitud matemática.<br />

Cuando esto sucede, brotan rarezas que en imagen se identifican como<br />

story of mr.wolf gil<br />

Reginas neklace rhonda, pete, lucy and dennis aka. the fragments<br />

47


48<br />

De arriba abajo y de izquierda a derecha: spamhead, ghost_5, shaderportrait1 y shaderportrait2<br />

unos garabatos visualmente extraños, y que podemos interpretar como un<br />

error de proporciones estéticas interesantes.<br />

La memoria, aquí, se considera un arrecife de proporciones grandilocuentes<br />

para que la bitácora de encuentros posicione el análisis a través del<br />

vestigio. Éste parte de la tradición familiar, donde fotografías antiguas de<br />

personas desconocidas son tratadas como partículas fallidas, como parte de<br />

una escaramuza generada entre memoria a largo y corto plazo.<br />

Dentro de esa dinámica, los fragmentos perdidos por una mala codificación<br />

hacen que los detalles del puzzle del recuerdo tengan una reminiscencia<br />

cercana al vacío existencial que, presentado como ejercicio perceptivo,<br />

muestra y pone en evidencia la capacidad que tiene el ser humano por<br />

rellenar las fisuras de la retentiva.<br />

Frágiles por nuestra idiosincrasia selectiva del recuerdo, David Szauder<br />

recorre los paisajes mentales del detalle disueltos por nuestra mala cabeza,<br />

cuestiones que ayudan a completar los recortes disolutos por el caprichoso<br />

balance de nuestro hipotálamo. Me parece particularmente sustancioso<br />

cómo el artista plantea una metodología colaborativa, a modo de feedback,<br />

para ejecutar sus espacios de memoria, donde personas anónimas alargan<br />

las posibilidades conceptuales de un particular juego de quién es quién.<br />

Sus estructuras generativas abren un tránsito entre existencia y el mundo<br />

de la sinestesia que el propio artista considera como un proceso espurio<br />

y apócrifo no ortodoxo, haciendo de sus códigos y métodos una forma de<br />

concebir nuevas alegorías a través de innovadores sistemas compositivos.<br />

La sinestesia -es un denominador neurálgico en la experiencia estética-<br />

quiere revelar las complejidades de las incoherencias sensitivas. Oler un<br />

sonido o ver un sabor es la mejor manera de entremezclar este gran campo<br />

semántico de ironías perceptivas, por eso el desarrollo visual de las instalaciones<br />

del húngaro hacen patentes la oportunidad de comprobar in situ qué<br />

es lo que sucede cuando la excentricidad sensible no tiene las herramientas<br />

adecuadas para explicar los hechos. De esta manera, la cimentación de<br />

estas transformaciones son similares a una zona de observación, como si<br />

se tratara de una cámara oscura o el mundo interior de la ambigüedad<br />

inductiva: personas sinestésicas contra personas no sinestésicas.<br />

El error casual, bien perpetrado con la destreza de un taxidermista, lo<br />

considero un recurso muy común en lares próximos a la música electrónica.<br />

Un fenómeno surgido a principios de la década de los noventa llamado<br />

IDM (Intelligent Dance Music) es partícipe de estas novelerías. Un acrónimo,<br />

del que no estoy del todo de acuerdo, puesto que este tipo de manifestación<br />

musical no la considero del todo bailable ya que su disposición<br />

experimental en torno al sonido la ponen en el podio de lo precisamente<br />

inusual.<br />

Aquí el glitch es protagonista del muestreo sonoro, donde la vibración texturológica<br />

del mismo crea un plano tridimensional del algo descontextualizado<br />

físicamente, porque el sonido no se puede tocar a pesar de los intentos<br />

por cazarlo e introducirlos en un frasco del flâneur baudeleriano para su<br />

posterior síntesis.<br />

Propuestas como Aphex twin, Autechre, Higher Intelligence Agency,<br />

Squarepusher, y otros devaneos ligados al sello Warp Records, hacen del<br />

artefacto sonoro un pulso vital tan expansivo -y milimétrico- que plantean<br />

la total agudeza de los sentidos, muy aprovechables si estamos en posición<br />

horizontal, con un carácter lánguido y despreocupado, para invocar al<br />

citado síndrome si es que merece la pena una conferencia de grado, dignificada<br />

per se.<br />

Me considero un auténtico apasionado de este género musical, que he<br />

hecho casi propio de forma celosa, del que puedo citar tantas bondades<br />

como experiencias sublimes, muchas de las cuales han desembocado<br />

sin remedio en el Stendhal: un apelativo de connotaciones variables que<br />

también es llamado como Síndrome de Florencia o ‘estrés del viajero’. Este<br />

goce monstruoso, puede considerarse como una enfermedad psicosomática<br />

que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión, temblor,<br />

palpitaciones, depresiones e incluso alucinaciones, cuando un individuo<br />

es aproximado a obras de arte, especialmente cuando éstas son particularmente<br />

bellas o están expuestas en gran número en un mismo lugar. Más<br />

allá de su incidencia clínica como afección, el síndrome de Stendhal se ha<br />

convertido en un referente de la reacción romántica ante el hacinamiento<br />

estético y la exuberancia del goce artístico. Puede que como placebo, tal<br />

goce dependa casualmente de inercias introspectivas a las que no podemos<br />

darle una explicación concreta pero, desde la sinestesia, quizás sí es posible<br />

propinar un positivo hallazgo.<br />

Es curioso cómo este síndrome, que considero potencialmente sinestésico,<br />

fue considerado como tal por la psiquiatra italiana Graziella Magherini en<br />

1979, año de mi nacimiento y año en el que se rodó la película con la que<br />

inauguré este texto.<br />

David Szauder altera esos órdenes porque su carácter multidisciplinar lo<br />

eleva al humanismo digital, indagando desde todas las perspectivas posibles:<br />

videojockey, artista sonoro y conceptual, comisario, director artístico,<br />

etcétera. Una labor envuelta de aparentes disparidades creativas apoyadas<br />

por una biografía extensa, repleta de acciones y hechos que confirman la<br />

buena salud de un creador que, íntegramente posicionado, recorre a su<br />

antojo los lugares más remotos del arte digital sobre la cuna de la vieja<br />

Europa.<br />

Cuando se trabaja con la memoria -y sus lapsos- como soporte artístico,<br />

lo lógico es que sea ésta la que haga una declaración de principios a través<br />

