EL ZOO DEL PARQUE DE LA CIUDADELA - Zoo de Barcelona

EL ZOO DEL PARQUE DE LA CIUDADELA
El nuevo Zoo terrestre del Parque de la Ciudadela se consolidará como un gran
espacio de ocio y cultura del centro de la ciudad, mejorará la integración del Parque
de la Ciudadela en la ciudad y ampliará el espacio verde público urbano.
La reordenación del Zoológico de la Ciudadela se plantea bajo dos directrices. Por un
lado, la mejora de la relación del Parque de la Ciudadela con la ciudad y, por otro, la
modernización y la apuesta por unos determinados objetivos conservacionistas.
En todo este ámbito la ciudad necesita mejorar su permeabilidad. La reordenación
del Parque Zoológico de la Ciudadela debe hacer posible también esta mejora de la
convivencia del Parque con los barrios adyacentes.
En este sentido, la nueva ordenación del Parque de la Ciudadela supondrá ajustar
una parte de su superficie actual de Zoo para garantizar la apertura del Parque a la
ciudad, sobre todo entre el Paseo Pujades y la calle Wellington. Es decir, la mejora
de la conexión entre Ciutat Vella y Vila Olímpica, así como entre el Paseo de San
Juan y el Parque de la Barceloneta, mejorando la integración de este pulmón verde
con su entorno.
Otros condicionantes que añaden complejidad y que se tienen en cuenta son la existencia
de elementos catalogados, la presencia de restos arqueológicos en el subsuelo
y una vegetación histórica y frondosa que hay que preservar.
Por último, la reordenación del Zoo de la Ciudadela debe ser compatible con el mantenimiento
del Parque y con el bienestar de los animales. La mejora y actualización
del Zoo de la Ciudadela respetará e integrará los requisitos del contexto urbanístico,
arquitectónico, patrimonial y de la biodiversidad del Parque de la Ciudadela.
Todo ello hará que Zoo ajuste su superficie en relación con su superficie actual, y
pasará de 13,1 ha a 10,1 ha de recinto cerrado. Este ajuste de la superficie del Zoo
de la Ciudadela se ve compensado ampliamente por el beneficio que significa la
construcción del Zoo Marino.
La concatenación y la complejidad de las distintas actuaciones de las obras del Zoo
de la Ciudadela, la necesidad de que estas obras cohabiten con la colección zoológica
existente y la obligatoriedad de abrir el zoo al público de forma regular y con
la calidad adecuada a causa de la duración y el coste de las obras, y por considerar
que el zoo es un bien preciado de nuestra ciudad con una fuerte vinculación sentimental
–y también científica- con los barceloneses, hacen que las inversiones se

deban ejecutar forzosamente por fases.
Las selvas correspondientes a 3 áreas biogeográficas (africana, centroamericana y
asiática) y la sabana del Sahel africano, donde desde el Zoo se participa en el programa
de reintroducción de las gacelas Dorca, ocuparán un total de 10,1 hectáreas
y configurarán un espacio cerrado en el que se integrará la colección zoológica y se
desarrollarán los distintos biomas.
Asimismo, se creará una área logística y de servicios ampliada y mejorada, respetando
los elementos patrimoniales y los edificios catalogados.
Esta transformación se ha iniciado con la remodelación de la instalación de los
dragones de Komodo (Varanus komodensis), para los que el Zoo de Barcelona, junto
con otros zoos europeos, está inmerso en un programa de cría y conservación.
Plan Maestro
Tal y como determinaba la Medida de Gobierno de enero de 2009, la redacción del
Plan Maestro del Zoo de la Ciudadela se encuentra en una fase muy avanzada y
comportará, entre otros temas, el establecimiento de las líneas estratégicas de la
colección zoológica, la nueva implantación territorial de las instalaciones en función
de los biomas y las distintas fases de renovación integral de las mismas en función
del desarrollo del Programa Zoológico y sus prioridades.
Este Plan Maestro, elaborado a partir de una nueva propuesta de colección zoológica
concretada por los servicios técnicos del Zoo, sigue las directrices y líneas estratégicas
ya apuntadas anteriormente. Aprovecha la ubicación de las futuras instalaciones
teniendo en cuenta todos los condicionantes mencionados: posible presencia
de restos arqueológicos y minimización de la afectación de la vegetación existente.
Por este motivo se ha llevado a cabo una serie de trabajos para verificar la actual
situación de todos estos factores. Se han realizado análisis de prospección geotécnica
y se ha trabajado conjuntamente con técnicos del Área de Medio Ambiente del
Ayuntamiento de Barcelona para determinar la situación actual de la vegetación del
Parque de la Ciudadela.
Por otro lado, debe ser posible la conjunción del desarrollo de las nuevas instalaciones
con el funcionamiento diario del Zoo. Como se ha comentado, esto no solo
plantea abordar esta transformación del Zoo de la Ciudadela necesariamente por
fases, sino también estudiar muy bien estas fases para minimizar la afectación de
las instalaciones antiguas.

