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José EduardoSerrato Córdova30 cLas tramasde laparodiaUniversidad Nacional Autónoma de México


Las tramas de la parodia


notas al margen3CoordinadoraAdriana SandovalComité editorialEdith NegrínEsther Martínez LunaInstituto de investigaciones filológicasCentro de Estudios Literarios


José Eduardo Serrato CórdovaLas tramasde la parodiaUniversidad Nacional Autónoma de MéxicoMéxico, 2013


Primera edición: 2013Fecha de término de edición: 30 de abril de 2013D. R. © 2013, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoCiudad Universitaria, delegación Coyoacán, México, D. F.C. P. 04510Instituto de Investigaciones Filológicas,Circuito Mario de la Cueva, s. n.,Ciudad Universitariahttp://www.filologicas.unam.mxDepartamento de publicacionesTel. 5622 7347, fax 5622 7349ISBN: 978-607-02-4309-7 (Obra completa)ISBN: 978-607-02-4312-7Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra —incluido el diseñotipográfico y de portada—, sea cual fuere el medio, electrónico o mecánico,sin el consentimiento por escrito del titular de los derechos de estaedición.Impreso y hecho en México


ContenidoSemblanza de Sergio Pitol ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 9Las obras de Sergio Pitol ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 13La palabra en la novela ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 21La novela como construcción híbrida ... ... ... ... ... ... ... ... 23La comedia menipea entre la parodia de la cultura oficialy la cultura popular ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 27Introducción a El desfile del amor ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 31Los rasgos posmodernos de El desfile del amor ... ... ... ... ... 34Algunas características de la novela policiacade El desfile del amor ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 36El dialogismo en El desfile del amor ... ... ... ... ... ... ... ... ... 40Miguel del Solar ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 42Eduviges Briones ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 43Arnulfo Briones ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 44Delfina Uribe ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 45Ida Werfel ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 46Pedro Balmorán ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 48Martínez, el bastonero de oro ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 49El estilo de la novela... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 517


El espacio simbólico: el edificio Minerva ... ... ... ... ... ... ... 58La trama histórica: el año 1914 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 59El año 1942 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 67El año 1974 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 70El humor, la fiesta y el carnaval ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 72El desfile del amor ante la crítica ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 76Cronología ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 82Premios ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 85Primeras ediciones de las obras de Sergio Pitol ... ... ... ... ... 86Traducciones de Sergio Pitol... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 87Bibliografía ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 88Bibliografía mínima sobre Sergio Pitol ... ... ... ... ... ... ... ... 908


Semblanza de Sergio PitolSergio Pitol Deméneghi nació en Puebla el 18 de marzo de 1933.Pasó su infancia y adolescencia en las ciudades veracruzanas deCórdoba y Huatusco. Su primer contacto con la literatura fue enla biblioteca de su abuelo, en donde encontró los clásicos juvenilesde Julio Verne, Alejandro Dumas y Emilio Salgari. Realizóestudios de Derecho, de 1950 a 1955, en la Facultad de Derechode la Universidad Nacional Autónoma de México. En su estanciauniversitaria conoció y entabló una larga amistad con sus contemporáneosJosé Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis. ComoJuan García Ponce, Juan Vicente Melo y SalvadorElizondo, pertenece a la generacióndel Medio Siglo, misma que fue influida porla nueva novela francesa y por las narracionesdel escritor norteamericano WilliamFaulkner.A finales de la década de los cincuenta,en el ambiente literario mexicano sobrevivíatodavía la fuerza de la novela de la Revolución.La novela más importante de aquel9Sergio Pitol Deméneghituvo el primercontacto con loslibros en la bibliotecade su abuelo paterno,donde leyó lasobras de Julio Verne,Alejandro Dumas yEmilio Salgari.


Sergio Pitol es unode los novelistasmás importantesde la llamadaGeneración del MedioSiglo, junto conJuan García Poncey Juan Vicente Melo.tiempo era Al filo del agua (1947), de AgustínYánez, y la ciudad de México iniciaba la industrializaciónque muchos llamarían el “milagromexicano”, que Carlos Fuentes pondría enduda en su novela La región más transparente(1958). Las nuevas generaciones conocierondos libros de Juan Rulfo verdaderamente renovadores:El llano en llamas (1953) y Pedro Páramo(1955), la novela más importante del siglo.En esa misma década Octavio Paz publicóPiedra de sol (1954), poema que sería definitivo para la literaturamexicana. Por aquellos días José Emilio Pacheco dio a conocerel volumen de cuentos La sangre de la medusa (1959), textos fantásticoscon una marcada influencia del escritor argentino JorgeLuis Borges. En los años cincuenta Sergio Pitol se sentía atraídopor la dramaturgia, pero el ambiente de la facultad de Derechoy la necesidad de conocer otras culturas lo llevó a ingresar en elServicio Exterior Mexicano.En 1960 se inició en la diplomacia con un cargo administrativoen la embajada de México en Pekín. Posteriormente trabajócomo agregado cultural en las embajadas de Yugoslavia, Francia,Hungría, Polonia y la Unión Soviética. En 1986 fue nombradoembajador en la República de Checoslovaquia. A finales de 1988regresó a vivir a la ciudad de México e impartió cursos de literaturarusa en la Facultad de Filosofía y Letras. En 1992 se trasladóa la ciudad de Xalapa, y se incorporó como investigador a la UniversidadVeracruzana. En 2005 recibió el Premio Cervantes deLiteratura, el más importante de su carrera literaria. Los viajesy largas estancias en Serbia, Montenegro, España, Italia, Rusia yla República Checa han influido su obra; por ejemplo, su estanciaen Polonia le permitió conocer de primera mano la literatura10


de Witold Gombrowickz, de quien tradujo la novela Cosmos, ylos Diarios que publicó en editoriales de España y Argentina, 1 asícomo los cuentos de Jerzy Andrzejewski, los cuales editó en laUniversidad Veracruzana.La estancia en Varsovia, de 1963 a 1966, significó para el jovenSergio Pitol un periodo de aprendizaje de una literatura marginaldel canon europeo, como la polaca. Aprendió el idioma ytradujo a varios autores que eran desconocidos para el lectorlatinoamericano. Cuando entró en contacto con el ambiente culturalpolaco se vivía una incipiente primavera política y social,dada la apertura del bloque soviético después del XX Congresodel Partido Comunista Soviético en donde se condenaron loscrímenes de Joseph Stalin. Pitol recuerda que Varsovia era unaciudad abierta frecuentada por los intelectuales más importantesde Europa:Viví durante una larga temporada en el hotel Bristol, en el centrode Varsovia, en cuyo interior había un pequeño café-bar extremadamenteagradable, donde pude contemplar de cerca a MarleneDietrich, a Jacques Brel, a Peter Brook, a Arthur Rubinstein,a Claudio Arrau, a Giorgio Strehler, a Ella Fitzgerald, a Luccino Visconti.Esos huéspedes ilustres y vistosos se hospedaban en el Bristolcuando pasaban por Varsovia; el local era frecuentado tambiénpor escritores y artistas polacos. Por supuesto, yo visi taba todaslas tardes ese lugar entretenidísimo. En varias ocasiones vi allí alnovelista [Andrzejewski] conversar con Andrzej Wajda, el cineasta,quien había transformadola novela deAndrzejewski, Cenizas ydiamantes, en una películaexcepcional (enAndrzejewski 1996: 17).1Las traducciones de Pitol de la obra de WitoldGombrowickz son Diarios. Buenos Aires: A. Hidalgo,2001; Transatlántico. Barcelona: Anagrama, 1986;Cosmos. Barcelona: Seix-Barral, 1969; Bakakai, Barcelona:Tusquets, 1986.11


Para entender laliteratura de Pitoles necesario teneren cuenta sus largasestancias en el extranjeroy su gusto por lasliteraturas eslavas.Un personaje determinante en estosaños fue Jerzy Andrzejewski, de quien Pitoltradujo Las puertas del Paraíso, novela quecuenta la historia de la cruzada de los niños,la misma que narrara el escritor MarcelSchowb en 1896, en donde pasajes ficticioshablan de las hordas de miserables que en1212 quisieron sumarse a la guerra santa conconsecuencias funestas. Pitol considera queLas puertas del Paraíso significó un desafío para la cultura oficialpolaca, puesto que la intensa corriente homoerótica de lanovela molestó a los censores del partido comunista. Despuésde esta novela, Andrjezewski se convirtió en una presencia incómodapara muchos polacos. No adulaba al gobierno ni a laIglesia, ni buscaba la protección de la derecha conservadora. Seconvirtió en un símbolo de la resistencia civil durante el comunismo.Después de traducir Las puertas del Paraíso, Pitol tradujoEl pensamiento cautivo, del poeta Czeslaw Milosz, obra autobiográficaque recogía las impresiones de la Polonia ocupada porlos nazis.Pitol se dio a la tarea de leer, escribir y aprender idiomas durantesus largas estancias europeas. Un autor que le ha cautivadode toda la vida ha sido Antón Chéjov, del que ha traducido la piezaUn drama de caza. De su trabajo de traductor, nuestro autor recuerda:Desde que me fui a Europa, en los años 60, me puse a traducirporque no tenía otro trabajo. He traducido más de 30 libros, ocerca de 40. Y tuve la suerte de que podía llamar a los editores deMéxico, Argentina o España y les proponía libros que me gustabany que estaba yo leyendo. Solamente dos o tres me los impusieronpara traducir (Arturo Jiménez, La Jornada, 1º de marzo, 2008: 14).12


Varias editoriales universitarias han publicado sus traduccionesno sólo del polaco, checo y ruso, sino del inglés, como El corazónde las tinieblas, de Joseph Conrad, Los papeles de Aspern,de Henry James, por nombrar algunas.En cuanto a su obra de ficción, los libros más sobresalientesson los volúmenes de cuentos Infierno de todos (1967), No haytal lugar y Nocturno de Bujara (1981). De sus novelas destacan Eltañido de una flauta (1972), Juegos florales (1982), El desfile delamor (1984), Domar a la divina garza (1988) y La vida conyugal(1991). Entre sus libros de ensayos se encuentran El arte de lafuga (1996), Pasión por la trama (1998), El viaje (2000) y El magode Viena (2005). A lo largo de su vida profesional ha hecho infinidadde prólogos y traducciones del inglés, polaco, checo yruso. En la Universidad Nacional Autónoma de México dirigió lacolección “La línea de sombra”, que incluía autores eslavos, yen la que incluyó clásicos rusos, polacos y checos desconocidospara los lectores mexicanos, como el ensayo “Gogol y el diablo”,de Dmitri Merejkoski.Las obras de Sergio PitolLa evolución literaria de nuestro novelista tiene una trayectoriaque va de lo trágico a lo cómico. En su iluminador ensayo “Primeracercamiento a un ars poetica”, Pitol define su pasión poruna narrativa en donde se entrecrucen varias historias:Sin anécdotas, la vida me ha parecido siempre disminuida. Contarhistorias reales e imaginarias ha sido mi vocación. Cualquier posibleincertidumbre de Galdós, ese desconocido, mi amado y verdaderomaestro. En su obra, al igual que en la de Goya, la tragedia13


Muchos de los personajesde Pitol están alborde de la locura, tales el caso del frustadoescritor y periodistaPedro Balmorán en ElDesfile del amor.y lo grotesco no tienen por qué ser caras diferentesde una misma moneda, sino que puedenlograr integrarse en plenitud en una misma unidad[…] (Pitol 1993: 39).La búsqueda de unidad de contrarios,“la armonía y el deliro, la tragedia y lo grotesco”,refleja las lecturas que Pitol ha realizadocomo traductor y ensayista. En laobra del narrador encontramos varias etapas. La primera, queinicia con el relato “Victorio Ferri cuenta un cuento” (1957) y terminacon “Cuerpo presente” (1961), se caracteriza por su modelotrágico, de ambiente rural, que tiene una enorme influenciade William Faulkner y de Juan Rulfo. Los relatos de esta etapase desarrollan en un espacio cerrado, donde los personajestienen un matiz demencial. Pitol recuerda que estos cuentosfueronescritos a partir de una región del estado de Veracruz, lugar endonde transcurrió mi infancia y adolescencia […] Las conversacionesque ahí oía siempre volvían a lo mismo: la vida de Huatusco entiempos de la Revolución; una especie de paraíso perdido dondedesfilaban personajes fallecidos y golpeados por el cambio social.Era entonces una esponja. Varios años después, cuando escribíamis primeros cuentos, me di cuenta de que no habían resultadomeras invenciones sino el intento por dar una forma literaria aaquellos recuerdos extraviados, contrapunteándose unos conotros, y cuyo exterior apenas había conocido, pero que en su interiorsentía moverme a mis anchas (Flores 1993: 9, 10).Sin embargo, en “Victorio Ferri cuenta un cuento” apareceel elemento irracional que caracterizará a los personajes más lo-14


grados de la narrativa de Pitol. En su autobiografía el novelistaconfiesa:Creo que he escrito dos cuentos que se aproximan a lo que aspiro:“Victorio Ferri cuenta un cuento”, y fundamentalmente, “HaciaVarsovia”. En ambos se confunden y entreveran ciertos episodiosreales con otros reales también, pero que responden a una realidadmenos definida, más desdibujada. Creo que en mis cuentosse da una constante: el encuentro de dos mundos, uno gris, cotidiano,mezquino, siempre seguro, y otro cruel, macabro a veces,peligroso, donde puede encontrarse la libertad, la tentación, eldesorden, el riesgo. Tomo partido invariablemente por este último[…] En la vida cotidiana mi trato con los demás está enriquecidoo viciado por este elemento, sin el cual me sería imposible crear.Se trata de vivir normalmente, pero tratando de estar en contactocon otro mundo que existe al lado nuestro y con el que es posiblecomunicarse; es un poco el mundo de los hermanos Marx, enque todas las posibilidades están abiertas, aunque no es necesariamente,y de hecho pocas veces lo es, un mundo cómico (Pitol1967: 9, 10).Como vemos desde sus primeros relatos, uno de los temasrecurrentes de nuestro autor es el elemento irracionalista de suspersonajes. En El desfile del amor, el personaje demencial es elfrustrado periodista y librero Pedro Balmorán, quien al evocarel atentado del año de 1942 enloquecerá. En este sentido, el volumende cuentos Nocturno de Bujara —después reeditado comoMephisto Walter— es un libro creado a partir de elementos demencialesde sus protagonistas y lleno de referencias literariaspersonales.La presencia de lo irracional en los personajes de Pitol tienesus raíces en la tradición de la literatura del absurdo al estilo de15


Lewis Carroll, Samuel Beckett o Eugène Ionesco. Albert Camusen su libro El mito de Sísifo califica lo absurdo como un movimientoespiritual en contra de la racionalidad de la modernidadque ha creado un ambiente de crueldad y de barbarie. El sinsentidode la vida alimenta una postura frente al mundo, no necesariamentepesimista ni nihilista, sino lúcida (1995: 24).Uno de los monólogos más emblemáticos de los personajesenloquecidos de Pitol es el del personaje central del relato “Asimetría”:De cierto sólo sabe que en un momento se levantó, saltó, bailó dealegría para asombro de su hermana, de sus sobrinos y del amigode su sobrina, a la vez que comentaba que siempre había sabido loque aquel muchacho sostenía, sí, eso, que el mundo era asimétrico,que la esencia de la materia, de la energía, ¿o de qué diablos, dela vida? Era asimétrica. Eso lo explicaba todo: la fuga de Tolstoide Iasna Polaina, la vasta estirpe de Jack el destripador, los cuartetosde Beethoven, la existencia de Auschwitz, los gestos perfectosde la Dietrich, la ebria adolescencia de Rimbaud y sus marchasabisinias, la transformación del dinosaurio en iguana, del caballoen cerdo, la obra entera de Shakespeare. Pero ya en ese momentole comenzó a pesar, por una parte, la certidumbre de que no habíalogrado comprender de qué hablaba, y por otra, la sospechade que toda especie animal busca siempre la simetría, si es quesimetría era, como él entendía, la regularidad de hábitos que enconjunto determinan el metabolismo de la Naturaleza. Si el hombredesecha una forma, se dijo, era para sustituirla por otra igualmenteaspirante a ser simétrica. Ni Altamira, ni el Barroco eranexcepción a esa regla, antes por el contrario… (Pitol 1982: 69-70).En este fragmento está planteada la dualidad razón-locuraen la que se debate el hombre del siglo xx, pero también en-16


contramos una idea de “parodia posmoderna”que Sergio Pitol desarrollará en suobra futura. La parodia es un recurso literariomuy importante para nuestro novelista,y que será revisado con detenimiento másadelante. Por el momento habremos deconsiderar en el fragmento citado que Pitolenumera una serie de personajes significativosen la historia de la cultura para ironizary satirizar la “trascendencia” racional delcomportamiento humano, que, concluimos, es impredecible. Elmismo título de la narración, “Asimetría”, nos da un indicio de loque piensa Pitol respecto a la conducta humana, la imperfectaracionalidad manchada por la locura. En cualquier ser humanoestá latente la demencia. Eso lo vamos a encontrar también en elcomportamiento de los personajes de El desfile del amor.Pitol alude a la fuga de León Tolstoi a su granja de Iasna Polaina,en un momento de arrebato místico que lo llevó a vivirsus últimos años de acuerdo con su idea del cristianismo primitivo.Lo cual no borra su pasado de terrateniente entregado alos vicios de la carne y a la buena vida de hombre adinerado.También alude a la vida de Arthur Rimbaud, poeta, revolucionarioy amante de Paul Verlaine en su juventud que abruptamentecambió la vida literaria para marcharse a Etiopía —Abisinia—para traficar armas. La idea de Pitol es que en el ser humanocombaten la razón y las pasiones, y en cualquier momento unser racional puede convertirse en un individuo completamentediferente. Así, también en la historia de la humanidad existenlos momentos sublimes del arte —la música de Beethoven, laspinturas rupestres de Altamira, los cuadros de Goya, el arte renacentista—que se alternan con los pasajes de miseria humana17En la concepción deSergio Pitol, en el serhumano hay una pulsiónirracional que explotaen los momentosmenos esperados. Eneste sentido, lo racionales un estado frágil einestable.


