casas - Funcas

GAB
razón por la cual solo se ceban la mitad de los cerdos que debía
mantener, aprovechándose en su lugar de esta circunstancia
, los muchos lobos, zorras y caza de todas clases de
que abunda: su terreno es de bastante buena calidad, y si se
descuajase seria muy útil para la siembra de centeno.
CABEZA DEL CABALLO (LA): 1. con ayunt. en la prov. y
dióc. de Salamanca (14 leg.), part. jud. de Vitigudino , aud.
' terr. y c. g. de Valladolid (30). srr. en una pequeña colina,
con 75 CASAS malas formando pobl., éigl. (Sta. .Maria Magda-
3 lena) de la clase de vicarias, servida por un vicario que tiene
por anejo á Fuentes de Íías%teco(\¡1 leg.): hay ademas una
ermita llamada del Humilladero con el cementerio contiguo
á ella; 2 fuentes abundantes y de buenas aguas , y 4 chai cas
para el ganado. Confina el TÉRM. por N. con Fuentes del Masueco
y la Pena ; E. Villarrodrigo y Villashuenas; S. con la
Pena y Valsalobroso, y OE. con el Milano y Bobledillo: atraviesa
por él, tomando el nombre del pueblo, el riach. Sardón
de los Alamos y da impulso á 2 molinos harineros, PIIOD. , algunas
legumbres y 3,000 fan. de granos, en su mayor parte
centeno: hay 2,0()'o cabezas de ganado lanar, 1,000 de cabrio,
300 de cerda, y 300 de vacuno, IND. '). telares de lana , y los
molinos mencionados, rom..: 50 vec., 296 almas. Valor de
los puestos públicos , 1,011 rs. El PRESUPUESTO MUMEIPAI.asciende
á 550 rs. v se cubre por reparto vecinal.
CABEZA DEL GRIEGO: desp. y cerro en la prov. de Cuenca
, part. jud. de iluete, térm. jurisd. y á 3/4 leg. de Saelices
(V.): confina por NO. con el I. de Hito (2 leg.); E. Horcajo (2),
y SE. Uelés (2): el mencionado cerro es casi inaccesible por todas
partes, escepto por la del N.: existen todavía en ella restos
de un circo ó anfiteatro, de otros edilicios y de sus murallas,
y á ciertas dist. de la c, de fuertes avanzados: en la cima del
cerro hacia la parte O., hay una ermita dedicada á Ntra. Señora
de los Bemedios (antes San Bartolomé), cuya capilla fué
parte de las ant. torres que servían de defensa a la pobl.: en
la falda, hacia el mismo lado un molino titulado So la-cabeza,
movido por la corriente del r. Jigüela, que lleva su curso de
E. á O. , y se une al Yuncnr que marcha al N. Debajo del
mencionado cerro hay otro molino harinero de dos piedras
(pie perteneció como el anteriora los conventuales de Uelés, y
fueron vendidos por la nación en el año 1821. Hay una vega
feracísima, y á su frente una gran deh. llamada Villalba (pie
correspondió á los maestrazgos de la orden de Santiago ; estaba
cubierta de monte de encinas , arrasadas en estos últimos
años , v su terreno fué vendido.
HISTORIA. Fué indudablemente una gran c aquella, cuyas
ruinas existen en este sitio. Los primeros descubrimientos se
hicieron en los últimos años del siglo XVI, según memoria
que conservaba de ellos la biblioteca de San Isidro de Madrid,
en un manuscrito de aquel tiempo, aumentado después por
el jesuíta Pinedo , y fué trasladado como los demás á la biblioteca
de Corles. Los segundos se ejecutaron en los años
1760, 65 y 66. En 1780 se continuaron las escavaciónes por
orden y diligencia del prelado D. Antonio Tavira y Almazan,
prior de Ucles. Innumerables restos de la ant. m ignificencia
romana y goda se encontraron de esta destruida c.: su circunferencia,
medida en su muralla esterior, hubo de ser de
1,300 varas, según espresa el Sr. Cornide, quien describe estas
ruinas en el grande informe que de ellas dio á Ja Academia
de la Historia, de cuya orden las habia personalmente
examinado (Memorias de la Academia de la Ilist., lom. III,
pág. 71). Desde los primeros descubrimientos se comenzó
á sospechar haber podido existir en este sitio la ant. Segóbriga,
opinión que desde luego adquirió grandes defensores,
disputando este nombre á Segorbe , que es la c. que lo tuvo
en lo ant. Mucho se trabajó en examinar estas ruinas : bien
acreditaron ellas la importancia de la pobl. que alli existiera;
pero como hemos dicho con el M. Morales, ningún monumento
geográfico se presentó que determinase esta apetecida,
correspondencia eptre las c. que nos dejaron conocidas la
geografía y la historia , entre las cuales precisamente debió
•optarse esta, pues no lrabia de haber quedado desapercibida
á la diligencia de los geógrafos del imperio, aunque hecho
notable alguno no la hubiese conducido á la pluma de los
historiadores, y he aqui el punto de la mas detenida discusión
de nuestros anticuarios, discusión que parecía eterna,
pues sin aquel apetecible monumento, permanecían siempre
estas ruinas, tormento de los eruditos, sin que pudiera alguno
ser dueño por largo tiempo de la satisfacciou de haber do-
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minado la dificultad por mas que lo hubiese creido, siguiendo
ciertos indicios , con el mas trabajoso estudio , pues
á poco aparecía opinión contraria, sostenida con menor
esfuerzo. A ello daban lugar la oscuridad literaria de esta
cuestión acrecentada por el espíritu de partido entre aragoneses,
castellanos y valencianos, que dividiéndose entre sí el pais
celtíbero estaban interesados en disputarse la situación de las
principales c. de aquella ant. y famosa región, siempre que
pruebas auténticas uo la hicieran incuestionable; y particularmente
los caballeros de Uelés, interesados en encontrar alli
una c. episcopal que no estuviese agregada al oh. de Cuenca,
como por bula del papa Lucio 111 lo estaban Arcabica y Valeria.
