FAMILIA ESCUELA DE FE Y AMOR

FAMILIA ESCUELA
Creer es la respuesta del hombre a la
invitación divina a participar de la Vida que Dios
le ofrece. Dios ha querido comunicarse a sí
mismo, darse a conocer, entablar con los
hombres una relación de Amor, que tiene su
punto de partida en la misma creación y que se
ha ido revelando en la historia de la salvación,
en Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre.
Creerle a Dios significa escucharlo y
obedecerle. Escuchar a Dios, es oír su Palabra,
quien tiene fe, la escucha y la obedece. Cuando
el hombre de fe cree se manifiestan en él el
consentimiento, la confianza, la obediencia y la
entrega; en la fe la escucha se convierte en
obediencia. Ante Dios que se revela el creyente
libremente se abandona, como nos muestra la
DE FE Y AMOR
CREER EN DIOS, CREERLE A DIOS
Sagrada Escritura en el caso de Abraham, que no
se limitó a escuchar lo que Dios le comunicaba,
sino que lo puso en práctica “Por la fe, Abraham
obedeció y salió para el lugar que había de
recibir en herencia y salió sin saber a dónde iba” (Hb 11,8). María nos muestra como nadie la
unidad entre la escucha y la obediencia, ante las palabras del ángel que le comunica lo que Dios
espera de ela, contesta de inmediato obedientemente: “He aquí la esclava del Señor, hágase en
mí según tu palabra” (Lc 1,38).
Creer supone un dinamismo que tiende hacia Dios, la fe nos leva a la plena comunión
con Él. Creer en Dios es caminar hacia Él, en un compromiso constante, que mantiene
en nuestros corazones una intensa sed que no se sacia más que con Dios mismo. La
fe se une, de este modo, a la esperanza y al amor, porque como decía San Agustín,
BENDICIONES FAMILIARES
Como un niño que cree a ciegas en su Padre, así
quiero depositar mi fe en ti. Abrázame fuerte, cuídame.
Te entrego todo y confío en que sabes, que es lo
mejor para mí.