Documento 1. Diagnóstico

accidentados. Un estudio efectuado en 140 parcelas por Edeso en el año
2000 observó que con el método matarrasa y removiendo la tierra con
Ripper, con el fin de preparar la tierra para plantar una nueva tanda de
árboles, se perdían 120 toneladas de tierra por hectárea. Asimismo, se vio
que el suelo perdía un 65% de materia orgánica. Por otro lado, al tratarse
de hábitats artificiales muy homogéneos y con una estructura muy simple
tienen poca biodiversidad, y una flora y fauna básicamente generalista.
Muchas de estas plantaciones forestales se extienden sobre suelo público de
entidad local. Hoy en día, la propiedad pública, en forma de Montes de
Utilidad Pública, es predominante en Aiako Harria, ya que ocupa
aproximadamente un 80% de la superficie del espacio. Ello supone una
oportunidad de aprovechamiento integral del monte adecuado a las nuevas
demandas sociales de conservación.
El desplome de los precios de la madera d epino puede ser una oportunidad
para la restauración de los bosques, pero también un hándicap: en Kausoro
estaba previsto sacar el pinar en tres etapas para dejar sitio al hayedo, pero
después de la primera saca la segunda no salió a subasta y el pinar se
mantiene. Lo mismo ha ocurrido con la subasta de Igantzi, la sexta subasta
ha quedado desierta. Este es un problema habitual hoy en día en Aiako
Harria, ya que cada vez son más los madereros que compran la madera de
Las Landas (Francia) tras el vendaval de enero del 2009 que dejó arrasada
la zona.
Como extracción secundaria de los bosques naturales hay que indicar la
recogida de hongos y setas. Así, áreas como Artikutza, Oieleku o Añarbe,
entre otras, concentran cada otoño, coincidiendo con la apertura de la veda,
a miles de aficionados.
5.3. MINERÍA
La intensa actividad humana relacionada con el aprovechamiento y la
explotación de los recursos minerales existentes en la zona ha dejado su
huella. La actividad minera ha tenido a lo largo de la historia una
considerable importancia que se remonta hasta los romanos. Sin embargo,
es en los dos últimos siglos cuando la actividad extractiva se intensifica y en
la segunda mitad de este siglo se realiza a cielo abierto. Los filones dejan de
explotarse en los años 80. Son numerosas las bocaminas, escombreras y
pozos de ventilación que pueden encontrarse por todo Aiako-Harria. Pero es
en el entorno de los valles de Arditurri y Otsamantegi donde la minería
adquirió mayor importancia, y como consecuencia, todavía persisten
elevados niveles de metales pesados en la regata de Arditurri.
Otros vestigios de esta actividad extractiva, pero sin incidencia sobre la
conservación del medio natural, son los ferrocarriles, planos inclinados,
hornos de calcinación y lavaderos de mineral. Estos restos dotan al espacio
protegido un alto valor paisajístico, histórico y cultural.
Aiako Harria – Aprobación Inicial – Enero 2011 35