Desde que se descubrieron en estas ruinas los sepulcros de
2 oh. llamados Nigrino y SempronioóSephronio, debiendo ser
este el oh. arcavieense que firmó en los concilios de Toledo
XII y XIII, SeMpronius Arcabricensis épiscopüs, pues
todos advirtieron ya ser por error si en algunos códices del siglo
Xll se escribió Segobricensis porque el oh. segobricense
era entonces Memorio; la única reducción científica que
podía hacerse á estas ruinas, era la de la antigua Ercavica,
pues habia aqui un indicio topográlico, lejos de contradecir
las demás memorias de esta c. , coincidía perfectamente con
ellas, sin (pie á esto se opusiese i.i suposición de que este sitio
estuviera ocupado por la apetecida Segóbrígaj pues examinada
con imparcialidad debida la cuestión, fallando todo antecedente
que obligue á colocarlaen Cabeza del Griego, convienen
todas sus memorias con Segorbe, lo mismo que en Jas de
las de Ercavica con este desp., según de una y otra veremos
en sus respectivos art. Era el empeño, sin embargo, que apa
reciesen indicios de Segóbriga y no de Ercavica: los unos
engañados por la fama de aquella c, y los otros interesados en
ser Jos poseedores de suol)., y asi se desestimó la fuerza de
esta doctrina ; pero el erudito académico de la historia D. Miguel
Cortés, la ha dado en su diccionario todo el valor é importancia
que tiene de suyo, sin que la solidez de sus argumentos
que descubren una convicción literaria, admitan la prevención
que contra ellos tal vez pudiera\)riginar, el suponerle también
sin la necesaria independencia, y animado del mismo interés,
que ha regido en esta cuestión , por haber sido penitenciario
déla Sta. igl. de Segorbe. Nosotros por tanto, por mas que
los caballeros uclecianos estampasen en mármoles magníficos:
Vetustisshnum hoc Scgobrigcnsiam coententerlltm, bái
non Slragc collapsirm, el congeslis ruderibm prorsvs abmtvm,
prophis imgensis c/Jodicndvm eurarunf. Prescindiendo
igualmente de la respetable autoridad de los señores
Ilervás ,Fuero, Capistrauo de Moya , y de cuantos apadrinaron
esta reducción, ío mismo que de la opinión del abale
Masdeu, que dijo ser lo mas verosímil haber estado aquí Valeria,
y de la del P. Bisco , que juzgó ser estas las ruinas de
Munda, ele, no vacilamos en colocar con el señor Corles ea
este sitio la ant. c. de Ercavica.
Lia esta c. noble y poderosa , como espresa Livio, al referir
que se entregó á Graco sin resistencia. En la pdioioñ hecha
por Drakemborkio, se indica ademas que los orcavieenses, separados
.asi de la confederación de las otras c. celtíberas , y
unidos alas tropas del régulo Turro, pelearon á favor de
Graco en la famosa batalla délas faldas del Moncayo {lib. 40,
cap. S7).ÉSprobable que tola esta conduela con Graco le
atragera la estimación y confianza de la familia Sempronia, y
de allí el hallarse varias inscripciones con el nombre de Tió.
Scmpran. en sus ruinas. Aunque Plinio. en su tiempo contó á
los ergaviecnses entre los estipendiarios, es muy verosímil
que después fué elevada esta c. á la clase de federada, como
parece lo demuestran las siglas que resultan en una columna
hallada entre sus ruinas: /