ESTUDIO ACÚSTICO INICIADO EN EL DELFINARIO DE TENERIFE ...

ESTUDIO ACÚSTICO INICIADO EN EL DELFINARIO DE
TENERIFE CON LAS CRÍAS DE DELFÍN MULAR NACIDAS EN
2004 Y 2005
Catarina Monreal, licenciada en Biología y entrenadora del Delfinario de Tenerife
Introducción
La comunicación existente en
los delfines desde siempre ha sido
un gran enigma para la comunidad
científica, siendo objeto de un gran
número de investigaciones con el fin
de comprender el funcionamiento de
la organización social de este grupo,
extremadamente inteligentes, de
mamíferos marinos. Los delfines
mulares forman grupos sociales de
diferentes tamaños, los cuales
practican técnicas de captura de
pescado muy sofisticadas, en las
que todos los individuos
capacitados colaboran hasta
conseguir su objetivo. La principal
clave, para poder comprender mejor
su funcionamiento social, es el
desciframiento de su código
comunicativo, es decir, los sonidos
producidos por estos animales.
Cada individuo de delfín
mular posee un silbido particular de
identificación, que se denomina,
directamente traducido del inglés,
silbido firma (signature whistle), el
cual refuerza, en primer lugar, la
unión del individuo al grupo según
los estudios realizados. El 90% de
los silbidos producido por un delfín
mular es el silbido firma, siendo
emitido, por ejemplo, como (1)
llamada por la madre, es decir, la
madre produce su silbido firma al
llamar a la cría y la cría al acudir
produce su propio silbido firma, (2)
en situaciones de peligro (estrés) o
(3) aislamiento, durante el cual el
individuo separado del grupo repite
una y otra vez su silbido firma.
El silbido realizado por un
delfín es producto de la expulsión
controlada de aire a través del
espiráculo (apertura situada en la
parte superior de su cabeza,
equiparable con la nariz del ser
humano). El tipo de sonido emitido
por el animal depende de la
regulación de salida de aire tanto en
cantidad (apertura del espiráculo)
como en fuerza (presión). Los
delfines controlan la salida de aire
del espiráculo gracias a la “tapa” del
espiráculo que es un músculo de
control voluntario. Este músculo,
igual que todos los del cuerpo de un
recién nacido, necesita ser
fortalecido, es decir, necesita un
entrenamiento previo al perfecto
funcionamiento. Así que, una cría
de delfín es igual de torpe para
nadar como para producir los
primeros sonidos, ya que para
poder nadar con destreza y poder
utilizar su espiráculo produciendo
los sonidos deseados necesitan
ejercitar y aprender a controlar
estos músculos de acción
voluntaria. Debido al aprendizaje
necesario del control muscular se
puede observar, en los primeros
meses de las crías de delfín, una
evolución vocalística, siendo los
primeros silbidos de poca intensidad
y muy distorsionados, porque el
control sobre el músculo del
espiráculo aún hay que adquirirlo y,
éste, es aún muy flácido por la falta
de ejercitación. A medida que el
neonato va entrenando el músculo
del espiráculo va perfeccionando la
acción de expulsión de aire y el
control de la apertura de salida, por
lo que produce un silbido cada vez
más definido y de mayor intensidad.
Ver los espectrogramas fig. 1-4,

como un ejemplo de evolución
vocalística de uno de los machos,
llamado Teide, nacido el 4 de Julio
del 2004 a las 23:15 horas.
fig. 1: los primeros silbidos de Teide
fig. 2: Teide, silbidos a los tres días
Con el nacimiento de las tres
crías de delfín mular (Tursiops
truncatus) en el verano del año
2004 en el delfinario de Tenerife se
inició un estudio acústico acerca del
aprendizaje del silbido firma de cada
cría.
La oportunidad de obtener un gran
número de datos acústicos, debido
al nacimiento múltiple en las
instalaciones del delfinario de
Tenerife, fue una gran ocasión para
documentar el aprendizaje de
vocalización de tres crías bajo las
mismas condiciones ambientales,
dato muy importante para poder
comparar los registros acústicos
posteriormente.
Una vez iniciadas las
grabaciones de sonido e imagen en
Junio 2004 se observó una gran
semejanza de los silbidos firma de
fig. 3: Teide con un mes de vida
fig. 4: Teide a los cuatro meses
dos hembras reproductoras que a la
vez son madre e hija. Se trata de
Yaiza, hembra procedente de Cuba,
de unos 23 años, y su hija Yemayá
nacida en el año 1997 en el
delfinario de Tenerife (ver fig. 5 y 6).