del testimonio directo, tanto de los implicados como de los que no, con la<br />

intención de consolidar un tejido impermeable donde el recuerdo rebote sin<br />

explotarnos en la cara.<br />

Desde que una obra de arte se puede enchufar, las únicas dudas que pueden<br />

recaer sobre su viabilidad son las de la longitud del cable y la calidad<br />

de la corriente alterna, como metáfora del recorrido intelectual que los<br />

espectadores han de seguir, buscando el origen de la propia sinestesia y de<br />

los deseos contenidos que esperemos no surjan, como decía en un párrafo<br />

anterior, de calvarios e inmolaciones experimentales puesto que, la pureza<br />

de ésta, ha de ser una razón sublime donde la contemplación sea nuestro<br />

amparo, nuestro refugio y nuestra conexión con el mundo. ▲<br />

49


ARTE<br />

UN GENIO<br />

MISTERIOSO EN<br />

LA "CIUDAD DEL<br />

MUEBLE"<br />

Pat Perry<br />

Sus obras nos hablan de<br />

una realidad efímera y<br />

en constante movimiento,<br />

pero también de un impulso<br />

irrefrenable por degustar<br />

cada instante como si fuera el<br />

último. Pat Perry, ilustrador<br />

y pintor estadounidense, no<br />

sólo es uno de los artistas<br />

más prometedores de su<br />

generación, sino también<br />

un tipo misterioso que ha<br />

hecho de las sombras (y la<br />

carretera) su hábitat natural.<br />

▲ Good Morning<br />

TEXTO<br />

JULIO SORIA<br />

“Para crecer como artista, debo crecer como persona;<br />

para crecer como persona, debo lanzarme a lo<br />

desconocido”.<br />

Pat Perry, en declaraciones al Huffington Post.<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

