You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Que cuando ya estaba bien quemadito y carne y leña formaban una sola<br />
ceniza, se presentó a distancia un enorme remolino, de los llamados mandinga, el<br />
cual, vino dando vueltas y vueltas y más vueltas y requetevueltas hasta caer sobre la<br />
ceniza que levantó por lo más altísimos elementos hasta que ojos humanos dejaron<br />
de mirarlas. Que después de algún tiempo fueron bajando las cenizas y donde quiera<br />
que cayeron, los indios se fueron haciendo malos, sanguinarios y aventureros y por<br />
eso los otros indios los fueron llamando Caribes, que era como decir tocados de<br />
Mandinga, el Diablo más malo de todos los Diablos. Que por muchas generaciones<br />
ambos grupos vivieron separados y sin comunicarse, pero que con el tiempo fueron<br />
poco a poco uniéndose y dando origen a una nueva raza que empezó a conocerse<br />
como "Guaiquerices" que equivalía a cruzadas o "entrevaraos". Que estos<br />
Guaiquerices heredaron lo bueno de los Guaicos y lo aventurero de los Caribes,<br />
dominaron la Isla y se regaron por muchas partes de la Costafirme.<br />
Una historia, aunque no igual, pero parecida, se la he oído narrar en los últimos<br />
tiempos al Profesor Jesús Manuel Subero, quien dice habérsela escuchado al célebre<br />
"Manote", último piache Guaiquerí que vivió en la Isla de Margarita.