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MEJORAS DE ALGORITMOS PARA DETECCIÓN DE MICROANEURISMAS<br />

CAPÍTULO 2<br />

Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

1


2.1. DIABETES OCULAR.<br />

MEJORAS DE ALGORITMOS PARA DETECCIÓN DE MICROANEURISMAS<br />

Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

El término diabetes ocular[1] refleja un concepto que engloba las<br />

manifestaciones de la diabetes mellitus a nivel ocular, las modificaciones que sufre el<br />

ojo en un paciente diabético, aunque no lleguen a ser patológicas, y las repercusiones de<br />

la patología ocular en el modo de vida del diabético.<br />

El sistema de vida del diabético se ve especialmente perturbado con los<br />

problemas oculares. Si la ceguera es una forma de vivir distinta a la normal, la ceguera<br />

diabética[6] lo es de forma mucho más invalidante. Aspectos tan poco conocidos como<br />

la problemática de la visión de los colores en el diabético necesaria para los test de<br />

glucemia, la falta de sensibilidad táctil para la lectura Braille, la dependencia para<br />

inyectarse insulina, etc., hacen que el diabético con severa pérdida de visión tenga un<br />

sistema de vida diferente y su dependencia de terceros sea inexcusable. Por todo ello si<br />

algo temen los diabéticos es la ceguera.<br />

La manifestaciones de la diabetes a nivel ocular son numerosas y complejas. La<br />

mayor parte son independientes entre sí aunque tienen dos denominadores comunes, son<br />

secundarias a la diabetes y afectan de manera muy específica al ojo.<br />

La diabetes, y en lo que a nosotros atañe, la diabetes ocular, es un problema de<br />

tal importancia sociosanitaria que existen especialistas que se atreven a compararlo con<br />

los otros grandes problemas actuales como el cáncer, los accidentes cardiovasculares, la<br />

carretera o el SIDA.<br />

Antes del descubrimiento de la insulina en 1922 los diabéticos normalmente no<br />

vivían lo suficiente para desarrollar una retinopatía grave o para llegar a la ceguera. En<br />

1930 menos del 1% de las cegueras registradas en EEUU eran de causa diabética, pero<br />

ya en 1960 esta cifra alcanzaba el 15%. Actualmente se considera la causa de ceguera<br />

más frecuente en los países industrializados.<br />

El problema se agrava si además consideramos otra condición: el número de<br />

diabéticos se dobla aproximadamente cada quince años y en el momento actual se<br />

estima que en el mundo hay más de 120 millones de diabéticos. Se estima que en<br />

Europa hay 10 millones de diabéticos ( 700.000 con retinopatía proliferante ) y que cada<br />

año se quedan ciegos 8.000 diabéticos, demostrando que los diabéticos tienen un riesgo<br />

25 veces superior de ceguera al de la población no diabética.<br />

Además del drama humano y social que representa la ceguera por retinopatía<br />

diabética, los costes económicos son brutales, pensiones por invalidez, Seguridad<br />

Social, disminución de la productividad, etc. En EEUU se ha estimado que el coste<br />

anual en términos de programas de rehabilitación y Seguridad Social debido a la<br />

enfermedad diabética ocular es de 75 millones de dólares al año. Otro estudio demostró<br />

que los programas de detección y tratamiento en pacientes con diabetes tipo I fue eficaz<br />

económicamente utilizando cualquier estrategia, ahorrándose aproximadamente 100<br />

millones de dólares anualmente por cohorte de diabéticos tipo I, si se aplica la<br />

fotocoagulación adecuadamente.<br />

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MEJORAS DE ALGORITMOS PARA DETECCIÓN DE MICROANEURISMAS<br />

Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Para lograr estos objetivos deben ponerse en marcha dispositivos sanitarios con<br />

la finalidad de detectar la enfermedad diabética ocular y proceder a su tratamiento<br />

precoz, antes de que la ceguera sea irreversible.<br />

En otro estudio de la Universidad de Pensilvania varios internistas, diabetólogos<br />

y oftalmólogos fueron probados para examinar a un grupo de pacientes con retinopatía<br />

diabética; los internistas fallaron en el diagnóstico más del 30% y los oftalmólogos<br />

generales el 9%.<br />

2.2. CAUSAS DE CEGUERA EN LA DIABETES.<br />

La diabetes se considera actualmente como la causa de ceguera más frecuente en<br />

los países industrializados entre la población activa y se estima que representa entre el<br />