fig.5: silbidos firma de Yemayá y Yaiza
El hallazgo de unos silbidos firma
tan parecidos en una pareja madrehija,
hizo surgir la pregunta:
¿Desarrollan las crías de delfín
mular un silbido firma parecido al de
su madre?
Contrarrestar esta hipótesis es uno
de los objetivos principales de este
estudio, mediante la obtención del
grado de similitud de los silbidos
firma de la madre y la cría.
Es una gran ventaja el
tamaño del grupo de muestreo que
tenemos a disposición en el
delfinario de Tenerife, en la
actualidad cuatro parejas madrecría,
ya que permiten obtener un
conjunto amplio de datos, que
pueden aportar información de gran
interés científico.
Al mismo tiempo los registros
realizados tanto visuales como
acústicos servirán para categorizar
los sonidos producidos en función
de los diferentes comportamientos
observados. Para ello, se utilizan los
etogramas, que son realmente
diccionarios de comportamiento, en
los cuales están perfectamente
definidos y nombrados todos los
comportamientos habitualmente
observados en los delfines con el fin
de normalizar la observación de
estos animales a nivel internacional.
Así, por ejemplo, una acción que
Yemayá
(9 años)
Nayé
(1 año y 10meses)
Yaiza
(≈ 24 años)
Cris
(8 meses)
fig. 6 Relación de parentesco entre
Yaiza y Yemayá
refleja un estado de enfado
importante o de amenaza es el
conocido “mandibulazo”, que
consiste en golpear ambas
mandíbulas al cerrar la boca con
mucha fuerza, lo cual produce un
“clack” sonoro. También existen una
serie de “displays” corporales, es
decir, posturas o movimientos
característicos que indican estados
emocionales concretos del animal.
Para poder reunir criterios a la hora
de observar los delfines se han
creado los etogramas, los cuales se
utilizan en todos los estudios de
comportamiento.

Sujetos del estudio
Las cuatro parejas madrecría
de delfín mular que se están
estudiando en estos momentos en
el delfinario de Tenerife son las
siguientes:
Cande (≈ 27 años) y Sacha (hembra
de 1 año y 10 meses),
Gara (≈ 18 años) y Teide (macho de 1
año y 10 meses),
Yemayá (9 años) y Nayé (macho de 1
año y 10 meses) y
Las cuatro crías junto a sus madres
se encuentran en estos momentos
en las piscinas de reproducción y
cuarentena del delfinario de
Tenerife.
Este grupo de hembras junto
a sus crías forman desde los últimos
meses de embarazo un grupo
separado espacialmente, pero con
contacto visual y acústico con el
resto de delfines del delfinario que
son 5 machos y 1 hembra. Como
los delfines son animales que
forman grupos sociales, también
presentan una jerarquía muy
marcada. Así que entre nuestras
hembras madres encontramos
representantes de tres niveles
jerárquicos diferentes. Cande es la
hembra dominante del grupo siendo
la mayor de todas, Yaiza y Gara le
son subordinadas, pero son a la vez
dominantes sobre Yemayá, que al
ser la más joven, con diferencia, es
el último eslabón en la pirámide
jerárquica. Esta organización social
típica en los delfines va a tener
importancia a la hora de analizar las
el tipo de sonidos más registrados
por animal, siendo el animal más
subordinado el más estresado. La
composición social nos ofrecerá un
aspecto más a observar en nuestro
estudio acústico y comportamental.
Yaiza (≈ 24 años) y Cris (macho de 8
meses)

