Download publication - The International Potash Institute
Download publication - The International Potash Institute
Download publication - The International Potash Institute
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
INTA<br />
,t<br />
0 D¢<br />
ISBN 987-521-056-0
A<br />
.1
EL POTASIO<br />
EN<br />
ISBN 987-521-056-0<br />
SISTEMAS AGRICOLAS ARGENTINOS<br />
/0<br />
Instituto Maclanai do Teenologla Agropecuariaz O FERTILIZAR<br />
- <strong>International</strong> <strong>Potash</strong> <strong>Institute</strong><br />
Actas del 10 Simposio FAUBA-IPI-Fertilizar INTA.<br />
Buenos Aires, Argentina, 20-21 de noviembre de 2001.
I.N.TA. Instituto Nacional de Tecnologfa Agropecuaria<br />
Ia edici6n 2002<br />
Tirada 250 ejemplares<br />
Reservado todos los derechos de ]a presente edici6n para todos los pafses. Esta obra no se<br />
podri reproducir total o parcialmente por ningdn m6todo grifico,, electr6nico, mecAnico o<br />
cualquier otro, incluyendo los sistemas de fotocopias y fotoduplicaci6n, registro magnetof6nico<br />
o de alimentaci6n de datos, sin expreso consentimiento del INTA.<br />
IMPRESO EN LA EEA INTA PERGAMINO -ARGENTINA<br />
PRINTED IN EEA INTA PERGAMINO - ARGENTINA.<br />
Hecho el dep6sito que prevd la ley 11.723<br />
Instituto Internacional del Potasio<br />
PO. Box 1609<br />
Basilea CH 4001<br />
Suiza<br />
Tel. +41 61 261 29 22<br />
Fax: +41 61 261 29 25<br />
E-mail ipi@iprolink.ch<br />
http://www.ipipotash.org<br />
Proyecto FERTILIZAR - INTA<br />
Estaci6n Experimental Agropecuaria Pergamino<br />
CT 2700 - Pergarnino<br />
Tel. +54 (0)2477-445004 - Fax +54 (0) 2477-432553<br />
E-mail: per fer tilizar@pergamino.inta.gov.ar .<br />
http://www.fertilizar.org<br />
Facultad de Agronomfa - UBA<br />
Av. San Martin 4453<br />
CP: 1417 - Buenos Aires<br />
Tel/Fax: +54 (0) 11-42248000<br />
E-mail lavado@agro.uba.a<br />
http://www.agro.uba.ar
El Potasio en Sistemas Agricolas Argentinos<br />
Actas del 10 Simposio FAUBA-IPI-Fertilizar INTA. Buenos Aires, Argentina,<br />
20 y 21 de noviembre de 2001.<br />
COMIT8 EDITOR<br />
Ing. Agr. Ph D. Ricardo J. Melgar<br />
Ing. Agr. M.Sc. Hillel Magen<br />
Ing. Agr. M.Sc. Ra6l S. Lavado<br />
COMISION ORGANIZADORA<br />
Geraldina Bastos (INTA-Fertilizar)<br />
Ing. Agr. Maria Elena Camozzi (INTA-Fertilizar)<br />
Ing. Agr. Maria Mercedes Figueroa (INTA-Fertilizar)<br />
CPN Carolina Genitrini (INTA-Fertilizar)<br />
Dr. Patricia Imas (IPI)<br />
Agr. Lavandera, Javier E. (INTA-Fertilizar)<br />
Sr. Lavandera, Luis E. (INTA-Fertilizar)<br />
Ing. Agr. Josefina Rosenbrock (INTA-Fertilizar)<br />
Ing. Agr. Marta Zubillaga (FAUBA)<br />
Agradecimientos<br />
Ing. Agr. Juan Josd Durin AIANBA - Asociaci6n de Ingenieros Agr6nomos del Norte de la<br />
Pcia. de Buenos Aires.<br />
Dr. Adolf Krauss (IPI Suiza)<br />
Las Marias S.A.<br />
Sra. Nidia Lobertti (EEA Pergamino - INTA)<br />
Ing. Agr. Ernesto Madero (Director Regional Buenos Aires Norte, INTA)<br />
Mr Luc Maene - IFA - <strong>International</strong> Fetilizer Industry Association<br />
Dr. Alexander Naumov (IPI Brasil)<br />
Rosamonte S.A.
g<br />
I-,
Palabras de bienvenida<br />
Honorables y Estimados Delegados e Invitados<br />
Damas y Caballeros<br />
Queridos Amigos<br />
Me da un gran placer darles la bienvenida en el nombre del<br />
Instituto Internacional de la Potasa, IPI, al Simposio Regional sobre<br />
Potasio en Sistemas Agricolas de Argentina.<br />
Para quienes no conozcan al IPI, permitanme que les presente<br />
brevemente al instituto. Fundado en 1952 en Suiza como una organizaci6n<br />
no comercial y no gubernamental, el IPI apunta fomentar<br />
la investigacibn sobre el potasio asi como recoger y diseminar los<br />
resultados de esas investigaciones a trav6s de seminarios, talleres<br />
y publicaciones. Con sus coordinadores, el IPI es activo en varias<br />
regiones agricolas importantes, a saber China, Sudeste de Asia, India,<br />
la regi6n del Norte y Este de Africa, Europa Central y del Este, la<br />
ex URSS y dentro de Amdrica latina, en Argentina y Brasil. Los coordinadores<br />
instalan ensayos de campo y experimentos cientificos con<br />
potasio para estudiar su efecto sobre el rendimiento y calidad de<br />
los cultivos asi como sobre la resistencia al estr6s. Los resultados y<br />
hallazgos de otras fuentes son la base para discusiones y deliberaciones<br />
en seminarios, talleres y simposios como el acontecimiento<br />
de hoy. Simposios similares fueron Ilevados a cabo durante este aho<br />
en Minsk, Bielorrusia, en Praga, R. Checa, en Varsovia, Polonia, en<br />
Amman, Jordania y en Nueva Delhi, India de aqui a unos pocas semanas<br />
m6s. Las actas de los talleres y simposios, junto con publicaciones<br />
especificas ylo de varios cultivos realizados en mis de 20<br />
idiomas, complementan las actividades del IPI para diseminar los<br />
conocimientos sobre fertilizacibn balanceada.<br />
Las necesidades de investigaci6n en fertilizacibn balanceada<br />
siguen siendo evidentes. Paises asi5ticos como la India utilizan todavia<br />
hasta 10 veces mAs nitrbgeno que potasin en sus fertilizantes,<br />
aunque las plantas cultivadas absorben los dos nutrientes en cantidades<br />
casi id6nticas. La fertilizacibn desbalanceada tambi6n es un<br />
problema en Argentina. El uso de 450,000 t de N contrasta con las<br />
para la preparacibn de sus manuscritos y p6sters, asi como por viajar<br />
a Buenos Aires. Estoy tambidn muy agradecido a la Facultad de
Agronomia de la Universidad de Buenos Aires, y a FERTILIZAR por<br />
su muy provechosa colaboraci6n en la organizaci6n del Simposio.<br />
Finalmente deseo agradecer sinceramente la ayuda financiera proporcionada<br />
por la Asociacibn Internacional de la Industria de Fertilizante,<br />
IFA y del Instituto Nacional de Tecnologia Agropecuaria,<br />
INTA.<br />
Deseo finalmente a los participantes de la conferencia interesantes<br />
deliberaciones y fructiferas discusiones.<br />
Muchas Gracias.<br />
Adolf Krauss<br />
Director<br />
Instituto Internacional de la Potasa<br />
Noviembre 20-21, 2001, Buenos Aires, Argentina.-
PROLOGO.<br />
La importancia del potasio en la Agricultura Argentina<br />
Los suelos de la regi6n pampeana de Argentina se caracterizan por una<br />
abundancia de Potasio, uno de los nutrientes esenciales para la producci6n agricola.<br />
Sin embargo, la idea se ha generalizado al punto tal de incluir a todo el pa(s y todos los<br />
cultivos. En nuestro pafs existe una gran variedad de suelos agrfcolas, muchos de ellos<br />
muy productivos, y situados en numerosos escenarios de producci6n agropecuaria, y<br />
en una gran proporci6n la fertilizaci6n con Potasio es necesaria y estd arraigada. Esto<br />
est, bien documentado para cultivos como tabaco, hortalizas, ornamentales. En general<br />
para cultivos en sistemas agricolas intensivos, donde la calidad se paga a trav6s de<br />
productos diferenciados. En ese sentido el potasio es un nutriente vegetal asociado a<br />
factores de calidad. Mas color, mas sabor y mayor duraci6n en g6ndola de las frutas son<br />
algunos ejemplos de atributos que contribuyen a esta calidad que son atribuidos a la<br />
fertilizaci6n pot6sica.<br />
Precisamente las regiones productoras de frutas y hortalizas se localizan en<br />
regiones extra-pampeanas con abundante sol y agua de riego como es el caso de Cuyo<br />
y los valles del norte, o la Mesopotamia, donde los suelos son frigiles, pobres y son<br />
fertilizados regularmente para sostener la producci6n econ6mica.<br />
Desde los inicios de la fertilizaci6n en [a regi6n pampeana hace mas de un siglo,<br />
no se plante6 la necesidad de incluir este elemento debido a la abundancia relativa de<br />
potasio como se mencion6. Sin embargo, en algunos suelos de esta regi6n pampeana<br />
se han verificados signos de degradaci6n que incluye la expoliaci6n de muchos nutrientes.<br />
Ya en la d6cada del 60 comenz6 a notarse respuestas al agregado de nitr6geno, y la<br />
saga continu6 en los 80 cuando comenz6 a generalizarse el uso de f6sforo y m6s<br />
recientemente el azufre, que se ha popularizado al demostrarse repuestas econ6micas<br />
a su aplicaci6n. La agriculturizaci6n tambidn ocasiona disminuciones en las reservas de<br />
potasio como ha demostrado ]a Ing. Marta Conti y sus colaboradores en varias series de<br />
suelos pampdanos.<br />
Por estas razones los organizadores del ler. Simposio sobre Potasio en Sistemas<br />
Agr(colas Argentinos, fue sugerir y Ilevar algOn grado de conciencia as( como los 61timos<br />
avances sobre la importancia del potasio dentro de los planteos de fertilizaci6n balanceada<br />
en Argentina yen el extranjero. Durante dos dfas se presentaron trabajos sobre fertilidad<br />
des uelo, y fertilizaci6n potcsica en cultivos extensivos e intensivos asf como m6todos<br />
de aplicaci6n de fertilizantes pot6sicos. Finalmente una f6rtil discusi6n conducida por<br />
un panel especial al final de Simposio sirvi6 para arribar a claras conclusiones.<br />
Muchas gracias<br />
Ricardo Melgar, Hillel Magen y Raul Lavado.
<strong>The</strong> importance of potassium in Argentina's agriculture<br />
Most of the soils of the Pampean region of Argentina are characterized by an<br />
abundance of Potassium, one of the essential nutrients in modern agricultural production.<br />
This phenomena has become a general perception for all soils of the country, and<br />
was adopted practically by all fertilizer recommendations to crops. Argentina has a great<br />
variety of arable lands, many of them are very productive, located in several scenarios of<br />
farming production, and in many of them potassium fertilization is required. This is very<br />
well documented for crops like tobacco, vegetables, ornamentals and some cash crops,<br />
and in general for intensive agricultural systems, where farmers get return for the the<br />
quality of the products. Potassium is a well-known plant nutrient associated to quality<br />
factors. Better color, flavor, longer shelf life of fruits and nutritional values are some examples<br />
of quality parameters attributed to potassium fertilization.<br />
Indeed the regions producing high quality fruits and vegetables are located in<br />
extra-Pampean areas with plenty supply of sun and water from irrigation, like Cuyo and<br />
northern valleys, or the Mesopotamia, where the soils are fragile and with low fertility so<br />
they require regular fertilization to maintain economical production.<br />
From the beginnings of fertilization practices in the Pampean region, some 100<br />
years ago, potassium fertilization was considered as unnecessary.. Nevertheless, some<br />
soils of the Pampean region are showing degradation signs like declining levels of many<br />
nutrients. Response to nitrogen fertilization were found during the 60's ; ten years later<br />
the phosphorus deficiencies were fully demonstrated, and during the last five years the<br />
economic benefit of sulfur application became evident. <strong>The</strong> expanding agriculture and<br />
constant nutrient mining causes declination of potassium reserves, as demonstrated by<br />
Ing. Marta Conti and collaborators in various research works.<br />
<strong>The</strong> target of the 1st FAUBA, FERTILIZAR IPI workshop on "Potassium in<br />
Argentina's Agricultural Systems" was to assess, raise concern and update the latest<br />
findings on potassium fertilization in Argentina and abroad, in relevance to the agricultural<br />
systems in Argentina. Speakers from the national level and leading scientists from<br />
abroad raised concerns on the importance of potassium within the strategies for balanced<br />
fertilization in the Argentinian agriculture. During two days, papers were presented<br />
on the topics of soil fertility and fertilization, potassium fertilization in extensive and intensive<br />
crops and application methods of potassium. We also benefited from the very fertile<br />
open discussion conducted by the special panel, at the end of the workshop.<br />
Thank you,<br />
Ricardo Melgar, Hillel Magen and RaOl Lavado.
TEMARIO<br />
Sesi6n I. Potasio en suelos argentinos P6gina<br />
1. Niveles de disDonibilidad y reservas de Potasio en Argentina.. ...... 13<br />
Gustavo Moscatelli, J. A. Lutters y L.A. G6mez.<br />
2. Disponibilidad de potasio. Aspectos relacionados a la dinAmica de liberaci6n<br />
y renovaci6n de la soluci6n del suelo. 21<br />
Maria Conti.<br />
3. Origen y distribuci6n del Potasio en suelos de la regi6n Chaco-Pamoeana.. 35<br />
H6ctor J. M. Mon;Js y Gustavo A. Cruzate.<br />
4. Distribuci6n de cationes en suelos con monocultivo de cafla de azOcar v<br />
con aolicaci6n de sus suboroductos en la provincia de Juiuy. ........ 49<br />
Olga S. Heredia, Lidia Giuffr, Luis Berasategui, Silvia Ratto y Marta Coni.<br />
5. Potasio y otras bases de cambio en suelos del valle del Rio Negro.. .. 53<br />
Lidia Giuffr6, Olga Heredia, Diego Cosentino, Carla Pascale y Marta Conti.<br />
6. Monitoreo de los Cambios en ]a Fertilidad Potdsica de Hapludoles TiDicos<br />
de la Regi6n Pamoeana Fertilizados para Aadcultura de Alto Rendimiento. 57<br />
Marta E Conti, Ana M de la Horra , Mirta G Gonzlez, Nilda M. Arrigo, y<br />
Fernando Garcia.<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
7. Disponibilidad de Potasio en suelos v productividad de soma en Brasil 63<br />
Fabio C. da Silva, Aureo F Lantmann, Bel6n A.Aznar y Jos6 R. Bougas<br />
Farias.<br />
8. Respuesta del triao a la aplicaci6n de cloruro de potasio en Molisoles con<br />
alto contenido de Potasio. 73<br />
Ricardo Melgar, Hillel Magen, M. Elena Camozzi y J. Lavandera.<br />
9. Resouesta del arroz al potasio en la provincia de Corrientes. 85<br />
Miguel Mdndez Ricardo J. Melgar, Luis A. Morales y M. Cristina Sanabria.<br />
10. Resnuesta de la cafia de az6car a la aplicacion de Dotasio en Tucumdn. 93<br />
Maria Correa, Hillel Magen, C. Cusumano y R. Zerrizuela.<br />
11. Requerimientos de Potasio en sistemas intensivos de oroducci6n de maiz. 99<br />
Achim Dobermann.<br />
12. Requerimientos de nutrientes y estrategias adecuadas para la fertilizaci6n<br />
de canola.. .............................. 123<br />
Marcus Ross.
Sesi6n III. Potasio en cultivos intensivos<br />
13. El potasio en la viticultura regadia cuvana. ....................<br />
Rosana Valione y Milton L. Gonz6lez.<br />
Pdgina<br />
135<br />
14. Efecto del potasio sobre el rendimiento y la calidad en el limonero.. .... ..<br />
Miguel A. Garcia, Maria Correa, Hillel Magen y Alejandro Alvarez.<br />
15. Efecto de la fertilizaci6n NPK en el crecimiento, oroducci6n. estado<br />
155<br />
nutricional y fotosintesis de olantas citricas de vivero. . ..... 171<br />
Alberto C. De Campos Bernardi, Quirino A. de C. Carmello, y Sergio A. De<br />
Carvalho.<br />
16. El rol del Potasio en la Droducci6n de frutales deciduos.<br />
Enrique E. Sinchez<br />
187 -<br />
17. El potasio en viveros de eucaliotos. ....................<br />
Marcos Von Wemich y RaOl Lavado.<br />
18. Fertilizaci6n con nitr6geno v Dotasio en castafa de caiO en el estado de<br />
199<br />
Ceard, Brasil. .<br />
Lindbergue A. Cris6stomo, FJ. de S. Santos, R. N. Lima y A.G. Rosetti.<br />
19. Fertilizacion con Nitrogeno y Potasio en arboles de coco en el estado de<br />
207<br />
Ceara, Brasil. . ...................... ..... ... 213<br />
J.de A.D de Freitas, L.A. Cris6stomo, O.B. Weber A.G.Rossetti.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes potisicos<br />
20. Usc y aplicacin de fertilizantes pot6sicos en Argentina. ......... 219<br />
Guillermo Farbman.<br />
21. Maneio de la Nutricion Potdsica de los cultivos bale Fertirriego. 229<br />
Hillel Magen<br />
22. Mane*o de nutdentes en la oroducci6n de soia baio siembra directa. 247<br />
Gyles Randall.<br />
Sesi6n V. Potasio en planta y animales<br />
23. Absorci6n de ootasio oor los cultivos en distintos estadios fisiol6ficos. 263<br />
Uzi Kafkafi.<br />
24. El Potasio y el estr6s bi6tico. 281<br />
Adolf Krauss.<br />
25. El Potasio en Ia nutrici6n de animales dom6sticos. 295<br />
Osvaldo Cortamira.<br />
Conclusiones ................................ .. 305
SESIN I<br />
POTASIO<br />
EN SUELOS ARGENTINOS
RESUMEN<br />
NIVELES DE DISPONIBILIDAD<br />
Y RESERVAS DE POTASIO EN ARGENTINA<br />
Moscatelli, Gustavo'; Luters, J.A'. y G611ez, LA.'<br />
INTA CIRI; INSTITUTO DE SUELOS, 1712 Castelar<br />
mosca@cirn.inta.gov.ar<br />
El potasio es an constituyente abundante y vastamente distribuido en las rocas<br />
superficiales de la tierra; se calcula que representa, en peso, un 2,6% de la corteza<br />
terrestre. La mayor parte del potasio en las fracciones arena y limo de los suelos se halla<br />
en los minerales clasificados coma feldespatos y micas y, entre ellos, los m9s importantes<br />
son los feldespatos ortoclasa y microclino y las micas biotita y muscovita. La illita, es el<br />
principal mineral portador de potasio en la fracci6n arcilla de los suelos.<br />
Los suelos pampeanos se han desarrollado sobre materiales lodssicos.El foess<br />
pampeano es un sedimento e6lico, de color castaho, no consolidado, compuesto<br />
prevalentemente por particulas de tamaho limo, con fracciones subordinadas de arcilla y<br />
arena y rico en particulas de vidrio volcgnico.Los sedimentos originarios de los suelos<br />
pampeanos contienen diversos componentes ricas en potasio (ortoclasa, 14 %; microclino,<br />
14 %; illita 6 %; biotita 16 %; y muscovita 11.o%.<br />
El contenido de potasio total en cuatro series representativas de la Subregidn de<br />
la Pampa Ondulada fue estudiado par Scoppa (1974). Los resultados promedio para<br />
cada uno de estos perfiles son los siguientes: Serie Ramallo: 1,86 % de potasio total;<br />
Serie Rojas: 1,96 %: Segu: 1,93% y Na varro: 1, 74 %. Con los valores de los horizontes<br />
superiores de las cuatro series mencionadas se calcularon los pertinentes valores de<br />
potasio en kg/ha. Seie Ramallo: 59.000 kg/ha; Rojas: 63.000 kg/ha; Seguf" 65.000 kg/<br />
ha; y Navarro: 54.000 kg/ha. (Recordemos que la extraccidn promedio par cosecha es<br />
de 70 kg/ha.).<br />
La riqueza en potasio, tanto intercambiable coma no intercambiable, es sustancial,<br />
pues los cultivos no s6lo asimilan potasio intercambiable sino que absorben potasio no<br />
intercambiable en importantes proporcionoes, sobre todo durante los lapsos mAs avanzados<br />
del perfodo vegetativo. A los efectos de proporcionar va/ores que, en una primera aproximaci6n,<br />
establecen "stocks" de potasio disponibles en las distintas regiones del pats,<br />
fueron procesados los resultados analiticos correspondientes a los horizontes superiores<br />
de 4.981 calicatas correspondientes, tanto a la regin Pampeana (relevamientos a<br />
escala semidetallada), coma al Atlas de Suelos (relevamientos a escala de<br />
reconocimiento).<br />
Para calificar el contenido de potasio se utilizaron las siguientes categorfas, medidas<br />
en miliequivalentes cada 100 gramos de suelo, seglin la siguiente tabla:<br />
Sesi6n 1. Potasio en suelos argentinos<br />
13
Muy alto ........................<br />
>1.2<br />
Alto ..................................<br />
0.6-1.2<br />
Medio ...............................<br />
0.3-0.6<br />
Bajo ...................................<br />
0.1-0.3<br />
Muy bajo ........................<br />
<strong>The</strong> analyses of the total potassium content in four representatives Series of the<br />
Undulate Pampa Subregion, provided the following average results: Ramallo Series: 1.86%<br />
of total potassium; Rojas Series: 1.96%; Segui Series: 1.93% and Navarro Series: 1.74%.<br />
<strong>The</strong>se are in comparison with values prevalent in different parts of the world, and<br />
with the ones predominant, for example, in the United States, definitely high amounts.<br />
<strong>The</strong> abundance of potassium, both exchangeable and not-exchangeable, is<br />
substantial because the crops not only assimilate exchangeable potassium but they<br />
absorve also not-exchangeable potassium in important percentage, especially during the<br />
more advanced stage of the vegetative period.<br />
With the objetive of providing values wich, in a first approximation can inform<br />
about the amount of available potassium in the different regions of the country, results<br />
where processed of the analyses corresponding to the top soil in 4981 pits carried out all<br />
over the country. From the study of these results the following groups could be established:<br />
Provinces with a main tenor of Very High values:<br />
Buenos Aires, Catamarca, C6rdoba, Chaco, Formosa, La Pampa, La Rioja,<br />
Mendoza, Santa F6, TucumAn, Islas Malvinas ; with a predominantly High tenor: Entre<br />
Rios, Neuqu6n and San Luis; Medium: Chubut, Jujuy, Misiones, Salta, San Juan and<br />
Santa Cruz; Low: there is no province with a prevailingly low tenor; and Very Low: Corrientes.<br />
Studies carried out with respect to the evolucion of available potassiumin areas of<br />
intensive agriculture indicate a decrease related to a growing production with the<br />
employment of high yield varieties.<br />
It is estimated that far years from now a sistematic fertilization with potassium will be<br />
necessary.<br />
With reference to the existence of exploitable deposists in our country we must<br />
mention that there is an important deposit in the south of the province of Mendoza and in<br />
the north of the province of Neuqu6n. Its expansion determines that it is the most important<br />
of Latin America and one of the most extended in the world. <strong>The</strong> geological reserves of<br />
the deposits reach 2000 million tons.<br />
Potasio en la corteza terrestre<br />
El potasio es un constituyence abundane y vastamente distribuido en las rocas<br />
superficiales de la rierra; se calcula que representa, en peso, un 2,6% de la corteza rerrestre.<br />
La mayor parte del potasio en las fracciones arena y limo de los suelos se halla en los<br />
minerales clasificados como feldespatos y micas y, entre ellos, los m:s importantes son los<br />
feldespatos ortoclasa y microclino y las micas biotita y muscovita.<br />
La illita, es el principal mineral portador de potasio en la fracci6n arcilla de los suelos.<br />
Como dato ilustrativo de la intima afmnidad y relaci6n entre la illita y el potasio cabe indicar<br />
aqui que la formaci6n de illita - por alteraci6n de otros minerales en los sedimentos del fondo<br />
de los ocanos - explica el bajo contenido de potasio en las aguas oc6anicas en comparaci6n<br />
con el de sodio.<br />
Sesi6n 1. Potasio en suclos argentinos<br />
15
Potasio en las rocas de la Argentina<br />
Las rocas que constituyen el material original de los suelos, pueden separarse, en<br />
forma general en Consolidadas y No Consolidadas.<br />
Son Consolidadas aquellas que constituyen rocas aflorantes, con escasa o nula cobertura<br />
de materiales sueltos. Forman la mayor parte de las regiones montafiosas del sudoeste,<br />
oeste y noroeste del pals. Est.n representadas tambi6n, aunque con menor extensi6n, en la<br />
provincia de Misiones.<br />
Estas rocas, tal como su estudio a microscopio, estin formadas por minerales con<br />
altos contenido de potasio.<br />
Las rocas No Consolidadas han sido transportadas por acciones e6licas y fluviales y<br />
alcanzan una cobertura mucho mayor que la de las Consolidadas, pues en parte cubren a dstas<br />
y adem s rellenan los valles que separan los grandes cuerpos montafiosos.<br />
En el caso particular de los sedimentos que han sufrido mucho retrabajo por transporte,<br />
tales como arenas e6licas o de costas marinas y fluviales, estin formadas en general por<br />
granos de cuarzo, sindo bajo el porcentaje de granos ricos en feldespatos.<br />
Una parte importante de las rocas Consolidadas han sido desagregadas por la acci6n<br />
de agentes ffsicos y qufmicos luego de su ascenso, en tiempos geol6gicos pasados. Posteriormente<br />
esos fragmentos fueron retrabajados por acciones glacifluviales y finalmente transportados<br />
por vientos del oeste y sudoeste, sepultando luego de su deposici6n, el relieve antiguo<br />
de la gran lianura Chacopampeana. En el extremo noreste de ]a misma, importantes acciones<br />
fluviales modificaron estos sedimentos.<br />
La combinaci6n de materiales friables, con un relieve esencialmente Ilano y un clima<br />
h6medo, templado a cAlido, proporcionan a la lianura Chacopampeana caracterfsticas<br />
agron6micas favorables que ameritan que se la describa en forma separada.<br />
Potasio en la Llanura Chacopampeana<br />
Los suelos pampeanos se han desarrollado sobre materiales loessicos.<br />
El loess pampeano es un sedimento e6lico, de color casrafio, no consolidado,<br />
compuesto prevalentemente por particulas de tamafio limo, con fracciones subordinadas de<br />
arcilla y arena y rico en particulas de vidrio volcinico(Moscatelli, 1991).<br />
Los componenres principales de esEos dep6sitos (segdn Gonzilez Bonorino, 1962)<br />
corresponden a seis grupo de materiales: 1. cristaloclastos; 2. vitroclastos; 3. fragmentos lfticos;<br />
4. componentes de origen orgAnico; 5. m6trix; y 6. componentes epig6nicos (materiales<br />
formados despu6s de la deposici6n del sedimento).<br />
Entre los cristaloclastos predominan las plagioclasas (aluminosilicatos calcos6dicos).<br />
Les siguen en importancia los feldespatos potisicos (ortoclasa en su mayor parre y microclino),<br />
cuyas proporciones oscilan en torno de los 5 a 10 % de la fracci6n liviana. Los minerales<br />
pesados ocupan proporciones reducidas. Entre sus componentes ricos en potasio se destacan<br />
las micas: muscovita y biotita.<br />
Sesi6n I. Potasio en suelos argentinos<br />
16
La mitrix generalmente es abundante y de naturaleza predominantemente arcillosa<br />
y, segtin Gonz,lez Bonorino(op.cit.), la mayor parte de esa fracci6n es original de estos<br />
sedimentos, sufriendo redistribuciones como consecuencia de procesos edafogen6ticos y<br />
diagen6ticos. El tipo de arcilla dominante en estos sedimentos es la illita - rica en potasio - a<br />
la que acompafian en cantidades significativamente menores esmecticas y caolinita.<br />
Los sedimentos originarios de los suelos pampeanos contienen entonces diversos<br />
componentes ricos en potasio (ortoclasa, 14 %; microclino, 14 %; illita 6 %; biotita 16 %; y<br />
muscovita 11 %.<br />
El contenido de potasio total en cuatro series representativas de la Subregi6n de la<br />
Pampa Ondulada fue estudiado por Scoppa (1974). Los resultados promedio para cada uno<br />
de estos perfiles son los siguientes: Serie Ramallo: 1,86 % de potasio total; Serie Rojas: 1,96<br />
%: Seguf: 1,93 % y Navarro: 1,74 %.<br />
Se trata, en comparaci6n con los valores predominantes a escala mundial y con los<br />
prevalences, pot ejemplo en los EEUU, de valores netamente elevados.<br />
Con los valores de los horizontes superiores de las cuatro series mencionadas se<br />
calcularon los pertinentes valores de potasio en kg/ha. Serie Ramallo: 59.000 kg/ha; Rojas:<br />
63.000 kg/ha; Seguf: 65.000 kg/ha; y Navarro: 54.000 kg/ha. (Recordemos que la extracci6n<br />
promedio por-cosecha es de 70 kg/ha.).<br />
La riqueza en potasio, tanto intercambiable como no intercambiable, es sustancial,<br />
pues los cultivos no s6lo asimilan potasio intercambiable sino que absorben potasio no<br />
intercambiable en importantes proporciones, sobre todo durante los lapsos mAs avanzados<br />
del perfodo vegetativo.<br />
Si bien tradicionalmente los sedimentos lo6ssicos fueron considerados muy<br />
homog6neos en su distribuci6n diversos escritos de fechas mAs recientes han puesto en discusi6n<br />
la mencionada homogeneidad<br />
Tricart (1968) puso de relieve el aporte de material proveniente de las Sierras<br />
Septentrionales y Australes de la Provincia de Buenos Aires en los dep6sitos del centro y<br />
centro-sur de la provincia en cuesti6n.<br />
En otro caso, MorrAs (2000) hace referencia al aporte de componentes originados en<br />
las Sierras Pampeanas y - aportados por los rfos Parani y Uruguay - del escudo brasilefio.<br />
Valores de contenidos de potasio en las provincias Argentinas<br />
A los efectos de proporcionar valores que, en una primera aproximaci6n, establecen<br />
"stocks" de porasio disponibles en las distintas regiones del pais, fueron procesados los resultados<br />
analfticos correspondientes a los horizontes superiores de 4.981 calicatas correspondientes,<br />
tanto a la regi6n Pampeana (relevamientos a escala semidetallada), como al Atlas de<br />
Suelos (relevamientos a escala de reconocimiento).<br />
Para calificar su contenido se utilizaron los criterios propuestos por el Ministerio de<br />
Agricultura de Holanda (ILACO 1981), que establece categorfas en funci6n del contenido de<br />
potasio, medido en miliequivalentes cada 100 gramos de suelo, segdn la siguiente tabla:<br />
Sesi6n I. Porasio en suclos argentinos<br />
17
M uy alto ........................ >1.2<br />
A lto .................................. 0.6-1.2<br />
M edio ............................... 0.3-0.6<br />
Bajo ................................... 0.1-0.3<br />
M uy bajo ........................
BIBLIOGRAFIA<br />
Amberger, A. 1988. "Pflanzeneraehrung". UTB. ULMER. Stuttgart, Alemania.<br />
Black, C.A. 1975. "Relaciones Suelo-Planta" Editorial Hemisferio Sur. Buenos Aires.<br />
Conti, Marta E. 2001.Catedra de Edafologla de la Facultad de Agronomfa de la UBA.<br />
Comunicaci6n personal.<br />
Cruzate, G. 2001. "Caracterizaci6n y Cartografia de los Materiales Parentales de los<br />
Suelos del Centro de la Regi6n Pampeana mediante el Procesamiento Geoestadfstico<br />
de Pardmetros Quimicos y F(sicos" Tesis de Mag. SC. En Ciencias del Suelo. FAUBA.<br />
Buenos Aires.<br />
Gonz,Alez Bonorino, F. 1962. "Arcillas de los suelos de la pampa". 2da. Reuni6n Argentina<br />
de la Ciencia del Suelo. Mendoza.<br />
Hundal, L. Y Pasricha, N. 1993. "Non-exchangeable potassium release kimetics in illitic<br />
soil profiles". Soil Sci. 156:34-41.<br />
ILACO. 1981. "Agricultural Compedium for Rural Development" (<strong>International</strong> Land<br />
Development Consultants.) Ministerio de Agricultura y Pesca. Elsevier, La Haya,<br />
Holanda.<br />
Luters, J.A. 1982. "Edafog6nesis de ia climosecuencia existente entre el sureste de la<br />
provincia de La Pampa y el litoral Atl6ntico". Tesis de Mag. Sc. en Ciencias del Suelo.<br />
UN Sur. Bahfa Blanca.<br />
Meyer, D. y Jungle, A. 1993. "A new approach to quantify the utilization of now -<br />
exchangeable Soil, 149:235-243.<br />
Morr6s, H. 1999. "Geochemical differentiation of Quaternary sediments from the Pampean<br />
region based on soil phosphorus contents as detected in the early 2 0 1h century".<br />
Quaternary <strong>International</strong> 62:57-67. Elsevier Science Ltd and INQUA.<br />
Moscatelli, G. 1991. "Los suelos de la Regi6n Pampeana". En: Barsky, 0. (Edit.): El<br />
Desarrollo Agropecuario Pampeano. INDEC - INTA - IICA. Buenos Aires.<br />
"Recursos Minerales de la RepOblica Argentina". 1999. Volumen II, Anales Nro 35; Instituto<br />
de Geologfa y Recursos Minerales. Buenos Aires.<br />
"Resultados de los an6lisis ffsico-qufmicos de las calicatas realizadas para el Atlas de<br />
Suelos de la RepOblica Argentina. Varias fechas. Escalas 1:500.000 y 1:1.000.000".<br />
Material no publicado. Guardado en los archivos del Instituto de Suelos del INTA -<br />
Castelar.<br />
Scoppa, C.O. 1974. '<strong>The</strong> pedogenesis of a sequence of Mollisols in the Undulating Pampa<br />
(Argentina)". Tesis doctoral. Universidad de Gante. B6lgica.<br />
Tricart, J.L.F. 1968. "La Geomorfologia de la Pampa Deprimida como Base para los<br />
estudios edafol6gicos y agron6micos" Plan Mapa de Suelos de la Regi6n Pampeana.<br />
Publ. Interna, INTA. Buenos Aires,<br />
Zubillaga, Marfia de las Mercedes. 1996. "DinAmica de la Liberaci6n de Potasio,<br />
importancia de tracciones texturales y mineral6gicas de diferentes Ordenes de Suelos".<br />
Tesis de Mag. Sc. Ciencia del Suelo. Fac. de Agronomia, Buenos Aires.<br />
Sesi6n I. Potasio en suelos argentinos<br />
19
DISPONIBILIDAD DE POTASIO.<br />
ASPECTOS RELACIONADOS<br />
A LA DINAIiCA DE LIBERACION Y RENOVACION<br />
DE LA SOLUCION DEL SUELO<br />
RESUMEN<br />
Marta Elvira Conti<br />
Cdtedra dr Edafologla - Facultad de Agronomia Universidad de Buenos Aires<br />
conti@mail-agri. uba.ar.<br />
En condiciones naturales, los procesos pedogen6ticos de clima y vegetaci6n,<br />
actiean sobre los minerales presentes produciendo en mayor o menor medida la disponibilidad<br />
de potasio en el suelo. De esta manera, su contenido estJ estrechamente relacionado<br />
con el tipo de material parental y a su pedogdnesis. Las investigaciones demostraron<br />
que el sistema agrfcola no tiene otra via de ingreso natural para el balance de potasio<br />
quo la reposici6n proveniente de la liberaci6n de los minerales primarios y secundarios,<br />
siendo preponderante la participaci6n de la fracci6n arcilla. Los minerales arcillosos son<br />
la fuente principal de potasio en el suelo. '<br />
La disponibilidad do potasio estJ relacionada a la facilidad que las plantas puedan<br />
obtenerlo y eso significa que debe estar disuelto como in potasio (K+) en la soluci6n<br />
del suelo. Esa es la Onica forma con la quo es absorbido por la planta.<br />
El potasio de la soluci6n de suelo estl inmediatamente disponible por las plantas,<br />
pero las cantidades presentes al/f son muy pequerlas. Apenas una minima porcid6n<br />
del potasio total del suelo se encuentra en esta forma. Las plantas en crecimiento, r4pidamente<br />
extraen el potasio de la soluci6n del suelo, pewa a medida quo es absorbido y<br />
extraido, su concentraci6n es renovada y restituida inmediatamente por la cesidn de<br />
formas menos accesibles ubicadas en las zonas de adsorci6n de los coloides minerales<br />
y orginicos del suelo, potasio intercambiable. El proceso de adsorci6n-desorci6n es el<br />
que repone y equilibra la concentraci6n de potasio de la soluci6n del suelo. La capacidad<br />
de intercambio cati6nico (CIC), espec/ficamente el K -intercambiable os el que regula y<br />
mantiene la concentraci6n de Ken soluci6n.<br />
Esta forma es la Ilave principal de la dinImica del potasio on el suelo. A medida<br />
que la concentraci6n del potasio de la solucidn desciende, el potasio adsorbido es liberado<br />
a la solucidn del suelo. A la inversa, si la concentraci6n de potasio de la soluci6n del<br />
suelo aumenta por la aplicacidn de fertifizantes potAsicos, parte de dste dejard la soluci6n<br />
y se unird electrostiticamente al material coloidal de la fase s6ida. Existe un equili-<br />
Sesi6n 1. Poasio en suelos argentinos<br />
21
io entre los dos tipos de este elemento que puede ser representado por la siguiente<br />
ecuaci6n.<br />
El potasio de la soluci6n m.s el intercambiable, es comOnmente denominado<br />
potasio ,disponible. y medido en los aniisis convencionales para evaluar la fertilidad<br />
del suelo.<br />
Existen otras formas de potasio que estdn fuertemente unidas a la fase s6fida<br />
mineral, las cuales se denominan ,potasio fijado y ,potasio estructural. Ambas constituyen<br />
el potasio de reserva o de reposicidn de los suelos. El potasio fijado es el que se<br />
ubica en el espacio de las lminas de sificio y el potasio estructural que es el que estl<br />
qufmicamente combinado con los elementos en la estructura de los minerales del suelo.<br />
Ambas formas son denominadas K no-intercambiable.<br />
La cantidad de potasio en la solucin del suelo es siempre baja y e potasio<br />
intercambiable, mucho mas abundante, restablece r1pidamente la concentraci6n en /a<br />
soluci6n. El potasio no intercambiable, fundamentalmente el fijado, es la fracci6n que<br />
regula el abastecimiento at potasio disponible del sistema en perfodds de alta demanda.<br />
El suministro a la planta durante un perodo determinado dependeM de la cantidad de<br />
potasio de cada fuente y de la velocidad con que se establece la reposici6n y el equilibrio<br />
entre las formas.<br />
La velocidad a la cual at potasio se vuelve disponible para las ratces es afectada<br />
por la cantidad de intercambiable, no intercambiable ypor la velocidad de movimiento del<br />
potasio a tra v6s del suelo. A medida que la rafz absorbe potasio, el intercambiable pr6ximo<br />
a las raIces disminuiri 6 se agotard. Al disminuir Ia concentraci6n de potasio intercambiable,<br />
dste se moven! desde zonas mAs enriquecidas y distantes de la raftz hasta restablecer<br />
nuevamente el equilibrio. La velocidad con que sb moviliza o difunde el potasio,<br />
dependeri de los materiales constituyentes del suelo y las condiciones ambientales,<br />
siendo mAs alta en suelos h6medos.<br />
La reserva de potasio intercambiable y no-intercambiable depende fundamentalmente<br />
de la cantidad y calidad de arcillas presentes en el suelo. La fuerza de retenci6n<br />
varfa con el tipo de arcilla y la posici6n del in en la misma.<br />
Cuando el K intercambiable ha disminuido hasta un mnimo (potasio intercambiable mnimo),<br />
el abastecimiento de la soluci6n del suelo se produce por el K de las interldminas de<br />
las arcillas (potasio fijado). La principal fuente natural de reposici6n ante las intensivas<br />
extracciones realizadas por los cultivos, es el potasio fijado, contribuyendo<br />
significativamente a la nutrici6n potisica cuando la forma intercambiable es insuficiente,<br />
pero con mucha menor velocidad de pasaje a la soluci6n del suelo.<br />
Una agricultura intensiva requiere una gran velocidad de reposiciOn de potasio a<br />
la soluci6n del suelo yello est tigado solo a grandes cantidades de potasio intercambiable.<br />
Los aportes de potasio por fertiizante son necesarios para reponer potasio en estas<br />
posiciones, en especial en aquellos suelos en agricultura continua, con baja saturaci6n y<br />
baja regulaci6n potAsica.<br />
El agregado de fertilizante se ve afectado por la cantidad, naturaleza y saturaci6n<br />
potdsica de las arcillas, que provocan una redistribuc/On del potasio agregado en las<br />
formas intercambiables y fijadas. De esta manera, trae cambios en la dinimica delpotasio<br />
favoreciendo el proceso de iberaciOn de potasio a la soluci6n del suelo por aumento del<br />
K intercambiable y K fijado.<br />
Sesi6n 1. Potasio en suclos argentinos<br />
22
POTASSIUM AVAILABILITY. DYNAMICS OF RELEASE AND<br />
REPLACEMENT OF THE SOIL SOLUTION<br />
<strong>The</strong> potassium availability is related to the facility which the plants can obtain it<br />
and that means that it should be dissolved as ion potassium (K+) in the soil solution. <strong>The</strong><br />
soil potassium solution is immediately available for the plants, but the present quantities<br />
are very small. A minimum portion of the total potassium of the soil is hardly in this state,<br />
in spite of it that form is the main key of the dynamics of the soil potassium.<br />
As the concentration of the ion descends in the solution, the adsorbed potassium<br />
restores it. Inversely, if the concentration of potassium of the soil solution increases, for<br />
the fertilizer application, it stops to be soluble and unites electrostatically to the colloidal<br />
material of the solid phase. <strong>The</strong> potassium of the solution plus the interchangeable one, is<br />
commonly denominated available potassium and measured in the conventional analyses<br />
to evaluate the soil fertility.<br />
Other forms of potassium exist strongly together to the phase solid mineral, which<br />
are denominated fixed potassium and structural potassium. Both constitute the reservation<br />
potassium or reposition of the soils. <strong>The</strong> fixed potassium is the one that is located in<br />
the space of the silicon sheets (clay inter sheets) and the structural potassium is the one<br />
that is chemically combined with the elements in the "unit of cell" of the soil minerals. Both<br />
forms are denominated non-exchangeable K.<br />
<strong>The</strong> equilibrium takes place between the exchangeable K and the non-exchangeable<br />
K. <strong>The</strong> process to reach the balance state is much slower that, potassium soil solution-potassium<br />
soil exchangeable.<br />
<strong>The</strong> reservation of interchangeable and non-exchangeable potassium depends<br />
fundamentally on the quantity and quality of present clays in the soil. <strong>The</strong> force retention<br />
varies with the clay type and the position of the ion in the same one.<br />
When the exchangeable K has diminished until a minimum, the supply of the soil<br />
solution takes place forthe K of the inter sheets of the clays (fixed potassium). This is also<br />
the main natural source of reinstatement before the intensive extractions carried out by<br />
the cultivation, contributing significantly to the potassium nutrition when the exchangeable<br />
form is insufficient, but with a lower passage speed to the soil solution.<br />
Introducci6n<br />
S61o el conocimiento y estudio del funcionamiento del suelo nos pernire emender<br />
las interacciones dinimicas que se producen por as demandas potisicas de los cultivos, fundamentalmente<br />
los aspecros relacionados a la liberaci6n y capacidad de renovaci6n del potasio<br />
del suco y su relaci6n con su disponibilidad para las plantas.<br />
Las plantas obtienen el potasio del suelo que proviene de ]a meteorizaci6n de los<br />
minerales, de la mineralizaci6n de los residuos orginicos o el que proviene de los abonos y<br />
fertilizantes.<br />
En condiciones naturales, los procesos pedogen6icos, condiciones de clima y vegetaci6n,<br />
actian sobre los materiales presentes en el suelo y producen en mayor o menor medida<br />
la disponibilidad del nutriente. De esta manera, el contenido de porasio esti estrechamen-<br />
Sesi6n 1. Potasio en suelos argentinos<br />
23
te relacionado con su cipo de material parental y la pedog6nesis, Mengel y Rahmatullah<br />
(1994).<br />
Todas las irvestigaciones demostraron que el sistema agricola no tiene otra via de<br />
ingreso natural para el balance de potasio que la reposici6n primaria proveniente de la liberaci6n<br />
de los minerales primarios y secundarios, siendo preponderante la participaci6n de la<br />
fracci6n arcilla. Los minerales arcillosos son la fiente principal de potasio en el suelo.<br />
Los anlisis qufmicos confirman que el contenido de potasio total del suelo no es un<br />
indice de fertilidad para los cultivos y que los suelos contienen potasio en diferentes formas.<br />
Una parte extraible pot reactivos muy suaves, tales como el agua o soluciones salinas dilufdas<br />
y otra parte puede extraerse solamente con reactivos fuertes tales como Acido nftrico hirviente,<br />
mostrando grandes diferencias entre ambas. Numerosas investigaciones demostraron que<br />
estas formas extremas presentan variaci6n en la facilidad con las que las plantas pueden absorberlas,<br />
siendo mucho mAs asociadas a la extracci6n vegetal las disueltas en reactivos suaves.<br />
La disponibilidad de K, estA relacionada con la facilidad que las plantas puedan<br />
obtenerlo y eso significa que debe estar disuelto como ion potasio (K*) en la soluci6n del<br />
suelo. Esa es la tinica forma con la que es absorbido por la planta.<br />
Potasio en la soluci6n de suelo<br />
El potasio de la soluci6n de suelo estA inmediatamente disponible y puede ser absorbido<br />
por las plantas en forma inmediata, pero las cantidades presentes son muy pequefias.<br />
Apenas una minima porci6n del potasio total del suelo se encuentra en esta forma.<br />
Las plantas en crecimiento, rApidamente extraen el potasio de la soluci6n del suelo,<br />
pero a medida que el potasio es absorbido y extrafdo, su concentraci6n es renovada y restituida<br />
inmediatamente por Las firmas menos accesibles ubicadas en las zonas de adsorci6n de los<br />
coloides minerales y orginicos del suelo. El proceso de adsorci6n-desorci6n es el que repone<br />
y equilibra la concentraci6n de potasio de la soluci6n del suelo. La capacidad de intercambio<br />
cati6nico (CIC), especficamente el K intercambiable es el que regula y mantiene la concentraci6n<br />
de K en soluci6n, esta forma de potasio es la clave dela liberaci6n y renovaci6n de la<br />
soluci6n del suelo.<br />
El Potasio intercambiable<br />
Es la forma i6nica del potasio (K*) unido electrostAticamente a los materiales que<br />
componen la Fase s6lida coloidal mineral y orginica. A medida que la concentraci6n del<br />
potasio de la soluci6n desciende, el potasio absorbido disminuye porque es liberado a la soluci6n<br />
del suelo. A la inversa, si la concentraci6n de potasio de la soluci6n del suelo aumenta<br />
por la aplicaci6n de fertilizantes potAsicos, parte de 6ste dejari la soluci6n y se unirA<br />
electrostiticamente al material coloidal de la Fase s6lida. Existe un equilibrio instantAneo.entre<br />
los dos tipos de este elemento que puede ser representado por:<br />
Sesi6n I. Potasio en suelos argentinos<br />
24
K en la soluci6n del suelo K' adsorbido o intercambiable<br />
(inmediaramente disponible) (repositor inmediato del K de soluci6n)<br />
El potasio de la soluci6n mis el intercambiable, es comInmente denorninado potasio<br />
odisponible, y medido en los anAlisis convencionales para evaluar la fertilidad potisica del<br />
suelo.<br />
El Potasio de reserva<br />
Existen formas de potasio que estin fuertemente unidas a la fase s6lida mineral, las<br />
cuales se denominan -potasio fijado,, y ((potasio estructuralo. Ambas constituyen 'l potasio de<br />
reserva o de reposici6n de los suelos. El porasio fijado es el que se ubica en el espacio hexagonal<br />
de las liminas de silicio y el potasio estructural que es el que estA qufmicamente combinado<br />
con los elementos en la estructura de los minerales del suelo. Ambas formas son denominadas<br />
potasio no-intercambiables.<br />
Se produce un equilibrio entre el potasio intercambiable y estas formas no-intercambiables.<br />
El proceso para alcanzar el estado de equilibrio es mucho ms lento que el de potasio<br />
de la soluci6n del suelo-potasio intercambiable. El mecanismo de reposici6n y equilibrio<br />
entre las formas es:<br />
(rApido) (lento) (muy lento)<br />
K* en Soluci6n < Z > K*Adsorbido K fijado czt K estructural<br />
intercambiable no-inter<br />
La fuente inmediata de potasio para las plantas es el que esti disuelto en la soluci6n<br />
del suelo; la reposici6n que mantiene su nivel estable es en primer lugar, la forma K intercambiable<br />
y luego el K fijado. El suministro a la planta durante un perfodo dererminado<br />
dependeri de la cantidad de porasio de cada fuente y de la velocidad con que se establece la<br />
reposici6n y el equilibrio entre las fuentes. La cantidad de potasio en la soluci6n del suelo es<br />
siempre baja, el potasio intercambiable, mucho mas abundante, restablece ripidamente ]a<br />
concentraci6n en la soluci6n. El potasio no intercambiable, fundamentalmente el fijado, es la<br />
fracci6n que regula el abastecimiento al potasio disponible del sistema en perfodos de alta<br />
demanda.<br />
Sesi6n 1. Poiasio en suclos argentinos<br />
25
La velocidad de reposici6n del potasio<br />
La velocidad a la cual el potasio se vuelve disponible para las raices cs afectada pot la<br />
cantidad de intercambiable, no intercambiable y por la velocidad de movimiento del potasio<br />
a trav6s del suelo. A medida que la rafz absorbe potasio, el intercambiable pr6ximo a las raices<br />
disminuiri 6 se agotari. Al disminuir ]a concentraci6n de potasio intercambiable, 6te se<br />
moverd desde zonas mis enriquecidas y distantes de la raiz hasta restablecer nuevamente el<br />
equilibrio. La velocidad con que se moviliza o difunde el potasio, dependeri de los materiales<br />
constituyentes del suelo y las condiciones ambientales, siendo mis ala en suelos himedos.<br />
Las arcillas<br />
La reserva de potasio intercambiable y no-intercambiable depende fundamentalmente<br />
de la cantidad y calidad de arcillas presentes en el suelo.<br />
El tr6rmino arcilla se refiere a las particulas minerales mis pequefias del suelo (menor<br />
de 2 micrones de diimetro). Se forman en el proceso de pedog6nesis a partir de las alteraciones<br />
quimicas de los minerales de las rocas que originan los suelos. Las arcillas son cristalinas<br />
y estdn formadas pot capas, en arreglos laminates de varios elementos qufmicos, fundamentalmente<br />
el oxfgeno, el silicio y el aluminio en forma de capas de tetraedros de silicio y de<br />
octaedros de aluminio.<br />
Los iones potasio (K*) se presentan en distintas posiciones en las arcillas. Pueden ser<br />
mantenidos electrostiticamente por las cargas el&rricas negativas situadas en la superficie o<br />
en los bordes de las Iminas. La fuerza con que los iones potasio son mantenidos, varfa con el<br />
tipo de arcilla y [a posici6n del ion en la misma. Las posiciones planares de intercambio, no<br />
son lugares de enlace especffico para K% las posiciones de borde son mAs selectivas y las<br />
interlaminares presentan la mayor selectividad para este cati6n, constituyendo el K fijado.<br />
Figura 1. Modelo de arcilla expansible con las posiciones p y e (K intercambiable), i (K<br />
fijado) de iones potasio. (Rich 1968).<br />
P--posici6n<br />
S i -. posici6n<br />
~Ca++<br />
Islas Hydroxy-AI(o Fe)<br />
K<br />
-6 .... Ca+4<br />
Sesi6n I. Potasio en suclos argentinos<br />
26<br />
e - POsici6n
Cuanto mis d6bilmente est6n retenidos, m&s ficilmente serin ointercambiables,, y<br />
podrAn ser liberados a la soluci6n de suelo. La din6mica de las condiciones en el suelo puede<br />
provocar que los iones potasio que estin mantenidos fuertemente entre las capas de arcilla<br />
(fijado), se liberen al separarse las mismas por ensanchamiento y expansi6n. De esta manera<br />
estos potasios pueden ser liberados y equilibrar a los intercambiables y a los de la soluci6n del<br />
suelo. Tambidn puede pasar que al penetrar los iones K* en el espacio interlaminar, este cierre<br />
nuevamente las laminillas, dejando asf los iones en una condici6n diffcilmente accesible,<br />
Ilamada potasio fijado.<br />
Existen muchos tipos diferentes de arcillas, pero en general pueden definirse cuatro<br />
grupos que muestran diferencias importantes con respecto al potasio. Los tres primeros grupos<br />
son cristalinas- laminares y el 6ltimo es no cristalino o paracristalino.<br />
El primer grupo, mineral caolinitico (bilaminar 1:1, no expandente), puede adsorber<br />
potasio solamente en su superficie y en sus bordes rotos o quebrados, ellos no adsorben<br />
potasio con mucha fuerza. Los minerales caoliniticos no tienen posiciones de cambio<br />
interlaminares para sorber porasio y ademAs tienen una reducida capacidad de cambio, por lo<br />
tanto contienen muy poco potasio intercambiable, comporrAndose casi como la arena o la<br />
materia orgAnica en lo referente a la dinimica de este nutriente. Si bien no fijan potasio,<br />
como tampoco Io retienen, son muy sensibles a las p6rdidas por lixiviaci6n. En este sentido,<br />
los suelos caolinfticos se comportan aproximadamente igual a los arenosos, suelos pobres y<br />
sin poder de reposici6n del potasio.<br />
El segundo grupo, los minerales illiticos (trilaminar 2:1, no expandente) son las<br />
arcillas con mayor contenido de porasio. Contienen potasio en su superficie, en sus bordes, y<br />
entre las capas de los cristales. Estas arcillas mantienen el potasio mucho mds fuertemente que<br />
las arcillas caolinticas, conteniendo gran proporci6n en forma intercambiable.<br />
El tercer grupo de minerales de arcilla es el de las esmectitas (trilaminar 2:1<br />
expandente). Este grupo mantiene el potasio en forma intercambiable en superficie y tambi<br />
n profundamente entre las capas expansibles cuando el suelo estA h6medo. Cuando estas<br />
capas se cierran, al volverse las condiciones ambientales mis secas, el espacio intercapas se<br />
contrae, arrapando y ofijando,, el poiasio que es dificultosamente liberado nuevamente a la<br />
soluci6n del suelo.<br />
La mayorfa de los suelos de pradera contienen principalmente estos minerales de<br />
arcilla; y sus proporciones indican el comportamiento del suelo con respecto al potasio.<br />
Los minerales arcillosos no cristalinos o paracristalinos, como el alofan, se presentan<br />
en suelos derivados de cenizas volcinicas. Estin constituidos por particulas esfdricas muy<br />
pequefias (100-500 A), que generalmente se aglomeran para formar agregados de mayor tamafio.<br />
Los alofanos contienen cantidades muy variables de potasio pero generalmente presentan<br />
muy bajo contenido. Si bien ha sido determinada la adsorci6n de potasio, no ha sido<br />
registrado como importante el fen6meno de fijaci6n.<br />
Dependiendo del grado de saturaci6n o de agotamiento de potasio los minerales<br />
arcillosos In liberarin hacia ]a soluci6n del suelo o lo adsorberin de 6sta.<br />
Sesi6n I. Potasio en suclos argentinos<br />
27
Disponibilidad de potasio para las plantas<br />
La influencia del contenido y la calidad de la arcilla en la disponibilidad de potasio<br />
para el vegetal es uno de los aspectos mis estudiados de este elemento. Numerosos investigadores<br />
ban determinado que la absorci6n de potasio por las plantas esta relacionada direcramene<br />
al contenido y calidad de arcilla.<br />
A modo de ejemplo se presentan datos de un trabajo de investigaci6n realizado en la<br />
Facultad de Agronomfa-UBA, en el que se estudi6 la disponibilidad de potasio para las plantas<br />
en suelos con distinta cantidad y dase de minerales arcillosos, Figura 2. La experiencia<br />
realizada en inverniculo, con ryegrass; tom6 como variables de causa la cantidad de pocasio<br />
intercambiable inicial y la cantidad y clase de arcilla de los mismos. El anilisis de los datos fue<br />
realizado en dos momentos definidos del ensayo: saturaci6n en mLxima y en mfnima disponibilidad<br />
potAsica del suelo. Las caracteristicas del suelo se muestran en la Tabla 1.<br />
Tabla 1. Composici6n general de los suelos<br />
Arcilla<br />
en el Esmect. Illita Caolinita Alofan K int inicial - CIC<br />
Suelos suelo<br />
(%) (%) (%) (%) (%) (cmol kg- 1)<br />
1. Argiudol Vrtico 37 49 45 1,25 32,5<br />
2. Argiudol Tfpico 27 15 85 0,69 18,5<br />
3. Torrifluvent Tfpico 12 98 0,28 12,5<br />
4. Udivitrand Tfpico 7
La cantidad de potasio tomada por el ryegrass en todo el ensayo, muestra los diferentes<br />
aportes de cada suelo de acuerdo a la cantidad y calidad de arcillas presenrte. Con excepci6n<br />
del suclo con caolinita, suelo de bosque tropical, los demis muestran alta correlaci6n<br />
entre el potasio absorbido por el vegetal y la cantidad de arcilla, aunque varfan en la participaci6n<br />
de potasio intercambiable y no intercambiable de acuerdo a su naturaleza arcillosa.<br />
Para permitir una mejor interpretaci6n de Ia absorci6n de potasio por la planta, se<br />
dividi6 el anlisis en dos rases definidas por el estado de m;xima disponibilidad, primer<br />
cosecha y di estado de mfnima saturaci6n potisica del suelo, absorci6n de las plantas desde la<br />
segunda a la dltima cosecha. Los mismos se muestran en las Figuras 3 y 4 respectivamenre.<br />
Figura 3.- Potasio acumulado en planta a niveles de m6xima disponibilidad en suelos<br />
T 0,7<br />
06<br />
-065<br />
0,4<br />
0,3<br />
a* 0,2<br />
0.1<br />
SueloPradera SueloPradera Suelo fluvial Suelo SueloBosque<br />
arcill. limosa montahoso tropical<br />
_K-rwo inte,.<br />
K- interc.J<br />
Los resultados de la Figura 3 muestran que, en el periodo de mAxima disponibilidad<br />
de potasio la absorci6n vegetal esti relacionada en su mayor proporci6n al potasio intercambiable.<br />
Las variables.potasio intercambiable inicial y contenido de illita explicaron en un<br />
porcentaje alto el potasio absorbido por el ryegrass.<br />
Figura 4.- Potasio acumulado en planta a niveles de minima disponibilidad en suelos<br />
cO2<br />
Sesidn I. Potasio en suelos argentinos<br />
29
La Figura 4 muestra que en los perfodos de mfnima saturaci6n potisica del suelo por<br />
gran demanda, la nutrici6n vegetal est- determinada fundamentalmente por las formas de<br />
potasio no intercambiable. En este perfodo, los minerales arcillosos de mayor aporte son<br />
aquellos con gran cantidad de potasio fijado. Las variables K no intercambiable y alto contenido<br />
de arcilla illftica explicaron la absorci6n vegetal de este perfodo.<br />
En general, cuanto mayor es el contenido de arcilla en el suelo mis grande sen su<br />
capacidad para adsorber el potasio y mayor scri su habilidad para reponerlo a la soluci6n de<br />
suelo cuando ste disminuye en su concentraci6n. Se dice que tales suelos estin bien regulados,<br />
pudiendo mantener la concentraci6n de potasio de la soluci6n de suelo en un nivel<br />
estable. Pero esta regulaci6n no es permanente si no hay una reposici6n del potasio extrafdo<br />
por las cosechas.<br />
El K intercambiable y el K fijado disminuyen cuando se producen las extracciones de<br />
los cultivos sin reposici6n, comprometiendo la velocidad de reposici6n y disminuyendo sensiblemente<br />
la capacidad de abastecimiento de las plantas.<br />
La figura 5 se muestra los resuhados de una investigaci6n que se llev6 en la provincia<br />
de Entre Rlios en la zona de los suelos Argiudoles v6rticos. Estos suelos son utilizados en<br />
agricultura continua de maiz y soja. El grAfico evidencia la disminuci6n de las todas las formas<br />
potisicas atin las que forman las reservas efectivas del suelo, K no intercambiable, en<br />
relaci6n al aumento de los afios de agricultura continua. A pesar que a6n estA4n sobre el lfmite<br />
crftico de potasio, es evidente que han sufrido una " inadvertida exportaci6n" de su natural<br />
fertilidad potisica,, que traerA en corto plazo una disminuci6n en la capacidad de nutrici6n<br />
de este elemento.<br />
Figura 5. Cambio del contenido de potasio por el uso agrfcola en suelos arcillosos de<br />
pradera (Entre Rfos). 3000<br />
2500<br />
0<br />
0<br />
Sei6 1.W Pomoe s-orgnio<br />
03<br />
m I ~K Wn
Disponibilidad de potasio y efecto residual de la fertilizaci6n potisica<br />
Como hemos visto,' durante su perfodo de crecimiento los cultivos absorben gran<br />
cantidad de potasio que estA disponible bajo las formas de soluble, intercambiable y no intercambiable.<br />
Las rafces de las planas en crecimiento, producen una ripida disminuci6n en la<br />
concentraci6n de potasio de la soluci6n del suelo cercana a ellas, generando un proceso de<br />
difusi6n, con liberaci6n del potasio intercambiable adsorbido pot las cargas de las arcillas y de<br />
la materia orgdnica. Cuando la concentraci6n potAsica de la soluci6n ha disminuido hasta un<br />
mfnimo (potasio intercambiable mfnimo), el mismo es liberado de las interliminas de las<br />
arcillas (potasio fijado) para reponer el potasio de la soluci6n del suelo. La principal fuente<br />
natural de reposici6n ante las intensivas extracciones realizadas por los cultivos, es el potasio<br />
fijado ubicado en las interlAminas de arcillas del grupo de la illita y minerales del grupo de las<br />
esmectitas. De esta manera, el potasio no intercambiable, contribuye significativamente a la<br />
nutrici6n potisica cuando la forma intercambiable es insuficiente, pero con mucha menor<br />
velocidad de pasaje a la soluci6n del suelo, disminuci6n de la fertilidad potAsica de los suelos.<br />
Es por eso que una agricultura intensiva requiere una gran velocidad de reposici6n de potasio<br />
a la soluci6n del suelo y ello estS ligado s6lo a grandes cantidades de potasio soluble e intercambiable.<br />
Es necesario los aportes de fertilizantes para reponer potasio en estas posiciones,<br />
en especial en aquellos suelos utilizados para agricultura continua, con baja saturaci6n y baja<br />
regulaci6n potisica.<br />
El agregado de fertilizante al suelo trae cambios en la dinimica del potasio En los<br />
suelos que poseen en su composici6n mineral6gica un predominio de arcillas del tipo de las<br />
illitas y esmectitas, se favorece el proceso de fijaci6n de potasio, ocupando el fertilizante<br />
primero esos lugares. Si los sitios de fijaci6n se encuentran poco saturados, el ingreso de<br />
fertilizante potasico al sistema implica un aumento de la disponibilidad actual del nurriente<br />
para el cultivo y tambi6n una fuente de reserva futura, poder residual de potasio. La fijaci6n<br />
de porasio para algunos suelos, puede estar relacionada no s6lo con la mineralog(a de la<br />
fracci6n arcilla, sino tambi n a facrores tdrmicos, que producen la apertura de las estructuras<br />
de los minerales miciseos, favoreciendo la liberaci6n de este elemento y la saturaci6n potisica<br />
del suelo. De esta manera, la disponibilidad de potasio producida por la fertilizaci6n se ve<br />
afectada pot la cantidad, naturaleza de las arcillas y saturaci6n potAsica, que provocan una<br />
redistribuci6n del potasio agregado en las formas solubles, intercambiables y fijadas.<br />
Poder regulador<br />
Las experimentaciones demostraron que en los suelos bien regulados, el poder de<br />
suministro de potasio no es sensiblemente afectado por la extracci6n de los cultivos, por lo<br />
que el potasio en soluci6n es mantenido regularmente constante a lo largo de todo el ciclo del<br />
cultivo.<br />
En estos suelos el efecto de agregar fertilizante es duradero de un afio al otro. La<br />
desvenaja de estos suelos es que, si se los maneja de una manera deficiente, no reponiendo el<br />
Sesi6n I. Porasio en suclos argentinos<br />
31
potasio que es extrafdo por los cultivos, volverlos a la condici6n original requiere aplicaciones<br />
mas elevadas de potasio que los suelos livianos o arenosos, debido a que el fertilizante aplicado<br />
debe satisfacer las uniones del K fijado antes de ocupar los lugares mis disponibles para el<br />
cultivo, K intercambiable y K de soluci6n. En estos suelos pesados, por otro lado, es posible<br />
efectuar mejoras de largo plazo. Si el K del suelo es bajo, el manejo sugerido apunta a aumentar<br />
el contenido de K del suelo a trav6s de la aplicaci6n de generosas cantidades iniciales, para<br />
asegurarse que todos los cultivos reciben suficiente fertilizante pot6sico para mantener los<br />
niveles en el rango adecuado.<br />
En los suelos arenosos o con bajo porcentaje de arcillas es muy diffcil mejorar de<br />
manera permanente los niveles de potasio ya que carece de posiciones intercambiables y fijadas<br />
en cantidad sufliciente para renovar los K de la soluci6n del suclo En estos casos, el manejo<br />
recomendado deberfa enfatizar la aplicacidn de potasio sistemitica anual para satisfacer los<br />
requerimientos y mantener el suministro de K en cada ciclo de cultivo.<br />
Condusiones<br />
. El K de la soluci6n del suclo es la fuente inmediata de abastecimiento de los cultivos.<br />
* El K intercambiable es la reposici6n inmediata que mantiene el nivel estable la soluci6n<br />
del suelo. El K intercambiable y el K solubleconstituyen cl K disponible para los cultivOa.<br />
o El K fijado regula el abastecimiento de K disponible en perfodos de alta demanda y bajo<br />
contenido de K intercambiable.<br />
o La fertilizaci6n determina cambios en la velocidad de reposici6n del K disponible y de<br />
reserva, aumentando el K soluble, K intercambiable y K fijo de los suclos.<br />
o En la dinAmica de la liberaci6n y renovaci6n de potasio tanto nativo como el agregado<br />
por fertilizaci6n, la influencia de la mineralogfa es grande y definitoria. Ella interviene<br />
regulando la liberaci6n y la fijaci6n de potasio de mancra selectiva, determinando la<br />
adsorci6n y velocidad de reposici6n a la soluci6n del suelo.<br />
o El conocimiento y estudio del funcionamiento del suelo es fundamental para el entendimiento<br />
de las interacciones dinAmicas entre ]a fertilizaci6n y las demandas de los cultivos.<br />
Las recomendaciones de fertilizantes deberfan set atendidas s6lo a la luz de estos estudios<br />
para aumentar la precisi6n y eficiencia de su uso.<br />
Sesi6n I. Potasio en suclos argentinos<br />
32
BIBLIOGRAFtA<br />
Badraouri,M.; P.R Bloom.; A. Delmaki. 1992. Mobilization of non-exchangeable K by<br />
ryegrass in five Moroccan soil with and without mica. Plant and Soil. 140: 55-63.<br />
Beckett, P.T. and Nafady, M.H. 1967. Potassium- Calcium exchange equilibria in soils.<br />
<strong>The</strong> location on non-especific and especific exchange sites. Soil Sci. 18: 263-281.<br />
Buhman,C. 1993. K-fixing phyllosilicates in soils, the role of in herieted componentes.<br />
J.Soil Sci. 44: 347-360.<br />
Conti, M. E. 1992. Que sabemos del Potasio. Revista Proceder.2 (3) :48- 56.<br />
Conti, M.E.; A. M. de la Horra.; A. Marchi. 1993. Efecto del Laboreo en la din6mica de<br />
Potasio en suelos de ]a regi6n Panpeana Argentina Proceeding del XlI Congreso<br />
Latinoamericano de la Ciencia del Suelo, Salamanca Espafha. Tomo II, 607-614.<br />
Conti, M.E.; A.M. de la Horra. D. Effrom.; M.P.Jimenez.. 1993. Alteraci6n producida en la<br />
relaci6n cantidad-intensidad de potasio (0/I) de algunos suelos argentinos afectados<br />
por el laboreo continuo. Agrochimica. 37. 4-5.<br />
Conti, M.E.; M.M.Zubillaga. 1994. Relationship between soil Potassium and the<br />
mineralogical characeristics of each textural fractions. Presentado en el XV<br />
<strong>International</strong> Soil Science Congress. Mexico 38-39.<br />
Conti, M.E, A.M. de la Horra, N. M. Arrigo, A. Marchi. 1997. Fertilizaci6n e interacci6n<br />
Potasio - F6sforo sobre el rendimiento de alfalfa en un Haplustol tipico (Zona semiarida<br />
Argentina). Ciencia del Suelo. 15: 51-52.<br />
De la Horra, A. M.; M.E.Conti.; V. Sanguesa.; M. Moretti. 1993. Potasio: Comparaci6n del<br />
comportamiento de diferentes m6todos en suelos cultivados y sin cultivar. Turrialba<br />
1:2.27 - 32.<br />
Gething, P.A.1994. Actualidad del potasio. Instituto Internacional de la Potasa. 3:23 30.<br />
Gonzdlez,M.G.,G.B.Moreno t H.A. Svartz. 1996 Cambios en los niveles de P y K en<br />
suelos fertilizados despu6s de 12 ahos de pastoreo continuo efecto sobre la pastura.<br />
Rev. de la Facultad de Agronomfa. 16 (1-2): 1-6<br />
Goulding, K.W.T. 1987. Potassium fixation and release. Proceeding of the 20th Colloquium<br />
of <strong>International</strong> <strong>Potash</strong> <strong>Institute</strong> held in Baden Bei Wien/Australia. 137-154.<br />
Karpinets,T.W. 1993. Estimation of K fixation and release in soils by two consecutive<br />
extractions. In <strong>Potash</strong> Review. 1. 29-33.<br />
Marchi, A.A.; M.E. Conti, M.G. Gonzalez.; A.M.Villa. 1995. Desortion velocity of potassium<br />
in Mollisols of Argentine Pampean region. .Agrochimica. 39 (2-3):169-176<br />
Marchi, A.A.; M.E. Conti; M.G. Gonzalez.; A.M. de [a Horra. 1995. Potasio intercambiable<br />
mfnimo en Molisoles de la Regi6n Pampeana Argentina. Ciencia del Suelo 13(2):76-<br />
99.<br />
Mengel, K.; E.A. Kirkby. 1987. Potassium. In ,Principles of Plan Nutrition,,. Chapter 10,<br />
:427-453 Publisher I.P.I. Bern,Switzerland<br />
Mengel,K.; C. Rahmatullah. 1994. Explotation of K by various crops species from primary<br />
minerals in soils rich in micas. Biol.Fertili. Soils 17: 75-79.<br />
Meyer,D.; A.Jungh. 1993. A new approach to quantify the utilization of non-exchangeable<br />
soil potassium by plants. Plant Soil 149: 235-243.<br />
Poss, R.J; Y. C. Fardeau, H. Saragoni.; P. Quantin. 1991. Potassium release and fixationin<br />
ferrasols (oxisols) from Southern Togo. J.Soil.Sci. 42: 649-660.<br />
Sesi6n 1. Potasio en suclos argeninos<br />
33
Rich,C.J. Mineralogy in soil potassium. 1968. In <strong>The</strong> role of Potassium in Agriculture. p.---<br />
79-96. Amer. Soc. Agron. Madison/USA.<br />
Rubio, B.; A.F.GiI-Sotres.1995. Potassium Fixation in suspensions of soil of Galicia<br />
(N.W.Spain). Commun.Soil.Sci.Plant Anal. 26 (3&4), 577- 591.<br />
Sardi,K.; Debreczeni, K. 1992. Comparison of methods evaluating the plant available<br />
potassium content in soils of different types and potassium levels. Comm. Soil Sci.<br />
Plant Anal. 23; 26:13-2632.<br />
Sharpley, A.N. 1990. Reaction of fertilizer potassium in soils of differing mineralogy. Soil.<br />
Sci. Vol. 149 (1): 44-51.<br />
Zubillaga,M.M. y M.E.Conti. 1994. Importance of the textural fractio and its mineralogic<br />
characteristics in the potassium contents of different Argentine soils. Communications'<br />
in Soil Science and Plant Analysis. 25: (5-6). 479 - 487.<br />
Zubillaga,M.M. y M.E.Conti. 1996. Availability of exchangeableand non exchangeable K<br />
in Argentine soils with different mineralogies Journal of Plant Nutrition and Soil Science.<br />
Z. Pflanzenemahz. Bodenk., (159): 149-153.<br />
Sesi6n I. Potasio en suclos argeninos<br />
34
RESUMEN<br />
ORIGEN Y DISTRIBUCION DEL POTASIO<br />
EN SUELOS<br />
DE LA REGION CHACO-PAMPEANA<br />
Hector J.M. Morris y Gustavo Cruzate<br />
INTA-CIRN, Instituto di Suelos, 1712 Castelar<br />
hmorras@cirn.inta.gov.ar, gcruzate@cirn.inta.gov.ar<br />
Es habitual considerar quo e/ material madre que formo los suelos de la regi6n<br />
Chaco-Pampeana, tienen un origen comOn y son mineral6gicamente homog6neos. Sin<br />
embargo otros trabajos indican quo estos sedimentos loessicos tienen una heterogeneidad<br />
espacial, en referencia a contribuciones de origen diverso. AdemAs, se admite que<br />
los suelos y sedimentos Pampeanos presentan un alto contenido de potasio. Sin embargo,<br />
algunos autores marcan ciertas diferencias en el contenido de K de suelos de distintas<br />
regiones. Por consiguiente, en este trabajo se destacan nuevos estudios sobre distintas<br />
fracciones de potasio de los suelos y sedimentos en una gran parte de la regi6n.<br />
En primer lugar los datos fueron procesados de la fracci6n cuasi-total de K, correspondiente<br />
a los horizontes superficiales y subsuperficiales de los suelos en mis de<br />
1200 sitios de la regi6n central del pals, quo fueron representados cartogrficamente.<br />
Asimismo, fueron estudiados el contenido y la distribuci6n de K intercambiable en 1300<br />
pbrfiles de suelo, de un -sector quo abarca la Pampa Ondulada y parte de la Pampa<br />
Arenosa. Tambien se analiz6 el contenido de potasio total e intercambiable de penfiles de<br />
suelo y de sedimentos situados en diversas unidades geomorfol6gicas del Chaco Meridional<br />
y de un sector de la Pampa Ondulada.<br />
Los estudios realizados permitieron detectar las variaciones espaciales horizontales<br />
y verticales del contenido de potasio total, cuasi-total e intercambiable en suelos de<br />
la regi6n Chaco-Pampeana, quo se. relacionan claramente con las diferencias<br />
mineral6gicas, el tamaho de particula y la procedencia del material madre de los suelos.<br />
As!, on los suelos de la Pampa Meridional, desarrollados a partir de materiales<br />
sedimentarios provenientes de los Andes y del Norte Patagonico, el contenido de las<br />
diversas fracciones de potasio es inferior a aquellos en los suelos de la pampa nortea,<br />
los quo presentan ademas de los materiales ya mencionados, una proporci6n considerable<br />
do componentes provenientes de las sierras Pampeanas. Se observa un contenido<br />
mcs bajo de potasio en suelos con contribuciones sedimentarias de los rios Parand y<br />
Uruguay.<br />
Sesi6n 1. Potasio en suelos argentinos<br />
35
Estos trabajos indican que el contenido de potasio se determina fundamentalmente<br />
por las proporciones relativas de arcilla y arena, as! coma por su composici6n<br />
mineral6gica. Por otra parte, el desarrollo de los suelos, particularmente el grado<br />
de illuviacion y proporci6n de materia organica, tambi6n influeyen en la distribuci6n<br />
vertical de las fracciones de potasio. De esta manera, diversas situaciones en lo referente<br />
a contenido de potasio se puede observar en los materiales superficiales de la<br />
regi6n, como resultado de diversas combinaciones de factores sedimentarios y<br />
pedol6gicos.<br />
ORIGIN AND DISTRIBUTION OF POTASSIUM IN SOILS<br />
OF THE CHACO-PAMPEAN REGION<br />
Habitually it is considered that the parent material on which the soils of the Chaco-<br />
Pampean region have developed has a common origin and is mineralogically homogeneous.<br />
However other works indicate a spatial heterogeneity of these loessic sediments<br />
in relation to contributions of diverse origin. Furthermore, it is admitted that the Pampean<br />
sediments and soils present a high content of potassium. However, some authors point<br />
out certain differences in content among soils of diverse areas. As a consequence, in this<br />
work new studies on diverse potassium fractions of soils and sediments from a great part<br />
of the region were carried out.<br />
In the first place data were processed of the "quasi-total" fraction of K, corresponding<br />
to the surface and subsurface horizons of soils of more than 1200 sites of the<br />
central region of the country, which were represented cartographically. Likewise, the content<br />
and distribution of exchangeable K in 1300 soil profiles were studied, from a sector<br />
that comprises the Undulated Pampa and part of the Sandy Pampa. <strong>The</strong> contents of total<br />
and exchangeable potassium of soil and sediment profiles located in different geomorphological<br />
units of the Southern Chaco and from a sector of the Undulated Pampa, were<br />
also analyzed.<br />
<strong>The</strong> studies carried out made it possible to detect horizontal and vertical spatiaj<br />
variations of the contents of total, quasi-total and exchangeable potassium in the soils of<br />
the Chaco-Pampean region, which are clearly related to the mineralogical and grain size<br />
differences and to the provenance of the soils'parent material Thus, in the soils of the<br />
Southern Pampa, developed on sedimentary materials provenant from the Andes and<br />
northern Patagonia, the contents of the diverse potassium fractions are inferior to the<br />
ones in the soils of the Northern Pampa which present, beside the aforementioned<br />
materials, a considerable proportion of components provenant from the Pampean<br />
Mountains. In its turn, lower potassium contents are observed in the soils with sedimentary<br />
contributions from the rivers Paranij and Uruguay.<br />
<strong>The</strong>se works indicate that potassium contents are fundamentally determined by<br />
the relative proportions of clay and silt, as well as by their mineralogical composition. On<br />
the other hand, the development of the soils, and particularly the degree of illuviation and<br />
the proportion of organic matter, also influence the vertical distribution of the potassium<br />
fractions. In this way, diverse situations in relation to potassium content can be observed<br />
in the superficial materials of the region, as a result of different combinations of sedimentary<br />
and pedological factors.<br />
Sesi6n I. Poasio en suelos argeninos<br />
36
Introducci6n<br />
La composici6n geoqufmica de loi suelos es funci6n del material parental y de los<br />
procesos pedogen6ticos. Habitualmente se considera que el material parental en el cual se han<br />
desarrollado los-suelos de la regi6n Chaco-pampeana tiene un origen coridn y es<br />
mineral6gicamente homogneo (Scoppa,197 6 ; Moscatelli,1991). Sin embargo, otros datos<br />
indican una heterogeneidad espacial de estos sedimentos lossicos en relaci6n con aportes de<br />
distinto origen (Morri,1997; 1999-a).<br />
Por otro lado, se admire que los sedimentos y suelos pampeanos presentan un contenido<br />
elevado de porasio (Zaffanella, 1952; Arens, 1971). Sin embargo algunos autores sefialaron<br />
ciertas diferencias de contenido entre suelos de distintas Areas: de la Horra'y Mizuno<br />
(1974) observaron que los suelos Brunizem de las Provincias de Buenos Aires y Santa Fe<br />
presehtaban un mayor contenido de las distintas fracciones de potasio que los Vertisoles de<br />
EntreRios. Ramosetal. (1984) yAndreoliyPeinemann (1984) observant tambi6ndiferencias<br />
en los contenidos de K en suelos del SO Bonacrense, adjudicando estas diferencias al efecto<br />
de procesos pedogen6ticos y grado de evoluci6n de los suelos. Por otra parte, trabajos recientes<br />
de Zubillaga y Conti (1994; 1996) muestran la relaci6n de la mineralogia y la textura con<br />
los contenidos de K intercambiable y no intercambiable en suelos de la regi6n.<br />
En consecuencia, con el fin de obtener una informaci6n mas adecuada y de caricter<br />
regional respecto a] origen y distribuci6n del potasio en los suelos de [a Hanura chaco-pampeana,<br />
se efectuaron diversos estudios sobre distintas fracciones de este elemento, abarcando tanto el<br />
conjunto de la regi6n como algunas de susreas caracterfsticas.<br />
Se procesaron los datos de K de dos antiguas publicaciones del Ministerio de Agricultura<br />
de la Nacion (Lavenir 19101922) correspondientes a la fracci6n denominada "cuasitotal",<br />
obtenida por fusi6n con Acido nftrico en caliente duranre 12 horns. Se utilizaron los<br />
datos del horizonte superficial y del horizonte subsuperficial (entre 30 y 60 cm de profundidad)<br />
de unos 1200 puntos de la regi6n central del pafs, los que fueron representados<br />
cartogrificamente. Los primeros resultados de este trabajo fieron presentados por Morris<br />
(1996-a).<br />
La distribuci6n espacial de los valores de K expresados en K20 %o permiti6 constatar<br />
variaciones significativas entre distintos puntos de la regi6n. Interpolando lineas entre<br />
valores contiguos contrastantes y utilizando rambi6n como criterio en agunas circunstancias<br />
antecedentes mineral6gicos o sedimentol6gicos se delimitaron diversas Areas (Figura 1).<br />
Sesi6n 1. Potasio en suclos argentinos<br />
37
Figura 1. Areas diferenciadas de acuerdo al contenido de potasio "cuasi-total" en los<br />
horizontes subsuperficiales. Los n6meros representan los valores promedio<br />
de potasio por Partido o Departamento provincial.<br />
300-\ - 415 . .*,j"<br />
'<br />
•.I<br />
I<br />
/ 5,o6 /<br />
7.63- 6d3e.o ,1 r' o<br />
7,11<br />
.6<br />
so.~~~ --- 04 -- -- -- *0- -<br />
-- - - - -<br />
V 4<br />
6.5* ' I-<br />
4.,, Bk3 ,, , / - ... ... Dk ,s<br />
4t9 v<br />
It-*<br />
o"<br />
- /---,----- -6---<br />
I:; .<br />
j5:o,0.O<br />
'34 2 i.l oo - . . ............ O 345<br />
Fi.l K20 o1<br />
N° I oK. W 0.3.<br />
5.60<br />
~ 45<br />
"0 6 ~ I.1<br />
6 0 n<br />
Tanto Para los horizontes superficiales corno subsuper'iciales, los contenidos menorcs<br />
de potasio se presentn en el este de la Provincia de Entrc Rios y los mAximos al norte del<br />
paralelo 34*S en la regi6n de la Pampa Nortce. Valores intcrmedJios sc presentan en la Pampa<br />
Sur en la que pucden distinguirse cinco A.reas con contenidos diferentes de potasio "cuasi-<br />
total".<br />
Sesi6n 1. Potio en suos agntinos<br />
38<br />
4?0<br />
2w6566
En el Cuadro 1 se presentan algunos datos correspondientes a las siete Areas diferenciadas<br />
de acuerdo a los contenidos de poasio en los horizontes subsuperficiales. Por otra<br />
parte pudo constatarse que los contenidos de potasio "cuasi-tocal" en los horizontes superficiales<br />
pueden ser similares o menores que en los correspondientes horizontes subsuperficiales,<br />
teniendo esto caricter areal. En consecuencia, para los horizontes superficiales se diferenciaron<br />
ademAs varias sub-Areas en funci6n de los contenidos absolutos de esta fracci6n de potasio<br />
y de la relaci6n del contenido de K20 superficial con el subsuperficial.<br />
Los resultados obtenidos permiren relacionar las variaciones espaciales del potasio<br />
cuasi-total con la composici6n mineral6gica y granulomdtrica y con la proveniencia del material<br />
parental de los suelos de la regi6n (Morris, 1996-a).<br />
Cuadro 1. Areas diferenciadas en la Region Pampeana en funci6n de los contenidos de<br />
potasio " cuasi-total" en el horizonte sub-superficial de los suelos. Los rangos de promedios<br />
por Partido y los promedios de promedios provienen de los datos de la Figura 1.<br />
Cantidad Rango min-max Rango min-max Promedio<br />
Area de de valores de promedios de promedios<br />
muestras individuales por Partido<br />
(n) (%o K20) (%o K20) (%o K20)<br />
Ak 26 0.35 - 4.63 2.2 - 3.2 2.7<br />
Bk 15 1.80-6.80 2.3- 3.9 3.1<br />
Ck 74 2.06 - 5.76 3.2 - 3.9 3.6<br />
Dk 418 1.42 -12.03 4.1 -7.0 5.6<br />
Ek 38 3.56- 12.13 6.1 -7.6 6.9<br />
Fk 39 2.90 - 10.89 6.3-9.2 7.8<br />
Gk 544 2.03- 15.05 4.1 - 10.6 7.4<br />
Se determin6 el contenido de potasio total y de potasio cambiable en cincuenta<br />
muestras correspondientes a diez perfiles de suelo localizados a In largo de dos transectas de<br />
sentido oeste-este en el norte de la Provincia de Santa Fe (Morris, 1999-b). Los perfiles<br />
