1 - Ayuntamiento de Murcia

i-. Y^áq^í fue quanido fe acongojo tanto el efpintü
del Padre Cobos, que fe puede decir Je cercaron la tri"
bulacíon,y el dolor. Conocía fu genio, que fobre fer
ardiente, fe afuftaba con qualquicr vifo de imperfec-i
cion; y como no fabia difsimular en si lo mas Jeve,'
como fueííe falta , le parecía, que aunque hafta aquí
era ciego, y avia fido, para ver las faltas de otros, puef»;
to en Oficio, en que era precifo íer Lince, feria reo;
ó por no ver las faltas , 6 porque viéndolas , no Jas
remediaba en otros, con el rigor, que en si. Huvo, no
obílantc, de íacrificar fus repugnancias á la Obediencia
j eón-lái qü¿ tomo can de veras el cuidado de. Jo
domeftico, en efpecial de riueftros HermanosEftudian-;
tes^ que podia feguramente dormir el Padre Red:or¿
fobre la vigilancia de fuMiniftro. Con efta , precavía^
y prevenía , aun las menores faltas de obfervancia; Jas
qde, como no poHian ocultarfc á íu cuidado, eran
efpinas,que no bien nacian, quando fe miraban fufocadas,
ó con la advertencia caritativa,6 con el ca£*«
tigo. Tenia altamente imprcífo en el alma, que eJSíii-:
perior, fegun el dicho de San Ifidoro , debe portaríe:
Tanto cautms , er?a commjfos fibi, quítnto durius a Chriflo
inda^ari f&rmidat. Firme en eíle did:amcn, no dexaba
paíTar contravando de la Obfervancia, por Je ve , fiii
regiftro: y como fm aceptación de períonas, velaba íobre
Jas neceísidades de todos j procurando fu alivio;
aísi cuidaba de la Obfervancia, en general, y en particUíí
lar de cada uno. Era todo fu empeño el ev'itar las fal^
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