y de crueldad extrema, cuyo recuerdo más lamentable son loscampos de exterminio.Sergio Pitol plantea en sus personajes, y los de El desfile delamor no son la excepción, que el ser humano está a merced desus pasiones y odios. La sensatez de una vida de éxito puedeir a la ruina por una venganza o por una noche de sexo desenfrenado.En buena medida este interés por el lado oscuro delhombre es una marca generacional, y la encontramos en los textosde Juan García Ponce, en cuyas obras hombres y mujeresestán movidos por el sexo; en la de Salvador Elizondo, cuya obramaestra, Farabeuf, es un ejemplo de la estética sadomasoquistade la tortura, y en la de Juan Vicente Melo, quien escribió sunovela La obediencia nocturna basada en las alucinaciones de unesquizofrénico.Sergio Pitol se inició escribiendo cuentos, es decir, relatoscortos, pero muy intensos y con un final sorpresivo, los cualesestán incluidos en los volúmenes Infierno de todos y No hay tal lugar,textos que hablan de la vida en provincia en los tiempos dela Revolución y que tienen como protagonistas a los miembrosde la familia Ferri, terratenientes que dominan la vida del ingenioazucarero que es un microcosmos parecido al Huatusco de lainfancia del autor. En “Los oficios de tía Clara”, escrito en Bristolen 1971, la soledad, la enfermedad y los signos de la vejez, tantofísicos como mentales, son el objeto de reflexión de los personajes.Casi podríamos afirmar que es la enfermedad la verdaderaprotagonista de algunos de estos cuentos, porque también estápresente en “Victorio Ferri cuenta un cuento”, “Semejante a losdioses” y “El regreso”.En estos cuentos hay un desenlace trágico: el incesto o elparricido, que es narrado por un personaje alcoholizado que sepierde en el recuerdo de los rostros conocidos, de los lugares18


y sucesos que marcaron la vida del pueblo de San Rafael. En elcuento “Victorio Ferri cuenta un cuento”, el protagonista narrala relación patológica con su entorno familiar, que es una historiademencial de crueldad y locura, y la actitud sádica del jefe defamilia hacia los trabajadores de la hacienda. Al final, nos damoscuenta de que leímos el relato de un muerto y que el cuento mismoes la memoria del odio que pervive más allá de la muerte. Enesta etapa narrativa de Pitol es notable la influencia de Juan Rulfoy de William Faulkner, sobre todo en la creación de ambientesrurales asfixiantes.La segunda etapa de la narrativa de Sergio Pitol está representadapor dos novelas, El tañido de una flauta —su primeranovela, escrita durante su estancia en la ex Yugoslavia— y Juegosflorales. Estos textos nos hablan de los sentimientos de losque deciden exiliarse de su patria en lugares lejanos e inhóspitospara realizar una especie de viaje interior de autodescubrimiento.La tercera etapa de la escritura de Pitol se inicia con los cuentosde Nocturno de Bujara, en donde abandona el relato trágicopara dar el salto hacia una literatura lúdica y llena de referenciascruzadas entre los autores que lo marcaron en su vida, comoAntón Chéjov, Tolstoi, Henry James y Borges.Esta etapa lúdica culmina con el trípticodel carnaval —El desfile del amor, Domara la divina garza y La vida conyugal—, dondela parodia, la fiesta y lo grotesco definen elestilo novelesco.La cuarta etapa se inicia con el volumenEl arte de la fuga, libro misceláneo en el queencontramos cuentos breves, ensayos literarios,crónicas de viaje, textos sobre arte yun poco de autobiografía. Del mismo tenor19El aprendizaje de SergioPitol se inició conel cuento. Sus primerasnarraciones sucedenen un ambienterural y casi siempretienen una atmósferade tragedia y de violenciacontenida.


son sus obras Pasión por la trama, El viaje y El mago de Viena. Desu etapa autobiográfica Pitol ha dicho:Escribo sobre una serie de escritores, que son como una liga demi obra completa. No escribo sobre ellos desde una forma académica,sino desde mi relación más íntima con los que más me hangustado. Yo, por ejemplo, no podría escribir sobre un libro que nome gustara o que me aburriese, siempre he escrito sobre lo que meha gustado. Entonces cada libro es más una crónica de felicidad,de la felicidad vital que da la buena lectura, los amigos, los amores,los viajes y los momentos de vida que son privilegiados (Tejeda2005).Debemos reconocer que el tríptico del carnaval fue un hitoen la literatura mexicana de los años ochenta cuyas repercusionesinfluyeron no sólo en la narrativa sino en la teoría literariamisma. La trilogía carnavalesca hizo que lectores y críticos volvieranlos ojos a la obra teórica del pensador ruso Mijail Bajtin(1893-1975) y que se pusieran de moda conceptos como cronotopo,carnavalesco, dialogismo, construcción híbrida y plurilingüismo.Sergio Pitol fue elprimer autor mexicanoen interesarse porla cultura carnavalesca,estudiada y comentadapor el filólogoruso Mijail Bajtin.La trilogía no hubiera sido posible sinla influencia de las ideas del filólogo ruso.El tema que nos ocupa en la primera novelade la trilogía del carnaval, El desfile delamor, es el de la fiesta carnavalesca. Domara la divina garza, la segunda de la trilogía,es la puesta en escena del destronamientoritual del rey bufonesco. Y la última, Lavida conyugal, es el final tragicómico de lacelebración.20


Para entender plenamente el planteamiento novelístico deSergio Pitol es necesario que el lector tenga un panorama generalde las ideas de Bajtin, sobre todo respecto a conceptos comoparodia, comedia menipea, dialogismo y a que, en cuanto al manejodel lenguaje, la novela es una construcción híbrida.La palabra en la novelaMijail Bajtin se desconocía en Occidente hasta que los críticosliterarios Julia Kristeva y Tzvetan Todorov lo introdujeron en elmedio académico francés al publicar algunos episodios de suobra teórica. Kristieva incorporó en sus libros Semiótica 1 y 2(1978) el concepto bajtiniano de intertextualidad; por su parte,Todorov publicó en 1981 el volumen Mijail Bajtin, el principio dialógico,con lo que inició el redescubrimiento y discusión de obrascomo La problemática de la poética de Dostoievski, La cultura popularen la Edad Media y el Renacimiento y La teoría y estética dela novela. La lectura de estos estudios propició la incorporaciónen la crítica literaria de conceptos como dialogismo, intertextualidad,parodia y carnavalización, por nombrar los términos máscélebres.Sergio Pitol introdujo en sus novelas carnavalescas los temasbajtinianos, que estaban de moda en el ambiente literarioeuropeo, sobre todo en Francia, y que cambiaron por completola percepción del lenguaje novelístico en México. Indirectamente,al hacerse alusión a la obra de Bajtin, los críticos empezarona incorporar conceptos como dialogismo, plurilingüismo, lenguajepopular y lenguaje oficial. Las repercusiones intelectuales quetuvo la recepción de El desfile del amor en el medio las podemosapreciar ahora a casi treinta años de distancia de su aparición.21


Bajtin planteó en sus estudios la evolución lingüística del géneronovelístico, desde la épica hasta el dialogismo del siglo xix.Para el crítico ruso, la culminación de la evolución dialogística esla orquestación de una variedad de hablas en la novela que haceque la voz, opinión e ideología del autor se eliminen a favor deldiálogo y de la pluralidad de opiniones.Para Bajtin, la novela es un producto social en el que interactúa“la palabra de los anchos espacios sociales de las plazaspúblicas, de las calles, de las ciudades y aldeas, de los grupossociales, de las generaciones y las épocas (1989: 77)”. El autor deProblemas de la poética de Dostoievski considera que la voz delautor omnipresente se fragmenta en varias voces, pero éstasson y no son las del autor, pues tienen vida propia, que el autorrespeta. En el lenguaje de la novela confluyen formas de hablarque representan la manera de ver el mundo no sólo de diferentesclases sociales, diversos niveles culturales, sino de distintasépocas, que confluyen en un mismo espacio y tiempo:En ese condicionamiento de las principales categorías estilísticaspor ciertos destinos y problemas históricos de las palabrasideológicas, reside la fuerza de las categorías respectivas; perotambién, al mismo tiempo, su carácter limitado. Tales categoríasfueron generadas y modeladas por fuerzas históricas del procesode formación verbal e ideológico de ciertos grupos sociales; eranla expresión teórica de esas eficaces fuerzas, creadoras de la vidadel lenguaje (1989: 88).Estos lenguajes pueden ofrecer diferentes maneras de verel mundo, pueden contradecirse o correlacionarse dialógicamente,pero, señala Bajtin: “Como tales se encuentran y coexistenen la conciencia de la gente y, en primer lugar, en la concien-22


cia creadora del artista-novelista. Como tales, viven realmente,luchan y evolucionan en el plurilingüismo social (1989: 109)”.El lenguaje de la novela se “contamina” del ambiente social delos hablantes, de tal manera que la red de lenguajes y hablas deuna novela es un microcosmos plurilingüístico 2 armonioso. Elteórico utiliza la palabra refractar como una metáfora tomadade la óptica para dar a entender que el lenguaje funciona comoun prisma que descompone el haz de luz en sus diferentes espectros.Así, el novelista hace que el flujo de las voces de suobra se separen en una “longitud de onda” individual y característicade cada tono de voz. Para entender los usos del plurilingüismo,Bajtin empleó los conceptos de construcción híbrida,parodia y dialogismo.La novela como construcción híbridaBajtin hace una distinción muy importante en cuanto a la evolucióndel lenguaje entre la épica y la novela. Mientras el lenguajeheroico tiende a lo solemne y unívoco, el novelesco incorpora elhumor, la parodia de los discursos oficialistas e ironiza la unidadde una supuesta lengua nacional. Bajtin considera que, históricamente,la novela humorística inglesa —es decir, las de Fielding,Sterne, algunos pasajesde Dickens—, en particular,asimiló el plurilingüismoy la polifonía alimitar ridículamente elhabla de la elocuenciaparlamentaria, “la murmuraciónde los chismo-2En palabras de Bajtin, el novelista al integrar los lenguajesen un discurso estético: “[…] utiliza las palabrasya pobladas de intenciones sociales ajenas y lasobliga a servir a sus nuevas intenciones. A servir alsegundo amo. Por eso se refractan del prosista, y serefractan según diversos ángulos, en función del caráctersocial ideológico ajeno, del fortalecimiento yla objetivación de los lenguajes del plurilingüismo querefractan (1989: 116. Las negritas son mías.)”.23


Según Mijail Bajtin,durante el tiempo delcarnaval, la culturapopular parodia eironiza las reglassociales que imponela cultura oficial. Deahí nace el humorcarnavalesco.sos, el habla pedante de los sabios, el estiloépico elevado, el estilo bíblico (118)”. En lanovela humorística se hace evidente la separaciónde “los lenguajes sociales” y la voznarrativa. El paso del lenguaje corriente ala parodia de los lenguajes de los géneros ya la palabra directa del narrador puede sermás o menos progresivo o, por el contrario,brusco. Bajtin denomina “construcciónhíbrida” al enunciado que, de acuerdo con sus característicasgramaticales (sintácticas) y compositivas, pertenece a un solohablante; pero en el cual, en realidad, se mezclan dos enunciados,dos maneras de hablar, dos estilos, dos “lenguas”, dosperspectivas semánticas y axiológicas. Entre estos enunciados,estilos, “lenguas” y perspectivas, no existe ninguna fronteraformal-compositiva ni sintáctica; la separación de las voces y delos lenguajes se desarrolla en el marco de un único todo sintáctico,frecuentemente en los límites de una proposición simple;incluso muchas veces la misma palabra pertenece simultáneamentea dos lenguajes, presentan dos perspectivas que se cruzanen la construcción híbrida y tienen, por lo tanto, dos sentidoscontradictorios, dos acentos. Las construcciones híbridastienen una enorme importancia en el estilo novelesco (véase alrespecto Bajtin: 122).En el caso de la novela que nos ocupa, El desfile del amor,nos encontramos con varios tipos de construcciones híbridasque incorporan diferentes referentes a la cultura mexicana, tales el caso en el que se narra de manera humorística el sufrimientode un nieto de porfiristas al enterarse que él y su familia seveían obligados a regresar a México y a asumir su condición demexicanos:24


“Sí, Huehue, en ese momento tuve queoptar por ser mexicano, ¿te das cuenta?”La voz del muchacho era chillona, parecíamodularse en el estómago como la de losventrílocuos. “Estábamos en el segundoentreacto de Pelleas el Melisande; dirigía,imagínate, nada menos que Ansermet.Papá se me acercó y me dijo con ese tonitoque a mí me revienta, tú sabes cuál, que yaestaba decidido: regresaríamos a México yyo debería optar por la nacionalidad mexicana.Tú sabes cómo es él, Huehue, tú lo conoces, así que no teextrañarán sus desplantes. Me lo soltó de sopetón, sin el menortacto, regocijado ante mi desconcierto. ¿Te imaginas, Huehue? Derepente, a la sombra de Debussy, supe que iba en serio lo de sermexicano, que no era un apodo afectuoso […] Claro, yo sabíaque mis abuelos, que mi padre habían salido de aquí. Pero soncosas, Huehue, que uno sabe y no acaba de saberlas […] Ida Werfeloía a aquel desconocido con la mayor atención, y puedo decirque hasta con simpatía […] Nosotras estábamos sentadas al ladode Martínez y de una vecina del edificio. Una mujer terrible, unaintrigante. El orate [Martínez] pareció interesarse en descifrarlo que significaba aquel nombre de Huehue. Debe querer decirWerfel y lo pronuncia mal”, opiné. “No, pequeña, dijo mi madre;es evidente que se trata de una confusión. Precisamente en losúltimos días he estado trabajando sobre suplantación, ocultamientoy confusión de personalidades” […] Pero el orate seguíainteresado en saber por qué aquel muchacho, nieto de un ministrode Díaz, se había dirigido con tanta familiaridad a mi madre,llamándola con un nombre tan raro. Ese nombre, insinuaba Martínez,era un nombrede guerra, escondíauna clave (91, 92). 33Todas las citas de El desfile del amor están tomadasde la edición de Era, México, 1992.25En la teoría bajtinianade la novela es muyimportante el conceptode dialogismo.Cada personaje hablay piensa de acuerdocon su condición sociale intelectual independientementede laideología del autor.


Cabe señalar que la voz del narrador se mimetiza en el dialogismocon las voces de los personajes, es un narrador que no juzgasino que se incorpora en el habla de los personajes. Este fragmentoresume el dialogismo humorístico de El desfile del amor,en el que se mezclan tres visiones diferentes de la realidad: ladel exiliado que regresa, la del espía orate y la de la erudita IdaWerfel. Cada uno ofrece una versión diferente de los hechos, yla conjunción absurda y sin sentido de los diálogos es lo que leda un tono humorístico al relato. El tema de la confusión estáexplícito en la parodia del discurso erudito y culto de Ida Werfel,al interpretar el diálogo como un ejemplo de la literatura delocultamiento y confusión de personalidades. Mientras que enel discurso de Martínez, refractado en la voz del narrador, interpretalo sucedido como un lenguaje secreto, en clave, como enlos episodios de las novelas de espionaje.Volviendo a las ideas de Bajtin, podemos decir que el dialogismoimpregna toda la novela contemporánea, en particularlas obras humorísticas, y que aquella está construida con las diferenteshablas del discurso social, por eso, el concepto de unanovela dialógica nos lleva a entender que:El habla del otro —narrada, remedada, presentada bajo una ciertaluz, dispuesta a veces en masas compactas, en ocasiones dispersadaesporádicamente, impersonal en la mayoría de los casos(la “opinión personal”, los lenguajes profesionales y los de losgéneros)— no está separada claramente en ninguna parte delhabla del autor: las fronteras son intencionadamente lábiles yambiguas, recorren a veces el interior de un todo sintáctico, aveces el interior de la proposición simple, y separan en otras ocasioneslas partes principales de la proposición. Este variado juegode las fronteras de los discursos, de los lenguajes y las perspec-26


tivas constituye uno de los aspectos más importantes del estilohumorístico (1989: 125).Bajtin nos recuerda que el dialogismo implica la diversidadde lenguajes, y no la unidad del lenguaje común normativo, yque esta misma diversidad es la base del estilo de la novelísticadesde el siglo xviii hasta el xx.En el mismo pasaje de El desfile del amor encontramos elotro gran tema bajtiniano, la carnavalización de los ritos sociales,que es espacial, lo que Bajtin llamó “el coronamiento y subsiguientedestronamiento del rey bufón durante el carnaval”. Elnarrador y protagonista ha sufrido la burla y la humillación deser degradado en su condición social y cultural, lo que equivaleal destronamiento del rey bufonesco. El tema del tiempo y elespacio de la fiesta lo analizaremos en las siguientes líneas.La comedia menipeaentre la parodia de la cultura oficialy la cultura popularOtro elemento más que es importante tener en cuenta cuandoleemos El desfile del amor y que tiene resonancias en la teoríadel lenguaje novelesco de Mijail Bajtin es el de la relación de lanovela paródica actual con la comedia menipea, que nace precisamenteen la Grecia antigua como parodia del discurso épico,primero, y, luego, de la cultura oficial.Bajtin señala en su obra sobre la estética de la novela (1989:497-480) que el tema de la comedia en la antigüedad clásica y enla Edad Media era la incertidumbre y lo efímero de la vida coti-27


