19.09.2013 Views

Conociéndonos - Los 5 Hispanos SA

Conociéndonos - Los 5 Hispanos SA

Conociéndonos - Los 5 Hispanos SA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Institucional<br />

Así conmemora Cándido sus primeros<br />

momentos en suelo argentino:<br />

“cuando llegué estaban esperándonos la<br />

tía Carmen, ellos fueron al puerto. Carmen<br />

y los hijos míos se fueron en un remis para<br />

la casa y nosotros y alguno de los más<br />

grandes tomamos en Retiro el tren y vinimos<br />

hasta Belgrano. Cuando yo pasaba<br />

por el tren me decía a mí mismo -¡qué sitios<br />

malos! <strong>Los</strong> rancheríos que había.”<br />

Desafortunadamente, no todo estaba<br />

arreglado como Cándido creía. En un<br />

principio se quedaron en la casa de<br />

Carmen, gracias a que vivía en un caserón<br />

grande con varias habitaciones<br />

en el barrio de Belgrano, pero pronto<br />

la cantidad de ocupantes sumado a los<br />

roces por la convivencia, convencieron<br />

a aquella de que al menos algunos<br />

miembros debían mudarse al departamento<br />

de su hermana Saladina, ubicado<br />

en la calle Talcahuano, en pleno<br />

centro porteño. Fue entonces cuando<br />

Cándido debió presenciar una pelea entre<br />

sus hermanas buscando una alternativa<br />

que conformara a ambas. La opción<br />

más viable, aunque no de la preferencia<br />

de Cándido, seria repartir a algunos de<br />

los niños en distintas casas.<br />

“Camilo se fue a la casa de Saladina, mucho<br />

tiempo, que ahí lo trataron muy bien,<br />

parecía un señor, pero yo no estaba contento,<br />

quería tenerlo en casa. Resulta que<br />

los tuve que repartir así porque no tenía<br />

lugar donde quedarme y Carmen, que no<br />

quería que nos quedáramos todos allá, me<br />

acompañó a ver a la tía Saladina, que ahí<br />

fue cuando empezaron a pelear. Pero Saladina<br />

tenía razón, ella no tenía lugar para<br />

meternos, estaba en el departamento de<br />

Talcahuano, pero Carmen sí pero no quería<br />

que nos quedáramos todos, entonces<br />

Saladina le hizo lugar a Camilito. Y después<br />

Tucho se quedó con la tía Carmen cuando<br />

iba a trabajar o estudiaba, me parece, pero<br />

un tiempito. Después no siendo Camilo,<br />

cuando estuvimos en Ituzaingó, estuvieron<br />

con nosotros todos. Camilo fue el que<br />

más tiempo separado estuvo tres o cuatro<br />

años-, que después no se quería quedar<br />

conmigo.”<br />

6 <strong>Los</strong> 5 <strong>Hispanos</strong> Café & Snacks<br />

A los pocos días de haber llegado Cándido<br />

comenzó a buscar trabajo. En aquellos<br />

años, Argentina ofrecía una gran<br />

cantidad de oportunidades para quien<br />

quisiera ganarse el sustento, y condiciones<br />

laborales muy superiores a las que<br />

regían por aquel entonces en los latifundios<br />

de España. Varias veces quedó sorprendido<br />

al ver que los trabajos en general<br />

era livianos y las jornadas laborales<br />

Arriba: Jacinto (Tito), Don Cándido y Doña Adela.<br />

Abajo: Agustín, Pepe, Camilo y Tucho.<br />

medidas. Pronto la buena disposición y<br />

esmero con que Cándido afrontó cada<br />

una de sus tareas lo hizo aventajarse sobre<br />

los demás y ganarse el respeto de sus<br />

patrones.<br />

“El primer trabajo que hice acá fue en Fe-<br />

Imperio. Me lo consiguió un cuñado mío<br />

porque él era mozo, trabajaba de mozo<br />

siempre y conocía a todos, entonces me<br />

consiguió después de 8 días que llegué y<br />

fui a trabajar ahí, ya digo siempre fue una<br />

diversión, para mí era una distracción, de<br />

acuerdo a lo que yo venía acostumbrado<br />

de hacer. Esto sí que es cierto, no me costaba<br />

nada. Estaba trabajando como ayudante<br />

de la cocina y me mandaran al sótano a<br />

buscar un canastito de leña y vienen dos<br />

muchachos y me paran ahí y dicen: ‘Mira<br />

cuando vayas al sótano por la leña tienes<br />

que llamarnos a nosotros y cuando vayas a<br />

la cámara a buscar la leche lo mismo’ ‘¿Por<br />

qué?’ ‘Porque sí, porque te tenemos que<br />

ayudar a levantar el canasto’ - ‘Pero si yo<br />

lo traigo con la punta de los dedos’ ‘No importa<br />

tienes que llamarnos a nosotros’. El<br />

encargado me dice ‘no le haga caso que a<br />

esos poco les queda’ así, lamentablemente<br />

me quería meter de cocinero. Yo estuve un<br />

mes y medio en la casa de mi hermana, un<br />

mes y ocho días que fueron los que trabaje<br />

en el Imperio, porque antes de salir busqué<br />

una quinta.<br />

Como la vivienda de la familia todavía<br />

Cándido decidió buscar quintas en el<br />

conurbano bonaerense con intenciones<br />

de ofrecer sus servicios como casero.<br />

Esta alternativa era la solución<br />

perfecta al problema de vivienda, al<br />

ro para comprar un terreno donde<br />

construir la casa propia, al mismo<br />

tiempo que conseguía mantener<br />

unida a toda la familia. Sin embargo<br />

esta tarea no resultó sencilla ya<br />

que la cantidad de niños ahuyentaba<br />

toda iniciativa de contratar<br />

los servicios de Cándido. Así repasa<br />

la odisea de aquellos días hasta<br />

encontrar residencia:<br />

“(...) estuve buscando las quintas pero<br />

todos me decían que me quedara hasta<br />

que les nombraba que tenia cinco hijos y<br />

ninguno quería saber nada,(...) así tres o<br />

una quinta en Ituzaingó. Ahí estuvimos seis<br />

meses.”<br />

El tiempo pasaba y poco a poco la familia<br />

iba adaptándose al nuevo entorno. Atrás<br />

había quedado la vorágine de los primeros<br />

días en aquella tumultuosa ciudad,<br />

ajena totalmente a las costumbres y los<br />

ritmos de su tierra. La tranquilidad y el<br />

aire fresco de las zonas más alejadas de<br />

la capital les resultaba mas cómodo y les<br />

daba mayor seguridad.<br />

A los pocos meses de estar viviendo en<br />

Ituzaingó, Indalecio el hijo mayor de Carmen,<br />

visitó a Cándido con intenciones de<br />

ofrecerle un trabajo al pequeño Tucho en<br />

“La Tribu”, un despacho de café ubicado en<br />

la zona del Abasto que en aquel tiempo se<br />

encontraba en pleno crecimiento. Sin saberlo<br />

aún, ese sería el primer paso que llevaría<br />

a la familia a conocer aquel rubro que<br />

tantas satisfacciones les retribuiría.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!