estudiados corresponden a distintos ambientes geomorfol6gicos (Dorsal Occidental, Zona<br />
de Transici6n, Chaco Deprimido o Bajos Submeridionales y Dorsal Oriental) y se hallan<br />
desarrollados sobre diferentes materiales sedimentarios. En la Figura 2 se representa la localizaci6n<br />
de los perfiles yen los Cuadros 2 y 3 se presentan los datos correspondientes a dos de<br />
los horizontes de cada uno de los perfiles estudiados.<br />
Sesi6n 1. Potasio en suelos argentinos<br />
39
Figura 2. Localizaci6n,de los perfiles estudiados y zonas geomorfol6gicas en el sector<br />
santafesino del Chaco Meridional.<br />
SANTIAGI C H A C 0I N<br />
.- , - , . r7 - " ,- "--',<br />
DEL p' , "K-", .-- , .,"; • •<br />
ESTERO - Bojo.<br />
S " "- Sub n,rIdIonot.s *<br />
.," ".2'- zo,o t'°,o 4 -". *6 o<br />
(r'rontfcjon' S<br />
....................<br />
\ J F / -i<br />
-- "- ." 13 . 50 IOKM<br />
S ANTA FE<br />
Cuadro 2. Potasio total e intercambiable en dos profundidades de cada uno de los<br />
perfiles estudiados en la Transecta I.<br />
K<br />
Zona<br />
No<br />
perfil<br />
Prof. Hor. K total intercamb. (K interc./<br />
CIC). 100<br />
(cm) (%K20) (cmol.kg-1)<br />
Dorsal Occidental 1 0-13 2.95 2.1 6.9<br />
1 95-120 3.43 3.1 8.2<br />
Zona de Transici6n 2 0-14 2.98 1.7 5.8<br />
2 100-120 3.44 3.2 11.6<br />
3 0-12 2.75 1.9 7.6<br />
3 70-90 2.94 2.8 10.7<br />
Bajos Submeridional 4 0-9 2.02 0.7 3.2<br />
4 39-60 2.71 1.1 3.6<br />
Dorsal Oriental 6 0-10 1.71 3.0 1.3<br />
6 120-140 2.25 0.8 4.5<br />
7 5-20 1.50 0.9 3.1<br />
7 110-130 2.12 1.9 5.9<br />
Sesi6n 1. Potasio en sudos argentinos<br />
40
Cuadro 3. Potasio total e intercambiable en dos profundidades de cada uno de los perfiles<br />
estudiados en la Transecta I1.<br />
NO Prof. Hor. K total K(Kitr.<br />
intercamb. (K interc./<br />
Zona Papefil (cm) (%K20) (C). 100<br />
Zona de 16 O10-17 2.79 3.1 19.7<br />
Transici6n 16 110-132' 3.35 4.2 14.3<br />
27 0-3 2.81 2.0 14.2<br />
27 92-125 3.18 4.4 14.8<br />
79 0-13 .2.39 1.3 6.7<br />
Bajos 79 80-130 3.04 3.7 12.4<br />
Submeridional 12 0-10 2.22 1.1 5.4<br />
12 120-150 3.01 2.6 9.5<br />
Dorsal 13 0-7 1.88 1.5 5.0<br />
Oriental 13 63-106 2.55 3.1 11.4<br />
Los resultados obtenidos permitieron constatar una disminuci6n proiresiva del potasio<br />
total y cambiable en direcci6n al este: en los suelos de la Dorsal Occidental y en la Zona de<br />
Transici6n el contenido de potasio total supera el 3 % K20, en los suelos de la zona baja los<br />
contenidos oscilan entre 2 y 3 %, en tanto en la Dorsal Oriental los valores son inferiores al<br />
2 % K20. El potasio cambiable oscila entre 2 y 4 cmol.kg" en los suelos de la Dorsal<br />
Occidental y presenta valores menores a 2 cmol.kg" en la Dorsal Oriental, en tanto en la<br />
zona baja su contenido estA influenciado por el grado de halomorffa de los suelos. La proporci6n<br />
de K cambiable respecto a la capacidad de intercambio cati6nico del suelo (porcentaje de<br />
potasio de intercambio) es tambi6n mayor en el sector occidental que en el oriental. Individualmente<br />
en cada perfil, tanto el K total'como cambiable son mayores en los horizontes B y<br />
BC queen el A.<br />
Por orro lado se determin6 el conienido de potaio total en las fracciones arcilla y<br />
limo de algunos horizontes de suelos de las tres Areas (Morris, 1994; 1996-b) (Cuadro 4).<br />
Pudo as[ constatarse en todos los casos un contenido mayor de K total en la arcilla que en el<br />
limo, observindose tambidn una disminuci6n progresiva de sentido oeste-este del potasio en<br />
las dos fracciones: en ]a Dorsal Occidental los contenidos medios de K20 son 3.8 % y 2.6 %<br />
par la arcilla y el limo respectivamente, en la zona baja 2.9 % y 1.9 %, yen la Dorsal Oriental<br />
2.4% y 1.3 % respectivamente.<br />
Sesi6n I. Potasio en suelos argentinos<br />
41
Cuadro 4. Contenido de potasio total en distintas fracciones granulom6tricas de suelos<br />
y.sedimentos de la Transecta I<br />
Zona Muestra K20 % suelo K20 % arcilla K20 % limo<br />
total<br />
Dorsal 1-Al 2.95 3.76 2.62<br />
Occidental1-Bt2 3.31 3.91 2.68<br />
Zona de<br />
Transici6n 3-Al 2.75 - 2.30<br />
Baios<br />
Submerid.4-Bt 2.44 2.87 1.92<br />
7-Bt3 1.86 2.36 1.17<br />
Dorsal<br />
Oriental 8-C1 1.97 1.36<br />
8-C2 2.16 1.41<br />
Estos resultados se correlacionan con las diferencias mineral6gicas entre los distintos<br />
sectores: en la Dorsal Occidental los suelos presentan una asociaci6n illita-feldespatos, en la<br />
Dorsal Oriental una asociaci6n esmectita-cuarzo, en tanto en la zona baja se presenta una<br />
composici6n intermedia. Estas diferencias mineral6gicas y en los contenidos de potasio tienen<br />
su origen en la diversa proveniencia y composici6n de los materiales parentales de los<br />
suelos (Morris et al., 1982; Morris, 1994). " "<br />
a. Distribucidn regional delpotasio de intercambib<br />
Se estudi6 cl contenido y distribuci6n del K de intercambio en los suelos de un sector<br />
del centro de la regi6n pariipeana que abarca cl NO de Buenos Aires, S de Santa Fe y SE de<br />
C6rdoba (Morris y Cruzate, 2000; Cruzate, 2001). Desde el punto de vista geomorfol6gico<br />
el i-ea es[udiada abarca las regiones de la Pampa Ondulada y parte de la Pampa Arenosa. Se<br />
procesaron mediante procedimientos estadfsticos, geoestadfsticos y sistema de informaci6n<br />
geogrAfica diversos parimetros analiticos de 1384 muestras de horizontes C y 1003 muestras<br />
de horizontes A. De acuerdo a los parimetros analizados de los horizontes C se delimitaron<br />
siete zonas homog6neas con las que fueron relacionados los valores de potasio intercambiable.<br />
Sesi6n I. Potasio en sucios argentinos<br />
42
De acuerdo a los resultados obtenidos el contenido medio de K intercambiable para<br />
el conjunto de la regi6n estudiada es de 2.22 cmol.kg-' en los horizontes C y de 2.06<br />
cmol.kg - ' en los horizontes A<br />
Figura 3. Distribuci6n espacial del potasio de intercambio en el horizonte C de los suelos<br />
del sector central de Ia Regi6n Pampeana.<br />
/ ft Regones<br />
meq kiiO0 v suelo<br />
11-1.6<br />
rlll[1.6 -2.2<br />
2.2-2.7<br />
, 2.7-3.3<br />
Considerando los horizontes C, los mayores contenidos de K de intercambio se presentan<br />
en los suelos de las zonas homogeneas 1,2 y 3 (Cuadro 5), los que se hallan desarrollados<br />
sobre un loess tfpico, con un contenido medio de limo superior al 60 %. En particular el<br />
contenido de K es mayor (2.57 cmol.kg-') en la zona 2, que corresponde a una franja que se<br />
extiende paralela al Rfo Parani, aproximadamente a una distancia entre 50 y 100 km del<br />
mismo. En 6sta los suelos caracterfsticos son Argiudoles t(picos en los que el contenido cle<br />
limo en el horizonte C promedia un 70 %.<br />
Los menores contenidos de K de intercambio se observaron en Areas contrastantes<br />
por el tipo de suelo, tanto en aquellos de textura arcillosa como en los de textura arenosa. Pot<br />
Sesi6n 1. Potasio en suelos argentinos<br />
43
un lado valores m6s reducidos se presentan en los suelos de la franja riberefia de los rios<br />
Parana y de La Plata, los que se caracterizan por sus mayores contenidos de arcilla, parcialmente<br />
de naturaleza esmectftica. En particular los menores con[enidos de K cambiable se<br />
presentan en parte de [a zona 3, al norte de la ciudad de Buenos Aires, donde se presenta una<br />
proporci6n importante de Argiudoles v6rticos, yen la zona 4 al sur de la ciudad de Buenos<br />
Aires, con suelos mds arcillosos y donde aparecen Vertisoles (valor medio 1.59 cmol.kg " ')<br />
Por otro lado, contenidos relatiYamente bajos de K intercambiable se presentan tambi6n<br />
en los suelos desarrollados sobre limos arenosos, hacia el oeste del sector estudiado,<br />
donde predominan Hapludoles. En particular cl menor contenido de K intercambiable (tambi6n<br />
un valor medio de 1.59 cmol.kg-') se observ6 en la zona 7, en elSE de Cordoba, con<br />
suelos desarrollados sobre un loess areno-limoso yen la que se presentan los menores contenidos<br />
de arcilla de todael iea e-studiada.<br />
En cuanto a los horizontes A, la representaci6n geoestadfstica,mediante Kriging<br />
muestra una distribuci6n espacial similar a la de los horizontes C, con contenidos mayores en<br />
la zona central del Ireaestudiada y menores en la zona riberefia y en la Pampa Arenosa. Sin<br />
embargo, considerando los valores medios de K intercambiable del horizoite Ade cada una<br />
de las zonas diferenciadas, se observa que estos son similares en toda la regi6n, con excepci6n<br />
de la zona 4 en la que el potasio es claramente mas bajo.<br />
Comparando los contenidos medios de los horizontes A y C de cada:uia de las zonas<br />
(Cuadro 5) pueden constatarse diferencias verticales en el contenido de K de intercambio: en<br />
los suelos de las zonas 1,2, 3 y 4, desarrollados sobre materiales de textura fina, el K de<br />
intercambio aumenta con la profundidad; por el contrario en los suelos de la zonas 5,6 y 7 de<br />
textura gruesa, el potasio disminuye en los horizontes subsuperficiales respecto al horizonte<br />
A. Estos resultadas estarfan relacionados con el tipo y proporci6n de coloides que influyen en<br />
el comportamiento ffsico-qufmico de cada tipo de suelo: en los suelos del Este, con mayor<br />
contenido de arcillas, serfan los coloides minerales los que influencian en mayor medida el<br />
coitenido total de K intercambiable; por el contrario en los suelos de textura gruesa del Oeste<br />
serfa la materia organica, presente sobre todo en superficie, la que condiciona gran parte del<br />
K cambiable.<br />
Cuadro 5. Valores medios de potasio de intercambio en los horizontes A y C de cada una<br />
de las zonas diferenciadas.<br />
K intercambiabie (cmol.kgl)<br />
Zona 1 2 3 4 5 "6 7<br />
Hor. A 2.03 2.06 2.01 1.45 2.13 2.04 2.16<br />
Hor. C 2.57 2.38 2.15 1.59 1.95 1.87 1.59<br />
Si por el contrario, en lugar de considerar el valor absoluto se considera la proporci6n<br />
del K dentro de las bases cambiables (Cuadro 6), se constata que los resultados son<br />
similares para horizontes A y C, esto es porcentajes de K intercambiable-menores en los<br />
suelos de textura fina del Este y porcentajes mayores en los suclos de textura arenosa del<br />
Oeste: esto resultados reflejarfan asi la influencia del factor mineralogfa en-el contenido de K<br />
intercambiable.<br />
Sesi6n I. Potasio en suelos argentinos<br />
44
Cuadro 6. Porcentaje medio de potasio de intercambio en los horizontes A y C do cada<br />
una do las zonas diferenciadas.<br />
K intercarobiable (%7<br />
Zona 1 2 3 4 5 '6 7<br />
Hot. A 10.3 10.2. 9.0 6.6 12.9 14.8 10.7<br />
Hot. C 10.7 12.5 7:8 6.2 13.5 13.9 11.5<br />
b.Elpotasio total<br />
Se estudi6 la composici6n geoqufmica de tres perfiles de suelo de un sector de la<br />
Pampa Ondulada al oeste de la ciudad de Buenos Aires (Morris et al.,1998-a), incluyendo el<br />
contenido de potasio total y de potasio intercambiable. En el Cuadro 7 se dan los datos cle<br />
dos de los perfiles estudiados: los valores de porasio total aparecen semejantes entre las distintas<br />
muestras, oscilandq alrededor de un 2 % K20.<br />
Cuadro 7. Potasio total y cambiable y sus relaciones con el contenido do arcilla y la CIC<br />
en dos suelos do la Pampa Ondulada.<br />
Perfil- K total (K total / K (K interc. / (K interc. /<br />
horizonte (% K20) arcilla %) intercambio CIC). 100 arcilla %)<br />
.100 (cmol.kg') .100<br />
1-A+B 2.01 6.8 0.9 4.9 3.0<br />
1-BtI 2.10 3.9 .1.6 . 4.9 2.9<br />
1-Bt2 2.30 4.1 1.1 3.5 1.9<br />
1-BCk 1.86 5.8 0.9 4.0 2.7<br />
1-C 2.12 5.4 1.3 4.6 3.2<br />
2-Al 1.90 6.6 1.4 7.1 4.8<br />
2-BtI 2.17 5.9 1.3 5.9 3.5<br />
2-Bt2 2.10 5.0 1.1 4.3 2.6<br />
2-BC 2.32 7.2 1.0 4.5 3.1<br />
2-Ckml 1.85 9.0 0.8 4.9 3.9<br />
Considerando los valores absolutos, en los horizontes B aumenta ligeramente el contenido<br />
de K total respecto a los horizontes A y C; sin embargo la proporci6n de K total<br />
respecto a la cantidad de arcilla disminuye en los horizontes B; esto sugiere que una proporci6n<br />
importante del K total se encuentra en otras fracciones, particularmente en el limo. Del<br />
mismo modo, el K de intercambio disminuye proporcionalmente en los horizontes B de<br />
ambos perfiles, tanto respecto a la arcilla total como a la CIC del suelo. Comparando ambos<br />
perfiles entre sf se observa que tanto la relaci6n del K total como intercambiable con la arcilla<br />
son mayores en el perfil 2 que en el 1, lo que refleja las diferencias mineral6gicas entre ambos<br />
perfiles: en el perfil 2 predominan las arcillas illiticas en tanto en el perfil 1 son abundantes las<br />
esmectitas (Nabel et al., 1999).<br />
Sesi6n I. Potasio en suclos argentinos<br />
45
Condusiones<br />
Los estudios realizados permiieron constatar variaciones espaciales horizontales y<br />
verticales delos contenidos de potasio total, potasio cuasi-total y potasio cambiable en los<br />
suelos de la regi6n Chaco-pampeana, las que se hallan claramente relacionadas con las diferencias<br />
mineral6gicas y granulom6tricas de los sedimentos que constituyen su material parental.<br />
Asf, en los suelos de la Pampa Sur desarrollados sobre materiales sedimentarios provenientes<br />
de los Andes y de la Patagonia extra-andina, los contenidos de las distintas fracciones<br />
de potasio son inferiores a las de los suelos dela Pampa Norte, en los que ademis de los<br />
materiales anteriores se presenta una proporci6n considerable de aportes provenientes de la<br />
Sierras Pampeanas. Por otra parte, los menores contenidos de potasio se observan en los<br />
suelos con predominancia de aportes sedimentarios de los rios Parand y Uruguay.<br />
En t6rminos generales los contenidos de potasio son elevados en el conjunto de la<br />
regi6n Chaco-pampeana. Sin embargo, los trabajos efectuados indican que los contenidos de<br />
las distintas fracciones de potasio estin condicionados por la proporci6n relativa de las fracciones<br />
granulom6tricas y por la composici6n mineral6gica de las mismas. Asimismo, el grado<br />
de desarrollo de los suelos, yen particular el grado de iluviaci6n, influyen en la distribuci6n<br />
vertical de las fracciones de potasio. La proporci6n de materia orginica es ademis un factor<br />
que influye en el contenido de potasio de intercambio del horizonte superficial, en particular<br />
en los suelos de textura gruesa. Diversas situaciones puiden asf observarse en la regi6n, resultantes<br />
de combinaciones diferentes de esos factores determinantes.<br />
De acuerdo a los resultados obtenidos, los mayores contenidos de potasio total, cuasi<br />
total y cambiable se presentan en suelos constitufdos por una proporci6n moderada de arcilas<br />
de naturaleza illftica y por un porcentaje elevado de limo en el cual feldespatos y micas<br />
son abundantes, como ocurre en Argiudoles tipicos localizados en la Pampa Norte y el sector<br />
occidental del Chaco Meridional.<br />
BIBLIOGRAFfA<br />
Andreoli, C. y Peinemann,N., 1984. Fracciones de potasio y condiciones de equilibrio<br />
en suelos de la Ilanura pampeana. Ciencia del Suelo, 2 (2): 159-166<br />
Arens,P.,1971. Aspectos qufmicos y fisico-qufmicos de la fertilidad del suelo. En: Seminario<br />
de fertilidad y fertilizantes. Soc. Cientif. Arg. y Fac. Agron. y Vet. UBA, pp.44-52.<br />
Cruzate, G., 2001. Caracterizaci6n y cartograffa de los materiales parentales de los suelos<br />
del centro de la Region Pampeana mediante el procesamiento geoestad(stico de<br />
par.metros quimicos y ffsicos. Tesis Ms. Sc., Facultad de Agronomia UBA, 99 p.<br />
De la Horra, A., y Mizuno,l., 1974. Potasio en algunos suelos argentinos. Anal. Soc.<br />
Cientif. Arg., CXCVIII: 87-93<br />
Lavenir,P., 1910. Contribuci6n al estudlio de los suelos de ]a Repoblica Argentina. Anal.<br />
del Min. de Agricultura, Tomo II, nO II, 577 p.<br />
Lavenir,P., 1922. Contribuci6n al estudio de los suelos y aguas de la Gob. de La Pampa,<br />
Min. Agricultura de la Naci6n., 54 p.<br />
Sesi6n I. Potasio en suclos argentinos<br />
46
Morris, H.,1994. Caracterizaci6n de la organizaci6n y composici6n qufmica de arcillas<br />
mediante tecnicas submicrosc6picas. Aplicaci6n al estudio de arcillas de suelos del<br />
Chaco Meridional. V Reuni6n Argentina de Sedimentologla, TucumAn, Actas, pp. 271 -<br />
276<br />
MorrAs,H.,1996-a. Diferenciaci6n de los sedimentos superficiales de la regi6n pampeana<br />
en base a los contenidos de f6sforo y potasio. VI Reuni6n Argentina de Sedimentologla,<br />
Bahia Blanca, Actas, pp.37-42.<br />
Morris,H., 1996-b Composici6n y evoluci6n de la fracci6n limo grueso de suelos del<br />
Chaco Meridional argentino. XIII Congreso Geol6gico Argentino, Actas IV: 263<br />
Morris, H., 1997. Origen y mineralogia del material parental de los suelos de la regi6n<br />
pampeana.6Homogeneidad o heterogeneidad? Primer Taller sobre Sedimentologfa y<br />
Medio Ambiente, Asociaci6n Argentina de Sedimentologla, Buenos Aires, Resumenes,<br />
pp.19-20.<br />
Morris, H., 1999-a. Geochemical differentiation of Quaternary sediments from the Pampean<br />
region based on soil phosphorous contents as detected in the early 20 century.<br />
Quaternary <strong>International</strong>,'62: 57-67<br />
Morris, H., 1999-b. Composici6n geoqufmica de suelos y sedimentos cuaternarios de<br />
un sector del Chaco Meridional. I Congreso. de Cuaternario y Geomorfologfa, Santa<br />
Rosa, Actas, pp. 13.<br />
Morris, H., Robert, M. y Bocquier,G., 1982. Caracterisation min6ralogique de quelques<br />
solonetz et planosols du Chaco Deprimido. Cahiers de I' ORSTOM, sie Pddologie,<br />
19 (2): 151-169<br />
Morris, H., Zech, W. y Nabel,P.,1998. Composici6n geoquimica de suelos y sedimentos<br />
loessicos de un sector de la Pampa Ondulada. V Jomadas Geol6gicas y Geofisicas<br />
Bonarenses, Mar del Plata, Actas; Vol.l: 225-232<br />
Morris, H. y Cruzate, G., 2000. Distribuci6n de los sedimentos superficiales en la Regi6n<br />
Pampeana Norte (Argentina) a trav6s del anAlisis de la variaci6n espacial de<br />
parAmetros ffsicos y qufmicos. II Congreso Latinoamericano de Sedimentolog(a, Mar<br />
del Plata, RestOmenes, pp 126-127<br />
Moscatelli, G.,1991. Los suelos de ]a Regi6n Pampeana En: El desarrollo agropecuario<br />
pampeano. 0. Barsky (Ed.), INDEC, INTA, IICA, pp.11-76<br />
Nabel, P., Morris, H., Petersen,N. y Zech,W.,1 999. Correlation of magnetic and lithologic<br />
features of soils and quaternary sediments from the Undulating Pampa. J. of South<br />
Am. Earth Sci., 12: 311-323.<br />
Ramos, N., Aandreoli, C. y Peinemann, N., 1984. Fracciones de potasio en suelos del<br />
SO de la provincia de Buenos Aires y E de La Pampa. R.I.A., XIX (1): 115-125<br />
Scoppa, C.,1 976. La mineralogia de los suelos de la Ilanura pampeana en la interpretaci6n<br />
de su g6nesis y distribuci6n. IDIA, Suplemento n 0 33, pp.659-673<br />
Zaffanella, M., 1952. Los elementos qufmicosy la fertilidad del suelo. En: La fertilidad<br />
del suelo pampeano. Revista Argentina de Agronomfa, T.19, N 0 2, pp. 90-100<br />
Zubillaga, M. y Conti, M., 1994. Importance of the textural fraction and its mineralogic<br />
characteristics in the potassium contents of different Argentine soils. Commun. Soil<br />
Sci. Plant Anal., 25 (5&6), 479-487<br />
Zubillaga, M. y Conti, M., 1996. Availability of exchageable and non-exchangeable K in<br />
Argentine soils with different mineralogy. Z.Pflanzenem5hr. Bodenk., 159: 149-153.<br />
Sesi6n I. Potasio en suclos argentinos<br />
47
DISTRIBUCION DE CATIONES EN SUELOS<br />
CON MONOCULTIVO DE CA&A DE AZOCAR<br />
Y CON APLICACION DE SUS SUBPRODUCTOS<br />
EN LA PROVINCIA DE JUJUY<br />
Olga S. Heredia, Lidia Giuffri, Luis Berasategui, Silvia Ratto y Marta Conti<br />
Cdtedra de Edafologia, Facultad de Agronomia, UBA. conti@mailagri.uba.ar<br />
RESUMEN<br />
Se analizaron muestras superficiales de suelos (Ustifluvents) con monocultivo<br />
de caha (30 y 100 alos) con el objetivo de evaluar el efecto que la aplicaci6n de<br />
subproductos de la industria azucarera tiene sobre las bases de cambio del suelo. Los<br />
angfisis fueron: pH, CE (conductividad eldctrica) (en la pasta), Ca (calcio), Mg (magnesio),<br />
Na (sodio), K (potasio) intercambiables y CIC (capacidad intercambio catidnico).<br />
EI pH variO entre 7,1 a 7,5 sin diferencias entre tratamientos. La aplicaci6n de CV<br />
(cachaza-vinaza, subproductos de industria azucarera) mejor6 sustancialmente los valores<br />
de K en suelos con respecto al monocultivo de cafia, pero no hubo efecto en Ca, Na<br />
y Mg intercambiables. Aument6 la relaci6n K/Mg y la CE sin afectar potencialmente al<br />
cultivo.<br />
CATTON DISTRIBUTION IN SOILS MONOCROPPED TO SUGAR<br />
CANE UNDER APPLICATION OF MILLING SUBPRODUCTS IN JUJUY<br />
Surface soil samples of Ustifluvents with sugarcane cultivation as monoculture<br />
(30 and 100 years) were analyzed in order to evaluate the effect of sugarcane industry<br />
subproducts application on soil exchangeable bases.<br />
<strong>The</strong> analysis were pH, EC( paste), exchangeable Ca ,Mg, Na and Kand cation<br />
exchange capacity <strong>The</strong> ph varied between 7.1 and 7.5 without differences between<br />
tratments. <strong>The</strong> application of CV increased soil K values respect to sugarcane monoculture,<br />
but there were no effects on exchangeable Ca, Na and Mg. K/Mg relationship was<br />
increased, and also EC, but it did not affect the cultivation.<br />
Sesi6n 1. Potasio en suelos argentinos<br />
49
Introducci6n<br />
La provincia de Jujuy participa con cl 23 % de la producci6n de az6car del<br />
pais, ocupando el cultivo de cafia el 17,4% de la superficie cafiera total (SAGPyA-SIIA,<br />
1999). La cafla de azdcar (Saccharum officinarum L.) es un cultivo que tiene una alta demanda<br />
de nutrienres en particular de nitr6geno, porasio, calcio y f6sforo , yen menor medida de<br />
magnesio y azufre. Esto determina que a la cosecha se exporten en cl siguiente orden: K > N<br />
> Ca> P> Mg> S.<br />
Si bien se ferriliza con N y K, en menor medida con P, la mayor parr de los nutrientes<br />
consumidos lo hace a expensas de las formas disponibles de los mismos en el suelo.<br />
Los principales problemas en la regi6n son: el monocultivo que produce degradaci6n<br />
de la tierra, el uso de los subproductos de la industria azucarera quc generan alta contaminaci6n<br />
ambiental y el uso eficiente del agua sin la cual no es posible la expansi6n del cultivo<br />
(SAGyP, 1995).<br />
En la regi6n existen problemas de suministro de nutrientes, como N y K que aplicados<br />
como Urea y Nitrato de K mejoran notablemente los rendimientos en Tucumin (P6rez<br />
Zamora et al., 2000).<br />
El uso de los subproducros de.ja industria azucarera, com'o la cachaza y vinaza como<br />
enmiendas orginicas aplicadas al suelo es una forma de reducir el nivel de cbntaminantes que<br />
ano a anio son vertidos a los rios y de mejorar la fertilidad de los suelos, aunque-estos deben set<br />
monitoreados para evitar su deterioro.<br />
Con el objetivo de evaluar el efecto que la aplicaci6n de subproducros de la industria<br />
azucarera tiene sobre las bases de cambio del suelo es que se plante6 el siguiente trabajo,<br />
Materiales y M&odos<br />
Se muestrearon suclos (Ustifluventes) provenientes de varias fincas de cafia de azdcar<br />
ubicadas en la provincia de Jujuy<br />
Las muestras se tomaron de 0-20 cm , de lotes con distinta cantidad:de afios en<br />
monocultivo de cafla: 30 (30) y 100 afios (100) y otros a los que se les aplic6 una dosis de 150<br />
m 3 /ha de una mezcla de cachaza-vinaza CV, aplicadas en el surco de riego.<br />
En el laboratorio se determin6 la CE en la pasta (potenciometrfa), cationes intercambiables<br />
(Ca, Mg, Na, K) por el m6todo del Acetato de Amonio 1N pH 7 (Page, 1982).<br />
Los resultados fueron analizados con el paquete estadistico SX 4,0.<br />
Resultados y Discusi6n<br />
El valoi de pH vario entre 7,1 a 7,5 seg6n se tratara de suelos bajo monocultivo de<br />
cafia a con aplicaci6n de CV no habiendo diferencias significativas entre tratamientos. Para la<br />
Sesi6n I. Porasio en suclos argentinos<br />
50
CE (Figura 1) hubo diferencias altamente significativas segdn el tratamiento dado a los sue-<br />
los.<br />
Figura 1: CE en suelos<br />
2.5<br />
2-<br />
1.5<br />
E<br />
0.5 b<br />
100 30 Cv<br />
amTratamientos Ms(5 la<br />
Leyenda: Letras distintas indican diferencias estadisticamente significativas (P
valor que no es alcanzado en ningtin traramiento. Esro puede llevar a modificaciones en las<br />
relaciones i6nicas de los cationes del suelo que afecten la disponibilidad de los nutrientes para<br />
el cultivo.<br />
En la Figura 3 se presenta la variaci6n de la relaci6n K/Mg en suelos. Esra relaci6n<br />
aurnenta notablemente con la aplicaci6n de CV, no Ilegando a ser un valor que afecte la<br />
absorci6n de Mg por exceso de K para el cultivo de cafla de az6car.<br />
Figura 3: Relaci6n K/Mg en suelos<br />
I0.6<br />
Ole a<br />
V 0.2 b<br />
2<br />
1 0 30 CV<br />
a4a3f (150 m 3 tha)<br />
Tratamientos<br />
Leyenda: Letras distintas indican diferencias estadisticamente significativas (P
POTASIO Y OTRAS BASES DE CAMBIO<br />
EN SUELOS DEL VALLE DEL RIO NEGRO<br />
Lidia Giuffi, Olga Heredia, Diego Cosentino, Carla Pascale y Marta Conti<br />
Cdtedra de Edafelogla, Facultad de Agronomia, UBA. conti@mail-agri.uba.ar<br />
RESUMEN<br />
El objetivo de aste trabajo fue caracterizar la dotaci6n de bases de cambio en<br />
suelos del valle del Rio Negro. Se consideraron situaciones productivas de montes do<br />
manzano y situaciones testigo en Chimpay (Rio Negro) y en Vista Alegre (Neuqu6n). Los<br />
falores de CIC (capacidad intercambio catidnico) y bases de cambio se obtuvieron<br />
mediante la extraccin con acetato de amonio y determinaci6n con EAA (espectrometria<br />
de absorci6n at6mica) y fotometrfa do llama. Los suelos estuvieron bien dotados en Ca<br />
(calcio) y Mg (magnesio), yen general no tuvieron exceso de Na (sodio). Los valores de<br />
potasio resultaron bajos, siendo el elemento mis critico dentro de las bases de cambio.<br />
POTASSIUM AND EXCHANGEABLE BASTS IN SOILS<br />
OF RIO NEGRO VALLEY<br />
<strong>The</strong> objective of this work was to characterize exchangeable bases content in<br />
soils from Rio Negro valley. Productive situations of apple mounts were considered , with<br />
control situations, in the locations of Chimpay (Rfo Negro) and Vista Alegre (Neuqu6n).<br />
Cation exchange capacity and exchangeable bases were determined with an ammonium<br />
acetate extraction and atomic absorption espectrophotometry.<br />
<strong>The</strong> provision of Ca and Mg was good, and in general, there was no sodium<br />
excess. K values resulted low, being the most critical element among exchangeable bases.<br />
Sesi6n 1. Poasio en suelos argentinos<br />
53'
Introducci6n<br />
En general, la tendencia en la zona ha sido monitorear el estado de los montes frutales<br />
mediante el anlisis foliar de los mismos. El anlisis de suelos es, sin embargo, una herramienta<br />
fundamental para diagnosticar el estado de fertilidad y las posibles carencias o<br />
desequilibrios nutricionales.<br />
Con adecuadas condiciones de abastecimiento, algunos nutrientes del suelo pueden<br />
set adecuadamente absorbidos por la planta de acuerdo a su dindmica nutricional. En el<br />
cultivo de manzano resulta muy importante la absorci6n de potasio, que alcanza a 39 kg/ha<br />
para una producci6n de 10 Mg ha'. En magnitudes mIs relevante au'n que la absorci6n de N<br />
para id6ntico rinde (Melgar, 1997).<br />
Se han detectado deficiencias de potasio con contenidos foliates de 0.8% y en suelo<br />
de 50-60 ppm. La fertilizaci6n potisica ha aumentado el color rojo de los frutos, su tamafio,<br />
y la acidez titulable, cuando la concentraci6n en hoja era menor del I %.<br />
En el momento de establecer el cultivo de manzno se recomienda una fertirrigaci6n<br />
con N-P-K en montes de alta densidad plantados en suelos de textura gruesa (Raese, 1998).<br />
La fertilizaci6n foliar suplementaria estimulativa ha incrementado el rendimiento de<br />
manzano entre el 8 y 2 9 %, ademis de la calidad del frufo (Soare et al., 1996), disminuyendo<br />
por otra parte las consecuencias de excesos climAticos sobre las plantas.<br />
El objetivo del presente trabajo fue caracterizar la dotaci6n de las bases de cambio en<br />
suelos del Valle del Rio Negro como primer paso al diagn6stico del equilibrio nutricional en<br />
manzanos.<br />
Materiales y M&odos<br />
Se efectu6 un muestreo de suelos en chacras de la empresa Mofio Azul, en montes de<br />
manzano de alto rendimiento. Se extrajeron muestras superficiales de suelo con barreno (0-<br />
20 cm), antes de la cosecha, durante el mes de febrero de 2001 en las localidades de Chimpay<br />
(Rio Negro) y Vista Alegre (Neuqu6n). Se estudiaron ademis muestras testigo en cada situaci6n.<br />
Las muestras consideradas fueron: Chacra I (Chimpay): MV, monte viejo; MN, monte<br />
nuevo; A, alfalfar; S, terreno sistematizado. Chacra 2 (Vista Alegre): Ti, testigo; RD, manzano,<br />
RDO, manzano producci6n orgdnia, T2, testigo albard6n, AG, monte albard6n.<br />
Los valores de CIC y bases de cambio se obtuvieron mediante la extracci6n con<br />
acetato de amonio y determinaci6n con EAA y fot6metria de llama (Page, 1982).<br />
Resultados y Discusi6n<br />
Los suelos presentan valores de CE bajos (< 0,5 dS m'), excepto para el terreno<br />
sistematizado de la Chacra 1 (2,43 dS m-'), que aparece como un material distinto, con un<br />
Sesi6n I. Poasio en sudos argeninos<br />
54
mayor contenido salino. Con respecto al Na de cambio, el terreno sisematizado y cl testigo<br />
del albard6n son suelos s6dicos. Las mediciones de pH oscilaron entre 7,7 y 8,6, pudiendo<br />
atribufrse estos valores a la presencia de carbonato de,calcio.<br />
Con referencia al porasio, los valores son normales para la zona, oscilando las texturas<br />
entre francas y franco-arenosas. Entre el monte nuevo y cl monte viejo de Chimpay, se<br />
observa un aumento que podrfa estar originado por los repetidos afios de fertilizaci6n. El<br />
alfalfar prescnt6 los valores mfnimos de K, pudiendo ste ser considerado un mejor restigo<br />
que el suelo sisrematizado, que present6 valores an6malos de CE y Na. Tambidn existe una<br />
endencia a mayores valores de K intercambiable en la chacra de Neuqun, In mismo sucede<br />
con el Mg de cambio. (Figura 1).<br />
Figura 1. Potasio de cambio (Cmolc/kg)<br />
S0,4<br />
r,2<br />
E<br />
MV MN A S Ti RD RDO T2 AG<br />
Mueras<br />
Los valores de Ca intcrcambiable de las muestras S, TI, RD y RDO son demasiado<br />
altos, esto puede explicarse por una alta presencia de carbonatos de calcio en las mismas, que<br />
ban sido disueltos por el extractante, sobreestimindose en consecuencia el valor del calcio.<br />
Los dem4s suelos pueden ser considerados bien provistos en este elemento.(Figura 2).<br />
Figura 2. Calcio de cambio (Cmolc/kg)<br />
30 -<br />
25<br />
glO<br />
t5<br />
MV MN A S T1 RD RDO T2 AG<br />
Muesttas<br />
En los suclos estudiados los valores de K resultan ser bajos, siendo el mds crfrico<br />
dentro de las bases de cambio. Es importante rambi6n conocer la relaci6n existente entre el<br />
Sesi6n I. Potasio en suelos asgentinos<br />
55
potasio y cl magnesia ya que en manzano es conocido elefecto positivo de acompafiar las<br />
fertilizaciones potsicas con Mg a fin de evicar problemas nutricionales (Gething, 1994).<br />
La relaci6n K/Mg es baja en todos los suclos, excepto el T2, lo que implica que no es<br />
probable la deficiencia de Mg por el exceso de K.<br />
Se desca resalrar la importancia del anlisis de suelos para calcular adecuadamente las<br />
dosis de fertilizante aagregar, de modo de evitar indeseables consecuencias ambientales. En<br />
grandes explotaciones y montes con alra variabilidad, resulta de gran utilidad complemdntarlos<br />
con fotograffas areas, que permiren visualizar adecuadamente problemas d desuniformidad<br />
de la biomasa (Sinchez, 2001), de modo de establecer las pricticas de manejo mis adecuadas.<br />
Condusiones<br />
Los anilisis de suelos con referencia a las bases de carnbio proporcionan informaci6n<br />
valiosa del estado nutricional, resultando en este caso crftico el valor de K.<br />
Los suelos estuvieron bien dotados en Ca y Mg, y en general no tuvieron exceso de<br />
Na*.<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
Gething P.A. 1994. Actualidad del Potasio, lip 140pp.<br />
Melgar R., M. Diaz Zorita. 1997. La fertilizaci6n de cultivos y pasturas. Ed. hemisferio<br />
, sur. 250pp.<br />
Page A.L. (ed). 1982. Methods of soil analysis. Chemical and microbiological properties<br />
2 NQ 9 (Part 2) in the series Agronomy. American Society of Agronomy, Inc., Soil<br />
'Science Society of America, Inc. Publisher, Madison, Wisconsin. USA: 1159 p.<br />
Raese J.T.1 998. Response of apple and pear trees to phosphate fertilization: a compendium.<br />
Comm. Soil Sci. Plant Anal. 29:1799-1821.<br />
SAnchez E.A. 2001. Huertos:diagn6stico nutricional. Fertilizar 23:4-9.<br />
Soare M., V. Catanescu, Z. Borlau, G. Bandu.1996. Experimental results regarding effect<br />
of foliar fertilization on apple, plum and cherry.J. of Romanian Nat. Soc. Soil Sci. 30:<br />
71-80.<br />
Sesi6n I. Porasio en suelos argentinos<br />
56
MONITOREO DE LOS CAMBIOS EN LA<br />
FERTILIDAD POTASICA DE HAPLUDOLES TfPICOS<br />
DE LA REGION PAMPEANA<br />
FERT-ILIZADOS PARA AGRICULTURA<br />
DE ALTO RENDIMIENTO (*)<br />
RESUMEN<br />
Marta E Conti, Ana M de la Horra, Mirta G Gonzilez, Nilda M. Arrigo,<br />
Fernando Garcia'.<br />
Cdtedra de Edafologia - Facultad de Agronomia .UBA.<br />
' INPOFOS Cono Sur.<br />
cont@mail.agri. uba.ar<br />
fgarcia@ppi-ppic-org<br />
So propuso coma objetivo evaluar la cantidad y distribuci6n de diferentes formas<br />
de potasio (k), producidas por dosis de fertilizante aplicadas a rotaciones de matz, trigo y<br />
soja, en suelos Hapludoles (Bs.As), identificando las diferencias entre las aplicaciones<br />
anuales vs aplicaciones Onicas iniciales de K.<br />
Las muestras de suelo fueron extraidas posteriormente a la cosecha de mafz,<br />
primer cultivo de la rotaci6n, procedi6ndose a analizar el contenido de potasio soluble<br />
(Ks), potasio intercambiable (Kil y potasio de reserva (Kr) del suelo.<br />
Los resultados obtenidos evidencian muy claramente quo la determinacid6n quimica<br />
quo mis se ajusta al agregado de fertilizante es la del Ki. La relaci6n que presenta es<br />
altamente significativa en superficie (r = 0.85) no manteni6ndose la misma magnitud en<br />
profundidad (r= 0.32). EI Krpresenta una moderada correlaci6n con el fertilizante agregado<br />
(r= 0.31). En oposici6n, el Ks nopresenta asociac/in con las dosis de fertilizaci6n potAsica.<br />
Debido al corto tiempo transcurrido entre la fertilizaci6n inicialy la toma de las muestras,<br />
s6lo un periodo de cultivo de mafz, no se han encontrado diferencias entre las formas de<br />
aplicaci6n Onica inicialy la anual, efecto que se espera encontraren los pr6ximos cultivos.<br />
La fertilizaci6n aument6 el contenido de Ki, encontr4ndose, segOn las dosis,<br />
equivalentes de K quo representan aumentos del 6 a1 20 % superiores al suelo control<br />
La experiencia valoriza el uso del m6todo del Ki (Acetato de Amonio 1 N pH 7), para<br />
evaluar el estado de fertiidad potisica de suelos en la Argentina.<br />
() Este trabajo fue realizado con subsidio de INPOFOS Cono Sur.<br />
Sesi6n I. Potasio en suelos argeninos<br />
57
MONITORING CHANGES IN POTASSIUM FERTILITY OF A TYPIC<br />
HAPLUDOLL OF THE PAMPEAN REGION FERTILIZED FOR A HIGH<br />
YIELDING AGRICULTURE<br />
<strong>The</strong> objective of this work was to evaluate the quantity and distribution in different<br />
ways of potassium, produced by fertilizer dose applied to rotations of corn, wheat and<br />
soya, in Hapludoll (Bs.As), identifying the differences among the applications annual vs<br />
only umbral applications of K.<br />
<strong>The</strong> soil samples were extracted after the crop of corn, first cultivation of the<br />
rotation, being proceeded to analyzed the content of soluble potassium (Ks),<br />
interchangeable potassium (Ki) and reservation potassium (Kr) of the soil.<br />
<strong>The</strong> obtained results evidence very clearly that the chemical determination is<br />
more adjusted to the fertilizer addition is that of the Ki. <strong>The</strong> relationship is highly significant<br />
in surface (r = 0.85) but not with the same magnitude in depth (r = 0.32). <strong>The</strong> Kr presents<br />
a moderate correlation with the added fertilizer (r = 0.31 ). In opposition, the Ks doesn't<br />
present association with the doses of potassium fertilization. Due to the short time lapsed<br />
between the initial fertilization and the taking of the samples, only a period of cultivation of<br />
corn, they have not been differences between the forms of initial unique application and<br />
the annual one, effect that is hoped to be found in the next cultivation.<br />
<strong>The</strong> fertilization increased the content of Ki and according to the doses, equivalent<br />
of K were found that represent increases from the 6 to 20% superiors to the control soil.<br />
<strong>The</strong> experience valorizes the use of the method of the Ki (Acetate of Ammonium 1 N pH<br />
7), to evaluate the state of potassium fertility of soils in the Argentina.<br />
Introducci6n<br />
Los suelos Hapludoles dpicos del partido de 9 de julio (Bs As-Argentina), a pesar de<br />
tenet adecuados niveles de potasio intercambiable, han manifestado baja velocidad de reposici6n<br />
de este elemento a la soluci6n y baja movilidad en el suelo (de la Horra, 2.000). El<br />
impacto del uso de fertilizantes potisicos se refleja no s6lo en los rendimientos de los granos<br />
y las extracciones de potasio de la cosecha, sino en la cantidad y distribuci6n de las diferentes<br />
fracciones que quedan en el suelo (Conti, 2.000). Asi se pueden observar las disminuciones o<br />
aumentos en la fertilidad potdsica del suelo en un d6terminado pefodo, de acuerdo a las<br />
dosis y la forma de aplicaci6n usada. Esta investigaci6n sirve como apoyo bsico para determinar<br />
las dosis y formas 6ptimas de adicionar fertilizante pocisico a los principales cultivos de<br />
la regi6n e identificar interacciones con fertilizaciones de otros nuirientes.<br />
En este trabajo se propuso evaluar la cantidad y distribuci6n de potasio, en las diferentes<br />
formas, que producen dosis crecientes del fertilizante aplicado; en forma Cnica inicial<br />
(efecto residual ) o en forma anual a cultivos de trigo, soja y mafz, en suelos Hapludoles del<br />
partido de 9 de julio. Tambi6n se busc6 identificar la interacci6n de las dosis de potasio con<br />
dosis crecientes de f6sforo aplicadas simultineamente.<br />
Se presentan los resultados del primer afio de iniciada la experimentaci6n.<br />
Sesi6n 1. Potasio en sudos argentinos<br />
58
Materiales y Mtodos<br />
Sc realiz6 ensayos en lotes de producci6n utilizSndose maquinaria convencional y<br />
6primo manejo general de cultivo. Se comenz6 con maiz en el afio 1999-2000. Los distintos<br />
[ratamientos de potasio se acompafiaron con f6sforo y se realizaron pot triplicado y en parcelas<br />
de 10 x 30 m, con la perspectiva de continuar la investigaci6n durante cinco afios mis.<br />
Los tratamientos usados fueron (dosis en kg ha'): P 0 -K 0; P 0 -K 25 R; P 10 -K 25R; P 1OR<br />
-K 25R; P20 -K25R; P 20R-K25R; P40 -K25R; P80 -K25R; P 20R-KO; P 20R-K25,<br />
P2 OR -K 50; P 20R -K 50R; P 20R -K 100; P20R -K 200. (R= fertilizado anualmente).<br />
El K fue aplicado como cloruro de potasio. Las muestras de suelo fueron extrafdas en<br />
agosto del afio 2000 despu6s de la cosecha de mafz y antes de la siembra de trigo; a dos<br />
profundidades: 0 - 20 cm y 20 - 40 cm, procedi6ndose a analizar sus contenidos de K 5 por<br />
extracci6n con cloruro de calcio; Ki*** por extracci6n con acetato de amono; y pot extracci6n<br />
con Acido nftrico. Tambi6n se calcul6 el potasio no disponible, pot diferencia entre el<br />
potasio extrafdo con nftrico y el extrafdo con acetato de amonio.<br />
Resultados y discusi6n<br />
Los resultados obtenidos y las correlaciones de cada variable con las dosis de fertilizante<br />
evidencian muy claramente que la forma que m6s se asocia al agregado de fertilizante es<br />
el potasio intercambiable, esta relaci6n es muy alta en superficie (r = 0.85) , no manceni6ndose<br />
en la misma magnitud en profundidad (r = 0.32) relacionado probablemente a la falta de<br />
movilidad intrfnseca de este nutriente. El potasio extrafdo con Acido nftrico presenta una<br />
moderada correlaci6n con el fertilizante en todas las muestras (r = 0.31). En oposici6n a las<br />
variables anteriores, el potasio de ia soluci6n del suelo no obtuvo correlaci6n alguna con las<br />
dosis de fertilizaci6n potisica agregada, presentando en todos los casos valores bajos y relativamente<br />
constanres, canto en superficie como eiPprofundidad.<br />
Debido al corto ciempo transcurrido entre la fertilizaci6n inicial y la toma de las<br />
muestras, s61o un perfodo de cultivo de mafz, no se han producido diferencias entre la fertilizaci6n<br />
inicial y las anuales, efecto que se espera encontrar en pr6ximas cosechas.<br />
En la Figura I se presenta la relaci6n existence entre el fertilizante agregado y el valor<br />
de K intercambiable. Es notorio que el fertilizante se reubica en este suelo fundamentalmente<br />
en las primeras dosis en las posiciones intercambiables. La menor incidencia de su reubicaci6n<br />
en las posiciones fijas pueden estar relacionadas al bajo contenido de arcillas y a la saturaci6n<br />
pocasica inicial del suelo (Conti, 2.001; Gonzalez, 2.001)<br />
Sesi6n-1. Potasio en suelos argentinos<br />
59
Figura 1. Valores de Potasio intercambiable (cmol, kg-' ) de las muestras 0 - 20 cm vs<br />
agregado de fertilizante.<br />
1,65<br />
1,6<br />
1,55 -<br />
E 1,5<br />
0<br />
E<br />
1,45 *<br />
1,4-<br />
1,365<br />
1,3<br />
0 50 100 150 200 250<br />
Fertilizante agregado (kg K ha-')<br />
La fertilizaci6n aument6 el conenido de Ki, a6n despu6s de la extracci6n de K<br />
realizada por la cosecha de mafz, con ]a primer dosis, 25 kg K ha- en 40 ppm ; 70 ppm con<br />
el agregado de 50 kg K ha l , 82ppm el agregado de 100 kg K ha-' y I 10ppm a dosis de 200<br />
kg K ha'. Estos valores representan el 6, 11, 15 y 20 % superiores al valor del potasio del<br />
suelo testigo. No se evidencian interacciones K-P en ninguna de las dosis.<br />
La experiencia valoriza el uso del m6todo del acetato de amonio I N pH 7, para<br />
evaluar el estado de fertilidad potisica del suelo.<br />
BIBLIOGRAFfA<br />
Conti M.E., A. M. de la Horra, D. Effron and D. Zourarakis. 2001. Factors<br />
Affecting.Potassium Fixation in Argentine Agricultural Soils. Commun. Soil Plant Anal.<br />
(32) 17&18.<br />
Conti M.E. 2000. DinAmica de ia Liberaci6n Y Fijaci6n de Potasio en el Suelo. Informaciones<br />
Agron6micas del Cono Sur (INPOFOS). 8. Archivo Agron6mico N 2 4.<br />
De la Horra, M.E. Conti, M.P. Jim6nez. 2.000. Potassium Supplyng Capacity in Argentine<br />
Soils and Plant Uptake Rate. Commun.Soil Plant Anal. 31 (17&18) 2717-2726.<br />
Gonzalez M.G., G.B. Moreno, H.A. Svartz and M.E. Conti. 2001 Effect of applied potassium<br />
on potassium fixation release capacity of the soil. 2001. Journal of Potassium<br />
Research. Vol 17 Aceptado.<br />
Sesi6n 1. Potasio en suclos argnuinos<br />
60
SESECN El<br />
POTASIO<br />
EN CULTIVOS EXTENSIVOS
DISPONIBILIDAD DE POTASIO EN SUELOS<br />
Y PRODUCTIVIDAD DE SOJA EN BRASIL<br />
Fibio Cesar da Silva (Embrapa Inforndtica Agropecudria, Campus da UNICAMP<br />
fcesar@cnptia.embrapa.br, Campinas SP);<br />
Aureo Francisco Lantmann (Embrapa Soja, aureo@cnpso.embrapa.br);<br />
Jos6 Renato Bouqas Farias (Embrapa Soja, jrenato@cnpso. embrapa. br, Londrina PR);<br />
Bel6n Alapont Aznar (Universidad Politecnica dr Valencia, Espafia, bealaz@ hotmail.com).<br />
RESUMEN<br />
La producciOn de soja en Brasil, a partir de la d6cada de los 70 comenz6 a<br />
presentar aumentos sustanciales en el Area plantada.<br />
La producci6n de soja, puede estar dividida en tres categorias:<br />
A) Producci6n Potencial Factores de definicin: C02, radiaci6n, temperatura y caracterfsticas<br />
de la cobertura vegetal;<br />
B) Producci6n Real Factores limitantes: (a)agua; (b)nutrientes (nitr6geno, f6sforo,<br />
pot4sio);.<br />
C) Producci6n Actual Factores de reducci6n: pestes, enfermedades, contaminaci6n.<br />
El Potsio es esencial para el crecimiento vegetal, y su funci6n principal parece<br />
estar ligada al metabolismo. El potAsio es vital para la fotosintesis. Cuando la concentraci6n<br />
de potisio es deficiente, la fotos(ntesis disminuye. A medida que el potAsio se toma<br />
deficiente, la fotosfntesis disminuye, y la velocidad de respiraci6n de las plantas aumenta.<br />
Estas dos condiciones de deficiencia de potsio disminuyen el abastecirniento de<br />
carbohidratos para las plantas.<br />
La radiacidn solar fotosint/ticamente activa (PAR: aproximadamente 400-700<br />
nm). Aproximadamente un 5% de la energfa solar incidente es capturada a trav6s de las<br />
plantas. Asumiendo que mis fotosintesis se precisa pare aumentar el rendimiento de<br />
grano, es razonable considerar modos para alterar la intercepci6n de la cobertura vegetal<br />
y asi mejorar la eficiencia y uso de fa radiaci6n solar entrante.<br />
La cantidad de luz interceptada (IPAR), debe aumentar exponencialmente con<br />
un aumento en el nOrmero de capas de la hoja (ndice de rea de hoja= LAI) por Area de<br />
terreno. Corn LAI
En Brasil el potisio intercambiable es el fndice mJs utilizado para evaluar Ia<br />
disponibilidad del suelo. La concentraci6n de agua en la disponibilidad de potIsio, y la<br />
relaci6n de pot.sio com los elementos c.lcio y magnesio (cuanto mayor es su presencia,<br />
menor es) las mismas concentraciones de potJsio intercambiable, pueden presentarse<br />
menos disponibles. En Brasil, para solucionar el problema de deficiencia de Potisio, hay<br />
una recomendaci6n de fertilizacion potisica.<br />
SOIL POTASSIUM AVAILABILITY AND SOYBEAN PRODUCTIVITY<br />
IN BRAZIL<br />
<strong>The</strong> soybean production in Brazil is characterized by steady increases in the<br />
cropped area since the decade of the 70. Factors of soybean production, can be classified<br />
into three categories:<br />
A) Potential production. Factors of definition: C02, radiation, temperature and<br />
characteristics of the vegetal cover;<br />
B) Real Production. Limiting factors: (a) water; (b) nutrients (nitrogen, phosphorus, and<br />
potassium);<br />
C) Present Production. Reduction Factors: plagues, diseases, contamination.<br />
Potassium is essential for vegetal growth, where its main functions seems to be<br />
linked to metabolism. Potassium is vital for the photosynthesis. As potassium concentration<br />
becomes deficient, the photosynthesis rate diminishes and plant respiration rate increases.<br />
<strong>The</strong>se two consequences of potassium deficiency result in a decrease in carbohydrate<br />
supplying to plants.<br />
<strong>The</strong> photosynthetically active solar radiation (PAR: approximately 400-700 nm),<br />
or approximately 5% of the incident solar energy, is captured through the plants. Assuming<br />
that more photosynthesis is needed to increase grain yields, it is reasonable to consider<br />
alternative ways to increase the interception of light by the vegetal cover to improve the<br />
use efficiency of the incoming solar radiation.<br />
<strong>The</strong> amount of light intercepted (IPAR) by crops must increase exponentially as<br />
the number of layers of leaves increase by land area (Leaf area index = LAI), which<br />
attains its maximum value at flowering. <strong>The</strong> reduction of the LAI value would result in a<br />
proportional reduction of soybean grain yields, i e. the yield potential is constrained.<br />
A good development of a soybean crop requires an adequate control of hydric<br />
and nutritional deficiencies; both processes are related each other and consequently affect<br />
grain yields. In addition to soil test for fertilization recommendation, there is an additional<br />
possibility of diagnosis by analyzing foliar tissues.<br />
Exchangeable potassium is the most utilized index value in Brazil to asses for the<br />
soil availability. <strong>The</strong> potassium concentration in water and its relation with calcium and<br />
magnesium elements are indicators of the K plant availability the greater is the relative<br />
Ca and Mg concentration, the lower the availability is, at similar values of concentration of<br />
exchangeable potassium.<br />
Sesi6n II. Poasio en cu"livos extensivos<br />
64
Introducci6n<br />
La producci6n de Soja en Brasil se concentr6 en la regi6n Centro-Sur hasra el inicio<br />
de los afios 80. A partir de ahi, la participaci6n de Regi6n Centro-Qeste aument6<br />
significativamente. La expansi6n del Area cultivada'de soja en Brasil es resultado tanto de la<br />
incorporaci6n de nuevas Areas, en las regiones Centro-Oeste y Norte, como de la substituci6n<br />
de otros cultivos, en la regi6n Centro-Sur. De acuerdo con ZOCKUN (1975), la substituci6n<br />
de cultivos, principalmente arroz, feij!o, mandioca, parata, cebolla, maiz y caf6, fue la causa<br />
del 88% de la expansi6n de soja entre 1970 y 1973 en la regi6n tradicional de cultivo (S5o<br />
Paulo, ParanA, Santa Catarina y Rio Grande del Sur). En el mismo periodo, la expansi6n de<br />
nuevas fronteras result6 a penas un 12% del aumento de la producci6n. Esa situaci6n prevaleci6<br />
hasta mediados de la dcada de los 70. A partir de ahi, la regi6n en expansi6n (Minas<br />
Gerais, GoiAs, Mato Grosso del Sur, Mato Grosso y distrito Federal) comenz6 a presentar<br />
aumentos sustanciales en el Area plantada, en cuanto a la regi6n tradicional el Area plantada<br />
permaneci6 igual. Mis recientemente la producci6n ha aumentado en Areas del none y<br />
nordeste de Brasil.<br />
TABLA 1. Superficie, producci6n y productividad de soja campafia 1997/98 y 1998/99.<br />
Unid.<br />
Superficie (1000 ha) Producci6n (100 t)<br />
Federaci6n VAR 97/98 98/99 VAR<br />
97/98 98/99978 9/9<br />
N 44,8 46,9 4,69 94,4 100,6 6,68<br />
NE 728,8 771,8 5,89 1561,1 1637,0 4,86<br />
SUR 6190,3 6066,5 -2,00 14323,6 13609,8 -4,98<br />
SUD 1131,1 1073,1 -5,13 2495,5 2695,6 8,02<br />
C.0 5060,2 4942,2 -2,33 12889,9 13198,2 2,39<br />
C.SUL 12381,6 12081,8 -2,42 29709,0 29503,6 -0,69<br />
N/NE 733,7 818,7 5,82 1655,4 1737,6 4,97<br />
TOTAL 13155,3 12900,5 -1,94 31364,4 31241,2 -039<br />
Fuente: 97/98 - CONAB - Quinto levantamientojul-98 98/99 - jul/99<br />
Sesi6n 11.<br />
Potasio en culivos extensivos<br />
65
Ecofisiologia de soja y manejo cultural<br />
Factores que influyen en la produccidn de soja<br />
Los factores que influyen en la producci6n de la cobertura vegetal, pueden dividirse<br />
en tres categorias o situaciones de producci6n:<br />
* Produccidn Potential. Factores de definici6n: C02, radiaci6n, temperatura y<br />
caracterfaticas de la cobertura vegetal;<br />
* Produccidn Real. Factores limitantes: (a) agua; (b)nurriences( nitr6geno, f6stfaro, potasio);<br />
* Produccidn Actual. Factores de reducci6n: pestes, enfermedades, contaminaci6n.<br />
Como el trmino implica, focosfntesis, es un proceso en el que la planta convierte la<br />
energfa solar en energfa bioqufmica, la cual es aprovechada por la planta. La energfa solar es<br />
fijada en la biomasa por el proceso de fotosfntesis. En este proceso el C02 procedente del aire<br />
es transformado en glucosa (asimilaci6n en bruto). La energfa acumulada en glucosa es en<br />
parte utilizada para el soporte del funcionamiento de la planta (respiraci6n de mantenimiento)<br />
y conversi6n en la prte estructural de la planta (respiraci6n de crecimiento). La asimilaci6n<br />
neta, es la base de la producci6n de covertura vegetal, descripta como:<br />
ASIMILACION - RESPIRACION = PRODUCCION<br />
El Potisio es absorbido, o retirado del suelo, por las plantas, en la forma i6nica (K+),<br />
es esencial para el crecimiento vegecal, y su funci6n principal parece estar ligada al metabolismo.<br />
El Porisio es vital para la f6tosintesis. Cuando la concentraci6n de potasio es deficiente,<br />
la fotosfntesis disminuye. A medida que el potasio se torna deficiente, la velocidad de respiraci6n<br />
de las plantas aumenta. Estas dos condiciones de deficiencia de potisio - reducci6n en la<br />
fotosfntesis y aumento en la respiraci6n - disminuyen el abastecimiento de carbohidratos<br />
para las plantas.<br />
Fotosintesis, PAR, LAIyproduccidn de granos (pdrdidas)<br />
La radiaci6n solar fotosint6ticamence activa (PAR: aproximadamente 400-700 nm).<br />
Fue calculado que aproximadamente 5% de la energia solar incidente es caprurada a trav6s de<br />
las plantas. Asumiendo que mds fotosfntesis se precisa para aumentar el rendimiento de<br />
grano, es razonable considerar modos para alterar [a intercepci6n de la covertura vegetal y asi<br />
mejorar la eficiencia y uso de la radiaci6n solar entrante, como ejemplo el espaciamiento y la<br />
densidad de siembra. La eficiencia global de la cobertura vegetal para la inercepci6n de luz<br />
es descrita por un coeficiente de extinci6n de cobertura vegetal, k, el cual relaciona la canti-<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
66
dad de luz interceptada por unidad de Area de la hoja, IPAR = PAR exp ,. Dc acuerdo con<br />
esta relaci6n, la cantidad de luz interceptada (IPAR), deberfa aumentar exponencialmente<br />
con un aumento en el n6mero de capas de la hoja (fndice de Area de hoja = LAI) por area de<br />
terreno.<br />
Con LAI >4, se alcanza un mAximo en la floraci6n. La influencia de sombra en la fase<br />
de floraci6n de la soja afecta diretamente al ndmero y tamafio de las simientes que estin en la<br />
fase de formaci6n de los granos. En la medida que se reduce el Area foliar se tiene una proporcional<br />
reducci6n de rendimientos en granos de soja (Tabla 2), es decir, se restringe su poten-<br />
cial de producci6n.<br />
TABLA 2. Reducciones (%) en el rendimiento de granos causadas por p6rdidas de Area<br />
foliar en soja (cv. Bragg) (adaptado de Gazzoni, 1974)<br />
EstAdio P6rdida de hoja (%)<br />
33 67 100<br />
V4 4,5 12,6 13,4<br />
V7-8;R1 4,9 5,9 8,3<br />
R4 15,4 19,9 44,4<br />
R5 18,6 47,2 79,3<br />
(El sistema propuesto por Fehr y Caviness (1977) divide los estadios de desarrollo de<br />
soja en est6dios vegetativos y estadios reproductivos. Los estAdios vegetativos son designados<br />
por la letra V y los reproductivos por la letra R.).<br />
Nutricidn vegetal y estrds h1drico y nutricional<br />
Deficiencias de nutrientes en el cultivo de soja pueden surgir debido a una baja<br />
disponibilidad de los mismos en el suelo, debido a un manejo inadecuado del suelo desde un<br />
punto de vista qufmico y fisico, a debido a condiciones climiticas adversas. Ademds de esos<br />
aspectos, se debe considerar que hay grandes diferencias entre cultivos en relaci6n a una<br />
tolerancia de baja disponibilidad de determinados nutrientes en el suelo.<br />
La medici6n de la deficiancia hidrfca en la planta de soja puede ser hecha por la<br />
Evapotranspiraci6n relativa (ET relativa). Ese fndice relativo (ETr/ETm) se obtiene para distintos<br />
subperfodos fenol6gicos del cultivo, dividi6ndose la ET real por la ET mAxima. El<br />
rendimento relativo (Yr/Ym) es obtenido dividi6ndose el rendimento real (Yr) por el<br />
rendimento mAximo (Yrn). En el modelo del ripo Yr/Ym = k . ETr/ETm, k representa un<br />
factor del efecto de la disponibilidad hidrica sobre el rendimento del cultivo (es un factor de<br />
ajuste). Cuando no hay ning6n deficit hidrico, ETr es el mismo ETm, y la intensidad del<br />
deficiencia (1-(ETr/ETm) es igual a cero. Cuando mis grande sea la diferencia entre ETr y<br />
ETm, el adulto tendra d6ficit. En la figura 1, se ve que el estrs hidrico afecta de manera<br />
diferente el rendimento en funci6n de la fase fenol6gica sometida a seca (crecimiento vegetativo,<br />
floraci6n y periodo de formaci6n de granos).<br />
Sesidn II. Poasio en cultivos extensivos<br />
67
Figura 1. Reducci6n del rendimento de grano de soja en funci6n de la intensidad del<br />
d6ficit hfdrico(ETr/ETm) en vArias fases fenol6gicas del cultivo.<br />
Intensidad de d6ficit hidrico<br />
(ETr/ETm)<br />
0 0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1<br />
0-<br />
" 0,2-<br />
"E 0,3<br />
.. 0 0,4-<br />
,- 05<br />
0,6-<br />
O<br />
'<br />
0,7<br />
P.VegetativoN-N<br />
0 , -Floraci6nN<br />
0 ,9- -Enc. Granos<br />
El Pot6sio es absorbido por las plantas de la soluci6n del suelo, en la forma i6nica de<br />
K+. La absorci6n depende principalmente de la difusi6n del elemento, a trav& de la soluci6n<br />
del suelo, y en proporci6n menor, del flujo de masa. Esta difusi6n se Ileva a cabo fundamentalmente<br />
por el agua y propiedades ffsicas del suelo, de ahi su gran importancia.<br />
El estr6s causado por deficiencia de agua determina el desenvolvirniento de plantas<br />
de pequefia estatura, raquiticas, con hojas pequefias y entrenudos cortos. Los tejidos vegetales<br />
se presentan con aspecto mustio y los foliolos tienden a cerrarse para disminuir el Area foliar<br />
expuesta.<br />
Relaci6n entre deficiencia de potasio y estr6s hidrico<br />
Exportacidn de nutrientesy reposicidn por fertilizantes<br />
Para que exista un buen estado de la planta en el que se lievan a cabo todas las<br />
funciones, es necesario que haya una exportaci6n de nutrientes en la planta (Nitr6geno:<br />
51kg, F6sforo: 10kg de P 20 5, PotAsio: 20kg de K20, CIcio: 3Kg, Magn6sio: 2kg, Manganeso:<br />
30g, Zinc: 4 0g, Molibdeno: 5g por tonelada de granos. En el orden de 50 a 60% del K<br />
absorvido por la planta, es translocado hacia los granos. La deficiencia en estos nutrientes<br />
causa unos sfntomas particulares de cada nutriente, que hay que saber reconocer, para hacer<br />
un correcto diagn6stico, y la consiguiente soluci6n apropiada del problema.<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
68
El sfntoma vistial de deficiencia de Potisio (K) mAs comin es un color amarillento<br />
(clorosis) de los bordes de las hojas inferiores. Las lreas clor6ticas avanzan para el centro de<br />
los foliolos, ocurriendo entonces el inicio de la necrosis de las Areas mis amarillas en los<br />
bordes. La necrosis avanza para el centro de los foliolos, ocsionando una rotura de las Areas<br />
necrosadas, dejandoun mal aspecto. Las plantas deficientes en K crecen lentamente y desa-<br />
* rrollan poco el sistema radicular. Los tallos se tornan quebradizos, y la *Maduraci6n es retardada.<br />
Los granos producidos son pequefios y deformados. AdemAs la deficiencia de K reduce la<br />
resistencia a enfermedades. Esta deficiencia de K es evidenciada, generalmente, en periodos<br />
* de seca.<br />
Una soluci6n a estas deficiencias, es la reposici6n por fertilizantes. La fertilizacion, es<br />
una prictica donde se procura suplir los nutrientes de acuerdo con las necesidades del cultivo<br />
y la relaci6n del mismo en el suelo. Si cada tonelada de granos de soja producido retira del<br />
suelo 20 kg de K20 por hecrrea; asi, para una producividad media de 2.000 kg.ha', deben<br />
ser aplicados, por lo menos, 40 kg.ha-' de k 20.<br />
El cultivo de soja tiende a tener productividad perjudicada cuando la fertilidad del<br />
suelo no es favorable. Este hecho, asociado a la creciente dificultad econ6mica en 1a adquisici6n<br />
de fertilizantes, hace necesirio el uso mis racional posible, y para ello existen re.comendaciones<br />
de fertilizacion.<br />
Diagndsticofoliar: concentraciones de Ken la hoja<br />
AdemAs de un anAlisis del suelo, para recomendaci6n de abonado, existe la posibilidad<br />
complementaria de diagn6stico de la hoja, principalmente para micronutrientes pues los niveles<br />
crfticos de estos en el suelo son aun preliminares. Bisicamente, este Diagn6srico consiste<br />
en analizar qufmicamente las hojas e interpretar los resultados tomando una tabla de datos<br />
como referencia.<br />
Interpretaci6n de resultados de angisis de K en el suelo y plantas<br />
En Brasil, el podsio intercambiable es el fndice mAs usado para evaluar la disponibilidad<br />
de anAlisis de suelos, que delimita las clases de concentraciones en funci6n de los valores<br />
de producci6n relativa basados en varios ensayos conducidos en diversos estados brasilefios<br />
(Tabla 3). En nuestros suelos de mineralogia caulinftica y rica en 6xidos de hierro y aluminio,<br />
el K intercambiable es la forma prevaleciente y la cbntribuci6n de la fracci6n no intercambiables<br />
pequefia.<br />
Sesi6n II. Potasio en culivos extensivos<br />
69
Tabla 3. Interpretaci6n de disponibilidad de potasio segOn la concentraci6n de potAsio<br />
intercambiable en Brasil para la Soja.<br />
Clasiflcaci6n de los tenores do K+ intercambiable en el suelo<br />
Estado Expresi6n Muy Muy Referencia<br />
bajo Bajo Medio Alto alto<br />
Minas<br />
Gerias mg.dm- 3<br />
- 0 a 45 46 a 89 >80 CFSEMG<br />
Sao Pablol *3mmolc.dm- 0,000 a 0,08 a 0,16 a >0,31 Mascarenha<br />
3 0,07 0,15 0,30 S.y al, 1988.<br />
Sfred o et al.,<br />
Parani Mg.dm-3 120 - 1999citadopor<br />
Embrapa<br />
Soja (2000).<br />
Rio Grande<br />
Do SuV<br />
mg.dm-3 21 a 40 41 a 60 61 a 80 81 a 120 >120 Siqueirayaii,<br />
1987.<br />
Santa<br />
Catarina<br />
Cerrado2 mg.dm-3 - 0-25 26-50 >50 1999.<br />
Embrapa<br />
Cerray0s,<br />
citado por Ia<br />
Embrapa Soja<br />
1 Fertilizacion basada en andlisis do suelo yen produtividad esperada;<br />
2 Fertilizacion correctiva con concentraci6n do arcilla mayor quo 20% y nfvel cdtico (50 mg.dm-3), so recomlenda<br />
fertilizar con 20 Kg de K20 para cada tonolada do grano a ser producida;<br />
3 Conversi6n de mg de K para mmolc debo ser dividido por el equivalents miligramos y mutiplicado por 10.<br />
Una herramienta auxiliar para el agricultor es el diagn6stico que puede ser hecho por<br />
la interpretaci6n de anilisis de hojas de soja del tercio superior en ei inicio de floraci6n, que<br />
debe poseer un valor de concentraci6n en la franja de 17,1 a 25,0 g K por kg de hoja (Embrapa<br />
Soja, 1985).<br />
Factores que afectan a la disponibilidad de pot4sio en el suelo para soja<br />
Dos aspectos merecen destaque especial y de cierta forma estin relacionados entre si.<br />
Ellos son: la concentraci6n de agua en la disponibilidad de potisio (ya que el agua permite la<br />
difusi6n del K hacia la planta) y la relaci6n de porisio con los elementos clcio y magn6sio<br />
(sin duda, en presencia de concentraciones mis elevadas de calcio y magnesio en el suelo, las<br />
mismas concentraciones de potAsio intercambiable se pueden revelar menos disponibles para<br />
ciertos cultivos). En suelos del Estado de Parani , Sfredo et al. (1992), citado por Ernbrapa<br />
Soja (2000), se encuentran las franjas 6ptimas de relaci6n entre nutrientes que son:<br />
Sesi6n II. Potasio en culivos exensivos<br />
70
a) en el suelo: b) en las hojas:<br />
Ca/Mg = 1,5 a 3,5 Ca/Mg = 1,5 a 3,5<br />
Ca/K 8 a 16 Ca/K = 0,16 a 0,32<br />
Mg/K= 3 a 6 Mg/K = 0,10 a 0,18<br />
(Ca+Mg)/K = 12 a 20 (Ca+Mg)/K = 0,3 a 0,7<br />
(Ca/Mg)/K = 3 a 8 (Ca/Mg)/K = 0,6 a 1,3<br />
Recomendaci6n de fertilizaci6n potAsica en Brasil<br />
Para solucionar el problema de deficiencia de PotAsio, se indica aplicar fertilizante<br />
potisico, procurando mantener su concentraci6n en el suelo por encima de 80 mg dm- 3 , en<br />
los estados de Rio Grande del Sur y de Santa Catarina. En otros estados ese valor puede set<br />
diferente, en la regi6n de Cerrados el valor seria de 50 mg.dm-3. Se debe evitar saturaci6n de<br />
bases por encima de 70%, pues concentraciones muy elevadas de Ca y de Mg pueden reducir<br />
la absorci6n de K por las plantas.<br />
El cultivo de soja retira grandes cantidades de K en los granos ( -20 kg de K20 por<br />
tonelada de granos), se debe hacer la reposici6n para la manutenci6n de la fertilidad del suelo<br />
basado en la produrividad esperada, si hablamos de 2, 3 o 4 toneladas de granos por hectareas,<br />
serian necesarios respectivamente 40, 60 y 80 Kg de K20 por hectarea en suelos independientemente<br />
de la textura. En dosis mayores a 50 kg.ha - ' de K20., se utiliza la mitad del<br />
fertilizante K en cobertura, a las 30 o 40 dias despues de la germinaci6n. En suelos arenosos,<br />
(cerrado), con menos de 20% de arcilla, no se debe hacer el abonado correctivo de potisio,<br />
pues hay mucha lixiviaci6n.<br />
Tambien se debe preferir aplicaciones de potAsio en los cultivos de invierno, para<br />
evitar alta concentraci6n en las lineas de plantaci6n de soja, que crea condiciones salinas,<br />
perjudicando la emergencia de plantas. Se recomienda fertilizar las forrajeras de invierno<br />
cuando el K estuviese por debajo del nivel "suficiente".<br />
BIBLIOGRAFfA<br />
CFSEMG - Comissao de Fertilidad de do Solo deo Estado de Minas Gerais.1990.<br />
Recomendag6es para o uso de corretivos e fertilizantes em Minas Gerais - 48<br />
aproximagAo.<br />
Companhia Nacional de Abastecimiento. 1996. PrevisAo e Acompanhamento de Safras,<br />
v.19, no. 3, p.17-20, fev. 1995. CONAB, v. 20, n.5, p.24-28.<br />
Embrapa. Centro Nacional de Pesquisa de soja (Londrina, PR). Resultados de pesquisa<br />
de soja 1989/90. Londrina, 1993. 481p. (Embrapa Soja. Documentos, 58).<br />
Embrapa. Centro Nacional de Pesquisa de soja (Londrina, PR). 2000. Recomendag6es<br />
Tcnicas para a cultura da soja no Parani 2001/01. Londrina, 255p. (Embrapa Soja.<br />
Documentos, 145).<br />
Sesi6n 11.<br />
Potasio en cultivos extensivos<br />
71
Embrapa. Centro Nacional de Pesquisa de soja (Londrina, PR). 1999. Recomendag6es<br />
T6cnicas para a cultura da soja na Regi&o Central do Brasil 1999/2000. Londrina,<br />
226p. (Embrapa Soja. Documentos, 132; Embrapa Agropecuiria Oeste, 5).<br />
Gazzoni, D.L. 1974. Avaliagio do efeito de trbs nfveis de desfolhamento aplicados em<br />
quatro estddios de crescimento de dois cultivares de soja (Glycine max (L.) Merrill)<br />
sobre a populagdo e a qualidade do grAo. Porto Alegre: UFRGS, 70p. Tese de<br />
Mestrado.<br />
Mascarenhas, H.A.A.; Bulisani, E.A.; Miranda, M.A.C. de; Pereira, J.C.V.N.A.; Braga,<br />
N.R. 1988. DeficiOncia de potissio em soja no Estado de Sio Paulo: melhor<br />
entendimento do problema e possfveis solug6es. 0 Agron6mico, Campinas, v.40,<br />
n.1, p.33-43.<br />
Siqueira, O.J.F.;.Sherer, E.E.; Tassinari, G.; Anghinoni, I.; Patella, J.F.; Tedesco, M.J.;<br />
Milan, PA.; Ernanil, P.R. 1987. Recomendagdo de adubagdo e calagem para os estados<br />
do Rio Grande do Sul e de Santa Catarina. Passo Fundo, Embrapa/CNPT,,I00p.<br />
Zockun, M.H.G.P.A. 1975. Expansdo da soja no Brasil: alguns aspectos de produqdo.<br />
S&o Paulo, IPE?USP, (Tese de Mestrado).<br />
Scsi6n I. Potsio en cultivos extensivos<br />
72
RESPUESTA DEL TRIGO A LA APLICACION<br />
DE CLORURO DE POTASIO EN MOLISOLES<br />
CON ALTO CONTENIDO DE POTASIO<br />
Melgar Ricardo, Hillel Magen H., Camozzi M. Elena y Javier Lavandera<br />
*Est. Eyp. INTA. Pergamino CC. 31, Pergamino 2700. melgar@pergamino.inta.gouar<br />
RESUMEN<br />
Los suelos Molisoles de la Regi6n Pampeana son considerados uno do los mis<br />
ricos en potasio del mundo, debido a que su mineralogla estM formada principalmente<br />
por arcillas illitas y esmectitas ricas en potasio. Los niveles do K intercambiable de estos<br />
suelos fluct0an entre 0.8 y 2.5 cmolcKkgI .Ensayos de fertilizaci6n con K y S realizados<br />
en varias tocalidades de la Regi6n Pampeana node encontraron respuestas del orden<br />
do 0,2 a 0,3 t/ha, con aumentos en la producci6n de granos del 5 al 10% con dosis<br />
equivalentes a la exportaci6n de esos nutrientes por los granos (Melgar et at, 1997).<br />
Debido a queen esos experimentos, el potasio y el cloro (C) no se aplicaron en forma<br />
separada, no fue posible determinar si los efectos encontrados fueron debidos al K o al<br />
Cl.<br />
Los efectos de la fertilizaci6n clorada en su6los Molisoles de EEUU han sido<br />
demostradas, mostrando respuestas positivas sobre el rendimiento del trigo. El cloro<br />
podrfa ser responsable de la reducci6n de la incidancia de enfermedades de hoja, con<br />
aumentos en el Area foliar efectiva durante perfodos critico del Ilenado de granos. El<br />
objetivo del trabajo fue bovatuar la respuesta a la fertilizaci6n clorada y potisica, discriminando<br />
yanalizando la contribuci6n del cloro o del potasio en los aumentos de randimientos<br />
de trigo.<br />
Durante dos ahos, se realizaron ensayos de fertifizacidn en Argiudoles Tfpicos<br />
de la Regi6n Pampeana, en ocho localidades con adecuado nivel de N y P201ha.<br />
Se evalu6 la respuesta al agregado de cloruro de potasio (KCI) y Sulpomag<br />
(SO4KMg), con Mg y Cl como acompahantes del K. El tratarniento con KCI recib6 S<br />
como Sulfato do amonio equivalente al aportado en el Sulpomag. Se evaluaron cuatro<br />
niveles de K (0, 20, 40 y 60 kg K2O 1ha) y S (0, 20, 40 y 60 kg S /ha) en un diseho en<br />
bloques al azar con seis repeticiones aplicados en presiembra. Cada tratamiento recibi6<br />
dosis de Cl (9, 18 y 27 kg Cl/ha) y de Mg (10, 20 y 30 kg Mg/ha). En el segundo aft, se<br />
evaluaron dos fuentes de C1, usando KC1 y NH Cl, en un diseho de parcelas divididas La<br />
parcela principal incluy6 un testigo y un tratamiento de apficaci6n de fungicidas. En las<br />
parcelas secundarias se aplicaron tres niveles de Cl (0, 20 y 40 kg Ct/ha), tres de K (0, 25<br />
y 50 kg K201ha) y tres de los dos nutrientes (KCI). Se analizaron los niveles foliares de CI<br />
y Ken suelo y en hoja bandera y se efectuaron evaluaciones de severidad de enfermedades<br />
foliares mediante determinaciones visuales a campo.<br />
Scsi6n I. Poasio en cultivos extensivos<br />
73
En elpresente trabajo se observa que aplicaciones de Cl individuales o combinadas<br />
con K resultaron en incrementos significativos del rendimiento de trigo en cuatro de<br />
ocho sitios, proporci6n similar a trabajos previos en la regi6n. Las falta de respuesta a<br />
aplicaciones d6 K fueron coma consecuencia de elevada disponibilidad de K en suelo y<br />
demostrada por la alta absorci6n de K en los tejidos.<br />
Tanto el anAlisis de Cl de suelo coma de planta pueden ser utilizados para el<br />
diagnostico de deficiencias solucionables con apicaciones de fertilizante con Cl, si bien<br />
se necesitan mas datos para sostener adecuadamente esta conclusi6n.<br />
Las respuestas positivas de Cl pueden relacionarse a una diminuci6n de la severidad<br />
de la infecci6n de enfermedades fOnguicas en hojas. Debido a que no hubo<br />
interacci6n con los tratamientos de fungicidas se sugieren efectos independientes.<br />
RESPONSE TO POTASSIUM CLORIDE APPLICATION IN WHEAT ON<br />
LIGH K CONTENT MOLLISOLS<br />
Mollisols of the Pampean region in Argentina are considered to have among the<br />
richest potassium content of soils in the world. Enriched K bearing minerals such<br />
as illites and smectites are an important part of the clay fraction in these soils. This<br />
results in a very high level of exchangeable potassium, with typical levels ranging<br />
from 0.8-to 2.5 cmol kg'.<br />
It is widely accepted.among research in the country that the parent material is<br />
demonstrating a changes in the Intensity/Quantity relationship (Q/I) with cultivation, yet,<br />
potassium application is excluded from fertilization programs. Approximately 80% of the<br />
cropped area of wheat (6 Millions ha), receiving regularly only N and P fertilizers, and<br />
more recently, sulfur.<br />
Former results in the Pampean region showed responses to KCI to be ifi the<br />
order of a 5 to 10% increase in grain yield. Since the Kand Cl were not applied separately,<br />
it is not clear whether the positive effect derives from K or Cl.<br />
<strong>The</strong> effect of chloride application has been demonstrated in the Mollisols of North<br />
America, showing positive responses when applied to wheat. Chloride may be responsible<br />
for enhancing leaf disease resistance, which results in larger effective leaf area<br />
during critical periods of grain filling. Positive response to potassium application was largely<br />
demonstrated even in soils with high levels of soil K, thus achieving a better photosynthesis<br />
and water balance relationship, which resulted in better water use efficiency and translocation<br />
of photosynthates to filling grains.<br />
Two field experiments in wheat were carried out during 1999 and 2000 at 5 and 3<br />
locations, respectively, across Typic Argiudolls of Buenos Aires and Santa Fe provinces<br />
in the Pampean region.<br />
In 1999, two sources of K were compared using KCI and K-Mg-S (Sulpomag).<br />
Four levels of K (0, 20, 40 and 60 kg K20 /ha) and S (0, 20, 40 and 60 kg S 1ha) were<br />
compared. Each treatment had increasing rates of chloride (9, 18 and 27 kg Cl/ha) or<br />
magnesium (2,4 and 6 kg Mg/ha).<br />
In year 2000, two sources of chloride were compared, using KCI and NH4Cl. A<br />
Sesi6n II. Porasio en cultivos etensivos<br />
74
split plot design was applied: Main plots included a) No fungicide, control and b) Optimum<br />
fungicide control Secondary plots comprised of three levels of Cl (0, 20 and 40 kg Cl/ha),<br />
three levels of K (0, 25 and 50 kg K20/ha) and three levels of both nutrients combined (K<br />
and Cl), with the addition of control with no Cl or K. All treatments received 100 kg/ha of<br />
N and 46 kg of P20/ha.<br />
Results obtained from both experiments indicate differences in wheat grain yield<br />
levels at seven of the eight sites. Although the combined analysis did not show differences<br />
among sources of K, some sites showed clear responses to the potassium source,<br />
indicating response to Cl and S. Foliar analysis for chloride indicated low levels, close to<br />
critical values as published by North American studies. Some sites exhibited severe visual<br />
symptoms of leaf diseases, which negatively affected yields. Increased Cl application<br />
was correlated with grain yield.<br />
Introducci6n<br />
Los suelos Molisoles de la Regi6n Pampeana son considerados uno de los mis ricos<br />
en potasio del mundo, debido a que su mineralogfa estA formada principalmente por arcillas<br />
illitas y, esmectitas ricas en potasio. Los niveles de K incercambiable de estos suelos fluct6an<br />
entre 0.8 y 2.5 cmolcKkg' .Ensayos de fertilizaci6n con K y S realizados en varias localidades<br />
de la Regi6n Pampeana norte encontraron respuestas del orden de 0,2 a 0,3 t/ha, con aumenios<br />
en la producci6n de granos del 5 al 10% con dosis equivalences a la exportaci6n de esos<br />
nutrientes por los granos (Melgar c a], 1997). Debido a que en esos experimentos, el potasio<br />
y el cloro (Cl) no se aplicaron en forma separada, no fue posible determinar si los efectos<br />
encontrados fueron debidos al K o al Cl.<br />
Los efectos de la fertilizaci6n clorada en suelos Molisoles de EEUU han sido demostradas,<br />
mostrando respuestas positivas sobre el rendimiento del trigo (Fixen, 1993). El cloro<br />
podrfa ser responsable de la reducci6n de la incidencia de enfermedades de hoja, con aumentos<br />
en el Area foliar efectiva durance perfodos critico del llenado de granos. El objeivo del<br />
trabajo fue evaluar la respuesta a la fertilizaci6n clorada y porisica, discriminando y analizando<br />
la contribuci6n del cloro o del potasio en los aumenos de rendimientos de trigo.<br />
Materiales .y m6todos<br />
Durance 1999 y 2000, se realizaron ensayos de fertilizaci6n en Argiudoles Tfpicos de<br />
la Regi6n Pameana, en ocho localidades con adecuado nivel de N y P2O 5/ha.<br />
En 1999, se evalu6 la respuesta al agregado de cloruro de potasio (KCI) y Sulpomag<br />
(SO4KMg), con Mg y CI como acompafiantes del K. El tratamiento con KCI recibi6 S como<br />
Sesi6n II. Potasio en culivos extensivos<br />
75
Sulfato de amonio equivalente al aportado en el Sulpomag. Se -aluaron cuatro niveles de K<br />
(0, 20, 40 y 6 0 kg K 20/ha) y S (0, 20, 46 y 60 kg S/ha) en un disefio en bloques al azar con<br />
seis reeticiones aplicados n. prcsiembra. Cada.tratamiento recibi6 dosis de Cl (9, 18 y 27 kg<br />
Cl/ha) y de Mg (10, 20 y 30 kg*Mg/ha).<br />
Tabla 1. Caracteristicas de fertilidad de la capa arable en cada localidad (0-20 cm).<br />
Localidad CIC pH MO P S CI K Mg Ca<br />
1999<br />
Meq/100 gr' (%) ....... PPM .......... cmol,kg....<br />
Arequito 15.1 5.8 2.9 18 24 6.9 1.4 1.1 15.8<br />
Urdampilleta 8.6 6.0 0.7 35 15 6.7 1.3 0.6 8.8<br />
Pergamino 11.7 5.8 2.7 11 13 N/D 0.8 0.7 11.1<br />
Bolivar 17.1 6.4 4.1 21 21 5.9 4.1 2.6 17.6<br />
Alberti 13.2 5.9 2.9 12 16 7.9 1.5 1.1 16.8<br />
2000<br />
Alberti 12.8 6.0 3.7 11 3.4 5.0 2.1 2.0 9.1<br />
Arequito 17.2 6.0 4.1 27 10.7 8.1 1.5 1.3 5.0<br />
Arrecifes 17.2 5.4 4.0 32 16.0 6.2 0.8 1.6 9.9<br />
() Andlisis realizados por Dr. M. Elam, de la divisi6n de I&D de DSW<br />
N/D - no disponible.<br />
En el 2000, se evaluaron dos fuentes de Cl, usando KCI y NH 4CI, en un disefio de<br />
parcelas divididas. La parcela principal incluy6 un testigo y un iratamiento de aplicaci6n de<br />
fungicidas. En las parcelas secundarias se aplicaron tres niveles de Cl (0, 20 y 40 kg Cl/ha),<br />
tres de K (0, 25 y 50 kg K20/ha) y tres de los dos nutrientes (KCI). Se analizaron los niveles<br />
foliares de Cl y K en suelo y en hoja bandera y se efectuaron evaluaciones de severidad de<br />
enfermedades foliares medianrte determinaciones visuales a campo.<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
76
Tabla 2. Lista de tratamientos como aplicaciones de nutrientes en kg/ha durante 1999 y<br />
2000.<br />
Tratamientos Fertilizantes N PIO' K20 S CI MgO<br />
1999 Kg/ha<br />
T1 (control) 100 23 0 0 0 0<br />
T2 KMgS 100 23 20 20 0 10<br />
T3 KMgS 100 23 40 40 0 20<br />
T4 KMgS 100 23 60 60 0 30<br />
T5 KCI+AS 100 23 20 20 9. 0<br />
T6 KCI+AS 100 23 40 40 18 0<br />
T7 KCI+AS 100 23 60 60 27 0<br />
2000<br />
TI (control) 150 80 0 18 0 0<br />
T2 ACI 150 80 0 18 20 0<br />
T3 ACI 150 80 0 18 40 0<br />
T4 SOP 150 80 25 18 0 0<br />
T5 SOP 150 80 50 18 0 0<br />
T6 SOP+ACI 150 80 25 18 20 0<br />
T7 SOP+ACI 150 80 50 18 40 0<br />
Al comienzo del estadio reproductivo (Feekes 10. 1) muestras representativas de hojas<br />
bandera fueron recolectadas de las parcelas testigos y de tratamientos elegidos para evaluar<br />
la concentraci6n de nutrientes incluy6ndose K y Cl.<br />
Observaciones de campo, realizadas al final del estadio reproductivo, (grano lechoso,<br />
estadio Feekes 11.1) verificaron observaciones visuales de diferencias en tolerancia al ataque<br />
de enfermedades de hoja como roya anaranjada (Puccinia recondita) y mancha amarilla<br />
(Pyrenophora tritici-repentis).<br />
A la madurez fisiol6gica, 2m 2 centrales de cada parcela fiue cortada y trillada para<br />
evaluar rendimento de grano (t/ha, a 14% humedad) y producci6n de biomasa total (a6rea,<br />
TDM).<br />
El anilisis estadfstico se realiz6 en cada prueba individual de acuerdo al siguiente<br />
modelo lineal:<br />
ijk<br />
= + k+ a (8) + 0. + 13.k+<br />
Donde pi es el promedio general; a, 03 y 8 son los estimadores del efecto de bloque,<br />
tratamiento y afio-localidad, respectivamente, y e es el error experimental (Nelson, 1999).<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
77
Resultados y discusi6n<br />
Ensayos de 1999. El disefio no discrimina si las respuestas, indicadas por las diferencias entre<br />
el control y el resto de los tratamientos, son debidos al azufre, potasio o al cloruro. El estudio<br />
mostr6 que la fertilizaci6n con Mg o Cl dio respuestas erriticas indicadas por una significativa<br />
interacci6n entre sitios y fuentes (F Sitio x fuente: 5.16; Pr>F: 0.0007).<br />
En dos sitios (Arequito y Urdampilleta), seencontraron respuestas positivas al Cl,<br />
mientras que respuestas a la aplicaci6n de,Mg se encontraron en otros sitios dikrentes (Bolfvary<br />
Alberti, tabla 3). Solo en un sitio (Pergamino), no se encontr6 respuesta ni al cloruro ni<br />
al magnesio. Aunque el anSIisis combinado a trav6s de los sitios mostr6 una leve diferencia a<br />
favor del cloruro (T5-T7), las diferencias no fiieron significativas (F fiiente: 3.17 Pr >F:<br />
0;08).<br />
Tabla 3. Efecto de dosis crecientes de potasio, azufre y magnesio, aplicado como KMgS<br />
a KCI+AS (T1i-T7), en el rendimiento de grano de trigo en cinco localidades en 1999.<br />
Tratamiento Aplicaci6n Localidad<br />
Dosis Arequito Urdampilleta Pergamino Bolivar Alberti<br />
Cl kg/ha t/ha<br />
T1 0 3.29 3.87 3.51 3.37 4.19<br />
T2 0 3.52 4.37 3.74 4.17 4.64<br />
T3 0 3.37 4.43 3.94 3.82 4.31<br />
T4 0 3.67 4.79 4.01 4.07 4.66<br />