Para poder liberar instalaciones de animales y espacios dentro del recinto zoológico,
previamente se debe ganar algún ámbito exterior de poca superficie y contiguo al
Zoo. Esto permitirá que en este ámbito se cree una nueva instalación que, una vez
finalizada y cuando se hayan trasladado a ella los animales, liberará espacio para
continuar con la intervención en la instalación antigua. A partir de aquí, se podrán
ejecutar todas las obras de forma escalonada, garantizando la calidad de vida de los
animales así como las medidas de protección ambiental en todos los niveles.
En esta línea, fruto del acuerdo alcanzado con la Concejalía de Movilidad, Seguridad
y Prevención, está previsto anexar el ámbito de la Escuela de Seguridad Vial al Zoo,
y ésta se convertirá en la primera pieza que permitirá iniciar el proceso de modernización
del parque zoológico. Este hecho es importante, puesto que por sus características
- poca vegetación, topografía óptima, tamaño suficiente, mejores condiciones
del subsuelo, etc. – esta zona es ideal para desarrollar la primera fase de esta
transformación del Zoo de la Ciudadela.
Primera Fase: La Sabana del Sahel
Con toda seguridad (con la excepción de instalaciones como el delfinario, que en su
momento se trasladará al Zoo Marino), las instalaciones actuales vinculadas a los
animales de la sabana son las más antiguas y obsoletas del Zoo de la Ciudadela.
En general, necesitan un cambio profundo para adaptarse a las nuevas recomendaciones
mundiales de conservación. Por este motivo, entre otros, la sabana será el
primer bioma que se desarrollará y constituirá la primera fase de la renovación del
Zoo.
La sabana que se pretende representar es la sabana de la zona del Sahel, menos
conocida y menos presente en el imaginario colectivo. La palabra “Sahel” en árabe
significa “borde, lado, límite”. El Sahel es el borde del desierto del Sáhara; se extiende
por los territorios de Mauritania, el Níger, Mali, Chad, Sudán y Burkina Faso,
desde el Atlántico hasta el Mar Rojo. Es una zona semiárida con precipitaciones
concentradas que generan una época húmeda y una época seca.
En este sentido, el agua es un elemento muy importante a causa de su escasez y
como elemento esencial para la vida, y formará parte del discurso del bioma que se
quiere representar en el Zoo de la Ciudadela. Uno de los elementos que configuran
el eje central de la sabana es el agua que se utiliza paisajísticamente, que también
puede configurar las separaciones entre las instalaciones de los animales.
Este agua que transitará por la zona de la sabana debe simular la variación anual y,

por lo tanto, se configurará en zonas de inundación variable que puedan recrear barrizales,
charcas o pequeños cursos de agua, o simular pequeños estanques donde
se podrán observar los hipopótamos y cocodrilos.
La sabana propuesta parte de un Plan de colección zoológica en la que están presentes
los distintos grupos faunísticos de aves, reptiles y mamíferos. Destacan las
jirafas (Giraffa camelopardalis), la gacela de Mohr (Gacella dama mohr), la gacela
Dorcas (Gazella dorcas), los facoqueros (Phacochoerus africanus), el mono rojo
(Erythrocebus patas), las cebras de Grevy (Equus grevyi), las hienas, los leones
(Panhtera leo), el oryx blanco (Oryx dammah), las pintadas (Acrillium vulturinum) o
los avestruces (Struthio sp).
Siguiendo los nuevos criterios de conservación, la propuesta ha tendido a generar
asociaciones entre diferentes especies en las grandes instalaciones a fin de hacer
una recreación tan fidedigna como sea posible y a su vez favorecer el enriquecimiento
animal. Por lo tanto, las instalaciones de los elefantes, las jirafas o incluso los
hipopótamos se plantean como instalaciones multiespecie que recreen las imágenes
de los grupos de herbívoros pastando en la sabana o el grupo de especies que se
concentran cerca de las escasas charcas de agua. De esta forma también se manifiesta
la complejidad de las relaciones en las cadenas tróficas y la competencia por
la comida y el agua que se produce en estos biomas.
Otro de los criterios del diseño de la sabana radica en la multifuncionalidad de las
áreas indoor y su mejora. Es decir, los espacios reservados para las áreas de manejo
deben ser más amplios y más confortables, cosa que permite mejorar el bienestar
animal. Y esto no solo sucede en las nuevas instalaciones de exhibición de animales,
sino que se da un paso adelante en la mejora de las zonas de manejo. Donde sea
posible se generarán espacios de manejo intercambiables, es decir, que los herbívoros
que comparten instalación con las jirafas podrán cambiarse con otras gacelas
que comparten la instalación de los elefantes.
A la hora de plantear la sabana es crucial contar con la prolongación de visuales
para fomentar la sensación de espacios amplios. Así, se debe buscar que desde
diferentes puntos del recorrido de la sabana se puedan entrever las distintas especies
que la configuran, pero sin tener una visión completa de las mismas. Jugar con
pequeñas variaciones de topografía y con determinados campos visuales ayudará
a transmitir al visitante la sensación de un espacio eminentemente llano y amplio,
aunque con las limitaciones de superficie que implica una recreación en un zoo de
carácter urbano dentro del parque histórico de la Ciudadela.