Grand Rapids no es un destino que el turista<br />

medio apuntaría con letras rojas en su plan de<br />

ruta por Estados Unidos. La oferta cultural<br />

resulta más bien escasa y tampoco hay edificios<br />

singulares que justifiquen el paseo por sus calles.<br />

A fin de cuentas, no debemos obviar que se trata<br />

de “la ciudad del mueble”, ya que en su término<br />

municipal se encuentran cinco de las más<br />

grandes compañías dedicadas a la fabricación<br />

de mobiliario de oficina. Si todavía no les han<br />

entrado ganas de bostezar, está claro que son<br />

ustedes de piedra.<br />

Pero entonces, ¿por qué gastar 94 palabras en<br />

hablar de la segunda ciudad más poblada del<br />

estado de Michigan? Pues por la simple razón<br />

de que, en un momento indeterminado de los<br />

últimos treinta años, la familia Perry decidió<br />

alejarse de la depresiva Detroit e instalarse en la<br />

51


52<br />

anodina Gran Rapids, donde se criaría el pequeño<br />

Pat, a quien el paso del tiempo ha convertido<br />

en una figura indispensable del arte gráfico<br />

contemporáneo.<br />

Al margen de sus lugares de nacimiento y residencia,<br />

son muy pocos los detalles que se conocen<br />

sobre la biografía de Pat Perry.<br />

Mantiene su edad en secreto, para evitar que una<br />

cifra pueda servir como excusa para juzgar su<br />

obra en uno u otro sentido, y tampoco existen retratos<br />

en los que deje ver su rostro, como si hubiera<br />

desarrollado una aversión a las cámaras similar<br />

a la de Thomas Pynchon. Pero ojo, no estamos<br />

hablando de un asocial tipo J.D. Salinger, porque<br />

Perry mantiene contacto con sus seguidores a<br />

través de las redes sociales y ha concedido entrevistas<br />

a medios de diverso prestigio, sin olvidar<br />

que pasa más tiempo de viaje que entre las paredes<br />

de su propia casa.<br />

“Viajar es la mejor manera que he encontrado para<br />

liberarme de los espejismos que provoca la rutina”.<br />

Cuando no circula a lomos de su desvencijada<br />

Honda, Perry suele apostar por dos medios<br />

diferentes de transporte: subir a trenes en marcha<br />

y hacer autoestop, como si fuera Kerouac y<br />

estuviera En el camino a un destino todavía por<br />

descubrir. En agosto de 20<strong>12</strong> pasó una temporada<br />

en Maine junto al Colectivo Beehive, grupo<br />

activista que emplea el dibujo para explicar las<br />

consecuencias naturales y las injusticias sociales<br />

de la globalización, y a finales de ese mismo año<br />

asistió a una cumbre sobre prácticas indiscriminadas<br />

de extracción energética organizada por<br />

Earth First!, asociación que desde 1979 lucha en<br />

Estados Unidos por el cumplimiento de las leyes<br />

en materia medioambiental.<br />

En todos y cada uno de sus desplazamientos, el autor<br />

da rienda suelta a su vena fotógrafa y captura<br />

multitud de escenas que, posteriormente, servirán<br />

como base para sus cuadros e ilustraciones. Pero<br />

antes de convertirse en versiones de la realidad,<br />

esas instantáneas revelan aspectos destacados<br />

53


▲ Ilustración para Spearia<br />

54<br />

55


56<br />

▲ En esta página: Disturbance ▲ En la página siguiente: Where we were<br />

en los intereses creativos y personales de<br />

Perry, como un insaciable deseo de<br />

experiencias, la inclinación por la vida<br />

errante y la atracción por esos personajes<br />

tangenciales que aparecen de improviso en<br />

mitad del trayecto. Cápsulas de nostalgia,<br />

pero con un acento de vitalismo que anima<br />

a la esperanza, a la asunción de riesgos y a la<br />

búsqueda ambiciosa del entusiasmo.<br />

“En mis obras intento transmitir lo precioso que<br />

es el tiempo. Algún día, todo lo que nos rodea se<br />

habrá ido y será olvidado”.<br />

Pat Perry, en una entrevista concedida a<br />

Anormalmag.<br />

Influido por artistas como J.C. Leyendecker,<br />

Margaret Kilgallen, Aron Wiesenfeld,<br />

Travis Millard o Anders Nilsen, Perry<br />

destaca por un estilo donde el hiperrealismo<br />

se mezcla con elementos urbanos, figuras<br />

psicodélicas y detalles graffiteros, dando<br />

lugar a un particular universo con patentes<br />

influencias oníricas.<br />

La riqueza de sus ilustraciones no ha pasado<br />

desapercibida para la industria publicitaria,<br />

que ha solicitado sus servicios en varias<br />

ocasiones. Entre sus clientes, por mencionar<br />

unos cuantos ejemplos, se hallan diarios<br />

como The New York Times, eventos como<br />

el Melbourne Writer’s Festival y empresas<br />

como Ogilvy, Reef o Atlantic Records, que a<br />

principios de año le encargó una ilustración<br />

para el cartel que anunciaba la nueva gira<br />

del grupo Bruno Mars.<br />

Su trayectoria, de momento, parece firmemente<br />

consolidada, pero haríamos bien en<br />

no perder de vista a Perry, cuyas inquietudes<br />

podrían llevarle a medio plazo al terreno del<br />

celuloide. Mientras tanto, él sigue enfrascado<br />

en varios proyectos colectivos, ultima la<br />

publicación de su próximo libro y reserva<br />

los billetes del avión que en junio le traerá a<br />

Barcelona con motivo de la celebración del<br />

OFFF Festival. ▲<br />

57


58<br />

▲ Cartel para la gira de Bruno Mars<br />

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60<br />

ARTE<br />

BROKEN<br />

BEAUTY<br />

Guim Tió Zarraluki<br />

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62<br />

Hay imágenes que esconden secretos. Éstas, en concreto,<br />

ocultan piel, labios, cabellos y miradas perdidas entre la masa<br />

mantecosa de las ceras de colores de Guim Tió Zarraluki, un<br />

joven artista barcelonés que ha descubierto en las revistas de<br />

moda su principal soporte de expresión creativa.<br />

TEXTO<br />

ROCÍO MONTOYA<br />

La belleza no es siempre real. Cada día nos<br />

vemos sometidos a las truculentas estrategias<br />

de enormes empresas de comunicación que nos<br />

hacen creer que la perfección estética existe y<br />

que es alcanzable para cualquier ser humano de<br />

a pie (si se lo propone y consume los productos<br />

necesarios). Pero la verdad es otra y se llama<br />

Photoshop, tampón de clonar, maquillaje en<br />

cantidades industriales o lo que se viene denominando<br />

“cirugía plástica editorial”.<br />

Se podría debatir hasta el infinito esa verdad<br />

que busca el colmo de la pureza visual, pero lo<br />

que nos interesa no es otra cosa que conocer los<br />

entresijos del quehacer de Guim, que re-retoca,<br />

difumina, deconstruye y reinterpreta las fotografías<br />

de importantes celebridades, modelos<br />

e it-girls, impulsado por un imperante interés<br />

acerca de la condición humana.<br />

Guim se adentró en el terreno musical como<br />

compositor y letrista de la banda islandesa<br />

Sigur Ros, hizo sus pinitos en el sector de<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

la moda y la televisión y finalmente decidió<br />

asentarse en el campo de las artes gráficas. A<br />

la edad de 19 años ingresó en la universidad<br />

de Bellas Artes de Barcelona, iniciando así<br />

un camino cargado de motivaciones que le ha<br />

conducido a un éxito sin precedentes gracias a<br />

su estilo, tan suyo y diferente.<br />

Uno de los proyectos estrella de Guim Tió es<br />

Magazine que, a groso modo, consiste en seleccionar<br />

pliegos de revistas en los que aparecen<br />

hermosas mujeres para cubrirlos con ceras de<br />

colores hasta conseguir retratos absolutamente<br />

nuevos y deformes. Este proceso creativo<br />

contiene una poderosa carga crítica, irónica e<br />

introspectiva acerca de la sociedad en la que<br />

vivimos actualmente, bajo un sistema dominado<br />

por las tendencias. Guim traspasa la fina<br />

línea de la superficialidad para dar lugar a<br />

unas composiciones perturbadoras que (en un<br />

sentido más emocional que físico) no se alejan<br />

demasiado de la realidad.<br />

63


64<br />

65


66<br />

Igualmente interesantes son The gang of childhood<br />

y Facebook Project, series de fotografías pintadas<br />

que el artista consigue a través de redes<br />

sociales. Con esta propuesta Guim reflexiona<br />

sobre el concepto de amistad en este tipo de<br />

plataformas, de cómo se altera y se desvirtúa<br />

la palabra “amigo” en el ámbito digital y de<br />

esa necesidad del usuario por conseguir una<br />

imagen pública atractiva que se contradice con<br />

el deseo de privacidad en Internet. Para ello,<br />

explora y estudia las diferentes relaciones entre<br />

sus contactos y solicita a personas de todo el<br />

mundo alguna fotografía personal. Una vez<br />

obtenidas, pinta sobre ellas creando así un<br />

nuevo avatar, totalmente deconstruido, como<br />

un reflejo irónico de nuestra identidad.<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

Su personalidad plástica, claramente definida,<br />

se caracteriza por el uso de colores planos,<br />

miradas vacías y narices pronunciadas, tres<br />

claves estéticas que hacen que sus obras resulten<br />

perfectamente reconocibles al primer vistazo.<br />

Los ojos desorbitados, como pozos infinitos,<br />

potencian la inexpresividad inquietante de<br />

cada personaje y la geometría nasal es ya un<br />

sello propio de la casa Tió. El hecho de respetar<br />

algunas zonas de las imágenes originales nos<br />

resulta especialmente cautivador porque genera<br />

en el espectador una extraña sensación de<br />

desconcierto, de curiosidad por saber qué se<br />

esconde bajo la textura acerada del arte final.<br />

Las obras de Guim Tió se han paseado a lo<br />

largo y ancho de importantes galerías nacionales<br />

e internacionales, entre ellas la barcelonesa<br />

Sala Parés o la WWA Gallery de California,<br />

y en ciudades como Ammán, Estrasburgo y<br />

Madrid, y en la actualidad el artista continúa<br />

maquinando nuevos proyectos en su Barcelona<br />

natal. Entre sus trabajos más recientes<br />

encontramos From canvas to camera, una serie<br />

fotográfica en colaboración con Tanit Plana, y<br />

las ilustraciones pertenecientes a Animals, con<br />

trazos mucho más minimalistas.<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

