Modelo Transteorico Prochaska y Diclemente - Departamento de ...
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EL MODELO TRANSTEÓRICO DE PROCHASKA Y<br />
DICLEMENTE:<br />
SEGÚN MAYOR MARTÍNEZ LUIS Y LÓPEZ CAMPS ROQUE 1<br />
Se presenta un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> cambio para cualquier tipo <strong>de</strong> conducta que cuenta,<br />
a<strong>de</strong>más con un soporte empírico, basado sobre todo en estudios sobre<br />
tabaquismo y en menor medida con alcohólicos. El mo<strong>de</strong>lo intenta dar respuesta<br />
a cuestionamientos en el curso <strong>de</strong> modificación <strong>de</strong> una conducta adictiva:<br />
a) ¿Cuándo se pue<strong>de</strong> cambiar?: Estadios <strong>de</strong> cambio.<br />
Subyace a esta pregunta la cuestión <strong>de</strong> si todos los individuos están preparados<br />
para cambiar en cualquier momento y, también, qué condiciones ha <strong>de</strong> reunir<br />
un individuo para <strong>de</strong>sear cambiar realmente su conducta. De forma intuitiva, la<br />
primera respuesta que viene a la mente es que una persona querrá cambiar su<br />
comportamiento cuando suponga un problema para ella.<br />
El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>Prochaska</strong> y DiClemente plantea que hay variables <strong>de</strong>l sujeto que<br />
intervienen en esta situación: motivación ina<strong>de</strong>cuada, resistencia a la terapia,<br />
capacidad para relacionarse... y, también variables <strong>de</strong>l tratamiento que tengan<br />
que ver con el hecho <strong>de</strong> que la modificación <strong>de</strong> la conducta adictiva no se<br />
produzca en los primeros intentos: técnicas ina<strong>de</strong>cuadas, falta <strong>de</strong> habilidad por<br />
parte <strong>de</strong>l terapeuta... Se trata, por tanto, <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir, los aspectos relativos al<br />
sujeto así como referencia a aquellos individuos que modifican su<br />
comportamiento adictivo, teniendo en cuenta que en <strong>de</strong>terminadas adicciones<br />
se cambia generalmente sin la ayuda <strong>de</strong> un profesional, es <strong>de</strong>cir, un gran<br />
número <strong>de</strong> fumadores <strong>de</strong>jan su hábito por sí mismos).<br />
Las fases o estadios que distinguen son los siguientes:<br />
1. Precontemplación:<br />
Se sitúan en este estadio aquellas personas que no manifiestan <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />
cambiar <strong>de</strong> conducta a corto plazo, en los seis meses siguientes. A<strong>de</strong>más, no<br />
creen tener un problema <strong>de</strong> adicción igual al <strong>de</strong> otros adictos. Es común en este<br />
estadio que las personas que ro<strong>de</strong>an al adicto observen con más claridad el<br />
comportamiento adictivo que los propios interesados, lo que les lleva muchas<br />
veces a tratar <strong>de</strong> convencerles para que abandonen su conducta adictiva. Por<br />
tanto, las tareas psicológicas fundamentales que correspon<strong>de</strong>n a esta fase son:<br />
“propiciar la duda e incrementar la percepción que tiene el sujeto <strong>de</strong> los riesgos<br />
y problemas <strong>de</strong> su conducta actual”.<br />
________________________<br />
1 MAYOR MARTÍNEZ Luís y LÓPEZ CAMPS Roque. Procesos Psicológicos y Adicciones - Procesos <strong>de</strong> Cambio. Proceso<br />
Terapéutico <strong>de</strong> Cambio. El <strong>Mo<strong>de</strong>lo</strong> <strong>de</strong> <strong>Prochaska</strong> y DiClemente. C.S.V. Valencia 1998, Págs. 8 - 45.