20 y el 30% del total de cegueras. Así un tiene de 20 a 40 veces más probabilidades de<br />

quedarse ciego que un no diabético[7].<br />

De las múltiples manifestaciones de la diabetes a nivel ocular las que pueden<br />

conducir a la ceguera son cuatro: la retinopatía, que representa entre el 70 y el 80% del<br />

total de cegueras de causa diabética, la catarata, el glaucoma y la neurooftalmopatía.<br />

RETINOPATIA<br />

Es sin duda la causa más frecuente. Hay dos grandes formas de ceguera<br />

secundarias a retinopatía diabética.<br />

Ceguera por maculopatía diabética. Hay a su vez varias formas y la causa más<br />

frecuente es el edema macular. Es una forma de ceguera no invalidante, muy frecuente<br />

pero leve, y se caracteriza por pérdida de visión central. Su tratamiento mediante<br />

fotocoagulación es eficaz.<br />

Ceguera secundaria a las complicaciones de la retinopatía diabética proliferante.<br />

Es una forma muy severa e invalidante que puede llevar a la ceguera absoluta. Su<br />

tratamiento preventivo mediante fotocoagulación panretiniana es extraordinariamente<br />

efectivo. Una vez desarrolladas las complicaciones, hemorragias vítreo y<br />

desprendimiento de retina por tracción, el tratamiento es quirúrgico.<br />

Todas estas causas hacen de la retinopatía diabética una enfermedad muy<br />

relevante a tratar precozmente[8], de aquí la importancia de realizar un proyecto como<br />

el nuestro.<br />

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CATARATA<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Es una forma de ceguera muy frecuente incluso entre la población no diabética.<br />

Es fácilmente reversible mediante cirugía, y aunque en el diabético esta cirugía<br />

comporta algunos riesgos, los resultados en manos de cirujanos experimentados son<br />

buenos.<br />

GLAUCOMA<br />

De los distintos tipos el más típico y severo de la diabetes es el glaucoma<br />

neovascular. Las formas comunes de glaucoma no presentan características especiales<br />

con respecto a los no diabéticos. La prevención y tratamiento adecuados son muy<br />

eficaces para prevenir la ceguera por esta causa.<br />

NEURO-OFTALMOPATÍA <strong>DIABETICA</strong><br />

De las distintas manifestaciones de la neuropatía diabética sólo la afectación del<br />

nervio óptico puede conducir a la ceguera. Esta ceguera suele ser total, irreversible y<br />

bilateral. El tratamiento es absolutamente ineficaz.<br />

2.3. RETINOPATIA <strong>DIABETICA</strong>.<br />

La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica caracterizada por cursar con<br />

niveles elevados de glucosa plasmática. Está asociada a una alteración en la producción<br />

y/o acción de la insulina, que imposibilita al organismo para utilizar los nutrientes<br />

apropiadamente.<br />

La retinopatía diabética[1] es una microangiopatía retiniana de origen diabético<br />

que engloba cambios anatómicos en los vasos retinianos y neuroglia. En general se<br />

acepta que la retinopatía diabética es una consecuencia de la hiperglucemia, sin<br />

embargo, aunque a la hiperglucemia se le puede atribuir un papel fundamental, existen<br />

otros factores que condicionan la aparición y evolución de esta enfermedad: factores<br />

genéticos, raciales, ambientales, etc.<br />

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2.3.1. PATOGENIA.<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

¿Por qué ocurre la retinopatía diabética?, ¿por qué una respuesta tan específica<br />

cuando hay otros órganos afectados? Todo el proceso parece condicionado por el<br />

consumo extraordinario de oxígeno que tiene la retina, considerándose a esta estructura<br />

como única en su tremenda capacidad metabólica, que en razón de la relación<br />

unidad/peso excede a cualquier otra estructura del organismo incluyendo el córtex<br />

cerebral, en cuanto a consumo de oxígeno y glucosa.<br />

Las posibles causas de cambios anatómicos en la retina se pueden agrupar en tres<br />

categorías: bioquímicas, hemodinámicas y endocrinas. No son excluyentes y la única<br />

posibilidad de interpretarlas es mediante su integración, con especial énfasis en su<br />

secuencia temporal.<br />

En resumen, la hiperglucemia, acompañada de otros factores, produce una serie<br />

de alteraciones bioquímicas que conducen a cambios estructurales a nivel vascular<br />

dando lugar a accidentes circulatorios. El sumatorio de todas estas lesiones, añadidas a<br />

la hipoxia bioquímica y circulatoria es la retinopatía diabética, cuyas manifestaciones<br />

más precoces serían: alteraciones en la barrera hemato-retiniana y en el flujo hemático.<br />