T5 9 3.78 4.96 3.95 3.82 4.46<br />
T6 18 3.71 5.17 3.88 4.43 4.1<br />
T 7 27 3.71 5.32 3.92 3.4 4.49<br />
KMgS(prom. T1-T4) 3.52 4.53 3.90 4.02 4.54<br />
KCI+AS (prom. T5-T7) 3.73 5.18 3.92 3.88 4.35<br />
DLS % 0.27 0.64 0.29 0.51 . 0.64<br />
F (tratamiento) 5.08** 4.54** 5.80" 4.13"* 0.58 ns<br />
F (fuente) 5.98* 14.2" 0.06 ns 0.59 ns 0.73 ns<br />
F (Dosis S&K) 1.17.ns 1.96 ns 0.67 ns 1.70 ns 0.11 ns<br />
C.V. % 6.5 11.9 6.6 11.2 12.4<br />
** Indica significanca al nivel de probabilidad de 0.05 o 0.01, respectivamente.<br />
Ns: No significativo al nivel de 0.05 de probabilidad.<br />
El anMIisis combinado a trav6s dec todas las localidades mostr6 diferencias significativas<br />
entre el control y los tratamientos que recibieron azufre mas potasio, independientemente<br />
de la fuente, pero no hubo diferencias entre las dosis de azufre o de potasio (F dosis: 0.32;'<br />
Pr >F: 0.72 ns). La aplicaci6n dec 20 kg/ha de K,0+ S result6 en aumentos de rendimiento de<br />
grano de 509 kg/ha (14 %) (Fig. 1). No se observaron aumentos de rendimiento de TDM<br />
con niveles mas ali6 de esta dosis, y no se encontr6 interacci6n entre dosis y fuentes (F dosis<br />
x fuiente = 1.48 Pr >F: 0.17 ns). Considerando los sitios donde una u otra fuente super6 en<br />
performance a la otra, el promedio de rindes fue 120 kg/ha mas alto que el promedio general<br />
de fientes y dosis (Fig 1).<br />
Sesi6n II. Pocasio en cultivos extensivos<br />
78
Fig. 1. Efecto promedio de dosis crecientes de K20 + S en el rinde promedio de grano<br />
(Ifnea). Cada punto es el promedio de tratamiento de localidades donde se aplicaron ya<br />
sea KCI +AS (Dosis de aplicaci6n de cloruro en cuadrados) o KMgS (dosis de aplicaci6n<br />
de magnesio en triingulos) como fuente de potasio y azufre.<br />
4,500 A<br />
0 c 1313<br />
"4,000 A<br />
0<br />
C<br />
e<br />
0<br />
0 3,500<br />
0 20 40 60<br />
K20 + S aplicado (kgha)<br />
- K20+S 13 Cl A Mg<br />
Ensayos 2000. La tabla 4 muestra los rendimientos de grano en las diferentes localidades,<br />
promediando los tratamientos fungicidas. Los tratamientos fungicidas resultaron en aumentos<br />
significativos de rendimiento de grano de 156 kg/ha en codas las localidades, (F s..t nOud d.<br />
= 0.3, Pr > F 0.74 ns, pero el efecto fue mayor con la dosis de Cl de 20 kg/ha (T2 &T6), con<br />
un aumento de 393 kg/ha. El efecto del fungicida fue independiente de los nutrientes aplicados,<br />
pero el mismo efecto pareci6 mayor con las aplicaciones de Cl y de K pero no para el<br />
tratamiento KCI (Fig. 2). A diferencia de los resultados encontrados por Miller et al (1998),<br />
estos sugieren que ambos efectos, el del Cl y del fungicida podria ser aditivos para la obtenci6n<br />
de hojas mas sanas y por lo tanto mayores rindes.<br />
Fig. 2. Efecto del cloruro, cloruro de potasio, potasio y aplicaciones de funguicidas en el<br />
rinde de grano de trigo (Promedio de tres localidades y dos dosis de aplicaci6n).<br />
- 4800 8.0%<br />
4600 2.3% 0.5%<br />
-00<br />
4 0<br />
4200<br />
E4000<br />
3800<br />
4 Control Cl KCI K<br />
0- Fungicda D+ Fungicida -<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
79
Observaciones visuales del experimento a campo en Arrecifis, al estadio de grano<br />
pastoso (11.1 de la escala Feeke's), demostraron el nivel reducido de dafios por ehfermedades<br />
fungosas de las hoja bandera y tamafio de las espigas con las aplicaciones del tratamiento 7<br />
(50K20+ 40C1, foto 1).<br />
A B<br />
Foto 1: Amarillamiento de hojas y espigas mas pequefhas del tratamiento testigo (T1, A)<br />
comparado con los del tratamiento 7 (B, 50 K20 + 40 Cl) durante el estadio de grano<br />
pastoso (Escala 11.1 de Feekes). Fotograffas tomadas en el sitio Arrecifes, 2000.<br />
Tabla 4. Efecto de dosis crecientes de potasio y cloro aplicado separadamente y como<br />
KCI en el rinde de grano de trigo, en tres localidades, durante la campafna 2000.<br />
Tratamiento Dosis de Aplicaci6n Localidad<br />
Cl K0 Alberti Arequito Arrecifes<br />
Kg/ha tfha<br />
Ti (control) 0 0 4.84 3.36 4.99<br />
T2 20 0 4.92 3.93 5.40<br />
T3 40 0 4.23 3.56 5.21<br />
T4 0 25 4.86 3.09 4.93<br />
T5 0 50 4.46 3.07 4.96<br />
T6 20 25 4.50 3.53 4.73<br />
T7 40 50 4.42 3.62 5.01<br />
DLS 5% 0.46 0.51 0.61<br />
F (funguicida) 0.57 1.04 1.63<br />
F (fertilizante) 2.78* 2.98* 1.04ns<br />
F (fertilizante X funguicida) 1.31 0.61 0.34<br />
C.V. % 9.8 14.6 11.9<br />
'Indica significancia al ntvel 0.05 de probabildad.<br />
Ns: No signlflcativo al nivel 0.05 de probabilidad.<br />
Sesi6n II. Potasio en culivos extensivos<br />
80
La respuesta de los tratamientos fertilizantes variaron a travds de las localidades (F si,<br />
-1.66 Pr > F 0.08). Hubo un aumento significativo de rendimiento de granoybiomasa<br />
(datos no presentados) con una dosis de 20 kg/ha Cl, pero no se observaron aumentos cuando<br />
se duplico esta dosis, ni cuando esta dosis fue aplicada junto con K (T6 & 17). Ningtn<br />
otro tratarniento difiri6 del control, a6n cuando se aplic6 el mismo nivel de Cl como KCI. El<br />
tratamiento de cloruro de 20 kg/ha (T2) result6 en un aumento de 356 kg/ha sobre el control,<br />
o 472 kg/ha cuando se compar6 con el promedio de traramientos, y promediando el<br />
factor tratamiento con funguicida.<br />
Existe una larga discusi6n sobre si los aumentos de rendimientos obtenidos con el<br />
agregado de K por KCI 6 oSulpomago en crigo en los Molisoles pampeanos son el resultado<br />
del potasio o de nutrientes acompafiantes tales como el S, el Mg o el Cl. Anteriormente, las<br />
aplicaciones de KCI o de ,Sulpomag, resultaron en aumentos significativos de rendimiento<br />
Melgar et al. (1997, 1998), describe una series de ensayos conducidos entre 1995 y 1997 con<br />
fertilizaci6n con KCI. Resultados positivos obtenidos con 'Sulpomag' en trigo y otros cultivos<br />
(Grosso y Perez, 1999) fueron explicados por una gran respuesta al azufre. Esta claramente<br />
establecido que a diferencia de orras pruebas Ilevadas a cabo anteriormente, que el principal<br />
factor que aumenta los rendimientos es el cloruro, y no el potasio.<br />
Promediando todas las dosis y localidades en las pruebas conducidas en 2000, el<br />
cloruro solo represent6 un aumento de rendimientos del 8%, el cloruro con potasio un aumento<br />
del 2.3 %, y cl potasio solo dio apenas un aumento del 0.5 % sobrc el testigo. Los<br />
fndices de disponibilidad de suelo y concentraci6n de nutrientes en los tejidos foliares comparados<br />
con estindares internacionales de rangos de suficiencia sustentan estos datos (Jones,<br />
1991): los niveles de K en suelos son altos y suficientes para las necesidades de las plantas.<br />
El grupo de investigaci6n de Dakota del sur han demostrado que los anlisis de<br />
cloruro del suelo son una herramienta de diagn6stico para identificar sitios donde el trigo<br />
podrfa responder potencialmente a la fertilizaci6n con cloruro (Fixen et al., 1986b, Engel et<br />
al., 1998). Usando estrategias levemente diferentes, los dos equipos de investigaci6n indicaron<br />
que un contenido de cloruro entre 0 a 30 kg/ha en la capa arable (0-60 cm) es considerado<br />
como "bajo". Y que se esperarfan respuestas significativas a los rendimientos por aplicaciones<br />
de cloruro con una alta probabilidad de ocurrencia. Datos de largo plazo recolecrados en<br />
los Molisoles Pampeanos mostraron que los valores de nitratos (NO 3- ) en la capa 0 a 60 cm<br />
son aproximadamente equivalences al 70% de aquellos en la capa 0 a 20 cm (Alvarez, 2000).<br />
Asumiendo que el Cl- tiene [a misma distribuci6n que el NO 3, podemos esperar que<br />
el contenido de Cl est6 bien por debajo de la categorfa 4(bajo-, ya que valores corrientes en<br />
diferente localidades oscilaron entre apenas 6 y 11 kg/ha de Cl (Tabla 1). Por otra parte la<br />
disponibilidad de K indicado por el K extrafdo por acerato de amonio neutro esta bien por<br />
encima de cualquier estdndar para las categorfis altas o bien provisto, con datos que variaron<br />
entre 300 a 1300 ppm de K intercambiable y soluble.<br />
La concentraci6n foliar de cloruro mostr6 algunas relaciones con la respuesta de<br />
rendimiento de grano. Los grupos de investigaci6n de Sur Dakota y Montana propusieron<br />
un nivel critico basado en la planta completa de trigo de 0.4% de CI. Por debajo de este nivel,<br />
existe una alta probabilidad que el cultivo de trigo responda a las aplicaciones de cloruro.<br />
Sesi6n I1. Poasio en cultivos extensivos<br />
81
Aunque nuestros datos analizaron cloruro en la hoja bandera, que contienen usualmente<br />
niveles mas altos de Cl en comparaci6n con los encontrados en la planta completa (Jones,<br />
1991), una interpretaci6n a preliminar de estos data puede ser dtil para esta discusi6n. La<br />
Figura 3 describe el Nt'mero de parcelas / sitios donde se esperaba un aumento de rendimientos<br />
pronosticado por el nivel de Cl en hoja bandera de las parcelas testigos. De los ocho<br />
sitios de nuestros experimentos en las campafias 1999 y 2000, seis estuvieron dentro de las<br />
respuestas esperadas predichas por las concentraciones de CI en planta. Cuatro fueron positivas<br />
a valores deficientes (Cuadrante I), dos fueron suficientes y no mostraron respuestas (Cuadrante<br />
IV) y dos dieron falsos positivos o sin respuesta habiendo sido predicho un valor<br />
deficiente (cuadrante lll). Sin embargo, no todos los tratarnientos fertilizados con Cl mostraron<br />
un aumento en los niveles de Cl en los tejidos.<br />
Figura 3. Numero de parcelas / sitios donde se esperaba un aumento de rendimientos<br />
pronosticado por el nivel de Cl en hoja bandera de las parcelas testigos<br />
1? 800 -<br />
600 -<br />
g 400 0<br />
~200-O<br />
0<br />
0 19<br />
e -200<br />
E -400 1<br />
0<br />
Niveicritico<br />
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6<br />
CI en hja bandera (%) I<br />
De acuerdo con Jones (1991), el rango del nivel de suficiencia de K en la hoja bandera<br />
a ese estadio fenol6gico (estadio Feekes 10.1) estA entre 1.5 y 3.0%. Todos los tratamientos,<br />
incluyendo el control, los valores de K en la hoja bandera estuvieron por arriba de<br />
ese nivel critico (Fig. 4), indicando un suministro suficiente de K a las plantas.<br />
Niveles suficientes de magnesio estin en un rango entre 0. 15 a 0.50% (Jones, 199 1)<br />
tambidn en hoja bandera. Se encontraron todos los tratamientos, incluyendo el control, con<br />
niveles entre 0.12 a 0.21%, y un promedio general de 0.16% (Desv. Estd. = 0.02) de todos<br />
los sitios, sin una relaci6n aparente con los rendimientos o tratamienios. Estos datos indican<br />
claramente que no habria aparentemente un antagonismo entre la absorci6n de potasio y<br />
magnesio con estas condiciones.<br />
Sesi6n 1I. Potasio en cultivos extensivos<br />
82
Figura 4. Relaci6n entre los rendimientos relativos observados y la concentraci6n de K<br />
en la hoja bandera al estadio de floraci6n (Feekes 10.1) en tratamientos elegidos de las<br />
campahas 1999 y 2000.<br />
Conclusiones<br />
4-<br />
V A AAIAA<br />
AAA A A<br />
Z9 Nivel crfico<br />
0<br />
85% 90% 95% 10%<br />
Rendimiento relativo del trigo<br />
Aplicaciones de CI individuales o combinadas con K resultaron en incrementos significativos<br />
del rendimiento de trigo en cuarro de ocho sitios, proporci6n similar a trabajos<br />
previos en la regi6n. Las falta de respuesta a aplicaciones de K fueron como consecuencia de<br />
elevada disponibilidad de K en suelo y demostrada por la alta absorci6n de K en los tejidos.<br />
Tanto el anilisis de Cl de sucto como de planta pueden ser utilizados para el diagn6srico<br />
de deficiencias solucionables con aplicaciones de fertilizante con Cl, si bien se necesitan<br />
mas datos para sostener adecuadamente esta conclusi6n.<br />
Las respuestas positivas de Cl pueden relacionarse a una disminuci6n de la severidad<br />
de la infecci6n de-enfermedades fingicas en hojas. Debido a que no hubo interacci6n con los<br />
traramientos de fungicidas se sugieren efectos independientes.<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
Alvarez, C., Alvarez, R. and H. Steinbach. 2000. Hasta 60 cm. Fertilizar N 2 19. June.<br />
Page 33.<br />
Engel, R.E., P.L. Bruckner, and J. Eckhoff. 1998. Critical tissue concentration and<br />
chloride requirements for wheat. Soil Sci. Soc. Am. J. 62:401-405.<br />
Fixen, R E. (1993). Crop responses to chloride. Adv. Agron. 50, 107-150.<br />
Fixen, RE., G.W. Buchenau, R.H. Gelderman, T.E. Schumacher, and F.A. Cholick. 1986b.<br />
Sesi6n II. Potasio en cuhivos extensivos<br />
83
Influence of soil and applied chloride on several wheat parameters. Agron. J. 78:736-<br />
740.<br />
Grosso G, and L. Perez. 1999. Trigo. Fertilizaci6n de precision. Fertilizar NQ 14: 18-21.<br />
Jones, J. B.; B. Wolf, y H. A. Mills. 1991. Plant Analysis Handbook. Micro-Macro Publishing<br />
Inc. Athens, Georgia.<br />
Melgar, R.J., Caamaho, A. 1997. Wheat responses to potassium application in Pampean<br />
Argentina. In: Proceeding of Xl World Fertilization Congress. Gent. Belgium. Sep. 7 -<br />
11, 1997.<br />
Melgar, Ricardo J., Martin Dfaz Zorita, Adolfo Caamaho. 1998. Sulfur- Another nutrient<br />
to consider in cereal fertilization in Pampean Argentina. In: Proceeding of XVI <strong>International</strong><br />
Soil Science Congress. Montpellier, France. 27 to 31 August 1998.<br />
Miller, T. and M. Jungman. 1998. Chloride fertilizer in winter wheat -effect of Cl and<br />
interactions with foliar fungicides under severe leaf rust pressure. Proceedings Intensive<br />
Wheat Management Conference, March 4-5.<br />
<strong>Potash</strong> and Phosphate <strong>Institute</strong>. 2000 <strong>The</strong> chloride site. www.ppi-ppic.org/chloride.<br />
Sesi6n II. Porasio en cutvos extensivos<br />
84
RESPUESTA DEL ARROZ AL POTASIO<br />
EN LA PROVINCIA CORRIENTES<br />
Miguel A. Mndez'; Ricardo Melgar2; Luis A. Morales 3 ; Maria C. Sanabria'<br />
mmendez@correo. inta.gov.ar<br />
'EEA INTA Corrientes - 2 EEA INTA Pergamino - 3 UNNE Facultad de Agronomfa Corrientes<br />
RESUMEN<br />
El arroz as para Corrientes uno de los principales cultivos realizados a nivel empresarial<br />
y ocupa actualmente unas 68.000 hectireas, con unos 120 productores. La<br />
superficie sembrada se halla dispersa en diferentes regiones naturales y tipos de suelo<br />
de la provincia. Este cultivo se realiza bajo riego por inundaci6n y sus requisitos de uso<br />
de la tierra son contrastantes en algunas propiedades, en relaci6n a los cultivos comunes<br />
de secano.<br />
A nivel provincial el 20 % de la superficie esta ocupada por tierras con aptitud<br />
arrocera (cerca de 2.000.000 ha.). Las tierras muy aptas y aptas ocupan unas 385.000<br />
ha yen general no compiten con cultivos comunes de escarda, salvo casos aislados en<br />
Argiudoles Acuicos y Argiudoles vrticos. Las posibilidades de ampliar la superficie sembrada,<br />
son grandes ya que el uso actual es de unas 68.000 ha y dependen b4sicamente<br />
de las expectativas de rentabilidad, debido a los altos costos iniciales y la infraestructura<br />
caminera y de servicios de la provincia que ayuden al desarrollo de la actividad arrocera.<br />
Las diferencias en tipos de suelos de las regiones arroceras de Corrientes, impiden<br />
hacer recomendaciones generales para fertilizaci6n potisica. La regi6n nordeste,<br />
posee suelos con menores contenidos de K asimilable en contraposici6n con los suelos<br />
mejor saturados y mejor provisto de la regi6n Norte o Centro-Sur, indicando probabilidad<br />
de respuesta diferencial al agregado de Potasio (K). Tampoco la interpretaci6n de los<br />
niveles de K en los an4/isis de suelo para arroz, toma en cuenta parAmetros relacionados,<br />
como textura y saturaci6n de bases. Ademis, as discutible y no muy b/en medido el<br />
aporte de K por el agua de riego, los aportes de los residuos de cosecha 6 las apficaciones<br />
residuales de fertilizantes. Los objetivos del trabajo fueron: a) determinar los efectos<br />
de la fertilizaci6n potisica sobre el rendimiento de arroz ciscara, asociado al nivel de K<br />
en el sue/o en diversas regiones de la provincia; b) evaluar formulaciones con dosis<br />
crecientes de NPK en distintos sitios y c) determinar la cantidad de K absorbida por<br />
distintas variedades y lineas promisorias de arroz.<br />
Se Ilevaron a cabo tres ensayos en sitios de diferentes caracterfsticas edIficas<br />
en a) Argiacuol, b) Hapfacuepte y c) Epiacultes.<br />
Si bien se sabe de respuestas en el rendimiento por dosis crecientes de feriizantes,<br />
era necesario conocer cuanto K absorbe la planta durante su desarrollo y cuanto<br />
se exporta en la cosecha para ajustar las dosis de reposici6n. Para tal fin se Ilevo a cabo<br />
un experimento con distintas variedades de arroz donde se determino la cantidad de K<br />
absorbido en tres momentos fisiol6gicos del cultivo: macollaje, diferenciaci6n de primordio<br />
y cosecha.<br />
Como resultado de los trabajos experimentales realizados en diversos sitios con<br />
aptitud arrocera se obtuvieron respuestas positivas de rendimiento a la apficaci6n de K,<br />
siendo mas pronunciadas en zonas donde los niveles del suelo estaban por debajo de<br />
Sesi6n II. Poasio en cultivos extensivos<br />
85
los valores cr(ticos. Se tom6 como valor critico concentraciones de 45 - 50 mg/kg de K<br />
intercambiable en la capa arable. A medida que aumentan la dosis de NPK aumenta el<br />
rendimiento. La cantidad de K absorbido por las plantas difiere segtn fas variedades y el<br />
estado fenol6gico.<br />
RESPONSE OF RICE CROPS TO POTASSIUM APPLICATIONS<br />
IN CORRIENTES PROVINCE<br />
Rice is one of the main cash crops at Corrientes province, comprising 68,000 ha<br />
in the last 2001 season, with near 120 farmers. Planted areas is scattered across different<br />
natural regions and soil types of the province. All rice is irrigated by flooding. Due to<br />
the irrigation management system, the land and soil requirements for rice contrast to the<br />
soil characteristic quality needed for nonirrigated rainfed crops.<br />
Land area apt for growing rice comprise near 20 % of the total provincial extension<br />
(near 2, 000,000 ha). <strong>The</strong> land classes very apt and apt occupy 385,000 has and in<br />
general they do not compete with other rainfed crops, except for sqme cases in acquic<br />
and vertic Argiudols. <strong>The</strong>re are real possibilities of extending the planted area since the<br />
actual use of 68,000 has represent a fraction of the total. Enlarging the area basically<br />
depend on the profit expectations in the medium term, due to the high initial costs and<br />
development of public infrastructure and services, that would contribute to the development<br />
of the activity.<br />
<strong>The</strong> differences in soil types of the rice regions of Corrientes prevent to make<br />
general recommendations for potassium fertilization. <strong>The</strong> soils of the northeastern region,<br />
contains low levels of available K that contrast sharply with well K supplied soils of the<br />
Northern or Center-Southern regions, indicating differential probability of response to<br />
Potassium applications. <strong>The</strong> interpretation of the availability levels by chemical soil test<br />
for rice, does not take into account related parameters, like soil texture and base saturation.<br />
In addition is still questionable and poorly measured the contribution of K by irrigation<br />
water, by crop residues or by residual fertilizer applications.<br />
<strong>The</strong> objectives of this work were: a) to determine the effects of the potassium<br />
fertilization on rice yields, associating responses to the soil K levels in diverse regions of<br />
the province; b) evaluate NPK formulation and increasing rates a different sites and c) K<br />
uptake on absorption by different varieties and promissory lines of rice.<br />
To determine the effects of the K fertilization on rice yields, three field tests were carried<br />
out in sites of different edaphic characteristics: a) Argiacuol, b) Haplacuept and c) Epiacult.<br />
Although responses in yield because of fertilizer were known, it was necessary to<br />
determine the K uptake by plants during its development and the amount exported by<br />
grain at harvest to set up the replacement rates. We carried out an experiment with different<br />
varieties to determine the amount of K uptake at three physiological periods: tillering,<br />
panicle differentiation and harvest.<br />
It was observed response to K application in some soils of the northeastern region,<br />
where K levels in soils are below critical levels, around 45-50 mg/kg of soil. <strong>The</strong>se<br />
values as limit to split soil classes of no response were confirmed in other experiences.<br />
Although the higher yields were obtained with high rates, there were no differences between<br />
25 and 50 kg/ha. Average K response was 8 kg of rice per K of applied K20.<br />
Response increases with growing NPK rates. Potassium uptake differs among varieties<br />
and physiological stage.<br />
Sesi6n 1I. Potasio en cultivos exensivos<br />
86
Introducci6n<br />
El territorio de la Provincia de Corrientes abarca una superficie de 89.355 km 2 y se<br />
halla comprendida entre las latitudes 270 15'S y300 43'S, entre las longitudes 530 37' W y<br />
590 42'W. Sobre una gran llanura donde se han delineado dos Grandes Regiones Naturales,<br />
con ocho Regiones y 29 Subregiones.<br />
Bajo condiciones de alta producci6n. Por encima de 7 t/ha, un aumento de 5 a 7 %<br />
puede set econ6micamente muy importante; y aunque diffcilmente detectable por la experimentaci6n<br />
convencional, compensaria el costo del agregado de K en la formulaci6n de los<br />
fertilizantes de base, con N y P. Otros efectos ben6ficos mencionados frecuentemente por<br />
aplicaciones de K se refieren a un aumento de la resistencia al vuelco, menor porcentaje de<br />
granos "panza blanca", de enfermedades y toxicidad de hierro.<br />
Los trabajos que aquf se presentan tuvieron como objetivos, 1) Determinar los efectos<br />
de la fertilizaci6n potisica sobre el rendimiento de arroz cSscara asociadas a la respuesta en<br />
cada sitio con los niveles de K en suelo, para algunas regiones arroceras de Corrientes; 2)<br />
Evaluaci6n de formulaciones con dosis crecientes de NPK en distintos ambientes de la provincia<br />
y 3) Absorci6n de K por variedades y lineas promisorias de arroz.<br />
Materiales y m"todos<br />
Se Ilevaron a cabo tres ensayos en sitios con distintas caracterlsticas edAficas: Norte,<br />
INTA Corrientes sobre un suelo de la Serie Trevifio (Argiacuol Acuico); Nordeste, Mora Cu6<br />
sobre un suelo de la Serie Caa Caraf (Haplacuepte) y Malezales, Marquez Serie Lemos<br />
(Epiacultes) de la provincia, donde se esperaba que aparezcan respuestas a la fertilizaci6n con<br />
K.<br />
Para observar el comportamiento de formulados en base NPK se realizaron ensayos<br />
en distintos ambientes en los que se variaron las dosis en forma creciente en los tres elementos<br />
en cuesti6n Tl,(Testigo sin fertilizaci6n); T2, (30-30-25); T3, (60-30-50); T4, (90-60-75);<br />
T5, (120-60-100) yT6, fertilizaci6n del productor.<br />
Resultados y discusi6n<br />
En la Figura 1 se muestran los resultados obtenidos de cada ensayo; se evidenci6<br />
respuesta a la aplicaci6n de K en dos de los sitos (Mora Cud, Nordeste y Marquez, Malezales).<br />
En promedio el mejor rendimiento estuvo asociado a la dosis mds alta,que result6 en un<br />
incremento de 410 Kg/Ha, similar a los 360 Kg/Ha obtenido en ensayos anteriores. La<br />
eficiencia del fertilizante potisico fu6 estimada en 8 kg de arroz por kg de K aplicado. Mediante<br />
la asociaci6n entre los rendimientos y los niveles de K encontrados en el suelo se pudo<br />
establecer como nivel crftico de K entre 45 y 50 mg/kg de K asimilable.<br />
Sesi6n 1I. Potasio en cultivos extensivos<br />
87
Se comprob6 que la fertilizaci6n con K favorecfa el rendimiento de arroz ciscara, en<br />
suelos que no alcanzaban el nivel critico de K establecido entre 45 6 50 mg/kg de K asimilable,<br />
el que permite indicar una formulaci6n de base en [a fertilizaci6n con NPK.<br />
Figura 1. Efecto de diferentes niveles de K sobre los rendimientos de arroz ciscara en<br />
tres sitios.<br />
6500<br />
j" 6000-<br />
- .5500-<br />
5000-<br />
4500.<br />
4000<br />
A n 3500-<br />
FTostgo 0 12.5kPtafl25kRLa El5okOaj<br />
INTA Ctes Mora Cud. - Marquez<br />
Sitios<br />
Figura 2. Respuesta del arroz a la fertilizaci6n con dosis crecientes de NPK en chacra de<br />
productores<br />
0<br />
10000-<br />
9000 - -<br />
8000 -<br />
7 7000-<br />
2000 "<br />
TI T2 T3 T4 T5 T6<br />
Sesi6n 11. Powaio en culvos extensivos<br />
88
Se observa en la Figura 2 el importante aumento en el rendimiento del cultivo a<br />
medida que fueron aumentindose las dosis de NPK. El Tratamiento 5 (T5) present6 un<br />
incremento de 1,1 t/ha con relaci6n al TI (testigo sin fcrtilizaci6n) y un aumento de 0,75 t<br />
sobre la fertilizaci6n practicada por el productor T6 que consisti6 en 170 kg/ha de 5-30-15<br />
(NPK) para cl ensayo de La Cruz sobre un suelo de la serie Nueve Lagunas (Epiacualfes<br />
a6rico-umbrico). Para el ensayo de la zona norte Ii Ibat6 sobre un suelo de la Serie Chequin<br />
(Albacualf tfpico) con mayor potencial de rendimiento pero con valores de K que no alcanzan<br />
el valor crfrico, las respuestas obtenidas tambi6n fueron contundentes observi.ndose diferencias<br />
en los tratamientos siendo el de mayor rendimiento tambidn cl T5 la dosis mayor de<br />
NPK (120-60-100), con 1,4 t superior a la fertilizaci6n practicada por el productor, en 6ste<br />
caso 200 kg/ha de 12-35-20. Y para el tercer sitio ubicado en corrientes sobre un suelo de la<br />
serie Trevifio (Agiacuol Acuico) donde el K asimilable supera el nivel critico no se hallaron<br />
diferencias entre los tratamientos planteados.<br />
En los puntos anteriores se mostr6 la importancia del K en la fertilizaci6n del cultivo<br />
de arroz. Se pudo observar que con la adici6n de K en la fertilizaci6n se consiguieron aumentos<br />
en los rendimientos pero no se conoce cuanto K necesita la planta para su desarrollo y<br />
cuanto se exporta del elemento en granos, para su reposici6n. Para ello se rcaliz6 la determinaci6n<br />
dc la absorci6n del elemento en distintas variedades de arroz y en tres momentos del<br />
cultivo. Los resultados obtenidos se presentan en la Figura 3.<br />
Figura 3. K Absorbido en diferentes estados de desarrollo por distintas variedades de<br />
arroz<br />
U 0<br />
0-<br />
Sesi6n II. Potzio en cultivos extensivos<br />
89<br />
-250<br />
-200<br />
-50<br />
100
El K absorbido en tres momentos fisiol6gico del cultivo fiieron en menor y mayor<br />
grado de 17 a 30 kg/ha en CT 6919-INTA e IRGA 417 en la etapa de macollamiento, de 90<br />
a 127 kg/ha en El Paso 144 y CH I en diferenciaci6n de primordio floral, y de 93 a 220 kg/<br />
ha en CH 1 y RP2 665 en la etapa de cosecha.<br />
Conclusiones<br />
Se evidenci6 respuesta a la aplicaci6n de K en los sitios pertenecientes a la regi6n<br />
arrocera del Nordeste y malezales del Aguapey-Mirinay donde la concentraci6n de K estin<br />
por debajo de los niveles de valor crftico. Si bien los mejores rendimientos medios se asocian<br />
a la dosis mas alta, no existen diferencias apreciables-entre 2 5 y 50 Kg/Ha de K aplicado, con<br />
un incremento medio de rendimiento de 320 a 410 Kg/Ha, respectivamente.<br />
La eficiencia del K fu6 de 8 kg de arroz c4scara por kg de K aplicado.<br />
Los rendimientos obtenidos se relacionan a los niveles de K en el suelo. Se toma<br />
como valor crftico la concentraci6n de 45 - 50 mg/kg de K en la capa arable, para ser utilizado<br />
en recomendaciones de fertilizaci6n.<br />
La fertilizaci6n de base con NPK en dosis altas (90-60-75 y 120-60-100) benefician<br />
los rendimientos d arroz cscara en los distintos agroecosistemas de producci6n de arroz<br />
donde el contenido de K en suelo es menor de 50 mg/kg de K disponible.<br />
La absorci6n de K por la planta de arroz es de orden variado segin variedad. Tomando<br />
como referencia una producci6n de 1000 kg., los porcenajes de K absorbidos desde el<br />
nacimiento hasta el macollamiento varfan del 8 al 22%, desde cl macollamiento hasta la<br />
diferenciaci6n, del 38 al 78% y desde la diferenciaci6n hasta la cosecha varfan del 6 al 54%<br />
(Tabla 3). Los mayores requerimientos porcentuales de este elemento correspondieron a las<br />
variedades IRGA 417 desde el nacimiento hasta el macollamiento, CH 1 desde el macollamiento<br />
hasta la diferenciaci6n y RP2 665 desde la diferenciaci6n hasta la cosecha considerAndose los<br />
resultados de 8 variedades y lfneas promisorias de arroz.<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
90
BIBLIOGRAFfA<br />
Marfn A. R.; Casco, J. y M6ndez, M.A. 1995. Fertilizaci6n con N, P y K en Suelos Acidos..<br />
Proyecto Arroz Campafha 1995/96, Pag 59a 64.<br />
Marfn A. R. M6ndez, M. A. y Casco. 1998. Efecto de la fertilizaci6n Potasica sobre la<br />
toxicidad de hierro en arroz. . Proyecto Arroz Campaia 1997/98, Pag 101a 104.<br />
Melgar, R.;Cardozo, W.; Sanabria, M.C.; y Figueroa, M.M. 1993. Respuesta del Arroz al<br />
Potasio en Corrientes. Proyecto Arroz Actividades y Logros 1992/93, Pag 57a 59.<br />
M6ndez, M. Marfn A. R.; Casco, J.; Tiranti, R. y Gimenez, I. 1997. Fertilizaci6n con N, P<br />
y K en Diferentes Sitios. Proyecto Arroz Campafia 1996/97, Pag 89a 98.<br />
M6ndez, M. y Casco. 1998. Fertilizaci6n con N, P y K en Distintos Sitios. Proyecto Arroz<br />
Campaia 1997/98, Pag 149 a 151.<br />
Mdndez, M.A y Col. 1999. Fertilizaci6n con N; P y K en dos suelos de Corrientes. Proyecto<br />
Arroz Campaia 1998/99, Pag 87 a 93.<br />
M6ndez, M. y Col. 1999. Fertilizaci6n con Potasio en un suelo de la serie Chavarria.<br />
Proyecto Arroz Campaia 1998/99, Pag 125 a 127.<br />
M6ndez, M. y Col. 2000. Fertilizaci6n con N, P y Ken Chacra. Proyecto Arroz Campafa<br />
1999/00, Pag 91 a 94.<br />
Sesi6n 1I. Poasio en cultivos extensivos<br />
91
RESPUESTA DE LA CA&RA DE AZIJCAR<br />
A LA APLICACION DE POTASIO EN TUCUMAN*<br />
Marfa A. Correa', Hillel Magen 2 , C. Cusumano 3 , R. Zerrizuela'<br />
'EEA Famailld-INTA -efama@correo. inta.gov.ar, 2 Instituto Internacional de 1a Potasapotash@dsw.co.<br />
i 3 DER Simoca- INTA-efama@correo. inta.gov.ar<br />
RESUMEN<br />
El cultivo de caria de azOcar (aaccharum officinarum L.)es la actividad agricola<br />
m.s importante en la provincia de Tucumgn; la superficie promedio hist6rica de cultivo es<br />
de 250.000 ha, pero debido a las crisis econ6micas frecuentes, en el atio 2000 se cultivaron<br />
solamente 182.000 ha.<br />
En el drea cafiera se encuentran diferentes tipos de suelos, los contenidos de arcillas<br />
son variables y predomina la ill/ta. Como consecuencia de ello, la disponibilidad de potasio<br />
en el suelo es mis alta que los niveles criticos que reporta la bibliograffa (0.30 - 0.40<br />
cmol kg/ha); pero hay suelos arenosos con niveles intermedios o bajos de potasio intercambiable.<br />
Tambin se encuentran suelos con bajos niveles de f6sforo, aunque no es<br />
comOn la fertilizacidn con P solamente se fertifiza con N.<br />
Desde 1998, la Estaci6n Experimental Agropecuaria Famailki del INTA y el Instituto<br />
Intemacional de la Potasa, desarrollan experiencias de fertilizaci6n con potasio en cafia<br />
de azdcar en la provincia de Tucumin. El objetivo de los ensayos instalados en los departamentos<br />
de Simoca y Monteros es evaluar la respuesta cuantitativa y cualitativa de<br />
la cai a de az0car a la fertilizaci6n con potasio.<br />
Los ensayos estAn sobre suelos franco limosos y franco arenosos, con nivel de potasio<br />
intercambiable de entre 0. 19-0.67 cmol kg/ha.<br />
Los tratamientos evaluados son: KO (72 kg/ha); N-K 20 (55-72 kg/ha); N-P 20 5 (76-55<br />
kg/ha); N-P 20-K 20 (76-55-72 kg/ha); testigo (sin fertilizante en plantaci6n). Las variedades<br />
utilizadas son: TUC 77-42 en Simoca y CP 65-357 en Monteros, ambas estAn muy<br />
difundidas entre los productores. El f6sforo y el potasio fueron apficados en plantaci6n y<br />
se repiten despu6s de la primera y tercera soca; todos los tratamientos serdn fertilizados<br />
anualmente con N(90 kg/ha). En cafia planta no hubo diferencias entre tratamientos ni<br />
en rendimiento cultural ni sacarino; tampoco se registraron diferencias estadisticas en<br />
concentrac6n de potasio en jugo ni follar, aunque los tratamientos con potasio tuvieron<br />
mayor contenido de potasio foliar.<br />
En la primera soca hubo diferencias entre tratamientos en producci6n de azdcarlha.<br />
*Trabajos realizados con apoyo financiero del Instituto Internacional de la Potasa.<br />
Sesi6n II. Potasio en culuivos extensivos<br />
93
SUGARCANE RESPONSE TO POTASSIUM FERTILIZATION<br />
IN TUCUMAN<br />
Sugarcane is the most important agricultural activity in the province, it covers an<br />
historical average area of 250.000 ha but, due to frequent economical crisis in the year<br />
2000 it had only 182.000 ha.<br />
<strong>The</strong> sugarcane zone has different soil types, the clay content is variable, and llite is the<br />
main clay mineral, due to this fact, potassium availability is in general higher than the<br />
critical levels reported by references (0.30-0.40 cmol kg/ha). But some sandy soils have<br />
medium and low levels of exchangeable potassium. <strong>The</strong>re are soils with low P concentration,<br />
but there is no fertilization with P only N is applied to the crop.<br />
Since 1998, the Experimental Station Famailld of INTA and the <strong>International</strong> <strong>Potash</strong><br />
<strong>Institute</strong> are developing potassium fertilization experiences in sugarcane in Tucumin;<br />
<strong>The</strong> objective of the trials, located in Simoca and Monteros departments, is to evaluate<br />
the quantitative and qualitative sugarcane response to potassium fertilization.<br />
<strong>The</strong> trials are on silt loam and sandy loam soils with exchangeable potassium levels<br />
between 0. 19-0.67 cmol kg/ha.<br />
<strong>The</strong> treatments evaluated are: K, 0 (72 kg/ha); N-K>O (55-72 kg/ha); N-P205 (76-55 kg<br />
/ha); N-P205-K20 (76-55-72 kg/ha); Control (without fertilizer at planting). <strong>The</strong> varieties<br />
used are: TUC 77-42 in Simoca, and CP 65-357 in Monteros, both are commonly planted<br />
by farmers.. Phosphorous and potassium were applied at planting and will be applied<br />
after first and third ratoon; all the treatments will be adressed every year with N (90 kgl<br />
ha).<br />
SugaFcane and sugar yield/ha had no differences for plant cane, neither potassium<br />
concentration in juice nor foliar potassium, but treatments with potassium had high levels<br />
of potassium in leaves.<br />
In first ratoon there was diference among treatments only for sugar/ha.<br />
Introducci6n<br />
La cafla de azdcar es [a actividad agrfcola mis importante de la provincia y ocupa una<br />
superficie cuyo promedio hist6rico es de unas 250.000 ha, pero debido a peri6dicas crisis del<br />
sector, en la campafia pasada alcanz6 a 182.000 ha.<br />
Hist6ricamente, su importancia relativa pas6 de contribuir con un 70% del producto<br />
bruto agrfcola en el afio 1966 a alrededor de un 35 % en el 2000.<br />
La zona productora se localiza en 10 departarnentos de la provincia y representa<br />
aproximadamente el 10% de la superficie total de la provincia. El paquete tecnol6gico con<br />
que se realiza el cultivo incluye manejo cultural y qufmico de malezas, fertilizaci6n nitrogenada,<br />
casi exclusivamente y cosecha mecanizada y semimecanizada.<br />
Aunque hay suelos con niveles moderadamente bajos de f6sforo, no se hacen<br />
fertilizaciones con este elemento. Respecto al potasio, los suelos del Area cafiera ienen arcillas<br />
en las que predornina la illita, por ello la disponibilidad del mismo es, en general, superior a<br />
Sesi6n II. Potasio en culivos extensivos<br />
94
los niveles criticos que se mencionan en la bibliografla (0.30-0.40 cmol kg/ha). Sin embargo<br />
hay algunos suelos, principalmente arenosos, que tienen niveles intermedios a bajos de potasio.<br />
El potasio es un elemento importante en la nutrici6n y fisiologia del cultivo. La cafia<br />
de azdcar tiene una alta demanda de potasio, se concentra principalmente en los 6rganos<br />
j6venes de la planta y, el jugo de cafia concentra el 80% del potasio que contienen los tallos.<br />
Cuando hay niveles bajos de potasio en suelo, se ve afectado no solamente el rendimiento<br />
cultural sino tambi6n la producci6n de sacarosa, ya que hay una mayor concentraci6n de<br />
azucares reductores.<br />
En general cl potasio confiere al cultivo cierta tolerancia al d6ficit de agua en el suelo,<br />
ala par que permite una mayor tolerancia a heladas, que son de ocurrencia normal, en la zona<br />
cafiera.<br />
Materiales y Mdtodos<br />
El Instituto Inrernacional dela Potasa y la EEA Famailli del INTA, iniciaron a partir<br />
del afio 1998 experiencias de fertilizaci6n con potasio en caia de azdcar, en localidades del<br />
Area cafiera tucumana.<br />
Los ensayos explorarorios se implantaron en los departamentos de Simoca y Monteros;<br />
que estin ubicados en la zona agroecol6gica de la Llanura Deprimida; esta zona se caracteriza<br />
por ser una planicie aluvial de suaves ondulaciones y d6biles depresiones, afectada por la<br />
presencia de una capa freAtica a escasa o mediana profundidad. Las precipitaciones tienen un<br />
promedio anual de 700-1000 m, los suclos aluviales son Hapludoles, con perfil de tipo AC,<br />
moderadamente bien drenados.<br />
El objetivo de los ensayos es evaluar la.respuesta cuantitativa y cualitativa de la cafia<br />
de azdcar a la fertilizaci6n potisica.<br />
Los lotes en los que se implantaron son franco limoso y franco arenoso, tienen niveles<br />
de potasio intercambiable entre 0.67 y 0.19 cmol kg/ha.<br />
Las variedades de cafia utilizadas son TUC 77-42 en Simoca, y CP 65-357 en<br />
Monteros.<br />
En un diseflo experimental de bloques aleatorizados con 4 repeticiones, se evaldan 5<br />
traramientos con nitr6geno, f6sforo y potasio (las dosis estin expresadas como nitr6geno,<br />
6xido de potasio y pent6xido de f6sforo): K 02 (72 kg/ha); N-KO 2 (55-72 kg/ha); N-PO 5<br />
(76-55 kg/ha); N-PO5-KO 2 (76-55-72 kg/ha); Testigo (sin ferttilizanre en plantaci6n). Las<br />
fuentes utilizadas son urea, cloruro de potasio y fosfato diamonico. Las aplicaciones de f6sforoy<br />
potasio se hicieron en plantaci6n y se reiterarin despu6s de la primera y tercera socas. En<br />
todos los tratamientos, incluido el testigo, se aplicard nitr6geno anualmente en dosis de 100<br />
kg/ha.<br />
Se evalian parimetros de suelos, nutrientes foliares, rendimiento cultural (cafia kg/<br />
ha) y sacarino (azdcar kg/ha).<br />
Sesi6n IL Potasio en cultivos extensivos<br />
95
Resultados y discusi6n<br />
Los resultados por localidad se detallan a continuaci6n:<br />
Simoca: variedad TUC 77-42<br />
Planta Soca 1<br />
Tratamiento Caha AzOcar Cafa Az6car<br />
kg/ha<br />
K 0 2 .72 kg/ha 59700 5370 52128 5576 b<br />
N-K0 2 -55-72 kg/ha 60900 5430 71922 7367 a<br />
N-PO-76-55 kg/ha 61900 5350 71457 7400 a<br />
N-PO 5-KO2-76-55-72 kg/ha 58800 5390 55789 5643 b<br />
Testigo 56400 5270 63091 6580 ab<br />
(*)Letras distintas indican diferencias significativas (P
Conclusi6n<br />
La producci6n de azdcar dio diferencias entre las medias (Duncan) de los tratamientos,<br />
en soca 1, en el ensayo de Simoca. En los anlisis foliares no se registraron diferencias<br />
estadisticas entre tratamientos, iampoco hubo diferencias entre tratamientos en la concentraci6n<br />
de potasio en jugo de can-a.<br />
Los resultados de los amlisis foliates y de jugo de cafia, del ensayo de Monteros,<br />
tampoco tuvo diferencias en cafia planta.<br />
Si bien a6n no hay una tendencia definida, es esperable que en sucesivas socas se<br />
manifiesten las diferencias entre los tratamientos evaluados.<br />
BIBLIOGRAFA<br />
Comba, A., M. Fern6ndez, E. D'Urso y J. Rongetti. 1995. Posibilidades de Riego en<br />
Tucumin. INTA-EEA Famailld.<br />
De Le6n Ortiz, M.E. 1992. Bases para la Fertilizaci6n Mineral de la Cafia de AzOcar.<br />
INICA Cuba.<br />
Kornd6rfer, Gaspar H.1990. 0 potasio e a qualidade da cana -de-agucar. Potafos,<br />
Informagoes Agron6micas. NQ 49 Margo/90.<br />
Malavolta, E. 1994. Nutrient and Fertilizer Management in Sugarcane. IPI-Bulletin NQ<br />
14.Basel, Switzerland.<br />
Mengel, K. And E.A. Kirkby. 1987. Principles of Plant Nutrition. 41h Edition. IPI-<br />
Bern,Switzerland.<br />
Orlando, Jos6 (filho), N. Macedo, H. Tokeshi. 1994. Seja o doutor do seu<br />
canavial.Potafos.Encarte do Informagoes Agron6micas N 2 67, Setembro/94<br />
Zuccardi, R.B. y G. S. Fadda. 1985. Bosquejo Agroecol6gico de la Provincia deTucumdn.<br />
Miscel6nea N 2 86. FAZ, UNT.<br />
Sesi6n II. Porasio en cultivos extensivos<br />
97
REQUERIMIENTOS DE POTASIO<br />
EN SISTEMAS INTENSIVOS DE PRODUCCION DE<br />
MAfZ<br />
RESUMEN<br />
Achim Dobermarn<br />
Dept. ofAgronomy and Horticulture, University of Nebraska<br />
P.O Box 830915, Lincoln, NE 68583-0915, USA (a.dobermann2@untedu)<br />
Los rendimientos promedios de matz en los EEUU, han aumentado en los Ottimos<br />
35 at os a una tasa de 109 kg/ha por aho, principalmente debido a la adopci6n de<br />
tecnolog[as a vanzadas y a la mejora gen6tica de los h/bridos. El rendimiento promedio es<br />
de 9 t/ha, pero los productores de punta mas progresistas, cosechan normalmente entre<br />
11 y 13 t/ha. El uso de fertilizantes comerciales acus6 un elevado incremento en las<br />
d6cadas del 60 y el 70. Sin embargo, los aumentos de los rendimientos del mafz en los<br />
alos 80 se dan con un estancamiento en el uso de fertiizantes nitrogenados y una disminuci6n<br />
de las dosis de P y K. Signos emergentes de deficiencias de K se han vuelto cada<br />
vez mAs comunes en ahos recientes, particularmente en sistemas de siembra directa.<br />
Esto incluye sintomas visuales inusuales, tales como deficiencia de K en las hojas mJs<br />
j6venes, pero tambi6n algunos signos desconocidos de deficidncias de K, menos visibles,<br />
que no se detectan hicilmente como sintomas foliares. Las recomendaciones actuales<br />
de manejo de nutrientes en los sistemas de cultivo que incluyen mafz, pueden no<br />
ser adecuadas para resolver las necesidades futuras.<br />
Investigaciones recientes sugieren que (a) los anlisis de suelo usados mis comOnmente<br />
pueden no reflejar las respuestas reales del cultivo al K, (b) los requerimientos<br />
de K por unidad de rendimiento del cultivo no son constantes, sino que varfan con el<br />
nivel de rendimieto y el manejo del cultivo, (c) la var/abilidad espacial del K del suelo<br />
afecta las estrateg/as de manejo del K, (d) las diferencias genotpicas influyen en la respuesta<br />
al K del suelo y del fertilizante, y (e) caracterfsticas no relacionadas a la productividad,<br />
tales como resistencia del tallo o calidad del producto deben considerarse al tomar<br />
decisiones de manejo del K. En el futuro, los algoritmos de recomendaciones de fertilizantes<br />
deberfan volverse mJs cuantitativos y exactos de acuerdo a los diferentes manejos<br />
y niveles tecnol6gicos del cultivo, suelo, clima y potencial de rendimiento. Los niveles<br />
simples de una recomendaci6n deben basarse entonces, en condiciones estAndares que<br />
consideren los princpales factores quo gobieman la respuesta del cultivo al nutriente de<br />
inter6s. Tales ajustes pueden hacerse para distintos niveles de complejidad, de modo tal<br />
que una recomendaciOn general puede analizarse desglosada en recomendaciones mJs<br />
especificas Otiles y detalladas. La zonificaci6n agroecol6gica ylos modelos de simulaci6n<br />
de cultivos deberfan desempehar un papel principal en la elaboraci6n de estos ajustes.<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
99
POTASSIUM REQUIREMENTS OF MAIZE UNDER INTENSIVE<br />
CROPPING<br />
During the past 35 years, average maize yields in the USA have increased at a<br />
rate of 109 kg/halyr, mainly due to the adoption of improved crop management<br />
technologies and genetic improvement of maize hybrids.Average yields approach 9 t/ha,<br />
but progressive farmers routinely harvest 11 to 13 t/ha. Commercial fertilizer use rose<br />
sharply in the 1960s and 1970s. However, maize yield increases since 1980 were achieved<br />
with stagnating fertilizer-N use and declining rates of P and K.<br />
Signs of emerging K deficiencies have become more common in recent years,<br />
particularly in no-till systems. This includes unusual visual symptoms such as K deficiency<br />
on younger leaves, but also an unknown range of less visible K deficiencies that are not<br />
easily detected based on leaf symptoms. Present nutrient management recommendations<br />
for maize-based cropping systems may not be adequate to meet future needs.<br />
Recent research suggests that (a) commonly used soil tests may not always<br />
reflect the actual crop response to K, (b) crop K requirements per unit yield are not constant,<br />
but vary with yield levels and crop management factors, (c) spatial variability of soil K<br />
affects K management strategies, (d) genotypic differences exist in the response to soil<br />
and fertilizer K, and (e) non-yield traits such as stalk strength or product quality must be<br />
taken into account in K management decisions. In the future, fertilizer recommendation<br />
algorithms should become more quantitative and accurate to account for differences in<br />
crop management technologies, soil, and climate-driven yield potential. Single levels in a<br />
recommendation should then be based on standard conditions that take into account the<br />
major factors governing crop response to the nutrient of interest. Such refinements can<br />
be made at different levels of complexity such that a general recommendation can be<br />
broken down into more meaningful and detailed specific recommendations.<br />
Agroecological zoning and crop simulation models should play a major role in making<br />
these refinements.<br />
Tendencias en el uso de fertilizantes en el Centro-Norte<br />
El cultivo de mafz (Zea mays L.) en sistemas bajo riego o de secano, en rotaci6n con<br />
soja (Glycine m,tx L.) o como un monocultivo continuo, son los sistemas de cultivo predominanes<br />
en Norteamrica. Cerca de 30 millones de has de mafz para grano se cosechan anual'<br />
mente en los EE.UU., la mayor parte de 6tas se ubican en los 11 estados que comprenden el<br />
cintur6n maicero (Corn Belt) y producen mds de 210 millones de t, representando el 35% de<br />
la oferta global de mafz. Durante los dltimos 35 afios, el rendimiento promedio de mafz ha<br />
aumenrado con una tendencia lineal promedio de 109 kg/ha por afio (Fig. 1), principalmente<br />
debido a la adopci6n de tecnologfas mejoradas de manejo de cultivo y a la mejora gen6tica<br />
de los hfbridos que complementan estas prActicas de manejo (Duvick y Cassman, 999). El<br />
uso de fertilizantes comerciales aument6 significativamente entre los afios 60 y 70 en respuesta<br />
a la adopci6n de h(bridos mejorados de mafz y a condiciones econ6micas favorables (Uri,<br />
1998). Sin embargo, los rendimientos de mafz aumentaron desde el afio 80 hasta Ilegar a un<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
100
estancamiento en el uso de fertilizantes Nitrogenados y una disminuci6n de las dosis de P y<br />
K, que condujeron a aumentos significativos en el 1lamado factor parcial de productividad de<br />
estos macronutrientes (PFP, kg de grano por kg de nutriente aplicado) (Fig. 1).<br />
Figura 1. Tendencias en rendimiento de grano, uso de N, P y K (cfrculos Henos), factor<br />
parcial de productividad de nutrientes fertilizantes (cfrculos abiertos, PFP = kg grano por<br />
kg nutriente aplicado), y remoci6n de nutrientes con el grano (Ifnea de puntos, kg elemento/ha)<br />
en mafz cultivado en USA (Dobermann y Cassman, 2002).<br />
0<br />
9 1 1 1<br />
0 8 (a) Rend. de grano<br />
7<br />
7 -<br />
d: b . 109 kq he ' yr' 1<br />
( de grarlo'<br />
160, --o- (b)Nitr6geno Fertilizer rate , o.-, _ N ,. 7<br />
10 - PFP L<br />
120 -b<br />
z 0.78 kg kg " yr'6<br />
r. 0.46<br />
80 -, 40,'L<br />
" " 100 5 Z<br />
C 0 60<br />
2 - 40 (c) F6sforo 0.6350<br />
0 0 35 b . 2r = -0.30 - 0 8 ./ O 0 kg hayr' 30 3 0 0 'o"<br />
- 30<br />
2 250-<br />
20c.,i\_-- 200 0.I<br />
15 V<br />
10 v 5<br />
80 - (d) Potasio b . -0.81 kg ha" yr'> 80<br />
70 " . \ ,- 1 60,-r<br />
60" 140<br />
50 - 120<br />
b=3.65kgkg y' 100<br />
30 r'=o0.71 I<br />
30<br />
2 - 80 a.<br />
60<br />
1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000<br />
IL\//-\<br />
Fuentes: USDA National Agricultural Statistics Service, y USDA-ERS Annual Cropping Practices Surveys. Remoci6n<br />
de nutrientes con el granc fue calculada asumiendo una concentraci6n promedio de 1.4% N, 0.27% P, y<br />
0.35% K en el grano.<br />
Sesi6n II. Poasio en culcivos extensivos<br />
101
Los tres factores que probablemente han contribuido a mejoras en la eficiencia del<br />
uso de nutrientes son: (i) Aumentos en el rinde y cultivos de crecimiento mis vigoroso, que se<br />
asocian a una creciente tolerancia al stress de los hfbridos modernos (Duvick y Cassman,<br />
1999); (ii) Mejor manejo de los factores de producci6n incluyendo el de los fertilizantes<br />
(labranza conservacionista, calidad de semilla, mayor densidad de siembra, etc.); y (iii) un<br />
mejor manejo del N. Muchos productores tambi6n invirtieron en fertilidad de suelo con un<br />
uso del P y del K que excedi6 la cantidad exportadas con los cultivos. Las dosis promedio de<br />
fertilizante usadas por los productores de mafz en 1965 excedieron las cantidades netas removidas<br />
de los nutrientes, pero la diferencia va disminuyendo en afios recientes (Fig. 1). Por<br />
ejemplo, el exceso promedio de K (cantidad de fertilizante menos el K exportado con el<br />
grano) en mafz, disminuy6 de 47 kg K/ha pot campafia en el periodo 1980-1984 hasta<br />
apenas 28 kg K/ha en el periodo 1996-2000. La cantidad de nutrientes provistos por esti6rcol,<br />
apenas cubren los requerimientos promedios de la regi6n, ya que solo cl 17% del Area<br />
maicera y 6% del Area con soja usan abonos de corral (Padgitt et al., 2000).<br />
Existen grandes diferencias entre los estados en la producci6n de mah asf coma<br />
entre productores de cada estado, en lo relacionado al uso de K y al balance de entrada y<br />
salida del K (Fig. 2). Las dosis de fertilizantes usadas en mafz estin tfpicamente dentro de los<br />
rangos siguientes: de 95 a 185 kg de N/ha, 10 a 34 kg P/ha, y 0 a 95 kg K/ha (Padgitt et al.,<br />
2000). El uso promedio del K va desdce 2,5 kg K ha-I en el cintur6n maicero occidental<br />
(Nebraska) a casi 100 kg K/ha en la parte oriental (Indiana), principalmente debido a la<br />
existencia de niveles mis altos de K segdn los anlisis de suelo en los estados occidentales,<br />
pero tambi6n debido al mayor acercamiento a las recomendaciones de fertilizante. Sin embargo<br />
en el cultivo de soja, a pesar de extracr una mayor cantidad de nutrientes, solo sc aplican<br />
entre 0 y 10 kg de P/ha y 0 a 40 kg K/ha. Como resultado del aumento de los rendimientos<br />
y disminuci6n del uso de P y de K (Fig. 1), el balance anual de entrada y salida del K en las<br />
rotaciones de mafz-soja, ha llegado a ser negativo en estados como Nebraska, Kansas, Dakota<br />
del sur, Minnesota e Iowa, pero positivo en el resto de los estados como resultado del uso de<br />
dosis mAs altas de K (Fig. 2). Es probable que los productores de varios estados en los afios 70<br />
han estado aprovechando el P residual del suelo y el suministro de K acumulado pot el nivel<br />
anterior de uso de nutrientes. La relaci6n K:N de los fertilizantes utilizados ha declinado<br />
desde 1975 en toda [a regi6n.<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
102
Tabla 2. Uso anual de K, remoci6n del K con el grano, y balance de entrada y salida de<br />
K en sistemas de cultivo de malz y soja en la regi6n Norte-Central.<br />
100<br />
80 NE: Nebraska<br />
0 60 -- MN: Minesota<br />
co IA: Iowa<br />
40<br />
CL MO: Missoure<br />
2 0 IL: Illinois<br />
c 0 IN: Indiana<br />
Fortilizer<br />
-20 m Removal1 OH: Ohio<br />
Balanco<br />
-40<br />
NE MN IA MO IL IN OH<br />
Estado<br />
Fuentes: USDA-ERS Annual Cropping Practices Surveys. Todos los n6meros mostrados se refleren al uso de<br />
fertilizante por Area sembrada de maiz y de soja en 1999. El potasio exportado con el grano fue calculado asumiendo<br />
una concentraci6n promedio de 0,35% K en el grano de mafz y 2,3% K en semilla de soja.<br />
Deficiencias de K emergentes en el Centro-Norte de EE.UU.<br />
Deberfamos referirnos a las tendencias descritas y saber si ya afectaron el crecimiento<br />
del maiz y la soja en el cintur6n maicero? Es imposible proporcionar un anlisis cuantitativo<br />
de la severidad y de la extensi6n en superficie de las deficiencias de K, pero las observaciones<br />
a campo y datms recientemente recolectados sugieren lo siguiente:<br />
o Una emergencia ciWsica cs ;un sfntoma inusual de deficiencia de K. La deficiencia<br />
de potasio conduce normalmente a una clorosis marginal que primera se ve en las<br />
hojas m6s maduras, pero, bajo deficiencia severa, la clorosis marginal y la necrosis<br />
se han observado tambi6n en hojas mis j6venes. En soja, los sfntomas ocurren solo<br />
en los tejidos mAs nuevos (hojas mas altas de la planta). Tambi6n se han observado,<br />
por ejemplo puntos clor6ticos y clorosis internerval.<br />
o Los sfntomas de deficiencia de K y la respuesta del rendimiento varfan extensamente<br />
dentro del lore, pero se ven mas frecuentemente en Areas pequefias. Las Areas<br />
deficientes pueden detectarse en cualquier punto por medio del anlisis de suelos,<br />
oscilanda entre valores bajos de K hasta muy altos. La respuesta del rendirniento al<br />
K, puede ocurrir con valores de anAlisis de suelo altos y bajos. Los sfntomas de<br />
deficiencia de K son mis frecuentes en suelos con deficiente humedad, despu6s de<br />
la etapa V6/V7 del mafz y pueden desaparecer despu6s de una Iluvia.<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
103
o Los sintomas de deficiencia de K son mas frecuentes en sistemas de siembra directa<br />
y labranza en franjas (ridge-till) que con labranza convencional.<br />
* Los sfntomas de deficiencia de K, los requerimientos de K por la planta y [a respuesta<br />
de los rendimientos a la aplicaci6n de K varfan segdn los hfbridos de maiz y<br />
las variedades de soja. Los hfbridos tambi6n se diferencian en otros aspectos en<br />
referencia al K no vinculados a la productividad, tales como resistencia del tallo y<br />
resistencia a las enfermedades como purrefacci6n del tallo.<br />
Las deficiencias de K son diffciles de identificar a campo en estadios iniciales, pero la<br />
disminuci6n de rendimientos debido a deficiencias de este nutriente ocurren siempre antes<br />
de que aparezcan y sean visibles sfntomas de deficiencia. Cuando la deficiencia de potasio<br />
ocurre durance las etapas iniciales de crecimiento, la aplicaci6n de dosis mas altas de K en<br />
etapas posteriores no pueden compensar completamente la deficiencia anterior (Bergmann,<br />
1992). En algod6n, por ejemplo, la deficiencia de K es perceptible primera en las races,<br />
seguidas por los rallos, pecfolos y hojas. Debido a que el almacenamiento de K se da antes del<br />
momento de la m:xima demanda, los sfntomas de deficiencia de'K pueden hacerse visible<br />
solo dos a tres semanas despu6s de que el K fuera almacenado (Bednarz y Oosterhuis, 1999).<br />
Asf, es probable que formas sutiles de deficiencias de K, est6n mis extensamente distribuidas<br />
en el cintur6n maicero, pero no se reconocen a campo. Este detalle particular se refiere a la<br />
concentraci6n sub-optima de concentraciones de K en la savia y tejidos de la planta, que<br />
pueda reducir la tasa de crecimiento del cultivo, pero que no se muestra como sfntomas<br />
visibles de deficiencia.<br />
En EE.UU., el uso de la labranza conservacionista (siembra directa, labranza en franjas<br />
ridge-till, labranza sobre rastrojos, mulch-till) ha aumentado a un 47 % del total del Area<br />
plantada con mafz y soja (Padgitt cc al., 2000).A largo plazo la labranza conservacionista<br />
puede conducir a la acumulaci6n de K en la superficie del suelo (debido a la aplicaci6n de<br />
.fertilizantes al volco, a la extracci6n desuniforme de nutrientes por las raices, y al retorno<br />
anual de residuos en la superficie) o puede crear bandas en el suelo con altos niveles de K,<br />
debido a la repetida colocaci6n de los fertilizantes a lo largo de las lfneas de siembra o franjas<br />
(Mackay et al., 1987; Vyn y Janovicek, 2001). El mafz en tales sistemas puede Ilegar a set<br />
deficiente en K, parricularmente bajo stress hfdrico, pero hay tambin una gran variaci6n<br />
debido a los diferenres genotipos bajo cultivo. Estudios en Minnesota indican que ciertos<br />
hfbridos de mafz pueden tener una mayor actividad de la absorci6n de K por las rafces en la<br />
capa superficial del suelo (0-15 cm), mientras que otros hibridos tienen raices de mayor<br />
longitud y actividad por debajo de los 15 centfmetros, aunque la densidad total de raices<br />
puede set igual (Allan et al., 1999).<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
104
Tabla 1. Respuesta de dos hfbridos de malz la aplicaci6n de potasio en el suelo arenoso<br />
Valentine.'<br />
Variables medidas 4<br />
Pioneer 34R07 2 PioneerO 33G273<br />
Dosis de K(kg K/ha)<br />
0 140 0 140<br />
Rendimiento de Grano (ttha) 10.7 10.9 11.3 11.8<br />
Materiasecaen V12 (t/ha) 3.4 3.1 3.8 3.8<br />
Materia fresca en V12 (t/ha) 33.9 32.6 39.5 41.4<br />
Agua en los tejidos en V12 (ttha) 30.5 29.5 35.7 37.6<br />
K acumulado en V12 (kg/ha) 104.0138.7 157.0 191.9<br />
Materia seca en MF (t/ha) 17.0 17.2 18.3 19.5<br />
Materia fresca en MF (tfha) 30.9 30.1 33.6 36.6<br />
Agua en los tejidos en MF (t/ha) 13.9 12.9 15.3 17.1<br />
Acumulaci6n de K en el MF (kg/ha) 146.1164.3 175.4 207.0<br />
Cont. De humedad del tallo al MF (%) 69.2 67.9 - 62.7 70.8<br />
Cont. De humedad del tallo a la cosecha (%) 28.4 34.7 35.2 54.9<br />
Didmetro del tallo en MF (mm) 19.9 19.7 19.3 20.0<br />
Dimetro del tallo en la cosecha (mm) 18.2 17.8 19.5 20.6<br />
Carga para quebrar el tallo en el MF (kg)s 19.0 17.3 17.6 18.6<br />
Carga para quebrar el tallo a la cosecha (kg) 5<br />
14.8 13.2 15.3 17.5<br />
Experimento de campo conducido on 2000 en Pierce, Nebraska. El contenido inicial promedio de K intercambiable<br />
en el suelo era de 109 mg K/kg en los 0-15 cm de profundidad y de 61 mg K/kg en los 15 a 60 cm de<br />
profundidad. Los valores muestran promedios de la repetici6n de cinco parcelas. (A. Dobermann, C. Shapiro, y<br />
T. Doerge. datos no publicados). -<br />
2 P34R07 - Range desds I (pobre) a 9 (sobresallente): Resistencia del tallo 3. altura d la espiga 5, Resistencia a<br />
ta pudrici6n del tallo 3.<br />
3 P33G27- Rango desde I (pobre) a 9 (sobresaliente): Resistencia del tallo 7, altura de la espiga 7, Resistencia<br />
a la pudrici6n del tallo 5<br />
4<br />
Vl 2- V12 Estadios, Crecimiento vegetativo tardfo (7 Julio). MF -madurez fisiol6gica (18 de Septiembre).<br />
5<br />
Medido como kg de fuerza aplicada sobre et 4- entrenudo debajo de la espiga eat 18 do Septiembre (MF) y 10 de<br />
Octubre 10 (Cosecha final).<br />
Otro ejemplo de diferencias de respuesta entre hibridos a la oferta de K del suelo se<br />
muestra en la tabla 1. Dos hfbridos de maiz con distintas caracterfsticas de crecimiento fueron<br />
cultivados en un suelo arenoso con riego total y adecuado suministro de N y P con y sin uso<br />
de K. Con el hfbrido Pioneer 34R07, el uso de K no aument6 el rendimiento de materia seca<br />
o fresca total tanto al estadio V12 como a la madurez. Tambidn hubo un menor efecto sobre<br />
parAmetros tales como resistencia del tallo a la madurez fisiol6gica (MF), la aplicaci6n de K<br />
incluso disminuy6 la resistencia del tallo al final de la cosecha. En cambio el segundo hfbrido,<br />
Pioneer 33C27, acumul6 de 30 a 40 kg de K/ha mis a los dos niveles de K evaluados y obtuvo<br />
rendimientos significativamente mayores que el 34R07. Tuvo una acumulaci6n de K m is<br />
ripida durante el crecimiento vegetativo, mantuvo tambi6n entre un 20 a 30 % mayor concentraci6n<br />
de K en el tallo y la hoja durante todo el periodo total de crecimiento, y produjo<br />
Sesi6n 1I, Potasio en cultivos extensivos<br />
105
una cancidad mucho mayor de biomasa fresca. Las diferencias entre hfbridos fueron mis<br />
Ilamativas en la etapa VI 2, cuando el 33G27 habia acumulado 5,6 (0 K) o 8,8 t/ha (con 140<br />
kg K/ha) mrs biomasa fresca que el hfbrido 34R07, sugiriendo una mayor expansi6n celular,<br />
que adem6s fue incrementada por la aplicaci6n de K. En el hfbrido 33G27, la aplicaci6n de<br />
K aumenta e! contenido de agua del tallo, asi coma el diAmetro y la resistencia del mismo,<br />
tanto a la madurez fisiol6gica como a la cosecha. Por o.tra parre, los tallos del hfbrido 33G27<br />
perdieron menos humedad y su diAmetro no cambi6 durance el perfodo de tres semanas que<br />
va desde la MF al final de la cosecha, resultando en una constante resistencia del tallo durante<br />
este perfodo. Esto es una consideraci6n importante para evitar p6rdidas a la cosecha por )a<br />
putrefacci6n del tallo, inducida por los vientos fuertes.<br />
El comportamiento fisiol6gico del potasio<br />
Los sfntomas no caracterfsticos de deficiencia de K recientemente informados en soja<br />
y mafz en el cintur6n maicero no son nuevos. Observaciones similares fueron hechas para<br />
canola en Alemania (Pissarek, 1973) y algod6n en California (Weir et al., 1988; Maples et al.,<br />
1989). Bergmann (1992) tambi6n muestra ejempios para otros cultivos. Aunque el K se considera<br />
m6vil en la planta, durance el desarrollo de las hojas j6venes puede aparecer cierta<br />
pigmentaci6n roja o liegar a la clorosis internerval (Grundon er al., 1997). Una introvisi6n<br />
sobre la funci6n del K en los diferences compartimentos de la c6lula, particularmente la<br />
vacuola y el ciroplasma (Leigh, 2001) pueden ayudar a explicar las observaciones de deficiencias<br />
de K asf como tambidn encender las necesidades de K de los cultivos para los diferentes<br />
niveles de productividad.<br />
La mayorfa del K* en las plantas estA situado dentro de la vacuola central de las<br />
cdlulas, donde funciona como regulador osm6tico, desempefiando un papel en la expansi6n<br />
celular y la estabilidad ffsica, incluyendo ]a resistencia a la entrada de parisitos. Por lo tanto,<br />
los cambios en los valores de concentraci6n de K en los tejidos, reflejan principalmente los<br />
cambios a nivel de K vacuolar. Las concentraciones de K* en las vacuolas responden rApidamente<br />
al suministro externo de K y pueden Ilegar a niveles muy bajos bajo una deficiencia<br />
severa. Al contrario de lo que se pensaba antes, ahora aparece que no hay un lfmite inferior<br />
conocido de la concentraci6n vacuolar de K* (Leigh, 2001), probablemente porque las funciones<br />
de K* en la vacuola se pueden compensar en gran parce pot concentraciones crecientes<br />
de oros cationes (Na*, Ca 2 , Mg 2 *) bajo una situaci6n de deficiencia de K (Marschner, 1995).<br />
Sin embargo, hay evidencias de un limite superior, donde un aumento posterior del suministro<br />
de K no incrementa la concentraci6n de K* vacuolar. Una vez que se alcanza el ifmite<br />
superior, la absorci6n de K por la planta y el crecimiento se emparejan para mantener la<br />
concentraci6n vacuolar (y por lo tanto en el tejido medio) de K* relativamente constante.<br />
Estudios a campo en Rothamsted sugirieron que las concentraciones de K en los tejidos de<br />
cebada y gramfneas no excedian los 200 mmol/L, independiente de un aumento adicional del<br />
suministro de K del suelo (Leigh y Johnston, 1983). Se ha sugeridao utilizar este valor como<br />
parr6n de referencia, contra la que se puede determinar la suficiencia del suministro de K<br />
(Leigh y Wyn Jones, 1984; Leigh, 1989). Sin embargo, estudios m s recientes sugieren que<br />
Sesi6n 11. Potasio en cultivos extensivos<br />
106
los lfmites superiores del K+ vacuolar difieren entre cultivos y ain entre diferentes partes de la<br />
planta tales como rafces y brotes de la misma especie. Por ejemplo, plantas de cebada y arveja<br />
cultivadas en una soluci6n nutritiva de flujo ripido, renfan los limites superiores de las concentraciones<br />
de K en los brotes de 200 y 150 mmol/L, respectivamente. En las races, los<br />
limires superiores eran de 120 mmol/L para cebada y 100 mmol/L para arveja (Asher y Ozanne,<br />
1967).<br />
Datos de estudios recientes con mah a campo tambi6n sugieren que existen tales<br />
diferencias entre hibridos y entre partes de la planta, pero tambi6n que los lfmites superiores<br />
varfan con las etapas de crecimiento (Fig. 3). Comparado con el hfbrido 34R07, el hibrido<br />
33G27 se caracteriz6 por una mayor acumulaci6n total de K en la planta durante el ciclo de<br />
cultivo (Fig.3a), con y sin aplicaci6n de K. Este hfbrido acumul6 mds materia verde fresca y<br />
por lo tanto tenfa cantidades mayores de agua vacuolar, particularmente durante el crecimiento<br />
vegetativo hasta la etapa V12 (Tabla 1). Mantuvo una mayor concentraci6n de K en<br />
el agua de los tejidos en base al total de la planta (Fig. 3b), pero se observaron diferencias<br />
entre tallos y hojas. En mafz la concentraci6n de K en el agua de los tejidos del tallo aument6<br />
desde el estadio V12 hasta el estadio RI y, sin aplicaci6n de K, fue mayor en 33G27 que en<br />
34R07 (Fig. 3c). La aplicaci6n de suficiente K elev6 la concentraci6n del K del tallo a niveles<br />
de 90 mmol/L similares en ambos hfbridos. En contraste, la concentraci6n de K del agua de<br />
los tejidos de las hojas fue mucho mis alta que en los tallos en general, pero disminuy6 los<br />
niveles m:iximos: 250 (34R07) y 300 mmol/L (33G27) en el estadio V12, y 170 (34R07) y<br />
180 mmol/L (33G27) durante el crecimiento reproductivo (Fig. 3d).<br />
Figura 3. Efecto de ia aplicaci6n de potasio (0 y 140 kg K/ha) en la absorci6n de K por la<br />
planta y concentraciones de K en el agua de los tejidos de la planta entera, tallos y hojas<br />
de dos hibridos del mafz (Pioneer 34R07 y Pioneer 33G27) en diferentes estadios de<br />
crecimiento. Experimento de campo conducido en Pierce, Nebraska, 2000 (A. Dobermann<br />
y C. Shapiro, datos in6ditos).<br />
250 250<br />
(a) 0E200 F (b) -O- 34R07-0K<br />
150 -0-33G27-140K<br />
/ .<br />
-6200 -0- 34R07-140K<br />
--0"- 33G27 -0 K<br />
100<br />
0<br />
O 0 50<br />
V6 V12 Ri R3 R6 V6 V12 R A3 R6<br />
100 60 _io<br />
50 /<br />
o (C)<br />
E 80<br />
E 20<br />
2C<br />
T10 j-330(d<br />
300<br />
0 150 0<br />
E -270 0 so<br />
60 -oM '240<br />
210<br />
S40 2180<br />
CISO *N -0<br />
20 ----------- 120<br />
V6 V12 Hi R3 AS V6 V1 IZ 3 R6A<br />
Sesi6n 11. Ilo(twio en cultivos miCensivos<br />
107
A pesar de la gran cantidad de K almacenado en las vacuolas, et crecimiento y los<br />
requerimientos esenciales de K parecen estar mis telacionados con su papel activador de los<br />
procesos bioqu(micos en el citoplasma (Leigh y Wyn Jones, 1984). El K citos6lico parece no<br />
set reemplazable en sus funciones y cualquier disminuci6n de la concentraci6n de K* citos6lico<br />
afectari muchos procesos especfficos en la planta. Esto se refiere particularmente a una gran<br />
cantidad de reacciones enzimAticas que dependen completamente del K', o que son estimuladas<br />
por dsre (Uuchli y Pfliger, 1978; Marschner, 1995). Interesantemente, estudios recientes<br />
con microelectrodos sugieren que la actividad citos6lica del K' en cdlulas vegetales se maLtiene<br />
cominmente cerca de 80 mmol/L tanto en las c6lulas de las hojas como de ]as races<br />
(concentraciones entre 100 a 150 mmol/L) y es menos sensible a los cambios del suministro<br />
de K que a la concentraci6n vacuolar de K* (Walker et al., 1996; Walker et al., 1998) El K<br />
citos6lico bajo un estr6s moderado de K disminuye levemente, pero puede disminuir muy<br />
r-pidamente a valores mucho mis bajos durante una severa deficiencia (Leigh, 2001). Debido<br />
a sus altas concentraciones, el K+ citos6lico neutraliza los aniones orgAnicos e inorginicos,<br />
estabilizando el pH entre 7 y 8, que es el nivel 6ptimo para la mayoria de las reacciones<br />
enzimAticas. Por ejemplo, una deficiencia inducida de K disminuy6 el pH citos6lico desde<br />
7,7 a 6,5 casi inhibi6 completamente la actividad de la enzima nitrato reductasa (Pfliiger y<br />
Wiedemann, 1977). Por Lo tanto, cualquier disminuci6n de K ciros6lico tendrd un severo<br />
efecto en el crecimiento y rendimiento.<br />
En resumen, la evoluci6n de sintomas de deficiencia de K y su efecto sobre el crecimiento<br />
depende de la severidad de la disminuci6n de las concentraciones del K vacuolar y<br />
ciros6lico, que estin en funci6n de (i) las cantidades demandadas de K por el cultivo para los<br />
procesos de desarrollo en las diferentes etapas de crecimiento, incluyendo la competencia del<br />
K* entre procesos, (ii) de las cantidades de suministro externo de K y absorci6n radicular, (iii)<br />
del potencial interno de K' almacenado en la planta,yla velocidad mAximade re-translocaci6n,<br />
y (iv) velocidad de los posibles mecanismos de substituci6n de cationes. Presumiblemente, en<br />
una situaci6n de deficiencia de K, las cdlulas procurar-An primero mantener la concentraci6n<br />
de K citos6lico en detrimento del K vacuolar, particularmente en las partes de la planta m6s<br />
vitales para el desarrollo posterior del cultivo. Esto puede conducir entonces a un aumento de<br />
la absorci6n de K par la rafz o, si el suministro de K del suelo es limitado, a una re-translocaci6n<br />
de K desde otras partes de la planta, o bien puede incrementar la absorci6n de cationes tales<br />
como Na*, Mg 2 *, y Ca 2 ' o solutos orgAnicos, para que al menos puedan sustituir parcialmente<br />
el roL del K en funciones no especifficas (vacuolar). Si estos recursos fueran insuficientes, la<br />
deficiencia de K progresarA en su desarrollo, causando posiblemente una cafda en el potencial<br />
osm6tico de la vacuola y de la presi6n de turgencia de las cdulas, resultando en consecuencia<br />
en una contracci6n celular. En casos severos, tambidn puede declinar ]a concentraci6n<br />
de K citos6lico, disminuyendo el pH citos6lico, yl a velocidad de las reacciones enzimiticas.<br />
Por otra parte, en plantas deficientes de K, la velocidad de exportaci6n de fotosintatos desde<br />
las hojas (par Ej. hojas j6venes fotosint6ticamente activas) a otros 6rganos declina debido a<br />
una disminuci6n del potencial osm6tico en las cdulas tubulares del floema (Marschner, 1995).<br />
En las leguminosas, esto puede causar un suministro inadecuado de azucares a los n6dulos de<br />
la rafz, reduci6ndose asf considerablemente las tasas de Fijaci6n de N 2 y la exportaci6n de<br />
Sesi6n 11. Potasio en culidvos extensivos<br />
108
compuestos nitrogenados a otras partes de la planta (Collins y Duke, 1981). Muchos de<br />
estos procesos en plantas deficientes de K pueden causar acumulaci6n de carbohidratos solubles<br />
y de compuestos de nirr6geno (Marschner, 1995), pero solo en casos severos de stress<br />
legan a set visibles los puntos dor6ticos 6 necr6ticos que aparecen a causa de una contracci6n<br />
o colapso completo de los tejidos.<br />
Es probable que en situaciones de escasez de demanda-oferta de K, los procesos<br />
descritos pueden afectar tambi6n tejidos j6venes, porque la demanda de K es mayor en las<br />
zonas de crecimiento ripido, pero pueden tener que competir con otros procesos de desarro-<br />
0lo. Se piensa que en las variedades modernas de algod6n, que tienen un perfodo fructffero<br />
inis corto, el K que se mueve hacia arriba desde las races es interceptado por la cApsula que se<br />
estA formando, causando deficiencias en las hojas superiores (Oosterhuis, 1999). Procesos<br />
similares ocurren en hibridos de mafz y variedades modernas de soja.<br />
Requerimientos de K por los cultivos<br />
Los escenarios fisiol6gicos descritos arriba requieren estudios adicionales, pero ilustran<br />
la importancia del K durante todas las etapas de crecimiento y eso puede Ilegar a ser m;is<br />
importante a medida que los rendimientos contin6en en aumento. El tema es entonces cuin-.<br />
to K necesita acumular un cultivo de mafz para alcanzar cierto rendimiento. Esto es de<br />
particular inter6s para los productores que utilizan estrategias de "reposici6n y mantenimiento"<br />
o de "reposici6n segin la remoci6n del cultivo", para el manejo del K; por Ej. Estimar el<br />
K removido con las cosechas por unidad de rendimiento como base para decidir cuinto K<br />
debe aplicarse. Investigaciones a largo plazo en mafz en Nebraska concluyeron que las recomendaciones<br />
de fertilizaci6n basadas en la remoci6n del cultivo pueden conducir a un uso<br />
poco econ6mico de los fertilizantes de P y de K sin aumentos significativos de rendimiento<br />
con respecto al "criterio de suficiencia" basado simplemente en categorfas de interpretaci6n<br />
de los anAlisis de suelo (Olson et al., 1982). Sin embargo, debemos preguntarnos si la estimaci6n<br />
correcta de los requerimientos nutricionales del cultivo se usan actualmente en investigaci6n<br />
y en el manejo comercial de fertilizaci6n, porque los datos usados (i) derivan normalmente<br />
de experimentos de campo conducidos en unos pocos sitios, que normalmente est:n<br />
situados en centros de investigaci6n con suelos con altos niveles de fertilidad, (ii) asumen<br />
linealidad entre el rendimiento del cultivo y la acumulaci6n de nutrintes, y (iii) no roman<br />
en cuenta la interacci6n entre el nivel de nutrientes y factores clim4ticos con el potencial de<br />
rendimiento coma fuerza motora de 6ptimos requerimientos nutricionales (Witt etal., 1999).<br />
Aunque los ex0erimentos de investigaci6n proveen una valiosa informaci6n para un sitio<br />
dado, los resultados pueden extrapolarse solo en parte para estimar los requerimientos<br />
nutricionales de los campos de productores, ya que la variedad de suelos, factores climiticos,<br />
y condiciones agron6micas a nivel de predio son mucho mis amplias. Ejemplos de datos<br />
publicados en la literatura sobre la absorci6n deK en mah van de 15 a 34 kg de K por t de<br />
rendimiento de grano, sin un efecto consistente de los niveles de rendimiento sobre tales<br />
Sesi6n I1. Potasio en cuLdtivos extensivos'<br />
109
datos (Tabla 2). Esos valores parecieran sobreestimar las necesidades de K de la planta para<br />
una nutrici6n balancead&a.<br />
Tabla 2. Ejemplos de estimaciones publicadas do absorci6n de K en maiz<br />
Fuente Rinde de grano K absbrbido K absorbido/ unidad rinde<br />
kg/ha kg K/ha kg K por Mg de grano<br />
Hanway, 1962 1190 32 26.9<br />
Sayre, 1948 6400 128 20.0<br />
Hanway, 1962 7150 106 14.8<br />
Hargrove, 1985 7620 249 32.7<br />
Hargrove. 1985 9290 315 33.9<br />
Karlen et al., 1987 10900 258 23.7<br />
Karlen et al., 1987 13400 372 27.8<br />
Kaden et al., 1988 16300 386 23.7<br />
Datos obtenidos a partir de dos experimentos de campo conducidos recientemente<br />
en Nebraska ilustran c6mo los niveles de producci4n interaccionan con los nutrientes y afectan<br />
la absorci6n de K por unidad de rendimiento alcanzado. En el primer estudio, en un suelo<br />
arenoso en Pierce, una aplicaci6n moderada de K no tuvo ningiln efecto en el rendimiento de<br />
mafz a un nivel de rinde de 11 t/ha, aunque la absorci6n dc K en el traamiento con aplicaci6n<br />
de K (15,5 kg K pot t de rendimiento de grano) estuvo cerca del nivel 6ptimo propuesto<br />
(Tablas 3 y 4). En este caso, sin embargo, la absorci6n del f6sforo (P) por unidad de rendimiento<br />
estuvo por debajo del nivel 6primo, sugiriendo que el suministro de P fue un factor<br />
limitante del rendimiento. En un segundo estudio, en un suelo f6rtil en Lincoln, el rendimiento<br />
de grano, a una densidad de 67.000 plantas/ha fie de 14,7 t/ha, requiriendo 20,9 kg<br />
de K por t de rinde de biomasa adrea (Tabla 3). El aumento de la densidad a 104.000 plantas/<br />
ha elev6 la producci6n a 16,1 t/ha, pero a costa de una mayor absorci6n de K (25,9 kg K pot<br />
t de rendimiento). A medida que los rendimientos se aproximan a los techos existentes, el<br />
requerimiento interno de K de la planta aumenta para sostener las funciones fsiol6gicas de<br />
una cantidad significarivamente creciente de biomasa adrea No se observ6 tal efecto para P, t<br />
6 S, mientras que el aumento adicional de rendimiento en Lincoln, estuvo asociado a un leve<br />
aumento del requerimiento intertio de N de la planta. En contraste, en ambos sitios, la<br />
cantidad neta de nutrientes exportados conel grano fue similar (3,0 a 3,6 kg K port de grano<br />
producido) y no hubo efecto sobre esto de los diferentes niveles de rendimiento absoluto.<br />
Si existen lfmites superiores de la concentraci6n de K* vacuolar, tambidn podemos<br />
preguntarnos sobre una noci6n dc uso tan frecuente como la de "consumo de lujo" de K por<br />
las planras. El consumo de lujo puede definirse como una elevada absorci6n de K de modo tal<br />
que exceda las necesidades de K para un determinado rendimienro real alcanzado. Sin ei-<br />
Sesi6n 11.<br />
Potasio en cudvos extensivos<br />
110
argo, en cultivos como el mafz, cerca del 90% del K total acumulado en la planta se logra al<br />
Ilegar a la antesis (Fig. 3), normalmente algo mas adelante de la rasa del crecimiento vegetativo<br />
de la biomasa. Ante una situaci6n de adecuado suministro externo de K, el cultivo absorbe<br />
suficiente K durante el crecimiento vegetativo para sustentar las tasas de crecimiento m6ximo<br />
de la biomasa, pera tambi6n esti relacionado a la fortaleza fisica de la planta. Las concentraciones<br />
de potasio se mantienen cerca de sus lfmites superiores. Se produce un reservorio de K<br />
vacuolar mayor para sustentar la esperada velocidad mAima de Ilenado de grano, que ocurrir<br />
c durane la subsiguiente fase reproductiva proporcionando estabilidad ffsica para sustentar<br />
el fruto. Segdn lo mostrado en la Tabla I y la Fig. 3, la creciente acumulaci6n de K total por<br />
el mafz estuvo asociada tanto al mayor volumen (cantidad de agua en el material fresco de los<br />
tejidos de la planta en la etapa V12), como a la mayor concentraci6n de K vacuolar. Sin<br />
embargo, si factores de estrs afectan el desarrollo reproductivo (alta temperatura, escasez de<br />
suministro de agua, deficiencias nutritivas, parisitos, etc.), el rendimiento de grano se reduce<br />
por debajo de los niveles que eran potencialmente alcanzablcs con la cantidad de K absorbida<br />
por la planta hasta la antesis. Debiera esto Ilamarse "consumo de lujo" de K, parficularmente<br />
si algo de lo descrito fuera causado por un manejo sub-6ptimo del cultivo que afectara la fase<br />
reproductiva?<br />
Tabla 3. Nutrientes absorbidos y removidos en rnafz con diferentes densidades de plantas,<br />
uso de fertilizantes, y rendimientos en dos localidades de Nebraska. En ambos sitios<br />
el malz fue sembrado despu6s de la soja.<br />
Sito Densidad de planta Fertilizante Rendimiento N P K Mg S<br />
Plantas/M2 kg N-P-K/ha tha Total absorbido (kg/t rinde de grano)<br />
Pierce' 7.3 280-13-0 11.0 20.0 2.2 14.2 2.3 1 7<br />
Lincoln 2<br />
7.3 280-13 -70 11.0 20.6 2.1 15.5 2.2 1.7<br />
6.7 225-45-85 14.7 18.6 3.5 20.9 1.8 1.6<br />
10.4 225-45-85 16.1 19.6 3.1 25.9 1,8 1.5<br />
Remoci6n con el grano (kg/t grano rendim.)<br />
Pierce 7.3 280-13-0 11.0 13.5 1.7 3.1 0.8 1.1<br />
7.3 280-13-76 11.0 13.3 1.7 3.0 0.8 1.0<br />
Lincoln 6.7 225-45-85 14.7 11.7 2.6 3.6 1.2 1.0<br />
10.4 225-45-85 16.1 11.7 2.4 3.3 1.0 0.9<br />
Nordeste do Nebraska. Prornedio de tres hibridos, 2000, Arerioso Valentine, 110 ppm da K.<br />
Este de Nebraska, 1999, Pioneer 33A14, Franco imoso Kennebec, 350 ppm de K.<br />
C6mo podemos ehtonces modelar los requerimientos nutricionales de las plantas de<br />
una manera mis confiable, mis gen6rica y con prop6sitos prActkos?-A trav6s de un amplio<br />
rango de sitios, variedades, y combinaciones de nutrientes posibles, la relaci6n entre la producci6n<br />
de grano o la materia seca total de la planta con la acumulaci6n de los nutrientes es<br />
extensivamente dispersa. En un trabajo anterior, C.T. de *itry despu6s H. Van Keulen (Van<br />
Sesi6n II. Potsio en cultivos extensivos<br />
111.