EL MODELO TRANSTEÓRICO DE PROCHASKA Y<br />
DICLEMENTE:<br />
SEGÚN MAYOR MARTÍNEZ LUIS Y LÓPEZ CAMPS ROQUE 1<br />
Pese a no tener conciencia <strong>de</strong>l problema, algunos <strong>de</strong> ellos acu<strong>de</strong>n a tratamiento<br />
por presiones familiares, sociales, judiciales, laborales, etc. Este hecho es una<br />
oportunidad que el terapeuta no <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jar pasar, ya que pue<strong>de</strong> suponer que<br />
algunos <strong>de</strong> los individuos que están en esta fase se planteen otros objetivos y<br />
puedan, a largo plazo, modificar su conducta. Por este motivo, el terapeuta ha<br />
<strong>de</strong> acudir a la entrevista sin ningún juicio preconcebido, dispuesto a escuchar<br />
con empatía a la persona, para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>tectar aspectos personales que puedan<br />
servir <strong>de</strong> punto <strong>de</strong> encuentro o <strong>de</strong> vinculación a la terapia. Ha <strong>de</strong> estar también<br />
atento a las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong>l sujeto y no pedirle compromisos que no pueda<br />
cumplir. Muchas veces el hecho <strong>de</strong> que acuda semanalmente a las sesiones,<br />
aunque sea a regañadientes, es un paso tan importante como que <strong>de</strong>je <strong>de</strong><br />
consumir <strong>de</strong>terminada sustancia o <strong>de</strong> frecuentar <strong>de</strong>terminados lugares<br />
asociados a su adicción.<br />
Esta tipología en ningún modo pue<strong>de</strong> utilizarse para etiquetar a una persona <strong>de</strong><br />
antemano, la recogemos a efectos puramente <strong>de</strong>scriptivos <strong>de</strong>l estadio <strong>de</strong><br />
precontemplación <strong>de</strong>l cambio.<br />
El terapeuta ha <strong>de</strong> ser paciente y comprensivo con los sujetos que se<br />
encuentran en esta fase, sin tratar <strong>de</strong> forzar los cambios y consi<strong>de</strong>rándolos en<br />
todo momento personas con características propias que hay que explorar y<br />
conocer. Se persigue, en cualquier caso, que se hagan conscientes <strong>de</strong> su<br />
adicción y <strong>de</strong> esta forma pueda plantearse el cambio.<br />
2. Contemplación:<br />
Esta etapa se <strong>de</strong>fine como aquella en la cual los individuos son conscientes <strong>de</strong><br />
que existe un problema y piensan seriamente superarlo, pero aún no se han<br />
comprometido a pasar a la acción. Esta conciencia sobre su problema adictivo<br />
se observa en el hecho <strong>de</strong> que muchos <strong>de</strong> los adictos que acu<strong>de</strong>n a tratamiento<br />
lo hacen en esta etapa, si bien son reacios al compromiso. En otras palabras,<br />
contemplación es “saber don<strong>de</strong> quiere ir pero no encontrarse todavía<br />
preparado”.<br />
La palabra clave en este estadio es la ambivalencia. Por un lado, los sujetos son<br />
conscientes <strong>de</strong> su adicción y piensan en cambiar, por otro, no tienen<br />
<strong>de</strong>masiada conciencia <strong>de</strong> que este cambio o, mejor dicho, los esfuerzos<br />
necesarios para cambiar, vayan a reportarles beneficios. Esta duda hace que la
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mayoría <strong>de</strong> adictos se que<strong>de</strong>n constantemente en esta fase y no se <strong>de</strong>cidan a<br />
transitar hacia el cambio.<br />
Los sujetos se muestran receptivos a la información sobre su conducta adictiva<br />
y muestran interés sobre las diferentes formas en que pue<strong>de</strong>n cambiarla;<br />
a<strong>de</strong>más, dan los primeros pasos para empezar a modificar su conducta. Sin<br />
embargo, pese a asimilar esta información y racionalizarla, no pasan <strong>de</strong> ahí. Son<br />
los típicos quemadores <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> tratamiento, es <strong>de</strong>cir, sujetos que<br />
recaen una y otra vez y pasan <strong>de</strong> un tratamiento a otro buscando el que les<br />
pueda solucionar su problema. Pensamos que, tras este <strong>de</strong>ambular, existe una<br />
baja motivación al cambio. Esta, sin embargo, <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse como una<br />
variable dinámica, que se operativiza en el mo<strong>de</strong>lo como resultado <strong>de</strong> los<br />
beneficios y costes (pros y contras) <strong>de</strong> mantener o modificar <strong>de</strong>terminada<br />
conducta. En esta fase, los individuos pensarían que son mayores los pros para<br />
continuar con su adicción, que los contras.<br />
Sin embargo, el hecho <strong>de</strong> que un contemplador no pase a otro estadio pue<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>berse en parte a la poca sensibilidad <strong>de</strong> los programas tradicionales para<br />
