La Voz de los Pescadores

Bahía La Graciosa
La población entrevistada manifiesta que la Bahía La
Graciosa debería declararse un área protegida. Los
pescadores indican que dicha área sirve para el desove y
la crianza de especies marinas. Su protección contribuiría
para mantener de una forma ordenada la permanencia de
especies comerciales para las comunidades pesqueras.
El área de la Bahía La Graciosa podría manejarse como
parte del área protegida de Punta de Manabique.
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Si No ?
¿Considera usted que la Bahía
La Graciosa, debe de ser una
reserva marina para especies
marinas?
Figura 10. Opiniones sobre
la Bahía la Graciosa
Recuadro 2. El caracol
¿Considera que la Bahía la
Graciosa, debe de ser un lugar
para desove de pescado?
¿Considera que la Bahía la
Graciosa, debería de ser un
lugar para crianza de pescado?
La Voz de los Pescadores de la Costa Atlántica de Guatemala
Las áreas protegidas se están aceptando como una de
las herramientas disponibles más efectivas para el manejo
de las pesquerías. Las áreas seguras para especies marinas,
para alimentarlas y reproducirlas, han demos-trado
incrementar las po-blaciones de peces en las áreas
circundantes. Las áreas protegidas tienen la ventaja
agregada de que son muy fáciles de proteger al hacer
cumplir las restri-cciones de equipos, siste-mas de emisión
de licencias y otros sistemas de contin-gencias. Además,
las áreas protegidas marinas generan ingresos a nivel local
y nacional porque atraen en gran escala a los turistas
nacionales y extranjeros.
Los pescadores recomiendan:
• La declaración y el manejo de Punta de Manabique y
de Bahía la Graciosa como áreas protegidas
El contexto legislativo
Cumplimiento de la ley
Todos los capitanes guatemaltecos entrevistados se
consideran a sí mismos como artesanales y sólo dos
licencias se han asignado para embarcaciones de mediana
escala en la costa atlántica de Guatemala. Los barcos
camaroneros aparentemente no necesitan licencias, a
pesar de que los pescadores de trasmallo necesitan
licencias que pueden obtenerse de la municipalidad. De
acuerdo con varios pescadores, no existen límites reales
El caracol, Strombus gigas, son grandes caracoles que moran en el fondo, habitando en todo lo ancho del Caribe desde
las aguas costeras del Brasil, la costa de Centro América, el Golfo de México y en las aguas de la Florida. El caracol ha
sido una fuente principal de alimento para los residentes de la costa en toda su extensión. El caracol se reproduce por
medio de fertilización externa. Las hembras entonces dejan los sacos de huevos en las áreas arenosas. Las masas de
huevos se incuban después de cinco días, y se liberan aproximadamente 300,000 pequeñas larvas nadadoras, cada una
con una pequeña concha parecida a la de un adulto. Estas larvas nadan en el plancton por aproximadamente un mes y
luego se establecen en camas superficiales de llano marítimo. Los caracoles juveniles son vulnerables a los cangrejos,
pulpos, manta rayas y a los peces. Si sobreviven, ellos requieren cerca de tres y medio años para de nuevo alcanzar la
madurez.
De todos los cómputos obtenidos de los pescadores entrevistados a lo largo del Golfo de Honduras, las poblaciones de
caracoles se encuentran bajo seria presión y ahora se consideran casi comercialmente extintos. De hecho, la especie se
encuentra enumerada en el Apéndice II de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Flora y Fauna Silvestre (CITES). Actualmente, el Estado de la Florida y las Islas Caimán tienen prohibiciones completas
para la pesca de cualquier tipo de caracol; esto para permitir que se restauren las poblaciones.