Primera Parte - Fundació Uriach 1838

Eso puede quer'Cr decir que se encuentra
tras la loma a urcas doscien -
tos metros o que se localiza en don -
de un argentino diría -con extrem a
precisión- que el diablo perdió e l
poncho, o un castellano donde Ju -
das perdió la boina, es decir, más o
menos. en el quinto infierno .
Tras estas digresiones, volvamo s
a ,\ntoñita . Ni ella ni su famili a
aguantaban el sabor del agu a
natural y siempre usaban litines .
La moda se impuso a partir de l a
vulgarización de las supuesta s
virtudes de las aguas minero -
medicinales que se dispensaban ,
casi exclusivamente, en las farmacias,
junto con el yogur, alimen -
to entonces de uso únicament e
para convalecientes o enfermo s
del estómago. El establecimiento
termal de Vichy comercializ ó
la sal natural obtenida a partir d e
sus aguas minerales para obtener
un agua mineral artificial e n
los hogares particulares al disolverlas
en agua corriente . Fue s u
perdición . Le surgieron imitadores
por todas partes, y las ofi -
cinas de farmacia se llenaron d e
litines y de sifones para prepara r
el agua carbónica . El sabor de l
agua de seltz era similar al qu e
ahora se puede paladear . El de los
litines muy semejante al de cualquier
medicamento efervescente :
una porquería . Los Corriente
5,
VALENTE R
TÓNICO RECONSTITUYENTE DE L
DR . HELGUER A
DOCTOR BN .RnwRCiR . ex-DUbeicC oiL uRCReTORi O
wunic,.si os rwowiD .
o o
weree~ . wee~•+w.R . «s .. . ~xereee~óx e . . e e
Folleto anunciador del tónico lalcnlc r
Cualquiera podían meterse u n
cocido madrileño entre pecho y
espalda, regado ora con vino pe -
león de Valdepeñas, ora con agua
Minada : un auténtico desastre
gastronómico .
Antoñita sabía que algunas de su s
amigas trabajaban, como Felisa ,
la enfermera que ayudaba al doc -
tor Fielguera con el tónic o
Ualcnter : conocía también la envidiable
posición de algunas Corriente
Cualquiera, de Estados
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PILDORAS DEUDA
DEL DR . R O
Las Mejores Protectoras de le Salud
Tarjeta anunciadora de las Píldoras de lida del
Doctor Ros s
Unidos de Norteamérica, acas o
por la utilización de las píldora s
de vida del Dr. Ross, pero a ell a
le había tocado otra forma de
enfocar la existencia . 'Itrvo much o
cuidado con su cuerpo . No desea -
ba engordar y tener que tomar e l
l rodonal, por eso empleó constantemente
el ,abella, animad a
por la visión de la dama que l o
anuncia, tan etérea, tan delgada ,
tan bella . tan pura . tan rubia, ta n
blanca, sobre un fondo vegetal y
compitiendo en estilo con un gal-