Sobre la educación de los hijos, de Rodrigo Sánchez Arévalo - RUC
Sobre la educación de los hijos, de Rodrigo Sánchez Arévalo - RUC
Sobre la educación de los hijos, de Rodrigo Sánchez Arévalo - RUC
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Documentos<br />
en estado <strong>de</strong> embriaguez!'. Por tanto <strong>la</strong> sobriedad y <strong>la</strong> temperancia <strong>de</strong>l padre aprovechan<br />
mucho a <strong>los</strong> <strong>hijos</strong>, porque ésta se transmite a el<strong>los</strong> en gran medida. Pues, como acer<br />
tadamente dijo Aristóteles, no sólo <strong>los</strong> caracteres <strong>de</strong>l cuerpo, como <strong>la</strong> fortaleza y <strong>la</strong><br />
belleza <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres se transmiten a <strong>los</strong> <strong>hijos</strong>, sino también <strong>los</strong> rasgos <strong>de</strong>l alma, como<br />
<strong>la</strong> nobleza y <strong>la</strong> virtud. Cuando ambos progenitores están obligados por <strong>la</strong> virtud, como<br />
dijo el mismo filósofo!\ )quién podría pensar que va a ser engendrado un hijo <strong>de</strong><br />
ánimo <strong>de</strong>pravado? Así pues, <strong>la</strong>s buenas costumbres <strong>de</strong> <strong>los</strong> padres confirman po<strong>de</strong>rosa<br />
mente <strong>la</strong> virtud imaginativa; y en el momento <strong>de</strong> <strong>la</strong> concepción, en que se da el efec<br />
to para engendrar, imprime en su b<strong>la</strong>nda materia, a semejanza <strong>de</strong> <strong>la</strong> condición y dis<br />
posición <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo; pues el alma se comporta con respecto al cuerpo no sólo como<br />
<strong>la</strong> forma con respecto a <strong>la</strong> materia, sino también como el artífice hacia su obra.<br />
Por consiguiente, a través <strong>de</strong> su propia imagen, como si <strong>de</strong> un instrumento se tra<br />
tara, imprime una forma semejante, <strong>de</strong> lo que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que toda temperancia y<br />
sobriedad <strong>de</strong>be ser exigida a <strong>los</strong> padres, sobre todo en el momento <strong>de</strong> <strong>la</strong> concepción.<br />
CAPÍTULO TERCERO.<br />
SOBRE LOS ALIMENTOS DE LOS INFANTES, Y DE QUÉ MODO<br />
DEBEN SER AMAMANTADOS Y ALIMENTADOS.<br />
Si es posible <strong>de</strong>be ser <strong>la</strong> madre quien alimente al niño recién nacido, puesto que<br />
el<strong>la</strong> lo nutrirá con gran amor y diligencia. Las nodrizas por el contrario, admitidas con<br />
cierta benevolencia, nutren como les es posible a cambio <strong>de</strong> dinero. Pero si no pue<strong>de</strong><br />
hacerse así, bien por ma<strong>la</strong> salud bien por cualquier otra causa, <strong>de</strong>ben<br />
elegirse nodrizas <strong>de</strong> cuerpo bien formado, jóvenes y sanas; y, si es posible, que no<br />
hayan alimentado anteriormente a sus propios <strong>hijos</strong>. Aún más, <strong>de</strong>ben elegirse <strong>la</strong>s que<br />
tengan en abundancia leche muy dulce. Por el contrario sean <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñadas <strong>la</strong>s nodrizas<br />
si su leche es a veces insípida o acuosa, porque hay que pensar que ello se <strong>de</strong>be a una<br />
enfermedad <strong>de</strong> <strong>la</strong> nodriza, o a un excesivo trabajo o a su vejez. Finalmente, <strong>de</strong>ben ele<br />
girse no <strong>la</strong>s nodrizas viles, sino <strong>la</strong>s idóneas y <strong>de</strong> buenas costumbres contrastadas. Pues,<br />
12 La i<strong>de</strong>a y <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras están tomadas casi al pie <strong>de</strong> <strong>la</strong> letra <strong>de</strong> Plutarco: "Que <strong>los</strong> que se acerquen a <strong>la</strong>s<br />
mujeres para engendrar <strong>hijos</strong> conviene que hagan <strong>la</strong> unión, o totalmente temp<strong>la</strong>dos o habiendo bebido<br />
mo<strong>de</strong>radamente. Pues bebedores y bon-achos suelen ser aquel<strong>los</strong> cuyos padres acontece que comenzaron<br />
a engendrar<strong>los</strong> en estado <strong>de</strong> embriaguez. Por ello también Diógenes, viendo a un muchacho fuera <strong>de</strong> sí y<br />
aturdido, le dijo: 'Muchacho, tu padre te engendró estando bon-acho' ". (PLUTARCO, Obra citada, 3.)<br />
1J Plutarco, en su Vida <strong>de</strong> Licurgo (XV) hace alusión al tema en términos semejantes: " ... el novio<br />
entonces, no embriagado y trastornado, sino sobrio, como que venía <strong>de</strong> comer en el banquete público,<br />
se le acercaba, le <strong>de</strong>sataba el ceñidor y se ayuntaba con el<strong>la</strong>, poniéndo<strong>la</strong> sobre el lecho". La cita<br />
está <strong>de</strong>ntto <strong>de</strong> un contexto más amplio don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que <strong>los</strong> <strong>hijos</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> espartanos<br />
eran fuertes.<br />
240 5al'n1iel1to / Núm. 4/2000/ pp. 231-263