diana, contrariamente a los temas épicos cortesanos, en dondese rendía tributo a los héroes nacionales. La literatura populartraduce en tono cómico los temas de la épica antigua. La risadestruye la distancia épica y hace familiar lo que parece inalcanzablepara el hombre común y corriente:La risa destruye el miedo y el respeto al objeto, al mundo, lotransforma en un objeto de contacto familiar, preparando conello la investigación libre y completa del mismo. La risa es el factormás importante para la creación de la premisa de osadía sin lacual es imposible la creación realista del mundo. Es como si la risa,acercando y familiarizando el objeto, lo entregase en las osadasmanos de la experiencia investigadora —científica y artística—, yde la ficción que experimenta libremente y sirve a esa experiencia.La familiarización del mundo por medio de la risa y el hablapopulares constituye una etapa importante y necesaria en la evoluciónde la creación libre, científica y artística realista, del mundoeuropeo (1989: 468).En otro texto célebre de Bajtin, Problemas de la poética deDostoievski, el teórico ruso realiza una lectura de la obra del autorde Crimen y castigo desde los códigos de la carnavalizacióny la parodia del canon de la comedia menipea. Este trabajo demostróque la teoría del carnaval, la parodia, el dialogismo y elplurilingüismo ofrecían nuevas interpretaciones de las novelasclásicas de la literatura occidental. Una de las ideas más revolucionariasde Mijail Bajtin sobre la literatura y su relación con lasociedad fue el estudio e interpretación de ciertos rituales medievales,como el carnaval, y su pervivencia en las celebracionespopulares contemporáneas. Bajtin nos explica, en Problemas dela poética de Dostoievski (1986: 175-177), que la acción carnava-28


lesca principal es la coronación burlesca y el subsiguiente destronamientodel rey del carnaval. La coronación y caída del reybufonesco es una celebración de transformación, de muerte yde renovación. En esencia, la fiesta popular del carnaval es unmundo al revés en donde las reglas no cambian, el rey coronadotendrá que ser destronado; esta ceremonia:se contrapone al rito de coronación, al destronado se le quita susropajes, se le arranca la corona y otros símbolos del poder, se burlade él y se le golpea […] Pero repetimos que la coronación y eldestronamiento son inseparables, es un rito doble cuyos dos componentesse convierten uno en otro mutuamente; en la divisiónabsoluta se perdería su sentido carnavalesco (1986: 176).Este ritual doble hace que los símbolos y las imágenes del carnavaltengan también dos caras que resumen la transformación yla renovación: la vida y la muerte, elogio y vituperio, bendición ymaldición, juventud y vejez, alto y bajo, cara y trasero, estupidezy sabiduría. En el pensamiento carnavalesco son característicaslas imágenes de pares contrastantes: alto-bajo, gordo-flaco, dobles-gemelos;recurso utilizado hasta nuestros días por todo tipode comediantes.Por otro lado, la risa carnavalesca compartela dualidad de la muerte y la renovación:[La risa] Se relacionaba genéticamentecon las formas más antiguas de risa ritual[que] iba dirigida hacia las instancias supremas:se injuriaba y se ridiculizaba alsol (divinidad superior), a otros dioses, a29El tiempo del carnavales un tiempo donde elorden social se trastoca,lo que Bajtín llama elmundo al revés. Se iniciacon la coronación delrey bufo y culmina consu defenestración.


las máximas autoridades en la tierra, para obligarlas a renovarse(1986: 178).De acuerdo con esta lógica de la burla, el carnaval y sus dualidades,Bajtin considera a la parodia como una forma esencialmentecarnavalesca, imprescindible de la sátira menipea. Elpa ro diar significa crear un doble destronador, un mundo al revés.Claro que en la época moderna, la parodia sale del espaciotiemporitual del carnaval. La parodia literaria es una variaciónde un texto base con fines diversos, no necesariamente humorísticos.Por ejemplo, El Quijote es la parodia de las novelas de caballeríasdel siglo xv. Sergio Pitol a su vez parodia algunos pasajesde la novela policiaca, pero sobre todo parodia los discursos socialesde la “aristocracia” y de la burguesía sin alcurnia ni cultura.En el tríptico del carnaval, Sergio Pitol se sirvió de estos conceptospara ofrecer un panorama inusitado en la novelística humorísticamexicana del siglo xx. Las dos primeras novelas deltríptico carnavalesco, es decir, El desfile del amor y Domar a ladivina garza, están inspiradas en la teoría de la fiesta ritual carnavalesca.La cultura oficial mexicana de los años setenta, que retrataSergio Pitol, la encontramos en los discursos políticos, en laprensa de la época y en los discursos apologéticos del poder, yasea en el lenguaje jurídico, en el sociológico, en el filosófico o enel literario. Esta cultura oficial nos remite a temas como la unidadnacional, la concordia, el progreso y los beneficios que otorgaun gobierno democrático, es decir, existe un discurso oficialque legitima y justifica a un determinado grupo en el poder.El plurilingüismo de la novela que nos ocupa es una parodiade los discursos, lenguajes y hablas tanto de la cultura oficialcomo de la clase culta urbana. La multitud de hablas resume las30


ideologías, costumbres, prejuicios y fobias de un microcosmosrepresentativo de la sociedad mexicana. El leitmotiv de la narraciónes hallar la verdad histórica de un crimen sin castigo. La realidadnovelesca que encontramos es la de una sociedad afincadaen la simulación y el engaño, en donde es imposible saber la verdadde las cosas.Introducción a El desfile del amorComo se ha mencionado, El desfile del amor pertenece a la terceraetapa narrativa carnavalesca de la obra de Sergio Pitol. Lo escribiópoco antes de regresar a México, y fue publicado en 1984.Los primeros apuntes del texto los realizó cuando vivía en Rusia,y demuestran que Pitol siempre tuvo un interés constante por loque pasaba en México. Fue la novela que lo consagró como unode los narradores mexicanos más destacados del siglo xx.El desfile del amor fue publicado primero en España por laeditorial Anagrama, y luego en México, por la editorial Era. Enel año en que fue publicado por primera vez, 1984, Sergio Pitolera embajador de México en la todavía Checoslovaquia. EnMéxico se daba un cambio político significativo, la élite de loslicenciados de la vieja guardia empezaba aser sustituida por las nuevas generacionesde economistas graduados en la Universidadde Chicago y que los medios llamarían“tecnócratas”.Los años ochenta significaron la quiebradefinitiva del modelo político y económicodel México moderno. Esa bancarrotaterminaría con una imagen tragicómica: en31El lenguaje y la tramade El desfile del amortienen una enormeinfluencia de las novelasde espionaje y de losambientes siniestros dela novela negra.


Por El desfile del amortransitan muchos personajesde dos épocasdiferentes, los del Méxicocosmopolita de los añoscuarenta y los burguesescorruptos de la décadade los setenta.su último informe, el presidente José LópezPortillo (1976-1982) lloraba en la tribunadel Congreso de la Unión y pedíaperdón por su fracaso. En los años posteriores,los correspondientes a la presidenciade Miguel de la Madrid (1982-1988), seiniciaron las reformas económicas que,vistas sin eufemismo, trajeron arcas vacías,austeridad, ajustes económicos, empobrecimientoy falsa renovación moral.En cuanto a la cultura mexicana, las dos figuras más influyenteseran Octavio Paz y Carlos Fuentes. El suplemento literario másimportante era Sábado, del periódico Unomásuno, que dirigíaFernando Benítez.El desfile del amor es una recreación histórica del México de1973. El académico Miguel del Solar, nuestro protagonista, haregresado del extranjero y visita a su familia. Súbitamente sale acolación la muerte del ciudadano austriaco Erich Maria Pistauerocurrida cerca del edificio en donde Del Solar pasó su niñez. Determinadoa resolver el crimen ocurrido en 1942, el historiadorse entrevista con los testigos del suceso. El resultado es demencial,nadie conoce la verdad, pero renacen entre los personajesviejas rencillas que harán que Miguel se arrepienta de haber iniciadosu investigación.Por otro lado, uno de los aciertos de la novela es la verosimilitudde sus personajes y de los conflictos entre la burguesía ilustraday la vieja clase acomodada. Sergio Pitol toca en su novelaun viejo dilema de identidad mexicana causado por el traumahistórico de las clases altas que no tuvieron títulos nobiliarios,pero sí privilegios. Asunto que, recordemos, Agustín de Iturbidequiso remediar al nombrarse emperador y al otorgar a su cor-32


te títulos de nobleza. El sentimiento de superioridad social, delbuen gusto heredado por la sangre noble, los buenos nombresy la alcurnia de los apellidos castizos es el asunto social de lanovela.“Orgullo y prejuicio” le vendría bien al capítulo en donde senarran los enfrentamientos entre Eduviges Briones, la aristócratafrustrada, y Delfina Uribe, la nueva rica, con dinero perosin clase. Este cronotopo ya había sido el tema de Las buenasconciencias (1962) de Carlos Fuentes, pero también de los relatosde Pitol, como “Amelia Otero”, en donde la familia Oteroantes todopoderosa, había caído en desgracia durante la guerracivil:Sabrás que la pobre se mantiene dando clases de música; y eso,ahora que ni pianos quedan en este miserable pueblo significa morirsede hambre. ¿Recuerdas el suyo? Lo habían traído de Viena, ode París, qué sé yo. ¿Te acuerdas de su pequeño paraíso? Arañas deMurano, alfombras persas, mantelería de Brujas, chucherías delmundo entero para realzar los muebles que los Otero conservabandesde la fundación de San Rafael. Pues todo eso, Catalina, noexiste ya sino en la memoria (Pitol 1992: 23).El desfile de el amor toca el mismo tema pero desde una perspectivacarnavalesca. El aspecto cómico de la novela, ademásdel histórico y el policiaco, es la ridiculización de la mentalidadclasista mexicana, de esas “buenas conciencias” que controlanla moral, la conducta y las costumbres de la sociedad mexicana.Tal vez el cine nacional de los años cuarenta difundió un estereotipode la aristocracia reaccionaria a la que alude Pitol en filmescomo México de mis recuerdos (1943) y su protagonista don SusanitoPeñafiel y Somallera, personificado por Joaquín Pardavé.33


El tema de la trama melodramática de El desfile del amor es la importanciasimbólica del prestigio social en la sociedad mexicanadel siglo xx. Pitol, como narrador, juega mucho a las pistas falsasy las referencias cruzadas; el título mismo de la novela alude a lapelícula de Ernst Lubitsch, The Love Parade (1929), cuyo final carnavalesco,encabezado por Maurice Chevalier, recuerda la fiestadel edificio Minerva. Pero si nos detenemos a analizar los episodios,las escenas chuscas y los personajes, acabamos pensandomás bien en personajes de la cinematografía nacional; Martínez,por ejemplo, es un peladito cuyo lenguaje y descripción física—“flaco, trompudo y vestido de pachuco”— nos remite al comedianteGermán Valdés, Tin-Tán.Los rasgos posmodernosde El desfile del amorAlgunos filósofos, como Immanel Wallerstein (2005: 40-45), calificanlos tiempos de la posmodernidad como una falta de credibilidaden los valores absolutos del pensamiento científico y delraciocinio. Nos dice Wallerstein que en la actualidad, la ciencia,como saber desinteresado, está puesta en duda. Ya no goza delprestigio indiscutido que durante dos siglos tuvo como la formamás segura de la verdad. Nos habíamos acostumbrado a pensarque, dado que la teología, la filosofía y la sabiduría popularofrecían verdades discutibles, solamente la ciencia podía ofrecercertezas. Los científicos dicen con modestia que todas lasafirmaciones científicas están sujetas a revisión si surgen nuevosdatos, con lo que parecen diferenciarse de las demás formas deaseveración de la verdad, que los científicos tildan de ideológicaso especulativas o tradicionales o subjetivas y, por lo tanto,34


menos fiables. Para muchos, los términoscientífico y moderno se convirtieron en sinónimos,y, para casi todos, estos calificati-la duda de lo que antesLa posmodernidad esvos eran dignos de elogio.considerábamos quetenía una certeza absoluta:la ciencia, la filoso-En los últimos 30 años, sin embargo, sepuso en tela de juicio el mundo de la ciencia,tal como los científicos lo habían hecho literatura no fue ajena afía y las ideologías. Laantes con la teología, la filosofía y la sabiduríapopular. Hoy en día se la acusa de seresta crisis de valores.ideológica, subjetiva y poco fiable. Se afirmaque es posible distinguir en la teorización de la ciencia muchaspremisas que no reflejan más que las posturas culturalesdominantes de cada época. Se dice que los científicos manejanlos datos de acuerdo con los intereses de un estado hegemónico,y por ende manipulan la credibilidad del público. Esta crisisdel discurso del saber científico se refleja en el discurso literario.La parodia, la carnavalización y el pastiche son los síntomas de laposmodernidad literaria.En el caso de la novela de Pitol, ésta tiene como rasgo posmodernotanto las frecuentes referencias literarias como la diversidadde perspectivas. Es muy importante que el autor no privilegieun punto de vista absoluto, al contrario, la genialidad dela novela es que hay una multiplicidad de opiniones y de “voces”narrativas que tienen un motivo personal que exponer. Otro rasgoes la carnavalización de los rituales sociales mexicanos, comolas reuniones de sociedad o las de la alta burguesía, en donde laetiqueta es una ceremonia que impone un cierto orden que lafiesta altera y rompe de manera abrupta.Un concepto bajtiniano que encontramos en algunos filósofosde la posmodernidad es el de cronotopo (literalmente, “tiempo-espacio”),que el maestro ruso define como:35


[…] la conexión esencial de relaciones temporales y espacialesasimiladas artísticamente en la literatura. Este término se utilizaen las ciencias matemáticas y ha sido introducido y fundamentadoa través de la teoría de la relatividad (Einstein). A nosotros no nosinteresa el sentido especial que tiene el término en la teoría de larelatividad: lo vamos a trasladar aquí, a la teoría de la literatura,casi como una metáfora (casi, pero no del todo); es importantepara nosotros el hecho de que expresa el carácter indisoluble delespacio y el tiempo (el tiempo como la cuarta dimensión del espacio).Entendemos el cronotopo como una categoría de la forma yel contenido en la literatura […] (237)Con el concepto de cronotopo Bajtin funde el tiempo y elespacio narrativos en una misma idea indivisible. No podemoshablar del uno sin el otro; en la novelística, el espacio-tiempose convierte en un personaje más con sus reglas y condicionesestéticas propias.Algunas características de la novela policiacade El desfile del amorEs difícil decir que El desfile del amor sea una novela policiaca; sinembargo, tiene ciertas referencias que nos recuerdan algunasconvenciones del género. Si revisamos los cánones de las novelasde espionaje y del thriller, la obra de Pitol reúne lo básicopara entrar al género: hay un asesinato y un investigador quequiere saber la verdad. La situación se complica desde el puntode vista de lo policiaco porque 1) el personaje que hace lasveces de “detective” es un historiador y 2) el asesinato ocurriótreinta años atrás del presente de la novela.36


Por otro lado, El desfile del amor no tiene relación algunacon la novela policiaca mexicana al estilo de las novelas de RafaelBernal, Paco Ignacio Taibo II o alguna otra. La estirpe policiacaa la que pertenece está más cerca de una parodia delas novelas de espionaje internacional, como las de Ray mondChandeller, que a los thriller norteamericanos. El primer guiñohacia lo paródico es que la indagación la hace un historiador, esdecir, un académico cuyo oficio es buscar la verdad, que es imposiblede conocer ante las situaciones delirantes de los demáspersonajes.Sergio Pitol ha declarado en varios ensayos ser lector asiduode la novela policiaca. En el volumen La casa de la tribu escribióun texto sobre Patricia Highsmith, novelista que revolucionó elthriller moderno. Es importante conocer la opinión de nuestroautor respecto a las características que tiene la novela policialmoderna:Alfonso Reyes señaló alguna vez que la novela policial constituyeel último género clásico de nuestro tiempo. Obedece a cánonestan estrictos como los de la tragedia griega o el teatro español delSiglo de Oro. El mínimo incumplimiento del código preciso que lorige destruiría su eficacia. Según Sklovski,los dos procedimientos fundamentales dela novela de misterio estriban en un retratovoluntario de la solución de sus enigmasy en radical ‘extrañamiento’, que aldistanciarlos de lo narrado congela cualquieremoción que tienda a desbordarse.La sangre de ese mundo será siempreuna sangre irreal, de mentirijillas, y cadacadáver que se produzca se volverá deplástico.37En la trama de espionajede El desfile delamor, se hace alusión alas actividades secretasde los grupos pronazisque operaron en Méxicodurante la SegundaGuerra Mundial.


