10.06.2013 Views

11 geshiere - Laboratorio de Desclasificación Comparada

11 geshiere - Laboratorio de Desclasificación Comparada

11 geshiere - Laboratorio de Desclasificación Comparada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

En esta ocasión especial <strong>de</strong> celebración <strong>de</strong>l impresionante aniversario<br />

<strong>de</strong> los estudios africanos en Praga, quizás sería apropiado tratar un tema que<br />

reúne, en un entramado complejo, elementos pasados y presentes <strong>de</strong> los estudios<br />

africanos 1 . Actualmente se pue<strong>de</strong> apreciar con cierta claridad que la liberalización<br />

política <strong>de</strong> los años 90 trajo una recru<strong>de</strong>scencia bastante sorpren<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong> la «autoctonía» como po<strong>de</strong>roso slogan político en<br />

África, lo que gatilló violentos movimientos <strong>de</strong> exclusión <strong>de</strong> los alógenos,<br />

extranjeros que son generalmente conciudadanos <strong>de</strong> la misma «nación» 2 . El<br />

contexto es claro: el multipartidismo volvió a darle a las elecciones una<br />

importancia real, y <strong>de</strong> ese modo, aumentó en los sujetos locales el temor a ser<br />

<strong>de</strong>rrotados por inmigrantes venidos <strong>de</strong> otros lugares. Preguntas tales como<br />

«¿Quién tiene <strong>de</strong>recho a votar y en qué lugar?» o con más urgencia aún<br />

«¿Quién pue<strong>de</strong> ser candidato y dón<strong>de</strong>?» se transformaron en temas virulentos.<br />

La <strong>de</strong>mocratización trajo consigo la generalización <strong>de</strong> <strong>de</strong>bates acalorados<br />

en torno a las temáticas <strong>de</strong> la ciudadanía y la pertenencia. Es necesario enfatizar<br />

que en este sentido el caso africano no es una excepción. Por el contrario,<br />

actualmente, esta obsesión respecto a la pertenencia y las raíces parece ser<br />

un corolario recurrente <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> globalización en todas partes <strong>de</strong>l<br />

mundo 3 . Y por cierto, no sólo en África ello tiene como consecuencia horribles<br />

estallidos <strong>de</strong> violencia étnica o regional. De hecho, es sorpren<strong>de</strong>nte constatar<br />

cómo en diferentes lugares <strong>de</strong>l mundo, slogans similares (referidos a la «tierra»,<br />

las «raíces», a «comenzar por nuestro pueblo» o a «mantener las tierras<br />

ancestrales libres <strong>de</strong> contaminación extranjera») parecen tener un gran potencial<br />

<strong>de</strong> movilización incluso <strong>de</strong> manera creciente, a pesar <strong>de</strong> (¿o <strong>de</strong>bido a?) la<br />

acelerada intensificación <strong>de</strong> la movilidad <strong>de</strong> las personas y otros tipos <strong>de</strong> «flujos<br />

globales». Sin embargo es indudable que en África, estos intentos feroces<br />

-y a veces <strong>de</strong>sesperados- <strong>de</strong> «clausura» y <strong>de</strong> fijación i<strong>de</strong>ntitaria, tienen particularida<strong>de</strong>s<br />

propias 4 .<br />

En realidad para los estudios africanos, toda la cuestión <strong>de</strong> la pertenencia<br />

y <strong>de</strong> sus parámetros cambiantes es efectivamente un punto nodal que<br />

reúne una amplia gama <strong>de</strong> preocupaciones y aspectos: aspectos <strong>de</strong> tipo cultural,<br />

político y económico; aspectos nuevos, como también nociones con una<br />

larga historia. En el tiempo y espacio limitados con que cuento, quiero<br />

concentrame solamente en dos aspectos <strong>de</strong> este vasto fenómeno, que se relacionan<br />

directamente con mi propia investigación en diferentes lugares <strong>de</strong><br />

Camerún (si bien incluiré algunas disgresiones comparativas sobre realida<strong>de</strong>s<br />

tanto <strong>de</strong>ntro como fuera <strong>de</strong>l continente).<br />

Primero que nada quiero concentrarme en el entusiasmo <strong>de</strong> los regímenes<br />

nacionales respecto a esta manía <strong>de</strong> la autoctonía. Es bastante sorpren<strong>de</strong>nte<br />

ver cómo gran cantidad <strong>de</strong> regímenes incentivan <strong>de</strong> manera activa<br />

Anales <strong>de</strong> <strong>Desclasificación</strong> / vol. 1: La <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l área cultural n° 1 / 2005<br />

La cuestión <strong>de</strong> la ciudadanía<br />

y <strong>de</strong> la pertenencia en África actual*<br />

Peter Geschiere**<br />

* Este artículo fue presentado en las jornadas<br />

De lo étnico a lo nacional, organizadas por el<br />

LDC, el 18 y 19 <strong>de</strong> noviembre 2002, en l’École<br />

<strong>de</strong>s Hautes Étu<strong>de</strong>s en Sciences Sociales<br />

(Paris). La traducción estuvo a cargo <strong>de</strong><br />

Loreto Solís y el LDC.<br />

** Profesor <strong>de</strong> antropología africana en las<br />

Universidad <strong>de</strong> Lei<strong>de</strong>n y la Universidad <strong>de</strong><br />

Amsterdam, Holanda.<br />

1. Estoy particularmente contento <strong>de</strong> encontrar<br />

aquí en Praga a mi colega Peter Skalnik.<br />

En un marco académico y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diferentes<br />

partes <strong>de</strong>l mundo, él ha realizado importantes<br />

aportes a los estudios africanos a través<br />

<strong>de</strong> los años. Estoy seguro <strong>de</strong> que <strong>de</strong> regreso<br />

en Praga, continuará estimulando la tradición<br />

checa <strong>de</strong> Africana.<br />

2. Este texto es muy cercano al trabajo realizado<br />

colectivamente junto a mis colegas<br />

Jean-François Bayart (CERI, Paris) y Francis<br />

Nyamnjoh (antiguamente <strong>de</strong> la Universidad<br />

<strong>de</strong> Buea, Camerún, actualmente en la<br />

Universidad <strong>de</strong> Botswana en Gaberone).<br />

Con este último publiqué el articulo<br />

«Capitalism and Autochthony: The Seasaw<br />

of Mobility and Belonging» (En: Public culture,<br />

vol. 12, no. 2, pp. 423-453, contenido en el<br />

número especial «Millennial Capitalism and<br />

the Culture of Neoliberlism», 2000, editado<br />

por Jan y John Comaroff. Ese artículo trataba<br />

el tema <strong>de</strong> la «autoctonía» en diferentes<br />

localida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Camerún, haciendo al mismo<br />

tiempo una breve comparación con el rol <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>ologías similares presentes en la Nueva<br />

Derecha europea. Con Jean François Bayart<br />

corregí un dossier especial en Critique<br />

Internationale (2001, n° 10), «J’étais là avant-<br />

Problématiques politiques <strong>de</strong> l’autochtonie»<br />

en el cual varios autores comparaban el rol<br />

<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> la autoctonía en diferentes<br />

lugares <strong>de</strong>l mundo (Bambi Ceuppens sobre<br />

el Vlaams Blok en Bélgica, Marta<br />

Macchiavelli sobre la Lega Norte en el norte<br />

<strong>de</strong> Italia, Thornike Gordadze sobre La<br />

Géorgie et ses «hôtes ingrats» y Bayart,<br />

Geschiere y Nyamnjoh con un artículo general<br />

sobre África).<br />

3. Cf. Appadurai, Arjun 1996. - «The production<br />

of locality» - En: Mo<strong>de</strong>rnity at Large:<br />

Cultural Dimensions of Globalization,<br />

Minneapolis: Univ. of Minnesota Press, 1996.<br />

4. Para la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> globalización como interacción<br />

<strong>de</strong> «flujo y clausura» ver Brigit Meyer<br />

& Peter Geschiere (eds.) 1999 - Globalization<br />

and I<strong>de</strong>ntity, Dialectics of Flow and Closure<br />

(Oxford: Blackwell 1999), particularmente la<br />

«Introduction», p. 1-17.<br />

179


Ciudadanía y pertenencia en África actual / P. Geschiere<br />

180<br />

el surgimiento <strong>de</strong> la autoctonía como tema crucial en materia política. Esto<br />

constituye una inversión clara <strong>de</strong>l énfasis dado durante los años ‘60 y ‘70 a la<br />

construcción <strong>de</strong> la nación y <strong>de</strong> la ciudadanía nacional. En contraste, los años<br />

‘90 parecían traer un <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> la cuidadanía nacional. El contexto en<br />

el que esto ocurre es claro. Por un lado, esto ayudó a los regímenes nacionales<br />

a <strong>de</strong>splazar a la oposición, en una estrategia <strong>de</strong>l tipo «dividir para gobernar».<br />

Por otro lado, y en un contexto más general, encontramos en los ‘90 la<br />

ten<strong>de</strong>ncia creciente por parte <strong>de</strong>l establishment <strong>de</strong>sarrollista a «evitar el paso<br />

por el Estado» con la consecuente proliferación <strong>de</strong> ONGs. Obviamente, esto<br />

condujo a<strong>de</strong>más a una intensificación <strong>de</strong> las disputas relativas a la pertenencia<br />

y a un <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> la nación.<br />

Mi segundo punto se refiere a un aspecto más cultural: a las dinámicas<br />

<strong>de</strong> largo alcance <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a misma <strong>de</strong> pertenenecia y especialmente al rol central<br />

que han venido a jugar los funerales. Aquí adquiere especial preeminencia<br />

la noción <strong>de</strong> «tradición» como criterio para <strong>de</strong>cidir a qué lugar pertenece<br />

alguien realmente. En este contexto la «tradición» <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rada como<br />

un conglomerado altamente dinámico <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y principios. El énfasis creciente<br />

que recibe el entierro como prueba suprema <strong>de</strong> pertenencia ha conducido<br />

a una verda<strong>de</strong>ra proliferación <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> ritos funerarios neo-tradicionales<br />

a través <strong>de</strong> África. Las consecuencias políticas y económicas <strong>de</strong> tales<br />

dinámicas culturales son evi<strong>de</strong>ntes.<br />

Ahora bien, es necesario hacer dos observaciones rápidas acerca <strong>de</strong>l<br />

papel <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as relativas a la autoctonía a través <strong>de</strong> África en general.<br />

