Proceso de Juan Galán - Universidad de Sevilla
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un rato atizando la can<strong>de</strong>la en tanto que allí permanecieron los guardias,..<br />
y al cuarto <strong>de</strong> hora se retiró á la viña, encendió can<strong>de</strong>la y se estuvo allí'<br />
sólo bebiendo un vaso <strong>de</strong> vino, pues su mujer estaba acostada: que á cosa.<br />
<strong>de</strong> las ocho tí ocho y media <strong>de</strong> la noche se vino á Jerez, avisando á su<br />
mujer que cerrara la puerta, y así lo hizo: que llegado á Jerez, se fué á.<br />
un tabanco que hay en la calle <strong>de</strong> Bizcocheros y sólo se bebió tres vasos<br />
<strong>de</strong> vino, saliéndose á, la calle se dirigió á la Alameda <strong>de</strong> Cristina y sentándose<br />
en un poyo se quedó dormido, siendo corno las nueve y media <strong>de</strong><br />
dicho dia: que durmió como una hora, y habiendo <strong>de</strong>spertado, se volvió<br />
tambien sólo para su viña, dirigiéndose por el arrecife <strong>de</strong> Trebujena, y<br />
al llegar un poco más allá <strong>de</strong>l ventorrillo <strong>de</strong> Frasquito <strong>de</strong> la Cruz, se en-.<br />
contró á un hombre que estaba parado en el camino, al cual no conocía,<br />
quien le invitó á, beber una cañita ; y el que dice, como iba embriagado,<br />
lo aceptó y siguieron camino a<strong>de</strong>lante hasta la choza <strong>de</strong> Nuñez: que al<br />
llegar, vió cuatro hombres para él <strong>de</strong>sconocidos, que se hallaban en la<br />
esquina <strong>de</strong>l vallado en cuyas señas nó se fijó; los cuales estaban hablando<br />
tarnbien <strong>de</strong> tornar vino y el que llegó con el dicente tomó parte en la<br />
conversacion, <strong>de</strong> lo que infiere que lo conocerian: que el que <strong>de</strong>clara se<br />
colocó entre ellos, admitiendo la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> beber y sin esperar más, llamó.,<br />
á Nuñez, diciéndole: «<strong>Juan</strong>, abre,». contestándole, «allá vá»; y á muy poco<br />
abrió la puerta, teniendo ya la luz encendida: que abierta la puerta se<br />
entró primero el que <strong>de</strong>pone y tras él los otros cinco, y una vez <strong>de</strong>ntro,<br />
Nuñez se colocó por <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mostrador; que no vió á ninguna otra<br />
persona <strong>de</strong> las que <strong>de</strong>ja expresadas, y cuando el Nuñez le echó el vaso <strong>de</strong><br />
vino y fué á tomarlo, los que estaban por,<strong>de</strong>trás lo <strong>de</strong>rribaron, <strong>de</strong>jándolo<br />
caer por el lado izquerdo <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong> afuera <strong>de</strong>l mostrador, ó sea entre<br />
éste y la puerta <strong>de</strong> la call@, sintiéndose <strong>de</strong>svanecido y sin darse cuenta <strong>de</strong><br />
lo que pasó, y pugnando por levantarse dos ó tres veces, volvió á caer<br />
otras tantas, hasta que por último logró salir, arrastrándose á la puerta:<br />
<strong>de</strong> la choza, observando que ésta se hallaba á oscuras <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que lo <strong>de</strong>rribaron:<br />
que estando caído' oyó á la mujer <strong>de</strong> Nuñez gritar: «<strong>Juan</strong>, <strong>Juan</strong>»<br />
y oyó la <strong>de</strong>tonacion <strong>de</strong> dos ó tres tiros, sin que pueda <strong>de</strong>cir si fueron<br />
<strong>de</strong>ntro ó fuera <strong>de</strong> la choza, ni oyera á Nuñez ni á ninguno <strong>de</strong> los otros:.<br />
que ya fuera <strong>de</strong> la choza se levantó., sintiéndose herido en las manos sin<br />
que sepa lo que fué, ni cuándo se fué hácia su casa, tomando por el arrecife<br />
para entrar por la portada <strong>de</strong> la viña, siendo, segun su cálculo, <strong>de</strong><br />
diez y media á once <strong>de</strong> la noche; que llegó á..•su casa, cuya puerta estaba<br />
cerrada, y llamando, le abrió su mujer, pidió á ésta yesca, se la puso en<br />
las heridas, se mudó <strong>de</strong> ropa porque la llevaba ensangrentada y se acostó,<br />
no <strong>de</strong>spertando hasta que llegó la Guardia civil y lo prendió: que con<br />
<strong>Juan</strong> Nuñez ha tenido muy buenas relaciones y sólo tuvo con él este ve-rano<br />
un pequeño disgusto por tratar Nuñez <strong>de</strong> hacer su casa junto al va-.