<strong>de</strong>tectar esta situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>samparo y duda y ofrecer al adicto la ayuda que<br />
necesita en este momento.<br />
3. Preparación:<br />
A este estadio también se le llama <strong>de</strong>terminación o toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones. Descrito<br />
en pocas palabras, es el momento en que el adicto se dispone o prepara para<br />
actuar.<br />
En términos motivacionales, los sujetos que se preparan para actuar manifiestan<br />
ser más contrarios que favorables al consumo, inclinándose la balanza y<br />
aumentando su disposición al cambio.<br />
El terapeuta ha <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar este estadio como un momento <strong>de</strong> transición en<br />
el cual el adicto comienza a conseguir la abstinencia, por ejemplo baja la dosis<br />
<strong>de</strong> heroína o <strong>de</strong> cigarrillos diarios, <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ir a ciertos lugares que le puedan<br />
incitar al consumo, se distancia <strong>de</strong> ciertas personas relacionadas con el mundo<br />
anterior, etc. Esto, sin embargo, no significa que el sujeto haya tomado una<br />
<strong>de</strong>cisión firme sobre un cambio <strong>de</strong> comportamiento, simplemente ha empezado<br />
a dar pequeños pasos que puedan ayudarle al cambio estable <strong>de</strong> su conducta<br />
en estadios posteriores. El hecho <strong>de</strong> que un individuo se esté preparando para
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actuar, no tiene como consecuencia inmediata la actuación para el cambio, pero<br />
es más probable que pase a modificar directamente su conducta, que quien ni<br />
siquiera se la plantea como problema.<br />
La tarea fundamental en esta fase es <strong>de</strong>terminar el mejor curso <strong>de</strong> acción para<br />
buscar el cambio, en función <strong>de</strong> la preparación que <strong>de</strong>muestre el sujeto.<br />
4. Acción:<br />
Es la etapa en la que el sujeto realiza los cambios más visibles para modificar su<br />
comportamiento, sus experiencias o su entorno con el fin <strong>de</strong> superar sus<br />
problemas. Estos cambios suponen un claro reconocimiento por parte <strong>de</strong> las<br />
personas <strong>de</strong> su alre<strong>de</strong>dor y requieren una gran cantidad <strong>de</strong> esfuerzos.<br />
Se consi<strong>de</strong>ra que los individuos que están en este estadio llevan hasta 6 meses<br />
sin manifestar su conducta adictiva, por ejemplo un adicto a la heroína que<br />
llevara cinco meses sin consumir una sola dosis se encontraría en esta etapa.<br />
A menudo se confun<strong>de</strong> acción con cambio, lo que hace que no se tengan en<br />
cuentan los estadios anteriores, ni los esfuerzos por mantener esta acción.<br />
La mayor parte <strong>de</strong> los programas tradicionales están diseñados hacia la acción,<br />
es <strong>de</strong>cir, asumen que los individuos que llegan a tratamiento están preparados<br />
para actuar cuando, no ocurre así en una gran mayoría <strong>de</strong> adictos.<br />
Algunos datos significativos pue<strong>de</strong>n clarificar esta situación: <strong>de</strong> un 7 a un 10%<br />
<strong>de</strong> fumadores preparados para la acción, un 25/35% son contempladores y un<br />
60/65% se encuentran en el estadio <strong>de</strong> precontemplación, es <strong>de</strong>cir, casi el 90%<br />
<strong>de</strong> los fumadores no se encuentra preparado para la acción.<br />
El estadio en el que se encuentra el adicto cuando llega al tratamiento es mejor<br />
predictor <strong>de</strong>l abandono prematuro <strong>de</strong>l programa que las variables usadas<br />
comúnmente (educación, sexo, edad, etc.). Poner a una persona que no se<br />
encuentra preparada para adquirir un compromiso firme <strong>de</strong> abstinencia, en una<br />
situación que le hace sentirse forzada pue<strong>de</strong> explicar las altas tasas <strong>de</strong><br />
abandono <strong>de</strong> los tratamientos basados en la acción.<br />
5. Mantenimiento:
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Para situarlas en este estadio, las personas han <strong>de</strong> ser capaces <strong>de</strong> mantenerse<br />
alejadas <strong>de</strong>l comportamiento adictivo y <strong>de</strong> comprometerse consistentemente en<br />
su nuevo estilo <strong>de</strong> vida durante más <strong>de</strong> seis meses.<br />
Esta fase no tiene una duración <strong>de</strong>terminada, aunque se sugiere que <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> ella habría otro estadio <strong>de</strong> finalización, caracterizado por la ausencia total <strong>de</strong><br />