2.3.2. EVOLUCIÓN NATURAL Y CUADROS CLÍNICOS.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La evolución natural de la retinopatía diabética no está definitivamente<br />

establecida, ni sus estadios ni su calendario. Sin embargo vamos conociendo datos que<br />

nos permiten construir de una forma lógica lo que podría ser la historia natural del<br />

proceso.<br />

La retinopatía diabética evoluciona en tres grandes fases diferenciadas y<br />

caracterizadas por la incorporación sucesiva de distintas estructuras oculares. El<br />

reconocimiento e identificación de las tres fases tiene gran trascendencia desde un punto<br />

de vista estratégico. Cada estadio va a exigir nuevas terapéuticas, una filosofía de<br />

tratamiento diferente y va a definir una mayor gravedad del cuadro.<br />

Básicamente podemos esquematizar las tres fases: microangiopatía retiniana,<br />

retinopatía y vítreo-retinopatía, como se puede apreciar en la siguiente figura:<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Figura 1. - ESTADIOS EN LA EVOLUCIÓN DE LA RETINOPATÍA DIABÉTICA.<br />

Cada estadio exige una estrategia diferente. Mientras el proceso es vascular la pauta<br />

es el control metabólico. Cuando se desarrolla la retinopatía, el tratamiento de<br />

elección es el láser. En fases vítreo-retinianas severas el tratamiento es quirúrgico.<br />

Microangiopatía Retiniana.<br />

En este primer estadio se afectan las estructuras vasculares de la retina y no<br />

existen alteraciones detectables oftalmoscópicamente aunque sí existen alteraciones<br />

circulatorias (hemorreología), morfológicas (engrosamiento de la membrana basal,<br />

pericitos, células endoteliales), morfo-funcionales (alteración de la barrera hematoretiniana)<br />

y funcionales.<br />

Retinopatía.<br />

Cuando la patología avanza se afecta ya la retina propiamente dicha, el<br />

parénquima retiniano. La retinopatía es un cuadro polimorfo que puede ser de<br />

predominio exudativo, isquémico o proliferativo.<br />

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Vítreo-retinopatía.<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

En cualquiera de las formas de la retinopatía, sus efectos también van a exceder<br />

los confines propiamente retinianos y van a afectar a su estructura contigua, el vítreo. La<br />

exudación crónica y prolongada de los vasos retinianos, la isquemia y la proliferación,<br />

provocan alteraciones importantes en el vítreo. La participación del vítreo en la<br />

progresión de la retinopatía configura un cuadro severo multiforme (hemorragias en el<br />

vítreo, desprendimiento traccional de la retina, maculopatía vítreo-retiniana, ...).<br />

CUADROS CLÍNICOS<br />

Retinopatía diabética inicial.<br />

Es el cuadro clínico que más nos interesa en nuestro proyecto por ser el punto de<br />

partida de los signos oftalmoscópicos propios para la detección de la retinopatía<br />

diabética mediante la implementación del paquete software.<br />

Se caracteriza por la aparición de microhemorragias y microaneurismas, el signo<br />

oftalmoscópico más precoz y que precede en mucho tiempo al resto de manifestaciones.<br />

Estas dilataciones saculares van a ser visualizables en el fondo de ojo cuando tengan un<br />

diámetro de 30 micras aproximadamente. Antes de la irrupción oftalmoscópica de estos<br />

signos hay microaneurismas de menor tamaño sólo visualizables angiográficamente y<br />

áreas de capilares dilatados.<br />

Figuras 2 y 3. - MICROANEURISMAS.<br />

Los microaneurismas reflejan la severidad del proceso y se pueden considerar como el<br />

indicador precoz más fiable de progresión de la retinopatía. Los microaneurismas<br />

pueden aparecer aislados (Fig. 2) o asociados a áreas de oclusión capilar (Fig. 3).<br />

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MEJORAS DE ALGORITMOS PARA DETECCIÓN DE MICROANEURISMAS<br />

Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

¿Cuándo aparecen los microaneurismas?, es decir, ¿cuándo empieza a<br />

manifestarse clínicamente la retinopatía? No se conoce con exactitud el tiempo que<br />

media entre la instauración de la diabetes y la aparición de la retinopatía y es<br />

difícilmente predecible. Tampoco se conocen todos los factores que pueden condicionar<br />

su aparición, aunque sin duda influyen el tipo de diabetes, el tiempo de evolución, el<br />

grado de control metabólico y factores genéticos.<br />

En los pacientes insulinodependientes es rara la aparición de microaneurismas<br />

antes de 5 años de enfermedad y se podría aceptar que no se manifiesta nunca antes de<br />

los tres años del diagnóstico, aunque si se asocian otros factores puede aparecer antes.<br />