La disposición de las piezas de la sabana se formalizará de forma que se genere un
recorrido principal y pequeños loops que permitan acercarse a instalaciones que
muestran especies de tamaño más pequeño, como las mangostas o las ardillas.
La nueva instalación de los hipopótamos
De las instalaciones actuales relacionadas con el bioma de la sabana, la de los hipopótamos
y la de los elefantes son las que necesitan una reforma más importante.
Las características del espacio liberado del circuito vial hacen posible la implantación
de una nueva instalación de hipopótamos. La necesidad de que haya un cierto
desnivel para la realización de esta instalación se ve favorecida por la topografía
existente. De la misma forma, según los datos que se han recopilado, la afectación
del subsuelo es menor. A priori también parece que esta actuación se puede llevar a
cabo con una afectación mínima de la vegetación del Parque. Por último, las obras
no afectarían de ninguna forma al funcionamiento normal del Zoo.
El Zoo cuenta con cuatro ejemplares de hipopótamos (Hippopotamus amphibius) en
dos instalaciones. Las instalaciones actuales no tienen sistema de tratamiento de
agua y por lo tanto hay que renovar el agua con bastante frecuencia. Tampoco disponen
de visión subacuática para poder observar la agilidad de este gran mamífero
dentro del agua. Uno de los motivos que han llevado a realizar el proyecto ejecutivo
de la nueva instalación de hipopótamos es precisamente mejorar el bienestar y a
la vez conseguir que el nuevo proyecto del Zoo ofrezca visiones singulares de estos
animales.
Esta nueva instalación consiste en la creación de un nuevo hábitat para hipopótamos
y para cocodrilos del Nilo (Crocodrylus niloticus), así como la ampliación de la
instalación actual de los elefantes (Loxodonta africana).
Se plantea una instalación con distintas especies, un caso bastante innovador puesto
que combina, en una misma área de exhibición, hipopótamos, varias especies de
peces y aves acuáticas. Éste es un hecho insólito que no se produce prácticamente
en ningún zoo de Europa. Por lo tanto, la nueva instalación permitirá observar
animales de grupos muy diferentes compartiendo el medio acuático, así como las
distintas estrategias que utilizan.
Anexa a la instalación de los hipopótamos encontraremos la instalación del cocodrilo
del Nilo, que visualmente conformará una única pieza de agua compartida con los
hipopótamos pero que de hecho serán sistemas de agua independientes. La insta-