tentaciones. No conocemos datos que revelen que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un tiempo<br />
<strong>de</strong>terminado sin <strong>de</strong>sarrollar la conducta adictiva, los adictos <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> verse<br />
tentados por ella, por lo tanto, consi<strong>de</strong>ramos la fase <strong>de</strong> mantenimiento como<br />
una fase abierta, ilimitada en el tiempo. Los adictos realizan continuamente<br />
esfuerzos para evitar volver a su comportamiento adictivo y, en este sentido, el<br />
cambio no ha <strong>de</strong> darse por concluido en la fase <strong>de</strong> mantenimiento, sino al<br />
contrario: este momento conlleva una utilización continuada <strong>de</strong> estrategias para<br />
mantener el patrón <strong>de</strong> comportamiento alcanzado. La i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong><br />
situaciones <strong>de</strong> riesgo y la prevención <strong>de</strong> recaídas son las tareas que van a<br />
ayudar al adicto a mantenerse en esta fase.<br />
6. Recaída (con salveda<strong>de</strong>s):<br />
En función <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> recaída que se adopte pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse la misma<br />
como una situación más <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un proceso, o como una fase diferenciada<br />
que pone fin al mismo. Así, Marlatt (1993) reflexiona sobre dos <strong>de</strong>finiciones<br />
opuestas <strong>de</strong> recaída:<br />
• Recaída es “una recidiva <strong>de</strong> los síntomas <strong>de</strong> una enfermedad tras un<br />
período <strong>de</strong> mejoría”. Esta <strong>de</strong>finición se basa en el mo<strong>de</strong>lo médico <strong>de</strong><br />
enfermedad: el sujeto o está curado o enfermo. Se trata <strong>de</strong> una<br />
dicotomía en la que sólo cabe o la mejoría <strong>de</strong> los síntomas o la<br />
“recidiva” (es <strong>de</strong>cir, la enfermedad). Según esta <strong>de</strong>finición, la recaída es<br />
una fase que supone el fin <strong>de</strong> un proceso, vamos a llamarlo positivo,<br />
que llevaba hacia el mantenimiento en la abstinencia y, a<strong>de</strong>más, en<br />
principio <strong>de</strong> otro, llamémosle negativo, que va a llevar irremisiblemente<br />
a los mismos comportamientos que al comienzo <strong>de</strong>l cambio hacia la<br />
modificación <strong>de</strong> la conducta adictiva. Con lo cual, el hecho <strong>de</strong> consumir<br />
una sustancia o realizar una acción adictiva <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> llevar un tiempo<br />
sin hacerlo, supone que todos los pasos anteriores no han servido para<br />
nada.<br />
• Recaída es “el hecho o instancia <strong>de</strong> reincidir, empeorar o regresar”.<br />
Esta <strong>de</strong>finición sugiere que la recaída no tiene por qué ser un acto
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finalista, sino que pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse mejor como un fallo, <strong>de</strong>scuido o<br />
tropiezo, en <strong>de</strong>finitiva un empeoramiento temporal <strong>de</strong> los síntomas que<br />
causaban la enfermedad, pero sin que suponga volver a todos los<br />
síntomas <strong>de</strong> la misma. De este planteamiento se <strong>de</strong>duce, por ejemplo,<br />
que para un alcohólico que está en proceso <strong>de</strong> “curación” el hecho <strong>de</strong><br />
volver a consumir una copa o coger una borrachera puntualmente, no<br />
tiene por qué suponer el abandono <strong>de</strong>l proceso, sino una situación más<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo, que no por in<strong>de</strong>seable <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser normal.<br />
En un primer momento el mo<strong>de</strong>lo consi<strong>de</strong>raba la fase <strong>de</strong> recaída como un<br />
estadio <strong>de</strong>ferente, en consonancia con la primera <strong>de</strong>finición. En las versiones<br />
más recientes, la recaída es una parte más <strong>de</strong>l proceso que el terapeuta y el<br />
paciente <strong>de</strong>ben saber manejar para prevenir futuras recaídas, dotando al adicto<br />
<strong>de</strong> estrategias e información que le ayu<strong>de</strong>n a no <strong>de</strong>smoralizarse y a retomar el<br />
proceso en el punto que lo <strong>de</strong>jó.<br />
La recaída se produce en los estadios <strong>de</strong> actuación y <strong>de</strong> mantenimiento<br />
(recor<strong>de</strong>mos que en los estadios anteriores aún había consumos) y supone el<br />
retroceso a algún estadio anterior. Lo i<strong>de</strong>al sería que los recaídos se resituaran<br />