Se han descrito prevalencias de retinopatía entre 5-7% a los 3-5 años de diagnóstico. Al<br />

cabo de 7 años la prevalencia puede llegar casi al 50%, y pasados 13 años al 90%. En<br />

los no insulinodependientes, debido al retraso en el diagnóstico de la diabetes, en un<br />

importante porcentaje de casos la retinopatía existe desde el diagnóstico e incluso puede<br />

ser la causa de su detección. Por ellos las cifras son muy variables, pudiendo llegar a<br />

una prevalencia del 25%.<br />

No conocemos el significado fisiopatológico de los microaneurismas, pero sí su<br />

valor como indicadores. Sabemos que su aparición es fundamental y lo que es más<br />

importante, que son los indicadores precoces más fiables. Así se aceptan como<br />

indicadores de progresión de la retinopatía y de riesgo de pérdida severa de visión.<br />

Además son un indicador independiente, es decir, que tienen un valor absoluto al<br />

margen de otros factores.<br />

Los microaneurismas no son más que el resultado final de varios sumandos: las<br />

alteraciones estructurales más las alteraciones circulatorias, y traducen la gravedad de la<br />

afección. Los microaneurismas, al ser una estructura anormal, tienen rota la barrera<br />

hemato-retiniana y agravan una patología preexistente, la exudación. Hay dos grandes<br />

tipos de microaneurismas: los que exudan y los que son simples dilataciones parietales<br />

sin un grave compromiso de la permeabilidad. Aquellos suelen asociarse a otras<br />

alteraciones capilares, éstos pueden encontrarse aislados. Ambos son reversibles y se<br />

definen varias tasas de aparición y desaparición, oscilando entre un 1.1% y un 3%<br />

mensual (anualmente empeoran el 24%, mejoran el 14% y permanecen estables el 62%).<br />

Los microaneurismas tienden a hialinizarse y ocluirse o a ser englobados en áreas de<br />

isquemia capilar o arteriolar, lo que dificulta su detección e invita al preprocesado de la<br />

angiografía para eliminar el árbol vascular.<br />

Posteriormente a los microaneurismas aparecen las microhemorragias retinianas.<br />

Típicamente son pequeñas y redondeadas y las interpretamos como pequeñas sufusiones<br />

de glóbulos rojos alrededor de capilares dilatados rotos o de microaneurismas, esto nos<br />

llevará a la confusión entre ambos en la detección implementada con nuestro proyecto.<br />

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Retinopatía diabética simple.<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

La existencia de exudados duros (depósitos pequeños y brillantes con márgenes<br />

definidos y localizados en las capas retinales más externas debido a la acumulación de<br />

proteínas por filtración capilar) y edema de retina (engrosamiento de la retina), sea cual<br />

sea su extensión, nos hace definir este cuadro. Si existe afectación macular la agudeza<br />

visual ya estará disminuida o disminuirá a medio plazo.<br />

Figuras 4 a 7. - EVOLUCIÓN DE UNA RETINOPATIA SIMPLE.<br />

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Retinopatía diabética preproliferante.<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Este cuadro oftalmoscópico engloba los exudados algodonosos (infartos en las<br />

capas más externas de la retina que se ven como manchas de bordes mal definidos),<br />

hemorragias retinianas (producidas en las capas más externas con distribución lineal), la<br />

tortuosidad y dilatación venosa, y las anomalías microvasculares intrarretinianas<br />

(IRMA: lesiones intrarretinales en forma de mallas que producen la opacidad en la<br />

visión oftalmoscópica de la retina). La pérdida de visión puede ser muy severa, siendo<br />

irreversible en los estadios más avanzados.<br />

Figuras 8 y 9. -EVOLUCIÓN AGUDA DE UNA RETINOPATÍA PREPROLIFERANTE.<br />

Retinopatía diabética mixta.<br />

En estos casos aparecen retinopatías preproliferantes con edema importante y<br />

exudados duros.<br />

Retinopatía diabética proliferante.<br />

La aparición de neovasos en cualquier localización del fondo caracteriza este<br />

cuadro clínico. Las paredes de los nuevos vasos no tienen las mismas características<br />

histológicas que los normales, por lo que son muy friables y tienen muchas<br />

probabilidades de romperse y producir hemorragias diversas. En el oftalmoscopio se ven<br />

como pequeñas redes de finísimos capilares.<br />

La tendencia de la proliferación es a cubrir las arcadas vasculares temporales y a<br />

cerrarse en forma de anillo fibroso muy vascularizado, extendiéndose hasta contactar<br />

puntos de adherencia vítreo-retiniana.<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Figuras 10 y 11. - NEOVASCULARIZACIÓN RETINIANA Y PAPILAR<br />