En pocas palabras, podríamos definir la obra<br />

de Guim Tió Zarraluki como la de un soñador<br />

que lucha por afear los ideales para descubrirnos<br />

una verdad ficticia y ajena a los tan<br />

aburridos estereotipos. ▲<br />

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68<br />

ARTE<br />

Mina Hamada y Zosen, Fabra i Coats, Barcelona 20<strong>12</strong><br />

"ESTAMOS VIVIENDO EN LA ÉPOCA DE LA<br />

PRIVATIZACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO"<br />

Zosen y Mina<br />

TEXTO:<br />

MARIO IZQUIERDO<br />

El dúo formado por la<br />

estadounidense Mina y el<br />

argentino Zosen surgió<br />

gracias al particular e<br />

interesante concepto que<br />

tienen y desarrollan del<br />

color. Un punto de partida<br />

que les ha servido para dar<br />

forma a intervenciones que<br />

inundan las calles de ciudades<br />

de todo el mundo y que<br />

pretende hacernos olvidar,<br />

por un momento, que la vida<br />

es algo más que dinero y<br />

productividad.<br />

Cuando parece que el gris de la crisis lo inunda<br />

todo, proyectos como el de Zosen y Mina<br />

sirven para dar la nota (de color) y ofrecer una<br />

alternativa mucho más positiva al momento en<br />

que vivimos. Después de su amplia trayectoria<br />

individual, la ciudad de Barcelona sirvió como<br />

punto de encuentro para que ambos jóvenes<br />

dieran forma a un puzle creativo repleto de<br />

símbolos, elementos y criaturas que se fusionan<br />

a la perfección. Partiendo de la idea planteada<br />

por los Fauvistas a comienzos del siglo XX,<br />

dan forma a Neofauvismo, una exposición<br />

individual (que acaba de clausurarse en la Iam<br />

Gallery de Madrid) en la que presentan una<br />

selección de sus principales trabajos. Murales,<br />

pinturas sobre tela, ilustraciones o serigrafías<br />

con los que pretenden exteriorizar sentimientos<br />

y simplificar la representación formal de<br />

los mismos en favor de vibrantes y estridentes<br />

colores con los que dotar de un mayor énfasis<br />

expresivo a sus obras.<br />

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70<br />

Retrato de Zosen y Mina (por Núria Rius)<br />

“Si podemos emocionar,<br />

agitar o no dejar<br />

indiferente a la gente,<br />

para nosotros el esfuerzo<br />

ha valido la pena”<br />

DOZE Magazine: Por un lado tenemos a<br />

Mina (estadounidense criada en Japón)<br />

y por otro a Zosen (argentino) ¿Qué es lo<br />

que pasó para que terminarais trabajando<br />

juntos?<br />

ZosenyMina: Nos conocimos en una de una de<br />

nuestras intervenciones murales y fue la pasión<br />

que tenemos por el color la que nos unió como<br />

equipo. Desde entonces, hemos recorrido Europa<br />

pintando diferentes muros y galerías.<br />

Nuestras colaboraciones se dan gracias al fluir<br />

de las formas y el color, cada uno a su manera<br />

y a su ritmo. Pintar con alguien siempre es más<br />

divertido que pintar solo y compartir es más<br />

gustoso.<br />

DM: Vuestras respectivas trayectorias<br />

profesionales vienen marcadas por<br />

numerosas intervenciones en la vía pública<br />

¿Son las ciudades espacios vacíos<br />

de emoción y sentimiento?<br />

ZyM: Si la población no se expresa en la calle,<br />

las ciudades son como grandes cementerios<br />

llenos de hormigón; además, estamos viviendo<br />

una época en la que cada vez es mayor la privatización<br />

del espacio público. Por otro lado,<br />

con la tecnología está cambiando también la<br />

expresión de sentimientos entre las personas.<br />

Es todo un cambio generacional, la deshumanización<br />

de las masas.<br />

DM: El color es una seña de identidad en<br />

vuestro trabajo y parece casi una reivindicación<br />

en su favor ¿Consideráis que<br />

vivimos en un mundo demasiado gris?<br />

ZyM: A través del color se pueden expresar<br />

muchas cosas y es más fácil llegar a todos los<br />

públicos. (Zosen) Tiene un poder de sanación,<br />

transmite buena energía (o mala según la<br />

gama) y es universal. Por poner un ejemplo, en<br />

arte-terapia se trabaja mucho con los colores<br />

también.<br />

Vivimos en ciudades saturadas de publicidad<br />

y, por tanto, de contaminación visual; así<br />

que nuestros murales coloridos suponen un<br />

descanso en esa guerra que pretende meterte<br />

eslóganes en la cabeza y venderte algo continuamente.<br />

Creo que el mundo es gris si uno quiere verlo<br />

así, pero las posibilidades son siempre las que<br />

cada uno quiera crear.<br />

DM: ¿A qué personaje público le añadiríais<br />

unas notas de color? ¿por qué?<br />

ZyM: Te contesto con la referencia de los hombres<br />

grises en la obra Momo (1973) de Michael<br />

Ende. Trata sobre el concepto del tiempo y de<br />

cómo es usado por los humanos en las sociedades<br />

modernas:<br />

Los hombres grises son “personas” (en el libro<br />

no se da a entender qué son exactamente) que<br />

intentan (y consiguen) hacer que los humanos<br />

ahorren tiempo para que ellos lo guarden.<br />

Sin embargo, el tiempo que los humanos<br />

ahorran se pierde ya que los hombres grises lo<br />

roban y viven de él dado que, por así decirlo,<br />

están locos por el tiempo y necesitan todo el<br />

que puedan. Sus enemigos son los niños, que<br />

no entienden el tiempo ni los negocios, y en<br />

especial Momo, que hace perder el tiempo a<br />

los humanos ya que escucha sus problemas (y<br />

eso puede llevar mucho tiempo). Los hombres<br />

“Cementerio-Sick world” por Zosen, Mina Hamada y Gr170, Barcelona, 20<strong>12</strong><br />

“Eterna inocencia”, Zosen y Mina Hamada, Sant Antoni, Ibiza, 20<strong>12</strong> - Arriba, detalle de la intervención<br />

