Literatura Comparada_El Cantar de Mío Cid .pdf - Webgarden
Literatura Comparada_El Cantar de Mío Cid .pdf - Webgarden
Literatura Comparada_El Cantar de Mío Cid .pdf - Webgarden
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Literatura</strong> <strong>Comparada</strong>: <strong>El</strong> <strong>Cantar</strong> <strong>de</strong> <strong>Mío</strong> <strong>Cid</strong> Bachillerato<br />
Las hijas <strong>de</strong>l <strong>Cid</strong><br />
En el siglo XX se realizaron mo<strong>de</strong>rnizaciones poéticas <strong>de</strong>l <strong>Cantar</strong> <strong>de</strong> mio <strong>Cid</strong>, como las <strong>de</strong>bidas a<br />
Pedro Salinas, en verso, y Camilo José Cela.<br />
Introducción histórica<br />
Generación <strong>de</strong>l 98<br />
<strong>El</strong> último tercio <strong>de</strong>l siglo XIX fue muy negativo para la sociedad española a causa <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong><br />
problemas que concluyeron con el Desastre <strong>de</strong>l 98. Políticamente, la alternancia entre los<br />
conservadores y los liberales en el po<strong>de</strong>r no satisfacía a una población <strong>de</strong>scontenta que sufría<br />
dificulta<strong>de</strong>s económicas, así como el atraso económico <strong>de</strong>l país. Aparecieron grupos políticos<br />
anarquistas y socialistas, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los carlistas, que intentaban aportar las soluciones que los<br />
conservadores y los liberales no hallaban.<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la sublevación <strong>de</strong> las colonias americanas, los problemas regionalistas constituyeron<br />
otra dificultad más para la maltrecha sociedad española. <strong>El</strong> ambiente era <strong>de</strong> <strong>de</strong>scontento, <strong>de</strong> <strong>de</strong>ja<strong>de</strong>z<br />
en todos los sentidos, en un país don<strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> la población vivía atrasada y miserable,<br />
cuando no hostigada por los caciques. La poca industria que sostenía la economía se encontraba en<br />
Cataluña y en el País Vasco, con lo que la concentración <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s favorecía la<br />
emigración hacia zonas más prósperas. Por su parte, las clases altas formadas por aristócratas y<br />
miembros <strong>de</strong> la alta burguesía vivían apartadas <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>l campesinado y <strong>de</strong>l<br />
proletariado, en un mundo cerrado sobre sí mismo.<br />
Hemos <strong>de</strong> añadir el conocido Desastre <strong>de</strong>l 98. Cuba, Puerto Rico y Filipinas eran las últimas<br />
colonias <strong>de</strong> ultramar que España poseía hasta ese momento. Las guerras coloniales que se habían<br />
iniciado en 1895 fueron minando poco a poco la moral y la economía <strong>de</strong> un país ya <strong>de</strong> por sí<br />
<strong>de</strong>smoralizado ante el <strong>de</strong>smoronamiento que se presentía. <strong>El</strong> 1 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1898, a las 4:45 horas, el<br />
comandante Juan <strong>de</strong> la Concha <strong>de</strong>scubrió que una flota estadouni<strong>de</strong>nse se aproximaba hacia<br />
posiciones españolas. Sólo siete horas más tar<strong>de</strong> –a las 11’45–, las tropas españolas fueron<br />
<strong>de</strong>rrotadas y aniquiladas. A<strong>de</strong>más, el ejército americano sólo sufrió una baja, el maquinista <strong>de</strong>l<br />
Boston, a causa <strong>de</strong> un ataque al corazón. Esta humillación hizo que la conciencia <strong>de</strong> los españoles –<br />
al menos <strong>de</strong> los intelectuales– se tambalease y se intentasen buscar soluciones ante el <strong>de</strong>clive<br />
imparable <strong>de</strong> España, que unos años antes había sido la principal potencia mundial.<br />
La firma <strong>de</strong>l Tratado <strong>de</strong> París significó el fin <strong>de</strong> un sueño. La anterior gran<strong>de</strong>za había quedado<br />
reducida en unas horas a ceniza. La entrega <strong>de</strong> Cuba, Filipinas y Puerto Rico obligaba a replantearse<br />
el camino que el país llevaba, y en este contexto, en esta situación, un grupo <strong>de</strong> intelectuales se<br />
pusieron manos a la obra: había que analizar las causas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia y, por supuesto, buscar<br />
soluciones. A esto se <strong>de</strong>dicaron los noventayochistas, aunque hay que <strong>de</strong>cir que no fueron los<br />
primeros, como veremos a continuación.<br />
8