En un paciente con retinopatía preproliferante (Fig. 10), que rehusa el tratamiento<br />

mediante fotocoagulación, se le produce a los 6 meses una hemorragia en el vítreo.<br />

Cuando se reabsorbe la hemorragia el cuadro ha progresado y se ha desarrollado una<br />

retinopatía severa (Fig. 11).<br />

Maculopatía vítreo-retiniana.<br />

La tracción que ejerce el vítreo desprendido produce un aumento de la<br />

neovascularización tanto en número como en tamaño. El vítreo desprendido, al que<br />

permanece firmemente adherido el tejido proliferativo retiniano ya que la proliferación<br />

se conecta con el tejido fibroso del córtex, tracciona sobre los neovasos, cuya fragilidad<br />

es enorme. Si sólo hay neovasos en la adherencia vítreo-retiniana, éstos se rompen y se<br />

produce la hemorragia vítrea. El mecanismo de la tracción es tan simple que se<br />

demostró que el esfuerzo del vómito puede provocar la hemorragia. Si la tracción no es<br />

brusca y por el contrario es lentamente progresiva el resultado es la avulsión del vaso<br />

retiniano.<br />

Si la adherencia es muy firme, cosa que ocurre sobre todo en casos de gran<br />

componente de tejido conectivo, no se produce la separación vítreo-retiniana, se<br />

transmite la tracción y se desencadena el desprendimiento de retina fraccional[7].<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Figuras 12 y 13. - LA PROLIFERACIÓN FIBROSA Y EL DESPRENDIMIENTO DE<br />

RETINA TRACCIONAL.<br />

La tracción que ejerce el vítreo sobre el o los puntos de adherencia va a da lugar<br />

a cuadros retinianos polimorfos. La combinación de tracción tangencial y anteroposterior<br />

del vítreo sobre la retina produce desde pequeños desprendimientos muy<br />

localizados a grandes desprendimientos de retina que afectan a la mácula con grave<br />

retracción y desestructuración de la retina.<br />

Glaucoma neovascular.<br />

Este cuadro clínico de extrema severidad se debe a la aparición de neovasos en el<br />

iris y exige imperiosamente una rápida acción terapéutica.<br />

2.3.3. FACTORES QUE CONDICIONAN LA RETINOPATIA <strong>DIABETICA</strong><br />

Tipo y tratamiento de la diabetes.<br />

La diabetes mellitus puede ser clasificada de tipo I, juvenil o<br />

insulinodependiente, y de tipo II, del adulto o no insulinodependiente. Los diabéticos<br />

tipo I tienen mayores tasas de retinopatía y de formas más severas que los diabéticos<br />

tipo II. Los resultados al respecto son prácticamente unánimes. En diabéticos<br />

diagnosticados antes de los 30 años la incidencia a los 4 años de retinopatía fue del 59%<br />

y de proliferante del 11%. El empeoramiento de la retinopatía se produjo en el 41% y la<br />

mejoría en sólo el 7%[9]. En diabéticos diagnosticados después de los 30 años (tratados<br />

con insulina) la incidencia a los 4 años de retinopatía fue del 47% y de proliferante el<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

7%. El empeoramiento de retinopatía se produjo en el 34%. En los no tratados con<br />

insulina las cifras fueron: 34% y 2% de incidencia y 25% de empeoramiento[10].<br />

Los pacientes a tratamiento con insulina tienen prevalencia de retinopatía casi<br />

doble que los tratados con hipoglucemiantes orales y éstos el doble también que los que<br />

se tratan con dieta (75% vs. 36% vs. 12%). Otro hallazgo importante es que el grupo de<br />

pacientes que presentan mayor prevalencia de retinopatía son los diabéticos no<br />

insulinodependientes a tratamiento con insulina.<br />

Tiempo de evolución de la diabetes.<br />

Los estudios más significativos demuestran esta relación: desde una prevalencia<br />

del 2% en pacientes insulinodependientes con menos de dos años de evolución de su<br />

diabetes hasta el 98% en pacientes con más de 15 años de evolución. Algo similar<br />

ocurre con la severidad de la retinopatía: la proliferante no aparece en los 5 primeros<br />