en el estadio <strong>de</strong> contemplación o <strong>de</strong> preparación, ya que podrían volver a<br />
retomar el proceso. Esto no siempre ocurre, pero la mayoría <strong>de</strong> adictos que<br />
sufren una recaída no abandonan el tratamiento sino que se mantienen en él y<br />
vuelven al estadio <strong>de</strong> contemplación.<br />
b) ¿Cómo se produce el cambio?: Procesos <strong>de</strong> cambio.<br />
Des<strong>de</strong> el mo<strong>de</strong>lo no se pue<strong>de</strong> saber qué sujetos pasarán <strong>de</strong> precontempladores<br />
a contempladores. Sin embargo, <strong>Prochaska</strong> y DiClemente consiguieron aislar los<br />
procesos básicos que utilizan la mayoría <strong>de</strong> adictos, sea cambiando por sí<br />
mismos o a través <strong>de</strong> un tratamiento formal por profesionales.<br />
Los autores <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo consi<strong>de</strong>ran que los procesos representan un nivel <strong>de</strong><br />
abstracción entre las presunciones teóricas básicas <strong>de</strong> un sistema terapéutico y<br />
las técnicas propuestas por la teoría. Por <strong>de</strong>cirlo <strong>de</strong> forma más sencilla:<br />
in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo teórico <strong>de</strong> terapia que se adopte (conductismo,<br />
psicoanálisis, psicoterapia existencialista, etc.), cada una con sus presupuestos<br />
claramente diferenciados y con unas técnicas <strong>de</strong> intervención relacionadas<br />
también diferentes, van a darse una serie <strong>de</strong> procesos comunes a todas ellas.<br />
En este sentido el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> cambio es transteórico o, mejor, metateórico, ya
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que va más allá <strong>de</strong> cualquier teoría concreta al <strong>de</strong>scribir cómo cambia la gente.<br />
A<strong>de</strong>más, orientado como está a la práctica, busca dotar a los terapeutas <strong>de</strong> un<br />
referente común para la intervención. Los procesos <strong>de</strong> cambio serían este marco<br />
<strong>de</strong> referencia, es <strong>de</strong>cir, indicarían al terapeuta qué procesos intervienen en la<br />
modificación <strong>de</strong> una conducta <strong>de</strong> modo que pueda emplear <strong>de</strong> la forma más<br />
conveniente aquellas técnicas con las está más familiarizado o i<strong>de</strong>ntificado.<br />
Para llegar a esta conclusión realizaron un análisis <strong>de</strong> los principales<br />
procedimientos psicoterapéuticos e i<strong>de</strong>ntificaron en ellos doce procesos básicos<br />
<strong>de</strong> cambio comunes. De estos, al final se quedaron los 10 siguientes, que<br />
obtenían mayor respaldo teórico y práctico:<br />
Procesos <strong>de</strong> cambio básicos:<br />
1. Concienciación: Se trata <strong>de</strong> obtener más información sobre uno mismo<br />
y su problema (observaciones, confrontaciones...).<br />
2. Autoreevaluación: Evaluación afectiva y cognitiva por parte <strong>de</strong>l adicto<br />
<strong>de</strong> los costes y beneficios, que le supone mantener sus valores y<br />
cambiarlos por otros.<br />
3. Reevaluación ambiental: Análisis cognitivo y afectivo <strong>de</strong>l impacto que<br />
su conducta tiene en su entorno y relaciones interpersonales, así como<br />
<strong>de</strong> las consecuencias, tanto positivas como negativas, que supondría el<br />
cambio.<br />
4. Relieve dramático: Consiste en practicar y expresar sentimientos ante<br />
los problemas asociados a su conducta adictiva (psicodrama,<br />
representación <strong>de</strong> roles...).<br />
5. Auto-liberación: Este proceso se caracteriza por el compromiso <strong>de</strong>l<br />
adicto en actuar o creer en la propia capacidad <strong>de</strong> cambio. Se<br />
fundamenta en la sensación <strong>de</strong> autoeficacia y la creencia <strong>de</strong> que los<br />
propios esfuerzos representan un papel crítico en la superación <strong>de</strong>l<br />
problema aún en momentos difíciles.<br />
6. Liberación social: Consiste en el incremento <strong>de</strong> alternativas para<br />
<strong>de</strong>sarrollar conductas no problemáticas y acor<strong>de</strong>s con la sociedad en que<br />
vive.<br />
7. Manejo <strong>de</strong> contingencias: Estrategia conductual que consiste en<br />
aumentar la probabilidad <strong>de</strong> ocurrencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminada conducta a<br />
través <strong>de</strong>l refuerzo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más o <strong>de</strong>l auto-refuerzo; también se hace<br />
residir en la vigilancia <strong>de</strong> los cambios por uno mismo o los <strong>de</strong>más.