Pimero que nada me parece importante recalcar que esta preocupación creciente<br />

por la autoctonía y la exclusión radical <strong>de</strong> los extranjeros en África es<br />

en cierto sentido inesperada. Las socieda<strong>de</strong>s africanas han sido tradicionalmente<br />

calificadas <strong>de</strong> abiertas e inclusivistas. Los historiadores y antropólogos<br />

han opuesto frecuentemente la «riqueza en gente» <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s africanas,<br />

a la «riqueza en cosas» <strong>de</strong> Eurasia. En África, una amplia gama <strong>de</strong> mecanismos<br />

institucionales (la adopción, el apadrinamiento, toda la extensa terminología<br />

«clasificatoria» <strong>de</strong>l parentesco) facilitaría la inclusión <strong>de</strong> las personas.<br />

En muchas formaciones políticas africanas existía ya una distinción<br />

social importante entre los «autóctonos» y los «alóctonos», pero sus consecuencias<br />

eran radicalmente diferentes a las <strong>de</strong> hoy. En general eran los «alóctonos»<br />

-clanes dominantes que marcaban sus orígenes extranjeros- quienes<br />

tenían un acceso privilegiado a los cargos políticos. Ahora bien, es justamente<br />

en estas socieda<strong>de</strong>s «abiertas» en las que actualmente encontramos un<br />

severo énfasis en la exclusión así como <strong>de</strong>bates enar<strong>de</strong>cidos sobre quién pertenece<br />

«realmente» a ellas.<br />

Una segunda observación se refiere a la historia <strong>de</strong> esta manía en torno<br />

a la noción <strong>de</strong> autoctonía. En algunos aspectos dicho énfasis no es tan nuevo.<br />

En África se trata claramente <strong>de</strong> una continuación -y se nutre- <strong>de</strong> antiguas<br />

nociones <strong>de</strong> etnicidad. Aún más, en cierto sentido po<strong>de</strong>mos ver la noción <strong>de</strong><br />

autoctonía como una nueva transformación <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> etnicidad. Lo que<br />

sorpren<strong>de</strong> es el hecho <strong>de</strong> que aquella parece ser un noción más vacía, con<br />

menos sustancia propia. La etnicidad evoca necesariamente la existencia <strong>de</strong><br />

un grupo étnico más o menos <strong>de</strong>finido y con sustancia propia: con un nombre<br />

específico, con una historia específica. Pero justamente <strong>de</strong>bido a esa especificidad,<br />

esta última noción está abierta a la discusión, e incluso a los esfuerzos<br />

por su <strong>de</strong>construcción a través <strong>de</strong> interpretaciones alternativas <strong>de</strong> la his-


toria. La noción <strong>de</strong> autoctonía tiene un efecto similar <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> una oposición<br />

«nosotros-ellos», pero ésta es menos específica. Es igualmente capaz <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>spertar emociones intensas <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> «lo propio» y <strong>de</strong> las tierras ancestrales,<br />

pero dado que su sustancia no se nombra, ambas son más evasivas y<br />

más facilmente susceptibles <strong>de</strong> ser manipuladas políticamente. Éstas pue<strong>de</strong>n<br />

ser aplicadas a cualquier nivel: a nivel <strong>de</strong> la región, como también al <strong>de</strong>l país<br />

o <strong>de</strong>l pueblo. Justamente <strong>de</strong>bido a su carencia <strong>de</strong> sustancia, la noción <strong>de</strong><br />

autoctonía se ajusta muy bien a la globalización. Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que ella exce<strong>de</strong><br />

la especificidad <strong>de</strong> la etnicidad, y por lo tanto, más apropiadamente -¿o<br />

más peligrosamente?- pue<strong>de</strong> ser vista como una reacción frente a flujos globales<br />

aparentemente in<strong>de</strong>finidos. 5<br />

En este sentido, po<strong>de</strong>mos relacionar intrínsecamente la irrupción <strong>de</strong> la<br />

autoctonía con los procesos <strong>de</strong> «mundialización». Sin embargo, sería conveniente<br />

ser más explícito respecto a la utilización que hago <strong>de</strong> dicho término.<br />

De hecho, el éxito mismo <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> mundialización, concepto extremadamente<br />

<strong>de</strong> moda, no solamente en el discurso corriente sino también en el<br />

<strong>de</strong> los académicos, implica el riesgo <strong>de</strong> privarla <strong>de</strong> cualquier significado analítico.<br />

Así, es pertinente hacer ciertas aclaraciones. Incluso si el uso <strong>de</strong>l término<br />

-repito, en el discurso corriente y en el medio académico- se ha vuelto tan<br />

generalizado que actualmente pue<strong>de</strong> significar cualquier cosa, sigo creyendo<br />

que es un término conveniente para etiquetar los efectos <strong>de</strong>l aumento dramático<br />

<strong>de</strong> la movilidad <strong>de</strong> personas, bienes e imágenes a nivel global -si se me<br />

permite tomar prestada la apropiada escritura <strong>de</strong> Arjun Appadurai– <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

los años ‘60. 6 También resulta bastante esclarecedor el giro que le dieron a<br />

dicha noción los antropólogos y representantes <strong>de</strong> los cultural studies en general,<br />

cuando recalcaron que ésta involucra no solamente la movilidad y los flujos<br />

globales, sino que su otra cara estaría representada por una obsesión creciente<br />

por las diferencias culturales, la i<strong>de</strong>ntidad, y las nuevas formas <strong>de</strong><br />

exclusión. Es justamente en este contexto <strong>de</strong> «flujo y clausura» –movilidad<br />

intensificada <strong>de</strong>l cierre y rediseño <strong>de</strong> límites– que pue<strong>de</strong> florecer una noción<br />

tan vacía como la <strong>de</strong> autoctonía: su misma vacuidad (puesto que sólo se basa<br />

en una oposición al Otro, pudiendo este último ser re<strong>de</strong>finido constantemente)<br />

la hace calzar con los flujos globales -rápidamente cambiantes- y con las<br />

i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las personas.<br />

Un ejemplo:<br />

las élites <strong>de</strong> la enigmática undécima provincia <strong>de</strong> Camerún<br />

Un breve ejemplo pue<strong>de</strong> ilustrar la problemática. Nos llega <strong>de</strong> la provincia<br />

<strong>de</strong>l Suroeste <strong>de</strong> Camerún y se refiere a la misteriosa «Asociación <strong>de</strong> las<br />

Élites <strong>de</strong> la Undécima Provincia». Para comenzar, el nombre mismo <strong>de</strong> esta<br />

asociación es curioso, puesto que en Camerún todos saben que el país tiene<br />

solamente diez provincias. Entonces ¿quienes son las Élites <strong>de</strong> la Undécima<br />

Provincia?<br />

Algunas aclaraciones sobre las características <strong>de</strong> la región pue<strong>de</strong>n servirnos<br />

<strong>de</strong> antece<strong>de</strong>nte. Esta región presenta una ecología muy particular. El<br />

Monte Camerún, un volcán enorme, se eleva <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la costa a más <strong>de</strong> 4 mil<br />

metros <strong>de</strong> altura. Los alemanes, primeros colonizadores <strong>de</strong>l área hacia finales<br />

<strong>de</strong>l siglo XIX, <strong>de</strong>scubrieron rapidamente la gran fertilidad <strong>de</strong> esas la<strong>de</strong>ras volcánicas<br />

y crearon un complejo <strong>de</strong> plantaciones a gran escala, único en África<br />

Anales <strong>de</strong> <strong>Desclasificación</strong> / vol. 1: La <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l área cultural n° 1 / 2005<br />

5. Esto último no preten<strong>de</strong> sugerir que existe<br />

una secuencia general o lógica que va<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la etnicidad hasta la autoctonía. Por<br />

ejemplo, en un seminario <strong>de</strong> CODESRIA<br />

realizado en Dakar sobre Les géographies <strong>de</strong><br />

l'autochtonie (junio <strong>de</strong> 1999, organizado por<br />

Mamadou Diouf y quien escribe) se mencionaron<br />

varios casos don<strong>de</strong>, por el contrario,<br />

parece haberse producido un <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un discurso <strong>de</strong> autoctonía hacia un<br />

discurso étnico más específico (un buen<br />

ejemplo podría ser el Shiva Sena en Bombay,<br />

contenido en el artículo <strong>de</strong> Arjun Appadurai<br />

para dicho seminario y en los comentarios<br />

orales <strong>de</strong> Christophe Jaffrelot). Sin embargo,<br />

mientras más abierto y flexible es el discurso<br />

sobre la autoctonía (en la práctica parece<br />

posible realizar re<strong>de</strong>finiciones eternas sobre<br />

quién realmente «pertenece» y quién no)<br />

pue<strong>de</strong> resultar más favorable al vaivén <strong>de</strong><br />