En la tradicional novela inglesa de detectives todo deberáocurrir como en un juego de ajedrez… Su marco suele ser unacasa palaciega, un prestigioso club londinense, un hotel de lo másprestigioso, un yate; es decir un círculo cerrado donde se muevandamas y caballeros de amplios recursos económicos, modales excelentesy acento perfecto… En la siguiente transformación delgénero, la novela negra norteamericana, los términos se han invertido.La sociedad es por principio culpable. Está enraizada enel crimen y en el crimen prospera (1991: 136-137).La trama policial y social de El desfile del amor se apega aesta última aseveración del autor, el crimen del joven Erich MaríaPistauer se afinca en el mundo de la mafia y de la corrupciónde las buenas conciencias. Pitol “mexicaniza” las condicionescosmopolitas de la novela negra. Si partimos de la premisa deque el género policial en México nació en la marginalidad de lanota roja y fue despreciado por la crítica académica hasta hacerelativamente poco tiempo, y que desde los años cuarenta tuvoun auge relativo, entonces, Sergio Pitol es un novelista policialatípico. Para empezar, los autores que prefiere son Eric Ambler,Graham Green, Somerset Maugham y Patricia Highsmith, novelistascon los que está en deuda como escritor y lector.Sergio Pitol ha estado al margen, por su larga estancia enEuropa, del desarrollo de la novela policial en América Latina,en donde este tipo de obras ha sido un género problemático yhuidizo, con particularidades importantes que sólo un especialistapuede determinar. Por ejemplo, María Elvira Bermudez, conocedoray especialista del tema, señala que:Entre nosotros, los mexicanos de hoy, está muy extendida lacreencia en el sentido de que una obra es policiaca porque en ellase comete un crimen y aparece la policía, o porque un detective38


o un oficial cuentan sencillamente algún caso en que han intervenidoo porque se narra en ella la vida de algún delincuente muyconocido. En esas y parecidas coyunturas se estará ante un reportaje,una crónica o una biografía, pero no frente a una novelapoliciaca porque lo que caracteriza al género es el misterio, la investigacióny la idea de justicia (cit. En Gómez Beltrán: 37).El desarrollo de la novela policial en México ha sido lento:“En México el abordaje de lo policiaco en la narrativa ha sidoesporádico, exiguo y, en ciertos casos, híbrido” (38). Rafael Bernales quizá el más interesante de los escritores policiales consu novela El complot mongol, obra de espionaje que en buenamedida se convierte en novela política al descubrirse los móvilesdel golpe de estado que se narra en el texto. Carlos Fuentes escribióla novela La cabeza de la hidra (1978) mezclando el asuntodel thriller policial con elementos de la política petrolera mexicana,creando un texto híbrido que, como lo dice en algún momentola misma historia, es un relato acerca de un James Bonddel subdesarrollo.Vicente Leñero, autor de la novela policiaca Los albañiles,opina que el género negro en México:En un país como el nuestro […] donde los autores de los crímenesno se descubren nunca, no se puede hacer una novela con un inspectoro un investigador que lo descubre todo. Lo más interesanteen el ambiente mexicano es que los crímenes no se resuelven.Los policías o los inspectores son gente corrupta que encuentraun culpable, pero no desata las amarras del misterio. Pienso queallí hay un filón enorme para escribir.Cada vez menos, por fortuna —sigue Leñero—, la novela policiacamexicana pretende que haya un detective o un guarura, unpersonaje de buena voluntad, jodido, borracho, a veces reportero,39


pero que indaga y finalmente descubre. Ésa ha sido la limitaciónmás notable de nuestra novela policiaca, que cree todavía que lashistorias se resuelven. Yo pienso que lo más característico del fenómenopoliciaco de México es que no se descubre a los criminales.Una novela en la que lo dramático estuviera no en descubriral culpable sino en el hecho de que no se puede descubrirlo y losque ganan son los malos, sería un buen reflejo de nuestra realidad.Porque aquí nadie investiga nada. Se hacen dizque investigacionespara encontrar un culpable, no para hallar al culpable.Las cárceles están llenas de culpables acusados de cosas que nocometieron (39-40).En buena medida Sergio Pitol parte de la misma premisa queVicente Leñero, en México no se sabe la verdad histórica, o políticao judicial. El iluso historiador Miguel del Solar pretende resolverun crimen cometido hace treinta y dos años atrás. Confíaen la memoria histórica y en la buena voluntad de las personas,y fracasa.El dialogismoen El desfile del amorEl desfile del amor está armado para dar un panorama amplio devoces narrativas, que son, a la vez, una resonancia de las ideologíasdel México de la década de los ochenta, de tal manera quepodríamos hablar del “antes” de su publicación y del “después”de ésta. Una de las virtudes de la novela es su verosimilitud.Uno pensaría que personajes como Miguel del Solar, EduvigesBriones, Ida Werfel o Delfina Uribe son verdaderos. Si bien estáninspirados en algunos episodios de época, son totalmente40


ficticios. Este efecto de verosimilitud lologra Sergio Pitol al hacerlos interactuarcon personajes históricos y con hechosverdaderos que revisaremos en el apartadodedicado a la trama histórica. Así,leemos que Delfina Uribe fue gran amigade Diego Rivera, Frida Kahlo y Rufino Tamayo.Inclusive Ida Werfel era conocidade Alfonso Reyes. Estos recursos le danveracidad a la novela. Podemos considerarque cada personaje es la parodia deun estereotipo cultural: Miguel del Solar, del intelectual elitista,educado en Europa, que cree encontrar el sentido oculto del sernacional en su indagación sobre la muerte de Pistauer. EduvigesBriones es la parodia de la clase conservadora y de las buenasconciencias que son profundamente racistas, incluso fascistas,intolerantes, hipócritas. Católica convencida, Eduviges pasa lavida diciendo pestes de la gente que odia, su manera de hablares cursi y melodramática. Delfina Uribe, la parodia de la clase cultaque produjo la Revolución, es libre pensadora y beneficiariade las corruptelas de los gobiernos priístas. Recibió una buenaeducación y como hobby se dedica a promover el arte mexicanoentre la clase acomodada. En su juventud derrochó una fortunaen viajes y amantes de ocasión. Asimismo, el lector se darácuenta de que el novelista ha inventado todas estas tramascon la intención de parodiar los discursos melodramáticos queencontramos en la literatura de entretenimiento, las revistas delcorazón, las biografías cursis y las telenovelas.Cuando Pitol escribe y publica El desfile del amor, el país atraviesapor una de sus endémicas crisis económicas. México eragobernado por Miguel de la Madrid y se pasaba por un periodo41El desfile del amorapareció en plena crisisdel sistema político mexicano,durante la transiciónde los políticosde la vieja escuelapor los jóvenes tecnócratasegresados de laUniversidad de Chicago.


de transición de la clase política. Los viejos abogados egresadosde la Facultad de Derecho de la unam eran sustituidos porlos llamados “tecnócratas”, economistas egresados de la Universidadde Chicago, que aplicaban esquemas neoliberales a losmodelos económicos del Partido Revolucionario Institucional.Por otro lado, en los temas políticos se estaba diseñando lareforma que ya había planteado el gobierno de Luis Echeverríay en la que se daba cabida en las cámaras de diputados y senadoresa los nuevos partidos de izquierda, en donde militabanmuchos ex guerrilleros. Como se verá, cuando en la novela Pitolalude a que el México actual es un país de síntesis política serefiere expresamente a este momento histórico.Miguel del SolarMiguel del Solar es el personaje eje de la novela, es un importantehistoriador que ha realizado estudios de posgrado en Inglaterra.Regresa a México porque está a punto de aparecer sulibro El año 1914, en donde revisa los acontecimientos políticosy sociales de ese año y su influencia en el curso que tomó la Revoluciónmexicana. Le obsesiona el asesinato ocurrido en 1941en el edificio en donde pasó toda su infancia. Motivado por lacuriosidad decide investigar por su cuenta los sucesos del edificioMinerva, en donde murió el ciudadano austriaco Erich MariaPistauer.Miguel del Solar hace la función de detective en la pesquisapolicíaca, se entrevista con los sobrevivientes de la noche delcrimen para sacar sus conclusiones, mismas que no son explicadasal lector; por el contrario, éste debe esforzarse por dar conel culpable. Del Solar es la parodia del detective de las películas42


policiacas, 4 fracasa en su intento por resolverel crimen; en lugar de descubrir la verdadtermina perplejo por los acontecimientosdel edificio Minerva, balbuceando “como unpinche sordomudo” (231).Eduviges BrionesLa gran metáforade El desfile delamor se centra enocultar la verdad,nadie sabe o nadiequiere saber sobrelos motivos y losautores de los asesinatosdel año 1941.Nuestro novelista mostró un gran interés por la farsa cómicacomo género narrativo. Pitol mismo explica el tono cómico desu novela:[…] sucedió en el extranjero: es en la que relato acontecimientosque suceden en la ciudad de México vistos desde fuera, a travésde la trilogía El desfile del amor, Domar a la divina garza (1988) yLa vida conyugal (1990), que adquieren un tono paródico. Es elretrato de las instituciones a través de sus elementos chuscos;el mundo que quiere imponerse por su prestigio y su poder estávisto en estas novelas como un mundo devorado por las pasionesmezquinas y ridículas. El panorama general que doy es el de laridiculización de todo este ‘prestigio’ (Palacios 1993: 9).Desde esta perspectiva cómica debemos entender los diálogosy los personajes de El desfile del amor, cuyo sentido es queson representativos de una clase social y de un determinadopensamiento político. Por ejemplo, Eduviges Briones representaa la añeja clase acomodadaque siente que fuevejada por la clase triunfantede la revolución de4Incluso en la entrevista con Delfina Uribe, Del Solarconfiesa: “Me doy muy bien cuenta del elemento grotescoen esta parodia de investigación policiaca querealizo […]” (127).43


1910. Delfina Uribe la describe como una mujer “con clase”, quecon pocos recursos podría llegar a ser tan elegante “como lamujer mejor vestida de París o de Roma” (121).El perfil psicológico de un personaje lo conocemos por loque habla y por lo que los demás personajes dicen de él, perotambién es muy significativa la descripción física. En el caso deEduviges, Pitol pinta un personaje grotesco por su obesidad,cuya fealdad está exagerada hasta lo caricaturesco. En el capítulodedicado a nuestro personaje, el autor la describe comouna masa gelatinosa cuyo rostro recuerda al de un bulldog: “Elrostro se le había vuelto de gelatina. Movía con exageración loslabios y al final de cada frase las comisuras le caían tanto que pormomentos parecía un viejo bulldog” (34-35).Pitol no sólo caricaturiza a Eduviges Briones sino prácticamentea todos los personajes de la novela. La estrategia desu comicidad es un gancho para atrapar la atención del lector.A la apariencia física degradada de Eduviges hay que agregar suresentimiento político y su discurso social, retrógrado y discriminatorio.Arnulfo BrionesEs un personaje siniestro, está ligado a la mafia y a actividadescriminales, es el principal sospechoso de haber mandado matara su hijastro, el austriaco Pistauer. Representa los valoresconservadores de la antigua clase gobernante. Como señalo enel pasaje en el que comento la historia del año 1914, la familiaBriones resume el pensamiento de la clase criolla racista y conservadoraque José Vasconcelos relata en su libro de memoriasLa tormenta (1936). El lector interesado en el aspecto histórico44


de las clases sociales de la novela no debepasar por alto la relación entre las memoriasde Vasconcelos, en especial a la que hagoalusión, y la referencia a la clase acomodadavencida durante la guerra civil. Briones es sumamenteracis ta y practica una doble moralque se va descubriendo a lo largo de los capítulos.Tiene diferentes asuntos comercialescon gente de la Alemania nazi, pero se casóEn la trama aparecentodas las capassociales del Méxicode los años setenta,desde el empresariocorrupto, hasta lamultitud proletariaque brota de las escalerasdel metro.con “Chole, la del chilpachole”, una mujer humilde de Tamaulipas,“que apenas sabía hablar”. Al enviudar contrajo segundasnupcias con una alemana, la madre de Erich Maria. Murió en unasituación demasiado confusa.Delfina UribeDelfina Uribe es el personaje antagónico deEduviges Briones. Es una dama culta que harecibido los beneficios de la revolución y dela alta cultura. Es una promotora de arte,dueña de una prestigiosa galería, con unavida profesional exitosa, pero que tiene unlado oscuro en su pasado. Además, su hijofue herido de muerte en el atentado contraPistauer.El padre de Delfina Uribe tiene una participaciónimportante en el año 1914, durante45La estructura de Eldesfile del amores perfectamentesimétrica. Hay unadialéctica entre losopuestos, en la quese enfrentan: larazón y la locura; laverdad y la mentira;lo culto y lo popular.la convención constitucionalista en la que participaron FranciscoVilla, Emiliano Zapata, Álvaro Obregón y Venustiano Carranza.Pedro Balmorán la describe como:


¡Protagonista total de la revolución mexicana! ¡Diva absoluta! ¡Lahistoria como crónica familiar! ¡Su padre, el sol redondo y coloradode la época! Le voy a decir a usted [a Miguel del Solar] una cosa:si Delfina representa algo es sólo a sí misma, a sus innumerablesmezquindades, su ansia de poder, su rapacidad sin límites. Se quedaríausted estupefacto si le comentara hasta qué grado fuimosamigos […] (114).Delfina Uribe es la hija predilecta de la revolución, y lleva unavida dedicada al arte y a la dolce vita de la gente acomodada:“Asistía a actos públicos, a mítines universitarios y sindicales[…] En el fondo deseaba ser la mujer mejor vestida de México,la más vistosa, la más deslumbrante” (121). En buena medida,las relaciones entre Delfina y Eduviges es una lucha por el podersocial y por el prestigio de clase.Ida WerfelPor las confidencias de su hija Emma, sabemos que Ida es unaexiliada judía que salió de Alemania debido a la persecuciónnazi. Es una experta en la literatura del Siglo de Oro españoly en los ensayos del teórico ruso Mijail Bajtin, en particular leinteresa el tema del cuerpo grotesco en la novela picaresca. Aligual que Eduviges Briones es un personaje grotesco cuyo físicole da un carácter cómico. La señora Werfel es una intelectualque tiene una pasión desmedida por “echar” albures a la menorprovocación. Sus ocurrencias la han llevado al delirio, yen la fiesta fatal de 1942 su pasión por el calambur —figura retóricacercana al albur porque maneja también el doble sentidocon una fuerte carga sexual— provoca una escena tragicómica46


con uno de los sicarios acusados de la muertedel austriaco.Tuvo un desafortunado encuentro conPedro Balmorán sobre los manuscritos delcastrado mexicano que terminó sus díascomo faquir en Nápoles. La erudita alemanahizo una evaluación negativa de los textos,lo que desencadenó la ira de Balmorán:Los personajes ficticiosconviven con lospersonajes reales, enuna disolución de larealidad que le otorgaa la novela unagran verosimilitud.Se las había llevado [las 300 páginas del manuscrito original] auna mujer a quien entonces consideraba yo una polígrafa seria yresponsable, y que resultó ser la peor, la más astuta mercanchifleque haya pisado tierra mexicana. Ella, la erudita insigne, no comprendióel valor excepcional de este relato. Tuvo la desvergüenzade decirme que era poco serio, que ni social ni literariamente erainteresante […] (110).Una idea que hay entre líneas es la turbia dicotomía amoesclavoen la relación Ida-Emma, ya que la hija muestra una veneraciónenfermiza por su madre.El lector deberá hacer una lectura maliciosa de lo que se sugiereentre líneas. Todos los personajes tienen algo que esconder,casi siempre, una transgresión moral. Los Briones ocultanla vida corrupta y los crímenes de Arnulfo. Delfina tuvo un padreque se enriqueció gracias a los negocios que maquinó desde elgobierno. Ida Werfel, una mujer dedicada al estudio de la literaturamedieval y de los Siglos de Oro, a la que incluso Alfonso Reyesle dedicó algunos comentarios, sentía una atracción secretapor Martínez. Pedro Balmorán es un paranoico decrépito queconoce los secretos de los inquilinos del edificio Minerva.47


La gran preguntaque el lector se formuladespués de leer la novelaes ¿qué se hizo de lospostulados de la Revolución?En este sentido,El desfile del amores la crónica de la decadenciade la lucha socialque inició en 1910.Pedro BalmoránPedro Balmorán es el personaje más delirantey absurdo de toda la novela. Quedóparalítico al recibir un balazo en el atentadoen el que murieron Pistauer y el hijo deDelfina Uribe. Es un viejo librero con deliriode persecución que ha recopilado la extravagantehistoria de un cantante castradomexicano que en el siglo XIX fue llevadoa Italia. La historia no tiene nada que ver con el asesinato dePistauer pero es parte fundamental de la comedia de enredos,la cual tiene en común con la novela de Pitol el espacio festivocomo un lugar lúdico en donde las convenciones sociales no sonrespetadas. En El huerto de Juan Fernández, de Tirso de Molina,las citas secretas de los enamorados se dan por medio del travestismo,asunto de suyo bastante carnavalesco y fes tivo. En lafiesta de El desfile del amor, las reglas de etiqueta se rompencuando cada quien malinterpreta los comentarios de los otros.Pitol se cuidó de hacer un personaje deforme acor de con sumentalidad enferma:Encontró a un hombre de alrededor de sesenta años. Una carachupada, el pelo cortado casi a ras. La cabeza demasiado grandepara el cuerpo raquítico. Todo él, un conjunto de tejidos resecos ymal anudados. En la cara misma, sobre la nariz, se le formaba unaespecie de nudo. El costado derecho era una muestra completa dedeformidades; la pierna contraída, el pie torcido hacia el interior,el brazo sin movimiento; la mano muerta apoyada en el pecho, enel lugar del corazón. Lo esmirriado del cuerpo no impedía el crecimientode un vientre en forma de pera. La primera impresión que48


producía aquel guiñapo era de suciedad, pero a los pocos minutosese efecto desaparecía (104).Pedro Balmorán ejemplifica muy bien la forma melodramáticamenteexagerada en que Pitol caricaturiza a sus personajes.En la página 105 se describe uno de los ataques de demencia delviejo Balmorán:Un elemento de artificialidad desmedida hacía intolerables susmonólogos. Un repertorio de muecas, guiños, silencios y pausasdramáticas, acentuado por los incesantes movimientos nerviososde la mano izquierda, parecían anticipar la importancia de una frasea punto de ser pronunciada que resultaba siempre de una banalidadinsufrible. De cuando en cuando repetía el mismo estribillo:el suscrito, Pedro Balmorán, el mismo que canta y baila los másen cantadores valses de este mundo, el mismo que canta y bailael trepidante mambo, no había envejecido, no sentía los años, nisiquiera sabía cuántos tenía, no estaba amargado, practicaba lafelicidad como un diario ejercicio de salud, cuando lo cierto eraque sería difícil contemplar una imagen tan atroz de la decrepitudcomo la suya, una visión del hombre convertido en mero saco dehiel y de rencores.El demente librero representa al intelectualsegundón resentido con los amigosque criticaron su obra demencial e insulsa.Martínez, el bastonero de oroEs un matón, chantajista y mafioso de bajaestofa. Está tomado directamente de los es-49Las digresiones dela trama nos narranhistorias de locura y delujuria. Una de ellas esla del “castrati” mexicanode los tiempos deMaximiliano y Carlota.