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8. Relaciones <strong>de</strong> ayuda: Se trata fundamentalmente <strong>de</strong> confiar en<br />
personas que puedan ayudar al cambio.<br />
9. Contracondicionamiento: Es un cambio esencialmente conductual que<br />
consiste en generar respuestas alternativas ante los estímulos<br />
condicionados a la conducta adictiva.<br />
10. Control <strong>de</strong> estímulos: Se trata <strong>de</strong> evitar la exposición a los<br />
estímulos que recuer<strong>de</strong>n la conducta adictiva.<br />
c) ¿Qué es lo que se necesita cambiar?: Niveles <strong>de</strong><br />
cambio.<br />
Esta pregunta se podría reformular <strong>de</strong> otra manera: ¿En qué áreas <strong>de</strong>l<br />
funcionamiento humano hay que centrar la intervención para modificar una<br />
conducta adictiva?; o también: ¿Qué problemas psicológicos se <strong>de</strong>ben tratar?.<br />
Para resolver esta cuestión <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mo<strong>de</strong>lo que <strong>de</strong>scribimos, lo primero que<br />
hay que tomar en consi<strong>de</strong>ración es el carácter profundamente individualizador<br />
<strong>de</strong>l mismo, esto es, cada individuo realiza este proceso <strong>de</strong> una forma diferente.<br />
Algunos sujetos, los menos, <strong>de</strong>tectarán que tienen un problema <strong>de</strong> adicción,<br />
tomarán inmediatamente la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> cambiar su conducta y lo conseguirán<br />
en el primer intento; otros también <strong>de</strong>cidirán cambiar, pero tal vez no lo<br />
consigan a la primera y necesiten numerosos intentos para lograrlo; otros<br />
tardarán más tiempo en darse cuenta <strong>de</strong> que existe el problema; algunos<br />
incluso, no se darán cuenta nunca y, consiguientemente, no se plantearán<br />
cambiar.<br />
A<strong>de</strong>más hay que tener en cuenta que las adicciones son el resultado <strong>de</strong> la<br />
interrelación entre una <strong>de</strong>terminada sustancia o actividad y un individuo que<br />
vive en un medio <strong>de</strong>terminado. En esta interacción el sujeto toma parte<br />
activamente, <strong>de</strong> forma que cada situación nueva va a producir unos<br />
<strong>de</strong>terminados efectos, tanto para el individuo como para el medio (familia,<br />
trabajo, amigos, etc.), que serán una fuente <strong>de</strong> conocimiento sobre la forma en<br />
que maneja esta interrelación. Esto a su vez va a influir en la forma en que el<br />
individuo se enfrente a las diferentes situaciones, y así sucesivamente.<br />
Hay que tener en cuenta también la dificultad aportada por la variabilidad que<br />
suponen las características <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los componentes <strong>de</strong> este conjunto,<br />
es <strong>de</strong>cir, las diferentes sustancias o activida<strong>de</strong>s, con diferentes características
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químicas o morfológicas, los diferentes sujetos, con factores genéticos,<br />
psicológicos, etc. Particulares, y los diferentes medios con estructuras<br />
socioculturales diversas. Otras circunstancias o variables que van a influir <strong>de</strong><br />
una forma u otra en esta relación son los motivos por los que un sujeto<br />
consume <strong>de</strong>terminada sustancia o realiza una actividad, la forma y frecuencia<br />
en que lo hace, etc.<br />
Teniendo en cuenta las anteriores consi<strong>de</strong>raciones, pensar en un tratamiento<br />
como solución sencilla no parece ni realista ni a<strong>de</strong>cuada. Los problemas<br />
psicológicos <strong>de</strong>ben tratarse atendiendo a cinco niveles jerárquicos <strong>de</strong> cambio:<br />
1. Síntoma/situación.<br />
2. Cogniciones <strong>de</strong>sadaptativas.<br />
3. Conflictos interpersonales actuales.<br />
4. Conflictos <strong>de</strong> familia/sistemas.<br />
5. Conflictos intrapersonales.<br />
En el proceso <strong>de</strong> cambio, terapeuta y cliente han <strong>de</strong> ponerse <strong>de</strong> acuerdo acerca<br />
<strong>de</strong> los motivos a los que atribuyen los problemas y el nivel o niveles en los que<br />
van a trabajar.<br />
Des<strong>de</strong> este mo<strong>de</strong>lo, generalmente se trata <strong>de</strong> actuar primero en el nivel<br />
síntoma/situación, ya que en él se pue<strong>de</strong> observar cambios más rápidamente y<br />
dar solución a los problemas inmediatos que, a<strong>de</strong>más, suelen ser los que han<br />
hecho que el adicto acuda al tratamiento.<br />
Con la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> cambio se cierra el marco <strong>de</strong> un programa<br />
<strong>de</strong> intervención en el ámbito <strong>de</strong> las conductas adictivas, consistente en “la<br />
aplicación diferencial <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> cambio en cada uno <strong>de</strong> los estadios<br />
<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> problema que está siendo tratado”. Abogan en<br />
concreto por la integración <strong>de</strong> las aportaciones y métodos <strong>de</strong> los principales<br />
sistemas terapéuticos (conductismo, psicoanálisis, cognitivismo, existencialismo)<br />
con el fin <strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuar los tratamientos y obtener el máximo rendimiento para<br />
cada individuo, en función <strong>de</strong> los elementos consi<strong>de</strong>rados: los niveles, procesos<br />
y estadios <strong>de</strong> cambio.<br />
d) ¿Quién pue<strong>de</strong> cambiar durante un tratamiento?