«flujo» y «clausura» <strong>de</strong> la globalización.<br />

6. Ver Appadurai, 1996, op.cit.<br />

181


Ciudadanía y pertenencia en África actual / P. Geschiere<br />

182<br />

<strong>de</strong>l Oeste. La población local se resistía completamente a trabajar allí y a<strong>de</strong>más<br />

era <strong>de</strong>masiado reducida para po<strong>de</strong>r satisfacer la <strong>de</strong>manda creciente <strong>de</strong><br />

trabajadores por parte <strong>de</strong> la plantación. La consecuencia <strong>de</strong> todo ello fue una<br />

afluencia constante <strong>de</strong> trabajadores provenientes <strong>de</strong> otras localida<strong>de</strong>s. A partir<br />

<strong>de</strong> 1914, momento en que los ingleses conquistaron esa parte <strong>de</strong> la colonia<br />

alemana, los trabajadores comenzaron a llegar principalmente <strong>de</strong> la actual<br />

Provincia <strong>de</strong>l Noroeste (en aquél entonces también bajo dominio británico) y<br />

<strong>de</strong> la vecina Nigeria, como también <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> Camerún conquistada por<br />

los franceses. Ya en los años 30’, la población local comenzaba a quejarse <strong>de</strong><br />

que corrían el riesgo <strong>de</strong> transformarse en minoría en su propia al<strong>de</strong>a, <strong>de</strong>bido<br />

a la afluencia <strong>de</strong> «extranjeros». En la voz local (pidgin) se <strong>de</strong>signa a menudo a<br />

estos trabajadores inmigrantes -y a sus hijos y nietos- como come-no-goes (vienen-no-se-van),<br />

lo que resume <strong>de</strong> manera elocuente el sentimiento <strong>de</strong> la<br />

población local hacia ellos. No es <strong>de</strong> extrañarse que en esta región la autoctonía<br />

se haya convertido en un tema relevante.<br />

Éste es también el antece<strong>de</strong>nte histórico <strong>de</strong> la enigmática «Asociación<br />

<strong>de</strong> las Élites <strong>de</strong> la Undécima Provincia». En una entrevista con un periódico<br />

local (The Herald, 16 <strong>de</strong> avril 1997), su fundador, un profesor llamado Beltus I.<br />

Bejanga, quien da clases en la Universidad <strong>de</strong> Yaoundé (Provincia Central) y<br />

que no obstante se consi<strong>de</strong>ra a sí mismo «indígena» <strong>de</strong> Kumba (la ciudad<br />

principal <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong>l Suroeste), explica el nombre <strong>de</strong> la Asociación:<br />

«Los miembros <strong>de</strong> esta asociación... son los hijos o los nietos <strong>de</strong><br />

nuestros antepasados que vinieron <strong>de</strong>l antiguo Camerún francés al<br />

entonces Camerún Meridional [británico ...] Los hijos o nietos <strong>de</strong> esos<br />

emigrantes recibieron su educación, preparación y todo lo <strong>de</strong>más, en el<br />

Camerún británico y por lo tanto son miembros <strong>de</strong> lo que llamamos la<br />

Asociación <strong>de</strong> la Undécima Provincia».<br />

En otras palabras, los miembros <strong>de</strong> esta asociación son <strong>de</strong>scendientes<br />

<strong>de</strong> los inmigrantes <strong>de</strong> la antigua zona francesa <strong>de</strong> Camerún que vinieron a<br />

trabajar a las plantaciones <strong>de</strong>l Suroeste (entonces británico), perdiendo así el<br />

contacto con sus lugares <strong>de</strong> origen. Al preguntarle por qué él prefiere <strong>de</strong>signarse<br />

a sí mismo como miembro <strong>de</strong> esta asociación en vez <strong>de</strong> «i<strong>de</strong>ntificarse<br />

con el lugar don<strong>de</strong> nació» (el Suroeste), el profesor Bejanga continúa con cierta<br />

irritación:<br />

«Exactamente. Pensábamos que pertenecíamos al lugar don<strong>de</strong> nacimos<br />

hasta poco tiempo <strong>de</strong>spués que se formara la SWELA [South West<br />

Elites Association, Asociación <strong>de</strong> las Elites <strong>de</strong>l Suroeste]. Algunos<br />

<strong>de</strong> nosotros asistimos a una reunión <strong>de</strong> esta asociación, pero nos obligaron<br />

a salir. Nos llamaron extranjeros y nos dijeron que no teníamos<br />

ningún <strong>de</strong>recho a participar en la reunión. Entonces concluimos que no<br />

pertenecíamos al Camerún <strong>de</strong> habla inglesa y que tampoco eramos aceptados<br />

en el Camerún francófono... Lo que queremos es interpelar al<br />

gobierno para <strong>de</strong>cirle que estamos aquí, que somos camerunenses,<br />

aunque no tengamos condición <strong>de</strong> Estado. El gobierno <strong>de</strong>be <strong>de</strong>cidir qué<br />

hacer con nosotros».<br />

A continuación Bejanga <strong>de</strong>staca que «El origen <strong>de</strong> la persona está <strong>de</strong>finido


por el lugar don<strong>de</strong> nace, don<strong>de</strong> fue a la escuela, don<strong>de</strong> vive, don<strong>de</strong> tiene todas sus pertenencias»<br />

7 . Pero el periodista <strong>de</strong> The Herald cita a otro miembro <strong>de</strong> la élite <strong>de</strong><br />

Kumba «probablemente miembro <strong>de</strong>l SWELA» quien propone «...que se <strong>de</strong>signe<br />

como el hogar <strong>de</strong> una persona el lugar don<strong>de</strong> la entierran cuando muere».<br />

Esto inquieta bastante al Profesor Bejanga, ya que al parecer prevé que<br />

este criterio lo convertirá en extranjero <strong>de</strong> un área que él consi<strong>de</strong>ra como propia:<br />

«¿Reclamaré mi hogar cuando esté muerto y enterrado? Pienso que<br />

mi hogar no <strong>de</strong>be ser el lugar don<strong>de</strong> me enterrarán, porque podría morir<br />

en el mar y nunca encontrarían mi cuerpo... El gobierno <strong>de</strong>biera pronunciarse<br />

y evitar quer la gente califique a los <strong>de</strong>más ‘colonos’ <strong>de</strong><br />

‘extranjeros’. A veces parece una provocación. El gobierno <strong>de</strong>biera <strong>de</strong>cir<br />

que no a todo esto».<br />

El final <strong>de</strong> esta entrevista indica especialmente la importancia <strong>de</strong> los<br />

dos aspectos que <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>stacar:<br />

- El papel <strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong> sus intervenciones en la cuestión <strong>de</strong> la autoctonía.<br />

- El papel <strong>de</strong> los entierros como prueba suprema <strong>de</strong> pertenencia.<br />

El Estado, la Autoctonía y la Ciudadanía Nacional<br />

El llamado que Bejanga hace al gobierno al final <strong>de</strong> la entrevista prece<strong>de</strong>nte<br />

-«... <strong>de</strong>be pronunciarse...» para proteger su «calidad <strong>de</strong> Estado»- <strong>de</strong>be ser<br />

irónico. Bejanga <strong>de</strong>biera saber muy bien que, por el contrario, el actual régimen<br />

<strong>de</strong> Camerún es más bien proclive a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r a los autóctonos contra los<br />

inmigrantes. El retorno <strong>de</strong>l país al multipartidismo en 1990, en el contexto <strong>de</strong><br />

la ten<strong>de</strong>ncia general <strong>de</strong> África hacia la <strong>de</strong>mocratización, y a pesar <strong>de</strong> la resistencia<br />

tenaz <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Biya (quién, sin embargo, todavía está en el po<strong>de</strong>r),<br />

transformó la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> autoctonía en una cuestión política central. Des<strong>de</strong> entonces<br />

ha habido una proliferación constante <strong>de</strong> partidos políticos. Los más<br />

importantes son el CPDM, antiguo partido único <strong>de</strong> Biya; el SDF apoyado<br />

principalmente en el Oeste (por los grassfiel<strong>de</strong>rs anglófonos y bamileke) 8 ; y el<br />

UNDP, partido <strong>de</strong> los norteños. La <strong>de</strong>mocratización se transformó rápidamente<br />

en un estancamiento político entre el CPDM, que permanecía en el<br />

po<strong>de</strong>r gracias a gigantescas manipulaciones <strong>de</strong> las elecciones, y el SDF, como<br />

el principal partido <strong>de</strong> la oposición. Retrospectivamente, sin embargo, pareciera<br />

ser que a pesar <strong>de</strong> esta proliferación <strong>de</strong> partidos, fue más importante la<br />

creación <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> asociaciones por las elites locales y regionales, las que<br />

a menudo contaron con la ayuda activa <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong> Biya. Estas asociaciones,<br />

aunque presumiblemente <strong>de</strong> carácter cultural y/o con fines <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

comunitario, estaban por lo general más preocupadas <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilitar el llamado<br />

nacional <strong>de</strong> partidos <strong>de</strong> oposición como el SDF. Así, la «liberalización política»<br />

se transformó en la efervescencia <strong>de</strong> un nuevo tipo <strong>de</strong> «política <strong>de</strong> la pertenencia»<br />

alentada frecuentemente <strong>de</strong> manera explícita por el régimen 9 .<br />

La enorme importancia que cobró esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la autoctonía se refleja<br />

incluso en su presencia en la nueva Constitución <strong>de</strong> 1996. Un aspecto novedoso<br />

<strong>de</strong> esta Constitución es que menciona explícitamente (en el preámbulo<br />

y en el artículo 57.3) la obligación <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> «proteger a las minorías y pre-<br />

Anales <strong>de</strong> <strong>Desclasificación</strong> / vol. 1: La <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l área cultural n° 1 / 2005<br />