tereotipos de los truhanes del cine mexicano de los años cuarenta.Su forma de hablar y de vestir recuerda a los pachucosde esa década. El personaje se distingue por su mal gusto enel hablar, en el vestir y en no ocultar sus bajas pasiones por lasmujeres entradas en carnes. Pensando que Pedro Balmorántiene en su poder documentos comprometedores de la familiaBriones, destrozó la obra documental del librero. Martínez nosabía que en realidad los documentos eran los manuscritos delcastrado mexicano. En cambio pensaba que eran los textos deun pariente lejano de Eduviges que había enloquecido de sífilis ydel que la familia quería borrar su huella de la historia. Balmoránfue víctima del acoso de los Briones y de la violencia de Martínez.El lenguaje de Martínez le da un sello particular a la parodia delcriminal inspirado en películas mexicanas. “El desfile del amor yyo su bastonero de oro”, “no hay placer comparable al de nadaren grasa” son frases que este ex presidiario “soltaba” en eledificio Minerva durante sus interrogatorios y pesquisas. Es unhombre de barrio que ha pasado varias temporadas en prisióny al que no le importa caer en la bajeza más vil con tal de quele paguen sus servicios. Al final será muy importante su presenciaen la fiesta del edificio Minerva y en la muerte de Pistauer.Derny Goneaga, amigo de Miguel del Solar,recuerda que MartínezLo vulgar, lo populary lo obsceno se resumenen la psicologíadel matón conocidocomo Martínez, enquien se mezcla elrencor social con lalujuria y la violencia.gozaba de pocas simpatías. La gente lo considerabamuy chafa. Delfina, por ejemplo, no leperdona que se hubiera colado en su casa sininvitación. Y bueno, a nadie le hace gracia quealguien llegue y comience a golpear a una señora.A mí Martínez me parecía genial por eso, porchabacano. Creo que era yo su único partidario50


[…] Delfina tiene razón en una cosa: Martínez era el rey de la vulgaridad.¡Nadie como él! Se decía abogado, pero era evidente quea duras penas había concluido la primaria. Su idioma era un acierto:brotes del lenguaje pomposo de los Briones, con cierto sabor ahampa. ‘Mi asesor’, le decía mi tío con actitud paternal, o a veces,‘mi consejero’. No me imagino en qué podría asesorarlo, ni quépodría aconsejarle; a todas vistas era un reverendísimo pendejo.Pero a mí me hacía gracia. Se las daba de galán. Según decía, habíanacido para galán y diplomático […] ‘Les resolvería sus problemassin que siquiera llegaran a enterarse […] Sería el desfile del amor,la marcha de la concordia, y yo, su bastonero de oro […] (175).Al sesgo, se sugiere que Martínez sentía una atracción enfermizapor la rolliza Ida Werfel, a lo que la erudita alemanacontestaba coquetamente que el siniestro Martínez no era másque “un latino de fuego enloquecido por sus blancas pechugas”(129). En esta fiesta encontramos los elementos carnavalesco-bajtianosque forman parte del ritual de la coronación ydestronamiento. Martínez, el rey del carnaval, piensa que hasido ofendido por la maestra Werfel al haber revelado el secretode que él padecía hemorroides. Ida Werfel, como reina destronada,es golpeada por el sicario en un episodio francamentebufonesco.El estilo de la novelaPara entender la novela debemos tener presente que el autorjuega con diversas referencias literarias e históricas. Por ejemplo,se menciona la obra del autor inglés Charles Dickens (1812-1870),Nuestro amigo común, publicada en 1865, en donde se narra unahistoria llena de confusiones y malentendidos, como sucederá51


en la historia del asesinato de Erich Maria Pistauer. Otra referencialiteraria de relevancia es la pieza teatral El huerto de JuanFernández (1634), de Tirso de Molina, autor del Siglo de Oro español.Se trata de una comedia de enredos, en cuya trama juegaun papel principal el travestismo de los personajes. En el nudode la trama encontramos a dos damas vestidas de hombres.Una, noble; la otra, villana. Ambas van a Madrid en busca delhombre con quien cada una quiere casarse. En esta obra nadieestá seguro de nada: no sabemos bien a bien la identidad de lospersonajes ni sus intenciones. Sólo al final el espectador-lectortiene la respuesta.Lo mismo sucede en la trama de El desfile del amor, cada personajenos da una versión distinta y absurda de la muerte delaustriaco Pistauer. Hay, además, otro rasgo que distingue a lanovela, y es el carácter cómico grotesco de las situaciones. Algunosestudiosos de la obra de Pitol señalan que nuestro autorsigue muy de cerca la tradición cómica de la comedia del absurdo,al estilo del escritor italiano Luiggi Pirandello o del irlandésSamuel Beckett. El mismo autor mencionaba en una entrevistaque una de las características de su novela era la participaciónactiva del lector en la resolución final de la trama:[En El desfile del amor] hay pistas regadas que conducen hacia [laresolución de los enigmas] pero compete al lector seguirlas y armarla novela: elegir el desenlace que quiera. Quizá se me pasóla mano en cuanto a la elipsis, al omitir algún pasaje que podríaaclarar más el misterio o, por lo menos, señalar a los lectores quetienen que fijarse más en ese punto para entender lo ocurrido [...](1996: 120).52


Debemos saber, primero, que una elipsis es la supresión dealgún término, dato o explicación en la trama de la novela, loque hace que el lector deba estar atento a los detalles, referenciasy enredos de la narración.Mención aparte merecen las expresiones cursis de todos lospersonajes de la novela. Son frases hechas, muy desgastadas socialmente,que sólo indican el vacío del discurso trillado que vaimplícito con la incomunicación y con las maneras de hablar deciertos políticos o con el lenguaje manido de las novelas rosasal estilo de Corín Tellado o de Barbara Cartland. Este recurso yahabía sido usado, por ejemplo, por Manuel Puig en La traiciónde Rita Hayworth o El beso de la mujer araña. En estos casos elnovelista manipula de manera artística el lenguaje de la culturade masas que todos conocemos. El aspecto del manejo del lenguajede la literatura popular en el tríptico del carnaval es uno delos temas más importantes a estudiar en la narrativa de SergioPitol. Los monólogos de los personajes parecen sacados de losmelodramas de mujeres desairadas que esperan la llegada deun nuevo amor. Pero hay que aclarar que sólo los personajesmás demenciales, como Pedro Balmorán, Ida Werfel, DelfinaUribe y Eduviges Briones, recurren en sus momentos más melodramáticosa la retórica del cliché. En varias ocasiones Pitolse ha referido a este tipo de literatura deentretenimiento como “literatura burra” que[…] está por todas partes y que las propiaseditoriales grandes, mediante la mercadotecnia,la quieren hacer pasar por obra dearte, hasta el punto de presentar al escritoro la escritora de esa literatura burra comoextraordinario, magnífico o como el mejor53En la novela nohay nada definitivoni absoluto. Los puntosde vista se contradiceny el lectordebe de elegir quécamino seguir.


libro escrito en 10 años. Desde el siglo XVIII, en la historia de laliteratura existe esta corriente de la escritura de entretenimientoy me parece que está bien. Durante mi adolescencia y juventud habíamuchos escritores de este tipo, que hacían una literatura queno era erótica, sino más bien melosa, pero conocían sus límites ysabían muy bien lo que hacían. Como es habitual, ellos ganabanmucho más dinero que los escritores, pero no entraban a la historiade la literatura, ni a las ternas para los premios ni tenían posibilidadesde lograr algún doctorado honoris causa. No molestabana nadie, al contrario, eran un servicio a la sociedad. Pero ahora nosucede esto. Ahora hay un cambio importante provocado por laseditoriales, que quieren situar a sus escritores en la cúspide, peroal final esto a mí no me molesta porque me he dado cuenta de quea todos estos escritores de literatura de entretenimiento ya nadielos menciona ni se acuerda de ellos. Están tan marchitos que nose pueden ni siquiera reditar (Tejeda 2005, consultado en línea:www.lajornada.unam.mx, el 3 de octubre, 2005).Parte fundamental del trabajo lingüístico de El desfile delamor es la parodia de las expresiones cursis de esta literatura deentretenimiento; si no tenemos presente este antecedente nopodemos comprender la parodia humorística que nos proponePitol. Las novelas de entretenimiento, que no sólo son los bestsellers de las tiendas departamentales sino que aparecen tambiénen revistas de modas, tienen un formato que no cambia:la historia de amor entre dos personajes físicamente perfectos.Tomemos como parámetro una novelita semanal de Corín Tellado.Ya desde el inicio encontramos los estereotipos de la novelarosa que Pitol reelaborará en la historia de Delfina Uribe: “Tencuidado, Irene. Bella y altiva, Irene estaba acostumbrada a teneruna corte de admiradores… hasta que conoció a Eloy Morís”(Tellado 2009: 236). A lo largo de la historia de Irene encontra-54


mos este tipo de frases hechas que aparecen semana a semanasólo con pequeños cambios. Siempre encontraremos descripcionesfísicas de este tipo:Irene se fijó en el conductor. Tenía el pelo rubio oscuro y el cuerpoatlético. “Es atractivo”, pensó. Ella era una muchacha morena, depelo corto, ojos negros, boca provocadora y cuerpo esbelto. Tenía19 años y le abundaban los enamorados, pero a ella no le interesabaninguno. Para Irene la palabra amor era una solemne tontería(Tellado: 236).Las escenas de amor son la cúspide de la cursilería ramplonade esta literatura:Cuando entraron, se abrazaron con desesperación. Él empezó adesvestirla y así la llevó a la cama. Vivieron la experiencia más hermosade sus vidas.—Irene, te amo y me has hecho el hombre más feliz al entregartea mí en cuerpo y alma. Cuánto tiempo hemos perdidodespreciándonos, burlándonos… Pero eso nunca más ocurrirá(248).Cuando Delfina relata la historia pecaminosa de su primaRosa, el lenguaje no es muy diferente:[…] Rosa solía hablar de sus amantes. Tal vez ficticios, inexistentes,¡quién podría saberlo! Gigolós italianos con quienes decíapasar días enteros bailando tangos, muchachos alemanes que lehabían hecho conocer los placeres más ásperos; negros del Sudánque lamían como panteras su cuerpo antes de devorarlo […]continuaba hablando de líquidos viscosos derramados sobre susmuslos [luego pasaba a narrar] sus verdaderos descubrimientos55


en México, como los llamaba, o sea sus encuentros con choferes,soldados, porteros, albañiles, con una descompostura verbal cadavez más alarmante (134).Cabe hacer un repaso de algunas de estas expresiones y delas situaciones en que se dicen y quién las dice:Adele Waltzer, la esposa alemana de Arnulfo, le recriminasu soledad con este argumento: “No quieres que trate a nadie.Me exiges quedarme sin amigos, ¿verdad? Pero en cambio, no tepreocupas por sustituir los amigos que pierdo con los tuyos […]Nos había convertido en sus ratas de laboratorio” (210).En la entrevista con Emma Werfel encontramos esta retóricahueca del elogio desmedido: “Una obra se salva sólo cuandocontenía la centella de la verdad”. “Esta casa es fruto y espejo desus labores” (78-79). Es un lenguaje falso y artificioso que nadieescucha en la calle, en el mundo real, pero sí en los melodramaspopulares. El sicario Martínez es otro personaje cuya historia esdigna de considerarse como el prototipo de la parodia de las novelasde entretenimiento:¡El célebre bastonero de oro! Uno de sus placeres favoritos, unhábito casi, consistía en narrarme sus aventuras galantes en Hamburgoy Berlín […] Las mujeres debían ser maduritas y sobradasde carnes. Nada de muchachitas ni de flacas. “¡Gallina vieja hacebuen caldo!”, exclamaba […] Una tragedia oscurecía sus días: padecíahemorroides. “Ese es el cruel estigma de mi organismo”, medijo un día […] (176).La historia misma del castrado mexicano está narrada en lostonos de estas novelas de entretenimiento, y los mismos personajesson parodia del ambiente artificial de estos textos. La56


historia tiene como escenarios París y Venecia.La baronesa Palmira von Lewenthauy el teniente francés Giraux han llevado al“ruiseñor mexicano” a la corte veneciana.La voz del indígena potosino era “¡comparablea los ángeles dorados de Bohemia!¡Comparable a los más bellos ángeles demi Italia natal! ¡Permítame oír otra vez mástu voz! ¡Canta, ángel mexicano, canta, porfavor! ¡Ésta, tu más humilde sierva, de rodillas,lo implora!” (188). Las novelas de la escritora inglesa BarbaraCartland se desarrollan en la corte entre princesas, tenientesy toda la nobleza británica. Sin duda Pitol parodió este tipo denovelas dándole un giro truculento, pues el castrado mexicanoes abandonado en Nápoles, en donde enloquece y muere.La propuesta lingüística de Pitol es coherente con la idea deBajtin acerca de que la cultura popular es una parodia de la culturaoficial. El giro que le da Pitol es lo que la hace diferente, ensu caso es la cultura prestigiada socialmente la que parodia a lapopular.Cada uno del los capítulos de la novela tiene una funciónespecífica, hasta llegar al clímax de la obra, la narración de laúltima fiesta a la que asistió Erich Maria Pistauer, y en donde sereunieron todos los personajes de la novela. Es el punto culminantede la comedia de enredos y de la confusión de las tramas.En cada uno de los doce capítulos conocemos un nuevo personajey nuevos datos tanto de la fiesta del edificio Minerva comodel asesinato de Pistauer. El logro de la novela es que cada personajeda una versión parcial y distinta de los hechos según supunto de vista, sus prejuicios de clase social, su cultura y su saludmental. Al igual que la película Rashomon, de Akira Kurosawa,57La fiesta es el lugarclave de la novela.En ella se reúnen todoslos personajes y se dejaentrever quién fueel autor del crimen.Es el clímax tanto dela trama de suspensocomo del carnaval.