71


“Shibuya walkers”, por Zosen, Tokyo, 20<strong>12</strong><br />

Arriba: detalle por Mina, Zosen y Skount, Amsterdam, 20<strong>12</strong> - Izquierda: Zosen y Mina, Dublin, 20<strong>12</strong> - Derecha: “Paradise Lost” Zosen y Mina, San Adrián del Besós, Barcelona, 20<strong>12</strong><br />

grises, para sobrevivir, cogen los pétalos de las<br />

flores del tiempo y se los fuman. ¡A este tipo de<br />

personas les daríamos color!<br />

DM: Si os dejaran intervenir en cualquier<br />

espacio público del mundo, ¿cuál<br />

escogeríais?<br />

ZyM: Allí donde haga falta una buena dosis de<br />

color en las calles, que no son pocos sitios.<br />

DM: Además del color, la fantasía y el<br />

surrealismo forman parte de vuestras<br />

creaciones ¿Cuál es el mensaje final que<br />

buscáis con ellas?<br />

ZyM: Las pinturas de Mina cuando vivía en<br />

Japón reflejaban una parte oscura de su persona<br />

aunque trabajara con colores; en cambio, viviendo<br />

y pintando en Barcelona, la energía de<br />

la que se nutre es diferente y el resultado en sus<br />

pinturas actuales es fresco y lleno de alegría.<br />

Las combinaciones de color, naturaleza y formas<br />

abstractas se mezclan con el simbolismo,<br />

los personajes y el folklore remixado de Zosen.<br />

Si el público logra emocionarse o sentir algo<br />

cuando ve nuestras piezas significa que el<br />

trabajo ha funcionado. Si podemos emocionar,<br />

agitar o no dejar indiferente a la gente, para<br />

nosotros el esfuerzo ha valido la pena. El hecho<br />

de estar pintando en el espacio público sin buscar<br />

nada a cambio ya es en sí una declaración<br />

de intenciones. Hoy en día poca gente regala<br />

su tiempo,energía y lo comparte con el resto<br />

de ciudadanos. Neofauvismo es color, fusión,<br />

compartir... No tiene prejuicios y no conoce las<br />

fronteras ni físicas ni ideológicas. Así es mucho<br />

más divertido.<br />

DM: En este número hemos querido<br />

rendir un homenaje a los soñadores<br />

¿Son vuestros trabajos interpretaciones<br />

de sueños hechos realidad?<br />

ZyM: A veces las ideas vienen de los sueños,<br />

a veces vienen de la realidad que nos rodea.<br />

Puede ser que haya partes de nuestras pinturas<br />

que vengan del subconsciente.<br />

DM: Acabáis de presentar en Madrid<br />

“Neofauvismo” ¿por qué motivo escogisteis<br />

dicho título?<br />

ZyM: Al igual que los fauvistas de las vanguardias<br />

históricas, creemos en el poder del color<br />

para expresar sentimientos, simplificando la<br />

representación formal de los mismos en favor<br />

de colores vibrantes y estridentes para dotar de<br />

un mayor énfasis expresivo a nuestras obras.<br />

72 73<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

DM: Entrando de lleno en vuestra<br />

manera de trabajar, ¿cómo ha sido la<br />

experiencia de llevar a cabo un proyecto<br />

de forma conjunta?<br />

ZyM: En el caso de Neofauvismo ha sido la<br />

primera vez que exponemos los dos juntos en<br />

solitario (hemos participado en alguna exposición<br />

colectiva anteriormente pero con otros<br />

artistas).<br />

En las piezas que presentamos hay algunas<br />

personales y otras conjuntas, el trabajo fluye de<br />

manera natural mezclándonos sin problema y<br />

la mayoría de veces sin bocetos previos. En los<br />

murales que hemos hecho juntos se puede ver<br />

que la fusión de las formas y el color funciona<br />

bien. A veces yo (Zosen) empiezo pintando<br />

formas muy grandes y Mina en pequeñito,<br />

entonces ella continua con formas más grandes<br />

Zosen y Mina Hamada, Ibiza, 20<strong>12</strong><br />

y viceversa. Cada uno tiene su carácter y es<br />

diferente al otro pero nos combinamos sin planearlo<br />

demasiado, el proceso de preparación<br />

de las pinturas ha sido en el mismo estudio y,<br />

aunque trabajáramos piezas por separado, uno<br />

veía lo que pintaba el otro y el espíritu era de<br />

colaboración total.<br />

Cada uno tiene su ritmo pero con la colaboración<br />

es posible modificar esa dinámica que,<br />

en el caso de trabajar en solitario, es difícil de<br />

romper. Nos gusta ese cambio y no concretar<br />

tanto el ritmo.<br />

DM: ¿Qué es lo mejor y lo peor de trabajar<br />

con otra persona?<br />

ZyM: Trabajando juntos se rompe la normalidad<br />

y hace que tengamos la mente más abierta<br />

para que sea posible la colaboración.<br />

DM: ¿Qué sensaciones recogéis de la<br />

gente cuando contempla vuestras obras?<br />

ZyM: Es difícil pensar qué siente la gente cuando<br />

ve nuestro trabajo, ¿porqué no nos decís<br />

vosotros qué sensación os sugiere?<br />

DM: Y por último, ¿qué otros proyectos<br />

tenéis ahora mismo entre manos?<br />

ZyM: Hace unos días hemos clausurado la exposición<br />

Neofauvismo en Iam Gallery Madrid.<br />

También tenemos en Barcelona expuestas las<br />

serigrafías y los ejemplares del libro Otomo<br />

Atomico.<br />

Por otro lado, hemos preparado algunas<br />

serigrafías para la expo que empezó el pasado<br />

23 de marzo en Tokyo. La galería se llama Kojimachi<br />

Gallery y trabajamos en colaboración<br />

con Montana Colors y Urban Force. También<br />

pintaremos un gran mural en Saitama.. ▲


MODA<br />

SOÑAD, SOÑAD MALDITOS<br />

TEXTO<br />

RUTH MARTÍN<br />

La vida es sueño, escribía el gran Calderón de la Barca, pero en este número<br />

queremos customizar su frase adaptándola a nuestra sección: la moda es<br />

sueño.<br />

Los sueños, que en ocasiones pueden ser pesadillas pero en las que no pensamos<br />

detenernos esta vez, si algo tienen es que nos animan a pensar que<br />

todo es posible. Que no hay imposibles que conseguir. Todo puede pasar.<br />

¿Quién no ha soñado con ser diseñador y lo ha conseguido?, ¿quién no ha<br />

soñado con desfilar y lo ha logrado?, ¿quién no ha soñado con escribir de<br />

moda, asistir a las pasarelas, probar en primicia, y lo ha hecho posible?<br />

Muchos.<br />

Si hay algo que la moda permite, siempre y a todos, es soñar. Los diseñadores<br />

crean, transportan sus sueños convirtiéndolos en realidad en las<br />

pasarelas, en sus atelier, en los cuerpos que los eligen y lucen sus creaciones.<br />

