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CAMPAÑA DE MONITOREO PREVENTIVO CONTRA
PALOMILLA DEL NOPAL
¡Esta plaga está presente y bajo control solo en Isla Mujeres e Isla Contoy, Quintana Roo,
México. Ayúdanos a prevenir su entrada a área continental, ya que están en riesgo nuestras
nopaleras!
Nombre común: Palomilla del nopal
Nombre científico: Cactoblastis cactorum Berg.
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Pyralidae
Género: Cactoblastis
Especie: C. cactorum Berg.
ANTECEDENTES: la palomilla del nopal adquirió fama por su contribución al
control espectacular de varias especies invasoras de nopal (Opuntia spp.),
particularmente en Australia, donde eliminó 25 millones de hectáreas de
terrenos invadidos por la especie Opuntia stricta. Aunque en menor grado,
este éxito fue repetido en Sudáfrica, así como en las Islas del Caribe, lo que
condujo a su llegada a Florida alrededor de 1989. Las consecuencias de una
repetición en México de la experiencia de Australia, serían inimaginables.
Existen cinco especies descritas en el género Cactoblastis: C. cactorum, C.
bucyrus, C. mundelli; C. doddi y C. ronnai. Todas ellas están confinadas a
Sudamérica, del sur de Perú a Bolivia, Paraguay, Uruguay, Argentina y el sur
de Brasil. En México, durante agosto de 2006 se detectó un brote de la plaga
en Isla Mujeres, Quintana Roo, al cual inmediatamente se le aplicaron
medidas de control y erradicación, mientras que la última captura de adultos
fue en mayo de 2007 en Isla Contoy, Quintana Roo, reserva natural protegida.
DESCRIPCIÓN Y BIOLOGÍA: los adultos son poco visibles, sus alas anteriores son de color café grisáceo con dos franjas
transversales onduladas. Las alas son más claras hacia el margen lateral. Las alas posteriores son de color gris pálido con una
banda oscura a lo largo del margen. Tienen una expansión alar de 27-40 mm. Generalmente las hembras son más grandes que
los machos, sus alas son ligeramente más oscuras y sus palpos más prominentes. Los huevecillos son cilíndricos y aplanados
(fig.1), aproximadamente de 0.9 mm de largo y 0.4 mm de ancho. Inicialmente son de color crema a casi negro poco antes de la
eclosión. La hembra apila sus huevecillos como monedas para formar una cadena o pequeño bastón, simulando una espina de
nopal. El primer huevecillo del bastón está pegado a una espina o directamente en el cladodio o penca, con una sustancia color
ámbar. La colocación de los huevecillos uno sobre otro es guiada por setas que rodean al ovipositor. Cada bastón de huevecillos
contiene un promedio de 70-90 huevecillos, pero raramente más de 105. Un bastón con 70 huevecillos mide cerca de 2.4 cm de
longitud. Al principio el bastón es moldeable, pero al secarse se vuelve quebradizo. Las larvas de primer instar tienen 2.5 mm de
largo y son de color gris-verdoso. Los últimos instares tienen un nítido color que va del salmón naranja al rojo, con puntos negros
formando bandas transversales (fig. 2). En el último instar (sexto) estas bandas están casi siempre divididas en cuatro bloques
separados y nunca se unen en la línea media. Las larvas completamente desarrolladas miden unos 33 mm de largo antes de
pupar.

Las larvas maduras tejen un cocón blanco sedoso en el cual pupan, usualmente bajo
residuos, por ejemplo en cladodios secos, basura de hojas, cerca o sobre la planta
hospedera. Los cocones frecuentemente se cubren con suelo o partículas de plantas, lo
cual las hace difíciles de detectar (fig. 3). En la hembra el segmento con el espiráculo no
funcional tiene una cicatriz genital en forma de hendidura. En el macho, la cicatriz genital
está localizada en el siguiente segmento entre dos vejigas levantadas. Las cicatrices
genitales no deben confundirse con la cicatriz anal, la cual está cerca del ápice del
abdomen. Las palomillas emergen de sus pupas en el crepúsculo. En una población
normal, usualmente hay más machos que hembras. Se aparean temprano por la mañana
(una hora antes de que salga el sol), el primero o segundo día después de su emergencia.
Las hembras empiezan a poner huevecillos durante la siguiente noche. Las palomillas
adultas viven unos 9 días y no se alimentan. Descansan durante el día en las partes bajas
de las plantas y evitan volar aunque se les moleste. En la noche las palomillas se vuelven
activas y ocasionalmente las hembras son atraídas por la luz. La mayoría de los huevecillos
son depositados durante las primeras horas de la noche, principalmente en los cladodios
suculentos de las partes bajas de las plantas hospederas. Una hembra puede producir de
tres a cuatro bastones de huevecillos durante toda su vida, ovipositando uno o dos
bastones por noche. Usualmente los huevecillos eclosionan durante el día, pero pueden
eclosionar en la noche si hace suficiente calor. Las larvas del mismo bastón son gregarias
después de eclosionar, forman círculos en la base de la espina a la cual se adhirieron los
huevecillos, mientras oradan una entrada común en el cladodio del nopal (fig. 4). Este
comportamiento gregario permite a las larvas pequeñas perforar la dura epidermis del
nopal y, posiblemente, también superar la savia mucilaginosa exudada por la penca. Las
larvas se alimentan en colonia mientras perforan la penca del nopal, consumiendo el
interior, excepto los tejidos vasculares fibrosos. Los excrementos son descargados a
través del agujero de entrada y frecuentemente se advierte un líquido verde viscoso en los
cladodios afectados, así como en el suelo. Cuando maduran las larvas abandonan los
cladodios individualmente, caen al piso y tejen cocones de seda blanca en o bajo las
pencas podridas en el suelo, en las grietas de los tallos del nopal, en los residuos de las
hojas o en la tierra suelta. Pupan dentro de los cocones y a la larga emergen como
palomillas adultas. La duración promedio del ciclo de vida de Cactoblastis en Sudáfrica es
de 113 a 132 días para la generación de verano y de 234-256 para la generación de
invierno. En Australia es de 100-120 días en verano y de 235-265 días en invierno.
Literatura citada:
- Soberón, J.; J. Goluvob; J. Sarukhán. 2001. The importance of Opuntia in México and routes of invasion and impact of Cactoblastis cactorum (Lepidoptera:
Pyralidae). Florida Entomologist 84(4): 486-492.
- Zimmermann, G.H.; S Bloem; H. Klein. 2004. Biología, historia, amenaza, monitoreo y control de la palomilla del nopal, Cactoblastis cactorum. FAO-IAEA.
México, D.F. 61p. (texto y fotografías).
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DAÑOS: Las larvas causan un daño físico al perforar y
destruir los cladodios jóvenes que aún no se han vuelto
leñosos. Perforan en forma gregaria los cladodios y los
agujeran por dentro. Son características de las
infestaciones de Cactoblastis las secreciones de
excremento y del mucílago por las entradas de las larvas;
las pencas de nopal destruidas, así como la presencia de
cladodios blanquecinos como papel (fig. 5). El daño de la
larva permite la entrada de patógenos a la planta que
provocan infecciones secundarias, las cuales pueden
ocasionar la muerte de todo el nopal. Las especies
pequeñas de nopales, o los individuos pequeños de las
especies más grandes pueden morir en caso de ataque
severo, pero la palomilla del nopal rara vez destruye las
partes más viejas y leñosas de las especies más grandes.
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