asada en dos cuentos de Ryunosuke Akutagawa y en las novelasque integran El cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell, lanarración enfrenta los diferentes puntos de vista de los protagonistas.El autor se disuelve en la multiplicidad de opiniones, yle toca al lector asumir el papel de juez y autor en la resoluciónde la trama.El espacio simbólico:el edificio MinervaSergio Pitol cuidó mucho el espacio urbano de la novela, que sedesarrolla en uno de los edificios más emblemáticos de la coloniaRoma de la ciudad de México, el edificio bautizado popularmentecomo la Casa de las Brujas, por su estilo gótico, obra delarquitecto R. A. Pigeon. Data de 1908, cuenta con más de cienaños de existencia y en él vivió por muchos años la crema y natade la intelectualidad mexicana e internacional. En El desfile delamor, la Casa de las Brujas es llamada el edificio Minerva, y esuna especie de microcosmos del México de los años cuarenta.Es sin duda un espacio simbólico tanto de la ciudad de Méxicocomo de lo variopinto de los estereotipos sociales mexicanos. 5Un rasgo importante y definitivo del estilo de la novela esque las opiniones que emiten los personajes están enfrentadas,de tal manera que es difícil dirimir cuándo dicen la verdad ycuándo mienten. Todos los personajes, que han coincidido en eledificio Minerva, tienen un motivo para hablar mal del prójimo,5Remito al lector a consultar la crónica de EduardoGarcía Aguilar, “Vivir en la Casa de las brujas”, en dondese hace un recuento de la historia del edificio. Consultadael 5 de diciembre de 2012.58y todos interpretan asu manera los motivospor los que Pistauer fueasesinado. La verdad se


hace relativa y no hay ningún personaje que sea cien porcientoinocente. En este sentido, el espacio físico de la novela tiene untrasfondo histórico importante tanto en la trama como en la estéticade la novela.Durante décadas, el edificio ha constituido una extravagancia arquitectónicaen ese barrio de apacibles residencias de otro estilo.A decir verdad, en los últimos años nada desentona, ya que el barrioentero ha perdido su armonía. El peso de los nuevos edificiosresquebraja las casas graciosas de dos, a lo sumo de tres plantas,construidas según la moda de comienzos de siglo en Burdeos, enBiarritz, en Auteuil. Hay algo triste y sucio en ese rumbo que hastahacía poco lograba sostener aún ciertos alardes de elegancia, deantigua clase poderosa, maltrata pero no vencida. La apertura dela estación del metro, las bocanadas de desarrapados que vomitaregularmente, la aparición de innumerables puestos de fritangas,tacos, quesadillas y elotes; de periódicos y libros de segundamano, los vendedores de perros, de juguetes baratos, de medicamentosmilagrosos, señalan el auténtico fin de esa parte de laciudad, el comienzo de una época distinta (9).La descripción de un barrio otrora prestigioso y ahora endecadencia es una advertencia al lector de lo que leerá en adelante,pues los personajes que aparecerán están ligados a estemismo ambiente físico y psicológico de una sociedad que, comoel edifico Minerva, “ha perdido la armonía”.La trama histórica: el año 1914Sergio Pitol ha declarado en varias entrevistas su preocupacióntanto por la historia como por la realidad social del país. El desfile59


del amor no es la excepción. No es casualidad que la novela serefiera al proceso constituyente de 1914 ni al año 1941. De hecho,Pitol alude al desconocimiento que tienen algunos de sus lectoressobre episodios clave de nuestra historia. En 1985 declaróque su novela:[…] es mi respuesta a un fenómeno de desdén por nuestra historia,por los hechos que han conformado la fisonomía actualde nuestro país, que me pareció advertir durante mi estanciaen México entre 1980-1982. En ese período viajé todo lo quepude por México haciendo lecturas y conferencias y, a veces, mequedaba atónito ante las preguntas de jóvenes sobre hechos ypersonajes históricos que siento como parte próxima dentrodel pasado inmediato y que algunos de ellos no ubican. En esemomento me propuse que el siguiente libro que escribiera seasentara, se afirmara en algún momento preciso de nuestrahistoria. Y traté de recrear, no de una manera pedagógica sinocomo un marco novelístico, ese período […] (Peralta 1985: 25).Los años 1914 y 1941son claves en la novela.En el primerose definió el rumbode la lucha armada.En el segundo, laciudad de México seabrió a las influenciasde otras culturas.Pitol mismo señala que el año de 1914 le interesa porque enesa época se dio la confrontación ideológica entre las diversasfacciones revolucionarias que iban desde el liberalismo con uncierto matiz conservador hasta las corrientessociales de vanguardia. Al enfrentar aEduviges contra Delfina, Pitol confronta lasdos clases sociales que dominan la escenapolítica, social y cultural del país. El reacomodode fuerzas política y militares quese dio después de la derrota de VictorianoHuerta culminó en el Congreso Constituyentede 1917. Las facciones de los hombres60


del norte encabezados por Venustiano Carranza se enfrentarona los ejércitos populares de Villa, donde se aglutinaban milesde mineros de Coahuila y Chihuahua y las fuerzas del sur,ejército campesino que tenía un plan de reforma agraria biendefinido.En septiembre de 1916 Carranza expidió la convocatoria alCongreso Constituyente y la ley electoral correspondiente. Enellas fijó la facultad de ese órgano deliberativo y los requisitospara formar parte de él. Se señalaba que dicho congresosólo se ocuparía de discutir, aprobar o modificar las propuestasde reforma; al terminar su labor se disolvería para convocara elecciones generales e instaurar el orden constitucional; sefijaba que la elección sería directa, un representante, propietarioy suplente, por cada 60,000 habitantes. Los requisitos paraser diputado eran los mismos que señalaba la Constitución de1857, que excluía a quienes tuvieron vínculos con el gobiernohuertista o con opositores a la causa constitucionalista. El Congresoquedaría instalado el 2 de diciembre de 1916. Al iniciareste proceso electoral, los actores políticos hicieron uso de losprincipales instrumentos de participación política: la ediciónde periódicos y la asociación de individuos. La primera sirviópara crear opiniones públicas en favor del o los candidatos quese presentaban; ventilar el ideario que los identificaba; atraervotantes coincidentes con ellos, e incluso polemizar con otrosperiódicos. El órgano de difusión que bien sirve de ejemplo fueEl Universal, bajo la dirección de Palavicini. Con la asociaciónde individuos, los interesados en la competencia política formalizabanel grupo al que pertenecían o pretendían organizar;enrolaban a sus simpatizantes, se vinculaban con asociacionesde otros lugares, para así, llegado el caso, integrar bloques solidariosal interior del Congreso. Estas asociaciones se caracte-61


izaron por su integración ciudadana, dependiente de figurasprincipales del lugar o de los líderes del constitucionalismo,con lo que muestran ser producto de redes sociales y familiaresque consolidaban el ideal liberal de reunir ciudadanoscon fines políticos. Un ejemplo de ello fue el Partido LiberalConstitucionalista (PLC), el cual abarcó casi toda la repúblicay cuyos dirigentes fueron Carranza y Obregón. Sus antecedentesasociativos se remontan a los clubes antirreeleccionistas,el Partido Antirreeleccionista (Francisco I. Madero, Palavicini,Roque Estrada), y el Partido Liberal Constitucionalista de laselecciones de 1912, al cual pertenecieron un grupo de diputadosconstituyentes, los ex renovadores. José Vasconcelos dejóel testimonio narrativo de este periodo en La tormenta (1936).En sus memorias, Vasconcelos recuerda la impresión que lecausó Francisco Villa, primero, y, luego, el ejército zapatista. Aljefe de la División del Norte lo recuerda como una especie deanimal brutal y salvaje vestido con un suéter y “erguido, másbien alto que bajo, robusto, saltones los ojos y por boca casi unbelfo” (185).Con el testimonio de Vasconcelos 6 vemos que en la ConvenciónConstituyente de Aguascalientes no sólo se pretendíaredimir el futuro político del país, sino cuestiones antropológicas,sociales, religiosas y jurídicas. Vasconcelos no les reconocíaningún valor positivo a los zapatistas que “regimentado por elterror azteca de los fusilamientos sin juicio previo, y por la soladecisión del jefe que no vaciló cuando se trataba de “quebrar”, asífuese a su más íntimo6José Vasconcelos es mencionado en la novela mismacomo el prototipo del intelectual resentido que apoyóen un momento de su vida al fascismo. Recordemosque el filósofo apoyaba abiertamente a FranciscoFranco, a Mussolini y a Hitler.62allegado (187)”. El horrorde la barbarie estabarepresentado por villistasy zapatistas. Para


Vasconcelos era claro que estos grupos no tenían cabida en lanación que se estaba fundando.Este mismo tema reaparecerá en El desfile del amor disfrazadode una disputa de sobremesa o de charlas de café. Lacuestión de la gente de alcurnia que se siente ofendida por losdesarrapados que agobian la ciudad con sus fritangas y sus gritosde merolicos aparece desde la primera página de la novela.Las reglas de etiqueta de la clase de abolengo que no respetaal personaje “Chole, la del chilpachole”, es un eco lejano de laperspectiva del Vasconcelos de la Convención de 1917. Me detengoen comentar la obra de Vasconcelos porque Pitol mismodice que las memorias fueron parte de sus lecturas de juventudy creo que hay en la mención del Congreso Constituyente y enel Vasconcelos resentido de los años cuarenta una presenciafundamental en el discurso social e histórico de El desfile delamor. El pasaje del Congreso narrado por Vasconcelos tienemucho de carnavalesco. A los ojos del filósofo, el Congreso deAguascalientes fue el festín de la barbarie y el pillaje, y hay algoen sus palabras que nos recuerda al demente Pedro Balmorány a Edu viges Briones. De la voracidad insaciable de riquezas deEmiliano Zapata, Vasconcelos escribe:Y en cuanto a la esencia, la situación agraria de la región zapatistaera la misma que de la zona carranclana; cada jefe militar tomabatierras, según su poder material de acaparamiento. Y el mismo Zapata,hoy apóstol de revolucionarios advenedizos, se había reservadopara su propio beneficio un buen rancho; en otro más teníainstalado al hermano; en otro a una amante, etc., etc. (188).Al comentar los discursos que Antonio Díaz Soto y Gama,portavoz del zapatismo en Aguascalientes, salen a flote todos63


los prejuicios de clase, culturales y raciales que flotaban enesos momentos y que son muy representativos del pensamientoreac cionario y fundamentales en la trama de El desfile delamor:[…] hablaba Díaz Soto con elocuencia y con fuego. “Todo el paísdebería ser de los indios; nosotros, los criollos y los mestizos estábamosde más; el Gral. Zapata representa el primer caso de uncaudillo netamente indígena.” Ni siquiera esto era verdad porqueZapata era un mestizo. Pero Díaz Soto, soltando la verba afirmaba:“El Plan de Ayala es el primer programa salvador de la historiade México. Antes de él no ha habido nada: Juárez eran burgués;Madero era otro sucio burgués y, además, pecado imperdonable,era un blanco.” También Díaz Soto es un blanco. En México lascampañas del fanatismo indígena las hacen los blancos; los indios,por regla general no hablan de su casta; tratan de simular que sonblancos. Y la campaña del indigenismo radical, es obra protestanteimperialista de tan sutil penetración, que la emprenden a menudohombres como Díaz Soto, medio católicos y perfectamenteespañoles y sin simpatía alguna por lo anglosajón (188).Culmina la escena con un Díaz Soto pronunciando un discursocontra los emblemas nacionales y la supresión de las patrias.Sus palabras despiertan el furor nacionalistade generales como Pánfilo Natera y se iniciaCon el triunfo deVenustiano Carranzaen 1914 se puso fina la amenaza deuna revolución agraristaencabezada porEmiliano Zapata.la balacera. Tranquilo, Díaz Soto exclama:“Disparen, hagan lo que quieran, no retiromis palabras” (189). Vasconcelos terminaesta parábola de la revolución con la fraselapidaria: “Y se impuso, por aquella vez, lapalabra; se impuso en causa turbia, perotriunfó sobre la brutalidad que, a la larga,64


había de hacer pedazos todas las ilusiones que la revoluciónpuso en la Asamblea de Aguascalientes (189).”Pitol comenta, en voz de su personaje Miguel del Solar, queel año 1914 fue donde la clase política ligada a Venustiano Carranzase apoderó del gobierno. El tema del año 1914 y del CongresoConstituyente de Aguascalientes liga a la novela con lasmemorias de Vasconcelos, es como un guiño al lector para querevise la obra del filósofo oaxaqueño, en quien encontramos todoslos temas sociales que se plantearán en la novela de Pitol,como los prejuicios raciales, el horror al salvajismo de las tropasvillistas y zapatistas y las justificaciones de los privilegios de lagente de bien.Las fobias que José Vasconcelos le adjudica a la clase conservadoralas encontramos en la ideología de personajes comoEduviges Briones. Si revisamos los elogios a la clase acomodada,culta, con antepasados españoles, es la que sufre los embatesde la barbarie de la “indiada”. Querétaro, nos relata el filósofo,es una ciudad en la que se refleja el esplendor de tres siglosde civilización latina. “Querétaro es una especie de Oaxaca engrado un poco mejor; Oaxaca sin indios, capital criolla en la quese ha dado lo más excelso del arte y la creación del mexicano(199).” Las amenazas y complots que inquietan a Vasconcelosse embozan en el rencor de las castas que se han levantado enarmas. En el mestizo, por ejemplo:[…] fuerte y ambicioso… ese era un bastardo que renegaba deCortés y el encomendero de hace cien años, pero se doblegabasumido a la influencia extranjera de la hora, mucho más opresoraque la antigua. El típico mestizo habría de recibir dinero de unEmbajador yankee, para infamar, en pintura mural que es símbolode una época, el recuerdo del hombre que dio a México por65


fronteras, el territorio de Alaska. A la vez para halagar al herederode Zacarías Taylor que izó la bandera de las estrellas en elPalacio de los Virreyes y para arriarla se hizo ceder media nación(220-201).En cuanto al ejército zapatista era el cumplimiento de lovaticinado por D. H. Lawrence en su novela La serpiente emplumada,en la que se anunciaba el retorno al culto de Huitzilopochtli.El ejército campesino del general Zapata era la consolidaciónde la rebelión indígena que el virrey Mendoza derrotaraantaño, pero ahora amenazaba con una destrucción mayor.Qué pasaría si:[L]os trece millones de indios empezasen a absorber y a devorara los tres o cuatro millones de habitantes con sangre europea. Lagran Catedral de México, todas las hermosas catedrales barrocasserían arrasadas y en su lugar volverían a levantarse teocallis (207).[…] Entre tanto, buena parte de la seudo aristocracia intelectualcapitalina rodeaba al hermano de Zapata y le llamaba donEufemio, le fomentaba las borracheras, y a Zapata lo erigieronen Caudillo el Sur, semidiós azteca, iluminado por la Providenciaautóctona. Zapata, por su parte y con ingenuidad enternecedoraenarbolaba el estandarte de la Virgen de Guadalupe. Lo que desconcertabaa los complotistas de la República Azteca con vuelta alos dioses nativos (208).La visión de la problemática social que da Vasconcelos resumemuchas de las ideas y conceptos del pensamiento reaccionarioque se ponen en juego en El desfile del amor.66


El año 1942El novelista va dejando pequeñas pistas que el lector debe considerarpara entender la importancia de los años en que se desarrollala trama. Por ejemplo, de 1942, nos dice:En 1942 encuentro elementos apasionantes… La declaración deguerra al Eje, el papel de México en la esfera internacional, elcosmopolitismo súbito de la capital, la reconciliación nacional detodos los sectores. Vuelve Calles. Se decreta una amnistía paralos delahuertistas. Regresan los porfirianos de París. Llega, además,un aluvión de exiliados europeos que representan todaslas tendencias, desde los trotskistas […], los comunistas alemanes,financieros judíos de Holanda y Dinamarca, revolucionariosy aventureros de mil partes […] Por otra parte, las seguridadesofrecidas al capital conformaron ya el nuevo modelo económicodel país (100).Sergio Pitol considera que todos estos acontecimientos ledieron sentido y vocación al México de los años setenta, de losperiodos de los presidentes Luis Echeverría y José López Portillo.Al novelista le parece interesante el ambiente cultural quese provocó en México durante la Segunda Guerra Mundial a causade la llegada de un número importante de exiliados europeos,como el príncipe Karol de Rumanía, Egon Erwin Kisch, entreotros. Lo que implica el choque de dos culturas, la de la ciudadde México, que empezaba a industrializarse y vivía a través desus publicaciones el devenir de la guerra, y la de los refugiadosque llegaban a un país que desconocían por completo.Es significativo que se mencionen estos nombres porque representala manera como la modernidad intelectual se ligó con la67


En los años cuarentaMéxico se industrializóy la ciudaddejó de ser un espacioprovincial paratransformase en unaurbe moderna.cultura mexicana. No está de más recordarque el checo Egon Erwin Kisch (1885-1948)fue un periodista que históricamente ha estadoligado a la crónica periodística de lasdos guerras mundiales. Estuvo exiliado enMéxico por seis años (1940-1946), tiempo enel que participó activamente en las discusionessobre política internacional con Breton,Diego Rivera, Wolfgang Paalen y el activistaalemán Gustav Regler. El otro aspecto es el de la participación activade algunos personajes a favor del bando de los países del eje,por ejemplo, con publicaciones fascistas como la revista Falange.Otro suceso que Pitol menciona es el casi olivado acontecimientode los campos de concentración de Orizaba, en donde fueronconsignados ciudadanos alemanes por casi cuatro años. Durantela Segunda Guerra Mundial, México envió a varios habitantesde los países del Eje a un campo de concentración en Veracruz.Cuando se lee o se escucha la expresión “campo de concentración”,casi inmediatamente uno se imagina barracas, trabajosforzados, tortura y muerte. Esto es así porque los ejemplos másconocidos —y crueles— de la historia fueron Auschwitz, el campode exterminio más grande y especializado del régimen nazi, yel Gulag soviético, el centro de detención y de trabajos forzadosde la urss. Sin embargo, los campos de concentración han sidocomunes a lo largo de la historia. Casi en todos los conflictosbélicos se construyen sitios para “concentrar” a los ciudadanosdel país enemigo y así facilitar su vigilancia y evitar sabotajes,etc. Por increíble que parezca, México también tuvo un campode concentración durante la Segunda Guerra Mundial, aunquesus características y sus fines no eran en nada comparables alos de la Alemania nazi o la urss. En diciembre de 1941, Estados68


Unidos entró en guerra contra los países del Eje. En ese momento,asesores de Hitler recomendaron fortalecer la presencianazi en México para amenazar a Estados Unidos en dos frentes.A principios de 1942 había temores fundados de que Hitler intentabaintroducir agentes en México para derrocar al presidenteManuel Ávila Camacho y poner en su lugar a un simpatizante delfascismo. Ante estos rumores, el gobierno mexicano reaccionócon calma, pero extremó la vigilancia a los militantes del PartidoNacionalsocialista en México, que según reportes oficiales eran128 en 1942. México entró a la Segunda Guerra Mundial luego deque submarinos alemanes hundieron varios barcos petrolerosmexicanos que iban rumbo a Estados Unidos. Si bien el gobiernomexicano fue enfático en que el “estado de guerra” era contralos regímenes de las potencias del Eje, se tomaron medidaspara vigilar a los ciudadanos de los países enemigos radicadosen México. Una de estas medidas fue el traslado de varios alemanes,italianos y japoneses a un campo de concentración quese ubicó cerca de Perote, Veracruz. La finalidad no era utilizarlospara trabajos forzados, sino tenerlos controlados para evitar posiblessabotajes o atentados contra el gobierno. Según el libroLos empresarios alemanes, el Tercer Reich yla oposición a Cárdenas, en 1942 había 270alemanes en el campo de concentraciónen Perote, a los que se les sumarían otros200 hasta finalizar la guerra en 1945. Aunquerecluidos, el gobierno mexicano lespermitió organizar su vida según sus propiosgustos, hacer espectáculos teatrales,recitales de música, juegos de futbol, etc.Según Brígida von Mentz “eso, en vez deun centro de detención, parecía un campo69Pitol cuestiona ensu novela hasta quépunto la oligarquíaporfirista perdió susprivilegios con la revolución,y qué tanto lasociedad triunfadorasufre un gran complejode inferioridad.