años, pero la tasa es del 56% en pacientes con más de 20 años, y el edema macular pasa<br />

de ser excepcional en los primeros años de evolución hasta el 21% tras 20 años de<br />

evolución de la diabetes. Esta progresión es menor en los diabéticos no<br />

insulinodependientes.<br />

Control metabólico.<br />

Un mal control metabólico se asocia a un peor pronóstico de la retinopatía, tanto<br />

en su aparición como en su progresión y en cualquier forma de retinopatía, edema<br />

macular o proliferante.<br />

Hipertensión arterial.<br />

Desde un punto de vista fisiopatológico la elevación de la presión sanguínea por<br />

si misma puede producir daño vascular y por ello puede influir en la retinopatía. Los<br />

resultados demuestran que pacientes con presión diastólica y sistólica elevada tienen<br />

más retinopatía, más severa y más progresiva que los pacientes que no tienen elevación<br />

de la presión arterial. Una explicación que permite una explicación fisiopatológica es<br />

que la elevación de la presión sanguínea contribuye a alterar la permeabilidad de la<br />

barrera y que ésta se puede hacer reversible con medicación antihipertensiva.<br />

Factores genéticos.<br />

Existe una relación definitivamente demostrada entre los factores genéticos y la<br />

aparición de retinopatía. En un futuro se podría pronosticar el momento de aparición y<br />

la progresión de la retinopatía diabética mediante factores genéticos, como el antígeno<br />

HLA- DR.<br />

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Factores oculares.<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

En general podíamos aceptar que ojos con funcionalidad disminuida o escasa (y<br />

por ello con menor consumo de oxígeno) tendrían menor retinopatía y menos grave que<br />

los ojos contralaterales normales.<br />

Pubertad.<br />

En la etapa prepuberal la retinopatía no es infrecuente, siendo su prevalencia<br />

mucho menor que en la pospuberal a igualdad de duración de la diabetes. Tras ajustar<br />

para sexo y duración, el riesgo relativo de tener retinopatía en el grupo pospuberal es 4.8<br />

veces mayor que en el prepuberal. Estos hallazgos se atribuyen a cambios de tipo<br />

hormonal.<br />

Embarazo.<br />

Debido a alteraciones funcionales de la retina durante el embarazo, en las<br />

mujeres que lo inician sin retinopatía el riesgo de desarrollarla es del 10%. Por otro<br />

lado, aquellas con retinopatía inicial, el desarrollo del embarazo puede mostrar<br />

progresión, con aumento de las hemorragias y otros signos manifestativos de la<br />

enfermedad.<br />

Nefropatía.<br />

Se puede aceptar que un paciente con retinopatía tiene un riesgo moderado de<br />

padecer nefropatía, pero si un paciente presenta nefropatía el riesgo de retinopatía es<br />

muy superior. En definitiva, la nefropatía puede aceptarse como un indicador pero no<br />

como un factor de riesgo de retinopatía. El trasplante renal, ha permitido en algunos<br />

casos la resolución de un edema macular difuso, aunque la evolución de la retinopatía<br />

puede seguir su curso inexorable a pesar de un transplante con éxito.<br />

Tabaco.<br />

Se ha demostrado que el tabaco produce un aumento de flujo sanguíneo macular,<br />

lo que lo relaciona con la retinopatía diabética.<br />

Otros factores.<br />

Hay factores menos conocidos que pueden condicionar también la evolución de<br />

la retinopatía diabética como pueden ser las diferencias raciales o la dieta entre otros.<br />

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2.3.4. SIGNOS CLÍNICOS. DIAGNÓSTICO.<br />

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Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

En la retinopatía diabética aparecen unos signos típicos que la caracterizan. Los<br />

que aparecen más precozmente son los derivados de las alteraciones circulatorias,<br />

después los puramente retinianos y por fin los vítreo-retinianos. En el presente proyecto,<br />

nos centraremos en la detección de la alteración capilar conocida como microaneurisma<br />

por ser el signo más precoz en el diagnóstico de la retinopatía.<br />

En el diagnóstico de la retinopatía diabética los objetivos fundamentales son dos:<br />

un test sensible y fiable para detectar las fases más precoces y otro que permita predecir<br />

la evolución de la enfermedad. Dentro de los test psicofísicos rutinarios, las pruebas<br />

aplicadas en clínica son: visión de los colores, nictometría y test de adaptación a la<br />

oscuridad, campos visuales y test de sensibilidad al contraste. Existe también el<br />

diagnóstico mediante exploraciones electrofisiológicas, las más importantes en la<br />

retinopatía diabética son: la electro-retinografía y los potenciales evocados visuales.<br />