8. El mapa étnico <strong>de</strong> Camerún es complicado<br />

<strong>de</strong>bido a la distinción entre anglófonos y<br />

francófonos. Esta distinción se ha convertido,<br />

especialmente a partir <strong>de</strong> 1990, en una <strong>de</strong><br />

las líneas principales <strong>de</strong> oposición. Después<br />

<strong>de</strong> la Primera Guerra Mundial, cuando la<br />

antigua colonia alemana se dividió en una<br />

parte francesa y una inglesa mucho más<br />

pequeña, el área <strong>de</strong> Grassfield -ubicada en<br />

las actuales provincias <strong>de</strong>l Noroeste y <strong>de</strong>l<br />

Oeste- también fue dividida. Sin embargo<br />

culturalmente el Bamileke -los grassfiel<strong>de</strong>rs<br />

francófonos- tiene mucho en común con sus<br />

vecinos <strong>de</strong>l Grassfield anglófono. Lo mismo<br />

ocurre con gran parte <strong>de</strong> la provincia anglófona<br />

<strong>de</strong>l Sudoeste, que tiene más semejanzas<br />

culturales con los francófonos <strong>de</strong> la provincia<br />

litoral que con el Noroeste anglófono.<br />

9. Ver Konings, Piet & Francis Nyamnjoh<br />

1997. - «The Anglo-phone Problem in<br />

Cameroon» - En: Journal of Mo<strong>de</strong>rn Áfrican<br />

Studies, vol. 35, n° 2, pp. 207-229.<br />

183


Ciudadanía y pertenencia en África actual / P. Geschiere<br />

10. Un «sawa» es un «hombre <strong>de</strong> mar». En<br />

conscuencia, la antigua noción <strong>de</strong> sawa se<br />

utilizaba para expresar la unidad <strong>de</strong> toda la<br />

«gente <strong>de</strong> mar». De hecho hay por ejemplo<br />

relaciones culturales, lingüísticas e históricas<br />

estrechas entre los batanga, los duala y<br />

algunos <strong>de</strong> los grupos costeros <strong>de</strong> la<br />

Provincia <strong>de</strong>l Sudoeste. Sin embargo últimamente<br />

el nombre sawa ha adquirido un<br />

significado tan amplio que se supone que<br />

incluye también a los bakweri <strong>de</strong>l Monte<br />

Camerún e incluso a los banyangi ubicados<br />

más al interior.<br />

<strong>11</strong>. Cf. Cameroun Tribune, n° 6037, 14 <strong>de</strong> febrero<br />

1996, p. 1; Impact-Tribune, no. 007, abrilmayo-junio<br />

1996. Cf. también Ava Jean en Le<br />

patriote, <strong>11</strong> <strong>de</strong> enero 1993.<br />

184<br />

servar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las poblaciones indígenas»; por otra parte exige que el presi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> cada consejo regional «sea un indígena <strong>de</strong> la región», mientras que su<br />

«equipo <strong>de</strong>berá reflejar los diferentes componentes sociológicos <strong>de</strong> la región».<br />

Encontramos aquí un contraste <strong>de</strong>slumbrante respecto a la constitución prece<strong>de</strong>nte<br />

(1972) la que por ejemplo indicaba en su preámbulo:<br />

«El pueblo <strong>de</strong> Camerún, orgulloso <strong>de</strong> su diversidad cultural y lingüística<br />

[...] profundamente consciente <strong>de</strong> la necesidad imprescindible<br />

<strong>de</strong> alcanzar la unidad total, <strong>de</strong>clara solemnemente que constituye una<br />

y la misma nación, confiada al mismo <strong>de</strong>stino, y afirma su <strong>de</strong>terminación<br />

inquebrantable <strong>de</strong> construir la patria camerunense basándose en<br />

los i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong> fraternidad, justicia y progreso [...] Cada uno tiene el<br />

<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> establecerse en cualquier lugar y <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazarse libremente<br />

[...] Nadie será acosado a causa <strong>de</strong> sus orígenes».<br />

La Constitución <strong>de</strong> 1996 sustituyó este énfasis en los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> cada<br />

ciudadano por un respeto enfático a los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las «minorías» y <strong>de</strong> los<br />

«indígenas». Estos dos términos tienen un antece<strong>de</strong>nte discursivo específico:<br />

fueron tomados <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong>l Banco Mundial, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años 80 viene<br />

haciendo cada vez más hincapié en la necesidad <strong>de</strong> proteger las «culturas en<br />

<strong>de</strong>saparición». En el discurso <strong>de</strong>l Banco Mundial, los términos «minorías» e<br />

«indígenas» se usan para <strong>de</strong>signar por ejemplo a los «pigmeos» y otros grupos<br />

<strong>de</strong> cazadores recolectores, o a grupos <strong>de</strong>dicados al pastoreo. En Camerún,<br />

sin embargo, estos términos adquieren un significado y un impacto político<br />

diferentes (tanto más cuanto que la Constitución no hace ningún intento por<br />

<strong>de</strong>finirlos).<br />

La importancia política directa <strong>de</strong> tales hazañas legislativas se ilustra<br />

en el hecho que la Constitución <strong>de</strong> 1996 fue adoptada momentos antes <strong>de</strong><br />

unas elecciones municipales en que se suponía que el partido principal <strong>de</strong> la<br />

oposición (el SDF) iba a ganar en varios distritos electorales claves, <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s<br />

más gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l país. En Douala, puerto principal y capital económica<br />

<strong>de</strong> Camerún, la victoria <strong>de</strong>l SDF condujo a la creación <strong>de</strong> un movimiento<br />

«sawa» <strong>de</strong> toda la población costera. Ésta se presentó como minoría «autóctona»<br />

víctima <strong>de</strong> una marginalización política y económica <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> los<br />

«malagra<strong>de</strong>cidos e inescrupulosos» alógenos <strong>de</strong>l Grassfields 10 . Tal como ocurre<br />

en el Suroeste, la población costera se siente particularmente amenazada<br />

por la inmigración <strong>de</strong> los grassfiel<strong>de</strong>rs. En efecto, en la ciudad <strong>de</strong> Douala, el<br />

pequeño grupo duala se ve excedido numéricamente por los inmigrantes<br />

bamileke <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong>l Oeste. Así, el movimiento sawa reaccionó aún<br />

con mayor violencia.<br />

La oposición (SDF) había ganado la alcaldía en cinco distritos <strong>de</strong><br />

Douala y en cada uno <strong>de</strong> estos distritos, salvo uno, su candidato era bamileke.<br />

En consecuencia, la victoria <strong>de</strong>l SDF provocó enormes manifestaciones en<br />

la ciudad. Los manifestantes sawa exhibían carteles que <strong>de</strong>cían «Democracia<br />

sí. Hegemonía no», «No existe <strong>de</strong>mocracia sin protección <strong>de</strong> minorías e indígenas»,<br />

«Una mayoría basada en votos étnicos no es una muestra <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia sino <strong>de</strong><br />

expansionismo». En Douala, las canciones <strong>de</strong>cían «Esto no suce<strong>de</strong>rá en nuestra<br />

patria», «Nos mintieron», «Dón<strong>de</strong> nos van a ir a tirar a la basura» <strong>11</strong> . En Douala,<br />

más o menos en la misma época, cinco «jefes sawa» enviaron una carta al presi<strong>de</strong>nte<br />

Biya para quejarse « <strong>de</strong> la dominación <strong>de</strong> los bamileke». Le pedían que se


preocupara <strong>de</strong> la amenaza que representaba para la unidad nacional, la actitud<br />

«<strong>de</strong> ciertos grupos étnicos que están empecinados en burlarse <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> coexistencia<br />

pacífica <strong>de</strong> los camerunenses», y le exigían que <strong>de</strong>cretara «or<strong>de</strong>nanzas y<br />

leyes cuyo objetivo sea <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r y proteger los intereses <strong>de</strong> los grupos minoritarios».<br />

Según los jefes, sólo esto permitiría «salvaguardar para la posteridad la herencia<br />

sociocultural e histórica [...] y mantener su i<strong>de</strong>ntidad como grupo camerunense minoritario».<br />

Los slogans sawa, así como la carta <strong>de</strong> los jefes invocaban directamente<br />

la nueva Constitución, lo que condujo a una acalorada discusión en varios<br />

diarios y periódicos. Los autores sawa y otros que escribían para diarios favorables<br />

al gobierno como el Cameroun Tribune, Le Patriote y L’Anecdote saludaron<br />

la nueva Constitución como un paso necesario para proteger a los grupos<br />

minoritarios <strong>de</strong> la «presión asfixiante» <strong>de</strong> nóma<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mográficamente superiores<br />

y «expansionistas» tales como los bamileke. Los artículos <strong>de</strong> la prensa<br />

antigubernamental, aparecidos principalmente en bamileke, calificaban la<br />

Constitución más bien como una receta <strong>de</strong> origen anglófono para la <strong>de</strong>sintegración<br />

nacional. Zognong <strong>de</strong>stacaba por ejemplo que, en vez <strong>de</strong> promover la<br />

«conciencia nacional», la Constitución avivaba la discriminación étnica y que<br />

por lo tanto promovía una «falsa conciencia», sustituyendo una «ciudadanía<br />

cívica» garantizada en la Constitución <strong>de</strong> 1972 12 por una «ciudadanía étnica».<br />

También advertía que el sentido ambiguo <strong>de</strong>l término «minoría» fue mantenido<br />

<strong>de</strong>liberadamente, <strong>de</strong>jándolo por lo tanto abierto a cualquier tipo <strong>de</strong><br />

manipulación. Otros artículos alertaban sobre una trivialización <strong>de</strong> la noción<br />

<strong>de</strong> «minoría», responsabilizando al gobierno CPDM <strong>de</strong> promover una política<br />

<strong>de</strong> «dividir para gobernar» en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> un sentido <strong>de</strong> nación 13 .<br />