lación de los cocodrilos también será multiespecie y se ha previsto que se ubiquen
varias especies de aves, como tejedores y algunos chorlitejos.
El hábitat para los hipopótamos dispondrá de un área “indoor” climatizada con cuadras
de aislamiento para un total de hasta 4 individuos (1.3), mientras que el área
de exhibición exterior se desarrollará en dos patios de unos 500m2 y 900m2 aproximadamente;
este último patio dispondrá de una gran visión subacuática que tendrá
continuidad visual con la instalación de los cocodrilos.
El espacio de exhibición de los cocodrilos será un área climatizada de unos 80m2
con un área “indoor” anexa de unos 40m2, con espacios para el aislamiento de los
animales y para el manejo por parte de los cuidadores.
Ambas instalaciones compartirán el hábitat con distintas especies; los hipopótamos
compartirán su medio con tilapias (Oreochromis sp.) u otros peces y distintas
especies de pájaros; los cocodrilos, por su parte, lo harán con especies de pájaros
pequeños. El espacio del cocodrilo, en su condición de climatizado, tendrá cierres
de cristal y un techo practicable que incorporará redes para evitar que los pájaros
huyan. El hábitat principal de los hipopótamos dispondrá de una gran red de aviario
suspendida sobre unos postes integrados en la tematización ambiental.
Por su parte, la ampliación del espacio actual de los elefantes se limitará a una
ampliación de unos 2.500m2 de la parte de exhibición exterior y la incorporación
de un foso perimetral que, en el futuro, puede contener agua para evitar la huída
de los elefantes o de otras especies que compartan su hábitat, como los facoqueros
(Phacochoerus africanus), el mono rojo (Erythrocebus patas), machos de gacelas
Dorcas (Gazella dorcas), etc.
El acceso a esta instalación se realizará mediante una rampa muy poco pronunciada
desde la cota predominante de la sabana (cota +7) a una cota inferior de unos 4 m
que permite ensamblar los tanques de los cocodrilos y los hipopótamos sin la necesidad
de hacer grandes excavaciones. Con esto se consigue un buen resultado visual
desde la zona de vistas subacuáticas de la zona de sabana de la instalación de los
elefantes. En este sentido, se aprovecha la diferencia de cotas actual para obtener
estas visuales, minimizando el movimiento de tierras y las excavaciones.
La visión subacuática se producirá en una especie de porche que permitirá estar
bajo una cubierta para observar las especies acuáticas. Este espacio genera un ambiente
más oscuro que facilita la observación sin reflejos y permite disfrutar de los
fondos escénicos de la sabana. Por lo tanto, la configuración arquitectónica de la cubierta
debe ser bastante ligera y estar integrada paisajísticamente en la futura sabana.

Esta intervención tiene un carácter estratégico para la futura renovación del Zoo de
la Ciudadela. El hecho de realizar esta nueva instalación permite liberar el espacio
en el que se encuentran actualmente los hipopótamos, para que en una segunda
fase se pueda completar una nueva instalación de elefantes que, tal y como recogen
las recomendaciones, permitirá disponer de espacio para una familia de elefantes
que incluirá un macho, hembras y ejemplares jóvenes.
Ambientalización de la fase I
El Zoo de Barcelona es sensible a los procesos de ambientalización y diseño sostenibles
de sus nuevas instalaciones. En este sentido, las instalaciones se deben regir
por criterios sostenibilistas y se deben intentar minimizar las posibles afectaciones
ambientales que genere su construcción.
Hay que trabajar para minimizar el consumo de agua de la instalación de los hipopótamos.
Dispondrá de visión subacuática y por lo tanto exigirá un tratamiento muy
específico del agua mediante un sistema Life Suport System que permita un ahorro
considerable de agua (solo se deberían restituir las pérdidas por evaporación, los
lavados de las purgas y las pequeñas pérdidas que pueda sufrir el sistema). En la
instalación actual, como se ha comentado, la piscina se llena y se vacía casi cada
día, y el agua se desaprovecha. El sistema de tratamiento que se está planteando
minimiza la incorporación de tratamientos químicos. La desinfección se haría mediante
lámparas ultravioletas y ozono. Además, se incorporará la utilización del
agua de lavado de los filtros de arena para reutilizarla para el riego de la vegetación
del entorno de la instalación.
En este sentido, el proyecto representará un paso adelante en cuanto al tratamiento
del ciclo del agua, y se explicará el proceso de tratamiento para hacer divulgación.
Uno de los aspectos que se deberán tratar con más cuidado es la integración del
proyecto en la vegetación existente. De hecho, el emplazamiento elegido propicia
una menor afectación del arbolado, pero aún así esta afectación se deberá ajustar a
un mínimo y se deberá plantear un programa de reposición y trasplante adecuado.
En este sentido, se está realizando un estudio del estado de la vegetación existente
en la zona a fin de conocer su estado y ver cómo se pueden minimizar las afectaciones.
En cualquier caso, para construir las nuevas instalaciones será imposible que no
se vea afectada la vegetación y el arbolado existente. Hay que hacerlo con cuidado

y se deben establecer unos criterios claros sobre los árboles que hay que preservar,
los árboles dañados, los árboles de valor o catalogados, árboles enfermos o de poco
interés botánico, etc.
Los árboles que puedan mantenerse se deberán proteger para que no sufran daños
ni destrozos en el proceso de ejecución de las obras. Algunos ejemplares se deberán
trasplantar y trasladar dentro del mismo Zoo o en el Parque de la Ciudadela, y
también se deberá reponer parte de la vegetación.
Energéticamente habrá que estudiar la posibilidad de utilizar energías renovables
para calentar las áreas indoor, así como para reducir el consumo energético de la
instalación a la hora de calentar el agua.
Uno de los aspectos importantes que se deberán considerar será la utilización
de materiales. Se deberá minimizar el uso de materiales con un coste ambiental
elevado y favorecer los materiales reciclados, así como ajustar las mediciones para
conseguir un ahorro energético.