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La respuesta a esta pregunta se <strong>de</strong>sdobla en otras dos cuestiones:<br />
(1) Qué sujetos van a po<strong>de</strong>r cambiar y quiénes no, lo que nos llevaría a plantear<br />
las variables que pue<strong>de</strong>n discriminar entre estos dos grupos, es <strong>de</strong>cir, las<br />
respectivas características <strong>de</strong> los individuos; y<br />
(2) Qué tipo <strong>de</strong> tratamiento es más a<strong>de</strong>cuado para cada individuo.<br />
En cuanto a la primera cuestión, los autores <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n que las variables<br />
estudiadas tradicionalmente (personalidad, variables socio<strong>de</strong>mográficas, nivel<br />
intelectual, variables <strong>de</strong> consumo, etc.) son <strong>de</strong> tipo rasgo y, por tanto, poco<br />
sensibles al cambio, lo que contradice el planteamiento dinámico <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo,<br />
por tanto les han prestado poca atención. Sugieren como variables compatibles<br />
con el mo<strong>de</strong>lo la motivación al cambio o toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones y las expectativas<br />
<strong>de</strong> autoeficacia, por ser las <strong>de</strong> mayor po<strong>de</strong>r explicativo y predictivo.<br />
En lo que se refiere al segundo aspecto, la a<strong>de</strong>cuación entre tratamiento e<br />
individuo, concluyen que hasta el momento las investigaciones en el campo <strong>de</strong><br />
la psicoterapia no han proporcionado evi<strong>de</strong>ncias significativas que permitan<br />
<strong>de</strong>finir la mejor forma <strong>de</strong> intervención. Demoran la respuesta a esta cuestión<br />
hasta el momento en que se creen programas <strong>de</strong> tratamiento basados en<br />
mo<strong>de</strong>los globales <strong>de</strong> cambio.<br />
En <strong>de</strong>finitiva, apuntan que los intentos por hacer pronósticos sobre el camino<br />
que toma un adicto en su proceso <strong>de</strong> cambio han resultado poco alentadores.<br />
De hecho sostienen que el estadio en el que se encuentra un sujeto a la hora <strong>de</strong><br />
comenzar un tratamiento es mejor predictor que las variables utilizadas<br />
comúnmente: edad, sexo, educación, etc. Tal vez se <strong>de</strong>ba a que las variables<br />
utilizadas no son susceptibles <strong>de</strong> modificación, ni <strong>de</strong> intervención, <strong>de</strong> tal forma<br />
que el sujeto pue<strong>de</strong> presentar las mismas características antes, durante y<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento (por ejemplo el sexo, el nivel socioeconómico,<br />
educación recibida). Con este tipo <strong>de</strong> estudios a lo más que se pue<strong>de</strong> aspirar es<br />
a <strong>de</strong>scribir las características <strong>de</strong> los adictos que concluyen con éxito un<br />
programa <strong>de</strong> intervención, pero no nos dicen nada <strong>de</strong> los que no lo consiguen,<br />
ni <strong>de</strong> la forma en que a éstos se les pue<strong>de</strong> ayudar, lo que les con<strong>de</strong>na a se<br />
etiquetados como “malos pronósticos”, al no cumplir intervención para todos los<br />
adictos, sin tener en cuenta la mejor forma <strong>de</strong> ayudarles en cada momento, no<br />
se podrán sacar conclusiones sobre qué procedimientos son más a<strong>de</strong>cuados<br />
para cada persona, en cada situación, teniendo en cuenta la fase <strong>de</strong>l proceso en<br />
la que se encuentra.