Keulen yVan Heemst, 1982; van Keulen, 1986) estudiaron la relaci6n entre los rendimientos<br />
y la acumulaci6n de nutrientes por la planta para varios cultivos, induyendo el mafz. Demostraron<br />
que la relaci6n estaba en un rango lineal seguido por una meseta parab6lica; conduyeron<br />
tambi6n que existe un lfmite superior en el que las concentraciones de nutrientes en la<br />
biomasa de la planta se diluyen hasta el mAximo grado posible, que es cuando ese nutriente<br />
es el dnico factor que limita los rendimientos. De manera similar, observaciones sobre los<br />
lfmites superiores de concentraciones de K" en el agua de los tejidos de determinados cultivos,<br />
sugieren que tambi6n hay un limire inferior a la mkxima acumulaci6n de Ken la planta.<br />
Por lo tanto, puede utilizarse un modelo marco, en el cual dos limites lineares describen<br />
un rango que se extiende desde la mAima acumulaci6n a la mixima diluci6n de un<br />
nutriente en la planta (Janssen et al., 1990; Witt et al., 1999). Si estos "rangos" se desarrollan<br />
para diferentes nutrientes, pueden combinarse matemiticamente en curvas linear-mesetaparab6lica<br />
de una 6ptima nutrici6n (balanceada) que considerara la interacci6n entre esos<br />
nutrientes. La Fig. 4 muestra un ejemplo de aproximaci6n al modelo de relaci6n entre rendimiento<br />
y absorci6n de potasio afectado por la absorci6n de nitr6geno, pero se aplica igual<br />
para modelar otros nutrientes. En la Fig.4a, una estimaci6n de absorci6n especffica de K, da<br />
lugar a dos estimaciones de tndimiento, una estima para la situaci6n donde el K estA en CI<br />
punto de rnLxima acumulaci6n (YKA) y otra donde el K estA en su mAxima diluci6n (YKD).<br />
En la Fig. 4b, una estimaci6n del rendimiento limitada por el K afectada por la fuente de N<br />
(YKN) se obtiene a partir de la superposici6n matemAitico de los posibles rangos de rendimiento<br />
identificados paM 1a absorci6n de K y N. Cierto N absorbido result6 en dos estimaciones<br />
de rendimientos limitados por el K, que dependen de sf el N estA mAimamente acumulado<br />
(YNA) o diluido en la planta (YND). Dentro de los rangos de rendimiento que es<br />
posible basarse en la absorci6n de N (YNA7YND), una ecuaci6n parab6lica se utiliza para<br />
estimar cl YKN de la absorci6n de K.<br />
Figura 4. Relaci6n esquemitica entre el rendimiento de grano y acumulaci6n de nutrientes<br />
en la planta.<br />
0<br />
a) max b) Ymax C) Ym x<br />
YK<br />
'U VKNYKD<br />
a=YKA<br />
a, YKA=<br />
aK (plant K - rK)<br />
C YKD=<br />
d: dK (plant K - rK)<br />
YKDVK<br />
i ,. i II I I<br />
Acumulaci6n de K en planta<br />
Scsi6n 1I. Poasio en cuhivos extensivos<br />
112<br />
Vopt<br />
YKA
En la Fig. 4 a, las lineas del borde representan la mrxima diluci6n (YKD) y acumulaci6n<br />
de potasio (YKA) en la biomasa a6rea. Las constantes aK y dK determinan la pendiente<br />
de la Ifnea lmirte respectiva, mientras que la constante rK es el requerimiento de absorci6n<br />
minima de K para producir un rendimiento de grano inedible. Ymax es el potencial de rendimiento<br />
climitico-gen&ico. En la Fig. 4b, el tango de rendimiento que puede alcanzarse con<br />
determinado N absorbido se indica con dos lIfneas horizontales que representan situaci.ones<br />
de diluci6n m:xima (YND) y acumulaci6n de N (YNA), mientras que YKN es la estimaci6n<br />
de rendimiento, combinada para la absorci6n de K y N. En Fig. 4c, Yopt representa el requerimiento<br />
6ptimo de absorci6n de K para alcanzar cierto rendimiento sin que otros nutrientes<br />
scan limitantes (Witt er al., 1999).<br />
La Fig. 4c muestra una curva 6ptima de la relaci6n entre el rendimiento y la absorci6n<br />
de K (Yopt) para un ambience particular con uri determinado potencial de rendimiento<br />
(Ymax) gen&ico-ciimdrico. Esta curva fue obtenida optimiiando simultdneamente la eficiencia<br />
interna de utilizaci6n de los tres macronutrientes (N, F, K) para alcanzar diferentes niveles<br />
de rendimienro, siguiendo los principios demostrados en las Fig.4a y 4b. La Fig. 5 y la Tabla<br />
4 muestran ejemplos preliminares de tales tangos y curvas de requerimientos 6ptimos de<br />
nutrientes para maz. Requerimientos balanceados de nutrientes para mafz fueron simulados<br />
para diferentes objetivos de rendimiento en una localidad con potencial de rinde segin el<br />
clima (Ymax) de 18,8 t/ha (Este de Nebraska). Para rendimientos de 13 t/ha (70 % del Ymax)<br />
los requerimientos de absorci6n de nutrientes por unidad de rendimiento permanecian coilstantes<br />
en 14,8 kg de N, 2,7 kg de P, y 15,8 kg de K por Mg de rinde de grano. Sin embargo,<br />
con rendimientos aproximAndose a Ymax, se requieren mAs nutrientes por unidad de rinde.<br />
Por lo tanto, la sintonfa fina de la nutrici6n vegetal balanceada se vuelvc c.uh . ii.i, lpor ji<br />
tante bajo situaciones de alto rendiiiento para evitar situaciones de sub- , okil,.<br />
de nutrientes.<br />
Tabla 4. Simulaci6n de requerimientos 6ptimos de absorci6n de nutrientes para maii POC,ocdC<br />
en el este de Nebraska. Los valores mostrados se basan en una calibracion preliminar del mr,ler<br />
QUEFTS (Janssen et al., 1990; Witt et al., .1999) en esta regi6n.<br />
Rinde de grano (15.5 % hum.) Absorci6n de nutrientes Nutrientes absorbidos par Mg de rendimiento<br />
t1ha bulacre N P K N P K<br />
---- kg/ha - ---------- kg/I<br />
6000 95.6 .88.8 16.3 94.9 14.8 2.7 15.8<br />
8000 127.4 118.4 21.8 126.5' 14.8 2.7 15.8<br />
10000 159.3 148.0 27.2 158.2 14.8 2.7 15.8<br />
12000 191.1 178.3 32.8 190.6 14.9 2.7 15.9<br />
14000 223.0 212.8 39:1 227.4 .' 15.2 2.8 16.2<br />
15000 238.9 237.1 43.6 253.3 15.8 2.9 16.9<br />
16000 254.9 265.1 48.7 283.4 16.6 3.0 17.7<br />
17000 270.8 299.6 55.0 320.1 17.6 . 3.2 18.8<br />
18000 286.7 347.9 63.9 371.8 19.3 3.6 20.7<br />
*Basaos M ta shnulaci6n del cecinieto del wive y r dnienios promedoos obteidos po, ganadores dO omPeterroas do rkdo dernlz bojom ego<br />
en los iltimos cnco mos, so asunmi un potemial do redlmiernto cimitlco/gwillm do 18,8. Debido a temperaturas masfrescas y un periodo de<br />
crecimiento mis largo, el pot cial de rendimiento es probablememe mayor a 20 Mg ha 'en as regiomes mas al este del Cinturn Maieov.<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos xrensivos<br />
113
Figura 5. Relaci6n entre el rendimiento de grano y acumulaci6n de N, P y K en ]a materia<br />
seca total a6rea de la planta a la madurez del ma(z. Los datos recogidos de expedmentos<br />
de campo fueron utilizados para estimar las Ifneas Ifmite (Ifneas de puntos) de mdxima<br />
diluci6n de nutrientes (YND, YPD, YKD) y la mAxima acumulaci6n de nutrientes (YNA,<br />
YPA, YKA). La Ifnea s6lida (Yopt) muestra ]a curva de requeimientos 6ptimos de nutrientes<br />
segO2n la simulaci6n del modelo QUEFTS para una situaci6n de nutrici6n balanceada en<br />
la planta para un ambiente con potencial climdtico de producci6n de 18,8 t/ha.<br />
20<br />
18<br />
16<br />
,<br />
Nitr6geno " /<br />
YNDo<br />
1 :<br />
14 -<br />
12 - YNA<br />
10<br />
8<br />
6 0 Nordh Vietnm<br />
-14 0 North-Ceflrr pt<br />
USA<br />
0<br />
0<br />
20"<br />
50 100 150 200 250 300 350<br />
Acumulaci6n de N en planta (kg N/ha)<br />
400<br />
o<br />
E E<br />
18<br />
16 -<br />
F6sforo<br />
8<br />
/<br />
0o% 0<br />
Ld 12 - YPD / 0 O<br />
- °<br />
d o 14<br />
?<br />
C<br />
1 2<br />
6 0 Y<br />
Ew 4<br />
2<br />
0 0 0 10 20 30 40 50 60 70<br />
"E Acumulaci6n de P en planta (kg P/ha)<br />
C 20<br />
18 Potasio /<br />
I<br />
16 -(<br />
14 - Y KD/q<br />
12 -°0<br />
10 10 2 0<br />
8<br />
0<br />
114
Tales grAficos tambidn ofrecen oportunidades para el diagn6stico. Por ejemplo, en<br />
localidades de campo de Vietnam del norte, el N absorbido pot unidad de rendimiento de<br />
maz estaba por debajo de la curva 6ptima, mientras que los valores de K estaban por arriba de<br />
esa linea en los mismos sitios (Fig. 5). La deficiencia de potasio era la principal causa de una<br />
sub-6prima eficiencia de uso interno de N, porque la mayoria de los suelos en esos sitios eran<br />
bajos en K. En contraste, datos de K para el note y centro de los EE.UU. incluyen tanto<br />
siruaciones de deficiencia de K (sobre la curva) como de acumulaci6n de K en la planta<br />
(debajo de la curva). En los diltimos casos, el K no era un factor limirante para cl rendimiento,<br />
es decir, la cantidad real de K tornado por la planta no estuvo relacionada proporcionalmente<br />
con el aumento de rendimiento porque ocurrieron otros factores de estrs durante el llenado<br />
del grano y afectaron los rendimientos. Estos factores pueden set el clima que afecta la polinizaci6n<br />
y cl llenado del grano, pero tambi6n un aporte insuficiente de N y de agua, densidad<br />
y espaciamiento de plantas debajo del 6primo, o incidencia de enfermedades.<br />
La ventaja principal de la estrategia descrito es que proporciona una plataforma gen6rica<br />
para modelar los requerimientos de varios macronutrientes simultineamente en diferentes<br />
ambientes. Witt er al. (1999) demostraron c6mo rte m6todo puede utilizarse para<br />
desarrollar familias de curvas de rendimiento y acumulaci6n 6ptima de NPK para arroz cultivado<br />
en ambientes con diferente potencial de rendimiento climAtico a travds del Asia. Ejercicios<br />
similares deberfan realizarse para mafz y soja cultivados en diferentes regiones. Los<br />
principales requisitos para esto son (i) comprensi6n de la variaci6n geogrifica del rendimiento<br />
potrencial a lo largo de una regi6n y (ii) la colecci6n exacta de datos de rendimiento y<br />
absorci6n de nurriences a trav6s de una amplia variedad de suclos y condiciones del cultivo<br />
usando una metodologia de muestreo estandardizada.<br />
Implicancias para el manejo del potasio<br />
M4jora del Germoplasma<br />
Los promedios de rendimiento de mafz en EE.UU. se aproximan a 9 t/ha, pero los<br />
producrores progresistas ya cosechan rutinariamente entre 12 y 14 t/ha, es decir, ya estAn<br />
entrando en el rango de requerimienros de cultivo aumentados de nutrientes pot unidad de<br />
rinde (Tabla 4). C6mo puede la mejora gen6tica contribuir al manejo futuro del K en sistemas<br />
con mafz? Una primer elecci6n obvia podrfa ser la selecci6n de hfbridos con un potencial<br />
gendtico de rinde superior, que extenderfa el rango lineal de la relaci6n entre el rendimiento<br />
y acumulaci6n de nutcrientes (Fig. 5). Sin embargo, existe por evidencia convincente que cl<br />
potencial de rendimiento haya aumenrado significativamente en los 6itimos 30 afios, aunque<br />
la mejora del germoplasma ha resultado en una mayor estabilidad de los rendimientos debido<br />
a un aumento sustancial en la tolerancia a factores bi6ticos y abi6ticos de estrs (Duvick y<br />
Cassman, 1999; Tollenaar y Wu, 1999). Parece cuestionable que puedan alcanzarse en un<br />
fururo cercano descubrimientos cientificos de magnitud sobre caracterfsticas complejas tales<br />
como el potencial de rendimiento, debido a que es dificil aumentar mis adn el fndice de<br />
Sesi6n II..Porasio en cultivos extensivos<br />
115
cosecha. En su lugar, la labor de los semilleros privados continda enfatizando en la mejora de<br />
la estabilidad de los rendimientos y la tolerancia al estrs a travds de un proceso de selecci6n<br />
multisitio acoplado con estrategias moleculares para incorporar rasgos especfficos para resistencia<br />
a insectos y herbicidas, y calidad para uso final.<br />
Los mejoradores probablemente puedan hacer contribuciones trabajando los hfbridos<br />
-de alto-K, con una regulaci6n celular superior de loi sistemas de transporte de K (Leigh,<br />
2001) o desarrollando hfbridos que posean un hibito de crecimiento y distribuci6n espacial<br />
de raices sean mis congruente con la dinimica de liberaci6n y distribuci6n espacial de nutrientes<br />
en el suelo (Allan et a], 1999). Sin embargo, las razones reales de las diferencias de hfbridos y<br />
su control gen6[ico deben clarificarse, un proceso que tomarA mis tiempo. Los hfbridos eficientes<br />
en el uso de porasio parecen poder construir r6pidamente un gran dep6sito vacuolar<br />
de K durante el crecimiento inicial y la arquitectura de su sistema radicular parece permitir<br />
una mayor exploraci6n del K del suelo. Tales hfbridos parecen funcionar mejor bajo condiciones<br />
de bajo y alto suministro de K, que pueden ser particularmente arractivas para sistemas<br />
bajo siembra directa o labranza en franjas, donde la estratificaci6n de nutrientes se ha convertido<br />
en un problema. Asi; la elecci6n del hfbrido puede convertirse en un importante componente<br />
de las futuras estrategias de manejo del K.<br />
Manejo del Fertilizantey del Cultivo<br />
Las recomendaciones de manejo del P y K siguen cominmen'e los conceptos de<br />
"suficiencia","reconstrucci6n y mantenimiento" 6 "reposiLi6n de las cantidades extrafdas por<br />
el cultivo" (Hergert et aL., 1997). Aunque 16s niveles crfticos de anMilisis de suelos y las recomendaciones<br />
de fertilizantes potrsicos varfan entre los distintos estados del cintur6n maicero,<br />
muchos se basan en teorfas cientfficas desarrolladas hace aproximadamente 50 afios (Bray,<br />
1954). Las recomendaciones actuales de fertilizaci6n son el resultado de investigaciones de<br />
correlaci6n y calibraci6n de muchos afios en varios sitios. En la mayorfa de los estados, estas<br />
recomendaciones continian funcionando para condicionei promedio, pero se presentan problemas<br />
debido a cambios en el manejo del cultivo, del germoplasma, y de niveles absoluos de<br />
rendimiento. La clave del problema te6rico de todos los conceptos de recomendaci6n usados<br />
actualmente es su incapacidad de predecir el suministro de nurrientes del suelo, la eficiencia<br />
del fertilizante, la acumulaci6n en la planta, y sus efectos sobre el rendimiento en trminos<br />
absolutos. La amplia variaci6n en la interpretaci6n de los anilisis de suelos y la relativa insensibilidad<br />
de las recomendaciones actuales para los diferentes tipos de suelos y pric[icas de<br />
manejo del cultivo'tambi6n han causado la preocupaci6n de que la estrategia tradicional de<br />
correlaci6n y calibraci6n no puede realizarse al mismo tiempo que los avances en los m6todos<br />
de anAlisis de suelo y la intensificaci6n de los sistemas de cultivo (Hergert et al., 1997). Por lo<br />
tanto, las vfas para tina mejora debetfan incluir (i) poner al dfa los conceptos y recomendaciones<br />
existentes, y (ii) desarrollar gradualmente un conc&pto nuevo, gen6rico para el manejo de<br />
N, P y K basado en la comprensi6n cuantitativa del potencial de rendimiento, del rendimiento<br />
en funci6n del nutriente absorbido, y del nutriente absorbido en fuhci6n de la oferta<br />
(suelo + fertilizante).<br />
Sesi6n I. Potasio en cultivos ex[ensivos<br />
1.16
Cuando se utiliza el concepro de "suficiencia", las categorfas existentes de los anilisis<br />
de suelo para K pueden necesitar ajustarse hacia arriba o hacerse m4s especificas para los<br />
distintos sistemas de labrania que tomen en cuenta la estratificaci6n del Ken el suelo como<br />
resultado de las diferentes pr4cricas de labranza. Por ejemplo, datos preliminares de South<br />
Dakota sugieren que cl rango crhico de anlisis de K en cl suelo pueden necesitar aumentarse<br />
desde 140 a 150 ppm (Gerwing et al., 2001). AdemAs, deben conducirse investigaciones para<br />
verificar si los procedimientos actuales de muestreo y extractantes de suelo utilizados son<br />
apropiados para situaciones especfficas tales como siembre directa (Allan et al., 1999). Entre<br />
los m6todos prometedores de anflisis de suelo, el tetrafenilboro-K de sodio (Cox et al., 1996)<br />
ha recibido recientemente mucha atenci6n, pero resta saber si este m6rodo puede incorporarseen<br />
los laboratorios comerciales de anflisis de suelo en un fituro cercano. Cuando se considera<br />
la remoci6n del cultivo de un determinado objetivo de rendimiento para tomar decisiones<br />
de uso de fertilizantes potisicos, el uso de un dnico coeficiente de remoci6i del cultivo<br />
puede conducir al uso err6neo del nuiriente y a una baja eficiencia debido a que esos ndmeros<br />
tienden a sobrestimar los verdaderos requerimientos 6ptimos de nutrientes a los niveles de<br />
rinde que estAn pot debajo del 70% del rendimiento potencial dimAtico y gen6tico. En contraste,<br />
usar el mismo nimero puede set insuficiente para alcanzar los rendimientos que estin<br />
cerca del nivel 6ptimo, es decir, por arriba del 70% del porencial de rendimiento. Estrategias<br />
cuantitativas que roman en cuenta simultAneamente el rendimiento potencial y las interacciones<br />
entre N, P, y K para estimar los requerimientos del cultivo para cada uno de ellos son probablemente<br />
mds precisos, particularmente con altos niveles de rendimiento (Witt et al., 1999).<br />
Cualquiera sea la estrategia usada, las futuras recomendaciones de fertilizaci6n deben<br />
set mis gen6ricas y mAs especfficas al mismo tiempo. Gen6ricas pot estar basadas en<br />
principios generales cuantitativos de nurrici6n vegetal, y especfficos por la sintonfa fina del<br />
manejo de K que cdntemple los principales determinantes del suministro y de la demanda de<br />
K para un sistema particular de producci6n. Los refinamientos pueden realizarse a diferenres<br />
niveles de complejidad, de modo tal que una recomendaci6n general pueda dividirse y analizarse<br />
en recomendaciones especfficas mAs dtiles y deralladas. La zonificaci6n agroecoi6gica y<br />
los modelos de simulaci6n de cultiVos deberla desempefiar un rol principal en la claboraci6n<br />
de estos refinamientos. Para los sistemas de cultivo de maz y soja en el cintur6n 11aicero, esto<br />
implica principalmente ajustar muy bien las recomendaciones para (i) tipos de suelos y zonas<br />
agroecol6gicas con diferente potencial de rendimiento, (ii) diferentes grupos de rasgos dominantes<br />
de la planta que afectan la eficiencia externa e inrerna del uso d K qhrLlibrido,<br />
individuales), y (iii) diferencias claves en tecnologfas de manejo del cltmivo t.d.,, n.taci6n<br />
de cultivos, labranzas y densidad de siembra. Niveles simples de una recomcndat.L10<br />
deberfan basarse asf en condiciones estAndares que tomen en cuenta los principales factores<br />
que gobiernan la respuesta del cultivo al nutriente de inter6s (por Ej. Un hfbrido alto de mafz<br />
con tallos fliertes sembrados en mayo bajo siembra directa en un suelo tranco fimsow ptun<br />
do del este de Nebraska).<br />
Se ban realizado intentos para modelar el ciclo completo del K en el suelo y en la<br />
planta (Greenwood y Karpinets, 1997) y aplicar tal modelo para estimar los requerimientos<br />
de fertilizantes. Sin embargo, los modelos basados en procesos, todavia tienen micho por<br />
Sesi6n 11. Potasio en cultivos extensivos<br />
117
hacer antes de convertirse en herramientas de manejo validadas y factibles de usar. Eft el corto<br />
plazo una nueva estrategia de manejo de fertilizantes debe centrarse en resolver empfricamente<br />
la ecuaci6n general:<br />
Ya =f (Ym, U1, U2 ... U )<br />
F, = (UI - I I)/R,<br />
iX = (U - Q)Rx<br />
donde Ym = potencial de rendimiento clim4tico y gep6tico, Ya = rendimiento alcanzable con<br />
limitaci6n de nurrientes, F = cantidad del fertilizante, U. = cantidad de nutriente en la<br />
planta, I = suministro de fuentes nativas de nutrientes, R = fracci6n del nutriente recuperado<br />
en la planta, y 1 a x indica a cada uno de los nutrientes esenciales de la planta. Modelos<br />
robustos, empfricos, del tipo step-wise tales como QUEFTS (Janssen et al., 1990) (Smaling y<br />
Janssen, 1993) nos permite estimar los requerimientos de fertilizantes de N, P, y K usando<br />
los mismos conceptos te6ricos, es decir, en funci6n del (i) potencial de rendimiento climitico,<br />
(ii) de la relaci6n entre el rendimiento en grano y la acumulaci6n N ;P y K en la planta, (iii)<br />
del potencial de suministro de las fuentes nativas de N, P, y K, y (iv) la eficiencia de recuperaci6n<br />
del fertilizante N, P, y K.<br />
En esta estrategia (i) puede estimarse usando un modelo validado de simulaci6n de<br />
cultivo, (iii) puede medirse usando un anmlisis de suelo o una estimaci6n basada en el cultivo,<br />
y (iv) se ajusta generalmente a los tipos locales de suelo y condiciones de cultivo. Las estimaciones<br />
para (ii) se pueden obtener de una relaci6n gendrica entre el rendimiento de grano y la<br />
acumulaci6n de nutrientes obtenidas en base a una gran cantidad de datos de una amplia<br />
variedad de ambientes de producci6n para explicar las interacciones de nutrientes y las diferencias<br />
en rendimiento potencial (Witt et al., 1999). Esta estrategia de modelado ha sido<br />
utilizada con dxito en el desarrollo de manejo especifico de sitio de nutrientes de sistemas de<br />
arroz (Wang et al., 2001; Dobermann et al., 2002). Resta saber si tambidn es ventajoso para<br />
los sistemas de maz y soja en EE.UU. y otras regiones.<br />
Conclusiones<br />
El mafz y la soja pueden responder al K en suelos que seg6n los an6lisis de suelo<br />
tienen niveles bajos e incluso altos en K. Lav deficiencia escondida de K , es probablemente<br />
mis extensa que Io supuesto actualmente. Los hibridos 6 variedades difieren en sus respuestas<br />
al suministro de K, pero las causas de tales diferencias no se comprenden lo suficientemente<br />
bien como para proporcionar una base s6lida para el mejoramiento del germoplasma. Adn si<br />
pudiera criarse un germoplasma altamente eficiente en el uso de K, el manejo de los sistemas<br />
de cultivo intensivos deberfa centrarse en el sostenimiento de altos niveles de nutrientes en el<br />
suelo como base para sincronizarlo con la mixima tasa de absorci6n de K, que ocurre durante<br />
cortos perfodos de crecimiento. Los requerimientos internos de K del cultivo aumentan con<br />
Sesi6n I1. Potasio en cultivos extensivos<br />
118
el aumento del nivel de rendimiento en relaci6n al potencial de rendimiento climaitico y<br />
gen6tico particular. Coma los rendimientos de grano necesita aumentar mas ali de los niveles<br />
actuales, cercanos al 50% del potencial de rendimiento climitico y gen6tico, la necesidad<br />
de ajustar ain mAs la nutrici6n vegetal aumentar consecuentemente. El potasio parece desempefiar<br />
un papel particularmente importante en esto, pero las mejoras deben ir junto con<br />
las estrategias mejoradas para que el manejo del N basado en el cultivo para alcanzar niveles<br />
6ptimos de utilizaci6n interna del nutriente en la planta. La sintonfa fina de las recamendaciones<br />
de nutrientes es diffcil de alcanzar con las aproximaciones empfricas actualmente en<br />
uso. Los futuros esfuerzos deben por lo tanto centrarse en una comprensi6n mSs cuantitativa<br />
del potencial de rendimiento, los requerimientos del cultivo, y el suministro de nutrientes del<br />
suelo.<br />
BIBLIOGRAFA<br />
Allan, D.L., G.W. Rehm, and J.L. Oldham. 1999. Root system interactions with potassium<br />
management in corn. p. 111-116. In D. Osterhuis and G.A. Berkowitz (ed.) Frontiers<br />
in potassium nutrition: New perspectives on the effects of potassium on crop physiology.<br />
PPI/PPIC, CSSA, Norcross GA.<br />
Asher, C.J., and P.G. Ozanne. 1967. Growth and potassium content of plants in solution<br />
cultures maintained at constant potassium concentrations. Soil Sci. 103:155-161.<br />
Bednarz, C.W., and D.M. Oosterhuis. 1999. Physiological changes during the development<br />
of potassium deficiency. p. 83-86. In D. Osterhuis and G.A. Berkowitz (ed.) Frontiers<br />
in potassium nutrition: New perspectives on the effects of potassium on crop physiology.<br />
PPI/PPIC, CSSA, Norcross GA.<br />
Bergmann, W. 1992. Nutritional disorders of cultivated plants - Development, visual and<br />
analytical diagnosis. Gustav Fischer Verlag, Stuttgart/New York.<br />
Bray, R.H. 1954. A nutrient mobility concept of soil-plant relationships. Soil Sci. 78:9-22.<br />
Collins, M., and S.H. Duke. 1981. Influence of potassium-fertilization rate and form on<br />
photosynthesis and N2 fixation of alfalfa. Crop Sci. 21:481-485.<br />
Dobermann, A., and K.G. Cassman. 2002. Plant nutrient management for sustaining<br />
productivity gains in intensive grain production systems of Asia and the United States.<br />
Plant Soil (in press)<br />
Dobermann, A., C. Witt, D. Dawe, G.C. Gines, R. Nagarajan, S. Satawathananont, T.T<br />
Son, P.S. Tan, G.H. Wang, N.V. Chien, V.T.K. Thoa, C.V. Phung, P. Stalin, P.<br />
Muthukrishnan, V. Ravi, M. Babu, S. Chatuporn, M. Kongchum, Q. Sun, R. Fu, G.C.<br />
Simbahan, and M.A.A. Adviento. 2002. Site-specific nutrient management for intensive<br />
rice cropping systems in Asia. Field Crops Res. (in press)<br />
Duvick- D.N., and K.G. Cassman. 1999. Post-green revolution trends in yield potential of<br />
temperate maize in the North-Central United States. Crop Sci. 39:1622-1630.<br />
Gerwing, J., R.H. Gelderman, and A. Bly. 2001. Investigating potassium deficiencies in<br />
corn. Better Crops 85:12-13.<br />
Greenwood, D.J., and TV. Karpinets. 1997. Dynamic model for the effects of K-fertilizer<br />
on crop growth, K-uptake and soil-K in arable cropping. I. Description of the model.<br />
Sesi6n I1. Po[asio en cultivos extensivos<br />
119
Soil Use Manag. 13:178-183.<br />
Grundon, N.J., A.D. Robson, M.J. Lambert, and K. Snowball. 1997. Nutrient deficiency<br />
and toxicity symptoms. p. 37-51. In Plant analysis: an interpretation manual. Vol.2,<br />
CSIRO, Collingwood.<br />
Hanway, J.J. 1962. Corn growth and composition in relation to soil fertility. Agron. J.<br />
54:217-222.<br />
Hargrove, W.L. 1985. Influence of tillage on nutrient uptake of corn. Agron. J. 77:763-<br />
768.<br />
Hergert, G.W., W.L. Pan, D.R. Huggins, J.H. Grove, and TR. Peck. 1997. Adequacy of<br />
current fertilizer recommendations for site-specific management. p. 283-300. In <strong>The</strong><br />
site-specific management for agricultural systems. ASA, CSSA, SSSA, Madison, WI.<br />
Janssen, B.H., F.C.T. Guiking,D. Van der Eijk, E.M.A. Smaling, J. Wolf, and H. van Reuler.<br />
1990. A system for Quantitative Evaluation of the Fertility of Tropical Soils (QUEFTS).<br />
Geoderma 46:299-318.<br />
Karlen, D.L., R.L. Flannery, and E.J. Sadler. 1988. Aerial accumulation and partitioning<br />
of nutrients by corn. Agron. J. 80:232-242.<br />
Karlen, D.L., E.J. Sadler, and C.R. Camp. 1987. Dry matter, nitrogen, phosphorus, and<br />
potassium accumulation rates by corn on Norfolk loamy sand. Agron. J. 79:649-656.<br />
Lduchli, A., and R. Pfl0ger. 1978. Potassium transport through plant cell membranes and<br />
metabolic role of potassium in plants. p. 111-163. In Potassium research - review and<br />
trends. <strong>International</strong> <strong>Potash</strong> <strong>Institute</strong>, Bern.<br />
Leigh, R.A. 1989. Potassium concentrations in whole plants and cells in relation to growth.<br />
. p. 117-126. In Methods of K-research in-plants. <strong>International</strong> <strong>Potash</strong> <strong>Institute</strong>, Bern.<br />
Leigh, R.A. 2001. Potassium homeostasis and membrane transport. J. Plant Nutr. Soil<br />
Sci. 164:193-198.<br />
Leigh, R.A., and A.E. Johnston. 1983. Potassium concentrations in the dry matter and<br />
tissue water of field-grown spring barley and their relationship to grain yield. J. Agric.<br />
Sci. 101:675-685.<br />
Leigh, R.A., and R.G. Wyn Jones. 1984. A hypothesis relating critical potassium<br />
concentrations for growth to the distribution and functions of this ion in the plant cell.<br />
New Phytol. 97:1-13.<br />
Mackay, A.D., E.J. Kladivko, S.A. Barber, and D.R. Griffith. 1987. Phosphorus and<br />
potassium uptake by corn in conservation tillage systems. Soil Sci. Soc. Am. J. 51:970-<br />
974.<br />
Maples, R.L., W.R.Jr. Thompson, and J. Varvil. 1989. Potassium deficiency in cotton<br />
takes on a new look. Better Crops with Plant Food 73:6-9.<br />
Marschner, H. 1995. Mineral nutrition of higher plants. 2 ed. Academic Press, San Diego.<br />
Olson, R.A., K.D. Frank, P.H. Grabouski, and G.W. Rehm. 1982. Economic and agronomic<br />
impacts of varied philosophies of soil testing. Agron. J. 74:492-499.<br />
Oosterhuis, D.M. 1999. Foliar potassium fertilization of cotton. p. 87-99. In D. Osterhuis<br />
and G.A. Berkowitz (ed.) Frontiers in potassium nutrition: New perspectives on the<br />
effects of potassium on crop physiology. PPI/PPIC, CSSA, Norcross GA.<br />
Padgitt, M., D. Newton, R. Penn, and C. Sandretto. 2000. Production practices for major<br />
crops in U.S. agriculture, 1990-97. Statistical bulletin no. 969. USDA, ERS, Washington,<br />
D.C.<br />
PflOger, R., and R. Wiedemann. 1977. Der Einfluss monovalenter Kationen auf die<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos xtensivos<br />
120
Nitratreduktion von Spinacia oleracea L. Z. Pflanzenphysiol. 85:125-133.<br />
Pissarek, H.P. 1973. Zur Entwicklung der Kalium-Mangelsymptome von Sommerraps. Z.<br />
Pflanzenemaehr. Bodenk. 136:1-19.<br />
Sayre, J.D. 1948. Mineral accumulation in corn. Plant Physiol. 23:267-281.<br />
Smaling, E.M.A., and B.H. Janssen. 1993. Calibration of QUEFTS, a model predicting<br />
nutrient uptake and yields from chemical soil fertility indices. Geoderma 59:21-44.<br />
Tollenaar, M.; and J. Wu. 1999. Yield improvement in temperate maize is attributable to<br />
greater stress tolerance. Crop Sci. 39:1597-1604.<br />
Uri, N.D. 1998. Environmental considerations in the fertilizer use decision. Environ. Geol.<br />
34:103-110.<br />
van Keulen, H. 1986. Crop yield and nutrient requirements. p. 155-181. In H. van Keulen<br />
and J. Wolf (ed.) Modelling of agricultural production: weather, soils and crops. Pudoc,<br />
Wageningen.<br />
van Keulen, H., and H.D.J. Van Heemst. 1982. Crop response to the supply of<br />
macronutrients. Agric. Res. Rept. 916. Pudoc, Wageningen.<br />
Vyn, T.J., and K.J. Janovicek. 2001. Potassium placement and tillage system effects on<br />
corn response following long-term no till. Agron. J. 93:487-495.<br />
Walker, D.J., C.R. Black, and A.J. Miller. 1998. Role of cytosolic potassium and pH in the<br />
growth of barley roots. Plant Physiol. 118:957-964.<br />
Walker, D.J., R.A. Leigh, and A.J. Miller. 1996. Potassium homeostasis in vacuolate plant<br />
cells. Proc. Natl. Academy of Science 93:10510-10514.<br />
Wang, G.H., A. Dobermann, C. Witt, Q.Z. Sun, and RX. Fu. 2001. Performance of sitespecific<br />
nutrient management for irrigated rice in southeast China. Agron. J. 93:869-<br />
878.<br />
Weir, B.L., T.A. Kerby, and B.A. Roberts. 1988. Potassium deficiency syndrome of cotton.<br />
<strong>Potash</strong> Rev. Subj. 8:1-2.<br />
Witt, C., A. Dobermann, S. Abdulrachman, H.C. Gines, G.H. Wang, R. Nagarajan, S.<br />
Satawathananont, T.T. Son, P.S. Tan, L.V. Tiem, G.C. Simbahan, and D.C. Olk. 1999.<br />
Internal nutrient efficiencies of irrigated lowland rice in tropical and subtropical Asia.<br />
Field Crops Res. 63:113-138.<br />
Sesi6n II. Potasio en cultivos extensivos<br />
121
REQUERIMIENTOS DE NUTRIENTES<br />
Y ESTRATEGIAS ADECUADAS<br />
PARA LA FERTILIZACION DE CANOLA<br />
(Brassica napus, L.)<br />
Dr. Marcus Ross<br />
K+S Kali GmbH, Apdo. 102029, 34111 Kassel, Alemania, marcus. ross@kaligmbh. com<br />
RESUMEN<br />
El area de cultivo de Canola (Brassica napus L.) en Argentina se caracteriza por<br />
una continua reducci6n en los Oltimos diez ahos, 1o cual se debe principalmente a la<br />
obtencidn de rendimientos por debajo del promedio debido a la implantaciOn de t6cnicas<br />
de producci6n insuficientes. Si comparamos la superficie plantada de Saja y Girasol con<br />
la de este cultivo (9.000 ha), este 01fimo deberl ser considerado como un cultivo oleaginoso<br />
de poca importancia.<br />
Para poder analizar el potencial y el desarrollo futuro de Canola en Argentina<br />
deben considerarse algunos factores:<br />
o Obtenci6n de nuevas variedades de mayor rendimiento con una buena resistencia<br />
a enfermedades<br />
o Inclusi6n de nuevas tOcnicas de siembra, fertilizacidn y tecnologfa de post-cosecha,<br />
donde se han logrado importantes a vances en la altima d6cada<br />
o Suelos y condiciones clim4ticas sumamente favorables en Argentina para la producc/On<br />
de cultivo<br />
o Aunque es de esperar una cosecha record de Soja este ar7o, el consumo mundial<br />
de los diez cultivos oleaginosos mis importantes excederi la producci6n en<br />
aproximadamente 4 millones de toneladas.<br />
El cultivo de Canola no s6lo debe analizarse por los beneficios econ6micos puntuales<br />
del mismo dentro de la rotaci6n de cultivos anuales, sino tambi6n por sus beneficios<br />
como cultivo antecesor.<br />
En una rotacidn Canola-Trigo, el incremento promedio de rendimiento de este<br />
altimo se sit0a aproximadamente en 0,85t (Cristen y Sieling 1998). Analizando una serie<br />
de ensayos efectuados durante los alos 1999 y 2000 en Alemania, cuyo objetivo era<br />
definir incrementos en los rendimientos de Trigo en esquemas donde Canola era el cultivo<br />
antecesor, se obtuvieron rendimientos adicionales de Trigo de 1,35 t1ha y 1,46 t/ha,<br />
respectivamente (Honermeier y Gaudchau, 2001).<br />
Considerando algunos elementos en una rotaci6n Canola- Trigo, como labranza<br />
mInima, menor aporte de fertifizantes y fungicidas e incrementos y los rendimientos de<br />
Trigo, se obtienen ventajas econ6micas comprendidas entre los 100-150 U$S por ha.<br />
Este planteo es vido para altos niveles de produccidn.<br />
Como el rendimiento final de este cultivo se halla en estrecha relaci6n con factores<br />
externos como clima, fertilidad, variedades, etc.; los niveles de pioducc6n de Canola<br />
Sesi6n II. Potasio en culivos extensivos<br />
123
varfan considerablemente de pals a pals. Los altos niveles del rendimiento obtenido en<br />
los pafses europeos tienen su base en un nivel de producc/On generalmente alto que<br />
incluye la introduccidn y utilizaci6n de nuevas variedades, elevada fertilizaci6n y condiciones<br />
climAticas favorables para el cultivo.<br />
Los requerimientos nutritivos de Canoa dependen fundamentalmente de la variedad,<br />
del tipo (invierno / verano), de la producci6n de materia seca y del suministro de<br />
agua. Ensayos relacionados con la absorci6n de nutrientes y evoluci6n de materia seca<br />
alcanzaron una alta tasa de incrementos de esta ittima situ6ndose en valores de 2-3 t/ha<br />
en el otoF7o (Orlovius, 1984). Dicha producci6n de materia seca requiere una considerable<br />
cantidad de nutrientes, absorb!6ndose un 25% de los mismos antes del invierno y un<br />
50% en el periodo comprendido entre el crecimiento de los tallos y la floraci6n.<br />
Debido a la relaci6n entre disponibilidad de nutrientes y el crecimiento vegetativo,<br />
floraci6n y fructificaci6n, se debe contar con una dotacidn suficiente de los mismos en el<br />
suelo. El patr6n de absorci6n responde a nive/es de extracci6n elevados en estadios<br />
tempranos del cultivo (Prima vera). Como dato orientativo se puede indicar que el Potasio<br />
alcanza niveles de absorcidn de 3 a 7 Kg. K O/ha/da, teniendo una demanda total en el<br />
ciclo de 300-400 kg/ha. Esto demuestra la importancia de dicho elemento en la producci6n<br />
de este cultivo.<br />
NUTRIENT REQUERIMENT AND FERTLIZER STRATEGIES FOR<br />
CANOLA (Brassica napus, L.)<br />
<strong>The</strong> area of Canola crop production (Brassica napus, L.) in Argentina is<br />
characterized by a continuous reduction in the last ten years. This was mainly due to<br />
yields below average caused by insufficient implementation of modem production technique<br />
to enable the expression of the crop's maximum potential. When comparing it with the<br />
planted area of Soya and Sunflower, Canola (9.000 Ha) has to be considered as an<br />
oleaginous crop of little importance in Argentina.<br />
To analyse the potential and the future development of Canola in the Argentina<br />
some factors should be considered:<br />
" Existence of new high yielding varieties with a good disease resistance<br />
o Adoption of planting techniques, fertilization and post-crop technology, where<br />
important advances have been achieved in the last decade.<br />
o Soils and extremely favourable climatic conditions in Argentina for the crop<br />
production.<br />
o Although being expected a crop record of Soya this year, the world consumption<br />
of the ten most important oilseeds will exceed the production of approximately 4<br />
million tons.<br />
<strong>The</strong> cultivation of Canola should also be analysed by the economic benefits as<br />
preceding crop in a annual crop rotation.<br />
In a Canola-Wheat rotation the average yield increase has been approximately<br />
0,85 t in the year 2000 (Cristen and Sieling 1998). Analysing a series of trials carried out<br />
Scsi6n II. Poasio en cultivos extensivos<br />
124
the years 1999 and 2000 in Germany whose objective was to define the response in the<br />
wheat yields where Canola was the preceding crop additional yields of wheat of 1,35 t<br />
they and 1,46 tha, respectively were obtained.<br />
Considering some elements in a Canola-wheat rotation, as minimum tillage, lower<br />
fertilizer and fungicide requirement and the additional yield of Wheat, an economic<br />
advantage of 100-150 $US were obtained (valid for high production level).<br />
As yields of this crop is in close relation to external factors such as climate, fertility,<br />
varieties, etc. the production level of Canola varies considerably from country to country.<br />
<strong>The</strong> high yield level obtained in the European countries base on the generally high<br />
production level including the introduction and use of new varieties, high fertilization and<br />
favourable climatic conditions for this crop.<br />
<strong>The</strong> nutrient requirement of Canola depends fundamentally on the variety on the<br />
crop type (winter / summer), on the production of dry matter and on the water supply.<br />
Trials related to the nutrient absorption and production of dry matter showed a dry matter<br />
production of 2-3 t/ha already before vegetative rest This dry matter production requires<br />
a considerable quantity of nutrients, of which 25 % is absorbed before vegetative rest and<br />
of which 50% is requires between stem elongation and flowering.<br />
Due to the relation between availability of nutrients and the vegetative growth,<br />
flowering and fruit formation, a sufficient application of required nutrients should be given<br />
to the soil. <strong>The</strong> absorption rate reaches its maximum at spring at the early stage of crop<br />
growth. <strong>The</strong> potassium absorption reaches levels of 3 to 7 Kg. K20/ha/day resulting in a<br />
total demand of 300-400 kg/ha per crop cycle.<br />
Introducci6n<br />
El rea de cultivo de Canola (Brassica napus, L.) en Argentina se caracteriza [)k1l Ull,<br />
continua reducci6n en los 6ltimos diez afios, Io cual se debe principalmente, a la obtenci6n<br />
de rendimientos por debajo del promedio, debido a la implantaci6n de t&nicas de producci6n<br />
insuficientes. Si comparamos la superficie plantada de Soia y (irasol Loll I, tit
Aspectos agron6micos en la producci6n de Canola<br />
El cultivo de Canola no s6lo debe analizarse por los beneficios econ6micos puntuales<br />
del mismo dentro de la rotaci6n de cultivos anuales, sino tambi6n por sus beneficios como<br />
cultivo antecesor.<br />
En una rotaci6n Canola-Trigo, el incremento promedio de rendimiento de este dltimo<br />
se sitda aproximadamente en 0,85 t (Cristen y Siling 1998). Analizando una serie de<br />
ensayos efectuados durante los afios 1999 y 2000 en Alemania, cuyo objetivo era definir<br />
incrementos en los rendimientos de Trigo en esquemas donde Canola era el cultivo antecesor,<br />
se obtuvieron rendimientos adicionales de Trigo de 1,35 t/ha y 1,46 t/ha, respectivamenrc<br />
(Honermcier y Gaudchau, 2001).<br />
Considerando algunos elementos en una roraci6n Canola-Trigo, como labranza mfnima,<br />
menor aporte de fertilizantes y fungicidas e incrementos y los rendimientos de Trigo, se<br />
obtienen ventajas econ6micas comprendidas entre los 100-150 $US por Ha. Este planteo es<br />
vlido para altos niveles de producci6n.<br />
El objetivo en cl cultivo de Canola es un rendimiento de grano entre 3-5 t por /ha (o<br />
en ei future todavfa mis). El potencial de rendimiento contin6a aumentando por creaci6n de<br />
nuevas variedades e hibridos, pero este proceso debe ir acompafiado por sistemas aptos de<br />
siembra, labranza y, particularmente, fertilizaci6n y protecci6n fitosanitaria. No hay duda de<br />
que no se puede garantizar el 6xito en la producci6n de culivos con un cierto ndmero de<br />
factores, pero como mfnimo se pueden creaf las condiciones adecuadas a partir de una serie<br />
de medidas para que el cultivo pueda explotar su potencial gen6tico a gran escala. A continuaci6n<br />
se presentan unas notas pricticas respecto a la fertilizaci6n de Canola.<br />
Requerimiento a1 suelo<br />
La Canola exige condiciones especiales impuestas por las condiciones del suelo. Un<br />
buen suministro de nutrientes requiere una liberaci6n abundante y ripida de nutrientes del<br />
dep6sito de suelo (y tambi6n de los fertilizantes). Para obtener rendimientos altos es necesario<br />
que la fertilidad del suelo sea excelente y que se cumplan las condiciones siguientes:<br />
o Un suelo supeiior profundo como gran dep6sito de nutrientes<br />
* Una permeabilidad alta del subsuelo sin compactaci6n<br />
* Una estructura grumosa, particularmente en los primeros centfmetros de la capa, para<br />
una buena germinaci6n<br />
Ademrs de una labranza correcta, estas condiciones se logran a trav4s de:<br />
* Un pH 6ptimo del suelo, adaptado al tipo del suelo. Por ejemplo, para un suelo arenosoarcillosa,<br />
un pH de 6.5 ± 0.2<br />
* Un suministro suficiente de materia orgAnica para mantener una buena actividad<br />
microbiol6gica y mejorar la estructura ffsica del suelo. Un abandono de estas condiciones<br />
Sesi6n 1I. Potasio en culivos mensivos<br />
126
previas no s6lo disminuye el retorno econ6mico sin6 que tambi6n aumentan la susceptibilidad<br />
de las plantas contra el estrs climAtico (sequfa, heladas) y contra las enfermedades.<br />
o Como minimo en intervalos de tres afios, es necesario un anAlisis del suelo-para determinar<br />
el requerimiento de calcireo. Es aconsejable un pH de 6-7 para la prevenci6n de la<br />
hernia de col y particularmente en rotaciones cortas. La cal debe aplicarse en el rastrojo<br />
del cultivo antecesor y debe incorporarse en la capa grumosa del suelo.<br />
Absorcidn de nutrientes<br />
Como el rendimiento final de este cultivo se halla:en estrecha relaci6n con factores<br />
externos como clima, fertilidad, variedades, etc.; los niveles de producci6n de Canola varfan<br />
considerablemente de pafs a pats. Los altos niveles del rendimiento obtenido en los paises<br />
europeos tienen su base en un nivel de producci6n generalmente alto que incuye la introducci6n<br />
y utilizaci6n de nuevas variedades, elevada fertilizaci6n y condiciones climAticas favorables<br />
para el cultivo.<br />
Los requerimientos nutritivos de Canola dependen fundamentalmente de la variedad,<br />
del tipo (invierno / verano), de la producci6n de materia seca y del suministro de agua.<br />
Ensayos relacionados con la absorci6n de nutrientes y evoluci6n de materi,a sca<br />
alcanzaron una alta rasa de incrementos de esta dltima situ;ind6se en valores de 2-3 t/l. cii c.<br />
otofio (Orlovius, 1984). Dicha producci6n de materia seca requiere una considerable canidad<br />
de nutrientes, absorbi6ndose un 25% de los mismos antes del invierno y un 50% en el<br />
periodo comprendido entre el crecimiento de los tallos y 1a floraci6n.<br />
La absorci6n absoluta de nutrientes antes del reposo vegetativo (invierno c r,xi<br />
madamente 50-100 kg/ha de nitr6geno y potasio, 20-40 kg/ha de calcio y f6sforo y 1Ul- 15<br />
kg/ha de magnesio y azufre (Baraclough 1989, Orlovius 1984, Merrien 1992, el Merrien<br />
et al. 1988, SCPA). Durante inviernos duros con periodos de temperaturas muy bajas, muchas<br />
hojas se dafian y caen. La cafda de las hojas afecra la absorci6n total de nutri nics<br />
Debido a la relaci6n entre disponibilidad de nutrientes y el ctecimiento vegctativo.<br />
floraci6n y fructificaci6n, se debe contar con una dotaci6n suficiente de los mismos en el<br />
suelo. El patr6n de absorci6n responde a niveles de extracci6n elevados en estadios tempranos<br />
del cultivo (Primavera). Como dato orientativo se puede indicar que el Potasio alcanza niveles<br />
de absorci6n de 3 a 7 Kg. K 20/ha/dta, teniendo una demanda total en el ciclo de 300-400<br />
kg/ha. Esto demuestra la importancia de dicho elemento en ]a producci6n de este cultivo.<br />
El resto de los nutrientes es absorbido en cantidades constantes de la primavera<br />
hasta la madurez. La absorci6n total es considerablemente mis alta comparada con los<br />
cereales con 250-300 kg/ha de N, 90-130 kg/ha de P 20 5, 30-60 kg/ha de MgO. El requerimiento<br />
de azufre es muy alto y alcanza una cantidad absorbida de 60-80 kg/ha.<br />
Ademis, la demanda de micronutrientes es particularmente importante respecto al boro y<br />
manganeso y debe tenerse en cuenta para el establecimiento de un cultivo bien desarrollado.<br />
El suministro de nutrientes es la condici6n previa para la formaci6n de la materia<br />
seca, a la absorci6n de casi todos los nutrientes le sigue ]a producci6n de la materia seca. Las<br />
Sesi6n I1. Potasio en cultivos extensivos<br />
127
cdlulas de las plantas j6venes tienen que exhibit una concentraci6n alta de nutrientes para<br />
empezar la activaci6n de enzimas y los procesos del crecimiento.<br />
La curva de la absorci6n de los diferences nutrientes muestra diferencias considerables.<br />
Considerando que para el potasio y el f6sforo cl periodo de la absorci6n principal ya<br />
acaba casi al final de la floraci6n, los elementos nitr6geno y azufre muestran una absorci6n<br />
continua.<br />
La distribuci6n de los nurrientes en los diversos 6rganos de la planta depende de las<br />
discintas funciones fisiol6gicas de los nutrientes. Ese proceso no ha de ser necesariamente<br />
id6ntico a la distribuci6n de la materia seca dentro de las diversas partes de la planta. Durante<br />
el periodo de crecimiento tiene lugar una translocaci6n de nutrientesdentro de los 6rganos<br />
de la planta (Merrien et al. 1988). Despu6s del reposo vegetativo hasta la fase de la floraci6n,<br />
la cantidad principal de todos los nutrientes se halla en las hojas. Pero con continuo desarrollo<br />
de las plantas el flujo de los nutrientes muestra distintos destinos. Por ejemplo, cantidades<br />
crecientes de potasio son traslocadas de las hojas a los tallos y, en la fase de la madurez,<br />
aproximadamente 60% del potasio total se encuentra en los tallos mientras que s6lo una<br />
cantidad pequefia de potasio esti en los granos. Tambi6n se almacenan cantiades considerables<br />
de N, P y S en los tallos que luego son translocadas hacia las semillas (N, P) o permanecen<br />
en las vainas (Mg, S).<br />
Entre la absorci6n total de nutrientes y la canidad exportada del campo existe una<br />
diferencia considerable si la paja permanece en el campo. Particularmente para el potasio es<br />
obvio que la demanda es muy alta. No obstante, una cantidad alta de porasio debe estar<br />
disponible para no reducir el crecimiento de la planta y la producci6n de la materia seca.<br />
Fertilizacidn con nitrdgeno<br />
De la cantidad entera absorbida de nitr6geno para el cultivo de Canola (y que normalmente<br />
supera el requerimiento real) s6lo una parte tiene que ser balanceada para la fertilizaci6n<br />
mineral porque una proporci6n considerable del nitr6geno se entrega por el dep6sito<br />
del suelo. A mis tardar durante la cosecha del cultivo una parte de los nutrientes vuelve al<br />
suelo por los residuos (paja, rafces). En general se calcula un requerimiento de nitr6geno de<br />
aproximadamente 30 - 33 kg N / t.<br />
Requerimiento de N antes del reposo vegetativo<br />
Se necesitan aproximadamente 60-80 kg de nitr6geno, ya sea del suelo o de la fertilizaci6n.<br />
La determinaci6n de la proporci6n requerida de N puede estar basada en mdtodos<br />
de diagn6stico (anMIisis foliar, anilisis del suelo) o en pautas generales establecidas por experiencia<br />
y ensayos del campo.<br />
La cantidad de nitr6geno suministrado por el suelo es en muchos casos suficiente,<br />
particularmente cuando la Canola sigue a un cultivo quc ha sido inrensivamente fertilizado.<br />
Por otra parte, la cantidad de nitr6geno 6da, como una aplicaci6n de arranque esti en<br />
el rango de 30-40 kg/ha. Un exceso o un sobrante no se recomienda antes del reposo vegetativo<br />
Sesi6n 11. Potasio en cultivos extensivos<br />
128
para evitar un desarrollo excesivo de las plantas y una posible lixivaci6n de nitrato.<br />
Requerimientos de Nen Jafase principal de crecimiento<br />
En general, se necesita suministrar arededor de 250-280 kg/ha N del sueo y de la<br />
fertilizaci6n (vMdido para un rendimiento de 4 t/ha). Puede estimarse la cantidad de fertilizante<br />
necesaria segdn el requerimiento aproximado o seg6n anAlisis foliar. Normalmente, la fertilizaci6n<br />
a partir del reposo vegetativo se basa en un anilisis del suelo (Nmin) determinando<br />
la cantidad de nitr6geno disponible para las plantas. Suponiendo una demanda de 200 kg de<br />
N en la fase principal y teniendo en cuenta el nitr6geno residual en el suelo (normalmente<br />
20-40 kg/ha) se debe suministrar la diferencia por fertilizaci6n nitrogenada. La cantidad se<br />
fracciona en una aplicaci6n temprana de 120-140 kg/ha y una aplicaci6n de 20-40 kg/ha a<br />
partir de la floraci6n. A veces, el grado de coloraci6n verde se usa para evaluar la cantidad de<br />
nitr6geno requerida. Como los sfntomas de deficiencia de S son muy similares a la deficiencia<br />
de nitr6geno, este m&odo no es muy fiable. La forma (mineral) del fertilizante nitrogenado<br />
tiene menor importancia en la prictica. La Canola prefiere nitrato pero, bajo condiciones<br />
normales, la nitrificaci6n de amonfaco y urea es bastante ripida en la mayoria de los suelos<br />
(excepto antes del reposo vegetativo).<br />
Fertilizacidn con potasio<br />
El requerimiento de potasio es muy alto comparado con los cereales. Recomendaciones<br />
de la fertilizaci6n con potasio se orientan principalmente (Alemania) al anilisis del suelo<br />
y la cantidad del potasio disponible. El objetivo es lograr un suministro 6ptimo de nutrientes<br />
en el suelo que satisfaga los altos requerimientos de Canola, incluyendo las pocas con disponibilidad<br />
baja debido a sequfa u orros factores de estr&. S61o un suministro adecuado con los<br />
nutrientes bisicos garantiza una buena eficiencia del nitr6geno. Si el nivel de potasio en el<br />
suelo es 6ptimo, la fertilizaci6n debe reponer los nutrientes. Esto se hace en base a ]a cantidad<br />
de nutrientes removidos por la cosecha y teniendo en cuenta los factores que afectan [a<br />
disponibilidad de nutrientes en el suelo. En suelos limosos o arcillosos es posible aplicar el<br />
potasio de antemano para toda la rotaci6n aplicAndolo al cultivo de Canola que tiene los mis<br />
altos requerimiento.<br />
Si el contenido de nutrientes en el suelo estA por debajo del nivel adecuado, debe<br />
aumentarse la fertilizaci6n potisica para alcanzar un nivel suficiente. Con contenidos muy<br />
elevados de potasio en el suelo se puede reducir o suspender la aplicaci6n de potasio durante<br />
algunos afios. En tal caso, es absolutamente imprescindible observar y controlar el desarrollo<br />
del contenido de nutrientes en el suelo.<br />
Ensayos en maceras con potasio indican una clara respuesta en el rendimiento,<br />
debido a un aumento del nimeros de granos, particularmente bajo fertilizaci6n nitrogenada<br />
intensiva. (Forster 1978). En ensayos de campo tales relaciones no son tan claras, porque la<br />
disponibilidad de porasio estA influfda por varios factores externos. En la literatura se encuentra<br />
muchas veces que, a pesar de una absorci6n alta de potasio, la respuesta al potasio es<br />
Sesi6n II. PoEasio en cultivos exensivos<br />
129
comparativamenie baja (Grant y Bailey 1993). Sin embargo, en estos ensayos cl nivel del<br />
rendimiento fue comparativamente bajo (entre I y 2 t/ha) y se puede asumir una demanda<br />
mis baja de potasio. En ensayos de campo la rendencia del rendimiento promedia obtenido<br />
en La prktica de los iltimos afios muestran claramente que se debe calcular la demanda de<br />
nutrientes a un nivel de 4 r/ha. Estos ensayos en suelos francos arenosos con niveles adecuados<br />
de potasio presenraron una respuesta del 5 a 10% con dosis crecientes hasta 300 kg I(O/<br />
ha.<br />
La dosis principal del fertilizante porAsico debe aplicarse en primavera antes de empezar<br />
la Fase principal de crecimiento0unto con el nitr6geno). En suelos livianos<br />
arenosos o en suelos con un nivel bajo de porasio, se recomienda aplicar un cuarto<br />
de la cantidad a [a siembra para suplir la demanda de 50-100 kg/ha K20 antes del invierno.<br />
El porasio tiene tareas funcionales en las sistemas enzimiticas que controlan el metabolismo<br />
de la forosfntesis y la conversi6n de asimilatos a aceite. Este efecto del porasio puede<br />
observarse claramente en ensayos de maceta con diferenes variedades de Canola (Forster<br />
1977). En un suelo arenoso pobre en potasio, crecientes dosis de potasio aumentaron cl<br />
contenido de aceite en un 1.5% con un suministro adecuado de N, mientras que este efecto<br />
casi no fie visible en los tratamientos que mostraban deficiencias de nitr6geno.<br />
Fertilizacidn con magnesio<br />
La demanda de Canola al magnesio es subestimada frecuentemente. La cantidad<br />
principal de magnesio es absorbida en un periodo de cuarro semanas desde el principio<br />
del crecimiento de Los tallos hasta la floraci6n. Durante esta fase, se requiere una<br />
cantidad considerable de magnesio a corto plazo. La deficiencia de magnesio se produce<br />
sobre todo en suelos icidos o en suelos arenosos ;cidos. Aplicaciones abundanres de<br />
otros cationes como el amonia o el porasio pueden producir tambi6n escasez de magnesio.<br />
En condiciones de nivel adecuado de magnesio en el suclo, la cantidad de magnesio<br />
que se extrae del campo debe ser restituida. Se calcula una extracci6n de 10 kg por t de<br />
granos. Se recomienda una aplicaci6n de 30 a 40 kg MgO/ha (rendimiento de 4 t/ha) y una<br />
cantidad extra de 30-70 kg/ha MgO en suelos deficientes. Parricularmente, en las .reas muy<br />
productivas, muchos ensayos exhiben el efecto beneficiario de una fertilizaci6n con magnesio,<br />
to que no siempre se relaciona al nivel de magnesio en el suelo. Respuestas de 0.2 t/ha de<br />
granos se obtuvieron en el promedio de 25 ensayos del campo en Areas tfpicas con 50 kg/ha<br />
MgO en forma de Kieserita.<br />
Sobre todo en cultivos intensivos, una aplicaci6n foliar muestra muchas veces ventajas<br />
durante ases de baja disponibilidad de nurrientes. La aplicaci6n foliar de magnesio N<br />
azufre ha demostrado set una medida eficaz para superar dichas limitaciones nurrivas '<br />
satisfacer la demanda de magnesio y azufre a corto plazo, aun cuando el contenido de nutrientes<br />
era adecuado en el suelo. Como fertilizante foliar, se aplican quelatos de magnesio o Sal de<br />
Epsom (MgSO 4-7H 20). Ensayos de campo demostraron respuesas a 1.4 t/ha con .qd i, I, i<br />
nes foliares de Sal de Epsom (2 x 6.4 kg/ha en 4001 de agua).<br />
Sesi6n II. Potasio en culfivos extensivw<br />
130
Fertilizacidn con azufre<br />
Las especies de Brassica son muy conocidas como plantas con una demanda alta de<br />
azufre. Si no se aplican fertilizantes de azufre, son comunes los sfntomas de deflciencia.<br />
En un programa de investigaci6n entre 1992 y 1995 se obtuvieron respuestas de<br />
rendimientos crecientes de 0.3-0.5 t/ha debido a la aplicaci6n con azufre ( Matthey et al.<br />
2000). Considerando el promedio de varios lugares una dosis de 20 a 30 kg/ha de S fue<br />
suficiente para conseguir el rendimiento 6ptimo. Sin embargo, en algunos lugares con deficiencia<br />
severas, las p&didas del rendimiento fieron mis altas y la cantidad necesaria para<br />
lograr rendimientos 6ptimos se clev6 hasta 70 kg/ha de azufre. Fueron especialmente eficaces<br />
tracamientos con fertilizantes con azufre en presencia de dificultades de crecimiento de rafces,<br />
a causa de compactaciones en el suelo, o en suelos arenosos con precipitaciones importantes<br />
durante el reposo vegetativo que causaron lixivaci6n considerable de azufre.<br />
El anAlisis del suclo puede set una herramienta itil para predecir la necesidad de una<br />
fertilizaci6n con azufre. Usando el m6todo Smin ( extractado con CaCI 2) se encontr6 una<br />
respuesta con un valor menor de 60 kg Smin/ha en primavera, a una profundidad del suelo<br />
de 0 a 60 centfmciros (Eslab6n 2000).<br />
Datos de andlisis foliares muestran una buena correlaci6n entre el contenido foliar<br />
de S y respuestas del rendimiento a la aplicaci6n de azufre (Matthey 2000). Valores foliates de<br />
azufre mayores a 0.5-0.6% de S revelan un estado de suficiencia de las plantas y valores<br />
inferiores a 0.3% de S manifiestan una deficiencia significativa. En cultivos con deficiencia de<br />
azufre, la eficiencia de nitr6geno tambin es afectada (Schnug 1993).<br />
El azufre principalmente es absorbido por las plantas en forma de sulfato. En el<br />
nitr6geno que contiene los S-fertilizantes el efecto Acido del amonio debe tenerse en cuenta.<br />
El potasio - y el sul&to de magnesio son sales neutras y no cambian el pH del suelo. El azufre<br />
elemental no puede ser absorbido por las plantas sin set oxidado antes en forma de sulfato por<br />
las Thio-bacterias, Ia que siempre lleva una reducci6n del pH en el suelo.<br />
En las situaciones de, una deficiencia de azufre actual y sfntomas de deficiencia ya<br />
visibles, una fertilizaci6n foliar con sulfato de amonio o magnesio (Sal Epsom) es muy eficaz.<br />
La ventaja principal estAden la disponibilidad muy rApida del azufre via hoja, reduciendo los<br />
sfntomas de deficiencia en una semana despu6s de la aplicaci6n. Muchos ensayos han mostrado<br />
efectos considerables a trav6s de la fertilizaci6n foliar con Sal de Epsom. En el promedio<br />
de 15 lugares el rendimiento aument6 a 0,35 t/ha. En los lugares donde habfa una deficiencia<br />
severa de azufre, la respuesta del rendimiento aumenr6 hasta 1.4 t/ha.<br />
Sesi6n I. Potasio en cultivos exensivos<br />
131
BIBLIOGRAFfA<br />
Barraclough, P. B.1989. Root growth, macro-nutrient uptake dynamics and soil fertility<br />
requirements of a high-yielding winter oilseed rape crop. Plant and Soil 119, 59-70.<br />
Bloem, E. M.: Sulphur balance of agro-ecosystems with special regard to site hydrology<br />
and physical soil characteristic. Landbauforschung V61kenrode, Sonderheft 192 (1998)<br />
Christen, 0., Sieling, K. 1998. Effect of interaction between oilseed rape and winter wheat<br />
as preceding crops and cultivar on the grain yield of winter wheat.<br />
Pflanzenbauwissenschaften, 2 (1), 16-19.<br />
Forster, H. 1977. Influence of N and K fertilizers on the quality and yield of oil from old<br />
and new varieties of rapeseed. In: Fertilizer Use and Production of Carbohydrates<br />
and Lipids. Proceedings of the 13 Colloquium of the IPI in York/UK.<br />
Forster, H. 1978. Einflu3 der Stickstoff- und Kaliumernhrung auf Olqualit5t und Komertrag<br />
bei alten und neuen Rapssorten (Brassica napus, ssp. oleifera). Kali-Briefe (Buntehof)<br />
14, (4), 249-254.<br />
Grant, C. A., Bailey, L. D.1993. Fertility management in canola production. Can. J. Plant<br />
Sci. 73, 651-670.<br />
Holmes, M. R. J. 1980. Nutrition of the oilseed rape crop. Applied science publishers LTD<br />
London.<br />
Honermeier, B, Gaudschau, M.2001. Vorfruchtwert von Winterraps; OFOP-<br />
Praxisinformationen.<br />
Link, A. 2000. Eignung der Smin-Bodenuntersuchung zur Ermittlung des S-DOngebedarfs.<br />
VDLUFA-Schriftenreihe, in press.<br />
Matthey, J., Sauermann, W. Finck, M. 2000. SchwefeldOngung zu Winterraps - heute<br />
Standard in Schleswig-Holstein. VDLUFA-Schriftenreihe, in press.<br />
Merrien, A. 1992. Winter oilseed rape - example Europe. In: IFA World Fertilizer Use<br />
Manual, <strong>International</strong> Fertilizer Industry Association, P. 215 - 219.<br />
Merrien, A., Palleau, J. P., Maisonneuve, C. 1988 Besoins en 6lments min6raux du<br />
colza cultiv6 en France. In: Physiologie et 6laboration du rendement du colza d'hiver,<br />
CETIOM, 75116 Paris.<br />
Orlovius, K. 1984. Kali-D0ngungsversuche zu Winterraps. Raps, 2.<br />
Schnug, E., Haneklaus, S., Murphy, D. 1993. Impact of sulphur fertilization on fertilizer<br />
nitrogen efficiency. Sulphur in Agriculture, Vol 17, 8-12.<br />
SCPA-Service exp6rimentation centre de recherche Aspach le Bas et Minist6re de<br />
I'agriculture et de la PIche DGER-S/D FOPDAC: Les courbes d'adsorption d'6lments<br />
min6raux.<br />
Sesi6n I1. Poasio cn cultivos extcensivos<br />
132
SESRON II<br />
POTASIO<br />
EN CULTIVOS INTENSIVOS
EL POTASIO<br />
EN LA VITICULTURA REGADtA CUYANA<br />
Rosana Vallone '; Milton Gonzalez 2<br />
'Facultad de Ciencias Agrarias UNCuyo. 2 E.E.A. INTA Mendoza rovall@fca.uncu.edu.ar<br />
RESUMEN<br />
Los suelos cuyanos estAn, par Io general, muy bien provistos de potasio calcio y<br />
azufre. La naturaleza silicatada de la fracciOn arena, rica en feldespatos y minerales<br />
micAceos, provee a estos suelos de abundante potasio. Los elementos de mayor deflciencia<br />
son el nitr6geno, el f6sforo, y e/ magnesio entre los macronutfientes, el hierro y el<br />
zinc entre los micronutrientes. Las deficiencias que se han evidenciado se relacionan con<br />
falta de disponibilidad, par bajos contenidos y par procesos de inmovilizaciOn quimica o<br />
par antagonismos on la captaci6n de iones especfficos par las plantas. Los sedimentos<br />
de las aguas de regadfo contribuyen a mantener su fertilidad natural<br />
La mayor parte del K encontrado en los frutos es absorbido del suel, aunque varias<br />
estudios han demostrado que si la canopia de la vid es muy densa, ocurre removilizacidn<br />
do K de hojas al fruto o aOn desde los brotes a los racimos.<br />
La redistribuci6n de K desde las estructuras vegetativas al fruto durante la maduraci6n<br />
puede afectar la calidad del vina. Se sugiere que cationes monovalentes, especialmente<br />
K, son intercambiados par iones H en la baya resultando en un incremento del pH<br />
del jugo, Io que disminuye la calidad del fruto y bn Oftima instancia del vina, coma se<br />
reporta en vifiedos de Europa y Australia.<br />
El potasio ha sido reconocido coma un factor de considerable influencia sobre el<br />
balance Jcido de mostos y vinos, afectando el pH, color, procesos fermentativos, el sabary<br />
claridad del vino embotellado. El pHy la acidez titulable son importantes propiedades<br />
del equilibrio Icido en mosto, y utilizadas coma parimetros de calidad en la compra<br />
de uvas y mosto.<br />
Mis de 50 alos de investigaciones locales en campo, no han demostrado una influencia<br />
significativa de la aplicaci6n de K en cuanto a rendimiento se refiere, excepto<br />
para casas de a/las producciones y en combinaci6n con N y P No han sido explorados<br />
otros aspectos de calidad excepto el tenor de azicar o tamaho de baya.<br />
En conclusi6n, los temas relacionados con calidad de materia prima y producto. son<br />
los que sustentan la necesidad do nuevas investigaciones sobre fertilizaci6n potasica en<br />
vifledos.<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cultivos intensivos<br />
135
POTASSIUM IN IRRIGATED VINEYARDS IN THE CUYO REGION<br />
<strong>The</strong> soils of the Cuyo Region are generally well provided with potassium calcium and<br />
sulfur. <strong>The</strong> nature of the sandy fraction, rich in feldspars and mica minerals, provides to<br />
these soil with abundant potassium. <strong>The</strong> elements showing widespread deficiency are<br />
nitrogen phosphorus, and magnesium among the macronutrients; and iron and zinc between<br />
the micronutrients. <strong>The</strong>se deficiencies are related to lack of availability, by low<br />
contents in parent material and processes of chemical immobilization or antagonisms in<br />
the specific ion uptake by plants. <strong>The</strong> sediments of irrigation waters contribute to maintain<br />
the natural soil fertility.<br />
Most of the K found in fruits is taken up from the soil, although several studies have<br />
demonstrated that removilizaci6n of K occurs from leaves to fruit and even from buds to<br />
growing fruit.<br />
<strong>The</strong> redistribution of K from vegetative structures to fruits during ripening may affect<br />
the quality of the wine. It is suggested that monovalent cations, specially K, are exchanged<br />
by H ions H in the fruit, resulting in an increase of pH of the juice, and decreasing the<br />
quality of the fruit and in turn of the wine, as it happened in vineyards of Europe and<br />
Australia.<br />
. Potassium has been recognized as a factor of considerable influence on the acid<br />
balance of juices and wines, affecting pH, fermentation processes, colour, flavor and<br />
clarity of the bottled wine. <strong>The</strong> pH and titrable acidity are important properties of the acid<br />
balance, and used as parameters of quality in purchasing grapes and juices.<br />
More than 50 years of field local research have not demonstrated a significant influence<br />
of K application on fruit yields, except in some cases of high productivity in combination<br />
with heavy rates of N and P No other aspects of quality have been investigated<br />
except sugar content and size of the berries.<br />
In conclusion, topics related mainly with quality of raw material and derived products,<br />
are those that support the need of new research on potassium fertilization in vineyards.<br />
Sesi6n III. Potsio en cultivos intensivos<br />
136
Breve resefia edafol6gica de las tierras viticolas cuyanas<br />
Los suelos cuyanos son, en su casi totalidad, de origen secundario; e6lico, coluvial,<br />
aluvional y glacio-lacustre. No han sido formados "in situ", pot los procesos clAsicos de<br />
temperizaci6n de la roca madre subyacente, sino que estin constituidos por elementos de<br />
acarreo, transportados especialmente por acci6n fluvial y e6iica. Los materiales que los integran<br />
provienen de las rocas cordilleranas, erosionadas por la acci6n de los agentes naturales y<br />
se acumulan en valles y Ilanuras formando los dep6sitos aluviales que constituyen, pot excelencia,<br />
nuestras tierras vitfcolas. Las caracteristicas climiticas regionales, singularizadas por la<br />
extrema escasez de precipitaciones pluviales, dificultan y atn inhiben los procesos edificos de<br />
maduraci6n. No tiene lugar la diferenciaci6n gen6sica del perfil y, en consecuencia, no existen<br />
- salvo contadas excepciones- los tfpicos horizontes de lavaje y acumulaci6n, presentes en<br />
zonas de clima mis h6mmedo. Las diferencias de color, textura y composici6n observables, en<br />
ciertos casos, a medida que se profundiza, se deben principalmente a la presencia de materiales<br />
aportados en capas sucesivas yen distintas 6pocas pot el agua y/o el viento. Desde el punto<br />
de vista textural predomina, en general, los suelos franco-arenosos y arenosos, pero se encuentran<br />
todos los tipos. La arena fina es casi siempre la fracci6n individualmente predominante<br />
y el limo suple a la arcilla. Es muy grande la variabilidad en distancias cortas yes &cil<br />
encontrar, a pocos metros de una tierra de perfil totalmente arenoso, otra en la cual se observan<br />
capas limo-arcillosas. Tambidn el hombre ha producido modificaciones en el perfl con<br />
las nivelaciones del terteno para la sistematizaci6n del riego. Las cabeceras de los pafios irrigados<br />
yen modificada la textura de su capa superficial por los embanques de las materias en<br />
suspensi6n en el agua de riego, generalmente de granulometrfa gruesa cerca de los canales<br />
principales y de naturaleza arenosa fina o limosa en los otros casos.<br />
El calcireo se encuentra pr6cticamente en todos los casos. Su proporci6n suele oscilar<br />
entre 2 y 10%. En algunas tierras alcanza hasta el 50% y es de origen orginico. El pH estA<br />
siempre en la zona alcalina, oscilando alrededor de 7,8 y alcanzando valores de hasta 9 y mis<br />
en suelos alcalinizados. En general la presencia de calcAreo y yeso mantiene el complejo coloidal<br />
saturado de calcio. Son frecuentes los suelos salinos y zonas con problemas de capas<br />
impermeables o de drenaje impedido. Atin asf, son tierras recuperables y utilizables para<br />
viticultura regadia con tratamientos especiales (lavados y drenaje artificial). La temperatura<br />
estival alta, las escasas precipitaciones y la abundancia de calcio favorecen la rApida combusti6n<br />
de la materia orgAnica, en general inferior al 1%.<br />
Siguiendo al Soil Taxanomy los suelos del Area vitfcola pertenecen a:<br />
Ordenes Entisoles Aridisoles<br />
Gran grupo Psamentes Ortides<br />
Fluventes<br />
Ortentes<br />
Sub grupo T(picos Salortides<br />
Gipsiorlides<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cultw,u ........<br />
137
Los suelos estin, pot lo general, muy bien provistos de: potasio (la naturaleza silicatada<br />
de la fracci6n arena, rica en feldespatos y minerales miciceos, provee a estos suelos de abundante<br />
potasio), calcio, azufre y los elementos de mayor deficiencia son el nitr6geno, el f6sforo,<br />
y el magnesio entre los macronutrimentos, el hierro y el zinc entre los micronutrimentos,<br />
las deficiencias que se han evidenciado se relacionan con falta de disponibilidades, por bajos<br />
contenidos y pot procesos de inmovilizaci6n quimica o por antagonismos en Ia captaci6n de<br />
iones especfficos por las plantas. Los sedimentos de las aguas de regadfo contribuyen a mantener<br />
su fertilidad natural.<br />
Factores que incrementan cl K ed6ifico en un suelo vitfcola<br />
Avagnina y Nijensohn (1980) determinaron en forma comparativa los valores de potasio<br />
intercambiable (Ki), capacidad de intercambio cati6nico (CIC) y porcenaje de potasio intercambiable<br />
(PPI) del suelo de un vifiedo bajo riego establecido haca mAs de 50 afios y en<br />
perfiles adyacentes considerados vfrgenes. En el promedio ponderada hasta el subsuelo ripioso<br />
de todos los perfiles del sitio cultivado, se constataron aumentos significativos de Ki y CIC<br />
(43% y 63% respectivamente). PPI en cambio no vari6 significativarnente. Los aumentos son<br />
discutidos e interpretados pot los autores como consecuencia de fen6menos de adici6n (a<br />
trav6s del sedimento del agua de riego y de eventuales abonamientos con esti6rcol caprino o<br />
equino); de transformaci6n (a partir de silicatos portsicos complejos pot acciones ffsico-quimicas<br />
y biol6gicas) y de transporte (reciclaje) desde las capas mis profundas a la superficial<br />
por las vides y las malezas.<br />
AdemAs de estos factores que aumentan el nivel en suelo, otro factor colabora a magnificar<br />
la absorci6n del K en el caso de la vid: como se sefial6 antes, los suelos cuyanos son<br />
calcireos y contienen una concentraci6n notable de bicarbonatos en su soluci6n, como asimismo<br />
las aguas de riego. Los bicarbonatos estimulan la formaci6n de Acidos orginicos por<br />
carboxilaci6n, lo que favorece la absorci6n de K (Cuadro 1, Figura 1)<br />
Cuadro 1. Evoluci6n de la concentraci6n de 6cidos org6nicos en funci6n de la cin6tica<br />
de absorci6n de aniones y de cationes y de la presencia de bicarbonato.<br />
Resultados analfticos en me/L.<br />
IR en 0100 g de peso fresco (adaptado por Champagnol, 1988 de Ulrich,<br />
1941)<br />
QR= Coeficiente Respiratorio<br />
IR= Indice Respiratorio<br />
RESPIRACiON. ABSORCi6N<br />
OR IR CATIONES ANIONES AO formados<br />
Testigo 0,88 146 0 0 2,8<br />
K Br 0,93 186 33 26 7,2<br />
K H2 PO4 0,77 167 24,2 0 23,9<br />
K H CO3 0,23 181 507 0 46,6<br />
Sesi6n Ill. Potasio en culivos intensivos<br />
138
El efecto bicarbonato estA ligado a un aumento del pH: se vuelven mi y mAs abundantes<br />
a medida que cl pH crece.<br />
Figura 1. Evoluci6n de la concentraci6n en malato, Cl y K+ de rafces cortadas y colocadas<br />
en un medio conteniendo distintas combinaci6n<br />
40- o mn/I . Og<br />
0<br />
CI-<br />
.... ... .... -I O<br />
CII+K<br />
12 24<br />
CaC12 +KHCOO<br />
Ca C1 2 + KCI<br />
Principales aspectos sobre nutrici6n y fisiologia del K en vid<br />
La vid tiene pocos problemas de deficiencias minerales y bajos requerimientos<br />
nurricionales respecto a otros cultivos. Esto es prdbablemente debido a un buen distribuido<br />
sistema radical, que fEcilita la absorci6n de nutrimentos.desde un gran volumen de suelo, asf<br />
como a una larga estaci6n de crecimiento de 6 meses en climas templados y hasta 8 meses en<br />
zonas c,dlidas como SudAfrica. Macro y micro nutrimentos son capaces de modificar el contenido<br />
de carbohidratos, proteinas, aminoicidos, aromas y vitaminas del mosto, como asimismo<br />
los Acidos orginicos: el N estimula [a sfntesis de Acido m4lico, el K la del dcido mAlico y el<br />
tartirico (Hepner & Bravdo, 1985), el Ca la del Acido oxlico, por citar algunos de los lazos<br />
existentes. Es muy conocido el efecto negativo de un exceso de N que se evidencia en un<br />
excesivo vigor y un decaimiento cualitativo, entendido como elevada presencia en mosto de<br />
Acidos (especialmente el milico), compuestos nitrogenados y pobreza de azacares, antocianas<br />
y taninos (Fregoni, 1999).<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cultivos intensivos<br />
139
La Figura 2 muestra el parr6n general de consurno de la vid para distintos elementos<br />
durante la estaci6n de crecimiento.<br />
Las reservas de nutrimentos, en especial el N, son importantes para todo el crecimiento<br />
de la vid. La Figura 3 esquematiza la variaci6n estacional de las reservas y ejemplifica<br />
para el caso del N los momentos mds oportunos de fertilizaci6n.<br />
Figura 2. Variaci6n estacional del consumo N, P, K, Ca y Mg en vid (adaptado de<br />
Fregoni, 1999).<br />
70- .,<br />
o4 V -<br />
43 40" 'Ca<br />
20- '<br />
I / * I<br />
\N<br />
I I I I I<br />
Brota6n Flomti6m Cmje Emms Vendirzh<br />
Figura 3. Variaci6n estacional de las reservas y tasas de crecimiento de brotes y<br />
frutos en vid. Las flechas indican oportunidad para la fertilizaci6n nitrogenada j, a dosis<br />
40-50 % 2 da del 50 al 60 %.<br />
Pdois (60%) 2'duss (40/) >,<br />
~TCB TCF i<br />
S. [ I fl<br />
IISF<br />
Sai6n 111. Potasio en cultivos intensivos<br />
14l0
La revisi6n de trabajos realizados sobre redistribuci6n de N en la planta son coincidentes<br />
respecto al transporte del elemento desde estructuras permanentes y su incidencia en el crecimiento<br />
vegetativo y reproductivo (Wermelinger & Koblet, 1990; Vallone, 1996). Para el caso<br />
del K los resultados de redistribuci6n y utilizaci6n de las reservas han sido variables.<br />
Lafon er al (1965) observaron apreciable translocaci6n desde brotes y hojas. En cambio<br />
[Uvy, et al (1972) no encontraron transporte de K durante el periodo de precosecha en plantas<br />
con alto contenido de K como tampoco lo hicieron Obbink, et al (1973). Estos trabajos se<br />
realizaron a partir de estacas uninodales. Conradie (1981) trabajando con plantas de Chenin<br />
Blanc / 99R de 3 afios cultivadas en recipientes, sf constat6 uso de las reservas durante la<br />
maduraci6n (Cuadro 2). Encontr6 que el contenido de K en la planta no vari6<br />
significativamente las 22 dfas posteriores a brotaci6n. El K acumulado por el nuevo crecimiento,<br />
al parecer, fue sostenido sobre todo por las rarces. Los siguientes 74 dfas hasta fin de<br />
elongaci6n rApida de brores, la tasa de absorci6n se increment6 significativamente y la ganancia<br />
en K de la planta complera fue principalmente debido a los requerimientos del nuevo<br />
crecimiento, mientras que s6lo un pequefio contenido de K fue almacenado en las estructuras<br />
permanentes de la planta. Desde esta etapa hasta envero, los racimos acumularon 2117 mg,<br />
algo mds que el total acumulado ganado por la planta (2092 mg). Hubo una leve disminuci6n<br />
del contenido en hojas. La planta absorbi6 el 49% del requerimiento anual de K duranre<br />
los 64 dfas entre fin de floraci6n y envero. Durante el perfoda de 35 dfas entre envero y<br />
cosecha, la velocidad de absorci6n disminuy6 grandemente a pesar del hecho que el contenido<br />
en racimos se increment6 firmemente. Los racimos acumularon 1436 mg, parcialmente<br />
suministrado por las hojas, brotes y rafces. En cosecha, las uvas tenfan el 66,1% del contenido<br />
total de K en la planta. El resto se encontr6 en tronco (4,7%), raices (6,9%), brotes (11,7%)<br />
y hojas (10,7%). Durante los 33 dfas despu6s de cosecha, ocurri6 un repentino y significativo<br />
aumento de K en todos los 6rganos de la planta, pero en contraste con N y P, no se absorbi6<br />
K durante el resto del periodo poscosecha. Un 13,6 % de K fue perdido durante el periodo<br />
cafda de hojas.<br />
Cuadro 2. Acumulaci6n estacional de K por varios 6rganos de plantas de Chenin<br />
Blanc/99R (mg/planta) durante el tercer verde (Conradie, 1981)<br />
Etapa Tronco Rafces Brotes Hojas Racimos TOTAL<br />
Dormancia 274 791 1065<br />
Brotaci6n 207 911 1117<br />
Brotes de 150 mm 231 682 464 1377<br />
Iniciofloraci6n 303 666 707 655 2332<br />
Fin floraci6n 352 574 1034 1007 238 3205<br />
Fin crec. Ripido 432 622 1062 1278 1594 4988<br />
Envero 393 709 1056 1210 3711 7080<br />
Cosecha 366 536 913 829 5147 7791<br />
Po,cosecha 493 980 1374 1276 4124 9271<br />
Inicio cafda hojas 451 899 1477 1326 4152 9299<br />
Fin caida hojas 508 894 1214 1223 2616 8986<br />
Dornici6n 562 991 1079 2632 9002<br />
Brotadn 564 1066 1630 9079<br />
Prefloraci6n 591 1036 1479 3107 10556<br />
Sesi6n Ill. PoEasio en cuIivos intensivos<br />
141
Lo ocurrido se resume mejor en la Figura 4 que muestra una firme acumulaci6n del<br />
nutriente, excepto por una disminuci6n en la velocidad s6lo antes de cosecha, con dos picos<br />
de absorci6n, uno al inicio y otro al final del desarrollo de la vid respectivamente.<br />
Figura 4. Acumulaci6n estacional de potasio en vifias de Chenfn Blanc/99R, cultivadas<br />
en suelo arenoso (tomado de Conradie, 1981).<br />
J ~ ~ ~ ~ ...... .... ...........<br />
:::::::::: .<br />
::: ::<br />
Varios estudios han mostrado que si la canopia es muy densa, ocurre removilizaci6n de K<br />
de hojas al fruto y que en esas condiciones tambi6n puede haber alguna redistribuci6n de<br />
brotes a racimos. Sin embargo, la mayor parte del K encontrado en los frutos es tomado desde<br />
el suelo (MUillins, et al., 1992).<br />
La redistribuci6n desde estructuras vegetativas al firuto durante la maduraci6n se ha implicado<br />
como afkctando la calidad del vino (Williams and Matthews, 1990). Se sugiere que<br />
cationes monovalentes, especialmente K, son intercambiados por iones H en la baya resultando<br />
en un incremento del pH del jugo, lo que disminuye la calidad del fruto y en tdltima<br />
instancia del vino, como realmente ha sucedido en vifiedos de Europa y Australia (Boulton,<br />
1980; Ruhl et al. 1992; Etourneaud, 1996). Este efecto de aumento del pH por absorci6n de<br />
K en jugo fresco se extiende durante el almacenaje habi6ndose observado en uva Concord<br />
que puede Ilegar it 3,74 o mis debido a la formaci6n y precipitaci6n de cristales de tartrato de<br />
potasio, lo que puede tencr clectos detrimentales no s6lo sobre cl flavor, sino tambi6n sobre el<br />
color debido a la alteraci6n estructural de los pigmentos antociA'nicos resultando en p6rdida<br />
de color y un ligero cambio en "hue" del normal rojo pdlrpura hacia un color mis azul (Morris<br />
et al., 1980) y el vino se convierre en un medio mucho mis fri.gil desdc el punto de vista<br />
microbiol6gico.<br />
Sesi6n 111. Potasio cn culivos intensivos<br />
142
Distintos trabajos le asignan un importante papel al K en la formaci6n de las<br />
inflorescencias. Por ejemplo, la aplicaci6n de K a suelos deficientes en ese elemento en vifiedos<br />
de Michigan, caus6 un marcado incremento en la fructificaci6n de yemas latentes en Concord<br />
(Larsen 1963, citado por Miilins et al, 1992). Similares efecros se encontraron para Thompson<br />
Seedless en California (Christensen, 1975). En zonas con problemas de maduraci6n despareja<br />
y presencia de frutos verdes en cosecha (caso de la uva Concord en ciertos vifiedos del sur de<br />
Arkansas, donde incluso la uva puede set rechazada debido a lfmites impuestos por el USDA<br />
Grades & Standards), la fertilizaci6n potdsica redujo el porcentaje de frutos verdes (Morris et<br />
al, 1980).<br />
La Figura 5 muestra la variaci6n estacional de la concentraci6n de K observada en limbos<br />
y pecfolos de variedades tintas y blancas que hemos encontrado en Mendoza.<br />
Figura 5. Variaci6n estacional de los contenidos de potasio en limbos y pecfolos promedio<br />
de ocho variedades tintas y blancas (Gonz6lez et al. 1993).<br />
3.0 -<br />
2.5. ...A -. ..<br />
2.5 ----------------------<br />
0.5<br />
-- ------------ ----------- -<br />
on- *' ] i I<br />
0 50 100 150 200 250<br />
Dias desde brotaci6n<br />
Extracci6n de nutrientes por el cultivo<br />
--- Lir Bl -B - Pec B1 - Lir TI -A,- Pee TI<br />
En el Cuadro 3 se indican valores de extracci6n promedio obtenidos por distintos<br />
autores (Conradie, 1980, 1981a, 1981b; Lafon et al, 1965; Lohnertz, 1988; Marocke et al,<br />
1976; Williams, L., 1987; Williams y Biscay, 1991) y en cl Cuadro 4 datos obtenidos en<br />
Mendoza.<br />
Sesi6n III. Potasio en cultivos intensivos<br />
143
Cuadro 3. Contenidos de nutrimentos removidos port de fruto cosechado<br />
Nutrimento Contenido (kg/ha)<br />
Promedio Alto Bajo<br />
N 1,46 2,06 0,90<br />
P 0,28 0,39 0,22<br />
K 2,47 3,69 1,59<br />
Ca 0,50 0,93 ',17<br />
Mg 0,10 0,16 0,05<br />
Cuadro 4. Potasio extrafdo por distintos cv en kg/1000 kg de uva (Gonzalez et al, 1993)<br />
POTASIO<br />
Cultivar Racimos Poda Hojas Total<br />
Chardonnay 2,75 1,18 0,99 4,92<br />
Chenin 2,09 0,43 0,56 3,08<br />
Riesling 2,61 1,06. 1,05 4,72<br />
Sauvignon 2,12 1,97 1,43 5,52<br />
Cabernet Sauvignon 2,34 1,07 0,49 3,90<br />
Sangiovesse 2,53 0,49 0,32 3,33<br />
Malbec 2,30 1,03 0,36 3,69<br />
Merlot 2,40 1,15 1,69 5,24<br />
Las siguientes son cifras promedios de cantidades de elementos absorbidas<br />
en un ciclo vegetativo (Champagnol, 1984):<br />
N = 40 - 70 kg/ha/aho P = 4 - 10 kg/ha/aho K = 40 - 70 kg/ha/aho<br />
Ca = 40 - 80 kg/ha/aio Mg = 6 - 15 kg/ha/ato S = 6 kg/ha/aho<br />
Fe = 0,6 kg/ha/afio B = 0,1 kg/ha/aho Mn = 0,08 kg/ha/aho<br />
Efectos del exceso de K sobre la composicitn de mostos y vinos<br />
El potasio ha sido reconocido como un factor de considerable influencia sobre el<br />
balance Acido de mostos y vinos, afectando el pH, color; procesos fermentativos, cl flavor<br />
y claridad del vino embotellado (Somers, 1975; Amerine et al, 1980). El pH y la acidez<br />
titulable (AT) son dos de las mAs importantes propiedades del equilibrio Acido en mosto.<br />
Son incluso ocasionalmente utilizadas como parAmetros de calidad en la compra de uvas y<br />
Sesi6n III. Potasio en cultivos intensivos<br />
144
mosto.<br />
A pesar que varios estudios han seguido el desarrollo de los principales icidos orginicos<br />
durante la maduraci6n y otros han reportados los efecros de culfivar, regi6n, riego y portainjertos<br />
sobre sus niveles en bayas maduras, el pH y la AT no pueden ser explicados en t6rminos del<br />
contenido de aniones de Acidos orgAnicos solamente. Estudios realizados basados en datos<br />
provenientes de varios cv, regiones y vendimias, ban mostrado que los cationes metlicos<br />
monovalentes, en particular potasio, ingresa a las cdlulas de la uva en intercambio directo con<br />
protones derivados de Acidos orgAnicos (Boulton, 1980). Este intercambio conduce a mostos<br />
que tienen menores valores de AT y mayores de pH, que los que se podrfa esperar de la<br />
composici6n ani6nica Acida , una situaci6n que parece universalmente cierta en frutos conteniendo<br />
icido milico.<br />
Boulton ha postulado que la absorci6n de cationes metlicos monovalentes desde el<br />
suelo, se logra por la actividad de un compuesto enzimAtico de membrana contra un gradiente<br />
de concentraci6n: la ATPasa (K*/H adenosin trifosfatasa) presente en las rafces de plantas de<br />
vid. Principalmente para el caso del K, se considera que los factores que controlan su absorci6n<br />
son el contenido de humedad edifica y el nivel interno de ATPasa, la proporci6n de<br />
material meristemtico y el tamafio del sistema radical. Una vez en las raices, los cationes<br />
se mueven por flujo masal a las membranas exteriores de las c6lulas de hojas y bayas. La<br />
presencia esperada de ATPasa en el plasmalema de esas c6lulas posibilita el transporte cati6nico<br />
a trav6s de la membrana en intercambio con protones derivados de dcidos orginicos. El nivel<br />
de ATP citoplasmAtico se considera el sustrato e influencia primaria sobre ese transporte con<br />
efectos secundarios debido a temperatura. Dado la gran disponibilidad de ATP en la baya, la<br />
absorci6n alli es mAs rdpida que en orros tejidos como ef del brote, peciolo y lAmina<br />
foliar.<br />
Estadfsticamente se ha demostrado que no hay una correlaci6n significativa entre contenido<br />
de K en suelo y baya. La implicancia, es que la absorci6n - ATPasa mediante - del K<br />
edifico es esencialmente independiente de la concentraci6n externa del elemento, siempre<br />
que no prevalezca una situaci6n de deficiencia. La absorci6n estarfa controlada por ]a actividad<br />
metab6lica del citoplasma de las c6lulas de la rafz; se pueden inducir sintomas de deficiencia<br />
por inundaci6n continua de las plantas debido a la supresi6n de la respiraci6n con una<br />
consecuente reducci6n de la actividad ATPasa.<br />
Con relaci6n a otros factores, hay pocos reportes referente a los efectos de la fertilizaci6n<br />
potisica sobre la composici6n de la baya. En algunos trabajos de varios aflos de duraci6n, no<br />
ha habido variaciones en K, pH y AT del mosto. En presencia de deficiencias de K en cambio,<br />
sf se han observado estas modificaciones, como en el caso de uvas Concord (Mattic et al,<br />
1972). Los resultados en t6rminos de actividad ATPasa indicarfan que a mayores contenidos<br />
de K, se esperarfan menor AT y mayor pH en los mostos. El mismo razonamiento se puede<br />
aplicar a mostos y vinos deficientes de K: a menor contenido de K, resultarfan mayor AT y<br />