vacacional”. 7 Al concluir la guerra, casi todos fueron liberados,e incluso varios marinos alemanes decidieron permanecer enMéxico. Sólo algunos dirigentes del Partido Nacionalsocialista,que eran los realmente peligrosos, fueron enviados a EstadosUnidos. Pitol también menciona que en el mismo año de 1942 sedio el regreso a México de los exiliados porfiristas, suceso queresumirá en un episodio paródico que se desarrolla en la mismareunión del edificio Minerva. Todos estos hechos están en eltrasfondo cultural del año 1942 y que Sergio Pitol menciona depaso, dejando al lector curioso la investigación de estos temas.El año 19747Cit. en Renata Hanffstengel. Remito al lector al estudiode Jordi Meléndez, “El campo de concentraciónmexicano”.70Es el año en que se desarrolla la acción de la novela y la investigaciónde Miguel del Solar sobre las actividades secretas de ErichMaria Pistauer. Si tomamos en cuenta los propósitos de Pitol alescribir esta novela, nos está diciendo, entre líneas, que la sociedadactual es producto de la lucha por el poder entre “la familiarevolucionaria”, sin alcurnia, y una oligarquía “maltratada perono vencida”, que dan al mundo exterior la imagen de unidad nacional,pero que en la intimidad encierran una miseria humanadescomunal. Por supuesto que no es mera casualidad que Pitolhaya elegido el año de 1974 para situar la acción de la novela.Fue una época en donde se hizo evidente la decadencia políticadel partido único y en donde se realizó un repaso de la historiasocial mexicana a partir de la cual los intelectuales fieles al partidoúnico —Jesús ReyesHeroles y Jesús SilvaHerzog, por citar alos teóricos priístas—


plantearan lo que los historiadores han dado en llamar “la reformapolítica” del sexenio de Luis Echeverría. 8 En la novela hay unepisodio donde una familia de clase alta se reúne para platicarde política, y Derny Goneaga defiende la forma de gobernar delPartido Revolucionario Institucional.Pitol alude a la clase ilustrada y privilegiada por los gobiernosre volucionarios, desde el cardenismo hasta el eche verrismo, cuyajus tificación de sus privilegios realiza el personaje Derny Goneaga,y que es a la vez parodia de los discursos oficialistas que podemosleer en la prensa de la época:—La dialéctica, Amparo, es el producto más alto de la filosofía idealistaalemana —dijo sorpresivamente Derny con tono académico—,no Marx co mo piensa el vulgo. Debe uno recalcarlo siempre. Hayquienes se ponen nerviosos al oír la palabra “dialéctica”, en partepor ignorancia, perosobre todo por miedoa malentendidospolíticos. En el fondoes lo mismo. Jamáshay que temerle a losconceptos. Tal es miteoría, tal es mi práctica.La dialéctica esun concepto hegeliano.Tesis. Antítesis.Síntesis. Tan fácil como eso. ¿Tesis?, el porfiriato.¿Antístesis?, larevolución. ¿Y la síntesis?La síntesis somostodos. Bueno, todos,8Las renuncias de los presuntos responsables de lamasacre del 10 de junio y la liberación de los presos debíanpermitir al gobierno provocar la conciliación delos mexicanos. Es decir la conciliación con un sector deellos; un grupo amplio de intelectuales vio en estas actitudesla existencia real de una apertura democráticay propuso cerrar filas en torno a la política presidencial,contribuyendo a impedir el paso a los “emisarios”del reciente pasado diazordacista. Esta línea de acciónse sostendría a lo largo del sexenio, resumida en unaconsigna: “Echeverría o el fascismo”.“La apertura democrática fue el lenguaje con elque el régimen pretendió recobrar el consenso de lapequeña burguesía ilustrada, apertura restringida auna mayor libertad de prensa y de opinión, el sentidofundamental de esta política era rehacer el diálogo,irremisiblemente roto en 68, entre un sector de la pequeñaburguesía y el Estado. Pero la apertura no significónunca ausencia de represión política; ésta fue unaconstante a lo largo del sexenio” (Fernández 1978: 16).71


todos no; aún no es posible. La síntesis somos nosotros, digamos,quienes sobrevivimos al desastre y quienes se nos han incorporado.Formamos, lo queramos o no, una materialización nueva delconcepto de unidad nacional. Síntesis somos precisamente los queestamos sentados en torno de esta mesa (166).El lector joven se preguntará a qué filósofo hegeliano mexicanode la década de los setenta se está parodiando. Si buscamosen la bibliografía de los filósofos consentidos por el régimenpriísta encontramos a Leopoldo Zea, quien se encargó deconstruir una teoría hegeliana de la historia en la que se demostraraque el gobierno de Luis Echeverría era la culminación delproceso histórico iniciado desde los positivistas, continuado porlos pensadores ilustrados de la revolución y perfeccionado en lamodernidad de los años setenta.El humor, la fiesta y el carnavalComo hemos comentado líneas arriba, el teórico ruso Mijail Bajtinestudió el humor y la cultura popular en la baja Edad Media,en el Renacimiento, en dos obras fundamentales en la culturamoderna occidental: Pantagruel (1532) y Gargantúa (1534), 9 delescritor francés François Rabelais (1494-1553), y en Don Quijotede la Mancha (1605-1615), de Miguel de Cervantes (1547-1616).Para Bajtin estaba claro que la cultura popular, durante el tiempofestivo del carnaval,9Pantagruel y Gargantúa son un conjunto de cinconovelas que narran la historia de dos gigantes: Gargantúa,el padre, y su hijo Pantagruel. Sus aventurasestán llenas de humor popular, escenas grotescas yescatológicas.72parodiaba y se burlabade la cultura oficial regidapor la Iglesia y lasclases gobernantes. El


semiótico italiano Umberto Eco, en su ensayo “Los marcos dela ‘libertad’ cómica”, comenta las ideas bajtinianas en torno alhumor, la fiesta y el carnaval. Señala que si bien el humor y lacomicidad van siempre juntos, es necesario deslindar las funcionesde cada uno. Dentro del efecto cómico, Eco distingue cincorasgos fundamentales: 1) la violación de una regla (preferible,pero no necesariamente, una regla de etiqueta; 2) la violación escometida por alguien con quien no simpatizamos porque es unpersonaje innoble, inferior y repulsivo (animalesco); 3) por tanto,nos sentimos superiores a su mala conducta y a su pena porhaber transgredido la regla; 4) sin embargo, al reconocer quese ha roto una regla damos la bienvenida a la violación; podríadecirse que nos sentimos vengados por el personaje cómico queha desafiado el poder represivo de la regla, y 5) al mismo tiempo,no estamos preocupados por la defensa de una regla ni nossentimos obligados a compadecer a un ser tan inferior. Lo cómico,en este sentido, es racista: sólo los bárbaros, los “otros”,deben pagar.Como es fácil ver en esta clasificación, la violación a una reglay su consecuente sentimiento de liberación es lo subversivode la comicidad, que podría asociarse, en primera instancia, con laidea de la liberación carnavalesca que propone Bajtin. La máscara,el mundo al revés, la revolución que implica el romper las reglasdel mundo normal podría pensarse que son los rasgos de todacomicidad y de todo carnaval. Pero ¿la máscara del carnaval queoculta nuestro rostro y nuestra personalidad —y que nos animaliza,piénsese en el zooformismo de Sueño de una noche de verano—nos permite cometer todo tipo de pecados y permanecerinocentes, o más aún, nos permite tomar el poder de este mundoal revés y convertirnos en sus dirigentes? ¿Acaso las nuevasnormas de esta revolución carnavalesca no llegan a instituciona-73


lizarse? ¿El carnaval nos lleva, entonces, a unaLa Revolución mexicanafue, nos dice to al absurdo, tendríamos que en cada fiestatransgresión real? Reduciendo tal pensamien-Pitol, un carnaval de carnaval se haría igual número de revoluciones.La vida sería un eterno carnaval.que por un momentopuso al mundo decabeza. Después todo Si nos alejamos un poco de la fiesta bajtinianay replanteamos las relaciones entre lovolvió al viejo orden.cómico y las reglas sociales, podremos tocarterreno más firme. Remontándonos un poco alas ideas retóricas aristotélicas, descubrimos que tanto lo trágicocomo lo cómico tienen lazos profundos en las reglas y costumbresde una sociedad determinada. Las transgresiones de Edipode Tebas y los crímenes de Orestes conmueven a cualquier espectadory lo llevan a la catarsis. Las reglas que se rompen enla tragedia tienen una cierta apariencia de universalidad y estánbien delimitadas por los autores y su público: censurar el incestoy denostar el parricidio. En cambio, ¿por qué nos reímos de lasconfusiones y enredos de las escenas de las películas de WoodyAllen o de los hermanos Marx? Las reglas de la comedia, evidentemente,son menos universales y trascendentes, pero, además,si en la tragedia el marco moral y social está bien delimitado, enla comedia, se presupone, nunca está explícito.La cena de Ciprian (Coena Cypriani en latín), que Mijail Bajtinestudia en la Cultura popular en la Edad Media…, era una representaciónburlesca basada en la subversión de las Escrituras quesólo puede ser disfrutada como transgresión cómica por la genteque toma en serio las Escrituras y sólo durante el tiempo especialdel carnaval. De aquí llegamos a una conclusión muy importantepara entender la naturaleza del humor y de la parodia: la leyque se ridiculiza o el comportamiento que se parodia debe estarvigente en el momento en que se carnavaliza. Según la postura74


de Umberto Eco, el carnaval está ligado a un tiempo sagrado endonde el mundo se invierte, y todo exceso es válido. Por eso tieneque ser en vísperas de la cuaresma, y ese mundo al revés delcarnaval es permitido sólo en esas fechas sagradas. En cambio, elmundo del humor y la fiesta se da en todo momento, y sus transgresionestienen que ver con la ruptura de las reglas de etiquetao con las convenciones. Como veremos, es en el espacio festivodonde las violaciones de las reglas de etiqueta tienen sentido.Pensemos también que el carnaval es una transgresión limitadaen el espacio y en el tiempo. La ironía y lo cómico tienenque cumplir con una condición básica: ambas deben afirmar locontrario de lo que aparentan, y dicha afirmación no debe serexplícita. Además, lo cómico esta relacionado con el humor, elcuál establece una relación diferente entre la regla social y latransgresión. Con el comportamiento irreverente de Ida Werfelnos reímos de su transgresión a las reglas de etiqueta. Unadama extranjera culta, con un enorme prestigio cultural y social,empieza a soltar albures cuando está en situaciones aparentementesolemnes. Esta conducta nos recuerda lo que comentaEco respecto a las diferencias entre el comportamiento carnavalescoy el humor:[El humor] no pretende, como el carnaval, llevarnos más allá denuestro propios límites. Nos da la sensación, o más bien, el diseñode la estructura de nuestros propios límites desde dentro. Nobusca una libertad imposible, pero es un verdadero movimientode libertad. El humor no nos impone liberación: al contrario, nosadvierte la imposibilidad de una liberación global, recordándonosla presencia de una ley que ya no hay más razón para obedecer.Al hacerlo mina la ley. Nos hace sentir la molestia de vivir bajo unaley, cualquier ley (Eco, 18).75


Lo cómico es el revestimiento de una situación; el humor, lacapa profunda de éste. Repasemos un episodio de la fiesta deledificio Minerva. Ida Werfel quiere entablar una charla con Martínez,el matón al servicio de Arnulfo Briones, y alude al chile,comentario que Martínez, el bastonero de oro, interpreta comouna alusión ofensiva a sus hemorroides y golpea a la intelectual,creando una escena parecida a las del cine de Chaplin.La virtud de la novela es crear diversasEl desfile del amor,como la películahomónima, pone enridículo a una clasemedia con aspiracionesaristocráticas.escenas cómicas que confluyen en la fiestaofrecida por Delfina Uribe, en la que nos hemosenterado de la psicología de cada personaje,y cada uno de ellos tiene motivos paracreer que hay una confabulación en su contra.Así, la narración se desdobla en muchasmicroficciones que cada personaje inventaen torno al crimen de Erich Maria Pistauer y alas agresiones sufridas en la fiesta de marras. Eduviges cree queDelfina la quiere desprestigiar y difamar. Pedro Balmorán, paranoicode por sí, inventa que lo mandaron matar para robarle losdocumentos de un poeta simbolista y arrancarle el secreto delcastrado mexicano que fue exhibido en Europa.El desfile del amorante la críticaLos principales críticos literarios e intelectuales de México hanconsiderado que El desfile del amor es una de las novelas másimportantes de Sergio Pitol. Carlos Monsiváis, Juan Villoro yJorge Volpi valoran la construcción narrativa de la obra. La complejidadde armar una novela policiaca con una multiplicidad de76


puntos de vista, y su fino humor paródico la hacen una de lasmás complejas de los autores de la llamada generación del mediosiglo.Además, Sergio Pitol ha sido uno de los primeros narradoresmexicanos en incorporar a la cultura mexicana la interpretacióncarnavalesca bajtiniana basada en la parodia de los lenguajescultos y populares nacionales. De hecho, El desfile del amor abreel llamado tríptico del carnaval que continúa con Domar a la divinagarza y culmina con La vida conyugal. Todas estas característicasle dan a la obra de Pitol su excepcionalidad dentro de laliteratura mexicana del siglo XX. Desde que apareció la novela,críticos importantes —Carlos Monsiváis, Laura Cázares, Juan Villoroy Federico Patán— señalaron lo innovadora que resultabaen el panorama cultural mexicano.A continuación ofrezco las reseñas de ensayos importantessobre la obra en general de Sergio Pitol, en donde incluyo algunosestudios significativos sobre El desfile del amor.Carlos Monsiváis. “Sergio Pitol: las mitologías del rencor y delhumor”. En este ensayo, Monsiváis enfoca El desfile del amorcomo una parodia de la identidad mexicana, su doble moral,sus fobias, su intolerancia y ambición por aparentar lo que noes, que a fin de cuentas es la esencia de la comedia de enredos:En El desfile del amor (1984), al impulso narrativo lo domina el impulsosatírico (en el sentido más estricto: la distorsión que esencializala liberación del espíritu cómico que, por contraste, muestra elfracaso de las pretensiones épicas o trágicas). Y en la atmósferadel libro, las evocaciones rectores viene, al mismo tiempo, de laliteratura y el cine, de Ernst Lubitsch y sus grandes películas TheLove Parade y The Merry Widow y de Evelyn Waugh A Handful of77


Dust, de Meter Lorre y la “Bright Young People en Decadencia ycaída. Según Pitol, la súbita ambición cosmopolita, con valses querematan en aforismo, seres a quienes la vida maltrata con tal deque los demás se diviertan, y orgías de introspección como de vidaen la corte del príncipe Danillo. La farsa es la vía de acceso a otrarealidad.Pitol es también fiel a sus dos escenarios ideales: el abigarramientode la burguesía culta, y el paisaje de las emociones desnudas.Él combina su México de valses verbales con las imágenesdel pequeño pueblo que es infierno de los seres lúcido, y él mezclael culto por la excentricidad y la captación minuciosa del ridículo,la descomposición de la vida familiar y la recomposición delas aristocracias pueblerinas, la grotecidad de algunos personajesfemeninos y la ironía que es en el paisaje morbo vencido por lainteligencia (43).Laura Cázares. El caldero fáustico: la narrativa de Sergio Pitol.México: Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa, 2006.La doctora Cázares es una de las especialistas más connotadassobre la obra de Sergio Pitol, y en este libro ha reunido los trabajosque ha escrito a lo largo de veinte años de investigación. Estáincluido el ensayo “La mascarada: presencia de Tirso de Molinaen El desfile del amor”, estudio minucioso de la influencia de lacomedia de enredos del Barroco en la novela de Pitol. La agudalectura de la doctora Cázares invita a revisar los detalles finos delos personajes de El huerto de Juan Fernández y la parodia en lanovela. Sobre todo el elemento de los disfraces es algo que nodebe escapar al lector minucioso de la obra de Pitol.Karim Benmiloud. El desfile del amor. Una farsa aristocrática.El autor estudia el espacio urbano y las referencias semióticasa la decadencia de lo aristocrático en la novela. Para empezar,78


el edificio Minerva, otrora palacio porfiriano, se presenta comouna ruina degradada, en cierta manera como la familia Briones,la orgullosa heredera de la clase y el buen gusto que sobrevivióa los embates de la revolución. Este ensayo es un análisissociológico de las marcas culturales y sociolingüísticas de lospersonajes de El desfile del amor que Pitol sembró en los espaciossimbólicos.Anamari Gomís. “En homenaje a Sergio Pitol, con motivo delPremio Juan Rulfo para Latinoamérica y el Caribe”, en Los Territoriosdel viajero (2008). La escritora, crítica y académica AnamariGomís hace una revisión de la influencia de Alfonso Reyes en laprosa de Pitol, particularmente del enigmático relato “La cena”.Gomís comenta:La perplejidad que nos causa “La cena” proviene de leer un textoque es la promesa de un cuento, que es el cuento. Sus personajes,que a mí me recordaban The Aspern Papers [del autor inglésHenry James], son, cada uno, una posibilidad abierta, la irrisión depersonalidades múltiples, una carcajada furtiva ante la vida comoil faut, un desatino que mantiene abismado al lector; todo lo cual,en efecto, nos remite a la trilogía del carnaval de Sergio Pitol: Eldesfile del amor, Domar a la divina garza y La vida conyugal, y a variosde sus cuentos, como “El relato veneciano de Bilie Upward”o “Nocturno de Bujara” […]Leer […] a Sergio Pitol resulta, pues, como sentarse de verdada cenar con los extraños personajes de “La cena” de AlfonsoReyes. Es decir, que en la narrativa del autor de El tañido de unaflauta la realidad y sus bifurcaciones existen; que en lo que enapariencia significa una cosa, viene a significar otra; que la vidase burla de nosotros; que Sergio Pitol se burla de la vida; que el79