Material y método
En la piscina de
reproducción, donde nacieron todas
las crías, se encuentra instalado un
hidrófono o micrófono subacuático,
en el interior de un tubo de PVC
perforado, con el cual se están
realizando los registros acústicos
(ver fig. 7).
fig. 7: tubo de PVC, en el cual se ubica
el hidrófono
El hidrófono se sitúa por
encima de una ventana central que
permite la visión de 2/3 partes de la
piscina de reproducción y, con ello,
ofrece la posibilidad de grabar con
una cámara el comportamiento del
grupo (ver fig. 8). Al sincronizar las
grabaciones de video y de sonido
obtenemos los datos necesarios
para poder categorizar los sonidos
según la situación social de las
madres y las crías.
fig. 8: piscina de reproducción con
ventana central
El individuo emisor del sonido
es determinado gracias a las
burbujas de aire que expulsa al
producir el sonido.
Hasta el momento hay más
de 350 horas de registro acústico y
visual a analizar. Como ya
anteriormente mencionado, se
utilizan los etogramas para poder
realizar la categorización de los
sonidos (silbidos y ecolocalización)
en función del comportamiento
observado del animal emisor.
Los archivos acústicos,
actualmente, ocupan un espacio de
almacenamiento de unos 130GB, de
los cuales hay 45GB previamente
analizados. El análisis de los
registros acústicos se realizará en
dos etapas, siendo la primera
exclusivamente para localizar,
extraer y atribuir los silbidos a cada
animal. Después se sincronizarán
éstos con los registros visuales y se
incluirán en una tabla Excel los tipos
de sonido en combinación con los
comportamientos obtenidos.
La previsión es registrar
datos hasta que Cris, la cría más
joven, cumpla un año de edad, lo
que significa que quedan 4 meses
de recogida de datos.
Los archivos de audio se
están grabando gracias a una
versión pirata del programa Adobe
Audition 1.0. Siendo también de
gran ayuda otros programas
especiales de acústica para el
análisis de sonidos como son
Osprey o Praat.
Igualmente, es indispensable
la lectura de artículos científicos ya
publicados relacionados con el
proyecto.
Para poder terminar el
proyecto en un plazo razonable se
necesitarán por lo menos 6 meses
de dedicación continua y exclusiva
al proyecto. Hasta este momento

todas las grabaciones y el inicio del
análisis se han realizado en tiempo
libre y con toda la ilusión de llevar a
cabo este proyecto. Pero en vista al
volumen de trabajo aún por realizar,
sería de gran ayuda el poder
disponer de un periodo de unos 6
meses para prácticamente terminar
el proyecto si no por completo, al
menos parcialmente.
Beneficios para Aqualand
Este proyecto tan extendido
en tiempo (más de 2 años) ha
surgido por el interés personal de
una entrenadora de delfines,
licenciada en Biología, que ha
dedicado todo su tiempo libre de los
últimos dos años en estudiar estos
magníficos animales con el fin de
realizar un proyecto científico que
aporte datos a la mejor comprensión
del desarrollo tanto vocalístico como
comportamental de estos animales
tan complejos. Gran parte del
volumen total de datos del proyecto
ya está obtenido y almacenado,
principalmente, se necesita tiempo
de análisis para poder terminar el
proyecto, aunque también sería de
gran ayuda un equipo informático
más potente que permita ejecutar
los programas especiales de
acústica con mayor rapidez, el cual
servirá para posibles estudios
posteriores.
El afán por investigar y
estudiar los delfines de Aqualand de
Tenerife a parte de aportar datos de
interés a la comunidad científica de
un buen grupo social de delfines
existente en cautividad, satisface
una exigencia formulada por la
Convención Internacional de
Especies Amenazadas de Fauna y
Flora Silvestres (CITES), la cual
prohíbe que las especies incluidas
sean exclusivamente destinadas al
comercio, y exige que, además, se
realice con ellas la reproducción e
investigación.
Una ventaja importante a
mencionar, es la posibilidad de
realizar un tipo diferente de
publicidad, lo cual comprobamos
recientemente, ya que debido a una
noticia aparecida en el periódico EL
MUNDO, relacionada con la
comunicación en delfines, se
interesaron diferentes cadenas de
televisión por un reportaje en las
instalaciones del delfinario tras
averiguar que estamos realizando
un estudio acústico y, que aquí, se
podían aclarar algunas preguntas
surgidas por la noticia publicada.