menor pH. El Cuadro 5 expresa los resultados en vinos Cabernet Sauvignon provenientes de<br />
plantas con contenidos normales o deficientes en K. El d6ficit en K y Na es numdricamente<br />
igual, sobre una tasa molar, al incremento de protones titulables.<br />
Scsi6n Ill. Potasio en cultivos intensivos<br />
145
Cuadro 5. Influencia de la deficiencia de K en la composici6n del vino<br />
(adaptado de Fregoni, 1976 por Boulton, 1980)<br />
Plantas normales Plantas deficientes<br />
Potasio (nng/L) 822 649<br />
Sodlo (mg/L) 63 54<br />
Acidez Titulable (g/L como dc. Tartdrico) 6,54 7,59<br />
PH 3,50 3,10<br />
Acldez Total calculada (meq/L. AT+K+Na) 111 120<br />
Acidez Titulable calculada (meqL) 87 101<br />
Diferencia en acidez total (120- 111) =9<br />
Diferencia en acidez litulable no debida a diferencia en addez total (101 - 87) - 9 = 5<br />
Diferencia en K y Na (meq/L) (19 - 24) = -5<br />
Respecto a [a acumulaci6n de azdcares: existirfa una relaci6n entre acumulaci6n de<br />
azdcares, sfntesis de malata y absorci6n de K. Pueden haber dos situaciones de absorci6n de K<br />
reforzada. La primera en la fase tardia de la maduraci6n cuando la acumulaci6n de az6car ha<br />
casi cesado, conduciendo a una cafda en acidez titulable y aumento del pH con poco cambio<br />
en la acumulaci6n de azicares. La segunda cuando el transporte de azdcar es limitado por la<br />
temperatura a lo largo de la maduraci6n. Datos provenientes de regiones frias en donde la<br />
acumulaci6n de azdcares est& retrasada, frecuentemente muestran altos niveles de K en combinaci6n<br />
con madurez atrasada. Esto es debido a la competencia por ATP citoplsmico disponible<br />
(generado en la glic6lisis parcial y la formaci6n de malato, con un adicional producido<br />
en la mitocondria, durante la respiraci6n) entre las enzimas de transporte para az6cares y las<br />
de cationes, a favor de la de azdcares a altas temperaturas. Altos niveles de malato se explican<br />
pot tamafios de bayas mAs pequefios y menor respiraci6n en zonas frfas.<br />
Experiencias de respuestas de la vid a la fertilizaci6n potisica<br />
La respuesta a la fertilizaci6n con K con aumento en rendimiento puede ser notable<br />
en vifiedos deficientes de K (Areas de baja disponibilidad de K edifico, tales como suelos<br />
arenosos o donde el crecimiento radical estA restringido) como se ha reportado para Francia<br />
(Champagnol, 1978), Sud Africa (Conradie & Saayman, 1989) o Australia (Renquist & Reid,<br />
2000), pero no han sido registradas respuesas en vifiedos bien provistos, como por ejemplo<br />
grandes Areas de California (Williams & Matthews, 1990) o en Mendoza, Argentina como se<br />
detallarA enseguida.<br />
La fertilizaci6n potsica incrementar el K en los pecfolos a6n cuando exista adecuado<br />
K disponible en suelo (Mattic et al., 1972; Morris et al, 1980). Kliewer (1983) en cambio<br />
encontr6 que la aplicaci6n de 1090 kg/ha durante 3 afios tuvo relativamente poco efecto<br />
sobre K peciolar de plantas de Carignane creciendo en suelo profundo franco. Tambi6n encontraron<br />
que la fertilizaci6n redujo levemente el rendimiento comparado al tratamiento<br />
testigo. La fertilizaci6n K puede (Morris et al, 1980) o no puede incrementar el contenido de<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cultivos intensivos<br />
146
K en frutos (Kliewer, 1983). Alras absorciones de K puede tambi6n inducir a deficiencias de<br />
Mg (Champagnol, 1978).<br />
Localmente, [a investigaci6n sobre respuestas a la fertilizaci6n en vid, principalmente<br />
para vinificar, se puede dividir en tres erapas a lo largo del tiempo en funci6n de la demanda<br />
imperante del sector productivo, los cambios en los hibitos de consumo (en cantidad y calidad)<br />
del mercado interno y externo y los vaivenes econ6micos del cultivo de mayor relevancia<br />
econ6mica de la zona: a) los trabajos de la d6cada del '50 orientados a la obtenci6n de<br />
mayores rendimientos de las mAs difundidas variedades francesas del momento y a probar el<br />
uso de enmiendas orginicas; b) En las d6cadas del '60 y '70 explota la implantaci6n de parrales<br />
de variedades "criollas" de alta producci6n destinadas principalmente a la elaboraci6n de<br />
vino comin para el Avido mercado interno, 6poca donde el consumo per cApita fue cercano a<br />
80 L. Los ensayos de fertilizaci6n siguen orientados a aspectos productivos y se exploran<br />
distintas combinaciones de NPK, pero acompafiado con la optimizaci6n de otro fundamental<br />
factor dce producci6n zonal como es el riego; c) a partir de los '90 se opera un cambio de<br />
escenario profundo con reconversiones viticolas de importancia hacia las variedades finas,<br />
con concepto aferrad6 que altos rendimientos se oponen a calidad, con una dramAtica cafda<br />
del consumo interno a 34 L per cApita en el12000. Durante el perfodo 1990 a 1997 el consumo<br />
de vino de mesa baj6 un 57,1%, en cambio el vino fino subi6 un 66,4%, (IDR-INTA,<br />
1999). Las bodegas radicadas en la zona inclinadas a ganarse el exigenre mercado externo de<br />
vinos y la aparici6n de nuevos pafses productores de alto nivel competitivo se afertan aI<br />
concepto que rendimientos superiores a 10.000 kg/ha se oponen a calidad. Por otra partc<br />
productor requiere una manutenci6n del vifiedo adecuado a una producci6n sostenida, pues<br />
la falta de fertilizaci6n o un manejo no adecuado del suelo y del riego puede conducirle a<br />
un decaimiento del vifiedo que es muy diffcil revertir. En este contexto, el objetivo fue<br />
aumentar la producci6n de uva de vinificar con la correcci6n de deficiencias nutricionales de<br />
los suelos, procurando un equilibrio nutricional 6primo y la obtenci6n de una materia<br />
prima de alta calidaa enol6gica. Asimismo se realiz6 el primer relevamiento del estado<br />
nutricional, caracterfsticas edAficas y pricticas culturales en vifiedos de alta calidad<br />
enol6gica.<br />
Entre los trabajos de la primera etapa, se distinguen 11 ensayos indditos de Vega y<br />
colaboradores (entre los afios 1948 a 1964), en espalderos de Malbec y Cabernet Sauvignon<br />
principalmente, donde se evaluaron los efectos simples, binarios y ternarios de NPK. En estos<br />
ensayos los autores sefialaron que: -Considerando los ensayos en conjunto, no es ficil extraer<br />
conclusiones terminantes. En casi todos ellos, el anSlisis estadfstico no,refleja una respuesta a<br />
la aplicaci6n de fertilizantes. En cambio, muy frecuentemente se ha puesto de manifiesto ]a<br />
influencia de otra fuente de variaci6n (suelo, riego, planta, etc)D. Una excepci6n lo constituye<br />
el aporte de Vega, Magni y Fox (1957) quienes partieron de un correcto y meticuloso ensayo<br />
en blanco y tras 8 afios de ensayo obtuvieron una s6lida respuesta a la aplicaci6n de P, con<br />
aumentos de rendimientos entre 15,8% y 25,6% respecto at testigo al aplicar 70 y 140 kg P/<br />
ha respectivamente.<br />
De las contribuciones de la segunda etapa, se destacan los de Nijensohn et a (1961)<br />
y Oriolani et al (1971/75) ambos trabajando con Criolla sanjuanina en parral cuyano. Los<br />
Sesi6n IlM.<br />
Potasio en cultivos intensivos<br />
147
primeros no obtuvieron diferencias con los traramientos de P entre sf, pero sf de estos respecto<br />
al testigo y NK. El rendimiento miximo obtenido fue 229 qq/ha con N,OP 1 7 . Los segundos,<br />
a trav6s de un ensayo en bloques al azar con parcela dividida, evaluaron tres traramientos<br />
de umbrales de riego y 27 subtratamientos de un factoreal 33 de NPK. S61o frue significativo<br />
el efecto de la aplicaci6n de P en 1 o 2 dosis (250 y 500 kg/ha) Ilegando a obtener hasta 358<br />
qq/ha con N 2W P2W5W K 1. 3N<br />
En la tiltima etapa, Gonzalez et al (1994/2000) con la variedad Merlot implantada<br />
en una de las zonas ecol6gicamente mis aptas para a obtenci6n de vinos de calidad, comienzan<br />
a evaluar los efectos de la fertilizaci6n NP a] principio y NPK en los ciclos 1998/99 y<br />
1999/00 sobre aspectos cualitativos como: expresi6n vegetativa, peso y volumen de bayas,<br />
tenor azucarino en mosto y finalmente vino obtenido sometido a panel de degustadores.<br />
Un acierto a nuestro entender importante, fle cl bloqueo inicial del ensayo en funci6n<br />
de un indicador de vigor de las plantas como es el peso de poda invernal, y que se<br />
corrobor6 con el anilisis de suelo de cada una de las parcelas seleccionadas para conformar los<br />
bloques y cuyos resultados se expresan en el Cuadro 6.<br />
Cuadro 6. Anilisis ffsico-qufmico inicial del suelo por bloques (letras iguales en una<br />
misma columna indican que las medias no difierbn segOn Duncan p = 0,05)<br />
aa CeSMO Nt IPdlsp IKdisp<br />
Poda CE es M.0.Kds<br />
Boque (kg/pl) (dS/m) pH (mg/kg)<br />
S O,752 a 3.07a 7.57a 1.01 a 531 b 2.22a 68a<br />
II 0,657 b 2.24b 7.57a 0.86b 571 a 2.29a 55b<br />
III 0,568c 2.35b 7.71 b 0.81 b 518b 1.75b 45 c<br />
"IV 0,369 d 2.06b 7.6c 0.64c 472c 1.79b 39c<br />
Los requerimientos de N y P se calcularon de acuerdo a los anilisis de suelo del irea del<br />
ensayo (Gonzilez, 1992). Las dosis aplicadas son N. (sin aplicaci6n de N), N, (100 kg/ha de<br />
N), P 0 (sin aplicaci6n de P), P (50 kg/ha de P) y P2 (100 kg/ha de P). El N se incorpora en<br />
dos parcialidades, despu6s del cuaje y en poscosecha, y el P en una sola en poscosecha. Estos<br />
tratamientos se aplicaron durante los afios 1994 a 1998, posteriormente se dividieron las<br />
parcelas en dos subparcelas aplicando tratamientos de K 0 (sin aplicaci6n de K) y K 1 (175 kg<br />
K/ha).<br />
En la primera etapa de la investigaci6n, el efecto de l6 aplicaci6n de N influy6 en el<br />
crecimiento vegetativo produciendo diferencias significativas en los pesos de poda y el P en<br />
aumenros en la producci6n. El P fue el elemento fertilizante mAs relevante no s6lo por su<br />
Sesi6n III. Potasio en culivos intensivos<br />
148
efecto en la producci6n sino por el efecto en doble dosis en la calidad del vino, por el contrario<br />
la fertilizaci6n nitrogenada produjo efectos contraproducentes en la calidad del vino salvo<br />
en el caso en que estuvo acompafiada con doble dosis de P (Gonzalez et al., 1997, 2000 a).<br />
En la segunda etapa ensayando con NPK: N y P produjeron diferencias en la producci6n<br />
y desarrollo vegetativo expresado pot el peso de poda (Cuadro 7) y en el peso y volumen de<br />
baya pero no en el tenor azucarino (Cuadro 8). El K no produjo diferencias significativas en<br />
ninguno de esos aspectos (Gonzalez et al., 2000 b). Las pruebas de degustaci6n del vino<br />
obtenido adn no se han realizado.<br />
Cuadro 7.Efectos de bloques y fertilizaci6n NPK en la producci6n de uva cv Merlot<br />
(Gonzalez et al. 2000a)<br />
EFECTO DE BLOQUES<br />
Factor de Ciclo 1998/99 Ciclo 1999/00<br />
variaci6n Uva (kg/ha) Poda (kg/pl) Uva (kg/ha) Poda (kg/pl)<br />
Bloque I 16412 a 0,556 a 9079 a 0,548 a<br />
Bloque II 13675 b 0,418 b 7206 ab 0,481 ab<br />
Bloque III 12181 bc 0,400 b 6286 bc 0,435 bc<br />
Bloque IV 10256 c 0,354 b 46540 0,356 b<br />
EFECTO DE N<br />
Ni 14303 a 0,470 a 5712 a 0,483 a<br />
No 11960 b 0,394 b 7900 b 0,428a<br />
EFECTO DE P<br />
P 2 14957 a 0,492 a 8478 a 0,486 a<br />
P1 13472 a 0,418 b 7163 a 0,476a<br />
Po 11573 b 0,386 b 4778 b 0,406 a<br />
EFECTO DE K<br />
KI 13595 a 0,426 a 7230 a 0,467 a<br />
KO 12667 a 0,438 a 6382 a 0,443 a<br />
Sesi6n Il1. Porasio en cuitivos intensivos<br />
149
Cuadro 8. Efectos de bloques y fertilizaci6n NPK en el peso y volumen de baya<br />
(Gonzalez et al, 2000a)<br />
EFECTO DE BLOQUES<br />
aclo 1998/99<br />
Ciclo 1999/00<br />
Factor de<br />
variacidn<br />
Peso de<br />
200 granos<br />
Wg<br />
Volumen de<br />
200 granos<br />
(ML)<br />
Grdos<br />
Bx<br />
Peso de<br />
200 granos<br />
.(a)<br />
Volumen de<br />
200 granos<br />
(mL)<br />
Grados<br />
Brix<br />
Bb<br />
Bloque I 224.5 a 216.3 a 22.1 a 197.6 a 180.3 a 22.6 a<br />
Bloque I 229.1 a 226.1 a 21.6 a 196.4 a 179.9 a 22.5 a<br />
Bloque i1 231.6 a 228.0a 22.0a 176.7b 160.4 b 22.4 a<br />
Bloque IV 224.7 a 226.5 a 22.0 a 181,7 ab 171,3 ab 22,2 a<br />
EFECTO [E N .<br />
N 1 253,0 a 230,4 a 21.6 a 182.4 a 168.7 a 22.6 a<br />
278,7 b 253,3 b 22.2 a 193.8 b 177.2 a 22.3 a<br />
EFECTO DE P'.<br />
P 2 281,1 a 255,0 a 21.6 a 199.8 a 181.2 a 22.5 a<br />
P 1 267,6 ab 245,0 ab 21.9 a 194.1 a 178.6 a 22.5 a<br />
PO 248,9 b 225,6 b 22.2 a 170.4 b 159.1 b 22.3 a<br />
EFECTO DE K<br />
K1 225.2 a 220.9 a 21.8 a 187.6 a 174.7 a 22.2 a<br />
10 229.7 a 227.6 a 22.0 a 188.6 a 171.3 a 22.6 a<br />
Respecto del trabajo de relevamiento zonal, fue muy arduo y con interesantes conclusiones<br />
parciales (Gonzalez et al. 2000b). En este momento esti siendo sometido a un estudio de<br />
componentes principales dado [a abultada informaci6n reunida. La Figura 6 muestra las variaciones<br />
encontradas a lo largo de los afios en la concentraci6n foliar de K, P y de N-NO 3<br />
para las variedades finas Chardonnay, Cabernet Sauvignon y nuestro emblemitico Malbec.<br />
Se hace notar, que las 18 parcelas seleccionadas para este seguimiento dan origen a vinos<br />
considerados top para exportaci6n y que el manejo de la fertilizaci6n se ajust6 en funci6n de<br />
los resultados analfticos de suelo y foliates obtenidos en floraci6n cada afio.<br />
Sesi6n II. Potasio en culivos intensivos<br />
150
Figura 6. Contenido peciolar de potasio, f6sforo y nitratos en plena floraci6n en distintos<br />
ahos y variedades de vid. (Gonzilez et al., 2000b).<br />
25-0<br />
.....<br />
---- ---- ---<br />
------------------<br />
1i500 ..........<br />
z<br />
'000 .. .. . . . .. .<br />
5:00 500 .~~............ . . .. .<br />
3,0<br />
01.5 -......-..---<br />
...<br />
0.5.<br />
0.1<br />
0<br />
.0--,---------<br />
------ -<br />
Chrdonnay Cabelome S<br />
CuFyv.es d. vid<br />
Mabeck<br />
. ......... ...<br />
Chardomnay Cabeomet S.<br />
Cutivares de vid<br />
Malbeck<br />
OA - . .. .. . .......<br />
Chardomay Cabomet S. Malbeck<br />
Cutivaros de vid<br />
Sesi6n 111. Potmsio en cultivos intcnsivos<br />
151
Conclusiones<br />
MAs de 50 aflos de investigaciones locales en campo, no han demostrado una influencia<br />
significativa de la aplicaci6n de K en cuanto a rendimiento se refiere, excepto para<br />
casos de altas producciones y en combinaci6n con N y P No han sido explorados otros<br />
aspecios de calidad que no haya sido el tenor azucarino, 0 volumen y peso de baya. Es de<br />
esperar sin embargo, algunos efectos detrimenales a] menos en la obtenci6n de vinos de<br />
calidad (se han microvinificado y esperan ser evaluados los vinos de las temporadas 1999 y<br />
2000 correspondientes a Gonzalez et al 2000) y merecerfan ser ms evaluados los efectos<br />
sobre uva de mesa y pr'ducci6n de mosto.<br />
Por otro lado, la creciente instalaci6n de equipos de riego presurizados - s6lo con vid<br />
eii la provincia de Mendoza se pas6 de 1000 ha en 1997 a 13000 ha en el 2000, segin un<br />
relevamiento realizado por Vallone y Lipinski (in6dito), y la prictica de fertirriego, han provocado<br />
una demanda por parte del sector privado de pautas de manejo de esta dltima, adeudando<br />
el sector t6cnico-cientffico respuestas relacionadas a dosis y oportunidad de aplicaci6n<br />
de los distintos elementos en esta condici6n de absorci6n radical modificada respecto al riego<br />
gravitacional.<br />
Ademrs, tanto en riego superficial como en los sistemas de riegos localizados de alta<br />
frecuencia, se han evaluado localmente (Vallone, 1997a, 1997b; Ojeda, 1999; Perez Pefia,<br />
2000) e implementando a nivel comercial distintas estrategias de riego mundialmente conocidas<br />
que conducen a la obtenci6n de materia prima de calidad, como son las t6cnicas de RDI<br />
(Regulated Deficit Irrigation) o PRD (Partial Rootzone Drying). Poco se ha evaluado respecto<br />
a la relaci6n de estas estrategias de manejo con la absorci6n de nutrimentos. Vallone (1998)<br />
determin6 que las concentraciones de N, P y K en peciolos de vides no fertilizadas sometidas<br />
a estr6s fueron significativamente superiores al de las plantas con buena disponibilidad h1drica,<br />
pero no evalu6 en fruto o el vino el tenor de esos elementos.<br />
En conclusi6n, los temas relacionados sobre todo con calidad de materia prima y<br />
producto, son los que sustentan la necesidad de nuevas investigaciones en lo referente a<br />
fertilizaci6n potisica en vid.<br />
BIBLIOGRAFfA<br />
Amerine, M.A.; Berg, H.W.; Kunkee, R.E.; Cruess, W.V.; Ough, C.S., Singleton, V.L. and<br />
A.D. Webb. 1980. AVI Publications Co. Inc. Westport. CN.<br />
Avagnina, M.C. y L. Nijensohn. 1980. Informe Cientffico y Tdcnico No 22 del Instituto de<br />
Suelos y Riego - UNCuyo. 16 p.<br />
Champagnol, F. 1978. Progr6s agric. Vitic. 95: 432-440.<br />
Champagnol, F. 1984. Obra editada por el autor. 350 p.<br />
Christensen, P. 1975. Am. J. Enol. Vitic. 26: 179-83.<br />
Conradie,W.J. 1980. S.Afr.J.Enol.Vitic. 1: 59-65.<br />
Conradie,W.J. 1981. S.Afr.J.Eno.Vitic. 2: 7-13.<br />
Conradie, W.J. and D. Saayman. Am. J. Enol. Vitic. Vol 40 (2): 85-90.<br />
Sesi6n 1I1. Potasio en cultivos intensivos<br />
152
Conradie, W.J. and D. Saayman. Am. J. Enol. Vitic. Vol 40 (2): 91-99.<br />
Etoumeaud, F. 1996. Report of the SCPA Agronomic Research Centre (France). Distributed<br />
by BASF New Zealand.<br />
Fregoni, M. 1999. Viticoltura di qualitA. Edizioni I'Informatore Agrario S.R.L. Verona, Italia.<br />
Gonz6lez, M. L y. O.C. Pizarro. 1970. Vinos y Vifias. Aio LXVII Octubre de 1970 pdg 21.<br />
Gonzdlez, M.L; Quiroga, M.E. Hudson, R. y Vallone R. 1993. ResOmenes del XIV Congreso<br />
A.A.C.S.<br />
Gonzdlez, M.; Vallone, R.C.; Hudson, R.; Catania, C.; Avagnina , S.; Perez Pei1a, J.;<br />
Ojeda, H.; Maffei, J. y S. Cuccia. 1997. VII Congresso Brasileiro de Viticultura e<br />
Enologia. Bento Goncalves, 25 al 27 de setiembre, pag. 43.<br />
Gonz6lez, M.L., Vallone, R.; Hudson, R. Catania, R.; Avagnina, M.; A. Vigil (2000a).<br />
Informe Plan 0750 E.E.A. Mendoza INTA.<br />
Gonzdlez, M.L.; Vallone, R.; Hudson, R. Catania, R.; Avagnina, M.; y A. Vigil (2000b).<br />
Informe Plan 0751 E.E.A. Mendoza INTA.<br />
Hepner, Y. and B. Bravdo. 1985. Am. J. Enol. Vitic. 36 (2): 140-147.<br />
IDR-INTA. 1999. Caracterizaci6n de la cadena agroalimentaria vitivinfcola de la Provincia<br />
de Mendoza. Mendoza, Argentina.<br />
Kliewer, W.M.; Freeman, B.M. and C. Hossom. 1983. Am. J. Enol. Vitic. 34: 186-196.<br />
Lafon, J. ; Couillaud, P.; Gay-Bellile, F. & L6vy, J.F. 1965. Vignes & Vins 140: 17-21.<br />
L6vy, J.F.; Chaler, G.; Camhaji, E. & HLco, C. 1972. Vignes & Vins 212: 21-25.<br />
L6hnertz, a. 1991. <strong>International</strong> Symposium on Nitrogen in Grapes and Wine: 1-11.<br />
Mattick, L.R.; Shaulis, N.J. and J.C. Moyer. 1972. Am. J. Enol. Vitic. 23: 26-30.<br />
Morris, J.R.; Cawthon, D.L. and J. W. Fleming. 1980. Am. J. Enol. Vitic. Vol 31 (4): 323-<br />
328.<br />
Mullins; M.G.; Bouquet, A. y L. Williams. 1992. Biology of the grapevine. Cambridge<br />
University Press. 239 p.<br />
Nijensohn, L. 0. Avellaneda, 0. C. Pizarro y F. S. Olmos. 1970. Revista de la Facultad de<br />
Ciencias Agrarias. Tomo XVI (1-2): 3-18.<br />
Obbink, J. G.; Alexander, D. McE and J.V. Possingham. 1973. Vitis 12: 207-213.<br />
Ojeda H. 1999. <strong>The</strong>se de doctorat, Ecole Nationale Sup6rieure Agronomique de<br />
Montpellier, Francia, 101 p.<br />
Oriolani, M.J.C., O.C. Pizarro, M.L. Gonzdlez, R. Bagini, M. E. Quiroga de Oriolani R.<br />
Hudson y R. Lecuona. (In6dito)<br />
Perez Pefia, J.E. 2000. Tesis de Maestrfa en Riego y Drenaje, Universidad nacional de<br />
Cuyo, Argentina.<br />
Pizarro, 0. C.; Braun, R. H.; Oriolani, M.J.C.; Nazrala, M.; Martinez, H. e I. Torriglia<br />
(in6dito).<br />
Renquist, R. and J. Reid. 2000. <strong>The</strong> Australian Grapegrower & Winemaker NO 442: 32 -<br />
36.<br />
Ruhl, E.H.; Fuda, A-P. y M.T. Treeby. 1992. Austr. J. of Experimental Agriculture, 32: 645-<br />
649.<br />
Somers, TC. In search of quality red wines. Food. Technol. Aust. 27: 49-56.<br />
Vallone, R. 1996. Nitr6geno en vid. Jornadas de fertilizaci6n de cultivos - Plan Fertilizar<br />
INTA, Mendoza, 31 p.<br />
Vallone, R. 1997. XXII Congrds de la Vigne et du Vin ler au 5 d6cembre, Buenos Aires,<br />
Argentina, 14 p.<br />
Sesi6n 111.<br />
Potasio en culfivos intensivos<br />
153
Vallone, R. 1997. XXII Congr6s de la Vigne et du Vin ler au 5 d6cembre, Buenos Aires,<br />
Argentina, 14 p.<br />
Vallone, R. 1998. Tesis de Maestria en Riego y Drenaje- Universidad Nacional de Cuyo,<br />
130 p.<br />
Vega, J.; C.J. Magni y J.M. Fox. 1957. IDIA NQ118: 19-31.<br />
Vega, J.; Alcalde, A.; Cinta, W.; Nazrala, M.; Martinez; H.; Laborde, L.; Pizarro, 0. y R.<br />
Braun (in6dito).<br />
Wermelinger, B and W. Koblet. 1990. Vitis 29: 15-26.<br />
Williams, L,E. 1987a. J.Amer.Soc.Hort.Sci. 112:325-30.<br />
Williams, L.E.; Biscay, P.J. y Smith, R.J. 1987. Amer.J.Enol.Vitic. 38:287-92.<br />
Williams, L:E: y Smith R:J: 1985. J. Amer. Soc. Hor. Sci. 110: 846-50.<br />
Williams L.E. and M.A. Matthews. 1990. Agronomy Monograph NO 30. ASA-CSSA-SSSA,<br />
Madison, USA: 1019-1055.<br />
Sesi6n Il1. Potasio en cultivos intensivos<br />
154
EFECTOS DEL POTASIO SOBRE EL RENDIMIENTO<br />
Y LA CALIDAD EN EL LIMONERO*<br />
Miguel Angel Garcia'; Maria A. Correa; Hillel Magen 3 ; Alejandro Alvarez'<br />
RESUMEN<br />
'ERA INTA. Famaild. magarcia@inta.gov.ar<br />
2 EEA INTA Famailld. macorrea@inta.gov.ar<br />
3 Dead Sea Works Ldt. <strong>Potash</strong> House, Israel maken@dsw.co.il<br />
4 EEA INTA Famailld,. aalvarez@inta.gov.ar<br />
El crecimiento y la productividad de los cftricos no responde al potasio dentro de<br />
un amplio rango de contenido foliar solo la deficiencia severa puede ocasionarp6rdidas<br />
importantes de producciOn por la cafda prematura de frutos. Incrementos productivos<br />
por dosis crecientes de potasio van ligados a la interaccidn con nitr6geno. Tanto la deficiencia<br />
como el exceso.de potasio, afectan la calidad de los frutos. Algunos problemas<br />
fisiol6gicos, dahos por heladas, sequfas y enfermedades de postcosecha se incrementan<br />
con la deficiencia. En general, los stntomas de deficiencias o excesos de potasio a campo<br />
no son definidos. El presente trabajo muestra los resultados preliminares de un ensayo<br />
quo compara dosis de nitr6geno (60, 90 y 120 gr por arlo y por aro de vida de la<br />
planta) y potasio (0, 105, 135 y 160 gr de 1(20) en una quinta joven de limonero, apficados<br />
por fertirrigaci6n en FamaillA, Tucumin, en un suelo cuyo contenido promedio de<br />
potasio es de 0,85%. El ensayo tiene 12 ttatamientos en dise/o factorial con 4 reiteraciones<br />
y 8 plantas por parcela. Se determinan: nutrientes en hojas yen suelo, productividad<br />
y calidad de fruta. En los dos ahos do evaluaci6n, los resultados muestran diferencias<br />
significativas de productividad expresada en peso o en n)mero de frutos entre las dosis<br />
extremas de nitr6geno. Se observa una tendencia de productividad creciente con el incremento<br />
de la dosis de potasio, pero no se han encontrado diferencias estadisticas<br />
entre dosis. No se han encontrado diferencias en los atributos de calidad de las frutas en<br />
ninguna de las dos cosechas realizadas; en la cosecha de 2001 hay una tendencia creciente<br />
del contenido de jugo y de vitamina C, con el incremento de la dosis de potasio.<br />
* Trabajo financiado por el INTA, el Instituto Intemacional de la Potasa y el FONCyT.<br />
Sesi6n 11. Potasio en cultivos intensivos<br />
155
EFFECT OF POTASSIUM ON YIELD AND QUALITY OF LEMMON<br />
FRUITS<br />
Potassium has no incidence on grow and yield of citrus in a wide range of foliar<br />
content. Severe deficiences of potassium can produce early fruit drop and so important<br />
lost productivity. Increased dosis of potassiun, correlated with nitrogen can rise yields.<br />
Deficience or excess of potassium can affect fruit quality. Fisiological abnomalities, frost<br />
damage, water stress and postharvest diseases are increased bypotassiunm deficience.<br />
Field symptoms of defficience or excess of potassium, are not clear. This paper shows<br />
preliminary results of an experience that compare nitrogen dosis (60, 90 y 120 gr1year)<br />
and potassium (0, 105, 135 y 160 gr K201year), in young lemon plants. Nutrients are<br />
aplied by fertigation. <strong>The</strong> assay is located in Famaillc, Tucumjn. Soil content 0,85% of K<br />
Experimental design is in randomized blocks with 12 treatments, 4 replications and 8<br />
planta per plot. Results of two years show statistical differences on weight and number of<br />
fruits between extreme dosis o nitogen. Productivity shows increassing tendence with<br />
potassium dosis, but not statistical differences. Diferences in fruits quality where no found<br />
in two harvest. In 2001 harvest there is a increase tendence of juce, total solid solubles<br />
and Vitamin C content, with potassium dosis.<br />
Introducci6n<br />
Produccidn mundial de citricos<br />
Se denominan cftricos a las especies de los g6neros Citrus, Fortunella y Poncirus. Se<br />
cultivan para la obtenci6n de frutos que se destinan al consumo fresco o la industria, q9e<br />
extrae jugos, aceites esenciales, aromas y pectinas, utilizados en la fabricaci6n de alimentos,<br />
firmacos y perfumes.<br />
Segtin FAO, en 1999, existfan 7,3 millones de ha con cfitricos en cl mundo. El 52%<br />
de naranjos, 23% de mandarinos, 11% de limoneros y limeros, 5% con pomelos y el resto<br />
con otros citricos.<br />
La producci6n mundial de cftricos en el aflo 2000 super6 las 98,3 millones de t, de<br />
las que 63 % fueron naranjas, 18 % mandarinas, 10 % limones y limas y 5 % pomelos.<br />
El resto corresponde a otros citricos. Brasil y EEUU, concentran mis del 30% de la producci6n.<br />
Los citricos estin dispersos en los cinco continentes, concentrados entre los 20 ° y los<br />
43 ° de latitud norte (China, Estados Unidos, Mediterrineo, Jap6n) y entre 200 y los 400 de<br />
latitud sur (Brasil, Argentina, Sudiftica y Australia). En latitudes mayores las bajas temperaturas<br />
limitan el cultivo. Por debajo de los 200 el l(mite lo imponen las precipitaciones d6biles<br />
y las temperaturas elevadas (22).<br />
Sesi6n III. Potasio en cultivos intensivos<br />
156
Caracterizacidn de los cftricos<br />
Los dtricos se distinguen pot algunas caracterfsticas fisiol6gicas, morfol6gicas y que<br />
determinan sus hibitos de crecimiento, cl manejo del riego y la nutrici6n; entre ellas:<br />
a.- Tienen follaje persistente y carecen de reposo invernal. Esto significa una permanente<br />
exigencia de agua y nutrientes, aun cuando las necesidades pueden variar<br />
a lo largo del afio, (29).<br />
b.- El requerimiento hfdrico supera los 1100 mm/afio. Como la mayoria de las zonas<br />
citrfcolas del mundo no alcanzan esa precipitaci6n, mis del 60% de la superficie<br />
se cultiva bajo riego (25).<br />
c.- Son sensibles a las bajas temperaturas. Se cultivan en climas tropicales y<br />
subtropicales. Su cero vital es de 12,5 0 C. En general, brotes, flores y frutos<br />
pequefios, pueden sufrir dafios pot heladas con temperaturas de -20 C. Pero,<br />
dependiendo del estado de la planta y de la duraci6n de las temperaturas bajo<br />
cero, los tejidos pueden tolerar hasta -70 C.<br />
d.- Normalmente tienen tres flujos de crecimiento vegetativo al afio. El primero en<br />
primavera (julio a octubre en cl hemisferio sur). El segundo a principios del<br />
verano (diciembre - enero) y el tercero, de fines de verano a principios de otofio<br />
(febrero - abril). En todas las especies, el flujo primaveral va acompafiado pot la<br />
floraci6n. Los limoneros y algunas limas, ademIs tienen floraci6n con cada flujo<br />
de crecimiento (23), (27).<br />
e.- En el cultivo comercial, los cftricos se multiplican por medio del injerto sobre un<br />
pie o portainjerto. Como producto de 6sta prictica, en la planta conviven en<br />
forma simbi6tica dos variedades o especies con exigencias propias, lo que genera<br />
una serie de interacciones fisiol6gicas y de comportamiento (24).<br />
f.- Las raices de los cftricos carecen de pelos radicales, son escasos o muy cortos. En<br />
consecuencia, el sistema radicular explora capas superficiales, ricas en oxfgeno y<br />
en nutrientes ficilmente disponibles. Pot esa raz6n, el mejor sistema de cultivo<br />
en la mayorfa de los suelos es el control de malezas sin remoci6n en el vuelo de<br />
la copa y el mantenimiento de cobertura vegetal en los espacios entre las plantas<br />
(24).<br />
Importancia delpotasio en los citricos<br />
El elemento dominante en la porci6n vegetativa de los cftricos es el Ca, seguido por<br />
el N y cl K, (Tabla 1). Este representa del 10 al 16 % de las cenizas de los tejidos vegetativos<br />
(29).<br />
Sesi6n III. Pocasio en cuttivos intensivos<br />
157
Tabla 1. Composici6n mineral media de la parte vegetativa de los ctricos.<br />
ORGANO CONTENIDO EN LAMATERIA SECA<br />
N P K Ca Mg<br />
........... .... ......... %l .............................<br />
HOJAS 2.22 0.18 1.31 4.20 0.25<br />
RAMAS 1.02 0.17 0.75 1.82 0.28<br />
TRONCOS 0.40 0.07 0.21 0.51 0.07<br />
RAICES 0.82 - 0.28 0.70 0.05<br />
[Seg6in Chapman y Kelley citado por KAmpfer (29)]<br />
El K es el elemento predominante en el fruto (Tabla 2). Influye en forma decisiva<br />
sobre su crecimiento (41). Mientras en las hojas el concenido de K representa el 29% del<br />
contenido de N, en los frutos la relaci6n es del 170%.<br />
Tabla 2. Contenido medio de N, P y K en la materia seca de hojas y frutos c[tricos<br />
ORGANO CONTENIDO EN LA MATERIA SECA<br />
N P K RELAC16N N/K<br />
HOJAS 2,450 0.130 0.710 2,89<br />
FRUTOS 0.149 0.055 0.249 16,7<br />
RELACION HOJA FRUTO 16.44 2.36 2.85<br />
[Tornado de Uexklll (43)]<br />
a Desde el punto de vista de la nutrici6n humana, los cftricos presentan una ventajosa<br />
relaci6n entre K y sodio (Na), y un elevado contenido de K en trminos absolutos (Tabla 3).<br />
De este modo, los cftricos son recomendados para integrar dietas de bajo contenido de Na.<br />
Tabla 3. Contenido de elementos minerales en frutos cftricos.<br />
PRoDUCTO Miligramos cada 100 gr<br />
K Na Ca Mg Fe P S Cl<br />
Pulpa de naranja 570 1.0 40 15 0.4 80 20 4<br />
Jugo de naranja 540 0.5 33 11 0.4 25 8 4<br />
Pulpa de pomelo 200 0.5 20 10 0.4 50 20 3<br />
Jugo de pomelo 140 0.4 15 8 0.4 30 15 2<br />
Jugo de lim6n 450 2.0 50 9 0.4 20 9 4<br />
[Tornado de Kdmpfer (30)]<br />
Sesidn 111. Potasio en cultivos intensivos<br />
158
Funciones del K en los ctricos<br />
El K tiene poc efecto sobre cl crecimiento vegetativo de Ins cftricos, sin embargo, es<br />
necesario para regular cl equilibrio i6nico en la cMlula y para que la fruta alcance cl tamafio<br />
adecuado y tenga la corteza de un espesor regular (12).<br />
Efectos del Ksobre el crecimiento<br />
El crecimiento de los cftricos no responde al K dentro de un amplio rango de contenido<br />
foliar, se ha comprobado que el K riene poco efecto sobre el crecimiento de los cftricos<br />
cuando se encuentra en la hoja en niveles de 0,35 aI 2% (12).<br />
Las plantas deficientes de K son mds sensibles a heladas y a la falta de agua.<br />
Efectos del Ksobre laproduccidn<br />
La respuesta productiva de los cftricos al K es escasa y en general, solo es posible<br />
detectarla en experiencias de yarios afios. Si la deficiencia es severa puede ocasionar p6rdidas<br />
importantes de producci6n pot la cafda prematura de los frutos. Se ha comprobado que los<br />
incrementos productivos debidos a dosis crecientes de K van ligados a la interacci6n con N.<br />
Los incrementos productivos debidos a la influencia del K son debidos al aumento<br />
de los kilos por rbol y al aumento del tamafio de los frutos. Es probable que el aumento de<br />
los rendimientos debidos al potasio tambi6n est6n asociados a una menor caida de fruros<br />
pequefios (11). El K tiene influencia sobre el aumento de la producci6n (kg de frutos), pero<br />
la incidencia estA correlacion'ada con la adici6n de N, lo mismo que el incremento del ramaflo<br />
(16), (19). Aumentos de rendimiento fueron citados para limoneros (Aldrich y Coony 1952),<br />
(28) y niranja Valencia (19)<br />
En California, fue comprobado el incremento pr6ductivo en limonero en tratamientos<br />
con K acompafiado pot nitr6geno o por N y P Con dosis tie 4,5 kg de K20 por irbol el<br />
rendimiento creci6 en mis del 50% sobre plantas no fertilizadas. En Florida, se comprob6<br />
que dosis de 1,250 gr de K20 por planta incrementaron el rendimiento hasta un 120% si la<br />
relaci6n N/K era de 1/1,6 (10).<br />
En Sudifrica se ha comprobado el descenso de los contenidos de K a lo largo del<br />
tiernpo y un aumento de la respuesta productiva a la fertilizaci6n potisica en naranjo Valencia,<br />
con dosis de 0,960 kg de sulato de K pot planta.<br />
En algunos casos, los incrementos productivos debido al K no Ilegan a ser significativos<br />
o solo alcanzanfsignificancia luego de varios afios de experiencias. No siempre el aumento<br />
de K en el suelo o en las hojas dan como resultado mayor producci6n (20). En San Pablo<br />
(Brasil), no se obtuvieron repuestas de rendimientos hasta luego de 8 o 9afios de aplicaciones,<br />
de K. Posiblemente el contenito de K intercambiable original en los suclos (0,29%) fue<br />
Sesi6n Ill. Po[asio en cultivos intensivos<br />
159
suficiente para proveer las necesidades de las plantas j6venes. Sin embargo tampoca se obtu-'<br />
vieron respuestas en plantas de vivero en un suelo con menor contenido (0,15%). En ese caso<br />
sugiere que el tiempo de la experiencia fiie demasiado corto como para que se manifiesten<br />
.respuestas (38).<br />
Salvo alguna informaci6n aislada (29), (39), en general, los autores no mencionan el<br />
beneficio econ6mico debido al aumento de la producci6n provocado por el K. Algunos facto-'<br />
res relativizan la importancia de la fertilizaci6n potisica en los cftricos, como el escaso significado<br />
de los incrementos productivos, el prolongado perfodo necesario para obtener respuesta<br />
y la relativa baja incidencia del K, comparado con el N y cl P, como se deduce de muchas de<br />
las experiencias realizadas, donde la respuesta productiva del K estA estrechamente relacionada<br />
y condicionada a la aplicaci6n de los orros dos nutrientes.<br />
Dado que en los suelos de Tucumin la dispanibilidad de K es adecuada, hasta el<br />
presente no se ha comprobado respuesta de la producci6n nide la calidad (3), (4), (5), (24).<br />
Sin embargo ban sido determinada la influencia del K sobre la calidad industrial de los frutos<br />
de lim6n (41).<br />
Efectos delpotasio sobre la calidad de losfrutos<br />
El efecto mis importante del K en los ctricos es sobre la calidad de los frumas. Tanto<br />
la deficiencia, como el exceso pueden afecta la calidad. El K se dncuentra en alto contenido en<br />
los frutos cftricos, pero los excesos pueden ocasionar mala calidad por la rugosidad y espesor<br />
de la correza, bajo contenido de jugo y color pobre. La deficiencia causa fruos de ciscara fina,<br />
bien coloreados, pero muy pequefios (20).<br />
En general, los niveles bajos de K producen frutos de tamafio pequefio y de ciscara<br />
muy delgada, lo que predispone a la rotura y sensibilidad durante el manipuleo y el almacenamiento<br />
(12). Estudios realizados en medios de cultivo demostraron que la deficiencia de K<br />
dan como resultado frutos de menor tamafio (11), lo que se correlaciona con experiencias a<br />
campo, donde la aplicaci6n de K provoc6 incrementos del tamafio de naranjas en plantas<br />
adultas (28), habi6ndose encontrado correlaci6n positiva entre los contenidos de K en hojas<br />
y suelo y el diAmetro de los frutos (19). Opazo y Razeto (citados por Palma) informan incrementos<br />
en el peso medio y en el diimetro de los fruros de naranja Valencia luego de la<br />
fertilizaci6n con nitrato y cloruro de K.<br />
El incremento del nivel foliar de K de 0,3 a 2% en hojas de 4 a 7 meses de edad, tiene<br />
un efecto negativo sobre la calidad de los frutos de naranja, al aumentar exageradamente su<br />
dicmetro, a la vez que la correza se torna gruesa y rugosa y.disminuye el contenido de jugo y<br />
en consecuencia el rendimiento de s6lidos solubles por hectlrea (11), (15), 16). Ese efecto<br />
tambi6n frue comprobado para pomelos. Sin embargo, en limones el resultado es totalmente<br />
opuesto, ya que el aumento de K produce una piel ms fina y un mayor contenido de jugo. Se<br />
ha sugerido que tanto en niveles foliares deficientes, como en niveles altos, el suministro de K<br />
provoca un mejoramiento de la calidad de los limones (16), lo que ha Ilevado a incrementar<br />
Sesi6n 111. Potasio en cultivosi ntensivos<br />
160
la fertilizaci6n potdsica en Sicilia (10). Calvert, citado por Cohen (10) evalu6 el efecto de<br />
diversas dosis de N, K y Mg en naranjos y comprob6 que el aumento de niveles de K produjo<br />
frutos de mayor tamafio, con un mayor contenido de Acidos, pero que disminuy6 la relaci6n<br />
entre grados brix y cantidad de Acidos.<br />
La acidez se incrementa en forma fuerte y estable al aumentar los niveles de K; sin<br />
embargo, al incrementarse el tamafho de los frutos, el rendimiento por tonelada tiende a<br />
disminuir. Debe renerse en cuenta que el contenido absoluto de cidos y de s6lidos solubles<br />
en el jugo se incrementa con el aumento de los niveles de K (29). Esto incide en incrementos<br />
del rendimiento de Acidos, si se comparan frutos del mismo tamafio.<br />
La mayoria de los antecedentes sefialan un efecto positivo del K sobre ei contenido<br />
de vitamina C (4cido asc6rbico) del jugo de los cftricos (10), (29)<br />
Algunos problemas fisiol6gicos de los citricos se atribuyen a la deficiencia de K,<br />
como el splitting (rajado de los frutos) y el creassing (defectos en el albedo), que afectan la<br />
calidad y la construcci6n de los frutos. Este problema estA asociado con la relaci6n entre Ca/<br />
K+Mg, cuando hay deficiencias de K y excesos de Ca. La aplicaci6n de K tanto al suelo como<br />
por via foliar, produce un incremento de K foliar y una reducci6n del creasing. Al igual que<br />
con otros atributos de calidad y con el rendimiento, se obtiene mejor control del creasing,<br />
con la combinaci6n de K y N.<br />
Los frutos proveniente de plantas deficientes de K son mAs sensibles a agunas enfermedades<br />
en postcosecha, como podredumbre peduncular y moho verde (20), habidndose<br />
encontrado una mayor capacidad de conservaci6n en frutos provenientes de parcelas ferrilizadas<br />
con K (29), 39).<br />
Sintomatolog a<br />
En general los sfntomas de deficiencias o excesos que se presentan en condiciones de<br />
campo, son variables y poco caracteristicos. Estos se conocen a trav6s de ensayos bajo condiciones<br />
controladas. En muchos casos, el anAlisis foliar es la dnica via para determinar la<br />
deficiencia.<br />
Sntomas de deficiencia<br />
La fruta, ademAs de pequefia, presenta su ciscara mls lisa y delgada que lo normal<br />
(36), (37), siendo 6ste el primer indicio a6n con una leve deficiencia. A medida que es mAs<br />
severa la piel del fruto se hace mAs gruesa y tiende a separarse del mesocarpio (10).<br />
Cuando la deficiencia avanza, las hojas j6venes son de menor tamafio que las normales,<br />
onduladas, con la limina de mayor espesor y los v6rtices curvados (36). Finalmente pueden<br />
aparecer manchas pardas, amarillas y aun sectores necrosados y con excrecencias gomosas.<br />
En deficiencias agudas, hay defoliaci6n y muerte de brotes j6venes (10).<br />
Sesi6n Il1. Porasio en cultivos intensivos<br />
161
En suelos con elevados contenidos de potasio la absorci6n de magnesio tiende a ser<br />
menor y presentarse sfntomas caracterfsticos de su deficiencia (37).<br />
Sintomas de exceso<br />
El exceso de fertilizaci6n con potasio en naranjo Valencia produce frutos grandes,<br />
rugosos y pobremente coloreados. En pomelo ademis, el contenido de acidez es muy elevado<br />
(37).<br />
Niveles foliares de potasio<br />
El nivel de potasio 6primo en las hojas de brotes sin frutos de naranjo Valencia es de<br />
4 a 5,3 g/kg (35).<br />
En Florida, se ha determinado que el nivel satisfactorio estA en el rango de 1,2 a 1,7%<br />
de potasio en hoja. Si los frutos se presentan excesivamente grandes y con alto nivel de acidez,<br />
se recomienda tender al valor inferior. Por el contrario, con una producci6n de frutos muy<br />
pequefios y bajos niveles de acid6z la recqmendaci6n indica subir el contenido de potasio<br />
hasta valores pr6ximos a 1,7% (37).<br />
Diversos autores han estudiado los niveles foliares de potasio en los cftricos. Todos<br />
coinciden en utilizar como muestras hojas de 6 a 7 meses de la floraci6n primaveral; sin<br />
embargo algunos aconsejan utilizar ramas sin frutos y otros con frutos terminales. Los resultados<br />
son diferentes, ya que las hojas provenientes de ramas con fruto poseen un contenido<br />
menor de potasio. La tabla 4 muestra algunos ejemplos de valores sugeridos.<br />
Tabla 4. Valores de potasio foliar determinados por diversos autores<br />
ESPECIE TPO DE % DE POTASIO EN MATERIA SECA AUTOR<br />
RAMA<br />
NVEL NIVEL NIVM NVEL NVa<br />
DEFICIENTE BM0 &T ALTO EXCESVO<br />
Naranjo Confruto 2.50 Chapman and Brown (1950)<br />
Naranjo Sin fruto '0.6 0.7-1.10 1.2-1.7 1.8-2.3 >2.40 Reuther et. a (1950)<br />
General Confruto 2.4 Chapman (1960)<br />
No menciona Sin fruto 2.4 Smrith (1966)<br />
General Sinfruto 2.3 Embleton et. al. (1973)<br />
Mandarinos - naranjos Sin Iruto 1.3 Legaz y Primo Millo (1998)<br />
Satsuma Sin ruto 1.15 Legaz y Primo Millo (1998)<br />
No menciona No menc. 1.5 Gim6nez Montesionos(1990<br />
Clementinas Con fruto - -- 0.75-0.8 - - Guardiola (1994)<br />
Clementinas Sin fruto - - 0.85.1.0 -- - Guardiola (1994)<br />
Naveal No men. - - 1.0-1.7 - - Guardiola (1994)<br />
General Sin Ito 2.4 Emer et. al. (1999)<br />
Sesi6n 111. Porasio en cultivos intensivos<br />
162
Correccid6n de las deficiencias de potasio<br />
En Florida la correcci6n de deficiencias se realiza con cloruro o sulfato de potasio,<br />
habi6ndose comprobado que no hay diferencias de respuesta entre las distintas fuentes (29).<br />
En esa zona citricola se aconseja una dosis media de 160 gr de K20 al inicio de la temporada<br />
de crecimieato y de 120 gr at final. En suelos arenosos, se recomienda una dosis IA superior<br />
(37).<br />
El contenido foliar de K en los cftricos puede incrementarse en forma apreciable<br />
mediante a aplicaci6n foliar de nitrato de K; sin embargo, el nivel de K se reduce luego de las<br />
3 - 4 semanas de la aplicaci6n (8).<br />
Experiencia realizada<br />
El presente irabajo muestra los resultados preliminares de un ensayo realizado en<br />
Tucumin que tiene pot objetivo ajustar las dosis de nitr6geno y potasio en una quinta joven<br />
de limonero aplicados por fertirrigaci6n. Tucumin produce 1,1 millones de toneladas de<br />
lim6n, de las que 0.8 de destinan a la industria, 0.2 a [a exportaci6n y el resto al mercado<br />
interno. Produce ademis 60.000 t naranjas, 15.000 t de pomelos y 10.000 t de mandarinas.<br />
Los suelos citrfcolas tienen un pH de 5,8 a 6,8, con un contenido de potasio de 2 a 2,5 % en<br />
la fracci6n de intercambio. En esas condiciones no se ha determinado respuesta a la fertilizaci6n<br />
podsica.<br />
Materiales y m6todos<br />
En 1999 se instal6 un ensayo de fertirrigaci6n en un lote de limonero (Citus limon<br />
Burm) injertado sobre Citrumelo Swingle (Citrusparadisi x Poncirus trifoliata) de 3 afios de<br />
edad, implantado en rectingulo a 5 m entre plantas x 8 m entre filas. El ensayo esti ubicado<br />
en la Estaci6n Experimental Agropecuaria del INTA en Famailli, Tucumin.<br />
Las precipitaciones del lugar tienen r6gimen monz6nico (80% de las Iluvias de octubre<br />
a abril) con promedio anual durante los 6ltimos 24 afios de 1281,1 mm. La temperatura<br />
media anual es de 190 C.<br />
El ensayo se implant6 en un suelo de textura franco a franco limosa, con algunos<br />
manchones franco arenosos. El pH promedio es de 6,48, con extremos de 6,39 y 6,59. El<br />
contenido de materia orginica varfa entre 0,6 y 1,6%. El contenido original de nitr6geno<br />
entre 0,04 y 0,08. El de f6sforo es de 18,17 ppm, con extremos de 11,6 y 26 ppm. El contenido<br />
promedio de porasio es de 0,87 meq/100 gr con extremos de 0,75 y 1,05.<br />
- El ensayo tiene 12 tratamientos que combinan tres dosis de nitr6geno elemental<br />
(60, 90 y 120 gr por afio y por afio de vida de la planra) y cuatro dosis de potasio (0, 105, 135<br />
y 160 gr de (20 por afio y por afio de vida de la planta) arreglados en un diseio factorial con<br />
cuatro reiteraciones y 8 plantas pot parcela.<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cultivos intensivos<br />
163
La fertirrigaci6n se aplica con un equipo de riego por goteo con una Ifnea por fila,<br />
con goteros de 4 l/hora distanciados a I metro. La fertilizaci6n se distribuye desde el 15 de<br />
julio al 15 de diciembre. La frecuencia y limina de riego se ajusta con las lecturas de dos<br />
juegos de tensi6metros instalados en el terreno y los clculos de la cvapotranspiraci6n de<br />
tanque.<br />
Las determinaciones que se realizan son:<br />
o Nutrientes en hojas, mediante muestreo en diciembre sobre hojas de la brotaci6n primaveral<br />
tomadas de ramas con frutos.<br />
o Nutrientes en suelo: por muestreo anual en primavera a tres profundidades (30, 60 y 90<br />
cm).<br />
o Productividad: se expresa en kilos, nmero de frutos por planta y eficiencia productiva<br />
(n6rmero de frutos/metro de copa). Se realizan tres cosechas por afio.<br />
o Calidad de Fruta: sobre la cosecha invernal se determinan: peso individual, diAmetro<br />
ecuatorial, espesor de cscara, contenido dejugo, de aceire esencial (por unidad de superficie<br />
y por tonelada), de Acido y s6lidos solubles (pot unidad y pot tonelada) y de vitamina<br />
C.<br />
Los datos obtenidos se someten al anilisis de la varianza y al test de rango mdltiple de<br />
Duncan.<br />
Resultados<br />
En los dos afios de evaluaci6n, los resultados muestran diferencias significativas de<br />
productividad expresada en kilos o en ndmero de frutos entre las dosis extremas de nitr6geno<br />
(60 versus 120 gr.). Pese a que se observa una rendencia creciente en la productividad con el<br />
incremento de la dosis de potasio, no se han encontrado diferencias estadfsticas entre los<br />
valores obtenidos (Tabla 5).<br />
Sesi6n Il. Potasio en cultivos intensivos<br />
164
Tabla 5. Productividad y calidad de fruta de limonero Limoneira 8-A/Citrumelo Swingle<br />
con distintas dosis de nitr6geno y potasio en FamaillM, Tucum6n.<br />
TRATAMIENTOS PESO ESPESOR SOLIDOS<br />
gr/afiolafio edad PRODUCTIVIDAD FRUTA CASCARA JUGO ACIDOS SOLUBLES VITAMINAC<br />
N K Kg fruta gr (mm) (%) (%) (%) gr/1Occ<br />
60 0 171.05 213,0 6.27 34,4 59,05 6,30 7,02<br />
90 0 232.12 208,1 6,40 35,4 52,58 5,93 6,94<br />
120 0 269.29 206,4 6,34 35.7 53,55 6,11 6.92<br />
60 105 227.89 214.3 6,54 35,7 54.23 6,31 6,92<br />
90 105 245.92 217,9 6,25 35,3 56,21 5.95 7,04<br />
120 105 288.48 206,2 6,05 36,4 58,19 6,06 7,07<br />
60 135 238.89 214,2 5,79 34,7 56,54 5.99 7,14<br />
90 135 246.41 211,6 5,79 36,4 55.44 5,94 7,07<br />
120 135 286.37 202,5 5,96 36,3 56.65 6,05 6,99<br />
60 160 242.54 203,8 5.97 36,8 57,53 6,31 7,32<br />
90 160 269.21 214,8 5,30 36,3 58,30 6,23 7,19<br />
120 160 295.14 211,8 6.20 35,3 57,64 6,19 7,14<br />
PROMEDIO 251.11 210,4 6,07 35,7 56,33 6,12 7,07<br />
SIG.EST.P>0.05 ns ns ns ns ns ns<br />
No se han encontrado diferencias en los atributos de calidad de las frutas en ninguna<br />
de las dos cosechas realizadas. En la cosecha del 2001 se observa una tendencia creciente del<br />
contenido de jugo y de vitamina C, con el incremento de la dosis de potasio.<br />
Hay diferencias significativas en productividad (kg.frura/parcela de ocho plantas)<br />
entre tratamientos. El test de Duncan revela que la diferencia se debe al efecto de dosis de N<br />
y no al K. Hay diferencias entre las dosis de 60 y 120 gr de N, no entre estas y 90 gr. No se<br />
observan diferencias en las interacciones de dosis de N y K. (Figura 1). Los traramientos no<br />
han inducido diferencias estadisticas en los atributos de calidad de fruta.<br />
Al analizar la productividad durante dos afios de experiencia se encuentra una respuesta<br />
correlacionada entre las dosis de potasio y de nitr6geno (Figura 2 )<br />
Aun cuando no se encuentran diferencias significativas los valores de algunos atributos<br />
de calidad han sido modificados en forma correlacionada con el incremento de potasio,<br />
como el contenido de jugo de los frutos (Figura 3), el contenido de s6lidos solubles (Figura 4)<br />
y el de viramina C (Figura 5).<br />
Sesi6n III. Potasio en cultivos intensivos<br />
165
Figura 1. PRODUCTIVIDAD DE LIMONERO LIMONEIRA 8-A (kilos de fruta) en los dos<br />
primeros ahos del ensayo.<br />
.<br />
350<br />
300-<br />
250<br />
cc 2001<br />
LL<br />
U-<br />
02000<br />
CI 2001<br />
S 15 0 -/I J<br />
oo<br />
50<br />
l.<br />
100 N MM W m'<br />
o3 o3 O 7 to -- o 77 n f3tgt~0 7 - - 3-<br />
7<br />
z z z z Yz e z Y z y Z YZ YZ YZ<br />
TRATAMIENTOS<br />
Figura 2. PRODUCTIVIDAD DE LIMONERO. Kilos de fruta por planta de dos ahos consecutivos.<br />
Correlaci6n entre dosis, de nitr6geno y de potasio.<br />
75,00<br />
70,00 -y=0,0462x+61,148<br />
-0-0 6500- R 2= 0.6&5 ____- ___<br />
o. 60,00 . .. . . . . . . . . . ..<br />
y =0,0626x .m + 55,195 ,. R<br />
N - 60<br />
o)<br />
g -E<br />
50,00 -<br />
45,00- 5 ,,,-"<br />
=0,7449 -- ,<br />
y=0,1356x+41,998<br />
XN- 90<br />
ON- 120<br />
40,00<br />
35,00<br />
2 = 0,9055<br />
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180<br />
DOSIS DE K (gr/planta/afIo)<br />
Scsi6n Il. Potasio en cultivos intensivos<br />
166<br />
A
Figura 3. Correlaci6n entre las dosis de potasio y el contenido de jugo en frutos de<br />
limonero.<br />
36,20<br />
36,00 _<br />
O 35,80<br />
ye 0,0057x + 35,157<br />
R' 0,9482 _,<br />
0-<br />
o 35,60 __ ___ ___ ___ ___<br />
35,40 ___ ___ _ __<br />
35,20 ___<br />
35,00<br />
0 20 40 60 80 100 120 140 160 10<br />
DOSIS DE K (gramos/planta/ahto)<br />
Figura 4. Correlaci6n entre las dosis de potasio y el contenido de s6lidos solubles en el<br />
juego de frutos de limonero.<br />
7,25<br />
7,20<br />
7,1 _ y- 0,0013X + 6,9367<br />
0R2 ,=0,6545<br />
£0 7,10,<br />
0<br />
00<br />
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180<br />
D0S1S DE K (golanta)<br />
Sesi6n Ill. Poasio en culivos iniensivos<br />
167<br />
~~0
Figura 5. Correlaci6n entre las dosis de potasio y el contenido de vitamin C en el jugo de<br />
limones.<br />
58,00<br />
57.50<br />
oo~~~ 570 - 0,0143x + 54,9<br />
50 R = 0,7802<br />
56,50 -<br />
4 56.00 -<br />
55,50<br />
55,00<br />
54,50<br />
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
DOSIS DE K (g0plenta/afo)<br />
1- Aso, P. J. 1993. La influencia del portainjerlo en la nutrici6n de los citrus. Avance<br />
Agroindustrial. Aho 13, N9 55: 31-32.<br />
2- Aso,P. J. y M. Casanova. 1985. PrActicas de fertilizaci6n en limoneros j6venes. Avance<br />
Agroindustrial. Afo 6, N 19: 30-31.<br />
3- Aso, P. J., C. Herndndez y H. Vinciguerra. 1990. Fertilizantes para limoneros. Avance<br />
Agriondustrial. Aho 11, N 2 40: 14.<br />
4- Aso, P. J., y Bustos V. 1976. Efecto de la fertilizacifn diferencial NPK en una quinta<br />
cftrica sobre la conposici6n quimica del suelo. Revista Industrial y agrfcola de<br />
Tucumin. 53 (2): 1-14<br />
5- Aso, P. J., y N. Dantur. 1975. La fertilizaci6n de los citrus. Bol 121: Est. Exp. Agrfcola<br />
de Tucumin: 1-21.<br />
6- Bester, D. H. 1969. Fertilizer interactions of Navel oranges in South Africa as revealed<br />
by leaf analysis. Proc. of the First Int. Citrus Symposium. Ed. by H. Chapman<br />
Univ. of California: 1641-1660.<br />
7- Bulger, J. M., L. K. Jackson and R. M. Davis. 1985. Basic concepts of citrus nutrition.<br />
Citrus Basics. <strong>The</strong> Citrus Industry. April 1985: 12,16,20,72-73,75.<br />
8- Calvert, D. V. 1969. Spray application of potassium nitrate for citrus on calcareous<br />
soils. Proc. of the First Int. Citrus Symposium. Ed. by H. Chapman. Univ. of California:<br />
1587-1597.<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cultivos intensivos<br />
168
9- Cassin, J., L. Blondel, J. M. Bov6, E. Jolivet, J. Lacoeuilhe et al. 1969. General study<br />
of leaf analysuis and citrus frtuit analysis under corsican environmental conditions.<br />
Proc. of the First Int. Citrus Symposium. Ed. by H. Chapman Univ. of California:<br />
1689-1711.<br />
10- Cohen, A. 1983. Fertilizaci6n para rendimientos elevados. Citricos.. Instituto Internacional<br />
de la Potasa. Boletin liP N 4. Berna Suiza. 48 pp.<br />
11- Chapman, H. D. 1968. <strong>The</strong> mineral nutrition of citrus. In: <strong>The</strong> Citrus Industry. Ed. by<br />
Reuther, Batchelor and Webber. Univ. Of California. Chap 3. Vol. I1.<br />
12- Davies, F. S. y L. G. Albrigo. Cltricos. Editorial Acribia. Zaragoza. Espaia.<br />
13- De Villiers. J. 11969. <strong>The</strong> effect of diferential fertilization on the yield, fruit quality and<br />
leaf composition of Navel Oranges. Proc. of the First Int. Citrus Symposium. Ed. by<br />
H. Chapman Univ. of California: 1661-1668.<br />
14- Del Rivero, J. M. 1964. Los estados de carencia en los agrios. Instituto Nacional de<br />
Investigaciones Agron6micas. Madrid.<br />
15- Embleton T. W., W. W. Jones, Ch. K Labanauskas and. W. Reuther. 1973. Leaf<br />
analysis as a diagnostic tool and guide fertilization. In: <strong>The</strong> Citrus Industry. Ed. by<br />
W. Reuther, Univ. Of California. Chap 6. Vol. Ill.<br />
16- Embleton T. W., W. W. Jones. 1966. Effects of potassium on peel and juiciness of<br />
lemon fruit. Hort. Science 1 (I): 25-26.<br />
17- Embleton T. W., W. W. Jones. 1973. Combination effects of nutrients on Valencia<br />
orange creasing, fruit color, an other factors of crop value. Int. Cit. Symp. Sevilla.<br />
18- Embleton, T. W, H. J. Reitz and W. W. Jones. 1973. Citrus fertilization. In: <strong>The</strong> Citrus<br />
Industry. Ed. by W. Reuther, Univ. Of California. Chap 5. Vol. II1.<br />
19- Embleton, T. W., W. W. Jones, A. L. Page and R. G. Platt. 1969. Potassium and<br />
California Citrus. Proc. of the First Int. Citrus Symposium. Ed. by H. Chapman.<br />
Univ. of California: 1599-1603.<br />
20- Erner, Y., A. Cohen and. H. Magen. 1999. Fertilizing for highg yield. Citrus. <strong>International</strong><br />
<strong>Potash</strong> <strong>Institute</strong>. IPI Bulletin N 2 4. Basel Switzerland: 59 pp.<br />
21- Esteve Grau, J. 1986. Apuntes sobre riego localizado. Ed. por Servicio de extensi6n<br />
Agraria. Ministeriode Agricultura, Pesca y Alimentaci6n. Madrid.<br />
22- Federaci6n Argentina del Citurs. 2001. La Actividad Citricola Argentina.<br />
23- Garcia, M. A. 1996. Comportamiento floral del limonero (Citrus limon Burm.), cv<br />
Frost Eureka, en TbcumAn, Argentina. XXII Congreso Argentino de Horticultura.<br />
ASAHO. Mendoza Septiembre 2000.<br />
24- Garcia, M. A. 1996. Plantaci6n y Mantenimiento de la Quinta. Cap, 5. Manual de<br />
Producci6n de Lim6n. Serie A, N 2 2. INTA, Proyecto de Diversificaci6n Productiva,<br />
EEA, INTA, Famaill6: 29-50.<br />
25- Garcia, M. A. 1996. Requerimientos Ecol6gicos de los c1tricos. Capftulo 2. Manual<br />
de Producci6n de Lim6n. INTA<br />
26- Garcia M. A. 1999. - Comportamiento del limonero, (C. fimon Burm.) cv. Frost Lisbon,<br />
sobre distintos portainjertos en Famailld, Tucum6n. XXII Congreso Argentino de<br />
Horticultura. Tucum6n, septiembre de 1999.Publicaci6n ISBN N9 987-97812-12-1.<br />
27- Garcia, M.A. 2000. Evoluci6n del crecimiento y de los cambios morfol6gicos y<br />
organol6pticos de frutos de limonero Frost Eureka y de naranjo Valencia Late en<br />
Sesi6n II. Potaslo en cultivos intensivos<br />
169
Famailld, Tucum6n. III Taller Regional sobre Bioclimatologfa de los Cftricos. Red<br />
Interamericana de Citricos. La Habana, Cuba, enero/2000.<br />
28- Hernando, V. 1969. Soil and leaf analysis of orange-tree orchards on several types of<br />
soils in Valencia province. Proc. of the First Int. Citrus Symposium. Ed. by H.<br />
Chapman Univ. of California: 1673-1688.<br />
29- Jones, W. W. and T. W. Embleton. 1969. Development and current status of citrus<br />
leaf analysis as a guide to fertilization in California. Proc. of the First Int. Citrus<br />
Symposium. Ed. by H. Chapman Univ. of California:1669-1671.<br />
30- Kampfer, M. 1966. Nuevos conocimientos sobre la fertilizaci6n de cftricos, Boletin<br />
Verde 1. Informes sobre fertilizaci6n.<br />
31- Khalidy, R., M. M. Sheikh and M. A. Baukhari. 1969. Orchard conditions and leaf<br />
inorganic composition as influencing valencia orange yield. Proc. of the First Int.<br />
Citrus Symposium. Ed. by H. Chapman Univ. of California: 1636-1640.<br />
32- Legaz, F., M. Serna, J. Baiuls y E. Primo Millo. 2000. Alteraciones producidas por<br />
deficiencias y excesos de elementos minerales en los cftricos. Monograffa de la<br />
Sociedad Espaiola de Fitopatologfa 2.<br />
33- Lenz, F. And P. R. Cary. 1969. Relationships between the vegetative and reproduc-.<br />
tive growth in Waqhington Navel orange as affected by nutrition. Proc. of the First<br />
Int. Citrus Symposium. Ed. by H. Chapman. Univ. of California: 1625-1633.<br />
34- Obreza, T A. A. K. Alva and. D. V. Calvert. 1993. Citrus fertilizae management on<br />
calcareous soils. Circular 1127. Florida Cooperative Extension Service. University<br />
of Florida.<br />
35- Page, A. L., T. J. Gange, T. W. Embleton and. W. W. Jones. 1969. Soil factors influencing<br />
the correction of K deficiencies on citrus in california. Proc. of the First Int.<br />
Citrus Symposium. Ed. by H. Chapman. Univ. of California: 1605-1612.<br />
36- Palma, J. F. 2001. La importancia de ]a fertilizaci6n potdsica en los citricos. SOM<br />
SAR Argentina: PASA S.A.<br />
37- Razeto. B. 1993. La nutrici6n mineral de los frutales. Deficiencias y excesos. SQM.<br />
Soquimich. Chile: 105 pp.<br />
38- Reitz, H. J., C. D. Leonard, I, Stewart, R. C. J. Koo, D. V. Calvert, C. A. Anderson, P.<br />
F. Smith and G. K. Rasmussen. 1964. Recommended fertilizers and nutritional<br />
sprays for citrus. Univ. of Florida Agricultural Experiment Stations. Bulletin 536B:<br />
24 pp.<br />
39- Rodriguez. 0. And S. Moreira. 1969. Citrus Nutrition. 20 years of experimental results<br />
in the state of Sao Paulo, Brazil. Proc. of the First Int. Citrus Symposium. Ed.<br />
by H. Chapman. Univ. of California: 1579-1586.<br />
40- Sanson, Ir. J. A. Ensayo de fertilizaci6n en citricos en un clima subtropical. Estaci6n<br />
experimental Paramaribo. Surinam. NQ 4.02.51.<br />
41- Syna, B. R and R. N. Duve. 1982. An evaluation of fertilizer requirements for Lisbon<br />
lemon grown in a ferruginous latosoil soil. Fiji Agric. J- (1982) 44 (1).: 9-16.<br />
42- Tan Jun, R. J., J. Palacios y M. Garcia. 1977. Determinaci6n de factores que inciden<br />
sobre la productividad y calidad de la producci6n de limones en tucumin. Primer<br />
Congreso Argentino de Citricultura. SAC. Tucuman.<br />
43- UexkOll, H. V. 1955. Conocimientos y experiencias en la fertilizaci6n de Citrus. Boletin<br />
Verde 1. Informes sobre la abonadura. Ed.: Secci6n Agron6mica para el extranjero,<br />
VDK, Hannover Alemania. Reg. N 2 4.04.2:16 PP.<br />
Sesi6n Il1. Potasio en culhivos intensivos<br />
170
EFECTO DE LA FERTILIZACION NPK<br />
EN EL CRECIMIENTO, PRODUCCION, ESTADO<br />
NUTRICIONAL Y FOTOSINTESIS<br />
DE PLANTAS CTRICAS DE VIVERO 1<br />
Alberto C. de Campos Bernardi'; Quirino A. de C. Carmello 2 ; Sfgio Alves de Carvalho 3<br />
'Embrapa Solos - R Jardim Botanico, 1024, CEP 22460-000 - Rio de Janeiro-RJ, Brazil<br />
alberto@cnps.embrapa. br. 2Dep. Soil Science and Plant Nutrition -ESALQ/USP. 3 Centro ae<br />
RESUMEN<br />
Citricultura Sylvio Moreira - CCSM1IAC.<br />
La producci6n de plantas de citrus en viveros en el ambiente protegido de un<br />
inverniculo es una alternativa al sisterna tradicional de producci6n a campo. Este sistema<br />
propone el cultivo de plantas en macetas como medio de crecimiento. Las semillas<br />
seleccionadas de portainjertos se siembran en envases de 50 crn3 .Aproximadamente 4<br />
meses despuds se trasplantan las plantas a envases m,!s grandes, dejIndolas crecer<br />
por 4 meses mis. Luego se realiza el injerto con yemas de las variedades elegidas, que<br />
se injertan en el pie portainjerto, y las plantas de vivero estarin listas para ser<br />
transplantadas a campo en 6 meses mis. Los principales objetivos son mejorar las condiciones<br />
sanitarias de las plantas, estandarizar el proceso, y promover un crecimiento<br />
intensivo, pudindose obtener casi en un aho plantas citricas de vivero sanas.<br />
El mAximo crec/miento se alcanza cuando se proveen niveles adecuados y balanceados<br />
de nutrientes. Sin embargo este sistema se caracteriza por un crecimiento<br />
inicial intensivo, resultando en un reducido espacio para el desarrollo del sisterna radicular.<br />
Por /o tanto, el suministro de nutrientes a niveles apropiados y balanceados es necesario<br />
para evitar pdrdidas por lixiviacidn.<br />
El estadd nutricional de las plantas debe cuantificarse exactamente para verificar<br />
y corregir des6rdenes nutricionales. La evaluaci6n del estado nutricional de las plantas<br />
de viveros citricos requiere de mdtodos que utilicen tejido vegetales recolectados ficilmente<br />
en etapas fenol6gicas reconocibles. Idealmente, los m6todos analfficos deben ser<br />
rpidos, seguros, baratos, que utiicen muestras de pequeho tamaho, un corto tiempo de<br />
extracci6n, y equipos estAndares de laboratorio. La determinaci6n de nutrientes totales<br />
no es tan sensible coma para diferenciar los compartimientos inorginicas y org6nicas,<br />
adem6s es relativamente lenta, requiere del uso de 1cidos fuertes, costosos y concentrados.<br />
Los m6todos que miden solo la parte inorgInico de cada nutriente podrian ser los<br />
mJs adecuadds.<br />
El objetivo de esta investigaci6n fue evaluar el efecto de la fertilizaci6n NPK en<br />
plantas de vivero de naranjo dulce Valencia. (Citrus sinensis ) injertados sobre pie de<br />
Lima Rangpur (Citrus limonia ).<br />
Parte de la Tesis, Ph.D. del autor presentada a ESALO/USP. Investigaci6n financiada por FAPESP.<br />
Sesi6n I1. Porasio en cultivos intensivos<br />
171
El disetio experimental fue un factorial (1/5) 53 incompleto de bloques al azar. Los<br />
tratamientos fueron: cinco concentraciones de N: 1,25; 6,25; 11,25; 16,25; 21,25; cinco<br />
de K: 0,42;3,75; 6,22; 9,34; 12,45; ycinco de P. 0,19; 0,89; 1,59;2,29; 2,99 gporplanta.<br />
Las cantidades aplicadas de N y K representaron ef 37,5% de la fertilizaci6n total aplica-<br />
-da a la producci6n de plantas de vivero. Todo el P como superfosfato simple fue provisto<br />
al transplante. El crecimiento, la producci6n, nivel de f6tosfntesis, estado nutricional, y<br />
p6rdidas de nutrientes por lixiviaci6n fueron evaluadas en un ambiente protegido usando<br />
macetas con capacidades progresivamente mayores.<br />
Los resultados presentados en este trabajo enfatizan el efecto del potasio sobre<br />
los parimetros evaluados. La altura y el diAmetro delportainjerto de lima Rangpur fueron<br />
evaluados mensualmente as! como tambi6n la cantidad de potasio lixiviado. Para establecer<br />
la mojor dosis de fertilizaci6n se evaluaron: la producci6n de materia seca total de<br />
raices y brotes, Irea foliar, altura de la planta, volumen del sistema radicular; relaci6n<br />
materia seca y area foliar y dimetro del tallo. Se evaluaron los niveles de K f4cilmente<br />
soluble, a partir de la digesti6n icida del materialseco molido de las hojas y las muestras<br />
de rafces. En funci6n de las respuestas se ajustaron las dosis de nutrientes para obtener<br />
la producci6n mAxima calculada. La dosis de asimilacin del bi6xido de carbono (A),<br />
dosis de transpiracidn (E), conductancia estomAtica (g), y el C02 intemo (Ci) fueron<br />
evaluadas, estimAndose la eficiencia del uso del agua (WUE) por la relaci6n A El. Tambi6n<br />
se evalu6 la reducci6n del azdcar, en sucrosa y almid6n.<br />
El potasio a niveles de fertilizaci6n intermedios tuvieron efectos positivos en los<br />
parametros evaluados. Los niveles de carbohidratos no se relacionaron con los nutrientes<br />
aplicados. Los portainjertos de Lima 'Rangpur'A, Ey WUE fueron relacionados positivamente<br />
con la concentraci6n de -K foliar. Los valores A y WUE de plantas de vivero de<br />
naranjo dulce estuvieron correlacionados positivamente mientras que el Ci fue<br />
inversamente correlacionado con la concentraci6n foliar de K.<br />
Los resultados demostraron quo los niveles de fertiizantes quo produjeron la<br />
mayor producci6n de plantas de vivero de naranjo dulce 'Valencia' sobre 'Rangpur'<br />
fueron: N: 9,85; P: 2,86 y K, 7,99 g por planta. La evaluaci6n per/6dica de la altura y<br />
diAmetro del talo de los portainjertos demostr6 una alta correlaci6n con la fertilizaci6n<br />
potAsica. Las mAximas p6rdidas mensuales por fixiviaci6n de K de las macetas fueron<br />
12% de la cantidad total aplicada. El contenido de K de las plantas analizadas por digesti6n<br />
Acida estuvo correlacionado con las formas ficilmente solubles de K.<br />
EFFECT OF NPK FERTILIZATION ON GROWTH, PRODUCTION,<br />
NUTRITIONAL STATUS AND PHOTOSYNTHESIS OF<br />
CONTAINERIZED CITRUS NURSERY<br />
Citrus nursery tree production in protected greenhouse environment is an alternative<br />
to the traditional system of field production. This system proposes the cultivation of<br />
the plants in pots or container with different growing media. Selected rootstocks seeds<br />
were sown in 50 crrP tubes, approximately 4 months later these plants are transplanted<br />
for larger containers, and grown for more 4 months. <strong>The</strong>n the budding is accomplished<br />
with indexed materials from citrus scions varieties and the nursery trees are ready to be<br />
planted in field in more 6 months. <strong>The</strong> mainly objectives are improve the plants health<br />
conditions, standardize the process, and promote a intense growth, since the healthy<br />
Sesi6n Il1. Potasio en cultivos intensivos<br />
172
citrus nrursery trees may be obtained in almost 1 year.<br />
Maximum growth is achieved supplying appropriate and balanced levels of nutri-<br />
- ents. However, this system characterizes by an intense plant growth in low time and<br />
reduced space for root system development. <strong>The</strong>refore, the supply of nutrients in appropriate<br />
and balanced levels is necessary to avoid leaching losses.<br />
Plant nutrient status must be quantified accurately in order to ascertain and alleviate<br />
nutrient disorders. <strong>The</strong> evaluation of citrus nursery nutritional status requires methods<br />
that use easily collected plant tissue at a recognizably distinct phenological stage.<br />
Ideally, the analytical methods would be rapid, safe, inexpensive, and would use small<br />
samples size, short extraction times, and standard laboratory equipment Total nutrient<br />
determinations are not sensitive to partitioning within inorganic and organic pools, are<br />
relatively slow, and requires the use of expensive and concentrated strong acids. <strong>The</strong>refore,<br />
methods that measure only the inorganic nutrient pool may be adequate.<br />
<strong>The</strong> objective of this research was to evaluate the NPK fertilizer effect on 'Valencia'<br />
sweet orange nursery trees (Citrus sinensis) budded on Rangpur lime rootstocks (Citrus<br />
limonia). Experimental design was an incomplete (1/5) 53 factorial with randomized blocks.<br />
Treatments comprised five concentrations in g per plant of N: 1.25; 6.25; 11.25; 16.25;<br />
21.25; five concentrations of K: 0.42; 3. 75; 6.22; 9.34; 12.45; and five concentration of P:<br />
0. 19, 0.89; 1.59; 2.29; 2.99.. <strong>The</strong> N and K applied amounts represented 375% of the<br />
total fertilization applied on nursery tree production. All P as super simple phosphate was<br />
supplied at planting. <strong>The</strong> growth, production, photosynthesis, nutritional status, nutrients<br />
losses by leaching were evaluated in a protected environment using containers with growing<br />
media.<br />
Results showed that fertilizer levels that lead to the best 'Valencia' sweet orange<br />
on 'Rangpur' lime nursery trees production response were (g per plant): N, 9.85; , 2.86;<br />
K, 7.99.<br />
Periodical evaluation of rootstocks height and stem diameter showed a high correlation<br />
with K fertilization. <strong>The</strong> monthly leached maximum losses of K from the pots were 12% of<br />
total applied amount. Plaht K analyzed with acid-digestion was correlated with the easily<br />
soluble K form.<br />
<strong>The</strong> results presenied at these paper.emphases the effect of potassium on the<br />
evaluated parameters. <strong>The</strong> height and stem diameter of 'Rangpur lime rootstock were<br />
evaluated monthly the potassium leaching was also evaluated monthly. Root, shoot and<br />
total dry matter production, leaf area, plant height, root system volume; leaf area dry<br />
matter ratio; stem diameter were evaluated for establish the best fertilization levels. Dry<br />
milled leaves and root samples were evaluated for acid-digested K levels and easily soluble<br />
K* levels. Response functions were adjusted and nutrient rates for maximum yield were<br />
calculated. Carbon dioxide assimilation rate (A), transpiration rate (E), stomata conductance<br />
(g), internal CO 2 (Ci) were evaluated and water use efficiency (WUE) was estimated<br />
by the relation A El. Reducing sugar, sucrose and stark were evaluated.<br />
Potassium at intermediate fertilization levels had positive effects on the evaluated<br />
parameters. Carbohydrate levels were not related to nutrients fertilized. Rangpur lime<br />
rootstock A, E and WUE were positively related to K leaf concentration. 'Valencia'nursery<br />
trees A and WUE were positively related and Ci was inversely related to K leaf concentration.<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cultivos intensivos<br />
173
Introducci6n<br />
Brasil es actualmente el mayor productor de frutas chricas del mundo y el principal<br />
exportador de jugo de naranja concentrado. Seg6n datos del Instituto Brasileflo de Geograffa<br />
y Estadfstica (FIBGE), en el 2000, el Area plantada con cftricos era 1,0 miliones de hectAreas.<br />
En el estado de Sao Paulo se concentra cerca del 83% de la producci6n de cfhricos y<br />
el 95% de la producci6n del jugo de exportaci6n. Los ingresos por exportaci6n de jugo de<br />
naranja concentrado y subproductos secundarios son de 1,5 mil millones de d6lares anuales.<br />
Recientemente viene cobrando importancia la preocupaci6n porque las plantas de vivero<br />
sean sanas y vigorosas. En cl estado de Sao Paulo flue creado un programa obligatorio para la<br />
producci6n de material certificadoi trata de la prohibici6n de producir y comercializar plantas<br />
de viveros cftricos cultivadas al aire libre, despu6s del 2003. La calidad de las plantas de<br />
vivero es uno de los factores mis importantes para cl establecimiento de una quinta cftrica<br />
perenne. La importancia de la planta de vivero se basa en el hecho de que la mixima producci6n<br />
y calidad serin expresadas 6 u 8 afios despuds de la plantaci6n, y la longevidad de la<br />
quinta seri determinada incluso despu6s de un largo tiempo.<br />
En vista de la necesidad de garantizar la producci6n de plantas sanas en el vivero,<br />
libre de pat6genos y enfermedades tales como Phythophthora, cancrosis cftrico o clorosis<br />
variegada de la fruta (CVC), la producci6n de plantas de viveros en inverniculos en ambiente<br />
controlado es una alternativa al sistema tradicional de producci6n a campo.<br />
El sistema propone el cultivo de plantas en macetas o envases con diferentes medios<br />
de crecimiento. Las semillas seleccionadas del portainjerto o pie, se siembran en tubos de 50<br />
cm3, aproximadamente 4 meses mAs tarde estas plantas se trasplantan a envases mAs grandes,<br />
y se dejan crecer 4 meses mAs. Luego se realiza el injerto con materiales indexados de yemas<br />
de variedades cftricas y en 6 meses mas las plantas de vivero estAn listas para plantarse en el<br />
campo. Los principales objetivos son mejorar las condiciones sanitarias de las plantas, estandarizar<br />
el proceso, y promover un intenso crecimiento, ya que se pueden obrener plantas<br />
sanas de vivero casi en 1 afio (Carvalho, 1998).<br />
El mAximo crecimiento se logra cuando se proveen niveles apropiados y balaceados<br />
de nutrientes. Sin embargo este sistema se caracteriza por un intenso crecimiento vegetal en<br />
un corto tiempo y en un espacio reducido para el desarrollo del sistema radicular (Carvalho,<br />
1994). Por lotanto, el suministro de nutrientes en niveles apropiados y balanceados es necesaria<br />
para evitar perdidas por lixiviaci6n.<br />
La producci6n de plantas chrricas de vivero bajo ambiente protegido se ha utilizado<br />
en Florida (E.E.U.U.) desdce 1977, pero existe una gran variaci6n en dosis y frecuencias de<br />
fertilizantes. La recomendaci6n de fertilizaci6n se basa en los niveles usados en la producci6n<br />
a campo (Castle y Fergunson, 1982 y Maust y Williamson, 1994). Las investigaciones han<br />
demostrado que los nurrientes interfieren en el crecimiento de las plantas, pero es necesario<br />
establecer los niveles para alcanzar una producci6n econ6micamene viable con un miximo<br />
crecimiento.<br />
El estado nutricional de la planta se debe cuantificar ex ctamente para comprobar y<br />
aliviar des6rdenes nutritivos. Hay poca informaci6n referente al uso de anlisis foliar de planras<br />
de vivero cftrico, como gufa para la fertilizaci6n y como base del diagnostico nutricional<br />
Sesi6n III. Potasio en culivos intensivos<br />
174
de la planta. La evaluaci6n del estado nutricional de las plantas de vivero, requiere m6todos<br />
que utilicen rejidos fAcilmente recolectados de la planta en los distintos estadios fenol6gicos.<br />
Idealmente, los m6todos deberfan ser ripidos, seguros, baratos, y usar muestras pequefias,<br />
tiempos cortos de extracci6n, y equipo de laboratorio estAndar. La mayorfa de las evaluaciones<br />
del estado nutricional se basan en el diagnostico de la determinaci6n total de nutrientes.<br />
Sin embargo la determinaci6n de niveles de nutrientes totales no es sensible a la partici6n de<br />
nutrientes dentro de los compartimientos (poolesl orgAnicos e inorginicos, es relativamente<br />
lenta, y requiere del uso de dcidos concentrados, fuertes y costosos. Alternativamente, Los<br />
m6todos que miden s6lo la fuente inorgAnica de nutriente pueden ser mis sensibles para<br />
evaluar el estado nutricional NPK que los niveles rotales de nutrientes.<br />
El potasio es un cati6n univalente, absorbido por las plantas como K*. Tiene alta<br />
movilidad dentro de la planta, act6a como portador de carga y forma solo complejos d6biles<br />
en los cuales es ficilmente intercambiable (Marschner, 1995). El nivel de la fracci6n soluble<br />
estA muy cerca de los niveles torales y se puede utilizar como indicador del estado nutricional<br />
(Dasber, 1996).<br />
La fotosfniesis puede dividirse en una serie de procesos interconectados: intercepci6n<br />
de la luz incidente, conversi6n en energfa qufmica y sfntesis de carbohidratos a partir de<br />
la absorci6n del CO 2. Las principales limitantes al proceso fotosint6tico son la luz y el CO 2,<br />
sin embargo, los nutrientes minerales afectan todas las etapas del proceso, y muchos de ellos<br />
acnian en mis de un paso del proceso (Nati, 1972; Barker, 1979; Longstreth y Nobel, 1980;<br />
Moorby y Besford, 1983).<br />
Varios autores demostraron la reducci6n de la fotosfntesis y un aumento de la respiraci6n<br />
con deficiencia de K. Este nutriente regula el movimiento estomitico y la cantidad de<br />
transferencia de CO 2 a las hojas. La deficiencia de K conduce a la disminuci6n de la foto<br />
fosforilaci6n. El transporte de producros de la fotosfntesis tambi6n es inhibido por deficiencias<br />
de K, provocando una interrupci6n en la conversi6n de productos intermedios en sucrosa<br />
y una consiguiente acumulaci6n de carbohidratos solubles, ademis de azdcares reductores. La<br />
acumulaci6n de K reduce el potencial osm6tico, produciendo una reducci6n en la relaci6n<br />
respiraci6n /forosfntesis. El potasio es activador de numerosas enzimas, por 1o tanto es necesario<br />
en numerosos procesos metab6licos (Barker, 1979, Natr, 1972; Huber, 1985). El objetivo<br />
de esta investigaci6n, fue evaluar el efecto del fertilizante NPK sobre plantas de vivero de<br />
naranja dulce Valencia (Citrus sinensis) injerrados sobre lima Rangpur (Citrus limonia).<br />
Materiales y m6todos<br />
La instalaci6n y conducci6n de las plantas se basaron en las recomendaciones de<br />
Carvalho (1998). Las semillas del portainjerto fueron sembradas en tubos de 50 cm3 y trasplantados,<br />
4 meses mis tarde, a macetas de 3.8 1, cuando comenzaron los tratamientos.<br />
Despus de 4 meses de cultivo, las plantas fieron injertados con yemas de naranjo dulce<br />
'Valencia' (Citrus sinensis), concluyendo las evaluaciones. El medio de cultivo fue una mezcla<br />
de corteza de Pino, vermiculita y perlita, y presentaba las siguientes caracterfsticas qufmi-<br />
Sesi6n I. Potasio en cuivos intensivos<br />
175
3<br />
cas: P (resina) 48.1 mg/dm ; M.O. 731.7 q/dm ; pH (CaCl 2) 5.2; K 2.8; Ca 18.8; Mg<br />
19.5; H*AI 27.2; S 41.1; T68,3 mmolC/dm ;V 60.2%; Cu 0.4; Fe 13.6; Mn 17.1 y Zn<br />
1.4 mg/dm.<br />
El disefio experimental fue un factorial incompleto (1/5) 53 con bloques al azar. Los<br />
tratamientos abarcaron cinco concentraciones en g por planta de N: 1,25; 6,25; 11,25; 16,25;<br />
21,25; cinco concentraciones de K: 0,42; 3,75; 6,22; 9,34; 12,45; y cinco concentraciones de<br />
P: 0,19; 0,89; 1,59; 2,29; 2,99. Las cantidades de N y K aplicadas representaron un 37,5% de<br />
la fertilizaci6n total aplicada en la producci6n de plantas de vivero. Todo el P como superfosfato<br />
simple fle provisto al transplante. El crecimiento, producci6n, fotosfntesis, estado nutricional,<br />
y p6rdidas de nutrientes por lixiviaci6n fueron evaluadas bajo ambiente protegido usando las<br />
macetas como medio de crecimiento.<br />
Los resultados presentados en este trabajo destacan el efecto del potasio en los<br />
par6metros evaluados. La altura y el diimetro del tallo de las plantas de portainjerto lima<br />
'Rangpur' fueron evaluados mensualmente. La lixiviaci6n de potasio tambidn se evalu6 mensualmente.<br />
Para establecer los mejores niveles de fertilizaci6n fueron evaluados: Producci6n<br />
de rafces, de brotes, y de materia seca total, Area foliar, altura de planta, volumen del sistema<br />
radicular; relaci6n materia seca y Area foliar y diAmetro del tallo.<br />
El diagnostico foliar fue realizado en la hoja mas joven completamente expandida<br />
(HJRE) y en la rafz. El portainjerto lima 'Rangpur' y. naranja dulce 'Valencia' fueron<br />
muestreados 120 dias despuds del trasplante y 180 dfas despuds del injerto. Los contenidos de<br />
K total y de K* ficilmente soluble fueron determinados en tejidos secos molidos. El conteni-<br />
-* do de K en HJRE fue nalizado por dos mdtodos de preparaci6n; una por digesti6n con icido<br />
nftrico-percl6rico y por extracci6n con una soluci6n de 20 milL de icido ac6tico. El contenido<br />
de K en ambos extractos fue evaluado con fot6metro de llama.<br />
La asimilaci6n neta de CO 2 (A, mmol CO./ m 2 /s'); conductancia estomitica (g,<br />
mmol H2 0/m 2 /s'); eficacia del uso del agua (WUE); rasa de transpiraci6n (E, mmol H20/<br />
M 2 / s); concentraci6n interna de CO, (mmol CO 2 /mol' aire). La eficiencia del uso del agua<br />
flue determinada por la relaci6n de transformaci6n A /E. Se utiliz6 un sistema fotosintdtico<br />
portAtil de radiaci6n infrarroja (PPS LI-6200 Licor, Inc. Lincoln, Nebraska, USA). La evaluaci6n<br />
en la hoja mas joven completamente expandida, se realiz6 en un compartimiento con<br />
radiaci6n controlada (700 mmol photons m 2 / s'), temperatura (250C) y concentraci6n externa<br />
de CO 2 (350 mMol CO2 / m o l' aire). Se ajustaron las funciones de respuestas obtenidas y<br />
se calcularon las dosis de nutrientes para lograr la mixima producci6n.<br />
Resultados y discusi6n<br />
Los coeficiences de correlaci6n de Pearson entre las variables medidas se presentan<br />
en la Tabla 1. Las ecuaciones de regresi6n obtenidas entre el crecimiento, los parAmetros<br />
nutricionales y los niveles de fertilizaci6n NPK usados en la producci6n de planas de vivero<br />
y del portainjerto se presentan en la Tabla 2.<br />
Sesi6n III. Potasio en cultivos intensivos<br />
176
oa<br />
n5<br />
bibn<br />
*- L LC? Cl N I)<br />
0)0 N\<br />
cel Ci CC<br />
-n N ( 0 0D 0<br />
U) - 6 tN 0 Nq co c<br />
LQ co to<br />
(0 o( (0<br />
cl6 in * in2<br />
N 00 (<br />
Ci C0 Cl CU<br />
CU 0 cc<br />
cn w *n LL ccC<br />
>~1 co C) ILI (<br />
(0 aD al<br />
0- 4 11 fl r L<br />
c rl<br />
4: 02 0 C5<br />
a) N N LA a E>1<br />
0 00C<br />
a)<br />
o m M.<br />
0<br />
r 1<br />
0o<br />
m<br />
0<br />
-<br />
(z<br />
C E O O( iiT<br />
00<br />
CuCL<br />
6 6 co D V<br />
LD I c 000 6 6<br />
C)D<br />
.2 0 .<br />
NU<br />
o~I E-aC<br />
o 0m<br />
NmU<br />
0 m)<br />
Sesi6n 111. Potzsio en cultivos intensivos<br />
177<br />
CL<br />
2<br />
I
cc:<br />
0)<br />
ca<br />
ca<br />
£0<br />
.LM<br />
£0<br />
£0<br />
o<br />
z<br />
o o i 0 a 6 ci 6 d c 6<br />
z zb<br />
E~~ z * Z Z Sz<br />
6<br />
Cto Nj a Z0 b Z<br />
Sc 9c Sc ci d<br />
E1 R It L<br />
E,<br />
Zl<br />
- 9<br />
+<br />
6 4 Ic Se~ D i<br />
N Lb +<br />
.2 C 6 6 ci 62 a 2i.o o c<br />
cq<br />
0 0<br />
z z<br />
Cei6 111 Potsi en cutias ntensivo<br />
+<br />
c<br />
be v z<br />
(V 2 ' N - Lb1N8<br />
C<br />
N
Se observo una interacci6n entre la fertilizaci6n con N y K, y la asimilaci6n de CO 2<br />
(A) en el portainjerto lima 'Rangpur' asf como tambidn en las plantas de naranja 'Valencia'.<br />
La mayor asimilaci6n de CO 2 se obtuvo con los niveles intermedios de K y los niveles mds<br />
bajos de N (0.47 y 1.25 g por planta). El rol positivo del suministro de N y K sobre este<br />
parimetro Cue descrito por Longstreth y Nobel (1980).<br />
La tasa de transpiraci6n de lima 'Rangpur' (E) fue influfda por la ferrilizaci6n con<br />
potasio y f6sforo, el valor mAs alto (3,51 mmol/m 2 / sl H 20) fue obtenido con el nivel mis<br />
bajo de K y el nivel mis alto de P (0.47 y 2.99 g por planta, respectivamente). En las plantas<br />
de vivero, el aporte de K aumenr6 el valor E de 3,04 mmol/ m 2 Is H 20 obtenido a nivel de<br />
5.59 g por planta. De acuerdo a Huber (1984) existen varios reportes que muestran que los<br />
fndices mAs bajos de transpiraci6n de las plantas ocurren con deficiencia de K. Una reducci6n<br />
de la fotosfntesis debida a una moderada deficiencia de K se relaciona inicialmente con un<br />
aumento de la resistencia del mes6filo. Un aumento en la resistencia estomStica se relaciona<br />
con deficiencias severas de nutrientes, segdn lo demostrado por Natr (1972) y Logstrech y<br />
Nobel (1980).<br />
Los resultados sobre las plantas de portainjerto e injertadas demostraron el efecto del<br />
N sobre la conductancia estomitica. El aumento del suministro de K aumenta la conductancia<br />
estomAtica, mientras que las dosis de N tuvieron el efecto opuesto, disminuydndoa.<br />
La epidermis de las hojas reducen las p6rdidas de vapor de agua y de CO 2 controlando<br />
rambi6n la asimilaci6n y el transporte estomitico. Los estomas tienen el rol de controlar el<br />
balance entre la p6rdida de agua y la adquisici6n de carbono para la producci6n de biomasa.<br />
En este estudio es importante la medida de la conductancia estomitica, ya que un buen<br />
sistema de cultivo requiere de una 6ptima utilizaci6n del agua, debido a que las plantas se<br />
cultivan en recipientes con un volumen de substrato restringido para la exploraci6n radicular.<br />
Los portainjertos demostraron interacci6n entre el suministro de N y K. El suministro<br />
de K a 6.9 g aument6 el WUE en las plantas de vivero a 3046 mmol /mol . Estos resultados<br />
se prevefan debido a las funciones de los nutrientes en la fotosfntesis (Barker, 1979; Huber,<br />
1984, Marschner, 1995).<br />
La correlaci6n entre los niveles de K y los parimetros de fotosfntesis en las plantas de<br />
portainjerto e injertadas pueden observarse mas abajo. Considerando todos los niveles de K,<br />
los valores obtenidos de K en lima 'Rangpur' no hubo correlaci6n, probablemente debido a<br />
los altos niveles de absorci6n de nutrientes por los elevados niveles de fertilizaci6nusados en<br />
el experimento. Solo cuando los niveles se limitaron hasta 15 g /kg de K entonces se obrienen<br />
correlaciones positivas. La figura I muestra que el nivel de K tuvo una correlaci6n positiva<br />
,con la asimilaci6n de CO 2 (A) hasta los niveles establecidos.<br />
Las plantas deficientes de K, generalmente yen reducidos la velocidad de fijaci6n de<br />
CO 2, y el desplazamiento de asimilatos debido al cierre estomitico (Huber, 1984). El<br />
movimiento estomrico depende de varios factores, entre ellos la concentraci6n de K en los<br />
tejidos (Marschner, 1995). Por lo tanto, cuando la disponibilidad de K es muy baja, puede<br />
ocurrir el cierre estomitico, y disminuir la difiusi6n del vapor de.agua a la atm6sfera y la<br />
difusi6n del CO 2 hacia cl mes6filo foliar, causando depresi6n de la fotosfntesis y menor<br />
productividad. Los resultados obtenidos validan el rol del K en el proceso de fotosfntesis,<br />
como se muestra en la Figura 1.<br />
Sesi6n III. Pocasio en cultivos intensivos<br />
179
Figura 1: Correlaci6n entre la asimilaci6n neta de CO2 - A (A), tasa de transpiraci6n -<br />
E (B); Eficiencia de uso de agua - WUE (C) y nivel de K foliar de portainjerto lima<br />
'Rangpur" y naranja 'Valencia' sobre lima Rangpur..<br />
A B _________<br />
12 4,5<br />
Y=,657O,512 rz=0563 4 Y=2,373+0.052x r=0.379<br />
10 4<br />
8 " • a'. E, • .<br />
0<br />
=4 2... 5<br />
..<br />
2- 2<br />
c 3,5<br />
0 1,5<br />
0 5 10 15 20 25 30 35 0 5 10 15 20 25 30 35<br />
Niveles do K (gkg)<br />
3,0 . 12<br />
=,2,5 3, ,.<br />
2,o "' •<br />
14<br />
Niveles do K (g/kg)<br />
0 5 10 '15 2D 25 30 35 0 10 20 30 40 50 60<br />
Niveles o do K (g/kg) "." Niveles . de : K (g/kg)<br />
1,5 .14,0<br />
,3,5<br />
4 3,0<br />
330. . . •<br />
E 2,0 % "<br />
* * . •- - . " *<br />
a . . • 1,,<br />
E •, - ." *.:<br />
2 .1,0 - -2,842-2,04x' r=0425<br />
1,5 0,5<br />
0 10 20 30 40 50 60 0 10 20 30 40 50 60<br />
Niveles do K (g/kg) Niveles do K (g/kg)<br />
Sesi6n Ill. Porasio en cultivos intensivos<br />
180