Los editoriales de las revistas, cuidados hasta el detalle, excesivos a veces,<br />

minimalistas otras, irreales, mágicos o muy realistas, son como aquel camino<br />

de baldosas amarillas que nos guía hacia el mundo de Oz.<br />

O el chasquear de unos stilettos, como aquellos glitter de color rojo con los<br />

que todas y todos hemos querido ser Dorothy para vivir en un mundo “over<br />

the rainbow”.<br />

Pequeños detalles, o inmensos en ocasiones, que nos ayudan a creer que<br />

aquello con lo soñamos es posible. Porque hasta el diseño más imposible<br />

que imaginemos, encuentra en alguna parte del mundo un cuerpo que lo<br />

magnifica y lo hace perfecto. Ya lo dice el refranero español: “siempre hay un<br />

roto para una descosío”.<br />

Aunque la moda parece estar en peligro de extinción, aunque muchos se<br />

empeñen en querer matarla, aunque vivimos inmersos en una crisis que<br />

roza lo existencial además de lo económico, seguir soñando es de valientes.<br />

O de ilusos, ¿quién sabe? Pero si nos quitan los sueños también, ¿qué nos<br />

queda? Poca cosa. Por eso necesitamos, y más ahora que volvemos a ver<br />

los primeros rayos de sol, que nos inviten y nos allanen el camino para<br />

seguir soñando. La moda lo hace, ¡claro que lo hace!, porque con ella nos<br />

podemos sentir protagonistas del cuento.<br />

Príncipes. Princesas. Duendes. Hadas. Magos.<br />

Aunque quizá no podamos comprar lo que desearíamos; aunque quizá<br />

únicamente tengamos que tirar de fondo de armario hasta que lleguen<br />

tiempos mejores; aunque nos conformemos con sustitutos hasta que los<br />

originales hagan su entrada o incluso saquemos<br />

brillo a nuestro talento y nos convirtamos en<br />

creadores de lo nuestro…La moda nos permite<br />

reinventarnos y elegir quién queremos ser cada<br />

día. Cada momento. En cada ocasión.<br />

Decían en “Come Reza Ama”: “elige tus pensamientos<br />

como cada día eliges tu ropa”. Gran verdad.<br />

Porque tal y como nos sentimos por fuera<br />

(esa imagen que le mostramos al mundo) es<br />

como nos sentimos por dentro. Podemos elegir<br />

siempre el gris, o el negro, amparándonos en<br />

que nos gustan los colores básicos, pero quizá<br />

no es la realidad. Podemos elegir un universo de<br />

colores, el arcoiris de Dorothy con el que poner,<br />

cada despertar, un ladrillo más en el camino de<br />

baldosas.<br />

“No duermas para descansar, duerme para<br />

soñar. Porque los sueños están para cumplirse”,<br />

decía uno de los magos de la fantasía, Walt<br />

Disney. Y tú, ¿qué sueño quieres convertir en<br />

realidad? ▲


76<br />

MODA<br />

Brian Wood<br />

Camuflaje de ciudad<br />

TEXTO: ALEJANDRO MEITÍN<br />

FOTOGRAFÍA: SAMUEL ZAKUTO<br />

“La esperanza es el sueño del hombre despierto”,<br />

lo decía el filósofo griego Aristóteles allá<br />

por el año 300 AC. De esto saben muchos los<br />

artistas, corredores de fondo que alimentan sus<br />

ganas de ser reconocidos a base de esperanzas<br />

e ilusiones, de que sus obras sean valoradas y<br />

reconocidas tanto por todos aquellos profesionales<br />

del sector como por parte de sus potenciales<br />

consumidores.<br />

Algunos de estos corredores disfrutan del<br />

camino, no se agobian y se dejan llevar por lo<br />

que ellos creen que son su deseos y anhelos.<br />

Uno de ellos es un joven diseñador neoyorquino<br />

de nombre Brian Wood que, además<br />

de gestionar y hacer realidad sus propias<br />

colecciones, colabora y disfruta compartiendo<br />

su genio con otras marcas como, por ejemplo,<br />

Alpha Industries o Crown Royal. Un creativo<br />

que comprende que en el subconsciente no solo<br />

se alberga un único deseo, por lo que trabaja<br />

por y para que todos los que se le pasan por la<br />

cabeza se hagan realidad.<br />

Su última colección, para la primavera/verano<br />

de 2013 y titulada Beauty Awakened, es el<br />

despertar de una nueva forma de entender el<br />

estampado. Su trabajo nace como una crisálida,<br />

que después de ser oruga se convierte en<br />

una mariposa monarca vinculada al street wear,<br />

llevada desde su ecosistema a las calles de Nueva<br />

York. Su manera de darle la vuelta el tan<br />

manido print de camuflaje le lleva a traducir en<br />

prendas los motivos de estos pequeños insectos<br />

que vuelan desde México hasta el tan lejano<br />

Canadá. Este motivo se traduce en chaquetas,<br />

sudaderas, bombers y muchas otras prendas que<br />

convierten al clásico corredor de fondo en el<br />

monarca de las calles de la Gran Manzana.<br />

Si la esperanza, como ya decía Aristóteles, es<br />

el combustible de los que sueñan despiertos,<br />

solo algunos han sabido transformar (como los<br />

alquimistas que convierten el plomo en oro)<br />

dichos anhelos en deseos tangibles y reales. ▲<br />

77


78<br />

MODA<br />

Six Lee<br />

TEXTO: ALEJANDRO MEITÍN<br />

No hace mucho tiempo, un joven soñó con ser diseñador, viajar y descubrir<br />

mundo. También en que todos estos deseos se convirtieran en algo tangible.<br />

Y lo logró. Consiguió transformar aquello que nacía en su inconsciente en<br />

prendas con las que otros, en un momento determinado de sus vidas, soñarían<br />

dejándose arrastrar por los anhelos materializados de un muchacho que<br />

nunca tuvo miedo a descubrir y ser descubierto. Este diseñador de sueños se<br />

llama SixLee y el resto somos todos aquellos que seguimos los deseos y esperanzas<br />

de alguien que supo hacer realidad sus más profundas aspiraciones.<br />

DM: ¿Cómo definirías el estilo de SixLee?<br />

SL: Yo diría que clásico, lindo, juguetón, inocente y sofisticado al mismo<br />

tiempo. Supongo que es lo que representa mi personalidad porque a veces<br />

soy muy serio pero tengo un retorcido sentido del humor. El carácter de<br />

SixLee puede describirse como demasiado romántico y poético, sensible y<br />

contemplativo. Estos ingredientes se reflejan en mis colecciones con adjetivos<br />

