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Marte: principio de la energía
Marte representa la energía que fluye a través de la vida y hace posible todas las formas
de crecimiento, sostenimiento y progreso. Representa el grado de nuestras ansias de vida,
nuestra determinación de proseguir.
Marte podría llamarse “la mano derecha del Sol”, ya que éstos dos planetas sintetizan la
polaridad masculina.
En los hombres inmaduros que viven en la emoción y el deseo más que en la voluntad,
Marte toma el lugar del Sol hasta que sean trascendidos ciertos estados de evolución.
Marte es esencialmente egotista, separativo, “friccional” y dinámico, es en el horóscopo
el centro desde el cual nosotros luchamos por nuestra propia conservación en todos los
planos, por eso vemos a través de él otras manifestaciones como obstáculos que debemos
superar.
Marte irredimido dice: yo soy, yo deseo, yo obtendré, yo me defiendo, yo derroto a mis
enemigos, yo tengo que sobrevivir. Regenerado es la virtud cardinal del valor.
De manera que éste planeta es el creador de karma por ser nuestra “proyección” en la
vida, es decir que aquella fantasía o idea por la cual los demás representan una amenaza
para nosotros, no es más que nuestra propia agresión puesta en los otros.
A través de Marte nosotros vivimos en y para nosotros mismos, pero cuando la energía
se expresa en unión con los otros (vibración de Venus), Marte encuentra su regeneración.
Su posición y aspectos en el horóscopo indican de que modo damos sabor, entusiasmo,
fuerza y empuje a esa forma de experiencia de trabajo que es nuestra contribución a la vida y
los canales a través de los cuales nos ganamos la subsistencia.
Vemos, entonces, que como energía es el principio del trabajo que no significa
necesariamente un tipo de trabajo Marciano, sino que cualquiera puede ser su línea de
actividad, demostrando la fuerza de impulso para la expresión propia, el esfuerzo y el
desarrollo.
Un horóscopo puede indicar mucho talento en un área pero si Marte no está
relacionado con éste patrón, esa expresión de capacidad no puede ser tomada como su
vocación ya que el impulso marciano no está allí. Su talento tal vez sea su escape o
entrenamiento pero no formará parte del patrón de trabajo de su vida que le asegure el éxito y
la realización.
En este sentido la expresión marciana del trabajo se manifiesta por aspecto directo al
planeta desde otros planetas, o por su “disposición” a otros.
Cualquier aspecto conflictivo a Marte indica agotamiento de impulso, dispersión de
energía, falta de valor y una tendencia a doblegarse ante el destino en vez de labrarse éste.
Marte es el símbolo primordial del instinto sexual, por lo cual gran parte del desorden
interno es debido a la mala dirección de su energía expresada como egoísmo en el que la
satisfacción del instinto del deseo es el único objetivo. Cuando el instinto es expresado en
términos de mutualidad (Venus), Marte es redimido en altas expresiones de amor.
En la vida primitiva Marte, el impulso de iniciar y proyectar la vida encuentra su
contraparte femenina en la Luna, el instinto de producir y alimentar esa vida.
Así el patrón Marte-Luna en el mapa lo describimos como la potencialidad del deseo;
Marte-Venus es la potencialidad del amor y en el análisis de la potencialidad maternal y
paternal tenemos en cuenta al Sol.
Marte rige los signos de Aries, en su aspecto masculino y Escorpión, en su aspecto
femenino, por lo cual la posición de este planeta en dichos signos manifiesta la energía del
planeta de la mejor manera.
Su exaltación la encontramos en el signo de Capricornio, lugar en dónde también se
expresa bien. En Libra y Tauro encuentra su detrimento, y en Cáncer su caída.
Curso de Astrología básico Página: 94