Los valores miximos de producci6n de materia seca total, de brotes y tallos del<br />
portainjerto lima 'Rangpur' fueron 19.01; 31.07 y 45.32 g por planta, obtenidos con 2.67;<br />
2.66; y 2.29 g de K por planta, respectivamente. Miller et al. (1993), estudiando 5 porta<br />
injertos chricos en Sudfrica, tambi6n obtuvo aumentos en la producci6n de materia seca<br />
total cuando se provey6 K en la soluci6n nutritiva a un nivel intermedio de 150 mg L - , no<br />
obstante con niveles de K superiores a 300 mg L no se obtuvieron respuestas positivas.<br />
La producci6n de materia seca de hojas de Ins portainjertos fue afectada par la<br />
interacci6n entre N y K; la mAxima producci6n (12.95 g por la planta) fue obtenida con 3.96<br />
y 2.66 g por planta, de N y K, respectivamente. Esa interacci6n en las hojas fue explicada por<br />
las investigaciones realizadas por Moorby y Besford (1983), quienes mostraron una relaci6n<br />
positiva entre el crecimienro de las hojas, la fctosintesis y el suministro de K<br />
La producci6n de materia seca total y de los brotes de las plantas de vivero fue afectada<br />
por la interacci6n entre N y K, y las miximas producciones (30.76 y 56.42 g por planta)<br />
fueron obtenidas con 1.62 y 2.47 g por planta de N y 5.44 y 4.23 g por planta de K,<br />
respectivamente.<br />
El diimetro del tallo es [a caracteristica morfol6gica del portainjerto que determina<br />
la posibilidad para recibir el injerto. Para poder injertarse debe tener un diimetro minimo<br />
adecuado. Los resultados obtenidos en el diimetro final de las plantas de lima 'Rangpur' ,<br />
demostraron un efecto cuadrAtico de los niveles de K sobre la altura y diimetro del tallo. El<br />
mayor diimetro (98.03 milimetros) y la maxima altura fue obtenida con 3.08 y 3.19 g por<br />
planta de K, respectivamenre. Los resultados presenrados en la Figura 2, demuestran la relaci6n<br />
positiva entre el suministro de fertilizante porAsico y el diAmetro del tallo (A) y el efecto<br />
positivo sobre la altura de la planta (B) durante el crecimiento del portainjerto. El efecto del<br />
nutriente K fue ris visible desde la mitad hacia el final del experimento.<br />
La dererminaci6n del Area foliar es una medida importante, puesto que es la responsable<br />
de la intercepci6n de la energfa solar y de la producci6n de compuestos orginicos por acci6n<br />
de la fotosintesis. Los resultados obtenidos demostraron que hubo interacci6n entre N y K en<br />
el area foliar, tanto para el portainjerto como para las plantas injertadas. Las maximas Areas<br />
foliares (1578.8 y 2251.4 cm2) fieron obtenidas con 4.11 y 6.90 g por planta de N y 3.42 y<br />
6.32 g por planta de K, para lima 'Rangpur' y naranja 'Valencia' respectivamente. Maust y<br />
Williamson (1994) observaron que las mayores dreas foliares se obtuvieron con niveles<br />
intermedios de N.<br />
El cociente entre el Area foliar y ]a producci6n de materia seca total indica la dimensi6n<br />
relativa del 6rgano asimilador de las plantas. Esta relaci6n para naranja 'Valencia' sobre lima<br />
'Rangpur', indic6 una interacci6n entre N y K y el valor mis alto (52.87 cm' de g-') se<br />
obtuvo con los niveles de 9.85 y 7.99 g de N y de K respectivamente.<br />
Por Io tanto la miejor respuesta para ]a producci6n de plantas de vivero, si se considera<br />
la relaci6n de Area foliar, fue de 9.85 y 7.99 g por planta de N y de K. Sin embargo considerado<br />
la producci6n de materia seca total 6sta fue 2.47 y 4.23 g por planta de N y de K,<br />
respectivamente. Si se considerara el irea foliar, las dosis de nutrientes son siempre mayores,<br />
demostrando su efecto sobre la expansi6n foliar.<br />
Sesi6n III. Potasio en cultivos intensivos<br />
181
Figure 2: Di6metro (A) y altura (B) del tallo de lima 'Rangpur' en funci6n de los dfas<br />
de crecimiento.<br />
85 1 1'-- - - - - - 4,7 A<br />
4,5<br />
75 ------------------------------. /r 1 1-14<br />
4,<br />
65 - - - - - - -- 3.7<br />
-3,4<br />
6 55- --- , 3 --<br />
o2 5 -- -2,8<br />
o<br />
E<br />
i5 35 - -.-<br />
/- -- ta - -<br />
2,2<br />
-1,9<br />
1,6<br />
r1,3<br />
25--H-1<br />
15<br />
,<br />
210.4<br />
-0,7<br />
30 40 50 60 70 80 90 100 110 120<br />
Dias Y-1,1 14K'-4,38K-O.ooDay2+0,45Day+0,079KDay+39,574<br />
R'=0,753...<br />
I [ 4,7 B<br />
120<br />
/ 1<br />
II -3,14<br />
lao 1 1 "-------,; 1 4,<br />
l l2,2<br />
80 4-- 2,5<br />
40<br />
0-<br />
60 I-19<br />
I 1I,6 z<br />
30 40 50 60 70 80 90 100 110 120<br />
Dias Y=-1,433K'+O.767K-O,O3Day 2 +1.245Day+O.OS8KDay+4,082<br />
R 2= 0,952- *<br />
Sesi6n Il1. Potasio en cultivos intensimns<br />
182<br />
A<br />
1,3
Figura 3: Cantidad de K (A) y porcentaje del K total aplicado (B) lixiviado desde macetas<br />
con lima 'Rangpur' en funci6n de los dias de crecimiento y los niveles de K.<br />
A<br />
., 4,7<br />
0,6 - - - - - - - - 4,5<br />
0,54<br />
-- - - - - - - - - - 3,7<br />
0,4 3,4 "<br />
----------------------------------------<br />
0---------------------------2,8<br />
3,1<br />
~t<br />
a., 0,3 ---- 2,5 2<br />
o--<br />
"E A 0,2<br />
25<br />
"--2,2 0<br />
1,9<br />
1,6 -<br />
-- -- 1,3 Z<br />
0'1 __ - - - - - - - - 1<br />
124,5<br />
1--0,7<br />
1-- -0,4<br />
30 40 50 60 70 80 90 100 110 120<br />
Dias Y-0,017K'f-0,064K-0,000001 Day'.0,OO4Dsy.0.OOOKDay.0,013<br />
RW=0,702 . ..<br />
--------------------------------------- 4,7<br />
4,3<br />
-- 4,3<br />
10 -4<br />
8 _ _ --- -- --- --- ,1<br />
£--------------12,5 .<br />
6.9 o - - - - - - - - - 2,2 ,<br />
1,9<br />
> 4 -• 1,6<br />
2<br />
"- -• 1,3 Z<br />
0,7<br />
30 40 50 60 70 80<br />
'---0,4<br />
90 100 110 120<br />
Dias Y=0,438K'-1,014K-0,00023Day20,149Day-0,0076KDay-3,141<br />
R=0,42r<br />
Evitar las p6rdidas por lixiviaci6n es muy importante para una producci6n rentable<br />
de planras de vivero, optimizar el uso de nutrientes, asi como tambidn reducir la contaminaci6n<br />
ambienral. La figura 3 ilustra [as p&didas de K por lixiviaci6n. Los resultados mostraron que<br />
las p6rdidas de K aumentaron duranre el periodo experimental y las m iximas p6rdidas fueron<br />
aproximadamente 12 % del K total provisro, en las d1imas etapas de crecimiento. En conrraste<br />
con los resultados observados en Lsta investigaci6n, Broschar (1995) observ6 que el K lixiviado<br />
era generalmente constante a to largo del tiempo.<br />
Sesi6n Ill.<br />
Potasio en cultivos intensivos<br />
183<br />
34<br />
2
La figura 4 muestra la correlaci6n entre los niveles de K totales y los ficilmente<br />
solubles de K* en hojas y rafces. Los resultados canto en plantas de portainjerto de lima<br />
'Rangpur' como injertadas de naranja indicaron que el nivel de la fracci6n soluble esta altamente<br />
relacionado con los niveles totales. Estos resultados estn de acuerdo con Dasberg (1996)<br />
que estableci6 los niveles de interpretaci6n de K en hojas basados en una extracci6n con agua<br />
para naranja 'Valencia'.<br />
Figura 4: Correlaci6n entre los niveles de K totales y niveles de K* f6cilmente solubles en<br />
hojas y rafces del portainjerto lima 'Rangpur' (A) y de naranja 'Valencia' sobre lima<br />
'Rangpur' (B).<br />
A<br />
35<br />
W" = 0,652x + 3,768<br />
30" R 2 =0,475<br />
0<br />
a<br />
a<br />
25 K'. =-0,019x 2 + 1,06x + 1,425 * an *<br />
20 a 0 a 0<br />
v0 0 0 0ua 0 0 a a - -<br />
' 15 00 Roo<br />
0)0 > 1050<br />
0<br />
0 5 10 15 20 25 30 35<br />
50<br />
30B<br />
K+ = 0,836x - 0,721<br />
40-<br />
#0 = 0,757<br />
K,=0,551x+0,776<br />
'a<br />
30"<br />
Fe 0,441<br />
20<br />
0 a<br />
z a<br />
10<br />
0<br />
Niveles de K total (g/kg)<br />
aa<br />
0 -W 0 .. ..<br />
0 10 20 30 40 50 60<br />
Niveles de K total (gkg)<br />
Sesi6n 111. Potasio en cuivos intensivos<br />
184<br />
at
Condusiones<br />
Los resultados demuestran que los niveles de fertilizantes que produjeron la mejor<br />
respuesta en producci6n de naranja dulce y lima Rangpur en viveros fueron de 4.23 g por<br />
planta.<br />
Evaluaciones peri6dicas de altura y didimetro del tallo del portainjerto mostraron una<br />
alta correlaci6n con la fertilizaci6n potAsica. Las p&didas mensuales miximas de K por<br />
lixiviaci6n de las macetas fueron de 12% de la cariidad total aplicada. El contenido de K en<br />
la planta analizado con digesti6n Acida se correlacion6 con la forma Rcilmente soluble de K.<br />
Los niveles intermedios de fertilizaci6n con potasio tuvieron un efecto positivo en<br />
los parimetros evaluados. En el portainjerto (lima Rangpur) el valor A, E y W E se relacion6<br />
positivamente con la concentraci6n foliar de K. En las plantas injertadas (naranja 'Valencia')<br />
los valores de A y UE se relacionaron positivamente con la concentraci6n foliar de K.<br />
BIBLIOGRAFA<br />
Barker, A.V. 1979. Nutritional factors in photosynthesis of higher plants. Journal of Plant<br />
Nutrition, v.1, n.3, p.309-342.<br />
Broschat, T.K. 1995. Nitrate, phosphate, and potassium leaching from container-grown<br />
plants fertilized by several methods. HortScience, v.30, n.1, p.74-77.<br />
Carvalho, S.A. 1998. Estratdgias para estabelecimento e manutenqao de matrizes.<br />
borbulh,eiras e viveiro de citros em ambiente protegido. In: SEMINARIO<br />
INTERNACIONAL DE CITROS -TRATOS CULTURAIS, 5., Bebedouro, 1998. Anais.<br />
Bebedouro: Fundagio Cargill, p.67-101.<br />
Carvalho, S.A. 1994. Produq5o de porta-enxertos cftricos, sob doses crescentes de<br />
nitrato de potdssio. Pesquisa Agropecu6ria Brasileira, v. 29, n.1, p.87-90<br />
Castle, W.S.; Fergunson, J.J. 1982. Current status of greenhouse and container produc<br />
tion of citrus nursery trees in Florida. Proceedings of the Florida State Horticultural<br />
Society, v.95, p. 42-46.<br />
Dasberg, S. 1996. AnAlises foliares de citros em Israel. In: Donadio, L.C. & Baugarnann,<br />
G. (ed.) Semin6rio Internacional de Citros, 4, 1996. Bebedouro. Anais... Campirlas<br />
Fundagdo Cargill, p. 41-50.<br />
Huber, S.C. 1985. Role of potassium in photosynthesis and respiration. In: MUNSON,<br />
R.D. ed. Potassium in agriculture. Madison, Soil Science Society of America. p.369-<br />
396.<br />
Longstreth, D.J.; Nobel, P.S. 1980. Nutrient influences on leaf photosynthesis. Plant<br />
Physiology, v.65, p.541-543.<br />
Marschner, H. Mineral nutrition of higher plants. New York: Academic Press, 1995.<br />
889p.<br />
Maust, B.E.; Williamson, J.G. 1994. Nitrogen nutrition of containerized citrus nursery<br />
plants. Journal of the American Society for Horticultural Science, v.119, n.2, p. 1 95-<br />
201.<br />
Scsi6n Ill. Pocasio en cultivos intensivos<br />
185
Miller, J.E.; Hofman, P.J.; Berry, R.K. 1993. Physiological and nutritional responses of<br />
five citrus rootstocks to potassium. Journal of the Southern African Society for Horti-<br />
.cultural Sciences, v.3, n.i, p.20-23.<br />
• .Moorby, J.; Besford, R-T...1q83: Mineral nutrition and growth. In: Gotting, A.P.; Harvard,<br />
M.H. Inorganic plantnutrition. v. 15B, Bedin: Springer-Verlag. p.481-527.<br />
.Natr, L.1972.1nfluence of mineral nutrients on photosynthesis of higher plants.<br />
Photosyhtheticav.6, p:80-99.<br />
Sesi6n II. Pmtas,, en ctiltit<br />
, i ,<br />
186
EL ROL DEL POTASIO<br />
EN LA PRODUCCION DE FRUTALES DECIDUOS<br />
RESUMEN<br />
Dr. Enrique E. Sinchez<br />
INTA EEA Alto Valle sancheze@arnet.com.ar<br />
La nutrici6n mineral es un componente mas del sistema de produccidn de una<br />
chacra o huerto coma Io son la conducci6n o el manejo del recurso agua.<br />
Hace alos surge el concepto de "Sistema de Producci6n", integrado por piezas<br />
(cada una de las practicas culturales) a manera de un rompecabezas cuya figura final da<br />
una idea de totalidad. En un rompecabezas ninguna pieza es mJs importante que la otra<br />
sino que se complementan.<br />
Llevado este concepto al terreno de la producci6n de frutas, las piezas deben<br />
encajar en un sentido 16gico y el t6cnico asesor debe ser el encargado de hacer uso d&"<br />
cada una de ellas en el momento oportuno.<br />
Lamentablemente, la complejidad de la fruticultura moderna no hace mas que<br />
incorporar nuevas y mis piezas al rompecabezas de la producci6n, por to que el t6cnico<br />
asesor mas que nunca debe integrar criteriosamente un amplio rango de conocimientos.<br />
Amplitud de conocimientos y criterio conforman los pilares fundamentales en los<br />
que nos debemos apoyar para actuar en cualquiera de las practicas de manejo conocidas,<br />
entre las cuales esta por supuesto la fertilizaci6n. Considerando este amplio universo<br />
d6nde la nutrici6n mineral es un componente mJs del rompecabezas, el potasio es a<br />
su vez un mineral mAs entre los nutrientes esenciales.<br />
THE ROLE OF POTASSIUM IN FRUITS PRODUCTION<br />
Potassium is required in high amounts by fruit trees. <strong>The</strong> high demand has its<br />
basis on the concentration of leaves and fruit. While leaves can recycle K before leaf fall,<br />
the fruits export considerable amounts with the harvest <strong>The</strong> partition of K follows the<br />
curve of dry matter accumulation. Potassium demand is driven by crop load. In the "on"<br />
year the K demand in considerable higher than if the "off" years.<br />
In most fruit districts K fertilizers are not applied on a yearly basis. However in<br />
sandy soils and after many ybars of exposing. the root system the same soil volume<br />
symptoms of K deficiency may be expected. <strong>The</strong> labil pool ofK in the soil may be depleted<br />
after many years of cropping and the trees react showing low K concentration in<br />
the leaves. A threshold. value of 1,3% in shoot leaves taken in the middle of the summer<br />
on current season'shoots has been established as sufficient for most fruit crops.<br />
Sesi6n I1. Potasio en cultivos intensivos<br />
187
Tissue analysis showing concentrations under 1% may indicate a deficiency depending<br />
upon the crop load. When yield is optimum but low values of K in the leaves are -<br />
obtained in two or more consecutive seasons fruit size are likely to decrease sooner or<br />
later. <strong>The</strong> response of fruit trees to K fertilizers is fast only when fertigation is used or in<br />
sandy soils when irrigation is by flood or furrow In loamy soils the response of the tree to<br />
fertilizer application can take a season before K concentration is augmented in the leaf<br />
tissue. When fertigation is the chosen technique to deliver nutrients and water to the<br />
orchard a balanced fertilizer program based on N, P and K is critical in order to maintain<br />
tree productivity and avoid nutrient imbalances and deficiencies.<br />
Potassium plays a key role of fruit quality. Besides fruit size, fruit flavor is affected<br />
as K favors the synthesis of organic acids.<br />
Introducci6n<br />
El potasio tiene la particularidad de ser uno de los nutrientes que cuanritativamente<br />
se necesite en mayor cantidad en las cdlulas vegetales a pesar de no formar parte de ninguna<br />
estructura orgdnica. Es activador de numerosas enzimas pero la cantidad requerida en estos<br />
procesos no explica su elevada concentraci6n en hojas y frutos. El principal rot del potasio es<br />
el de mantener la turgencia de las cdlulas. La apertura y cierre de estomas esta regulada por el<br />
conrenido de potasio en las c6lulas guardianas. Un sfnroma de la falta de potasio es precisamente<br />
la disminuci6n de la iranspiraci6n por el cierre parcial de los estomas.<br />
Hojas de ciruelo deficientes en potasio tienen un potencial de agua menor (mIS<br />
negativo) y transpiran menos que hojas con niveles normales (Evans et. al, 1977). Desde el<br />
punto de vista de la economa de agua en la planta, las hojas deficientes tienden a perder agua<br />
mds r6pido que hojas normales. Como consecuencia de la carencia de potasio, la regulaci6n<br />
de ]a temperatura de ]a hoja es menos eficiente y predispone al limbo foliar al desecamiento<br />
IrCelaturo.<br />
En vid, niveles bajos de potasio en las hojas hacen a la planta mAs sensible a estrs de<br />
agua y a dafios por helada.<br />
En los frutales, la deficiencia de potasio se traduce en menor crecimiento vegetativo<br />
Y de fruto. Precisamenre las c6lulas del fruto son ocupadas por una gran vacuola cuya presi6n<br />
de turgencia provoca su elongacion y por ende la del fruto.<br />
La participaci6n del potasio en la formaci6n del pigmento antociinico es mencionado<br />
en algunos trabajos. Aparentemente, el potasio interviene en el proceso de formaci6n de la<br />
idacina que en el precursor de la antocianina. Dicha particularidad ha Ilevado a productores a<br />
fertilizar con cantidades elevadas de potasio. Ensayos en el Alto Valle de Rio Negro y Neuquen<br />
en manzanos Red Delicious tradicional con aplicaciones localizadas de 500 kg/ha de sulfato<br />
de potasio durante tres afios consecutivos no dieron resultados positivos en la mejora de color<br />
de la fruta (Besrvater y Sinchez, in6dito). Para este trabajo se seleccionaron cuatro parcelas en<br />
suelos de rextura arenoso a franco arenoso que presentaban un historial de pobre coloraci6n<br />
de frura.<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cuuivos incensivos<br />
188
No se discute la posible participaci6n del potasio en ]a sintesis de antocianinas, pero<br />
es evidente que depende de factores mucho mas determinantes como el genotipo, ]a luz y la<br />
nutrici6n nitrogenada.<br />
El potasio en el fruto se correlaciona positivamente con la acidez, probablemente<br />
debido a que para balancear la carga positiva del porasio en el citoplasma se deban sintetizar<br />
icidos orginicos, principalmente ,icido mlico.<br />
En cultivates sensibles a manifestar Bitter pit, la fertilizaci6n con porasio debe estar<br />
muy bien justificada por la competencia que ejerce con el calcio.<br />
Particidn depotasio<br />
El potasio es un mineral m6vil en el floema y consecuentemente puede set transportado<br />
de hojas viejas y tejidos j6venes en desarrollo. El pool libil de potasio en la planta lo<br />
constituye fundamentalmente las hojas y brotes<br />
La demanda de potasio se corresponde muy bien con la carga de fruta del irbol a tal<br />
punto que la acumulaci6n de materia seca es casi paralela a la curva de absorci6n de potasio<br />
(Figura 1).<br />
Figura 1: Acumulaci6n estacional de matera seca, potasio, calcio y magnesio en ciruelo<br />
(Hansen et al. 1982).<br />
K, Ca, Mg<br />
mg Ifruto<br />
5 5<br />
K 5<br />
4 -40<br />
K~,'OS<br />
€. 73 .u-MS<br />
030<br />
2 "20<br />
Ii I<br />
Nov Dic Ene Feb Mar<br />
Scsi6n Ill. Potasio en cultivus in,ensiw,,<br />
189<br />
a - Ca 10<br />
. _A--- Mg
De todos los minerales en el fruto, es precisamente el potasio aquel que se encuentra<br />
en mayor concentraci6n. La elevada demanda total de potasio por componentes del crecimienro<br />
anual (hojas y frutos) hace que el suministro por parte del suelo deba ser constance.<br />
En este aspecto, el porasio difiere bastance del nitr6geno donde las reservas juegan un rol<br />
mucho ms importance.<br />
El rol de las reservas puede visualizarse en la Figura 2 donde se grafica la variaci6n<br />
estacional del contenido de potasio en los distintos componentes del duraznero (Stassen et<br />
al., 1983).<br />
Figura 2: Variaci6n estacional del contenido de potasio en duraznero en los principales<br />
6rganos del 6rbol (Stassen et al., 1983)<br />
500<br />
400<br />
F<br />
v 300 F = frutos<br />
H = hojas<br />
"u/- B = braces<br />
f!<br />
. 200<br />
I<br />
F H<br />
C = corteza<br />
Mmadora<br />
B R = ralces<br />
+ S = superivit<br />
100 M C<br />
C<br />
+<br />
M<br />
M<br />
-R JR J R R<br />
Latencia Brotaci6n 8 semanas Cosecha Latencia<br />
despues antes poda<br />
brotaci6n<br />
Desde la brotacfon y hasta los dos meses posteriores a la misma, el contenido total de<br />
porasio en madera y rafz disminuye, mientras que comienza a ser muy importance lo<br />
parricionado a hojas y frutos. En el momento de la cosecha la mayor parte del potasio se<br />
encuentra localizado en las hojas y principalmente los frutos. Una vez que ]a planta entra en<br />
latencia, se restablecen las reservas en los 6 rganos permanentes, para comenzar nwevanntc CI<br />
ciclo en la brotaci6n siguiente.<br />
Estudios de partici6n y demanda de potasio confirnan la importancia de la carga de<br />
fruta canto en manzano (Ludders, 1980), duraznero (Stassen e al, 1983), cirlielo (T-LnCen rt<br />
al., 1982, Niederholzer er al, 1991) o pistacho (Picchioni er al, 1997).<br />
Scsi6n III. Porasio en cultivos intensivos<br />
190
Ante una demanda intensa de potasio, las hojas pueden disminuir en mucho su<br />
concentraci6n si no existe un aporte por las rafces. Este estr6s par bajo potasio puede ser<br />
pasajero o permanente yes importante establecer ]a causa. A veces la tremenda carga de fruta<br />
acula como un "polo de arracci6n" tat que deprime el nivel de K foliar pero al siguiente afio<br />
con menor carga de fruta los niveles en hoja se restablecen. Sin embargo el origen de esta luz<br />
amarilla debe ser investigado a fin de determinar con claridad si el estrs de K se debi6 a una<br />
carencia en el sucto o a una gran demanda temporal.<br />
En ciruelo por ejemplo es posible determinar concentraciones en hoja tan bajas como<br />
0.4% en plantas deficientes con aceptable carga de fruta. Este valor jamas es alcanzado por el<br />
nitr6geno par ejemplo en ninguna especie frutal. Obviamente, valores tan bajos afectan el<br />
tamafio del fruto exigen de un correcto diagn6stico nutricional para actuar de inmediato.<br />
Generalmente se aprecian rendencias con el cotter del tiempo que alertan sobre deficiencias<br />
incipientes.<br />
En fruta de carozo, en los estados 1, II y III rige en gran medida la demanda de<br />
potasio par parte del fruto. Se sabe que tanto en carozo como ]a semilla no acumulan una<br />
gran cantidad del mineral, pero en cambio el mesocarpio o pulpa si 1o hace (Niederholzer et<br />
al., 1991). Par lo tanto, la demanda del fruto por potasio es alra en el estado 1, mis bien baja<br />
en el estado II (de endurecimiento del carozo) y muy alta en el estado li, cuando el fruto<br />
aumenta significativamente de tamafio. A ello se debe sumar el requerimiento de las hojas.<br />
Dependiendo de las variedades, el crecimiento de ]a copa es intenso en ]a primavera pero<br />
luego disminuye a medida que la demanda de los frutos por carbohidratos se intensifica.<br />
Los sinromas de deficiencia de potasio se vislumbran cuando la alta partici6n a los<br />
frutos no es acompafiada par la absorci6n desde la rafz y el agotamiento de las reservas. Se<br />
especula que [a falta de carbohidratos en la ralz por comperencia directa con la parte a6rea<br />
puede set la responsable de la baja absorci6n radical. La disminuci6n del crecimiento radical<br />
debido a la influencia de [a carga de fruta esta perfectamente documentada en ]a bibliograffa<br />
(Sinchez et al., 1991). La dinimica de la concentraci6n de almid6n en las races a lo largo del<br />
afio depende mucho de ]a carga de fruta. Hansen et al. (1982) demostraron en ciruelo europeo<br />
que la concentraci6n de almid6n es sustancialmente inferior en races de arboles con<br />
fruta comparado con arboles de baja o nula carga. Las consecuencias fisiol6gicas de [a disminuci6n<br />
de almid6n debe entenderse como un claro sfnioma de estr6s en la planta que puede<br />
limitar no solo la absorci6n mineral sino que tambi6n pueda comprometer el volurnen de<br />
suelo explorado por las raices.<br />
La demanda anual de porasio en frutales de pepita, carozo y frutos secos depende,<br />
como se dijo del rendimiento alcanzado. Entre las diferentes especies y frente a rendimientos<br />
comerciales 6ptimos se puede establecer que se destina a todos los componentes del crecimiento<br />
entre 80 y 110 kg/ha de porasio (Cuadro 1). De esa cantidad los frutos requieren<br />
entre el 55 y 65% y las hojas entre un 15-25%. Parte del K contenido en las hojas se recicla<br />
y el resto se incorpora al suelo. Las estructuras permanentes del irbol no demandan grandes<br />
cantidades yes muy poco Io que se pierde por ]a poda.<br />
Sesi6n Il1. Potasio en cultivos intensivos<br />
191
Cuadro 1. Demanda anual de potasio en diversas especies (Silva y Rodriguez, 1995)<br />
Especie Rendimiento (t/ha) Fruto Hoja Otros Total<br />
Manzano 60<br />
------- ------------ kg/ha -----------------<br />
56.6 15.6 16.4 89<br />
Duraznero 30 79.9 17.2 23.7 121<br />
Vid 25 47.5 9.8 19 76<br />
Influencia de la carga defruta<br />
Como ha sido insistentemente puntualizado, la partici6n de potasio (y de cualquier<br />
mineral) prioriza a hojas y fundamentalmente a fruros. En consecuencia, a menos que en un<br />
monte frutal, la carga de fruta sea ris o menos homog6nea entre todo el stand de arboles, la<br />
demanda mineral por planta varfa en finci6n de la cantidad de frutos.<br />
Cuadro 2. Acumulaci6n de macronutrientes (g/drbol) en hojas y frutos en plantas de<br />
pistacho con y sin carga de fruta (Picchioni et al., 1997)<br />
Nutriente Carga de fruta Frutos Hojas Total<br />
...------------- -g/Arbol -----------------<br />
Nitr6geno No 555 555<br />
Si 749 305 1.054<br />
F6sforo No 39 39<br />
Si 108 22 130<br />
Potasio No 593 593<br />
Si 485 335 820<br />
Calcio No 523 523<br />
Si 61 520 581<br />
Magnesio No 165 165<br />
Si 50 224 274<br />
En la pr:ictica, una planta con alta carga de fruta demandar6 mucho mis potasio que<br />
otra con hojas 6nicamente. En ]a producci6n de frutales, ]a alternancia de producci6n es muy<br />
com6n. Una planta que carga demasiada fruta una remporada, disminuye la producci6n en [a<br />
siguiente. La "alternancia" es bastante com6n en algunas especies como el manzano y el<br />
pistacho.<br />
Sesi6n III. Potasio en cultivosi tensivos<br />
192
Desde el punto de vista del manejo de un monte frutal, el objetivo es siempre producir<br />
de manera constante y regular la proporci6n hojas/fruto. Para ejemplificar acerca de los<br />
cambios en la demanda mineral se cita el caso del pistacho que es una especie muy alternante.<br />
Se aprecia que en el afio sin fruta, la demanda mineral es sustancialmente menor que en el<br />
afio con fruta (Cuadro 2). Las eonsecuencias que este comportamiento acarrea desde el punto<br />
de vista prdctico son muy importantes. Por ejemplo basta mencionar el cilculo de dosis de<br />
aplicaci6n de fertilizante y la importancia de un correcto diagn6stico nutricional.<br />
Diagndstico nutricional<br />
El diagn6stico inregrado es fundamental para minimizar errores en materia de evaluar<br />
el estado nurricional de un monte frutal. Sin ahondar en detalles, basra mencionar la<br />
necesidad de conocer las caracterfsticas fisicas y qufmicas del suelo en donde se asienta el<br />
cultivo con anticipaci6n a la plantaci6n. Una vez instalado el monte, los an:ilisis foliates y las<br />
observaciones visuales de los arboles complementan el diagnostico.<br />
La concentraci6n foliar de potasio considerada normal para la mayorfa de los frutales<br />
oscila entre 1 y 2%. Precisiones acerca de procedimientos y valores de referencia para los<br />
cultivos pueden consultarse en publicaciones especfficas (SAnchez, 1999).<br />
Fertilizacidnpotdsica<br />
En plantaciones de alta densidad las podas casi siempre se limitan al renuevo de<br />
madera. Si lo podado se incorpora al suelo, el cAlculo de una fertilizaci6n potasica de mantenimiento<br />
a priori equivaldria a la cantidad del elemento removida en la cosecha. Lamentablemente<br />
en la practica no es sencillo determinar la dosis adecuada de K debido a que ]a eficiencia<br />
de aplicaci6n jamas es del 100%.<br />
Un punto importante a tener en cuenta es aquel que concierne a la respuesta del<br />
frutal a la fertilizaci6n. A excepci6n del fertirriego, la fertilizaci6n a6n incorporada en la zona<br />
cercana a la rafz no siempre es inmediata en tdrminos de revertir una situaci6n de deficiencia<br />
a normal en la misma temporada.<br />
Cuando se aplica potasio al suelo, una parte va a estar directamente disponible y otra<br />
parte se fijard al suelo. El mayor o menor aprovechamiento de La fracci6n disponible en el<br />
corto plazo dependeri de factores como: La demanda de la planta, la presencia de raices en la<br />
vecindad de la aplicaci6n y la textura del suelo. Lo aconsejable es realizar ensayos regionales<br />
y medir la respuesta del cultivo en tdrminos de crecimiento vegetativo y de concentraci6n<br />
foliar.<br />
La forma de aplicaci6n es importante. En suelos de textura arenosa se puede aplicar<br />
el fertilizante al voleo sobre la proyecci6n de la copa y se incorpora con rastra. En cambio en<br />
suelos con mayor predominancia de arcillas es conveniente la aplicaci6n localizada. En aque-<br />
Sesi6n Il. Potasio en cultivos intensivos<br />
193
Ilos suelos donde se limita la labranza la aplicaci6n en superficie del fertilizante puede ser<br />
efectiv'a debido a que buena parte del sistema radical se localiza a menos de 5 cm de profundidad.<br />
Las dosis del fertilizante a aplicar son tan variadas que van de 100 a 500 kg. de<br />
potasio por hectirea. Entre los casos mis extremos puede citarse que en California yen plantas<br />
adultas de ciruelo europeo con fin de desecado es comdn aplicar cada 3 afios una dosis de<br />
2*000 kg/ha de sulfato de potasio. Lo mis comdtn en suelos del Alto Valle es la fertilizaci6n<br />
con dosis de 100 a 200 kg/ha de porasio en montes adultos bajo sistema de riego por inundaci6n.<br />
El cloruro de potasio es el fertilizante mis empleado ante la falta de disponibilidad de<br />
la sal sulfato. El dnico problema del cloruro de potasio es cuando se aplica localizado puede<br />
originar toxicidad y muerte de rafces en la zona de aplicaci6n. Bien distribuido en cl suelo es<br />
un excelente fertilizante al que no se le debe temer.<br />
Lo sucintamente explicitado comprende a las aplicaciones por suelo. La vfa foliar es<br />
posible en casos de prevenci6n de sfntomas de deficiencia. Si bien el aporte de potasio es<br />
mfnimo comparado con la demanda de los puntos de crecimiento, esa pequefia absorci6n<br />
puede resultar una ayuda importante para el cultivo. En general el nitrato de potasio es el<br />
fertilizante que re6ne las mejores caracterfsticas para ser empleado foliarmente. Es econ6mico<br />
y de ficil manejo. Las dosis van generalmente del 0,8 a 1,2% y para que resulte efectivo debe<br />
repetirse al menos 4 veces en la temporada.<br />
Fertirriego<br />
La mayorfa de las plantaciones modernas se realizan con sistema de riego por goteo.<br />
Las ventajas del goteo no solo se limitan al ahorro del agua sino que ofrece enormes ventajas<br />
en de la producci6n por adelantar [a entrada en producci6n de los montes, mejorar la calidad<br />
de la fruta y en regular el vigor de lo arboles.<br />
El empleo del sistema de riego por goteo implica necesariamente fertirrigar. Al disminuir<br />
la exploraci6n del suelo por parte de las rakes, la eficiencia de absorci6n de nutrientes<br />
baja ostensiblemente a tal punto que es necesario incorporar NPK en forma obligada sin<br />
importar la fertilidad natural del suelo.<br />
En sus comienzos, los fertilizantes incorporados en el fertirriego eran a base de nitr6geno<br />
y f6sforo sin considerar a.los otros minerales esenciales. Como era de esperar, al restringir<br />
el volumen de exploraci6n de rafces y a6n en suelos vfrgenes bien provistos de nutrientes<br />
la falta de aquellos nutrientes que requieren mayor demanda se hacen sentir en el corto plazo.<br />
En el cuadro 3 se muestra la concentraci6n foliar de N, P y K en manzano en un<br />
ensayo d6nde dnicamente se fertiliz6 con N y P en las primeras tres temporadas. El cambio<br />
notorio se da en potasio donde la concentraci6n en hoja disminuy6 hasta el aflo 3 d6nde el<br />
valor de 0,82% denota deficiencia.<br />
Conceptualmente es importante rescatar de esta experiencia la necesidad de fertilizar<br />
con aquellos nurrientes que requieren mayor demanda y que el suelo no puede proveer.<br />
Sesi6n I1. Porasio en cultivos intensivos<br />
194
Cuadro 3: Concentraci6n foliar de NPK y rendimiento en los primeros tres ahos en man-<br />
zano cv. Mclntosh/EM9 fertirrigados anualmente con 40 g N y 17,5 g P/Arbol.<br />
Concentraci6n foliar Rendimiento<br />
N (%) P (%) K (%) kg/Arbol<br />
Aho 1 2,11 0,25 1,39 0<br />
Aho 2 2,62 0,26 1,34 5,16<br />
Aho 3 2,81 0,26 0,82 8,27<br />
La fertilizaci6n poidsica es muy eficiente cuando se realiza mediante fertirriego. El<br />
potasio se desplaza en profundidad a6n en los suelos pesados (Uriu et al., 1980, Neilsen et al.,<br />
1999). En el cuadro 4 se muestra la disponibilidad de potasio a distinta profiundidad y distancia<br />
del emisor en un suelo franco arcilloso. Se aprecia claramente que hasta una profindidad<br />
de 60 cm el incremento de potasio gracias al fertirriego Cue sustancialmente mayor que en el<br />
tratamiento sin potasio o control.<br />
Cuadro 4. Potasio disponible (ppm) en un suelo franco arcilloso a diferente profundidad<br />
y distancia del emisor al final de la estaci6n de crecimiento. Las plantas de ciruelo fueron<br />
fertirrigadas con 2,25 kg de sulfato de potasio por emisor (Uriu et al., 1980)<br />
Profundidad Fertirriego Control<br />
.(cm) Distancia del emisor Distancia del emisor<br />
0cm 30 cm 60 cm 0 cm 30 cm 60 cm<br />
0-15 919 622 416 221 248 307<br />
15-30 774 264 215 123 147 188<br />
30-45 483 98 119 88 98 98<br />
45-60 567 102 96 63 63 63<br />
60-75 90 76 70 63 66 55<br />
El eoncepto de calidad<br />
Calidad es en definitiva la aceptaci6n sin reparos del producto por parte del consumidor.<br />
Calidad para un mercado puede set el tamafio y color del fruto, para otro la rextura y<br />
el sabor, para la mayorfa la cosmdtica o apariencia sin residuos t6xicos. Hay exigencias que se<br />
dan para el mercado brasilefio y no para la fruta que se destina a Italia o Alemania.<br />
Sesi6n lII. Potasio en cultivos intensivos<br />
195
La calidad final se establece al momento que el producto llega a la g6ndola del supermercado<br />
e intervienen factores de manejo de chacra y galp6n de empaque en su conjunto. De<br />
los de chacra nos referiremos a los estricramente nutricionales haciendo referencia en frutales<br />
de pepita y carozo a los dos elementos que mayor influencia ejercen, como lo son el calcio y<br />
el nitr6geno. Secundariamente se puede mencionar al potasio quien ejerce un efecto positivo<br />
el tamafio, color y acidez, pero tambi6n puede Ilegar a influir negativamenie como 1o hace en<br />
el Bitter pit y el coraz6n acuoso de la manzana.<br />
Del resto poco se sabe pero se debe convenir que actilan indirectamente en la fisiologfa<br />
del Arbol frutal. En el Cuadro 5 se sintetiza la relaci6n de los minerales con la calidad de<br />
la fruta.<br />
Cuadro 5. Atributos de calidad de los frutos y su correlaci6n con minerales.<br />
Atributo Especie/Cultivar Correlaci6n Positiva Correlaci6n negativa<br />
Firnrneza Manzano P fruto<br />
Tamafo Manzan, Pera, Pislacho K, N fruto<br />
Color RD, G, F N hoja, N fruto<br />
Acidez Manzano, Pere, Durazwo, Vid K fruto<br />
Bitter pit Manzano KCa, Mg/Ca y N/Ca truto Ca Iruto<br />
Coraz6n acuoso Manzano N, K, Mg y B fruto Ca fruto<br />
Cork spot Anj N/Ca fruto Ca fruto<br />
SusceptIbildad at alaque de hongos Manzano, Pera, Durazno N/Ca fruto Ca fruto<br />
Decaimiento pot baia temperaura Cox Ca y P truto<br />
RD=Red Delicious; G=Gala: F=Fuji, Anj=Anjou; Cox=Cox Orange Pippen<br />
La calidad de un producto, considerando los atributos ya sefialados, se ve afectada<br />
frente a deficiencias. En el caso del potasio existen antecedentes de mejora de calidad cuando<br />
los niveles del mineral en La hoja no es en apariencia cl adecuado.<br />
Ensayos de aplicaciones de potasio en pistacho lievadas a cabo en California, revelaron<br />
que es posible incrementar rendimiento y calidad de la nuez si se mantiene una concentraci6n<br />
foliar sustancialmente mayor a la mencionada en la bibliograffa como critica (Zeng et<br />
al., 1999). En efecto, aplicaciones de sulfato de potasio durante tres temporadas en tres localidades,<br />
mejoraron la calidad del fruto al incrementar el peso unitario, disminuir el porcenaje<br />
de frutos vaclos e incrementar el porcentaje de fruos con ciscara parrida (atributo recomendable<br />
en pistacho). El estudio concluy6 que para el 95% del miximo rendimiento la concentraci6n<br />
crftica oscilaba entre 1,67 y 2,02%. El valor mfnimo normal de potasio para el pistacho<br />
en California es de 1%.<br />
En vid, la acidez del mosto se correlaciona positivamente con el potasio. La concentraci6n<br />
de potasio en el mosto se correlaciona positivamente con el contenido de azucares,<br />
malato y tartrato (Brancadoro et al., 1995).<br />
Sesi6n Il. Potasio en cultivos intensivos<br />
196
BIBLIOGRAFA<br />
Brancadoro, L., L. Valenti, y A. Reina. 1995. Rootstock effect on potassium content of<br />
grapevine. Acta Horticulturae 383:115-124.<br />
Evans, P.S., K. Uriu, y J.R. Pearson. 1977. Some effects of potassium deficiency on<br />
water relations of French prune. J. Amer. Soc. Hort. Sci. 102:648-650.<br />
Hansen, P., K. Ryugo, D.E. Ramos y L. Fitch. 1982. Influence of cropping on Ca, K, Mg,<br />
and carbohydrate status of 'French'prune trees grown on potassium limited soils. J.<br />
Amer. Soc. Hort. Sci. 107:511-515.<br />
Ludders, P. 1980. Effects of time and amount of nutrient additives on nutrient status and<br />
distribution and on fruit quality. En: Atkinson, D., J.E. Jackson, R.O. Sharpies y W.M.<br />
Waller (eds). Mineral nutrition of fruit trees. Butterworths, London. Pag. 165172.<br />
Neilsen, G.H., P. Parchomchuc and R. Berard. 1995. NP fertigation and irrigation affect<br />
potassium nutrition of newly planted apple trees. Acta Horticulturae 383:57-65.<br />
Neilsen, G.H, D. Neilsen, y F. Peryea. 1999. Response of soil and irrigated fruit trees to<br />
fertigation or broadcast application of nitrogen, phosphorus, and potassium.<br />
HortTechnology 9:393-401.<br />
Niederholzer, F.J. A., R.M. Carlson, K Uriu, N.H. Willits, y P.J. Pearson. 1991. Seasonal<br />
partitioning of leaf and fruit potassium and fruit dry matter in french prune trees at<br />
various potassium levels. J. Amer. Soc. Hort. Sci. 116:981-986.<br />
Picchioni, G.A., P.H. Brown, S.A. Weinbaum y T.T. Muraoka. 1997. Macronutrient allocation<br />
to leaves and fruit of mature altemate-bearing pistachio trees<br />
Sinchez, E.E. 1999. Nutrici6n mineral de frutales de pepita y carozo. Instituto Nacional<br />
de Tecnologfa Agropecuaria, 196 pp.<br />
Sinchez, E.E., T.L. Righetti, D. Sugar, y P.B. Lombard. 1991. Recycling of nitrogen in<br />
field grown 'Comice'pears. J. Hort. Sci. 66:479-486.<br />
Silva, H., y J. Rodrfguez. 1995. Fertilizaci6n de plantaciones frutales. Universidad Cat6lica<br />
de Chile, 519 pag.<br />
Stassen, P.J.C., M. Du Preez y J.D. Stadler. 1983. Reserves in full-bearing peach trees.<br />
Macro-elements reserves and their role in peach trees. <strong>The</strong> Deciduous Fruit Grower<br />
33:200-206.<br />
Zeng, D.Q., P.H. Brown, y B.A. Holtz. 1999. Potassium fertilization and diagnostic criteria<br />
for pistachio trees. Better Crops 83:10-12.<br />
Sesi6n 111.<br />
Potasio en cultivos intensivos<br />
197
RESUMEN<br />
EL POTASIO EN VIVEROS FORESTALES<br />
DE EUCALIPTUS<br />
Marcos von Wernich y Ratl S. Lavado<br />
Facultad de Agronomia, Universidad de Buenos Aires.<br />
lavado@agro uba.ar<br />
La actividad forestal en Argentinaocupa alrededor de un milln de ha, con un 30<br />
% de eucaliptus. La etapa de vivero es clave para la futura plantaci6n y un adecuado<br />
manejo nutricional, permite obtenerplantines de 6ptima calidady alto potencial de crecimiento.<br />
En elpals, pocos viveros utilizan planes de fertilizaci6n: la mayorfa de losproductores<br />
fertiliza de manera asistemAtica y arbitraria. Hasta hace poco desde organismos<br />
oficiales se recomendaba no fertilizar los plantines. Actualmente, se plantea la estrategia<br />
de fertilizar en tres etapas. La tercer etapa, final, es de endurecimiento o rustificaci6n,<br />
donde elpotasio causa mayor resistencia a sequfasyheladas, en raz6n delefecto osm6tico<br />
de altas concentraciones de potasio en los tejidos. En el presente se describen ensayos<br />
desarrollados en Concordia (Entre Rios). Se trabaj6 con fertilizantes y un testigo, en<br />
bandejas. Se efectu6 un ensayo de campo.<br />
La aplicaci6n de f6sforo, nitr6geno y potasio en forma balanceada mostr6 una<br />
excelente respuesta, con un rApido crecimiento y calidad de plantin. Se destacan los<br />
valores de biomasa radicaly a6rea, altura y dilmetro. Con fertilizaciones no balanceadas<br />
y con el testigo, la duracidn del ciclo de producci6n fue excesiva. La duraci6n de este<br />
ciclo es importante econdmicamente. El anifisis foliar present6 diferencias entre tratamientos.<br />
La mayorfa de los nutrientes estuvieron por encima de los valores de deficiencia.<br />
El efecto rustificador del potasio se comprob6 porque los daijos par helada fueron<br />
mayores con bajos niveles de este nutriente y en el testigo, que present6 la mayor susceptibilidad.<br />
Finalmente, la fertifizaci6n balanceada de N P y K en tres etapas logr6 los<br />
mejores resultados, aunque falta ajustar dosis y tiempo de aplicaci6n.<br />
POTASSIUM IN NURSERY OF EUCALYPTUS TREES<br />
Forest activities occupy about one million ha, being eucalyptus around 30 %. <strong>The</strong><br />
nursery stage is key for the plantation and a good nutritional management allow to obtain<br />
quality high growth potential plantlets. Few nurseries uses fertilization plans: most producers<br />
uses fertilizers in a wrong way. Even public organizations did not recommend<br />
plantlets fertilization. Today a strategy of three stages fertilization is recommended. Third<br />
stage, the latest, is for increase the plantlets endurance. Potassium causes higher drought<br />
and frost resistance, due to osmotic effects caused by high tissue potassium concentrations.<br />
Present paper describes trials conducted at Concordia (Entre Rios Province).<br />
Different fertilization plans and controls were tested in "plugs". A field trial was also developed.<br />
Sesi6n Il1. Potasio en culfivos intensivos<br />
199
Application of balanced phosphorus, nitrogen and potassium doses showed a<br />
very good response, fast growth and plantlet quality. Root and aboveground biomass,<br />
height and diameter were remarkable. With unbalanced fertilizations and in the controls,<br />
the length of production cycle was excessive. This cycle duration is economically important.<br />
Foliar analysis, showed differences among treatments. Most nutrients were above<br />
deficiency standards. <strong>The</strong> endure effect of potassium was verify because frost damage<br />
were higher with low potassium fertilization and the control, which showed the higher<br />
damage. Finally, balanced fertilization, in three stages showed best results, but there is<br />
the need to adjust doses and times of application.<br />
Introducci6n<br />
La actividad forestal ocupa en la Rep6blica Argentina una superficie cercana al mill6n<br />
de hectireas, abarcando los eucaliptos alrededor del 30 % de dicha superficie. Entre las<br />
provincias forestales mis importantes se encuentran Corrientes, Buenos Aires, Entre Rios,<br />
Santa Fe y Jujuy. La provincias mesopotimicas presentan 6ptimas condiciones de producci6n<br />
de estas especies forestales, entre eilos Eucalyptus grandis. Debido a su alta rentabilidad<br />
econ6mica, se ha originado en los i1timos afios un auge de Ia actividad, Ilegando a convertirse<br />
en el motor socioecon6mico de dicha regi6n.<br />
. Para la utilizaci6n del monte de eucaliptus se debe cumplir una serie de etapas, que<br />
cronol6gicamente son: Vivero; plantaci6n; manejo del monte; corte y manejo de rebrotes. La<br />
etapa de vivero abarca la siembra directa, o el almicigo y su posterior repique, y la crfa de los<br />
plantines hasta el momento en que estdn en condiciones de set lievados al campo. Su duraci6n<br />
es de varios meses, variando seg6n la 6poca de producci6n y las tecnologfas aplicadas. Esta<br />
erapa inicial es clave ya que en ella se define la calidad y potencial de la futura plantaci6n, la<br />
que puede liegar a durar mis de 30 afios y tener mAs de 3 cortes. La calidad del planttn,<br />
determinada por el material gen&ico y la t6cnica de producci6n, dari como resultado una<br />
6ptima implantaci6n del cultivo con un bajo porcentaje de fllas, una gran homogeneidad en<br />
el tamafio de plantas y una alta tasa de crecimiento inicial luego del transplante a campo, esto<br />
facilitard la competencia frente a las malezas y permitiri asf superar esta etapa critica.<br />
Las condiciones que deben reunir los plantines forestales varfan de acuerdo con el<br />
viverista y a las necesidades del mercado. Sin embargo, hay acuerdo en que los indices de<br />
calidad de un plantin de eucalyptus, apto para la plantaci6n, son: altura aproximada de 30<br />
cm; tallo de un solo eje; diimetro a la altura del cuello de 3 mm; relaci6n tallo/raz de<br />
aproximadamente 2.5 - 3 a 1; y raices no enruladas.<br />
Existen diferentes tecnologias para la obtenci6n de dichos plantines, pero agunas<br />
tecnologfas avanzadas no son utilizadas por muchos viveros locales debido a la escala de los<br />
establecimientos, pot no ser rentables actualmente, etc. Una excepci6n es el caso de la<br />
fertilizaci6n, ya que se adapta a diferentes situaciones y, a travs de un adecuado manejo de la<br />
nutrici6n de la planta, se puede obtener plantines de 6prima calidad y con un alto potencial<br />
de crecimiento.<br />
Scsiin Ill. Potasio en cultivos inensivos<br />
200
Diversas fitentes d6tacan la importancia de los nutrientes en las etapas iniciales del<br />
eucalyptus. En la erapa de plantfn, la bibliograffa cita distintas recomendaciones para la<br />
fertilizaci6n. Se pueden utilizar fertilizantes preplantaci6n (convencionales, de liberaci6n lenta),<br />
postplantaci6n solubles o una combinaci6n de ambos. La etapa de la rustificaci6n se logra<br />
manejando la nutrici6n, en lugar de sometiendo las plantas a sequfa, como hacen muchos<br />
productores.<br />
En cl pais s6lo los viveros mds importantes desarrollan planes de fertilizaci6n avanzados.<br />
La enorme mayorfa de los productores de plantines de eucalyptus fertiliza de manera<br />
asistemi ica y arbitraria. En Misiones se usan buenos sustratos, pero en otras provincias se usa<br />
directamente suelo o suelo con estircol. Hasta hace no muchos afios en organismos oficiales<br />
se recomendaba no fertilizar los plantfnes.<br />
Para alcanzar las caracterfsticas que conforman el plantfn ideal, se suele utilizar una<br />
estrategia de fertilizaci6n integral dividida en tres etapas, en funci6n del estado de desarrollo<br />
de los plantines. Una primera etapa, que va desde germinaci6n hasta la aparici6n de las primeras<br />
hojas verdaderas, rica en f6sforo para un buen desarrollo radical. Una segunda etapa, hasta<br />
Ilegar al 80 % de [a altura deseada, buscando promover el crecimiento en altura con una<br />
mayor proporci6n de nitr6geno. Finalmente, la rercera etapa, de endurecimiento o rustificaci6n<br />
de los plantines, en la cual se causa un "shock" que detenga el crecimiento en pocos dfas, a fin<br />
de que las plantas no se excedan en tamafio y para lo cual se aumenta la proporci6n de<br />
potasio en la nutrici6n y disminuye la cantidad de nitr6geno.<br />
Como se sabe, el potasio es un elemento esencial que no forma parte de ningin<br />
compuesto orginico y no desempefia funciones estructurales en la planta, pero si se involucra<br />
en el proceso de apertura y cierre de estomas. Tambidn estA involucrado en la translocaci6n<br />
de fotosintatos y participa en numerosos sistemas enzimticos. Afecta la formaci6n de gldcidos,<br />
descomposici6my translocaci6n del almid6n, metabolismo del nitr6geno y sfntesis de protefnas.<br />
El potasio es ficilmente redistribuido de 6rganos maduros a 6rganos j6venes; por lo tanto, los<br />
sfntomas de deficiencias se observan inicialmente en las hojas viejas. Asimismo, las plantas<br />
bien nutridas en porasio presentan una reducci6n en la incidencia, severidad y dafios causados<br />
por insectos y hongos. Se estima que la acumulaci6n de potasio en los rejidos favorece la<br />
sintesis y acumulaci6n de metabolitos secundarios, compuestos fen6licos, terpenos, etc, que<br />
actdan como inhibidores parAsitos y enfermedades. Otra explicaci6n apunta a cambios en las<br />
paredes celulares y espesor de cutfcula. Distintos autores mencionan el efecto del potasio,<br />
como causante de mayor resistencia a sequfas y heladas, en raz6n que altas concentraciones de<br />
potasio en los tejidos poseen un importante efecto osm6tico.<br />
Materiales y m4todos<br />
En el presente se describen ensayos de fertilizaci6n en desarrollo en la regi6n<br />
mesopordmica, principalmente en Concordia (Entre Rfos). Se trabaj6 con distintos tratamientos,<br />
que inclufan una variedad de tratamientos fertilizados y un testigo no fertilizado.<br />
El tratamiento 2) c9nsisti6 en un fertilizante multiprop6sito 18-46-18 mezclado con<br />
Sesi6n Il. Potasio en cultivos intensivos<br />
201
el sustrato al trasplante.<br />
El traramiento balanceado a estudiar se compuso de la siguiente secuencia de f6rmulas:<br />
Primera etapa, 11-46-16; Segunda etapa, 18-7-17 yTercera etapa, 4-27-38. Los dos primeros<br />
fertilizantes solubles se aplicaron a raz6n de 0.5 g/L. El tercero se aplic6 a raz6n de I g/<br />
L. Se trabaj6 en bandejas de tergopol (speedling) con 35 plantines cada una, con un volumen<br />
de suelo de 132 cm 3 por cada cavidad. Una vez que las plantas estuvieron en condiciones de<br />
ser flevadas al campo, se realiz6 el transplante, en parcelas Ae 25 plantas por tratamiento.<br />
Resultados y discusi6n<br />
La aplicaci6n de fertilizantes con f6sforo, nitr6gena y poasio en forma balanceada<br />
mostr6 una excelente respuesta del plantfn de eucalyptus con un rpido desarrollo y<br />
obteni6ndose un plantin de calidad. Se destacan mayores valores de biomasa radical (tabla 1)<br />
y de biomasa adrea (tabla 2) . La relaci6n tallo/rafz (tabla 3) estuvo por encima del optimo. La<br />
altura (tabla 4) fue el principal indicador de la velocidad de crecimiento y el diimetro a la<br />
altura del cuello fue el adecuado. La arquitectura de ls plantines, en los tratamientos con<br />
fertilizaciones balanceadas presen6 numerosas ramificaciones, pero en ningtin caso presentaron<br />
bifurcaciones del tallo principal.<br />
Tabla 1. Biomasa de rarces (mg/planta)<br />
Tratamiento Das post-repique<br />
30 70 130<br />
Balanceado 124,41 a* 399,6 a 828 a<br />
Multiprop6sito 68,4 b 278,8 b 492 b<br />
Testigo 65,8 b 250,4 c 422 d<br />
* Letras distintas indican diferencias estadisticas significativas (P
Tabla 3. Relaci6n tallo/ralz<br />
Tratamiento Das post-repique<br />
30 70 130<br />
Balanceado 1,2 a* 7 a 5,22 a<br />
Multiprop6sito 1,6 b 4,8 b 3,49 b<br />
Testigo 1,6 b 3,9 d 2,93 d<br />
Letras distintas Indican diferencias estadfsticas significativas (P < 0,05)<br />
Tabla 4. Altura de plantines (cm)<br />
Tiempo (cm) Balanceado Multiprop6sito Testigo<br />
0 0 0 0<br />
30 4 4 4<br />
60 11,24 a 8,94 b 7,6 c<br />
100 28,92 a 22,8 b 18,2 c<br />
160 46,32 a 24,56 b 21,08 d<br />
En los casos de tratamiento con fertilizaciones no balanceadas (exceso de f6sforo, por<br />
ejemplo) y el testigo no fertilizado se observ6 una excesiva duraci6n del ciclo de producci6n<br />
en comparaci6n con los otros tratamientos. Esto esti causado por el lento crecimiento de los<br />
plansines, ante una provisi6n de nutrientes que no fue 6ptima y se observa especialmente en<br />
tabla 4. En el tiempo que se produce un plantin sin aplicar fertilizantes (testigo), se podrfan<br />
cumplir dos ciclos de producci6n fertilizando en forma adecuada. La duraci6n del ciclo de<br />
producci6n tiene un importante efecto econ6mico sobre la actividad, ya que mayores ciclos<br />
de producci6n poseen mayores costos de producci6n, menor rotaci6n del capital con capital<br />
inmovilizado y ademis un menor producci6n de plantines por afio.<br />
En el andlisis foliar (tabla 5) se presentaron diferencias entre los tratamientos y las<br />
concentraciones de la mayorfa de los nutrientes estuvieron por encima de los valores criticos<br />
observados como deficientes en plantines de eucalyptus.<br />
Tabla 5. Andlisis foliar antes del trasplante<br />
Tratamiento N (g/ha) P (g/kg) K (g/kg) Ca (g/kg) Mg (g/kg) S (g/kg)<br />
Balanceado 5,84 2,77 10,60 10,60 1,67 0.82<br />
Multiprop6sito 5,49 2,84 7,51 12,71 2,32 0,90<br />
Testigo 6,59 2,49 5,88 15,66 2,75 0,95<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cultivos incnsivos<br />
203
Al momento del transplante a campo el contelido hfdrico del suelo fue cercanos al<br />
6ptimo. Por to cual, el estrs del transplante fue marcadamente atenuado por la gran disponibilidad<br />
inmediata de agua para los plantines. Pot este motivo, no se observaron diferencias<br />
importantes en esta etapa (tabla 6), y no se pudo comprobar el efecto rustificador del potasio<br />
frente a estrs hidrico. En cambio, el efecto rustificador de este nutriente se comprob6 en los<br />
menores dafios causados por las numerosas heladas ocurridas sobre los tratamientos en los<br />
que se fertilizo con este nutriente (tabla 7). En los tratamientos que recibieron dosis importanes<br />
de potasio, el porcenaje de dafio fue mucho menor que en los tratamientos con bajos<br />
niveles de este nutriente y en el testigo. En este diltimo tratamiento se observ6 claramente la<br />
mayor susceptibilidad a heladas por sobre todos los demis tratamientos.<br />
Tabla 6. Supervivencia al trasplante a campo<br />
Tratamiento % supervivencia al transporte<br />
Balanceado 100<br />
Multiprop6sito 88<br />
Testigo 100<br />
Tabla 7. Porcentaje de plantas dafiadas segOn el tratamiento de fertilizaci6n<br />
Tratamiento % supervivencia al transporte<br />
Fertilizaci6n balanceada N-P-K (1) 16<br />
Fertilizaci6n balanceada N-P-K (2) 8<br />
Fertilizaci6n no balanceada 20<br />
Fertilizaci6n no balanceada 32<br />
Testigo no fertilizado 60<br />
(1) aplicaci6n de un feritlizaci6n rico en K at final del ciclo.<br />
(2) igual nivel de fertlizaci6n, distinto manejo.<br />
Conclusi6n<br />
La combinaci6n de fertilizantes en tres etapas fue la que logr6 mejores resultados,<br />
atmque falta ajustar las dosis y el tiempo de aplicaci6n, principalmente de nitr6geno en la<br />
segunda etapa: se estima que deberfa set menor a lo experimentado y la de potasio en la<br />
tercera etapa, ]a que probablemente se deberfa aumentar.<br />
Sesi6n Ill. Potasio en cultivosi ntensivos<br />
204
BIBLIOGRAFfA<br />
Aguerre, M.; Carpineti, L.A.; Dalla Tea, F.; Denegri, G.; Frangi, J.L.; Garran, S. M.; Gim6nez,<br />
E.E.; Glade, J.E.; Larocca, L.H.; Marco, M.A.; Mendonza, L.; Pujato, J.; Rembado,<br />
G.E.; Sdnchez Acosta, M.M. y Vaccaro, N.C. 1995. Manual para productores de eucaliptos<br />
de la mesopotamia argentina. Edit. SAGyP-INTA EEA Concordia. 162 Pag.<br />
Dell, B. 1995. Nutrition of eucalypts. Murdoch University, Perth, Australia. Pag.417-431.<br />
Handrick, K. 1998. Potting mixes and soil needs of eucalyptus. F.J.Rogers Memorial<br />
Eucalyptus Weekend. Coleraine. Australia. A synopsis, 3 p<br />
Lani, J.; Cardenas, A.C.; Neves, J.C.; Barros, N.; Novais R.F. de. 1995. Efeito de doses<br />
e localizacao de fosforo sobre o crescimento de mudas de eucalipto. Revista Ceres.<br />
42:497-506.<br />
SAGPyA Forestal. Boletfn NO 12. Junio 1999.<br />
South, D.B.; Zwolinski, J.B. 1996. Chemicals used in southern forest nurseries. Southern<br />
Journal of Applied forestry. 20. 127-135.<br />
Von Wernich, M.; Lavado, R.S. y Porcelli, C.A. 2001. Preparando plantines. Fertilizar 22:<br />
4-5.<br />
Sesi6n Il1. Powsioen culivos intensivos<br />
205
FERTILIZACION CON NITROGENO Y POTASIO<br />
EN CASTA&A DE CAJO<br />
EN EL ESTADO DE CEARA, BRASIL<br />
RESUMEN<br />
Lindbergue A. Cris6stomo, E J. de S. Santos, R.N. Lima, yRossetti, A. G<br />
Embrapa - Centro Nacional de Pesquisa de Agroindustria Tropical<br />
lindberg@cnpat. embrapal hr<br />
Desde el punto de vista econ6mico, la industria de la castaia de cajO da empleo<br />
a mis de 220.000 personas, proporcionando un retorno econ6mico anual de 190 millones<br />
de d6lares. El drea total cultivada con castahas. de caj (selecciones de planta comunes<br />
y enanas) en el Brasil Gs aproximadamente 650.000 has y el 3% de 6sta, es<br />
ocupada por la selecci6n de planta enana. Desde 1995 se realizaron dos ensayos a<br />
campo, en bn diseiode bloque al azar con cuatro niveles de nitr6geno y de potasio, uno<br />
bajo riego y ea otro en secano. En el sistema irrigado el rendimiento respondi6 linealmente<br />
a la aplicaci6n de N y de K hasta 900 y 450 g/rbol/aijo, respectivamente. En el sisterna<br />
de secano el rendimiento ajust6 linealmente para el N y cuadritico pare el K.<br />
NITROGEN AND POTASSIUM FERTILIZATION OF CASHEW IN THE<br />
STATE OF CEARA, BRAZIL<br />
From the economical point. of view, cashew industry gives employment to more<br />
than 220,000 people, providing an annual turnover of 190 million dollars. Total cashew<br />
cropped area (common and dwarf plant selections) in Brazil is approximately 650,000 ha<br />
and 3% of this is occupied by dwarf plant selection. Two field trials were carried out since<br />
1995 in a randomized block design with four levels of each nitrogen and potassium, under<br />
irrigation- and on dry farm system. Under irrigation nut yield was linear to N and K<br />
applications up to 900 and 450 g/tree/year, respectively. In dry farming system nut yield<br />
was linear to N and quadratic to K.<br />
Introducci6n<br />
Aproximadamente el 80 % del Area cultivada con castafia de caju en Brasil se encuentra<br />
en Rio Grande del Norte en los estados, de Ceari y de Piaui. La mayoria de los suelos<br />
donde se cultiva el castafi son de baja fertilidad, textura gruesa, bajo contenido de materia<br />
orgAnica y altamente lixiviados - suelos cuarzosos, Podzolicos, y Latosoles. En Brasil se pueden<br />
distinguir dos selecciones de plantas de castafio: el tipo comtn y el tipo enano. El castafio<br />
Sesi6n IlL. Potasio en cultivos intensivos<br />
207
enano ocupa menos del 3% del Irea total cultivada. Desde el punto de vista ccon6mico, la<br />
industria de la castafia da empleo a mAs de 220.000 personas y ofrece un retorno econ6mico<br />
anual de 190 millones de d6ares.<br />
El uso de fertilizantes en el castafio es importante para asegurar altos rendimientos.<br />
Hanamashetti et al. (1985) reportaron datos de alto rendimiento de nueces con el uso de 250,<br />
250 y 250 g/planta/afio para N, P, y K. Similares resultados fueron divulgados pot Ghosh y<br />
Bose (1986). Sin embargo, la mayor producci6n se observ6 con el uso de 200, 75 y 100 g/<br />
Arbol/afio de N, P, K. Posteriormente, Ghosh (1990) observ6 que los rendimientos mas altos<br />
se asociaban a una combinaci6n N-P-K en dosis de 600, 400 y 300 g/Arbol/afio. Grundon<br />
(1999) trabaj6 durante cinco afios con plantas viejas de castafio, reportando que la aplicaci6n<br />
de P (hasta 288 g/planta/afio) yS (hasta 176 g/planta/afio) resultaban en significativos aumentos<br />
del rendimiento. Por otra parte, la aplicaci6n de hasta 3 kg de K /Arbol/afio no aumentaron<br />
los rendimientos de nueces. Con referencia al efecto del riego, Ghosh (1995) observ6<br />
una mejora del cuaje, de la retenci6n de frutos y en el rendimiento de nueces.<br />
El objetivo de este trabajo fue evaluar las necesidades de potasio y nitr6geno en<br />
plantas de castafia enana en sistemas de cultivo bajo riego y en secano.<br />
Materiales y mtodos<br />
Fueron realizados dos ensayos a campo a partir de 1995, en un suelo Podz6lico rojo<br />
amarillo (RYPS) y en un suelo Latos6lico rojo amarillo (RYLS) en las estaciones experimentales<br />
de Pacajils y Curd, respectivamente. Algunas de caracterfsticas qufmicas de los suelos se<br />
detallan en la tabla 1. Los experimentos fueron acomodados en un diseflo de bloques al azar<br />
con cuatro niveles de nitr6geno como urea, y cuatro niveles de potasio (K20) como cloruro<br />
de porasio, cuatro repeticiones y cuatro plantas por tratamiento.<br />
Tabla 1. Algunas caracterfsticas qufmicas del suelo superficial cultivado con castafia de caji en Ia<br />
Est. Exp. De PacajOs y Curfi, Ceard, Brasil, 1995, a una profundidad de 0-20 y 20 40 cm.<br />
Suelo Prof. pH P MO Cw* Mg * * K* Na, H+AJ<br />
cm mg.kg " mg.kg mmol.dm'<br />
Podz6fico 0-20 5.65 3.1 35.7 16.3 6,3 1.2 1.7 13.0<br />
RYPS<br />
20-40 4.50 1.8 17.8 6.0 1,7 1.6 2.3 16.0<br />
Latos6lico 0-20 4.6 4.2 6.1 6.4 3,4 2.5 0.4 16.0<br />
RYLS<br />
20-40 4.0 3.3 3.5 3,3 1.5 1.7 0.4 20.0<br />
Sesi6n Il1. Potasio en cultivos intensivos<br />
208
En 1999 y 2000 en el sistema de cultivo irrigado, los niveles b1sicos de nitrogeno y<br />
potasio eran de 0, 300, 600, 900 para N y de 0, 150, 300, 450 g/planta/afio para K20 respectivamente<br />
repartidas en seis dosis, mientras que en cl sistema de secano, eran de 0, 250, 500,<br />
750 para N y 0, 120, 240, 360 g/planta/afio para KO, repartidas en tres dosis. Ademis, todas<br />
las plantas fueron fertilizadas con 150 g/planta/afio de P205 aplicado como superfosfato simple<br />
y 100 g/planta/afio de un complejo de micronutrientes (FTE BR-12). Las primeras aplicaciones<br />
(1995) de fertilizanres en ambos ensayos, fueron realizadas noventa dfas despu6s del<br />
trasplante de los clones injertados CCP 76 a un espaciamiento de 7 m x 7 m. Las evaluaciones<br />
de rendimiento por planta se iniciaron en agosto de 1996. Se recolect6 una muestra compuesta<br />
de suelo por cada tratamiento y repetici6n (cuatro sub-muestras de suelo/arbol fertilizado)<br />
y antes de junio del 2000 se tomaron muestras entre las lineas de plantacion para<br />
realizar anlisis qufmicos. Al mismo tiempo sc tomaron sub-muestras de hoja de ramas florecidas<br />
para la evaluacioi quimica de concentraci6n de N y K.<br />
Resultados y discusi6n<br />
El crecimiento (altura y diUmetro de la canopia) de los irboles, fue superior en el<br />
sistema bajo riego en comparaci6n con el sistema de secano. En general, el crecimiento de las<br />
plantas regadas fue dos veces mayor que las no irrigadas, independientemente de la cantidad<br />
de fertilizante aplicado. Esto, probablemente afecta el contenido de nutrientes de la materia<br />
fresca y seca, debido al efecto de diluci6n. De acuerdo a Ghosh (1995) el rendimiento de<br />
nueces y el cuaje y retenci6n de frutos, mejoraron mediante el riego concordando con los<br />
resultados actuales. El rendimiento de nueces en todos los tratamieritos, con o sin irrigaci6n,<br />
fue mayor en plantas envejecidas (Tabla 2); sin embargo se espera que cl m ximo rendimiento<br />
ocurra en cl afio 2001/2002. Se observ6 una mejora del rendimiento de hasta 4 veces en<br />
plantas regadas con respectoia las del sistema de cultivo en secano.<br />
El anlisis de la variancia del rendimiento de los irboles regados, a partir de las cosechas<br />
de 1988 hasta 2000, no mostraron diferencias estadisticas debido a las aplicaciones de<br />
nitr6gcno y de potasio. Probablemente, la mayorfa de los nurrientes aplicados fucron utilizados<br />
en la producci6n de tejidos vegetativos. Para observar diferencias por la aplicaci6n de N<br />
y K, las cantidades de estos elementos deberfan por lo menos duplicarse. Estos datos estAn de<br />
acucrdcon los divulgados por Grundon (1999) donde la producci6n del castafio de cajd<br />
bajo riego no aument6 con la aplicaci6n de 3 kg de potasio/Arbol/afio.<br />
El anSlisis de la variancia de los datos de rendimiento de nueces en 1998, demostraron<br />
para el sistema de secano un efecto lineal para el N, sugiriendo que 400 g de N /rbol/afio<br />
no eran suficientes para lograr el miximo rendimiento. Ghosh (1990) inform6 que el nirr6geno<br />
mejor6 significativamente el rendimiento de nueces. Con Arboles de diez afios de edad,<br />
la dosis de 600 g de N/irbol/afio demostr6 ser la 6ptima. En 1999 y 2000 la cantidad<br />
mAxima de N aplicada era 750 g/Arbol/afio, observAndose la misma respuesta. La aplicaci6n<br />
de potasio mejor6 el rendimiento de nueces y los miximos rindes observados fueron con 160,<br />
240 y 240 g/Arbol/afio en 1998, 1999 y 2000 respectivamente. Estos resultados estin de<br />
Sesi6n 11.<br />
Porasio en cultivos intensivos<br />
209
acuerdo con datos informados por Ghosh (1990) en plantas adultas de castafio de cajd de<br />
diez afios, donde el m6ximo rendimiento se obtuvo con 300 g de KO/Arbol / afio.<br />
A partir de estos resultados, es posible admitir ]a falta de respuesta al N y K en el<br />
castafio bajo riego debido a la lixiviaci6n de estos elementos por el agua de irrigaci6n o por un<br />
efecto de diluci6n en los rejidos verdes y lefiosos de la planta, cuando el desarrollo es mayor<br />
que en secano. El anilisis foliar no demostr6 aumentos del contenido de N o de K en ningu-<br />
Tabla 2. Efectos del nitr6geno y potasio en el rendimiento promedio de nueces de Cajo<br />
sel. enana, en secano y bajo dego.<br />
Tratamientos 1996 1997 1998 1999 L 2000<br />
N K20<br />
kg.ha-'<br />
N, K, 7 108 131 548 73 881 412 1681 637 2445<br />
N, K2 4 95 186 536 166 1008 536 1644 775 2542<br />
N, K 3 7 78 149 449 157 1050 628 2058 851 2839<br />
N, K 2 70 143 344 100 827 455 1591 661 2499<br />
N2 K, I! 24 199 716 188 1079 639 1953 864 2933<br />
N 2 K 2 4 65 192 375 153 929 611 1664 872 2488<br />
N2 K 3 10 83 193 255 178 901 620 1753 880 2675<br />
N2 K 6 68 153 523 139 855 513 1877 745 2806<br />
N 3 K, 8 112 203 618 226 969 659 1932 953 2600<br />
N 3 K 2 5 111 181 432 157 1021 518 2039 724 2859<br />
N 3 K3 14 76 187 411 210 867 703 1639 776 2636<br />
N 3 K4 4 91 148 671 121 1070 542 1979 705 2842<br />
N 4 K, 6 98 215 694 214 1068 624 2077 817 2640<br />
N 4 K2 7 75 210 686 234 926 712 1732 948 2685<br />
N 4 K3 8 79 258 90 185 889 648 1494 904 2411<br />
N 4 K 4 3 93 173 665 136 982 596 1922 802 3125<br />
N,= 0 g/arbol, N 2= (250)* 300 g/arbol N,=(500)"600 g/arbol, N, =(750)* 900 g/arbolK= Og K 2I/arbol, K2= (120)'150<br />
g K.0/arbol, K 3 =(240)* 300 g K 20/arbol, K,= (360)7450 g K20/arbol.<br />
'sistema de culivo secano<br />
Sesi6n Il1. Potasio en cultvos intensivos<br />
210
no de los tratarnientos de fertilizaci6n en ambos ensayos. Tampoco los anAIisis de suelo revelaron<br />
diferencias estadfsticas en el contenido de potasio intercambiable del suelo debido a la<br />
aplicaci6n de potasio a pesar del bajo contenido nativo de potasio en ambos suelos.<br />
Tabla 3. Determinaci6n del coeficiente (R 2 ) y significado estadfstico de los pardmetros analfticos<br />
para el modelo de regresi6n y respuesta de la castafia a la dosis de N y K20 en sistemas irrigados<br />
y de secano.<br />
Variables R 2<br />
Modelo Estadistico<br />
Rend. Castafia 0.077 Y = 2603.16 + 38.83x0 2 N - 17.04 x10 2 K - 6.42x10, 4 N + 2.37x0l 2 +<br />
(kg/ha)<br />
+ 11.48xl O' 4 NK<br />
Irrigaci6n<br />
Rend. Castafia 0.132 Y = 724.79 + 297.36x10 3 N + 780.99x10"K - 12.09x10rN 2 - 237.64x10<br />
(kg/ha) w -<br />
Secano -3.49xl 0 4 NK<br />
Suelo K(rnmol 0dm 0.073 Y = 1.09- 16.,25xlo4N + 42.29X107 4 K + 14.76x1 ON2 -<br />
Inigacion 3<br />
- 67.36x10K 2 - 12.83x10"NK<br />
Suelo K(mmol,dm 0.193 Y =71.86 + 27.20x10N + 11.24x104K -3.00xl0 7 N 2 + 10.85x10K 2<br />
a+<br />
Secano + 14.44xl0r'NK<br />
Hoja K g&(g 0.013 Y = 7.90 - 22.71x10ON - 20.67x104K + 1.04xlU 7 te + 30.56x107K 2<br />
Inigaci6n - 14.44x1O 7 NK<br />
Hoa K g/kg 0,039 Y = 12.85 - 22.27x1l04N - 27.3BxlO1K + 4.02x10N 2 + 9.01x10K 2 -<br />
Secano - 4.4xl0"NK<br />
Hoja N g/kg 0,109 Y = 11.79 + 12.12x10"N + 41.09x10" 4 K + 8.00xl0-7N 2 - 8.47x1l" 7 K 2 -<br />
lnigaci6n - 1.18xlONK<br />
Hoja N g/kg 0,163 Y = 18.02 + 8.04x103N - 12.90x1"YK -5.40x10*N2 + 35.15x10"K 2 _-<br />
Secano - 10.02x10-NK<br />
Sesi6n Il. Potasio en cultivos intensivos<br />
211
BIBLIOGRAFIA<br />
Ghosh, S. N. Effect of nitrogen, phosphorus and potassium on flowering duration, yield<br />
and shelling percentage of cashew (Anacardium occidentale L.). Indian Cashew Journal,<br />
v.22, p.19-23, 1990.<br />
Ghosh, S. N. Studies on effect of watering during flowering and fruiting on yield of cashew.<br />
Cashew, v. 9 n.3, p. 5-8, 1995.<br />
Ghosh, S. N.; Bose, T. K. Nutrition requirement of cashew (Anacardium occidentale L.) in<br />
laterite tract of West Bengal. Indian Cashew Journal, v.18. n.1, p. 11-16, 1986.<br />
Grundon, N. J. Cahsew nut in North Queensland respond to phosphorus and sulfur fertilizers.<br />
Better Crops <strong>International</strong>, v. 13, n.2, 1999.<br />
Hanamashetti, S. I.; Hegde,. M.; Kham, M. M. Effect of different levels of fertilizers on<br />
yield of young cashew trees. South Indian Horticulture, v.3, n.3, p. 190-192, 1985.<br />
Sesi6n Il1. Potasio en culivosi ntensivos<br />
212
FERTILIZACION CON NITROGENO Y POTASIO<br />
EN COCOTEROS<br />
EN EL ESTADO DE CEARA, BRASIL<br />
J. de A. D. de Freitas, Lindbergue A. Cris6stomo, 0. B.Weber, A. G. Rossetti<br />
RESUMEN<br />
Embrapa L Centro Nacional de Pesquisa de Agroindustria Tropical<br />
lindberg@cnpat. embrapa. br<br />
La industria del coco es caracteristica del nordeste Brasilero y abarca tres variedades:<br />
Altos, hfbridos y enanos. Todas las frutas de la variedad enana se utiliza para<br />
preparar bebidas y las variedades altas y los hibridos para la producci6n de copra por<br />
procesos industriales. El nitr6geno y el potasio exportado por los frutos de coco pueden<br />
alcanzar los 87 y 52 kg/ha respectivamente. Se realiz un estudio con cinco niveles de N<br />
y K20 aplicados segOn la matriz experimental del plan Puebla Ill, en un diseio de bloques<br />
seleccionados al azar. El objetivo de este estudio fue evaluar la produccin de<br />
cocos de irboles enanos con respecto a la aplicaci6n de N y K0.<br />
NITROGEN AND POTASSIUM FERTILIZATION OF COCONUT TREES<br />
IN THE STATE OF CEARA, BRAZIL<br />
Coconut industry is characteristic of North-Eastern Brazil, encompassing three<br />
varieties: Tall, Hybrid and Dwarf. All fruits from dwarf variety are used as soft drink and<br />
those from tall and hybrids for copra processing industry Nitrogen and potassium exported<br />
by coconut fruits can reach 87 and 52 kg/ha. Five levels of each N and K20 where<br />
applied according to Plan Puebla III Experimental Matrix in a randomized blocks design.<br />
<strong>The</strong> aim of this study has been to evaluate nut production of dwarf coconut trees as<br />
related to N and K 20 application.<br />
Introducci6n<br />
El coco (Cocus nucifera L ) es un cultivo caracterfstico de los suelos costeros del<br />
noreste del Brasil, con un Area plantada de aproximadamente 200.000 has. En el estado de<br />
Ceari, segtn Anuario (1996), cl Area cultivada es de 46.000 has, abarcando tres variedades:<br />
alto, hibrido y enano; este d1itimo con cl 10% de Area total. Todas los frutos de la variedad<br />
enana se utilizan par a bebida "al natural" o embotellada, mientras que los cocos de las varie-<br />
Sesi6n 1li. Potasio en culivos intensivos<br />
213
dades altas y de los hfbridos se utilizan para el proceso industrial. La cantidad de nutrientes<br />
extrafdos del suelo por los irboles de coco segdn Ohler (1984) es alto, debido a la floraci6n y<br />
producci6n continuas a lo largo del afio. Las cantidades de N y de K exportadas pot los cocos<br />
en algunas variedades hibridas pueden alcanzar a 87 y 52 kg/ha; respectivamente, cuando el<br />
rendimiento es de alrededor de 130 frutos/Arbol (Ouvrier, f984). Mientras que el rendimiento<br />
de las variedades enanas puede alcanzar 200 a 300 frutos/planta/afio las cantidades exportadas<br />
de N y K pueden set mucho mis altas que ]as informadas.<br />
Con referencia a la fertilizaci6n, Sobral y Santos (1989) aconsejaban para las variedades<br />
altas y los hfbridos, realizar anAlisis foliares y de suelo. Para las variedades enanas bajo<br />
riego no hay resultados sobre las cantidades de N, P y K que se aplican. Todos los suelos<br />
cultivados con coco son de textura gruesa, baja fertilidad, alta lixiviacion, y bajo contenido<br />
de materia orginica. El prop6sito de este estudio fue evaluar la respuesta a la aplicaci6n de N<br />
y K a trav6s del agua de riego, en Arboles de coco enanos, cultivados en suclos arenosos.<br />
Materiales y m&odos<br />
-Se aplicaron cinco niveles de cada elemento. Para el nitr6geno (N) las dosis fueron de<br />
30, 180, 300, 420, 570 g/Arbolfafio; y para potasio (K20) 6stas fueron de 25, 150, 250, 350,<br />
475 g/arbol/afio. Las aplicaciones se realizaron seg6n la matriz experimental del Plan Puebla<br />
III (Leite, 1984). El experimento se llev6 a cabo en un disefio de bloques seleccionados al azar<br />
con cuatro repeticiones y cuatro tratamientos pot Arbol en un espaciamiento de 7,0 m x<br />
9.5m. El N, como urea, y el K0, como cloruro de potasio, fueron aplicados semanalmente<br />
a trav6s del agua de irrigaci6n. AdemAs, todas las plantas fueron ferrilizadas con P 20 coma<br />
superfosfato simple y micronutrientes (FTE BR-12) en intervalos de seis meses, segdn anlisis<br />
de suelo. El anAlisis estadfstico fue realizado segdn un modelo cuadrtrico, ajustando un<br />
modelo de regresi6n para obtener una superficie de respuesta.<br />
El experimento se llev6 a cabo en un suelo arenoso y algunas caracteristicas qufmicas<br />
se detallan en la Tabla 1.<br />
La evaluaci6n de la producci6n de frutas fle realizada 18 meses ms adelante.<br />
Tabla 1. Algunas caracterfsticas qufmicas del suelo cultivado con coco en, Paraipaba, Ceari,<br />
Brasil<br />
Prof. O.M. p K' Ca+ Mg* C.E.C. V CU Fe IM n Zn<br />
Cm g/dm' mg/din' mmol./dm' mg/dm'<br />
0-20 6.0 6.0 0.7 14.6 2.0 37.7 60 0.1 13.2 4.2 1.6<br />
20-40 2.7 5;0 0.7 8.6 1.4 29.7 56 0.1 14.0 2.0 0.5<br />
40-80 1.4 4.3 0.7 6.4 1.6 28.7 51 0.2 22.2 1.9 0.8<br />
Sesi6n III. Potasio en culivos intensivos<br />
214
Resultados y discusi6n<br />
Los resultados obtenidos a partir de mediciones de la altura de la planta, diAmetro del<br />
trono, nimero de hojas vivas, y contenido de nitr6geno y de potasio en las hojas y tambidn<br />
cl contenido de potasio en el suelo. El anilisis estadistico se realiz6 segdn un modelo cuadritico,<br />
por el modelo de regresi6n para obrener una superficie de respuesta. (Tabla 2)<br />
Tabla 2. Coeficientes de determinacin (R 2 ), significancia estadstica de par.Ametros analfticos de<br />
los modelos de regresi6n y superficie de respuesta de cocotero al N y K20.<br />
Variables R Mocelo Estadistico<br />
Altura (cm) 0,75 Y = 94,93** + 34.364x10" 3 N - 11.454x10"3K + 3.2x104ON 2 - 1.86xl04NK +<br />
1.55x107 4 K 2<br />
Di metro 0,24 Y = 18,24** + 4.57x10, 3 N + 9.15x10"4K - 12.79x1U 5 N 2 + 16.78x1O'NK -<br />
tronco (cm) 10.75xl0"K'<br />
NQ de hojas 0,38 Y = 8,023* + 19.30x10 4N - 3.0710,4K - 3.39x1U7N 2 - 4.33x1O" 7 NK +<br />
vivas<br />
41.78x10 7 K 2<br />
Foliolos en 0,45 Y = 39,76* + 74.18x10N + 3.27x10(K + 67.03x10'N 2 - 40.37 xl0'K +<br />
Hoja N 2 3<br />
288.57x10-K 2<br />
Total N (g/Kg) 0,60 Y = 23,79** + 71.35x10 4 NO - 33.21x10 4 K + 40.54x10"7N2 - 261.63xtO'sNK<br />
+ 21 .99x10'K2<br />
Total K (g/Kg) 0,88 Y = 8,72** + 56.69x10 4 N + 148.73x10 4 K* - 0677.3x10N 2 - 165.93x10<br />
7 NK - 97.54x10-K<br />
Ken suelo (0- 0,84 Y = 0,36 +.11x10 N +.92x10K - 18.63x10 7 W + 1.57x10 7 NK -79.14x10"<br />
20cm) 7K2<br />
(mmolJdm 3 )<br />
Ken suelo 0,77 Y = 0,33 + 10.33x10 4 N + 54.57x104K + 8.16x10 " N - 3.35x10 NK -<br />
(20-40cm) 14.26x10" 7 1'e<br />
(mmolUdm 3 )<br />
• y 0 Significativa al nivel de 1, 5 o 10 %, respectivamente por el test de F.<br />
Sesi6n 11. Poasio en cultivos intensivos<br />
215
BIBLIOGRAFIA<br />
Anuado Estadistico Do Brasil. Rio de Janeiro: IBGE, V. 55, 1995.<br />
Ohler, J.G. Coconut, tree of life. Roma, FAO, 1984, 446p.<br />
Ouvrier, M. Exportation par la r6colte du cocotier PB-121 em function de la fumure<br />
potassique et magndsienne. Oleagineux, Paris (39)5:263:71, 1984.<br />
Sobral, L.F.; Santos, Z.G. dos. Sistemas de recomendag6es de fertilizantes para o<br />
coqueiral (Cocus nucifera L.) corn base na andlise foliar. AracajO : Embrapa-CNPCo,<br />
1987. 23p. (Documentos, 7).<br />
Sesi6n Il1. Potasio en cultivos intensivos<br />
216
SESRON RV<br />
APLICACION Y USO<br />
DE FERTILIZANTES POTASICOS
USO Y APLICACION DE FERTILIZANTES POTASICOS<br />
EN ARGENTINA<br />
RESUMEN<br />
Ing. Agr. Guillertno Farbman Almidar SA-Haifa Chemicals Ltd<br />
gfarbman@finectis. com. ar<br />
El desarrollo do la producciOn agropecuaria en Argentina, se basa en la agricultura<br />
(cereales y oleaginosas) y en la producciOn de carnoes. Las condiciones favorables<br />
productivas de nuestros suelos y su riqueza natural de nutrientes, fueron suficientes para<br />
mantener un aumento constante de los rendimientos. La coexistencia de la agricultura<br />
con la ganaderfa mantenta en niveles importantes la productividad de nuestros suelos,<br />
recuperando fertifidad y estructura.<br />
En los ltimos ahos se ha producido un aumento de la superficie agricola y una<br />
importante reduccidn de Ia ganadera, so alargaron los c/clos agr/colas y se ha ido transformando<br />
una agricultura de rotaci6n, a casi una agricultura permanente. Esto ha ido<br />
provacando wn detedoro do los suelos, tanto en fertilidad coma en sus atributos fisicos,<br />
por Ej. reducci6n do la materia orgAnica, d6ficit de nitr6geno, aumento de superficies con<br />
d6ficit de f6sforo, acidificaci6n. El aumento de la mecanizaci6n, hay disminuida por las<br />
importantes superficies en siembra directa, una mayor intensidad en el uso del suelo, la<br />
expansi6n del doble cultivo trigo-soja y la fa/ta de una adecuada reposici6n de nutrientes,<br />
han ida incrementando el.deterioro de los suelos argentinos.<br />
La fertilizaciOn de los cereales y oleaginosas se basa exclusivamente en el uso<br />
de fertiflizantes nitrogenados y fosforados. Actualmente se ha comenzado a incluir el uso<br />
de fertilizantes azufrados en trigo y soja. El consumo de nutrientes en cereales y<br />
oleaginosas se reparte en un 57,2 % hacia e/ Nitr6geno, 42,5 % hacia el P.0 5 y s6lo un<br />
0,3 % hacia o/ uso do K20. El consumo de nutfientes en el caso de Pasturas, tanto<br />
anuales como perennes es 45,4 % de nitr6geno, 54,4 % de P205 y 0,2 % de K.O. En ol<br />
caso de los cultivos regionales que nctuyen la calla de azdcar y algod6n, ademAs de<br />
tabaco, frutales, vid, cftricos y hortalizas Ia situaci6n de la fertilizaci6n Os la siguiente, el<br />
62 % de los nutrientes son nitrogenados, 17,2 % es P 20 5 y20,5 % de K0.<br />
Fertilizaciones desbalanceadas aparecen como factores limitantes del crecimiento<br />
de los rindes. A pesar del poco uso de fertilizantes potisicos (excepto en producciones<br />
intensivas) en Argentina, con una agricultura extractiva cuasi permanente, con materiales<br />
gen6ticamente mJs productivos, se deberfa considerar i K coma nutriente fundamental<br />
en la fertilizaci6n balanceada, para quo estos nuevos cultivos de altas producciones<br />
puedan satisfacer sus necesidades y expresar su alto potencial productivo.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes potdsicos<br />
219
USE AND UTILIZATION OF POTASSIUM FERTILIZERS IN ARGENTINA<br />
Agriculture development in Argentina is based on oil and cereal crops and meat<br />
production. <strong>The</strong> favorable and productive natural conditions of local soils well supplied of..<br />
nutrients, were sufficient to sustain a steady grain yield increase. <strong>The</strong> coexistence of,!agriculture<br />
with the cattle production maintained at significant levels the productivity of<br />
our soils (recovering fertility and structure). However, during the last years the obierved<br />
increase of the cropped area at expenses of a significant reduction of area deserved to.,<br />
cattle, as a result the duration of the agricultural cycles extended transforming the basic a<br />
rotation agriculture-cattle production to almost permanent agriculture.<br />
<strong>The</strong>se facts resulted in a deterioration of soils, both in fertility and in its physical<br />
attributes as well, like reduction in organic matter, widening areas with phosphorus and<br />
nitrogen deficiencies, and acidification. <strong>The</strong> increase of mechanization, although today<br />
diminished by the extent of no till, a greater land use intensity, the diffusion of the double<br />
culture wheat-soybean and the lack of a suitable replenish of nutrients exported by crop<br />
harvest contributed to increase the deterioration of Argentine soils.<br />
<strong>The</strong> fertilization of oil and cereals crops is based exclusively on nitrogen and<br />
phosphate fertilizer, but recently sulfur fertilizers has begun to be included in the wheat<br />
and soybean fertilization programs. <strong>The</strong> consumption of nutrients used in grain production<br />
is distributed as 57.2 % of Nitrogen, 42.5 % P2O5 and only 0.3 % of KO. <strong>The</strong> consumption<br />
of nutrients in Pastures, both annual and perennial is 45.4 % of nitrogen, 54.4 %<br />
of P 20, and 0.2 % of K20. Unlike grain and pastures, regional cash crops including sugar<br />
cane, cotton, tobacco, fruits, vineyards, citrus and vegetables the nutrient utilization is as<br />
follow: 62 % nitrogen, 17, 2 % are P205 and 20.5 % of K20.<br />
Unbalanced fertilization appears as limiting factors for obtaining higher yields. In.<br />
spite of the little use of potassium fertilizers, except in intensive productions in Argentina,<br />
the combination of an almost permanent extractive agriculture, and genetically improved<br />
more productive germoplasm, we would have to consider K application among other<br />
basic nutrients in balanced fertilization programs. This would ensure that these highly<br />
productive crops could satisfy their nutrient requirements and show all their production<br />
potential.<br />
Introducci6n<br />
Argentina no produce fertilizantes potisicos, de modo que todo su consumo deviene<br />
de la importaci6n. En la tabla 1 es factible confirmar el bajo consumo de fertilizantes potisicos<br />
que ha realizado en Argentina desde 1993 hasta el 2000. Indudablemente esto se debe en<br />
gran parte a que en la regi6n pampeana donde se concentra la mayor parte de los culivos<br />
extensivos los niveles de potasio son considerados altos. Pero esto no impide que en el largo o<br />
mediano plazo, si no hay una reposici6n gradual del nutriente, este pueda llegar a ser deft-<br />
Sesi6n IV. Apiicacidn y uso de fertilizanres potisicos<br />
220
ciente para cultivos con alta demanda de poasio.<br />
En el aflo 2000, se puede observar que solo el 4% de las importaciones de fertilizantes<br />
corresponden a fertilizantes potisicos (Figura 1).<br />
Tabla 1: Importaci6n de fertilizantes durante los alios 1993 al 2000.<br />
Fertilizantes 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000<br />
Miles de I<br />
Urea perlada 191.6 378.2 434.4 847.8 203.7 208 283.7 260.2<br />
Urea Granulada 229.2 228.8 280.7 280.7<br />
DAP 205.4 281.5 330.5 695.5 462.8 487.8 573.1 494.3<br />
MAP 8.5 26.9 107.5 96.5 73.4 80.6 166.7 140.8<br />
NA y CAN 11.3 42.9 63 117.5 88.1 62 93.1 122.7<br />
Sulfato y Sulfonitrato de<br />
Amonlo 2.5 5.3 38.6 6.7 64.3 16.1 48.2 63.1<br />
UAN 20.7 15.4 33.7 22.5<br />
Otros N 9.7 2.3 21.6 16 3.6 5.1 3.1 1.9<br />
SPT 16.3 32.8 35.9 35.2 31.7 25.8 54.9 45.6<br />
SPS 19.8 6.03<br />
Cloro K 9.7 26.8 36.5 28.7 38.4 12 11.9 14.6<br />
Sulfato K y Mg 2.5 3.3 9.6 7.8 12.2 12.2 11.5 15.7<br />
Sulfato do K 8.6 1.1 7 25.7 11.5 9.6 7.2 10.35<br />
Nitrato de K 12.7 7.1 7.5 10.8 12.4 10.5 10.2 11.25<br />
NPK 9.7 20.1 20.1 27.3 48.6 27.8 33.4 65.74<br />
Total Importado 478.8 808.2 1092.1 1888.4 1300.6 1201.7 1631.2 1555.6<br />
Figura 1: Porcentajes de nutrientes en la importaci6n de fertilizantes en Argentina. Aho<br />
2000.<br />
4% K20<br />
45% 51% N<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizanres pot4sicos<br />
221
De los 5 tipos principales de fertilizantes potisicos importados (Cloruro de K, Sulfato<br />
de K y Mg, Sulfato de K, Nitrato de K y Mezclas NPK) podemos ver que durante los afios<br />
1995 a 2000 fueron disminuyendo las importaciones de Clorure y aumentando en forma<br />
notoria las importaciones de fertilizantes NPK. Esto nos habla de una disminuci6n notable<br />
de las mezclas ffsicas producidas en Argentina posiblemente por el alto costo de elaboraci6n<br />
de las mismas. Adem6s, se produjo un importante aumento porcentual de Sulfato de K y Mg.<br />
Analizando ya producto por producto, la Figura 2 muestra una importante disminuci6n de<br />
afio en aflo de la importaci6n del Cloruro de K, flegando a] afio 2000 con alrededor del 50 %<br />
de lo importade en afios anteriores. A la inversa de lo que ocurre con el cloruro, el sulpomag<br />
6 Sulfato de potasio y magnesio (Figura 3), creci6 durante los 5 afios considerados.<br />
Figura 2: Importaci6n de Cloruro de potasio en Argentina<br />
45<br />
40 '<br />
35<br />
o<br />
m30 -<br />
28.7<br />
25 -,1<br />
38.4<br />
1995 1996 1997 1998 1999 2000<br />
0 Figura 3: Importacibn de Sulfate de potasio y magneslo<br />
18 -<br />
11<br />
14<br />
-<br />
1995 1996 1997 1998 1999 2000<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y use de fertilizandes potsicos<br />
222
En el caso del Sulfato de potasio (Figura 4), podrfarnos considerar como estables<br />
sus importaciones de afio en afio, a] igual que cl Nitrato de potasio (Figura 5).<br />
Figura 4: Importaci6n de Sulfato de potasio en Argentina<br />
30O<br />
25<br />
S20 -<br />
25.7<br />
•815 it-<br />
15 9.6 10.35<br />
10<br />
1995 1996 1997 1998 1999 2000<br />
Figura 5: Importacifn de Nitrato de potasio en Argentina<br />
14 12.4<br />
12 - t0 .- 11 25<br />
,0 10 -<br />
2<br />
0<br />
--<br />
1995 1996 1997 1998 1999 2000<br />
En el caso de las importaciones de Mezclas de fertilizantes NPK (Figura 6) el aumento<br />
es notable, desdc unas 20.000 t anuales en 1995, a 66.000 t cinco afios despu6s.<br />
S6s6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizanics pmtisico s<br />
223
Figura 6: importaci6n de mezclas de fertilizantes NPK<br />
70<br />
60 -<br />
0 5O<br />
48.6<br />
40 3,3.4<br />
"o27.3<br />
30- -<br />
.220.1<br />
10 -<br />
0<br />
Figura 7: Importaci6n total de K20<br />
50<br />
3- 5<br />
"a 20-<br />
5<br />
1995 1996 1997 1998 1999 2000<br />
0 ;<br />
1995 1996 1997 1998 1999 2000<br />
En la Tabla 2 podemos ver y explicar el por qu6 de ese bajo nivel de consumo de K<br />
pot nuestros productores. Considerando a aquellos cultivos regionales frutihortfcolas como<br />
los mis demandantes de potasio, s6lo abarcan aproximadamente 2,4 millones de has, mientras<br />
que los cultivos que comprenden a la agricultura extensiva y pasturas ocupan mas de 38<br />
millones de has.<br />
Sesign IV Aplicaci6n Y uso de ferdlizantes porisicos<br />
224<br />
2.