como pensativo, elegante y reflexivo, inteligente, romántico, clásico y<br />

futurista, onírico y juguetón...<br />

DM: Talento chino en un mercado occidental. ¿Ha sido complicado<br />

llegar hasta donde estás?<br />

SL: Estudié en la Royal Academy of Fine Arts de Antwerp, en Bélgica. Fui<br />

muy afortunado ya que conseguí muchos contactos mientras estudiaba allí<br />

(conocí mucha gente interesante y medios de comunicación que han apreciado<br />

el trabajo de los estudiantes de la Academia). Me gusta pensar en mis<br />

cuatro años en la escuela como un periodo de educación personal en los<br />

que he estado trabajando en mí mismo: un proceso constante de absorción<br />

de diferentes ideas, orígenes e influencias para combinarlos y finalmente<br />

desarrollar mi trabajo creativo. La ética que se respiraba en la academia<br />

me ha servido para ser una persona más rica en todos los ámbitos.<br />

DM: En la moda, el hombre ha sido siempre poco arriesgado<br />

pero, desde los años 60, algunos diseñadores se han atrevido a<br />

incluir prendas femeninas en sus estilismos ¿Crees necesario<br />

dar estos toques de atención para conseguir una verdadera evolución<br />

en la moda masculina?<br />

SL: Nunca he sido consciente de que hubiera una diferencia entre la ropa<br />

para hombres y la de mujeres, simplemente intento ser lo más original posible<br />

inspirándome en ambos sexos. Gracias a la extensa investigación que he<br />

llevado a cabo sobre los atuendos típicos del ser humano por todo el mundo,<br />

he llegado a entender de verdad las diferencias entre las distintas culturas y<br />

a comprender realmente el verdadero significado de la ropa.<br />

A medida que empezamos a cuestionarnos a nosotros mismos, también<br />

lo hacemos con nuestra ropa: cuáles son los elementos qué hacen que nos<br />

guste, cuáles son las diferencias entre la ropa de los demás y la nuestra, etc.<br />

Así mismo, empezamos a darnos cuenta del porqué de ciertos atuendos, de<br />

por qué tiene sentido que se lleven ciertas prendas en determinadas partes<br />

del mundo. Mi objetivo ideal para cada nueva temporada es “descubrir”<br />

atuendos con usos limitados geográfica, social o sexualmente y hacerlos más<br />

fáciles de llevar para el ser humano de este siglo o incluso del que viene.<br />

DM: Occidente vive una de sus peores crisis desde el Crash<br />

del 29 ¿Cómo crees que afecta a la industria textil la recesión<br />

económica?<br />

SL: Afecta y de muchas maneras. Como diseñador, por ejemplo, me resulta<br />

muy difícil encontrar gente dispuesta a invertir en telas innovadoras que<br />

resulten interesantes para el mundo de la moda si no es con cierta garantía<br />

de que generen posteriormente beneficios; y esto supone tener que luchar<br />

muy duramente para mantener el equilibrio entre lo innovador y lo que<br />

vende, porque de lo contrario en esta industria no puedes sobrevivir.<br />

DM: Sleepers es un homenaje a todos los artistas que sueñan<br />

con encontrar su inspiración ¿En qué te basas para hacer realidad<br />

tus sueños?<br />

SL: Casi siempre encuentro “una historia que contar” en todos mis sueños.<br />

Además considero que la vida te ofrece muchas fuentes de inspiración: no<br />

sólo en la moda, también en el arte, el diseño e incluso en los oficios, la<br />

ciencia o la literatura. Admiro a la gente que se mantiene fiel a sí misma y<br />

que está enamorada de lo que hace.<br />

Por otro lado, soy un adicto a las películas; admiro enormemente la obra<br />

de Almodóvar, Lynch, David Fincher, Michel Gondry, Darren Aronofsky,<br />

David Cronenberg, Alejandro González Iñárritu, Lars VonTrier, Steve<br />

Moqueen, Ridley Scott, Christopher Nolan, Timur Bekmambetov, Spike<br />

Jonze y Sofía Coppola y, en ocasiones, me doy cuenta de que sus diferentes<br />

estilos influyen en mis sueños.<br />

DM: ¿Podremos ver en un futuro prendas femeninas entre tus<br />

diseños?<br />

SL: Por qué no, estoy pensando en ello. Sin embargo, creo que el mejor<br />

momento será cuando mi linea masculina consiga reconocimiento.<br />

DM: Un sueño recurrente…<br />

SL: Siempre he soñado con un montón de cubos geométricos moviéndose<br />

a mi alrededor, me da la sensación de que están a punto de atacar o algo<br />

por el estilo y tengo que huir de ellos. Sin embargo, también es una imagen<br />

hermosa cuando no tienes nada más que cubos geométricos de diferentes<br />

colores e iluminación (supongo que esto viene a raíz de que sufro mucho<br />

estrés...).<br />

DM: Una canción para irse a dormir...<br />

SL: Por supuesto, algo de Billie Holiday, “My Man”, tal vez.<br />

DM: Un libro sobre la mesilla de noche …<br />

SL: “Cómo ser un caballero” por Brooks Brothers. ▲<br />

Fotografía: Zeb Daemen, modelo: Lessandro Reyniers, maquillaje y peluquería: Mathieu de Mayer


80<br />

MODA<br />

IN YOU THE<br />

EARTH<br />

▲▲▲▲▲▲<br />

Collages: Ashkan Honarvar<br />

Fotografía: Rocío Montoya<br />

Dirección de arte y estilismo: Alejandro Meitín<br />

Iluminación: Alejandro Bazal<br />

Modelos: Amarna Miller y Pep Trapiello<br />

Agradecimientos: Félix Fernández<br />

Producción: DOZE Magazine<br />

81


82<br />

Amarna lleva falda: Paul & Joe Sister<br />

83


84<br />

Amarna lleva: Vestido Paul & Joe Sister ▲ Bolso: Just Cavalli<br />

85


86<br />

Pep lleva: Traje: Davidelfin ▲ Camiseta: Cheap Monday<br />

87


88<br />

Amarna lleva: Abrigo: Just Cavalli ▲ Corsé: Leyre Valiente<br />

89


90<br />

Amarna llev: falda: Stella Forest<br />

91


92<br />

Amarna lleva: Chaqueta: Just Cavalli ▲ Pep lleva: Americana GarcíaMarid ▲ Camisa: DSQUARED2<br />

93


94<br />

Amarna lleva: Abrigo: Just Cavalli ▲ Corsé: Leyre Valiente<br />

95


96<br />

Amarna lleva: Body y ligero: Intimissimi ▲ Vestido: Phillip Plein ▲ Pep lleva: Camisa y short: Just Cavalli<br />

