Juana la Loca La oscura Edad Media La nave de los locos Ricardo ...

Número 1 / Marzo 2010
8
en un paralelismo entre el pensamiento
popular y lo que veían
los pintores.
– ¿Por lo que un artista
pinta, puede inferirse que
está loco?
– No se puede responder con
exactitud, ya que hay muchas
obras de pintores que
enloquecieron que no delatan
la demencia de su autor. Ciertamente,
en la serie de autorretratos
del pintor inglés William
Utermohlen (con Alzheimer),
puede observarse cómo su
rostro se fue descomponiendo
a lo largo del tiempo, pero si se
muestran esos autorretratos
sin identificarlos, me parece
difícil que se pueda hacer el
diagnóstico de demencia a
partir de ellos.
– ¿Pintura o literatura?
¿Cuál es más expresiva?
– Algunos sostienen que la
locura generalmente va asociada
a la sensibilidad de las
personas, y ésta, a la creación
literaria; otros sostienen que
expresar con palabras los
conflictos es más problemático
El loco
Pablo Picasso. (1904)
Acuarela sobre papel.
86 x 35 cm.
Museo Picasso,
Barcelona.
y que, en cambio, pintar es una labor más inconsciente, por lo
tanto, más libre. Es opinable, y podemos preguntarnos: ¿Un
cuadro tiene que expresar necesariamente algo? ¿Expresa
algo la pintura abstracta? ¿Son locos quienes hacen pintura
abstracta?
– ¿Cuál es la obra que mejor refleja a un personaje
demente?
–Me parece que, en relación con las obras pictóricas o con
las literarias, lo que es tildado como demencial en una época
puede ser celebrado como fantástico en otra. ¿Qué pensaría
un parisino del XVI si leyera un poema de Rimbaud, o un
El loco
Jacquemart de Hesdin.
(1350-1410)
Miniatura que ilustra
Las Pequeñas Horas de
Jean de Berry.
pintor del Renacimiento de un
cuadro de Pollock? El psiquiatra
argentino de origen suizo
Pichon-Rivière, diferenciaba
entre arte normal y arte patológico
o “imaginería de los
alienados”. Sostenía que, en
el artista normal, el procedimiento
creativo es controlado
y temporario. En cambio, en el
alienado, es más automático,
más permanente y, en cierta
medida, más necesario. Consideraba
que un “loco” pintaba
de determinada manera, pero
no lo diagnosticaba por sus
pinturas. Sin embargo, si uno
mira la pintura en la que Willem
de Kooning, después de
haber enloquecido, representa
a una mujer, resulta más fácil
endilgarle el epíteto de loco.
– Los tres personajes retratados
por Gericault (El
cleptómano, La jugadora
compulsiva y La loca),
hoy, con sólo mirarlos,
¿podrían ser diagnosticados
como fueron llamados
por el artista?
Los tres personajes retratados
por Géricault pueden ser tres
personas que se eligieron por ser “antisociales”, como se las
definiría hoy en día, un cleptómano, una jugadora compulsiva
y una loca. Pero ¿Quién se atrevería a hacer ahora su diagnóstico
mirando sólo las imágenes de los cuadros? Ninguno de
los personajes da una idea de locura por su aspecto.
En el caso de La loca, más bien parece tratarse de una mujer
triste o que mira algo con desaprobación. Pero, mi opinión
no se funda en nada científico. Y de las otras dos personas
retratadas puede decirse lo mismo: nada los identifica con lo
que rezan los títulos.
Producción general: EC-t Ediciones Científico-técnicas SRL. Asesora en psiquiatría: Dra. Susana Ogly. Diseño, diagramación e ilustración de tapa: Francisco Manuel Baggiani.
EC-t Ediciones Científico-técnicas SRL. © 2010 Derechos reservados. Malabia 734 3º C – Ciudad de Buenos Aires. www.ect-ediciones.com.