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EDUARDO VIELBA INFANTE
A la derecha, chozo
de la majada de los
Bueyes, en el término
de Santibáñez de
Resoba. Abajo, imagen
del chozo de Valdeur,
en Dehesa de Montejo.
Los muros de este
tipo de construcción
se cierran en falsa
cúpula mediante la
aproximación de lajas
y mamposta seca.
pequeñas ventanas. Así lo confi rman los testimonios orales y los restos de los chozos
de la majada de los Bueyes, en Santibáñez de Resoba, o Valdeur, en Dehesa de Montejo.
Su uso regular por vaqueros y veceros y su emplazamiento en parajes cercanos
a los caseríos han permitido que buena parte de estas construcciones pervivan hasta
nuestros días.
Otras variantes
Nuestra comarca cuenta además con otras variantes arquitectónicas que concilian
parámetros y técnicas de los modelos anteriores. Es el caso de ciertos chozos de proporciones
irregulares, sobre planta cuadrada, ovoidal o rectangular rematados con
cubiertas que combinan el uso de piedra y materiales vegetales. Por lo general, la
techumbre, a un agua, se levantaba por medio de palos y vigas de madera, sobre los
que apoyaban fi nas lanchas de piedra cubiertas por cepellones de hierba. Otras veces,
como en el caso de la cabaña de Sel de la Fuente, al norte de Brañosera, los tapines
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