Tabla 2: Superficie ocupada por los cultivos en Argentina, agrupados en Intensivos y<br />
Extensivos<br />
CULTIVOS INTENSIVOS AREA CULTIVOS EXTENSIVOS AREA<br />
Hortalizas 552.400 Algod6n 408.000<br />
Tabaco 49.000 Arroz 134.000<br />
Vid 180.000 Girasol 1.976.000<br />
Olivo 30.000 Maiz 3.345.000<br />
Banano 5.200 Pasturas 14.233.000<br />
Caha de AzUcar 314.200 Soja 10.540.000<br />
Cftricos 134.400 Sorgo 709.000<br />
Deciduos 344.300 Trigo 6.497.000<br />
T 43.600 Poroto 275.000<br />
Yerba Mate 205.900<br />
Forestaci6n 530.000<br />
Total 2.389.000 Total 38.117.000<br />
En ia Tabla 3 se resume el consurno de Nutrientes segdn el cultivo de destino. AMl<br />
puede verse que los cultivos extensivos y pasturas casi no reciben fertilizantes potsicos, es<br />
decir, del total de fertilizantes consumidos en Argentina, el 56 % corresponde a N, el 41% a<br />
P 205 y s6lo un 3% a KO. (Figura 8). Las relaciones N: K 20: 19:1son de las mas bajas en<br />
comparaci6n con el uso cle fertilizantes en otros paises, en cambio la relaci6n N: P 20s es mas<br />
bien aceptable: 1,4:1.<br />
Tabla 3: Resumen del consumo de nutrientes<br />
Cultivos Area N P 205 K20 Consumo<br />
(000 has) t/aho<br />
Agricolas extensivos 23,884 353,513 262.610 1.794 617,917<br />
Pasturas 14,233 47,981 57,590 129 105,700<br />
Regionales y fruti-hortfcolas 2,389 66,841 18,523 22,058 107,422<br />
Total 38,384 468,335 338,723 23,981 831,039<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de ferilizantes portsicos<br />
225
Figura 8. Distribuci6n porcentual de nutrientes del consumo de fertilizantes en la agricultura.<br />
3% K 20<br />
56% N<br />
Discriminados por tipo de culivo (Figura 9), los cultivos agrfcolas extensivos de<br />
rampo, como el trigo, mafz y la soja, consumen 58% de N y 42 % de P 20 5 , es decir,<br />
practicamente no hay consumo de K20. Las pasturas (Figura 10) muestran un mayor consumo<br />
de P 20 5 (55%) y de N (45%), pero tampoco consumen potasio. A diferencia de los dos<br />
grupos anteriores los Cultivos Regionales que incluyen a la producci6n fruti- horticola<br />
(Figura 11), el 21 % de los fertilizantes consumidos son potisicos.<br />
Figura 9. Distribuci6n porcentual de nutrientes del consumo de fertilizantes en cultivos<br />
agricolas extensivos.<br />
0% K 2 0<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes pocisicos<br />
226<br />
58% N
Figura 10. Distribuci6n porcentual de nutrientes del consumo de fertilizantes en pasturas.<br />
0% K 2 0<br />
Figura 11. Distribuci6n porcentual de nutrientes del consuino de fertilizantes en cultivos<br />
regionales y fruti-hortfcolas<br />
17% P 20 5<br />
21% K 2 0<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizanres potisicos<br />
227
Principales usos de los fertilizantes potisicos<br />
Cloruro de K<br />
* Mezclas fisicas para cultivos horti-frutfcolas y citricolas<br />
* Uso directo en Arroz<br />
Sulf&to de K<br />
* Mezclas ffsicas para cultivos Horti frutfcolas<br />
* Mezclas ffsicas para tabaco<br />
Nitrato de potasio<br />
o Mezclas ffsicas para tabaco<br />
* Fercirriego<br />
* Uso directo en tabaco<br />
Sulfato de potasio y magnesio (Sulpomag)<br />
" Mezclas ffsicas para cultivos extensivos (trigo, soja), horticolas, citrfcolas y<br />
frutfcolas<br />
* Mezclas ffsicas para tabaco<br />
Sesi6n IV Aplicaci6n y uso de fertilizantes potisicos<br />
228
RESUMEN<br />
MANEJO DE LA NUTRICION POTASICA<br />
DE LOS CULTIVOS BAJO FERTIRRIEGO<br />
Hillel Magen<br />
Instituto Internacional de la Potasa - magen@dsw. co. il<br />
Uno de los principales factores que promovieron el modemo fertirriego fue el<br />
desarrollo de sistemas de Micro-lrrigaci6n (MIS), incluyendo el riego por goteo,<br />
nebulizadores Uets) y microaspersores. Experimentos de campo conducidos en Israel<br />
en los comienzos de la d6cada del 60, demostraron que cuando se riega solo una parte<br />
del drea total como en el caso de los sistemas de Micro irrigaci6n (MIS), las aplicaciones<br />
de fertilizantes realizadas de la manera tradicional no eran eficientes. La dristica reduccidn<br />
del volumen efectivo de suelo utilizado (hasta el 70% en los cultivos bajo riego por<br />
goteo) Ileva a una disminuci6n del potasio disponible (ademis del resto de los nutrientes)<br />
y a una menor contribuci6n potencial de la materia orgAnica. Por otra parte, una vez quo<br />
se establece un riego eficiente, se esperan aumentos de rendimiento y de absorci6n de<br />
nutrientes de mAs del 50%. Estas dos tendencias, el menor suministro de K por una<br />
parte, y la creciente absorci6n de nutrientes, conducen a fa conclusi6n que el manejo de<br />
nutrientes bajo el r6gimen de fertirriego debe realizarse bajo condiciones especiales<br />
La escasez generalizada de agua para riego promueve la introducci6n de sistemas<br />
de Micro-Irrigaci6n. En muchos casos, el ahorro de agua permite el riego y rendimientos<br />
tierras marginales, justificando as/ la inversi6n. El fertirriego no se aplica en<br />
todos los sistemas de Micro-lrrigaci6n, aunque cuando la mayoria de la veces se incluye<br />
en el diseFuo b9sico del sistema. La aplicaci6n del nitr6geno (por ej. urea) es ficif de<br />
realizarse, pero la adici6n de f6sforo, potasio y los micronutrientes es mis compleja.<br />
El uso de fortirriego puede reducir el lixiviado de nitr6geno y potasio por un mejor<br />
control de la profundidad del frente de humedecimiento (6 mojado) y de un aumento de<br />
la utilizaci6n de nutrientes debido a una fertilizaci6n mas equilibrada. Las fuentes mis<br />
comunes de potasio para fertirriego son cloruro de potasio (KCI, 6 Muriato de potasio,<br />
MOP), nitrato de potasio (KNO), fosfato monopotisico (KHPO), sulfato de potasio<br />
(K 2SO., SOP), el tiosulfato de potasio (KSO) y sulfato de magnesio y potasio (K 2SO *<br />
MgSO). El tipo de fertilizante se elige segan su precio, solubilidad, tipo de anion y facilidad<br />
de empleo. La necesidad de disminuci6n de las aplicaciones de nitratos, de sulfatos<br />
y de cloruros en cietos momentos del crecimiento, son factores quo tambi6n se consideran<br />
para la elecci6n del fertilizante potasico adecuado.<br />
El cultivo de productos organicos tiene un mercado que crece cada d/a mis rapido,<br />
respondiendo a las expectativas de los consumidores. El uso de los MIS contribuye a<br />
la reducci6n del uso de herbicidas, pero a su vez exige el uso de productos nutricionales<br />
certificados a aplicarse on el sistema. Las sales potAsicas derivadas de materias primas<br />
mineraes estAn aprobadas para el uso de la agricultura orginica. Estos incluyen KCI y<br />
SOP (de minera) y sulfato de magnesio y potasio.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fcrdlzantes potsicos<br />
229
El siguiente trabajo discute la importancia del potasio en los sistemas de fertirriego,<br />
incluydndose consideraciones con respecto a la elecci6n del fertilizante potAsico apropiado<br />
y su influencia en la producci6n y la calidad de los cultivos.<br />
POTASSIUM MANAGEMENT AND NUTRITION FOR FERTIGATED<br />
CROPS<br />
One of the major factors to promote modern fertigation was the development of<br />
Micro-Irrigation Systems (MIS), which includes drip, jets and micro sprinklers. Field<br />
experiments in Israel in the early 1960's showed that when only part of the field area is<br />
irrigated, as in MIS, the use of standard broadcast application of fertilizers is ineffective.<br />
<strong>The</strong> drastic reduction in effective soil volume (as much as 70% as in dripped crops) leads<br />
to a decrease of total available potassium (along with all other nutrients) and to a lower<br />
contribution potential of organic matter. Furthermore, once an efficient irrigation is applied,<br />
an increase in yields and nutrient uptake is expected at the order of 50% and more.<br />
<strong>The</strong>se two trends - the reduced potential supply of K on one hand, and the increased<br />
uptake of nutrients leads to the conclusion that special care must be given to nutrient<br />
management under fertigation regime.<br />
Global scarcity of water for irrigation promotes the introduction of MIS. In many<br />
cases, the saved water allows irrigation and yields from marginal plots, thus justifying the<br />
investment. Fertigation is not applied in all MIS, even though it is mostly included in the<br />
basic design of the system. Nitrogen application (e.g. urea) is easy to apply, but the addition<br />
of P K and micronutrients is more complex.<br />
<strong>The</strong> use of fertigation may reduce nitrogen and potassium leaching via better<br />
control of the depth of the wetted front and increased utilization of nutrients due to balanced<br />
fertilization.<br />
<strong>The</strong> most common sources of potassium for K fertigation are Potassium Chloride<br />
(KCI, Muriate of <strong>Potash</strong> - MOP), Potassium Nitrate (KNO), Mono-Potassium Phosphate<br />
(KHPO), Potassium Sulfate (K2S04, Sulfate of <strong>Potash</strong> - SOP), Potassium Thio Sulfate<br />
(K2S 20) and Potassium Magnesium Sulfate (K2SO, *MgSO). <strong>The</strong> K fertilizer is chosen<br />
according to its price, solubility, anion type and ease of use. Lower nitrate inputs, reduction<br />
of sulfates and reduces application of chlorides at certain growth rates - all these<br />
factors are brought in account for the selection of the adequate K fertilizer<br />
Organic farming is a fast growing market, responding to customer's expectations.<br />
<strong>The</strong> use of MIS helps in the reduction of herbicides usage. but raises the question of<br />
certified nutrient products to apply via the system. Potassium salts derived from primary<br />
mineral sources are approved for use. <strong>The</strong>se include KCI and SOP (from primary production)<br />
and potassium magnesium sulfate.<br />
<strong>The</strong> following paper will discuss the importance of potassium in fertigation systems,<br />
considerations regarding the selection of the appropriate K fertilizer and it's influence<br />
on yield and quality of crops.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes potisicos<br />
230
Introducci6n<br />
El fertirriego fue desarrollado en regiones donde el riego desempefia un papel crucial<br />
en la producci6n agrfcola. La agricultura irrigada ocupa aproximadamente 17 por ciento de<br />
las tierras arables del mundo pero la producci6n de 6stas comprenden cerca del 34 por ciento<br />
del total mundial. El impacto del riego es decisivo: En la regi6n del Cercano Oriente, solo se<br />
riega el 30 % del Area cultivada, pero la contribuci6n de esta superficie al total de la producci6n<br />
agricola es del 75 %.<br />
Los m6todos de riego presentan distintos factores de eficacia, o valores de "Eficiencia<br />
del agua aplicada, (WAE)", que varfan entre 40 y 85% para los discintos manejos del agua de<br />
riego, desde el riego por manto 6 por inundaci6n hasta el riego por goteo, respectivamente.<br />
Una mayor eficiencia permitiri mis tierras irrigadas, o alternativamente, el cultivo de varios<br />
productos. Los datos de China presentan los diferentes valores de WAE para las tierras irrigada<br />
del pats (Figura 1).<br />
Figure 1: Area irrigada y eficiencia del agua aplicada (WUE) aplicada en clima<br />
60 90<br />
50.4 80<br />
50<br />
070<br />
40<br />
603<br />
60<br />
E,30<br />
r'--Area -- ,-WUE 40<br />
20 30<br />
10<br />
50 -&<br />
20<br />
2.6 0.8 10<br />
0 .--- r - 0<br />
Area irrigada Tuberias en el sistema Riego poraspersi6n<br />
Los experimenos de campo conducidos en Israel en los primero afios de la d&ada<br />
del 60 demostraron que cuando se riega parte del Area total bajo cultivo,, como en el riego por<br />
goteo, la distribuci6n corriente de fertilizantes al voleo no es eficaz. La limitada zona radicular<br />
y el reducido nivel de mineralizaci6n en [a zona mojada restringida, asi como la falta precipitaciones<br />
necesarias para disolver los fertilizantes secos aplicados en ]a superficie, son las principales<br />
razones de la menor disponibilidad de nutrientes para los cultivos. Cuando estos<br />
hechos fueron reconocidos, el fertirriego se integr6 a casi todos Los sistemas de riego<br />
presurizados.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes porisicos<br />
231
La integraci6n de sistemas de riego de alta eficiencia de uso (valor WAE) con el<br />
fertirriego es el clave para una exitosa agricultura irrigada. Un ilustrativo perfil de suelo bajo<br />
riego por goteo se presenta en la figura 2.<br />
Figura 2: Zona radicular limitada en sistemas micro irrigados.<br />
Goteo<br />
Area regada ... Tubos en el sistema ... Riego por aspersion.<br />
Hasta 1925, el uso de soluciones nutritivas estaba limitado a la investigaci6n. Diversas<br />
f6rmulas fueron desarrolladas para el estudio de la nurrici6n vegeral. El fertirriego con<br />
cido fosf6rico Cue demostrado por la Compafifa Shell Chemical en 1943, y diez afios mds<br />
tarde fue preparada la primera soluci6n NPK, mezclando 9cido fosf6rico, neurralizado con<br />
amonfaco y con la adicidn de potasa para crear una soluci6n de grado 4-10-10. (Young y<br />
Hargett, 1984). Actualmente, se comercializa una amplia gama de fertilizantes secos completanente<br />
solubles, asf tambien como combinaciones infinitas de fertilizantes liquidos que ofrecen<br />
una amplia gama de soluciones para fertirriego.<br />
Beneficios delfertirriego<br />
La fertilizaci6n y el riego convencionales fueron comparados con un sistema de<br />
fertirriego y goteo en tomares producidos a campo. Los romares bajo fertirriego produjeron<br />
un 80 % mis rendimiento comercial ya que se duplic6 el numero de fruros (Pan er al. 1999).<br />
En otro experimento, el fertirriego aument 6 la producci6n de tomartes desde 39 a 50<br />
t/ha mejorando considerablemente ]a calidad de fruta (Siviero et Sandei, 1999).<br />
Reist et al. (1999) encontr6 que adem.s de un aumento de producci6n, las buenas<br />
pricticas del fertirriego eran la mejor garantfa para la prevenir y controlar enfermedades.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n Y uso de fertilizantes powisicos<br />
232
Con el fertirriego tambin se logr6 una mayor eficiencia del uso de N (+25%) en<br />
comparaci6n con el riego por aspersi6n convencional. La mejor utilizaci6n del N fue atribuida<br />
a una menor lixiviaci6n de nitratos, una concentraci6n mis constante de nitratos en el suelo,<br />
a la mejor colocaci6n del N, a mayor relaci6n de transformaci6n de NO a NH 4-N y a una<br />
concentraci6n de NH,-N en el suelo debajo de niveles r6xicos (McPharlin et a., 1995).<br />
Se lograron ahorros substanciales de fertilizances fosfatados en trigo bajo fertirriego,<br />
aplicando 50% de la dosis de P (como fosfato diam6nico soluble), comparada con la mixima<br />
dosis de P aplicada como superfosfao al voleo (Alarn et el al 1999).<br />
Ensayos y evaluaciones de largo plazo de cultivos de banana en la Galilea occidental,<br />
Israel, demostraron una mejora en la eficiencia del uso de fertilizantes a trav6s de los afios.<br />
Durante los 60's, los bananos eran principalmente regados por aspersi6n y fertilizados<br />
convencionalmente con fertilizantes s6iidos entre 3 y 4 veces pot estaci6n de crecimiento. En<br />
los 90's el riego por goreo se utiliz6 durante todo el periodo de crecimiento. Con el fertirriego<br />
se pudo duplicar la dosis de nitr6geno en ese perfodo. Las dosis de aplicaci6n de nitr6geno<br />
aumentaron desde 250 kg hasta 500 kg de N/ha/afio. Simultineamente la altura media de<br />
planta aument6 desde 150 a 270 cm, el peso medio del cacho (racimo) de 18 a 28 kg, el<br />
nmero de cachos /ha de 1700 a 2100 y el rendimiento medio de 30 a 60 t/ha. Al evaluar las<br />
concentraciones de N, P y K en el 70 pecfolo, se observ6 un aumento en los niveles de N de<br />
0,6% en 1972 a 1,1% en 1995, de f6sforo de 0,08% a 0,12% y de potasio de 3,7% a 6,5%.<br />
La mejor absorci6n de nutrientes y e subsiguiente aumento de la producci6n fueron<br />
el resultado de la introducci6n de la fertirrigaci6n en las plantaciones de bananos. Esto permiti6<br />
un aumento de las dosis de fertilizantes optimizando la distribuci6n de nutrientes vegetales<br />
en cl tiempo yen cl espacio y (Lahav y Lowengart, 1998).<br />
Podemos alcanzar un mejor control ambiental con la fertirrigaci6n ? El rendimiento<br />
de naranjas cultivadas en un suelo arenoso fino fue 5 t/ha mayor en los tratamientos fertirrigados<br />
que en los tratamientos de ferrilizantes secos al voleo (de 3 a 8 t/ha). Otras medidas demostraron<br />
que el fertirriego con.18 aplicaciones anuales disminuy6 la carga de NO -N en las aguas<br />
subterrineas respecto a 3 aplicaciones al voleo de la misma dosis de N con fertilizantes granulates<br />
(Alva ct al, 1998).<br />
Los resultados indicaron que usando fertirriego pot goreo, las dosis de fertilizantes<br />
nitrogenados en cafia de az6car podrfan reducirse en un 30%. Con 80 kg de N/ha/aflo<br />
aplicados pot fertirriego y goteo, los rendimientos de cafia de azdicar no fueron inferiores a las<br />
obtenidas con la aplicaci6n de 120 kg de N/ha/afio en el surco de cafia (Kwong et al, 1999).<br />
El rinde de un cultivo de frutilla aumcnt6 25% con la aplicaci6n de fertilizantes<br />
NPK pot fertirriego y goteo en comparaci6n con la aplicaci6n de formas secas granulates<br />
(Bernardoni et al, 1990). Tambi6n se logr6 una reducci6n de las aplicaciones de nitratos en<br />
las iltimas etapas del crecimiento.<br />
Mayores rendimientos y mAs alias calidades de cultivos junto con mejores pricticas<br />
manejo, conducen a mis alias eficiencias nutricionales que son vitales para justificar la<br />
significativa inversi6n relacionada a la introducci6n de un sistema de fertirriego. La fertirrigaci6n<br />
es cl sistema de fertilizaci6n mis controlable, resultando en una mejor capacidad para evitar la<br />
lixiviaci6n y contaminaci6n de los nutrientes.<br />
Sesi6n IV. Apficaci6n y uso de fertilizantes podsicos<br />
233
Manejo de las aplicaciones depotasio en los sistemas defertirriego<br />
Varias fuentes ban demostrado las ventajas de aplicar K a trav6s del agua de irrigaci6n.<br />
Los iones potasio se adsorben en los sitios de intercambio cati6nico de los coloides del suelo,<br />
pero la movilidad lateral y hacia debajo de los iones potasio tambi6n ocurre cuando se aplican<br />
por el riego por goteo (Goode et el al. 1978; Kafkaft y Bar-Yosef 1980). Haynes (1085)<br />
demostr6 que la distribuci6n del potasio era mis uniforme que la del nitrato o del fosfato.<br />
La aplicaci6n de potasio implica en general dosis pequefias en cada una de los varios<br />
turnos de riego (14 kg de KO /ha). Generalmente se utiliza una soluci6n nitr6geno-potisica<br />
como fuente de K20. Los productores y distribuidores de fertilizantes creen que este proceso<br />
puede mejorar la absorci6n de potasio por las plantas resultando en mayores rendimientos<br />
donde la concentraci6n de potasio en la soluci6n del suelo es baja, debido a bajos niveles de<br />
potasio intercambiable, a la lixiviaci6n o al mayor uso por las plantas. (Follett, 2001).<br />
La aplicaci6n de fertilizantes en pre siembra incluye generalmente 15 a 25% de la<br />
dosis recomendada de N, del 20 al 30% de ]a del K y el 100% del P, del Calcio (Ca), del<br />
magnesio (Mg) y de los microelementos recomendados (Sanders, 1991). El nitr6geno y el<br />
potasio adicionales son suministrados por fertirriego durante el periodo de crecimiento para<br />
completar los requerimientos del cultivo.<br />
La agricultura bajo inverniculo en los Paises Bajos ha apuntado en 1995, a que el<br />
80% de la producci6n agricola de invernadero se base en sistemas cerrados y el 100% para el<br />
afio 2000 (Hand y Fussel, 1995). Este objetivo se estableci6 para reducir radicalmente el<br />
derrame de agentes contaminantes al ambiente. Los lculos reales del ahorro, alcanzados por<br />
la conversi6n del nitrato a cloruro de potasio (KCI) mostraron un ahorro de $ 2,300 / ha<br />
debido a la reducci6n del pago por descargas de nitratos a las aguas pdblicas y a un menor<br />
costo del KCI. Los rendimientos y calidad no cambiaron debidos a una relaci6n diferente<br />
nitrato / cloruro (figura 3).<br />
Figura 3: Rendimiento de tomate, % clase 1 y retorno econ6mico con varias relaciones<br />
N03 / cloruro (Fuente: Hand y Fussel, 1995)<br />
90<br />
8o<br />
70<br />
60<br />
50<br />
0 Rend. (kg/m2) m Calidad (% clase 1) EiRetEo.($/m2fl<br />
Relaci6n nitratolclorura<br />
Scsi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizanwes portsicos<br />
234
El reemplazo del nitrato de K (KNOs3 con KCI en tomates de invernadero fue evaluada<br />
en Israel durante 2000 y 2001 (Chapagan et el al, 2001). Este reemplazo representa 1)<br />
una mayor conductividad el6ctrica(CE) por las dosis mAs altas de (Cl) cloruro, 2) niveles mAs<br />
altos de Cl en la soluci6n nutritiva y 3) leves diferencias en la relaci6n de transformaci6n de<br />
Amonio (NH 4) y Nitrato (NO 3) (Tabla 1). No hubo diferencias en los rendimientos<br />
(Tabla 2) pero se encontraron parimetros de mayor calidad de fruta y de calidad post cosecha<br />
(Tabla 3) cuando el K fue provisto como KCI (60%) y KNO (40%).<br />
Debido a que la CE de-la soluci6n nutritiva no excedi6 los 4,5 dS/m, no se esper6<br />
una reducci6n en los rendimientos. La calidad del agua es tambi6n un factor significativo en<br />
la toma de decisiones.<br />
Tabla 1. Concentraci6n de nutrientes en la soluci6n de fertirriego de diversos tratamientos.<br />
Los valores son promedios ± ES (Chapagain et el al., 2001).<br />
Tratamiento K P Ca Mg Na NH 4 NO, CI pH CE<br />
- - -- - (mg/2) (dS/m)<br />
10%KNO. 1766.5 49.1*1.6 71.1*3.0 40.1±0.89 135.9±3.21 137±5.15 286W13.3 239±6.75 7.1510.08 1.83±0.04<br />
40%KCI 183*7.7 51.0 .6 86.0&3.0 41.4*0.87 138.83.21 13.54.09 267±12.8 298.6.10 6.97±0.05 1.92±0.03<br />
60%KCI 182.7.5 51.7*1.8 89.2±3.5 41.2±0,87 136.9±3.66 21.1±4.38 255*13.3 327 6.96 6.86±0.05 1.94±0.04<br />
100% KCI 182t7.5 50.22.4 95.5*3.3 41.20.85 135.4±3.49 30.8±4.16 218±19.3 385±10.186,58±,07 2.01±0.04<br />
Tabla 2: Efecto de la fuente de K en la soluci6n nutritiva en el tamafho de f ruto y rendimiento<br />
de tomate (Chapagain et al, 2001).<br />
Tratamiento<br />
Rinde de Frutos Numero de frutos<br />
por planta<br />
Peso de frutos Diimetro de frutos<br />
(g/pl) (g) (Mm)<br />
100% KNO, 4897 40.5 121 66.3<br />
40% KCI 4862 40.5 120 68.0<br />
60% KCI 4851 40.2 120 66.4<br />
100% KCI 4695 39.8 119 66.2<br />
Los valores son el promedio do frutos de cuartos I al 8 do 32 plantas de 4 repeticiones. Los resultados no fueron<br />
significativamente diferentes entre tratamientos.<br />
Tabla 3. Efecto de la fuente de K en ]a soluci6n de fertirriego en la calidad post-cosecha<br />
de frutos de tomate (Chapagain et al, 2001).<br />
Firmeza de Frutos po- Fntos Frescura del Cdliz Descoloridos<br />
Tratamiento fruto didos conCdliz<br />
(%) (%) (%) (1 -3)Y (%)<br />
100%KNO, 51.5 b 2.67 a 97.67 a 2 b 5.0 a<br />
40% KCI 60.33 a 2.33 a 97.67 a 2.03 b 4.67 a<br />
60% KCI 68.33 a 1.67 ab 97.88 a 2.1 b 5.83 a<br />
100%KCI 59.33 a 0.33 b 98.17 a 2.18a 3.33 a<br />
Los valores son promedios do 96 muestras (8 frutas por muestra) de los Arboles I a 8 de 32 plantas de 4 repeticiones.<br />
Los promedios en cada columna seguida por letras diferentes son significativamente diferentes al p
A medida que los niveles de nitrato se redujeron con el aumento del nivel de KCI, el<br />
nivel de nitratos en el lixiviado yen las futas se redujo alrededor del 30%. Al mismo tiempo,<br />
cl contenido del Hierro (Fe) en los tejidos aument6 con el nivel creciente de Cl en soluci6n<br />
(Figuras 4 y 5).<br />
Figura 4: Nitrato, potasio y cloruros en lixiviados de plantas de tomate. Los valores son<br />
promedios (acumulativos) de 105 dfas ± ES (n = 4). (Chapagain et al., 2001)<br />
Ca 80 ,- . - . - . --. . - . --.. . . . . .<br />
60 -<br />
.C. 40 -<br />
wc0<br />
E 20<br />
I 0 .<br />
100%KNO3 40%KCI 60%KCI 100%KCI<br />
OK ON03 OCI<br />
Figura 5: Concentraciones de nitrato y hierro en tejidos frescos de frutos de tomate bajo<br />
diferentes relaciones nitrato / cloruro. Los valores son significativamente diferentes a<br />
p
El nitrato del potasio y de calcio Ca(NO3)1 son las principales fuentes de K y Ca en<br />
el fertirriego de frutillas (fresas) (Fragaria x ananassa Duch.) cultivadas en el NoroesteArgentino.<br />
Prdidas considerables de producci6n comercial se atribuyen en general a dosis excesivas<br />
de N aplicadas especialmente en la primavera, cuando se di la mixima producci6n. Fuentes<br />
diferentes de K pueden intercambiarse para mantener los niveles de fertilizaci6n con K y Ca,<br />
sin aumentar los niveles de N (Kirschbaum et el al., 2001). El agua usada para la irrigaci6n en<br />
esta regi6n es muy alta calidad (baja CE). El IPI y el la EEA Famailli del INTA iniciaron un<br />
proyecto com6n para explorar la posibilidad de reducir los niveles de N substituyendo el<br />
KNO con KCI. Cultivares de rafz desnuda de frutilla de 'Sweet Charlie' 'Camarosa', y'Milsei'<br />
fueraon trasplantadas usando camas de cultivo cubierras con polietileno y fumigadas. El nivel<br />
objetivo de KO era 235 kg/ha. Cinco uaramientos fueron aplicados semanalmente a partir<br />
de agosto hasta octubre: KCI con las dosis atas y bajas de N, KNO3, KNO 3/KCI, y KNO 3/<br />
K 2So 4.. El nivel final de N era de 142 kg/ha para todos los tratamientos, a excepci6n del<br />
KNO 3, donde el nivel de N era de 199 kg/ha. El ntmero de frutas por planta, el rendimiento<br />
comercial de la producci6n de fruta y el peso promedio de fruta no fueron influfdos por Ia<br />
fuente de K (Tabla 4). Estos resultados preiiininares sugieren que bajo las condiciones de este<br />
estudio, los niveles de NO 3 pueden reducirse significativamente sin afectar la producci6n<br />
comercial de frutilla y sin preferencias por la fuente de K.<br />
Tabla 4. Efectos de la fuente de K en Ia soluci6n del fertirriego sobre la producci6n de<br />
frutillas. (Kirschbaum et at., 2001).<br />
Niveles N' Frutos Peso Frutos Peso promedio<br />
Tratamiento de NK comercializables Comercializables de frutos<br />
(kg / ha) (NO/planta) (gr/planta) (gr)<br />
KCl bajo N 142 41.3 a 611.5 a 14.8 a<br />
K20 235<br />
KNO 3 / KCI N 142 40.9 a 638.7 a 15.4 a<br />
K 0 235<br />
2<br />
KNO 3 / K-SO 4 N 142 40.8 a 628.6 a 15.3 a<br />
K 0 235<br />
KNO 3 alto N N 142 44.6 a 673.3 a 15.2 a<br />
K 0 235<br />
2<br />
KCI alto N N 142 41.4 a 632.6 a 15.1 a<br />
K 0 235<br />
2<br />
Promedios en cada columna seguidas por letras diferentes son significativamente diferentes al p
de baja presi6n. Los fertilizantes usados en cl sistema de fertirriego eran urea y KCI, en 100 y<br />
200 ppm. El fertirriego de NK aument6 la circunfcrencia y la alura de los Arboles de naranja<br />
ombligo y de pomelo (figuras 6 y 7). El sistema es muy atractivo en tirminos de la baja<br />
inversi6n requerida, asf como la facilidad de operaci6n.<br />
Figura 6: Crecimiento adicional del tronco (circunferencia) de las plantas cftricas de<br />
vivero ganadas en 16 meses desde julio 99 a noviembre de 2000. Proyecto IPI-NATESC,<br />
2001. Las barras representan el SE.<br />
- SAO -<br />
. ENaranja ombligo<br />
._ EIpomelo-•<br />
2 20 -2$<br />
20 S 250 - - "-<br />
ca 05<br />
(V 0 --<br />
'C e •5 - "<br />
0 Fertilizaci6n 100 ppm N y KO 200 ppm N y K20<br />
Tratamientos<br />
Figura 7: Altura adicional de plantas citricas de vivero (cm) ganada en 16 meses de julio<br />
99 a noviembre 2000. Proyecto de IPI-NATESC, 2001. Las barras representan el error<br />
estcndar.<br />
80,00 Em * obligol<br />
7 0 ,0 0 .. . . ... . ... .<br />
E 60,00 . ..... . . .... . ... ..<br />
50,00 .<br />
:9 40,00 . . .<br />
20,00<br />
10,00<br />
0.00<br />
0 Fertilizaci6n 100 ppm N y K20 200 ppm N y X 0<br />
Tratamientos<br />
Sesi6n IV.<br />
Aplicaci6n y uso de fertilizanes poticos<br />
238
Caracteristicas de losfertilizantespotdsicos usados enfertirriego<br />
Las fuentes m6s comunes de K para el fertirriego son el cloruro del potasio (KCI,<br />
grado fertirriego), nitrato de potasio ((KNO 3), sulfato de potasio (K2S0 4, grado fertirriego),<br />
fosfato monopotisico (KH 2PO 4), tiosulfato de potasio (KS1203 ) e hidr6xido del poiasio<br />
(KOH). Estos fertilizantes de K tambi6n se utilizan como ingredietes para la preparaci6n de<br />
soluciones claras N-P-K, soluciones N-K o P-K. El fertilizante potisico se elige segdn su<br />
solubilidad, tipo de ani6n, facilidad de empleo, precio y equipo existente (Hagin y Lowengart-<br />
Aycicegi,, 1999). Los detalles de los fertilizantes portsicos para fertirrigaci6n se presentan en<br />
la tabla 5.<br />
Tabla 5: Fertilizantes potisicos usados en fertirrigaci6n<br />
Fertilizantes Grado Formula pH Otros<br />
(1 gAL a 200C) nutrientes<br />
Cloruro de Potasio 0-0-60 KCI 7.0 46% CI<br />
Nitrato de Potasio 13-0-46 KNO3 7.0 13%N<br />
Sulfato de Potasio 0-0-50 K2SO4 3.7 18% S<br />
iosulfato de Potasio 0-0-25 K2S203 17%S<br />
Fosfato Monopotsico 0 - 52 - 34 KH2PO4 5.5 53% P205<br />
Experimentos de inverniculos fieron conducidos en el centro de investigaciones de<br />
Newe Yiar, Israel, durante los inviernos de 1992-94 para evaluar un fertilizante fosf6rico /<br />
potisico (PK) en cultivos de cucurbiticeas. El fosfato monopotdsico (MKP) fie muyefectivo<br />
coma fuente de P y K para pepinos y melones cultivados en medios sin suelo (Nerson et el al.,<br />
1997).<br />
El sulfato de potasio (K 2SO4) puede format una sustancia harinosa si se inyecta en<br />
aguas con alto contenido de sulfato de calcio. La combinaci6n de KCI y del sulfato que<br />
contienen algunos fertilizantes puede limitar la solubilidad del primera debido a la formaci6n<br />
de K2S04. El uso de fertilizantes que contengan P en aguas con alto contenido de Ca/Mg (o<br />
en los fertilizantes solubles) y pH neutro causarA el precipicado de compuestos de Ca/Mg -E<br />
Una alta dosis de fertirriego con KCI puede inducir salinidad en sistemas mal drenados.<br />
Solubilidad<br />
Un requisito previo esencial para el uso de fertilizantes s6lidos en fertirriego es su<br />
completa disoluci6n en el agua de irrigaci6n, y 6sta depende de la temperatura'(Tabla 6). El<br />
cloruro del potasio es la forma mis soluble hasta 250 C. La solubilidad del KNO 3 aumenta<br />
sostenidamente con la temperatura, pero a la temperatura ambiente 6 niAs baja, su solubilidad<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes potrsicos<br />
239
disminuye muy ripidamente y Ilega a ser percepriblemente mis baja que la del KCI. El K 2S0 4<br />
es el menos soluble en todo el rango de temperaturas. La velocidad de disoluci6n mAs alta es<br />
la del KCI (t90 = 5 minutos a 100 C). El KCI se disuelve dos veces ms rApido comparado con<br />
el KNO 3 y casi 8 veces mds rApido comparados con el K 2S0 4 (Tabla 6).<br />
Tabla 6: Solubilidad de los fertilizantes potdsicos a diferentes temperMAuras<br />
KCI K2SO4b KNO3 Temperatura Solubilidad t90 o<br />
Solubilidad t9o Solubilidad t90<br />
(OC) (g/1 00 agua) (minutos) (g/100 g agua) (minutos) (g/1 00 agua) (minutos)<br />
10 31 5.0 9 38.7 21 12.5<br />
20 34 3.9 11 23.2 31 7.3<br />
30 37 - 13 - 46 -<br />
-)t90 se define como el tiempo en minutos necesaro para disolver 90% de fertilizante<br />
b) Eneste experimento se utiliz6 K,S0 4 grado normal (no grado fertirriego)<br />
Fuente: Elam et al., 1995.<br />
Tomando en cuenta el contenido de K de cada fertilizante, el KCI dA el mayor porcenaje<br />
de K en soluci6n a cada temperatura (Tabla 7). Esto influye en el volumen del tanque<br />
de almacenamiento requerido: a 100 C, el volumen de tanque necesario para preparar un<br />
soluci6n de KNO 3 o K,S0 4 deber ser dos veces y tres veces mis grande, respectivamente, que<br />
una preparada con KCI.<br />
Tabla 7. Cantidad de K 20 en soluciones saturadas de fertilizantes potAsicos<br />
Temperatura KCI K 2SO 4 KNO 3 KH 2PO 4<br />
(0C) kg KO/m 3<br />
0 138 37 54 43<br />
10 149 46 81 52<br />
16 156 56 99 59<br />
30 170 61 145 74<br />
Fuente: Wolf et al., 1985<br />
Soluciones madre o de stock<br />
Las soluciones ferrilizante para fertirrigaci6n pueden prepararse por varios mdtodos<br />
(Sneh, 1995). Fertilizantes s6iidos por ejemplo (NH4)2SO 4, urea, KCI, KNO 3 y K 2S0 4 y<br />
H 3P0 4 lfquido pueden ser mezcladas por los mismos productores para preparar una soluci6n<br />
madre (,personalizadao. Esta soluci6n madre luego se inyecta al sistema de riego; en dosis de 2<br />
a 10 L m/3, dependiendo de las concentraciones deseadas de N, P y K. AdemAs, se fabrican y<br />
Sesi3n IV. Aplicaci6n y uso de ferilizantes potdsicos<br />
240
comercializan mezclas s6lidas solubles NPK para preparar soluciones en la chacra, con diferentes<br />
relaciones entre los tres elementos principales. Algunas composiciones contienen<br />
microelementos en forma de quelatos, principalmente como EDTA.<br />
- Se manufacturan ademAs soluciones liquidas NPK, con concentraciones de nutrientes<br />
totales de apenas entre 16 y 20% solamente (N, P205, K20). Soluciones fertilizantes claras<br />
NK, PK y NPK con concentraciones de por lo menos 9 a 10 % de nutrientes (N, P20 5 y<br />
K 20) basadas en urea, Acido fosf6rico y KCI se pueden preparar f&cilmente en la chacra con<br />
recursos limitados y con un mfnimo de mezclado (Lupin etel al., 1996; ver ejemplos enTabla<br />
8). Al aplicar 2 litros de una soluci6n madre 3,6-3,6-3,6 (% N, P 20 Y K20) a 1 m 3 de agua<br />
de riego, dard una concentraci6n de 72 mg/ L de N, P 20 5 y K20 respectivamente.<br />
Tabla 8: Preparaci6n de soluciones madre NPK bajo condiciones de campo (mfnima<br />
agitaci6n, 100C), usando urea, (NH4) 2 SO,, H,PO4 , KH2PO4 y KCI<br />
Composici6n Cantidad afiadida (kg/m tanque) pH') CE.)b<br />
7po<br />
N-P,O,-K,O<br />
Relaci6n<br />
(% peso/ Peso)<br />
Urea<br />
Gravedad<br />
1<br />
N P20, K20 Ue'SAU<br />
Especifica (dS/m)<br />
1 AF) MKPI) KCI<br />
1-1-1 3.3 3.3 3.3 72 53 54 1.080 3.3 0.300<br />
1-1-1 4.4 4.6 4.9 96 88 30 1.110 5.7 0.122<br />
1-1-3 2.4 2.4 7.3 52 39 120 1.110 3.6 0.360<br />
1-1-3 1.5 1.4 4.4 71 27 57 1.080 5.6 0.285<br />
1-2-4 2.2 4.8 8.9 48 77 146 1.140 4.3 0.490<br />
NPK 1-2-4 1.0 2.1 4.0 48 40 43 1.060 5.7 0.224<br />
3-1-1 6.9 2.3 4.3 150 37 70 1.070 4.3 0.200<br />
3-1-3 4.7 1.6 4.7 102 26 77 1.080 3.7 0.220<br />
3-1-3 2.9 1.0 3.0 138 19 38 1.100 6.2 0.393<br />
1-2-1 2.5 5 2.5 54 81 41 1.080 3.1 0.380<br />
1-0-1 4.6 0 4.6 100 75 1.070 6.2 0.160<br />
1-0-2 1.9 0 3.9 90 64 1.075 5.5 0.320<br />
NK 1-0-3 . 2.5 0 7.5 54 123 1.090 5.1 0.240<br />
1-0-3 1.5 0 4.5 71 74 1.080 6.8 0.300<br />
2-0-1 5.8 0 2.9 126 48 1.050 4.8 0.090<br />
3-0-1 7.2 0 2.4 157 39 1.080 5.1 0.070<br />
0-1-1 0 5.8 5.8 94 95 1.090 2.7 0.450<br />
0-1-2 0 3.9 8 75 89 1.080 5.5 0.186<br />
PK 0-1-3 0 2.9 8.7 47 143 1.120 3.4 0.360<br />
0-2-1 0 6.8 3.4 110 56 1.090 2.7 0.410<br />
0-1-4 0 2.4 9.6 1 46 131 1.060 5.7 0.249<br />
K 0-0-1 0 0 7.5 123 1.060 6.7 0.220<br />
-)SA: sulfato de arnonio (NH,) 2SO 4 , AF: dcido fost6rico H3PO 4, MKP: fosfato monopotdsico KH2P04<br />
-) Luego de una diluci6n de 1:1000<br />
b) CE: Conductividad elctrca a 25-C.<br />
Fuente: Lupin et al., 1996.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes portsicos<br />
241
Los fertilizantes lfquidos listos para usar se producen ya sea utilizando grados simples<br />
de fertilizantes, asf como f6rmulas mas caras tales como con microelementos quelatados. El<br />
proceso industrial de preparar fertilizantes lfquidos es mucho menos sensible a las impurezas,<br />
ya que los procesos industriales de disoluci6n pueden filtrarlas y eliminarlas. La industria de<br />
los fertilizante lfquidos se caracteriza por una logistica y provisi6n de servicios avanzados.<br />
Debido a que los fertilizantes lfquidos se proveen directamente al punto de venta, se venden<br />
pequefios voldmenes por vez, pero mas frecuenrtemenre. El costo de transporte tambi6n aumenta<br />
ya que a concentraci6n de nutrientes es relativamente baja (no mas de 30% de nutrientes<br />
solamente). La Tabla 9 describe algunas caracterfsticas de fertilizantes lfquidos comunes usados<br />
en Israel (Hagin et al., 2001).<br />
Tabla 9: Fertilizantes lIquidos tpicos usados en Israel (Hagin et al., 2001)<br />
relaci6n CE Temperatura de Gravedad<br />
Componentes N-PzO,K O (dS/m) pH cristalizaci6n Especifica<br />
(%pesotpeso) (-C)<br />
Urea, NH,NO,. H,PO, 8-16-0 1.1 0.4 11 1.23<br />
Urea, NH4NO. , H,PO 4, KCI 8-8-8 1.0 0.6 14 1.25<br />
Urea, NH,NO,, KCI 15-0-5 0.7 7.5 6 1.20<br />
Urea, NH.NO,, H,PO, KCI 12-6-6 1.0 1.0 11 1.24<br />
NH,NO,, H,PO 4 14-14-0 1.7 0.1 2 1.34<br />
NH 4NO 3 , HaPO 4 , KCI 8-4-8 1.1 0.4 15 1.23<br />
(NH 4) 2SO 4, NH 4NO,. H,PO 4, KCI 8-2-4 1.0 1.8 0 1.22<br />
NH4NO =, H,P0 4, KNO,, KH 2PO 4 8-6-6 0.9 0.7 9 1.27<br />
NH,NO, , H 3PO ,, KNO s, KH,PO 4 6-3-6 0.6 0.7 6 1.19<br />
Manejo de lalfertir7igacidn<br />
Un programa de fertirrigaci6n consiste en la aplicaci6n de nutrientes y agua durante<br />
todo cl ciclo de cultivo, en trminos de cantidades diarias o semanales de nutrientes y agua. El<br />
programa permite cambios durante el ciclo de crecimiento, ajustAndolo al desarrollo de la<br />
fructificaci6n, floraci6n, brotaci6n y de la rafz, asicomo a los cambios externos. Un programa<br />
especffico del fertirrigaci6n se basa en anAlisis foliares y de suelo, y se adapta para satisfacer los<br />
requerimientos reales de los cultivos de un sitio especffico.<br />
Un programa detallado de fertirriego de tomates para industria cultivado a campo se<br />
presenta en la Tabla 10. El programa de fertirriego se basa en el consumo diario del nutrientes<br />
por el cultivo en un suelo franca arenoso, con una densidad de 11.000-12.500 plantas/ha y<br />
un rendimienro esperado de 100 / ha. Las cantidades recomendadas de cada nutriente cambian<br />
segiin la etapa fisiol6gica del cultivo, proporcionando rods P en los estadios de crecimierito<br />
mas temprano y aumentando el K en las etapas finales de maduraci6n de los frutos.<br />
Los nutrientes pueden proporcionarse por fertilizantes NPK lfquidos o s6lidos, o que el productor<br />
prepare sus propias soluciones de nutrientes mezclando los diferentes fertilizantes.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizanrtes porlsicos<br />
242
Tabla 10. Programa de fertirriego para tomates a campo.<br />
Durac 6n Relaci6n de Nutrientes Requerimiento de Nutrientes<br />
Estadio Rsiol6gico (Semanas) (kg h8 " da " )<br />
N PA KO N P 2Os K20<br />
Siembra - Floraci6n 5 1 1 1 1.43 1.43 1.43<br />
Floraci6n- Fructificac16n 4 1 0 2 2.50 - 5.00<br />
Fructificaci6n - Mad. 4 1 0 1 3.21 6.43<br />
Maduraci6n -Cosecha 4 , 1 0 1.5 1:43 2.14<br />
Total 16 250 50 430<br />
Fuente: Servicio de Extensi6n, Ministedo de Agricultura, Israel.<br />
Las plantas se riegan cada 3-5 dfas en suelos arcillosos, y cada 2-3 dfas en suelos<br />
arenosos. Para calcular la dosis de fertilizante en cada turno de riego, multiplique la cantidad<br />
diaria de fertilizante por el intervalo en dfas-entre cada turno de riego. La fertilizaci6n de base<br />
con P (comd SSP) super fosfato simple y K (como KCI) debe aplicarse al suelo antes de la<br />
siembra o del trasplante segtin el anilisis-de suelo.<br />
En cultivos sin suelo, el riego se establece segdn el consumo de agua observado tomando<br />
en cuenta adem;s la radiaci6n, humedad y temperatura del inverniculo. Como el<br />
riego es muy frecuente (unas veces al dfa) y a los perfodos muy cortos, los nutrientes se<br />
inyectan constantemente en el agua de irrigaci6n. De esta manera, el manejo se realiza ajustando<br />
la concentraci6n de nurrientes en el agui (Tabla 11).<br />
Tabla 11. Programa de fertirrigaci6n para tomates de invern6culo en cultivo sin suelo<br />
Concentraci6n en la soluci6n de riego (ernisor)<br />
Estadio fisiologico<br />
N' P K -<br />
(ppm)<br />
Ca Mg<br />
Transplante y arraigue 120-150 40-50 180-220 100-120 40-50<br />
Floraci6n 150-180 40-50 220-270 100-120 40-50<br />
Maduraci6n y cosdcha 180-200 40-50 270-300 100-120 50-80<br />
NH4/N0 3 rat l=0.1-0.2<br />
(Fuerite: Imas, -1999)<br />
Agricultura orgdnica y K<br />
La agricultura orginica aprueba el uso de fuentes minerales de potasio (htp://<br />
www.ifoam.org/standard/ibs draft2 2002 b.html ). Este hecho, combinado con la tenden-<br />
cia a utilizar sistemas de goteo para reducir la presi6n de malezas, conduce al uso de fertirriego<br />
Ses6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes porkicos<br />
243
con potasio. La carnalita (KCI.MgCI2 .6H 20) es un mineral natural y se puede utilizar como<br />
fertilizante proporcionando los requerimientos de potasio y de magnesio de cultivos orginicos<br />
(Raviv et el al., 2000). En el trabajo citado, el tomate - un cultivo con altos requerimientos<br />
de porasio y magnesio - fue elegido para evaluar a la carnalita como fuente de K y de Mg,<br />
acompafiada con altos niveles de salinidad para mejorar li calidad. Los parimetros de calidad<br />
de fruta demuestran que los tomnates tratados con carnalita tenian mayor concentraci6n,de<br />
azdcares solubles totales (TSS) y de dcidos totales (TA). Estos parimetros se relacionan fuertemente<br />
con un realce del sabot y de mis alta calidad. Se llev6 a cabo una evaluaci6n de<br />
percepci6n organol6ptica de los frutos con dos paneles de 18 personas cada uno. Los tomates<br />
del tratamiento con 100% carnalita fueron evaluados como los mis sabrosos, y la marca<br />
general estuvo altamente correlacionada con la salinidad de la soluci6n de riego. Se concluy6<br />
que la carnalita puede sustituir parcialmente al KCI como fuente de K en tomates orginicos,<br />
con el valor adicional de proveer tambi6n magnesio completamente soluble a la planta. Al<br />
mismo tiempo, la carnalita puede sustituir al NaCl como agente del sainizaci6n para obtener<br />
frutas de tomate de alta calidad con un especial sabor.<br />
La deficiencia del potasio puede convertirse en un problema significativo en el cultivo<br />
de orgAnicos debido a las restricciones de importaci6n nutrientes. El conocimiento del<br />
potencial de lixiviaci6n de K en sistemas con desbalances de K, especialmente aquellos que<br />
son fuertemente abonados con esti&coles animales son por lo tanto importante para un<br />
manejo adecuado. La lixiviaci6n y el balance del K en cultivos orginicos en Jutlandia, Dinamarca<br />
fueron evaluados por Askegaard y Eriksen (2000). La mayor parte del K aplicado flue<br />
mantenido en la capa"rable, pero el 40% del Cl acompafiante fue lixiviado.<br />
Los fertilizantes potisicos, a diferencia de los nitrogenados y la mayor parte de los<br />
fosfatados, disfrutan de la aceptaci6n por la mayoria de los productores de orginicos. El uso<br />
de la material orginica es tambi6n una apropiada fuente de nutrientes.<br />
BIBLIOGRAFfA<br />
Alam, S.M., Zafar-lqbal and A. Latif. 1999. Fertigation technology for improved phosphorus<br />
use efficiency in wheat. Pakistan J. Sci. Indust. Res. 42: 380-383.<br />
Alva, A. K., Paramasivam, S. and W.D. Graham. 1998. Impact of nitrogen management<br />
practices on nutritional status and yield of Valencia orange trees and groundwater<br />
nitrate. J. Environ. Qual 27:904-910.<br />
Askegaard, M. and J. Eriksen. 2000. Potassium retention and leaching in an organic crop<br />
rotation on loamy sand as affected by contrasting potassium budgets. Soil Use and<br />
Management, 16: 3, 200-205: 36.<br />
Bernardoni, C., Cerioni, G., Fabbri, A. and M. Paoletti. 1990. Fertigation experiments in<br />
horticulture. Colture-Protette. 19: 109-112.<br />
Chapagain, B.P., Wiesman, Z., Zaccai M., Ronen, A., Imas, P., Magen, H., Cohen, S.,<br />
and R. Golan. 2001. Comparison between KNO 3 and KCl as sources of K fertilizer<br />
and their effects on tomato development, yield, and fruit quality. CIEC, Beijing.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de errilizantes potisicos<br />
244
Elam, M., Ben-Ari, S. and H. Magen. 1995. <strong>The</strong> dissolution of different types of potassium<br />
fertilizers suitable for fertigation. In. "Proceedings Dahlia Greidinger <strong>International</strong><br />
Symposium on Fertigation". pp.165-174. Technion, Haifa, Israel.<br />
Follett, R.H. 2001. Fertigation Crops no. 0.512. Colorado State University Cooperative<br />
Extension.<br />
Goode, J.E., Higgs, K.H. and K.J. Hyrycz. 1978. Trickle irrigation and fertilization of<br />
tomatoes in highly calcareous soils. J. Hort. Sci. 53, 307-316.<br />
Hagin, J., Sne, M. and A. Lowengart-Aycicegi. 2001. Fertigation: Fertilization through<br />
Irrigation. IPI <strong>publication</strong> (in press).<br />
Hagin, J. and A. Lowengart-Aycicegi. 1999. Fertigation - State of the Art. <strong>The</strong> Fertiliser<br />
Society Proceedings 429. 24 pp.<strong>The</strong> <strong>International</strong> Fertiliser Society, York,<br />
Hand, D. J. & M. Fussel. 1995. <strong>The</strong> effect of reduced nitrate input on tomato yield and<br />
fruit quality. Acta Horticulture 401. Growing Media & Plant Nutrition. Pp 319-325.<br />
Haynes, R.J. 1985. Principles of fertilizer use for trickle irrigated crops. Fertilizer Research.<br />
6:235-255.<br />
Imas, P. 1999. Recents trends in nutrition management in horticultural crops. IPI-PRII-<br />
KKV workshop in Dapoli, Maharashtra, India.<br />
Kachelman, D. L. 1989. Fluid Fertilizer Reference Manual. Bulletin Y-210, TVA/ NFDC<br />
89/11. Tennessee Valley Authority, Muscle Schoals, AL.<br />
Kafkafi, U. and B. Bar-Yosef. 1980. Trickle irrigation and fertilization of tomatoes in highly<br />
calcareous soils. Agron. J. 72, 893-89.<br />
Kirschbaum, D. S., Magen, H., Quipildor, L.S., Gonzdlez, J., B6rquez, A.M., and M.<br />
Correa. 2001. Strategies to Reduce Nitrate Applications to Fertigated Strawberries<br />
(Fragaria x ananassa Duch.) Poster presented at the 98th ASHS Annual Conference,<br />
July 2001, Sacramento, California.<br />
Kwong, K., Paul, J.P. and J. Deville. 1999. Drip fertigation - a means for reducing fertilizer<br />
nitrogen to sugarcane. Exp. Agric. 35:31-3.<br />
Lahav, E. and A. Lowengart. 1998. Water and nutrient efficiency in growing bananas in<br />
subtropics. Acta Hort. 490: 117-125.<br />
Lupin, M., Magen, H. and Z. Gambash. 1996. Preparation of solid fertilizer based solution<br />
fertilizers under"grass roots" field conditions. FertiliserNews (<strong>The</strong> Fertilizer Association<br />
of India) 41, 69-72.<br />
McPharlin, I.A., Aylmore, P.M. and R.C. Jeffery. 1995. Nitrogen requirements under<br />
sprinkler irrigation and trickle fertigation on a Spearwood sand. J. Plant Nutr.<br />
18: 219-241.<br />
Nerson, H., Edelstein, M., Berdugo, R. and Y. Ankorion. 1997. Monopotassium phosphate<br />
as a phosphorus and potassium source for greenhouse-winter-grown cucumber and<br />
muskmelon. Journal of Plant Nutrition, 20: 2/3, 335-344.<br />
Pan, H.Y., Fisher, K.J., and M.A. Nichols. 1999. Fruit yield and maturity characteristics of<br />
processing tomatoes in response to drip irrigation. J. Veget. Crop Prod. 5:13-29.<br />
Raviv, M., Zaidman, B.Z. and P. Imas. 2000. Natural carnallite as a potassium and<br />
magnesium source for organically grown tomatoes. 1 3 1h <strong>International</strong> Scientific<br />
Conference of IFOAM, 27 -31 August 2000, Basel, Switzerland.<br />
Reist, A., Pivot, D.and J.M. Gillioz. 1999. Closed cultivation systems: living with pathogens.<br />
Rev Suisse Viticul. Arboricul. Horticul. 31:259-263.<br />
Sanders, D.C. 1991. Drip fertigation systems. Information leaflet No. 33-D. North Carolina<br />
Coop. Ext. Ser. USA.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes potsicos<br />
245
Siviero, P. and L. Sandei. 1999. Fertigation of tomatoes with the mobile bench irrigation<br />
system. Informatore Agrado 55:79-82.<br />
Sneh, M. 1995. <strong>The</strong> history of fertigation in Israel. In: Proc. Dhalia Greidinger Int Symp.<br />
.on Fertigation. Technion, Haifa, Israel, 26 March - 1 April. pp 1-10.<br />
Young, R.D. and N. L. Hargett. 1984. History, growth and status. In: Fluid fertilizer. J.M.<br />
Potts (eds.) Tennessee Valley Authority (TVA), Bull. Y-185.<br />
Sesign IV. Apliaci6n y uso de fertilizantes potsicos<br />
246
MANEJO DE NUTRIENTES EN LA PRODUCCION DE<br />
SOJA BAJO SIEMBRA DIRECTA<br />
RESUMEN<br />
Gyles W. Randall<br />
Professor and Soil Scientist<br />
University of Minnesota Southern Research and Outreach Center<br />
grandall@soils.unn.edu<br />
El uso de tcnicas de labranza cero en Ia producci6n de soja aumenta r1pidamente<br />
en el mundo. El suministro de nutrientes, en especial de los menos m6viles f6sforo-(P)<br />
y potasio (K), es un factor necesario e importante para sostener a largo plazo fa<br />
producci6n de soja. En contraste con los sistemas convencionales de labranza donde los<br />
nutrientes pueden incorporarse fAcilmente con las operaciones de labranza, deben deosarrollarse<br />
y evaluarse el uso . m6todos alternativos. de ubicaci6n y tolocacidn para<br />
optimizar Ia absorci6n de los nutrientes y la.producci6n d6 soja en sistemas de siembra<br />
directa.<br />
Este trabajo discutir Ja prou&ci6n de soja bajo siembra directa segIn los<br />
siguientes puntos de vista: (1) comparaci6n de.rindes entre labranza cero y varios sistemas<br />
de labranza en suelos con difeientbs caractersticas, usando altas dosis de nutrientes,<br />
(2) estratificaci6n del P y K cerca de la.bugerficie del suelo en sistema de labranza cero,<br />
(3) efecto del an6lisis de suelo con respecto a los niveles de P y Ky respuesta de Ia soja<br />
a Ia fertilizaci6n bajo siembra directa, (4) efecto en Ia producci6n de soja de los m6todos<br />
de colodaci6n de P y Ken labranza cero, y (5) efecto de las practicas de labranza en Ia<br />
absorci6n y colocacidn del.P y K en soja. La mayorfa de Ia informaci6n presentada estl<br />
basada en estudios realizados dentro del cintur6n maicero de los Estados Unidos.<br />
Las caracteristicas del sueld tales como lextura y drenaje interno pueden afectar<br />
Ia producci6n de Ia sqja en siembra directa. Los rendimientos de soja no son afectados<br />
por los sistemas de labranza cuando sucedian at malz en suelos de texturas medias y<br />
bien-drenados. Sin embargo, en suelos mal drenados y de textura fina, los rindes de soja<br />
con fabranza cero pueden reducirse hasta 0,3 t/ha menos que bajo labranza convencional,<br />
en especial en altas latitudes (mas de 400).<br />
Normalmente se observa una estratificaci6n del P y del K en sistemas de producci6n<br />
bajo labranza cero. Los anilisis de suelos indican los niveles mas altos de P y K<br />
en muestras superficiales, niveles que bajan substancialmente debajo de los 10 a 15<br />
cm. Se discutir4 e/ efecto de esta estratificaci6n de los niveles revelados po? los anlisis<br />
de suelos y su influencia sobre Ia producci6n de soja.<br />
Los rendimientos de soja no son significativamente afectados por los m6todos<br />
de colocaci6n del P y del K en siembra directa. Los m6todos de colocaci6n del P generalmente<br />
no han afectado Ia producci6n de soja en general Sin embargo en suelos con<br />
bajos valores de anAlisis de P, se obtienen aumentos de rendimientos importantes en<br />
soja, en respuesta al P residual previamente aplicado al cultivo de mafz, independientemente<br />
del mdtodo de colocaci6n del P Estudios detallados en Iowa demostraron quo los<br />
rendimientos de soja fueron ligeramente superores con colocaci6n profunda del K en<br />
relaci6n con aplicaciones de K como arrancador en superficie, en suelos con alto K seg6n<br />
anglisis.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizanes potisicos<br />
247
La soja absorbe una gran cantidad de potasio, totalizando cerca de 21 kg Klt de<br />
grano de soja. As, para una soja de altos rendimientos, los productores deben prestar<br />
atenci6n a los niveles de K indicados por los and/isis de suelo y optimizar las prcticas.de<br />
manejo de K para optimizar los beneficios<br />
NUTRIENT MANAGEMENT IN NO-TILLAGE<br />
SOYBEAN PRODUCTION<br />
Soybean production using no-tillage techniques is increasing rapidly throughout<br />
the world. Nutrient management, especially the immobile phosphorus (P) and potassium<br />
(K) nutrients, is an important factor necessary to sustain long-term no-till soybean<br />
production. In contrast to conventional tillage systems where nutrients can be incorporated<br />
easily with tillage operations, alternative application and placement methods must be<br />
developed and evaluated to optimize nutrient uptake and soybean production in no-tillage<br />
systems.<br />
This paper will discuss no-till soybean production from the following standpoints:<br />
(1) yield comparisons between no-671 and various tillage systems across varying soil<br />
characteristics using high-fertility management practices, (2) stratification of P and K near<br />
the soil surface in no-till systems, (3) effect of soil test P and K levels on no-till soybean<br />
yield response to fertilizer, (4) effect of P and K placement methods on no-till soybean<br />
production, and (5) uptake of P and K by soybeans as affected by tillage practices and<br />
fertilizer P and K placement. Most of the information presented will be based on studies<br />
conducted within the Com Belt of the United States.<br />
Soil characteristics such as texture and internal drainage can affect no-till soybean<br />
production. Soybean yields have not been affected by tillage systems following maize on<br />
medium textured, well-drained soils. However, on more poorly drained, fine-textured soils<br />
no-till soybean yields can be 0.3 Mg/ha less than for conventional tillage, especially in the<br />
northern latitudes (above 400).<br />
Stratification of P and K commonly exists in no-till production systems. High levels<br />
of soil test PandKare foundnearthe soilsurface with substantially lower levels below 10<br />
to 15 cm. <strong>The</strong> effect of this stratification on soybean production as influenced by soil test<br />
level will be discussed.<br />
Soybean yields have not been affected greatly by P and K placement methods in<br />
no-till systems. Phosphorus placement methods have generally not affected soybean<br />
yield. However, in low-P testing soils large soybean yield responses to residual P remaining<br />
from fertilizer P applied for the previous maize crop have occurred, regardless of P<br />
placement method. Extensive studies in Iowa showed soybean yields to be slightly greater<br />
for deep-banded K compared to surface broadcast or planter-band starter K, even on<br />
high-K testing soils.<br />
Potassium uptake by soybean is very high, totaling about 21 kg K/Mg of soybean<br />
grain. Thus, with high soybean yields, farmers must pay attention to soil test levels and K<br />
management practices if profits are to be optimized.<br />
Sesi6n IV. ApIicaci6n y uso de fertiizantes podsicos<br />
248
Introducci6n<br />
El uso de t6cnicas de labranza cero en la producci6n de soja aumenta r-pidamente<br />
en el mundo. El suministro de nutrientes, en especial de los menos m6viles: f6sforo (P) y<br />
potasio (K), es un factor necesario e importante para sostener a largo plazo la producci6n de<br />
soja. En contraste con los sistemas convencionales de labranza donde los nutrientes pueden<br />
incorporarse fiicilmente con las operaciones de labranza, deben desarrollarse y evaluarse el uso<br />
y m6todos alternativos de ubicaci6n y colocaci6n para optimizar la absorci6n de los nutrientes<br />
y la produ&i6n de soja en sistemas de siembra directa.<br />
Este trabajo discutir a producci6n de soja bajo siembra direcra segdn los siguientes<br />
puntos de vista: (1) comparaci6n de rindes entre labranza cero y varios sistemas de labranza<br />
en suelos con diferentes caracterfsticas, usando altas dosis de nutrientes, (2) estratificaci6n del<br />
P y K cerca de la superficie del suelo en sistema de labranza cero, (3) efecto del anAlisis de<br />
suelo con respecto a los niveles de P y K y respuesta de la soja a la fertilizaci6n bajo siembra<br />
directa, (4) efecto en la producci6n de soja de los m&odos de colocaci6n de P y K en labranza<br />
cero, y (5) efecto de las practicas de labranza en la absorci6n y colocaci6n del P y K en soja.<br />
Afectan las caracteristicas del suelo, dima y cultivo antecesor, cl rendimiento de<br />
soja en siembra directa en comparaci6n con otros sistemas de labranza ?<br />
Las caracterfsticas del suelo tales como textura, drenaje interno y manejo del residuo<br />
de cultivos anteriores pueden afectar la producci6n de soja con labranza cero. Estudios a largo<br />
plazo de producci6n de soja en rotaci6n con maiz realizados en un suelo franco-limoso (oiginarto<br />
de loes) y otro franco-arcilloso (derivado de glaciaci6n) en Iowa y Minnesota (Tablas<br />
1, 2, y 3) asf lo determinan. No hay diferencia de rendirniento entre los sistemas de labranza<br />
en suelos franco-limoso, pero en suelos de textura fina y mal drenados como los derivados de<br />
glaciaci6n, los rendimientos bajo siembra directa fteron entre 0,2 a 0,4 t/ha menores que<br />
para los otros sistemas de labranza. Este descenso es mis significativo cuando se utiliza la<br />
siembra directa de manera continua en los dos cultivos de la rotaci6n.<br />
Tabla 1. Influencia de los sistemas de labranza en los rendimientos de soja en rotaci6n<br />
con malz en suelos franco limoso (loess) en Iowa y Minnesota.<br />
Sistema de labranza Iowa (Media de 15-Ahos) Minnesota (Media de 6-Ahos)<br />
---------- Rendimiento 1 (t/ha) -------<br />
Arado de reja (LC) 2.82<br />
Arado cincel (LV) 2.82 3.09<br />
Disqueado en primavera (DP) 3.16<br />
Labranza en camell6n (RT) 2.69<br />
Sin labranza (SD) 2.75 3.02<br />
.V Espacio entre Ifneas de 76 cm<br />
Sesi6n IV. ApIicaci6n y uso de fertilizantes portsicos<br />
249
Tabla 2. Influencia de los sistemas de labranza en el rendimiento de soja en rotaci6n<br />
con mafz en suelos de origen glacial (franco arcilloso) en Minnesota.<br />
Sistema de labranza para 1973-77 1986-88 1989-92<br />
Soja Malz Waseca Waseca Lamberton<br />
--------------- Rendimiento I / (T/ha) -----------<br />
LC LV 3.12 2.83 3.12<br />
LC<br />
LV<br />
LV<br />
SD<br />
LV<br />
SD<br />
3.04<br />
2.90<br />
2.95 2.75 3.04<br />
DP DP 2.96<br />
SD SD 2.59<br />
-------------------------------------<br />
2.76 2.71<br />
---------------------<br />
DLS (0.05) = 0.17 NS<br />
J/ Espacio entre Ifneas de 76 cm<br />
Tabla 3. Rendimiento de soja despu6s de ma(z afectados por sistemas de labranza muy<br />
reducida en Minnesota, 1998-2000.<br />
Labranza para<br />
Mafz Soja Rinde de soja. Media de 3 ahos.<br />
T/ha v<br />
Arado cincel (LV) LV 3.77<br />
Labranza en franja (LF) SD 3.59<br />
Cultivador de campo (CC) LF 3.74<br />
Sin labranza (SD) SD 3.59<br />
----------------------------------------------------------<br />
-v Ancho de Ifnea de 20-cm<br />
DLS (0.10)= 0.11<br />
Tambidn se ha estudiado en Minnesota y Ontario la influencia del cultivo antecesor<br />
y el manejo de los residuos en el cultivo de soja con varias pricticas de labranza. Las diferencias<br />
de rendimientos entre los tres sistemas de labranza no fueron significativas cuando ta soja<br />
sigui6 el mafz o ta soja en una experiencia de 4 afios en Minnesota (Tabla 4). Sin embargo, ef<br />
rendimiento Cue 0,6 t/ha menor en un monocultivo continuo de soja comparado con la<br />
rotaci6n maiz-soja. En el sur de Ontario, Canadi, el rendimiento de soja con labranza cero<br />
fue influido principalmente por el manejo del barbecho del cultivo de trigo antecesor (Tabla<br />
5). Los rendimientos disminuyeron cerca de 1 t/ha cuando la paja del trigo permaneci6 sobre<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes potisicos<br />
250
el lote antes de sembrar la soja, con un 86% de residuos superficiales de cobertura en promedio.<br />
Cuando la paja de trigo se enfard6 antes de la siembra directa, reduciendo la cobertura al<br />
70%, los rendimientos de soja aumentaron significativamente, pero no al punto de tener<br />
cobertura de residuos del 12 % con el corte, rastrillado, y retirado de los residuos. En este<br />
itimo caso, los rindes de soja bajo siembra directa fue comparable a los rendimientos obtenidos<br />
con sistemas de arado de cincel y de arado de reja.<br />
Tabla 4. Rendimiento de soja afectado por las labranzas y el cultivo antecesor en<br />
Minnesota, 1986-89.<br />
Cultivo antecesor<br />
Sistema Antecesor Mafz Soja<br />
-- -Rendimiento Media de 4 ahos. (t/ha)' - -<br />
Arado de reja (LC) 3.18 2.76<br />
Arado Cincel (LV) 3.37 2.76<br />
Sin labranza (SD) 3.32 2.65<br />
DLS (0.10)= NS NS<br />
v Espacio entre Ifneas de 76 cm<br />
Tabla 5. Rendimientos de soja y cobertura de residuos superficiales influidos por ]a labranza<br />
y el manejo de la paja de trigo en Ontario, CAN, 1994-96. (Adaptado de<br />
Vyn et al., Agron. J. 90:131-138. 1998)<br />
Sitio 1 (suelo arcilloso) Sitio 2 (suelo tranco limoso)<br />
Sistema Manejo de la Cobertura Rendimiento Cobertura Rendimiento<br />
Labranza Paja Residuos De soja Residuos De soja<br />
% t/ha % t/ha<br />
LC otoho Enfardado 4 3.14 3 3.52<br />
LV otoho Enfardado 17 3.21 13 3.48<br />
SD No Enfardado 86 2.10 87 2.50<br />
SD Enfardado 71 2.71 67 3.38<br />
SD Enfardado 14 3.06 11 3.58<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de ferilizantes podsicos<br />
251
En resumen, la producci6n de soja bajo siembra directa con labranza cero requiere<br />
un manejo adecuado, especialmente en climas mis frfos. Si cl drenaje interno es limitante,<br />
6ste debe mejorarse o puede set necesario usar otro tipo de labranza. Si la acumulaci6n de<br />
residuos llegara a ser excesiva, debe removerse una parte del mismo al menos en el drea de la<br />
l(nea de siembra. Los desaffos que representan un diffcil control de malezas, inadecuada<br />
profundidad de siembra, y limitado contacto de la semilla con el suelo en sistemas de siembra<br />
directa se han superado ripidamente en gran parte mejorando ampliamente los programas de,<br />
control de malezas y la maquinaria de siembra. Asf, con un buen manejo de la siembra directa,<br />
el rendimiento de soja desde mediados de los 90' ha sido con frecuencia igual o dentro de<br />
las 0,2 t/ha con respecto a otros sistemas de labranza. Para la mayoria de los productores<br />
americanos una reducci6n en los rendimientos de hasta 0,2 t/ha con siembra directa no se<br />
considera una p6rdida econ6mica importante, debido a la reducci6n del costo de otros insumos<br />
(combustible, maquinaria, ahorro de tiempo) en sistemas de producci6n de siembra directa.<br />
Afecta el rendimiento de la soja la estratificaci6n del P y el K con labranza cero?<br />
Los nutrientes inm6viles tienden a volverse muy estratificados en sistemas de siembra<br />
directa, porque el fertilizante 6 los abonos orginicos en general se aplican en la superficie<br />
y los nutrientes absorbidos por la planta desde subsuelo son depositados en la superficie del<br />
suelo. Como resultado, las concentraciones de P y K son con frecuencia altas en los primeros<br />
5 cm de profundidad, mientras que las concentraciones por debajo de los 10 cm son mucho<br />
mAs bajas.<br />
1.<br />
Estudios continuos de labranza cero realizados en Minnesota durante 16 afios demuestran<br />
esta estratificaci6n, aunque nunca fieron aplicados fertilizantes de P y K al voleo<br />
(Tabla 6). El pH del suelo en la capa de 0 a 5 cm fue substancialmente mis bajo en los<br />
sistemas de cultivo en franjas (ridge-plant, RP) y en siembra directa (SD labranza cero),<br />
.mientras que el valor de an6lisis de P disponible en la capa superficial fue el mayor para estos<br />
dos sistemas de labranza. La relaci6n entre los valores de P por Brayl de profundidades 0 - 5<br />
cm: 10 - 15 ci, fueron de 1,0; 1,9; 3,4; 2,9 y 2,5 para los sistemas de arado de rejas (MP,<br />
LC), arado cincel (CP, LV), labranza en franjas (RF, LF), labranza de primavera (LP) y sin<br />
labranza (NT SD), respectivamente. El mayor valor de K intercambiable se enconr6 en el<br />
sistema RP, LF con relaciones de valores de K para las profundidades 0 - 5 cm: 10-15 cm de<br />
1,0; 1,4; 1,8; 1,8 y 1,5 para los sistemas de MP, CP, RP, SD, y NT LC, LV, LF, LP y SD<br />
respectivamente. Los rendimientos de soja y maiz en este estudio a largo plazo no parecieron<br />
ser afectados por la estratificaci6n del P y del K (Tabla 7). Los menores rendimientos de soja<br />
fueron en 1983, 1985 y 1987 fueron m6s bajas con SD NT, debido sobre todo a un deficiente<br />
control de malezas, bajo pH del suelo superficial, junto con una siembra fuera de 6poca.<br />
Los nuevos herbicidas de post-emergencia usados en 1989 eliminaron el efecto del<br />
cultivador en producci6n de soja. Estos datos demuestran el gran efecto que puede tener el<br />
control inadecuado de malezas en los resultados de las labranzas, mientras que la estratificaci6n<br />
del P y del K no tuvo ningan efecto, en especial cuando los anAlisis de suelo denotaban<br />
altos valores de P y de K.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes porisicos<br />
252
Tabla 6. Estratificaci6n del pH de suelo, P1 extrafble (Bray 1 ) y K intercambiable despuds<br />
de 16 ahos de labranza continua de mafz (1975-82) y una rotaci6n soja-maz<br />
(1983-90) .en un suelo franco arcilloso en Minnesota.<br />
Sistema de labranza<br />
Profundidad MP CP RP SD NT<br />
cm<br />
.................. pH -------------------------<br />
0-5 6.6 6.2 5.6 6.6 5.4<br />
5-10 6.9 6.5 6.0 6.8 6.0<br />
10-15 7.0 6.8 6.5 7.1 6.4<br />
15-22.5 7.0 7.1 6.7 7.2 6.6<br />
22.5-30 7.3 7.1 6.8 7.2 6.7<br />
------------------ Bray P (ppm) -------------------<br />
0-5 22 29 44 32 38<br />
5-10 22 22 24 19 27<br />
10-15 22 15 13 11 15<br />
15-22.5 13 8 10 8 12<br />
22.5-30 6 5 9 6 6<br />
---------------- K Interc. (ppm) --------------------<br />
0-5 179 201 244 227 216<br />
5-10 193 168 177 157 185<br />
10-15 187 140 134 129 142<br />
15-22.5 141 108 118 102 122<br />
22.5-30 107 95 104 94 99<br />
Tabla 7. Rendimientos de soja y de maiz influidas por labranza continua durante un<br />
periodo de 16 ahos, que resultaron en una significativa estratificaci6n de<br />
nutrientes.<br />
Rendimientos de soja Rendimientos de Maiz<br />
Sistema de labranza 1983, '85 & '87 1989 1984, '86, '88 & '90<br />
------------------- t/ha ------------------<br />
LC 3.40 2.79 9.04<br />
LV 3.13 2.76 8.38<br />
LP 3.16 2.77 8.65<br />
LF 3.16 2.71 8.54<br />
SD 2.31 2.63 5.94<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertiiizantes potisicos<br />
253
En un estudio de largo plazo (4 afios) en 20 sitios en Iowa, los valores de P y de K<br />
demostraron estar altamente estratificados (Tabla 8). Fue interesante notar que cl nivel promedia<br />
de P se consider6 6ptimo en la capa 0 a 7,5 cm pero bajo en la capa 7,5 a 15 cm,<br />
mientras que cl nivel promedio de K era muy alto en la capa superficial y alto entre los 7,5 y<br />
15 cm. Siete sitios, todos revelando valores muy bajos o bajos de anAlisis de P disponible,<br />
respondieron al fertilizante fosfatado mientras que cinco sitios respondieron a fertilizantes<br />
potdsico, aun cuando los sitios daban valores 6ptimos a muy altos para K.<br />
En resumen, estos datos sugieren que una significativa estratificaci6n puede ocurrir<br />
en los sistemas de producci6n con siembra directa o labranza cero. Sin embargo, las respuestas<br />
de rendimiento a los fertilizantes en estos suelos estratificados no son probables si los<br />
niveles de arilisis de suelo son altos a muy alto. Sin embargo agunas excepciones pueden<br />
ocurrir en suelos con niveles altos de K.<br />
Tabla 8. Estratificaci6n de niveles de P y K disponibles en el suelo en 20 estudios de<br />
largo plazo en Iowa y respuestas de rendimiento asociadas de soja al P y K<br />
aplicado. (Adaptado de Borges y Mallarino, Agron. J. 92:380-388. 2000).<br />
Andlisis de Suelo<br />
Profundidad de suelo P K<br />
cm -------------- ppm ------------<br />
0-7.5 20 (6ptimo) 199 (Muy Alto)<br />
7.5-15 12 (Bajo) 144 (Alto)<br />
N 9 de sitios con respuesta al P o K = 7 5<br />
Niveles de an6lisis de suelo de los 6 Muy Bajo 2 6ptimo<br />
sitios con respuesta = 1 Bajo 3Muy Alto<br />
Afectan la respuesta de los rendimientos de soja a los fertilizantes, los niveles de P y<br />
K segin el angilisis de suelos?<br />
El efecto de los niveles de P y K segdn anAlisis de suelo en el rendimiento de soja se<br />
demuestra claramente en la tabla 9. El promedio de seis afios de rendimiento de soja aument6<br />
cerca de 0,4 t/ha cuando el P (Brayl) aument6 desde 7 ppm (bajo) hasta 20 ppm (alto). El<br />
aumento de P (Brayl) a niveles muy altos (34 a 38 ppm) no dio respuestas adicionales en<br />
rendimiento. La misma tendencia ocurri6 para el K. Los rendimientos aumentaron cerca de<br />
0,25 t/ha cuando los valores de anmilisis de suelos aumentaban de 105 ppm (medio) a 137<br />
ppm (alto) de K disponible.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes potisicos<br />
254
Tabla 9. Rendimientos de soja despu6s de maiz influidos por el anhlisis de suelo de P y<br />
K en Minnesota. (Adaptado de Randall et al., J. Prod. Agric. 10:572-580.1997).<br />
Anilisis de Suelo<br />
Bray P1 K Interc. Rendimiento promedio de 6-Ahos<br />
.......... ppm --------- t/ha<br />
7 (Bajo) Alto 2.84<br />
20 (Alto) Alto 3.27<br />
38 (Muy Alto) Alto 3.27<br />
34 (Muy Alto) 137 (Alto) 3.34<br />
Muy Alto 105 (Medio) 3.10<br />
LSD (0.05) 0.10<br />
En otro estudio realizado en Minnesota (Tabla 10) en donde la respuesta de rendifniento<br />
de soja al P residual de una aplicaci6n de arrancador al mafz del afio anterior fue<br />
tambidn significativamente afectada por los anAlisis de suelos de P y K. Cuando no se aplicaron<br />
fertilizantes arrancadores, los rendimientos fueron mayores cuando los anlisis dieron<br />
valores de P desde 16 ppm (alto) a 26 ppm (muy alto) y valores de K disponible entre 131<br />
y 142 ppm (alto). Cuando los valores de P o de K disponibles en el suelo eran limitantes, los<br />
rendimientos disminuyeron entre 0,25 y 1,25 t/ha. La respuesta del rendimiento al P residual<br />
de una aplicaci6n de fertilizante arrancador, en suelos donde los valores de anilisis de suelo<br />
eran may bajos, fue considerablemente mayor cuando el valor de K del suelo era alto (148<br />
ppm) en comparaci6n con valores medios (105 ppm); Cuando los suelos tenfan valores<br />
medios tanto para el P como para ef K, (14 y 100 ppm respectivamente), los rendimientos<br />
eran cerca de 0,3 t/ha menores al 6ptimo, y no se observ6 respuesta al P residual del arrancador.<br />
Tabla 10.Respuesta del rendimiento de soja al P residual del fertilizante arrancador<br />
aplicado al mafz en el aho anterior afectado por el anilisis de suelo de P y K<br />
en Minnesota.<br />
AnAlisis de Suelo Fertilizante arrancador I/<br />
Bray P1<br />
-ppm<br />
5 (MB)<br />
4 (MB)<br />
K Interc.<br />
-----.-----<br />
105 (M)<br />
148 (A)<br />
No<br />
2.23<br />
2.00<br />
Sf<br />
Rendimiento V1 (t/ha) ----<br />
2.49<br />
2.52<br />
7 (B) 142 (A) 2.74 3.02<br />
16(A) 142(A) 3.16 3.17<br />
26 (MA) 131 (A) 3.29 3.35<br />
26 (MA) 112 (M) 3.06 3.12<br />
14 (M) 100 (M) 2.92 2.97<br />
v Fertilizante arrancador (94 kg/ha de 10-15-0, N-P-K) aplicado al cultivo de maiz antecesor.<br />
V Promedio de dos afos (1996 y 1998).<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes podSsicos<br />
255
En resumen, los anmlisis de suelo de los niveles de P y K son muy buenos indicadores<br />
para determinar si habri respuestas a los fertilizantes de P y de K. Los rendimientos de soja<br />
pueden optimizarse manteniendo los niveles de P y K del suelo en las categorfas mis altas. El<br />
rendimiento probablemente puedan limitarse si los anlisis de P y de K del suelo son marginales<br />
o bajos. Asfi, la aplicaci6n de fertilizantes deberfa basarse en los anilisis de P y de K del<br />
suelo, determinados por lo menos una vez cada cuatro afios.<br />
iAfecta al rendimiento de soja el m6todo de colocaci6n del P y K?<br />
En Minnesota se demostr6 cl efecto positivo de las estrategias de colocaci6n y dosis<br />
de f6sforo en el rendimiento de soja en suelos cuyos anilisis daban niveles muy bajos de P,<br />
pero no en suelos donde los niveles eran altos (Tabla 11). Con valores de anlisis de suelo<br />
muy bajos a bajos, la respuesta del iendimiento al P residual del fertilizante colocado para el<br />
mafz en la Ifnea, vari6 entre 0,6 y 0,7 t/ha para Ins tres sistemas de labranza muy reducida<br />
(NT/NT, FC/SD, y ST/NT, SD/SD, ). Fertilizante fosfatado colocado a una profundidad<br />
entre 15 y 18 cm direcramente debajo de la lfnea dio la misma respuesta de rendimiento a] P<br />
residual que en una colocaci6n en la lfnea de siembra. Las respuestas de rendimiento mas<br />
altas a] P residual ocurrieron con una aplicaci6n al voleo de una dosis de 49 kg P/ha, indicando<br />
la mayor importancia de una dosis alta en relaci6n con la colocaci6n de P en un suelo<br />
deficiente en P No se observaron respuestas de rendimiento al P bajo ninguno de los cuatro<br />
sistemas de labranza en suelos con altos niveles de P disponible, pero se encontraron pequefias<br />
ventajas de rinde en los dos sistemas que realizaron aguna labranza previa a la siembra de<br />
soja.<br />
En Iowa, se encontraron escasas respuestas del rendimiento al fertilizante P en un<br />
estudio realizado en 20 sitios a largo plazo yen I I a corto plazo donde el sistema de labranza<br />
fiue la siembra directa (Tabla 12). Sin embargo, no hubo diferencias de rendimiento entre<br />
tratamientos de colocaci6n al voleo, colocaci6n profunda, y colocaci6n en lfneas. Se encontraron<br />
respuestas similares al K, pero se observo un leve efecto a favor de la colocaci6n profunda<br />
comparado con el tratarniento de aplicaci6n al voleo en sitios a largo plazo (Tabla 13).<br />
Esto no ocurri 6 en los sitios de estudio a corto plazo.<br />
En resumen, con estos datos, los m6todbs de aplicaci6n de fertilizantes P y K no<br />
parecen afectar consistentemente los rendimientos de soja en sistemas bajo siembra directa.<br />
Esto fue particularmente cierto para el P. Respuestas mfnimas en el rendimiento, se observaron<br />
cuando el K fue aplicado en bandas, pero en general no compensa el incremento en los<br />
costos de aplicaci6n.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizanes portsicos<br />
256
Tabla 11. Rendimientos promedio de soja en rotaci6n con maiz afectados por el sistema<br />
de labranza y el P residual de fertilizante aplicado en mafz en suelos con niveles<br />
altos y bajos en Minnesota, 1998-2000.<br />
M6todo de<br />
Aplicaci6n<br />
Labranza para De P en P aplicado Rendimiento de Grano<br />
Malz Soja Mafz Alto P Bajo P Alto P Bajo P<br />
---- kg P/ha -...--- t/ha -..<br />
SD SD Ninguno 0 0 3.57 2.46<br />
SD SD En ]a Ifnea 19.6 24.5 3.59 3.12<br />
FC SD Ninguno 0 0 3.73 2.53<br />
FC SD En la Ifnea 19.6 24.5 3.74 3.18<br />
FC SD Ubic.Profunda 19.6 24.5 3.68 3.20<br />
Otofio<br />
FC SD Voleo 39.2 49.0 3.68 3.51<br />
primavera<br />
ST SD Ninguno 0 0 3.59 2.57<br />
ST SD En la Ifnea 19.6 24.5 3.57 3.28<br />
ST SD Ubic. Profunda 19.6 24.5 3.64 3.23<br />
Otofio<br />
_V LV Ninguno 0 0 3.76 2.26<br />
-V LV En la Ifnea, 19.6 24.5 3.78 3.39<br />
-V LV Voleo otofio 39.2 49.0 3.79 3.63<br />
LSD (0.10) = 0.12 0.25<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes potsicos<br />
257
Tabla 12. Influencia de la ubicaci6n de P en los rendimientos de soja bajo siembra directa<br />
en 20 estudi6s de largo plazo y 11 de corto plazo en Iowa. (Adaptado de<br />
Borges y Mallarino, Agron. J. 92:380-388. 2000).<br />
Sitios<br />
Ubicaci6n del P Largo-plazo (20) " Corto plazo (11) 2<br />
------- Rendimiento (t/ha) --------<br />
Control (C) 3.30 2.98<br />
Voleo (V) 3.43 3.05<br />
Ubicaci6n profunda (UP) 3.40 3.05<br />
En bandas (B) 3.43<br />
Estadfstica (P>F)<br />
Fertilizante<br />
C vs. V, UP, B 0.01 0.07<br />
Ubicaci6n'<br />
V vs. UP vs. B 0.88 0.98<br />
No. de sitios con niveles bajos<br />
y muy bajos de P disponible 9 7<br />
V Espacio entre lineas de 76-cm<br />
.2 Espacio entre Ifneas de 20-cm<br />
Tabla 13. Influencia de ]a ubicaci6n del K en el rendimiento de soja bajo siembra directa<br />
en 20 estudios de largo plazo y 11 de corto plazo en Iowa. (Adaptado de Borges<br />
y Mallarino, Agron.J. 92:380-388. 2000).<br />
Sitios<br />
Ubicaci6n de P Largo Plazo (20) 11 Corto Plazo (11) 21<br />
-------- Rendimiento (t/ha)-------<br />
Control (C) 3.32 2.98<br />
.Voleo (V) 3.37 3.14<br />
Ubicaci6n profunda (UP) 3.42 3.08<br />
En bandas (B) 3.39<br />
Estadtstica (P>F)<br />
Fertilizante<br />
C vs. V, UP, B 0.01 0.01<br />
V vs. UP vs. B 0.10 0.22<br />
No. de sitios con an6lisis<br />
de suelo bajo 6 muy bajo 0 1<br />
X' Espacio entre Ifneas de 76-cm<br />
2 Espacio entre lineas de 20-cm<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilizantes porsicos<br />
258
En soja, las pricticas de labranza afectan la absorci6n de P y K?<br />
Se realiz6 en Minnesota, un estudio durante 3 afios en un suclo de origen glacial<br />
para determinar el efecto de tres sistemas de labranza con y sin fertilizante fos&tado en los<br />
rendimientos y en la absorci6n de P y de K de soja en zotaci6n con mai (Tabla 14). El P<br />
disponible Bray 1 (166 ppm) y el K intercambiable (386 ppm) ambos eran muy altos. El<br />
espacio entre lineas de soja era 20 cm. Los rendimientos de soja fueron entre 0,1 a 0,2 t/ha<br />
mis bajos con siembra direcra comparada con una arada en primavera o un cincel en otofio,<br />
* pero no fueron afectadas por la dosis de P aplicado. La concentraci6n de f6sforo y potasio en<br />
cl grano no fue afectadapor el tipo de labranza, pero la concentraci6n de P aument6 levemente<br />
con la dosis de 17 kg P/ha. La absorci6n de P y K en el grano ue levemente influida<br />
por la labranza (debido a un rendimiento levemente mis bajo con siembra directa) pero no<br />
fue afectada por la dosis de aplicaci6n de P No se encontr6 interacci6n entre tipo de labranza<br />
y dosis de P para cualquiera de los parAmetros. Estos datos trambin indicaron que se<br />
exportan con el grano niveles muy altos de K en relaci6n al P<br />
En resumen, bajo condiciones de anilisis de suelo altos, el tipo de labranza por sf<br />
mismo no afecta la absorci6n dc P y K, a menos que cl sistema particular de labranza afecte<br />
perceptiblemente la producci6n de grano. En ese caso, la absorci6n ae P y K reflejari en<br />
general cl rendimiento de grano, pero las concentraciones de P y K probablemente no serin<br />
afectadas por el tipo de labranza. Debido a que grandes cantidades dc K son absorbidas por<br />
la soja y sc remueven cantidades substanciales de K del campo con cl grano, deben supervisarse<br />
cuidadosamente los anlisis de suelo de K y agregar los fertilizante de K necesarios,<br />
como una necesidad dc evirar la disminuci6n dc los rendimientos de soja debido a un nivel<br />
inadecuado de K.<br />
Tabla 14. Rendimiento de soja, concentraci6n, y absorci6n de Py K en el grano influenciada<br />
por la Labranza y dosis de Pen una rotaci6n soja-mafz en, 1997-1999.<br />
Rinde de F6sforo Potasio<br />
Factor Grano Conc. Absorci6n Conc. Absorci6n<br />
Labranza t/ha % kg/ha % kg/ha<br />
CP LV 3.68 0.682 9.6 2.03 53.8<br />
SD LP 3.60 0.680 9.3 2.03 52.9<br />
NT SD 3.50 0.682 9.1 2.03 51.3<br />
---...........................................................<br />
P>F: 0.074 0.891 0.056 0.916 0.035<br />
DLS (0.10): 0.11 NS 0.3 NS 1.6<br />
Oosis de P (ko/ha)<br />
0 3.61 0.676 9.3 2.03 52.8<br />
17 3.57 0.687 9.4 2.04 52.5<br />
.............................................................<br />
P>F: 0.683 0.011 0.642 0.156 0.774<br />
Sesi6n IV. Apficaci6n y uso de fertilizantes potsicos<br />
259
Concusiones<br />
La siembra direcra o labranza cero ha ganado una gran popularidad en la producci6n<br />
de soja, y con excepci6n de condiciones de estrs causada por suelos frfos y hdmedos en altas<br />
latitudes, los rendimientos de soja han sido iguales con los distintos sistemas de labranza. La<br />
reducci6n de rendimientos en el orden de 0,2 t/ha no se considera una mermA econ6mica<br />
significativa debido al ahorro en los costos. de insumos en sistemas de siembra directa en<br />
comparaci6n con los sistemas convencionales de labranza. La estratificaci6n del pH, cl P y K<br />
en los 30 cm superficiales del perfil, ocurren en los sistemas de SD, especialmente observados<br />
en trabajos a largo plazo. El f6sforo y el K se acumulan cerca de la superficie del suelo y cl pH<br />
puede llegar a set bastante Scido en los 5 cm superiores. La estratificaci6n superficial de<br />
nutrientes generalmente no causa una reducci6n en el rendimiento de soja a rnenos que los<br />
niveles dce los anAlisis del suelo sean inadecuados para una optima producci6n. La producci6n<br />
de soja puede optimizarse manteniendo el P y K disponibles en las categorfas de niveles<br />
6primos a altos. El anlisis peri6dico del suelo es la mejor manera de asegurar niveles adecuados<br />
de fertilidad para la soja. Investigaciones sobre la producci6n de soja bajo siembra directa<br />
no demuestran un efecto consistente del m&odo de colocaci6n del P y/o del K en el rendimiento<br />
de soja. Con el transcurso del tiempo la colocaci6n de K en Ifneas ha demostrado<br />
rendimientos levemente superiores, pero que no compensarfan el costo adicional dce aplicaci6n.<br />
La labranza, por sf misma, no afecta la absorci6n de P y de K, salvo cuando el rendimiento<br />
es afectado por la labranza. Grandes cantidades de K son absorbidos por la soja y<br />
exportadas en el grano cosechado. Asf, se debe supervisar el nivel dce K mediante el anilisis de<br />
suelo para prevenir descensos de rendimientos debido a niveles de K deficientes.<br />
BIBLIOGRAFA<br />
Borges, R., and A.P. Mallarino. 2000. Grain yield, early growth, and nutrient uptake of notill<br />
soybean as affected by phosphorus and potassium placement. Agron. J. 92: 380-<br />
388.<br />
Randall, G.W., S.D. Evans, and T.K. Iragavarapu. 1997. Long-term P and K applications:<br />
II. Effect on corn and soybean yields and plant P and K concentrations. J. Prod. Agric.<br />
10: 572-580<br />
Randall, G.W., J.A. Vetsch, and T.S. Murrell. 2001. Soybean response to residual phos-<br />
. phorus for various placements and tillage practices. Better Crops 85 (No. 4): 12-15.<br />
Vyn, T.J., G. Opoku, and C.J. Swanton. 1998. Residue management and minimum tillage<br />
systems for soybean following wheat. Agron. J. 90: 131-138.<br />
Sesi6n IV. Aplicaci6n y uso de fertilitns podsicos<br />
260
SESION V<br />
POTASIO<br />
EN PLANTAS Y ANIMALES
ABSORCION DE POTASIO POR LOS CULTIVOS EN<br />
DISTINTOS ESTADIOS FISIOL6GICOS<br />
Surya Kant and Uzi Kafkafi<br />
<strong>The</strong> Hebrew University oflerusalem, Faculty ofAgricultura4<br />
Food and Environmental Quality Sciences, Rehovot, Israel<br />
RESUMEN<br />
kajkafi@agri. bujl. ac. il<br />
La concentraci6n de K en la hoja vara a o largo de la estaci6n de crecimiento. El<br />
contenido de Kenlos tejidos dela planta se definen generalmente como bajos (deficiente),<br />
adecuado (suficiente), o alto (excesivo) para un determinado 6rgano de la planta. Para<br />
conocer el estada nutricional de la planta se recurre con frecuencia al analisis de la<br />
I4mina foliar, y en manor medida de los peciolos. En algunos casos se elige una etapa<br />
determinada del desarrollo del cultivo. La definici6n de un nivel de concentracion de K<br />
como "bajo" o "alto", varia entre plantas y entre 6rganos vegetales, tales como hojas,<br />
tallos y frutos. La concentracidn de K varla significativamente entre los distintos 6rganos<br />
de la planta. Los tejidos carnosos como frutos y hojas en sus etapas tempranas de<br />
desarrollo, contienen altos niveles de K. Frutos pulposos como cipsulas de algod6n 6<br />
uvas acumulan altos niveles de K<br />
LOs granos absorben K del suelo generalmente antes de la etapa de Ilenado o<br />
incluso de la floracidn. El K encontrado on las espigas de maiz depende completamente<br />
de la re-distribuci6n desde otros 6rganos de la planta. Las flores, frutos en desarrallo y<br />
tubrculos sirven como destino o "reservorio" del K. Estos 6rganos movilizan Kdesde las<br />
hojas. Si durante las primeras etapas de desarrollo do las plantas los niveles de K son<br />
bajos, la demanda en una tase posterior del crecimiento de Io frutos puede dar lugar a<br />
deficiencias de K en hojas. Este agotamiento de K de las hojas por parte de la<br />
remobilizaci6n hacia los 6rganos fructiferos conduce a una reducci6n en su actividad<br />
totosint6tica quo mas adelante conducirl a una menor produccidn o d/smiunci6n de la<br />
calidad de los frutos.<br />
En granos como el trigo y soja, aOn cuando existen diferencias significativas ontre<br />
cultivares en los niveles de K durante la etapa vegetativa, existe poca variaci6n en la<br />
concentraci6n final de K en el grano, a pesar de diferencias de rendimiento. Cuanto<br />
mayor sea la carga de fruta o rendirniento de grano, mis severo ser' el agotamiento de<br />
Kde las hojas, de los tallos y, en algunos casos, de las rafces. Cuando la tasa de demanda<br />
de K por los frutos, tub6rculos o espigas es mayor que la tasa de absorcion de K del<br />
suelo, los demos 6rganos vegetales pueden contribuir con el requerimietno de K de los<br />
6rganos reproductivos. La concentracion de K de las hojas disminuyen durante la formacion<br />
de los frutos o e1 Ilenado del grano. Cuando se cosechan los frutos, las hojas de arboles<br />
frutales elevan su tenor de K. Las exigencias de Kde los 6rganos reproductivospueden<br />
ser tan altos quo den lugar a deficiencias foliares de K. Es posible que sean necesarias<br />
altas concentraciones de K durante los estadios tempranos de crecimiento para alcanzar<br />
maximas rendimientos, con frutos de tamaho apropiado y 6ptima calidad interna exigidas<br />
par los mercados.<br />
Sesi6n IV Potasio en plantas y animales<br />
263
POTASSIUM UPTAKE BY PLANTS A THEIR VARIOUS<br />
PHYSIOLOGICAL STAGES<br />
Leaf K concentration varies with time along the season. Plant tissue K content is<br />
usually defined as low (deficient), adequate (sufficient), or high (excessive) for a particular<br />
plant organ. For assessment the plant nutrient status most frequently leaves and<br />
sometimes petioles are taken for analysis. In some cases an identifiable plant developmental<br />
stage is chosen. <strong>The</strong> definition of "low" and "high" level of K concentration varies<br />
between plants and plants organs like leaves, stems and fruits. K concentration varies<br />
widely in the various plant organs. Fleshy tissues like fruits and leaves at their early growing<br />
stage contain high levels of K. Fleshy fruits like cotton bolls and grapes accumulates<br />
high levels of K. Grain crops take up soil K generally before grain filling or flowering state.<br />
<strong>The</strong> K found in ears totally depends on re-translocation from the other plant organs.<br />
Flowers, developing fruits and tubers serve as sinks forK. <strong>The</strong>se organs mobilize K<br />
from the leaves. When K-levels in the plant during its early stages of development are<br />
low, the fruit demand in later stage of growth may result in K deficiency in leaves. This K<br />
depletion from leaves by the developing fruiting organs leads to a reduction in their photosynthetic<br />
activity that further leads to low yield or decline in fruit quality. In wheat and<br />
soybean, even when significant differences among cultivars are found in levels of Kat the<br />
vegetative stage, little variation exists in the final K concentration in the grain of these<br />
crops despite differences in yield. <strong>The</strong> higher the fruit or grain load, the more severe is the<br />
depletion of K from the leaves, stems and, in some cases, the roots. When the rate of K<br />
demand by the fruit, tubers or ears is greater than the rate of K uptake from the soil, all<br />
other organs may contribute K to the developing reproductive organs. K concentrations in<br />
the leaves decline during fruiting or grain filling. When the fruits are removed increase in<br />
leaf K is found in fruit trees. <strong>The</strong> reproductive organs demand for K may be so high that it<br />
results in foliar K deficiency. High concentrations of K early in the growing season might<br />
be needed to achieve high yields, large fruit size and internal quality demanded by the<br />
markets.<br />
Introducci6n<br />
El potasio (K) es un macro nurriente esencial requerido en grandes cantidades para el<br />
normal crecimiento y desarrollo de los cultivos. Algunas de las principales funciones de las<br />
plantas donde el K esti comprometido son: la osmoregulaci6n, la sfntesis de los almidones,<br />
]a activaci6n de enzimas, la sinesis de protefnas, el movimiento estomAtico y el balance de<br />
cargas i6nicas (Maathuis y Sanders, 1994; Marschner, 1995). Cantidades adecuadas de poasio<br />
son importantes contribuyentes en la adaptaci6n de los cultivos al stress causado por f&ctores<br />
bi61icos y abi6ticos, tales como sequfas, salinidad, heladas, ataques de insectos o enfermedades<br />
(Kafkafl, 1990, 1997). El potasio se encuentra normalmente en un rango entre 1 a 4 %<br />
de la materia seca (MS), pudiendo alcanzar mas del 8 % en algunos casos (Raven et al., 1976;<br />
Leigh y Wyn-Jones, 1984). La mayorfa de los cultivos anuales de grano requieren K en los<br />
primeros estadios del crecimiento y la mima absorci6n se verifica durante la etapa vegetativa<br />
(Lawton y Cook, 1954; Kafkafi y Xu, 1999). Su concentraci6n varia ampliamente, no solo<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
264
entre especies diferentes sino tambi6n entre los diversos 6rganos de la planta. Una vez que las<br />
hojas mis viejas de la planta han alcanzado sus concentraciones especfficas de K, el flujo neto<br />
de K desde las raices satisface solo las cantidades necesarias para el desarrollo y crecimiento de<br />
nuevas rafces. Por lo tanto, el flujo de K desde las rafces estA determinado en gran parte por la<br />
tasa de crecimiento de la planta (Pitman, 1972). Los requerimientos de K varfan con el avance<br />
de las erapas fisiol6gicas del cultivo y segdn scan cultivos anuales, perennes o irboles<br />
frutales. Para lograr una 6prima producci6h debe saberse cuindo la demanda de nutrientes<br />
por la planta es mayor o menor. Por lo tanto, es necesario conocer en detalle la absorci6n, el<br />
desplazamiento, y la distribuci6n del potasio dentro de la planta durante el ciclo vital del<br />
cultivo.<br />
Absorci6n del potasio durante el crecimiento vegetal<br />
El potasio se absorbe durante las etapas tempranas del crecimiento en los cultivos de<br />
grano, mucho mis que el nitr6geno o el f6sforo. Al momento en que un cultivo de maiz<br />
acumul6 el 50 % del total de la biomasa, se habrA absorbido el 68, 56 y 95 % del N, P y K<br />
respectivamente (Welch y Flannery, 1985). Los requerimientos de potasio necesarios para<br />
alcanzar un 6ptimo crecimiento cambia con las etapas de desarrollo. Las frutas y hojas verdes<br />
contienen generalmente niveles mas altos de Ken sus primeros estadios (Fageria et al., 1991).<br />
La absorcion de potasio precede generalmente a la producci6n de materia seca (Fig.<br />
1). La descripci6n de los requerimientos de potasio durante el crecimiento se discutiri en las<br />
secdiones siguientes de acuerdo a los perfodos del desarrollo de los plantines, del crecimiento<br />
vegetativo y de la fase reproductiva, no obstante los requerimientos de K cambian seg6n el<br />
tipo de planta, la especie y los cultivates.<br />
1. Absorci6n de N, P y R durante el crecimiento de trigo<br />
--c- Potasio (K) - Nitr6geno (N)<br />
160<br />
140<br />
120<br />
0 22 100<br />
C<br />
03 60<br />
S 40<br />
20<br />
0<br />
0 25 45 65 85 100<br />
Trigo - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
265
Desarrollo deplantines<br />