La oftalmoscopia es la exploración más importante dentro de las que<br />

habitualmente se utilizan en la retinopatía diabética. Hay diferentes técnicas como la<br />

imagen recta, invertida y la biomicroscópica, cada una de ellas tiene sus ventajas y sus<br />

inconvenientes.<br />

Pero la fotografía del fondo del ojo o angiografía fluoresceínica es la que se<br />

emplea de forma más sistemática por dos razones: porque permite una visualización<br />

excelente del fondo de ojo, superior muchas veces a la propia oftalmoscopia y porque<br />

permite obtener documentos gráficos que sirven para el control de la evolución.<br />

Actualmente la angiofluoresceingrafía tiene un valor capital para evaluar el tipo<br />

y grado de retinopatía y para establecer el calendario y técnica de fotocoagulación a<br />

aplicar. El valor esencial de la angiografía es que:<br />

- Detecta precozmente la aparición de lesiones: microaneurisma, áreas de<br />

dilatación y oclusión capilar.<br />

- Permite identificar las fuentes del edema retiniano y su localización.<br />

- Identifica y cuantifica las áreas de isquemias y vasos ocluidos.<br />

- Permite evaluar la afectación macular, sea edematosa sea isquémica.<br />

- Identifica pequeños neovasos que a la exploración oftalmoscópica pueden pasar<br />

desapercibidos.<br />

- Identifica las anomalías microvasculares intrarretinianas.<br />

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¿Cuándo debe realizarse una angiografía?<br />

MEJORAS DE ALGORITMOS PARA DETECCIÓN DE MICROANEURISMAS<br />

Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Desde un punto de vista clínico su utilidad es enorme y la aplicamos de manera<br />

casi rutinaria para evaluar a los pacientes diabéticos. En particular, para el presente<br />

proyecto adquiere importancia la realización de las angiofluoresceingrafías en presencia<br />

de signos oftalmoscópicos moderados como son los microaneurismas. Éstos son<br />

visualizables como puntos hiperfluorescentes de variados tamaños y configuraciones.<br />

En estos casos la angiografía aporta sobre la oftalmoscopia:<br />

- Detecta mayor número de microaneurismas.<br />

- Identifica si los microaneurismas están asociados a áreas de oclusión capilar.<br />

- Estudia su permeabilidad.<br />

Otros estudios o test van a hacer posible mejorar la atención del paciente. Los<br />

más comunes incluyen, además de la angiografía por fluoresceína, los siguientes:<br />

fotografía a color del fondo de ojo, fluorofotometría y ultrasonografía o ecografía.<br />

El paquete software resultado de este proyecto pretende servir como instrumento<br />

diagnóstico de la retinopatía diabética mediante la detección y recuento de cuántos<br />

microaneurismas alberguen las angiografías a procesar.<br />

2.3.5. TRATAMIENTO.<br />

Las posibles medidas terapéuticas para prevenir y tratar la retinopatía diabética<br />

son todavía motivo de controversia. Para la prevención de la retinopatía, o en sus fases<br />

iniciales, el tratamiento es un adecuado control metabólico y de los factores de riesgo<br />

como la hipertensión arterial. Desde un punto de vista puramente farmacológico se<br />

discute la eficacia de los inhibidores de la aldosa reductasa, una vez se ha demostrado<br />

que el ácido acetil-salicílico carece de efectos.<br />

En los estadios más avanzados de la retinopatía, el único tratamiento eficaz es la<br />

Fotocoagulación con Láser, aunque en sí mismo genera pérdidas de visión además de<br />

ser altamente agresivo. Esto motivó la creación del software específico de nuestro<br />

proyecto para la detección y diagnóstico prematuro de la enfermedad, en sus primeros<br />

síntomas, los microaneurismas.<br />

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FOTOCOAGULACIÓN CON LÁSER.<br />

MEJORAS DE ALGORITMOS PARA DETECCIÓN DE MICROANEURISMAS<br />

Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Este tratamiento consiste en un tipo de cirugía oftálmica con láser para cerrar o<br />

fotocoagular los vasos sanguíneos que gotean. El efecto del láser sobre los tejidos<br />

oculares lo podemos esquematizar de la siguiente forma: la luz del láser emitida es<br />

absorbida por el pigmento del tejido diana. Dependiendo de la interacción entre la<br />

longitud de onda y el tipo de pigmento, se produce un efecto térmico con alteraciones<br />

celulares que conducen a la necrosis y a fenómenos de coagulación intravascular. Esta<br />

quemadura produce una adherencia entre el epitelio pigmentario y la retina sensorial.<br />

