Ciceronis peccatum Bulmaro REYES CORIA - UNAM
Ciceronis peccatum Bulmaro REYES CORIA - UNAM
Ciceronis peccatum Bulmaro REYES CORIA - UNAM
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
26 BULMARO <strong>REYES</strong> <strong>CORIA</strong><br />
dente usurpador Victoriano Huerta, y que tanta honra le han<br />
valido. Sólo para no dejar conscientemente cabos sueltos, primero<br />
finjamos escuchar un brevísimo extracto del discurso de Belisario<br />
Domínguez, que, aunque nada prueba en torno de Cicerón,<br />
sin embargo es ejemplo del heroísmo de la elocuencia honesta.<br />
Como no le permitieron el uso de la tribuna, don Belisario puso<br />
esto por escrito y así lo publicó:<br />
Señores senadores: [...] La representación nacional debe deponer de la<br />
presidencia de la República a don Victoriano Huerta, por ser él contra<br />
quien protestan con mucha razón todos nuestros hermanos alzados en<br />
armas [...] Hoy que veis claramente que este hombre es un impostor inepto<br />
y malvado, que lleva a la patria con toda velocidad hacia la ruina, ¿dejaréis<br />
por temor a la muerte que continúe en el poder? [...] Concededme la honra<br />
de ir, comisionado por esta augusta asamblea, a pedir a don Victoriano<br />
Huerta que firme su renuncia de presidente de la República [...] Entonces<br />
me matará o hará lo que más le cuadre [...] No dudo, señores senadores,<br />
que sabréis proceder con toda la virilidad y prontitud que el caso requiere<br />
para no exponeros a que más tarde se diga de vosotros que lloráis como<br />
mujeres la pérdida de vuestra honra y vuestra nacionalidad que no supisteis<br />
defender como hombres. 20<br />
Los ejemplos de valentía expresados a través de la palabra se<br />
multiplican a lo largo de la historia de la humanidad. Pero no<br />
estoy probando esta virtud, sino su defecto. Por eso, volvamos<br />
a Cicerón e imaginemos que lo escuchamos en aquella histórica<br />
asamblea donde se condenara a Catilina:<br />
Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? quam diu<br />
etiam furor iste tuus nos eludet? quem ad finem sese effrenata<br />
iactabit audacia? [...] O tempora, o mores! Senatus haec intellegit,<br />
consul videt; hic tamen vivit. Vivit? [...] Ad mortem te,<br />
Catilina, duci iussu consulis iam pridem oportebat, in te conferri<br />
pestem quam tu in nos omnis iam diu machinaris.<br />
¿Hasta dónde, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Hasta<br />
cuándo se burlará de nosotros esa ira tuya? ¿A qué fin se lanzará<br />
20 Esta síntesis fue tomada de Andrés Serra Rojas, Antología de la elocuencia<br />
mexicana (1900-1991), México, Editorial Porrúa, 1991, pp. 45-56.