Sin embargo las protestas sawa no solamente condujeron a un <strong>de</strong>bate<br />

público, sino que también fueron la ocasión para que el régimen <strong>de</strong> Biya interviniera<br />

<strong>de</strong> una manera que ilustró gráficamente la importancia <strong>de</strong> los temas<br />

en juego. Invocando la nueva Constitución, el gobierno CPDM aclaró que, en<br />

efecto, «minorías» como la sawa podían confiar en él en lo que se refiere a la<br />

protección contra extranjeros «hegemónicos». Poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las protestas<br />

sawa <strong>de</strong> Douala, el presi<strong>de</strong>nte Biya firmó un <strong>de</strong>creto que <strong>de</strong>signaba <strong>de</strong>legados<br />

<strong>de</strong> gobierno -por supuesto todos partidarios <strong>de</strong>l CPDM- para cada consejo<br />

metropolitano. El establecimiento <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>legados en ciuda<strong>de</strong>s consi<strong>de</strong>radas<br />

sawa -no solamente ciuda<strong>de</strong>s costeras como Douala o Limbe, sino también<br />

Kumba en el interior- fue la ocasión para realizar gran<strong>de</strong>s reuniones<br />

sawa en las que se «felicitó al Jefe <strong>de</strong> Estado» por haber escuchado su llamado<br />

a poner un freno a la hegemonía <strong>de</strong> los «no nativos en sus ciuda<strong>de</strong>s» 14 . Así,<br />

tras la intención aparente <strong>de</strong> proteger los intereses <strong>de</strong> la «minoría», el régimen<br />

CPDM logró imponer su propia gente a la cabeza <strong>de</strong> los consejos urbanos<br />

clave, incluso en los distritos electorales don<strong>de</strong> había perdido las elecciones.<br />

Todo este asunto dio origen a discusiones académicas a través <strong>de</strong> todo<br />

el país. Por ejemplo, en mayo <strong>de</strong> 1996, La Nouvelle Expression <strong>de</strong>dicó una edición<br />

especial (n° 001, 23 <strong>de</strong> mayo 1996) al tema «Minorités, autochtones, allogènes<br />

et démocraties». El especial realizaba un intento serio y consistente por<br />

<strong>de</strong>construir esas nociones y <strong>de</strong>stacar sus peligrosas consecuencias políticas 15 .<br />

Allí el profesor Ngijol Ngijol realiza un análisis histórico <strong>de</strong> las versiones<br />

sucesivas <strong>de</strong>l término «autoctonía», <strong>de</strong>stacando los peligros <strong>de</strong> incluir una<br />

noción tan ambigua en la Constitución <strong>de</strong>l país. Bertrand Toko <strong>de</strong>muestra<br />

cuán difícil es aplicar dicha noción especialmente en ciuda<strong>de</strong>s como Douala<br />

Anales <strong>de</strong> <strong>Desclasificación</strong> / vol. 1: La <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l área cultural n° 1 / 2005<br />

12. Zognong, D. 1997. - «La question bamiléké<br />

pendant l’ouverture démocratique au<br />

Cameroun» - En: Zognong, D. & I. Mouiche<br />

(eds.) 1997. - Démocratisation et rivalités ethniques<br />

au Cameroun – Yaoundé: CIREPE /<br />

Ethnonet.<br />

13. Jua, N. 1997. – «Spatial Politics and<br />

Political Stability in Cameroon» - Discurso<br />

<strong>de</strong> apertura presentado en el taller<br />

Cameroun, Biography of a Nation, Amherst<br />

College, Amherst [Mass.], 20-23 <strong>de</strong> noviembre<br />

1997; Tatah Mentan, E. 1997. - «Colonial<br />

Legacies, Democratisation and the Ethnic<br />

Question in Cameroon» - En Zognong, D. &<br />

I. Mouiche, op.cit.<br />

14. Yenshu, E. 1999. - «The Discourse and<br />

Politics of Indigenous/Minority Peoples<br />

Rights in Some Metropolitan Areas of<br />

Cameroon» - En: Journal of Applied Social<br />

Sciences, vol. 1, no.1, pp. 59-76.<br />

15. Cf. también con artículos similares <strong>de</strong>l<br />

Impact Tribu-Une sobre «Le Péril Bamiléké au<br />

Cameroun» (n° 006, Enero-febrero-marzo<br />

1996) y sobre los «Camerounais <strong>de</strong><br />

Nationalité Allogène» (n° 007, abril-mayojunio<br />

1996). Cf. también el animado <strong>de</strong>bate<br />

por internet, en Camnet, principalmente con<br />

camerunenses en diáspora.<br />

185


Ciudadanía y pertenencia en África actual / P. Geschiere<br />

16. Ver su entrevista («Cameroon Calling»)<br />

en CRTV, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las elecciones municipales<br />

<strong>de</strong> 1996. En este contexto, políticos y<br />

autores utilizan frecuentemente la distinción<br />

francesa entre territoire (territorio en un sentido<br />

general) y terroir (área <strong>de</strong> pertenencia);<br />

ver también Diouf, Mamadou 1999. - «The<br />

French Colonial Policy of Assimilation and<br />

the Civility of the Originaires of the Four<br />

Communes (Sénégal): A Nineteenth<br />

Century Globalizaton Project» - En: Meyer,<br />

Brigit & Geschiere, Peter (eds) 1999. -<br />

Globalizaton and I<strong>de</strong>ntity, Dialectics of Flow and<br />

Closure - Oxford: Blackwell, 1999, pp. 71-97.<br />

17. Djana, Mono 1997. - Les proverbes <strong>de</strong> Paul<br />

Biya –Yaoundé: Editions du Carrefour.<br />

186<br />

y Yaoundé, puesto que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el comienzo mismo <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sarrollo urbano<br />

ellas fueron habitadas por inmigrantes. Esto sería aún más preocupante puesto<br />

que, justamente en estas ciuda<strong>de</strong>s, la gente invoca la autoctonía como la<br />

base misma <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>mandas políticas y económicas. Philippe Bissek formula<br />

pregunta <strong>de</strong> por qué tantos regímenes africanos parecen apostar recientemente<br />

por lemas políticos tan fundamentales. Estos análisis críticos han sido<br />

enriquecidos con documentos históricos importantes.<br />

Sin embargo, la misma publicación contiene también otras voces, como<br />

por ejemplo una larga entrevista con Roger Gabriel Nlep, otro académico <strong>de</strong><br />

la Universidad <strong>de</strong> Yaoundé, sobre su «teoría <strong>de</strong>l village électoral (al<strong>de</strong>a electoral)».<br />

Según él, el tema central es la integración. La gente <strong>de</strong>biera estar completamente<br />

integrada al lugar don<strong>de</strong> vive, «... pero esto supone que no exista un<br />

autre chez-soi (otro hogar propio)». De este modo, si un candidato electo en<br />

Douala <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> los intereses <strong>de</strong> «su pueblo» ubicado en otro lugar, esto<br />

<strong>de</strong>bería ser calificado <strong>de</strong> «escroquerie politique (estafa política)». En su entrevista<br />

con La Nouvelle Expression, el profesor Nlep se muestra más bien pru<strong>de</strong>nte.<br />

Otros, como por ejemplo Mola Njoh Litumbe <strong>de</strong>l SWELA (Buea) 16 ,<br />

interpretan la noción <strong>de</strong> village électoral con mayor audacia, señalando que<br />

ésta implicaría que los nóma<strong>de</strong>s urbanos regresen a sus pueblos y voten allí ,<br />

una interpretación que se ha visto reforzada a través <strong>de</strong> las manipulaciones<br />

<strong>de</strong>l regimen ya señaladas, consistentes en leyes electorales y en listas <strong>de</strong><br />

votantes para cada elección.<br />

Otros utilizan lemas aún menos pru<strong>de</strong>ntes para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la autoctonía<br />

como argumento políticamente válido. Mono Ndjana, profesor <strong>de</strong> filosofía en<br />

la Universidad <strong>de</strong> Yaoundé y partidario explícito <strong>de</strong>l régimen, les reprocha a<br />

los bamileke su ethnofascisme y califica los argumentos <strong>de</strong> sus opositores intelectuales<br />

como gauchissement du tribalisme (izquierdización <strong>de</strong>l tribalismo) 17 .<br />

El Funeral como prueba última <strong>de</strong> pertenencia<br />

Es importante <strong>de</strong>stacar que la obsesión por la autoctonía no es sólo una<br />

manipulación politica «<strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba», es <strong>de</strong>cir, por aquellos que están en el<br />

po<strong>de</strong>r. Está emergiendo también <strong>de</strong> manera muy intensa «<strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo». Esto<br />

se pue<strong>de</strong> apreciar claramente a través <strong>de</strong>l segundo aspecto señalado anteriormente,<br />

es <strong>de</strong>cir, a través <strong>de</strong> la importancia creciente <strong>de</strong>l funeral como<br />

prueba última <strong>de</strong> pertenencia. La importancia <strong>de</strong>l lugar don<strong>de</strong> se realiza el<br />

funeral ya fue <strong>de</strong>stacada en la entrevista con el profesor Beyanga, fundador<br />

<strong>de</strong> la Asociación <strong>de</strong> la Undécima Provincia. Allí el periodista cita a otra élite<br />

<strong>de</strong>l Suroeste que insistiría en que «el hogar» se encuentra «don<strong>de</strong> a uno lo<br />

entierran», lo que provocó las furias <strong>de</strong> Beyanga.<br />

Está bastante claro que el lugar <strong>de</strong>l entierro podría convertirse en un<br />

tema crucial. Hay una ten<strong>de</strong>ncia continua a través <strong>de</strong> toda África, aunque<br />

cada vez con más excepciones, que consiste en el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la gente <strong>de</strong> ser<br />

enterrada en su pueblo <strong>de</strong> origen. Incluso sujetos urbanos que han pasado<br />

toda su vida en la ciudad (o que incluso han nacido allí) insisten en ser enterrados<br />