EL MODELO TRANSTEÓRICO DE PROCHASKA Y<br />
DICLEMENTE:<br />
SEGÚN MAYOR MARTÍNEZ LUIS Y LÓPEZ CAMPS ROQUE 1<br />
e) ¿Dón<strong>de</strong> realizar estos cambios?<br />
La respuesta a esta pregunta supone <strong>de</strong>terminar qué tipo <strong>de</strong> programa es el<br />
más indicado para que se produzca el cambio. En apartados anteriores se ha<br />
respondido a esta cuestión poniendo <strong>de</strong> manifiesto que lo i<strong>de</strong>al sería un<br />
programa que atendiera a los distintos elementos a tener en cuenta: estadios,<br />
procesos y niveles. A<strong>de</strong>más, ésta no es una variable crítica a la hora <strong>de</strong><br />
plantearse un mo<strong>de</strong>lo global <strong>de</strong> cambio.<br />
f) Conclusiones:<br />
El mo<strong>de</strong>lo que acabamos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar parte <strong>de</strong> una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> aquellos<br />
adictos que han concluido con éxito el cambio <strong>de</strong> la conducta. Esto significa que<br />
los adictos que hacen el proceso <strong>de</strong> cambio pasan por los estadios <strong>de</strong>scritos,<br />
utilizan <strong>de</strong> forma diferenciada los procesos <strong>de</strong> cambio, solucionan sus problemas<br />
psicológicos en diferentes niveles <strong>de</strong> intervención, aumentan en ellos las<br />
expectativas <strong>de</strong> eficacia y disminuyen las tentaciones y, por último, alcanzan<br />
una <strong>de</strong>cisión firme contraria a continuar con sus conductas.<br />
Sin embargo, esto no nos pue<strong>de</strong> llevar a pensar que todos los adictos realizan<br />
este proceso <strong>de</strong> cambio; <strong>de</strong> hecho, la mayoría <strong>de</strong> ellos no cambian nunca o<br />
cambian muy poco. Para ilustrar el alcance y las limitaciones <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<br />
po<strong>de</strong>mos poner <strong>de</strong> ejemplo un escalador que alcanza la cumbre <strong>de</strong>l Everest.<br />
Para llegar a ella ha pasado por diferentes fases, ha ido montando diferentes<br />
campamentos a lo largo <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> la montaña, ha utilizado diferentes<br />
materiales para encarar con éxito el paso <strong>de</strong> un campamento a otro, a<strong>de</strong>más<br />
sabe en qué tramos hay que realizar mayor esfuerzo, algunas <strong>de</strong> las<br />
inclemencias meteorológicas más frecuentes en cada época <strong>de</strong>l año, etc.<br />
Cuando está arriba sabe que quien quiera subir ha <strong>de</strong> tener en cuenta todos<br />
estos factores y pasar por los mismos puntos que él, pero no pue<strong>de</strong> saber ni<br />
quienes <strong>de</strong> los que esperan abajo lo conseguirían, ni cuánto tardarán los que lo<br />
logren. El que esta situación se dé, va a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> diferentes factores<br />
externos a los individuos (climatología) y <strong>de</strong> factores propios (cansancio,<br />
motivación, etc.) imprevisibles en la mayoría <strong>de</strong> las ocasiones. Siguiendo este<br />
símil, po<strong>de</strong>mos concluir que el mo<strong>de</strong>lo Transteórico <strong>de</strong> <strong>Prochaska</strong> y DiClemente<br />
está elaborado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l escalador, por tanto va a encontrarse<br />
con las mismas dificulta<strong>de</strong>s que éste: Describe los estadios por los que pasa el
EL MODELO TRANSTEÓRICO DE PROCHASKA Y<br />
DICLEMENTE:<br />
SEGÚN MAYOR MARTÍNEZ LUIS Y LÓPEZ CAMPS ROQUE 1<br />
adicto para modificar su conducta adictiva, pero no pue<strong>de</strong> saber quienes <strong>de</strong><br />
ellos se <strong>de</strong>cidirán a modificarla, ni quienes pasarán <strong>de</strong> un estadio a otro.<br />
Los procesos <strong>de</strong> cambio, el equilibrio en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, y las<br />
expectativas <strong>de</strong> autoeficacia, pue<strong>de</strong>n dar alguna información complementaria<br />
sobre los factores que están presentes y facilitan el cambio, pero sólo para los<br />
sujetos que se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n a cambiar. ¿Qué ocurre con aquellos que no pasan<br />
nunca <strong>de</strong> un estadio <strong>de</strong> precontemplación o contemplación?, ¿por qué algunos<br />
adictos cambian y otros no? La información que proporciona el mo<strong>de</strong>lo no<br />
permite respon<strong>de</strong>r realmente a estas cuestiones. Sin embargo, la <strong>de</strong>scripción<br />
sistémica que realiza <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> las conductas adictivas,<br />
proporciona una sólida base para tratar <strong>de</strong> dar solución a estas preguntas.