La Fotocoagulación se practica en la retinopatía con dos objetivos<br />

fundamentalmente:<br />

- En el edema macular, para destruir las áreas de exudación causantes del edema o<br />

para mejorar los sistemas de reabsorción del edema.<br />

- En las retinopatías proliferantes e isquémicas, para frenar o hacer regresar la<br />

proliferación fibrovascular.<br />

Para la Fotocoagulación retiniana, y especialmente en la retinopatía diabética, el<br />

láser de elección es el de Argón, aunque se han difundido también los láseres de diodo,<br />

de estado sólido y de Kripton. La elección del láser va a estar condicionada por la<br />

longitud de onda que se pretende utilizar. Una vez seleccionado la longitud de onda a<br />

aplicar, podemos manejar tres parámetros que nos permitirán modular la respuesta:<br />

potencia o intensidad de la energía aplicada, diámetro o tamaño del impacto y tiempo de<br />

exposición o duración del impacto.<br />

En la retinopatía diabética proliferante y sus complicaciones la técnica de<br />

elección es la Fotocoagulación Panretiniana, tratamiento global sobre la retina que no<br />

hace distinción de áreas afectadas consiguiendo casi una destrucción total del tejido<br />

retiniano. En el edema macular focal la técnica de elección es la Fotocoagulación Focal,<br />

procedimiento por el cual se tratan zonas específicas de la retina que se han visto<br />

afectadas por lesiones típicas de la misma.<br />

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MEJORAS DE ALGORITMOS PARA DETECCIÓN DE MICROANEURISMAS<br />

Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Figuras 14 y 15. – ANGIOGRAFÍAS FLUORESCEÍNICAS TRAS TRATAMIENTO POR<br />

FOTOCOAGULACIÓN CON LÁSER.<br />

Figura 16. - FOTOCOAGULACIÓN. DETALLE DE LA TÉCNICA.<br />

Figura 17. – FOTOCOAGULACIÓN. HEMORRAGIA INTRAOPERATIVA.<br />

Una de las complicaciones intraoperatorias típicas de la Fotocoagulación son las<br />

hemorragias provocadas por el impacto láser. Estas hemorragias suelen ser poco<br />

importantes y ceden rápidamente.<br />

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MEJORAS DE ALGORITMOS PARA DETECCIÓN DE MICROANEURISMAS<br />

Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

En fases de afectación severa de la retina y de la visión cuando el láser es ya<br />

inútil, debe procederse al tratamiento quirúrgico.<br />

TRATAMIENTO QUIRÚRGICO.<br />

En el estadio proliferativo de la retinopatía diabética puede ser necesaria la<br />

intervención quirúrgica para evitar consecuencias mayores, como un agravamiento<br />

rápido del cuadro clínico.<br />

El tratamiento quirúrgico de la retinopatía diabética se ciñe a dos técnicas: la<br />

Crioterapia y la Vitrectomía, o más rigurosamente, cirugía del vítreo. La primera está<br />

indicada en aquellos casos en los que no se puede aplicar el láser. Al igual que éste<br />

pretende la ablación de la retina isquémica. La segunda, es un procedimiento complejo<br />

en el cual el vítreo es removido por succión y reemplazado por infusión de una solución<br />

salina modificada.<br />

El escepticismo y el temor a los efectos secundarios hacen que ambas técnicas<br />

sean muy limitadas en su aplicación. Así los posibles beneficios o perjuicios deben ser<br />

sopesados objetivamente, puesto que en caso de fracaso quirúrgico el empeoramiento<br />

puede ser notable con respecto a la situación preoperatoria.<br />

Figura 18 y 19. - CRIOCOAGULACIÓN PANRETINIANA. TÉCNICA QUIRÚRGICA.<br />

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MEJORAS DE ALGORITMOS PARA DETECCIÓN DE MICROANEURISMAS<br />

Capítulo 2. LA RETINOPATÍA DIABÉTICA<br />

Figuras 20 y 21. - CRIOCOAGULACIÓN PANRETINIANA. TÉCNICA QUIRÚRGICA<br />

Y DETALLE DEL FONDO DE OJO POSTCRIOTERAPIA.<br />

En la última figura se observan 5 impactos de frío en el fondo de ojo. Se aprecia el<br />

edema producido por los impactos. Dos impactos se han dispuesto ligeramente<br />

superpuestos, lo que debe evitarse para no llegar a la sobredosificación.<br />

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