«en casa», es <strong>de</strong>cir en su pueblo <strong>de</strong> origen. De hecho, para muchos, el<br />

ser enterrado en la ciudad constituye un signo <strong>de</strong> profunda vergüenza social,<br />

puesto que sería una muestra <strong>de</strong> que la persona en cuestión ya no tiene familia.<br />

El funeral en el pueblo <strong>de</strong> origen es la prueba final <strong>de</strong> que uno efectivamente<br />

«pertenece» a ese lugar. Los vínculos existentes entre el entierro y la


pertenencia son consi<strong>de</strong>rables. En muchos lugares <strong>de</strong> África 18 se estaría produciendo<br />

una especie <strong>de</strong> inflación <strong>de</strong> los ritos fúnebres. Por ejemplo, el economista<br />

Célestin Monga ve las inversiones cada vez más importantes en<br />

pompas fúnebres como una <strong>de</strong> las razones <strong>de</strong> la «acumulación improductiva»<br />

imperante 19 . Es evi<strong>de</strong>nte que el estrecho vínculo entre el funeral y la pertenencia<br />

no sólo es fundamental sino que a<strong>de</strong>más involucra emociones muy<br />

profundas. Por ejemplo el lí<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Mouvement pour la Démocracie et le<br />

Progrès, Samuel Eboua, uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s nombres <strong>de</strong> la política camerunense<br />

(ex-secretario general <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte y ex-conferenciante <strong>de</strong> la ENAM,<br />

prestigiosa aca<strong>de</strong>mia para funcionarios) explica con estas fuertes palabras el<br />

sentido crucial <strong>de</strong>l lugar don<strong>de</strong> se realiza el entierro:<br />

«Cada camerunense es un allogène en cualquier otro lugar <strong>de</strong>l país<br />

[...] que no sea el lugar don<strong>de</strong> vivieron sus antepasados y […] don<strong>de</strong><br />

sus restos mortales van a ser enterrados. Todos saben que solamente<br />

bajo circunstancias excepcionales un camerunense podrá ser enterrado<br />

en otro lugar». 20<br />

De hecho el tema <strong>de</strong>l entierro ilustra <strong>de</strong> manera más vívida que cualquier<br />

otro tema hasta qué punto este tipo <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>raciones impregnan la<br />

vida diaria. Esto –insisto- no es en sí un hecho nuevo. En los años ’70 cuando<br />

el presi<strong>de</strong>nte Ahidjo estaba todavía en el po<strong>de</strong>r, Radio Trottoir difundió la<br />

increíble historia <strong>de</strong> un hombre bamileke <strong>de</strong> Kumba que quería ser ministro.<br />

Nico<strong>de</strong>mus Awasom resume la historia <strong>de</strong> esta manera:<br />

«John Nganso nació aproximadamente en 1940 en Kumba, en el<br />

Camerún británico. Sus padres habían emigrado <strong>de</strong> Dschang en el<br />

Camerún francés escapando <strong>de</strong> la dureza <strong>de</strong> las normas coloniales francesas.<br />

Nganso cursó su educación primaria en Kumba y luego se trasladó<br />

a Nigeria y al Reino Unido para continuar sus estudios. De regreso<br />

a Camerún se integró a la función pública y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la inauguración<br />

<strong>de</strong>l Estado Unitario, ascendió rápidamente al rango <strong>de</strong> director<br />

en un ministerio <strong>de</strong>l gobierno, logro excepcional, sino imposible<br />

para un anglófono. Nganso había aprendido bastante francés y se le<br />

acusa <strong>de</strong> haber alterado su tarjeta étnica i<strong>de</strong>ntificándose como un bamileke<br />

francófono. Puesto que tenía la intención <strong>de</strong> ascen<strong>de</strong>r más allá <strong>de</strong><br />

su cargo <strong>de</strong> director, Nganso tuvo que integrarse como un bamileke propiamente<br />

tal en la élite bamileke. Se vió en la obligación <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar<br />

lo inexistente: la casa y el sepulcro <strong>de</strong> su difunto padre en territorio<br />

bamileke, símbolos supremos <strong>de</strong> su bamilekidad. Como tanto la casa<br />

como la tumba se encontraban en Kumba, Nganso no estaba en condiciones<br />

<strong>de</strong> aparecer como un bamileke convincente. Las exigencias <strong>de</strong> sus<br />

intenciones lo obligaron a adquirir un terreno en territorio bamileke,<br />

don<strong>de</strong> nunca había estado, y a exhumar y transportar el cadáver <strong>de</strong> su<br />

padre para enterrarlo allí. Nganso <strong>de</strong>bió someterse a esta dura prueba<br />

para ser aceptado como bamileke y francófono y <strong>de</strong>bió renunciar a la i<strong>de</strong>ntidad<br />

anglófona que le perjudicaba. La conducta <strong>de</strong> Nganso provocó un<br />

escándalo en Kumba, don<strong>de</strong> muchos anglófonos comprendieron las<br />

motivaciones políticas <strong>de</strong> su acto. El gobierno <strong>de</strong> Ahidjo se sintió tan<br />

avergonzado por la sórdida maniobra, que rápidamente Nganso fue<br />

Anales <strong>de</strong> <strong>Desclasificación</strong> / vol. 1: La <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l área cultural n° 1 / 2005<br />

18. Esto se refiere explícitamente a la parte<br />

no islamizada <strong>de</strong> África. Uno <strong>de</strong> los efectos<br />

más directos <strong>de</strong> la conversión al islam en<br />

muchas regiones (repito, no en todas partes)<br />

es que los funerales tien<strong>de</strong>n a volverse<br />

menos onerosos. Por una razón: el cuerpo<br />

tiene que ser enterrado rápidamente, por lo<br />

que a menudo no hay tiempo para transportarlo<br />

<strong>de</strong> regreso a su pueblo <strong>de</strong> origen.<br />

19. Ver C. Monga 1995. - «Cercueils, orgies et<br />

sublimation: le coût d’une mauvaise gestion<br />

<strong>de</strong> la mort» - En: Afrique 2000, no. 21, pp. 63-<br />

72.<br />

20. Impact Tribu-Une, 1995, nº 005, p. 14.<br />

187


Ciudadanía y pertenencia en África actual / P. Geschiere<br />

21. Awasom, Nico<strong>de</strong>mus 1999. - I<strong>de</strong>ntity<br />

Crises in a Mo<strong>de</strong>rn Áfrican Nation-State: The<br />

Case of Bilingual Cameroon in Historical<br />

Perspective - Universidad <strong>de</strong> Buea: s/e.<br />

188<br />

retirado <strong>de</strong> su puesto. » 21<br />

En otra versión <strong>de</strong> la historia, los habitantes <strong>de</strong>l pueblo le habrían<br />

dicho a Nganso: «No te conocemos. Muéstranos el sepulcro <strong>de</strong> tu padre». Ante esta<br />

situación, Nganso no habría tenido otra opción que la <strong>de</strong> <strong>de</strong>senterrar el cuerpo<br />

<strong>de</strong> su padre (quien estaba enterrado en Kumba) y enterrarlo luego en el<br />

pueblo. La amplia circulación <strong>de</strong> la historia antedicha <strong>de</strong>muestra lo convincente<br />

que es este tema para la gente. De hecho para muchos <strong>de</strong> ellos, el lugar<br />

<strong>de</strong>l entierro es el criterio <strong>de</strong> pertenencia. Se dice que algunos inmigrantes<br />

bamileke que huyeron <strong>de</strong> sus pueblos originarios y se establecieron en la<br />

Provincia <strong>de</strong>l Suroeste durante la guerra civil que arrasó sus territorios en la<br />

época <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia (1960), habrían <strong>de</strong>jado instrucciones expresas a sus<br />

hijos y nietos <strong>de</strong> enterrarlos correctamente (re-enterrarlos) en sus pueblos <strong>de</strong><br />

origen una vez que la situación se hubiera normalizado.<br />

Pue<strong>de</strong> que el tema mismo no sea nuevo, pero es evi<strong>de</strong>nte que la <strong>de</strong>mocratización<br />

y la importancia renovada <strong>de</strong>l voto han vuelto estas consi<strong>de</strong>raciones<br />

mucho más urgentes. En junio <strong>de</strong> 1999 por ejemplo, el funeral <strong>de</strong> una mujer<br />

<strong>de</strong> la élite en Buea (capital <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong>l Suroeste) fue interrumpido violentamente<br />

por los policías quienes, ante la consternación <strong>de</strong> la familia, «arrestaron»<br />

el cuerpo <strong>de</strong> la mujer y lo transportaron a su ciudad natal cerca <strong>de</strong><br />

Mamfe. La historia es bastante complicada. La mujer en cuestión, una banyangi<br />

<strong>de</strong> la región <strong>de</strong> Mamfe, había muerto inesperadamente durante una estadía<br />

<strong>de</strong> estudios en Estados Unidos. Su marido, un bamileke que vivía en Buea,<br />

recorrió gran<strong>de</strong>s distancias para lograr transportar el cuerpo hasta «su hogar»<br />