97


98<br />

Pep lleva: Traje: Davidelfin ▲ Camiseta: Cheap Monday<br />

99


100<br />

MODA<br />

AMANINTHEMOON<br />

Fotografia: David Arnal ▲ Dirección de arte y estilismo: Visori Fashionart ▲ Maquillaje: De Maria<br />

Ayudante de fotografia: German de la Hoz ▲ Modelo: Juan Mollá de Ad Models Academy<br />

Camisa vintage customizada<br />

Parka de pvc y gorra: Adidas<br />

101


102<br />

En la página anterior: Parka: Adidas ▲ Pantalón y camiseta: Selim de Somavilla ▲ Máscara: Visori<br />

En esta página: Bomber: Selim de Somavilla ▲ Pantalón: Visori ▲ Collar del estilista<br />

103


104<br />

Chaqueta de pvc: Visori ▲ Pañuelo: Versace Atelier ▲ Collar: H&M ▲ Máscara: Visori ▲ Gorra customizada: Asos<br />

105


106<br />

Suéter de rejilla: Visori ▲ Pañuelo: Gucci ▲ Collar y gafas: H&M ▲ Gorra customizada<br />

107


108<br />

En esta página: Chaleco de pelo y casco: Visori ▲ Leggins: Jeremy Scott ▲ En la página siguiente: Chaleco de pelo y pedrería: Visori<br />

109


110<br />

Camisa vintage customizada<br />

Parka de pvc y gorra: Adidas<br />

111


MODA<br />

Fotografía: Pedro Walter<br />

Asistente de cámara: Yoyo<br />

Estilismo: Miguel Becer<br />

Maquillaje y peluquería: Manu Fernández para Kiehl´s<br />

y Bobbi Brown<br />

Modelos: Lera Tribel (Unomodels)<br />

y Nueria Niera (Traffic Models)<br />

En todo el editorial:<br />

Total look: Manifesto Reche<br />

Zapatos: Cheap Monday<br />

113


114<br />

115


116<br />

117


118<br />

119


<strong>12</strong>0<br />

MODA<br />

STARGAZER<br />

Fotografía, dirección de arte y maquillaje: Alejandra Vacuii<br />

Estilismo: Black Velvet Styling<br />

Ayudante de fotografía: Rosa Lee<br />

Modelo: Sara Carracedo<br />

Vestido: Marina Dopamina ▲ Tiara: Bijou Brigitte ▲ Anillo de la estilista<br />

<strong>12</strong>1


<strong>12</strong>2<br />

Top: Zara ▲ Falda y collar: Stradivarius ▲ Pendientes: H&M<br />

<strong>12</strong>3


<strong>12</strong>4<br />

En esta página Sara lleva vestido: Mango ▲ Collar: H&M ▲ Capa de la estilista ▲ En la página siguiente: Camiseta: Zara ▲ Falda: Massimo Dutti ▲ Medias: Stradivarius<br />

Zapatos: Blanco ▲ Collar: Zara ▲ Pulsera, anillo y accesorio pelo: H&M<br />

<strong>12</strong>5


<strong>12</strong>6<br />

En esta página Sara lleva vestido: Mango ▲ Collar: Stradivarius ▲ Tocado: Marina Dopamina ▲ En la página siguiente: Top: Zara ▲ Falda y collar: Stradivarius<br />

<strong>12</strong>7


<strong>12</strong>8<br />

MODA<br />

TWIN<br />

TWIN<br />

SHADO SHAD<br />

TWIN<br />

SHADOW<br />

TWIN<br />

SHADOWS SHADOW<br />

SHADOWS<br />

Fotografía: Mónica Navarro<br />

Asistente de fotografía: Jaime Cortés<br />

Estilismo: Carlutti´s Desire y Alejandro Meitín<br />

Maquillaje y peluquería: Natalia Rodríguez<br />

Modelos: Dacil Marreno (agencia Traffic),<br />

Ana García y Héctor Gnomo<br />

Camisa: Carlutti<br />

Anillo de calavera: Lúa<br />

Anillo de máscara de gas: Lúa<br />

<strong>12</strong>9


130<br />

Camisa y pantalón: Carlos Díez<br />

Collar: U de Adolfo Domínguez<br />

Camisa y cinturón: Carlos Díez<br />

131


132<br />

Top: Manuela Fidalgo<br />

Falda: María Escoté<br />

133


Camisa: Carlutti Camisa: Carlutti<br />

Pantalón: Hoss IntropiaCinturón:<br />

Dsquared<br />

Cartera: UterqüeAnillo<br />

de calavera: Lúa<br />

Anillo de máscara de gas: Lúa<br />

134 135


136<br />

INDEX<br />

Agradecimientos:<br />

016<br />

042<br />

080<br />

▲ Félix Fernández<br />

www.felixfernandez.org<br />

▲ Francisco Iglesias<br />

www.franilustracion.blogspot.com.es<br />

▲ Rocío Verdejo<br />

www.rocioverdejo.es<br />

▲ Miguel Mestre<br />

024<br />

050<br />

100<br />

032<br />

060<br />

1<strong>12</strong><br />

016 ▲ Berta Vicente<br />

www.bertavicente.com<br />

024 ▲ Jordan Tiberio<br />

http://jordantiberio.com<br />

032 ▲ Susana Blasco<br />

http://instagram.com/descalza<br />

068<br />

<strong>12</strong>0<br />

042 ▲ David Szauder aka. Pixel Noizz<br />

http://pixelnoizz.de<br />

050 ▲ Pat Perry<br />

http://patperry.net<br />

060 ▲ Guim Tió Zarraluki<br />

http://guimtio.blogspot.com.es<br />

068 ▲ Zosen y Mina<br />

http://zosenymina.tumblr.com<br />

<strong>12</strong>8<br />

080 ▲ Ashkan Honarvar y Rocío Montoya<br />

www.ashkanhonarvar.com<br />

100 ▲ David Arnal<br />

www.davidarnal.com<br />

1<strong>12</strong> ▲ Pedro Walter<br />

www.pedrowalter.com<br />

<strong>12</strong>0 ▲ Alejandra Vacuii<br />

www.alejandravacuii.com<br />

<strong>12</strong>8 ▲ Mónica Navarro<br />

http://moninavarro.tumblr.com<br />

137


www.<strong>doze</strong>-mag.com

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