Durante la germinaci6n de las semillas los nutrientes minerales son removilizados<br />
dentro de los tejidos de la semilla y son transportados por el flujo del floema hacia las raices<br />
o brotes. La mayoria de las semillas de los cultivos de grano contienen entre 0,4 y 1,0 % de<br />
potasio en base materia seca. Esta cantidad es suficiente para la germinaci6n y el establecimiento<br />
inicial pero no es suficiente para mantener el crecimiento por un perfodo mis largo<br />
(Van-Slyke, 1932). La rafz emergente tiene que absorber K para lograr el crecimiento vegetal<br />
adicional. Buckner, (1915) observ6 que no todo el K de los cotiledones del mafz, porotos y<br />
tub6rculos de papas se mueve a los plantines. Aproximadamente el 45 % del potasio total<br />
qued6 conservado en los cotiledones no funcionales de plantines de poroto. Las hojas de los<br />
plantines y los tallos contenfan el 46 % de potasio, mientras que las races el 9 % restante.<br />
Luego que los cotiledones dejaron de funcionar en plantines de mafz, dstos contenfan<br />
cl 20 % del potasio original de la semilla. Cerca del 35 % del potasio se encontraba en las<br />
hojas y el restante estaba distribuido equitativamente entre las rafces y el tallo.<br />
Per/odo de crecimiento vegetativo<br />
En los cultivos anuales este perfodo se caracteriza por alcanzar la mIxima acumulaci6n<br />
de materia seca. Este perfodo se caracreriza tambi6n por la progresiva acumulaci6n de<br />
elementos inorginicos en cantidades importantes, especialmente de potasio. La removilizaci6n<br />
de nutrientes minerales desde las hojas maduras a los nuevos tejidos en crecimienro es de<br />
importancia clave para la finalizaci6n del ciclo de vida en las plantas anules de grano. Con el<br />
aumento de la sintesis de materiales orginicos, la concentraci6n del potasio expresada en<br />
porcentaje de la materia seca disminuye, aunque ]a cantidad total de potasio en valor absoluto<br />
aumenta. El consurno de potasio durante este perfodo es seguido generalmente por la<br />
translocaci6n de K en las fases posteriores del crecimiento desde los tejidos mAs maduros alas<br />
semillas nuevas en formaci6n y de nuevo a las rafces (Lawton y Cook, 1954). Los cereales<br />
generalmente absorben el K antes de la etapa de floraci6n. El potasio en las espigas proviene<br />
via translocaci6n desde las partes vegetativas, y a medida que progresa la etapa reproductiva la<br />
concentraci6n del K en las hojas comienza a declinar (Fig. 2) (Karlen et al., 1988). El potasio<br />
se acumula relativamente m1s rApido que la materia seca en el desarrollo remprano de varias<br />
partes de la planta (Sayre, 1948; Sallam et al., 1985), la materia seca debe acumularse<br />
necesariamente mis rApido que los nutrientes en los periodos posteriores del crecimiento.<br />
Esta rApida acumulaci6n de la materia seca durante el perfodo de crecimiento<br />
vegetativo da lugar a la diluci6n dcl potasio acumulado bajando su concentraci6n (Sallam et<br />
al., 1985). Los cambios de la concentraci6n de K en las plantas enteras de mafz van desde 50<br />
g de KIkg MS durante la etapa de plantin a 8,6 g de K/kg MS en la madurez (Welch y<br />
Flannery, 1985). Terman et al., (1977) sefialaron que las plantas de mafz contenfan m6s de 45<br />
g de K/kg MS 15 dfas despu6s de la emergencia. Treinta y seis dias despu6s las plantas contenian<br />
menos de 10 g de K/kg MS. Esto indica que la absorci6n de K precede a la acumulaci6n<br />
de materia seca y su concentraci6n es m6s alta durante el crecimiento inicial.<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
266
Figura 2. Acumulaci6n de K en mafz<br />
100<br />
C 80<br />
> 60 T<br />
c 40<br />
"5 E 2 j Hojas inferiores infenle<br />
s<br />
20 30 40 50 60 70 80 90 100<br />
Maiz - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
Con el paso del tiempo y la absorci6n de otros elementos disminuye la concentraci6n<br />
de K. En mafz los requerimientos de K durance el perfodo vegetativo son tan altos que el<br />
59 % del K absorbido total ocurre duranre los 21 dias que transcurren entre las etapas de seis<br />
hojas (V6) y la emisi6n de la floraci6n masculina (Jordan et al., 1950). De la misma manera,<br />
Hanway, (1962) sefial6 que durance el perfodo entre 38 a 52 dfas despu& de la emergencia de<br />
mafz, se absorbi6 el 38 % del K total. Durante este periodo el fndice de absorci6n diaria de K<br />
abarc6 un rango promedio entre 2,31 a 10,74 kilogramos ha-(Welch y Flannery, 1985).<br />
La tasa de absorci6n de K en mafz fue mdxima cuando se alcanz6 el 50% del crecimiento<br />
(Fig. 3). Luego, con el inicio de ]a fase reproductiva comienza el desplazamiento del<br />
Figura 3. Tasa de absorci6n de K en mafz y algod6n<br />
110<br />
2.5<br />
4<br />
2<br />
0 1.5<br />
3 -<br />
3.5 Mafz<br />
3.5--<br />
Algod6n<br />
'0<br />
n3 1<br />
0<br />
n 0.5<br />
CO<br />
Y 0L<br />
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100<br />
Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
Scsi6n IV. Potasio en piariam y animnales<br />
267
K de las hojas y del tallo a las espigas en formaci6n (Fig. 2). El trigo y otros cereales requieren<br />
alras cantidades de potasio yen algunos casos mayor que las de nitr6geno en unidades de kg/<br />
ha (Fig. 4). La mayor parte de los requerimientos de K por los cultivos de grano se alcanzan<br />
durante el periodo vegetativo pot Ej. Trigo (Fig. I y 4), arroz (Fig. 5) y cebada (Fig. 6). La<br />
remoci6n de potasio pot el trigo puede variar desde cerca de 40 kg/ha a mas de 200 kg ha'<br />
dependiendo del nivel de rendimiento (Beaton y Sekhon, 1985). Niveles de absorci6n,de<br />
hasta 500 kg K/ha fueron reporrados al comienzo de la floraci6n en trigo -Fig. 7- (Kafkafi y<br />
Halevy, 1974) y papas (Roberts y Mc Dole, 1985). La acumulaci6n mRima de K en las partes<br />
a6reas del trigo fue encontrada cerca del momento de la floraci6n. La curva sigmoidea caracterfstica<br />
(Fig. 4) tiene su parte mis escarpada entre el fin del macollaje y el comienzo de La<br />
floraci6n. Las tasas mAximas de absorci6n ocurren al comienzo de la elongaci6n del macollo<br />
principal, cuando todo o la mayor parte de las hojas estin todavfa verdes y expandidndose.<br />
Figura 4. Cantidades de N, K, P absorbidas en el cultivo de trigo<br />
240 Potasio 16<br />
--- Nitr6geno<br />
-a-F6sforo 14<br />
200 ,~12 14 -<br />
160<br />
0. 10<br />
120<br />
8<br />
0<br />
fl<br />
'a<br />
0<br />
z<br />
80<br />
40<br />
6<br />
4<br />
2<br />
0<br />
.<br />
0<br />
(<br />
EL<br />
Figura 5. Acumulaci6n de K en arroz<br />
0 I 0<br />
10o<br />
0 25 50 75 100<br />
Trigo - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
- 100 Hojas " Cafia<br />
'6Granos<br />
80<br />
-43-- Toa<br />
60<br />
0~<br />
040 20<br />
Z 0<br />
20 30 40 50 60 70 80 90 100<br />
Arroz - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
Sesi6n IV. Potasio cn plantas y animales<br />
268
Figura 6. Porcentaje de K en materia seca (MS) de la cebada<br />
C<br />
5<br />
4 -<br />
3<br />
O I<br />
0<br />
40 50 60 70 80 90 100<br />
Cebada - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
Figura 7.Niveles de absorci6n de K en trigo<br />
0<br />
500<br />
- 400<br />
300<br />
200<br />
.0<br />
v 100<br />
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100<br />
Trigo - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
Fase reproductiva<br />
Durante la floraci6n o la antesis se observa la 'distribuci6n de elementos inorg nicos.<br />
El reducido suministro de carbohidratos a las raices - esta etapa puede explicarse en parte<br />
por la menor absorci6n de potasio (Lawon y Cook, 154). Burd, (1919) observ6 en plantas<br />
de cebada una cafda singular en el contentdo de potasio total desde dos semanas despu6s de la<br />
espigaz6n seguida por un aumento de a absorci6n ce potasio durante un corto perfodo y<br />
finalmente por p&didas a la madurez. L n aumenro suostancial de potasio ocurre en algod6n<br />
durante el inicio de la formaci6n de capsulas y semillas. La absorci6n de N y P siguen a la<br />
producci6n de materia seca mientras que, la absorcio, de K alcanz6 ripidamente un micino<br />
al momento de la apertura de cApsulas, ,menzando cc.pu6s a declinar (Halevy 1976).Mullins<br />
y Burmester, (1990) observaron que I: nixima acui.uiaci6n de K en algod6n ocurrfa cerca<br />
Sesi6n NV vtoasio en vlanc.,, 1imale,<br />
269
del comienzo de la floraci6n, con tasas de absorc16n entre 2,2 v 3.2 kg K/ha/dfaduranie 63<br />
a 98 dias despuds de la siembra (Fig. 3). La acumulaci6n de K en hojas y tallos aumenta hasta<br />
la flora, ,on despus continua disminuyendo y uego empcza a aumentar subir en la semilla<br />
(Fig. 8. inilar tendencia tambi6n se representa cn las Fg !v-I0 (soja) y Fig. 5 (arroz).<br />
Figura 8 -cumulaci6n de K en algod6n<br />
120<br />
-Ch s<br />
100 -.- Semillas<br />
S 20oCipsulas<br />
0<br />
E 40Hoa<br />
ni20<br />
20 30 40 50 60 70 80 90 100<br />
Algod6n - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
Figura 9. Niveles de K en materia seca (MS) en soja<br />
9 -... --- Hojas --- Tallo<br />
c,6<br />
8<br />
7<br />
A- - -. Ramifi- --caciones<br />
Vainas<br />
2 6 - .......<br />
0) 4<br />
.>'D. ~0 3 o . W<br />
0<br />
30 40 50 60 70 80 90 100<br />
Soja - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
Sesi6n IV 1l,tasio en planas ) an[males<br />
270
Figura 10.Acumulaci6n de K en soja<br />
130<br />
120<br />
110<br />
_C 100<br />
0<br />
Sso<br />
0 70<br />
• 60<br />
E 40<br />
C 30<br />
Tal<br />
Smla<br />
20<br />
10 ,o 1 , ,.-- , o ia s c a td a s<br />
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100<br />
Soja - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
El principal cambio fisiol6gico en esta etapa implica la removilizaci6n de reservas<br />
orgd.nicas e inorgdnicas a las partes reproductivas. Eaton y Joham (1944) sefialaron que la<br />
absorci6n de K durante la formaci6n de las cdpsulas de algod6n declina rdpidamente o Ilega<br />
a ser insignificante. La disminuci6n en la absorci6n de potasio del suelo durante la formaci6n<br />
del fruto se debe principalmente a la disminuci6n del suministro de carbohidratos a las<br />
rakes. Por lo tanto, el contenido de nutrientes minerales de las partes vegetativas declina<br />
sostenidamente durante la etapa reproductiva (Marschner, 1995) debido al desplazamiento<br />
interno a las partes reproductivas con alta demanda de K.<br />
El contenido de porasio en los pecfolos de tomate continia disminuyendo despu6s<br />
que los frutos adquieren un color verde madura uniforme, a6n con suficiente suministro de<br />
potasio. Esta declinaci6n es debida principalmente a la fuerte competencia de carbohidratos<br />
entre los frutos y las rafces, causando una rdpida disminuci6n en la absorci6n de K por las<br />
rafces. Consecuentemente, ocurre una movilizaci6n del K desde las partes vegerativas a los<br />
frutos, pudiendo observarse sfntomas de deficiencia de K en las hojas en la erapa de maduraci6n<br />
del fruto (Lingle y Lorenz, 1969). En el estadio de Ilenado del grano o del desarrollo de<br />
las cApsulas algod6n, la absorci6n de K disminuye en cultivos como soja, maiz, trigo 6 arr')z<br />
(Kafkafi y Xu, 1999). El 75 % del requerimiento total de K de plantas de arroz se absorben<br />
antes de la etapa de embarrigado y el K restante se absorbe antes que comience la etapa de la<br />
formaci6n del grano -Fig5- (De Datta y Mikkelsen, 1985). La mayor parte del K total en<br />
la parte adrea de plantas de mafz fue absorbido al comienzo de la etapa reproductiva -Fig. 3-<br />
(Jordan et al., 1950; Hanway, 1962; Gething, 1990). Las hojas y tallos contenfan considerablemente<br />
menor cantidad de K a la madurez que durante la polinizaci6n (Fig 2). Gran parte<br />
del K perdido desde las hojas y del tallo fue debido a la removilizaci6n al grano. De manera<br />
similar a los cereales, las oleaginosas como la colza-canola, girasol (Fig. 9) y lino (Bailey y<br />
Soper, 1985), hortalizas como el tomate (Fig. 11) y forrajeras como alfalfa y trbol rojo<br />
(Lanyon y Smith, 1985) tambi6n muestran que la absorci6n aumenta hasta la floraci,n y<br />
luego declina hacia la madurez. Lo contrario ocurre en cultivos bianuales como la cafia de<br />
Sesi6n IV. Potasio en planhas y animales<br />
271
azdcar y mandioca donde lo que se cosecha es cl tallo y la rafz respectivamente. La absorci6n<br />
y distribuci6n del K en vifiedos durante el ciclo anual se represenrta en Fig. 12. La absorci6n<br />
de potasio progresa continuamente desde la brotaci6n hasta un mes despu6s de la cosecha. En<br />
la etapa inicial de la brotaci6n el K almacenado en las races y el tronco provey6 los requerimientos<br />
de K. La absorci6n de porasio por las raices satisface asi la demanda durante el<br />
estadio de crecimiento. La mayor parte del K comienza a acumularse en los frutos en formaci6n.<br />
Desde el mes anterior a la cosecha, la cantidad de K absorbido no es suficiente para<br />
suplir la gran demanda existence. El requerimiento de K por los frutos es entonces satisfecho<br />
por las hojas y tallos. Consecuentemente, la cantidad de K en hojas es un 35 % inferior al<br />
encontrado un res antes de la cosecha. En el momento de la cosecha de los frutos, el K se<br />
absorbe del suelo aumentando el conrenido de K en codas las partes de la planta (Conradie,<br />
1981).<br />
Figura 11. K absorbido en el cultivo de tomate<br />
140-<br />
120<br />
S o100<br />
0 C<br />
00<br />
wIO 60-<br />
10 0) 40<br />
20<br />
0.<br />
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100<br />
Tomate - Tiempo relativo de crecimiento (%)<br />
Figura 12. Acumulaci6n de K en diferentes partes de plantas en vifiedos<br />
9<br />
8<br />
'7 .<br />
6<br />
CO" Racimos<br />
0 (U<br />
c~4 " 34 Hojas<br />
cE-<br />
0C)<br />
3<br />
2 Tallos<br />
I<br />
o Rafce<br />
Latoe. 15ows Fn wadawez DenP;63 do Fmn<br />
Hinchaz.n bnos Br otac&6 neu ors Fm Co Mch, coSBch Camiezq sinesCI Launci<br />
lonpd6n =. acnz9a"nwmL"I<br />
Estadfos de crecimiento<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
272<br />
nc
Devolucidn del K al suelo a la madurez del cultivo<br />
La absorci6n de potasio del suclo por los cultivos requiere de energfa producida por<br />
la respiraci6n de la rafz. Por el contrario, la transferencia del potasio desde las rafces de las<br />
plantas al suelo es un simple proceso de difusi6n desde las partes muertas de la planta. La soja<br />
comienza a liberar K deade las hojas y pecfolos cafdos ya 50 dfas despu6s de la germinaci6n.<br />
Esta p6rdida es rApida durante el Ilenado del grano y a la madurez fisiol6gica todas las<br />
hojas y gran parte de los pecfolos han caido al suelo -Fig. 10- (Hanway y Johnson, 1985).<br />
Se cree que las p6rdidas mis importante se deben principalmente a la excreci6n desde<br />
las rakces al suelo (Lawton y Cook, 1954). Burd, (1919) observ6 p6rdidas de porasio, acumulado<br />
en las rafces de cebada y tabaco a la madurez fisiol6gica. En algod6n la reducci6n fue observada<br />
despu6s de 120 dfas de crecimiento (Halevy 1976). El anidisis qufmico durante las diversas<br />
etapas del crecimiento de trigo demostr6 que el potasio disminufa un poco luego de la<br />
espigaz6n y pot translocaci6n hacia las zonas de crecimiento superior as( tambidn como desde<br />
las rafces hacia el suelo (Knowles y Watkins, 1931; Halevy, 1976). Jenny et al., (1939) sefialaron<br />
que plantas de cebada de bajo contenido salino que crecfan en suspensiones de arcilla saturadas<br />
con sodio, perdieron ripidamente K por las races, pero aquellas cultivadas en arcillas saturadas<br />
con calcio esta p6rdida era menor. Producir un fardo de algod6n requiere alrededor 52 kg de<br />
K,0 (43 kg de K). La fibra y la semilla remueven apenas 11 kg de K 20/ha. La mayorfa del K<br />
estd en las brdcteas, tallos, y hojas que luego de la cosecha pueden set devueltos al suelo<br />
(Mullins y Burmester, 1991).<br />
El contenido del potasio en trigo alcanza su mdximo durante la etapa vegetativa y<br />
despu6s comienza a reducirse, en un proceso opuesto a la acumulaci6n de materia seca total,<br />
de nitr6geno y de f6sforo (Fig. 1). En ]a madurez, solo entre el 50 y 6 0 % del K remanente en<br />
la planta contintia debido a la eluci6n desde las hojas envejeciendo, senescencia de las hojas,<br />
asi tambi6n por la exudaci6n de las rafces maduras (Russell y Clarkson, 1971; Kemmler,<br />
1983).<br />
Debido a que la demanda mixima de K en trigo ocurre antes de la formaci6n de la<br />
espiga, el muestreo foliar durante la etapa de maduraci6n puede mostrar valores no satisfactorios<br />
de la mAxima acumulaci6n y miima tasa de absorci6n. Con el aumento de la carga de frutos<br />
aumenta la translocaci6n de K desde las hojas y tallos hacia los frutos. Si la tasa de demanda<br />
de K en esta etapa es mayor que el K absorbido desde el suelo, el resto de los 6rganos pueden<br />
contribuir alas partes reproductivas con el porasio acumulado en sus tejidos. Consecuentemente<br />
la concentraci6n de K en las hojas declina durante la fructificaci6n. Cuando se cosechan los<br />
frutas, aumenta el contenido de K foliar en los drboles frutales (Conradie, 1981; Bar y Glusman,<br />
1991).<br />
Distribuci6n del potasio dentro de las plantas<br />
Se conoce que el potasio es muy m6vil dentro de las plantas; movi6ndose hacia arriba<br />
y hacia abajo por el xilema y el floema (Fig. 13) en direcci6n hacia tejidos meristemAticos<br />
Sesi6n IV. Porasio en planas y animales<br />
273
(Ben-Zioni et al., 1971; Kirkbyy Knight, 1977). En el xilemase observa una elevada tasa de<br />
desplazamiento debido a la rApida rasa a la que se secreta el K selectivamente a los vasos del<br />
xilema. Entre codas las especies cati6nicas, el K estA presente en mAximas cancidades en la<br />
savia del floema (Hocking, 1980), donde puede alcanzar concentraciones de 100 mM y mis.<br />
Esto indica que el K se absorbe selectivamenrte por el vasos cribados y puede desplazarse<br />
ficilmente desde las partes superiores hacia los 6rganos basales de la planta, frutos y rakes. El<br />
movimienro del K hacia arriba y hacia abajo puede entenderse mejor con el experimento de<br />
Pitman (1972) cuando plantines de cebada fueron cultivadas en una soluci6n que contenfa K<br />
y Na. Las hojas maduras tienden a acumular mas Nay las hojas j6venes mas K. La hoja en su<br />
totalidad recibe iones dsde el xilema y puede exportar K (preferentemente sobre el Na) hacia<br />
ei floema, que luego se mueve principalmente hacia las hojas mis j6venes asf tambi6n como a<br />
las rafes. El equilibrio entre estos procesos determinard el nivel de los Jones en las hojas.<br />
Figura 13. Modelo de transporte del Potasio entre las rafces y tallos a travds del metabolismo<br />
del nitrato y malato.basado en: Ben-Zioni et al., 1971 y Kirkby y Knight, 1977.<br />
C0 2<br />
K* NO" 3<br />
Mal I<br />
. Tejido vegetal Tejido<br />
K Malato KN03<br />
HCO3"
El nivel de K en los brotes puede regularse por el control de la tasa de ingreso en los<br />
brotes o por retranslocaci6n del K, desde los brotes hacia las races. El movimiento del K<br />
desde las hoja se realiza a toda la planta por el floema (Mengel y Kirkby, 1987) Como se<br />
demostr6 en papas (Djikshoorn, 1972), manzanos (Hansen, 1980), durazneros y ciruelo<br />
(Lindner y Benson, 1954).<br />
La translocaci6n y redistribuci6n del K ocurre desde las partes m6s maduras de la<br />
planta a las pares mis nuevas que se van formando. Durante el crecimiento vegetativo, cl<br />
mAximo transporte del K se observa desde el tallo hacia las ramas en plantas de soja, mientras<br />
que durante el periodo reproductivo es mis alto desde los tallos hacia las vainas. El<br />
desplazamiento de K hacia las semillas de soja es especialmente evidente durante la formaci6n<br />
de las semillas; y la mayor parte proviene del tallo, de las hojas y de la rafz (Hanway yjohnson,<br />
1985; Sallarn er al., 1985).<br />
La translocaci6n del K desde las hojas a los frutos en desarrollo es tambi6n notable en<br />
los Arboles frucales por ejemplo duraznos (Fig. 14) donde el K foliar del duraznero disminuy6<br />
constantemente luego de la floraci6n, mientras que los irboles sin frutas mostraron una cantidad<br />
constante de K en las hojas durante la etapa de crecimiento (McClung y Lott, 1956). Resulrados<br />
similares se muestran en la Fig. 15 con manzano, nogal y litchi. La concentraci6n del K en<br />
hojas j6venes de nogal disminuy6 desde 18 -22 mg K/g a 9-18 mg K/g en hojas maduras y a<br />
8,0 mg K/g hacia el final de la estaci6n de crecimiento (Drossopoulos et al., 1994).<br />
Figura 14. Efectos de los frutos en el contenido de K en las hojas del duraznero.<br />
C<br />
nE<br />
24,<br />
20<br />
16<br />
E 12<br />
0<br />
Si--Cn fruta•<br />
10junio 30junio 20julio 10agosto 30agosto 20setiembre<br />
Peiodo de crecimiento<br />
Sesi6n IV. Potaslo en plantas y animalcs<br />
275
Figura 15. Variaci6n en el contenido de K en el follaje de frutales<br />
30 - Manzano<br />
25 -<br />
20<br />
0 15-<br />
0<br />
Conclusiones<br />
Nogal<br />
._=_Litchi<br />
Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Setiem. Oct.<br />
Perfodo de crecimiento (despu6s de floraci6n)<br />
El conocimiento del patr6n de absorci6n del potasio de un determinado cultivo es<br />
un requisito previo para adoptar practicas de fertilizaci6n. En la mayorfa de las plantas cultivadas,<br />
la mriima absorci6n de K ocurre en un lapso relativamenre corto comparado con cl N y ef P,<br />
cuya absorci6n duraun tiempo mas prolongado durante el periodo de crecimiento. Esto<br />
sugiere que existe un corto perfodo durante el cual la deficiencia de K puede corregirse. Una<br />
adecuada cantidad de K debe estar presente en el suelo antes del desarrollo o debe set provista<br />
durante las etapas m4s tempranas de desarrollo. Por el contrario, una escaso suministro de K<br />
afectard lot 6rganos reproductivos, de tal modo que reducird la calidad y cantidad de la<br />
producci6n. En los cultivos anuales la absorci6n de K generalmente alcanza su pico mAximo<br />
alrededor de la floraci6n y declina hacia la madurez. Las plantas frutales, bienales y perennes<br />
absorben K durante toda la etapa de crecimiento.<br />
REFERENCIAS<br />
Bailey, L.D. and Soper, R.J. 1985. Potassium nutrition of rape, flax, sunflower, and safflower.<br />
pp.765-798. In: R.D. Munson (ed.) Potassium in agriculture. ASA, Madison,<br />
WI.<br />
Bar, Y. and Glusman, R. 1991. Variations in mineral contents in leaves and fruit of litchi<br />
during defined physiological stages during the year. Hassadeh 71(10): 1518-1520.<br />
(Hebrew).<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
276
Beaton, J.D. and Sekhon, G.S. 1985. Potassium nutrition of Wheat and other small grains.<br />
pp.701-752. In: R.D. Munson (ed.) Potassium in agriculture. ASA, Madison, WI.<br />
Ben-Zioni, A.; Vaadia, Y. and Lips, S.H. 1971. Nitrate uptake by roots as regulated by<br />
nitrate reduction products of the shoot. Physiol. Plant. 24: 288-290.<br />
Buckner, G.D. 1915. Translocation of mineral constituents of seeds and tubers of certain<br />
plants during growth. J. Agri. Res. 5: 449-459.<br />
Burd, J.S. 1919. Rate of absorption of soil constituents at successive stages of plant<br />
growth. J. Agri. Res. 18: 51-72.<br />
Chen, J. and Gabelman, W.H. 1999. Potassium-transport rate from root to shoot unrelated<br />
to potassium-use efficiency in tomato grown under low-potassium stress. J. Plant<br />
Nutr. 22(4&5): 621-631.<br />
Conradie, W. E. 1981. Seasonal uptake of nutrients by Chenin Blank in sand culture: I1.<br />
Phosphorus, Potassium, Calcium and Magnesium. S. African J. Enol. Vitic. 2: 7-13.<br />
Cummings, G.A. 1985. Potassium nutrition of deciduous and small fruits. pp.1087-1104.<br />
In: R.D. Munson (ed.) Potassium in agriculture. ASA, Madison, WI.<br />
De Datta, S.K. and Mikkelsen, D.S. 1985. Potassium nutrition of rice. pp. 665-699. In:<br />
R.D. Munson (ed.) Potassium in agriculture. ASA, Madison, WI.<br />
Djikshoorn, W. 1972. Partition of ionic constituents between organs. Recent Adv. Plant<br />
Nutr. 2: 447-476.<br />
Drossopoulos, J.B.; Buranis, L. and Bairaktari, B.D. 1994. Patterns of mineral nutrient<br />
fluctuations in soybean leaves in relations to their position. J. Plant Nutr.17: 1017-<br />
1035.<br />
Eaton, F.M. and Joham, H.E. 1944. Sugar movement to roots, mineral uptake and the<br />
growth cycle of cotton plant. Plant Physiol. 19: 344-364.<br />
Fageria, N.K.; Baligar, V.C. and Charles Allan Jones (eds.). 1991. Growth and mineral<br />
nutrition of field crops. Marcel Dekker Inc., New York, USA.<br />
Filho, J.O. 1985. Potassium nutrition of sugarcane. pp.1045-1062. In: R.D. Munson (ed.)<br />
Potassium in agriculture. ASA, Madison, WI.<br />
Gething, PA. 1990. Fertility and fertilizers. In: <strong>Potash</strong> facts. pp. 29-43. IPI, Bern.<br />
Halevy, J. 1976. Growth rate and nutrient uptake of two cotton cultivars grown under<br />
irrigation. Agron. J. 68: 701-705.<br />
Hansen, P. 1980. Crop load and nutrient translocation. pp. 201-212. In: D. Atkinson,<br />
J.E.Jackson, R.O. Sharpies, and W.M. Waller (eds.) Mineral Nutrition of Fruit trees.<br />
Butterworths, London.<br />
Hanway, J.J. 1962. Corn growth and composition in relation to soil fertility: I1. Uptake of<br />
N, P, and K and their distribution in different plant parts during the growing season.<br />
Agron. J. 54: 217-222.<br />
Hanway, J. J. and Johnson, J.W. 1985. Potassium nutrition of soybean. pp. 753-764. In:<br />
R.D. Munson (ed.) Potassium in agriculture. ASA, Madison, WI.<br />
Hocking, P.J. 1980. <strong>The</strong> composition of phloem exudate and xylem sap from tree tobacco<br />
(Nicotiana glauca Groh.) Ann. Bot. (London). 45: 633-643.<br />
Howler, R.H. 1985. Potassium nutrition of cassava. pp. 819-841. In: R.D. Munson (ed.)<br />
Potassium in agriculture. ASA, Madison, WI.<br />
Jenny, H.; Overstreet, R. and Ayers, A. 1939. Contact depletion of barley roots as revealed<br />
by radioactive indicators. Soil Sci. 48: 9-40.<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
277
Jordan, H.V.; Laird, K.D. and Ferguson, D.D. 1950. Growth rates and nutrient uptake by<br />
corn in a fertilizer-spacing experiment. Agron. J. 42: 361-268.<br />
Kafkafi, U. 1990. <strong>The</strong> functions of plant K in overcoming environmental stress situations.<br />
In: Proc. 22nd colloquium of IPI, pp. 81-93, held in Soligorsk, USSR, IPI, Bern.<br />
Kafkafi, U. 1997. Impact of potassium in relieving plants from climatic and soil-induced<br />
stresses. In: Food security in the WANA region, the essential need for balanced fertilization,<br />
A.E. Johnston (ed.), pp. 313-327, IPI, Bern.<br />
Kafkafi, U. and Halevy, J. 1974. Growth rate and mineral uptake by semi-dwarf wheat<br />
grown in various levels of N and P in soil. Hassadeh 55(3): 369-375. (Hebrew).<br />
Kafkafi, U. and Xu, G.H. 1999. Potassium nutrition for high crop yields. In: Frontiers in<br />
potassium nutrition: new perspectives on the effects of potassium on physiology of<br />
plants (D. M. Oosterhuis, and G. Berkowitz, eds.). 133-142: PPI/PPIC, Georgia, USA.<br />
Karlen, D.L.; Flannery, R.L. and Sadler, E.L. 1988. Aerial accumulation and partitioning<br />
of nutrients by corn. Agron. J. 80: 232-242.<br />
Kemmler, G. 1983. Modern aspects of wheat manuring. (2nd ed.), IPI-Bull. No.l. IPI, Bern,<br />
Switzerland.<br />
Kerby, T.A. and Adams, F. 1985. Potassium nutrition of cotton. pp. 843-860. In:<br />
R.D.Munson(ed.) Potassium in agriculture. ASA, Madison, WI.<br />
Kirkby, E.A. and Knight, A.H. 1977. Influence of the level of nitrate nutrition on ion uptake<br />
and assimilation, organic acid accumulation, and cation-anion balance in whole tomato<br />
plants. Plant Physiol. 60: 349-353.<br />
Knowles, F. and Watkins, J.E. 1931. <strong>The</strong> assimilation and translocation of plant nutrients<br />
in wheat during growth. J. Agri. Sci. 21: 612-637.<br />
Lanyon, L.E. and Smith, F.W. 1985. Potassium nutrition of alfalfa and other forage legumes:<br />
temperate and tropical. pp. 861-893. In: R.D. Munson (ed.) Potassium in agriculture.<br />
ASA, Madison, WI.<br />
Lawton, K. and Cook, R.L. 1954. Potassium in plant nutrition. Adv. Agron. 6: 253-303.<br />
Leigh, R. A. and Wyn-Jones, R. G. 1984. A hypothesis relating critical potassium concentration<br />
for growth to the distribution and function of this ion in the plant cell. New<br />
Phytol. 97, 1-13.<br />
Leigh, R.A. 1989. Potassium concentrations in whole plants and cells in relation to growth.<br />
In: Methods of K-research in plants (21st colloquium of IPI). IPI, Bern, Switzerland.<br />
Lindner, R.C. and Benson, N.R. 1954. Plum, prune and apricot. pp. 666-683. In: N. Childers<br />
(ed.) Fruit Nutrition. Horticulture Publ., Rutgers Univ., New Brunswick.<br />
Lingle, J.C. and Lorenz, O.A. 1969. Potassium nutrition of tomatoes. J. Am. Soc. Hort.<br />
Sci. 94: 679-683.<br />
Maathuis, F. J. M., and Sanders, D. 1994. Mechanism of high affinity potassium uptake in<br />
roots of Arabidosis thaliana. Proc. NatI. Acad. Sci. USA 91: 9272-9276.<br />
Marschner, H. 1995. "Mineral Nutrition of Higher Plants," 2nd Ed., Academic Press, San<br />
Diego, New York.<br />
McClung, A.C. and Lott, W. L. 1956. Mineral nutrient composition of peach leaves as<br />
affected by leaf age and position and the presence of a fruit crop. Proc. Amer. Soc.<br />
Hort. Sci. 67:113-120.<br />
Mengel, K. and Kirkby, E.A. 1980. Potassium in crop production. Adv. Agron. 33: 59-110.<br />
Mengel, K. and Kirkby, E. A. 1987. Principles of plant nutrition. <strong>International</strong> <strong>Potash</strong><br />
<strong>Institute</strong>, Bern, Switzerland.<br />
Sesi6n IV. Potasio en planms y animales<br />
278
Mullins, G. L. and Burmester, C. H. 1990. Dry matter, nitrogen, phosphorus, and potassium<br />
accumulation by four cotton varieties. Agron. J. 82:729-736.<br />
Mullins, G. L. and Burmester, C. H. 1991. Phosphorus and potassium uptake by cotton.<br />
Better Crop with Plant Food 75(3): 12-13. <strong>Potash</strong> and Phosphate <strong>Institute</strong>, Atlanta,<br />
GA.<br />
Pitman, M.G. 1972. Uptake and transport of ions in barley seedlings II. Correlation between<br />
transport to the shoot and relative growth rate. Aust. J. Biol. Sci. 25: 905-919.<br />
Raven, P.H.; Evert, R.F. and Curtis, H. 1976. Biology of plants. Worth Publishers (New<br />
York).<br />
Roberts, S. and McDole, R.E. 1985. Potassium nutrition of potatoes. pp.799-818. In: R.D.<br />
Munson (ed.) Potassium in agriculture. ASA, Madison, WI.<br />
Russell, R.S. and Clarkson, D.T. 1971. <strong>The</strong> uptake and distribution of potassium in crop<br />
plants. In: Potassium in biochemistry and physiology. Proc. IPI Colloquim, Bern. 8: 79-<br />
92.<br />
Sallam, A.; Scott, H.D.; Brewer, D.W. and Sojka, R.E. 1985. Characterization of potassium<br />
uptake and translocation in soybeans. Soil Sci. Soc Am. J. 49: 1226-1231.<br />
Sayre, J.D. 1948. Mineral accumulation in corn. Plant Physiol. 23: 267-281.<br />
Terman, G.L.; Noggle, J.C. and Hunt, C.M. 1977. Growth rate-nutrient concentration relationships<br />
during early growth of corn as affected by applied N, P, and K. Soil Sci. Soc.<br />
Am. J. 41: 363-368.<br />
Van-Slyke, L.L. 1932. Fertilizers and crop production. Orange Judd Publishing Company,<br />
New York.<br />
Welch, L.F. and Flannery, R.L. 1985. Potassium nutrition of corn. pp. 647-664. In: R.D.<br />
Munson (ed.) Potassium in agriculture. ASA, Madison, WI.<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
279
EL POTASIO Y EL STRESS BIOTICO<br />
Dr. Adolf Krauss<br />
Director, <strong>International</strong> <strong>Potash</strong> <strong>Institute</strong>, IPI, POB 1609, CH-4001 Basel, Switzerland<br />
ipi@iprolink.ch; www.ipipotash.org<br />
RESUMEN<br />
La nutrici6n de las plantas cumple un rol fundamental en Ia relaci6n hu6sped /<br />
pat6geno. Esta determina la predisposici6n al ataque de plagas y/o enfermedades. La<br />
nutricidn de las plantas afecta el desarrollo, la anatomfa y morfologfa y principalmente la<br />
composici6n quimica de las plantas y contribuye al incremento o disminuciOn de la resistencia<br />
y/o tolerancia a las plagas y enfermedades.<br />
Numerosos estudios y experimentos sobre el Ky especialmente relacionados al<br />
N ocupan una posici6n importante respecto a la relaci6n nutrici6n vegetaly stress bi6tico.<br />
Un aporte desbalanceado de nutrientes con excesivo N y/o inadecuado K, resulta<br />
en fallas en el metabolismo de la planta, favoreciendo el desarrollo y reproducci6n de<br />
los pat6genos. Estas plantas se caracterizan par tener altos contenido de N y azucares<br />
solubles, creando un medio ideal para el desarrollo de pat6genos. Ademis las plantas<br />
alimentadas con un exceso de N son suculentas yjugosas, que exhiben menos resistencia<br />
a la penetracidn de patdgenos e insectos masticadores o chupadores. El vuelco debido<br />
a un aporte desbalanceado de N tambin provee condiciones micro climAticas para la<br />
rMpida multiplicaciOn de la poblaci6n de pat6genos. Colores pidos y amarillentos de las.<br />
hajas, atraen Jfidos o provocan fisuras y rajaduras derivadas de deficiencias de Ky da<br />
un fhici acceso a la planta hu6sped.<br />
Ademis del N y del K, otros elementos como el Ca, B y Mn act0Van o intervienen<br />
en el control del stress bi0tico. Por /o expuesto es as! mandatario y recomendable ap/icar<br />
una fertiizaci6n balanceada, considerando todos los nutrientes para incrementar la resistencia<br />
de las plantas hu6spedes y as! limitar la penetracidn, desarrollo y reproducci6n<br />
de los pat6genos invasores. Una fertilizaciOn balanceada aumenta tambidn la tolerancia<br />
a los pat6genos, permitiendo el crecimiento y rendimiento adecuada de la planta hu6sped<br />
a pesar de la infeccidn. Y finalmente la rustificacin de las plantas para hacerlas mJs<br />
resistentes y/o tolerantes reducen Ia necesidad de agroqufmicos. Esto aumenta la rentabilidad<br />
de la produccidn de cultivos y cumple al mismo tiempo con la demanda de los<br />
consumidores, quo buscan productos saludables i.e. alimentos libres o con Ia menor<br />
cantidad posible de contaminaci6n con agroquimicos o derivados.<br />
Sesi6n IV. Poasio en plantas y animales<br />
281
POTASSIUM' AND BIOTIC StRESS<br />
<strong>The</strong> nutrition of plants plays a significant role in the host/pathogen relationship. It<br />
determines the predisposition of plants to attacks by, or effect of pests and diseases. By<br />
affecting the growth pattern, the anatomy and morphology and particularly the chemical<br />
composition, the nutrition of plants may contribute either to increase or decrease the<br />
resistance and/or tolerance to pests and diseases.<br />
Numerous field trials and experiments show that potassium, especially in relation<br />
to nitrogen, occupies a prominent position in the relationship between plant nutrition and<br />
biotic stress. Unbalanced nutrient supply with excessive N and/or inadequate K changes<br />
the metabolism of host plants into a configuration, which favours the development and<br />
reproduction of pathogens. <strong>The</strong>se plants are characterized by higher contents of soluble<br />
N and soluble sugar, which form an ideal feeding basis for pathogens. In addition, plants<br />
fed with excessive N are soft and juicy, which exhibits less resistance to penetrating<br />
pathogens and sucking/chewing pests. Lodging due to unbalanced N oriented nutrition<br />
also provides microclimatic conditions for rapid multiplication of pathogen populations.<br />
Pale and yellowish leaf colour, and fissures and cracks at Kdeficiency attracts aphids and<br />
gives easy access into the host plant, respectively.<br />
Apart from N and K, other nutrients such as Ca, boron or manganese are known<br />
to be also involved in the control of biotic stress. It is therefore mandatory to apply balanced<br />
fertilization, considering all nutrients to increase the resistance of host plants and thus, to<br />
limit the penetration, development and reproduction of invading pathogens. Balanced<br />
fertilization also improves the tolerance, which allows sufficient growth and yield formation<br />
of host plants in spite of an infection. And thirdly, strengthening plants to be more resistant<br />
and/or tolerant reduces the need for agrochemicals. This improves the profitability of crop<br />
production and complies at the same time with the demand of consumers, who look for<br />
'healthy' plant products, i.e. food with no or lowest as possible contamination with<br />
agrochemicals or their derivatives.<br />
Introducci6n<br />
La poblaci6n mundial aumenta alrededor de 80 millones por afio y alcanzarS la marca<br />
de los 8 mil millones en los pr6ximos 20 afios. La mayor parte del crecimiento de la<br />
poblaci6n ocurriri en los paises en vias de desarrollo en donde, para el afio 2020, la poblaci6n<br />
aumentarA orros 1,5 mil millones de habitantes adicionales para alcanzar 6.3 mil millones<br />
en 2020 y Ilegar a 8 mil millones de aquf a cincuenta afios. Se espera que la rasa de<br />
crecimiento mAs alta ocurra en el Africa sub-Sahariana, seguida por Africa Noroccidclal<br />
(WANA), Sur de Asia y Am6rica latina y el Caribe (LAC, Figura 1).<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
282
Figura 1.Tasa de crecimiento poblacional relativa, 1995-2020 (Pinstrup-Andersen, et al,<br />
1997)<br />
100<br />
90<br />
80<br />
70<br />
60<br />
a 50<br />
40<br />
30<br />
20<br />
10<br />
S.Africa WANA S Asia Latino Am. E.y SE<br />
y Caribe Asia<br />
Figura 2. Fuentes de crecimiento en la producic6n de cereales, 1995-2020. (Pinstrup-<br />
Andersen et al, 1999)<br />
2,5<br />
o 1,5<br />
0,5- -<br />
0 Mejoras de rendim<br />
MExpansi del rea<br />
1 - ,1: ,,t,<br />
PassPaises<br />
Latino Am6rica Mundo E.Asia Palses<br />
en des. desar.<br />
Al haber ms poblaci6n la demanda de alimentos aumenta. Rosegrant et al. (1995)<br />
calculaban que la demanda global para los cereales aumentari en el 2020 casi 1 mil millones<br />
de t a 2,7 mil millones t, y la de came cerca de un 75%, llegando a 283 millones de<br />
toneladas. Tomando en cuenta las p6rdidas por el almacenaje y las conversiones apropiadas,<br />
la agricultura del mundo deberfa producir antes de 2020 cerca de 3,4 mil millones de t de<br />
cereales. Adems, con el incremento del ingreso, los consumidores exigen mas cantidad de<br />
protefnas animales, vegetales y frutas. La calidad se convierte en un parAmetro importante en<br />
la selecci6n del alimento. Y fundamentalmente, los consumidores cuidarin mas que antes si<br />
los alimentos son sanos y seguros, y asi, tambi6n que estdn libres de pat6genos, de residuos de<br />
Sesi6n IV. Potasio en planas y animales<br />
283
pesticidas. La mayor producci6n vegetal requerida tiene que venir del aumento de la<br />
producci6n, porque las reservas de tierra arable para cultivo, se convierten progresivamente<br />
en un bien escaso debido a la competencia en el uso con los establecimientos urbanos, la<br />
industrializaci6n, las necesidades civicas, etc. Seg6in lo demostrado en la figura 2, Am6rica<br />
latina, en comparaci6n al Este Asiatico, todavfa tiene reservas de tierra, que podrfan contribuir<br />
al aumento de la producci6n cerealera. Sin embargo, el aumento deberfa provenir de una<br />
mayor producci6n unitaria.<br />
Sin embargo, el aumento de las cosechas se ve comprometido por las p6rdidas causadas<br />
por parisitos y enfermedades. Oerke et al. (1995) estimaban que, durante 1988-90,<br />
considerando la producci6n total alcanzable de 8 cultivos importantes (trigo, mafz, arroz,<br />
cebada, soja, algod6n, papas y cafi), con un valor de U$S 580 mil millones, cerca del 42 %<br />
o U$S 240 mil millones son perdidas, debido, a los insectos (el 15%), seguidos por los<br />
pat6genos (el 13%) y a las malezas (el 13%) (Figura 3). Para proteger las plantas contra<br />
parsitos y enfermedades, los productores han gastado en todo el mundo en 1998 un total de<br />
U$S 34 mil millones y gastaran mis adn a una tasa de crecimiento anual de 4,4 % en el<br />
consurno de pesticidas (Yudelmanet aL, 1998).<br />
Figura 3. P6rdidas por parisitos, enfermedades y malezas sobre la ptoducci6n total<br />
alcanzable.<br />
Pdrdidas por malezas 3;7 n<br />
Pdrdidas por - . Producci6n<br />
enfermedades<br />
obtenida<br />
P6rdidas par<br />
insectosli n i i<br />
Ademis de pdrdidas de producci6n, costos de producci6n mis altos debido a los<br />
costos para la protecci6n del cultivo, el productor tambi6n pierde renta de sus cultivos atacados<br />
por parisitos y enfermedades, porque no son competitivos en el mercado. Para controlar<br />
parisitos y enfermedades, el productor tiene varias opciones, que se pueden combinar en una<br />
estrategia de control integrado:<br />
A) Control Gen6tico: es decir la selecci6n de especies, que sean menos susceptibles o adn<br />
resistentes a par sitos y enfermedades<br />
B) Control biol6gico: Este factor se refiere a la utilizaci6n de los depredadores<br />
C) Control qufmico: a trav6s de los fungicidas y de los pesticidas<br />
D) Practicas culturales: para crear condiciones 6ptimas del crecimiento de las especies cultivadas<br />
y/o suprimir condiciones, que sean favorables para la multiplicaci6n de parAsitos y<br />
enfermedades<br />
E) Nutrici6n de la planta.<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
284
La importancia de la nutrici6n en la relaci6n hu6sped / pat6geno<br />
Graham y Webb (1991) describen la resistencia en la relaci6n anfitri6n-pat6geno<br />
como la capacidad de las planas de limitar la penetraci6n, cl desarrollo y/o la reproducci6n<br />
de pat6genos invasores. La tolerancia de la planta hu6sped se mide en trminos de la capacidad<br />
de mantener el crecimiento y la producci6n esperada a pesar de la infecci6n o de la<br />
invasi6n del pat6geno. Aunque ambos factores son controlados gen6ticamente, el ambiente<br />
y la nutrici6n de la planta hu6sped puede modificar hasta cierto punto su expresi6n, especialmente<br />
en genotipos / variedades moderadamente susceptibles o resistentes.<br />
La nutrici6n tiene un impacto sustancial en la predisposici6n de las plantas ante el<br />
ataque pot pardsitos y enfermedades. Afectando la estructura de crecimiento, la anatomfa y<br />
la morfologfa y particularmente su composici6n qufmica, la nutrici6n de las plantas puede<br />
contribuir a un aumento o a una disminuci6n de ]a resistencia y/o a una tolerancia a pardsitos<br />
y enfermedades. Numerosas revisiones ban discutido sobre el tema (e.g. Krauss, 1969; Graham,<br />
1983; Perrenoud, 1990; Marschner, 1995). Sin embargo, a diferencia de ]a nutrici6n humana<br />
donde el efecto de la nutrici6n en la "salud" ha ganado una importancia considerable, la<br />
puesta en prictica de una "saludable" nutrici6n para mejorar la resistencia y no disminuir el<br />
porencial atn esti muy atrasada en relaci6n a su potencial.<br />
La relaci6n entre el nitr6geno y el potaslo desempefia obviamente un papel particular<br />
en la relaci6n de husped/pat6geno. Perrenoud (1990) repas6 casi 2450 referencias de ]a<br />
literatura en este rema y concluy6 que cl uso del potasio (K) disminuy6 la incidencia de<br />
enfermedades de hongos en el 70% de los casos. La disminuci6n correspondiente a otros<br />
parisicos como bacterias fue del 69%, insec[os y Acaros el 6 3% y virus el 41<br />
Simultineamente, el K aument6 la producci6n de plantas infestadas con enfcrmcdadcs ngi,."<br />
en el 42%, con bacterias en el 57%, con insectos y icaros el 36 %, y con virus el 78%<br />
(Figura 4).<br />
Figura 4. Efectos del potasio en el incremento del rendimiento y en la inciier ie las<br />
pestes.<br />
80- . . .<br />
60P so nl..u..<br />
402I<br />
20-<br />
"20"_<br />
-40-<br />
-60-<br />
Hogo Bactria Parsios irs<br />
Hongos Bacterias Pards itos Virus<br />
Pat6genos<br />
Sesi6n IVd Potasio en plantos y animales<br />
285
El efecto del K en las relaciones hu6sped /pat6geno especfficas del cultivo del arroz<br />
en Asia fue resumido recientemente por Herdter (1997). Por ejemplo, la podredumbre del<br />
tallo (Stem rot) (Helminthosporium sigmoideum), generalmente ocurre en condiciones de un<br />
suministro elevado de nitr6geno (N) en suelos pobres en K; mejorando el suministro de K,<br />
la incidencia disminuye y aumenta el rendimiento. Una relaci6n similar pero inversa ,entre la<br />
incidencia de la enfermedad y la nutrici6n de la planta con K fue encontrada en otras enfermedades<br />
del arroz, como la mancha marr 6 n de la hoja (Helminthosporium oryzae), Piricularia<br />
(Piricularia oryzae) o tiz6n del cariopse (sheath blight of rice) (Thanatephorus cucumeris). El<br />
efecto curativo al aplicar K tambidn fie observado para enfermedades bacterianas del arroz<br />
como, (leaf blight) (Xanthomonas oryzae), aunque las variedades altamente susceptibles apenas<br />
respondieron al K en contraste con las variedades con un grado moderado de resistencia.<br />
Diferencias varietales comparables en la respuesta al K tambidn existen para los efectos de los<br />
insectos. El ndmero de insectos (SogatellafArcifera), pudo reducirse substancialmente con K<br />
en la variedad resistente de arroz IR 2035 pero el K casi no tuvo ningdn efecto con la variedad<br />
susceptible TN 1.<br />
En publicaciones m6s recientes, Mondal et al. (2001) se encontr6 una correlaci6n<br />
negativa entre el contenido de K en soja y s6samo con la incidencia de enfermedades; y una<br />
correlaci6n positiva con el rendimiento respectivo. Sweeney et al. (2000) report6 que la<br />
fertilizaci6n con K redujo la severidad de la roya de la hoja (Puccinia triticina) y mejoraron la<br />
producci6n aumentando el peso del grano, aunque parte del impacto positivo podria tambidn<br />
atribuirse al efecto del cloruro (KCI) aplicado como fertilizante.<br />
Las observaciones de LAST (1962), demostraron que el N aument6 el nivel de<br />
infecci6n de carb6n (powdery mildew ) de la cebada asf como la producci6n de grano del<br />
cultivo infestado, es un buen ejemplo de cambios en la rolerancia. Con N, el crecimiento de<br />
la planta es mis vigoroso y suministra mis asimilatos; los que disminuyen cl efecto competitivo<br />
del pat6geno (Tabla 1). En el mismo experimento, el f6sforo (P) y el potasio (K)<br />
aumentan la resistencia de la cebada causando una reducci6n del nivel de infecci6n y<br />
aumento de la producci6n.<br />
Tabla 1. Efecto principal del nitr6geno, del f6sforo y del potasio en la producci6n e incidencia<br />
del carb6n de la cebada (LAST, 1962)<br />
Tratamiento Rendimiento (t/ha) Infestaci6n (%)<br />
N + 3.4 19.5<br />
N - 2.3 10.2<br />
P + 3.3 11.7<br />
P - 2.4 18.1<br />
K + 3.0 13.3<br />
K - 2.8 16.4<br />
Sesi6n IV. Porasio en plntas y animales<br />
286
C6mo explicar los efectos alimenticios sobre la relaci6n huesped/<br />
patogeno?<br />
En principio, hay tres mecanismos principales implicados en la relaci6n hudsped /<br />
pat6geno, a saber el metabolismo del hu6sped y su composici6n qufimica, la anatorna del<br />
hu6ped y su morfologfa y la coincidencia en los ciclos vitales del hu6sped y el pat6geno.<br />
Efecto del N y K en el metabolismo de las plantas<br />
El potasio estd implicado en numerosas funciones del metabolismo vegetal po ejemplo:<br />
en la activaci6n de enzimas, balance cationico/ani6nico, movimiento estomitico, transporte<br />
del floema, translocaci6n de asimilatos, y regulaci6n de la turgencia para nombrar<br />
solamente algunos pocos. Con el aumento del contenido de K en las hojas la resistencia<br />
estomitica disminuye y aumenta la fotosfntesis (Peoples y Koch, 1979). En tabaco con<br />
plantas bien provistas de K, en un plazo de 5 horas, fueron incorporados a las protefnas un<br />
32 % del N total, mientras que en plantas deficientes solamente el 11% (Koch y Mengel,<br />
1974) (figura 5).<br />
Figura 5. Utilizaci6n del N en tabaco bajo efectos de distintos niveles de K<br />
(Koch y Mengel, 1974)<br />
5 -<br />
4 -<br />
c 03 Proteina N<br />
3 I NSouble<br />
Z [3NO 3 N<br />
E 2<br />
0<br />
Bajo K Adecuado K<br />
Niveles de K<br />
Las c6lulas de la hoja deficientes en potasio acumulan cantidades substanciales de<br />
compuestos orginicos de bajo peso molecular porque actian como osmoticum en ausencia<br />
de niveles adecuados de K. Las glumas del arroz, fertilizadas solo con NP pero sin K almacenaron<br />
casi tres veces mas N soluble y mds de dos veces el contenido de los az6'cares solubles<br />
que plantas fertilizadas con K adecuado (Figura 6).<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
287
Figura 6. Composici6n de hojas de arroz bajo efectos de K (Niguchi y Sugawara, 1966)<br />
0,5I N 2uble,3<br />
0,4 - 2,5 A?<br />
o -2 0<br />
M 0,3 0<br />
o o<br />
wn 1,5 'f<br />
z o 0,2-o1<br />
0,1 0.5<br />
0 I -0<br />
NP NPK1 NPK2<br />
Tratamientos<br />
La concentraci6n de asimilatos solubles en las cdlulas vegetales es un factor importante<br />
para el desarrollo de pat6genos invasores, especialmente para parfisitos obligados como<br />
el moho o las royas. Este grupo de pat6genos requiere de c6lulas vivas de la planta para<br />
completar su ciclo vital. Asi la clula hudsped debe sobrevivir a la invasi6n del par6sito para<br />
que este dltimo pueda sobrevivir. Un amplio suministro de N provee un ambience tal que<br />
aumenta la longevidad de las c6lulas, con elevada rotaci6n de asimilatos y alto contenido de<br />
compuestos de bajo peso molecular. Los parisios facultativos, en contraste, requieren plantas<br />
d6biles para infectarlas y eliminarlas para poder sobrevivir. El crecimiento vegetal vigoroso<br />
estimulado por un amplio suministro de N disminuirfa la infestaci6n por este grupo de<br />
pat6genos. Esto puede explicar diferencias en la expresi6n de las enfermedades de plantas en<br />
relaci6n a la nutrici6n del hu6sped. La figura 7 resume los efectos de N y de K en la severidad<br />
de la infestaci6n canto por parAsitos obligados como facultativos.<br />
...........<br />
[1 ObIigadlas rflFaeuItativas.... . . .<br />
Figura 7. Efectos<br />
° t i ....<br />
del N y el K en ]a expresi6n de enfermedades causadas por par6sitos<br />
obligados y pardsitos facultativos.<br />
> 2<br />
500bwd<br />
N+ N- K+ K-<br />
Sesi6n IV. Porasio en planta y animales<br />
288
Los compuestos fen6licos desempefian un papel importante en la relaci6n de husped/<br />
pat6geno, yes la base para muchos mecanism6s de defensa. Actian como fitoalexinas o<br />
como precursores de lignina y suberina, que acidan como barreras mecAnicas. Como se muestra<br />
esquemiticamente en la Figura 8, con un amplio desequilibrio a favor del N, h'"a una aita<br />
demanda de carbono (C) de la fotosfntesis del ciclo de Krebs para formar compuestos orgni:<br />
cos solubles de N, dejanda poco C disponible para la sfntesis de compuestos setundarios;<br />
tales como fenoles y quinonas. Sin embargo, bajo condiciones limitantes de N, much mS<br />
carbono estA disponible durante el ciclo de Krebs para la sfntesis de compuestos fen6licos.<br />
Figura 8: Sfntesis de los repelentes de pat6genos vegetales afectados por el nivel de<br />
suministro nitr6geno (Graham diagrama esquemdtico, 1983).<br />
Alo nive, do Beonvel de<br />
N inorgn co AzOcar cIar<br />
ail de Cicio do<br />
Krrebs<br />
Compuestos -- "-- "1 Compus<br />
orgAnicos Compues rglcos .<br />
souledN olbese secundarios<br />
N ~~~Fenls [ h eo<br />
orgnico Quinones o ic Quinonas<br />
Anatomia y morfologia vegetal y suministro de nutrientes<br />
En general, las plantas excesivamente provistas con N tienen tejidos blandos con<br />
poca resistencia a la penerraci6n de hifas fdngicas o insectos chupadores o masticadores. El<br />
IPI patrocin6 ensayos en la India donde se demostr6 una menor incidencia del ataque de<br />
insectos y Aftdos cuando los cultivos estuvieron bien provistos con potasio (Figura 9).<br />
El crecimiento excesivo debido a un suministro desbalanceado de N ambi6n puede<br />
crear condiciones microclimiticas favorables para las enfermedades fingicas. El vuelco de los<br />
cereales comtinmente observados debido a un exceso de nitr6geno con inadecuada cantidad<br />
de porasio es un buen ejemplo, la humedad permanece por mas tiempo en los cultivos volcados,<br />
ofreciendo condiciones favorables para la germinaci6n de las esporas de los hongos.<br />
Un suministro insuficiente de K tambi6n causa colores pAlidos a las hojas, qe son<br />
particularmente atractivas a los fidos, que no s6lo c6mpiten por los asimilatos sino que<br />
transmiten virus al mismo tiempo. El marchitamiento, observado cominmente bajo deftciencia<br />
de K, es otra arracci6n para los insectos.<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animaJes<br />
289
Figura 9. Incidencia de las pestes en soja bajo efectos de niveles de potasio.<br />
5.<br />
4,5<br />
4.<br />
3,5<br />
2,--0-Isoca<br />
medI-d<br />
-j -qEscarabajo<br />
.c 2,5 0 dora<br />
"o 2 - u b<br />
S 1,5<br />
1<br />
0,5<br />
0<br />
0 50 25/25 100 50/50<br />
kg/ k20/ha<br />
Las grietas, fisuras y lesiones que se desarrollan en condiciones de deficiencia de K en<br />
la superficie de las hojas y frutas proporcionan un acceso &cil, especialmente para los parAsitos<br />
facultativos.<br />
Aparte de K, las deficiencias de boro (B), y de calcio (Ca) tambi6n pueden causar<br />
dafios en la superficie de las plantas. Un ejemplo clAsico es la relaci6n entre la deficiencia de<br />
B y la infecci6n secundaria de la remolacha azucarera con (Peronosporaschachtfi), causando la<br />
putrefacci6n hueca de la rfz (hollow heart rot). Sin la condiciones previas de deficiencia de<br />
Ca, los hongos no podrfan infestar una rafz de remolacha sana.<br />
El calcio es imprescindible para la integridad y estabilidad de las paredes celulares.<br />
Con Ca insuficiente, las paredes de las c6ulas pierden compuestos orginicos de bajo peso<br />
molecular y sort usados como alimentos por los parasitos. El calcio tambi6n inhibe fuertemente<br />
la actividad de las enzimas pectolfticas liberadas por los hongos para disolver la laminila<br />
media de la pared celular. La actividad de la poligalacturonasa y de la pectato transeliminasa<br />
disminuyen substancialmente con el aumento del contenido de Ca en porotos, dando por<br />
resultado una mayor resistencia a la podredumbre blanda, (Erwinia carotovora) (Platero y<br />
Tejerina, 1976). La menor infestaci6n de la lechuga con el moho gris, Botrytis cinera, bajo<br />
contenidos mis altos de Ca (Krauss, 1971) o la incidencia decreciente del decaimiento del<br />
manzano causada por (Gloesporium perennans) con el aumento del contenido de Ca, puede<br />
relacionarse tambi6n con el control de enzimas pectoliticas por el Ca.<br />
Los micronutrientes tambidn interactdian con los parLitos y enfermedades. El efecto<br />
fungicida del manganeso (Mn), del cobre (Cu) y del zinc (Zn) como componentes del<br />
funguicidas son bien conocidos. Pero el Mn en particular rambi6n tiene una importante<br />
funci6n en la sfntesis de la lignina y los fenoles y por lo tanto, en el control de pat6genos.<br />
Graham y Webb (1991) describen el papel del Mn en la resistencia a enfermedades, debidas a:<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animakes<br />
290
o Lignificaci6n: 9sta es obviamente la base de la resistencia al carb6n (moho pulvurulento)<br />
El manganeso y el Cu estin implicados en activar el camino metab6lico para sintetizar los<br />
precursores de la lignina.<br />
o Fenoles solubles: 9stas son sustancias fitot6xicas importantes y su sfntesis es estimulada por<br />
Mn.<br />
oAminopeptidasa y pectina metilesterasa: Ambas son enzimas importantes en la relaci6n de<br />
hu6sped/pat6geno. El primero es activado por los pat6genos y degrada la protefna para<br />
proveer aminoicidos al parisito; y el segundo es una coenzima fdngica que degrada las<br />
paredes de la cdlula hu6sped. La actividad de ambas enzimas es inhibida par el Mn.<br />
o Fotosfncesis: La deficiencia agida de micronutrientes como el Mn inhiben la fotosfntesis<br />
debilitando la competitividad de la planta huesped. Se asume que, despu6s de una aplicaci6n<br />
de micronutrientes al suelo, el estado nutricional de la planta mejora y la mayor actividad<br />
metab6lica permite que la planta tolere infestaciones de parisitos y de enfermedades.<br />
Se piensa que el silicio aumenta la resistencia del arroz al ataque f ingico de (Piricularia<br />
oryzae), y mancha marr6n, (Cochiobolus miyabeanus), formando una clase de barrera ffsica a<br />
la penetraci6n de las hifas de los hongos. Un mecanismo similar podrfa contribuir a la resistencia<br />
de las plantas a insectos tales como larvas taladradores del tallo (Ukwungwu y Odebiyi, 1985).<br />
Los factores que bajan el pH del suelo, conducen a una mayor absorci6n y como consecuencia<br />
un contenido mas alto del silicio en plantas. Un efecto positivo del K en la absorci6n del Si<br />
par arroz fue reportado par Noguchi y Sugawara (1966).<br />
Coincidencia de los ciclos vitales del hu6sped y pat6geno<br />
Los insectos eligen activamente a las mejores plantas, las mas adecuadas como fuente<br />
de alimento, entre otros factores par su aspecto, etapa del desarrollo y composici6n de la<br />
planta. Una condici6n previa para la infestaci6n exitosa es la coincidencia de ciertas etapas de<br />
desarrollo del hu6sped y del pat6geno. El uso de fertilizantes puede afectar esta coincidencia<br />
acelerando o retrasando el desarrollo de la planta hu6sped en relaci6n con el pat6geno. Un<br />
buen ejemplo es el efecto del Cu en la Resistencia de la Planta Adulta (APR). Cada hoja<br />
sucesiva es mAs resistente que la anterior. La deficiencia de Cu retras6 el desarrollo del trigo<br />
y las plantas no pudieron establecer un nivel apropiado de APR, de modo que el indice de<br />
enfermedad de infecci6n con carbon era alto y sigui6 alto y constante par varias semanas. El<br />
control del incro del tallo (Diaporthephaseolorum) en soja por el uso de potasio tambidn se<br />
relaciona con un mecanismo de escape, ya que el hongo puede atacar la soja solo en una etapa<br />
fenologica particular. La precocidad debido a la fertilizaci6n balanceada proporclona la<br />
posibilidad al escape (Ito et al., 2001).<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
291
Conclusiones<br />
La infestaci6n de los cultivos par parisitds y enfermedades es una pesada carga pra<br />
el productor: (i) disminuye los rendimientos y asf, su renta, (ii) aumenta los costos de<br />
producci6n debido a las compras de agroqufmicos para proteger los cultivos, j (iii) las plantas<br />
infestadas tienen un menor valor de mercado. El daflo econ6mico es demasiado alto para no<br />
se rtenido en cuenta. El productor no debe desconocer que el consumidor de su producto<br />
pide progresivamente que el alimento sea "sane" y "seguro", libre de enfermedades y pat6genos<br />
y' sin residuos de agroqufmicos. El consumidor prefiere comprar alimentos producidos<br />
"naturalmente".<br />
La fertilizaci6n equilibrada cumpIc y satisface esta demanda. Las plantas, a las que se<br />
les proveen de todos los nutrientes necesarios de manera equilibrada, son, segdn to demostrado,<br />
mAs resistente a los parSsitos y a las enfermedades. Esto disminuye la necesidad de medidas<br />
de control especificas de los parisito y enfermedades, reduciendo el riesgo de residubs<br />
indeseados de pesticidas. Al adoptar una fertilizaci6n equilibrada, el productor puede producir<br />
alimentos de una manera "natural" y al mismo tiempo ser mis competitivos en el mercado.<br />
Desafortunadamente, la fertilizaci6n balanceada no es todava una prActica comin.<br />
La nutrici6n desequilibrada estA ampliamente difundida. Los paises en desarrollo aplican<br />
fertilizantes nitrogenados y'potisicos en relaci6n 1:0,2, la situaci6n en pafses desarrollados<br />
son levemente mejores con una relaci6n NK de 1:0,4. La Argentina no es ninguna excepci6n,<br />
el N y K se utilizan en un cociente de 1:0.06, o 16 veces mAs N que K. Si se compara con la<br />
relaci6n en la cual los cultivos absorben los nutrientes, a saber los cereales 1:1, los cultivos de<br />
tub6rculos y hortalizas absorben adn mis potasio que nitr6geno. Es preciso reconsiderar la<br />
prictica de la fertilizaci6n en Argentina, hacia una manera mas balanceada que sea ventajosa<br />
para el productor y el consumidor. Con producciones mAs altas y mejores cultivos, el productor<br />
tendri una mayor rentabilidad, contribuyendo al desarrollo del rural. Y a su vez el consumidor<br />
podi- confiar que el producto argentino seri sano y seguro.<br />
BIBLIOGRAFfA<br />
Graham, R.D. (1983): Effects of nutrient stress on susceptibility of plants to disease with<br />
particular reference to the trace elements. Adv. Botanical Research 10: 221-276.<br />
Graham, R.D. and Webb, M.J. (1991): Micronutrients and disease resistance and tolerance<br />
in plants. In: Micronutrients in Agriculture, 2V ed., SSSA Book Series, No. 4, pp. 329-<br />
370.<br />
HArdter, R. (1997): Crop nutrition and plant health of rice based cropping systems in<br />
Asia. Agro-Chemicals News in Brief, Vol. 20, No. 4, pp. 29-39.<br />
Ito, M.F., Mascayrenhas, H.A.A., Tanaka, R.T., Martins, A.L.M., Otsuk, I.P., Carmello,<br />
Q.A.C. and Muracka, T. (2001): Control of stem canker in soybeans by liming and<br />
potassium fertilizer. Rev. de Agricultura, Piracicaba, V. 76, fasc. 2, pp. 307-316.<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
292
Koch, K. and Mengel, K. (1974): <strong>The</strong> influence of the level of potassium supply to young<br />
tobacco plants (Nicotiana tabacum L.) on short-term uptake and utilisation of nitrate<br />
nitrogen. J. Sci. Food Agric. 25: 465-471.<br />
Krauss, A. (1969): Einfluss der Ernahrung der Pflanzen mit Mineralstoffen auf den Befall<br />
mit parasitdren Krankheiten und SchAdlingen. Z. PflanzenernAhr., Bodenkd. 124: 129-<br />
147.<br />
Krauss, A. (1971): Einfluss der Erndhrung des Salats mit Massennihrstoffen auf den<br />
Befall mit Botrytis cinerea Pers. Z. Pflanzenernihr., Bodenkd. 128: 12-23.<br />
Last, F.T. (1962): quoted by Graham (1983).<br />
Marschner, H. (1995): Mineral nutrition of higher plants. 2 ed., Academic Press, pp.<br />
436-460.<br />
Mondal, S.S., Pramanik, C.K. and Das, J. (2001): Effect of nitrogen and potassium on oil<br />
yield, nutrient uptake and soil fertility in soybean (Glycine max) - sesame (Sesamum<br />
indicum) intercropping system. Indian J. Agric. Sci. 71: 44-46.<br />
Noguchi, Y. and Sugawara, T. (1966): Potassium and japonica rice. <strong>International</strong> <strong>Potash</strong><br />
<strong>Institute</strong>, Basel, Switzerland, 102 p.<br />
Oerke, E.C., Dehne, H.W., Schohnbeck, F. and Weber, A. (1995): Crop production and<br />
crop protection: Estimated losses in major food and cash crops. Amsterdam, Elsevier<br />
(quoted in IFPRI Discussion paper 25, 1998).<br />
Peoples, T.R. and Koch, D.W. (1979): Role of potassium in carbon dioxide assimilation in<br />
Medicago sativa L. Plant Physiol. 63: 878-881.<br />
Perrenoud, S. (1990): Potassium and plant health. IPI Research Topics No. 3, 2 rev.<br />
edition. Basel/Switzerland.<br />
Pinstrup-Andersen, P., Pandya-Lorch, R. and Rosegrant, M.W. (1997): <strong>The</strong> world food<br />
situation: Recent developments, emerging issues, and long term prospects.<br />
<strong>International</strong> Food Policy Research <strong>Institute</strong>, Washington DC, USA<br />
Pinstrup-Andersen, P., Pandya-Lorch, R., and Rosegrant, M.W., 1999: World food<br />
prospects: critical issues for the early twenty-first century. <strong>International</strong> Food Policy<br />
Research <strong>Institute</strong>, Washington DC, USA<br />
Platero, M. and Tejerina, G. (1976): Calcium nutrition in Phaseolus vulgaris in relation to<br />
its resistance to Erwinia carotovora. Phytopath. Z. 85: 314-319.<br />
Rosegrant, M.W., Agcaoili-Sombilla, M. and Perez, N.D. (1995): Global food projections<br />
to 2020: Implications for investment. Food, agriculture, and the environment, Discussion<br />
paper 5, <strong>International</strong> Food Policy Research <strong>Institute</strong>, Washington DC, USA.<br />
Sweeney, D.W., Granade, G.V., Eversmeyer, M.G. and Whitney, D.A. (2000): Phosphorus,<br />
potassium, chloride, and fungicide effects on wheat yield and leaf rust severity. J.<br />
Plant Nutr. 23:9, 1267-1281.<br />
Ukwungwu, M.N. and Odebiyi, J.A. (1985): Incidence of Chilo zacconius Bleszynski on<br />
some rice varieties in relation to plant characters. Insect Sci. Appl. 6: 653-656.<br />
Yudelman, M., Ratta, A. and Nygaard, D. (1998): Pest management and food production.<br />
In: Food, agriculture and the environment. Discussion paper 25, <strong>International</strong> Food<br />
Policy Research <strong>Institute</strong>, Washington DC, USA.<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
293
EL POTASIO EN LA NUTRICION<br />
DE ANIMALES DOMI STICOS<br />
Osvaldo Cortamira, Ing. Agr.'PhD - EEA INTA Pergamino, Argentina.<br />
ocortamira@pergamino.<br />
inta.goar<br />
RESUMEN<br />
La vida comenz6 en el mar arcaico, donde las relaciones electrolfticas de los<br />
sistemas de vida eran fijos. Las c6lulas han seguido siendo acuticas y el ambiente externo<br />
se convirtiO en su ambiente interno. Pars sobrevivir, los sistemas vivos tuvieron qua<br />
mantener niveles electrolfticos extemos e intemos dentro de estrechos limites. La separaci6n<br />
notable del sodio - el cloruro y e potasio en diversos compartimientos de la c6lula<br />
es uno de los milagros de la vida. El potasio es un elemento inorg4nico esencial, pero<br />
asociado a los niveles de sodio y de cloruro. La c6lula necesita de un balance electrolftico,<br />
porque cumple un papal importante en la nutrici6n celular. Adem4s, el potasio cominmente<br />
no se encuentra en la c6lula o el cuerpo asf que requiere de una fuente diaria de<br />
alimento. Los requerimientos estAn muy cerca de los niveles de mantenimiento y no hay<br />
grandes diferencias entre las especies o el estado fisiol6gico. Aunque, cualquier exceso o<br />
deficiencia podrfa conducir ripidamente a la muerte celular.<br />
POTASSIUM IN ANIMAL NUTRITION<br />
<strong>The</strong> life began in archaic sea, where electrolytes relations to life systems were<br />
fixed. <strong>The</strong> cells have remained aquatic and external environment became their internal<br />
environment. To survive, living systems had to maintain external and internal electrolytes<br />
levels within narrow limits. <strong>The</strong> remarkable separation of sodium - chloride and potassium<br />
in different cell compartments is one of the miracles of life. Potassium is an essential<br />
inorganic element, but it link with sodium and chloride levels. Cell needs electrolyte balance<br />
because it have important role of cell nutrition. Furthermore, there are not stock in the<br />
cell or body so it require daily supply with cell food. <strong>The</strong> requirements are very close to<br />
maintain levels and there are not big differences between species or physiological state.<br />
Although, any excess or deficiency could rapidly lead dead cell.<br />
Evoluci6n<br />
xLa vida comenz6 en un Mar Antiguo y los electrolitos presentes en ese mar fijaron<br />
las condiciones para el desarrollo de los sistemas vivientes" Lepkovsky (1964). Cuando esos<br />
sistemas vivientes dejaron el mar debieron soportar los ambientes externos, pero las condiciones<br />
de vida fijadas en el mar no cambiaron. Para sobrevivir esos sistemas debieron mantener<br />
los niveles de electrolitos en limites muy estrechos. Las c6lulas vivientes superiores tuvieron<br />
Sesi6n IV. Potasio en planas y animales<br />
295
que mantener sus medios acuiticos. Para ello, las antiguas condiciones externas se volvieron<br />
internas, es decir que las cdlulas requirieron un ambiente interno especial conocido como<br />
fluido extracelular que permite mantener el equilibrio electrolftico. Este equiliurio es una<br />
perfecta separaci6n y compartimentaci6n de iones, y es uno de los milagros de la vida. Para<br />
mantener la vida en los reinos vegetal y animal se requieren grandes aportes de aniones y<br />
cationes como elementos nutritivos.<br />
Adaptaci6n y equilibrio<br />
Los sistemas vivientes se formaron a partir de unidades biol6gicas con capacidad de<br />
reproducirse llamadas cdlulas. Estas se adaptaron al medio ambiente gracias a unacobertura<br />
externa constituida por una membrana lipoproteica que permite la nutrici6n y la renovaci6n<br />
de los elementos que forman las c6lulas. Es ef proceso continuo de renovaci6n celular el<br />
responsable de la capacidad de adaptaci6n al medio ambiente y del equilibrio necesario para<br />
el desarrollo y la continuidad de la vida.<br />
Nutrici6n y renovaci6n<br />
Todo organismo viviente requiere de elementos nutritivos tales como Agua, Hidratos<br />
de Carbono, Lfpidos, Protefnas y Minerales. Estos elementos son metabolizados por reacciones<br />
qufmicas endotdrmicas o exotrmicas de sfntesis, degradaci6n y oxidaci6n que regulan la<br />
renovaci6n celular.<br />
Estos fen6menos biol6gicos se pueden explicar a travds de un modelo simple de<br />
compartimentaci6n de elementos nutritivos (Waterlow). El pasaje de elemenros de un compartimiento<br />
a otro se realiza a trav6s de membranas lipoproteicas por difusi6n o transporte<br />
activo (Figura 1).<br />
Figura 1. Modelo de Waterlow (Garlick, 1990)<br />
CONSUMO<br />
NUTRIENTES<br />
POOL<br />
SINTESIS<br />
METABOLICO POOL FUO DE<br />
DE TEJ1DOS<br />
NUTRIENTES<br />
LIBRES<br />
CORPORALES<br />
L113RES____ DEGRADACION<br />
f CATABOLISMO<br />
H20 - NH4 - CO22<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
296
El medio acuoso es vital y su balance permite la llegada de nutrientes y la eliminaci6n<br />
de residuos t6xicos. En la Figura 2 se observa la evoluci6n del balance hidrico durante la vida<br />
de un polio, delimitando perfectamente los compartimientos mencionados.<br />
Figure 2. Evoluci6n del contenido de agua en un pollo parrillero.<br />
-500<br />
700<br />
600<br />
400<br />
300 -<br />
200<br />
100<br />
0<br />
0 10 20 30<br />
1-0-INTRA -0-EXTRA -6&-PLASMA --<br />
Edad (semanas)<br />
Larbier y Lcherq. 192<br />
Los compartimentos intracelular y extracelular presentan diferente concentraci6n<br />
de solutos que determinan la presi6n osm6tica que define la estabilidad de la estructura<br />
celular (Figura 3).<br />
Figure 3. Compartimientos celulares. Concentraci6n de iones - mEq/litro.<br />
lones Plasma Extracelular Intracelular<br />
Cloro 113 117<br />
Bicarbonato - 27 27 10<br />
Prote(nas - 16 2 74<br />
Fostatos 2 2 113<br />
Sodio + 142 143 14<br />
Potasio + 5 4 157<br />
Magnesio + 3 3 26<br />
Calcio + 5 5<br />
Adrian et al, 1995<br />
El pasaje de un elemento nutritivo a travis de una membrana requiere un vehfculo<br />
que permita vencer gradientes de concentraci6n de solutos. Estos vehiculos son estructuras<br />
denominadas Bombas de Electrolitos y necesitan la provisi6n constante de cationes, aniones<br />
y de energfa (reacciones endotrmicas); ya que representan el consumo de energ6tico mAs<br />
importante de cualquier organismo viviente (Figura 4).<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
297
Figura 4. Modelo de Crane. Bombas de Nay K.<br />
Luz intestinal Enterocito extracelular<br />
Glucosa<br />
Transporte<br />
Na + de<br />
Glucosa y Na<br />
u<br />
K AT P otros nutrientes<br />
Na + ADP + P<br />
Addan el al. 1995<br />
Diferentes factores como la falta de agua, alimento salados, hemorragias o<br />
hiperventilaci6n pulmonar pueden ocasionar una demanda aguda de agua. Esta demanda<br />
esta regulada por fiinciones dependientes del Sistema Nervioso Central como la sensaci6n de<br />
sed y la reabsorci6n de agua en el rifi6n (Figura 5).<br />
Estos cambios bruscos en el contenido de agua provocan un desequilibrio de los<br />
principales electrolicos. En la Figura 6 se observa un esquema que permite explicar la respuesta<br />
del organismo frente un dficit o exceso de Na o K. En este retro-control interviene la<br />
Hip6fisis que segrega Adrenocorticotrofina (ACTH) que estimula la secreci6n de Aldosterona<br />
por las glindulas surarrenales provocando la excreci6n de K y la retenci6n de Na en el rifi6n.<br />
Figura 5. Balance hfdrico<br />
Angiotensina II (SNC Consumo de agua<br />
+ presi6n osm6tica AVT<br />
+ Na -Agua<br />
Hfgado Renina R Reabsorci6n de<br />
agua Larbier y Lacharoq. 1992<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
298
Figura 6. Equilibrio Na y K<br />
Reabsorci6n de Na Carencia en Na Hip6fisis<br />
El potasio como nutriente<br />
Rifi6n AngiotensinaH T<br />
Aldosterona a les<br />
Excresi6n de K Suprarenales<br />
Laier y Lecherq, 1992<br />
El anSlisis de la concentraci6n de iones en los diferentes compartimentos celulares<br />
revela que a nivel extracelular el sodio y el cloro son los electrolitos con mayor concentraci6n,<br />
pero en el Ambito intracelular es el potasio el mineral mis importante (Figura 7).<br />
Figura 7. El potasio como nutriente.<br />
" Principal cati6n a nivel intracelular<br />
o Funci6n:<br />
- Retenci6n de agua<br />
- Regulaci6n de ]a presi6n osm6tica<br />
- Transporte de nutrientes<br />
o Requerimientos<br />
- Hombre = 4 g por dfa<br />
- Polio = 0,3 % kg de alimento<br />
- Cerdo = 0,17 a 0,3 % kg de alimento<br />
- Vaca lechera = ±30 g por dfa<br />
Para las reacciones qufmicas de renovaci6n celular es necesario que haya un equilibrio<br />
entre los Jones Sodio- Porasio y Cloro. Cuando se hace referencia a los requerimientos nutritivos<br />
de estos minerales hay que tener presente que no se acumulan en las cdulas y requieren<br />
de un aporte diario con el alimento. No existen grandes diferencias entre las especies ni en<br />
diferentes estados fisiol6gicos en cuanto a los requerimientos i6nicos dado que estin muy<br />
pr6ximos a Los niveles de mantenimiento. Par el contrario, cualquier carencia o exceso conduce<br />
a una alteraci6n muy importante en la c6lula que puede provocar la muerte (Figura 8).<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
299.
Figura 8. Equilibrio i6nico +Na- +K- Cl<br />
* Los organismos pueden soportar amplias<br />
variaciones nutricionales, como consecuencia<br />
de las regulaciones mecacionadas.<br />
La afirmaci6n es siempre verdadera y requiere de i6n<br />
cloro para el mantenimiento de la presi6n osm6tica.<br />
Los-requerimientos se aproximan a los niveles de mantenimiento, y no existen difcerencias<br />
entre especies o estados fisiol6gicos. Existen casos de animales en crecimiento que<br />
responden al potasio y reducen los efecros de un desequilibrio de aminoicidos (Lisina-Arginina),<br />
Murakami er al , 2000.<br />
La ausencia de reservas corporales exige el aporte diario y cualquier carencia o exceso<br />
provoca una disminuci6n del apetito. Mongin y Sauveur (1973) en dietas de pollos evidenciaron<br />
una relaci6n 6ptima para Sodlo, Poasio y Cloro entre 230 a 300 mEq / kg de alimento<br />
Es clisico afirmar que la alimentaci6n de animales con vegetales es deficiente en sodio y<br />
abundante en potasio. Una fertilizaci6n de sodio y en menor intensidad una de potasio aumenta<br />
el tiempo de pastoreo y reduce cl rechazo de pasto. Phillips et al, 1999. El consumno de<br />
potasio en un rebrote tierno puede desencadenar una hipo-magnesemia tetnica, Schonewille<br />
et al, 20.<br />
En la figura 9, se observa el ciclo del K en una producci6n lechera.<br />
Figura 9. Ciclo del potasio en un modelo lechero<br />
LecheAnmlAivo<br />
Ventas de<br />
pasto " / / Pastura----&.<br />
Residuos Fertilizaci6n<br />
P6rdidas Excretas rettnbles<br />
retomable4st<br />
Erosi6n L.<br />
S<br />
r'<br />
K I<br />
P6rdiclas<br />
v par<br />
fijo<br />
lavado<br />
Sesi6n IWV.<br />
PmA,m en plantas v animales<br />
300
La alimentaci6n intensiva de animales dom6ticos requiere el aporte extra de electrolitos<br />
- a trav6s del aporte de aditivos alimentarios ya que los ingredientes alimenticios pueden ser<br />
deficitarios (Figura 10). En la Figura 11 se observan las principales fuentes de aditivos de<br />
potasio.<br />
Figura 10. Electrolitos en ingredientes naturales.<br />
Ingrediente Sodio Potasio Cloro<br />
Alfalfa 17 % 0.09 0.47 2.30<br />
Mafz grano 0.02 0.05 0.33<br />
Pescado 0.40 0.55 0.70<br />
Came 0.63 0.69 0.65<br />
Soja 44 % 0.01 0.05 1.96<br />
Girasol 28 % 0.02 0.10 0.68<br />
Figura 11. Suplementos minerales.<br />
Ingrediente F6rmula Polasio<br />
Fosfato mono K KH2PO 4 28<br />
Fosfato di K K2HP 4 44<br />
Cloruro de K KCI 52<br />
Sulfato de K<br />
anhidro K 2SO 4 45<br />
Bicarbonado de K KHCO 3 39<br />
Sesi6n IV. Potasio en plantas y animales<br />
301<br />
NRC. 1998<br />
INRA. 1988
Condusiones<br />
El Potasio es un nutriente indispensable. Los requerimientos en diferentes especies se<br />
encuentran pr6ximos a los niveles de manteniiniento. Los efectos nutritivos del potasio estSn<br />
muy ligados a los del sodio y del cloro<br />
No existen reservas corporales del complejo Na-K-Cl pot lo cual deben ser administrados<br />
diariamente con el alimento. El equilibrio electrolftico afecta el transporte de nutrientes<br />
y de metabolitos residuales en el Ambito celular. Un desequilibrio i6nico determina una reducci6n<br />
del consumo de alimento.<br />
En pollos el stress puede provocar una hipo-kalemia, sino se revierte conduce a una<br />
muerre rApida. Un exceso de K puede provocar tetania hipo magn6sica temporal en vacunos<br />
cuando pastorean rebrotes o verdeos tiernos.<br />
BIBLIOGRAFfA<br />
Adrian J., J. Potus y R. Frangne. 1995. La science alimentaire de A i Z. Lavoisier, Paris<br />
Cedex 08, 477 pg.<br />
Borges S.A.; Ariki J.; Santin E.; Maiorka A.; da-Silva A.V.F.1999. Electrolytic balance in<br />
chick pre-starter diets. Revista-Brasileira-de-Ciencia-Avicola. 1999, 1: 3, 175-179<br />
Garlick P.J., 1980. Assessment of protein metabolism in the intact animal. In Protein<br />
deposition in animals. Buttery P.J. and Lindsay D. B. Butterworths Londons, 57-67.<br />
INRA, 1989. Lalimentation des animaux monogastriques: porc, lapin, volailles. INRA<br />
ed., Paris. 282 pg.<br />
Larbier M. y B. Leclercq. 1992. Nutrition et alimentation des volailles. INRA, Paris. 355<br />
pg.<br />
Lepkovsky S. 1964. Conference on nutrition in Space and related waste problems (NASA<br />
SP-70), Univ. of S.Fla., Tampa. Fla.<br />
Mongin P. y B. Sauveur. 1973. Effet des teneurs en chlore, sodium et potassium du regime<br />
sur la croissance du poulet et I'apparition des anomalies cartilagenous. J. de Recherch.<br />
Avic.et Cunicoles. Dec: 187.<br />
Murakami A.E.; Saleh E.A.; Watkins S.E.; Waldroup P.W. 2000. Sodium source and level<br />
in broiler diets with and without high levels of animal protein. Journal of Applied Poultry<br />
Research. 9: 1,53-61.<br />
NRC. 1998. Nutrient requeriment of swine. National Academic Press. Washington, D.C.<br />
Phillips C.J.C.; Waita J.M.; Arney D.R.; Chiy P.C. 1999. <strong>The</strong> effects of sodium and<br />
potassium fertilizers on the grazing behaviour of dairy cows. Applied-Animal-Behaviour-<br />
Science. 61: 3, 201-213<br />
Schonewille J.1; Klooster A.T.van' t; Wouterse H.; Beynen A.C. 2000. Time courses of<br />
plasma magnesium concentrations and urinary magnesium excretion in cows subjected<br />
to acute changes in potassium intake. Veterinary-Quarterly. 22: 3, 136-140.<br />
Sesi6n IV. Putasio en planas y animales<br />
302
CONCLUSIONES
'0 0 FERTILIZAR<br />
-aoot, IF.A.U.B.A. - IFERULUZAR - DIO<br />
en:<br />
"Potasio en Sistemas Agricolas de Argentina"<br />
20 y 21 de Noviembre, 2001<br />
Facultad de Agronomfa, Universidad de Buenos Aires, Argentina<br />
El Instituto <strong>International</strong> De [a Pocasa (IPI), Basilea, Suiza; la Facultad de Agronomia,<br />
Universidad de Buenos Aires (F.A.U.B.A.) y el proyecto Ferrilizar, del Instituto Nacional de<br />
Tecnologia Agropecuaria (INTA) han organizado en comin el I raller sobre "Poiasio en<br />
sistemas agrfcolas de Argentina7, durance el 20 y 21 de noviembre, 2001 en la facultad de<br />
agronomfa, de la universidad de Buenos Aires, Argentina. Setenta delegados atendieron al<br />
simposio incluyendo los cientfflcos que representaron distintos paises corno los E.E.U.U.,<br />
Alemania, Israel, Rusia y Brasil, asf como muchos eminences cientfficos, investigadores, estudiantes<br />
y profesionales interesados en la fertilizaci6n balanceada de Argentina.<br />
El taller trat6 aspectos relevances de la importancia del potasio en la fertilizaci6n balanceada<br />
para una moderna agricultura de Argentina. Durante el taller se discutieron los<br />
usos y aplicaciones actuales asi como las necesidades del potasio cn la Argentina para<br />
varios cultivos; las consecuencias que derivan de una fertilizaci6n desequilibrada a largo<br />
plazo; y los m6todos modernos del uso de fertilizantes.<br />
Cuatro sesiones t6cnicas sobre el potasio en suelos, potasio para los cultivos anuales,<br />
potasio para cultivos perennes y uso de fertilizantes potasicos fueron conducidas, cubriendo<br />
casi todos los aspectos de la nutrici6n potAsica. Durance los dos dfas del simposio se ofrecieron<br />
21 conferencias. Una sesi6n de p6sters tambi6n fue Ilevada a cabo.<br />
Un dia de campo fue organizado en los das 22 y 23 de noviembre 2001 para los<br />
Rarticipantes. El viaje se centr6 en preguntas prActicas references al manejo de los cultivos<br />
y a la fertilizaci6n de los principales cultivos agrfcolas de ]a regi6n Pampeana.<br />
Conclusiones<br />
305
Disertantes, moderadores de sesiones y organizadores del<br />
seminario en Buenos Aires<br />
Conclusiones<br />
306
PRINCIPALES CONCLUSIONES DEL SEMINARIO<br />
(Sesi6n de cierre)<br />
GENERALIDADES<br />
o Solo se presentaron dos experimentos en Argentina que demnuestran una clara respuesta<br />
al K- Arroz en Entre Rios y Limoneros en Tucumin.<br />
O El uso del potasio en la principal regi6n agrfcola (Pampeana) es muy bajo. Los dnicos<br />
cultivos que usan K son las hortalizas, tabaco y floricultura.<br />
o Los suelos son ricos en K, por lo tanto el K es la "Cenicienta" de los nutrientes.<br />
o El balance del K es altamente negativo; la deficiencia de K esti aumentando gradualmente.<br />
La extracci6n de K po'r las cosechas sin reposici6n no puede asegurar la disponibilidad<br />
a largo plazo de K y su sostenibilidad. En el futuro se deberd gastar mucho<br />
ris dinero para rehabilitar los niveles de K del suelo.<br />
SESION 1: Potasio en Suelos Argentinos<br />
"Origen y distribucid6n del poasio en sueos de la rjgi6n Chaco-Pampeana".<br />
(H. Morras, INTA Castelar)<br />
* A pesar de los altos niveles de K en los suelos se necesitan recomendaci6n especffica<br />
por sitio para tomar en cuenta [as localidades con niveles m;s bajos de K.<br />
o Se necesita considerar la dinimica ent re las diver s Ira, ciones dr K<br />
o Se necesita de la agnculura de precis16n para especificar regiones con netesidades<br />
de nutrientes.<br />
"Disponibilidad del Potasio. Aspectos relacionados a la dinfnica de liberaco6n y<br />
renovaci6n de la soluci6n del suelo".<br />
(M. Conti, FAUBA)<br />
O Es necesario proveer el K por [a via de la fertilizaci6n para compensar la eportaci6n<br />
de nutrientes bajo una continua agricultura intensiva.<br />
o Considerar la dinimica del K y el tipo de minerales de arcilla para mejorar las<br />
recomendaciones.<br />
o Debc considerarse la tasa de liberaci6n de K del suelo y no s6lo por la canuidad de<br />
K removido pot los culivos.<br />
Concusiones<br />
307
"Niveles de disponibilidad y reservas de Potasio en Argentinao.<br />
(Carlos Luters, INTA Castelar)<br />
* Existe una alta variedad de niveles en los suelos de Argentina, y es necesario su<br />
identificaci6n regi6n por regi6n.<br />
SESION 2: Potasio en Cultivos Extensivos<br />
"Disponibilidad de Potasio en suelos y productividad de la soja en Brasil".<br />
(F C. da Silva, Embrapa Brasil)<br />
* Recomendaciones especfficas para los diferentes anilisis de suelos.<br />
* Anlisis foliares complementarios.<br />
* Modelado econ6mico para la fertilizaci6n de la soja.<br />
"Respuesta del trigo a la aplicaci6n de cloruro de potasio en Molisoles con alto<br />
contenido de potasio".<br />
(R. Melgar, INTA Pergamino)<br />
* Posible efecto de las aplicaciones de cloruro<br />
* Los anAlisis de suelo y de planta son vitales.<br />
"Respuesta del arroz al Potasio en la provincia de Corrientes"<br />
(M. Mindez. Universidad del Nordeste).<br />
* Respuesta muy clara al K en arroz. Sc necesita informaci6n especffica de sitio.<br />
o Diferentes respuestas en diversos sitios de la provincia.<br />
"Requerimientos de Potasio en sistemas intensivos de producci6n de maiz.<br />
(A. Dobermann, Universidad de Nebraska, E.E. U. U)<br />
O El K se necesita en sistemas intensivos de producci6n, cultivos muy intensivas y/<br />
o cultivos de alta densidad incluso cuando los niveles de K en cl suelo son altos.<br />
* Altas tasas de eficiencia en todos los macronutrientes. La importancia del manejo.<br />
* Las deficiencias de son mis comunes bajo labranza cero.<br />
* Diferencias de respuesta entre hfbridos.<br />
* Recomendaciones especifficas De nuevo un manejo mejor?<br />
Conclusioncs<br />
308
O Uso de modelos de simulaci6n de cultivos.<br />
O Aumento de la demanda diaria de nutrientes debido a una creciente producci6n de<br />
MS.<br />
"Requerimientos de nutrientes y estrategias adecuadas para la fertilizaci6n de Canola"<br />
(M. Ross, K+SAl-mania)<br />
O Los requerimientos de Canola para una fertilizaci6n balanceada incluyen K, S y<br />
Mg.<br />
O El uso de los anilisis de suelo y la rotaci6n 'dc cultivos.<br />
O La fertilizaci6n debe seguir las curves de absorci6n.<br />
"Respuesta de la cafla de azdcar a las aplicaciones de potasio enTucumn"<br />
(M Correa, INTA Famailld)<br />
O No hubo respuestas al K en cafia de azdcar.<br />
o La falta de respuesta puede set a que solo hubo 2 afios del experimento. Las respuesras<br />
pueden aparecer al 2do., 3ro., 4to., 6 5to. afio de las cosechas de los rebrotes, luego<br />
de varios afios de extracci6n y exportaci6n de K del campo..<br />
o La producci6n total es baja = otro ejemplo de baja demanda.<br />
O El K puede aumentar la longevidad del ciclo de la cafla de azdcar (mas cosechas de<br />
rebrotes).<br />
SESION 3: Potasio en Cultivos Intensivos.<br />
"El Potasio en la viticultura regadfa cuyana"<br />
(R. Vallone, Universidad de Cuyo)<br />
O Los suelos semidridos poseen potasio en plenitud.<br />
O Un cambio radical hacia el riego por goteo y riego localizado podra cambiar las<br />
practicas de fertilizaci6n.<br />
0 Se necesita incluir mis parimetros de calidad en investigaciones futuras.<br />
"Efecto de la fertilizaci6n NPK en el crecimiento, producci6n, estado nutricional y<br />
fotosfntesis de plantas citricas de viveros"<br />
(A. Bernardi, EMBRAPA Brasil)<br />
O K y asimilaci6n de CO 2<br />
Condusiones<br />
309
o Buena correlaci6n entre aplicaci6n de Ky su contenido en hojas.<br />
O Efecto positivo del K en estadio de vivero.<br />
"Efecto del potasio sobre el rendimiento y la calidad en el limonero"<br />
(M. Girca, INTA Famailld)<br />
o Citrus: Respuestaal Ken suelos con 0.83 meq/100 g (rindeycalidad) (Probablemente<br />
por el volumen limitado en el Area bajo el emisor junto con limitados niveles de<br />
liberaci6n de K por el suelo en las Areas donde se condensan las raices):<br />
o En la mayorfa de los experimentos no hay respuesta al K, pero siempre se aplica K<br />
al suelo. Esta es la Ira. Vez que se evala una aplicaci6n de K por fertirrigaci6n<br />
o A veces no hay respuesta al K en rendimiento, pero hay una disminuci6n del<br />
rajado del fruto (splitting) y de la 6scara (creasing) problemas que limitan la vida<br />
del fruto en g6ndola.<br />
"El rol potasio en la produccio'n de frutales deciduos"<br />
(E. Sdnchez, INTA Alto Vale)<br />
o El K es una necesidad en la fertirrigaci6n para la producci6n de frutas.<br />
"Fertilizacidn con nitr6geno y potasio de castafia de Caj' y cocoteros en el Estado<br />
de Cear4, Brasil"<br />
(L. Crisdstomo, EMBRAPA Brasil)<br />
o Respuestas diferentes bajo condiciones de riego o de secano<br />
o Altos requerimientos de K en el cultivo de cocoteros.<br />
"El Potasio en viveros de Eucaliptos"<br />
(R. Lavado, FAUBA)<br />
o El K es importante en plantas de vivero.<br />
o El K es necesario a altos dosis en los 61timos estados del desarrollo de plantines.<br />
SESION 4: Aplicaci6n y Usos de Fertilizantes Potasicos<br />
"Manejo de nutrientes en la producci6n de soja bajo siembra direca"<br />
(G. Randall, Universidad de Minnesota, EEUU)<br />
310
o En suelos pesados la labranza cero puede reducir los rendimientos, [a siembra directa<br />
es problemtica especialmente en suelos con altos contenidos de materia orginica,<br />
de arcilla y pobre infiltraci6n.<br />
o El manejo de la fertilizaci6n en siembra directa de mafz es muy sensible<br />
O Se observan efectos especiales en suelos debido a la siembra directa, como ser<br />
estratificaci6n y acidificacion.<br />
O Hay problemas de aplicaci6n especialmente en suelos de baja fertilidad.<br />
o La colocaci6n de los fertilizantes po6sicos en general funciona mejor.<br />
O No hay trabajos en Argentina sobre K en siembra directa.<br />
"Uso y aplicaci'n de fertilizantes potaisicos en Argentina"<br />
(G. Farbman, Almidar S.A.)<br />
0 Argentina se caracteriza por un bajo uso de K aun cuando hay una gran variedad y<br />
buen suministro de Fuentes de K<br />
o El uso de K es bajo a6n con relaci6n a pafses como Asia y la mayor parte de paises en<br />
desarrollo.<br />
0 La falta de uso de K puede originarse de limitantes econ6micas: N tiene una respuesta<br />
inmediata; el P tiene buenas respuescas en suelos calcAreos y icidos, mientras que la<br />
respuesta al K en rendimiento es generalmente modesta<br />
O Los productores son pagados en general por volumen de producci6n agricola y no<br />
por su calidad (Efecto principal del K).<br />
o El principal objetivo de los fertilizarnes potisicos son los cultivos hortfcolas, hortalizas<br />
y cultivos intensivos (tabaco, frutales).<br />
Manejo de la nutrici6n pota'sica de los cultivos bajo fertirriego"<br />
(H. Magen, IPI Israel)<br />
O La fertirrigaci6n es una necesidad en sistemas de goteo.<br />
O Los tipos de fertilizantes porisicos dependen de condiciones de cultivo, suelos y<br />
aguas.<br />
SESION 5: Potasio en Plantas y Animales<br />
"Absorci6n de Potasio por los cultivos en distintos estadios fisioldgicos."<br />
(U Kajkafi, (Universidad Hebrea de JerusalMn, Israel)<br />
o Los programas de Fertilizaci6n deben tomar en cuenta las cantidades almacenadas en<br />
la planta, en especial en las lefiosas.<br />
Conclusiones<br />
311
o Los frutos son el factor dominante de un programa de fertilizaci6n: la mayor parte<br />
del K esti en los frutos - Cosecha y rernoci 6 n.<br />
"El potasio y el estr6s bi6tico".<br />
(A. Krausi, IPI Suiza)<br />
o Se necesita considerar un manejo de nutrientes dentro de un manejo integrado de<br />
plagas.<br />
* EL K incrementa la tolerancia y la resistencia a plagas y enfermedades.<br />
o La relaci6n NK determina la predisposici6n de las plantas a las plagas y enfermedades.<br />
"El potasio en la nutrici6n de animales domisticos".<br />
(0. Cortamira, INTA Pergamino)<br />
o Hay un delicado balance entre cl Na y el K<br />
o El K controla la concentraci6n de Na en ]a fase intra-celular.<br />
* Los animales (y humanos) no pueden almacenar K - es necesaria una ingesta diaria.<br />
* El riesgo de tetania de los pastos (hipo magnesemia) debida a altos niveles de K en<br />
gramfneas reci6n brotadas.<br />
Condusiones<br />
312
Proyecto FERTILIZAR<br />
* EEA INTA Pergamino<br />
www.fertilizar.org<br />
perfertilizar@pergamino.inta,gov.ar<br />
TE 54 2477 445004<br />
FAX 54 2477 432553<br />
C.C. 31 - B2700KXC<br />
Pergamino. Buenos Aires. Argentina