-es <strong>de</strong>cir hasta Buea- para hacerlo enterrar cerca <strong>de</strong> la casa común. Sin embargo<br />

la propia familia <strong>de</strong> la mujer <strong>de</strong>cidió que su verda<strong>de</strong>ro hogar se encontraba<br />

en el pueblo don<strong>de</strong> ellos vivían, cerca <strong>de</strong> Mamfe. Así, habían solicitado a la policía<br />

que requisara el cuerpo. Al parecer, el estatus <strong>de</strong> inmigrante <strong>de</strong>l marido<br />

habría <strong>de</strong>bilitado su <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> enterrar a su esposa en Buea; las fuerzas <strong>de</strong>l<br />

or<strong>de</strong>n prefirieron intervenir en el sentido <strong>de</strong> la «costumbre» banyangi, según la<br />

cual las personas tienen que ser enterradas en su lugar <strong>de</strong> origen (aunque según<br />

algunos ancianos, esta sería una «costumbre» banyangi más bien reciente).<br />

Contra este tipo <strong>de</strong> antece<strong>de</strong>ntes fueron lanzadas consignas como la <strong>de</strong><br />

village électoral. Los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> la autochtonie no se cansan <strong>de</strong> repetir que<br />

poco importa cuánto tiempo un inmigrante viva en la ciudad, siempre querrán<br />

ser enterrados en los pueblos <strong>de</strong> sus antepasados. Y esto -como se ve en<br />

el ejemplo anterior- muestra hacia dón<strong>de</strong> está focalizada su lealtad básica.<br />

Siguiendo esta línea <strong>de</strong> pensamiento, la conclusión es que solamente a los<br />

«autóctonos» <strong>de</strong>biera permitírseles ser candidatos a puestos importantes.<br />

Esta misma lógica es la que invoca el gobierno para justificar sus eternas<br />

manipulaciones <strong>de</strong> las listas electorales: el retiro <strong>de</strong> candidatos (por supuesto<br />

sin exceptuar a la oposición), argumentando su «no pertenencia», etc.<br />

De hecho, la lógica política <strong>de</strong> la autochtonie encuentra cierta plausibilidad<br />

si consi<strong>de</strong>ramos la frecuencia con que los inmigrantes urbanos -aunque<br />

vivan durante generaciones en la ciudad, aunque posean tierras y construyan<br />

allí su vida entera- continúan enterrando a sus difuntos en sus respectivos<br />

pueblos <strong>de</strong> origen. En períodos <strong>de</strong> liberalización política, tales dobles compromisos<br />

resultan mucho más problemáticos 22 . Aun así, también es evi<strong>de</strong>nte<br />

que en la práctica las nociones <strong>de</strong> autochtonie conducen a formas problemáticas<br />

<strong>de</strong> exclusión. La Asociación <strong>de</strong> las Élites <strong>de</strong> la Undécima Provincia ya


citada es un buen ejemplo <strong>de</strong> la manera en que nociones como la <strong>de</strong> autochtonie<br />

o ciudadanía étnica erosionan totalmente el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> la ciudadanía<br />

nacional, elemento central <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> construcción nacional <strong>de</strong>l ex presi<strong>de</strong>nte<br />

Ahidjo en los años ‘60 y ’70 23 .<br />

Otro ejemplo igualmente elocuente nos llega <strong>de</strong> Kenia: el famoso -¿o<br />

notorio?- caso <strong>de</strong>l entierro <strong>de</strong> S.M., discutido en el conocido libro <strong>de</strong> Cohen y<br />

Odhiambo 24 . La pregunta sobre dón<strong>de</strong> «S.M.» -un eminente abogado <strong>de</strong><br />

Nairobi muerto <strong>de</strong> manera repentina- tenía que ser enterrado, se convirtió en<br />

una cuestión discutida arduamente entre los ancianos <strong>de</strong> su clan Luo y su<br />

viuda, una gikuyo. Los ancianos luo reclamaban que, más allá <strong>de</strong> su posición<br />

en Nairobi y <strong>de</strong> su reputación como figura «mo<strong>de</strong>rna», S.M. era luo y por lo<br />

tanto <strong>de</strong>bía ser enterrado en el pueblo. Curiosamente el legendario hombre<br />

<strong>de</strong> la política luo Oginga Odinga, apoyó a la viuda gikuyo <strong>de</strong>clarando que<br />

este hincapié en enterrar a los difuntos en su lugar <strong>de</strong> origen era algo nuevo.<br />

Según él, antiguamente los luo enterraban a sus muertos en el lugar hacia<br />

don<strong>de</strong> habían emigrado, para así confirmar futuras <strong>de</strong>mandas al respecto.<br />

Aún más impactante fue la resolución <strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong> Apelación Nacional,<br />

que invirtió el veredicto <strong>de</strong> las cortes inferiores, dándole la razón al clan luo.<br />

Segun Cohen y Odhiambo, es evi<strong>de</strong>nte que la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> la corte estuvo fuertemente<br />

influenciada por una intervención directa <strong>de</strong>l mismísimo presi<strong>de</strong>nte<br />

Arap Moi. El ejemplo <strong>de</strong> Kenia <strong>de</strong>muestra nuevamente que los regímenes<br />

autoritarios optan a menudo por apoyar versiones renovadas <strong>de</strong> la autoctonía<br />

como medio eficaz para resistir a los efectos <strong>de</strong>l multipartidismo. Esto<br />

<strong>de</strong>muestra a<strong>de</strong>más cómo un tema «cultural», aparentemente no político,<br />

como es la proliferación <strong>de</strong> ritos fúnebres neotradicionales, pue<strong>de</strong> encontrarse<br />

en el centro mismo <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> pertenencia accionada por la liberalización<br />

política.<br />

Conclusión<br />

A modo <strong>de</strong> conclusión haré dos observaciones breves que pue<strong>de</strong>n indicarnos<br />

la gran importancia <strong>de</strong> los temas tratados. Primero que nada, el surgimiento<br />

<strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> autoctonía en muchos lugares <strong>de</strong> África y los discursos<br />

paralelos en otras partes <strong>de</strong>l mundo, ilustran <strong>de</strong> manera fehaciente la<br />

necesidad <strong>de</strong> mirar más <strong>de</strong> cerca lo que Arjun Appadurai llama apropiadamente<br />

«producción <strong>de</strong> localidad» 25 . Appadurai <strong>de</strong>staca que los antropólogos<br />

y los científicos sociales en general han tomado la localidad como algo evi<strong>de</strong>nte.<br />

En vez <strong>de</strong> verla como algo dado, y <strong>de</strong> usarla como el punto <strong>de</strong> partida<br />

obvio para <strong>de</strong>finir una unidad <strong>de</strong> estudio, <strong>de</strong>bemos estudiarla como una<br />

lucha constante <strong>de</strong> <strong>de</strong>finición y re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> vecinda<strong>de</strong>s. Por supuesto, la<br />

globalización, y especialmente las nuevas técnicas <strong>de</strong> comunicación y<br />

transporte, vuelven la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> localidad aún más precaria que antes. Pero esto<br />

no significa que la producción <strong>de</strong> localidad haya perdido importancia. Por el<br />

contrario, pareciera convertirse en una preocupación aún más urgente, que<br />

opera como contrapeso a la intensificación <strong>de</strong> los flujos globales.<br />

La obsesión respecto a la autoctonía o, <strong>de</strong> manera más general, las<br />

i<strong>de</strong>as relativas a las «raíces» y a la «tierra», pue<strong>de</strong>n ofrecer un punto <strong>de</strong> partida<br />

estratégico para analizar la importancia continua <strong>de</strong> la localidad, puesto<br />

que pue<strong>de</strong>n ayudarnos a enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> qué manera figuras discursivas apa-<br />

Anales <strong>de</strong> <strong>Desclasificación</strong> / vol. 1: La <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l área cultural n° 1 / 2005<br />

22. Cf. Geschiere, Peter & J. Gugler (eds.)<br />

1998, una edición especial <strong>de</strong> África (vol. 68,<br />

nº 3) sobre los patrones variables <strong>de</strong> la<br />

conexión rural-urbana continua, especialmente<br />

sobre la fuerza renovada en muchos<br />

lugares <strong>de</strong> África <strong>de</strong> la «política <strong>de</strong>l patriotismo<br />

primario» ocasionado por la importancia<br />

<strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> origen para las élites<br />

urbanas.<br />

23. La diferencia entre el régimen <strong>de</strong> Ahidjo<br />

y el <strong>de</strong> Biya no es tan gran<strong>de</strong> como pue<strong>de</strong><br />

aparecer en los textos oficiales. En la práctica<br />

Ahidjo siguió una politica consecuente <strong>de</strong><br />

«equilibrio regional» que significó una dosificación<br />

fija <strong>de</strong> los puestos políticos para<br />

cada grupo regional (étnico). Aunque el<br />

i<strong>de</strong>al formal -repetido ad nauseam- era la unidad<br />

nacional, la práctica política bajo Ahidjo<br />

también fue altamente étnica. Con todo, hay<br />

diferencias importantes respecto a la política<br />

practicada por Biya. Aún cuando ésta fue<br />

principalmente formal, la tensión <strong>de</strong> Ahidjo<br />

respecto a la unidad negó a los camerunenses<br />

ciertas prerrogativas <strong>de</strong> la ciudadanía. El<br />

régimen <strong>de</strong> Biya, al luchar por la supervivencia<br />

política se volvió mucho más abierto<br />

en su táctica <strong>de</strong> «dividir para gobernar». Por<br />

otra parte, como el equilibrio <strong>de</strong> Ahidjo tenía<br />

su base en las regiones, su autoritarismo<br />

excluyó luchas más abiertas sobre cuales<br />

políticos pertenecían a una <strong>de</strong>terminada<br />

región y cuáles no.<br />

24. Cohen, D.W. & E. S. Atieno Odhiambo<br />

1992. - By\urying S.M.:The Politics of<br />

Knowledge and the Sociology of Power in África<br />

- London: Currey/Heinemann.<br />

25. Appadurai, Arjun 1996, op.cit., cap. 9.<br />

189


Ciudadanía y pertenencia en África actual / P. Geschiere<br />

26. Geshiere y Nyamnjoh 2000, op.cit. Cf.<br />

Hibou, Béatrice (ed.) 1999. - La privatisation<br />

<strong>de</strong>s États - Paris: Karthala.<br />

190<br />

rentemente similares pue<strong>de</strong>n tener consecuencias diversas <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l<br />

contexto. Según lo expresado anteriormente, hay paralelos sorpren<strong>de</strong>ntes<br />

entre, por ejemplo, los eslóganes <strong>de</strong> los manifestantes sawa en Camerún,<br />

quienes <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n su autoctonía contra los imigrantes venidos <strong>de</strong> otras regiones<br />

