Descargar en pdf - Ego de Mujer

Cada parto es diferente, hasta los que son
complicados, creo que a todos nos llega
una vez.
El servicio social es particularmente único,
es aquí donde pude experimentar lo mejor
de todo, de la vida y de Dios, donde supe
que ser médico fué mi destino y mi vocación
y que no me equivoqué en nada hasta
el día de hoy, el destino me preparó y me
enseñó que SI se puede, tuve que atender
varios partos yo solo, sin personal, con recursos
muy limitados, a la luz de las velas,
con poca agua y en condiciones muy difíciles,
en particular un parto especialmente
muy crítico y complicado que tuvo un final
triste para la madre y la bebé, final inevitable
pero que nos dio fortaleza a la madre
y a mi en lo personal, espiritualmente y de
vida por un gran aprendizaje.
Si algún día tienes la oportunidad de entrar
a ver o mejor aún, de ayudar a atender
un parto y ver nacer a un bebé y los
nervios te lo permiten, vas a ser partícipe
una de las experiencias mas grandes de
esta vida, maravillosa, irrepetible e inolvidable.
¡Hazlo! ¿Por qué no? ¡Atrévete
a experimentar lo fascinante de la vida
misma!