orden de la realidad se trastoca o se pervierte o que el mundoy muchos de sus de sus asuntos son una farsa, un guiñol, de ahíque la realeza en Bujara, tan vieja como Zoroastro, sea pura gentuzao que la felicidad conyugal devenga en la preparación de unasesinato. Por si fuera poco, Pitol emplea el claroscuro de las diferencias:la búsqueda de lo sagrado y lo excrementicio, la solemnidady lo carnavalesco, la retención y la incontinencia, etcétera.En medio de todo esto, como sucede en Domar a la divina garza,mientras Estambul se alza fantasmagórica y llena de vericuetos,en la selva mexicana se llevan a cabo oscuras y demenciales celebraciones;el lector acude a la agonía y finalmente a muerte deMogol. La novela como género, parece decirnos Pitol, admite unahistoria y sus espejismos, otras historias enroscadas y la inclusiónestruendosa y siempre pertinente de la literatura misma y sus trasuntos(41-42).José Eduardo Serrato Córdova. “Las fuentes literarias de Eldesfile del amor”. En este trabajo se estudian las obras literariasque Sergio Pitol parodia en su novela. Por ejemplo, los personajesde la obra El cardenal Pirelli, de Fairbanks, o las alusiones a lospasajes biográficos de Luis Cardoza y Aragón en La Habana, alos que Sergio Pitol alude en la fiesta del edificio Minerva.Gerardo Hurtado. “El desfile del amor, de Sergio Pitol: una tragicomediapolicial en tres actos”. Hurtado rastrea la presenciade la novela negra en lengua inglesa en El desfile del amor. Analizalas coincidencias entre el protagonista de La máscara de Dimitrios(1944), de Eric Ambler, y Miguel del Solar. Por ejemplo,señala que:De la red de analogía que se tienden entre esta obra y la de Pitol(el hecho, por ejemplo, de que sus protagonistas, Charles Latimer80


y Miguel del Solar, sean académicos: economista en el caso deAmbler, historiador en el de Pitol; que los dos pretendan escribirun libro al iniciar la narración: una novela policial el primero; unacrónica histórica el segundo; que ello signifique para ambos, dealgún modo, un escape al estado depresivo en que los han sumidosus obras anteriores; que sea precisamente el azar el que loshaya comprometido en sus respectivas pesquisas, etcétera […]de todas estas semejanzas […] quizá lo que las acerca de maneramás sorprendente sea la atmósfera de incertidumbre que lasatraviesa, sustentada por una historia signada por la simulacióny la intriga. La máscara de Dimitrios narra el intento por desentrañarla vida de un criminal cuyo cuerpo ha sido hallado flotandosobre las aguas del Bósforo; obsesionado por ese afán, CharlesLatimer repetirá el periplo delictivo de Dimitiros Makropoulos através de los Balcanes, de Esmirna hasta Estambul, pasando porSofía, Adrianópolis, Atenas, Belgrado, Suiza, París, Zagreb y Lyon,con la finalidad de entrevistar a quienes mantuvieron alguna relacióncon aquel asesino, internándose en un intrincado laberintode ambigüedades donde los personajes se ocultan tras nombresfalsos y la suplantación de identidad parece volverse un método.Todos hablan de Dimitrios, o al menos de alguien con un nombreparecido a quien conocieron o fingen haber conocido. En el procesode su investigación, Latimer llegará a dudar de la muerte deaquel hombre y aun hasta de su existencia, pese a que él mismohaya visto su cadáver sobre la plancha de una morgue en Turquía(Hurtado: 110-101).Hurtado rastrea de forma por demás minuciosa las clavesy los códigos policiacos a lo largo de la trama de El desfile delamor.81


Cronología 101933 Nace por azar en Puebla. Su familia es veracruzana. En elingenio de Potrero, Veracruz, transcurre su infancia.1945- Hace estudios secundarios y preparatorianos en Córdoba,Veracruz.19491950 Se traslada a la ciudad de México para cursar estudios deDerecho. Asiste a algunos cursos de la Facultad de Filosofíay Letras.1951 Es alumno de Manuel Pedroso en la clase de Teoría delEstado. Bajo la guía de este célebre maestro aprende aleer a los clásicos y a intuir que hay hilos que comunicantodos los géneros literarios y todos los tiempos. Asiste alos cursos de Alfonso Reyes y Diego Rivera en el ColegioNacional.1953 Emprende un viaje a Sudamérica. Vista Cuba y Venezuela;en Caracas desiste de continuar el viaje, permanece enesa ciudad varios meses y escribe poemas.1957 Viaja a Nueva York, donde pasa un invierno dedicado casipor entero a ver pintura y teatro.1958 Invitado por Carlos Monsiváis y José Emilio Pacheco participaen las reuniones de la revista Estaciones, dirigida porElías Nandino. En dicha publicación aparecen los cuentos“Victorio Ferri cuenta un cuento” y “En familia”. Ese mismoaño gana el primer premio de la revista Aventura yMisterio, con su cuento “Amelia Otero”, que publica conseudónimo.10Serio Pitol escribió, de manera anónima, esta cronologíapara el volumen Tiempo cerrado. Tiempo abierto.Los comentarios tienen pequeños elementos humorísticos,por lo que vale la pena reproducirlos.82


1961 Viaja por Europa. Pasa una breve temporada en Londres,cruza fugazmente París y Ginebra para llegar luego aRoma, donde permanece casi un año. A la sombra de MaríaZambrano continúa su formación literaria.1962 Viaja a Pekín, donde permanece un año en estado sonambúlico.1963 Se establece en Varsovia y allí permanece hasta mediadosde 1966. Inicia una larga y apasionada relación con las literaturaseslavas, que más tarde profundizará durante susestancias en Moscú y Praga.1966 Vuelve a México y se establece en Xalapa, donde dirigela editorial de la Universidad Veracruzana. El roce con algunaspersonalidades locales de la Atenas veracruzana lehace descubrir sus afinidades con Esparta.1968 Se recibe de abogado. Viaja a Belgrado para desempeñarel cargo de agregado cultural de la Embajada de México,al que renuncia a finales de año.1969 Llega a Barcelona, en donde permanece hasta mediadosde 1971. Colabora con algunas editoriales: Anagrama, Tusquets,Seix Barral. Da fin a la novela en que había estadotrabajando: El tañido de una flauta.1971 Llega a Bristol, Inglaterra, en junio de ese año para incorporarsecomo lector en la Universidad. Su trabajo le permiteviajar a menudo a Londres para gozar de la hospitalidadde Lucy y Hugo Gutiérrez Vega.1972 Vuelve a Varsovia, en esta ocasión como agregado cultural.Esa segunda estancia es anodina. No escribe, apenas lee;un grave accidente automovilístico le devuelve la razón.1975 Pasa como consejero a la Embajada de México en París.El embajador es Carlos Fuentes. En la ciudad viven en eseperiodo Juan Soriano y Marek Séller, José Luis y Bertha83


Cuevas, Alberto Gironella y Carmen Parra, Vilma Fuentes.Todos tienen amigos en la ciudad y son amigos entre sí. Elambiente es muy estimulante, pero él lo aprovecha poco.Su mayor interés en ese tiempo es la ópera.1976 A finales de ese año pasa con el mismo cargo a Budapest.Le entusiasma la posibilidad de ir diariamente a la ópera ypoder disfrutar de un repertorio cuya amplitud y variedadlo deslumbra. Estudia ruso, lee a Dostoievski con sentimientosmuy mezclados. Pasa unos días de vacaciones,hechizado, en Estambul.1977 Es trasladado a Moscú, donde permanece hasta el otoñode 1979. La ciudad le horroriza y le deslumbra. Viaja pordistintas partes del país. Frecuenta a Víctor Sklovski, yanonagenario. Lee sus libros y los de otros formalistas rusos.La lectura de Tolstoi se enriquece con los paisajes ylos personajes que forman su entorno. Después de cincoaños de congelamiento vuelve a la escritura. Nada le producemás placer que escribir.1979 A finales de ese año regresa a México. Trabaja en la Secretaríade Relaciones Exteriores y, más tarde, en el InstitutoNacional de Bellas Artes. Es un autor desconocido. Suslibros aparecen, igual que en el pasado, sin pena ni gloria.Cuenta con un puñado de lectores fieles. Esa condición leproduce profunda satisfacción.1983 Es nombrado embajador de México en Praga, ciudaddonde vivirá casi seis años. Es el periodo más productivode su vida. Escribe allí dos novelas y los ensayos que mástarde reunirá en un libro. Sus novelas se publican en España,en la editorial Anagrama; una de ellas, El desfile delamor, recibe en 1984 el Premio Herralde de novela. Pasalos inviernos en lugares que le hacen olvidar los fríos de84


Praga: Almería, Gran Canaria, Lanzarote, en donde todolo estimula para escribir.1988 Vuelve a México, la adaptación le resulta difícil; intentainstalarse en Temixco, Morelos, pero tampoco allí lograencontrar el equilibrio. El único lugar que le resulta agradablees la Ciudad Universitaria: imparte lecciones sobreliteratura rusa en la Facultad de Filosofía y Letras, y estudialas literaturas de Praga en el Instituto de InvestigacionesFilológicas. Escribe y publica La vida conyugal.1992 Se instala en Xalapa. Sus males parecen desaparecer depronto. Relee toda la obra de Galdós, una de las grandesdevociones de su vida, lo que intensifica el placer de susdías. Comienza a descubrir y a detestar todo lo que hahabido de banal en su vida. La relación de Luis Cernuda ola de Julián Gracq con la literatura y la vida son las únicasque le parecen envidiables; por temperamento y por vocaciónle han llegado a parecer no sólo apetecibles sinopurificadoras.1993 Con motivo de sus sesenta años, el Instituto Nacional deBellas Artes, la Universidad Nacional Autónoma de Méxicoy la Editorial Era organizan un homenaje con mesasredondas que se celebran en la Sala Ponce del Palacio deBellas Artes, en el Aula Magna de la Facultad de Filosofíay Letras de la unam y en el Museo de Antropología de laciudad de Xalapa.PremiosPremio de la revista• Aventura y Misterio por el cuento “AmaliaOtero”, 1958.85


• Premio Rodolfo Goes del INBA, por la novela El tañido de unaflauta, 1973.• Premio Villaurrutia por el libro de cuentos Nocturno de Bujara,1981.• Premio Herralde de novela por El desfile del amor, 1985.• Premio Nacional de Literatura, 1993.• Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo1999.• Premio Cervantes de Literatura 2005.Primeras edicionesde las obras de Sergio Pitol• El infierno de todos. Xalapa: Universidad Veracruzana, 1964[Cuentos].• Autobiografía. México: Empresas Editoriales, 1967.• No hay tal lugar. México: Era, 1967 [Cuentos].• El tañido de una flauta. México: Era, 1972 [Novela].• Juegos florales. México: Siglo XXI, 1981 [Novela].• Nocturno de Bujara. México: Siglo XXI, 1981 [Cuentos].• Siete escritores ingleses. De Jane Austen a Virgina Wolf. México:sep / Diana, 1982 [Ensayo].• El desfile del amor. México: Anagrama, 1984 [Novela].• Domar a la divina garza. México: Era, 1989 [Novela].• La casa de la tribu. México: fce, 1989 [Ensayo].• Cuerpo presente. México: Era, 1990 [Antología de cuentos].• La vida conyugal. México: Era, 1991 [Novela].• El relato veneciano de Billie Upward. Caracas: Monte Ávila,1993 [Antología de cuentos].86


• Juan Soriano: el perpetuo rebelde. México: CONACULTA, 1993[Ensayo].• El arte de la fuga. México: Era, 1996 [Ensayo].• Pasión por la trama. México: Era, 1998 [Ensayo].• El viaje. México: Era, 2000 [Crónica].• El mago de Viena. Valencia, España: Pre-Textos, 2005 [Ensayo].Traducciones de Sergio PitolNota: La Universidad Veracruzana ha reunido en una sola colecciónlos volúmenes que Sergio Pitol ha traducido a lo largo de sucarrera. Consigno los nombres de autores y las obras que se hanincluido en esta edición, a excepción de una sola que se publicóen Barcelona, en 1991.Andrzjewski, Jerzy. Las puertas del paraíso. Traducido del polaco.Austen, Jane. Emma. Traducido del inglés.Brandys, Kazemierz. Cartas a la señora Z. Traducido del polaco.Chéjov, Antón. Drama de caza. Traducido del ruso.Conrad, Joseph. El corazón de las tinieblas. Traducido del inglés.Déry, Tibor. El ajuste de cuentas. Traducido de húngaro.Firbanks, Ronald. En torno a las excentricidades del cardenal Pirelli.Traducido del inglés.Gombrowicz, Witold. Cosmos. Traducido del polaco.Graves, Robert. Adiós a todo eso. Traducido del inglés.Hsum, Lu. Diario de un loco. Traducido del chino.James, Henry. Washington Square. Traducido del inglés.— Otra vuelta de tuerca. Traducido del inglés.Lowry, Malcom. El volcán, el mezcal y los comisarios. Traducidodel inglés.87


Madox Ford, Ford. El buen soldado. Traducido del inglés.Malerba, Luigi. Salto mortal. Traducido del italiano.Vittorini, Elio. Las ciudades del mundo. Traducido del italiano.BibliografíaBajtin, Mijail. Problemas de la poética de Dostoievski. Traducciónde Tatiana Bubnova. México: fce, 1986.—. Teoría y estética de la novela. Traducción de Helena S. Kriúkovay Vicente Cazcarra. Madrid: Taurus, 1989.—. La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento: elcontexto de François Rabelais. Traducción de Julio Forcat yCésar Conroy. Madrid: Alianza, 1998.Camus, Albert. El mito de Sísifo. Traducción de Luis Echávarri.Madrid: Altaya, 1995.Eco, Umberto. “Los marcos de la libertad cómica”, en ¡Carnaval!Traducción de Mónica Mansur. México: fce, 1989.Fernández, Nuria. “La reforma política: orígenes y limitaciones”,Cuadernos políticos, núm. 16, abril-junio, 1978: 16-30.García Aguilar, Eduardo. “Vivir en la Casa de las Brujas”, en egarciaguilar.blogspot.mx/2007/12/vivir-en-la-casa-de-las-brujas.html.Gómez Beltrán, Roberto. “El que la hace, ¿la paga?: Dos crímenesde Jorge Ibargüengoitia”, en Escena del crimen. Estudiossobre narrativa policiaca mexicana. Miguel G. Rodríguez Lozano,editor. México: unam, 2009.Hanffstengel, Renata von y Cecilia Tercero. México, el exilio bientemperado. unam / Instituto de Investigaciones InterculturalesGermano Mexicanas A. C. / Gobierno del Estado de Puebla,1995.88


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Las tramas de la parodiaeditado por: Instituto de Investigaciones Fi lo lógicasJefe del Departamentode Publi caciones: Sergio Reyes CoriaFecha de impresión: 22 de julio de 2013Impreso en los talleres: Desarrollo Gráfico Editorial, S. A. de C. V., ubicados enMunicipio Libre 175-A, col. Portales, del. Benito Juárez,C. P. 03300, México, D. F.Cuidado de la edición: Marysol Alhím Rodríguez MaldonadoDiseño de portada: Omar Reyes SolorzanoDiseño de interiores ycomposición tipográfica: María Guadalupe Martínez GilTipos: Candara 10.5:15, 9.5:14, 8.5:12Número de ejemplares: 500Papel: Cultural 90 gProceso: impresión Offset


NOTAS AL MARGEN 3La novela El desfile del amor (1984) narra la historiade un crimen que se cometió en las calles de laCiudad de México, en 1942. La víctima fue el jovenaustriaco Erich Maria Pistauer. En el trasfondo de lainvestigación hay una intriga internacional en la queestán implicados grupos nazis y delincuentes comunes.Treinta años después del asesinato, el historiadorMiguel del Solar decide esclarecer el caso yencontrar al asesino. ¿Qué actividades ilegales realizabaErich Maria Pistauer? ¿Quién se beneficiabacon su muerte? ¿Se trataba de ocultar la existenciade un personaje incómodo para una familia deabolengo? Después de realizar algunas entrevistasa testigos presenciales, el historiador concluye queen el México del siglo xx es imposible conocer laverdad. Inspirada en la idea de lo carnavalesco,la novela hace un repaso humorís tico de los valoressociales de un país cuya historia se ha convertidoen una pieza de teatro absurda y grotesca. El desfiledel amor es considerada por la crítica especializadacomo una de las obras maestras de Sergio Pitol(Puebla, 1933), au tor impre scindible para entenderla evolución de la lite ratura mexicana del siglo xx.Las tramas de la parodia es un ensayo que analizalas virtudes narrativas de El desfile del amor, lastramas históricas, la policiaca y el humor de la comediade enredos. Ejemplifica con un lenguaje clarolas ideas bajtinianas del carnaval y la importanciade la parodia en la idea del arte de narrar de Pitol.ISBN 978-607-02-4312-79 786070 243127Universidad NacionalAutónoma de México

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