<strong>de</strong> Camerún, y la propaganda <strong>de</strong> la Nueva Derecha en Europa contra los<br />

inmigrantes venidos <strong>de</strong> fuera <strong>de</strong> Europa, quienes mancharían la pureza <strong>de</strong> la<br />

nación y <strong>de</strong> las tierras ancestrales. Sin embargo precisamente estas semejanzas<br />

discursivas pue<strong>de</strong>n ser tremendamente engañosas. En otro texto 26 intentamos<br />

<strong>de</strong>mostrar, como ejemplo, que una comparación rápida entre la autoctonía<br />

en Camerún y las i<strong>de</strong>ologías <strong>de</strong> la Nueva Derecha en Francia -Le Pen y<br />

sus compañeros- nos sugiere diferencias importantes. Para mencionar sólo<br />

una: en Camerún el régimen anima i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> autoctonía para diluir la noción<br />

<strong>de</strong> la ciudadanía nacional. Para Le Pen (o Hai<strong>de</strong>r, para citar un ejemplo más<br />

urgente) la autoctonía sirve más bien para intentar unir la nación contra los<br />

«extranjeros» venidos <strong>de</strong>l exterior. En una perspectiva comparativa más<br />

amplia, el <strong>de</strong>safío parece más bien relativizar la aparente lógica <strong>de</strong> reivindicaciones<br />

tales como la «tierra» y la «pertenencia», cuando se exploran las<br />

consecuencias tan disímiles a las que pue<strong>de</strong>n conducir tales discursos.<br />

Una segunda observación más específicamente ligada al tema África<br />

2000 <strong>de</strong> esta conferencia, es que la cuestión <strong>de</strong> la autoctonía pue<strong>de</strong> mostrarnos<br />

los efectos inesperados y preocupantes que tuvo en el continente la i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong> «evitar pasar por el Estado», propagada <strong>de</strong> manera tan intensa por el establishment<br />

<strong>de</strong>sarrollista en los años 90’. Por supuesto, todavía queda abierta la<br />

pregunta <strong>de</strong> si todo esto no condujo <strong>de</strong> hecho a un <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong>l Estado<br />

26 . Pero la capacidad distributiva visible <strong>de</strong>l Estado se vió sin duda reducida<br />

en muchos aspectos, lo que hizo más urgente la <strong>de</strong>fensa, por parte <strong>de</strong> la<br />

población, <strong>de</strong> los recursos locales contra los forasteros. De esta forma las nuevas<br />

políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo ayudaron a minar la noción <strong>de</strong> ciudadanía nacional,<br />

contribuyendo a la aparición <strong>de</strong> asociaciones locales o regionales que se<br />

presentan como ONGs (pero que en los hechos suelen funcionar como una<br />

especie <strong>de</strong> consecuencia <strong>de</strong> la organización estatal). La antigua política <strong>de</strong><br />

construcción nacional, en ese entonces apoyada fuertemente por el establishment<br />

<strong>de</strong>sarrollista internacional, pareciera no haber producido los resultados<br />

que los donantes esperaban. Aun así no cabe duda que ha emergido un cierto<br />

sentimiento nacional; basta comparar por ejemplo el entusiasmo popular<br />

respecto a los resultados <strong>de</strong> las selecciones nacionales <strong>de</strong> fútbol. Pero el surgimiento<br />

<strong>de</strong> la autoctonía y <strong>de</strong> las nociones <strong>de</strong> pertenencia dirigidos contra<br />

los allogènes, que son en su mayoría ciudadanos <strong>de</strong>l mismo Estado, parece disolver<br />

lo que queda <strong>de</strong> tales sentimientos nacionales.<br />

Los efectos particulares <strong>de</strong> la liberalización política en África, que<br />

conducen paradójicamente a una obsesión por lo local y a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la<br />

autoctonía contra ciudadanos <strong>de</strong> la msima nación, parecen requerir <strong>de</strong> una<br />

reflexión adicional sobre el modo <strong>de</strong> rescatar por lo menos algunos principios<br />

<strong>de</strong> base <strong>de</strong> la ciudadanía nacional y la igualdad <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los ciudadanos<br />

<strong>de</strong> un Estado. Según algunos, el futuro <strong>de</strong>l Estado-Nación como marco<br />

institucional obvio pue<strong>de</strong> ser cuestionable. Pero tales modas intelectuales<br />

pue<strong>de</strong>n conducir a gran<strong>de</strong>s problemas si se aplican en el terreno <strong>de</strong> manera<br />

<strong>de</strong>masiado directa y fácil. Es evi<strong>de</strong>nte que en África la aplicación simple <strong>de</strong>l<br />

lema «evitar pasar por el Estado» y la proliferación consiguiente <strong>de</strong> ONGs<br />

podría disolver la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> ciudadanía nacional <strong>de</strong>masiado fácilmente.


Bibliografía<br />

Appadurai, Arjun 1996. - «The production<br />

of locality» - En: Mo<strong>de</strong>rnity at Large:<br />

Cultural Dimensions of Globalization,<br />

Minneapolis: Univ. of Minnesota Press,<br />

1996.<br />

Awasom, Nico<strong>de</strong>mus 1999. - I<strong>de</strong>ntity<br />

Crises in a Mo<strong>de</strong>rn Áfrican Nation-State: The<br />

Case of Bilingual Cameroon in Historical<br />

Perspective - Universidad <strong>de</strong> Buea: s/e.<br />

Cohen, D.W. & E. S. Atieno Odhiambo<br />

1992. - By\urying S.M.:The Politics of<br />

Knowledge and the Sociology of Power in<br />

África - London: Currey/Heinemann.<br />

Diouf, Mamadou 1999. - «The French<br />

Colonial Policy of Assimilation and the<br />

Civility of the Originaires of the Four<br />

Communes (Sénégal): A Nineteenth<br />

Century Globalizaton Project» - En:<br />

Meyer, Brigit & Geschiere, Peter (eds)<br />

1999. - Globalizaton and I<strong>de</strong>ntity, Dialectics<br />

of Flow and Closure - Oxford: Blackwell.<br />

Djana, Mono 1997. - Les proverbes <strong>de</strong><br />

Paul Biya – Yaoundé: Editions du<br />

Carrefour.<br />

Meyer, Brigit & Peter Geschiere (eds.)<br />

1999. - Globalizaton and I<strong>de</strong>ntity, Dialectics<br />

of Flow and Closure - Oxford: Blackwell.<br />

Geschiere, Peter & J. Gugler (eds.)<br />

1998. - «The Politics of Primary<br />

Patriotism». - África (edición especial). -<br />

vol. 68, nº 3, Londres, 1998.<br />

Hibou, Béatrice (ed.) 1999. - La privatisation<br />

<strong>de</strong>s États - Paris: Karthala.<br />

Jua, N. 1997. – «Spatial Politics and<br />

Political Stability in Cameroon»- Discurso<br />

<strong>de</strong> apertura presentado en el taller<br />

Cameroun, Biography of a Nation, Amherst<br />

College, Amherst [Mass.], 20-23 <strong>de</strong><br />

noviembre 1997.<br />

Anales <strong>de</strong> <strong>Desclasificación</strong> / vol. 1: La <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l área cultural n° 1 / 2005<br />

Konings, Piet & Francis Nyamnjoh<br />

1997. - «The Anglo-phone Problem in<br />

Cameroon» - En: Journal of Mo<strong>de</strong>rn Áfrican<br />

Studies, vol. 35, n 2, Cambridge.<br />

Monga, Célestin 1995. - «Cercueils,<br />

orgies et sublimation: le coût d’une mauvaise<br />

gestion <strong>de</strong> la mort» -En: Afrique 2000,<br />

n° 21, pp. 63-72.<br />

Tatah Mentan, E. 1997. - «Colonial<br />

Legacies, Democratisation and the Ethnic<br />

Question in Cameroon» - En: Zognong, D.<br />

& I. Mouiche.(eds.) 1997. - Démocratisation<br />

et rivalités ethniques au Cameroun –<br />

Yaoundé: CIREPE / Ethnonet.<br />

Yenshu, E. 1999. - «The Discourse and<br />

Politics of Indigenous/Minority Peoples<br />

Rights in Some Metropolitan Areas of<br />

Cameroon» - En: Journal of Applied Social<br />

Sciences, vol. 1, n° 1.<br />

Zognong, D. 1997. - «La question bamiléké<br />

pendant l’ouverture démocratique au<br />

Cameroun» - En: Zognong, D. & I.<br />

Mouiche (eds.) 1997. - Démocratisation et<br />

rivalités ethniques au Cameroun – Yaoundé:<br />

CIREPE / Ethnonet.<br />

Fuentes <strong>de</strong> prensa<br />

Impact Tribu-Une<br />

nº 005, 1995<br />

nº 006, Enero-febrero-marzo 1996<br />

nº 007, abril-mayo-junio 1996<br />

Cameroun Tribune<br />

nº 6037, 14 <strong>de</strong> febrero 1996<br />

Le patriote<br />

<strong>11</strong> <strong>de</strong> enero 1993<br />

191

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!